¿Quién censura al censurador?: notas acerca de la censura previa a propósito del caso Químper Herrera Por: Benji Gregory Espinoza Ramos I. Introducción 1. El título del presente artículo hace con una expresión que es una reformulación de la locución latina del poeta romano Juvenal: ¿quis custodiet ipsos custodes? -quién custodia al custodio-, la misma que busca determinar dónde debe residir el poder último o quién debe detentarlo. 2. En efecto, el epígrafe pone de relieve un asunto que no resulta de menor calado, por cuanto las libertades de expresión e información solo pueden tener asiento en una sociedad a condición de que no exista censura o autorización previa a su ejercicio. De modo tal que resultan ilustrativos los términos en que fueron redactados determinados fundamentos jurídicos en la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el caso Químper Herrera al representar un caso de censura previa indirecta. 3. Ahora bien, para poder llegar al análisis de si hubo o no censura previa en el caso concreto de la sentencia sub comento, se impone con anterioridad desarrollar ciertos tópicos: en primer lugar, determinar los extremos de la sentencia que será objeto de análisis; segundo, el reconocimiento de las libertades comunicativas en el orden jurídico nacional e internacional; luego, distinguir la libertad de expresión de la información; cuarto, su importancia como garantías del sistema democrático; quinto, los límites a estos derechos; sexto, la censura previa en el sistema interamericana de protección de los derechos humanos; séptimo, la censura previa y su desarrollo en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional; y, finalmente, como consecuencia del análisis anterior, se determinará si nos encontramos frente a un supuesto o no de censura previa en el caso Químper Herrera. Ex Pasante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (San José, Costa Rica). Actualmente, se desempeña como Coordinador del Área de Investigaciones del Centro de Estudios de Derechos Humanos de la Universidad de San Martín de Porres. II. Planteamiento de la cuestión 4. En la sentencia recaída en el Exp. Nº 00655-2010-PHC/TC el Contralor de la Constitucionalidad aborda el pedido de la parte demandante de que se declare nulo el auto apertorio de instrucción emitido por el Tercer Juzgado Penal Especial de Lima y, en consecuencia, se expida un auto denegatorio de instrucción, por cuanto se inició proceso por los delitos de patrocinio ilegal, de cohecho pasivo propio, tráfico de influencias y negociación incompatible sustentándose telefónicas en contra pruebas ilegales el señor prohibidas -“petroaudios”- Alberto producto difundidas de por Químper Herrera interceptaciones los medios de comunicación. 5. El Tribunal Constitucional declaró improcedente la demanda y en la parte final de la sentencia esboza lo siguiente en calidad de obiter dictum1: 20. “… [L]as conversaciones telefónicas del beneficiario no constituían información pública, por lo que su divulgación a través de los medios de prensa sin la autorización del beneficiario se tornó inconstitucional. … [L]a divulgación de las grabaciones telefónicas requiere de la autorización de sus interlocutores para que sea legítima”. 23. “… [L]os medios de comunicación social se encuentran prohibidos de divulgar o difundir interceptaciones y grabaciones de conversaciones telefónicas, salvo que exista la autorización de los interlocutores grabados para que sea conocida por terceros o un mandamiento judicial motivado que permita su difusión por ser de interés público, bajo responsabilidad de ser denunciados penalmente” (énfasis añadido). 6. Ahora bien, no puede dejar de mencionarse que el Tribunal Constitucional aclaró ex officio2 el fundamento 23 de sus sentencia sosteniendo que la interpretación correcta de este considerando se dirige a la sanción de la conducta de aquellos que promueven, instigan o participan en 1 la interceptación de las telecomunicaciones, “aun cuando sean Una sentencia, en su estructura lógica, se divide en ratio decidendi, obiter dictum y decisum. La ratio decidendi (razones para decidir) está conformada por los argumentos en la parte considerativa de la sentencia que constituyen la base argumental del fallo del tribunal sobre la materia sometida a su conocimiento. El obiter dictum (fuera del documento) está compuesto por argumentos que no forman parte del petitorio y que, sin embargo, son complementarios al de la ratio decidendi. La decisum es el fallo o conclusión que tiene como premisas a las razones expuestas en la ratio decidendi. 2 RTC. Exp. Nº 00655-2010-PHC/TC. Caso Químper Herrera. Resolución de 10 de diciembre de 2010. periodistas, medios o empresas dedicados a las telecomunicaciones”3. Así, “… quien tiene acceso a tal información [producto de la interceptación] y pretende su difusión, sea porque es periodista, editor o dueño de un medio de comunicación, debe evaluar si con ello se afecta la intimidad personal o familiar o la vida privada de los interceptados, familiares o terceros. Es en este último caso que el control es posterior, en la medida que la constitución garantiza que no hay censura previa”4. 