AUDIENCIA PROVINCIAL SECCIÓN PRIMERA ALICANTE PLZ. DEL AYUNTAMIENTO, nº 4-2ª planta Tfno: 965.93.59.39-40 Fax: 965.93.59.51 NIG: 03014-37-1-2011-0006818 Procedimiento: Rollo apelación auto Nº 000497/2011- Dimana del Diligencias Previas Nº 002690/2010 Del JUZGADO DE INSTRUCCION NUMERO 5 DE ALICANTE Apelante MARIA MANUELA CARRATALA FERRANDEZ ENRIQUE ORTIZ SELFA JOSE LUIS CASTEDO RAMOS Y FRANCISCO JAVIER GUTIERREZ MIGUELEZ Abogado ALEJANDRO BAS CARRATALA FRANCISCO MIGUEL RUIZ MARCO JOSE VICENTE SANCHEZ-ALARCOS SILVA Procurador M. TERESA BELTRAN REIG M. TERESA BELTRAN REIG DOLORES FERNANDEZ RANGEL Apelado/s PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL (PSPV-PSOE) ESQUERRA UNIDA DEL PAIS VALENCIA, E.U.P.V. MINISTERIO FISCAL Abogado FERNANDO JOSE MONTALVO GOMEZ JOSE LUIS ROMERO GOMEZ Procurador FRANCISCA BIECO MARIN PEDRO M. MONTES TORREGROSA AUTO Nº 000033/2012 =========================== Iltmos/as. Sres/as.: Presidente D. ANTONIO GIL MARTINEZ Magistrados/as D. JOSE ANTONIO DURA CARRILLO Dª VIRTUDES LOPEZ LORENZO =========================== En Alicante a diecisiete de enero de dos mil doce. I. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- Impugna la representación procesal de Enrique Ortiz Selfa, el Auto de fecha 14 de octubre de 2011 dictado por el Juzgado de Instrucción nº 5 en sus Diligencias Previas nº 2690/10 en el que se denegaba la nulidad de todos los autos dictados en la 1 Diligencias Previas 851/07 del Juzgado de Instrucción nº 3 de Orihuela, por los que se acordaba, prorrogaba y ampliaba la intervención de las comunicaciones telefónicas de Enrique Ortiz Selfa, por vulneración del derecho al Juez Ordinario predeterminado por la Ley y vulneración del derecho a un proceso con todas las garantías, ambos consagrados en el art. 24.2 de la Constitución Española. Basa, en síntesis, el apelante su recurso en que, dado que el Juzgado de Instrucción nº 3 de Orihuela dictó en su Diligencias Previas 851/2007 con fecha 4 de abril de 2008, Auto de Inhibición a los Juzgados de Alicante, respecto de los hechos contenidos en el informe policial que obra al folio 155 y siguientes del Tomo 16 (formato Adobe Reader) e informe del Ministerio Fiscal de los folios 164 a 166 del mismo tomo, relativos a extremos concernientes al conocido como "Plan Rabassa" y que el Juzgado de Instrucción nº 6 de Alicante, por Auto de 8 de abril de 2008, admitió su competencia para la instrucción de los mismos e incoó Diligencias Previas nº 1468/08, este Juzgado es y era el único competente para instruir las diligencias criminales que se sigan sobre el PGOU de Alicante, respecto del cual guarda relación de conexidad. Entiende el apelante que el Juzgado de Instrucción nº 3 de Orihuela, desde el 6 de junio de 2008, actuó con manifiesta incompetencia en sus Diligencias Previas 851/2007, al acordar medidas restrictivas de los derechos fundamentales de imputados por acciones presuntamente delictivas relativas al PGOU de Alicante, cuya competencia correspondía al Juzgado de Instrucción nº 6 de Alicante, en sus Diligencias Previas nº 1468/08. Considera en definitiva que "el auto de 6 de junio de 2008 y los posteriores, adolecen de nulidad, tanto desde la perspectiva constitucional (arts. 18 y 24.2 de la Constitución Española, como desde el plano de legalidad ordinaria (arts. 14.2, 17 y 300 LECRIM). Y por tanto, las diligencias de investigación, en concreto la grabación de supuestas conversaciones telefónicas, autorizadas mediante los autos recurridos, son diligencias de investigación obtenidas con violación de los derechos fundamentales". Termina el suplico del escrito de apelación interesando el dictado de: "nueva resolución conforme a lo solicitado en nuestro recurso de reforma de 1 de julio de 2011", por lo que entendemos que se insiste en la pretensión de que el Juzgado de Instrucción nº 5 decline su competencia en las presentes Diligencias Previas 2690/10 a favor de las Diligencias Previas nº 1468/2008 Juzgado de Instrucción nº 6 de Alicante. A dicho recurso de apelación se adhirieron las representaciones procesales de Bernardo Campos y Jorge Yacobi, de José Luis Castedo y Francisco Javier Gutiérrez y de Jesús Quesada.. 