Descargar - Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo

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BOLETÍN DE
ECONOMÍA
LABORAL
40
Año 12
Agosto 2008
Uso del tiempo e inequidades de género
en el trabajo remunerado y doméstico en
Lima Metropolitana
©MINISTERIO DE TRABAJO Y PROMOCIÓN DEL EMPLEO
MANUELA GARCIA COCHAGNE
Ministra de Trabajo y Promoción del Empleo
JAVIER ALBERTO BARREDA JARA
Viceministro de Promoción del Empleo y Capacitación Laboral
ENRIQUE ANTONIO PAIVA VENERO
Viceministro de Trabajo
IVÁN ENRIQUE SÁNCHEZ GONZÁLES
Secretario General
TOMAS FLORES NORIEGA
Director Nacional de Promoción del Empleo y Formación Profesional
TATIANA VELAZCO PORTOCARRERO
Coordinadora del Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
EQUIPO TÉCNICO DEL PEEL
NATALIA CABRERA AMARO
Especialista
VICENTE CORZO VALDIGLESIAS
Especialista
2
ÍNDICE
Introducción ......................................................................................................................... 5
1. Antecedentes................................................................................................................... 6
1.1 Marco normativo internacional ................................................................................... 6
1.2 Marco normativo nacional .......................................................................................... 9
1.3 Experiencias en Encuestas de Uso del Tiempo (EUT) en otros países................... 10
a. Experiencias en América Latina.............................................................................. 11
b. Resumen comparativo de los resultados en América Latina .................................. 11
2. Marco conceptual .......................................................................................................... 14
2.1 División sexual del trabajo........................................................................................ 14
2.2 Definición y medición del trabajo.............................................................................. 15
2.3 La reconceptualización de la noción de trabajo ....................................................... 17
2.4 Naturaleza del trabajo doméstico y el debate entorno al mismo.............................. 18
2.5 Impacto del trabajo doméstico sobre el desarrollo de los individuos ....................... 20
2.6 Impacto del trabajo doméstico en el ámbito familiar ................................................ 21
3. Resultados del módulo Uso del Tiempo ........................................................................ 22
3.1 Indicadores de empleo diferenciados por sexo ........................................................ 22
3.2 Resultados generales del módulo Uso del Tiempo (UDT) ....................................... 25
3.3 Los resultados del Uso del Tiempo, según países................................................... 27
3.4 La relación trabajo remunerado-trabajo no remunerado: Inequidades de género ... 29
3.5 El ciclo vital de mujeres y hombres frente al trabajo remunerado y no
remunerado .................................................................................................................... 34
3.6 El uso del tiempo de mujeres y hombres: Tipología de los hogares y ciclo vital de
las familias...................................................................................................................... 37
3.7 El uso del tiempo de mujeres y hombres: Caracterización de la PEA ocupada y
desocupada .................................................................................................................... 44
3.8 Valorización del trabajo doméstico: Una aproximación............................................ 49
a. Consideraciones para la valorización económica ................................................... 50
b. La estimación en términos económicos .................................................................. 51
4. Conclusiones ................................................................................................................. 56
Bibliografía......................................................................................................................... 58
ANEXOS............................................................................................................................ 59
I. Glosario de términos....................................................................................................... 59
II. Precisiones sobre el módulo del Uso del Tiempo.......................................................... 64
III. Información estadística complementaria ...................................................................... 65
3
Siglas y abreviaturas
CEA
CEDAW
CEPAL
EUT
INEGI
INEI
MIMDES
MTPE
OIT
ONU
PBI
PEA
PEEL
PET
SCN
TFNR
UDT
Conferencia Estadística de las Américas
La Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer
Comisión Económica para América Latina y el Caribe
Encuesta de Uso del Tiempo
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (México)
Instituto Nacional de Estadística e Informática
Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo
Organización Internacional del Trabajo
Organización de las Naciones Unidas
Producto Bruto Interno
Población Económicamente Activa
Programa de Estadísticas y Estudios Laborales
Población en Edad de Trabajar
Sistema de Cuentas Nacionales
Trabajo Familiar No Remunerado
Uso del Tiempo
4
Introducción
Las Encuestas sobre el Uso del Tiempo (EUT) permiten conocer los aspectos menos
“visibles” del trabajo cotidiano de mujeres y hombres. En particular, brindan
información que permite cuantificar las desigualdades de género en las cargas de
trabajo total y en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.
El presente informe tiene como insumo la información recogida en el Módulo Uso del
Tiempo, incorporado por primera vez en la Encuesta de Hogares Especializada en
Niveles de Empleo entre agosto y octubre del año 2008.
El objetivo del estudio es presentar los resultados de la aplicación del Módulo Uso del
Tiempo y comprobar la desigual distribución del tiempo asignado a las actividades
domésticas entre mujeres y hombres. Asimismo, los resultados podrán evidenciar el
principal conflicto entre trabajo y familia que enfrenta la población femenina: el tiempo
que destina al trabajo remunerado y al doméstico, dado que el desarrollo de un tipo de
trabajo impide la dedicación al otro.
Para determinar la importancia del trabajo doméstico, considerado como no
productivo, se realizará una estimación de su valor económico y cuanto se estaría
dejando de contabilizar en la medición del Producto Bruto Interno, a fin de ponerse a
consideración en la medición de las Cuentas Nacionales.
En la primera sección del documento se presentarán los antecedentes normativos
(internacionales y nacionales) y las experiencias en cuanto a este tipo de encuestas en
otros países, con la finalidad de exponer la situación actual de las EUT con énfasis en
las experiencias en países de América Latina.
En la segunda sección se profundiza en los aspectos teóricos y conceptuales sobre la
división sexual del trabajo, la definición y medición convencional del trabajo y su
reconceptualización, el trabajo doméstico no remunerado y el debate en torno al
mismo.
En la tercera sección se presentan los resultados obtenidos, inicialmente se hace un
comparativo entre los resultados en la aplicación de EUT en otros países de Latino
América. Seguido a ello se describe la metodología empleada para las estimaciones
realizadas, que responden, en primer lugar a variables individuales (sexo y rangos de
edad) y a la división de la carga total de trabajo (trabajo remunerado y no
remunerado). Asimismo, se analizan variables con un enfoque familiar.
Finalmente, se realiza una aproximación del valor económico del trabajo doméstico o
no remunerado y su contribución al producto bruto interno, en términos de cantidad
(horas de trabajo doméstico) y de precio (pago por hora en ocupaciones equivalentes).
5
1. Antecedentes
La celebración de conferencias mundiales sobre la situación de la mujer, auspiciadas
por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde mediados de los años 70,
ha jugado un papel decisivo en la aceptación institucional de la investigación sobre
trabajo de las mujeres y en la internacionalización del debate. Algunos países de
América Latina han efectuado avances en este aspecto realizando Encuestas sobre el
Uso del Tiempo con diversos objetivos, todos ellos desarrollados dentro del marco
normativo internacional y nacional respectivo, el cual se presenta de manera resumida
a continuación.
1.1 Marco normativo internacional
La Convención sobre la eliminación
discriminación contra la mujer (CEDAW)
de
todas
las
formas
de
Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1979, suele describirse
como un proyecto de ley internacional sobre los derechos de la mujer. Establece las
bases para lograr la igualdad entre mujeres y hombres asegurando un acceso
equitativo de ambos a la vida política y pública (y la igualdad de oportunidades al
respecto), así como a la educación, la salud y el empleo.
La CEDAW reformula el tema de los derechos de la mujer como un problema de
acceso a la salud, la educación, los bienes económicos, la tierra, los créditos y los
recursos naturales, pero también el trabajo remunerado y la representación política.
Por tanto, establece un concepto más integral de igualdad, que es tanto formal como
sustantivo1.
Al ratificar la Convención, los Estados se comprometen legalmente a adoptar una serie
de medidas para poner fin a la discriminación contra la mujer en todas sus formas, las
que incluyen:
• Incorporar el principio de igualdad entre mujeres y hombres en sus sistemas
jurídicos, abolir todas las leyes discriminatorias y adoptar leyes adecuadas que
prohíban la discriminación contra la mujer;
• Establecer tribunales y otras instituciones públicas para asegurar la protección
efectiva de la mujer contra la discriminación; y
• Asegurar la eliminación de todos los actos de discriminación contra la mujer por parte
de personas, organizaciones o empresas.
1
La igualdad formal (o igualdad de jure) implica la igualdad de trato por ley en términos de
procedimientos, y se refiere a la condición jurídica de las mujeres y de los hombres en la sociedad. Por su
parte, la igualdad sustantiva (o igualdad de facto), se refiere a la igualdad de resultados el que implica un
principio de no discriminación (tanto directa como indirecta), y se refiere a la posibilidad real de mujeres y
hombres de disfrutar esos derechos.
6
Plataforma de Acción de Beijing: Cuarta Conferencia Mundial sobre la
Mujer (1995)2
En 1995, se celebró en Beijing la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Dicha
conferencia dio lugar a una Declaración suscrita por todos los gobiernos participantes,
entre ellos Perú, y a una Plataforma de Acción, que marcó significativamente el
camino hacia la igualdad de género.
La Declaración de Beijing y la Plataforma de Acción aboga por un concepto más
amplio de la igualdad de género y centra sus objetivos generales en la potenciación de
la “autonomía de todas las mujeres”. El Plan de Acción establece doce áreas3
fundamentales en las que se sitúan los principales obstáculos que impiden el adelanto
de la mujer.
En el año 2000 se celebró en Nueva York el vigésimo tercer período extraordinario de
sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas con el propósito de revisar
los avances alcanzados en la aplicación de la Declaración y la Plataforma. Con objeto
de preparar la celebración de “Beijing+5”, se invitó a los gobiernos nacionales a
presentar un informe sobre las medidas que habían adoptado en las doce áreas
fundamentales. Concluyendo que, a pesar de la creciente participación de la mujer en
el mercado de trabajo, persistían notables diferencias salariales y segregación
profesional. Además, no se había logrado la igualdad en la educación, y se reconoció
que los problemas de la pobreza y la violencia eran los más críticos.
Durante este período extraordinario de sesiones, se elaboró un “documento final”
titulado “Nuevas medidas e iniciativas para la aplicación de la Declaración y la
Plataforma de Acción de Beijing”. Dicho documento, reconocía que las políticas, los
programas y los procesos presupuestarios debían adoptar una perspectiva de género,
basarse en datos desglosados por sexo y en los conocimientos extraídos de estudios
de investigación sobre la situación de las mujeres y las niñas, y definirse en términos
de objetivos medibles y con plazos de tiempo.
El segundo Seguimiento de la Conferencia de Beijing de 1995, celebrado en Nueva
York en el 2005 y conocido como “Beijing+10”, menciona explícitamente la
importancia de la Declaración del Milenio y sus resoluciones, y plantea que la plena
aplicación de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing es esencial para el
logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
2
Extraído del documento “Igualdad de Género y Desarrollo”. Centro Internacional de Formación de la OIT.
La mujer y pobreza; la educación y la capacitación de la mujer; la mujer y la salud; la violencia contra la
mujer; la mujer y los conflictos armados; la mujer y la economía; la participación de la mujer en el poder y
la adopción de decisiones; los mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer; los derechos
humanos de la mujer; la mujer y los medios de comunicación; la mujer y el medio ambiente; y la niña.
3
7
La Declaración del Milenio4 reconocía la importancia trascendental de la igualdad de
género para lograr los objetivos establecidos, y resolvió explícitamente “promover la
igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer como medios eficaces para
combatir la pobreza, el hambre y las enfermedades y de estimular un desarrollo
verdaderamente sostenible”. La Declaración del Milenio representa un importante paso
adelante hacia un enfoque integrado de las cuestiones sobre género y desarrollo, en el
cual se incorpora minuciosamente la perspectiva de género en cada disciplina y área
temática para lograr el desarrollo sostenible.
Conferencia Estadística de las Américas (CEA-CEPAL)
El Comité Ejecutivo de la Conferencia Estadística de las Américas de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe, en su séptima reunión5 de noviembre de
2007, aprueba el programa de actividades del grupo de trabajo sobre estadísticas de
género. Estas fueron divididas en cuatro áreas: la visibilización del trabajo no
remunerado, la visibilización de la violencia contra la mujer, los objetivos de desarrollo
del Milenio y la promoción de las estadísticas de género.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Igualdad de Género
Desde su fundación en 1919 la OIT ha estado comprometida con la promoción de los
derechos laborales de todas las mujeres y hombres y con la igualdad entre los sexos.
La visión de la OIT sobre la igualdad de género, considera que se trata de un derecho
humano fundamental, esencial para alcanzar el objetivo mundial de Trabajo Decente
para todos.
En su última reunión6, la comisión de la Igualdad de Género de la OIT, planteó que la
distribución del tiempo de trabajo presenta una marcada dimensión de género, pues
en muchos países las jornadas laborales de los hombres suelen ser excesivamente
prolongadas, mientras que las mujeres se encuentran subempleadas.
Llevando a discusión uno de los mayores problemas que afrontaban las mujeres: la
necesidad de conciliar la vida profesional y la vida personal, especialmente en relación
con el cuidado de los niños. Definiéndose, como de vital importancia contar con
estructuras sociales sólidas así como disponer de sistemas de relaciones de trabajo
innovadores. Se debían proyectar nuevas modalidades de trabajo, tales como el
trabajo a tiempo parcial o a distancia, que respetaran los derechos laborales y no
mermaran la seguridad en el empleo.
4
En septiembre del 2000, 189 Estados miembros de las Naciones Unidas, entre ellos el Perú, firmaron un
nuevo compromiso mundial para el desarrollo, cuya expresión política quedó reflejada en la Declaración
del Milenio.
5
Reunión celebrada en Bogotá, Colombia.
6
Realizada el 3 de junio de 2009, extendiéndose a cuatro sesiones.
8
A fin de mejorar el equilibrio entre el trabajo y la familia, los gobiernos debían
intensificar los esfuerzos para ofrecer servicios más satisfactorios de guardería y para
el cuidado de las personas de edad.
1.2 Marco normativo nacional
La Constitución Política, en el Título 1, Capítulo 1, Artículo 2 establece que “toda
persona tiene derecho a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física
y a su libre desarrollo y bienestar” y a la “igualdad ante la Ley”. Nadie debe ser
discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición
económica o de cualquier índole.
En este marco la legislación peruana reconoce y protege los derechos fundamentales
de la persona; de los cuales, la vida, la libertad y la integridad son indispensables para
que alcance su plena realización, libre desarrollo y bienestar en el marco del disfrute
de una vida digna, sin violencia y en igualdad de oportunidades. En relación al último
punto, el Estado ha suscrito y ratificado instrumentos, como:
Undécima Política de Estado del Acuerdo Nacional sobre igualdad de
oportunidades
El compromiso es dar prioridad efectiva a la promoción de la igualdad de
oportunidades, reconociendo que en el país existen diversas expresiones de
discriminación e inequidad social, en particular contra la mujer. La reducción y
posterior erradicación de estas expresiones de desigualdad requieren acciones
afirmativas del Estado y de la sociedad, aplicando políticas y estableciendo
mecanismos orientados a garantizar la igualdad de oportunidades económicas,
sociales y políticas para toda la población.
Con este objetivo, el Estado: (a) combatirá toda forma de discriminación, promoviendo
la igualdad de oportunidades; (b) fortalecerá la participación de las mujeres como
sujetos sociales y políticos; (c) fortalecerá una institución al más alto nivel del Estado
en su rol rector de políticas y programas para la promoción de la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres, es decir, equidad de género; (d) dará acceso
equitativo a las mujeres a recursos productivos y empleo.
Ley Nº 28983 de Igualdad de oportunidades entre Mujeres y Hombres
La Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, es el marco general
para implementar políticas, programas y actividades para lograr la igualdad entre las
personas. El Estado peruano está obligado, en el nivel nacional, regional y local, a
tomar medidas concretas para el logro y realización del derecho humano a la igualdad
sustantiva o de facto de las mujeres con los hombres, impidiendo la discriminación.
9
En su artículo 6, inciso f) Se incluye entre los derechos laborales la protección frente al
hostigamiento sexual y la armonización de las responsabilidades familiares y
laborales.
Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Varones
2006-2010 (DS 009-2005-MIMDES)
El Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Varones 2006-2010 se
desarrolla en base a 5 lineamientos de política a fin de garantizar los derechos
económicos, sociales y políticos de las mujeres e institucionalizar la equidad de género
en las políticas, programas y proyectos de Estado.
Dentro del objetivo estratégico 2.1 “El Estado y la sociedad civil, adoptan prácticas
equitativas entre mujeres y varones, en todos los ámbitos sociales”, se plantea como
resultado al 2010 avanzar en prácticas de equidad en la que mujeres y varones
compartan las responsabilidades del trabajo productivo, reproductivo de manera
equitativa, promuevan relaciones familiares equitativas entre sus miembros y adopten
decisiones informadas sobre su paternidad y maternidad.
Asimismo en el objetivo estratégico 4.1 “Mujeres y varones acceden, permanecen y se
desarrollan en el mercado laboral con equidad de género es decir igualdad de
oportunidades, y tienen una remuneración y prestaciones sociales iguales por un
trabajo de igual valor”, para lo cual se plantea como una de las acciones estratégicas
involucrar a los varones en el trabajo reproductivo con licencia de paternidad por
nacimiento de hijos o hijas, o por adopción, cualquiera fuese su modalidad de
contratación.
1.3 Experiencias en Encuestas de Uso del Tiempo (EUT) en
otros países
La evolución de los estudios de género en las últimas décadas ha permitido plantear
tal problemática en el ámbito público. A la fecha, ya se han realizado valiosos
esfuerzos por evidenciar la invisibilidad total en la cual descansa la desigual
realización de trabajo doméstico no remunerado al interior del hogar según género.
Entre las principales experiencias de Encuestas de Uso del Tiempo con enfoque de
género, a nivel mundial, tenemos7:
ƒ
ƒ
Europa: España (1991, 1996, 1998, 2001, 2004); Italia.
Oceanía: Australia (1992); Nueva Zelanda (1998)
7
En el cuadro Nº 1 se presenta un resumen de las características de las Encuestas de Uso de Tiempo
para Nueva Zelanda, Canadá y España entre otros países de América Latina.
10
ƒ Asia: Indonesia; Nepal; Bangladesh; China (2001); Mongolia(2001); República de
Corea; Filipinas; Tailandia; India; Territorio Palestino; República de Omán; República
Popular Lao.
ƒ África: Kenya; Sudáfrica (2001); Nigeria
ƒ América del Norte: Canadá (1986, 1992 y 1998); Estados Unidos (1999)
a. Experiencias en América Latina
Entre los países de América Latina que han realizado investigaciones acerca del uso
del tiempo destacan México, Ecuador, Nicaragua, Guatemala y Bolivia, dónde sus
EUT responden a diversos objetivos. Si bien el objetivo del presente documento no es
profundizar en los aspectos metodológicos8 utilizados en cada encuesta, éstas tienen
en común la preguntan por el tiempo invertido en actividades domésticas. En algunos
casos, la forma de realizar la pregunta es coincidente más no así en su nivel de
desagregación.
