2ª ÉPOCA • NÚMERO 74 • 22 DE OCTUBRE DE 2013 BIRD & MAGIC INCLUYE ÍNTEGRO EL AS COLOR NÚMERO 74 DEL 17 DE OCTUBRE DE 1972 CUANDO NOS ENAMORAMOS DEL BASKET Pasión por el mar en Galicia Navega a toda vela en el barco que ha dado la vuelta al mundo. �������������������������������������������������������������������������������� ������������������������������������������������������������������������������������� ���������������������������������������������������������������� � Próximo evento: ������������� ������������������������� 4 Nunca nadie hizo tanto por revitalizar un deporte. Su calidad, su garra y su lucha contra los titanes de la NBA hicieron resurgir el interés por la mejor liga de baloncesto del mundo. 5 El mejor base de la Historia, alma y líder de los legendarios Lakers de los años 80, revolucionó la NBA con un estilo de juego espectacular y una sonrisa que engrandeció aún más su mediática figura. BIRD & MAGIC LA RIVALIDAD QUE SALVÓ EL BALONCESTO 6 7 JOSÉ IGNACIO PINILLA / MARIO GARCÍA / orría el año 1978. Red Auerbach, General Manager de los Boston Celtics, eligió en el draft a un joven de 21 años del estado de Indiana. Rubio, largo y con cara de niño bueno. Típico americano de la zona agraria de Estados Unidos. Su nombre era Larr y Bird y su destino era volver a conducir a la franquicia de Massachusetts a sus años de gloria, a recuperar la grandeza perdida de un equipo que había quedado en último lugar de la NBA en aquella temporada. Bird nunca decepcionó y desde su llegada a la mejor liga de baloncesto del mundo en 1979, un año después de su elección en el draft, retomó la senda triunfal del equipo de Boston. Logró ser Rookie del año en la NBA, arrebatándoselo a su gran rival y amigo, Earvin ‘Magic’ Johnson. Eje central del equipo, llevó a los Celtics a luchar de nuevo por el cetro de la liga americana en su segunda temporada. Los Philadelphia 76ers del exquisito Julius Erving, ‘Dr J’, fueron los primeros en sufrir de verdad la calidad y ‘veteranía’ en el juego de este rubio de 23 años, al verse remontar el 1-3 inicial hasta el 4-3 final. Bird y sus Celtics ganaron tres partidos seguidos, alzándose con el campeonato de la Conferencia Este. Hazaña espectacular para presentar sus credenciales ante los campeones del Oeste, Houston Rockets. Los tejanos fueron el último escollo para el trofeo y la gloria. Seis partidos y Bird se convirtió en el nuevo Mesías de Boston al levantar el 14º trofeo de la franquicia. icen que para comprender el presente hay que conocer el pasado, y el caso del baloncesto no es una excepción. Estrellas actuales como LeBron James, Kobe Bryant o Kevin Durant tienen mucho que agradecerle a las leyendas que convirtieron a la NBA en el fenómeno global que es hoy, con millones de seguidores en todos los rincones del planeta que no pierden detalle de las proezas de sus ídolos. Y entre las más destacadas está Magic Johnson (Lansing, Michigan, 1959), “una fuerza imparable que dominaba el juego”, como definió otro mito de la canasta, Julius Erving, al considerado mejor base de la Historia. Convertido en un icono de los años 80, al igual que su gran rival y amigo, Larry Bird, este atípico y revolucionario point guard de 2,06 metros, llamado Earvin Effay Johnson Jr., llevó el concepto del deporte como espectáculo a su máximo nivel al frente de los legendarios Lakers del Showtime, uno de los equipos más espectaculares que han existido, y fue decisivo para relanzar una competición que no atravesaba por su mejor momento antes de su llegada. “Se juega para ganar, para divertirse y para hacer felices a los demás”, aseguraba el prodigio de la eterna sonrisa, premisa que cumplió a rajatabla y que sirve para describir su prolífica carrera y el efecto que provocaba en quienes le veían jugar. Un palmarés de vértigo así lo atestigua (cinco anillos de la NBA, tres MVP de la temporada, doce presencias en el All Star y dos veces ele- C El alero arrebató el premio de Rookie del año a otro genio del baloncesto como era Earvin Magic Johnson Sigue en la página 8 D PRIMEROS PASOS. Larry Brid dio sus primeros pasos en el mundo del baloncesto en las calles y las canchas de su instituto en el pueblo de French Lick (Indiana). IMPARABLE. Magic ya era una estrella siendo adolescente, cuando adquirió el apodo que le ha acompañado siempre tras hacer un triple doble a los 15 años. El base ganó cinco anillos y disputó nueve Finales en doce temporadas y media en la liga profesional estadounidense Sigue en la página 9 8 9 Viene en la página 6 Viene en la página 7 Trabajo y constancia fueron las claves que lo llevaron a la victoria. Unas cualidades que comenzaron a forjarse en French Lick (Indiana). Un lugar remoto del medio oeste americano donde todos los chicos tienen un balón en las manos y una canasta detrás de cada casa. Siempre jugando, solo o con sus hermanos, a cualquier hora del día. Allí encontró la esencia del juego. Cuarto hijo de una familia de escasos recursos económicos, su vida se vio truncada por el suicidio de su padre tras divorciarse de su madre y lastrado por sus problemas con el alcohol. Bird trató de refugiarse en el baloncesto de los avatares de la vida. Entrenándose bajo la lluvia, llegó a ser titular ya en su primer año en el instituto y dominante en los posteriores, finalizando con una media de 30 puntos y 20 rebotes por partido. Su fortaleza en el rebote, su calidad en el tiro y su inteligencia en el pase le situaron en el punto de mira de las principales universidades del país, pero siendo un chico de Indiana, la decisión sobre su futuro era clara. La universidad de su estado era el paso natural. Indiana es sinónimo de baloncesto en Estados Unidos. Los triunfos universitarios son glorificados en todo el estado, al igual que imborrables son los nombres de sus jugadores: Oscar Rober tson, Rick Mount, George McGinnis, Kurt Benson y, ahora, Larry Bird han escrito páginas memorables en la historia del baloncesto. Su primer año universitario no fue bueno. La Universidad de Indiana le era extraña y apabullante, y la lejanía de su familia y su pueblo no le ayuda- Bird logró inculcar en los Celtics un juego solidario y colectivo donde él era la estrella indiscutible Sigue en la página 10 gido mejor jugador, otros tres MVP de las Finales, un oro olímpico…), al igual que el juego que desplegó sobre la pista, verdadero arte en movimiento que atrajo al Forum, antigua cancha de los Lakers, a las grandes estrellas de Hollywood, incapaces de escapar del magnetismo de un malabarista de condiciones inauditas. Magic, apodo con el que le bautizó acertadamente un periodista deportivo en sus tiempos en el instituto de Everett, donde se proclamó campeón estatal, estaba dotado de una habilidad única para manejar el balón y dar asistencias imposibles gracias a su “cerebro telepático”, según cantaban los Red Hot Chili Peppers en el tema que dedicaron al base en 1989. También fue un auténtico líder y un competidor voraz sobre la pista, “uno de los mejores jugadores de la Historia bajo presión”, en sus propias palabras, algo que ya demostró nada más aterrizar en la NBA tras conquistar con Michigan State el título de la NCAA en 1979 ante la Indiana State de Larry Bird (75-64), en el partido universitario con más audiencia de siempre. Y es que el que es actualmente líder histórico de la NBA en asistencias por partido (11,2) ya saboreó la gloria en su primera temporada en la mejor liga del mundo, disputando en 1980 la primera de las nueves Finales que jugaría en sus doce temporadas y media como profesional, todas en los Lakers, y logrando el primero de sus cinco anillos. Los Sixers de Julius Erving fueron la primera gran víctima del único rookie que ha sido nombrado MVP de la eliminatoria por el título, premio que alcanzó mere- IMBORRABLE. El paso de Larry Brid por la Universidad de Indiana State fue fundamental para situarla en el panorama nacional. DECISIVO. El genio de Lansing pasó dos temporadas en Michigan State y fue MVP de la final ante Indiana State gracias a sus 24 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. Magic capitaneó el ‘Showtime’ de los Lakers que atrajo a las estrellas de Hollywood con un baloncesto alegre y efectivo Sigue en la página 11 10 11 Viene en la página 8 Viene en la página 9 ron a congraciarse con ella. No consiguió adaptarse a la vida moderna, cosmopolita y bulliciosa de la prestigiosa universidad del medio oeste. La presión de pasar de vivir en un pueblo de 2.000 habitantes a los 33.000 del campus pudo con el joven Bird, que volvió a casa tras sólo 24 días allí. Trabajó para el ayuntamiento tratando la basura o limpiando el pueblo, pero el baloncesto no se olvidó de él. Entre 50 y 60 cazatalentos le tentaban, pero fue Bill Hodges, de la humilde Indiana State, quien le convenció. Ya no hubo vuelta atrás. Ganó el torneo estatal en su retorno. La universidad ya no le era extraña, era una extensión de su hogar. En ella se sentía cómodo y eso lo demostraba en la pista. Tanta era su grandeza en el equipo que su popularidad tuvo eco a nivel nacional. La prensa comenzó a fijarse en él cuando condujo a los invictos y humildes Sycamores al número uno del ranking nacional y a la final de la NCAA, donde se encontró por primera vez con Magic. El futuro jugador de Los Ángeles Lakers y sus Spar tans de Michigan desper taron del dulce sueño a los Sycamores. Sólo fue el primer capítulo de una rivalidad que se convirtió en leyenda y que fue una bendición para la alicaída audiencia de la NBA. No daba el perfil de salvador a su llegada a la NBA. Su capacidad para liderar a una de las franquicias más poderosas de la NBA se ponía en duda. Su sueldo de 3,25 millones de dólares por cinco temporadas (un hito para un novato) ponía la situación un poco más difícil para el joven jugador. Pero contradijo a todo aquel que le puso en duda. A sus habilidades, su En sus primeros años en la NBA demostró que podía ser