NORTH AMERICA El Fondo Verde para el Clima Liane Schalatek, Heinrich Böll Stiftung y Smita Nakhooda, ODI 11 Información básica sobre financiamiento para el cambio climático noviembre 2012 L a puesta en funcionamiento del Fondo Verde para el Clima (FVC), cuyo instrumento regulador se adoptó en la 17.ª Conferencia de las Partes (COP 17) de Durban, Sudáfrica, ha tenido un comienzo lento pero prometedor este año. El acuerdo sobre el FVC fue un componente principal del “Paquete de Durban” y, sin este avance, la “COP africana” se habría considerado un fracaso. El FVC fue diseñado por un Comité de Transición (CT) en 2011, con el objetivo de convertirlo en el principal mecanismo multilateral de financiamiento para apoyar la acción sobre el clima en los países en desarrollo. El nuevo FVC será una institución legalmente independiente con su propia secretaría y el Banco Mundial será su administrador fiduciario provisional, aunque funcionará bajo la orientación de la COP y responderá ante ella. Desde enero de 2012, la Conferencia Marco de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (CMNUCC) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) han ejercido de secretaría provisional y han facilitado de manera proactiva la labor del fondo. El proceso de selección de países para ocupar los 24 puestos de la Junta del FVC con un número equivalente de representantes de países desarrollados y en desarrollo ha sido complejo. La Junta se ha reunido dos veces en 2012 y tiene previsto reunirse tres veces en 2013 para abordar las más de 50 tareas distintas que deben acometerse antes de que el FVC pueda desembolsar financiamiento. Su visión general y el “modelo de negocio” consiguiente son cuestiones fundamentales que necesitan decidirse. La personalidad jurídica del Fondo se establecerá mediante un tratado con Corea del Sur, que ganó el concurso para ser la sede del FVC. El mayor desafío del FVC consistirá en obtener financiamiento adecuado y sustenable. De otro modo, se puede ver reducido a una estructura muy bien definida, pero ampliamente desprovista de contenido. Para demostrar un verdadero compromiso político y asegurar la viabilidad del FVC son necesarios considerables compromisos de contribución al financiamiento para el clima a largo plazo. Descripción general Un componente esencial del conjunto de medidas acordadas en la COP 17 celebrada en Durban, Sudáfrica, fue la decisión de la COP de adoptar un instrumento para regular el FVC, así como un calendario de plazos para un proceso de transición hasta la COP 19. Un nota introductoria del instrumento regulador aclara en parte las cuestiones polémicas que frenaron una decisión sobre el FVC hasta las últimas horas de las negociaciones de Durban. Sin dicha decisión, la “COP africana” de Sudáfrica se habría tenido que considerar probablemente un fracaso. En esta nota se describen algunos de los aspectos principales del instrumento regulador del FVC y sus implicaciones, las decisiones adoptadas por la Junta en sus primeras dos reuniones en 2012. En la COP de Copenhague de 2009, se concibió el FVC como el principal mecanismo de financiamiento multilateral para apoyar medidas relacionadas con el clima en los países en desarrollo, y las Partes se comprometieron a movilizar US$100 000 millones de financiamiento a largo plazo para el año 2020. Aunque aún no está claro qué volumen de financiamiento se va a canalizar a través del FVC, podría llegar a manejar decenas de miles de millones de dólares al año. Esta cantidad sería significativamente mayor que los US$7000 millones comprometidos para los Fondos de Inversión en el Clima, los fondos multilaterales sobre el clima más cuantiosos en la actualidad, o el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, la fuente más antigua de financiamiento para el clima. Se supone que el FVC también va a canalizar “una proporción significativa de la nueva financiación multilateral para la adaptación”, que sufre una escasez estructural de fondos en el marco de la actual arquitectura mundial del financiamiento para el clima. El FVC será una de las entidades encargadas del funcionamiento del mecanismo financiero de la Convención con arreglo al artículo 11 y “rendirá cuentas y funcionará bajo la orientación de la COP”. Aunque en la decisión de Durban sobre el FVC se subrayó la necesidad de “un proceso de reposición de recursos pronto y adecuado”, basado en contribuciones voluntarias. La cuestión del financiamiento a largo plazo y su origen sigue sin resolverse y está atada a la necesidad de mayor claridad en cuanto a cómo asegurar financiamiento climático a largo plazo. Acuerdo sobre este tem no fue posible en Durban; al contrario se adoptó solamente el compromiso de un programa de talleres para explorar opciones y aportar