2 SEGUNDO.- El recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de Manuela Carratalá Ferrández, hace suyos los motivos de impugnación contenidos en el recurso de apelación de Enrique Ortiz contra los Autos de 6 de junio, 4 de julio ambos de 2008, como antecedentes directos del Auto de 15 de julio del mismo año, que autorizó la intervención del teléfono de Manuela Carratalá y de todos los autos de prórroga subsiguientes, al incurrir en nulidad por vulneración del derecho a la intimidad y al secreto de las comunicaciones (arts. 18.1 y 3 C.E.) y por vulneración del derecho al Juez predeterminado por la Ley y del derecho al proceso con todas las garantías (art. 24.2 C.E.). Respecto de los autos judiciales que acuerdan las prórrogas de la intervención del teléfono de Manuela Carratalá, denuncia la impugnante que carecían de justificación ya que "desde el 28 de julio de 2008 hasta el 24 de octubre de 2008 la policía no recoge ninguna llamada que merezca ser destacada, no obstante ello, se siga autorizando la escucha de un teléfono, cuya intervención se solicitó por el Ministerio Fiscal para recoger durante el periodo vacacional (semanas) del señor Ortiz, las llamadas de éste". Combate los Autos de prórroga de 3 de octubre y 3 de noviembre de 2008 aduciendo que en ellos no se hace referencia a ninguna conversación producida en el terminal, pese a lo cual se prorroga la intervención como móvil de seguridad. Por la misma razón, no producción de conversación alguna desde el móvil intervenido, denuncia la nulidad de los Autos de prórroga de fechas 31 de octubre de 2008 a 29 de mayo de 2009. Entiende la recurrente que las prorrogas autorizadas por Autos posteriores al último citado son nulas al no justificar por qué es necesaria la intervención del teléfono. La recurrente se remite a su anterior recurso de reforma para solicitar en esta alzada la declaración de nulidad de los autos por medio de los cuales se decretó el secreto de la actuaciones, por vulnerar el derecho a un proceso público con todas las garantías (art. 24.2 C.E.) y por infracción del art. 238.1º y 3º LOPJ, en relación con los arts. 14.2, 300 y 302, II LCRIM causando indefensión. También se remite a su anterior recurso de reforma al efecto de interesar la inhibición de las actuaciones al Juzgado de Instrucción nº 6 de Alicante para su unión a las Diligencias Previas nº 1468/2008. Al presente recurso de apelación se adhirió la representación procesal de Jesús Quesada. TERCERO.- Interpone recurso de apelación contra al Auto de 14 de octubre de 2011, la representación procesal de JOSÉ LUIS CASTEDO RAMOS y FRANCISCO JAVIER 3 GUTIÉRREZ MIGUELEZ, por cuanto desestima la declaración de nulidad del Auto de 3 de junio de 2011 y contra los Autos que decretaron la prórroga y la ampliación de las intervenciones telefónicas del terminal de Enrique Ortiz, concretamente a partir del Auto de fecha 6 de junio de 2008 hasta el 26 de marzo de 2010 respecto de los hechos relacionados con las actuaciones y planes urbanísticos de la ciudad de Alicante y contra los Autos que acordaban la prórroga del secreto de las actuaciones dictados desde el 2 de mayo de 2008 hasta su levantamiento, respecto de los hechos relacionados con las actuaciones y los planes urbanísticos de la ciudad de Alicante y expresamente contra el Auto de 14 de abril de 2011 acordando la entrada y registro en el despacho profesional de los letrados recurrentes. Solicitan los apelantes se anulen los autos que decretaron la prórroga y ampliación de las intervenciones telefónicas de Ortiz Selfa desde el