una gran estrella, a pesar de las dudas que había a su alrededor Sigue en la página 12 cidamente después de realizar, con apenas 20 años, el que el propio base considera el mejor partido de su carrera: 42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias en el sexto y a la postre definitivo encuentro de la serie (42), duelo legendario que inició como pívot ante la ausencia por lesión de Kareem Abdul-Jabbar, aunque acabaría desplegando el enorme talento con el que contaba desde prácticamente todas las posiciones, ayudado por su extraordinaria versatilidad, cualidad que más tarde le convertiría en el segundo jugador con más triples dobles totales (168) tras Oscar Robertson, y en el mejor en esta faceta en playoffs (30). Meses antes había sido elegido número 1 del draft por los Lakers gracias a una operación de 1976 con los Jazz, entonces en Nueva Orleans, que recibieron a cambio a un jugador estelar de la época como Gail Goodrich, y a un sorteo por la primera elección con los Chicago Bulls en el que les sonrió la suerte a los angelinos. Pero la franquicia californiana estuvo cerca de cometer un error histórico por el interés inicial de su propietario, Kent Cooke, en seleccionar a Sidney Moncrief, jugador sólido, pero de nivel inferior al que demostraría posteriormente Magic, a pesar de llegar a ser cinco veces All Star. Por fortuna para los púrpura y oro, Jerry Buss compró los Lakers pocas fechas antes del draft y tomó la decisión acertada: “Mis consejeros consideraban que Moncrief era la mejor opción, pero yo no tenía ninguna duda”. El tiempo lo dejó claro, y es que si hay un nombre que aparece enseguida en la mente de cualquier aficio- FRIALDAD. El jugador de French Lick era una bomba en los momentos finales de todos los partidos. Siempre lograba la canasta definitiva. DESEQUILIBRANTE. Competitivo como pocos y dotado de una gran visión de juego, el ‘32’ de los Lakers era capaz de sacar lo mejor de sus compañeros en la cancha. El jugador nacido en la capital de Michigan se adjudicó tres veces el galardón de MVP de la temporada (1987, 1989 y 1990) Sigue en la página 13 12 13 Viene en la página 10 Viene en la página 11 confianza y su juego espectacular se le unían una moral e inteligencia que le permitieron orquestar y organizar un equipo de gran potencial, junto a hombres de la talla de Robert Parish o Kevin McHale. Un equipo cuya principal función era la solidaridad. Circulaban el balón hasta encontrar la canasta fácil, pero siempre teniendo a Bird como referencia y puntal de un ataque que siempre debía pasar por él. “Lo importante no es quién anote los puntos, sino quién puede hacer llegar el balón al anotador”, así definía la filosofía de este equipo El paleto de French Lick, apodo como se conocía a Larry Bird. En sus primeros cuatro años en la mejor liga de baloncesto del mundo fue All Star siempre y logró dos campeonatos, el de 1981 y el de 1984. Este último se escribió con letras de oro en la historia del baloncesto. Ver ganar a Magic los dos últimos campeonatos hicieron saltar algo en el corazón verde de Bird. Su ética de trabajo, antes buena, se convirtió en brillante. Entraba el primero y salía el último de las sesiones de entrenamiento. Todos sus compañeros le imitaban y la intensidad que mostraba el equipo en la pista era brutal. Bird logró el MVP de la liga regular. Los playof fs por el título del Este fueron un paseo militar. Las finales del campeonato nacional fueron otra cosa. Se abriría el segundo capítulo de la rivalidad contra Magic. Los Lakers, su rival en las finales, tampoco tuvieron dificultades para vencer en el Oeste. Ambos jugadores habían hecho resurgir a sus equipos. Eran los dos mejores de una Liga que pasaría a ser un fenómeno mundial. Junto a Robert Parish y Kevin McHale formó un trío que pudo frenar el ‘Showtime’ de Los Ángeles Lakers Sigue en la página 14 nado al oír la palabra Lakers ése es Magic Johnson. La estatua de bronce de cinco metros de altura que adorna los alrededores del Staples Center, pabellón actual del equipo californiano, es un buen ejemplo de la relevancia de este ilustre miembro del Hall of Fame (Salón de la fama) en una de las entidades deportivas con más prestigio del planeta. Pero la del draft de 1979 no fue la única ocasión en la que pudo acabar defendiendo otra camiseta. En la temporada 1981-82, molesto por el juego “lento y predecible” del equipo que propugnaba el técnico Paul Westhead, que centraba el ataque sobre todo en Abdul-Jabbar, otra de las grandes leyendas de este deporte, llegó a pedir una salida: “No me divierto, quiero ser traspasado”. Tan sólo dos días después de estas palabras, fue el entrenador el que acabó dejando Los Ángeles. Con ello se produciría el ascenso a head coach del entonces asistente Pat Riley, en otra acertada decisión de Jerry Buss que marcaría el futuro de la franquicia. Así, llegarían las presencias casi constantes en las Finales, multitud de momentos inolvidables y cuatro títulos más bajo el liderazgo en la cancha del célebre ‘32’, el primero de ellos esa misma temporada, al superar de nuevo a los Sixers (4-2). Luego vendrían los legendarios duelos ante los Celtics de Bird, incluida la primera victoria ante estos en series por el campeonato, después de ocho enfrentamientos en 1985, que supuso además la primera vez que el equipo de Boston veía cómo un rival celebraba el título en el Garden, su mítica cancha. Poco más tar- ESTRELLAS. Tanto Larry Bird como Magic Johnson fueron claves en el resurgimiento de la NBA, tanto desde el nivel de juego como a nivel comercial. HISTORIA. Larry Bird y Magic Johnson se enfrentaron en tres Finales de la NBA, con una victoria para el alero de los Celtics y dos para el base de los Lakers. Miembro del ‘Hall of Fame’, al igual que Bird, la leyenda de los Lakers es el líder histórico de asistencias por partido Sigue en la página 15 14 15 Viene en la página 12 Viene en la página 13 Su rivalidad dentro de la cancha era absoluta, pero su amistad fuera de ella era perfecta. Bird fue de los primeros en recibir del propio Magic la noticia de que estaba contagiado con el virus del VIH, y el ‘32’ angelino estuvo presente durante la retirada del número 33 de Bird en el TD Garden. Magic llegó incluso a mostrarse ante todo el público de Massachusetts con la camiseta del de Indiana y a dirigir las siguientes palabras a los presentes: “Larr y Bird dijo que habría otro Larry Bird un día. Y Larry no habrá nunca, nunca, nunca jamás otro Larry Bird”. Los Celtics de Bird se alzaron con el campeonato tras siete encuentros. Para el recuerdo está el cuarto partido. Bird, tras un tercer duelo donde los Lakers arrollaron a los Celtics, rogó más corazón a sus compañeros. Su frustración caló en sus compañeros, que saltaron a la cancha en el siguiente duelo como si fuera una revancha. El parquet se convirtió en un campo de batalla. Los Celtics marcaron el ritmo del juego e hicieron bajar a la mina a los Lakers. El Showtime angelino chocó contra la dureza obrera bostoniana. Los Celtics, como pez en el agua, se llevaron la victoria en la prórroga y finalmente vencerían 4-3 en las finales, levantando el trofeo Larry O’Brien de campeones de la NBA en el Garden de Boston. Bird se coronaría una vez más campeón de la NBA en 1986, creando una nueva dinastía en la franquicia y un equipo inmortal para la memoria colectiva. La admiración de los fans con él no sólo se produjo por volver a situar a los Celtics en los puestos de honor de la Liga, sino Alcanzó su primer anillo de campeón de la NBA en 1981, tras superar en seis partidos a los Houston Rockets Sigue en la página 16 de llegarían sus dos últimos anillos, éxito que conseguirían los Lakers de forma consecutiva en 1987 y 1988 ante Boston (4-2) y Detroit (4-3), respectivamente, back to back que ningún equipo había logrado desde los propios Celtics a finales de los años 60. En ambas Finales, Magic dejó imágenes que forman parte de la historia de la NBA, entre ellas el Baby Sky Hook (gancho marca de la casa al más puro estilo del Sky Hook de Kareem) con el que sentenció el cuarto partido frente al equipo de Massachusetts y la asistencia a su compañero A.C. Green y posterior robo decisivo a Isiah Thomas en los últimos segundos del igualado séptimo contra los Pistons. Magic Johnson, que promedió en su carrera en temporada regular 19,5 puntos, 11,2 asistencias y 7,2 rebotes (19,5, 12,3 y 7,7 en playoffs), aún disputaría dos Finales más, frente a los Pistons en 1989 y los Bulls de Jordan en 1991, antes de anunciar su prematura e inesperada retirada cuando aún no había dado comienzo el curso 1991-92, tras haber contraído el virus VIH, noticia retransmitida en directo por televisión a nivel nacional en Estados Unidos que dejó en shock a millones de personas en todo el mundo, la primera de ellas Larry Bird, el hombre con el que se había enfrentado en tantas batallas, y provocó que otra estrella de la liga como Charles Barkley luciese el dorsal 32 como homenaje. Ahí comenzó otra lección de este virtuoso de la canasta nacido en Lansing, que no perdió la sonrisa y agrandó todavía más su leyenda por la forma en la que afrontó una enfermedad sobre OLÍMPICOS. Bird y Magic fueron dos de los integrantes del Dream Team que enamoró y fascinó a todo el planeta durante los Juegos de Barcelona de 1992. DREAM TEAM. Ewing, Laettner Magic, Robinson, Malone, Bird, Jordan, Daly (entrenador), Barkley, Mullin, Pippen, Stockton y Drexler ganaron el oro olímpico. La retirada de Magic en 1991 como consecuencia de haber contraído el virus VIH causó conmoción en todo el mundo Sigue en la página 17 16 17 Viene en la página 14 Viene en la página 15 por un compromiso y un carácter muy cercano a la de aquella Boston de descendientes irlandeses, que se habían ganado la vida desde la humildad y el trabajo duro. Durante su estancia en la franquicia de Massachusetts, las butacas del Garden nunca estuvieron vacías. Nunca más