información para las deliberaciones de la COP 18. Queda por verse si este proceso ha contribuido a dar momentum e impulso a la adopción de nuevos compromisos. Promesas financieras substanciales al FVC (aparte de costos administrativos) son necesarias si el FVC se convertirá en algo más que una articulada estructura desprovista de contenido. El proceso de diseño del FVC y la decisión de la COP La decisión de establecer el FVC formó parte de los Acuerdos de Cancún adoptados en la COP 16 en Cancún, México, en 2010, en la que también se creó un Comité de Transición (CT) –compuesto de 25 representantes de países en desarrollo y 15 de países desarrollados– dedicado a elaborar recomendaciones para el diseño de la COP 17 de Durban. En la primera fase del proceso del CT se puso de manifiesto que los países desarrollados y en desarrollo tenían visiones muy distintas de las funciones, el mandato, el alcance y las capacidades operativas del futuro FVC. A lo largo de todo el proceso del CT, los países en desarrollo habían ahondado en su idea de un FVC con una capitalización cercana a los US$100 000 millones anuales para 2020. Se financiaría principalmente mediante contribuciones públicas nuevas, adicionales, previsibles y adecuadas de los países desarrollados, en cumplimiento de sus “responsabilidades comunes pero diferenciadas”, conforme a la CMNUCC. Consideraron que el FVC debería permitir el acceso directo simplificado al financiamiento. Es más, el Fondo debía tener su propia personalidad jurídica y una fuerte relación de rendición de cuentas con la COP. Por el contrario, los países desarrollados esbozaron un diseño del FVC poco vinculado con la COP y los principios y mandatos de la CMNUCC. El financiamiento público limitado se usaría principalmente para catalizar y movilizar inversiones del sector privado. La contribuciones privadas tendrián un rol central de ayudar a países en desarrollo en su respuesta al cambio climático. El financiamiento del FVC se basaría en resultados medibles y comprobables, siempre que los organismos encargados de la ejecución cumplan las normas fiduciarias más estrictas. Estas opuestas posiciones no pudieron reconciliarse en el seno del CT, que remitió un proyecto de instrumento regulador no consensuado para su aprobación por la COP 17. Como consecuencia de ello, esta cuestión volvió a tratarse en las dos primeras reuniones del FVC en 2012 durante las discusiones relacionadas con el “modelo de negocio” y la visión del Fondo. Es necesario hacer una elección fundamental entre un modelo de negocio 2 “mayorista” en el que el FVC podría canalizar grandes cantidades de financiamiento a través de los fondos y los organismos existentes o un modelo “minorista” en el que gestiona el financiamiento directamente. La elección del modelo tiene consecuencias importantes sobre el tamaño de la Secretaría del FVC y su presupuesto administrativo. El instrumento regulador del FVC y su puesta en funcionamiento En ocho breves páginas, el instrumento regulador sólo describe el marco amplio y la dirección general para la puesta en funcionamiento del FVC. Todavía quedan por decidirse muchos detalles por la nueva Junta del FVC, que ha empezado a tratar nuevas normas de procedimiento en sus primeras dos reuniones en Ginebra y Songdo en 2012. Esto hace que la Junta tenga mucha flexibilidad y una enorme responsabilidad. Algunas de las principales cuestiones y disposiciones se enumeran a continuación: Objetivos y principios rectores: El objetivo del FVC es promover un “cambio de paradigma en favor de procesos de desarrollo con bajos niveles de emisión de carbono, mediante el apoyo a países en desarrollo para que limiten o reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero y se adapten a los impactos del cambio climático”. La aplicación de este objetivo visionario será el eje de la labor de la Junta en 2013. El instrumento regulador también reconoce la necesidad de que las actividades del FVC promueva al mismo tiempo “beneficios secundarios ambientales, sociales, económicos y de desarrollo, y adoptando una perspectiva de género” en todas las actividades sobre el clima. Con su referencia a una perspectiva de género en todas sus actividades de financiamiento, así como los llamamientos a procurar un equilibrio de género en la Junta del FVC (lo cual se incumple ampliamente con la composición actual de la Junta) y el personal de la Secretaría, el FVC es el primer fondo especializado en el clima que incluye consideraciones de género desde el principio. La Junta todavía tiene que demostrar cómo va a incorporar una perspectiva de género a todo su plan de trabajo. Sin embargo, no se hace una referencia explícita a las consideraciones de equidad, junto con los principales objetivos reconocidos del Fondo