CON PUNTO DE ACUERDO, RELATIVO A LA FIRMA DEL PROTOCOLO FACULTATIVO DE LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO, A CARGO DE LA DIPUTADA MARTHA LOERA ARÁMBULA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI Martha Loera Arámbula, diputada en la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados e integrante del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, con fundamento en los artículos 6, numeral 1, fracción I; 79, numeral 1, fracción II, numeral 2, fracciones I y II, y demás relativos del Reglamento de la Cámara de Diputados, someto a esta soberanía una proposición con punto de acuerdo por la que se exhorta respetuosamente al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores para que, en el ámbito de sus atribuciones, firme ad referéndum el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un Procedimiento de Comunicaciones y coordine las acciones necesarias para que sea firmado por el Presidente de la República y, posteriormente ratificado, a fin de que México sea parte del mismo, al tenor de lo siguiente: Exposición de Motivos Nuestro país ratificó en 1990 la Convención sobre los Derechos del Niño1 y, en 2002, sus dos protocolos facultativos –relativos, uno, a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía y, el otro, a la participación de niños en los conflictos armados.2 De la firma y ratificación de esos protocolos se derivó para México la obligación de rendir ante el Comité de los Derechos del Niño (CRC, por sus siglas en inglés), informes sobre las medidas que ha adoptado para cumplir con las determinaciones previstas en ambos instrumentos internacionales.3 En esos informes, presentados con base en los lineamientos definidos por el propio Comité, el Estado Mexicano reiteró su “firme voluntad de cooperar [...] con los órganos de vigilancia de los tratados, sobre el cumplimiento de las obligaciones emanadas de los instrumentos internacionales de derechos humanos de los que es parte”,4aceptando someterse a evaluación y recibir recomendaciones de aquella instancia internacional. Con motivo de lo anterior, el Comité de los Derechos del Niño en sus observaciones finales al informe presentado por México sobre el cumplimiento de las prevenciones del Protocolo sobre a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía externo que: Si bien toma nota de la información de la delegación del Estado parte de que los niños pueden presentar quejas a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, preocupa al Comité que únicamente la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal reciba quejas de los propios niños, mientras que la interposición de quejas ante todas las comisiones de derechos humanos estatales esta? sujeta a la aprobación paterna. Le preocupa asimismo la escasa independencia y capacidad de las comisiones de derechos humanos a nivel de los estados”.5 De esa forma, el Comité observó por primera vez la necesidad de que en nuestro país se acogieran medidas para mejorar el acceso de las niñas y los niños a procedimientos administrativos y legales, así como para dar voz a sus testimonios. Lo anterior encuentra sustento en el artículo 12, numerales 1 y 2, de la citada convención que reconocen el derecho de los menores a expresar libremente su opinión en todos los asuntos que les afectan y, por tanto, a que sean tomadas en cuenta en función de su edad y madurez. Por lo que, los Estados deben garantizar el ejercicio de ese derecho para que cada niña o niño, por sí o a través de un representante, intervenga en los procedimientos judiciales o administrativos que le afecten. Así, se establece [...] el principio de participación en los procesos que sean de su interés, siendo éste la base que determina la capacidad jurídica de la niñez y la adolescencia para actuar directamente y de manera independiente en dichos procesos.6 En ese marco de garantía, en 2012, dentro del sistema de las Naciones Unidas, se adoptó el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un Procedimiento de Comunicaciones, a partir del cual, reafirmando la condición de los menores como sujetos de derechos y su capacidad para promover su reparación por transgresiones a los mismos, se estableció un procedimiento de comunicaciones que posibilita al Comité de los Derechos del Niño a recibir y examinar comunicaciones por vulneraciones a los derechos previstos en la referida convención, una vez que se hayan agotado todos los recursos que determinan las disposiciones nacionales, así como a realizar visitas tendientes a investigar casos de violaciones graves y sistemáticas de los derechos de niñas y niños. Sin embargo, nuestro país no ha firmado este último instrumento, que será parte importante de la ruta que trazó la reforma constitucional en materia de derechos humanos de junio de 2011, la cual definió nuevos esquemas de reconocimiento, tutela y garantía de los derechos fundamentales de las personas. Este instrumento mejora el acceso a la justicia al posibilitar a niñas y niños, así como a sus representantes, en el marco del interés superior que les asiste, a presentar quejas directamente ante el Comité de los Derechos del Niño por presuntas violaciones a los derechos humanos que les están reconocidos en la referida convención, así como en sus dos Protocolos Facultativos, además da voz a sus testimonios. En suma, se les reconoce capacidad para ejercer y reclamar sus derechos. El punto medular del tercer protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño radica en el reconocimiento a su capacidad para intervenir por sí en procedimientos administrativos y jurisdiccionales cuando les asista algún interés jurídico. Al respecto se ha señalado que: El acceso a la justicia de las niñas y los niños debe considerarse desde las diferentes posiciones en que aquellos pueden encontrarse frente a la administración de la justicia. Sobre este punto, la concepción de los niños y las niñas como sujetos