se volvieron a ver las 1.000 o 2.000 butacas vacías pre-Bird. Su corazón se parecía al suyo. Aunque él siempre quiso alejarse de esa idea de imprescindible en la historia de la franquicia: “En Boston sí ha habido un jugador por encima del resto, ha sido Bill Rusell, siempre será el número uno, porque todo el mundo se queda lejos de su marca”. Ganador de tres MVP de la NBA, los de 1985, 1986 y el ya mencionado de 1984, y vencedor en las tres primeras ediciones del concurso de triples durante la celebración del par tido de las estrellas (1986, 1987 y 1988), dejó para el recuerdo sus 60 puntos ante los Hawks de 1985 y la ovación del publico de Atlanta cada vez que el balón entraba en el aro. Récord de anotación personal y de la franquicia. Su grandeza fue tal, que hasta el mismo Michael Jordan señaló que si tuviera que elegir algún jugador para lanzarse el último tiro, escogería, sin lugar a dudas, a Larry Bird. “Sólo tengo miedo de Larry, porque si tiene una oportunidad, ganará”, señaló Magic en una ocasión. Los Celtics y Bird no volverían a ganar un campeonato pero el que quisiera hacerlo, debía pasar la prueba del Garden. Equipo de una eficacia mortal, hecho a imagen y semejanza de Bird, las lesiones y la edad em- El tres fue su número: el ‘33’ fue tres veces MVP, ganó tres campeonatos y tres concursos de triples Sigue en la página 18 la que existían muchos prejuicios y un gran desconocimiento. Los aficionados, que no se resignaban a dejar de disfrutar de aquel carismático jugador capaz de elevar las prestaciones de todos sus compañeros, seguramente su mayor virtud y de la que más orgulloso se ha sentido siempre, le votaron para que disputase el All Star Game de esa misma campaña. Magic jugó el partido a pesar de las reticencias de varios miembros de la NBA, algunos de ellos tan ilustres como Karl Malone, y se llevó el MVP después de dar la enésima exhibición de su carrera. Meses después formaría par te del mejor equipo de baloncesto que se haya visto nunca, el Dream Team de Estados Unidos que se adjudicó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona, después de ganar todos sus partidos por una media de 43,8 puntos de diferencia. En España, pese a estar renqueante por una pequeña lesión en la rodilla, Magic continúo ejerciendo de embajador del baloncesto americano, y más allá de las estadísticas que acumuló en el torneo (8 puntos, 2,3 rebotes y 5,5 asistencias), su labor fue clave incluso a la hora de juntar a aquel equipo irrepetible. De ello puede dar fe Larry Bird, quien cambió su idea inicial de no formar parte del equipo de ensueño tras una llamada de su viejo rival y amigo: “Vamos a jugar, necesitamos una emoción más”. El amor por el deporte que le había dado tanto seguía muy vivo en Ear vin Johnson, quien reconoció posteriormente que jamás se hubiese retirado en 1991 de haber tenido los conocimientos sobre el sida que LOS MEJORES. El ‘33’ se tuvo que enfrentar a una generación de jugadores como Michael Jordan que marcarían un antes y un después en el baloncesto. EMBLEMA. Earvin Effay Johnson Jr. lo ha sido prácticamente todo en los Lakers, desde jugador estrella a entrenador e incluso accionista de la franquicia californiana. La medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona fue el broche de oro de un palmarés extraordinario Sigue en la página 19 18 19 Viene en la página 16 Viene en la página 17 pezaron a pasar factura a un jugador que entraba en la década de los noventa, o lo que es lo mismo, en el tiempo de Michael Jordan. A pesar de ello, su calidad y espíritu le mantuvieron en la primera línea de fuego y, lo que es más importante, contagiando a todo el equipo y a toda una generación de jugadores que emanan el ADN de la lucha y de la garra de los Celtics de Bird cada vez que se enfundan la camiseta verde. En 1990 superó los 20.000 puntos y en 1992 jugó los Juegos Olímpicos de Barcelona con el Dream Team, que apabulló a todos sus rivales y que se colgaron el oro. La magia del baloncesto alcanzó cotas nunca antes vistas durante esa cita olímpica. El 18 de agosto de 1992, Larr y Bird anunció su despedida del baloncesto. Tras 13 temporadas, 1.061 partidos y 25.688 puntos en la NBA, los dolores de espalda consiguieron lo que ningún rival logró: parar sus ansias de victoria y juego. Bird no se desligó del baloncesto. Primero fue entrenador de la franquicia de su estado, los Indiana Pacers, para luego pasar a ser General Manager del mismo equipo. Es el único en la historia de la NBA que ha logrado ser nombrado Novato, Mejor Jugador, Mejor Entrenador y Mejor General Manager del año. La gloria de su nombre llegó en 1998 con su inscripción en el Hall of Fame de la NBA y la subida a los cielos de Boston de su número 33, cinco años antes, donde observa el devenir de los nuevos tiempos de estos Boston que buscan de nuevo inmortalizar el verde de sus camisetas en la historia de la mejor liga de baloncesto del mundo. El 18 de agosto de 1992, los dolores de espalda provocan la retirada del baloncesto del mítico jugador de los Celtics posee en la actualidad, e intentó volver a la liga después de maravillar en verano al lado de las megaestrellas de la selección estadounidense. En septiembre anunció su regreso, se entrenó con los Lakers y participó en varios encuentros de pretemporada, pero finalmente desistió de volver a la competición por la oposición de algunos jugadores que se dejaron llevar por el miedo y los prejuicios. El ansiado momento de su retorno aún tendría que esperar hasta el 30 de enero de 1996, cuando volvió a vestir la elástica de los Lakers para disputar los últimos 32 partidos de la temporada regular. A pesar del tiempo que había estado inactivo, contar ya con 36 años y estar muy lejos de su mejor forma física, fue capaz de promediar 14,6 puntos, 6,9 asistencias y 5,7 rebotes. Tras caer en primera ronda de los playoffs ante Houston (1-3), pondría fin definitivamente a su brillante carrera, siempre ligada a la franquicia californiana, donde también fue entrenador durante 16 par tidos en la temporada 1993-94 y accionista minoritario. Hoy, Magic Johnson, que cuenta con 54 años de edad, es uno de los personajes más queridos y respetados de la Historia del depor te, no sólo por el extraordinario legado que dejó en la cancha con su incomparable estilo de juego, también por la actitud combativa contra el virus que le hizo temer por su vida y su constante afán de superación. Toda una leyenda, con estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood incluida, que sigue siendo una referencia y ha hecho vibrar, llorar y soñar a millones de personas de todo el mundo. AMIGOS. Los míticos duelos que mantuvieron Bird y Magic forjaron un gran respeto y admiración entre ambos. El carismático ‘32’ de los púrpura y oro puso punto y final definitivamente a su carrera en 1996 tras regresar a la NBA 20 21 CRUYFF 40 AÑOS DEL DEBUT DEL PROFETA El holandés, primero como jugador y luego como técnico y asesor, dio un vuelco a la historia del Barça. Su estreno con la camiseta azulgrana fue el 28 de octubre de 1973. 22 23 CON AIRE REBELDE. La afición del Barça se enamoró al momento de ese aire de modernidad que traía el jugador holandés y de su carácter rebelde. MIGUEL ANGEL CALERO / E l 28 de octubre de 1973 fue un día grande para el Barcelona. Ese día, hace ya 40 años, debuta Johan Cruyff (25-41947, Amsterdam, Holanda) con la camiseta azulgrana. El rival es el entonces temible Granada, con fama de matagigantes y con unos centrales, Aguirre Suárez y Pedro Fernández, que siembran el terror entre los delanteros rivales. El público del Camp Nou está expectante. A principios de septiembre ya ha llenado el estadio para ver jugar al holandés por primera vez. En el amistoso contra el Círculo de Brujas, que termina con 6-0, Cruyff ha marcado dos goles. Ahora la afición quiere que la exhibición se repita, pero en un partido de carácter oficial. El Barcelona ha comenzado la temporada de forma penosa. En los siete primeros par tidos de Liga lleva más derrotas (tres) que victorias (dos) y ocupa el puesto 14 en la clasificación. El debut oficial de Cruyff se ha retrasado por problemas burocráticos. El fichaje se confirma el 13 de agosto, pero Jaap van Praag, el presidente del Ajax, ha demorado el pase internacional todo lo que ha podido como represalia. Van Praag había llegado a un acuerdo con el Real Madrid para vender al jugador por más dinero. En cambio, el Barcelona, que lleva detrás del holandés desde hace más de dos años, ha firmado un contrato pri- Cruyff es el primer jugador mediático a nivel mundial. Cuando ficha por el Barça, ya era doble Balón de Oro vado con él por tres temporadas por un millón de dólares de la época (unos 60 millones de pesetas, unos 360.000 euros de ahora). Las negociaciones son el culebrón de ese verano. Cruyff es el primer jugador mediático a nivel mundial de la historia. Valdano, por ejemplo, suele contar que él se enteró en Argentina de la existencia de la ciudad de Barcelona por el fichaje del holandés. Es el jugador del momento. Ha ganado tres Copas de Europa con el Ajax y dos Balones de Oro (el tercero lo recibirá EN PRIMER PLANO. Nada más llegar, Cruyff se colocó como el líder del equipo y el Barcelona no perdería ningún partido de la Liga 73-74, que ganaría de calle. ya con el Barça). El Ajax sabe que el Barcelona quiere a toda costa al primer crack con mayúsculas de la era moderna e intenta sacar todo lo posible con su traspaso. Pide tres millones de dólares por el jugador, pero el Barcelona está dispuesto a llegar a poco más de uno. La operación sólo se desbloquea cuando Cruyff amenaza con colgar las botas si no se hace el traspaso: “O juego en el Barça o me retiro”. Ante esa perspectiva, el Ajax acepta la oferta. El Barça tampoco ha fichado antes a Cruyff porque las fronteras de nuestro fútbol estaban cerradas. En la primavera de 1973 la Federación Española abre la puer ta a