Auto de 6/6/08 hasta el de 26/3/10, respecto de los hechos relacionados con las actuaciones y planes urbanísticos de la ciudad de Alicante, por vulneración del derecho al Juez predeterminado por la Ley y del derecho a un proceso con todas las garantías del art. 24.2 C.E. y por infracción de los arts. 238.3 LOPJ y art. 14.2 y 300 LECRIM. Igualmente interesan la declaración de nulidad de los Autos de prórroga del secreto de las actuaciones dictados desde el 2/5/08 hasta su levantamiento respecto de los hechos relacionados con las actuaciones y planes urbanísticos de la ciudad de Alicante, por vulneración del derecho a un proceso público con todas las garantías del art. 24.2 C.E. y por infracción de los arts. 238.1 y 3 LOPJ y art. 14.2 y 302.II LECRIM. Finalmente impetran la nulidad del Auto de 14/4/11 que acuerda la entrada y registro en el despacho profesional de los recurrentes por conexión de antijuridicidad, en virtud de lo dispuesto en el art. 11.1 de la LOPJ. A dicho recurso de apelación se adhirieron las representaciones procesales de Bernardo Campos y Jorge Yacobi y de Jesús Quesada. II – RAZONAMIENTOS JURIDICOS PRIMERO.- Pretenden todos los recurrentes la declaración de nulidad de diversos autos dictados en la fase instructora de las presentes Diligencias Previas en los que se acordaba: la intervención y sucesivas prórrogas de las comunicaciones telefónicas de Enrique Tomás Ortiz Selfa y de su esposa, María Manuela Carratalá Ferrández y las prórrogas del secreto de la actuaciones y la entrada y registro en el despacho profesional de José Luís 4 Castedo Ramos y Francisco Javier Gutiérrez Miguelez, todo ello por haberse dictado con vulneración del derecho al Juez Ordinario predeterminado por la Ley, del derecho a un proceso público con todas las garantías (art. 24.2 Constitución Española) y del derecho a la intimidad y al secreto de las comunicaciones (arts. 18.1 y 3 C.E.). Respecto de las causas que motivan la nulidad de actuaciones, establece el artículo 238 de la LOPJ que: “Los actos procesales serán nulos de pleno derecho en los casos siguientes: 1. º Cuando se produzcan por o ante tribunal con falta de jurisdicción o de competencia objetiva o funcional. 2. º Cuando se realicen bajo violencia o intimidación. 3. º Cuando se prescinda de normas esenciales del procedimiento, siempre que, por esa causa, haya podido producirse indefensión. 4. º Cuando se realicen sin intervención de Abogado, en los casos en que la ley la establezca como preceptiva. 5. º Cuando se celebren vistas sin la preceptiva intervención del Secretario Judicial. 6. º En los demás casos en los que las leyes procesales así lo establezcan.” En los recursos interpuestos se alega la concurrencia de dos de estas seis causas de nulidad, la primera: la falta de jurisdicción o de competencia objetiva o funcional y la tercera: el haber prescindido de normas esenciales del procedimiento causando indefensión. Por su parte el art. 11 de la LOPJ dispone que: “1. En todo tipo de procedimiento se respetarán las reglas de la buena fe. No surtirán efecto las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o libertades fundamentales.” Debemos analizar la viabilidad procesal de las declaraciones de nulidad que impetran las partes, basadas en los números 1 y 3 del art. 238 LOPJ., en la fase actual de Diligencias Previas en que se encuentra el procedimiento. En el procedimiento Sumario Ordinario, según jurisprudencia de la que son exponente las Sentencias del Tribunal Supremo de 15 de abril de 2000, 18 de septiembre de 2002, de 28 de enero y de 30 de abril de 2010, es en el acto del inicio del juicio oral, mediante el planteamiento de cuestión previa de nulidad de actuaciones por haberse producido con vulneración de derechos fundamentales, cuando debe pretenderse la misma. Según dicha doctrina jurisprudencial, en el trámite de los artículos de previo