BOLETÍN DE ECONOMÍA LABORAL 40 Año 12 Agosto 2008 Uso del tiempo e inequidades de género en el trabajo remunerado y doméstico en Lima Metropolitana ©MINISTERIO DE TRABAJO Y PROMOCIÓN DEL EMPLEO MANUELA GARCIA COCHAGNE Ministra de Trabajo y Promoción del Empleo JAVIER ALBERTO BARREDA JARA Viceministro de Promoción del Empleo y Capacitación Laboral ENRIQUE ANTONIO PAIVA VENERO Viceministro de Trabajo IVÁN ENRIQUE SÁNCHEZ GONZÁLES Secretario General TOMAS FLORES NORIEGA Director Nacional de Promoción del Empleo y Formación Profesional TATIANA VELAZCO PORTOCARRERO Coordinadora del Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL) EQUIPO TÉCNICO DEL PEEL NATALIA CABRERA AMARO Especialista VICENTE CORZO VALDIGLESIAS Especialista 2 ÍNDICE Introducción ......................................................................................................................... 5 1. Antecedentes................................................................................................................... 6 1.1 Marco normativo internacional ................................................................................... 6 1.2 Marco normativo nacional .......................................................................................... 9 1.3 Experiencias en Encuestas de Uso del Tiempo (EUT) en otros países................... 10 a. Experiencias en América Latina.............................................................................. 11 b. Resumen comparativo de los resultados en América Latina .................................. 11 2. Marco conceptual .......................................................................................................... 14 2.1 División sexual del trabajo........................................................................................ 14 2.2 Definición y medición del trabajo.............................................................................. 15 2.3 La reconceptualización de la noción de trabajo ....................................................... 17 2.4 Naturaleza del trabajo doméstico y el debate entorno al mismo.............................. 18 2.5 Impacto del trabajo doméstico sobre el desarrollo de los individuos ....................... 20 2.6 Impacto del trabajo doméstico en el ámbito familiar ................................................ 21 3. Resultados del módulo Uso del Tiempo ........................................................................ 22 3.1 Indicadores de empleo diferenciados por sexo ........................................................ 22 3.2 Resultados generales del módulo Uso del Tiempo (UDT) ....................................... 25 3.3 Los resultados del Uso del Tiempo, según países................................................... 27 3.4 La relación trabajo remunerado-trabajo no remunerado: Inequidades de género ... 29 3.5 El ciclo vital de mujeres y hombres frente al trabajo remunerado y no remunerado .................................................................................................................... 34 3.6 El uso del tiempo de mujeres y hombres: Tipología de los hogares y ciclo vital de las familias...................................................................................................................... 37 3.7 El uso del tiempo de mujeres y hombres: Caracterización de la PEA ocupada y desocupada .................................................................................................................... 44 3.8 Valorización del trabajo doméstico: Una aproximación............................................ 49 a. Consideraciones para la valorización económica ................................................... 50 b. La estimación en términos económicos .................................................................. 51 4. Conclusiones ................................................................................................................. 56 Bibliografía......................................................................................................................... 58 ANEXOS............................................................................................................................ 59 I. Glosario de términos....................................................................................................... 59 II. Precisiones sobre el módulo del Uso del Tiempo.......................................................... 64 III. Información estadística complementaria ...................................................................... 65 3 Siglas y abreviaturas CEA CEDAW CEPAL EUT INEGI INEI MIMDES MTPE OIT ONU PBI PEA PEEL PET SCN TFNR UDT Conferencia Estadística de las Américas La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer Comisión Económica para América Latina y el Caribe Encuesta de Uso del Tiempo Instituto Nacional de Estadística y Geografía (México) Instituto Nacional de Estadística e Informática Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo Organización Internacional del Trabajo Organización de las Naciones Unidas Producto Bruto Interno Población Económicamente Activa Programa de Estadísticas y Estudios Laborales Población en Edad de Trabajar Sistema de Cuentas Nacionales Trabajo Familiar No Remunerado Uso del Tiempo 4 Introducción Las Encuestas sobre el Uso del Tiempo (EUT) permiten conocer los aspectos menos “visibles” del trabajo cotidiano de mujeres y hombres. En particular, brindan información que permite cuantificar las desigualdades de género en las cargas de trabajo total y en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. El presente informe tiene como insumo la información recogida en el Módulo Uso del Tiempo, incorporado por primera vez en la Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo entre agosto y octubre del año 2008. El objetivo del estudio es presentar los resultados de la aplicación del Módulo Uso del Tiempo y comprobar la desigual distribución del tiempo asignado a las actividades domésticas entre mujeres y hombres. Asimismo, los resultados podrán evidenciar el principal conflicto entre trabajo y familia que enfrenta la población femenina: el tiempo que destina al trabajo remunerado y al doméstico, dado que el desarrollo de un tipo de trabajo impide la dedicación al otro. Para determinar la importancia del trabajo doméstico, considerado como no productivo, se realizará una estimación de su valor económico y cuanto se estaría dejando de contabilizar en la medición del Producto Bruto Interno, a fin de ponerse a consideración en la medición de las Cuentas Nacionales. En la primera sección del documento se presentarán los antecedentes normativos (internacionales y nacionales) y las experiencias en cuanto a este tipo de encuestas en otros países, con la finalidad de exponer la situación actual de las EUT con énfasis en las experiencias en países de América Latina. En la segunda sección se profundiza en los aspectos teóricos y conceptuales sobre la división sexual del trabajo, la definición y medición convencional del trabajo y su reconceptualización, el trabajo doméstico no remunerado y el debate en torno al mismo. En la tercera sección se presentan los resultados obtenidos, inicialmente se hace un comparativo entre los resultados en la aplicación de EUT en otros países de Latino América. Seguido a ello se describe la metodología empleada para las estimaciones realizadas, que responden, en primer lugar a variables individuales (sexo y rangos de edad) y a la división de la carga total de trabajo (trabajo remunerado y no remunerado). Asimismo, se analizan variables con un enfoque familiar. Finalmente, se realiza una aproximación del valor económico del trabajo doméstico o no remunerado y su contribución al producto bruto interno, en términos de cantidad (horas de trabajo doméstico) y de precio (pago por hora en ocupaciones equivalentes). 5 1. Antecedentes La celebración de conferencias mundiales sobre la situación de la mujer, auspiciadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde mediados de los años 70, ha jugado un papel decisivo en la aceptación institucional de la investigación sobre trabajo de las mujeres y en la internacionalización del debate. Algunos países de América Latina han efectuado avances en este aspecto realizando Encuestas sobre el Uso del Tiempo con diversos objetivos, todos ellos desarrollados dentro del marco normativo internacional y nacional respectivo, el cual se presenta de manera resumida a continuación. 1.1 Marco normativo internacional La Convención sobre la eliminación discriminación contra la mujer (CEDAW) de todas las formas de Adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1979, suele describirse como un proyecto de ley internacional sobre los derechos de la mujer. Establece las bases para lograr la igualdad entre mujeres y hombres asegurando un acceso equitativo de ambos a la vida política y pública (y la igualdad de oportunidades al respecto), así como a la educación, la salud y el empleo. La CEDAW reformula el tema de los derechos de la mujer como un problema de acceso a la salud, la educación, los bienes económicos, la tierra, los créditos y los recursos naturales, pero también el trabajo remunerado y la representación política. Por tanto, establece un concepto más integral de igualdad, que es tanto formal como sustantivo1. Al ratificar la Convención, los Estados se comprometen legalmente a adoptar una serie de medidas para poner fin a la discriminación contra la mujer en todas sus formas, las que incluyen: • Incorporar el principio de igualdad entre mujeres y hombres en sus sistemas jurídicos, abolir todas las leyes discriminatorias y adoptar leyes adecuadas que prohíban la discriminación contra la mujer; • Establecer tribunales y otras instituciones públicas para asegurar la protección efectiva de la mujer contra la discriminación; y • Asegurar la eliminación de todos los actos de discriminación contra la mujer por parte de personas, organizaciones o empresas. 1 La igualdad formal (o igualdad de jure) implica la igualdad de trato por ley en términos de procedimientos, y se refiere a la condición jurídica de las mujeres y de los hombres en la sociedad. Por su parte, la igualdad sustantiva (o igualdad de facto), se refiere a la igualdad de resultados el que implica un principio de no discriminación (tanto directa como indirecta), y se refiere a la posibilidad real de mujeres y hombres de disfrutar esos derechos. 6 Plataforma de Acción de Beijing: Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995)2 En 1995, se celebró en Beijing la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Dicha conferencia dio lugar a una Declaración suscrita por todos los gobiernos participantes, entre ellos Perú, y a una Plataforma de Acción, que marcó significativamente el camino hacia la igualdad de género. La Declaración de Beijing y la Plataforma de Acción aboga por un concepto más amplio de la igualdad de género y centra sus objetivos generales en la potenciación de la “autonomía de todas las mujeres”. El Plan de Acción establece doce áreas3 fundamentales en las que se sitúan los principales obstáculos que impiden el adelanto de la mujer. En el año 2000 se celebró en Nueva York el vigésimo tercer período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas con el propósito de revisar los avances alcanzados en la aplicación de la Declaración y la Plataforma. Con objeto de preparar la celebración de “Beijing+5”, se invitó a los gobiernos nacionales a presentar un informe sobre las medidas que habían adoptado en las doce áreas fundamentales. Concluyendo que, a pesar de la creciente participación de la mujer en el mercado de trabajo, persistían notables diferencias salariales y segregación profesional. Además, no se había logrado la igualdad en la educación, y se reconoció que los problemas de la pobreza y la violencia eran los más críticos. Durante este período extraordinario de sesiones, se elaboró un “documento final” titulado “Nuevas medidas e iniciativas para la aplicación de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing”. Dicho documento, reconocía que las políticas, los programas y los procesos presupuestarios debían adoptar una perspectiva de género, basarse en datos desglosados por sexo y en los conocimientos extraídos de estudios de investigación sobre la situación de las mujeres y las niñas, y definirse en términos de objetivos medibles y con plazos de tiempo. El segundo Seguimiento de la Conferencia de Beijing de 1995, celebrado en Nueva York en el 2005 y conocido como “Beijing+10”, menciona explícitamente la importancia de la Declaración del Milenio y sus resoluciones, y plantea que la plena aplicación de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing es esencial para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 2 Extraído del documento “Igualdad de Género y Desarrollo”. Centro Internacional de Formación de la OIT. La mujer y pobreza; la educación y la capacitación de la mujer; la mujer y la salud; la violencia contra la mujer; la mujer y los conflictos armados; la mujer y la economía; la participación de la mujer en el poder y la adopción de decisiones; los mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer; los derechos humanos de la mujer; la mujer y los medios de comunicación; la mujer y el medio ambiente; y la niña. 3 7 La Declaración del Milenio4 reconocía la importancia trascendental de la igualdad de género para lograr los objetivos establecidos, y resolvió explícitamente “promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer como medios eficaces para combatir la pobreza, el hambre y las enfermedades y de estimular un desarrollo verdaderamente sostenible”. La Declaración del Milenio representa un importante paso adelante hacia un enfoque integrado de las cuestiones sobre género y desarrollo, en el cual se incorpora minuciosamente la perspectiva de género en cada disciplina y área temática para lograr el desarrollo sostenible. Conferencia Estadística de las Américas (CEA-CEPAL) El Comité Ejecutivo de la Conferencia Estadística de las Américas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en su séptima reunión5 de noviembre de 2007, aprueba el programa de actividades del grupo de trabajo sobre estadísticas de género. Estas fueron divididas en cuatro áreas: la visibilización del trabajo no remunerado, la visibilización de la violencia contra la mujer, los objetivos de desarrollo del Milenio y la promoción de las estadísticas de género. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Igualdad de Género Desde su fundación en 1919 la OIT ha estado comprometida con la promoción de los derechos laborales de todas las mujeres y hombres y con la igualdad entre los sexos. La visión de la OIT sobre la igualdad de género, considera que se trata de un derecho humano fundamental, esencial para alcanzar el objetivo mundial de Trabajo Decente para todos. En su última reunión6, la comisión de la Igualdad de Género de la OIT, planteó que la distribución del tiempo de trabajo presenta una marcada dimensión de género, pues en muchos países las jornadas laborales de los hombres suelen ser excesivamente prolongadas, mientras que las mujeres se encuentran subempleadas. Llevando a discusión uno de los mayores problemas que afrontaban las mujeres: la necesidad de conciliar la vida profesional y la vida personal, especialmente en relación con el cuidado de los niños. Definiéndose, como de vital importancia contar con estructuras sociales sólidas así como disponer de sistemas de relaciones de trabajo innovadores. Se debían proyectar nuevas modalidades de trabajo, tales como el trabajo a tiempo parcial o a distancia, que respetaran los derechos laborales y no mermaran la seguridad en el empleo. 4 En septiembre del 2000, 189 Estados miembros de las Naciones Unidas, entre ellos el Perú, firmaron un nuevo compromiso mundial para el desarrollo, cuya expresión política quedó reflejada en la Declaración del Milenio. 5 Reunión celebrada en Bogotá, Colombia. 6 Realizada el 3 de junio de 2009, extendiéndose a cuatro sesiones. 8 A fin de mejorar el equilibrio entre el trabajo y la familia, los gobiernos debían intensificar los esfuerzos para ofrecer servicios más satisfactorios de guardería y para el cuidado de las personas de edad. 1.2 Marco normativo nacional La Constitución Política, en el Título 1, Capítulo 1, Artículo 2 establece que “toda persona tiene derecho a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar” y a la “igualdad ante la Ley”. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier índole. En este marco la legislación peruana reconoce y protege los derechos fundamentales de la persona; de los cuales, la vida, la libertad y la integridad son indispensables para que alcance su plena realización, libre desarrollo y bienestar en el marco del disfrute de una vida digna, sin violencia y en igualdad de oportunidades. En relación al último punto, el Estado ha suscrito y ratificado instrumentos, como: Undécima Política de Estado del Acuerdo Nacional sobre igualdad de oportunidades El compromiso es dar prioridad efectiva a la promoción de la igualdad de oportunidades, reconociendo que en el país existen diversas expresiones de discriminación e inequidad social, en particular contra la mujer. La reducción y posterior erradicación de estas expresiones de desigualdad requieren acciones afirmativas del Estado y de la sociedad, aplicando políticas y estableciendo mecanismos orientados a garantizar la igualdad de oportunidades económicas, sociales y políticas para toda la población. Con este objetivo, el Estado: (a) combatirá toda forma de discriminación, promoviendo la igualdad de oportunidades; (b) fortalecerá la participación de las mujeres como sujetos sociales y políticos; (c) fortalecerá una institución al más alto nivel del Estado en su rol rector de políticas y programas para la promoción de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, es decir, equidad de género; (d) dará acceso equitativo a las mujeres a recursos productivos y empleo. Ley Nº 28983 de Igualdad de oportunidades entre Mujeres y Hombres La Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, es el marco general para implementar políticas, programas y actividades para lograr la igualdad entre las personas. El Estado peruano está obligado, en el nivel nacional, regional y local, a tomar medidas concretas para el logro y realización del derecho humano a la igualdad sustantiva o de facto de las mujeres con los hombres, impidiendo la discriminación. 9 En su artículo 6, inciso f) Se incluye entre los derechos laborales la protección frente al hostigamiento sexual y la armonización de las responsabilidades familiares y laborales. Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Varones 2006-2010 (DS 009-2005-MIMDES) El Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Varones 2006-2010 se desarrolla en base a 5 lineamientos de política a fin de garantizar los derechos económicos, sociales y políticos de las mujeres e institucionalizar la equidad de género en las políticas, programas y proyectos de Estado. Dentro del objetivo estratégico 2.1 “El Estado y la sociedad civil, adoptan prácticas equitativas entre mujeres y varones, en todos los ámbitos sociales”, se plantea como resultado al 2010 avanzar en prácticas de equidad en la que mujeres y varones compartan las responsabilidades del trabajo productivo, reproductivo de manera equitativa, promuevan relaciones familiares equitativas entre sus miembros y adopten decisiones informadas sobre su paternidad y maternidad. Asimismo en el objetivo estratégico 4.1 “Mujeres y varones acceden, permanecen y se desarrollan en el mercado laboral con equidad de género es decir igualdad de oportunidades, y tienen una remuneración y prestaciones sociales iguales por un trabajo de igual valor”, para lo cual se plantea como una de las acciones estratégicas involucrar a los varones en el trabajo reproductivo con licencia de paternidad por nacimiento de hijos o hijas, o por adopción, cualquiera fuese su modalidad de contratación. 1.3 Experiencias en Encuestas de Uso del Tiempo (EUT) en otros países La evolución de los estudios de género en las últimas décadas ha permitido plantear tal problemática en el ámbito público. A la fecha, ya se han realizado valiosos esfuerzos por evidenciar la invisibilidad total en la cual descansa la desigual realización de trabajo doméstico no remunerado al interior del hogar según género. Entre las principales experiencias de Encuestas de Uso del Tiempo con enfoque de género, a nivel mundial, tenemos7: Europa: España (1991, 1996, 1998, 2001, 2004); Italia. Oceanía: Australia (1992); Nueva Zelanda (1998) 7 En el cuadro Nº 1 se presenta un resumen de las características de las Encuestas de Uso de Tiempo para Nueva Zelanda, Canadá y España entre otros países de América Latina. 10 Asia: Indonesia; Nepal; Bangladesh; China (2001); Mongolia(2001); República de Corea; Filipinas; Tailandia; India; Territorio Palestino; República de Omán; República Popular Lao. África: Kenya; Sudáfrica (2001); Nigeria América del Norte: Canadá (1986, 1992 y 1998); Estados Unidos (1999) a. Experiencias en América Latina Entre los países de América Latina que han realizado investigaciones acerca del uso del tiempo destacan México, Ecuador, Nicaragua, Guatemala y Bolivia, dónde sus EUT responden a diversos objetivos. Si bien el objetivo del presente documento no es profundizar en los aspectos metodológicos8 utilizados en cada encuesta, éstas tienen en común la preguntan por el tiempo invertido en actividades domésticas. En algunos casos, la forma de realizar la pregunta es coincidente más no así en su nivel de desagregación. Entre algunos aspectos resaltantes entre los países de la región, esta el periodo de referencia de la encuesta el cual, en la mayoría de los casos, hace referencia al día anterior de la encuesta, esto es explicado por la capacidad de recordar de las personas. Otro aspecto es el referido a la población objetivo, en otras palabras la edad límite para responder las preguntas, alrededor de la mitad de las EUT incluyen a niños entre 6 y 12 años. En el Cuadro Nº 1 se resume las características generales de las encuestas de mayor cobertura que se han levantado en la última década. b. Resumen comparativo de los resultados en América Latina Dado que, las actividades que se encuentran consignadas en cada cuestionario, como los tiempos de referencia, la cobertura geográfica de la muestra, y la edad de los entrevistados, no son coincidentes y para fines comparativos entre países, se presentará la unificación elaborada por Milosavljevic y Tacla (CEPAL, 2007). En dicho estudio se utilizó un parámetro común, el que se obtuvo por la sumatoria del conjunto de actividades domésticas que componen cada módulo. 8 En los documentos elaborados por Vivian Milosavljevic de la CEPAL, se tienen los antecedentes de las Encuestas de Uso del Tiempo (EUT) de gran cobertura en América Latina. Ella presenta una amplia y bien documentada información sobre la importancia de las EUT y el lugar que han venido cobrando en los últimos años en América Latina. 11 Cuadro Nº 1 ANÁLISIS COMPARATIVO DE LAS ENCUESTAS Y MÓDULOS DE USO DEL TIEMPO POR PAÍSES ENCUESTAS DE HOGARES NOMBRE DEL MÓDULO POBLACIÓN OBJETIVO PERIODO DE REFERENCIA EXTENSIÓN (quehaceres del hogar) NUEVA ZELANDA EUT - 1998 ENCUESTAS SOBRE PRESUPUESTO DEL TIEMPO 12 años a más Día anterior a la encuesta 11 actividades en 4 tipologías CANADÁ SGS General Social Survey USO DEL TIEMPO 15 años a más Día anterior a la encuesta Vía telefónica, 10 actividades con subcategorias -- ESPAÑA EUROSTAT ENCUESTA NACIONAL SOBRE USO DEL TIEMPO 10 años a más Día anterior a la encuesta 176 actividades principales 16 actividades secundarias NICARAGUA EMNV - 1998 USO DEL TIEMPO 6 años a más Día anterior a la encuesta 8 preguntas 1 preg. abierta Cuidado de niños + otras similares GUATEMALA ENCOVI 2000 USO DEL TIEMPO 7 años a más Día anterior a la encuesta 8 preguntas 3 actividades en 4 grupos BOLIVIA 2001 TRABAJO DOMESTICO EN EL HOGAR NO REMUNERADO 7 años a más Día anterior a la encuesta 1 uso del tiempo, 7 de participación 3 actividades MÉXICO ENIGH - 2002 USO DEL TIEMPO (ENUT 2002) 12 años a más En la semana 57 subactividades agrupadas en 9 actividades generales -- ECUADOR Empleo - 2004 CONDICIÓN DE ACTIVIDAD Y QUEHACERES DOMÉSTICOS 5 años a más En la semana 6 preguntas NO ARGENTINA EAH - 2005 USO DEL TIEMPO 15 a 74 años Día típico o promedio de la semana 8 topologías y 15 preguntas Actividades relacionadas TV o radio. CHILE 2007 (piloto) 2009 (nacional) ENCUESTA SOBRE USO DEL TIEMPO 12 años a más Día anterior a la encuesta 6 topologías (diferencia encargado principal y secundario) URUGUAY ECH – 2007 USO DEL TIEMPO Y TRABAJO NO REMUNERADO 14 años a más Día típico o promedio de la semana 12 tipos de actividades + subactividades -- PAÍSES ACTIVIDADES SIMULTÁNEAS Actividades secundarias Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo. Tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) En el estudio se construyó un algoritmo para el cálculo, el cual se obtuvo respetando el criterio de los distintos países sobre las actividades específicas que conformaban los “Quehaceres Domésticos”. Así en Bolivia, se utilizó la única variable existente referida al “tiempo total dedicado el día anterior” a dichos quehaceres; en el caso de Ecuador, la base de datos tiene incorporada la variable “horas en quehaceres domésticos”; para los casos de Guatemala y Nicaragua, se conformó el algoritmo sumando las variables del submódulo “mantenimiento del hogar”, y finalmente en México, se usó el criterio del INEGI, sumando el “tiempo semanal de las subactividades constitutivas del trabajo doméstico”. 12 De manera resumida se presentarán los principales hallazgos en común para los países analizados: 1. Los hombres participan menos e invierten menos tiempo en la generalidad de las actividades domésticas consideradas. 2. Las actividades domésticas entre hombres y mujeres aparecen segmentadas, prevalecen los estereotipos de género. 3. Las actividades de cuidado se posicionan entre las que más tiempo consumen a mujeres y hombres, sin embargo el tiempo de dedicación es mayor entre las mujeres y también lo es su participación. 4. La jornada laboral de las mujeres es inferior a la de los varones, debido a la necesidad de atender las responsabilidades domésticas y familiares. 5. La condición de trabajadoras remuneradas de las mujeres, no las libera de destinar tiempos considerables a las labores domésticas. Cualquiera sea la duración de la jornada laboral, ellas dedican mucho más tiempo que los varones a estas actividades. 6. Las labores de cuidado de niños, enfermos y adultos mayores, aumentan la participación y el tiempo invertido por las mujeres en las actividades domésticas. El tiempo destinado por las mujeres a las actividades domésticas se acrecienta cuando existen niños en edad preescolar en el hogar, mientras que el de los varones tiende a permanecer invariable, verificándose la misma tendencia en todos los países. 7. El tiempo de dedicación de los individuos y su participación, decrece en las actividades domésticas, cuando existe quien las desarrolle. En todos los países se verifica que, la presencia de un miembro del hogar dedicado a los quehaceres domésticos reduce el tiempo de dedicación, y particularmente en estas actividades, del resto de las mujeres que viven en el hogar, situación que no se percibe entre los varones. 8. El tiempo destinado por las mujeres a las actividades domésticas disminuye cuando en el hogar existen personas mayores de 75 años, mientras que el de los varones tiende a permanecer constante. 9. Las mujeres en edad activa no buscan trabajo remunerado principalmente por falta de tiempo. 13 2. Marco conceptual 2.1 División sexual del trabajo9 Las mujeres y los hombres emplean el tiempo de manera diferente. Ambos sexos presentan grandes variaciones, que dependen de muchos factores como, en qué etapa de nuestras vidas nos encontramos y del lugar que ocupemos dentro de la familia. La división tradicional del trabajo por sexo sigue predominando en el mundo, hombre proveedor de sustento económico y la mujer ama de casa, es decir proveedora de trabajo doméstico. La división sexual del trabajo tanto doméstico como extradoméstico sólo se puede entender en toda su amplitud, cuando se integran en el análisis elementos ligados a las funciones reproductivas, por ello es importante conocer cuál es su posición en la familia y a las construcciones sociales que distinguen culturalmente a hombres y mujeres. Los estudios10 señalan que la maternidad hace de las mujeres sujetos con incapacidades parciales y temporales para realizar actividades económicas durante el período de gestación, el parto y la lactancia; con limitaciones para desempeñar ciertas actividades, además las hace propensas a adquirir malestares y enfermedades específicas. De otro lado, el cuidado y crianza de los hijos siguen siendo considerados como responsabilidad de la madre, y aún cuando los hijos han dejado de ser dependientes quedan efectos de largo plazo. En efecto, no sólo las limita durante el periodo de crianza de los hijos, sino que altera sus trayectorias laborales, posibilidades de ascenso, formación etc. Que sólo algunas superan a través de esfuerzos muy superiores a los que realizan los hombres, o gracias a la posibilidad de delegar sus tareas hogareñas a otras mujeres ya sean familiares o empleadas del hogar a cambio de un pago. En las últimas décadas la división del trabajo ha registrado alteraciones significativas en los más diversos países. El cambio más importante y evidente de la división del trabajo por sexo ha ocurrido en el ámbito de la esfera mercantil, y se manifiesta en el acelerado proceso de feminización de la fuerza de trabajo que se generaliza a la mayor parte de las regiones del orbe sobre todo a partir de la penúltima década del siglo XX. La participación de la mujer en espacios ajenos al hogar se ha ampliado, 9 Pedrero, Mercedes (2008). “Propuesta sobre la metodología y marco conceptual a aplicar en la encuesta de uso del tiempo. Perú 2009” 10 Pedrero, Mercedes (2003). “Distribución del tiempo entre trabajo doméstico y extra doméstico según la posición de la familia”. 14 pero se ha concentrado en determinadas ramas de actividad, en ocupaciones específicas y predominando en ciertas categorías ocupacionales. La segregación ocupacional por género, que refleja la discriminación existente contra la mujer, se redefine pero no desparece (Pedrero et al. 1997:15). Mientras la participación femenina en las actividades generadoras de ingreso ha aumentado, la distribución de las labores domésticas dentro del hogar poco ha cambiado, siguen siendo responsabilidad femenina. De esta manera, la incorporación de las mujeres a las labores extradomésticas, con frecuencia implica el desempeño de una doble jornada de trabajo, la misma que contribuye a perpetuar algunas de las condiciones de su segregación, como la discontinuidad de las trayectorias laborales femeninas, el trabajo a tiempo parcial y ciertas modalidades desventajosas de inserción, como son el trabajo a domicilio o el negocio familiar, sin percibir remuneración. En países de la región y en la escena nacional, en las últimas décadas, se ha registrado un aumento notable de la fuerza de trabajo femenina en las actividades no agropecuarias, lo que responde a dos causas principales: el cambio en la estructura sectorial de la economía y las estrategias de supervivencia de las familias para enfrentar la caída de los ingresos reales y la insuficiente creación de empleos asalariados11. Esto ha facilitado la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, ya que las actividades comerciales y de servicios han sido tradicionalmente las principales fuentes de empleo femenino. Así, la terciarización del empleo es una de las causas que explica la feminización creciente de la fuerza de trabajo, dada la persistencia de una fuerte segregación por sexo de los puestos de trabajo. 2.2 Definición y medición del trabajo En nuestras sociedades la definición del concepto "trabajo" ha estado indiscutiblemente sesgada por el predominio de relaciones capitalistas; de tal forma que se ha reconocido socialmente como tal solamente a aquellas actividades que se constituyen en objetos de intercambio mercantil12. Así han quedado excluidas las labores no remuneradas, cuyo espacio social de realización generalmente es el interior de los hogares e incluye un gasto importante de tiempo y consumo de energía, el cual ha estado orientado a satisfacer las condiciones de la reproducción privada, intergeneracional y cotidiana del capital humano de las sociedades actuales. 11 En Lima Metropolitana, según la Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, para el 2008 la proporción de ocupados independientes es 3 de cada 10, aproximadamente. Aguilar Mercedes y Espinoza Isolda (2003) “Estudio Uso del tiempo de los Nicaragüenses”. 12 15 En una perspectiva teórica y general, se puede afirmar que se ha incurrido en un enfoque incompleto e incorrecto en la medición del trabajo, en tanto que la supervivencia de una sociedad no depende únicamente de un patrón de producción económica, sino que incluye además un patrón de reproducción social que es una responsabilidad delegada a la población femenina, en la mayor parte de las actividades que comprende. En las últimas décadas, a partir de la lucha de las mujeres, se ha reconocido la carencia de conceptos y definiciones adecuadas para medir el trabajo de hombres y mujeres, y se han revisado los estándares internacionales para reflejar mejor esta realidad. La revisión del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN), adoptada por la Comisión de Estadísticas de las Naciones Unidas en 1993, ha incorporado cambios significativos, especialmente relevantes para la medición del trabajo de las mujeres. Se ha recomendado incluir dentro del concepto de producción, además de la producción de todos los bienes y servicios para el mercado, toda la producción de bienes y servicios en el hogar para el autoconsumo. Las razones que se han esgrimido para no asignar valor económico al trabajo doméstico no remunerado y a los servicios personales son, principalmente, que estas actividades se realizan con independencia y aisladas de los mercados y que por tanto, es difícil hacer estimaciones válidas de su valor monetario. Efectivamente la medición del trabajo remunerado y no remunerado de hombres y mujeres es un área crucial de las estadísticas de género. Cuando los conceptos y definiciones antes referidos se aplican correctamente, la medición del trabajo remunerado en general resulta confiable. En cambio, la medición del trabajo no remunerado es más compleja. María Durán13 considera que, independientemente de su valoración o no valoración monetaria, el tiempo es un recurso productivo. Asimismo, cabe señalar que dentro del trabajo no remunerado, además del trabajo doméstico no remunerado, se debe considerar al trabajo voluntario en beneficio de organizaciones, como el trabajo comunal, la ayuda a otros hogares que en realidad son transferencias en términos de tiempo En este contexto se ha impulsado la realización de encuestas sobre el uso del tiempo, como una alternativa a los métodos tradicionales de medición del trabajo remunerado y no remunerado. 13 María Durán Heras, investigadora española, ha desarrollado éste entre otros conceptos utilizados en este estudio, los cuales presenta en “Concentración y Reparto del Trabajo no Remunerado en los hogares”. Cuaderno de Relaciones Laborales (2000). 16 2.3 La reconceptualización de la noción de trabajo14 Los estudios económicos, así como los sociológicos y los jurídicos sobre el trabajo refieren fundamentalmente al trabajo remunerado. En la Región, a nivel académico, la corriente feminista sobre el trabajo doméstico ha tenido una difusión limitada. Del mismo modo, investigaciones de sociología del trabajo, fundamentalmente, de origen francés y desde diferentes perspectivas, han contribuido a la reconceptualización de la noción de trabajo, han influenciado poco a las corrientes principales de las mencionadas disciplinas. En Francia, en la década de los 80 los conocidos trabajos de Daniele Kergoat y otras investigadoras del Groupe d’ études sur la división sociales et sexuelle du travail (GEDISST) introducen las nociones de trabajo doméstico y esfera de la reproducción (Hirata et al. 2000). Los desarrollos teóricos sobre el trabajo doméstico que cuestionan su exclusión del dominio económico plantean que esta exclusión no deriva de la naturaleza de la producción. Cuando esos bienes son producidos fuera del hogar el trabajo que los produce es remunerado, en cambio, es gratuito si se lo realiza en el hogar. Por su parte los economistas neoclásicos, principalmente Gary Becker (1976), han reconsiderado las definiciones del consumo e introdujeron nuevos enfoques sobre los hogares como productores de servicios en los que se realizan elecciones entre los diversos tiempos (asalariado, doméstico, tiempo libre), definiendo la producción doméstica como el conjunto de las actividades de los hogares que pueden ser sustituidas por terceros, siendo las actividades de hombres y mujeres consideradas de manera similar. Más que la investigación concreta sobre las modalidades del trabajo doméstico y su contribución al bienestar ha sido la articulación entre la esfera laboral y la familiar la que se encuentra en el centro del análisis sobre la actividad femenina que se llevó a cabo desde los 80 y que condujo a proponer medidas para “conciliar” trabajo y familia. Paralelamente, desde hace décadas un considerable número de estudios sociológicos15 se han centrado en la reconceptualización del concepto de trabajo, llamando la atención sobre los problemas que trae aparejada la noción de empleo tal como es usualmente utilizada por los economistas. Dichos estudios fundamentan la consideración de la suma de todas las formas de trabajo, en tanto ellas sirven de base a cada sociedad para proporcionar subsistencia y bienestar a sus miembros. Como reconoce Annie Fouquet (2000) esta recomposición del concepto de trabajo, aunque tiene enorme trascendencia no ha sido “exportada”. Permaneció como 14 Rosario Aguirre, Cristina, García Sainz, Cristina Carrasco “El tiempo, los tiempos, una vara de desigualdad”, 2005. Entre otros, Pahl, 1991; Maruani, 2001; Méda, 2002. 