la posibilidad de fichar a dos extranjeros por club. Incorporado ya el peruano Hugo Cholo Sotil, el Barça inicia una negociación en paralelo para atar al alemán Gerd Müller por si le falla el astro holandés. El Real Madrid apura sus opciones hasta el último momento, con llamadas de Raimundo Sapor ta, mano derecha de Bernabéu, a Van Praag, el CON EL 14. Muchos jugadores han llevado ese número en homenaje a Cruyff, entre ellos, su hijo Jordi. En el Barça también se lo puso Henry y ahora lo lleva Mascherano. presidente del Ajax, pero Cruyff se mantiene firme: “Soy un hombre de palabra y se la di al Barça. No jugaré en otro club. Hace tres años que espero este momento”. Como ven, las similitudes con fichajes recientes como los de Bale o Neymar son evidentes. Pocas cosas han cambiado en 40 años. Sólo el precio. En la foto que da oficialidad al fichaje, un brindis multitudinario, aparece Armand Caraben (19312001), economista y gerente del Barcelona de 1970 hasta 1973, hombre clave en la gestión del fichaje, que explicó algunos detalles menos conocidos, en un documental de Televisión Española: “La operación financiera se concretó finalmente en un to- El Real Madrid apuró las opciones de ficharlo hasta el último momento, pero Cruyff había dado su palabra al Barça 24 tal de 120 millones de pesetas (720.000 euros de ahora). Eran un millón de dólares para el jugador por tres años y un millón cien mil dólares de traspaso para el Ajax. En aquel tiempo el dólar estaba a 58 pesetas, si no recuerdo mal. O sea que se fue a los 120 millones de los que hablo. Por los millones que tenía que cobrar Cruyff aquí no había problemas, pero sí por el traspaso, por la cantidad que tenía que recibir el Ajax. La importación de un jugador, de una persona extranjera, no estaba prevista en la legislación española. Los buenos oficios de Manuel Ortínez, entonces director general del Instituto Español de moneda extranjera, que ya no existe, pero que entonces era un departamento del Ministerio de Comercio, que cuidaba de las divisas, nos ayudaron. Él fue el que nos facilitó la fórmula para hacer la importación como si fuera un camión, que en terminología del Ministerio era un semoviente. Entonces Cruyff entró aquí en España como si fuera un coche. Sí, así se resolvió. Y muy bien”. Más que como un coche o un camión, Cruyff entra en el Barça como una locomotora. Arrastra a sus compañeros primero y luego a todos los aficionados y al club entero. Para hacerse una idea de lo que cuesta Cruyf f entonces, un récord mundial de la época, hay que decir que el presupuesto del club estaba en los 371 millones de pesetas (2,2 millones Cruyff fue importado como si fuera un camión, en la terminología del Ministerio de Comercio, como un semoviente 25 GOLEADOR. Como jugador del Barcelona, Cruyff sólo ganaría una Liga (73-74) y una Copa del Rey en 1978, que en la imagen de abajo recoge de manos de Juan Carlos I. de euros). O sea, que casi un tercio del total del gasto se destina a su incorporación. Un abono del Barça cuesta entonces 1.500 pesetas (9 euros), ver un partido, 75 (0,45). Hay una crisis económica global, provocada por el alza en los precios del petróleo y en España es aún más acusada, como ocurre en estos momentos, pero la gent blaugrana, paga su entrada con gusto y abarrota el Camp Nou para ver debutar a su nuevo ídolo contra el Granada. Ha estado a punto de quedarse con las VOLVIÓ LA ILUSIÓN. Cruyff llegó a un club deprimido y victimista y lo transformó por completo en lo contrario, en lo que es hoy día, un club ganador y optimista. ganas, pues el transfer internacional ha llegado sólo un día antes del partido, pero la Federación Española ha actuado con una diligencia que extraña al entrenador visitante. “No sabía yo que la Federación trabajara los sábados por la tarde”, diría José Iglesias, Joseíto, tras la derrota de su equipo por 4-0. En cambio, la Prensa se entusiasma. “Resucitó el fútbol espectáculo”, titula AS en su portada al día siguiente. “El Barcelona bordó el juego y ‘jugó” con su adversa- rio”, puede leerse en páginas interiores. La crónica habla de un “debut afortunadísimo de Cruyff, que, si bien en la primera mitad pasó desapercibido, en la reanudación brindó jugadas de gran genialidad, proporcionando pases milimétricos”. “Comienza la era Cruyff”, anticipa el Mundo Deportivo, que dentro elogia el papel del holandés: “Eje, centro y motor de esa estimable resurrección atacante azulgrana, ha sido el ostensible catalizador de una línea delantera, en la que Marcial y So- FUTBOLISTA TOTAL. Cruyff se estrenó en Liga marcando un doblete al Granada y luego dejaría goles para la historia, como aquel que le marcó en escorzo al Atlético. til, cada uno a su manera, dentro de su estilo, no han desmerecido del gran juego del flamante fichaje azulgrana y nos han brindado varias jugadas de las que consiguen poner en pie a los graderíos”. Cruyf f acaba el par tido con un doblete. Inter viene en el primer gol de De la Cruz y marca el segundo, a pase de Marcial. El cuar to es su primera gran obra de arte, un impresionante zurdazo desde fuera del área que entra por la escuadra. No hay exageración. El tanto está grabado y pue- de verse en youtube. El 4-0 es el primer apunte de lo que pasaría después en aquella Liga 73-74. El Barça la ganaría de calle, con resultados que han quedado para la historia, como el 0-5 del Berna- Su debut liguero ante el Granada fue “espectacular, afortunadísimo, genial”, según relata la prensa de la época 26 béu, y algunos goles que jamás se irán de la memoria, como el que le hizo en un escorzo imposible y de tacón al Atlético de Miguel Reina, el padre del actual portero del Nápoles. Contra todo pronóstico, el impacto del Cruyf f jugador en el Barça se limita a esa primera temporada, pues en las cuatro siguientes en que vistió la camiseta azulgrana sólo levantaría la Copa del Rey de 1978. A pesar de todo, Cruyff echó raíces en el club y en la ciudad. A su primer hijo le puso Jordi, se compró una casa en El Muntanyá, al lado de la que ocupaba la familia de Armand Carabén, y la afición se enamoró de ese aire de modernidad que traía y de su carácter rebelde. Siempre se ponía de su parte en los diversos conflictos que generó, sobre todo con la directiva y con el técnico alemán Weisweller. Tras esa primera temporada, al club regresa ese aire deprimido, voluble, fatalista, victimista, que llevaba sin ganar una Liga 13 años, ese aire que se llevó el viento de la llegada del holandés. Hasta su vuelta como entrenador, ya en 1988, el club sólo celebraría la Liga de Venables (84-85). Para entender la importancia del Cruyff entrenador, sólo hay que ver que el club había levantado dos ligas en más de 30 años. Y que había fracasado en sus dos intentos más claros de obtener la Copa de Europa (1961 contra el Benfica y 1986 contra el Steaua). Cruyff Como entrenador, Cruyff llegó en 1988 e implantó un estilo de jugar que se mantiene hoy día 25 años después 27 LA PRIMERA. Un gol de Koeman, en la prórroga de la final contra el Sampdoria, dio al Barça la primera Copa de Europa de su historia en 1992, un título que el club festejó a lo grande. forjó el que pasaría a la historia del fútbol como el Dream Team, un equipo que ganó cuatro Ligas consecutivas (1991,92,93, y 94) y que llevó al club su primera Copa de Europa (1992). El técnico holandés se sentó en el banquillo, de nuevo tras otra época convulsa de la entidad, justo después del Motín del Hesperia, donde la plantilla del Barça pidió la dimisión del presidente José Luis Núñez, algo insólito antes y después, en el mundo del fútbol. Lo que no consiguió en su épo- EN EL BANQUILLO. Cruyff volvió al Barça diez años después de irse como jugador para forjar el Dream Team, que ganó cuatro Ligas seguidas y la primera Copa de Europa. ca de jugador sí lo hizo como entrenador y más tarde, como ideólogo o asesor en la sombra del club, también tras otra etapa oscurísima, sin títulos y llena de conflictos, como fue la presidencia de Gaspar t. A pesar de que ahora esté peleado con Rosell (“No volveré al Camp Nou mientras él sea presidente”), en la época de Laporta recomendó para el banquillo primero a Rijkaard y luego a Guardiola, con el que el Barça alcanzó el hito más grande de su historia: ganar seis títulos en un año, 2009. Cruyff había entrenado a los dos técnicos cuando eran jugadores, a uno en el Ajax y a otro en el Barcelona. En los últimos 25 años, el club cambió por completo y buena parte de culpa en esa transformación hay que achacársela a Cruyff, cuya paternidad, si no en el estilo en sí, al menos en la institucionalización de ese mismo estilo de toque y juego coral que le caracteriza. Es una idea que funciona como una religión y que tiene numerosos apóstoles. Todo el club, desde prebenjami- CON LAPORTA. Cruyff asesoró en la sombra al club durante la presidencia de Joan Laporta. Primero recomendó como técnico a Rijkaard y después a Guardiola. nes hasta profesionales, lleva jugando así desde hace 25 años. En este tiempo, el Barcelona ha ganado 4 Copas de Europa, 2 Mundiales de Club, 2 Recopas, 4 Supercopas de Europa, 12 Ligas, 6 Copas y 10 Supercopas de España. En total, 40 títulos. O sea, más de la mitad de todos los que existen en las vitrinas del club azulgrana, que va camino de los 114 años de historia. O sea, un club perdedor y victimista transformado en uno de los mejores y más ganadores del mundo y de la historia. Todo por obra y gracia de Cruyff, al que muchos aficionados le reconocen el título de profeta del barcelonismo y que debutó oficialmente un 28 de octubre de 1973, hace ya 40 años. En los últimos 25 años el Barça ha ganado 40 títulos, más de la mitad de todos lo que tiene en sus vitrinas 28 29 Atlético desde niño, desde que su tío le llevaba al Metropolitano, vio cumplido su sueño cuando debutó con la camiseta rojiblanca en 1970. Nueve años en el Calderón, 269 partidos y 6 goles. Y lo mejor de