pronunciamiento no puede alegarse la nulidad de actuaciones, puesto que tan solo cabe recurso de casación (art. 676,3º LECrim.) para la impugnación del auto resolutorio de la declinatoria y de los que admitan las cuestiones 2ª, 3ª y 4ª de art. 666 LECrim. Según ello, el auto resolutorio de la nulidad 5 planteada por la vía de artículo de previo pronunciamiento no podría ser recurrido en casación. En evitación de tal resultado considera el Tribunal Supremo que la nulidad de actuaciones debe instarse como cuestión previa al inicio del juicio oral. Por lo tanto una vez concluida la instrucción, formulados los escritos de calificación, admitidas o desestimadas las pruebas por el órgano encargado del enjuiciamiento y dictado auto de señalamiento del correspondiente juicio. En el procedimiento Abreviado el artículo 786.2 LECrim. prescribe: “El juicio oral comenzará con la lectura de los escritos de acusación y de defensa. Seguidamente, a instancia de parte, el Juez o Tribunal abrirá un turno de intervenciones para que puedan las partes exponer lo que estimen oportuno acerca de la competencia del órgano judicial, vulneración de algún derecho fundamental, existencia de artículos de previo pronunciamiento, causas de la suspensión del juicio oral, nulidad de actuaciones…Frente a la decisión adoptada no cabrá recurso alguno, sin perjuicio de la pertinente protesta y de que la cuestión pueda ser reproducida, en su caso, en el recurso frente a la sentencia”. De la lectura de dichos preceptos se concluye con claridad que es el órgano de enjuiciamiento, competente para admitir o rechazar las pruebas propuestas por las partes, quien también lo es para declarar la nulidad de actuaciones anteriormente practicadas en tanto le suministren pruebas obtenidas con vulneración de los derechos fundamentales. Parece distorsionar la anterior conclusión el tenor del art. 240 de la LOPJ al establecer que: “1. La nulidad de pleno derecho, en todo caso, y los defectos de forma en los actos procesales que impliquen ausencia de los requisitos indispensables para alcanzar su fin o determinen efectiva indefensión, se harán valer por medio de los recursos legalmente establecidos contra la resolución de que se trate, o por los demás medios que establezcan las leyes procesales. 2. Sin perjuicio de ello, el Juzgado o Tribunal podrá, de oficio o a instancia de parte, antes de que hubiere recaído resolución que ponga fin al proceso, y siempre que no proceda la subsanación, declarar, previa audiencia de las partes, la nulidad de todas las actuaciones o de alguna en particular. En ningún caso podrá el Juzgado o Tribunal, con ocasión de un recurso, decretar de oficio una nulidad de las actuaciones que no haya sido solicitada en dicho recurso, salvo que apreciare falta de jurisdicción o de competencia objetiva o funcional o se hubiese producido violencia o intimidación que afectare a ese tribunal.” 6 En dicho precepto el legislador está contemplando la posibilidad de que el Juez Instructor pueda declarar la nulidad que se le plantea por vía de recurso e incluso de oficio, si no cupiera éste. Procede en consecuencia despejar la cuestión de si procesalmente es correcto resolver sobre la nulidad de actuaciones en momento procedimental anterior y distinto al de las cuestiones previas en el inicio del juicio oral. En concreto se trata de determinar si es procedente resolver la nulidad planteada en la presente fase de Diligencias Previas en que se encuentra la causa. Como ya tuvo ocasión de pronunciarse esta Audiencia Provincial, en Auto de 7 de febrero de 2011, dictado por su Sección Segunda: “el problema planteado encierra un conflicto entre la primacía de los derechos fundamentales, cuya violación no puede producir efecto probatorio alguno (art. 11 LOPJ) y los sistemas procesales de competencias y recursos, que integran el derecho al proceso debido y