CAMPAÑA SOCIAL-CAMPAÑA POLITICA-CAMPAÑA DE MARKETING: DIFERENCIAS, SEMEJANZAS, FUNCIONALIDADES: JUZGUE USTED MISMO. 1) LA MIRADA DESDE EL MUNDO MUNICIPAL Los municipios son instituciones comunitarias que administran diferentes servicios a la ciudadanía y a las familias que habitan en un territorio específico, delimitado. Son también instituciones de poder en donde se expresa el ejercicio de la representación y la delegación de poder, desde el ciudadano hacia autoridades que lo representan, habitualmente elegidas por la vía de elecciones comunales. En Chile, aunque los municipios tienen regulada legalmente su institucionalidad, y en general eso los hace homogéneos en su relación con la ciudadanía y con el poder central del Estado, las diferencias son muy significativas en el ejercicio del poder; los niveles socio-económicos de los ciudadanos; el tipo de ingresos y las identidades locales y comunitarias que se expresan en las comunas. La territorialidad; las expresiones culturales y la geografía humana son también parte de las "marcas" de diferencia e identidad en las comunas. En este contexto, las personas que habitan en los territorios específicos de los municipios, son a la vez que ciudadanos, consumidores, clientes, usuarios y habitantes. A pesar de que en Chile el peso específico del Estado central es fuerte y se hace sentir, con todo la territorialidad y la identidad de las comunas (municipios) es un fenómeno que tiende a permanecer en el tiempo. Aún así, el contexto del Estado central es un punto de referencia que se requiere considerar. En todos los aspectos inicialmente mencionados, esto es, las lógicas de poder; de la política; de las identidades, las culturales; las socio-económicas. 2) LAS CAMPAÑAS Toda campaña es una estrategia; tiene propósitos, objetivos y metas; es un procedimiento; expresa una marca o identidad; construye un mensaje; se produce en un determinado tiempo; requiere y diseña un plan de medios; tiene receptores o destinatarios específicos. Es suceptible de ser evaluada en cuanto eficacia. Desde el punto de vista de la Psicología Social y de la Sociología, las campañas se encuadran en el ámbito de las conductas y las actitudes individuales y colectivas de las personas. Es decir, buscan influir en la mantención-reafirmación de conductas y actitudes, o en su modificación parcial o total. Las conductas son diferentes a las actitudes. Ambas son construcciones en donde incide el campo cognitivo, emocional y valórico de las personas. Aquí se debe incluir el ámbito de las ideologías y de las religiones. También los estudios recientes en estos campos han demostrado que en la formación de constelaciones de actitudes y conductas de las personas, inciden notablemente la información; las historias personales y colectivas; los campos culturales-societales en donde se forman las identidades. Y se habla de constelaciones porque se trata de conjuntos de actitudes y conductas que interactúan y son interdependientes. Los estudios de campo muestran, también, que las actitudes y las conductas previas al mensaje de la campaña determinan en buena medida la predisposición o disposición al cambio o reafirmación de las conductas y actitudes. - Las conductas son constelaciones reactivas, temporales, emocionales, de menor rango cognitivo y valórico. Se orientan por percepciones circunstanciales; pre-juicios; por la influencia del campo de referencia grupal de las personas; en ellas incide el aspecto gregario de las personas; los liderazgos. Se pueden observar en acciones explícitas de relativa racionalidad. Son cambiantes, y pueden ser aparentemente hasta ilógicas e incoherentes. En las conductas inciden los mensajes icónicos; las imágenes; la orden y el mando; los procesos instructivos y las señales. Tienden a influir en las estructuras jerárquicas de los grupos y las personas. Es importante considerar que el sustrato de las conductas, como campo reactivo, puede ser influido por mensajes de fuerte arraigo en ámbitos tales como la religión y los valores básicos. - Las actitudes son constelaciones cognitivas y valóricas sustentadas en las historias personales y colectivas. Tienden a ser mucho más estables, rígidas, poco cambiantes. Pero inciden en el comportamiento de las personas sobre la base de una constante reafirmación de identidad. Los campos cognitivos y valóricos son los sustentos de las actitudes, y la relevancia de este hecho es que una actitud puede sostener un campo variado y diverso de conductas de una persona o de un grupo. Las religiones y las ideologías, así como otros campos valóricos, son el soporte principal de las actitudes. Las construcciones discursivas; los esquemas persuasivos; los procesos cognitivos y emocionales; así como los procesos culturales y educativos pueden reafirmar o cambiar actitudes. 