15 17 patrimonio de los estudios sobre el trabajo femenino, sin provocar una redefinición del concepto tal como lo utiliza la sociología del trabajo. Pero esta recomposición ha servido para impulsar una importante corriente de investigaciones sobre la división sexual del trabajo y las relaciones de género. Este esfuerzo de visibilización no converge con la naturaleza de los datos existentes y de las estadísticas disponibles. Éstos reducen el trabajo a aquellas actividades que se orientan a la producción en el sector mercantil. Son destacables los avances realizados mediante encuestas específicas que abordan la cuantificación redefiniendo el objeto trabajo a través de sus dos dimensiones: la laboral y la doméstica. Asimismo, el trabajo doméstico y el trabajo voluntario como no están sometidos a “los apremios” del mercado responden a otros criterios de productividad. También puede variar la calidad de un tipo y otro de trabajo en relación, por ejemplo, al cuidado y crianza de los niños. Finalmente, las críticas a la medición del trabajo doméstico son pertinentes cuando se trata de asignar valor económico al tiempo dedicado a estos trabajos, no así cuando se trata de asignarles tiempo para conseguir su visibilidad de manera que la sociedad los valore y pueda percibir las desigualdades de género en la familia y en la sociedad. 2.4 Naturaleza del trabajo doméstico y el debate entorno al mismo El concepto de trabajo doméstico ha evolucionado hasta reivindicarse como un tema de estudio relevante en varias disciplinas (Alabart et al, 1991); en el campo económico, como un factor de reproducción del sistema económico, en el rubro demográfico, el trabajo doméstico juega un papel esencial en la reproducción de la población, en el campo psicológico se le asocia con alienación, dominación o subordinación. El trabajo doméstico se abordó ampliamente como tema de estudio específico hasta que se definió el concepto de género, que hoy en día es un término compartido por las corrientes teóricas más diversas16. El concepto de género se refiere a las funciones y responsabilidades socialmente determinadas que se atribuyen a mujeres y hombres en un determinado contexto social y cultural, en virtud de sus características biológicas. Así mismo, los roles de género están socialmente determinados, cambian a través del tiempo y el espacio y están influenciados por factores sociales, culturales y ambientales que caracterizan a cierta sociedad, comunidad o periodo histórico. 16 Pedrero, Mercedes (2003) “La encuesta de uso del tiempo y sus potencialidades para conocer las inequidades de género”. 18 Tales roles son aceptados como “naturales” e interiorizados por las niñas y niños a una edad muy temprana, a través de los modelos de género que aprenden en su medio social. Los roles de los hombres en la esfera productiva son prominentes, aunque su rol reproductivo (tareas y actividades relacionadas con la creación y sostenimiento de la familia y el hogar) es solamente subsidiario. Las mujeres, por otra parte, generalmente tienen que hacer malabarismos para realizar varias tareas simultáneas, debido a su tendencia a tener múltiples roles dentro de la esfera reproductiva y productiva. El trabajo doméstico, llevado a cabo principalmente por mujeres, no es una actividad de consumo, sino una actividad productiva de bienes y servicios necesarios para culminar la transformación de los productos que se consumen en la vida cotidiana. En general, los bienes que se compran se transforman mediante trabajo doméstico antes de poderse consumir, de ahí que el trabajo doméstico es una actividad de transformación. Los servicios que se proporcionan en el hogar (suministro de alimentos, higiene, etc.) son indispensables para el mantenimiento de la vida. En las economías desarrolladas, la producción doméstica todavía ocupa una parte considerable del tiempo involucrado en la reproducción social. Mientras menos desarrollado se encuentre la producción social, los bienes y los servicios necesarios se obtendrán más en la esfera doméstica mediante trabajo no remunerado, ya sea porque no existen suficiente suministro de tales bienes o servicios en el mercado, o porque éstos no son asequibles para una gran parte de la población con escasos recursos económicos. Las principales funciones del trabajo doméstico se relacionan con17: Mantenimiento de la vivienda: limpiar, hacer reparaciones, realizar labores de mantenimiento. Proporcionar nutrición: planificar la comida, prepararla, servirla, etc. Proporcionar vestido: lavar ropa, planchar, remendar, reparar o confeccionarla. Proporcionar cuidados: a los niños, a los enfermos, a los ancianos dependientes y a otros miembros de la familia que requieran apoyo constante. A estas actividades, que se denominará “trabajo familiar doméstico” o actividades domésticas generales, se suman las auxiliares, llamadas así porque dependen de las principales y también se ejecutan en beneficio del hogar, tales como transportar a los miembros del hogar, hacer compras, realizar gestiones y pagos de servicios, realizar trámites para disponer de una vivienda, amueblarla o equiparla, planificar y controlar las finanzas, entre otras. Diferentes perspectivas teóricas han mostrado la importancia del trabajo doméstico para la reproducción no sólo de las familias individuales y de la fuerza de trabajo sino 17 Pedrero, Mercedes (2002) “El trabajo doméstico no remunerado en México”. 19 del sistema económico y social. La importancia del trabajo doméstico puede considerarse a partir de su impacto en a) la sociedad como un todo, b) la organización del hogar, c) la vida de los individuos18. Respecto a los individuos, permite ver diferencias de la calidad de vida y las oportunidades que tienen las personas de manera individual de acuerdo con su perfil sociodemográfico (sexo, edad, estado civil, lugar que ocupa en el hogar, estrato social). En el ámbito del hogar, es preciso valorar la inequidad de género en la carga de trabajo doméstico y extradoméstico para conocer la organización familiar y avanzar en la resolución de los problemas de la vida cotidiana, derivados de la desigualdad del reparto de las responsabilidades domésticas. El trabajo doméstico varía de un hogar a otro, tanto cuantitativamente como cualitativamente; entre los elementos que inciden en ello destacan el tamaño de la familia y la etapa biológica de la misma, el contexto socioeconómico en el que se encuentren porque de acuerdo con el mismo varían los patrones de consumo y la infraestructura de que disponga. 2.5 Impacto del trabajo doméstico sobre el desarrollo de los individuos19 El tiempo empleado en el trabajo doméstico afecta las oportunidades de las personas para dedicarse a otras ocupaciones, como: trabajo extradoméstico, formación y superación personal, esparcimiento creativo, esparcimiento enajenante, descanso y la atención personal. Benería (1978, p. 3) señala: “La consecución de la igualdad entre el hombre y la mujer implica que han de tener iguales derechos, oportunidades y responsabilidades que les permitan desarrollar sus talentos y sus capacidades para su propio desarrollo personal y para beneficio de la sociedad. Para este fin es esencial una reestructuración de las funciones y los roles asignados tradicionalmente a cada sexo dentro de la familia y dentro de la comunidad en su conjunto”. Sin duda, en este planteamiento está implícito cómo las oportunidades y responsabilidades se traducen en tiempo. En consecuencia, lo que se intenta indagar es de qué manera se distribuye ese patrimonio personal que se dedica a distintas actividades, entre ellas el trabajo doméstico; por ejemplo, si este trabajo es muy absorbente, inhibirá la realización de otras actividades y coartará oportunidades. 18 Ibíd. Pedrero, Mercedes (2003) “La encuesta de uso del tiempo y sus potencialidades para conocer las inequidades de género”. 19 20 Existe numerosa literatura que muestra cómo las responsabilidades familiares (como el ser madre) condicionan la participación de las mujeres en actividades económicas extradomésticas. También hay evidencias sobre la participación frecuente de niñas en el trabajo doméstico, lo que limita su desempeño escolar y su posibilidad de gozo a través del juego. Estas restricciones, además de afectar su agenda temporal de actividades, condiciona el desarrollo de la persona. 2.6 Impacto del trabajo doméstico en el ámbito familiar20 En el ámbito familiar –entendido como el conjunto de personas, unidas o no por lazos de parentesco, que habitan en la misma vivienda particular y comparten parte o todos sus ingresos y riquezas y consumen algunos bienes o servicios de manera colectiva21– se desempeñan varias funciones: aportan trabajo, son consumidores y como emprendedores se encargan de la producción de bienes de mercado y servicios no financieros. En los hogares se gestan o refuerzan las relaciones de inequidad de género, de hecho, la realización del trabajo doméstico es una de las realidades diferenciadas por género derivadas de prácticas históricas de relación entre hombres y mujeres, clases y generaciones. Las cargas de trabajo doméstico inciden en las oportunidades respecto a otras actividades, investigar cómo se distribuye al interior del hogar permitirá conocer cuál es la organización familiar para resolver los problemas de la vida cotidiana. Por ello, es importante ver cómo se distribuye entre los miembros del hogar, qué peso tiene el trabajo doméstico remunerado, cuya presencia pudiera aparentar equidad entre los miembros del hogar, para poder medir el costo en tiempo que implica el desarrollo de la vida material en el hogar de acuerdo con sus especificidades (tamaño, composición y estrato socioeconómico). Asimismo, es prioritario tomar en cuenta la contribución de trabajo doméstico remunerado de manera diferenciada, porque además de materializarse en bienes y servicios que inciden en el bienestar de la familia, afectan el tiempo disponible de al menos uno de los miembros del hogar. 20 Ibíd. En dicho documento se denomina ámbito del hogar. EUSTAT. “Cuentas Satélite de producción Doméstica para la C. A. de Euskadi”, Euscal Estatistika Erabundia, Instituto Vasco de Estadística, 2000, p. 2. 21 21 3. Resultados del módulo Uso del Tiempo22 3.1 Indicadores de empleo diferenciados por sexo La información que se presentará a continuación corresponde a la distribución de la Población en Edad de Trabajar23 (PET) y la Población Económicamente Activa (PEA) Ocupada24 de Lima Metropolitana en el año 2008; la PET estaba conformada por 6,4 millones de personas, en tanto la PEA ocupada ascendía a 4 millones. Previo a la presentación de los resultados del uso del tiempo, se realizará una revisión de los principales indicadores de empleo diferenciados por sexo. En el Gráfico Nº 1 se presenta la evolución de los indicadores de empleo por sexo en los últimos siete años, donde se puede apreciar el crecimiento de la participación de la mujer en el mercado laboral, que en el periodo de referencia se ha incrementado en 4,6 puntos porcentuales mientras que, la tasa de los hombres creció en 1,7 puntos porcentuales. Los datos absolutos se pueden apreciar en el anexo Cuadro A.2. Si bien la participación de las mujeres en el mercado de trabajo se ha incrementado en los últimos años, son las mujeres quienes tienen más probabilidades de estar desempleadas que los hombres, ya que registran mayores tasas de desempleo en todos los años (ver anexo Cuadro A.2.) De otro lado, es importante mencionar que el subempleo es uno de los principales problemas del mercado laboral peruano. La PEA ocupada se puede dividir entre los adecuadamente empleados y los subempleados. Las tasas de subempleo (calculada como la proporción de la oferta laboral, PEA) que presentaron las mujeres en los últimos 7 años, se encontraron por encima a las presentadas por los hombres, en 13 puntos porcentuales en promedio. Las más grandes brechas, relación de la tasa de mujeres frente a la de hombres, se dieron en los años 2007 y 2008, en otras palabras en los dos últimos años la diferencia entre ambas tasas era más amplia. 22 Cabe precisar que, los resultados de la Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo 2008, así como los del Módulo del Uso del Tiempo son preliminares. 23 PET: Es el conjunto de personas que están aptas en cuanto a edad para el ejercicio de funciones productivas, en el país se considera de 14 años a más. 24 PEA ocupada: Es el conjunto de la PEA que trabaja en una actividad económica, sea o no en forma remunerada en el periodo de referencia. 22 Gráfico Nº 1 LIMA METROPOLITANA: TASAS DE ACTIVIDAD Y SUBEMPLEO DIFERENCIADAS POR SEXO, 2002-2008 (En porcentajes) 100 90 80 75,3 72,9 75,6 73,4 75,4 76,1 77,0 56,8 56,4 70 60 54,2 51,8 50 40 30 48,4 47,4 37,7 38,0 52,5 49,9 35,9 52,3 46,3 36,7 53,4 47,7 36,3 51,7 41,5 38,3 27,0 20 10 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 p/ Tasa de actividad hombres Tasa de actividad mujeres Tasa de subempleo hombres Tasa de subempleo mujeres Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2002-2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Asimismo, en el Gráfico Nº 1, se puede evidenciar la disminución para el último año de las tasas de subempleo, tanto para hombres como mujeres, presentándose en el 2008 la menor tasa registrada en los últimos 7 años. En el Gráfico Nº 2, se presenta la distribución de la condición de actividad de la PET de Lima Metropolitana diferenciada según sexo. Así, para el año 2008 el porcentaje de mujeres inactivas supera al de los hombres en casi el doble, lo que corresponde a la presencia significativa de mujeres que sólo son amas de casa25. En cuanto a la PEA ocupada, son los hombres quienes en mayor proporción se encuentran adecuadamente empleados (53%, frente al 28% de mujeres). Mientras que, el porcentaje de subempleadas y subempleados difiere sólo en 2 puntos porcentuales, al interior del subempleo se puede denotar que son más las mujeres subempleadas por horas que hombres, 7% y 4% respectivamente. Es decir, un mayor grupo de mujeres labora menos de 35 horas a la semana, deseando y con la disposición de trabajar más horas. 25 Esto se evidencia ante la pregunta ¿Qué estuvo haciendo la semana pasada?, para el caso de la población femenina inactiva, 6 de cada 10 mujeres contestaron haberse dedicado a los quehaceres del hogar. 23 Gráfico Nº 2 LIMA METROPOLITANA: DISTRIBUCIÓN DE LA CONDICIÓN DE ACTIVIDAD DE LA PET Y EL SUBEMPLEO SEGÚN SEXO, 2008 (En porcentajes) Inactivo 23% Em pleo adecuado 53% Subem pleo por horas 4% Subempleo 21% Subem pleo por horas 7% Inactivo 43% Subem pleo 23% Subem pleo por ingreso 16% Em pleo adecuado 28% Desem pleo 4% Subem pleo por ingreso 17% Desem pleo 5% HOMBRES MUJERES Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Ante la evidente diferencia entre el total de inactivas frente al total de inactivos, cabe la pregunta, cuáles son las razones para que la población no busque empleo. Los resultados revelan que aproximadamente 6 de cada 10 mujeres en condición de inactividad no buscan empleo debido a la carga de actividades o quehaceres del hogar, en tanto 5 de cada 10 hombres argumentan no buscar empleo dado que se encuentran estudiando. Gráfico Nº 3 LIMA METROPOLITANA: RAZONES DE INACTIVIDAD SEGÚN SEXO, 2008 (En porcentajes) 75 Hom bre 57,6 60 Mujer 52,0 45 26,3 30 15 21,3 8,8 2,2 0,8 6,0 8,6 5,8 7,0 3,4 0 Esperando inicio de trabajo dependiente Estudios Quehaceres del hogar Vive de su Enfermedad pensión u o otras rentas incapacidad Otros 1/ 1/ Incluye a quienes contestaron por la edad avanzada, por viaje, por cuidar a los menores del hogar y a enfermos, entre otros motivos personales. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Con los resultados de la encuesta de uso del tiempo se evidenciará la distribución de las horas de trabajo y, de otras actividades, tanto de hombres como de mujeres para dar a conocer la división sexual de la carga laboral, entre trabajo remunerado y no remunerado. 24 3.2 Resultados generales del módulo Uso del Tiempo (UDT) El módulo de uso del tiempo se aplicó a los residentes habituales de Lima Metropolitana de 14 años a más. Del total de entrevistados, el 53% fueron mujeres; en el anexo Cuadro A.1 se presenta la distribución por sexo y grupos de edades. En dicho módulo se preguntó acerca de las actividades realizadas durante todo el día, estas incluyeron las horas de sueño, de trabajo, de actividades domésticas, de actividades personales, de educación y formación, deportivas, culturales y entretenimiento, comunitarias, religiosas y socialización, de traslado al trabajo y traslado a las diversas actividades. Cada una de las actividades fue precisada para el día domingo, sábado y un día típico de la rutina de lunes a viernes del entrevistado. En general, el 76% de los entrevistados contestó que su día típico se ubica entre los días lunes a miércoles. Para fines de la presentación de los resultados se tomará el promedio de horas de estos tres días, los datos desagregados se presentarán en los anexos (ver anexos a partir del Gráfico A.2). De otro lado, en Lima Metropolitana, sólo el 34% de la PEA ocupada trabajó un día domingo, y el 75,9% laboró un día sábado (ver Gráfico Nº 3). De otro lado, 6 de cada 10 ocupados que no trabajaron un día domingo son asalariados. Esto resulta consistente con la jornada típica de las entidades privadas y públicas, la cual destina un día de descanso a sus trabajadores, generalmente, el día domingo. Según las ramas de actividad económica donde laboran aquellos que trabajaron un día domingo tenemos en primer lugar al comercio por menor (31,5%), seguido de transportes, almacenamiento y comunicaciones (14,5%), restaurantes y hoteles (12,3%), y, en cuarto lugar servicios comunitarios y recreativos (10,7%). Lo que resulta consistente, dado que en dichas ramas de actividad, generalmente durante los fines de semana, se atiende a un mayor público demandante de sus productos y servicios. 