garantizan la efectividad de todos los derechos, pues la resolución sobre la nulidad de medidas instrumentales restrictivas de derechos en fase de investigación sustraería dicha materia al órgano competente para el enjuiciamiento y fallo, que es el que expresamente está llamado a resolver por la ley, y, lo que es más importante, sustraería la misma materia del recurso de casación en los casos (la mayor parte) en que la competencia para el enjuiciamiento corresponda a la Audiencia”. En dicho Auto se argumenta que el Tribunal Supremo ha declarado (Sentencia de 30 de abril de 2010) que “cuando lo que se pretende es obtener la nulidad de determinadas actuaciones por entender que se ha producido violación de derechos fundamentales…las objeciones correspondientes deben reservarse para el juicio oral. Y eso no solo por el carácter extraordinario del recurso de casación, sino también porque dado que lo que se trata de valorar es la posible concurrencia de una efectiva indefensión material derivada de la irregularidad del trámite, tal apreciación no pude disociarse de la del propio contenido y resultado de la actividad probatoria en su conjunto”. Sentencia que consolida la línea jurisprudencial ya contenida en las SSTS de 15 de abril de 2000 y de 18 de septiembre de 2002, según la cual:”es en el examen de ésta (actividad probatoria en su conjunto) cuando el juzgador podrá apreciar si efectivamente el denunciante de la nulidad ha visto sustancialmente menoscabado su derecho de defensa, ha sido realmente limitada su capacidad de alegar o replicar, o sea, la posibilidad de contradecir, que es en lo que se cifra la indefensión verdadera y propia (por todas STS 52/1999, de 12 de abril). Además, en el caso concreto, y cuando lo que se postula es una suerte de nulidad masiva o global de todo lo actuado, es patente que seguir al que recurre en su planteamiento 7 obligaría a una práctica anticipación del juicio oral en este trámite, con las inevitables limitaciones de conocimiento e incluso con patente distorsión del marco procesal.” En el caso que se somete a nuestro análisis, el juez de instrucción con competencia objetiva y funcional (por cuanto que la carencia de competencia territorial aún en el hipotético caso de producirse no determina la nulidad de lo actuado, art. 238.1 LOPJ) ha acordado la medida restrictiva de los derechos fundamentales ajustándose, prima facie, a lo prescrito en el art. 579.2 y 3 LECrim. para las intervención de las comunicaciones telefónicas, en el art. 302 LECrim. para la restricción de la publicidad de las actuaciones para la partes y en los artículos 546 y siguientes de la LECrim. para la entrada y registro. Se recurren las resoluciones motivadas dictadas en la fase de instrucción por Juez objetiva y funcionalmente competente acordando medidas de investigación que suponen una ingerencia en determinados derechos fundamentales de los afectados, en las que se pondera la necesidad y proporcionalidad de su adopción, sobre la base de la existencia de indicios de la comisión de delitos determinados inicialmente imputados a personas ciertas y en las que se establece tanto las concretas comunicaciones que se intervienen (números de teléfonos intervenidos en su caso) como la limitación temporal de la medida ingerencial (prórrogas de las intervenciones telefónicas y del secreto de las actuaciones) y el debido control judicial. Así las cosas, resulta improcedente examinar en esta instancia, como pretenden los recurrentes, a los efectos de declarar su nulidad, las resoluciones impugnadas en lo relativo a si el juicio de necesidad y proporcionalidad que contienen es adecuado, si los indicios atendidos son o no suficientes, si la motivación habilitante es la idónea y si el control judicial durante el desarrollo de la medida es el correcto o no. No procede porque entendemos que el resultado de dichas