de eficiencia y eficacia. Estructura de gestión de gobierno: La selección de 12 miembros de la Junta para representar a los países desarrollados y 12 para los países en desarrollo (con puestos específicos para los países menos adelantados y los pequeños estados insulares en desarrollo) resultó sumamente polémica en ambos grupos, lo que provocó un retraso de cuatro meses en la convocatoria de la primera reunión de la Junta del FVC. En la primera reunión, celebrada en agosto de 2012 en Ginebra, Suiza, la nueva Junta decidió acelerar el proceso de establecimiento de una secretaría totalmente independiente encabezada por un secretario ejecutivo, que se elegiría mediante un proceso transparente basado en el mérito con bastante antelación a la COP 19. Mientras tanto, una secretaría temporal, compuesta principalmente por expertos técnicos de la CMNUCC y el FMAM, está apoyando a la Junta, y los dos copresidentes de la Junta, de Sudáfrica y Australia, ejercen conjuntamente de secretarios ejecutivos provisionales. Se decidió que el Banco Mundial actuara de depositario provisional hasta la primavera de 2015. Es posible que su función no sea permanente, ya que la decisión publication title publication title publication title: subtitle subtitle subtitle final sobre el depositario se adoptará mediante un proceso de licitación abierto y competitivo. Relación del FVC con la CMNUCC y la COP: El FVC se define ahora como una entidad operativa del mecanismo financiero de la CMNUCC “que responderá ante la COP y funcionará bajo su orientación”. Actualmente, el instrumento regulador dispone que la Junta presentará informes anuales y tomará medidas en respuesta a las orientaciones de la COP acerca de sus programas, políticas y prioridades. Se trata esencialmente del modelo del FMAM, basado en un memorando de entendimiento con la COP. Acuerdos en leguaje e interpretación han sido contenciosos, y ha sido un tema difícil en las primeras dos reuniones. Para algunos países receptores, la relación no es tan estrecha, mientras que para algunos países contribuyentes la relación es demasiado cercana En su segunda reunión, la Junta aprobó un informe de sus actividades que se someterá a la consideración de la COP 18 en Doha. Por su parte, la COP puede ofrecer orientaciones específicas a la Junta del FVC acerca de su programa de trabajo. Personalidad jurídica: Tanto el instrumento regulador como la nota introductoria explican que el FVC tendrá su propia personalidad jurídica y capacidad legal, un exigencia fundamental de los países en desarrollo que quieren evitar que el FVC esté bajo los auspicios de una institución existente. La personalidad jurídica es un prerrequisito importante para que el FVC pueda ofrecer algo más que financiamiento en forma de donaciones. La capacidad de otorgar dicha personalidad fue un criterio fundamental para la Junta en el proceso de selección de la sede del FVC: un proceso que se inició con la formación de un comité de selección en la primera reunión de la Junta en Ginebra, con el fin de evaluar a los países candidatos, y concluyó con rondas de eliminación mediante votación secreta en la segunda reunión de la Junta en Songdo, Corea del Sur, en octubre, donde este país resultó ganador. México, Namibia, Suiza, Polonia y Alemania también presentaron su candidatura para la sede del FVC. A principios de 2013, una vez que la COP 18 en Doha confirme la selección de la sede, se empezará a trabajar en el acuerdo con el país anfitrión. Corea del Sur ha prometido que podrá otorgar personalidad jurídica al FVC mediante una ley parlamentaria en un plazo de nueve meses. Modalidades de funcionamiento: El FVC comenzará solamente con ventanillas de financiamiento para adaptación y mitigación, aunque la Junta mantiene la flexibilidad para agregar otras. Entre las posibles opciones estarían una ventanilla para REDD+, transferencia de tecnología o un fondo de pequeñas donaciones. Se usarán donaciones, préstamos en condiciones concesionarias y otros instrumentos financieros, a aprobar por la Junta. Aunque tanto la nota introductoria como el instrumento regulador disponen que la Junta equilibre las asignaciones entre la mitigación y la adaptación, el texto de la decisión no especifica cómo se definirá el equilibrio de la asignación en el marco del FVC. Como ocurre con el Fondo de Adaptación del Protocolo de Kyoto, permitirá que los países receptores tengan acceso directo a través de organismos ejecutores nacionales acreditados, aunque también a través de actores subnacionales en los países en desarrollo. Tendrán que cumplir normas fiduciarias estrictas, lo que plantea la cuestión acerca del tipo de financiamiento para el fortalecimiento de la capacidad necesario para ayudar a los países en desarrollo a crear y acreditar