25 Gráfico Nº 3 LIMA METROPOLITANA: PEA OCUPADA QUE TRABAJÓ LOS DÍAS EN MENCIÓN SEGÚN SEXO, 2008 (En porcentajes) 100 93,8 89,6 92,0 Hombre 80,1 80 70,2 Mujer Total 75,9 60 34,8 33,0 34,0 40 20 0 Lunes-Viernes Sábado Domingo Nota: La información de lunes a viernes, corresponde a un día típico de la rutina diaria del entrevistado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Otro punto a considerar es el total de horas trabajadas en la población mayor de 14 años a fin de apreciar las diferencias entre varones y mujeres utilizando una clasificación para los ocupados y los no ocupados en el mercado según el rango de horas semanales de dedicación. Considerando las horas semanales de trabajo remunerado de toda la Población en Edad de Trabajar de Lima Metropolitana (ver Cuadro Nº 1), encontramos importantes desigualdades en el reparto del tiempo de trabajo remunerado entre hombres y mujeres, el 14,4% de mujeres trabajan a medio tiempo, menos de 34 horas semanales, frente al 9,2% de hombres, de otro lado, casi el doble de hombres trabaja a sobretiempo, más de 48 horas semanales. Cuadro Nº 1 LIMA METROPOLITANA: HORAS SEMANALES DE TRABAJO REMUNERADO DE LA POBLACIÓN EN EDAD DE TRABAJAR POR SEXO, 2008 (En porcentajes) Rango de horas Menos de 34 De 35 a 47 48 horas Más de 48 hrs. No ocupado Total Total absoluto Hombre Mujer Total 9,2 14,4 11,9 14,0 11,9 12,9 10,7 5,4 8,0 39,3 20,0 29,3 26,8 48,3 37,9 100,0 100,0 100,0 3 134 584 3 355 172 6 489 756 Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) La mayor brecha identificada se evidencia en el trabajo de más de 48 horas que realizan las mujeres (20%), frente a las más de 48 horas que cumplen los hombres (39,3%). 26 En suma, lo que se evidencia son las grandes brechas entre mujeres y hombres respecto al tiempo dedicado al trabajo remunerado de la PEA ocupada y en la población inactiva. En adelante, y para ambos casos, se evidenciará si tales brechas responden, precisamente, al tiempo dedicado a las actividades domésticas. 3.3 Los resultados del Uso del Tiempo, según países Con el propósito de realizar un análisis de los resultados obtenidos del procesamiento de los Módulos introducidos por cinco países y el aplicado al Perú (Lima Metropolitana, 2008), se ha tenido presente que, en estricto rigor, no son coincidentes en lo referente a las actividades que se encuentran consignadas en cada cuestionario, como en los tiempos de referencia, en cobertura geográfica y de la muestra, y en la edad de los entrevistados, se buscó utilizar un parámetro común, el que se obtuvo por la sumatoria del conjunto de actividades domésticas que componen cada módulo26. Los resultados de los módulos de UDT tienen inferencia a nivel nacional, a excepción de Perú y Ecuador donde se realizaron únicamente en Lima Metropolitana y Quito, respectivamente. Para los 5 primeros países observados, se presentará el tramo de edad acotado a la población de 12 años y más, mientras que para el caso de Perú el módulo fue aplicado a la población de 14 años a más. En términos de participación femenina en las actividades domésticas los resultados entre los 6 países en estudio fueron bastante coincidentes, así en Bolivia, Guatemala, Ecuador, México y Perú el rango de participación se presenta entre un 91 y 97% de las mujeres, en Nicaragua es relativamente más bajo, con un 84%. 26 Milosavljevic, Vivian y Tacla, Odette (2007). “Incorporando un módulo de uso del tiempo a las encuestas de hogares: Restricciones y potencialidades”. 27 Gráfico Nº 15 POBLACIÓN DE 12 AÑOS A MÁS QUE PARTICIPA EN LAS ACTIVIDADES DOMÉSTICAS POR SEXO SEGÚN PAÍSES (En porcentajes) Hombre Mujer 120 100 91,1 83,5 97,0 86,6 96,0 93,6 91,5 82,9 75,3 80 62,1 60 44,7 45,5 40 20 0 Nicaragua 1998 Guatemala 2000 Bolivia 2001 México 2002 Ecuador 2004 Perú 2008 1/ 1/ Para el caso de Perú - Lima Metropolitana (2008) la población considerada es de 14 años a más. Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo, Tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) La participación masculina en una o más actividades domésticas sin embargo se presenta discordante, en Guatemala y Nicaragua en torno a un 45%, en México y Bolivia entre un 83% y 87%, mientras que en Ecuador se observa un 62%. Los hombres en el Perú presentan una participación relativamente alta, siendo la tercera más alta. Los tres países que utilizaron como período de referencia (ver Cuadro Nº 1, en la sección 1.3), el día anterior para medir el uso del tiempo en las actividades domésticas, los resultados son bastante similares. Así por ejemplo, el tiempo diario promedio destinado por ambos sexos en Bolivia alcanza 8,8 horas, en Guatemala 8,2 horas y en Nicaragua, 8,6 horas. El Perú, junto a Ecuador, son los países que en suma dedican menos tiempo a las actividades domésticas 7,4 y 6,3 horas diarias. En el análisis desagregado por sexo, la mayor semejanza la obtienen Nicaragua y Bolivia, mientras que en México y Guatemala son las mujeres quienes dedican más tiempo a las actividades domésticas, complementando así, el bajo tiempo destinado por los hombres. Aún cuando la encuesta de Ecuador es bastante disímil en contenido comparativamente con la de México -esta última abarca una gran cantidad de actividades-, el tiempo dedicado por los varones a las actividades domésticas coincide entre ambos países, con 1,7 horas diarias cada uno. 28 Gráfico Nº 16 TIEMPO MEDIO DIARIO EN ACTIVIDADES DOMÉSTICAS DE LA POBLACIÓN DE 12 AÑOS A MÁS POR SEXO SEGÚN PAÍSES (En horas) Hombre Mujer 10 8 7,3 6,4 5,6 6 5,5 4,8 4,5 4 3,3 3,0 2,5 1,8 2 1,7 1,7 0 Nicaragua 1998 Guatemala 2000 Bolivia 2001 México 2002 Ecuador 2004 Perú 2008 1/ 1/ Para el caso de Perú - Lima Metropolitana (2008) la población considerada es de 14 años a más. Fuente: CEPAL, Unidad Mujer y Desarrollo, Tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países. MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 3.4 La relación trabajo remunerado-trabajo no remunerado: Inequidades de género Cabe precisar que en adelante se definirá la realización de las actividades domésticas, como aquella actividad productiva de bienes y servicios necesarios para culminar la transformación de los productos que se consumen en la vida cotidiana, por tanto, se considerará como trabajo no remunerado27. Para la medición del trabajo no remunerado se ha tomado la suma de las horas dedicadas a todas las actividades domésticas de cada individuo. En la Figura Nº 1, se puede apreciar la distribución del tiempo que dedica la población durante todo el día, esta recoge todas las actividades: a) trabajo remunerado, b) trabajo doméstico (ambas corresponden a la carga total de trabajo), y c) el tiempo dedicado a otras actividades, incluye las horas de sueño y tiempo de traslado a dichas actividades. Cabe precisar, que esta distribución responde al total de actividades para la población que cuenta con un empleo remunerado28. En el caso de los desocupados e inactivos su carga laboral sólo contempla el tiempo dedicado al trabajo no remunerado o doméstico, 27 Pedrero, Mercedes (2003) “La encuesta de uso del tiempo y sus potencialidades para conocer las inequidades de género”. 28 Cabe precisar que se incluye dentro de trabajo remunerado o productivo a los Trabajadores Familiares No Remunerados TFNR, dado que estos prestan servicios en una empresa o negocio. 29 En cuanto a las otras actividades, la descripción de las mismas pueden ser consultadas en el anexo de Glosario de Términos. Figura Nº 1 DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO A LO LARGO DEL DÍA 1 + 2 = Carga Total de Trabajo 1. Trabajo Remunerado Trabajo Doméstico Actividades durante el día 2. Trabajo No Remunerado (24 horas) 3. Otras actividades • • • • • • • • • • • • • • • • • Cuidado de niños Cuidado adultos, enfermos o discapacitados Preparación de alimentos Limpiar el hogar Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir Hacer compras, pago servicios y trámites Reparar y dar mantenimiento a la vivienda Cuidado de animales y mascotas Otras actividades domésticas Horas de sueño Traslado al trabajo Actividades personales Actividades de educación/formación Actividades deportivas Actividades culturales o entretenimiento Act. comunitarias, religiosas o socialización Trasladarse a actividades Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Mediante el procesamiento de los datos se pueden presentar los resultados atendiendo a dos tipos de medición. Para diferenciar entre ambos, se adopta, de acuerdo con EUSTAT (1999)29, la denominación de “tiempo medio social” para referirnos al tiempo que dedica la población a una actividad determinada en un periodo de tiempo (sea un día o una semana); y “tiempo medio por participante” al tiempo que dedica, a una actividad concreta, la población que sí la ha realizado, en el periodo de tiempo considerado. Figura Nº 2 TIPOS DE MEDICIÓN ADOPTADOS “Tiempo medio social” se refiere a las horas invertidas por una determinada población en una actividad, dividida por el número total de la población analizada, realice o no dicha actividad. “Tiempo medio por participante” se refiere a la suma de las horas que dedica cada persona a una actividad, dividida por el número total de personas que realiza dicha actividad. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 29 EUSTAT (1999), Encuesta de presupuestos de tiempo, 1998. 30 En el Cuadro Nº 2 se observa los promedios de las horas dedicadas durante el día a las distintas modalidades de trabajo no remunerado para la PET de Lima Metropolitana. De lunes a viernes, las actividades de preparación de alimentos y el cuidado de niños son las actividades a las que se dedica más tiempo, mientras que, durante el domingo la preparación de alimentos y la limpieza del hogar son las actividades en que se emplea mayor tiempo, y, en promedio, más tiempo que el empleado de lunes a viernes. Cuadro Nº 2 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO SOCIAL DE TRABAJO NO REMUNERADO POR SEXO SEGÚN ACTIVIDADES DÍA TÍPICO Y DOMINGO, 2008 (En horas) Actividades día típico 1/ Cuidado de niños Cuidado adultos, enfermos o discapacitados Preparación de alimentos Limpiar el hogar Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir Hacer compras, pago servicios y trámites Reparar y dar mantenimiento a la vivienda Cuidado de animales y mascotas Hombre Mujer Total Mujer / Hombre 0,2 0,0 0,2 0,3 0,2 0,3 0,2 0,1 0,9 0,2 1,2 0,7 0,6 0,5 0,1 0,1 0,6 0,1 0,7 0,5 0,4 0,4 0,1 0,1 4,3 3,4 5,3 2,4 3,6 1,8 0,4 0,9 0,3 0,1 0,3 0,6 0,4 0,6 0,4 0,1 0,9 0,1 1,3 0,9 0,8 0,6 0,1 0,1 0,6 0,1 0,8 0,8 0,6 0,6 0,3 0,1 2,6 2,1 4,3 1,6 2,0 1,1 0,2 1,1 Actividades día domingo 1/ Cuidado de niños Cuidado adultos, enfermos o discapacitados Preparación de alimentos Limpiar el hogar Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir Hacer compras, pago servicios y trámites Reparar y dar mantenimiento a la vivienda Cuidado de animales y mascotas Nota: El día típico hace referencia a un día entre lunes y viernes a elección del entrevistado. El tiempo medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad determinada en un periodo de tiempo. 1/ No se incluye el rubro otras actividades domésticas ya que el tiempo promedio destinado a ellas es mínimo (0,01hrs). Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Es en la preparación de los alimentos y cuidado de los niños donde encontramos los máximos desbalances de género ya que la dedicación horaria de las mujeres es entre cinco y cuatro veces más que la de los hombres. En cambio, en las reparaciones y dar mantenimiento a la vivienda y cuidado de animales y mascotas donde los desbalances se atenúan. En referencia a las actividades domésticas o trabajo no remunerado que realiza la PEA ocupada, la tasa de participación de las mujeres en la preparación de los alimentos es 3 veces mayor a la de hombres, en general las actividades de cuidado de niños, limpieza, lavado y planchado de las prendas, son ellas quienes más participan, duplicando la proporción de los hombres que precisan realizar dichas actividades. Sólo para el caso de las reparaciones y mantenimiento de la vivienda son ellos quienes triplican la participación de las mujeres. En contraparte, al tiempo medio social 31 dedicado a las actividades domésticas, podemos concluir que son las mujeres quienes no sólo dedican mayor tiempo a dichas labores sino, proporcionalmente, participan en mayor cuantía respecto a los hombres. Gráfico Nº 4 LIMA METROPOLITANA: TASA DE PARTICIPACIÓN DE LA PEA OCUPADA EN ACTIVIDADES DOMÉSTICAS SEGÚN SEXO, 2008 (En porcentajes) 63,0 Preparación de alimentos 19,2 55,3 Limpieza del hogar 29,5 42,1 Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir 18,5 35,6 Hacer compras, pago servicios y trámites 25,0 28,8 Cuidado de niños 15,2 5,7 Reparar y dar mantenimiento a la vivienda 16,2 Cuidado adultos, enfermos o discapacitados 5,1 2,5 Cuidado de animales y mascotas 5,1 4,0 0,3 0,4 Otras actividades domésticas 1/ 0 Hombre 10 20 30 40 Mujer 50 60 70 Nota: Se refiere a la tasa de participación promedio semanal de aquellos que realizaron una actividad determinada. 1/ Entre los hombres se presenta la reparación/mantenimiento de vehículos automotores, y para el caso de las mujeres la preparación/arreglos para el trabajo del día siguiente. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) La estimación que se ha realizado permite afirmar que la contribución del trabajo remunerado30 y no remunerado al bienestar social en el año 2008, medido en promedio de horas diarias, es de 9,6 horas diarias para la población de Lima Metropolitana (ver Cuadro Nº 3). Dentro de esa contribución global podemos apreciar la gran importancia del trabajo no remunerado dado que, cerca del 40% de ese aporte en tiempo se debe a este tipo de trabajo. 30 Entiéndase que, al interior de la PEA ocupada se encuentra un grupo de Trabajadores Familiares No Remunerados (TFNR) pero dado que, en estos casos nos referimos a las diferencias en cuanto al tiempo dedicado al trabajo en unidades productivas frente al trabajo en el hogar, no se excluirán a los TFNR del análisis al interior del trabajo remunerado. 32 Cuadro Nº 3 LIMA METROPOLITANA: PET DISTRIBUCIÓN DE LA CARGA TOTAL DE TRABAJO (REMUNERADO Y NO REMUNERADO) EN PROMEDIO DE HORAS AL DÍA POR SEXO, 2008 Hombre Tipo de trabajo Horas Mujer % Horas % Total Mujer / Horas Hombre Trabajo remunerado 6,2 70,9 5,3 52,6 5,8 0,9 Trabajo no remunerado 1/ 2,5 29,1 4,8 47,4 3,8 1,9 Carga total de trabajo 8,7 100,0 10,2 100,0 9,6 1,2 Nota: Horas diarias promedio de los días típico, sábado y domingo, lo que explica el promedio más bajo de la jornada de trabajo remunerado. 1/ El trabajo no remunerado resulta de la suma de todas las actividades domésticas. La cantidad de horas es el tiempo medio por participante, que considera a la población que sí ha realizado la actividad, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Si consideramos la carga global de trabajo remunerado y no remunerado de hombres y mujeres vemos que el aporte de éstas supera en casi 2 horas diarias al que realizan los hombres. En un estudio realizado en México se encontró que considerando ambos tipos de trabajo, el resultado es que las mujeres trabajan más de 10 horas a la semana que los hombres31. Los resultados revelan que al interior de la distribución de las horas a la semana son las mujeres las que dedican mayor tiempo al trabajo no remunerado frente al tiempo que le dedican los hombres. En el Gráfico Nº 5 podemos denotar que la Población en Edad de Trabajar (PET), que incluye a los ocupados, desocupados e inactivos, dedican mayor tiempo al trabajo no remunerado, evidenciándose que son las mujeres (con el 63,1%) quienes dedican la mayor parte de su tiempo a las actividades domésticas. En cuanto a la distribución del tiempo entre la Población Económicamente Activa (PEA) Ocupada, esta presenta la misma diferenciación, las mujeres dedican el 41,5% del tiempo al trabajo no remunerado frente al 23,2% que dedican los hombres. Es decir, las mujeres que cuentan con un empleo dedican mayor tiempo de sus horas disponibles a actividades domésticas, llegan a sus hogares y continúan trabajando para la generación de bienes y servicios para el consumo de sus familias. Ver Gráfico Nº 5. Debemos reconocer que si bien es factible medir con cierta precisión el tiempo dedicado a las actividades domésticas típicas, la llamada “carga mental” que conlleva la gestión y armonización de estas actividades en el tiempo y en el espacio resulta difícil de captar32. 31 32 Pedrero, Mercedes (2003). Aguirre, Rosario y García, Cristina. “El tiempo, los tiempos, una vara de desigualdad”, CEPAL - 2005. 33 Gráfico Nº 5 LIMA METROPOLITANA: DISTRIBUCIÓN DE LAS HORAS SEMANALES DE TRABAJO DE LA PET Y LA PEA OCUPADA SEGÚN SEXO, 2008 (En porcentajes) Trabajo remunerado Trabajo no remunerado 100 80 23,2 31,8 41,5 63,1 60 40 76,8 68,2 58,5 20 36,9 0 Hombre Mujer PET Hombre Mujer PEA Ocupada Nota: El trabajo no remunerado resulta de la suma de todas las actividades domésticas. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 3.5 El ciclo vital33 de mujeres y hombres frente al trabajo remunerado y no remunerado En esta sección se presentan dos tipos de análisis de los resultados que muestran las diferencias entre mujeres y hombres en el uso del tiempo y la realización de los distintos trabajos. Esto permitirá observar las diferencias de tiempos y trabajos entre mujeres y hombres a lo largo del ciclo vital, a través de dos variables relevantes: edad y tipología de hogares34. El análisis del comportamiento de mujeres y hombres a lo largo del ciclo vital es fundamental para estudiar los efectos de la participación en el mercado laboral en unas y otros. Las personas pasan a lo largo de su vida por períodos diferentes en relación a su disponibilidad y distribución del tiempo, siendo esto influenciado por las responsabilidades que asuman de cuidados de personas dependientes. El hecho de tener niñas/os menores de edad, o personas mayores o enfermas que cuidar, naturalmente limita las posibilidades de disponer de tiempo para otras actividades, en particular, si estas actividades tienen horarios o jornadas poco compatibles con las tareas de cuidados. De aquí, que la responsabilidad que asuman las personas en relación a las actividades domésticas determinará enormemente su participación y su situación en el trabajo remunerado. 33 Entiéndase ciclo vital como las etapas que transcurren en la edad cronológica de las personas – mujeres y hombres-, en el presente documento dado que, se analiza a la población en edad de trabajar se tomará el inicio del ciclo vital laboralmente a partir de los 14 años. 34 Análisis semejantes se encuentran en Aguirre, Carrasco y García (2005). 