3) LAS CAMPAÑAS Y SUS DIFERENCIAS - La campaña de marketing, en términos "químicamente puros", tiene como objetivo vender un producto; generar una conducta de consumo dirigida, focalizada, diferenciada por el factor precio y por el factor costo-beneficio. La campaña de marketing (mercadeo) busca que la conducta de compra se haga repetitiva, se haga dependiente del producto que se vende. Para lograr esto, necesariamente, la campaña de marketing debe simular, encubrir su objetivo real, simbólicamente generar atributos al producto que tratan de cautivar el comportamiento de consumo. Por eso la asociación del producto con imágenes, contenidos, formas que no tienen directa relación con la mercancía en sí misma. La frontera entre verdad y falacia es extremadamente frágil en una campaña de marketing. Pero, tampoco es fácil develar esa frontera en sus extralimitaciones. Una eficaz campaña de marketing conectará con necesidades, deseos, estímulos, frustraciones, ambiciones, valores, negaciones, emociones reales en el consumidor...y buscará satisfacerlas a través del acto-conducta de compra y posesión del producto que otorga estatus; un poder simbólico (autos, ropa), una satisfacción que sublima frustraciones que, habitualmente, provienen de otros ámbitos de la vida de las personas y grupos. Las campañas de marketing también consideran los contextos sociales. Por ejemplo, en Chile, tras el gran terremoto, todas las campañas de marketing modificaron sus mensajes y estructuras en dos sentidos: a) Para asociar sus productos a una acción de beneficiencia socialsolidaria, y fortalecer las marcas. b) Para fortalecer los hábitos de consumo en el nuevo escenario socio-económico y emocional de las personas y los colectivos. - La llamada campaña social se asocia en general a políticas públicas; ingresa al campo de los ciudadanos y en la construcción de ciudadanía, así como en los espacios públicos de la sociedad. En esencia, no refiere al consumo "puro" de productos, pero su punto de referencia es la calidad de vida de los ciudadanos, calidad que puede ser objetivada en indicadores y estándares. invariablemente se ubica en los campos valóricos y éticos. Por tal motivo, la campaña social tiende a ser participativa, dicho de otra forma, requiere la participación ciudadana para ser efectiva. Habitualmente es en este campo en donde se producen mixturas y también confusiones, puesto que en los espacios de otorgamiento de servicios públicos, por ejemplo, se tiende a hablar de usuarios e incluso consumidores. El tema es que tales campos, en la sociedad, también están entrelazados. Las campañas sociales ingresan a los campos de los constructos valóricos, pero también de las necesidades llamadas sociales, ya establecidas como derechos en las sociedades democráticas y modernas. La salud, la vivienda, el medioambiente, la educación, las áreas verdes, el ejercicio de las libertades individuales tales como la diversidad de opciones sexuales; el aborto; el divorcio, la familia; el matrimonio; en general son materia de campañas sociales que habitualmente son controversiales. Ello porque contraponen paradigmas. Tales campañas buscan incidir en los espacios sociales, y superan los campos privados. Puede ser considerada una campaña social la dirigida a fortalecer derechos y deberes ciudadanos, en diferentes aspectos. - La campaña política es compleja, puesto que arranca desde una ideología o una cosmovisión que trata de captar nuevos adherentes, hacerse mayoritaria en la sociedad, construir hegemonía, legitimar su presencia en el ejercicio del poder. Por tales motivos es altamente competitiva con otras ideologías o cosmovisiones. El campo en disputa es la sociedad en su conjunto. La campaña política, siempre y por principio, busca legitimarse en la competencia y en el ejercicio del poder. Es lógico y natural que la campaña política sea asociada a los procesos electorales, puesto que es allí en donde se producen y se concretan los cambios o las reafirmaciones conductuales y actitudinales. El votante "seguro" es el que tiene una actitud previa positiva hacia una opción político-ideológica. El votante en disputa es el que, eventualmente, en una elección puede cambiar su voto y su conducta electoral. Las campañas políticas, en las elecciones, buscan sellar marcas políticas personificando en candidatos y en programas, y su objetivo es que los candidatos sean elegidos en un acto conciente de delegación de poder y representación. Allí es donde se produce la opción y la competencia en dos planos: - El contexto socio-político nacional. El marco referencial comunal. Profesor, Juan Andrés Lagos