Entre algunos aspectos resaltantes entre los países de la región, esta el periodo de
referencia de la encuesta el cual, en la mayoría de los casos, hace referencia al día
anterior de la encuesta, esto es explicado por la capacidad de recordar de las
personas. Otro aspecto es el referido a la población objetivo, en otras palabras la edad
límite para responder las preguntas, alrededor de la mitad de las EUT incluyen a niños
entre 6 y 12 años.
En el Cuadro Nº 1 se resume las características generales de las encuestas de mayor
cobertura que se han levantado en la última década.
b. Resumen comparativo de los resultados en América Latina
Dado que, las actividades que se encuentran consignadas en cada cuestionario, como
los tiempos de referencia, la cobertura geográfica de la muestra, y la edad de los
entrevistados, no son coincidentes y para fines comparativos entre países, se
presentará la unificación elaborada por Milosavljevic y Tacla (CEPAL, 2007). En dicho
estudio se utilizó un parámetro común, el que se obtuvo por la sumatoria del conjunto
de actividades domésticas que componen cada módulo.
8
En los documentos elaborados por Vivian Milosavljevic de la CEPAL, se tienen los antecedentes de las
Encuestas de Uso del Tiempo (EUT) de gran cobertura en América Latina. Ella presenta una amplia y
bien documentada información sobre la importancia de las EUT y el lugar que han venido cobrando en los
últimos años en América Latina.
11
Cuadro Nº 1
ANÁLISIS COMPARATIVO DE LAS ENCUESTAS Y MÓDULOS DE USO DEL
TIEMPO POR PAÍSES
ENCUESTAS
DE
HOGARES
NOMBRE DEL
MÓDULO
POBLACIÓN
OBJETIVO
PERIODO DE
REFERENCIA
EXTENSIÓN
(quehaceres
del hogar)
NUEVA
ZELANDA
EUT - 1998
ENCUESTAS
SOBRE
PRESUPUESTO
DEL
TIEMPO
12 años a más
Día anterior a la
encuesta
11 actividades
en 4 tipologías
CANADÁ
SGS General
Social Survey
USO DEL
TIEMPO
15 años a más
Día anterior a la
encuesta
Vía telefónica,
10 actividades
con
subcategorias
--
ESPAÑA
EUROSTAT
ENCUESTA
NACIONAL
SOBRE USO
DEL TIEMPO
10 años a más
Día anterior a la
encuesta
176 actividades
principales
16 actividades
secundarias
NICARAGUA
EMNV - 1998
USO DEL
TIEMPO
6 años a más
Día anterior a la
encuesta
8 preguntas 1
preg. abierta
Cuidado de niños
+ otras similares
GUATEMALA
ENCOVI 2000
USO DEL
TIEMPO
7 años a más
Día anterior a la
encuesta
8 preguntas
3 actividades
en 4 grupos
BOLIVIA
2001
TRABAJO
DOMESTICO EN
EL HOGAR NO
REMUNERADO
7 años a más
Día anterior a la
encuesta
1 uso del
tiempo, 7 de
participación
3 actividades
MÉXICO
ENIGH - 2002
USO DEL
TIEMPO
(ENUT 2002)
12 años a más
En la semana
57
subactividades
agrupadas en 9
actividades
generales
--
ECUADOR
Empleo - 2004
CONDICIÓN DE
ACTIVIDAD Y
QUEHACERES
DOMÉSTICOS
5 años a más
En la semana
6 preguntas
NO
ARGENTINA
EAH - 2005
USO DEL
TIEMPO
15 a 74 años
Día típico o
promedio de la
semana
8 topologías y
15 preguntas
Actividades
relacionadas TV
o radio.
CHILE
2007 (piloto) 2009
(nacional)
ENCUESTA
SOBRE USO
DEL TIEMPO
12 años a más
Día anterior a la
encuesta
6 topologías
(diferencia
encargado
principal y
secundario)
URUGUAY
ECH – 2007
USO DEL
TIEMPO Y
TRABAJO NO
REMUNERADO
14 años a más
Día típico o
promedio de la
semana
12 tipos de
actividades +
subactividades
--
PAÍSES
ACTIVIDADES
SIMULTÁNEAS
Actividades
secundarias
Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo. Tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los
respectivos países.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
En el estudio se construyó un algoritmo para el cálculo, el cual se obtuvo respetando el
criterio de los distintos países sobre las actividades específicas que conformaban los
“Quehaceres Domésticos”. Así en Bolivia, se utilizó la única variable existente referida
al “tiempo total dedicado el día anterior” a dichos quehaceres; en el caso de Ecuador,
la base de datos tiene incorporada la variable “horas en quehaceres domésticos”; para
los casos de Guatemala y Nicaragua, se conformó el algoritmo sumando las variables
del submódulo “mantenimiento del hogar”, y finalmente en México, se usó el criterio
del INEGI, sumando el “tiempo semanal de las subactividades constitutivas del trabajo
doméstico”.
12
De manera resumida se presentarán los principales hallazgos en común para los
países analizados:
1. Los hombres participan menos e invierten menos tiempo en la generalidad de las
actividades domésticas consideradas.
2. Las actividades domésticas entre hombres y mujeres aparecen segmentadas,
prevalecen los estereotipos de género.
3. Las actividades de cuidado se posicionan entre las que más tiempo consumen a
mujeres y hombres, sin embargo el tiempo de dedicación es mayor entre las mujeres y
también lo es su participación.
4. La jornada laboral de las mujeres es inferior a la de los varones, debido a la
necesidad de atender las responsabilidades domésticas y familiares.
5. La condición de trabajadoras remuneradas de las mujeres, no las libera de destinar
tiempos considerables a las labores domésticas. Cualquiera sea la duración de la
jornada laboral, ellas dedican mucho más tiempo que los varones a estas actividades.
6. Las labores de cuidado de niños, enfermos y adultos mayores, aumentan la
participación y el tiempo invertido por las mujeres en las actividades domésticas. El
tiempo destinado por las mujeres a las actividades domésticas se acrecienta cuando
existen niños en edad preescolar en el hogar, mientras que el de los varones tiende a
permanecer invariable, verificándose la misma tendencia en todos los países.
7. El tiempo de dedicación de los individuos y su participación, decrece en las
actividades domésticas, cuando existe quien las desarrolle. En todos los países se
verifica que, la presencia de un miembro del hogar dedicado a los quehaceres
domésticos reduce el tiempo de dedicación, y particularmente en estas actividades, del
resto de las mujeres que viven en el hogar, situación que no se percibe entre los
varones.
8. El tiempo destinado por las mujeres a las actividades domésticas disminuye
cuando en el hogar existen personas mayores de 75 años, mientras que el de los
varones tiende a permanecer constante.
9. Las mujeres en edad activa no buscan trabajo remunerado principalmente por falta
de tiempo.
13
2. Marco conceptual
2.1 División sexual del trabajo9
Las mujeres y los hombres emplean el tiempo de manera diferente. Ambos sexos
presentan grandes variaciones, que dependen de muchos factores como, en qué
etapa de nuestras vidas nos encontramos y del lugar que ocupemos dentro de la
familia.
La división tradicional del trabajo por sexo sigue predominando en el mundo, hombre
proveedor de sustento económico y la mujer ama de casa, es decir proveedora de
trabajo doméstico.
La división sexual del trabajo tanto doméstico como extradoméstico sólo se puede
entender en toda su amplitud, cuando se integran en el análisis elementos ligados a
las funciones reproductivas, por ello es importante conocer cuál es su posición en la
familia y a las construcciones sociales que distinguen culturalmente a hombres y
mujeres.
Los estudios10 señalan que la maternidad hace de las mujeres sujetos con
incapacidades parciales y temporales para realizar actividades económicas durante el
período de gestación, el parto y la lactancia; con limitaciones para desempeñar ciertas
actividades, además las hace propensas a adquirir malestares y enfermedades
específicas. De otro lado, el cuidado y crianza de los hijos siguen siendo considerados
como responsabilidad de la madre, y aún cuando los hijos han dejado de ser
dependientes quedan efectos de largo plazo.
En efecto, no sólo las limita durante el periodo de crianza de los hijos, sino que altera
sus trayectorias laborales, posibilidades de ascenso, formación etc. Que sólo algunas
superan a través de esfuerzos muy superiores a los que realizan los hombres, o
gracias a la posibilidad de delegar sus tareas hogareñas a otras mujeres ya sean
familiares o empleadas del hogar a cambio de un pago.
En las últimas décadas la división del trabajo ha registrado alteraciones significativas
en los más diversos países. El cambio más importante y evidente de la división del
trabajo por sexo ha ocurrido en el ámbito de la esfera mercantil, y se manifiesta en el
acelerado proceso de feminización de la fuerza de trabajo que se generaliza a la
mayor parte de las regiones del orbe sobre todo a partir de la penúltima década del
siglo XX. La participación de la mujer en espacios ajenos al hogar se ha ampliado,
9
Pedrero, Mercedes (2008). “Propuesta sobre la metodología y marco conceptual a aplicar en la encuesta
de uso del tiempo. Perú 2009”
10
Pedrero, Mercedes (2003). “Distribución del tiempo entre trabajo doméstico y extra doméstico según la
posición de la familia”.
14
pero se ha concentrado en determinadas ramas de actividad, en ocupaciones
específicas y predominando en ciertas categorías ocupacionales. La segregación
ocupacional por género, que refleja la discriminación existente contra la mujer, se
redefine pero no desparece (Pedrero et al. 1997:15).
Mientras la participación femenina en las actividades generadoras de ingreso ha
aumentado, la distribución de las labores domésticas dentro del hogar poco ha
cambiado, siguen siendo responsabilidad femenina. De esta manera, la incorporación
de las mujeres a las labores extradomésticas, con frecuencia implica el desempeño de
una doble jornada de trabajo, la misma que contribuye a perpetuar algunas de las
condiciones de su segregación, como la discontinuidad de las trayectorias laborales
femeninas, el trabajo a tiempo parcial y ciertas modalidades desventajosas de
inserción, como son el trabajo a domicilio o el negocio familiar, sin percibir
remuneración.
En países de la región y en la escena nacional, en las últimas décadas, se ha
registrado un aumento notable de la fuerza de trabajo femenina en las actividades no
agropecuarias, lo que responde a dos causas principales: el cambio en la estructura
sectorial de la economía y las estrategias de supervivencia de las familias para
enfrentar la caída de los ingresos reales y la insuficiente creación de empleos
asalariados11. Esto ha facilitado la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo,
ya que las actividades comerciales y de servicios han sido tradicionalmente las
principales fuentes de empleo femenino.
Así, la terciarización del empleo es una de las causas que explica la feminización
creciente de la fuerza de trabajo, dada la persistencia de una fuerte segregación por
sexo de los puestos de trabajo.
2.2 Definición y medición del trabajo
En nuestras sociedades la definición del concepto "trabajo" ha estado
indiscutiblemente sesgada por el predominio de relaciones capitalistas; de tal forma
que se ha reconocido socialmente como tal solamente a aquellas actividades que se
constituyen en objetos de intercambio mercantil12. Así han quedado excluidas las
labores no remuneradas, cuyo espacio social de realización generalmente es el interior
de los hogares e incluye un gasto importante de tiempo y consumo de energía, el cual
ha estado orientado a satisfacer las condiciones de la reproducción privada,
intergeneracional y cotidiana del capital humano de las sociedades actuales.
11
En Lima Metropolitana, según la Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, para el
2008 la proporción de ocupados independientes es 3 de cada 10, aproximadamente.
Aguilar Mercedes y Espinoza Isolda (2003) “Estudio Uso del tiempo de los Nicaragüenses”.
12
15
En una perspectiva teórica y general, se puede afirmar que se ha incurrido en un
enfoque incompleto e incorrecto en la medición del trabajo, en tanto que la
supervivencia de una sociedad no depende únicamente de un patrón de producción
económica, sino que incluye además un patrón de reproducción social que es una
responsabilidad delegada a la población femenina, en la mayor parte de las
actividades que comprende.
En las últimas décadas, a partir de la lucha de las mujeres, se ha reconocido la
carencia de conceptos y definiciones adecuadas para medir el trabajo de hombres y
mujeres, y se han revisado los estándares internacionales para reflejar mejor esta
realidad. La revisión del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN), adoptada por la
Comisión de Estadísticas de las Naciones Unidas en 1993, ha incorporado cambios
significativos, especialmente relevantes para la medición del trabajo de las mujeres.
Se ha recomendado incluir dentro del concepto de producción, además de la
producción de todos los bienes y servicios para el mercado, toda la producción de
bienes y servicios en el hogar para el autoconsumo.
Las razones que se han esgrimido para no asignar valor económico al trabajo
doméstico no remunerado y a los servicios personales son, principalmente, que estas
actividades se realizan con independencia y aisladas de los mercados y que por tanto,
es difícil hacer estimaciones válidas de su valor monetario.
Efectivamente la medición del trabajo remunerado y no remunerado de hombres y
mujeres es un área crucial de las estadísticas de género. Cuando los conceptos y
definiciones antes referidos se aplican correctamente, la medición del trabajo
remunerado en general resulta confiable. En cambio, la medición del trabajo no
remunerado es más compleja.
María Durán13 considera que, independientemente de su valoración o no valoración
monetaria, el tiempo es un recurso productivo. Asimismo, cabe señalar que dentro del
trabajo no remunerado, además del trabajo doméstico no remunerado, se debe
considerar al trabajo voluntario en beneficio de organizaciones, como el trabajo
comunal, la ayuda a otros hogares que en realidad son transferencias en términos de
tiempo
En este contexto se ha impulsado la realización de encuestas sobre el uso del tiempo,
como una alternativa a los métodos tradicionales de medición del trabajo remunerado
y no remunerado.
13
María Durán Heras, investigadora española, ha desarrollado éste entre otros conceptos utilizados en
este estudio, los cuales presenta en “Concentración y Reparto del Trabajo no Remunerado en los
hogares”. Cuaderno de Relaciones Laborales (2000).
16
2.3 La reconceptualización de la noción de trabajo14
Los estudios económicos, así como los sociológicos y los jurídicos sobre el trabajo
refieren fundamentalmente al trabajo remunerado. En la Región, a nivel académico, la
corriente feminista sobre el trabajo doméstico ha tenido una difusión limitada. Del
mismo modo, investigaciones de sociología del trabajo, fundamentalmente, de origen
francés y desde diferentes perspectivas, han contribuido a la reconceptualización de la
noción de trabajo, han influenciado poco a las corrientes principales de las
mencionadas disciplinas.
En Francia, en la década de los 80 los conocidos trabajos de Daniele Kergoat y otras
investigadoras del Groupe d’ études sur la división sociales et sexuelle du travail
(GEDISST) introducen las nociones de trabajo doméstico y esfera de la reproducción
(Hirata et al. 2000). Los desarrollos teóricos sobre el trabajo doméstico que cuestionan
su exclusión del dominio económico plantean que esta exclusión no deriva de la
naturaleza de la producción. Cuando esos bienes son producidos fuera del hogar el
trabajo que los produce es remunerado, en cambio, es gratuito si se lo realiza en el
hogar.
Por su parte los economistas neoclásicos, principalmente Gary Becker (1976), han
reconsiderado las definiciones del consumo e introdujeron nuevos enfoques sobre los
hogares como productores de servicios en los que se realizan elecciones entre los
diversos tiempos (asalariado, doméstico, tiempo libre), definiendo la producción
doméstica como el conjunto de las actividades de los hogares que pueden ser
sustituidas por terceros, siendo las actividades de hombres y mujeres consideradas de
manera similar. Más que la investigación concreta sobre las modalidades del trabajo
doméstico y su contribución al bienestar ha sido la articulación entre la esfera laboral y
la familiar la que se encuentra en el centro del análisis sobre la actividad femenina que
se llevó a cabo desde los 80 y que condujo a proponer medidas para “conciliar” trabajo
y familia.
Paralelamente, desde hace décadas un considerable número de estudios
sociológicos15 se han centrado en la reconceptualización del concepto de trabajo,
llamando la atención sobre los problemas que trae aparejada la noción de empleo tal
como es usualmente utilizada por los economistas. Dichos estudios fundamentan la
consideración de la suma de todas las formas de trabajo, en tanto ellas sirven de base
a cada sociedad para proporcionar subsistencia y bienestar a sus miembros.
Como reconoce Annie Fouquet (2000) esta recomposición del concepto de trabajo,
aunque tiene enorme trascendencia no ha sido “exportada”. Permaneció como
14
Rosario Aguirre, Cristina, García Sainz, Cristina Carrasco “El tiempo, los tiempos, una vara de
desigualdad”, 2005.
Entre otros, Pahl, 1991; Maruani, 2001; Méda, 2002.
15
17
patrimonio de los estudios sobre el trabajo femenino, sin provocar una redefinición del
concepto tal como lo utiliza la sociología del trabajo. Pero esta recomposición ha
servido para impulsar una importante corriente de investigaciones sobre la división
sexual del trabajo y las relaciones de género.
Este esfuerzo de visibilización no converge con la naturaleza de los datos existentes y
de las estadísticas disponibles. Éstos reducen el trabajo a aquellas actividades que se
orientan a la producción en el sector mercantil. Son destacables los avances
realizados mediante encuestas específicas que abordan la cuantificación redefiniendo
el objeto trabajo a través de sus dos dimensiones: la laboral y la doméstica.
Asimismo, el trabajo doméstico y el trabajo voluntario como no están sometidos a “los
apremios” del mercado responden a otros criterios de productividad. También puede
variar la calidad de un tipo y otro de trabajo en relación, por ejemplo, al cuidado y
crianza de los niños. Finalmente, las críticas a la medición del trabajo doméstico son
pertinentes cuando se trata de asignar valor económico al tiempo dedicado a estos
trabajos, no así cuando se trata de asignarles tiempo para conseguir su visibilidad de
manera que la sociedad los valore y pueda percibir las desigualdades de género en la
familia y en la sociedad.
2.4 Naturaleza del trabajo doméstico y el debate entorno al
mismo
El concepto de trabajo doméstico ha evolucionado hasta reivindicarse como un tema
de estudio relevante en varias disciplinas (Alabart et al, 1991); en el campo
económico, como un factor de reproducción del sistema económico, en el rubro
demográfico, el trabajo doméstico juega un papel esencial en la reproducción de la
población, en el campo psicológico se le asocia con alienación, dominación o
subordinación.
El trabajo doméstico se abordó ampliamente como tema de estudio específico hasta
que se definió el concepto de género, que hoy en día es un término compartido por
las corrientes teóricas más diversas16.
El concepto de género se refiere a las funciones y responsabilidades socialmente
determinadas que se atribuyen a mujeres y hombres en un determinado contexto
social y cultural, en virtud de sus características biológicas. Así mismo, los roles de
género están socialmente determinados, cambian a través del tiempo y el espacio y
están influenciados por factores sociales, culturales y ambientales que caracterizan a
cierta sociedad, comunidad o periodo histórico.
16
Pedrero, Mercedes (2003) “La encuesta de uso del tiempo y sus potencialidades para conocer las
inequidades de género”.