34 Gráfico Nº 6 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO DE TRABAJO REMUNERADO DIFERENCIADO POR SEXO SEGÚN GRUPO DE EDADES, 2008 (En horas) 6.a Tiempo medio social 3,0 2,7 2,5 2,5 2,0 Horas 6.b Tiempo medio por participante 7 1,8 1,5 1,5 1,2 0,5 0,9 0,5 Hom bre 0,1 0,0 14 años 5,6 5 1,8 1,0 6,1 6 Mujer 0,4 4 4,2 3 3,0 6,4 6,1 5,8 5,4 5,0 4,9 2 1 Hom bre Mujer 0 15 a 29 30 a 44 45 a 64 65 a más 14 años 15 a 29 30 a 44 45 a 64 65 a más Nota: El tiempo medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad determinada en un periodo de tiempo. El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) En relación con la edad, la información sobre el tiempo dedicado al trabajo remunerado en Lima Metropolitana muestra que, los adolescentes de 14 años presentan una relación de 1 a 5 horas entre mujeres y hombres, para los jóvenes las horas promedio no se alejan en gran medida entre ambos, presentando una menor brecha (50%). Para los demás rangos de edad se observa que el tiempo que los hombres dedican al empleo es bastante superior al tiempo que dedican las mujeres (ver Gráfico Nº 6.a), esto en consideración del total de la PET. Mientras que, si sólo se consideran a las personas que efectivamente trabajan entre las/os adolescentes de 14 años, se presenta una notable diferencia, son las mujeres quienes a esa corta edad realizan actividades remuneradas en jornadas más largas que los hombres. Gráfico Nº 7 LIMA METROPOLITANA: TASAS DE PARTICIPACIÓN EN EL TRABAJO REMUNERADO Y TRABAJO NO REMUNERADO SEGÚN GRUPO DE EDADES, 2008 (En porcentajes) 7.a TRABAJO REMUNERADO 7.b TRABAJO NO REMUNERADO 100 120 94,4 80 100 85,6 64,1 60 % 96,5 66,9 77,3 60 73,4 71,8 94,6 95,4 81,9 80,9 47,5 40 0 90,7 80 57,0 20 88,6 30,6 40 14,3 20 16,5 Hom bre 4,1 14 años Mujer Hom bre Mujer 0 15 a 29 30 a 44 45 a 64 65 a más 14 años 15 a 29 30 a 44 45 a 64 65 a más Nota: La tasa de participación de trabajo remunerado responde a la proporción de la PEA ocupada respecto del total de la PET. La tasa de participación del trabajo no remunerado recoge el porcentaje de personas que dedican al menos una hora durante la semana de referencia a la actividad en cuestión, respecto del total de la población considerada. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 35 No obstante, en el Gráfico Nº 7.a se puede apreciar que las tasas de participación en el trabajo remunerado que las mujeres presentan se mantiene elevado en la franja de edad entre 30 y 44 años; es decir, precisamente en edades en las que normalmente se tienen hijos o hijas pequeñas las tasas de participación femenina alcanzan los niveles más elevados (66,9%). Asimismo, las tasas de participación de las mujeres en el trabajo no remunerado en el rango de 30 a 44 años es mayor respecto a las otras edades (96,5%). En el caso de los hombres la participación logra alcanzar el 80% sólo entre los adultos de más de 45 años. De otro lado, los datos del Gráfico Nº 8 relativos al trabajo no remunerado revelan que en Lima Metropolitana los hombres no desarrollan actividades domésticas en igual medida que las mujeres. De un lado se observa que en todas las edades, excepto para las/os adolescentes de 14 años, las mujeres participan y dedican más horas al día que los hombres al trabajo no remunerado. Gráfico Nº 8 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO DE TRABAJO NO REMUNERADO DIFERENCIADO POR SEXO SEGÚN GRUPO DE EDADES, 2008 (En horas) 8.a Tiempo medio social 8.b Tiempo medio por participante 1,4 6 1,2 1,2 Horas 1,0 4 0,9 0,8 0,9 0,6 0,4 0,2 3 0,7 0,6 0,3 0,3 5,3 5 0,4 0,4 Hom bre 2 5,1 5,0 4,3 3,6 2,3 3,3 2,3 2,5 2,9 1 Mujer 0,0 Hom bre Mujer 0 14 años 15 a 29 30 a 44 45 a 64 65 a más 14 años 15 a 29 30 a 44 45 a 64 65 a más Nota: El tiempo medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad determinada en un periodo de tiempo. El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) De otro lado, la evolución a lo largo del ciclo vital es claramente distinta por sexo. Así, mientras las mujeres desde los 30 años en adelante mantienen porcentajes de participación en la actividad doméstica elevados (cercanos al 100%) los hombres sólo alcanzan cuotas de participación altas a partir de los 45 años. De hecho, en la etapa del ciclo vital en que se tiende a dejar el hogar materno, vivir en pareja y tener hijos o hijas pequeñas (alrededor de los 30 años) es cuando se agrandan las diferencias entre mujeres y hombres. En estas edades, alrededor del 30% de los hombres no realiza absolutamente ningún tipo de actividad doméstica (ver 36 Gráfico Nº 7.b). A los resultados anteriores se le añade que, cuando los hombres participan en las actividades domésticas, le dedican poco tiempo (ver Gráfico 8). Por tanto, según sugieren estos datos, los hombres realizan actividades domésticas cuando concluyen su actividad en el mercado (cuando se jubilan), pero en los periodos en que resulta más complicado realizar ambas actividades simultáneamente (cuando hay presencia de menores) mantienen un nivel bajo de participación en las tareas del hogar. En contraposición, la pauta de trabajo de las mujeres responde a lo que podríamos llamar “natural”35 (de necesidad, de naturaleza), es decir, trabajar más cuando existen en el hogar más personas dependientes. A partir de los 45 años, la participación de las mujeres, al igual que la de los hombres, disminuye para volver a aumentar en la edad de la jubilación (65 años). Hay que considerar que las mujeres residentes en Lima Metropolitana que actualmente son mayores de 55 años, en general, tienen o han tenido una tasa de participación laboral muy baja, por tanto, es posible que su dedicación al trabajo no remunerado no aumente sino que sea la pauta que ya tenían en su juventud. Distinto puede ser el caso de las jubiladas, que pueden estar viendo aumentar su tiempo en actividades domésticas sobre todo dedicándose al cuidado de nietos o nietas36. 3.6 El uso del tiempo de mujeres y hombres: Tipología de los hogares y ciclo vital de las familias En esta sección se analiza el tiempo dedicado a las distintas actividades por parte de mujeres y hombres de acuerdo a los tipos de hogar y al ciclo vital de las familias que provienen. Una primera característica de los hogares de Lima Metropolitana se refiere a la estructura de los mismos de acuerdo con determinada clasificación. Una primera clasificación empleada responde a la existencia o no de lazos familiares en el hogar37. Así, éstos se pueden clasificar en: a) Hogares no familiares Unipersonal, si el jefe del hogar vive solo no serán incluidos en el análisis. b) Hogares familiares Nucleares, cuando lo conforman el jefe de hogar, su cónyuge y/o hijos; o el jefe de hogar y sus hijos Extendidos, hogares nucleares más otros parientes y Compuestos, hogares nucleares más otros parientes y otros no parientes. Una segunda clasificación se establece en relación con la existencia de la pareja o no en el hogar, por lo que se considera: 35 36 37 Martí, Matilde (2009). “El empleo del tiempo”, Instituto Nacional de las Mujeres de Uruguay. Aguirre, Rosario y García, Cristina (2005). “El tiempo, los tiempos, una vara de desigualdad”, CEPAL. PEEL (2000). Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Perú. 37 Hogar completo, aquél donde el núcleo principal incluye a la pareja y alternativamente a los hijos. Hogar incompleto se define ante la falta de uno de los cónyuges. Al 2008, en Lima Metropolitana, ver Cuadro Nº 4, aproximadamente 6 de cada 10 hogares son nucleares, de los cuales 4 de ellos están conformados por una pareja sean casados o convivientes- que pueden vivir con sus hijos (hogares nucleares completos), y los 2 hogares restantes lo conforman el jefe de hogar -sea hombre o mujer- y sus hijos (hogares nucleares incompletos). Además, cerca de 3 de cada 10 hogares son extendidos. Ambos agrupan al 92% de los hogares de Lima Metropolitana. Mientras que sólo uno de los 10 hogares considerados son unifamiliares o compuestos. Cabe indicar que, si bien los hogares completos representan al 70,6% del total de hogares urbanos, existe más de 800 mil hogares (20,5%) donde el núcleo principal tiene como jefe de familia a una mujer sin cónyuge o conviviente. Nótese que los hogares incompletos jefaturados por mujeres representan más del doble que los hogares incompletos jefaturados por hombres. Cuadro Nº 4 LIMA METROPOLITANA: TIPO DE HOGAR POR CARACTERÍSTICAS DE COMPLETO O INCOMPLETO, 2008 Tipo de Hogar Completa Incompleta Con jefe varón Con jefe mujer Absoluto % Absoluto % Absoluto % Unipersonal Nuclear Extendida Compuesta 0 3 133 505 1 292 572 154 788 0,0 48,3 19,9 2,4 161 208 142 903 252 317 24 216 2,5 2,2 3,9 0,4 110 216 540 470 611 583 65 978 Total 4 580 865 70,6 580 644 8,9 1 328 247 Total Absoluto % 1,7 8,3 9,4 1,0 271 424 3 816 878 2 156 472 244 982 4,2 58,8 33,2 3,8 20,5 6 489 756 100,0 Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Es probable que los hogares presenten comportamientos diferentes frente al trabajo remunerado y no remunerado, de acuerdo con el tipo de hogar (completo/incompleto o nuclear/no nuclear). Los resultados revelan que, en los hogares nucleares (con menos integrantes) las mujeres trabajan menos horas en promedio que las mujeres en hogares compuestos (con mayor número de integrantes), ver cuadro Nº 5. Un comportamiento contrario se da en el tiempo dedicado a las actividades domésticas, donde las mujeres de familias nucleares destinan mayor tiempo que las de hogares compuestos. Lo que se explicaría a razón, de que a más integrantes en el hogar los tareas domésticas son mejor distribuidas entre sus miembros. Para el caso de los hombres, se puede denotar que ante más miembros en el hogar el tiempo que ellos destinan a las actividades domésticas es inferior frente a los hombres de las familias nucleares. 38 Cuadro Nº 5 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE DE TRABAJO REMUNERADO Y NO REMUNERADO SEGÚN TIPO DE HOGAR, 2008 (En horas) Tipo de hogar Trabajo remunerado Trabajo no remunerado Mujer/ Mujer/ Hombre Mujer Hombre Mujer Hombre Hombre Unipersonal Nuclear Extendida Compuesta 5,7 6,3 6,1 6,2 5,0 5,3 5,4 5,8 0,9 0,8 0,9 0,9 2,5 2,6 2,5 2,2 3,4 5,0 4,7 4,6 1,4 1,9 1,9 2,1 Total 6,2 5,3 0,9 2,5 4,8 1,9 Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Si vemos al interior de las actividades domésticas, denotamos que el cuidado de niños, adultos y enfermos demanda mayor tiempo en mujeres y hombres de los hogares nucleares y extendidos (en promedio 2,7 horas), en las familias compuestas sólo en el cuidado de niños se presentan los promedios más altos (2,7 horas). Los menores tiempos de dedicación (menos de 1 hora) lo presentan los hombres de hogares compuestos, en especial en el cuidado de animales y mascotas y en el lavado y planchado de prendas de vestir (ver cuadro Nº 6). Cuadro Nº 6 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE EN ACTIVIDADES DOMÉSTICAS SEGÚN TIPO DE HOGAR, 2008 (En horas) Actividades domésticas Cuidado de niños Cuidado adultos, enfermos o discapacitados Preparación de alimentos Limpiar el hogar Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir Hacer compras, pago servicios y trámites Reparar y dar mantenimiento a la vivienda Cuidado de animales y mascotas Nuclear Compuesta Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total 2,1 2,1 1,3 1,2 1,2 1,4 2,1 1,1 2,9 2,9 1,8 1,3 1,5 1,2 1,1 0,8 2,7 2,7 1,8 1,3 1,4 1,2 1,8 1,0 2,5 1,4 1,3 0,9 1,7 1,4 0,5 2,7 1,7 1,9 1,4 1,3 1,3 0,9 0,7 2,7 1,7 1,9 1,4 1,3 1,4 1,2 0,6 Nota: Sólo se consideran los tipos nuclear y compuesto dado que, son los hogares que presentan diferencias significativas en su número de miembros. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) En el caso de la tipología de los hogares por completo o incompleto, las horas dedicadas a las actividades domésticas dependerán de la jefatura del hogar, si es llevada por una mujer u hombre. Según los grupos de edades en los hogares completos, los integrantes entre 30 y 64 años son quienes presentan mayor dedicación en las actividades domésticas. De otro lado, en las familias incompletas, que no cuentan con uno de los cónyuges, los miembros dedican mayor tiempo a las actividades domésticas si el hogar es llevado por una mujer, y el tiempo se incrementa si se trata de personas con más de 45 años 39 (entre 4,5 y 4,6 horas diarias). Mientras que, en el caso de hogares con jefes hombres, el promedio es de 3,3 horas diarias en todos los casos, a excepción de los jóvenes que dedican alrededor de 2,5 horas diarias. Estos datos evidencian que los hogares liderados por mujeres, distribuyen un mayor número de horas a las actividades domésticas entre los miembros del hogar. Gráfico Nº 9 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE DE TRABAJO NO REMUNERADO POR TIPO DE HOGAR SEGÚN RANGO DE EDADES, 2008 (En horas) 5,0 4,0 4,6 4,2 3,9 4,0 3,6 3,3 3,0 4,2 2,7 3,2 3,0 4,2 3,8 4,5 5,0 4,0 3,2 3,0 2,5 2,0 2,0 1,0 1,0 0,0 0,0 14 años 15 a 29 Incompleto con jefe varón 30 a 44 45 a 64 Incompleto con jefe mujer 65 a más Completo Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) El ciclo de vida de las familias alude a las diversas fases o etapas por las que suelen pasar los arreglos familiares. Partiendo de la constitución de un núcleo inicial (pareja con o sin hijos), pasando por distintos momentos de cambio de acuerdo al crecimiento del grupo inicial y a las edades de sus miembros, hasta la disolución de dicho núcleo o su dispersión en nuevos núcleos y arreglos familiares. El ciclo de vida familiar es una variable que permitirá la segmentación de los individuos en función de la etapa evolutiva en la que se encuentra el hogar en el que viven. Ciertos estudios38 han evidenciado que el estadio en el que un hogar se encuentra, tiene mucho que ver con el tiempo dedicado a las actividades domésticas, de ocio y/o culturales entre los individuos que en él residen. Para definir la variable ciclo de vida de las familias se parte de la propuesta de Espíndola39 (1997). Las variables determinantes del ciclo son, principalmente, la edad de las mujeres y los hijos. En nuestro caso, la edad de la mujer fue a los 40 años (como en Arriagada40, 2002) y para los cortes de edad de los hijos se sigue la 38 Véase “Estructuras Familiares, Trabajo Doméstico y Bienestar en América Latina” (CEPAL - 2004). Espíndola, Ernesto (1997). “Anexo metodológico: hogares y familias según tipo y ciclo de vida”. Arriagada, Irma (2002). “Cambios y desigualdad en las familias latinoamericanas”. Revista de la CEPAL, No. 77. Pag.: 143 – 161. Agosto. Dada la evidencia empírica nacional, según el Censo del 2007, el 99% de madres tuvo su primer hijo antes de los 40 años. 39 40 40 normativa nacional,41 pero abriendo los del ciclo de salida en dos grupos según la edad de los hijos menores. También se desagregan los hogares unipersonales en dos grupos según la edad de la persona pues la incidencia de la pobreza se asocia directamente con la edad. La variable ciclo de vida de los hogares y familias, presenta las siguientes categorías: 1. Pareja sola: Jefe(a) del hogar y cónyuge sin hijos, donde la edad de la mujer sea menor de 40 años. 2. Inicio: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo mayor tenga entre 0 a 5 años. 3. Expansión: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo mayor tenga entre 6 y 11 años. 4. Consolidación: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo mayor tenga entre 12 y 17 años. 5. Estabilización: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo mayor tenga 18 años a más y el hijo menor tenga 18 años o menos. 6. Alejamiento o salida: Jefe(a) del hogar, con o sin cónyuge, cuyo hijo menor tenga 18 años a más. Nido vacío: Jefe(a) del hogar y cónyuge sin hijos, donde la edad de la mujer sea de 40 años a más. Sin núcleo: Jefes sin pareja ni hijos y con otros familiares o no familiares. Unipersonal adulto: Únicamente el jefe(a), menor de 60 años de edad. Unipersonal mayor: Únicamente el jefe(a), de 60 o más años de edad. En el gráfico Nº 6 se puede apreciar la distribución de las familias de Lima Metropolitana según su estadio en el ciclo familiar, donde se denota un mayor proporción (30%) de aquellos que provienen de hogares cuyo hijo menor cuenta con 18 o más años. Otro grupo de importancia, con el 20%, lo conforma la población proveniente de familias estabilizadas (hijo mayor de 18 años a más e hijo menor con 18 años o menos). Lo que indica que 5 de cada 10 familias en Lima Metropolitana están en una etapa de estabilización o alejamiento, dado que sus hijos se encuentran cerca o ya cuentan con la mayoría de edad para poder aportar en trabajo o a realizar las actividades domésticas, otro grupo estaría a puertas de dejar el núcleo familiar y formar el propio. Entre las categorías que se emplearán como propias al ciclo familiar se tomarán aquellas compuestas por familias que incluyan jefe(a) del hogar con o sin cónyuge con hijos y la pareja sola sin hijos (con madre joven). Dado el ciclo de vida de las familias, las mujeres que provienen de hogares en iniciación y expansión son las que dedican 41 En cuanto a la edad de iniciación a la educación básica (RM Nº 0516-2007-ED) la edad mínima es 6 años. Según el Código del Niño y Adolescente (Ley Nº 27337), la adolescencia se inicia a los 12 años de edad. De otro lado, la mayoría de edad se alcanza a los 18 años cumplidos según Ley N° 19221. 41 mayor tiempo a las actividades domésticas, en promedio entre 6,5 a 6 horas. Las que menor tiempo dedican a las actividades domésticas son aquellas que residen en familias en estabilización (4,1 horas), dado que en dichos núcleos familiares la probabilidad de contar con hijos pequeños es mínima. Gráfico Nº 10 LIMA METROPOLITANA: DISTRIBUCIÓN DE LA PET SEGÚN ESTADÍO EN EL CICLO DE VIDA DE LA FAMILIA QUE PROVIENE, 2008 (En porcentajes) Alejamiento 30,6% Nido vacío 3,4% Estabilización 20,4% Consolidación 16,3% Otros 14,6% Inicio 8,9% Sin núcleo 5,1% Unipersonal 1/ 4,2% Pareja sola 1,9% Expansión 9,3% 1/ Incluye a unipersonal adulto y a unipersonal mayor. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Es decir el tiempo entre el cuidado de niños, preparación de alimentos, lavado y planchado de prendas en las familias con hijos menores a los 12 años recarga la labor de las mujeres dentro del hogar, en contraparte las mujeres en familias con hijos mayores de 18 años encuentran una menor carga horaria en dichas actividades. Lo que se vislumbra, en general, es que, la condición de contar con hijos menores o mayores no altera el tiempo que los hombres dedican a dichas actividades, nuevamente sobresalen las brechas horarias de las mujeres y hombres frente al trabajo no remunerado. 42 Gráfico Nº 11 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE DE TRABAJO NO REMUNERADO SEGÚN CICLO DE VIDA DE LA FAMILIA QUE PROVIENE, 2008 (En horas) 7 6,5 6,0 6 Horas 5 Hombre 4,8 4,7 4,4 4,1 4 3 Mujer 2,6 2,6 2,4 2,1 2,6 2,6 2 1 ja Par e sola Inicio nsió Expa n n n to ació ació mien biliz solid Aleja Esta Co n TIEMPO Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Otra de las características, que destaca para la diferenciación de los tiempos que dedican las personas al trabajo remunerado y no remunerado, es el nivel de ingresos per cápita de la familia, el que será presentado por quintiles42. El ingreso laboral familiar de aquellos ubicados en el 1º quintil es de 168 nuevos soles, mientras que de aquellos ubicados en el 5º quintil es de 5 874 nuevos soles, esto nos dará una idea de la situación de escasez o de opulencia de la población. En tanto, las mujeres de hogares pobres, en promedio, trabajan remuneradamente una hora menos que las mujeres con mayores ingresos, esto justificaría en parte la escasez de recursos en dichos hogares, la misma figura se aprecia para el caso de los hombres, siendo otra razón el nivel de calificación (ver gráfico Nº 12.a). En contraposición, en los hogares pobres, las mujeres dedican 1,6 horas más a las actividades domésticas no remuneradas que las mujeres de mayores ingresos, evidenciándose que a mayores ingresos menor es el tiempo que dedica la mujer a las actividades domésticas (ver gráfico Nº 12.b). 