C ONSULTAS 5. FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL. Permisos.— Concepto de «cambio de domicilio sin cambio de residencia» a efectos de permisos. Antecedentes.— Al efecto de conceder permiso por mudanza, ¿qué debe entenderse por «cambio de domicilio sin cambio de residencia»? ¿Pueden establecerse distancias mínimas en el caso de pueblos colindantes? Contestación.— El art. 48 de la Ley 7/2007, de 12 de abril (BOE del 13), del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), establece que se concederá per­ miso de un día por traslado de domicilio sin cambio de residencia. Esta norma, en principio, supone el desplazamiento de las normas autonómicas y, conforme la normativa actual, la pérdida de vigencia de los acuerdos sobre esta materia. En concreto, el Real Decreto-ley 20/2011, de 30 de diciembre (BOE del 31), de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público, se establece que «Desde la entrada en vigor de este Real Decreto-ley, quedan suspendidos y sin efecto los Acuerdos, Pactos y Convenios para el personal funcionario y laboral, suscritos por las Administra­ ciones Públicas y sus Organismos y Entidades, vinculados o dependientes de las mismas, en lo relativo al permiso por asuntos particulares, vacaciones y días adicionales a los de libre disposición o de similar naturaleza.» Podría ser discutible que el día de mudanza sea de similar naturaleza al día de asuntos propios; pero la interpretación más comúnmente aceptada es que debería equipararse y estarse a su regulación. En este sentido, el Minis­ terio de Hacienda dictó unos criterios interpretativos indicando que quedaban afectados todos aquellos permisos no subsumibles en otro tipo de permisos. Como, en este caso, existe un tipo de permiso específico por cambio de do­ micilio; como el art. 48 EBEP se pronuncia de manera imperativa diciendo que «los permisos de los funcionarios públicos serán los siguientes...»; y como este día podría asimilarse, aunque sea por un motivo concreto, a un día por asuntos propios; se podría entender que los acuerdos y pactos sobre esta materia no son hoy aplicables. Pero queda por decidir qué significa la frase de «cambio de domicilio sin cambio de residencia» que utiliza el art. 48 EBEP; porque, en el sentido ordinario de las palabras, tendemos a equipar estos dos conceptos. De manera que resi­ dencia y domicilio son considerados como sinónimos. Según la RAE, el domicilio es la morada fija y permanente, o lugar en que legalmente se considera esta­ blecido alguien para el cumplimiento de sus obligaciones y el ejercicio de sus derechos, o el lugar en que se reside; mientras que la residencia es la casa en que se vive, especialmente la grande y lujosa. Por tanto deberemos acudir a in­ tentar diferenciar jurídicamente estos dos conceptos. Y, a estos efectos, podemos tomar como referencia la Ley 22/2003, de 9 de julio (BOE del 10), Concursal, establece, refiriéndose a la movilidad geográfica, que no hay cambio de residen­ cia «siempre que el nuevo centro de trabajo se encuentre en la misma provincia que el centro de trabajo de origen y a menos de 60 kilómetros de éste, salvo que se acredite que el tiempo mínimo de desplazamiento, de ida y vuelta, supera el veinticinco por ciento de la duración de la jornada diaria de trabajo» (art. 64). Por tanto, entendemos que el permiso que establece el art, 48 EBEP por «cambio de domicilio sin cambio de residencia», hace referencia a que el nuevo domicilio lo sea en las inmediaciones del centro de trabajo, al menos en la misma localidad). Mientras que el cambio de re­ sidencia debería estar reservado a cambio de destino, a un traslado a otro municipio, que exija un desplazamiento tal que imposibilite el man­ tener el domicilio actual. Y, así, por cambio de localidad debe aceptarse cualquier cambio de municipio; sea cual sea la distancia entre ambos. © El Consultor de los Ayuntamientos Rev. 1/2014 15 C ONSULTAS Así, el Decreto legislativo 1/2008, de 13 de marzo (DOG de 13 de junio), por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de la función pública de Galicia, ha aceptado el cambio de domicilio sin cambio de residencia y establece un mejor derecho con la referencia al cambio de localidad, ya que establece que «se concederá «Por traslado de domicilio sin cambio de residencia, un día en la misma localidad y dos días si hay cambio de localidad. Si la unidad familiar está integrada por dos o más personas miembros, el permiso será de dos días sin cambio de localidad y de cuatro si existe cambio» (art. 76.1.b). 6. FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL. Selección y provisión.— Exposición de las fechas de ejercicios de selección. Antecedentes.— ¿Es correcto publicitar el plazo para la realización de los ejercicios de un proceso selectivo solo en el tablón de la entidad local si así se estableció en las bases de la convocatoria? Contestación.