todo, el reconocimiento de la afición cuando fue homenajeado en 1980. JOSÉ LUIS CAPÓN EL TORITO DE EMBAJADORES 30 31 JUAN CASÁÑEZ / J osé Luis Capón. Atlético y castizo. Castizo y atlético. Esa sería la mejor forma de definir a uno de los jugadores carismáticos del Atlético de Madrid. Su afición por los colores rojiblancos los heredó y los prolongó con su prolífica etapa en la que vistió la casaca colchonera: “Yo era aficionado del Atlético desde pequeñito. Vivía en Legazpi y e iba en Metro hasta Cuatro Caminos para ver al equipo al Metropolitano. Tenía un tío, que era guardia, que me esperaba allí en la puerta del subterráneo e íbamos juntos a los partidos”. El fútbol, como para muchos niños, era una válvula de escape de aquel Madrid de barrio de finales de los 50: “Yo era un pícaro de niño. Era un chico de barrio y siempre me escapaba del colegio. Lo hacía para jugar. Mi padre, y también mi tío, me castigaban. Yo era muy inquieto. Ellos vieron la manera perfecta de que me desfogase: con el fútbol”. Su vida futbolística y personal la desarrolló junto a un compañero, vecino y amigo: Salcedo. Juntos comenzaron a dar patadas al balón sin un horizonte fijo hasta encontrarse defendiendo los colores de su club en un mismo vestuario. “Mi carrera siempre estuvo ligada a la de Salcedo, gran amigo SANGRE ROJIBLANCA POR SUS VENAS. Capón jugó 269 partidos como rojiblanco y marcó seis goles. El 25 de noviembre de 1980 fue homenajeado en el Calderón. mío. Empecé con 12 años en un equipo de barrio junto a él”. Para Capón, su infancia son recuerdos de balón, familia y el barrio. “Un día un ojeador vino a verme. Me dijeron que querían hacerme una prueba con el Plus Ultra. A ella me llevó el panadero de mi barrio. Mi padre ya no estaba y yo no tenía cómo ir. Era una época bonita, vivía en un barrio con un gran ambiente familiar. Los entrenamientos me apasionaban”. La casualidad, el amor por el Atleti y la amistad con Salcedo hicieron que Capón pudiera fichar por el equipo colchonero. El Madrid le quería, pero el destino para el joven muchacho era el club de su vida, por el que suspiraba desde las gradas del Metropolitano cuando iba con su tío. “De repente, el Madrid se interesó por Salcedo y por mí. Sin embargo, él me llamó para decirme que también tenía una oferta del Atlético. Que yo hiciese lo que quisiera. Llamé al Atleti para ver si me quería y me dijeron que sí. Ni lo dudé. En cuestión de 24 horas pasé de vestir de blanco a fichar por el Atlético”. Se fogueó en el Reyfra y en el Burgos antes de llegar definitivamente al Atlético. De joven pudo firmar por el Madrid, pero tras su etapa burgalesa, el Barcelona también llamó a la puerta del que sería mito rojiblanco. “Luego, des- MUY QUERIDO EN EL CALDERÓN. Capón fue un lateral que dejó huella en el Atlético. A la izquierda, con Alfonso Cabeza, expresidente, el día de su homenaje. 32 33 RECUERDOS Y RECONOCIMIENTO. Capón, que vivió una de las noches más tristes del Atlético, cuando perdió la final de la Copa de Europa ante el Bayern de Múnich, recibió la Medalla de Plata al Mérito Deportivo. En la imagen de la derecha, junto a dos atléticos insignes: Bernando Salazar y Petón. DOS CESIONES. Capón fichó por el Atlético y para que se fogueara le cedieron al Reyfra. Regresó a la disciplina rojiblanca y a la siguiente volvió a marcharse con destino a Burgos. A partir de ahí, ocho años más en el Atlético. pués de fichar por el Atleti, jugué en el Reyfra. Más tarde me cedieron al Burgos, que militaba en Primera, e hice una gran campaña. Así, en 1972 ya formaba parte de la primer plantilla del Atlético. Antes de eso, el Barça se interesó por mí tras mi gran campaña en el Burgos. ¡Pero no sabían que per tenecía al Atleti!”, recuerda Capón. El sueño se empezaba a cumplir: “Jugar en el Atleti era muy difícil, porque era una época gloriosa del club. Aún así, nunca fui reserva. Yo admiraba a Gárate, Ufarte, Melo, Calleja y de repente me vi allí”. Llegó como el sustituto de Calleja en 1972, pero por detrás de Panadero Díaz. Sin embargo, la casualidad volvió a colocar a Capón en primera línea. “Lo dejó Calleja y yo fui su sustituto. En principio, habían fichado a Panadero para ese puesto. Sin embargo, no pudo jugar al principio, ya que no tenía todos los papeles en regla. Así que me dieron la oportunidad. Me otorgaron mucha confianza y respondí. Jugué y me quedé con el puesto. Y así hasta llegar a casi 300 partidos”. Tras su debut esa temporada, se quedó en el Atlético durante los ocho años siguientes. Jugó 269 partidos como rojiblanco y marcó seis goles. Lateral izquierdo desde siempre, no titubeaba si tenía que jugar en la ban- da derecha. “Donde más cómodo estaba era de lateral izquierdo, aunque podía jugar en ambas bandas”, presume ahora Capón. Sin embargo, el exrojiblanco tuvo que vivir en primera persona el momento más amargo de la historia del Atlético. Formó parte del once que disputó la final de la Copa de Europa frente al Bayern de Múnich. “Fue el momento más triste de mi carrera. Podíamos haber sido el mejor equipo de Europa”. Sin embargo, si hay algo que enorgullece a Capón por ser atlético es la afición del club madrileño: “Nuestra hinchada es lo que enriquece a la entidad”. Unos seguidores que siempre quisieron al ‘Torito de Embajadores’: “Me llamaban el ‘Torito de Embajadores’. Yo vivía en la calle Jaime I, que era por donde bajaban a las reses al matadero. Y de ahí el nombre. No sé por qué será, si será el bigote o que lo entregaba todo, pero los aficionados me querían mucho”. Su reconocimiento le llegó con el partido de su despedida. El 25 de noviembre de 1980 vio como el estadio Vicente Calderón le rendía un merecido tributo. Además, recibió la Medalla de Plata al Mérito Deportivo. Pero su mayor orgullo siempre será sentirse castizo y rojiblanco. Rojiblanco y castizo. El ADN de Capón. 34 35 LOS INICIOS DE KAKÁ EL TRIUNFO DE LA FE Y LA PERSEVERANCIA Antes de su salto a Europa, el brasileño tuvo que sobreponerse a un retraso en su crecimiento óseo y a un accidente que pudo haberle dejado paralítico. JESUCRISTO, SIEMPRE PRESENTE. Tanto dentro como fuera del campo, Kaká siempre tiene presente su fuerte sentimiento religioso. En esta imagen, en sus botas: ‘Yo pertenezco a Jesús’. MARIO CORTEGANA / M arcaba el calendario el 22 de abril de 1982, cuando en Brasilia, capital de Brasil, donde el fútbol encuentra su significado más alegre y festivo, empezaba a alumbrar una futura estrella del fútbol. Dicho día, Bosco Izecson, ingeniero civil, y Simone Cristina dos Santos, maestra de primaria, fueron padres de un niño al que bautizaron Ricardo Izecson dos Santos Leite. A su hermano pequeño, Digão (futbolista profesional), le debe el sobrenombre por el que se le conoce mundialmente, Kaká, ya que era incapaz de pronunciar “Ricardo” de forma correcta. Kaká nació en el seno de una familia de clase media, lo que le alejaba del prototipo de futbolista brasileño criado en la pobreza y que se iniciaba en el fútbol entre favelas. Si algo caracterizó al mediapunta desde bien pequeño fue su empeño por conseguir su sueño: ser futbolista profesional. Para ello, pese a que no sea vox pópuli, tuvo que recorrer un camino lleno de obstáculos en forma de problemas físicos. De no haberlo conseguido, hubiera seguido los pasos profesionales de su padre. Cuando tenía cuatro años, los derroteros del trabajo de su padre llevaron a toda la familia a trasladarse a Sao Paulo, lugar del que Kaká se siente natural y en el que se crió. Allí se dieron sus inicios futbolísticos, en el equipo de fútbol sala del colegio Baptista Brasileiro, donde era conocido como Ricardinho. Era superior al resto y un profesor telefoneó a su madre Le debe su apodo de ‘Kaká’ a su hermano pequeño, que era incapaz de pronunciar “Ricardo” correctamente para aconsejarla que le apuntase a una escuela de fútbol. Académicamente, sobresalía en Matemáticas y Religión. En 1989, su madre le apuntó a la escuela dirigida por Andrés Córdoba, quien le condujo al Alphaville Tenis Club para integrarlo en el Soccer Brasil, con el que jugó su primer torneo fuera de las fronteras brasileñas, el de La Serena, en Chile, en el que fue el máximo goleador. Después, sus padres le llevaron a probar al Sao Paulo, donde causó gran asombro entre los técnicos. Tenía ocho años y su entrada en el club paulista inició una larga y dura travesía que desembocó en el primer equipo, previa superación de dos contratiempos INFANCIA ACOMODADA. Pese a no ser lo usual en Brasil, gracias a su familia, Kaká nunca pasó hambre y obtuvo una formación académica adecuada. que marcaron su infancia futbolística y que fueron los contrapuntos a una niñez sin problemas de hambruna o de formación académica, algo muy frecuente en los otros chicos de su edad. De hecho, en las categorías inferiores del Sao Paulo fue apodado como ‘El Príncipe’ por las diferencias económicas existentes. Kaká tuvo que sobreponerse a dos grandes golpes que le presentó la vida: uno genético y otro en forma de accidente. Con 12 años era más bajo que el resto de niños de su edad. Unas pruebas le diagnosticaron un retraso de dos años en la edad ósea, lo cual le hacía frágil y echaba para atrás a los entrenadores a la hora de alinearlo. La solución, esperar y mucho esfuerzo y sacrificio para evolucionar físicamente: horas y horas de gimnasio, que era la principal directriz de unos técnicos del Sao Paulo que confiaban mucho en su potencial. Kaká contó con la inestimable ayuda de Turibio Leite, fisioterapeuta del club. De acuerdo con la complexión de sus padres, pronto se descartó que se tratase de un problema heredado. Ya con 15 años, Kaká cambió su dieta alimenticia, algo duro y raro en un chico de su edad: la ingesta de hidratos y vitaminas para incrementar la producción calórica pasó a ser capital. Además, pasaba seis horas diarias en las instalaciones del club (la mitad, en el gimnasio), tres más que el resto de sus compañeros, que