diligencias de investigación, será prueba o podrá serlo en la sede y lugar en que se éstas se practiquen, que lo es en el plenario tras superar el doble filtro de su proposición y admisión. Por tanto las diligencias de investigación sumarial cuestionadas podrán en su momento proponerse y utilizarse como prueba, y ésta es de valoración exclusiva y excluyente por la sala de enjuiciamiento, sin que el instructor pueda entrar a tomar en consideración qué parte del material probatorio se sustrae al conocimiento del órgano que va a enjuiciar. Insistimos, es el órgano de enjuiciamiento el que, si se cuestiona en el plenario la legalidad de una medida limitativa de derechos fundamentales, procederá a dar validez a las diligencias de entrada y registro, intervención de la correspondencia o intervención telefónica, ya que la ratificación de estas por el juez instructor es un acto irrelevante, pues serán el TSJ, la Audiencia Provincial o el juez de lo penal, en su caso, quienes deberán adoptar la decisión que estimen pertinente sobre la validez o nulidad de las medidas limitativas de derechos 8 fundamentales cuestionadas y cómo quedan afectados otros elementos de prueba obtenidos de una que es declarada nula. Por tanto y de conformidad con la jurisprudencia citada y con el criterio que esta misma Audiencia Provincial ha sostenido en anteriores ocasiones, procede la desestimación del motivo, dada la extemporaneidad del planteamiento de la pretensión de nulidad de las resoluciones y actuaciones judiciales impugnadas. SEGUNDO.- Interesa el recurrente, Enrique Ortiz, que se declare que la competencia para el conocimiento del presente asunto corresponde al Juzgado de Instrucción nº 6, a cuyas Diligencias Previas nº 1468/08 debe acumularse por conexidad delictiva. El motivo debe ser inadmitido. No nos encontramos ante una cuestión de competencia entre órganos judiciales de distintos partidos a dilucidar por el superior común jerárquico conforme a los artículos 19 y siguientes y 759 de la LECrim, sino de determinar el Juzgado que se entiende competente dentro del mismo partido judicial. Por ello lo procedentes hubiera sido el planteamiento de la cuestión al Juez Decano del partido judicial, que es a quien, conforme a lo dispuesto por el artículo 86 d) del Reglamento 1/2000, de 26 de julio, de los Órganos de Gobierno de Juzgados y Tribunales, aprobado por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial atañe la supervisión del reparto de asuntos y la resolución, con carácter gubernativo interno, de las cuestiones que se planteen. A mayor abundamiento, se observa que el Juzgado de Instrucción nº 5, dictó con fecha 11 de abril de 2011 Auto declarándose competente para la instrucción de las presentes diligencias. Ni en el recurso de reforma intentado por la representación de Enrique Ortiz, ni en el de apelación que se examina, se impugna expresamente dicho Auto. Por lo tanto dicha resolución es firme y no cabe contra ella recurso alguno. Ello no obstante y entendiendo que la petición de parte contenida en ambos recursos de que el Magistrado-Juez del Juzgado de Instrucción nº 5, decline su competencia a favor del Juzgado de Instrucción nº 6 en sus Diligencias Previas 1468/08 supone una impugnación implícita del Auto de 11/04/11 y que el referido Instructor resuelve sobre ella en el Auto de 14 de octubre de 2011, entraremos a resolver la cuestión planteada. Los delitos investigados en las Diligencias Previas nº 2690/10 del Juzgado de Instrucción nº 5 de Alicante y en las Diligencias Previas nº 1468/08 del Juzgado de Instrucción nº 6 de la misma capital, están parcialmente relacionados en dos extremos: personal y territorial pues en ambos resulta implicado Enrique Ortiz Selfa y ambos se refieren a una determinada zona de Alicante, identificada urbanísticamente con el nombre de Zona o 9 Plan Rabassa. No obstante decimos relativamente