42 El quintil de ingreso per capita del hogar, se calcula ordenando la población desde el individuo más pobre al más adinerado, para luego dividirla en 5 partes de igual número de individuos; con esto se obtienen 5 quintiles ordenados por sus ingresos, donde el 1er quintil representa la porción de la población más pobre; el 2do quintil, el siguiente nivel y así sucesivamente hasta el 5to quintil, representante de la población con mayores ingresos 43 Gráfico Nº 12 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO POR PARTICIPANTE DE TRABAJO REMUNERADO Y NO REMUNERADO SEGÚN QUINTILES DE INGRESO PER CÁPITA DEL HOGAR, 2008 (En horas) 12.a TRABAJO REMUNERADO 12.b TRABAJO NO REMUNERADO 9,0 9,0 7,5 Horas 6,0 6,6 6,5 5,2 5,2 4,5 7,5 6,3 5,9 5,7 5,6 5,3 6,0 4,5 4,1 3,0 5,7 5,3 5,1 4,7 4,1 3,6 2,5 3,0 2,5 2,5 2,3 1,5 1,5 Hom bre Mujer 0,0 Hom bre Mujer 0,0 1º quintil 2º quintil 3º quintil 4º quintil 5º quintil 1º quintil 2º quintil 3º quintil 4º quintil 5º quintil Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 3.7 El uso del tiempo de mujeres y hombres: Caracterización de la PEA ocupada y desocupada Como se ha evidenciado en las secciones precedentes, las mujeres siguen siendo las responsables del trabajo doméstico (no remunerado) y los hombres predominan en el trabajo remunerado. Alrededor del 40% de la Población Económicamente Activa (PEA) de Lima Metropolitana en el año 2008, estaba conformada por mujeres. Además, la división sexual del trabajo reaparece en el mercado, donde las mujeres desempeñan empleos que a menudo son iguales a los que hacían en el hogar. Se han propuesto diversas teorías para explicar por qué existe en el mundo tanta segregación en el trabajo por razón del género43. Los análisis de género sobre esta cuestión se preocupan, principalmente, de las variables que no son propias del mercado del trabajo. Destacan que la posición desventajosa de las mujeres en el mercado del trabajo se debe al patriarcado, a la posición subordinada de las mujeres en la sociedad y a las responsabilidades que asumen con las tareas domésticas y el cuidado de los hijos44. En el gráfico Nº 13 se puede apreciar la división por grupo ocupacional de las mujeres de Lima Metropolitana, en el cual se evidencia que 3 de cada 10 mujeres ocupadas se emplean como trabajadoras del hogar o servicios, asimismo 3 de cada 10 mujeres laboran como vendedoras, en su mayoría (90%) en el sector informal de la 43 Algunos economistas hacen hincapié en el capital humano, y en el hecho de que las mujeres tienden a poseer menos y menos relevantes años de educación y de experiencia en el mercado del trabajo, en comparación con los hombres; como resultado, las mujeres tienen diferentes calificaciones e intereses con respecto a los tipos de ocupaciones que les convienen. 44 Ander, Richard. “La segregación profesional entre hombres y mujeres. Repaso de las teorías”, Revista Internacional del Trabajo (Ginebra - 1997). 44 economía45. De este modo, se comprueba la teoría marxista, en la cual se precisa a la segregación ocupacional como mecanismo de reproducción de la desigualdad económica entre hombres y mujeres. Gráfico Nº 13 LIMA METROPOLITANA: PEA OCUPADA FEMENINA SEGÚN GRUPO OCUPACIONAL, 2008 (En porcentajes) Empleadas de oficina 11,6 Artesanas y operarias 9,8 Trabajadora del hogar 11,2 Trabajadora de los servicios 15,6 Otros 2/ 1,6 Vendedoras 28,8 Profesional, técnica 1/ 21,6 1/ Incluye a un grupo reducido de gerentes, administradoras y funcionarias. 2/ Incluye a las mujeres agricultoras, ganaderas, pescadoras, obreras, conductoras y mineras. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Dada la condición de actividad de mujeres y hombres, a continuación se presentan las características más destacas respecto al tiempo que asignan al trabajo no remunerado. La condición de ocupadas de las mujeres tampoco las libera de utilizar tiempos importantes en las actividades domésticas. Cualesquiera sea la duración de su jornada laboral, ellas dedican mucho más tiempo que los hombres a estas actividades; para ellas, mientras mayor es el tiempo de la jornada laboral menor es el tiempo que pueden dedicarle al trabajo doméstico (ver Cuadro Nº 7). La conducta antes descrita, no se observa entre los hombres quienes prácticamente no muestran variaciones significativas. Del mismo modo, en cuanto a la participación en las actividades domésticas, se puede denotar que son las mujeres quienes independientemente de su jornada laboral, participan con mayor presencia en dichas actividades, alrededor del 93% y sólo en el caso de las mujeres con jornadas laborales mayores la participación cae en 10 puntos porcentuales. En el caso de los hombres, su participación oscila entre el 76% a excepción de aquellos con jornadas laborales cortas. 45 La definición de MTPE para medir el empleo en el sector informal agrupa a los segmentos: Empresas de 2 a 9 trabajadores, los independientes no profesionales, los T.F.N.R y el resto (trabajadores del hogar en su mayoría y otros). 45 Cuadro Nº 7 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO Y TASA DE PARTICIPACIÓN EN TRABAJO NO REMUNERADO DE LA PEA OCUPADA SEGÚN RANGO DE HORAS, 2008 Hombre Rango de horas Mujer Total Mujer / Horas Hombre Horas % Horas % Menos de 15 De 15 a 34 De 35 a 47 48 horas De 49 a 59 Más de 59 2,1 2,7 2,6 2,4 2,2 1,9 85,1 76,0 79,9 76,4 73,1 65,7 5,4 5,1 4,0 3,7 3,3 2,7 95,8 96,1 93,0 94,9 90,6 83,5 4,6 4,2 3,3 2,9 2,6 2,2 2,6 1,9 1,5 1,5 1,5 1,4 Total 2,3 73,3 3,9 91,5 3,0 1,7 Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, forman parte del sector informal: los trabajadores de empresas de 2 a 9 trabajadores, los independientes no calificados, los Trabajadores Familiares No Remunerados (TFNR), y los trabajadores del hogar, por la baja productividad de las actividades que realizan, así como por la ausencia de protección social (seguro de salud y afiliación a un sistema de pensiones), que las ubica en una situación precaria. En este sentido, los resultados revelan que son más las mujeres que se desempeñan en el sector informal, 6 de cada 10 mujeres ocupadas (ver anexo Cuadro Nº A.3). Ante este elevado grado de informalidad, resulta de importancia presentar el tiempo que destinan las mujeres y hombres ocupados a las actividades domésticas. Para Lima Metropolitana al 2008 según sector de la economía, las mujeres que laboran en el sector informal dedican en promedio cerca del doble de horas que dedican los hombres, lo que se justifica ante las menores jornadas laborales y la flexibilidad en los horarios, como características de dicho sector. Cuadro Nº 8 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO Y TASA DE PARTICIPACIÓN EN TRABAJO NO REMUNERADO DE LA PEA OCUPADA SEGÚN SECTOR FORMAL E INFORMAL, 2008 Hombre Sector Mujer Total Mujer / Horas Hombre Horas % Horas % Sector Formal Sector Informal 2,4 2,2 75,4 71,1 3,8 4,0 91,9 91,3 2,9 3,1 1,6 1,8 Total 2,3 73,3 3,9 91,5 3,0 1,7 Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 46 Otro aspecto de importancia para analizar se refiere a los ingresos laborales que perciben las mujeres y hombres, y como este puede influenciar en los tiempos destinados a las actividades no remuneradas. En ese sentido, se agrupa a la población por quintiles, de donde se evidencia que en los sectores con menos ingresos la brecha entre el tiempo dedicado a las actividades domésticas es mucho más marcada entre mujeres y hombres, en este grupo las mujeres ocupadas dedican el doble de horas que los hombres a dichas actividades. De otro lado, los datos revelan que los hombres, independientemente al quintil de ingresos donde se ubiquen, dedican en promedio 2,3 horas diarias a las actividades no remuneradas. En el caso de las mujeres, la posibilidad de contar con mayores ingresos repercute en el tiempo que le asignan a las actividades domésticas. A mayores ingresos laborales las mujeres dedican menos tiempo al trabajo no remunerado, lo que se explicaría por un lado, a poder contar los con medios para pagar por dichos servicios, asimismo, aquellas mujeres con mayores ingresos trabajan alrededor de 48 horas a más, donde el tiempo con el que cuentan hace menos probable que presenten más horas en la dedicación a este tipo de actividades. Gráfico Nº 14 LIMA METROPOLITANA: INGRESO LABORAL PROMEDIO, BRECHAS SALARIALES Y DE TRABAJO NO REMUNERADO SEGÚN QUINTILES Y SEXO, 2008 (En nuevos soles y tasas) 4 000 5,0 3 696 4,6 4,5 3 500 3,9 3 000 3,7 3 053 3,4 3,5 2 500 3,2 S/. 3,0 2,5 2,4 1 500 2,3 2,4 2,3 1 251 1 224 1 000 596 582 309 2,1 2,0 Horas 2 000 500 4,0 1,5 870 857 1,0 253 0,5 0,0 0 1º Quintil 2º Quintil Hombre Mujer 3º Quintil 4º Quintil Horas (Hombre) 5º Quintil Horas (Mujer) Nota: Para el cálculo de los ingresos salariales promedio no se ha considerado a los Trabajadores Familiares No Remunerados (TFNR). Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) En contraparte al análisis anterior, ahora se presentará la distribución del tiempo de mujeres y hombres a las actividades domésticas dada su condición de desempleo. Según grupo de edades de los desocupados, las mujeres de 30 a 44 años y las de 65 a más son quienes dedican mayor tiempo a las actividades domésticas, 7,6 y 8 horas diarias respectivamente. En el caso de los hombres de 45 a 64 años, son quienes dedican mayor tiempo a las actividades domésticas, presentando un promedio de 5,1 horas diarias. 47 Si verificamos por el ciclo vital familiar, tenemos que las mujeres de 30 a 44 años en promedio cuentan con niños menores de 6 años, lo que justificaría el mayor número de horas dedicadas a dichas actividades. De otro lado, las mujeres de 65 años a más, en su mayoría son abuelas y/o cesantes con mucho más tiempo disponible para realizar las tareas del hogar (ver Cuadro Nº 9), principalmente al cuidado de menores. En cuanto a los niveles educativos, tenemos que la mayor diferencia entre los tiempos dedicados a las actividades del hogar entre mujeres y hombres desocupados se da en quienes cuentan con educación superior universitaria, lo que resulta interesante dado que las mujeres más preparadas estarían dedicando casi el doble de horas que dedican los hombres a las actividades domésticas. De manera independiente, entre las mujeres desocupadas las que cuentan con nivel educativo primario dedican mayor tiempo a las actividades domésticas, 7 horas diarias en promedio. Asimismo, los hombres desocupados con nivel educativo primario son los que dedican mayor tiempo al trabajo no remunerado, 4,1 horas en promedio (ver Cuadro Nº 9). Cuadro Nº 9 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO DIARIO DE TRABAJO NO REMUNERADO DE LA PEA DESOCUPADA SEGÚN CARACTERÍSTICAS PERSONALES, 2008 (En horas) Hombre Mujer Total Mujer/ Hombre Grupos de edad 14 años 15 a 29 30 a 44 45 a 64 65 a más 3,6 3,7 5,1 3,8 5,0 5,8 7,6 6,1 8,0 5,0 4,9 6,5 5,6 3,9 1,6 2,1 1,2 2,1 Nivel educativo Primaria Secundaria Sup. no universitaria Sup. universitaria 4,1 4,2 3,3 3,2 7,0 6,8 5,4 6,3 6,0 5,7 4,5 5,1 1,7 1,6 1,6 1,9 Estado civil Conviviente Casado Viudo Divorciado/separado Soltero 4,5 4,7 4,1 3,5 7,3 7,1 3,7 7,3 5,2 6,9 5,8 3,7 6,4 4,3 1,6 1,5 1,8 1,5 Total 3,9 6,4 5,3 1,7 Variables Nota: El signo (-) refiere a que no se cuentan con casos. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) En relación al estado civil de los desocupados, tenemos que las mujeres divorciadas o separadas y las convivientes son las que dedican mayor tiempo a las actividades 48 domésticas en promedio 7,3 horas al día. En el caso de hombres desocupados casados, estos comparten las tareas domésticas con las mujeres, en el sentido que en dicha condición los hombres aportan más horas de trabajo en el hogar, alrededor de 4,7 horas diarias. Ante los resultados para la población ocupada y desocupada, podemos concluir que la distinción entre mujeres y hombres prevalece, siendo las mujeres quienes dedican mayor tiempo a las actividades no remuneradas. Esta brecha se reduce, relativamente, ante la condición de actividad de los hombres siendo, los desocupados los que pueden aportar más horas en actividades domésticas. 3.8 Valorización del trabajo doméstico: Una aproximación La contribución del trabajo doméstico al bienestar de la familia es un hecho difícil de negar, pero no ha sido reconocido a través de información estadística. No se ha contabilizado ni el número de personas que lo realizan, ni el tiempo dedicado, ni la riqueza que éstas generan para el país. Muchos debates sobre la necesidad de reivindicar la contribución del trabajo de las mujeres se han quedado sólo en la separación entre actividades productivas, esto es para el mercado, y las reproductivas, referidas a lo doméstico (principalmente aludiendo a servicios tales como encargarse del cuidado de los demás miembros del hogar). Entre las actividades productivas, generalmente, no se consideran las dedicadas a la producción de bienes para autoconsumo, transformación que significa un valor agregado, como la fabricación de ropa, muebles, enseres (como lo recomienda la última revisión de los conceptos en el SCN). Se reconoce que son actividades estadísticamente difíciles de cuantificar, incluso exigen una clarificación conceptual como punto de partida. Para sistematizar las actividades y pasar a su valorización económica se propone distinguir en primera instancia entre: a) Actividades Universales y b) Actividades Circunstanciales, ver Cuadro Nº 10. Las universales son las que tienen que llevarse a cabo en todo hogar; las circunstanciales dependen, como su nombre lo indica, de circunstancias, como la etapa biológica en que se encuentre la familia, el estrato socioeconómico al que pertenezca el hogar, dotación de servicios de la vivienda, etc. 49 Cuadro Nº 10 ACTIVIDADES DOMÉSTICAS DEL MÓDULO UDT E IDENTIFICACIÓN DE SUS EQUIVALENCIAS EN EL MERCADO Actividades universales En el ámbito doméstico En el mercado Preparación de los alimentos - Servicio en la mesa - Lavado de vajilla y utensilios, - Aseo de la cocina Servicios de preparación y venta de alimentos: (Restaurantes) Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir Servicios de lavanderías, tintorerías y costureras Limpiar y/o ordenar el hogar Personal de limpieza en general, servicios especializados en lavado de alfombras, pisos, vidrios, etc. Hacer compras, pagos y trámites Comisión por realización de trámite y entrega a domicilio Actividades circunstanciales En el ámbito doméstico En el mercado Cuidado de niños (miembros del hogar) Niñeras, nanas, guarderías Cuidado de adultos, enfermos o discapacitados Asilos, hospitales Reparar y dar mantenimiento a la vivienda Servicios contratados (jardinería, gasfitería, albañilería) Cuidado de animales y mascotas Servicios de bañado de mascotas, veterinarias Reparación y mantenimiento de vehículo 1/ Servicios de mecánica y lavado de autos 1/ Esta actividad se encuentra al interior del rubro “otras actividades domésticas”. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) a. Consideraciones para la valorización económica Para la valorización económica del trabajo doméstico es importante considerar su naturaleza heterogénea. Al otorgarle o imputarle un valor económico será necesario considerar tal heterogeneidad. La naturaleza del trabajo que se encuentra en el mercado se realiza de manera más especializada a través de ocupaciones específicas, que pueden ser similares a alguna de las que comprende el trabajo doméstico; tales como: cocinera(o) = cocinar, empleado(a) de lavandería = lavar y planchar ropa, enfermera(o) = cuidar enfermos, etc. En general, en las ocupaciones llevadas a cabo para el mercado hay un grado de especialización importante, mientras en el ámbito doméstico una misma persona realiza varias ocupaciones durante la jornada, algunas de manera simultánea. La heterogeneidad del trabajo doméstico se encuentra en la diversidad de ocupaciones y el grado de sofisticación involucrada; esto es, distintas maneras de preparar alimentos y variedad o calidad de los mismos, de lavar ropa, etc. Cabe preguntarse ¿qué interesa más el tiempo involucrado para desarrollarlo o la calidad del producto o el servicio? Quizás, lo recomendable sea primero atender lo cuantitativo y posteriormente lo cualitativo. La contribución de las personas a través del trabajo doméstico puede ser expresada como empleo, producto (valor agregado) e ingreso. El empleo representa el insumo 50 del trabajo en el proceso de producción, mientras que los otros se refieren a producción. Cada elemento requiere especificaciones. Los tres conceptos constituyen indicadores sobre la importancia de la actividad y muchas decisiones en materia de política pública deberían tomar en cuenta estas medidas. La evaluación de la contribución de las personas a través del trabajo doméstico puede concebirse como trabajo (aunque se considere no económico), su contribución al producto y a la renta nacional. Las tres variables son necesarias para demostrar de modo efectivo el papel del trabajo doméstico en el bienestar familiar y social46. La primera considera el insumo en esfuerzos, mientras las últimas consideran el resultado. La primera se puede especificar en términos del tiempo dedicado al trabajo doméstico, la unidad de medición son personas, horas trabajadas u horas/persona. El otro tipo de cuantificación apunta a medir el valor agregado y debe expresarse en unidades monetarias, que implica estimaciones o cálculos específicos que requieren datos sobre la producción específica (complicada por la variedad de actividades y sus calidades diferentes) y restar sus insumos. El valor se tiene que estimar a partir de las cifras de cantidades y sus precios. En este documento se optará por la visión desde el punto de vista del producto que considera al valor agregado, esto es deduciendo los insumos. Al tratarse de una amplia gama de bienes y servicios sólo se pueden agregar en términos monetarios. Esto quiere decir que cada bien o servicio puede ser añadido o sumado de acuerdo a su precio en el mercado. El valor agregado puede presentarse en términos de cantidad (volumen de producción o número de servicios realizados) y de precio; combinando volumen y precio se puede estimar estadísticamente cifras de valor. Será necesario hacer ejercicios cuidadosos de imputación, porque dada la heterogeneidad de la naturaleza del trabajo doméstico el proceso es complejo. b. La estimación en términos económicos A continuación se detallan los pasos realizados para llevar a cabo la estimación: 1. De la base de datos del Módulo de Uso del Tiempo de la Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, Lima Metropolitana 2008, se identificaron las 9 actividades principales identificadas como domésticas, columna 1 del Cuadro Nº 11. 