sólo se entrenaban en el campo. A par tir de los 18 años empezó a ponerse al nivel físico de los demás e incluso a superarles, ganando 13 kilos en dos años y obteniendo el récord histórico en los test de resistencia del Sao Paulo. Las ocasionales dudas pasaron a ser pretéritas y las esperanzas, realidades: resultaba una obviedad que sería una estrella mundial. Turibio Leite volvió a ser el ángel de la guarda del brasileño, ya PERSEVERANCIA. Ya en las inferiores del Sao Paulo, Kaká trabajaba el doble que sus compañeros para solucionar sus problemas físicos. que años después fue clave en la recuperación de Kaká tras un grave percance. Y es que, cuando la luz aparecía al final del túnel, llegó un apagón: sufrió un accidente que pudo dejarle paralítico. En octubre de 2000, jugaba en el Juvenil del Sao Paulo y, a mediados del campeonato, fue sancionado por acumulación de tarjetas amarillas y aprovechó el fin de semana libre para visitar a sus abuelos. Fue con su hermano a un parque acuático y, saltando al agua, su cabeza golpeó contra el fondo de la piscina, fracturándose la sexta vértebra y recibiendo cuatro puntos de sutura. Pese a que inicialmente no pareció muy grave, dos días después saltó la alarma a raíz de unos mareos y dolores en las cervicales durante los entrenamientos. Una revisión evidenció el daño en la vértebra y se celebró el estado de Kaká, puesto que los médicos coincidieron en que fue una suerte que no se hubiera quedado paralítico. Él jugador, sin embargo, descartó que fuera un designio del azar: “No creo que fuera la suerte; creo que Dios me estaba protegiendo”. Kaká reconoció que las bases fundamentales para su reconstrucción física fueron la perseverancia, la pelea, el trabajo duro y el resguardo en Dios. “Creo que Dios tuvo un propósito en ese accidente y creo que no fue coincidencia. Fue algo que sucedió apenas antes de empezar la bendición de mi carrera como jugador profesional”, aseguró. Pero no se conformó con recuperarse, sino que elaboró una lista con cinco 38 objetivos principales de cara al futuro: volver a los terrenos de juego, firmar un contrato profesional, jugar con la selección brasileña, fichar por un club europeo importante y ganar un Mundial. Estas vicisitudes por las que pasó Kaká pusieron los cimientos de uno de los mejores centros de alto rendimiento del mundo, el del Sao Paulo, puesto que el club, sabedor del potencial del centrocampista, se decidió a invertir en maquinaria importante. Estuvo alejado de los terrenos de juego desde el accidente hasta finales de año. Regresó a los entrenamientos en enero, ya en 2001, cuando fue llamado para jugar con el primer equipo del Sao Paulo, con el que debutó a los 19 años. Era distinto, extraordinario: poseía una zancada privilegiada y una pegada difícil de igualar; una gran habilidad, una elegancia innata y un don para mantener la verticalidad con un equilibrio demoledor. Fue Osvaldo Álvarez ‘Vadao’, entrenador del equipo brasileño por entonces, quien le dio la alternativa. Kaká, suplente por aquel entonces en el filial, estuvo en varios entrenamientos del primer equipo y no volvió a las categorías inferiores. De este modo, Kaká debutó con el Sao Paulo el 1 de febrero de 2001, cerca de cumplir los 19 años. Partió desde el banquillo y entró en la segunda parte de un partido que acabó con 1-1. En la serigrafía de su zamarra se podía leer el nombre ‘Cacá’ y el dorsal ‘30’. Pasaron tan sólo 3 días para que repitiera oportunidad y, además, con estreno goleador: fue en una victoria por 4-2 Tras el gran partido del Centenario en el Bernabéu, el Madrid descartó su fichaje por lo mal que sonaba su nombre 39 ante el Santos. Su primera gran actuación data del 7 de marzo de 2001, en la final de la Copa RioSao Paulo. Ingresó en el campo con 0-1 a favor del Botafogo, en la segunda parte, y, ante 70.000 personas, volteó el resultado con dos goles en un abrir y cerrar de ojos que valieron el único título que ganó en Brasil. El año acabó con 12 goles en su haber y siendo la estrella del equipo. El 31 de enero de 2002 llegó su primera convocatoria con la selección brasileña. Scolari le citó para medirse a Bolivia en Goiania, en un amistoso que acabó con victoria brasileña por 6-0. En el verano fue a su primer Mundial, el de Japón y Corea (2002). No llegó a jugar ni media hora (ante DEBUT DE ‘CACÁ’. Su debut con el primer equipo del Sao Paulo fue el 1 de febrero de 2001, con ‘Cacá’ y el 30 a la espalda. Salió en la segunda mitad y el resultado final fue 1-1. Costa Rica), pero le permitió vivir en primera persona el quinto entorchado mundial de la Canarinha y el resurgir de un Ronaldo Nazario que le llamaba ‘Kakito’ y que, como expresó Kaká, le trató como un padre a su hijo pequeño. El 20 de diciembre de 2002 dejó su car ta de presentación en Europa, en un escenario sin parangón: el Santiago Bernabéu. Fue en un par tido con motivo de la celebración del centenario del Real Madrid, en el que se midieron el conjunto blanco y una selección FIFA. El choque finalizó con 3-3 y Kaká hizo el segundo. Venía de ganar el Mundial con Brasil y de ser elegido jugador revelación del Brasileirao. Un año más tarde, en julio de 2003, su representante, Wagner Ribeiro, ofreció el traspaso del jugador por ocho millones al club blanco. El gran desembolso por Beckham y lo mal que sonaba en la directiva su nombre futbolístico frustraron el fichaje. El propio Ribeiro, representante de Kaká en 2002, dijo en Brasil en 2010 que podría haber jugado en el Getafe: “Había acuerdo entre el Madrid y Ricardo por siete millones y la idea era cederlo al Getafe”. En sus tres temporadas en el Sao Paulo (2000-01, 01-02 y 0203), jugó 56 partidos y marcó 22 goles, ganándose el reconocimiento y cariño de sus compañeros y del público. El siguiente paso, irremediablemente, era el salto a Europa. Tras rechazar a grandes clubes europeos, Leonardo consiguió su contratación para el Milán en agosto de 2003, previo pago de 8,5 millones de dólares. Pero ésta es otra historia… Religión y familia. Más allá del fútbol, no cabe duda de que la vida de Kaká se sustenta en dos pilares básicos: su familia y la religión. Con 12 años ya había ingresado en el ‘Renacer en Cristo’ por voluntad propia, puesto que sus padres siempre respe- CAROLINE CELICO. Debido a las firmes creencias religiosas de ambos, no mantuvieron contactos sexuales hasta su enlace. taron la idea del bautismo opcional, a elección propia. Este hecho descar ta la teoría extendida de que su fe tiene origen en el grave accidente que pudo dejarle paralítico, si bien es cierto que éste reforzó sus convicciones. No sorprende que Kaká alce los brazos señalando al cielo en sus celebraciones y que aparezcan en ellas camisetas que rezan ‘I Belong to Jesus’ (‘Per tenezco a Jesucristo’), o que rece dos veces antes de cada encuentro: una en el vestuario y otra cuando salta al campo. Tampoco llaman la atención, pues, sus reconocidas intenciones de estudiar Teología e incluso convertirse en pastor evangélico. Kaká siempre mantuvo que juega al fútbol “porque tengo un talento dado por Dios”. Conoció a su actual esposa, Caroline Celico, en 2002. Ella tenía 15 años y él 20. La boda tuvo que esperar hasta que ella cumpliera los 18. Debido a las creencias religiosas de ambos, se mantuvieron al margen de contactos sexuales hasta el matrimonio, algo que nunca han ocultado, sino más bien lo contrario. Un ejemplo de ello son estas declaraciones de Kaká: “Caroline y yo nos besábamos, el deseo existía, pero siempre supimos controlarnos. Para nosotros, la primera noche fue bellísima”. Fruto de la unión de ambos son sus dos hijos, Luca e Isabella. Kaká se caracteriza, además, por su solidaridad. Más allá de donaciones a diferentes iglesias, participa en proyectos y colabora con asociaciones caritativas como ‘Atletas pela Cidadania’. 40 SENSACIÓN. Meilutyte mezcla una cualidades excepcionales para nadar, junto al desparpajo que le dan sus apenas dieciséis años. 41 LA SIRENA DEL BÁLTICO PABLO M. FUENTENEBRO / C on quince años era campeona olímpica; con dieciséis, del mundo. Ruta Meilutyte (19-03-1997, Kaunas) se ha convertido en apenas un año en toda una estrella y ha igualado en popularidad a mitos del baloncesto lituano. Sabonis, Marciulionis, Chomicius, Kur tinaitis, Karnisovas, Stombergas, Jasikevicius, Timinskas… eran hasta la fecha los depor tistas más recordados de la exrepública soviética, y ahora este país, que se extiende a lo largo de 65.200 km2, bañado por el Mar Báltico, tiene en Meilutyte a su mejor embajadora. En un país donde los poco más de tres millones de habitantes viven por y para el baloncesto, sorprende ver que la joven deportista destaque nada más y nada menos ¿Una nadadora lituana? La joven, de 16 años, es la nueva sensación de la natación mundial y parece que no tiene limites. En Lituania ya es toda una estrella y eso que es un país con escaso interés en la piscina. que dentro de la pileta. El baloncesto es el deporte nacional, con 13.500 licencias masculinas y 5.000 femeninas, mientras que de otros depor tes apenas hay arraigo, la natación entre ellos. Lituania consiguió cinco medallas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, las mismas que en Pekín 2008 y Sydney 2000, y su tope desde la desmembración de la URSS. Uno de los oros fue para Meilutyte, en 100 metros braza; el otro para la mujer que le roba los pocos focos a la sirena lituana, la pentatleta moderna Laura Asadauskaite. El pentatlón moderno, disciplina que combina la esgrima, el tiro con pistola, el salto de obstáculos a caballo, la carrera y la natación, es muy querido en la república báltica. Con anterioridad, Romas Ubartas, lanzador de disco, abrió el camino y consiguió el primer oro para la recién refundada Lituania en Barcelona 1992. Luego llegarían los oros en Sydney 2000 y Atenas 2004 de Virgilijus Alekna, también en disco. Tiro, ciclismo, remo, heptatlón, vela, lucha