de derecho exige, indudablemente, el reconocimiento y estricto respeto del conjunto de derechos y garantías que en el sistema tutelar les fue negado [...] Las niñas y los niños que se encuentren sujetos a un procedimiento administrativo o judicial gozan de todas las garantías que rigen para el proceso de adultos, así como también de aquellas garantías procesales específicas por ser personas menores de 18 años de edad. Por su parte, el niño y la niña víctima o testigo de un delito deben tener la oportunidad de ejercer plenamente su derecho a expresar libremente sus opiniones”. Cierto es también que la firma y ratificación del protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un Procedimiento de Comunicaciones, les posibilitará acudir ante instancias internacionales en apoyo a sus pretensiones de tutela y garantía. La tutela del interés superior de la niñez demanda de la adopción y puesta en marcha de medidas y acciones para proteger los derechos de los menores y promover su supervivencia, desarrollo, crecimiento y bienestar. En suma, de la plena satisfacción de sus derechos y, para ello, es indispensable un sistema normativo que, armonizado con las prevenciones del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, garantice su ejercicio. A mayor abundamiento respecto al Interés Superior del Niño, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ha señalado que: En términos de los artículos 4o., párrafo octavo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 3 de la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por México y publicada en el Diario Oficial de la Federación el 25 de enero de 1991; y 3, 4, 6 y 7 de la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, los tribunales, en todas las medidas que tomen relacionadas con los menores, deben atender primordialmente al interés superior del niño; concepto que interpretó la Corte Interamericana de Derechos Humanos (cuya competencia contenciosa aceptó el Estado Mexicano el 16 de diciembre de 1998) de la siguiente manera: “la expresión ‘interés superior del niño’ ...implica que el desarrollo de éste y el ejercicio pleno de sus derechos deben ser considerados como criterios rectores para la elaboración de normas y la aplicación de éstas en todos los órdenes relativos a la vida del niño” (subrayado nuestro).7 De esa forma y en palabras de la Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas [...] necesitamos que el interés superior de la niñez, consagrado tanto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como en los tratados internacionales de los que México es parte, constituya, el criterio rector para la elaboración de normas y para la aplicación de éstas, en todos los órdenes relativos a la vida de las y los niños”.8 Conforme a lo anterior, puede decirse que se transita hacía un modelo de protección de los derechos de los niños y las niñas reconociendo su autonomía y “definiendo las responsabilidades del Estado en la tutela de esos límites”9 y, en ese esquema, la firma de instrumentos internacionales, desempeñan un papel fundamental. Dada la importancia de avanzar hacia la consolidación de un sistema de protección y garantía sustentado en los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad de los derechos humanos, resulta oportuno proceder a la firma del protocolo y, de esa manera, ampliar el sistema de garantía de los derechos de las niñas y niños mexicanos y posibilitarles el acceso a instancias internacionales, por lo que me permito proponer ante esta honorable soberanía, la siguiente proposición con Punto de Acuerdo Único. La Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión exhorta respetuosamente al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores para que, en el ámbito de sus atribuciones, firme ad referéndum el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un Procedimiento de Comunicaciones, y coordine las acciones necesarias para que sea firmado por el Presidente de la República y, posteriormente ratificado, a fin de que México sea parte del mismo. Notas 1 Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 25 enero de 1991. 2 Protocolos que fueron adoptados y abiertos a firma el 25 de mayo de 2000. México los firmo? el 7 de septiembre de 2000 y los ratifico? el 15 de marzo de 2002. Las obligaciones establecidas en ellos entraron en vigor el 15 de abril de 2002. 3 Presento? sus informes iniciales sobre los protocolos facultativos en 2008. Posteriormente, el 31 de enero 2011 sustento? dichos informes ante el Comité de los Derechos del Niño en Ginebra, Suiza. 4 Secretaría de Relaciones Exteriores. Informes de México sobre los Protocolos Facultativos de la Convención sobre los Derechos del Niño Relativos a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía, y a la Participación de Niños en Conflictos Armados, México, 2011. Pág. 13. Disponible en línea en http://www.sre.gob.mx/images/stories/docsdh/informes/inforni.pdf 5 Ibídem, p. 126 6 García Chavarría, Ana Belem, La Convención sobre los Derechos del Niño (fascículo 8). Colección del Sistema Universal de Protección de los Derechos Humanos (obra completa). Comisión Nacional de los Derechos Humanos. México, D.F., 2012. P. 40. 7 Tesis: 1a. /J. 25/2012 (9a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XV, Tomo 1, diciembre de 2012. P. 334 disponible en http://200.38.163.178/sjfsist/Paginas/DetalleGeneralV2.aspx?Epoca=1e3e1 fd00000000&Apendice=1000000000000&Expresion=%2522interes%2520su perior%2520del%2520ni%25C3%25B1o%2520concepto%2522&Dominio=Rubro,Te xto&TA_TJ=2&Orden=1&Clase=Detalle Tesis BL&NumTE=1&Ep p=20&Desde=-100&Hasta=100&Index=0&InstanciasSelecciona das=6,1,2,3,4,5,50,7&ID=159897&Hit=1&IDs=159897&tipoTes is=&Semanario=0&tabla= 8 Sánchez Cordero de García Villegas, Olga, op. cit. nota 9, p. 36. 9 García Chavarría, Ana Belem, nota 6, p. 26. Palacio Legislativo de San Lázaro, a 9 de abril de 2015. Diputada Martha Loera Arámbula (rúbrica)