Primer Domingo de Cuaresma El Papa Benedicto XVI sorprendió al mundo al anunciar que renunciaría al papado el 28 de Febrero. El Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica le concede al papa esta autoridad, pero ningún lo había hecho desde Gregorio XII en el año de mil cuatrocientos quince. Algunos cuantos papas también renunciaron - uno porque se enfrentó al martirio en la cárcel. Benedicto XVI es el primer papa que renuncia debido a su edad y salud. El cree que necesitamos un papa con más habilidades físicas y mentales. Su renuncia es un acto de humildad personal y caridad profunda para el bien de la Iglesia. Benedicto se trasladará a Castel Gondolfo, la residencia de verano del Papa, alrededor de una hora al norte de Roma. A mediados de marzo ciento quince cardenales menores de 80 años de edad se reunirán en la Capilla Sixtina bajo el famoso techo de Miguel Ángel para abrir el conclave y elegir a un sucesor. El papa Benedicto XVI se retirará a un convento en el Vaticano y se dedicará el resto de su vida a la oración fuera del ojo público. Oremos por él, por la Iglesia y por los cardenales, que el Espíritu Santo les inspire a elegir para nosotros un líder bueno y santo. Cada uno de nosotros toma decisiones difíciles que tienen un efecto profundo en nuestras vidas y en las personas que nos rodean. Estas opciones pueden no tener un efecto profundo en la historia de la Iglesia y del mundo. Pero el Papa Benedicto nos ha dado un buen ejemplo de cómo tomar estas decisiones. Él puso su confianza en Dios, que nos ayuda en cada paso del camino, no importa lo peligroso del viaje. Esa es la creencia detrás del Salmo 91, “Acompáñame, Señor, en la tribulación.” Este salmo afirma la protección que recibimos de Dios, a quien llama refugio y fortaleza. Le dice al creyente, “No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda…caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones.” También promete que Dios enviará ángeles para protegernos en momentos de peligro, al igual que Israel experimentó en el momento del Éxodo: “Porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra.” Esta es la línea del Salmo 91 que cita Satanás tentando a Jesús, y es por eso motivo que cantamos este salmo de hoy. Satanás sabe que los creyentes disfrutan de la protección de Dios, por lo que su tentación es hacernos desordenados. Él nos hace que caigamos en conductas desordenadas que ponen en peligro nuestra seguridad física y espiritual. Él te hace pensar que un trago más no te afectará al conducir, que el uso de drogas ilegales en casa nunca se descubrirá, que ver pornografía en el internet es inofensivo, y que el sexo fuera del matrimonio no te llevará a ningún peligro. El ser Cristiano no nos protege de estas tentaciones. En realidad nos puede dar una falsa sensación de seguridad, y caemos en el pecado. El Papa Benedicto pudo haber renunciado al papado hace mucho tiempo si hubiera querido. Pero él creía que Dios lo había elegido para este ministerio y él lo ha cumplido fielmente. Ahora ha orado y examinado su conciencia para hacer una buena y razonada decisión. Ese es el modelo que nosotros debemos seguir. Si queremos evitar el pecado cuando hacemos nuestras elecciones, tenemos que dedicar tiempo a la oración, para saber qué es lo que Dios nos pide, y luego confiar en la protección que Dios brinda a los que creen.