grecorromana, piragüismo y boxeo, junto al mencionado pentatlón son las otras pocas disciplinas que han conseguido medalla para MEILUTYTE 42 43 ORO OLÍMPICO. La lituana se dio a conocer mundialmente tras batir a grandes de la braza en la final de los 100 metros en los Juegos de Londres. Meilutyte tenía sólo 15 años. Lituania en unos JJ OO, aparte del baloncesto (tres bronces olímpicos consecutivos). ¿Y del deporte rey en Europa? del fútbol, ni hablamos. Su selección ocupa el puesto 103 en el ránking FIFA, justo por detrás de Zimbabue, para hacernos una idea. Revelación. Aún así, lo logrado por Meilutyte, y con sólo quince años, es un éxito difícil de igualar en Lituania. Nadie en el país podía imaginar que tendría una campeona olímpica en natación, aunque lo cierto es que Meilutyte ya había dado signos de su inmensa calidad (oro en los 100 braza) en 2011 en el Festival Europeo de la Juventud, disputado en Turquía. Fue su bautismo en el escaparate continental. La joven Meilutyte llegó en 2009 al Reino Unido con su padre; antes, con cuatro años, perdió a su madre, atropellada por un vehículo. Sus familiares ven en ‘Ruta’ el vivo retrato de su madre. “La primera vez que me metí en la piscina, lo hice en la parte más profunda y casi me ahogo”; dato revelador, porque a pesar de dar clases en el Kaunas Swimming School, era poca la relación de Meilutyte con el agua, hasta que entró a formar parte de la presti- MUNDIALES DE BARCELONA. Meilutyte, más madura, enseña orgullosa la medalla de plata conseguida en los 50 metros braza. En semifinales, había batido el récord del mundo. giosa institución inglesa Plymouth College, uno de los centros de tecnificación más impor tantes del país en natación, y también lugar de estudio para Tom Daley, el más que prometedor saltador de trampolín británico. Tener un 43 de talla de pie con 13 años, tal vez haya ayudado, aunque no es una nadadora muy alta, 1,72 (la súper campeona Missy Franklin llega a los 1,85); su peculiar estilo de natación le hace casi imbatible en la braza, su especialidad, y ha pulverizado en apenas un año los récords mundiales. En los Juegos de Londres consiguió la sorprendente medalla de oro en 100 me- tros braza, superando a la potente norteamericana Rebecca Soni. Y eso porque los 50 braza, otra de sus distancias campeonas, no es olímpica. Aunque probó suerte en Londres en los 50 y 100 libres sin destacar, es en la braza donde de momento Meilutyte domina con mano de hierro, y en las pruebas de velocidad donde a poco que se dosifique y mejore la técnica tiene un “futuro prometedor”, como pronosticaba a los cuatro vientos cualquier especialista de natación en los pasados Mundiales de Barcelona. Ya en los campeonatos Junior de este año se llevó el oro en los 200 estilos (a parte de otros tres oros y dos platas), y con margen de mejora, margen que le concede sus casi insultantes 16 años. ¿Mejor de la historia? Muy potente, con una musculatura, sobre todo un tren superior, que sorprende en un cuerpo femenino aún por formar, Meilutyte no pierde un ápice su juvenil sonrisa, su melena rubia que deja ver su cara aniñada. Su gran flotabilidad junto a una técnica exquisita para encadenar los movimientos acompasados de la braza y una concentración entre extrema y despistada (se atrevió a salir al Centro Acuático de Londres antes de la final de su consagración con la mano izquierda en el bolsillo y un rostro pétreo que sólo interrumpió un débil resoplido, como quien pasea por el parque) la hacen una nadadora única para la braza (su récord mundial lo atestigua; 1:04: 35 segundos) y una de las reinas futuras de la natación mundial. “Obviamente, estaba ner viosa, pero era sólo un minuto de carrera, y pensé: ‘no hay nada que perder”, y le fue bien. Apoyada en una rápida puesta en escena desde el poyete (uno de sus puntos fuertes para las pruebas rápidas de libre) y con una frecuencia de 44 brazada espectacular, Meilutyte se ha convertido “en una anomalía histórica” para un país en el sólo existen tres piscinas olímpicas (50mx25m). Lituania ha encontrado a una joya deportiva en uno de los deportes más mediáticos del planeta. “No puedo creerlo, es demasiado para mí”, pronunció Meilutyte tras alzar los brazos hacia el cielo (homenaje a su madre) después de ganar el oro olímpico, y aún ignorante de que a pocos kilómetros de allí, el alumnado de su escuela brincaba de alegría por su gesta. Desde entonces, su crecimiento ha sido un no parar, sorprendiendo incluso a su propio entrenador, Jon Rudd. “Nunca me lo tomé demasiado en serio (la natación) hasta que batí el primer récord nacional de mi país”, suele relatar la propia adolescente. Aunque lo cierto es que el entrenador que le dirigió en sus primeras brazadas, Giedrius Martinionis, no dudó en afirmar que “llegará (Meilutyte) a un momento en que batirá todos los registros del país”. Se quedó corto, porque en los Mundiales de Barcelona fijó dos nuevos récords del mundo en 50 y 100 braza. ¿Puede devorar la presión a una joven de tan sólo 16 años que se abriendo los programas más importantes de su país? Parece que no, a tenor de la anécdota que aún recorre los pasillos de Plymouth College. Uno de sus profesores la interrogó sobre si echaba de menos hacer cosas normales de adolescente con tanto entrenamiento en la piscina. “Mira, esto será unos cuantos años, luego tendré un montón de tiempo para ir a fiestas, cuando haya terminado; ahora mi objetivo es ganar una medalla olímpica”, le respondió, con una madurez envidiable. Para hacernos una idea de lo centrada que está la cabeza de la adolescente lituana. Elegida deportista del año 2012 en Lituania, Meilutyte despejó todas las dudas antes del Campeonato Mundial de Barcelona sobre su posible paso a la ciudadanía británica, ya que Meilutyte vive, estudia y se entrena en Inglaterra. “Siempre voy a representar a mi país, por mucho que me guste estar en Gran Bretaña”. ‘Ruta’ se siente lituana y ya ha hecho del gorro verde una de sus señas de identidad. Su medalla de oro en los Juegos, sus récords mundiales en Barcelona y su llorera interminable en lo alto del pódium de Londres le han convertido en una figura… que dará mucho que hablar. 45 Ruta tiene un 43 de talla de pie desde los 13 años y una frecuencia de brazada superior al resto MAL TRAGO. La ceremonia de entrega de medallas en los Juegos de Londres nos mostró la sensibilidad de una niña que se codea de tú a tú con las más grandes de la natación. 46 47 COMO UN TIRO. Con la sospecha sobre su rendimiento, Horner puso patas arriba la Vuelta a España 2013 en las etapas de montaña. Aquí, en la subida a Peña Cabarga. HORNER LA CRISIS DE LOS 40 ES UNA FALACIA Con 41 años y 327 días, el estadounidense Chris Horner se convirtió en el ciclista de más edad en ganar una grande: la Vuelta 2013, envuelta en dudas por su rendimiento. 48 49 JOSÉ ANDRÉS EZQUERRO / H ijo de un mecánico de la Armada nor teamericana, Christopher Horner nació el 23 de octubre de 1971 en Okinawa, Japón, donde su padre se encontraba destinado. Con 41 años y 327 días, se convir tió el 15 de septiembre de 2013 en Madrid en el corredor de más edad que ha conquistado una grande: la Vuelta. También ostenta el récord como el ganador de etapa más longevo, en la subida a Hazallanas: 41 años y 314 días. La anterior plusmarca la estableció en el Mirador de Lobeira, una semana antes: “Me hace ilusión entrar en la historia”. Horner es un ciclista atípico. El estadounidense pasa olímpicamente de los estrictos planes de alimentación. En el transcurso de su victoria en la Vuelta, aprovechó los dos días de descanso para comer en el McDonald’s. En vez de alimentarse con fruta, gel y las habituales barritas energéticas, se hincha a Snickers (chocolatinas con caramelo) y bebe Coca Cola a litros. En el RadioShack se resignaron con sus hábitos. Como no sabe cocinar, ha subsistido a base de comida rápida, hamburguesas y pizzas. Profesional desde 1995 (debutó con el PAA-NutraFig de su país), en sus inicios lucía una larga coleta y perilla a lo Alexi Lalas. Acorde con su particular estilo hippie, acudía a las pruebas de Estados Unidos con su autocaravana y su perro. Estiraba 20 dólares para toda la semana, lo que facilitó su afición por los Big Mac’s. En Estados Unidos durmió en su autocaravana y en parques para competir en las carreras y estirar 20 dólares a la semana EMIGRÓ A EUROPA. En la imagen de la izquierda se aprecia a Horner celebrar su segunda victoria en Europa: una etapa en Romandía, en 2006, con el Lotto. Casado y con tres hijos, su mujer le acompaña en coche en la mayoría de competiciones (y le lleva al hotel hamburguesas de extranjis), igual que en España su amigo Imanol Ayestarán, ex del Relax, que ejerce como traductor si resulta necesario. Antes de fichar por Saunier Duval, en 2005, se divorció de su primera esposa, que le pidió que abandonara la vida errante. En España le llamaron Chiquito de la Calzada tras fracturarse la cabeza del fémur en la Tirreno-Adriático: con su característica calvicie, cojeaba y chapurreaba en castellano “No puedo, no puedo”. En 2011, después de AMANTE DEL BIG MAC. El americano es un fanático confeso de la característica hamburguesa del MacDonald’s. En su perfil de Twitter sube fotos como la que ilustra esta página. ganar el Tour de California, soltó esta joya: “En forma, sólo Contador puede batirme”. Apodado The Hornet (porque ataca como una avispa: “Tengo las fuerzas de un jovencito”) reside en Bend, Oregón, y también se traslada a Denia (Alicante) para disfrutar del buen clima en invierno. Sobre las dudas que levantó su rendimiento con casi 42 años, Horner corta de raíz: “Me preparé para dar lo máximo en la Vuelta. Hay poco más que hablar”. Vencedor en dos jornadas, nunca había rayado a ese nivel en una prueba de tres semanas (su mejor puesto hasta entonces fue el noveno en el Tour de 2010, temporada en la que se anotó el País Vasco. En 2009 le diagnosticaron asma