— En la Comunidad Valenciana, a la que pertenece el ayun­ tamiento consultante, la Ley 10/2010, de 9 de julio (DOCV del 14), de la Generalitat, de Ordenación y Gestión de la Función Pública, establece alguna norma en cuanto a los procesos selectivo. Pero, lógicamente, no entra en la determinación de cuál debe ser el procedimiento que debe establecerse para la fijación de los siguientes ejercicios de las pruebas de selección. Lo que se establece en el art. 52 es que «Las convocatorias y sus bases se publicarán en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana o en el boletín oficial correspondiente, y vinculan a la administración, a los órganos de selección y a las personas que participan en las mismas» (apartado 3º). Por tanto, es esto y no otra cosa lo que se debe publicar en el Boletín; salvo que alguna otra norma establezca la obligatoriedad de realizar esta publicación. En este sentido, se puede acudir al Decreto 33/1999, de 9 de marzo (DOCV de 20 de abril), del Gobierno Valenciano, por el que se aprueba el Reglamento de Selección, Provisión de Puestos de Trabajo y Carrera Administrativa del Personal comprendido en el Ámbito de Aplicación de la Ley de Función Públi­ ca Valenciana, donde se establece que «Los resultados de cada uno de los ejercicios, los sucesivos llamamientos y convocatorias, y en definitiva cualquier decisión que adopte el Tribunal de Selección y que deba conocer el personal aspirante hasta la finalización de las pruebas selectivas o, en su caso, la fase de concurso, se expondrán en los locales en donde se haya celebrado el ejercicio anterior o en los que se señalen en el último anuncio, bastando dicha exposición, en la fecha en que se inicie, como notificación a todos los efectos. El llamamiento para la sesión siguiente de un mismo ejercicio deberá realizarse con un plazo mínimo de antelación de doce horas, mientras que la convocatoria para un ejercicio distinto deberá respetar un plazo mínimo de cuarenta y ocho horas». Norma que no hace sino mantener el criterio del Real Decreto 364/1995, de 10 de marzo (BOE de 10 de abril), por el que se aprueba el Reglamento General de ingreso del personal al servicio de la Administración General del Estado y de provisión de puestos de trabajo y promoción profesio­ nal de los funcionarios civiles de la Administración General del Estado (art. 21), donde se dice que «Una vez comenzados los procesos selectivos no será obligatoria la publicación de los sucesivos anuncios de la celebración de las restantes pruebas en el “Boletín Oficial del Estado”. En dicho supuesto, estos anuncios deberán hacerse públicos por el órgano de selección en los locales donde se haya celebrado la prueba anterior con doce horas, al menos, de an­ 16 Rev. 1/2014 © El Consultor de los Ayuntamientos C ONSULTAS telación al comienzo de éste, si se trata del mismo ejercicio, o de veinticuatro horas, si se trata de uno nuevo». De manera que la legislación es clara al establecer que las fechas de los ejercicios de selección de empleados públicos se expondrán en los locales en donde se haya celebrado el ejercicio anterior o en los que se señalen en el último anuncio. En conclusión, si se han observado las normas de la convocatoria y se ajusta a la normativa reguladora de los procedimientos de selección, no se ha incum­ plido ninguna norma, se hayan enterado o no los aspirantes; los cuales, por otra parte, deben cumplir con el deber de diligencia que las bases demandaban. 7. HACIENDAS LOCALES.— Requisitos para la compensación de deudas. Antecedentes.— ¿Es posible compensar las deudas entre una entidad pública empresarial autonómica y el ayuntamiento? Contestación.— El art. 109 de la Ley 7/1985, de 2 de abril (BOE del 3), Regu­ ladora de las Bases del Régimen Local (LRBRL), establece que «La extinción total o parcial de las deudas que el Estado, las Comunidades Autónomas, los organismos autónomos, la Seguridad Social y cualesquiera otras entidades de Derecho público tengan con las entidades locales, o viceversa, podrá acordar­ se por vía de compensación, cuando se trate de deudas vencidas, líquidas y exigibles». Y, según el Código Civil «tendrá lugar la compensación cuando dos personas, por derecho propio, sean recíprocamente acreedoras y deudoras la una de la otra» (art. 1195) y «el efecto de la compensación es extinguir una y otra deuda en la cantidad concurrente» (art. 1202). La compensación de deudas consiste en la posibilidad de liquidar saldos deudores y acreedores cuando una misma persona es simultáneamente deu­ dora y acreedora de otra. Conforme al art. 1196 Código Civil, para que proceda la compensación, es preciso: 1.º Que cada uno de los obligados lo esté principalmente, y sea a la vez acreedor principal del otro. 2.º Que ambas deudas consistan en una cantidad de dinero, o, siendo fungibles las cosas debidas, sean de la misma especie y también de la misma calidad, si ésta se hubiese designado. 3.º Que las dos deudas estén vencidas. 4.º Que sean líquidas y exigibles. 5.º Que sobre ninguna de ellas haya retención o contienda promovida por terceras personas y notificada oportunamente al deudor. Vemos, pues, como la compensación como forma de extinción de deudas exige la existencia de un derecho de cobro y un derecho de pago respecto a créditos vencidos, líquidos y exigibles. © El Consultor de los Ayuntamientos Rev. 1/2014 17