18
Tales roles son aceptados como “naturales” e interiorizados por las niñas y niños a
una edad muy temprana, a través de los modelos de género que aprenden en su
medio social. Los roles de los hombres en la esfera productiva son prominentes,
aunque su rol reproductivo (tareas y actividades relacionadas con la creación y
sostenimiento de la familia y el hogar) es solamente subsidiario. Las mujeres, por otra
parte, generalmente tienen que hacer malabarismos para realizar varias tareas
simultáneas, debido a su tendencia a tener múltiples roles dentro de la esfera
reproductiva y productiva.
El trabajo doméstico, llevado a cabo principalmente por mujeres, no es una actividad
de consumo, sino una actividad productiva de bienes y servicios necesarios para
culminar la transformación de los productos que se consumen en la vida cotidiana. En
general, los bienes que se compran se transforman mediante trabajo doméstico antes
de poderse consumir, de ahí que el trabajo doméstico es una actividad de
transformación.
Los servicios que se proporcionan en el hogar (suministro de alimentos, higiene, etc.)
son indispensables para el mantenimiento de la vida. En las economías desarrolladas,
la producción doméstica todavía ocupa una parte considerable del tiempo involucrado
en la reproducción social. Mientras menos desarrollado se encuentre la producción
social, los bienes y los servicios necesarios se obtendrán más en la esfera doméstica
mediante trabajo no remunerado, ya sea porque no existen suficiente suministro de
tales bienes o servicios en el mercado, o porque éstos no son asequibles para una
gran parte de la población con escasos recursos económicos.
Las principales funciones del trabajo doméstico se relacionan con17:
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
Mantenimiento de la vivienda: limpiar, hacer reparaciones, realizar labores de
mantenimiento.
Proporcionar nutrición: planificar la comida, prepararla, servirla, etc.
Proporcionar vestido: lavar ropa, planchar, remendar, reparar o confeccionarla.
Proporcionar cuidados: a los niños, a los enfermos, a los ancianos dependientes y
a otros miembros de la familia que requieran apoyo constante.
A estas actividades, que se denominará “trabajo familiar doméstico” o actividades
domésticas generales, se suman las auxiliares, llamadas así porque dependen de las
principales y también se ejecutan en beneficio del hogar, tales como transportar a los
miembros del hogar, hacer compras, realizar gestiones y pagos de servicios, realizar
trámites para disponer de una vivienda, amueblarla o equiparla, planificar y controlar
las finanzas, entre otras.
Diferentes perspectivas teóricas han mostrado la importancia del trabajo doméstico
para la reproducción no sólo de las familias individuales y de la fuerza de trabajo sino
17
Pedrero, Mercedes (2002) “El trabajo doméstico no remunerado en México”.
19
del sistema económico y social. La importancia del trabajo doméstico puede
considerarse a partir de su impacto en a) la sociedad como un todo, b) la organización
del hogar, c) la vida de los individuos18.
Respecto a los individuos, permite ver diferencias de la calidad de vida y las
oportunidades que tienen las personas de manera individual de acuerdo con su perfil
sociodemográfico (sexo, edad, estado civil, lugar que ocupa en el hogar, estrato
social). En el ámbito del hogar, es preciso valorar la inequidad de género en la carga
de trabajo doméstico y extradoméstico para conocer la organización familiar y avanzar
en la resolución de los problemas de la vida cotidiana, derivados de la desigualdad del
reparto de las responsabilidades domésticas.
El trabajo doméstico varía de un hogar a otro, tanto cuantitativamente como
cualitativamente; entre los elementos que inciden en ello destacan el tamaño de la
familia y la etapa biológica de la misma, el contexto socioeconómico en el que se
encuentren porque de acuerdo con el mismo varían los patrones de consumo y la
infraestructura de que disponga.
2.5 Impacto del trabajo doméstico sobre el desarrollo de los
individuos19
El tiempo empleado en el trabajo doméstico afecta las oportunidades de las personas
para dedicarse a otras ocupaciones, como: trabajo extradoméstico, formación y
superación personal, esparcimiento creativo, esparcimiento enajenante, descanso y la
atención personal.
Benería (1978, p. 3) señala: “La consecución de la igualdad entre el hombre y la mujer
implica que han de tener iguales derechos, oportunidades y responsabilidades que les
permitan desarrollar sus talentos y sus capacidades para su propio desarrollo personal
y para beneficio de la sociedad. Para este fin es esencial una reestructuración de las
funciones y los roles asignados tradicionalmente a cada sexo dentro de la familia y
dentro de la comunidad en su conjunto”.
Sin duda, en este planteamiento está implícito cómo las oportunidades y
responsabilidades se traducen en tiempo. En consecuencia, lo que se intenta indagar
es de qué manera se distribuye ese patrimonio personal que se dedica a distintas
actividades, entre ellas el trabajo doméstico; por ejemplo, si este trabajo es muy
absorbente, inhibirá la realización de otras actividades y coartará oportunidades.
18
Ibíd.
Pedrero, Mercedes (2003) “La encuesta de uso del tiempo y sus potencialidades para conocer las
inequidades de género”.
19
20
Existe numerosa literatura que muestra cómo las responsabilidades familiares (como
el ser madre) condicionan la participación de las mujeres en actividades económicas
extradomésticas. También hay evidencias sobre la participación frecuente de niñas en
el trabajo doméstico, lo que limita su desempeño escolar y su posibilidad de gozo a
través del juego. Estas restricciones, además de afectar su agenda temporal de
actividades, condiciona el desarrollo de la persona.
2.6 Impacto del trabajo doméstico en el ámbito familiar20
En el ámbito familiar –entendido como el conjunto de personas, unidas o no por lazos
de parentesco, que habitan en la misma vivienda particular y comparten parte o todos
sus ingresos y riquezas y consumen algunos bienes o servicios de manera colectiva21–
se desempeñan varias funciones: aportan trabajo, son consumidores y como
emprendedores se encargan de la producción de bienes de mercado y servicios no
financieros.
En los hogares se gestan o refuerzan las relaciones de inequidad de género, de
hecho, la realización del trabajo doméstico es una de las realidades diferenciadas por
género derivadas de prácticas históricas de relación entre hombres y mujeres, clases y
generaciones.
Las cargas de trabajo doméstico inciden en las oportunidades respecto a otras
actividades, investigar cómo se distribuye al interior del hogar permitirá conocer cuál
es la organización familiar para resolver los problemas de la vida cotidiana. Por ello, es
importante ver cómo se distribuye entre los miembros del hogar, qué peso tiene el
trabajo doméstico remunerado, cuya presencia pudiera aparentar equidad entre los
miembros del hogar, para poder medir el costo en tiempo que implica el desarrollo de
la vida material en el hogar de acuerdo con sus especificidades (tamaño, composición
y estrato socioeconómico).
Asimismo, es prioritario tomar en cuenta la contribución de trabajo doméstico
remunerado de manera diferenciada, porque además de materializarse en bienes y
servicios que inciden en el bienestar de la familia, afectan el tiempo disponible de al
menos uno de los miembros del hogar.
20
Ibíd. En dicho documento se denomina ámbito del hogar.
EUSTAT. “Cuentas Satélite de producción Doméstica para la C. A. de Euskadi”, Euscal Estatistika
Erabundia, Instituto Vasco de Estadística, 2000, p. 2.
21
21
3. Resultados del módulo Uso del Tiempo22
3.1 Indicadores de empleo diferenciados por sexo
La información que se presentará a continuación corresponde a la distribución de la
Población en Edad de Trabajar23 (PET) y la Población Económicamente Activa (PEA)
Ocupada24 de Lima Metropolitana en el año 2008; la PET estaba conformada por 6,4
millones de personas, en tanto la PEA ocupada ascendía a 4 millones. Previo a la
presentación de los resultados del uso del tiempo, se realizará una revisión de los
principales indicadores de empleo diferenciados por sexo.
En el Gráfico Nº 1 se presenta la evolución de los indicadores de empleo por sexo en
los últimos siete años, donde se puede apreciar el crecimiento de la participación de la
mujer en el mercado laboral, que en el periodo de referencia se ha incrementado en
4,6 puntos porcentuales mientras que, la tasa de los hombres creció en 1,7 puntos
porcentuales. Los datos absolutos se pueden apreciar en el anexo Cuadro A.2.
Si bien la participación de las mujeres en el mercado de trabajo se ha incrementado en
los últimos años, son las mujeres quienes tienen más probabilidades de estar
desempleadas que los hombres, ya que registran mayores tasas de desempleo en
todos los años (ver anexo Cuadro A.2.)
De otro lado, es importante mencionar que el subempleo es uno de los principales
problemas del mercado laboral peruano. La PEA ocupada se puede dividir entre los
adecuadamente empleados y los subempleados. Las tasas de subempleo (calculada
como la proporción de la oferta laboral, PEA) que presentaron las mujeres en los
últimos 7 años, se encontraron por encima a las presentadas por los hombres, en 13
puntos porcentuales en promedio. Las más grandes brechas, relación de la tasa de
mujeres frente a la de hombres, se dieron en los años 2007 y 2008, en otras palabras
en los dos últimos años la diferencia entre ambas tasas era más amplia.
22
Cabe precisar que, los resultados de la Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo 2008, así como los del Módulo del Uso del Tiempo son preliminares.
23
PET: Es el conjunto de personas que están aptas en cuanto a edad para el ejercicio de funciones
productivas, en el país se considera de 14 años a más.
24
PEA ocupada: Es el conjunto de la PEA que trabaja en una actividad económica, sea o no en forma
remunerada en el periodo de referencia.
22
Gráfico Nº 1
LIMA METROPOLITANA: TASAS DE ACTIVIDAD Y SUBEMPLEO
DIFERENCIADAS POR SEXO, 2002-2008
(En porcentajes)
100
90
80
75,3
72,9
75,6
73,4
75,4
76,1
77,0
56,8
56,4
70
60
54,2
51,8
50
40
30
48,4
47,4
37,7
38,0
52,5
49,9
35,9
52,3
46,3
36,7
53,4
47,7
36,3
51,7
41,5
38,3
27,0
20
10
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008 p/
Tasa de actividad hombres
Tasa de actividad mujeres
Tasa de subempleo hombres
Tasa de subempleo mujeres
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2002-2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Asimismo, en el Gráfico Nº 1, se puede evidenciar la disminución para el último año de
las tasas de subempleo, tanto para hombres como mujeres, presentándose en el 2008
la menor tasa registrada en los últimos 7 años.
En el Gráfico Nº 2, se presenta la distribución de la condición de actividad de la PET
de Lima Metropolitana diferenciada según sexo. Así, para el año 2008 el porcentaje de
mujeres inactivas supera al de los hombres en casi el doble, lo que corresponde a la
presencia significativa de mujeres que sólo son amas de casa25.
En cuanto a la PEA ocupada, son los hombres quienes en mayor proporción se
encuentran adecuadamente empleados (53%, frente al 28% de mujeres). Mientras
que, el porcentaje de subempleadas y subempleados difiere sólo en 2 puntos
porcentuales, al interior del subempleo se puede denotar que son más las mujeres
subempleadas por horas que hombres, 7% y 4% respectivamente. Es decir, un mayor
grupo de mujeres labora menos de 35 horas a la semana, deseando y con la
disposición de trabajar más horas.
25
Esto se evidencia ante la pregunta ¿Qué estuvo haciendo la semana pasada?, para el caso de la
población femenina inactiva, 6 de cada 10 mujeres contestaron haberse dedicado a los quehaceres del
hogar.
23
Gráfico Nº 2
LIMA METROPOLITANA: DISTRIBUCIÓN DE LA CONDICIÓN DE ACTIVIDAD DE
LA PET Y EL SUBEMPLEO SEGÚN SEXO, 2008
(En porcentajes)
Inactivo
23%
Em pleo
adecuado
53%
Subem pleo
por horas
4%
Subempleo
21%
Subem pleo
por horas
7%
Inactivo
43%
Subem pleo
23%
Subem pleo
por ingreso
16%
Em pleo
adecuado
28%
Desem pleo
4%
Subem pleo
por ingreso
17%
Desem pleo
5%
HOMBRES
MUJERES
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Ante la evidente diferencia entre el total de inactivas frente al total de inactivos, cabe la
pregunta, cuáles son las razones para que la población no busque empleo. Los
resultados revelan que aproximadamente 6 de cada 10 mujeres en condición de
inactividad no buscan empleo debido a la carga de actividades o quehaceres del
hogar, en tanto 5 de cada 10 hombres argumentan no buscar empleo dado que se
encuentran estudiando.
Gráfico Nº 3
LIMA METROPOLITANA: RAZONES DE INACTIVIDAD SEGÚN SEXO, 2008
(En porcentajes)
75
Hom bre
57,6
60
Mujer
52,0
45
26,3
30
15
21,3
8,8
2,2 0,8
6,0
8,6
5,8
7,0
3,4
0
Esperando
inicio de
trabajo
dependiente
Estudios
Quehaceres
del hogar
Vive de su Enfermedad
pensión u
o
otras rentas incapacidad
Otros 1/
1/ Incluye a quienes contestaron por la edad avanzada, por viaje, por cuidar a los menores
del hogar y a enfermos, entre otros motivos personales.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Con los resultados de la encuesta de uso del tiempo se evidenciará la distribución de
las horas de trabajo y, de otras actividades, tanto de hombres como de mujeres para
dar a conocer la división sexual de la carga laboral, entre trabajo remunerado y no
remunerado.
24
3.2 Resultados generales del módulo Uso del Tiempo (UDT)
El módulo de uso del tiempo se aplicó a los residentes habituales de Lima
Metropolitana de 14 años a más. Del total de entrevistados, el 53% fueron mujeres; en
el anexo Cuadro A.1 se presenta la distribución por sexo y grupos de edades. En dicho
módulo se preguntó acerca de las actividades realizadas durante todo el día, estas
incluyeron las horas de sueño, de trabajo, de actividades domésticas, de actividades
personales, de educación y formación, deportivas, culturales y entretenimiento,
comunitarias, religiosas y socialización, de traslado al trabajo y traslado a las diversas
actividades.
Cada una de las actividades fue precisada para el día domingo, sábado y un día típico
de la rutina de lunes a viernes del entrevistado. En general, el 76% de los
entrevistados contestó que su día típico se ubica entre los días lunes a miércoles. Para
fines de la presentación de los resultados se tomará el promedio de horas de estos
tres días, los datos desagregados se presentarán en los anexos (ver anexos a partir
del Gráfico A.2).
De otro lado, en Lima Metropolitana, sólo el 34% de la PEA ocupada trabajó un día
domingo, y el 75,9% laboró un día sábado (ver Gráfico Nº 3). De otro lado, 6 de cada
10 ocupados que no trabajaron un día domingo son asalariados. Esto resulta
consistente con la jornada típica de las entidades privadas y públicas, la cual destina
un día de descanso a sus trabajadores, generalmente, el día domingo.
Según las ramas de actividad económica donde laboran aquellos que trabajaron un
día domingo tenemos en primer lugar al comercio por menor (31,5%), seguido de
transportes, almacenamiento y comunicaciones (14,5%), restaurantes y hoteles
(12,3%), y, en cuarto lugar servicios comunitarios y recreativos (10,7%). Lo que resulta
consistente, dado que en dichas ramas de actividad, generalmente durante los fines
de semana, se atiende a un mayor público demandante de sus productos y servicios.
25
Gráfico Nº 3
LIMA METROPOLITANA: PEA OCUPADA QUE TRABAJÓ LOS DÍAS EN
MENCIÓN SEGÚN SEXO, 2008
(En porcentajes)
100
93,8
89,6 92,0
Hombre
80,1
80
70,2
Mujer
Total
75,9
60
34,8 33,0 34,0
40
20
0
Lunes-Viernes
Sábado
Domingo
Nota: La información de lunes a viernes, corresponde a un día típico de la rutina
diaria del entrevistado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Otro punto a considerar es el total de horas trabajadas en la población mayor de 14
años a fin de apreciar las diferencias entre varones y mujeres utilizando una
clasificación para los ocupados y los no ocupados en el mercado según el rango de
horas semanales de dedicación.
Considerando las horas semanales de trabajo remunerado de toda la Población en
Edad de Trabajar de Lima Metropolitana (ver Cuadro Nº 1), encontramos importantes
desigualdades en el reparto del tiempo de trabajo remunerado entre hombres y
mujeres, el 14,4% de mujeres trabajan a medio tiempo, menos de 34 horas
semanales, frente al 9,2% de hombres, de otro lado, casi el doble de hombres trabaja
a sobretiempo, más de 48 horas semanales.
Cuadro Nº 1
LIMA METROPOLITANA: HORAS SEMANALES DE TRABAJO REMUNERADO
DE LA POBLACIÓN EN EDAD DE TRABAJAR POR SEXO, 2008
(En porcentajes)
Rango de horas
Menos de 34
De 35 a 47
48 horas
Más de 48 hrs.
No ocupado
Total
Total absoluto
Hombre
Mujer
Total
9,2
14,4
11,9
14,0
11,9
12,9
10,7
5,4
8,0
39,3
20,0
29,3
26,8
48,3
37,9
100,0
100,0
100,0
3 134 584 3 355 172 6 489 756
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
La mayor brecha identificada se evidencia en el trabajo de más de 48 horas que
realizan las mujeres (20%), frente a las más de 48 horas que cumplen los hombres
(39,3%).
26
En suma, lo que se evidencia son las grandes brechas entre mujeres y hombres
respecto al tiempo dedicado al trabajo remunerado de la PEA ocupada y en la
población inactiva. En adelante, y para ambos casos, se evidenciará si tales brechas
responden, precisamente, al tiempo dedicado a las actividades domésticas.
3.3 Los resultados del Uso del Tiempo, según países
Con el propósito de realizar un análisis de los resultados obtenidos del procesamiento
de los Módulos introducidos por cinco países y el aplicado al Perú (Lima Metropolitana,
2008), se ha tenido presente que, en estricto rigor, no son coincidentes en lo referente
a las actividades que se encuentran consignadas en cada cuestionario, como en los
tiempos de referencia, en cobertura geográfica y de la muestra, y en la edad de los
entrevistados, se buscó utilizar un parámetro común, el que se obtuvo por la sumatoria
del conjunto de actividades domésticas que componen cada módulo26. Los resultados
de los módulos de UDT tienen inferencia a nivel nacional, a excepción de Perú y
Ecuador donde se realizaron únicamente en Lima Metropolitana y Quito,
respectivamente.
Para los 5 primeros países observados, se presentará el tramo de edad acotado a la
población de 12 años y más, mientras que para el caso de Perú el módulo fue aplicado
a la población de 14 años a más. En términos de participación femenina en las
actividades domésticas los resultados entre los 6 países en estudio fueron bastante
coincidentes, así en Bolivia, Guatemala, Ecuador, México y Perú el rango de
participación se presenta entre un 91 y 97% de las mujeres, en Nicaragua es
relativamente más bajo, con un 84%.
26
Milosavljevic, Vivian y Tacla, Odette (2007). “Incorporando un módulo de uso del tiempo a las
encuestas de hogares: Restricciones y potencialidades”.