y en 2011 sufrió una embolia pulmonar). El pelotón dio su propia explicación: “No se ha quemado y ha seleccionado su calendario”. Sin embargo, un control teledirigido por la Agencia Antidopaje Norteamericana (USADA), que sospecha de él y que no pasó el día después de ganar la Vuelta por un malentendido con su homónima española (AEPSAD), le colocó de nuevo en la diana y provocó que no disponga aún de contrato para 2014, ya que desea correr al menos dos campañas más. En su perfil de Twitter narró su historia y se ofreció a cualquiera AMABLE CON LA PRENSA. Horner atendió sin problemas durante la pasada Vuelta a todos los medios de comunicación. Hasta intentó expresarse en un castellano muy peculiar. dispuesto a firmarle: “De chaval me levantaba a las cuatro y media para entrenarme antes del instituto. Siempre soñé con ganar una grande. Iba en bicicleta al trabajo para poder prepararme, y luego lo hacía en plena noche cuando salía de currar. Viajé por Estados Unidos sin más equipaje que mi bici, mediante autostop. Dormía en hoteles, pensiones, en el coche o en bancos en el parque para poder disputar carreras. Como nadie me quería dar una opor tunidad, compré mi licencia para competir como independiente. Gané todo en mi país, sin sueldo y con la única esperanza de mantenerme, y renuncié a mucho dine- ro para trasladarme a Europa por el sueldo mínimo. Allí viví en un pequeño apartamento, sin coche, ni ordenador, ni teléfono, ni televisión. Mi única compañía era un walkman. Vendí todas mis posesiones por tener otra oportunidad en Europa. Volé con sólo 140 dólares en el bolsillo. Sí, vale la pena luchar. Mi sueño continúa”. Pese a su triunfo en la Vuelta, aún no tiene equipo para la temporada 2014: “Vale la pena luchar, mi sueño continúa” 50 51 MARÍA DE VILLOTA SE FUE EL ÁNGEL DE LAS CARRERAS La piloto que soñaba con estar en la parrilla de Fórmula 1 perdió la vida mientras dormía en un hotel de Sevilla. Al instante, el paddock de Suzuka se transformaba en pura tristeza. 52 53 MANUEL FRANCO / R ecuerdo aquel momento. María conversando con Alonso, a su lado De la Rosa, un poco más allá Gené; y detrás, el resto... por ahí venían Vettel, Raikkonen, Hamilton... todos la miraban mientras ella caminaba junto al mejor con la sonrisa iluminada, brillando como sólo hacen los que están soñando en vida. Era Australia 2012, en el parque de Albert en Melbourne, en otro mundo, en un universo paralelo en el que los milagros parecían ser posibles, pero... Suzuka. GP de Japón 2013. De pronto, un mecánico llorando se abraza a otro, miran al cielo, se echan las manos a la cara y las lágrimas siguen brotando de sus ojos. Ellos conocieron al ángel que se fue... Sucedió en el circuito de Suzuka, un sábado de gran premio de 2013, unos momentos antes se vivió una sensación extraña, como si por el cielo pasara una estrella. En pleno día. En el trazado se hizo el silencio. De repente, el sonido de los coches dejó de tener sentido, las curvas desaparecieron y la tabla de tiempos no estaba en los monitores. Llegó la noticia de una muerte desde España y no importó ya nada más. María de Villota, la luchadora, la chica que perseguía un sueño hasta que la fatalidad cambió su existencia para siempre, la guerrera que sentía la necesidad de vivir, la que hacia sentir pequeños a los más grandes, ella, la que conocían aquellos mecánicos de Marussia que lloraban su pérdida, se había ido para siempre. María había nacido un 13 de enero de 1980 en Madrid con gasolina en la sangre y un futuro de sueños por cumplir. Hija de Emilio de Villota, piloto de Fórmula 1, el promotor de una escuela de pilo- POSITIVISMO. Siempre tuvo claro que su sueño era llegar a F-1 y lo consiguió cuando Marussia la nombró piloto de desarrollo. Antes, ya hizo un test con Renault. POR TODO EL MUNDO. María viajó por los paddocks de la F-1 mientras duró su aventura con la escudería Marussia. ACCIDENTE. El día que pilotó el Marussia en el aeródromo Duxford debía ser el más feliz de su vida... y acabó siendo trágico. tos en la que los tres hijos formaron a grandes que serían y serán. María junto a sus hermanos Emilio e Isabel vivían subidos en un kart, pero la rubia quería ser algo más. “Siempre quiso ser algo en la vida”, susurró Sergio Pérez al conocer su pérdida. Y era cierto, quería ser alguien, quería ser piloto de Fórmula 1. Comenzó en el karting, después la F-Toyota Castrol 1300, la F-3 española, la Superleague, las Ferrari Challenge o el Trofeo Maserati y múltiples participaciones en Resistencia, algunas tan importantes como las 24 Horas de Daytona. Y el Mundial de Turismos. La F-1 estaba en el horizonte. Y en 2011 hizo historia. Se convirtió en la primera española en subir a un monoplaza de Fórmula 1 cuando probó un Lotus-Renault en Paul Ricard. Aquel año viajó a Interlagos y pude entrevistarla para AS: ella quería dejar claro que su intención era real, que no era una operación de marketing, que luchaba cada día por demostrar que era una verdad, que su sueño no era una utopía. Y lo logró: hizo buenos tiempos y demostró su extraordinaria forma física. En ese momento podía convertirse en probadora de ese equipo, pero finalmente llegó la opción de Marussia. Verla llegar en Australia conversando con los pilotos, con sus iguales, con los más grandes, era vivir una ilusión pura, era sonreír sólo con verla. Pero el destino tenía guardada otra suer te para esta mujer de firmes convicciones. El 3 de julio de 2012 iba a hacer un test de F-1. Se trataba de una prueba aerodinámica en el aeródromo de Duxford, en Inglaterra, un test aparentemente sencillo que se transformó en tragedia. Nadie sabe aún por qué o los que lo saben no lo han hecho público, pero lo cierto es que María no pudo esquivar la rampa de un camión que 54 55 OPTIMISTA. Después de su accidente, María no se vino abajo y enseguida tenía proyectos de futuro para encauzar todas sus ilusiones. nunca debió estar abierta. Y esa vez venció a la muerte. Perdió el ojo derecho, sufrió múltiples operaciones, desafió a la dama negra y ganó. Poco después volvió a aparecer en público con su voz de princesa de Madrid, dulce y tenue, diciendo que ahora veía las cosas importantes de la vida. Y siguió con mil proyectos, y se casó y pensaba tener un hijo y... Misma ciudad. ... Y de nuevo apareció en Suzuka, el lugar donde ella hubiese deseado estar. Y ese universo de la Fórmula 1 quedó conmocionado, pensando en despertar de un mal sueño, como una de esas noticias que a la mañana siguiente esperas que no sean verdad. Pero lo son. Y María ahora ya vivirá en nuestros recuerdos, una forma de convertirse en inmortal. Y la volvimos a ver en el GP de Australia 2012, su primera carrera como piloto de desarrollo de Marussia; de nuevo caminando por el paddock acompañada del resto de héroes de este deporte, casi de la mano de un doble campeón asturiano. “Ha sido increíble estar en la reunión de pilotos, tengo que decir que Fernando me ha ayudado mucho; y Pedro; se están portando muy bien conmigo”, explicaba. Ese mismo Alonso que en Japón se quedó sin saber qué decir al escuchar la trágica noticia de su desaparición, incrédulo, con ganas de que se hubieran equivocado los periodistas; ese De la Rosa que ya de noche en Suzuka preguntaba si se sabía algo más, como si la respuesta pudiera devolverle la vida a su amiga. “Mierda de vida, eh, tío”, repetía el probador de Ferrari. Ésa era la frase más repetida en varios idiomas en el paddock del circuito japonés desde que, durante la disputa de los segundos libres, se conociera la fatal noticia. DOLOR. Todos los integrantes de la parrilla de F-1 estaban consternados el día que conocieron el fallecimiento de María. LESIONES GRAVES. Las radiografías tras el accidente de Duxford mostraban severos daños en la cabeza de la madrileña. La expiloto española fue hallada sin vida en el hotel Sevilla Congresos de la capital andaluza, ciudad en la que se encontraba para dar una conferencia sobre su experiencia, sobre cómo precisamente logró engañar a la muerte, cómo era un milagro viviente. Un congreso, ‘Lo que de verdad importa’, que se canceló en muestra de respeto. Sobre las 7:00 de la mañana su asistente, Arancha Yagüe, encontró el cuerpo sin vida de la madrileña de 33 años: parece que sufrió un derrame cerebral que le provocó una parada cardiorrespiratoria mientras dormía. Las causas del fallecimiento fueron “absolutamente naturales”, según el forense. La traicionera dama de las tinieblas la esperaba en el sueño. Su familia dedicó unas palabras a la tristeza: “María se nos ha ido. Tenía que ir al cielo como todos los ángeles. Damos gracias a Dios por el año y medio de más que la dejó entre nosotros. Firmado: Familia Villota”. María iba a presentar un libro sobre su vida titulado ‘La vida es un regalo’, con prólogo de su amigo Marc Gené, que apenas podía aguantar las lágrimas en público. Como esos mecánicos de Marussia que la conocieron y la aprendieron a querer. María lo intentó y, después de vencer a la muerte tras ese accidente terrible, tuvo más de un año de vida de regalo tras pelear como sólo ella y su familia saben. Y es que a veces luchar no es suficiente, pero su ejemplo perdurará en el tiempo. María de Villota, gracias por tantas cosas, piloto, tú que seguro sonreíste al ver tu estrella en los cascos de Vettel, Hamilton o Alonso, corriendo en los mejores coches del planeta. María, piloto para siempre de Fórmula 1, descansa en paz, ángel de las carreras... 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Por Mario Cortegana • RUTA MEYLUTITE: LA SIRENA DEL BÁLTICO, UN FENÓMENO DE MASAS EN UCRANIA Por Pablo M. Fuentenebro • CHRIS HORNER, EL RECIENTE CAMPEÓN DE LA VUELTA A ESPAÑA: LA CRISIS DE LOS 40 ES UNA FALACIA Por José A. Ezquerro • MARÍA DE VILLOTA, LA PILOTO QUE SOÑABA CON ESTAR EN LA PARRILLA DE LA F-1: SE FUE EL ÁNGEL DE LAS CARRERAS Por Manuel Franco • ÍNTEGRO, EL NÚMERO 74 DE AS COLOR DEL 17 DE OCTUBRE DE 1972