estos organismos, y si el FVC deber aportar dicho financiamiento. La experiencia del Fondo para Adaptación señala la gran necesidad de asistencia para desarrollar dichas capacidades. Algunos países representados en la Junta están promoviendo que el FVC dé especial prioridad al desarrollo de la capacidad y el apoyo a las “actividades de preparación” para gestionar el financiamiento para el clima. También se puede acceder a los fondos del FVC a través de agencias multilaterales acreditadas, como los bancos multilaterales de desarrollo y los organismos de la ONU, conforme a las prácticas dominantes de los fondos multilaterales para el clima existentes. También está claro que los bancos nacionales de desarrollo desempeñarán alguna función. El papel del sector privado: El FVC contará con un mecanismo para el sector privado, que permitirá el financiamiento directo e indirecto de actividades del sector privado por el FVC, una prioridad de muchos países desarrollados. Teniendo en cuenta sus restricciones financieras internas, los países industrializados quieren que su apoyo financiero al FVC movilice y atraiga inversiones del sector privado. Esto se considera una función “transformadora” esencial del financiamiento del FVC. Adicionalmente, países desarrollados ven complicada la acción de movilizar grandes cantidades de finanzas públicas en tiempos de austeridad fiscal, lo que hace que aumente su interés de catalizar la inversión privada. En contraste, muchos países en desarrollo consideran el apoyo del financiamiento público como la principal fuente de financiamiento del FVC, y que el sector privado sólo tiene un papel complementario catalizador. Plantearon su preocupación acerca de la compatibilidad de las actividades del sector privado con las prioridades nacionales. Con el fin de asegurar la implicación de los países –un principio rector de la gestión de gobierno del FVC-- los países podrán revisar los proyectos propuestos del sector privado y decidir si tienen objeciones, lo que otorga a un país receptor la autoridad de facto de vetar actividades comerciales que considere incompatibles con las políticas nacionales sobre el clima o incluso su soberanía. Se establecerán autoridades nacionales designadas para que ejerzan este papel, aunque queda por ver qué funciones concretas terminarán teniendo estas instituciones en la práctica. La puesta en funcionamiento del mecanismo para el sector privado, una cuestión fundamental para los países más desarrollados, será una de las primeras prioridades del trabajo de la Junta en 2013. Seguimiento, evaluación, transparencia y rendición de cuentas: La Junta del FVC hará un seguimiento del impacto, la eficacia y la eficiencia de su financiamiento mediante el desarrollo de un marco de medición de resultados. La labor del Fondo también está sometida a examen periódico mediante el establecimiento de una unidad de evaluación independiente del FVC, que informará directamente a la Junta (de manera similar a las unidades de evaluación del Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo) y compartirá también sus informes con la COP. Además, la junta tendrá varios mecanismos de rendición de cuentas, incluida una unidad independiente contra fraude y otra que se encargará de quejas relacionadas al funcionamiento del fondo. Dicho mecanismo de quejas permitirá que personas afectadas por el proyecto apelen cualquier decisión de financiamiento 3 que resulte en consecuencias negativas para estos individuos. La forma exacta de funcionamiento de estos mecanismos se decidirá en 2013. Adicionalmente, la COP tendrá la autoridad para encargar una evaluación independiente fuera del FVC, que evaluará el desempeño general del Fondo, incluso el de su Junta. Una cuestión clave será el nivel de transparencia del fondo, incluso para el público. La transparencia puede fomentar la eficiencia en la toma de decisiones y fortalecer la rendición de cuentas, especialmente para las partes interesadas públicas. Todavía no se han acordado los aspectos específicos de las prácticas de divulgación de información del FVC, pero hay razones de peso para adoptar las buenas prácticas desarrolladas inicialmente por otros fondos, como poner a disposición del público la documentación principal sobre preparativos y decisiones, y retransmitir por internet los procedimientos generales. La traducción de los principales documentos a otros idiomas oficiales de las Naciones Unidas, además del inglés, también puede contribuir a fomentar una participación más inclusiva, como en el caso de los miembros de la Junta que representan a países en desarrollo. Normas y salvaguardias: A insistencia de los países industrializados, la Junta del FVC decidirá normas fiduciarias inspiradas en las prácticas óptimas que