27
Gráfico Nº 15
POBLACIÓN DE 12 AÑOS A MÁS QUE PARTICIPA EN LAS ACTIVIDADES
DOMÉSTICAS POR SEXO SEGÚN PAÍSES
(En porcentajes)
Hombre
Mujer
120
100
91,1
83,5
97,0
86,6
96,0
93,6
91,5
82,9
75,3
80
62,1
60
44,7
45,5
40
20
0
Nicaragua
1998
Guatemala
2000
Bolivia 2001 México 2002
Ecuador
2004
Perú 2008
1/
1/ Para el caso de Perú - Lima Metropolitana (2008) la población considerada es de 14 años a
más.
Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo, Tabulaciones especiales de las encuestas de hogares
de los respectivos países.
MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
La participación masculina en una o más actividades domésticas sin embargo se
presenta discordante, en Guatemala y Nicaragua en torno a un 45%, en México y
Bolivia entre un 83% y 87%, mientras que en Ecuador se observa un 62%. Los
hombres en el Perú presentan una participación relativamente alta, siendo la tercera
más alta.
Los tres países que utilizaron como período de referencia (ver Cuadro Nº 1, en la
sección 1.3), el día anterior para medir el uso del tiempo en las actividades
domésticas, los resultados son bastante similares. Así por ejemplo, el tiempo diario
promedio destinado por ambos sexos en Bolivia alcanza 8,8 horas, en Guatemala 8,2
horas y en Nicaragua, 8,6 horas. El Perú, junto a Ecuador, son los países que en suma
dedican menos tiempo a las actividades domésticas 7,4 y 6,3 horas diarias.
En el análisis desagregado por sexo, la mayor semejanza la obtienen Nicaragua y
Bolivia, mientras que en México y Guatemala son las mujeres quienes dedican más
tiempo a las actividades domésticas, complementando así, el bajo tiempo destinado
por los hombres.
Aún cuando la encuesta de Ecuador es bastante disímil en contenido
comparativamente con la de México -esta última abarca una gran cantidad de
actividades-, el tiempo dedicado por los varones a las actividades domésticas coincide
entre ambos países, con 1,7 horas diarias cada uno.
28
Gráfico Nº 16
TIEMPO MEDIO DIARIO EN ACTIVIDADES DOMÉSTICAS DE LA POBLACIÓN DE
12 AÑOS A MÁS POR SEXO SEGÚN PAÍSES
(En horas)
Hombre
Mujer
10
8
7,3
6,4
5,6
6
5,5
4,8
4,5
4
3,3
3,0
2,5
1,8
2
1,7
1,7
0
Nicaragua
1998
Guatemala
2000
Bolivia 2001 México 2002
Ecuador
2004
Perú 2008
1/
1/ Para el caso de Perú - Lima Metropolitana (2008) la población considerada es de 14 años a
más.
Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo, Tabulaciones especiales de las encuestas de hogares
de los respectivos países.
MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
3.4 La relación trabajo remunerado-trabajo no remunerado:
Inequidades de género
Cabe precisar que en adelante se definirá la realización de las actividades domésticas,
como aquella actividad productiva de bienes y servicios necesarios para culminar la
transformación de los productos que se consumen en la vida cotidiana, por tanto, se
considerará como trabajo no remunerado27. Para la medición del trabajo no
remunerado se ha tomado la suma de las horas dedicadas a todas las actividades
domésticas de cada individuo.
En la Figura Nº 1, se puede apreciar la distribución del tiempo que dedica la población
durante todo el día, esta recoge todas las actividades: a) trabajo remunerado, b)
trabajo doméstico (ambas corresponden a la carga total de trabajo), y c) el tiempo
dedicado a otras actividades, incluye las horas de sueño y tiempo de traslado a dichas
actividades. Cabe precisar, que esta distribución responde al total de actividades para
la población que cuenta con un empleo remunerado28. En el caso de los desocupados
e inactivos su carga laboral sólo contempla el tiempo dedicado al trabajo no
remunerado o doméstico,
27
Pedrero, Mercedes (2003) “La encuesta de uso del tiempo y sus potencialidades para conocer las
inequidades de género”.
28
Cabe precisar que se incluye dentro de trabajo remunerado o productivo a los Trabajadores Familiares
No Remunerados TFNR, dado que estos prestan servicios en una empresa o negocio.
29
En cuanto a las otras actividades, la descripción de las mismas pueden ser
consultadas en el anexo de Glosario de Términos.
Figura Nº 1
DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO A LO LARGO DEL DÍA
1 + 2 = Carga Total
de Trabajo
1. Trabajo Remunerado
Trabajo Doméstico
Actividades
durante el día
2. Trabajo No
Remunerado
(24 horas)
3. Otras actividades
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Cuidado de niños
Cuidado adultos, enfermos o discapacitados
Preparación de alimentos
Limpiar el hogar
Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir
Hacer compras, pago servicios y trámites
Reparar y dar mantenimiento a la vivienda
Cuidado de animales y mascotas
Otras actividades domésticas
Horas de sueño
Traslado al trabajo
Actividades personales
Actividades de educación/formación
Actividades deportivas
Actividades culturales o entretenimiento
Act. comunitarias, religiosas o socialización
Trasladarse a actividades
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Mediante el procesamiento de los datos se pueden presentar los resultados
atendiendo a dos tipos de medición. Para diferenciar entre ambos, se adopta, de
acuerdo con EUSTAT (1999)29, la denominación de “tiempo medio social” para
referirnos al tiempo que dedica la población a una actividad determinada en un periodo
de tiempo (sea un día o una semana); y “tiempo medio por participante” al tiempo que
dedica, a una actividad concreta, la población que sí la ha realizado, en el periodo de
tiempo considerado.
Figura Nº 2
TIPOS DE MEDICIÓN ADOPTADOS
“Tiempo medio social” se refiere a
las horas invertidas por una
determinada población en una
actividad, dividida por el número
total de la población analizada,
realice o no dicha actividad.
“Tiempo medio por participante” se
refiere a la suma de las horas que
dedica cada persona a una
actividad, dividida por el número
total de personas que realiza dicha
actividad.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
29
EUSTAT (1999), Encuesta de presupuestos de tiempo, 1998.
30
En el Cuadro Nº 2 se observa los promedios de las horas dedicadas durante el día a
las distintas modalidades de trabajo no remunerado para la PET de Lima
Metropolitana. De lunes a viernes, las actividades de preparación de alimentos y el
cuidado de niños son las actividades a las que se dedica más tiempo, mientras que,
durante el domingo la preparación de alimentos y la limpieza del hogar son las
actividades en que se emplea mayor tiempo, y, en promedio, más tiempo que el
empleado de lunes a viernes.
Cuadro Nº 2
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO SOCIAL DE TRABAJO NO
REMUNERADO POR SEXO SEGÚN ACTIVIDADES DÍA TÍPICO Y DOMINGO, 2008
(En horas)
Actividades día típico 1/
Cuidado de niños
Cuidado adultos, enfermos o discapacitados
Preparación de alimentos
Limpiar el hogar
Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir
Hacer compras, pago servicios y trámites
Reparar y dar mantenimiento a la vivienda
Cuidado de animales y mascotas
Hombre
Mujer
Total
Mujer /
Hombre
0,2
0,0
0,2
0,3
0,2
0,3
0,2
0,1
0,9
0,2
1,2
0,7
0,6
0,5
0,1
0,1
0,6
0,1
0,7
0,5
0,4
0,4
0,1
0,1
4,3
3,4
5,3
2,4
3,6
1,8
0,4
0,9
0,3
0,1
0,3
0,6
0,4
0,6
0,4
0,1
0,9
0,1
1,3
0,9
0,8
0,6
0,1
0,1
0,6
0,1
0,8
0,8
0,6
0,6
0,3
0,1
2,6
2,1
4,3
1,6
2,0
1,1
0,2
1,1
Actividades día domingo 1/
Cuidado de niños
Cuidado adultos, enfermos o discapacitados
Preparación de alimentos
Limpiar el hogar
Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir
Hacer compras, pago servicios y trámites
Reparar y dar mantenimiento a la vivienda
Cuidado de animales y mascotas
Nota: El día típico hace referencia a un día entre lunes y viernes a elección del entrevistado. El tiempo
medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad determinada en un
periodo de tiempo.
1/ No se incluye el rubro otras actividades domésticas ya que el tiempo promedio destinado a ellas es
mínimo (0,01hrs).
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Es en la preparación de los alimentos y cuidado de los niños donde encontramos los
máximos desbalances de género ya que la dedicación horaria de las mujeres es entre
cinco y cuatro veces más que la de los hombres. En cambio, en las reparaciones y dar
mantenimiento a la vivienda y cuidado de animales y mascotas donde los desbalances
se atenúan.
En referencia a las actividades domésticas o trabajo no remunerado que realiza la
PEA ocupada, la tasa de participación de las mujeres en la preparación de los
alimentos es 3 veces mayor a la de hombres, en general las actividades de cuidado de
niños, limpieza, lavado y planchado de las prendas, son ellas quienes más participan,
duplicando la proporción de los hombres que precisan realizar dichas actividades. Sólo
para el caso de las reparaciones y mantenimiento de la vivienda son ellos quienes
triplican la participación de las mujeres. En contraparte, al tiempo medio social
31
dedicado a las actividades domésticas, podemos concluir que son las mujeres quienes
no sólo dedican mayor tiempo a dichas labores sino, proporcionalmente, participan en
mayor cuantía respecto a los hombres.
Gráfico Nº 4
LIMA METROPOLITANA: TASA DE PARTICIPACIÓN DE LA PEA OCUPADA EN
ACTIVIDADES DOMÉSTICAS SEGÚN SEXO, 2008
(En porcentajes)
63,0
Preparación de alimentos
19,2
55,3
Limpieza del hogar
29,5
42,1
Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir
18,5
35,6
Hacer compras, pago servicios y trámites
25,0
28,8
Cuidado de niños
15,2
5,7
Reparar y dar mantenimiento a la vivienda
16,2
Cuidado adultos, enfermos o discapacitados
5,1
2,5
Cuidado de animales y mascotas
5,1
4,0
0,3
0,4
Otras actividades domésticas 1/
0
Hombre
10
20
30
40
Mujer
50
60
70
Nota: Se refiere a la tasa de participación promedio semanal de aquellos que realizaron una
actividad determinada.
1/ Entre los hombres se presenta la reparación/mantenimiento de vehículos automotores, y para el
caso de las mujeres la preparación/arreglos para el trabajo del día siguiente.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
La estimación que se ha realizado permite afirmar que la contribución del trabajo
remunerado30 y no remunerado al bienestar social en el año 2008, medido en
promedio de horas diarias, es de 9,6 horas diarias para la población de Lima
Metropolitana (ver Cuadro Nº 3). Dentro de esa contribución global podemos apreciar
la gran importancia del trabajo no remunerado dado que, cerca del 40% de ese aporte
en tiempo se debe a este tipo de trabajo.
30
Entiéndase que, al interior de la PEA ocupada se encuentra un grupo de Trabajadores Familiares No
Remunerados (TFNR) pero dado que, en estos casos nos referimos a las diferencias en cuanto al tiempo
dedicado al trabajo en unidades productivas frente al trabajo en el hogar, no se excluirán a los TFNR del
análisis al interior del trabajo remunerado.
32
Cuadro Nº 3
LIMA METROPOLITANA: PET DISTRIBUCIÓN DE LA CARGA TOTAL DE
TRABAJO (REMUNERADO Y NO REMUNERADO) EN PROMEDIO DE
HORAS AL DÍA POR SEXO, 2008
Hombre
Tipo de trabajo
Horas
Mujer
%
Horas
%
Total
Mujer /
Horas
Hombre
Trabajo remunerado
6,2
70,9
5,3
52,6
5,8
0,9
Trabajo no remunerado 1/
2,5
29,1
4,8
47,4
3,8
1,9
Carga total de trabajo
8,7
100,0
10,2
100,0
9,6
1,2
Nota: Horas diarias promedio de los días típico, sábado y domingo, lo que explica el promedio más bajo de la
jornada de trabajo remunerado.
1/ El trabajo no remunerado resulta de la suma de todas las actividades domésticas. La cantidad de horas es el
tiempo medio por participante, que considera a la población que sí ha realizado la actividad, en el periodo de
tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Si consideramos la carga global de trabajo remunerado y no remunerado de hombres
y mujeres vemos que el aporte de éstas supera en casi 2 horas diarias al que realizan
los hombres. En un estudio realizado en México se encontró que considerando ambos
tipos de trabajo, el resultado es que las mujeres trabajan más de 10 horas a la semana
que los hombres31.
Los resultados revelan que al interior de la distribución de las horas a la semana son
las mujeres las que dedican mayor tiempo al trabajo no remunerado frente al tiempo
que le dedican los hombres. En el Gráfico Nº 5 podemos denotar que la Población en
Edad de Trabajar (PET), que incluye a los ocupados, desocupados e inactivos,
dedican mayor tiempo al trabajo no remunerado, evidenciándose que son las mujeres
(con el 63,1%) quienes dedican la mayor parte de su tiempo a las actividades
domésticas.
En cuanto a la distribución del tiempo entre la Población Económicamente Activa
(PEA) Ocupada, esta presenta la misma diferenciación, las mujeres dedican el 41,5%
del tiempo al trabajo no remunerado frente al 23,2% que dedican los hombres. Es
decir, las mujeres que cuentan con un empleo dedican mayor tiempo de sus horas
disponibles a actividades domésticas, llegan a sus hogares y continúan trabajando
para la generación de bienes y servicios para el consumo de sus familias. Ver Gráfico
Nº 5.
Debemos reconocer que si bien es factible medir con cierta precisión el tiempo
dedicado a las actividades domésticas típicas, la llamada “carga mental” que conlleva
la gestión y armonización de estas actividades en el tiempo y en el espacio resulta
difícil de captar32.
31
32
Pedrero, Mercedes (2003).
Aguirre, Rosario y García, Cristina. “El tiempo, los tiempos, una vara de desigualdad”, CEPAL - 2005.
33
Gráfico Nº 5
LIMA METROPOLITANA: DISTRIBUCIÓN DE LAS HORAS SEMANALES
DE TRABAJO DE LA PET Y LA PEA OCUPADA SEGÚN SEXO, 2008
(En porcentajes)
Trabajo remunerado
Trabajo no remunerado
100
80
23,2
31,8
41,5
63,1
60
40
76,8
68,2
58,5
20
36,9
0
Hombre
Mujer
PET
Hombre
Mujer
PEA Ocupada
Nota: El trabajo no remunerado resulta de la suma de todas las actividades domésticas.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
3.5 El ciclo vital33 de mujeres y hombres frente al trabajo
remunerado y no remunerado
En esta sección se presentan dos tipos de análisis de los resultados que muestran las
diferencias entre mujeres y hombres en el uso del tiempo y la realización de los
distintos trabajos. Esto permitirá observar las diferencias de tiempos y trabajos entre
mujeres y hombres a lo largo del ciclo vital, a través de dos variables relevantes: edad
y tipología de hogares34. El análisis del comportamiento de mujeres y hombres a lo
largo del ciclo vital es fundamental para estudiar los efectos de la participación en el
mercado laboral en unas y otros.
Las personas pasan a lo largo de su vida por períodos diferentes en relación a su
disponibilidad y distribución del tiempo, siendo esto influenciado por las
responsabilidades que asuman de cuidados de personas dependientes. El hecho de
tener niñas/os menores de edad, o personas mayores o enfermas que cuidar,
naturalmente limita las posibilidades de disponer de tiempo para otras actividades, en
particular, si estas actividades tienen horarios o jornadas poco compatibles con las
tareas de cuidados. De aquí, que la responsabilidad que asuman las personas en
relación a las actividades domésticas determinará enormemente su participación y su
situación en el trabajo remunerado.
33
Entiéndase ciclo vital como las etapas que transcurren en la edad cronológica de las personas –
mujeres y hombres-, en el presente documento dado que, se analiza a la población en edad de trabajar se
tomará el inicio del ciclo vital laboralmente a partir de los 14 años.
34
Análisis semejantes se encuentran en Aguirre, Carrasco y García (2005).
34
Gráfico Nº 6
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO DE TRABAJO REMUNERADO
DIFERENCIADO POR SEXO SEGÚN GRUPO DE EDADES, 2008
(En horas)
6.a Tiempo medio social
3,0
2,7
2,5
2,5
2,0
Horas
6.b Tiempo medio por participante
7
1,8
1,5
1,5
1,2
0,5
0,9
0,5
Hom bre
0,1
0,0
14 años
5,6
5
1,8
1,0
6,1
6
Mujer
0,4
4
4,2
3
3,0
6,4
6,1
5,8
5,4
5,0
4,9
2
1
Hom bre
Mujer
0
15 a 29
30 a 44
45 a 64
65 a más
14 años
15 a 29
30 a 44
45 a 64
65 a más
Nota: El tiempo medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad determinada en un periodo
de tiempo. El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en
concreto, en el periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
En relación con la edad, la información sobre el tiempo dedicado al trabajo
remunerado en Lima Metropolitana muestra que, los adolescentes de 14 años
presentan una relación de 1 a 5 horas entre mujeres y hombres, para los jóvenes las
horas promedio no se alejan en gran medida entre ambos, presentando una menor
brecha (50%). Para los demás rangos de edad se observa que el tiempo que los
hombres dedican al empleo es bastante superior al tiempo que dedican las mujeres
(ver Gráfico Nº 6.a), esto en consideración del total de la PET. Mientras que, si sólo se
consideran a las personas que efectivamente trabajan entre las/os adolescentes de 14
años, se presenta una notable diferencia, son las mujeres quienes a esa corta edad
realizan actividades remuneradas en jornadas más largas que los hombres.
Gráfico Nº 7
LIMA METROPOLITANA: TASAS DE PARTICIPACIÓN EN EL TRABAJO REMUNERADO Y
TRABAJO NO REMUNERADO SEGÚN GRUPO DE EDADES, 2008
(En porcentajes)
7.a TRABAJO REMUNERADO
7.b TRABAJO NO REMUNERADO
100
120
94,4
80
100
85,6
64,1
60
%
96,5
66,9
77,3
60
73,4
71,8
94,6
95,4
81,9
80,9
47,5
40
0
90,7
80
57,0
20
88,6
30,6
40
14,3
20
16,5
Hom bre
4,1
14 años
Mujer
Hom bre
Mujer
0
15 a 29
30 a 44
45 a 64
65 a más
14 años
15 a 29
30 a 44
45 a 64
65 a más
Nota: La tasa de participación de trabajo remunerado responde a la proporción de la PEA ocupada respecto del total de la PET.
La tasa de participación del trabajo no remunerado recoge el porcentaje de personas que dedican al menos una hora durante la
semana de referencia a la actividad en cuestión, respecto del total de la población considerada.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
35
No obstante, en el Gráfico Nº 7.a se puede apreciar que las tasas de participación en
el trabajo remunerado que las mujeres presentan se mantiene elevado en la franja de
edad entre 30 y 44 años; es decir, precisamente en edades en las que normalmente
se tienen hijos o hijas pequeñas las tasas de participación femenina alcanzan los
niveles más elevados (66,9%).
Asimismo, las tasas de participación de las mujeres en el trabajo no remunerado en el
rango de 30 a 44 años es mayor respecto a las otras edades (96,5%). En el caso de
los hombres la participación logra alcanzar el 80% sólo entre los adultos de más de 45
años.