relacionados porque, mientras que los delitos investigados en las Diligencias Previas 2690/10 del Juzgado de Instrucción nº 5 son los de favorecimiento y aprovechamiento de información privilegiada por funcionarios y por autoridad (art. 418 CP, tráfico de influencias (art. 428 y 429 CP), cohecho (art. 424 CP), revelación de información privilegiada (art. 417 CP), asesoramiento ilegal (art. 441 CP) en relación con el Plan General de Ordenación Urbana de Alicante y en ellos aparecen implicados, además de Enrique Ortiz, Sonia Castedo, Luís Díaz , Jesús Quesada, Francisco Javier Gutiérrez, José Luis Castedo, Javier Llorens, José Cortina, Daniel Gil, José G. Bernabé, Manuela Carratalá, Carlos Parodi, Bernardo Campos, Aurelio González, Vicente Pérez, Ramón Salvador, Jorge Yacobi, José Climent, Juan Zurita y José Francisco León, en las Diligencias Previas 1468/08 del Juzgado de Instrucción nº 6 de Alicante se investigó un presunto tráfico de influencias (art. 429 CP) relacionado con el Plan de Actuación Urbanística a desarrollar conocido con el nombre de Plan Rabassa, planeamiento parcial anterior al PGOU de Alicante en elaboración, al que se refieren las D.P. 2690/10 y que implicaría a Enrique Ortiz, Rafael Gregory, José Joaquín Ripoll y otras dos personas integrantes de la Comisión Territorial de Urbanismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda dependiente de la Generalidad Valenciana. Se evidencia una importante disparidad en los hechos presuntamente delitos investigados y en los sujetos implicados que aconseja, su tramitación independiente. La actuación delictiva objeto de las Diligencias Previas nº 2690/10 del Juzgado de Instrucción nº 5 es la recogida en el informe del Ministerio Fiscal que obra al tomo 1, folios 9 a 54 de los autos, al que nos remitimos en evitación de inútiles reiteraciones. Los hechos investigados hacen referencia a la presunta facilitación de información privilegiada sobre el futuro PGOU de Alicante a Enrique Ortiz, lo que le permitiría la adquisición de terrenos valiosos para su futura recalificación y consiguiente revalorización (compra de suelo protegido para luego canjear por suelo urbanizable dentro del Plan), así como a las modificaciones (cambios de calificación del suelo) que los funcionarios y autoridades municipales responsables efectúan en dicho plan en beneficio del citado empresario y que afectan a distintos sectores de dicho PGOU: APA- 9 (UZA-4, SECTOR VISTAHERMOSA), Lomas del Garbinet, Zona del Rico Pérez, PAU-3 (UZA-5, SECTOR JESÚS MARÍA), Aguamarga UZO- 15 (Ciudad de la Economía), Foncalent, Pino- Ruaya, La Condomina (Torres de la Huerta), Rabassa, asesoramiento en lo referente a la remodelación del Estadio José Rico Pérez, todo ello a cambio de ciertas dádivas. Por tanto cuando actuaciones presuntamente delictivas como las que se acaban de describir 10 referentes al PGOU de Alicante, afecten a la zona conocida urbanísticamente como Plan Rabassa, al igual que cuando se refieran al resto de las citadas u otras que pudieran resultar de la investigación, deberán ser objeto de instrucción en las presentes diligencias previas nº 2690/10, por no poder ser desgajados de la presente causa ni ser juzgados con independencia. Carecería de sentido y se rompería la continencia de la causa, si actuaciones relativas al PGOU de Alicante, recayentes sobre la Zona de Rabassa se remitieran a otro juzgado. Ello podría propiciar, en su caso, una absolución por hechos delictivos relativos al Plan Rabassa, como parte del PGOU de Alicante y una condena por los afectantes al resto del PGOU de Alicante o a cualquiera de las restantes zonas que comprende, o a la inversa. Frente a ello tenemos los hechos presuntamente delictivos objeto de las Diligencias Previas nº 1468/08 del Juzgado de Instrucción nº 6 de Alicante, que son completamente distintos, consistiendo en las gestiones