abarquen todas las actividades y entidades relacionadas con el financiamiento del FVC, como las entidades multilaterales y nacionales encargadas de la ejecución. Con el fin de abordar la preocupación de los países en desarrollo sobre la posibilidad de que las normas fiduciarias demasiado estrictas impida que los países receptores accedan directamente al financiamiento del FVC, se supone que el Fondo va a apoyar el fortalecimiento de las capacidad en los países receptores cuando sea necesario. La Junta también tiene que acordar y adoptar principios de prácticas óptimas en relación con las salvaguardias ambientales y sociales, que se aplicarán a todos los proyectos financiados por el FVC, incluso los ejecutados por entidades nacionales. Como en el caso de las normas fiduciarias, el Fondo promoverá las capacidades de las entidades nacionales encargadas de la ejecución para que cumplan el conjunto de salvaguardias adoptadas. La definición de las “prácticas óptimas” será esencial para que el Fondo recabe respaldo político entre los países tanto desarrollados como en desarrollo, pero también es importante para las partes interesadas no gubernamentales. Aportaciones y participación de las partes interesadas y los observadores: En el documento que regula el FVC, las partes interesadas se definen generalmente como “los agentes del sector privado, las organizaciones de la sociedad civil, los grupos vulnerables, las mujeres y los pueblos indígenas”. Pueden hacer aportaciones y participar en el diseño, el desarrollo y la aplicación de las estrategias y las actividades financiadas por el FVC. El instrumento regulador también dispone la inclusión de dos representantes de la sociedad civil y dos representantes del sector privado en calidad de observadores en la Junta del FVC. En el caso de otros fondos multilaterales, los observadores activos pueden intervenir cuando surgen cuestiones, sugerir puntos del temario de las reuniones de la Junta y solicitar la opinión de expertos en los debates de la Junta, pero no votan las decisiones. Sin embargo, la Junta tendrá que decidir en 2013 los mecanismos concretos que permiten la intervención y la participación de observadores formales y partes interesadas en general, y el alcance de 4 dicha participación. La experiencia de las dos primeras reuniones indica que, en principio, la Junta del FVC acoge con beneplácito la interacción con partes interesadas en sus reuniones; pero es posible que algunos miembros de la Junta se muestren reticentes a otorgar acceso formal y derechos de participación generales, en tanto en cuanto no se aclaren y fortalezcan los derechos y la participación de los miembros alternos y los asesores en los procedimientos de la Junta. Está cuestión preocupa de manera especial a muchos países en desarrollo, mientras que los países desarrollados temen que la inclusión de demasiados miembros alternos y asesores puede hacer que los países en desarrollo tenga una mayor presencia en la Junta, por encima del marco de gobierno previsto con 12 representantes de cada conjunto de países. Será crucial que la Junta del FVC no se quede a la zaga de las prácticas óptimas existentes en términos de participación de las partes interesadas, como por ejemplo la asistencia al proceso de autoselección de representantes de la sociedad civil. El apoyo y la participación constantes de las partes interesadas serán esenciales para la legitimidad y el éxito a largo plazo del FVC. Las reuniones y el plan de trabajo de la Junta del FVC En su primera reunión, celebrada en agosto de 2012 en Ginebra, la nueva Junta se hizo cargo formalmente y dejó claro que iba a dominar el proceso de plena puesta en funcionamiento del Fondo. La Junta afirmó su intención de actuar como un foro eficiente de toma de decisiones, más que un organismo de negociación política. Es probable que está resolución se ponga a prueba en 2013, cuando la Junta aborde el ambicioso plan de trabajo que aprobó en su segunda reunión, que da prioridad a muchas cuestiones controvertidas. El primer punto del programa de trabajo es el modelo de negocio para el FVC. Esto conlleva decidir entre un modelo mayorista o minorista para la entrega de fondos, y el conjunto de instrumentos financieros que se van a usar (y tomar una decisión acerca de la cantidad de financiamiento público y privado adicional que deben movilizar). También será necesario decidir acerca de la complementariedad del FVC con otros canales de financiamiento para el clima y la relación con los organismos temáticos de la CMNUCC. Como se ha mencionado, la puesta en funcionamiento del mecanismo para el sector privado del FVC es una prioridad para muchos: es necesario acordar su estructura (lo que incluye si debe gestionarse por separado). Algunos países han