De otro lado, los datos del Gráfico Nº 8 relativos al trabajo no remunerado revelan que
en Lima Metropolitana los hombres no desarrollan actividades domésticas en igual
medida que las mujeres. De un lado se observa que en todas las edades, excepto
para las/os adolescentes de 14 años, las mujeres participan y dedican más horas al
día que los hombres al trabajo no remunerado.
Gráfico Nº 8
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO DE TRABAJO NO REMUNERADO
DIFERENCIADO POR SEXO SEGÚN GRUPO DE EDADES, 2008
(En horas)
8.a Tiempo medio social
8.b Tiempo medio por participante
1,4
6
1,2
1,2
Horas
1,0
4
0,9
0,8
0,9
0,6
0,4
0,2
3
0,7
0,6
0,3
0,3
5,3
5
0,4
0,4
Hom bre
2
5,1
5,0
4,3
3,6
2,3
3,3
2,3
2,5
2,9
1
Mujer
0,0
Hom bre
Mujer
0
14 años
15 a 29
30 a 44
45 a 64
65 a más
14 años
15 a 29
30 a 44
45 a 64
65 a más
Nota: El tiempo medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad determinada en un periodo
de tiempo. El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en
concreto, en el periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
De otro lado, la evolución a lo largo del ciclo vital es claramente distinta por sexo. Así,
mientras las mujeres desde los 30 años en adelante mantienen porcentajes de
participación en la actividad doméstica elevados (cercanos al 100%) los hombres sólo
alcanzan cuotas de participación altas a partir de los 45 años.
De hecho, en la etapa del ciclo vital en que se tiende a dejar el hogar materno, vivir en
pareja y tener hijos o hijas pequeñas (alrededor de los 30 años) es cuando se
agrandan las diferencias entre mujeres y hombres. En estas edades, alrededor del
30% de los hombres no realiza absolutamente ningún tipo de actividad doméstica (ver
36
Gráfico Nº 7.b). A los resultados anteriores se le añade que, cuando los hombres
participan en las actividades domésticas, le dedican poco tiempo (ver Gráfico 8).
Por tanto, según sugieren estos datos, los hombres realizan actividades domésticas
cuando concluyen su actividad en el mercado (cuando se jubilan), pero en los periodos
en que resulta más complicado realizar ambas actividades simultáneamente (cuando
hay presencia de menores) mantienen un nivel bajo de participación en las tareas del
hogar. En contraposición, la pauta de trabajo de las mujeres responde a lo que
podríamos llamar “natural”35 (de necesidad, de naturaleza), es decir, trabajar más
cuando existen en el hogar más personas dependientes.
A partir de los 45 años, la participación de las mujeres, al igual que la de los hombres,
disminuye para volver a aumentar en la edad de la jubilación (65 años). Hay que
considerar que las mujeres residentes en Lima Metropolitana que actualmente son
mayores de 55 años, en general, tienen o han tenido una tasa de participación laboral
muy baja, por tanto, es posible que su dedicación al trabajo no remunerado no
aumente sino que sea la pauta que ya tenían en su juventud. Distinto puede ser el
caso de las jubiladas, que pueden estar viendo aumentar su tiempo en actividades
domésticas sobre todo dedicándose al cuidado de nietos o nietas36.
3.6 El uso del tiempo de mujeres y hombres: Tipología de los
hogares y ciclo vital de las familias
En esta sección se analiza el tiempo dedicado a las distintas actividades por parte de
mujeres y hombres de acuerdo a los tipos de hogar y al ciclo vital de las familias que
provienen. Una primera característica de los hogares de Lima Metropolitana se refiere
a la estructura de los mismos de acuerdo con determinada clasificación. Una primera
clasificación empleada responde a la existencia o no de lazos familiares en el hogar37.
Así, éstos se pueden clasificar en:
a) Hogares no familiares
ƒ Unipersonal, si el jefe del hogar vive solo no serán incluidos en el análisis.
b) Hogares familiares
ƒ Nucleares, cuando lo conforman el jefe de hogar, su cónyuge y/o hijos; o el
jefe de hogar y sus hijos
ƒ Extendidos, hogares nucleares más otros parientes y
ƒ Compuestos, hogares nucleares más otros parientes y otros no parientes.
Una segunda clasificación se establece en relación con la existencia de la pareja o no
en el hogar, por lo que se considera:
35
36
37
Martí, Matilde (2009). “El empleo del tiempo”, Instituto Nacional de las Mujeres de Uruguay.
Aguirre, Rosario y García, Cristina (2005). “El tiempo, los tiempos, una vara de desigualdad”, CEPAL.
PEEL (2000). Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Perú.
37
Hogar completo, aquél donde el núcleo principal incluye a la pareja y
alternativamente a los hijos.
Hogar incompleto se define ante la falta de uno de los cónyuges.
ƒ
ƒ
Al 2008, en Lima Metropolitana, ver Cuadro Nº 4, aproximadamente 6 de cada 10
hogares son nucleares, de los cuales 4 de ellos están conformados por una pareja sean casados o convivientes- que pueden vivir con sus hijos (hogares nucleares
completos), y los 2 hogares restantes lo conforman el jefe de hogar -sea hombre o
mujer- y sus hijos (hogares nucleares incompletos). Además, cerca de 3 de cada 10
hogares son extendidos. Ambos agrupan al 92% de los hogares de Lima
Metropolitana. Mientras que sólo uno de los 10 hogares considerados son
unifamiliares o compuestos.
Cabe indicar que, si bien los hogares completos representan al 70,6% del total de
hogares urbanos, existe más de 800 mil hogares (20,5%) donde el núcleo principal
tiene como jefe de familia a una mujer sin cónyuge o conviviente. Nótese que los
hogares incompletos jefaturados por mujeres representan más del doble que los
hogares incompletos jefaturados por hombres.
Cuadro Nº 4
LIMA METROPOLITANA: TIPO DE HOGAR POR CARACTERÍSTICAS DE
COMPLETO O INCOMPLETO, 2008
Tipo de Hogar
Completa
Incompleta
Con jefe varón
Con jefe mujer
Absoluto
%
Absoluto
%
Absoluto
%
Unipersonal
Nuclear
Extendida
Compuesta
0
3 133 505
1 292 572
154 788
0,0
48,3
19,9
2,4
161 208
142 903
252 317
24 216
2,5
2,2
3,9
0,4
110 216
540 470
611 583
65 978
Total
4 580 865
70,6
580 644
8,9
1 328 247
Total
Absoluto
%
1,7
8,3
9,4
1,0
271 424
3 816 878
2 156 472
244 982
4,2
58,8
33,2
3,8
20,5
6 489 756
100,0
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Es probable que los hogares presenten comportamientos diferentes frente al trabajo
remunerado y no remunerado, de acuerdo con el tipo de hogar (completo/incompleto o
nuclear/no nuclear).
Los resultados revelan que, en los hogares nucleares (con menos integrantes) las
mujeres trabajan menos horas en promedio que las mujeres en hogares compuestos
(con mayor número de integrantes), ver cuadro Nº 5. Un comportamiento contrario se
da en el tiempo dedicado a las actividades domésticas, donde las mujeres de familias
nucleares destinan mayor tiempo que las de hogares compuestos. Lo que se
explicaría a razón, de que a más integrantes en el hogar los tareas domésticas son
mejor distribuidas entre sus miembros. Para el caso de los hombres, se puede denotar
que ante más miembros en el hogar el tiempo que ellos destinan a las actividades
domésticas es inferior frente a los hombres de las familias nucleares.
38
Cuadro Nº 5
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE DE
TRABAJO REMUNERADO Y NO REMUNERADO SEGÚN TIPO DE HOGAR, 2008
(En horas)
Tipo de hogar
Trabajo remunerado
Trabajo no remunerado
Mujer/
Mujer/
Hombre Mujer
Hombre Mujer
Hombre
Hombre
Unipersonal
Nuclear
Extendida
Compuesta
5,7
6,3
6,1
6,2
5,0
5,3
5,4
5,8
0,9
0,8
0,9
0,9
2,5
2,6
2,5
2,2
3,4
5,0
4,7
4,6
1,4
1,9
1,9
2,1
Total
6,2
5,3
0,9
2,5
4,8
1,9
Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población
que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Si vemos al interior de las actividades domésticas, denotamos que el cuidado de
niños, adultos y enfermos demanda mayor tiempo en mujeres y hombres de los
hogares nucleares y extendidos (en promedio 2,7 horas), en las familias compuestas
sólo en el cuidado de niños se presentan los promedios más altos (2,7 horas). Los
menores tiempos de dedicación (menos de 1 hora) lo presentan los hombres de
hogares compuestos, en especial en el cuidado de animales y mascotas y en el lavado
y planchado de prendas de vestir (ver cuadro Nº 6).
Cuadro Nº 6
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE EN ACTIVIDADES
DOMÉSTICAS SEGÚN TIPO DE HOGAR, 2008
(En horas)
Actividades domésticas
Cuidado de niños
Cuidado adultos, enfermos o discapacitados
Preparación de alimentos
Limpiar el hogar
Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir
Hacer compras, pago servicios y trámites
Reparar y dar mantenimiento a la vivienda
Cuidado de animales y mascotas
Nuclear
Compuesta
Hombre
Mujer
Total
Hombre
Mujer
Total
2,1
2,1
1,3
1,2
1,2
1,4
2,1
1,1
2,9
2,9
1,8
1,3
1,5
1,2
1,1
0,8
2,7
2,7
1,8
1,3
1,4
1,2
1,8
1,0
2,5
1,4
1,3
0,9
1,7
1,4
0,5
2,7
1,7
1,9
1,4
1,3
1,3
0,9
0,7
2,7
1,7
1,9
1,4
1,3
1,4
1,2
0,6
Nota: Sólo se consideran los tipos nuclear y compuesto dado que, son los hogares que presentan
diferencias significativas en su número de miembros.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
En el caso de la tipología de los hogares por completo o incompleto, las horas
dedicadas a las actividades domésticas dependerán de la jefatura del hogar, si es
llevada por una mujer u hombre. Según los grupos de edades en los hogares
completos, los integrantes entre 30 y 64 años son quienes presentan mayor
dedicación en las actividades domésticas.
De otro lado, en las familias incompletas, que no cuentan con uno de los cónyuges, los
miembros dedican mayor tiempo a las actividades domésticas si el hogar es llevado
por una mujer, y el tiempo se incrementa si se trata de personas con más de 45 años
39
(entre 4,5 y 4,6 horas diarias). Mientras que, en el caso de hogares con jefes hombres,
el promedio es de 3,3 horas diarias en todos los casos, a excepción de los jóvenes
que dedican alrededor de 2,5 horas diarias. Estos datos evidencian que los hogares
liderados por mujeres, distribuyen un mayor número de horas a las actividades
domésticas entre los miembros del hogar.
Gráfico Nº 9
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE DE TRABAJO NO
REMUNERADO POR TIPO DE HOGAR SEGÚN RANGO DE EDADES, 2008
(En horas)
5,0
4,0
4,6
4,2
3,9
4,0
3,6
3,3
3,0
4,2
2,7
3,2
3,0
4,2
3,8
4,5
5,0
4,0
3,2
3,0
2,5
2,0
2,0
1,0
1,0
0,0
0,0
14 años
15 a 29
Incompleto
con jefe varón
30 a 44
45 a 64
Incompleto
con jefe mujer
65 a más
Completo
Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si
ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
El ciclo de vida de las familias alude a las diversas fases o etapas por las que suelen
pasar los arreglos familiares. Partiendo de la constitución de un núcleo inicial (pareja
con o sin hijos), pasando por distintos momentos de cambio de acuerdo al crecimiento
del grupo inicial y a las edades de sus miembros, hasta la disolución de dicho núcleo o
su dispersión en nuevos núcleos y arreglos familiares.
El ciclo de vida familiar es una variable que permitirá la segmentación de los individuos
en función de la etapa evolutiva en la que se encuentra el hogar en el que viven.
Ciertos estudios38 han evidenciado que el estadio en el que un hogar se encuentra,
tiene mucho que ver con el tiempo dedicado a las actividades domésticas, de ocio y/o
culturales entre los individuos que en él residen.
Para definir la variable ciclo de vida de las familias se parte de la propuesta de
Espíndola39 (1997). Las variables determinantes del ciclo son, principalmente, la edad
de las mujeres y los hijos. En nuestro caso, la edad de la mujer fue a los 40 años
(como en Arriagada40, 2002) y para los cortes de edad de los hijos se sigue la
38
Véase “Estructuras Familiares, Trabajo Doméstico y Bienestar en América Latina” (CEPAL - 2004).
Espíndola, Ernesto (1997). “Anexo metodológico: hogares y familias según tipo y ciclo de vida”.
Arriagada, Irma (2002). “Cambios y desigualdad en las familias latinoamericanas”. Revista de la
CEPAL, No. 77. Pag.: 143 – 161. Agosto. Dada la evidencia empírica nacional, según el Censo del 2007,
el 99% de madres tuvo su primer hijo antes de los 40 años.
39
40
40
normativa nacional,41 pero abriendo los del ciclo de salida en dos grupos según la
edad de los hijos menores. También se desagregan los hogares unipersonales en dos
grupos según la edad de la persona pues la incidencia de la pobreza se asocia
directamente con la edad.
La variable ciclo de vida de los hogares y familias, presenta las siguientes categorías:
1. Pareja sola: Jefe(a) del hogar y cónyuge sin hijos, donde la edad de la mujer sea
menor de 40 años.
2. Inicio: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo mayor tenga entre 0 a 5
años.
3. Expansión: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo mayor tenga entre 6 y
11 años.
4. Consolidación: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo mayor tenga entre
12 y 17 años.
5. Estabilización: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo mayor tenga 18
años a más y el hijo menor tenga 18 años o menos.
6. Alejamiento o salida: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo menor tenga
18 años a más.
ƒ Nido vacío: Jefe(a) del hogar y cónyuge sin hijos, donde la edad de la mujer sea de
40 años a más.
ƒ Sin núcleo: Jefes sin pareja ni hijos y con otros familiares o no familiares.
ƒ Unipersonal adulto: Únicamente el jefe(a), menor de 60 años de edad.
ƒ Unipersonal mayor: Únicamente el jefe(a), de 60 o más años de edad.
En el gráfico Nº 6 se puede apreciar la distribución de las familias de Lima
Metropolitana según su estadio en el ciclo familiar, donde se denota un mayor
proporción (30%) de aquellos que provienen de hogares cuyo hijo menor cuenta con
18 o más años. Otro grupo de importancia, con el 20%, lo conforma la población
proveniente de familias estabilizadas (hijo mayor de 18 años a más e hijo menor con
18 años o menos).
Lo que indica que 5 de cada 10 familias en Lima Metropolitana están en una etapa de
estabilización o alejamiento, dado que sus hijos se encuentran cerca o ya cuentan con
la mayoría de edad para poder aportar en trabajo o a realizar las actividades
domésticas, otro grupo estaría a puertas de dejar el núcleo familiar y formar el propio.
Entre las categorías que se emplearán como propias al ciclo familiar se tomarán
aquellas compuestas por familias que incluyan jefe(a) del hogar con o sin cónyuge con
hijos y la pareja sola sin hijos (con madre joven). Dado el ciclo de vida de las familias,
las mujeres que provienen de hogares en iniciación y expansión son las que dedican
41
En cuanto a la edad de iniciación a la educación básica (RM Nº 0516-2007-ED) la edad mínima es 6
años. Según el Código del Niño y Adolescente (Ley Nº 27337), la adolescencia se inicia a los 12 años de
edad. De otro lado, la mayoría de edad se alcanza a los 18 años cumplidos según Ley N° 19221.
41
mayor tiempo a las actividades domésticas, en promedio entre 6,5 a 6 horas. Las que
menor tiempo dedican a las actividades domésticas son aquellas que residen en
familias en estabilización (4,1 horas), dado que en dichos núcleos familiares la
probabilidad de contar con hijos pequeños es mínima.
Gráfico Nº 10
LIMA METROPOLITANA: DISTRIBUCIÓN DE LA PET SEGÚN ESTADÍO EN EL
CICLO DE VIDA DE LA FAMILIA QUE PROVIENE, 2008
(En porcentajes)
Alejamiento
30,6%
Nido vacío
3,4%
Estabilización
20,4%
Consolidación
16,3%
Otros
14,6%
Inicio
8,9%
Sin núcleo
5,1%
Unipersonal 1/
4,2%
Pareja sola
1,9%
Expansión
9,3%
1/ Incluye a unipersonal adulto y a unipersonal mayor.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Es decir el tiempo entre el cuidado de niños, preparación de alimentos, lavado y
planchado de prendas en las familias con hijos menores a los 12 años recarga la labor
de las mujeres dentro del hogar, en contraparte las mujeres en familias con hijos
mayores de 18 años encuentran una menor carga horaria en dichas actividades. Lo
que se vislumbra, en general, es que, la condición de contar con hijos menores o
mayores no altera el tiempo que los hombres dedican a dichas actividades,
nuevamente sobresalen las brechas horarias de las mujeres y hombres frente al
trabajo no remunerado.
42
Gráfico Nº 11
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE DE TRABAJO NO
REMUNERADO SEGÚN CICLO DE VIDA DE LA FAMILIA QUE PROVIENE, 2008
(En horas)
7
6,5
6,0
6
Horas
5
Hombre
4,8
4,7
4,4
4,1
4
3
Mujer
2,6
2,6
2,4
2,1
2,6
2,6
2
1
ja
Par e
sola
Inicio
nsió
Expa
n
n
n
to
ació
ació
mien
biliz
solid
Aleja
Esta
Co n
TIEMPO
Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si
ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Otra de las características, que destaca para la diferenciación de los tiempos que
dedican las personas al trabajo remunerado y no remunerado, es el nivel de ingresos
per cápita de la familia, el que será presentado por quintiles42.
El ingreso laboral familiar de aquellos ubicados en el 1º quintil es de 168 nuevos soles,
mientras que de aquellos ubicados en el 5º quintil es de 5 874 nuevos soles, esto nos
dará una idea de la situación de escasez o de opulencia de la población.
En tanto, las mujeres de hogares pobres, en promedio, trabajan remuneradamente
una hora menos que las mujeres con mayores ingresos, esto justificaría en parte la
escasez de recursos en dichos hogares, la misma figura se aprecia para el caso de los
hombres, siendo otra razón el nivel de calificación (ver gráfico Nº 12.a). En
contraposición, en los hogares pobres, las mujeres dedican 1,6 horas más a las
actividades domésticas no remuneradas que las mujeres de mayores ingresos,
evidenciándose que a mayores ingresos menor es el tiempo que dedica la mujer a las
actividades domésticas (ver gráfico Nº 12.b).