2. Luego se obtuvo la frecuencia de las personas que respondieron si realizan dichas actividades durante la semana. 46 Pedrero, Mercedes (2002). “Género y trabajo doméstico y extradoméstico en México: Una estimación del valor económico del trabajo doméstico”. 51 3. Del paso anterior se obtuvo como primer resultado el número total de personas que participaron en cada actividad, que es lo que se presenta en la segunda columna del Cuadro Nº 11. 4. Con la misma base se obtiene el total de horas trabajadas a la semana por actividad específica, que corresponde a la columna 3 del Cuadro. 5. Con la base de datos de la Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo de 2008 se identificaron las ocupaciones cuya naturaleza se acerca a la actividad doméstica específica. Dichos códigos corresponden al Código Nacional de Ocupaciones CNO, dicha información es captada a 6 dígitos y se señalan en la columna 4 del mismo Cuadro. 6. Seguidamente, se calculó el ingreso promedio y la mediana del ingreso por hora de los trabajadores en cada ocupación identificada en el inciso anterior. Por la distorsión que provocan los promedios de pocos casos en valores extremos, se decidió optar por la mediana (cantidad que denota que la mitad de la población se ubica por debajo de ese valor y la otra mitad por encima, si la distribución tiene la forma normal, la media y la mediana coinciden) para proseguir con la estimación. Columna 5 del Cuadro. 7. Cabe señalar que este pago por hora incluye los costos laborales, según estimaciones esto representa alrededor del 60% de los ingresos47. 8. El ingreso laboral por hora para actividad específica calculado en el inciso anterior se multiplicó por el total de horas, obteniéndose así el ingreso estimado que se ahorra por realizar la actividad específica; Columna 6 del Cuadro Nº 11. El procedimiento se calculó para mujeres y hombres por separado, pero para simplificar la presentación sólo se presenta el cuadro para el conjunto. En el Cuadro Nº 12 se presenta la contribución de ellas y ellos por separado. 9. Se suma el ingreso laboral estimado para cada actividad, obteniendo así el total de ingreso por toda actividad en una semana. 10. Para estimar una cifra anual, se supuso que cada persona no trabajó dos semanas en el año; es decir, la estimación semanal se multiplicó por 50 semanas para obtener la estimación anual. Esto debido que los individuos presentan vacaciones (para los asalariados) y días feriados (para la población en general) en los que no dedican ni una hora a las actividades domésticas. 11. Dado que la encuesta se aplicó a la población de Lima Metropolitana, se tuvo que emplear la información más reciente respecto al PBI real de Lima Metropolitana y estimarlo para el 2008, en base a las cifras dadas por el Instituto Cuanto y el INEI en sus Cuentas Nacionales a precios constantes del año 1994 (ver anexo Cuadro Nº A.6). 12. Finalmente, se calculó la proporción que representa el valor de trabajo doméstico anual respecto del PBI real de Lima Metropolitana proyectado al 2008. 47 Ver Chacaltana, Juan (1998) “Los costos laborales en el Perú”, así como Toyama, Jorge (2005) Perú Laboral 2006: Lo que se nos viene, presenta proyecciones y temas sobre regulación laboral. 52 Cuadro Nº 11 LIMA METROPOLITANA: ESTIMACIÓN DEL VALOR AGREGADO REAL DEL TRABAJO DOMÉSTICO SEGÚN ACTIVIDADES, 2008 Actividades Cuidado de niños Cuidado adultos, enfermos o discapacitados Nro. Personas 1 522 381 Pago por hora Valor estimado S/. S/. (a) x (b) (b) Horas (a) Códigos de ocupaciones equivalentes 11 466 125 941017,941018,945047,244004 5,54 63 564 173 531:001,002,003,005,011 6,97 14 769 320 941007,941014,942006,522002 4,86 72 186 721 4,32 53 442 127 5,36 55 351 518 300 382 2 119 342 Preparación de alimentos 3 025 729 14 867 221 Limpiar el hogar 3 256 670 12 375 008 Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir 2 333 284 10 318 240 Hacer compras, pago servicios y trámites 2 259 550 9 336 609 941003,376003,945043 5,89 54 977 560 6,91 25 225 344 941:004,006,008,010,012,013, 942005 984012,941011,942:001,003,00 4,007,011,012,771003,771010 Reparar y dar mantenimiento a la vivienda 750 176 3 648 007 945020,785015,785016,783012, 783051,864001 Cuidado de animales y mascotas 445 025 1 290 221 349001,349002 4,92 6 347 889 Otras actividades domésticas 1/ 19 625 94 051 944001,782001 5,09 479 188 13 912 821 65 514 825 Total semanal Total anual 2/ 3 275 741 253 346 343 842 Valor de trabajo doméstico anual 17 317 192 091 PBI proyectado 2008 Lima Metropolitana 74 221 000 000 % del PBI 23,3 Nota: Para evitar la distorsión de casos extremos en el pago por hora se emplea la mediana en lugar del promedio; asimismo, el cálculo incluye los costos laborales que según las estimaciones representan el 60% del ingreso. 1/ En el caso de las mujeres estas respondieron arreglar sus pertenencias para el trabajo del día siguiente y los hombres realizar mantenimiento y reparar sus vehículos. 2/ Se asume que cada persona no trabajo 2 semanas; es decir la estimación semanal se multiplicó por 50 para obtener la estimación anual. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Instituto Cuánto S.A. Anuario Estadístico Perú en Números 2005, 2006 y 2007. INEI - Dirección Nacional de Cuentas Nacionales. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 53 Los resultados ilustran la relevancia del valor económico del trabajo doméstico, ya que equivale al 23,3% del PIB de Lima Metropolitana. Como era de esperarse la participación de los hombres es menor, pero nada despreciable (Cuadro Nº 12) mientras la participación de las mujeres sobrepasa a los 239 millones de nuevos soles semanales, constituyendo el 69% del total de los 17 317 millones de nuevos soles anuales. La actividad más sobresaliente entre las mujeres es la preparación de alimentos y en el caso de los hombres la actividad dominante se refiere a las reparaciones en el hogar. De otro lado, las mujeres tienen una participación importante en todas las actividades, con excepción de las reparaciones, en la cual sólo alcanzan el 2%. Pero son casi de su exclusividad (más del 84%) el cocinar, el cuidado de los niños, la limpieza de la casa y lavado de la ropa. Es decir, nada que no conozcamos, pero lo cual nunca se reconocerá si no se le pone un precio. Cuadro Nº 12 LIMA METROPOLITANA: VALOR ESTIMADO DEL TRABAJO DOMÉSTICO Y SU RELACIÓN CON EL PIB POR SEXO, 2008 Estimaciones Total 17 317 192 091 PIB proyectado 2008 Lima Metropolitana 74 221 000 000 (en nuevos soles) Valor de trabajo doméstico anual 17 317 192 091 (en nuevos soles) Proporción respecto al PIB 346 343 842 Hombres Estimación semanal Estimación anual (50 semanas de trabajo) Proporciones por sexo 100,0 23,3 107 070 736 Mujeres 239 273 106 5 353 536 815 11 963 655 276 30,9 7,2 69,1 16,1 Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Instituto Cuánto S.A. Anuario Estadístico Perú en Números 2005, 2006 y 2007. INEI - Dirección Nacional de Cuentas Nacionales. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) No hay duda de que, a pesar de las dificultades técnicas que implica la medición del tiempo es una línea de trabajo que puede llevar a evaluaciones más precisas del trabajo doméstico. Este documento sólo busca tener una primera aproximación a este hecho y reflejar lo no contabilizado a la fecha en el PBI. Finalmente, en el Cuadro Nº 13 se presenta en resumen la valoración económica del trabajo doméstico realizada por cinco países incluyendo el ejercicio para Lima Metropolitana, asimismo se consigna los precios utilizados para su valoración. Se hace evidente la importancia de la valorización del trabajo doméstico en todos los casos, presentándose los resultados más significativos en Guatemala donde este tipo de trabajo representa el 34% del PBI nacional. Todos los países coinciden en estimaciones mayores del 20% del PBI. 54 Cabe destacar que en el caso de Lima Metropolitana la estimación para las ocupaciones fue en detalle dado que la información de las ocupaciones de la Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo se codifican a 6 dígitos, lo que permite identificar las equivalencias con mayor exactitud, en el resto de países se ha tomado promedios a 2 dígitos y en otros casos por categorías ocupacionales. Cuadro Nº 13 EJERCICIOS DE VALORIZACIÓN ECONÓMICA DE LAS ENCUESTAS DE USO DEL TIEMPO EN AMÉRICA LATINA PAÍS % PBI Perú (Lima Metropolitana) 23,3% MTPE, 2008 PBI de Lima Programa de Estadísticas y Metropolitana 1/ Estudios Laborales Chile SERNAM, 2008 (encuesta EUT especial) 26% Sólo Región Metropolitana urbana PRECIO CONSIDERADO Mediana del ingreso por hora (incluyendo los costos laborales) en ocupaciones equivalentes ubicadas en el Código Nacional de Ocupaciones. Remuneración mensual media de dos categorías ocupacionales (trabajador no calificado, trabajador de servicios personales y protección). Precio equivalente al salario por hora de México 23,7 % INEGI, 2002 El valor agregado de los un trabajo realizado en una actividad Maria Eugenia Gómez Luna servicios no remunerados equivalente. del hogar representa un 23,7% del país Guatemala 34% El costo de reemplazo está estimado por CEPAL, 2000 A nivel nacional. el costo de una trabajadora doméstica, y Sarah Gammage el costo de servicio se calcula con datos del 2004 utilizando la desagregación de dos dígitos de la clasificación CIUO Nicaragua 23% Salario promedio de la ocupación INEC, 1998 A nivel nacional. agrícola para lo rural y de servicios personales al urbano. 1/ Incluye la Provincia de Lima y la provincia constitucional del Callao. Fuente: CEPAL, División de Asuntos de Género, Vivian Milosavljevic MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 55 4. Conclusiones 9 En Lima Metropolitana las actividades domésticas entre hombres y mujeres aparecen segmentadas, prevalecen los estereotipos de género. Los hombres participan menos e invierten menos tiempo en la generalidad de las actividades domésticas consideradas. 9 Se puede concluir del análisis de los tiempos de trabajo por sexo que existe un comportamiento distinto para mujeres y hombres: las primeras se integran cada vez más al mercado de trabajo, pero continúan asumiendo la parte más importante del trabajo familiar doméstico o no remunerado, en particular en las fases del ciclo vital que suponen la presencia de menores en el hogar. 9 De otro lado, los hombres no ven alterada su participación en el mercado de acuerdo al ciclo vital. Con lo cual se puede concluir que la edad no es un factor clave ni determinante en la realización de trabajo familiar doméstico, aunque sí en la incorporación al trabajo de mercado. Cada vez más, las diferencias por sexo en la participación laboral de mercado se van reduciendo a medida que se avanza en el ciclo vital (no así en la forma de participar) en cambio, se mantienen las diferencias respecto a la participación en el trabajo no remunerado. 9 La jornada laboral de las mujeres es inferior a la de los varones, debido a la necesidad de atender las responsabilidades domésticas y familiares. La condición de trabajadoras remuneradas, no las libera de destinar tiempos considerables a las labores domésticas. Cualquiera sea la duración de la jornada laboral, ellas dedican mucho más tiempo que los varones a estas actividades. 9 Las labores de cuidado de niños, enfermos y adultos mayores, aumentan la participación y el tiempo invertido por las mujeres en las actividades domésticas. El tiempo destinado por las mujeres a las actividades domésticas se acrecienta cuando existen niños en edad preescolar en el hogar, mientras que el de los varones tiende a permanecer invariable, salvo para el caso del mantenimiento, arreglos y reparaciones de la vivienda. 9 Para lograr la conciliación entre la vida laboral y la vida familiar es necesario redistribuir las tareas domésticas y de cuidado de la población infantil y de los adultos mayores, en la población en conjunto. En este documento, se ha puesto en manifiesto el principal conflicto entre trabajo y familia que, enfrenta la población femenina: El tiempo, que demanda el desarrollo de un tipo de trabajo impide el cumplimiento del otro; si bien medir la tensión derivada de la obligación de cumplir bien ambos papeles es difícil, no podemos dejarla a un lado y queda en potestad de las entidades competentes realizar dicha medición. 56 9 Finalmente, en cuanto al ejercicio de valoración económica, se evidenció la relevancia del valor económico del trabajo doméstico, el cual equivale, aproximadamente, al 23,3% del PIB de Lima Metropolitana. No hay duda de que, a pesar de las dificultades técnicas que implica la medición del tiempo es una línea de trabajo que puede llevar a evaluaciones más precisas del trabajo doméstico. 57 Bibliografía AGUIRRE, Rosario; CARRASCO, Cristina y GARCÍA, Cristina (2005). “El tiempo, los tiempos, una vara de desigualdad”. Unidad Mujer y Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). ARAYA, María José (2003). “Un acercamiento a las Encuestas sobre el Uso del Tiempo con orientación de género”. Unidad Mujer y Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). BARQUERO, Jorge y TREJOS, Juan (2004). “Tipos de Hogar, Ciclo de Vida familiar y Pobreza en Costa Rica 1987-2002”. Centro Centroamericano de Población – CCP, Costa Rica. DURÁN, María Ángeles (2000). “Concentración y Reparto del Trabajo no Remunerado en los hogares”. Cuaderno de Relaciones Laborales. GARAVITO, Cecilia (2001). “Cambios en la Oferta Laboral de la Familia Limeña”. Documento de Trabajo 200, Pontificia Universidad Católica del Perú. GARCÍA, Cristina (2003). “Encuesta de uso del tiempo en España. Aspectos conceptuales y metodológicos”. Universidad Autónoma de Madrid. MILOSAVLJEVIC, Vivian y TACLA, Odette (2007). “Incorporando un módulo de uso del tiempo a las encuestas de hogares: Restricciones y potencialidades”. Unidad Mujer y Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). PEDRERO, Mercedes (2002). “Género y trabajo doméstico y extradoméstico en México: Una estimación del valor económico del trabajo doméstico". Scripta Nova: Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. PEDRERO, Mercedes (2003). “Distribución del tiempo entre trabajo doméstico y extra doméstico según la posición de la familia”. Ponencia presentada a la VII Reunión Nacional de Investigación Demográfica en México. Sociedad Mexicana de Demografía. PEDRERO, Mercedes (2003). “La encuesta de uso del tiempo y sus potencialidades para reconocer las inequidades de genero”. Instituto Nacional de las Mujeres: Inmujeres, México. PEDRERO, Mercedes (2008). “Propuesta sobre la metodología y marco conceptual a aplicar en la Encuesta de Uso de Tiempo (EUT). Perú - 2009”. Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social. PROGRAMA DE ESTADÍSTICAS Y ESTUDIOS LABORALES – PEEL (2000). “Participación laboral: un enfoque de oferta familiar de trabajo” Boletín Económico Laboral Nº 16. Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Perú. 58 ANEXOS I. Glosario de términos a) Población en Edad de Trabajar (PET): es el conjunto de personas que están aptas en cuanto a edad para el ejercicio de funciones productivas. En el Perú, se considera a toda la población de 14 años a más como población en edad activa o en edad de trabajar (PET). b) Población Económicamente Activa (PEA): son todas las personas en edad de trabajar, que en la semana de referencia se encontraban trabajando (ocupados) o buscando activamente trabajo (desocupados). c) Población No Económicamente Activa (inactivos): son todas las personas que pertenecen a la población en edad de trabajar que en la semana de referencia no han trabajado ni buscado trabajo y no desean trabajar. Dentro de este grupo se encuentran las amas de casa, los estudiantes, los rentistas y los jubilados, que no se encontraban trabajando ni buscando trabajo. También se considera a los familiares no remunerados que trabajan menos de 15 horas de trabajo semanales durante el período de referencia. d) PEA ocupada: es el conjunto de la PEA que trabaja en una actividad económica, sea o no en forma remunerada, en el período de referencia. En este grupo se encuentran: • • • • Las personas que tienen una ocupación o trabajo al servicio de un empleador o por cuenta propia y perciben a cambio una remuneración en dinero o especie. Las personas que tienen una ocupación remunerada, no trabajaron por encontrarse enfermas, de vacaciones, en licencia, en huelga o en cierre temporal del establecimiento. El independiente que se encontraba temporalmente ausente de su trabajo durante el período de referencia pero la empresa o negocio siguió funcionando. Las personas que prestan servicios en las Fuerzas Armadas, Fuerzas Policiales o en el clero. e) PEA subempleada: son los trabajadores cuya ocupación no es adecuada, cuantitativa y cualitativamente, respecto a determinadas normas. En el caso del Perú se consideran dos grupos de subempleo: por horas y por ingresos. • Subempleo por horas (visible): es aquel en el que los trabajadores laboran menos de 35 horas a la semana, desean trabajar horas adicionales y están en disposición de hacerlo. • Subempleo por ingresos (invisible): es aquel en el que los trabajadores laboran 35 o más horas semanales, pero el ingreso económico es menor al ingreso mínimo de referencia. Nota: Ingreso Mínimo Referencial: es aquel que se obtiene de dividir el costo de la Canasta Mínima de Consumo (elaborado en base de los requerimientos mínimos nutricionales en calorías y proteínas) entre el número promedio de perceptores del hogar. Se asume que existen dos perceptores de ingreso por hogar. 