sugerido la estructura de la Corporación Financiera Internacional, el organismo del Banco Mundial especializado en el sector privado, como un posible modelo. Es probable que estas discusiones sean bastante controversiales. Hay que tomar toda una serie de decisiones sobre las modalidades de acceso al fondo, como las opciones para acceder a él, y qué entidades tendrán derecho a acceder a financiamiento (y los criterios que deben cumplir). Esto plantea una serie de cuestiones legales relacionadas con las responsabilidades respectivas del Fondo y los organismos encargados de ejecutar sus proyectos. Además, será necesario avanzar en la visión del fondo y el marco de resultados consiguiente para el seguimiento y la evaluación del impacto. Está por ver la eficacia de la Junta como organismo encargado de la toma de decisiones: tiene por delante una labor compleja, y tendrá que encontrar maneras creativas y eficientes de extender su capacidad para lograr resolver cualquier cuestión, por ejemplo, usando interacciones electrónicas para la consulta y la aclaración de cuestiones entre las reuniones, o dando tareas específicas de redacción, evaluación o selección a un comité o un equipo de los miembros de la Junta. Estas discusiones deben enmarcarse mediante un proceso de movilización de recursos para el Fondo. Algunos países desarrollados han indicado que deberían estar en disposición de comprometer fondos al FVC para finales de 2013, cuando se haya avanzado más en las cuestiones sustantivas. Sin embargo, para poder avanzar seriamente es necesaria una aportación seria de dinero. Paralelamente, es necesario acordar modalidades de apoyo a las actividades de preparación (especialmente durante el período hasta la plena puesta en funcionamiento del FVC en 2013). No hay un plazo límite para la entrega de contribuciones financieras al Fondo. En un plazo inmediato, el FVC no dispone de suficiente financiamiento para cubrir siquiera su presupuesto administrativo de US$7,5 millones para 2013. Una serie de países, como Corea del Sur, Dinamarca, Noruega, Australia, Finlandia, Países Bajos y Alemania, ha adoptado compromisos de financiamiento y realizado contribuciones para este fin por un total de US$6,1 millones, de los cuales se habían recibido US$2,9 a finales de septiembre de 2012. Algunos países también han aceptado el uso del financiamiento restante del proceso del CT en 2011 para cubrir el presupuesto administrativo del FVC. Estos compromisos de contribución tienen que concretarse rápidamente, y es necesario que otros países desarrollados sigan rápidamente. Además de las contribuciones para la puesta en marcha, también es necesario que los países industrializados indiquen en términos generales y con compromisos más sustanciales cuánto están dispuestos a contribuir al FVC a medio y largo plazo, como parte de su promesa de aumentar el nivel de financiamiento a largo plazo para el clima a US$100 000 millones anuales para 2020, y con el fin de convertir al FVC en el principal instrumento para el cumplimiento de esta promesa. Cuadro 1: Financiamiento actual del FVC País Comprometido Depositado Financiamiento (miles de US$) (miles de US$) restante del CT (miles de US$) Australia 513 Dinamarca 867 Finlandia 646 Alemania 1,014 Corea 2,099 Países Bajos 286 513 254 282 2,099 286 Noruega 337 España 92 Suiza Reino Unido Estados Unidos 80 648 275 Nota: * indica prenda nueva en la segunda reunión Consejo GCF en Songdo, Corea del Sur Fuente: Documento GCF/B.02-12/06/Rev.01, Presupuesto Administrativo de la formación bruta de capital, y el autor señala Referencias Sitio web de Climate Funds Update: www.climatefundsupdate.org (datos consultados en agosto de 2012). Sitio web del Fondo Verde para el Clima: www.gcfund.net. Fondo Verde para el Clima (2011). Instrumento regulador del Fondo Verde para el Clima. http://gcfund.net/fileadmin/00_customer/documents/pdf/GCF-governing_instrument-120521-block-LY.pdf. Schalatek, L. (2012). Taking charge: At is first meeting, the GCF Board lays the groundwork for the functioning of the Board. Heinrich Böll Stiftung North America. http://www.boell.org/web/140-_Ecology_ClimateFinance_TakingCharge.html. Schalatek, L. (2012). Inching forward: the GCF Board’s second meeting and the nitty-gritty of GCF operationalization. Heinrich Böll Stiftung North America. http://www.boell.org/web/140.html. Los documentos de información básica sobre financiamiento para el clima se basan en los datos de Climate Funds Update y están disponibles en inglés, español y francés en www.climatefundsupdate.org Overseas Development Institute 203 Blackfriars Road | London | SE1 8NJ | UK Tel:+44 (0)20 7922 0300 Heinrich Böll Stiftung North America 1432 K Street | NW | Suite 500 Washington | DC 20005 | USA Tel:+1 202 462 7514