42
El quintil de ingreso per capita del hogar, se calcula ordenando la población desde el individuo más
pobre al más adinerado, para luego dividirla en 5 partes de igual número de individuos; con esto se
obtienen 5 quintiles ordenados por sus ingresos, donde el 1er quintil representa la porción de la población
más pobre; el 2do quintil, el siguiente nivel y así sucesivamente hasta el 5to quintil, representante de la
población con mayores ingresos
43
Gráfico Nº 12
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE DE TRABAJO REMUNERADO
Y NO REMUNERADO SEGÚN QUINTILES DE INGRESO PER CÁPITA DEL HOGAR, 2008
(En horas)
12.a TRABAJO REMUNERADO
12.b TRABAJO NO REMUNERADO
9,0
9,0
7,5
Horas
6,0
6,6
6,5
5,2
5,2
4,5
7,5
6,3
5,9
5,7
5,6
5,3
6,0
4,5
4,1
3,0
5,7
5,3
5,1
4,7
4,1
3,6
2,5
3,0
2,5
2,5
2,3
1,5
1,5
Hom bre
Mujer
0,0
Hom bre
Mujer
0,0
1º quintil
2º quintil
3º quintil
4º quintil
5º quintil
1º quintil
2º quintil
3º quintil
4º quintil
5º quintil
Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto,
en el periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
3.7 El uso del tiempo de mujeres y hombres: Caracterización de
la PEA ocupada y desocupada
Como se ha evidenciado en las secciones precedentes, las mujeres siguen siendo las
responsables del trabajo doméstico (no remunerado) y los hombres predominan en el
trabajo remunerado. Alrededor del 40% de la Población Económicamente Activa (PEA)
de Lima Metropolitana en el año 2008, estaba conformada por mujeres. Además, la
división sexual del trabajo reaparece en el mercado, donde las mujeres desempeñan
empleos que a menudo son iguales a los que hacían en el hogar.
Se han propuesto diversas teorías para explicar por qué existe en el mundo tanta
segregación en el trabajo por razón del género43. Los análisis de género sobre esta
cuestión se preocupan, principalmente, de las variables que no son propias del
mercado del trabajo. Destacan que la posición desventajosa de las mujeres en el
mercado del trabajo se debe al patriarcado, a la posición subordinada de las mujeres
en la sociedad y a las responsabilidades que asumen con las tareas domésticas y el
cuidado de los hijos44.
En el gráfico Nº 13 se puede apreciar la división por grupo ocupacional de las mujeres
de Lima Metropolitana, en el cual se evidencia que 3 de cada 10 mujeres ocupadas se
emplean como trabajadoras del hogar o servicios, asimismo 3 de cada 10 mujeres
laboran como vendedoras, en su mayoría (90%) en el sector informal de la
43
Algunos economistas hacen hincapié en el capital humano, y en el hecho de que las mujeres tienden a
poseer menos y menos relevantes años de educación y de experiencia en el mercado del trabajo, en
comparación con los hombres; como resultado, las mujeres tienen diferentes calificaciones e intereses
con respecto a los tipos de ocupaciones que les convienen.
44
Ander, Richard. “La segregación profesional entre hombres y mujeres. Repaso de las teorías”, Revista
Internacional del Trabajo (Ginebra - 1997).
44
economía45. De este modo, se comprueba la teoría marxista, en la cual se precisa a la
segregación ocupacional como mecanismo de reproducción de la desigualdad
económica entre hombres y mujeres.
Gráfico Nº 13
LIMA METROPOLITANA: PEA OCUPADA FEMENINA SEGÚN GRUPO
OCUPACIONAL, 2008
(En porcentajes)
Empleadas de
oficina
11,6
Artesanas y
operarias
9,8
Trabajadora del
hogar
11,2
Trabajadora de
los servicios
15,6
Otros 2/
1,6
Vendedoras
28,8
Profesional,
técnica 1/
21,6
1/ Incluye a un grupo reducido de gerentes, administradoras y funcionarias.
2/ Incluye a las mujeres agricultoras, ganaderas, pescadoras, obreras, conductoras y
mineras.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Dada la condición de actividad de mujeres y hombres, a continuación se presentan las
características más destacas respecto al tiempo que asignan al trabajo no
remunerado.
La condición de ocupadas de las mujeres tampoco las libera de utilizar tiempos
importantes en las actividades domésticas. Cualesquiera sea la duración de su jornada
laboral, ellas dedican mucho más tiempo que los hombres a estas actividades; para
ellas, mientras mayor es el tiempo de la jornada laboral menor es el tiempo que
pueden dedicarle al trabajo doméstico (ver Cuadro Nº 7). La conducta antes descrita,
no se observa entre los hombres quienes prácticamente no muestran variaciones
significativas.
Del mismo modo, en cuanto a la participación en las actividades domésticas, se puede
denotar que son las mujeres quienes independientemente de su jornada laboral,
participan con mayor presencia en dichas actividades, alrededor del 93% y sólo en el
caso de las mujeres con jornadas laborales mayores la participación cae en 10 puntos
porcentuales. En el caso de los hombres, su participación oscila entre el 76% a
excepción de aquellos con jornadas laborales cortas.
45
La definición de MTPE para medir el empleo en el sector informal agrupa a los segmentos: Empresas
de 2 a 9 trabajadores, los independientes no profesionales, los T.F.N.R y el resto (trabajadores del hogar
en su mayoría y otros).
45
Cuadro Nº 7
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO Y TASA DE PARTICIPACIÓN EN
TRABAJO NO REMUNERADO DE LA PEA OCUPADA SEGÚN RANGO DE HORAS, 2008
Hombre
Rango de horas
Mujer
Total
Mujer /
Horas
Hombre
Horas
%
Horas
%
Menos de 15
De 15 a 34
De 35 a 47
48 horas
De 49 a 59
Más de 59
2,1
2,7
2,6
2,4
2,2
1,9
85,1
76,0
79,9
76,4
73,1
65,7
5,4
5,1
4,0
3,7
3,3
2,7
95,8
96,1
93,0
94,9
90,6
83,5
4,6
4,2
3,3
2,9
2,6
2,2
2,6
1,9
1,5
1,5
1,5
1,4
Total
2,3
73,3
3,9
91,5
3,0
1,7
Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha
realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, forman parte del sector
informal: los trabajadores de empresas de 2 a 9 trabajadores, los independientes no
calificados, los Trabajadores Familiares No Remunerados (TFNR), y los trabajadores
del hogar, por la baja productividad de las actividades que realizan, así como por la
ausencia de protección social (seguro de salud y afiliación a un sistema de pensiones),
que las ubica en una situación precaria. En este sentido, los resultados revelan que
son más las mujeres que se desempeñan en el sector informal, 6 de cada 10 mujeres
ocupadas (ver anexo Cuadro Nº A.3).
Ante este elevado grado de informalidad, resulta de importancia presentar el tiempo
que destinan las mujeres y hombres ocupados a las actividades domésticas. Para
Lima Metropolitana al 2008 según sector de la economía, las mujeres que laboran en
el sector informal dedican en promedio cerca del doble de horas que dedican los
hombres, lo que se justifica ante las menores jornadas laborales y la flexibilidad en los
horarios, como características de dicho sector.
Cuadro Nº 8
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO Y TASA DE
PARTICIPACIÓN EN TRABAJO NO REMUNERADO DE LA PEA OCUPADA
SEGÚN SECTOR FORMAL E INFORMAL, 2008
Hombre
Sector
Mujer
Total
Mujer /
Horas
Hombre
Horas
%
Horas
%
Sector Formal
Sector Informal
2,4
2,2
75,4
71,1
3,8
4,0
91,9
91,3
2,9
3,1
1,6
1,8
Total
2,3
73,3
3,9
91,5
3,0
1,7
Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha
realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
46
Otro aspecto de importancia para analizar se refiere a los ingresos laborales que
perciben las mujeres y hombres, y como este puede influenciar en los tiempos
destinados a las actividades no remuneradas. En ese sentido, se agrupa a la
población por quintiles, de donde se evidencia que en los sectores con menos
ingresos la brecha entre el tiempo dedicado a las actividades domésticas es mucho
más marcada entre mujeres y hombres, en este grupo las mujeres ocupadas dedican
el doble de horas que los hombres a dichas actividades.
De otro lado, los datos revelan que los hombres, independientemente al quintil de
ingresos donde se ubiquen, dedican en promedio 2,3 horas diarias a las actividades no
remuneradas. En el caso de las mujeres, la posibilidad de contar con mayores
ingresos repercute en el tiempo que le asignan a las actividades domésticas. A
mayores ingresos laborales las mujeres dedican menos tiempo al trabajo no
remunerado, lo que se explicaría por un lado, a poder contar los con medios para
pagar por dichos servicios, asimismo, aquellas mujeres con mayores ingresos trabajan
alrededor de 48 horas a más, donde el tiempo con el que cuentan hace menos
probable que presenten más horas en la dedicación a este tipo de actividades.
Gráfico Nº 14
LIMA METROPOLITANA: INGRESO LABORAL PROMEDIO, BRECHAS SALARIALES
Y DE TRABAJO NO REMUNERADO SEGÚN QUINTILES Y SEXO, 2008
(En nuevos soles y tasas)
4 000
5,0
3 696
4,6
4,5
3 500
3,9
3 000
3,7
3 053
3,4
3,5
2 500
3,2
S/.
3,0
2,5
2,4
1 500
2,3
2,4
2,3
1 251 1 224
1 000
596 582
309
2,1
2,0
Horas
2 000
500
4,0
1,5
870 857
1,0
253
0,5
0,0
0
1º Quintil
2º Quintil
Hombre
Mujer
3º Quintil
4º Quintil
Horas (Hombre)
5º Quintil
Horas (Mujer)
Nota: Para el cálculo de los ingresos salariales promedio no se ha considerado a los Trabajadores
Familiares No Remunerados (TFNR).
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
En contraparte al análisis anterior, ahora se presentará la distribución del tiempo de
mujeres y hombres a las actividades domésticas dada su condición de desempleo.
Según grupo de edades de los desocupados, las mujeres de 30 a 44 años y las de 65
a más son quienes dedican mayor tiempo a las actividades domésticas, 7,6 y 8 horas
diarias respectivamente. En el caso de los hombres de 45 a 64 años, son quienes
dedican mayor tiempo a las actividades domésticas, presentando un promedio de 5,1
horas diarias.
47
Si verificamos por el ciclo vital familiar, tenemos que las mujeres de 30 a 44 años en
promedio cuentan con niños menores de 6 años, lo que justificaría el mayor número de
horas dedicadas a dichas actividades. De otro lado, las mujeres de 65 años a más, en
su mayoría son abuelas y/o cesantes con mucho más tiempo disponible para realizar
las tareas del hogar (ver Cuadro Nº 9), principalmente al cuidado de menores.
En cuanto a los niveles educativos, tenemos que la mayor diferencia entre los tiempos
dedicados a las actividades del hogar entre mujeres y hombres desocupados se da en
quienes cuentan con educación superior universitaria, lo que resulta interesante dado
que las mujeres más preparadas estarían dedicando casi el doble de horas que
dedican los hombres a las actividades domésticas.
De manera independiente, entre las mujeres desocupadas las que cuentan con nivel
educativo primario dedican mayor tiempo a las actividades domésticas, 7 horas diarias
en promedio. Asimismo, los hombres desocupados con nivel educativo primario son
los que dedican mayor tiempo al trabajo no remunerado, 4,1 horas en promedio (ver
Cuadro Nº 9).
Cuadro Nº 9
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO DE TRABAJO NO REMUNERADO DE
LA PEA DESOCUPADA SEGÚN CARACTERÍSTICAS PERSONALES, 2008
(En horas)
Hombre
Mujer
Total
Mujer/
Hombre
Grupos de edad
14 años
15 a 29
30 a 44
45 a 64
65 a más
3,6
3,7
5,1
3,8
5,0
5,8
7,6
6,1
8,0
5,0
4,9
6,5
5,6
3,9
1,6
2,1
1,2
2,1
Nivel educativo
Primaria
Secundaria
Sup. no universitaria
Sup. universitaria
4,1
4,2
3,3
3,2
7,0
6,8
5,4
6,3
6,0
5,7
4,5
5,1
1,7
1,6
1,6
1,9
Estado civil
Conviviente
Casado
Viudo
Divorciado/separado
Soltero
4,5
4,7
4,1
3,5
7,3
7,1
3,7
7,3
5,2
6,9
5,8
3,7
6,4
4,3
1,6
1,5
1,8
1,5
Total
3,9
6,4
5,3
1,7
Variables
Nota: El signo (-) refiere a que no se cuentan con casos.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
En relación al estado civil de los desocupados, tenemos que las mujeres divorciadas o
separadas y las convivientes son las que dedican mayor tiempo a las actividades
48
domésticas en promedio 7,3 horas al día. En el caso de hombres desocupados
casados, estos comparten las tareas domésticas con las mujeres, en el sentido que en
dicha condición los hombres aportan más horas de trabajo en el hogar, alrededor de
4,7 horas diarias.
Ante los resultados para la población ocupada y desocupada, podemos concluir que la
distinción entre mujeres y hombres prevalece, siendo las mujeres quienes dedican
mayor tiempo a las actividades no remuneradas. Esta brecha se reduce,
relativamente, ante la condición de actividad de los hombres siendo, los desocupados
los que pueden aportar más horas en actividades domésticas.
3.8 Valorización del trabajo doméstico: Una aproximación
La contribución del trabajo doméstico al bienestar de la familia es un hecho difícil de
negar, pero no ha sido reconocido a través de información estadística. No se ha
contabilizado ni el número de personas que lo realizan, ni el tiempo dedicado, ni la
riqueza que éstas generan para el país.
Muchos debates sobre la necesidad de reivindicar la contribución del trabajo de las
mujeres se han quedado sólo en la separación entre actividades productivas, esto es
para el mercado, y las reproductivas, referidas a lo doméstico (principalmente
aludiendo a servicios tales como encargarse del cuidado de los demás miembros del
hogar). Entre las actividades productivas, generalmente, no se consideran las
dedicadas a la producción de bienes para autoconsumo, transformación que significa
un valor agregado, como la fabricación de ropa, muebles, enseres (como lo
recomienda la última revisión de los conceptos en el SCN).
Se reconoce que son actividades estadísticamente difíciles de cuantificar, incluso
exigen una clarificación conceptual como punto de partida. Para sistematizar las
actividades y pasar a su valorización económica se propone distinguir en primera
instancia entre: a) Actividades Universales y b) Actividades Circunstanciales, ver
Cuadro Nº 10. Las universales son las que tienen que llevarse a cabo en todo hogar;
las circunstanciales dependen, como su nombre lo indica, de circunstancias, como la
etapa biológica en que se encuentre la familia, el estrato socioeconómico al que
pertenezca el hogar, dotación de servicios de la vivienda, etc.
49
Cuadro Nº 10
ACTIVIDADES DOMÉSTICAS DEL MÓDULO UDT E IDENTIFICACIÓN DE SUS
EQUIVALENCIAS EN EL MERCADO
Actividades universales
En el ámbito doméstico
En el mercado
Preparación de los alimentos
- Servicio en la mesa
- Lavado de vajilla y utensilios,
- Aseo de la cocina
Servicios de preparación y venta de alimentos:
(Restaurantes)
Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir
Servicios de lavanderías, tintorerías y costureras
Limpiar y/o ordenar el hogar
Personal de limpieza en general, servicios especializados
en lavado de alfombras, pisos, vidrios, etc.
Hacer compras, pagos y trámites
Comisión por realización de trámite y entrega a domicilio
Actividades circunstanciales
En el ámbito doméstico
En el mercado
Cuidado de niños (miembros del hogar)
Niñeras, nanas, guarderías
Cuidado de adultos, enfermos o discapacitados
Asilos, hospitales
Reparar y dar mantenimiento a la vivienda
Servicios contratados (jardinería, gasfitería, albañilería)
Cuidado de animales y mascotas
Servicios de bañado de mascotas, veterinarias
Reparación y mantenimiento de vehículo 1/
Servicios de mecánica y lavado de autos
1/ Esta actividad se encuentra al interior del rubro “otras actividades domésticas”.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
a. Consideraciones para la valorización económica
Para la valorización económica del trabajo doméstico es importante considerar su
naturaleza heterogénea. Al otorgarle o imputarle un valor económico será necesario
considerar tal heterogeneidad. La naturaleza del trabajo que se encuentra en el
mercado se realiza de manera más especializada a través de ocupaciones
específicas, que pueden ser similares a alguna de las que comprende el trabajo
doméstico; tales como: cocinera(o) = cocinar, empleado(a) de lavandería = lavar y
planchar ropa, enfermera(o) = cuidar enfermos, etc.
En general, en las ocupaciones llevadas a cabo para el mercado hay un grado de
especialización importante, mientras en el ámbito doméstico una misma persona
realiza varias ocupaciones durante la jornada, algunas de manera simultánea. La
heterogeneidad del trabajo doméstico se encuentra en la diversidad de ocupaciones y
el grado de sofisticación involucrada; esto es, distintas maneras de preparar alimentos
y variedad o calidad de los mismos, de lavar ropa, etc. Cabe preguntarse ¿qué
interesa más el tiempo involucrado para desarrollarlo o la calidad del producto o el
servicio? Quizás, lo recomendable sea primero atender lo cuantitativo y posteriormente
lo cualitativo.
La contribución de las personas a través del trabajo doméstico puede ser expresada
como empleo, producto (valor agregado) e ingreso. El empleo representa el insumo
50
del trabajo en el proceso de producción, mientras que los otros se refieren a
producción. Cada elemento requiere especificaciones. Los tres conceptos constituyen
indicadores sobre la importancia de la actividad y muchas decisiones en materia de
política pública deberían tomar en cuenta estas medidas.
La evaluación de la contribución de las personas a través del trabajo doméstico puede
concebirse como trabajo (aunque se considere no económico), su contribución al
producto y a la renta nacional. Las tres variables son necesarias para demostrar de
modo efectivo el papel del trabajo doméstico en el bienestar familiar y social46.
La primera considera el insumo en esfuerzos, mientras las últimas consideran el
resultado. La primera se puede especificar en términos del tiempo dedicado al trabajo
doméstico, la unidad de medición son personas, horas trabajadas u horas/persona. El
otro tipo de cuantificación apunta a medir el valor agregado y debe expresarse en
unidades monetarias, que implica estimaciones o cálculos específicos que requieren
datos sobre la producción específica (complicada por la variedad de actividades y sus
calidades diferentes) y restar sus insumos. El valor se tiene que estimar a partir de las
cifras de cantidades y sus precios.
En este documento se optará por la visión desde el punto de vista del producto que
considera al valor agregado, esto es deduciendo los insumos. Al tratarse de una
amplia gama de bienes y servicios sólo se pueden agregar en términos monetarios.
Esto quiere decir que cada bien o servicio puede ser añadido o sumado de acuerdo a
su precio en el mercado.
El valor agregado puede presentarse en términos de cantidad (volumen de producción
o número de servicios realizados) y de precio; combinando volumen y precio se puede
estimar estadísticamente cifras de valor. Será necesario hacer ejercicios cuidadosos
de imputación, porque dada la heterogeneidad de la naturaleza del trabajo doméstico
el proceso es complejo.
b. La estimación en términos económicos
A continuación se detallan los pasos realizados para llevar a cabo la estimación:
1. De la base de datos del Módulo de Uso del Tiempo de la Encuesta de Hogares
Especializada en Niveles de Empleo, Lima Metropolitana 2008, se identificaron las 9
actividades principales identificadas como domésticas, columna 1 del Cuadro Nº 11.