realizadas por Enrique Ortiz con Rafael Gregory y José Joaquín Ripoll, para conseguir que algún integrante de la Comisión Territorial de Urbanismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda de la Generalidad Valenciana, apoyara la viabilidad del proyecto urbanístico en la Zona de Rabassa del que Enrique Ortiz es promotor, en la reunión a celebrar el 27 de marzo de 2008. Ello porque dicha comisión en su reunión del 18 de marzo anterior había requerido del Ayuntamiento de Alicante la subsanación de las deficiencias observadas, relativas a la necesidad de garantizar una mayor protección del paraje conocido como las Lagunas de Rabassa y el suministro de agua potable en la zona. Finalmente la misma comisión territorial de urbanismo en su reunión de 27 de marzo de 2008, da el visto bueno al Plan citado, pero excluyendo del mismo las Lagunas de Rabassa que se declara suelo no urbanizable y quedando garantizado el suministro de agua potable por medio de la desaladora de Muchamiel. Como concluye el Magistrado de Instrucción nº 6 de Alicante en su auto de 17 de abril de 2008, no se encuentra indicio de irregularidad alguna en el acuerdo de la mencionada comisión territorial de 27 de marzo de 2008, pues se limita a resolver en coherencia con lo acordado en su anterior reunión de 18 de marzo de 2008. Por ello el Instructor de las Diligencias Previas 1468/08 procede en su auto de 6 de mayo de 2008 al sobreseimiento provisional de las actuaciones por no aparecer debidamente justificada la perpetración del delito objeto de las mismas. Tal y como concluye el Magistrado Juez del Juzgado de Instrucción nº 5 en el Auto recurrido, entre los hechos sobreseídos por el Juzgado de Instrucción nº 6 y los que son objeto de las presentes diligencias no existe identidad que justifique la inhibición por conexidad interesada al amparo del art. 17. 5 de la LECrim. 11 La existencia y resultado de la instrucción practicada en las Diligencias Previas 2690/10 del Juzgado nº 5 no proporciona ni aporta nuevos datos incriminatorios que afecten al sobreseimiento acordado en las Diligencias Previas 1468/08 del Juzgado de Instrucción nº 6 determinando la reapertura de las mismas, ni a la inversa, por referirse a hechos delictivos distintos, lo que evidencia la conveniencia de la instrucción independiente de ambas causas. Por todo ello procede la desestimación del recurso y la confirmación de la resolución impugnada. TERECERO.- Se declaran de oficio las costas de esta alzada. III – PARTE DISPOSITIVA LA SALA DECIDE: DESESTIMAR los recursos de apelación interpuestos por las representaciones procesales de Enrique Ortiz Selfa, Manuela Carratalá Ferrández, José Luís Castedo Ramos y Francisco Javier Gutiérrez Míguelez, así como los adheridos a los mismos, contra el Auto de 14 de octubre de 2011 dictado por el Juzgado de Instrucción nº 5 de Alicante, en sus Diligencias Previas nº 2690/10, CONFIRMANDO PARCIALMENTE dicha resolución en los extremos referentes a la declaración de extemporaneidad procesal de las peticiones de nulidad formuladas en los mismos y al mantenimiento de la competencia del referido Juzgado para la Instrucción de la presente causa, REVOCANDO el resto de los pronunciamientos en él contenidos relativos a las cuestiones de nulidad planteadas conforme se razona en el Fundamento de Derecho Primero de la presente resolución, con declaración de oficio de las costas de esta alzada. Notifíquese la presente resolución contra la que no cabe recurso conforme lo que establece el Art. 248.4 de la L.O.P.J. Dedúzcase testimonio de la presente resolución y remítase al Juzgado de su procedencia para su unión a los autos originales y del que se unirá otra al presente Rollo de Apelación. Así lo acuerdan y firman los Iltmos. Sres. Magistrados expresados al margen. Certifico. 12 DILIGENCIA.- Seguidamente se cumple lo acordado. Certifico. 13