59 f) PEA adecuadamente empleada: está conformada por dos grupos de trabajadores: • • Aquellos que laboran 35 horas o más a la semana y reciben ingresos por encima del ingreso mínimo referencial. Aquellos que laboran menos de 35 horas semanales y no desean trabajar más horas. g) PEA desocupada: se considera en esta categoría a las personas de 14 años o más que en período de referencia no tenían trabajo, lo buscaron activamente durante la semana de referencia y no lo encontraron. Cesantes: lo conforman las personas de 14 años o más que en el período de referencia estaban desocupadas y que en períodos anteriores han estado empleadas. Aspirante: lo conforman las personas de 14 años o más que en el período de referencia estaban desocupadas y por primera vez buscan empleo. h) Desalentados: lo conforman las personas que sin trabajar y estando dispuestas a hacerlo no buscaron empleo por considerar que eran malas las posibilidades ofrecidas por el mercado y, por lo tanto, sabían que no lo encontrarían. Expresan que sí lo buscarían si tuviesen una percepción más positiva de las posibilidades laborales. i) Período de referencia: se refiere al período, semana o mes, que corresponde recoger información. j) Estructura de mercado: comprende a los diferentes grupos de ocupados que existen, diferenciados básicamente por quién es el demandante de trabajo: sector público, sector privado, hogares y el grupo de independientes, que son demandantes y ofertantes de trabajo a la vez. El sector privado incluye a empleadores y asalariados, se subdivide en: • Empresas de 2 a 9 trabajadores • Empresas de 10 a 49 trabajadores • Empresas de 50 a más trabajadores k) Principales indicadores: • • • • • Tasa de actividad: mide la participación de la población en edad de trabajar (PET) en el mercado de trabajo, sea trabajando o buscando trabajo. La tasa de actividad nos indica qué porcentaje de la PET constituye la oferta laboral. Tasa de Desempleo: nos indica qué proporción de la oferta laboral (PEA) se encuentra desempleada. Tasa de Subempleo: indica qué proporción de la oferta laboral (PEA) se encuentra subempleada. Tasa de Adecuadamente Empleado: mide la proporción de la oferta laboral (PEA) que se encuentra adecuadamente empleada. Ratio empleo / población: mide el porcentaje de las personas de la PET que se encuentran trabajando. l) Categoría ocupacional: la PEA ocupada se agrupa en seis categorías de ocupaciones. • Empleador / patrono: es aquella persona que es titular o director en la explotación de una empresa, negocio o profesión y tiene trabajadores remunerados a su cargo. 60 • • • • Empleado: es el trabajador que se desempeña de preferencia en actividades de índole no manual, presta sus servicios a un empleador público o privado y percibe una remuneración mensual (sueldo). Obrero: es el trabajador que desempeña actividades de carácter manual, que trabaja para un empleador público o privado y que percibe una remuneración semanal (salario). Trabajador independiente: es aquella persona que trabaja en forma individual o asociada, ya sea mediante una empresa, negocio o profesión, y no tiene trabajadores remunerados a su cargo. Trabajador doméstico: es la persona que presta servicios en una vivienda particular y recibe una remuneración mensual por sus servicios, generalmente recibe alimentos. Nota: los trabajadores que prestan servicios domésticos (lavado, cocina, limpieza, etc.) para una empresa o establecimiento público o privado, y no para una familia particular, deben ser considerados obreros y no trabajadores domésticos. • Trabajador familiar no remunerado: es la persona que presta sus servicios en una empresa o negocio, con cuyo patrón o dueño tiene lazos de parentesco, sin percibir remuneración. En algunos casos recibe propina u otras formas de pago diferentes a sueldo, salario o comisiones (OIT, Octava Conferencia Internacional de Estadígrafos del Trabajo). m) Rama de actividad económica: se refiere a la actividad económica que realiza el negocio, organismo o empresa donde labora el trabajador. Las actividades económicas se clasifican por la dedicación a determinados campos de la producción de bienes y servicios. Para obtener una clasificación que sea comparable con estadísticas internacionales, se ha adoptado la “Clasificación internacional uniforme de todas las actividades económicas” (adaptación del CIIU-Rev. 3), que se presenta en forma agrupada para una mejor interpretación de la información. Las ramas son las siguientes: • • • • • • • • • Agricultura: agricultura, ganadería, caza, pesca y actividades de servicios conexas. Minería: explotación de minas y canteras, petróleo. Industria de bienes de consumo: comprende la fabricación de productos alimenticios, bebidas y tabaco; fabricación de textiles y prendas de vestir, fabricación de zapatos, muebles y productos plásticos. Industria de bienes intermedios: comprende la industria del cuero, industria maderera, fabricación de papel, fabricación de sustancias químicas y productos químicos, fabricación de productos de caucho, fabricación de productos minerales no metálicos e industria metálicas básicas. Industria de bienes de capital: comprende la fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo. Construcción: industria de la construcción. Comercio: comercio al por mayor y al por menor. Servicios no personales: electricidad, gas y agua; transporte, almacenamiento y comunicaciones; establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles, servicios prestados a empresas; y servicios comunitarios, sociales y recreativos. Servicios personales: restaurantes y hoteles; mantenimiento y reparación de vehículos automotores; reparación de efectos personales y enseres domésticos; actividades de fotografía; lavado y limpieza de prenda de vestir, peluquería y pompas fúnebres. 61 • Hogares: abarca las actividades de hogares privados que emplean personal doméstico de todo tipo (incluye conserjes, institutrices, secretarios, choferes, jardineros, etc. n) Rol de género: Tarea o actividad que se espera que desempeñe una persona según el sexo al que pertenece. Por ejemplo, tradicionalmente se ha asignado a los hombres desempeñar el rol de políticos, mecánicos, jefes, etc. (rol productivo); y a las mujeres el rol de amas de casa, maestras, enfermeras, etc. (rol reproductivo). ñ) Trabajo reproductivo: Asociado a las labores que permiten la reproducción de la fuerza laboral y por eso incluye el cuidado y el mantenimiento del hogar y de sus miembros. Este tipo de trabajo generalmente es realizado por las mujeres y pese a su importancia, aún no es considerado y valorado en toda su magnitud. (Véase también Trabajo no remunerado) o) Trabajo remunerado: o actividad económica, para la medición del empleo, este concepto se define en términos de producción de bienes y servicios, tal como ha sido establecido en el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) de las Naciones Unidas. Se considera toda la producción del mercado y algunos tipos de producción de no mercado, que son la producción y elaboración de productos primarios para autoconsumo, la construcción por cuenta propia y otras producciones de activos fijos para uso propio. Excluye las actividades no remuneradas, como son las tareas domésticas no retribuidas y los servicios voluntarios a la comunidad. p) Trabajo no remunerado: Son todas las actividades productivas realizadas por los hogares para producir bienes y servicios para su uso propio. Estas actividades son necesarias para culminar la transformación de los productos que se consumen en la vida cotidiana. En general, los bienes que se compran se transforman mediante trabajo doméstico antes de poderse consumir, de ahí que el trabajo doméstico es una actividad de transformación. Para la medición del trabajo no remunerado se ha tomado la suma de las horas dedicadas a todas las actividades domésticas de cada individuo. q) Tiempo: Es la cantidad total de horas y minutos que una persona utiliza para realizar cualquier actividad. r) Tiempo medio social: se refiere a las horas invertidas por una determinada población en una actividad, dividida por el número total de la población analizada (realice o no dicha actividad). s) Tiempo medio social: se refiere a las horas invertidas por una determinada población en una actividad, dividida por el número total de la población analizada (realice o no dicha actividad). t) Traslados: Comprende al tiempo que emplean las personas para desplazarse de un lugar a otro para realizar sus actividades. En la encuesta se distinguen los traslados por trabajo y para realizar otras actividades. En otros casos el tiempo de traslado se incluye en la actividad que lo motivó, como las de esparcimiento. u) Actividades personales: Para los fines de la encuesta, éstas comprenden las siguientes actividades; • Desayunar, almorzar, cenar • Higiene y cuidado personal (vestirse, bañarse, cepillarse los dientes, peinarse, afeitarse, maquillarse) • Ir al salón de belleza, peluquería, spa • Descansar, relajarse (pensar, hacer la siesta, no hacer nada, etc) 62 • • Rezar, orar, meditar en casa Ir al medico, al dentista, medirse la presión, la temperatura, curarse una herida, aplicarse inyecciones, etc w) Actividades de educación o formación profesional: Para los fines de la encuesta, éstas comprenden las siguientes actividades; • Asistir al colegio, instituto, universidad • Estudiar cursos a distancia • Estudiar por su propia cuenta • Realizar las tareas escolares • Repasar las clases • Realizar investigación en la biblioteca, internet • Estudiar computación, idiomas • Estudiar cursos de corta duración relacionados con el desarrollo profesional x) Actividades deportivas: Para los fines de la encuesta, éstas comprenden las siguientes actividades; • Fútbol, voleibol, basket, tenis • Correr, caminar • Manejar bicicleta, patinar • Gimnasia, aeróbicos, levantamiento de pesas, yoga • Natación, buzeo, etc • Boxeo, karate, judo, etc • Deportes de aventura (ala delta, parapente, puentin, etc) y) Actividades culturales o de entretenimiento: Para los fines de la encuesta, éstas comprenden las siguientes actividades; • Ver televisión, video exclusivamente • Escuchar música exclusivamente • Leer periódicos, revistas, libros • Navegar en internet con fines de entretenimiento • Ir al cine, asistir al teatro, concierto de música • Ir a centros comerciales (sin objetivo definido, como entretenimiento) • Visitar museos, galerías de arte, exposiciones de arte • Asistir a eventos deportivos como espectador • Visitar parques de atracciones, de entretenimiento, naturales • Ir a la playa • Actividades artísticas como pintar dibujar, escribir • Hacer teatro, música, danza • Artesanía, carpintería, cerámica • Programación y computación como pasatiempo z) Actividades comunitarias, religiosas o de socialización: Para los fines de la encuesta, éstas comprenden las siguientes actividades; • Ayudar a otros hogares, por ejemplo: de los hijos, hermanos, abuelos, amigos • Voluntariado en hospitales, albergues, asilos • Participar de asociaciones de vecinos, padres de familia, asociaciones con fines culturales, políticos • Conversar exclusivamente • Chatear, revisar correo electrónico/leer y escribir cartas • Recibir visitas, visitar a los amigos parientes • Hacer o participar de fiestas • Ir a la discoteca • Asistir a la iglesia, templo, camposanto • Consultar con un consejero espiritual, adivinos, astrólogos, espiritistas 63 II. Precisiones sobre el módulo del Uso del Tiempo 1. Finalidad y Objetivos 1.1 Finalidad Contribuir con información estadística para la formulación de políticas y estudios pertinentes respecto a la discriminación de género en el marco de la Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, lineamientos de política y estrategias del Estado. 1.2 Objetivo General: Conocer la distribución del tiempo que los miembros del hogar emplean en actividades diferentes a las laborales (remuneradas o no remuneradas); tales como, quehaceres del hogar, actividades de servicio a la comunidad, entretenimiento, cuidados personales, etc.; diferenciándolas por género y grupos de edad (de 14 a 29, de 30 a 45, de 46 a 64 y de 65 a más). 1.3 Objetivos específicos: Conocer el tiempo que dedican los miembros del hogar a la realización de las siguientes actividades: a) b) c) d) e) f) Actividades personales. Actividades relacionadas a su educación o formación profesional. Actividades deportivas. Actividades culturales o de entretenimiento. Actividades comunitarias, religiosas y/o de socialización. Actividades domésticas (quehaceres del hogar, cuidado de personas en el hogar). 2. Cobertura 2.1 Cobertura Geográfica.- La Encuesta se realizará en Lima Metropolitana, que incluye a los distritos de la provincia de Lima y la provincia constitucional del Callao. 2.2 Cobertura Temática.- La cobertura temática de la investigación comprende: • El uso del tiempo de los Miembros del Hogar de 14 o más años de edad. 3. Periodos de Referencia Día domingo de la semana de referencia (semana pasada) Día sábado de la semana de referencia (semana pasada) Un día entre lunes y viernes de la semana de referencia (semana pasada); escogido por el informante. 64 III. Información estadística complementaria El número de personas que contestaron el módulo del uso del tiempo fue 4 869, la distribución entre edades y sexo es como sigue: Cuadro Nº A.1 LIMA METROPOLITANA: NÚMERO DE CASOS DEL MÓDULO UDT POR SEXO SEGÚN GRUPOS DE EDAD, 2008 Grupos de edad 14 años 15 a 29 30 a 44 45 a 64 65 a más Total Hombre Casos % 64 855 681 496 201 2 297 Mujer Casos % 2,8 37,2 29,6 21,6 8,8 100,0 60 936 788 569 219 2 572 2,3 36,4 30,6 22,1 8,5 100,0 Total Casos % 124 1 791 1469 1065 420 4 869 2,5 36,8 30,2 21,9 8,6 100,0 Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) El 76% de los entrevistados contestó que el día típico de su rutina diaria se ubica entre los días lunes a miércoles. Gráfico Nº A.1 LIMA METROPOLITANA: ELECCIÓN DEL DÍA TÍPICO DE LUNES A VIERNES, 2008 (En porcentajes) 30 25 20 23.8 25.8 26.7 15 14.8 10 9.0 5 0 Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 65 Cuadro Nº A.2 LIMA METROPOLITANA: INDICADORES SOBRE PET, PEA Y TASAS DE ACTIVIDAD, DESEMPLEO Y SUBEMPLEO DIFERENCIADOS POR SEXO, 2002 - 2008 INDICADORES PET Hombre Mujer PEA Hombre Mujer 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 p/ 5 868 306 2 781 577 3 086 729 3 693 324 2 095 261 1 598 063 5 929 818 2 864 102 3 065 715 3 747 307 2 086 855 1 660 451 6 033 253 2 914 204 3 119 049 3 761 352 2 204 547 1 556 805 6 140 934 2 966 216 3 174 718 3 837 372 2 175 824 1 661 548 6 257 927 3 022 596 3 235 331 4 007 555 2 279 199 1 728 356 6 372 491 3 078 061 3 294 430 4 046 982 2 342 753 1 704 229 6 489 756 3 134 584 3 355 172 4 307 369 2 414 639 1 892 730 TASAS (en %) Tasa de actividad (PEA/PET) Hombre Mujer 62,9 75,3 51,8 63,2 72,9 54,2 62,3 75,6 49,9 62,5 73,4 52,3 64,0 75,4 53,4 63,5 76,1 51,7 66,4 77,0 56,4 Tasa de Desempleo (PEA desocupada / PEA) Hombre Mujer 9,7 8,3 11,6 10,3 9,0 11,9 10,5 9,4 12,0 11,4 9,6 13,7 8,8 6,8 11,3 7,2 6,1 8,7 6,4 4,9 8,4 Tasa de subempleo (PEA subempleada / PEA) Hombre Mujer 41,9 37,7 47,4 42,6 38,0 48,4 42,8 35,9 52,5 40,9 36,7 46,3 41,2 36,3 47,7 46,1 38,3 56,8 33,4 27,0 41,5 P/ Preliminar Fuente: MTPE - DNPEFP, Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2002 - 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL) Cuadro Nº A.3 LIMA METROPOLITANA: PEA OCUPADA POR SEXO SEGÚN EMPLEO EN EL SECTOR FORMAL E INFORMAL, 2008 Hombre Mujer Total Sector Absoluto % Absoluto % Absoluto % Sector Formal Sector Informal 1 118 986 1 176 895 48,7 51,3 663 939 1 070 121 38,3 61,7 1 782 924 2 247 017 44,2 55,8 Total 2 295 881 100,0 1 734 060 100,0 4 029 941 100,0 Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 66 Gráfico Nº A.2 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO SOCIAL DEDICADO A DIVERSAS ACTIVIDADES POR LA PEA OCUPADA DE LUNES A VIERNES SEGÚN SEXO, 2008 7,3 Horas de trabajo Horas de sueño 2,1 2,2 Actividades personales Actividades domésticas 1,6 1,7 Traslado a trabajo 0,9 1,1 Act. comunitarias, religiosas o socialización 0,8 0,9 0,5 0,4 Actividades de educación/formación Trasladarse a actividades 0,3 0,3 Actividades deportivas 0,1 0,1 0 Mujer 2,8 1,0 Actividades culturales o entretenimiento Hombre 8,5 6,1 6,1 1 2 3 4 5 6 Horas 7 8 9 10 Nota: El tiempo medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad determinada en un periodo de tiempo. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Gráfico Nº A.3 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO SOCIAL DEDICADO A DIVERSAS ACTIVIDADES POR LA PEA OCUPADA UN DÍA DOMINGO SEGÚN SEXO, 2008 6,2 6,2 Horas de sueño Actividades domésticas 2,8 Actividades culturales o entretenimiento 3,3 Actividades personales 2,8 3,0 Horas de trabajo 2,6 3,0 1,9 2,2 Act. comunitarias, religiosas o socialización 0,6 0,6 Trasladarse a actividades 0,2 Actividades deportivas Actividades de educación/formación 0,4 0,3 Traslado a trabajo 0,3 0,3 Hombre 4,7 2,9 Mujer 0 0,8 1 2 3 4 Horas 5 6 7 Nota: El tiempo medio social se refiere al tiempo que dedica el total de la población a una actividad determinada en un periodo de tiempo. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 67 Cuadro Nº A.4 LIMA METROPOLITANA: TIEMPO MEDIO POR PARTICIPANTE DE ACTIVIDADES DOMÉSTICAS DE LA PET POR DÍA Y SEXO, 2008 (En horas) Lunes - Viernes Hombre Mujer Total Actividades domésticas Sábado Hombre Mujer Total Domingo Hombre Mujer Total Cuidado de niños 1,8 2,7 2,5 2,0 2,7 2,5 2,1 2,7 Cuidado adultos, enfermos o discapacitados 1,8 2,4 2,3 2,2 2,5 2,4 2,3 2,4 2,5 2,4 Preparación de alimentos 1,2 1,7 1,6 1,2 1,8 1,6 1,2 1,8 1,6 Limpiar el hogar 1,1 1,2 1,2 1,2 1,3 1,3 1,3 1,4 1,3 Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir 1,1 1,4 1,3 1,3 1,6 1,5 1,4 1,6 1,6 Hacer compras, pago servicios y trámites 1,3 1,2 1,2 1,5 1,3 1,3 1,7 1,4 1,5 Reparar y dar mantenimiento a la vivienda 1,8 1,2 1,6 1,8 1,3 1,6 1,8 1,2 1,6 Cuidado de animales y mascotas 1,2 0,8 1,0 1,0 0,9 0,9 1,0 0,9 1,0 Realizar otras actividades domésticas 0,7 1,6 1,2 0,6 2,9 2,2 1,7 1,3 1,6 Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) Cuadro Nº A.5 LIMA METROPOLITANA: PARTICIPACIÓN EN ACTIVIDADES DOMÉSTICAS DE LA PET POR DÍA Y SEXO, 2008 (En porcentajes) Actividades domésticas Cuidado de niños Lunes - Viernes Hombre Mujer Sábado Hombre Mujer Domingo Hombre Mujer 11,5 33,2 12,4 32,3 16,0 33,5 2,5 6,4 3,0 6,2 3,2 6,1 Preparación de alimentos 18,9 67,5 21,0 68,4 25,6 73,9 Limpiar el hogar 26,7 58,3 34,1 63,9 45,4 70,3 Lavar, planchar y cuidar prendas de vestir 15,5 44,8 20,8 50,7 29,0 52,4 Hacer compras, pago servicios y trámites 19,5 38,3 25,1 41,8 35,9 47,2 Reparar y dar mantenimiento a la vivienda 11,0 5,8 15,2 7,0 24,4 7,0 Cuidado de animales y mascotas 5,7 7,2 5,6 7,9 6,7 8,0 Realizar otras actividades domésticas 0,2 0,2 0,1 0,2 0,8 0,3 Cuidado adultos, enfermos o discapacitados Nota: El tiempo medio por participante se refiere al tiempo que dedica, la población que si ha realizado la actividad en concreto, en el periodo de tiempo considerado. Fuente: MTPE - Encuesta de Hogares Especializada en Niveles de Empleo, 2008 Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 68 Cuadro Nº A.6 LIMA METROPOLITANA: PRODUCTO BRUTO INTERNO, 1995 - 2006 (Millones de nuevos soles a precios constantes 1994) Año 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 a/ PBI Nacional 107 039 109 709 117 294 116 523 117 587 121 057 121 317 127 408 132 545 139 319 148 716 159 955 172 679 186 839 PBI Lima Metropolitana 50 155 50 442 55 984 55 649 56 320 57 688 57 322 59 525 61 662 65 631 69 676 75 338 72 274 74 221 % PBI Nacional 46,9 46,0 47,7 47,8 47,9 47,7 47,2 46,7 46,5 47,1 46,9 47,1 41,9 39,7 a/ El PBI de Lima Metropolitana fue proyectado. Fuente: Instituto Cuánto S.A. Anuario Estadístico Perú en Números 2005, 2006 y 2007. INEI - Dirección Nacional de Cuentas Nacionales. Elaboración: MTPE - Programa de Estadísticas y Estudios laborales (PEEL) 69