2. Luego se obtuvo la frecuencia de las personas que respondieron si realizan dichas
actividades durante la semana.
46
Pedrero, Mercedes (2002). “Género y trabajo doméstico y extradoméstico en México: Una estimación
del valor económico del trabajo doméstico”.
51
3. Del paso anterior se obtuvo como primer resultado el número total de personas
que participaron en cada actividad, que es lo que se presenta en la segunda columna
del Cuadro Nº 11.
4. Con la misma base se obtiene el total de horas trabajadas a la semana por
actividad específica, que corresponde a la columna 3 del Cuadro.
5. Con la base de datos de la Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de
Empleo de 2008 se identificaron las ocupaciones cuya naturaleza se acerca a la
actividad doméstica específica. Dichos códigos corresponden al Código Nacional de
Ocupaciones CNO, dicha información es captada a 6 dígitos y se señalan en la
columna 4 del mismo Cuadro.
6. Seguidamente, se calculó el ingreso promedio y la mediana del ingreso por hora
de los trabajadores en cada ocupación identificada en el inciso anterior. Por la
distorsión que provocan los promedios de pocos casos en valores extremos, se
decidió optar por la mediana (cantidad que denota que la mitad de la población se
ubica por debajo de ese valor y la otra mitad por encima, si la distribución tiene la
forma normal, la media y la mediana coinciden) para proseguir con la estimación.
Columna 5 del Cuadro.
7. Cabe señalar que este pago por hora incluye los costos laborales, según
estimaciones esto representa alrededor del 60% de los ingresos47.
8. El ingreso laboral por hora para actividad específica calculado en el inciso anterior
se multiplicó por el total de horas, obteniéndose así el ingreso estimado que se ahorra
por realizar la actividad específica; Columna 6 del Cuadro Nº 11. El procedimiento se
calculó para mujeres y hombres por separado, pero para simplificar la presentación
sólo se presenta el cuadro para el conjunto. En el Cuadro Nº 12 se presenta la
contribución de ellas y ellos por separado.
9. Se suma el ingreso laboral estimado para cada actividad, obteniendo así el total de
ingreso por toda actividad en una semana.
10. Para estimar una cifra anual, se supuso que cada persona no trabajó dos semanas
en el año; es decir, la estimación semanal se multiplicó por 50 semanas para obtener
la estimación anual. Esto debido que los individuos presentan vacaciones (para los
asalariados) y días feriados (para la población en general) en los que no dedican ni
una hora a las actividades domésticas.
11. Dado que la encuesta se aplicó a la población de Lima Metropolitana, se tuvo que
emplear la información más reciente respecto al PBI real de Lima Metropolitana y
estimarlo para el 2008, en base a las cifras dadas por el Instituto Cuanto y el INEI en
sus Cuentas Nacionales a precios constantes del año 1994 (ver anexo Cuadro Nº A.6).
12. Finalmente, se calculó la proporción que representa el valor de trabajo doméstico
anual respecto del PBI real de Lima Metropolitana proyectado al 2008.
47
Ver Chacaltana, Juan (1998) “Los costos laborales en el Perú”, así como Toyama, Jorge (2005) Perú
Laboral 2006: Lo que se nos viene, presenta proyecciones y temas sobre regulación laboral.
52
Cuadro Nº 11
LIMA METROPOLITANA: ESTIMACIÓN DEL VALOR AGREGADO REAL DEL TRABAJO DOMÉSTICO SEGÚN
ACTIVIDADES, 2008
Actividades
Cuidado de niños
Cuidado adultos, enfermos o discapacitados
Nro. Personas
1 522 381
Pago por hora
Valor estimado S/.
S/.
(a) x (b)
(b)
Horas
(a)
Códigos de ocupaciones
equivalentes
11 466 125
941017,941018,945047,244004
5,54
63 564 173
531:001,002,003,005,011
6,97
14 769 320
941007,941014,942006,522002
4,86
72 186 721
4,32
53 442 127
5,36
55 351 518
300 382
2 119 342
Preparación de alimentos
3 025 729
14 867 221
Limpiar el hogar
3 256 670
12 375 008
Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir
2 333 284
10 318 240
Hacer compras, pago servicios y trámites
2 259 550
9 336 609
941003,376003,945043
5,89
54 977 560
6,91
25 225 344
941:004,006,008,010,012,013,
942005
984012,941011,942:001,003,00
4,007,011,012,771003,771010
Reparar y dar mantenimiento a la vivienda
750 176
3 648 007
945020,785015,785016,783012,
783051,864001
Cuidado de animales y mascotas
445 025
1 290 221
349001,349002
4,92
6 347 889
Otras actividades domésticas 1/
19 625
94 051
944001,782001
5,09
479 188
13 912 821
65 514 825
Total semanal
Total anual 2/
3 275 741 253
346 343 842
Valor de trabajo doméstico anual
17 317 192 091
PBI proyectado 2008 Lima Metropolitana
74 221 000 000
% del PBI
23,3
Nota: Para evitar la distorsión de casos extremos en el pago por hora se emplea la mediana en lugar del promedio; asimismo, el cálculo incluye los costos laborales que
según las estimaciones representan el 60% del ingreso.
1/ En el caso de las mujeres estas respondieron arreglar sus pertenencias para el trabajo del día siguiente y los hombres realizar mantenimiento y reparar sus vehículos.
2/ Se asume que cada persona no trabajo 2 semanas; es decir la estimación semanal se multiplicó por 50 para obtener la estimación anual.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Instituto Cuánto S.A. Anuario Estadístico Perú en Números 2005, 2006 y 2007.
INEI - Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
53
Los resultados ilustran la relevancia del valor económico del trabajo doméstico, ya que
equivale al 23,3% del PIB de Lima Metropolitana. Como era de esperarse la
participación de los hombres es menor, pero nada despreciable (Cuadro Nº 12)
mientras la participación de las mujeres sobrepasa a los 239 millones de nuevos soles
semanales, constituyendo el 69% del total de los 17 317 millones de nuevos soles
anuales.
La actividad más sobresaliente entre las mujeres es la preparación de alimentos y en
el caso de los hombres la actividad dominante se refiere a las reparaciones en el
hogar. De otro lado, las mujeres tienen una participación importante en todas las
actividades, con excepción de las reparaciones, en la cual sólo alcanzan el 2%. Pero
son casi de su exclusividad (más del 84%) el cocinar, el cuidado de los niños, la
limpieza de la casa y lavado de la ropa. Es decir, nada que no conozcamos, pero lo
cual nunca se reconocerá si no se le pone un precio.
Cuadro Nº 12
LIMA METROPOLITANA: VALOR ESTIMADO DEL TRABAJO
DOMÉSTICO Y SU RELACIÓN CON EL PIB POR SEXO, 2008
Estimaciones
Total
17 317 192 091
PIB proyectado 2008 Lima Metropolitana
74 221 000 000 (en nuevos soles)
Valor de trabajo doméstico anual
17 317 192 091 (en nuevos soles)
Proporción respecto al PIB
346 343 842
Hombres
Estimación semanal
Estimación anual (50 semanas de
trabajo)
Proporciones por sexo
100,0
23,3
107 070 736
Mujeres
239 273 106
5 353 536 815 11 963 655 276
30,9
7,2
69,1
16,1
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Instituto Cuánto S.A. Anuario Estadístico Perú en Números 2005, 2006 y 2007.
INEI - Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
No hay duda de que, a pesar de las dificultades técnicas que implica la medición del
tiempo es una línea de trabajo que puede llevar a evaluaciones más precisas del
trabajo doméstico. Este documento sólo busca tener una primera aproximación a este
hecho y reflejar lo no contabilizado a la fecha en el PBI.
Finalmente, en el Cuadro Nº 13 se presenta en resumen la valoración económica del
trabajo doméstico realizada por cinco países incluyendo el ejercicio para Lima
Metropolitana, asimismo se consigna los precios utilizados para su valoración.
Se hace evidente la importancia de la valorización del trabajo doméstico en todos los
casos, presentándose los resultados más significativos en Guatemala donde este tipo
de trabajo representa el 34% del PBI nacional. Todos los países coinciden en
estimaciones mayores del 20% del PBI.
54
Cabe destacar que en el caso de Lima Metropolitana la estimación para las
ocupaciones fue en detalle dado que la información de las ocupaciones de la Encuesta
de Hogares Especializada en Niveles de Empleo se codifican a 6 dígitos, lo que
permite identificar las equivalencias con mayor exactitud, en el resto de países se ha
tomado promedios a 2 dígitos y en otros casos por categorías ocupacionales.
Cuadro Nº 13
EJERCICIOS DE VALORIZACIÓN ECONÓMICA DE LAS
ENCUESTAS DE USO DEL TIEMPO EN AMÉRICA LATINA
PAÍS
% PBI
Perú (Lima Metropolitana) 23,3%
MTPE, 2008
PBI de Lima
Programa de Estadísticas y
Metropolitana 1/
Estudios Laborales
Chile
SERNAM, 2008
(encuesta EUT especial)
26%
Sólo Región
Metropolitana urbana
PRECIO CONSIDERADO
Mediana del ingreso por hora (incluyendo
los costos laborales) en ocupaciones
equivalentes ubicadas en el Código
Nacional de Ocupaciones.
Remuneración mensual media de dos
categorías ocupacionales (trabajador no
calificado, trabajador de servicios
personales y protección).
Precio equivalente al salario por hora de
México
23,7 %
INEGI, 2002
El valor agregado de los un trabajo realizado en una actividad
Maria Eugenia Gómez Luna servicios no remunerados equivalente.
del hogar representa un
23,7% del país
Guatemala
34%
El costo de reemplazo está estimado por
CEPAL, 2000
A nivel nacional.
el costo de una trabajadora doméstica, y
Sarah Gammage
el costo de servicio se calcula con datos
del 2004 utilizando la desagregación de
dos dígitos de la clasificación CIUO
Nicaragua
23%
Salario promedio de la ocupación
INEC, 1998
A nivel nacional.
agrícola para lo rural y de servicios
personales al urbano.
1/ Incluye la Provincia de Lima y la provincia constitucional del Callao.
Fuente: CEPAL, División de Asuntos de Género, Vivian Milosavljevic
MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
55
4. Conclusiones
9 En Lima Metropolitana las actividades domésticas entre hombres y mujeres
aparecen segmentadas, prevalecen los estereotipos de género. Los hombres
participan menos e invierten menos tiempo en la generalidad de las actividades
domésticas consideradas.
9 Se puede concluir del análisis de los tiempos de trabajo por sexo que existe un
comportamiento distinto para mujeres y hombres: las primeras se integran cada
vez más al mercado de trabajo, pero continúan asumiendo la parte más importante
del trabajo familiar doméstico o no remunerado, en particular en las fases del ciclo
vital que suponen la presencia de menores en el hogar.
9 De otro lado, los hombres no ven alterada su participación en el mercado de
acuerdo al ciclo vital. Con lo cual se puede concluir que la edad no es un factor
clave ni determinante en la realización de trabajo familiar doméstico, aunque sí en
la incorporación al trabajo de mercado. Cada vez más, las diferencias por sexo en
la participación laboral de mercado se van reduciendo a medida que se avanza en
el ciclo vital (no así en la forma de participar) en cambio, se mantienen las
diferencias respecto a la participación en el trabajo no remunerado.
9 La jornada laboral de las mujeres es inferior a la de los varones, debido a la
necesidad de atender las responsabilidades domésticas y familiares. La condición
de trabajadoras remuneradas, no las libera de destinar tiempos considerables a las
labores domésticas. Cualquiera sea la duración de la jornada laboral, ellas dedican
mucho más tiempo que los varones a estas actividades.
9 Las labores de cuidado de niños, enfermos y adultos mayores, aumentan la
participación y el tiempo invertido por las mujeres en las actividades domésticas. El
tiempo destinado por las mujeres a las actividades domésticas se acrecienta
cuando existen niños en edad preescolar en el hogar, mientras que el de los
varones tiende a permanecer invariable, salvo para el caso del mantenimiento,
arreglos y reparaciones de la vivienda.
9 Para lograr la conciliación entre la vida laboral y la vida familiar es necesario
redistribuir las tareas domésticas y de cuidado de la población infantil y de los
adultos mayores, en la población en conjunto. En este documento, se ha puesto en
manifiesto el principal conflicto entre trabajo y familia que, enfrenta la población
femenina: El tiempo, que demanda el desarrollo de un tipo de trabajo impide el
cumplimiento del otro; si bien medir la tensión derivada de la obligación de cumplir
bien ambos papeles es difícil, no podemos dejarla a un lado y queda en potestad
de las entidades competentes realizar dicha medición.
56
9 Finalmente, en cuanto al ejercicio de valoración económica, se evidenció la
relevancia del valor económico del trabajo doméstico, el cual equivale,
aproximadamente, al 23,3% del PIB de Lima Metropolitana. No hay duda de que, a
pesar de las dificultades técnicas que implica la medición del tiempo es una línea
de trabajo que puede llevar a evaluaciones más precisas del trabajo doméstico.
57
Bibliografía
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los tiempos, una vara de desigualdad”. Unidad Mujer y Desarrollo de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
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México: Una estimación del valor económico del trabajo doméstico". Scripta Nova:
Revista electrónica de geografía y ciencias sociales.
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extra doméstico según la posición de la familia”. Ponencia presentada a la VII
Reunión Nacional de Investigación Demográfica en México. Sociedad Mexicana de
Demografía.
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PEDRERO, Mercedes (2003). “La encuesta de uso del tiempo y sus
potencialidades para reconocer las inequidades de genero”. Instituto Nacional de
las Mujeres: Inmujeres, México.
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PEDRERO, Mercedes (2008). “Propuesta sobre la metodología y marco
conceptual a aplicar en la Encuesta de Uso de Tiempo (EUT). Perú - 2009”.
Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social.
ƒ
PROGRAMA DE ESTADÍSTICAS Y ESTUDIOS LABORALES – PEEL (2000).
“Participación laboral: un enfoque de oferta familiar de trabajo” Boletín Económico
Laboral Nº 16. Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Perú.
58
ANEXOS
I. Glosario de términos
a) Población en Edad de Trabajar (PET): es el conjunto de personas que están aptas
en cuanto a edad para el ejercicio de funciones productivas. En el Perú, se considera a
toda la población de 14 años a más como población en edad activa o en edad de
trabajar (PET).
b) Población Económicamente Activa (PEA): son todas las personas en edad de
trabajar, que en la semana de referencia se encontraban trabajando (ocupados) o
buscando activamente trabajo (desocupados).
c) Población No Económicamente Activa (inactivos): son todas las personas que
pertenecen a la población en edad de trabajar que en la semana de referencia no han
trabajado ni buscado trabajo y no desean trabajar. Dentro de este grupo se encuentran
las amas de casa, los estudiantes, los rentistas y los jubilados, que no se encontraban
trabajando ni buscando trabajo. También se considera a los familiares no remunerados
que trabajan menos de 15 horas de trabajo semanales durante el período de
referencia.
d) PEA ocupada: es el conjunto de la PEA que trabaja en una actividad económica,
sea o no en forma remunerada, en el período de referencia. En este grupo se
encuentran:
•
•
•
•
Las personas que tienen una ocupación o trabajo al servicio de un empleador o
por cuenta propia y perciben a cambio una remuneración en dinero o especie.
Las personas que tienen una ocupación remunerada, no trabajaron por
encontrarse enfermas, de vacaciones, en licencia, en huelga o en cierre
temporal del establecimiento.
El independiente que se encontraba temporalmente ausente de su trabajo
durante el período de referencia pero la empresa o negocio siguió funcionando.
Las personas que prestan servicios en las Fuerzas Armadas, Fuerzas
Policiales o en el clero.
e) PEA subempleada: son los trabajadores cuya ocupación no es adecuada,
cuantitativa y cualitativamente, respecto a determinadas normas. En el caso del Perú
se consideran dos grupos de subempleo: por horas y por ingresos.
•
Subempleo por horas (visible): es aquel en el que los trabajadores laboran
menos de 35 horas a la semana, desean trabajar horas adicionales y están en
disposición de hacerlo.
•
Subempleo por ingresos (invisible): es aquel en el que los trabajadores
laboran 35 o más horas semanales, pero el ingreso económico es menor al
ingreso mínimo de referencia.
Nota: Ingreso Mínimo Referencial: es aquel que se obtiene de dividir el costo
de la Canasta Mínima de Consumo (elaborado en base de los requerimientos
mínimos nutricionales en calorías y proteínas) entre el número promedio de
perceptores del hogar. Se asume que existen dos perceptores de ingreso por
hogar.
59
f) PEA adecuadamente empleada: está conformada por dos grupos de trabajadores:
•
•
Aquellos que laboran 35 horas o más a la semana y reciben ingresos por
encima del ingreso mínimo referencial.
Aquellos que laboran menos de 35 horas semanales y no desean trabajar más
horas.
g) PEA desocupada: se considera en esta categoría a las personas de 14 años o
más que en período de referencia no tenían trabajo, lo buscaron activamente durante
la semana de referencia y no lo encontraron.
Cesantes: lo conforman las personas de 14 años o más que en el período de
referencia estaban desocupadas y que en períodos anteriores han estado empleadas.
Aspirante: lo conforman las personas de 14 años o más que en el período de
referencia estaban desocupadas y por primera vez buscan empleo.
h) Desalentados: lo conforman las personas que sin trabajar y estando dispuestas a
hacerlo no buscaron empleo por considerar que eran malas las posibilidades ofrecidas
por el mercado y, por lo tanto, sabían que no lo encontrarían. Expresan que sí lo
buscarían si tuviesen una percepción más positiva de las posibilidades laborales.
i) Período de referencia: se refiere al período, semana o mes, que corresponde
recoger información.
j) Estructura de mercado: comprende a los diferentes grupos de ocupados que
existen, diferenciados básicamente por quién es el demandante de trabajo: sector
público, sector privado, hogares y el grupo de independientes, que son demandantes y
ofertantes de trabajo a la vez. El sector privado incluye a empleadores y asalariados,
se subdivide en:
• Empresas de 2 a 9 trabajadores
• Empresas de 10 a 49 trabajadores
• Empresas de 50 a más trabajadores
k) Principales indicadores:
•
•
•
•
•
Tasa de actividad: mide la participación de la población en edad de trabajar
(PET) en el mercado de trabajo, sea trabajando o buscando trabajo. La tasa de
actividad nos indica qué porcentaje de la PET constituye la oferta laboral.
Tasa de Desempleo: nos indica qué proporción de la oferta laboral (PEA) se
encuentra desempleada.
Tasa de Subempleo: indica qué proporción de la oferta laboral (PEA) se
encuentra subempleada.
Tasa de Adecuadamente Empleado: mide la proporción de la oferta laboral
(PEA) que se encuentra adecuadamente empleada.
Ratio empleo / población: mide el porcentaje de las personas de la PET que se
encuentran trabajando.
l) Categoría ocupacional: la PEA ocupada se agrupa en seis categorías de
ocupaciones.
•
Empleador / patrono: es aquella persona que es titular o director en la
explotación de una empresa, negocio o profesión y tiene trabajadores
remunerados a su cargo.
60
•
•
•
•
Empleado: es el trabajador que se desempeña de preferencia en actividades
de índole no manual, presta sus servicios a un empleador público o privado y
percibe una remuneración mensual (sueldo).
Obrero: es el trabajador que desempeña actividades de carácter manual, que
trabaja para un empleador público o privado y que percibe una remuneración
semanal (salario).
Trabajador independiente: es aquella persona que trabaja en forma individual o
asociada, ya sea mediante una empresa, negocio o profesión, y no tiene
trabajadores remunerados a su cargo.
Trabajador doméstico: es la persona que presta servicios en una vivienda
particular y recibe una remuneración mensual por sus servicios, generalmente
recibe alimentos.
Nota: los trabajadores que prestan servicios domésticos (lavado, cocina, limpieza,
etc.) para una empresa o establecimiento público o privado, y no para una familia
particular, deben ser considerados obreros y no trabajadores domésticos.
•
Trabajador familiar no remunerado: es la persona que presta sus servicios en
una empresa o negocio, con cuyo patrón o dueño tiene lazos de parentesco,
sin percibir remuneración. En algunos casos recibe propina u otras formas de
pago diferentes a sueldo, salario o comisiones (OIT, Octava Conferencia
Internacional de Estadígrafos del Trabajo).
m) Rama de actividad económica: se refiere a la actividad económica que realiza el
negocio, organismo o empresa donde labora el trabajador. Las actividades
económicas se clasifican por la dedicación a determinados campos de la producción
de bienes y servicios.
Para obtener una clasificación que sea comparable con estadísticas internacionales,
se ha adoptado la “Clasificación internacional uniforme de todas las actividades
económicas” (adaptación del CIIU-Rev. 3), que se presenta en forma agrupada para
una mejor interpretación de la información. Las ramas son las siguientes:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Agricultura: agricultura, ganadería, caza, pesca y actividades de servicios
conexas.
Minería: explotación de minas y canteras, petróleo.
Industria de bienes de consumo: comprende la fabricación de productos
alimenticios, bebidas y tabaco; fabricación de textiles y prendas de vestir,
fabricación de zapatos, muebles y productos plásticos.
Industria de bienes intermedios: comprende la industria del cuero, industria
maderera, fabricación de papel, fabricación de sustancias químicas y productos
químicos, fabricación de productos de caucho, fabricación de productos
minerales no metálicos e industria metálicas básicas.
Industria de bienes de capital: comprende la fabricación de productos
metálicos, maquinaria y equipo.
Construcción: industria de la construcción.
Comercio: comercio al por mayor y al por menor.
Servicios no personales: electricidad, gas y agua; transporte, almacenamiento
y comunicaciones; establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles,
servicios prestados a empresas; y servicios comunitarios, sociales y
recreativos.
Servicios personales: restaurantes y hoteles; mantenimiento y reparación de
vehículos automotores; reparación de efectos personales y enseres
domésticos; actividades de fotografía; lavado y limpieza de prenda de vestir,
peluquería y pompas fúnebres.
61
•
Hogares: abarca las actividades de hogares privados que emplean personal
doméstico de todo tipo (incluye conserjes, institutrices, secretarios, choferes,
jardineros, etc.
n) Rol de género: Tarea o actividad que se espera que desempeñe una persona
según el sexo al que pertenece. Por ejemplo, tradicionalmente se ha asignado a los
hombres desempeñar el rol de políticos, mecánicos, jefes, etc. (rol productivo); y a las
mujeres el rol de amas de casa, maestras, enfermeras, etc. (rol reproductivo).
ñ) Trabajo reproductivo: Asociado a las labores que permiten la reproducción de la
fuerza laboral y por eso incluye el cuidado y el mantenimiento del hogar y de sus
miembros. Este tipo de trabajo generalmente es realizado por las mujeres y pese a su
importancia, aún no es considerado y valorado en toda su magnitud. (Véase también
Trabajo no remunerado)
o) Trabajo remunerado: o actividad económica, para la medición del empleo, este
concepto se define en términos de producción de bienes y servicios, tal como ha sido
establecido en el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) de las Naciones Unidas. Se
considera toda la producción del mercado y algunos tipos de producción de no
mercado, que son la producción y elaboración de productos primarios para
autoconsumo, la construcción por cuenta propia y otras producciones de activos fijos
para uso propio. Excluye las actividades no remuneradas, como son las tareas
domésticas no retribuidas y los servicios voluntarios a la comunidad.
p) Trabajo no remunerado: Son todas las actividades productivas realizadas por los
hogares para producir bienes y servicios para su uso propio. Estas actividades son
necesarias para culminar la transformación de los productos que se consumen en la
vida cotidiana. En general, los bienes que se compran se transforman mediante
trabajo doméstico antes de poderse consumir, de ahí que el trabajo doméstico es una
actividad de transformación. Para la medición del trabajo no remunerado se ha tomado
la suma de las horas dedicadas a todas las actividades domésticas de cada individuo.
q) Tiempo: Es la cantidad total de horas y minutos que una persona utiliza para
realizar cualquier actividad.
r) Tiempo medio social: se refiere a las horas invertidas por una determinada
población en una actividad, dividida por el número total de la población analizada
(realice o no dicha actividad).
s) Tiempo medio social: se refiere a las horas invertidas por una determinada
población en una actividad, dividida por el número total de la población analizada
(realice o no dicha actividad).
t) Traslados: Comprende al tiempo que emplean las personas para desplazarse de un
lugar a otro para realizar sus actividades. En la encuesta se distinguen los traslados
por trabajo y para realizar otras actividades. En otros casos el tiempo de traslado se
incluye en la actividad que lo motivó, como las de esparcimiento.
u) Actividades personales: Para los fines de la encuesta, éstas comprenden las
siguientes actividades;
• Desayunar, almorzar, cenar
• Higiene y cuidado personal (vestirse, bañarse, cepillarse los dientes, peinarse,
afeitarse, maquillarse)
• Ir al salón de belleza, peluquería, spa
• Descansar, relajarse (pensar, hacer la siesta, no hacer nada, etc)
62
•
•
Rezar, orar, meditar en casa
Ir al medico, al dentista, medirse la presión, la temperatura, curarse una herida,
aplicarse inyecciones, etc
w) Actividades de educación o formación profesional: Para los fines de la
encuesta, éstas comprenden las siguientes actividades;
• Asistir al colegio, instituto, universidad
• Estudiar cursos a distancia
• Estudiar por su propia cuenta
• Realizar las tareas escolares
• Repasar las clases
• Realizar investigación en la biblioteca, internet
• Estudiar computación, idiomas
• Estudiar cursos de corta duración relacionados con el desarrollo profesional
x) Actividades deportivas: Para los fines de la encuesta, éstas comprenden las
siguientes actividades;
• Fútbol, voleibol, basket, tenis
• Correr, caminar
• Manejar bicicleta, patinar
• Gimnasia, aeróbicos, levantamiento de pesas, yoga
• Natación, buzeo, etc
• Boxeo, karate, judo, etc
• Deportes de aventura (ala delta, parapente, puentin, etc)
y) Actividades culturales o de entretenimiento: Para los fines de la encuesta, éstas
comprenden las siguientes actividades;
• Ver televisión, video exclusivamente
• Escuchar música exclusivamente
• Leer periódicos, revistas, libros
• Navegar en internet con fines de entretenimiento
• Ir al cine, asistir al teatro, concierto de música
• Ir a centros comerciales (sin objetivo definido, como entretenimiento)
• Visitar museos, galerías de arte, exposiciones de arte
• Asistir a eventos deportivos como espectador
• Visitar parques de atracciones, de entretenimiento, naturales
• Ir a la playa
• Actividades artísticas como pintar dibujar, escribir
• Hacer teatro, música, danza
• Artesanía, carpintería, cerámica
• Programación y computación como pasatiempo
z) Actividades comunitarias, religiosas o de socialización: Para los fines de la
encuesta, éstas comprenden las siguientes actividades;
• Ayudar a otros hogares, por ejemplo: de los hijos, hermanos, abuelos, amigos
• Voluntariado en hospitales, albergues, asilos
• Participar de asociaciones de vecinos, padres de familia, asociaciones con
fines culturales, políticos
• Conversar exclusivamente
• Chatear, revisar correo electrónico/leer y escribir cartas
• Recibir visitas, visitar a los amigos parientes
• Hacer o participar de fiestas
• Ir a la discoteca
• Asistir a la iglesia, templo, camposanto
• Consultar con un consejero espiritual, adivinos, astrólogos, espiritistas
63
II. Precisiones sobre el módulo del Uso del Tiempo
1. Finalidad y Objetivos
1.1 Finalidad
Contribuir con información estadística para la formulación de políticas y estudios
pertinentes respecto a la discriminación de género en el marco de la Ley de Igualdad
de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, lineamientos de política y estrategias del
Estado.
1.2 Objetivo General:
Conocer la distribución del tiempo que los miembros del hogar emplean en actividades
diferentes a las laborales (remuneradas o no remuneradas); tales como, quehaceres
del hogar, actividades de servicio a la comunidad, entretenimiento, cuidados
personales, etc.; diferenciándolas por género y grupos de edad (de 14 a 29, de 30 a
45, de 46 a 64 y de 65 a más).
1.3 Objetivos específicos:
Conocer el tiempo que dedican los miembros del hogar a la realización de las
siguientes actividades:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
Actividades personales.
Actividades relacionadas a su educación o formación profesional.
Actividades deportivas.
Actividades culturales o de entretenimiento.
Actividades comunitarias, religiosas y/o de socialización.
Actividades domésticas (quehaceres del hogar, cuidado de personas en el
hogar).
2. Cobertura
2.1 Cobertura Geográfica.- La Encuesta se realizará en Lima Metropolitana, que
incluye a los distritos de la provincia de Lima y la provincia constitucional del Callao.
2.2 Cobertura Temática.- La cobertura temática de la investigación comprende:
• El uso del tiempo de los Miembros del Hogar de 14 o más años de edad.
3. Periodos de Referencia
ƒ
ƒ
ƒ
Día domingo de la semana de referencia (semana pasada)
Día sábado de la semana de referencia (semana pasada)
Un día entre lunes y viernes de la semana de referencia (semana pasada);
escogido por el informante.
64
III. Información estadística complementaria
El número de personas que contestaron el módulo del uso del tiempo fue 4 869, la
distribución entre edades y sexo es como sigue:
Cuadro Nº A.1
LIMA METROPOLITANA: NÚMERO DE CASOS DEL MÓDULO UDT POR SEXO
SEGÚN GRUPOS DE EDAD, 2008
Grupos de edad
14 años
15 a 29
30 a 44
45 a 64
65 a más
Total
Hombre
Casos
%
64
855
681
496
201
2 297
Mujer
Casos
%
2,8
37,2
29,6
21,6
8,8
100,0
60
936
788
569
219
2 572
2,3
36,4
30,6
22,1
8,5
100,0
Total
Casos
%
124
1 791
1469
1065
420
4 869
2,5
36,8
30,2
21,9
8,6
100,0
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
El 76% de los entrevistados contestó que el día típico de su rutina diaria se ubica entre
los días lunes a miércoles.
Gráfico Nº A.1
LIMA METROPOLITANA: ELECCIÓN DEL DÍA TÍPICO
DE LUNES A VIERNES, 2008
(En porcentajes)
30
25
20
23.8
25.8
26.7
15
14.8
10
9.0
5
0
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
65
Cuadro Nº A.2
LIMA METROPOLITANA: INDICADORES SOBRE PET, PEA Y TASAS DE ACTIVIDAD,
DESEMPLEO Y SUBEMPLEO DIFERENCIADOS POR SEXO, 2002 - 2008
INDICADORES
PET
Hombre
Mujer
PEA
Hombre
Mujer
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008 p/
5 868 306
2 781 577
3 086 729
3 693 324
2 095 261
1 598 063
5 929 818
2 864 102
3 065 715
3 747 307
2 086 855
1 660 451
6 033 253
2 914 204
3 119 049
3 761 352
2 204 547
1 556 805
6 140 934
2 966 216
3 174 718
3 837 372
2 175 824
1 661 548
6 257 927
3 022 596
3 235 331
4 007 555
2 279 199
1 728 356
6 372 491
3 078 061
3 294 430
4 046 982
2 342 753
1 704 229
6 489 756
3 134 584
3 355 172
4 307 369
2 414 639
1 892 730
TASAS (en %)
Tasa de actividad (PEA/PET)
Hombre
Mujer
62,9
75,3
51,8
63,2
72,9
54,2
62,3
75,6
49,9
62,5
73,4
52,3
64,0
75,4
53,4
63,5
76,1
51,7
66,4
77,0
56,4
Tasa de Desempleo (PEA
desocupada / PEA)
Hombre
Mujer
9,7
8,3
11,6
10,3
9,0
11,9
10,5
9,4
12,0
11,4
9,6
13,7
8,8
6,8
11,3
7,2
6,1
8,7
6,4
4,9
8,4
Tasa de subempleo (PEA
subempleada / PEA)
Hombre
Mujer
41,9
37,7
47,4
42,6
38,0
48,4
42,8
35,9
52,5
40,9
36,7
46,3
41,2
36,3
47,7
46,1
38,3
56,8
33,4
27,0
41,5
P/ Preliminar
Fuente: MTPE - DNPEFP, Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2002 - 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL)
Cuadro Nº A.3
LIMA METROPOLITANA: PEA OCUPADA POR SEXO SEGÚN EMPLEO EN EL
SECTOR FORMAL E INFORMAL, 2008
Hombre
Mujer
Total
Sector
Absoluto
%
Absoluto
%
Absoluto
%
Sector Formal
Sector Informal
1 118 986
1 176 895
48,7
51,3
663 939
1 070 121
38,3
61,7
1 782 924
2 247 017
44,2
55,8
Total
2 295 881
100,0
1 734 060
100,0
4 029 941
100,0
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
66
Gráfico Nº A.2
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO SOCIAL DEDICADO A DIVERSAS
ACTIVIDADES POR LA PEA OCUPADA DE LUNES A VIERNES SEGÚN SEXO, 2008
7,3
Horas de trabajo
Horas de sueño
2,1
2,2
Actividades personales
Actividades domésticas
1,6
1,7
Traslado a trabajo
0,9
1,1
Act. comunitarias, religiosas o socialización
0,8
0,9
0,5
0,4
Actividades de educación/formación
Trasladarse a actividades
0,3
0,3
Actividades deportivas
0,1
0,1
0
Mujer
2,8
1,0
Actividades culturales o entretenimiento
Hombre
8,5
6,1
6,1
1
2
3
4
5
6
Horas
7
8
9
10
Nota: El tiempo medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad
determinada en un periodo de tiempo.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Gráfico Nº A.3
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO SOCIAL DEDICADO A DIVERSAS
ACTIVIDADES POR LA PEA OCUPADA UN DÍA DOMINGO SEGÚN SEXO, 2008
6,2
6,2
Horas de sueño
Actividades domésticas
2,8
Actividades culturales o entretenimiento
3,3
Actividades personales
2,8
3,0
Horas de trabajo
2,6
3,0
1,9
2,2
Act. comunitarias, religiosas o socialización
0,6
0,6
Trasladarse a actividades
0,2
Actividades deportivas
Actividades de educación/formación
0,4
0,3
Traslado a trabajo
0,3
0,3
Hombre
4,7
2,9
Mujer
0
0,8
1
2
3
4
Horas
5
6
7
Nota: El tiempo medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad
determinada en un periodo de tiempo.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
67
Cuadro Nº A.4
LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO POR PARTICIPANTE DE
ACTIVIDADES DOMÉSTICAS DE LA PET POR DÍA Y SEXO, 2008
(En horas)
Lunes - Viernes
Hombre Mujer
Total
Actividades domésticas
Sábado
Hombre Mujer
Total
Domingo
Hombre Mujer
Total
Cuidado de niños
1,8
2,7
2,5
2,0
2,7
2,5
2,1
2,7
Cuidado adultos, enfermos o discapacitados
1,8
2,4
2,3
2,2
2,5
2,4
2,3
2,4
2,5
2,4
Preparación de alimentos
1,2
1,7
1,6
1,2
1,8
1,6
1,2
1,8
1,6
Limpiar el hogar
1,1
1,2
1,2
1,2
1,3
1,3
1,3
1,4
1,3
Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir
1,1
1,4
1,3
1,3
1,6
1,5
1,4
1,6
1,6
Hacer compras, pago servicios y trámites
1,3
1,2
1,2
1,5
1,3
1,3
1,7
1,4
1,5
Reparar y dar mantenimiento a la vivienda
1,8
1,2
1,6
1,8
1,3
1,6
1,8
1,2
1,6
Cuidado de animales y mascotas
1,2
0,8
1,0
1,0
0,9
0,9
1,0
0,9
1,0
Realizar otras actividades domésticas
0,7
1,6
1,2
0,6
2,9
2,2
1,7
1,3
1,6
Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el
periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
Cuadro Nº A.5
LIMA METROPOLITANA: PARTICIPACIÓN EN ACTIVIDADES
DOMÉSTICAS DE LA PET POR DÍA Y SEXO, 2008
(En porcentajes)
Actividades domésticas
Cuidado de niños
Lunes - Viernes
Hombre
Mujer
Sábado
Hombre
Mujer
Domingo
Hombre
Mujer
11,5
33,2
12,4
32,3
16,0
33,5
2,5
6,4
3,0
6,2
3,2
6,1
Preparación de alimentos
18,9
67,5
21,0
68,4
25,6
73,9
Limpiar el hogar
26,7
58,3
34,1
63,9
45,4
70,3
Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir
15,5
44,8
20,8
50,7
29,0
52,4
Hacer compras, pago servicios y trámites
19,5
38,3
25,1
41,8
35,9
47,2
Reparar y dar mantenimiento a la vivienda
11,0
5,8
15,2
7,0
24,4
7,0
Cuidado de animales y mascotas
5,7
7,2
5,6
7,9
6,7
8,0
Realizar otras actividades domésticas
0,2
0,2
0,1
0,2
0,8
0,3
Cuidado adultos, enfermos o discapacitados
Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en
concreto, en el periodo de tiempo considerado.
Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
68
Cuadro Nº A.6
LIMA METROPOLITANA: PRODUCTO BRUTO INTERNO, 1995 - 2006
(Millones de nuevos soles a precios constantes 1994)
Año
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008 a/
PBI Nacional
107 039
109 709
117 294
116 523
117 587
121 057
121 317
127 408
132 545
139 319
148 716
159 955
172 679
186 839
PBI Lima
Metropolitana
50 155
50 442
55 984
55 649
56 320
57 688
57 322
59 525
61 662
65 631
69 676
75 338
72 274
74 221
% PBI
Nacional
46,9
46,0
47,7
47,8
47,9
47,7
47,2
46,7
46,5
47,1
46,9
47,1
41,9
39,7
a/ El PBI de Lima Metropolitana fue proyectado.
Fuente: Instituto Cuánto S.A. Anuario Estadístico Perú en Números 2005, 2006 y 2007.
INEI - Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL)
69
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