7. Sin perjuicio de la aclaración del Tribunal Constitucional, la cual saludamos, resulta importante hacer un desarrollo de la censura previa y su existencia en la sentencia bajo comentario. III. Las libertades comunicativas y su reconocimiento en el ordenamiento jurídico nacional e internacional 8. Las libertades comunicativas están consagradas en las normas principales del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y en nuestro texto constitucional. 9. Así tenemos que en el sistema universal de protección de los derechos humanos su reconocimiento tiene doble base. En primer lugar, en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en los siguientes términos: <<Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión>>. 10. Asimismo, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos igualmente en el artículo 19 inciso 2: <<… 2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. …>>. 3 RTC. Exp. Nº 00655-2010-PHC/TC. Caso Químper Herrera. Resolución de 10 de diciembre de 2010, considerando 5. 4 RTC. Exp. Nº 00655-2010-PHC/TC. Caso Químper Herrera. Resolución de 10 de diciembre de 2010, considerando 7. 11. En el ámbito del sistema interamericano, las libertades de comunicación hunden sus raíces en dos cuerpos normativos: la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Declaración Americana, de forma escueta, establece en su artículo IV: <<Toda persona tiene derecho a la libertad de investigación, de opinión y de expresión y de difusión del pensamiento por cualquier medio>>. 12. A su turno, la Convención Americana prescribe en su artículo 13: <<1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. 2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a) El respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas. … 4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2 …>>. 13. En nuestro ordenamiento jurídico nacional, la Constitución Política les prodiga reconocimiento en el artículo 2 inciso 4 al rezar: <<Artículo 2°. Toda persona tiene derecho: … 4. A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley. …>>. IV. Las libertades comunicativas: distinción entre la libertad de expresión y la libertad de información 14. Precisar el contenido de las libertades de expresión e información se hace necesario para poder determinar el significado de la censura previa como parte de lo protegido por estas libertades. 15. Para distinguirlas es recomendable antes apuntar sus semejanzas: la primera estriba en que ambas cautelan la libre comunicación; el segundo denominador común es que ambas libertades, además de ser manifestación de la dignidad humana (dimensión subjetiva), al mismo tiempo se erigen en condición indefectible del Estado de Derecho (dimensión objetiva o institucional); el tercer parecido reside en que tanto una como otra constituyen libertades preferidas, no en el sentido de que prevalecen en abstracto frente a cualquier derecho en supuestos de conflictos, sino en el sentido que toda intervención a éstas está sometida a una presunción de inconstitucionalidad que exige que el Estado debe probar el interés público para justificar la limitación a su ejercicio. 16. Ahora bien, en cuanto a las diferencias entre una y otra5, la libertad de expresión tiene por objeto la difusión del pensamiento, la opinión o la idea. En cambio, en ejercicio de la libertad de información se dan a conocer hechos o datos objetivos. A la libertad de expresión no se le aplica el test de veracidad que sí es predicable en la libertad de información, ya que la primera está teñida de subjetividad, y la segunda de objetividad. 17. Al respecto, el Tribunal Constitucional ha anotado: “… Aun cuando históricamente la libertad de información haya surgido en el seno de la libertad de expresión, y a veces sea difícil diferenciar la una de la otra, el referido inciso 4) del artículo 2° de la Constitución las ha reconocido de manera independiente, esto es, como dos derechos distintos y, por tanto, cada uno con un objeto de protección distinto. … Así, mientras que con la libertad de expresión se garantiza la difusión del pensamiento, la opinión o los juicios de valor que cualquier persona pueda emitir, la libertad de información garantiza el acceso, la búsqueda y la difusión de hechos noticiosos o, en otros términos, la información veraz. Por su propia naturaleza, los juicios de valor, las opiniones, los pensamientos o las ideas que cada persona pueda tener son de naturaleza estrictamente subjetivas y, por tanto, no pueden ser sometidos a un test de veracidad; a diferencia de lo que sucede con los hechos noticiosos, que, por su misma naturaleza de datos objetivos y contrastables, sí lo pueden ser” (énfasis agregado)6. 5 En contra de la distinción por inútil e inconveniente, véase: CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Criterios de delimitación del contenido constitucional del derecho a la libertad de expresión e información. En: Actualidad Jurídica, N º 152, Julio, 2006, pág. 16. 6 STC. Exp. N° 0905-2001-AA/TC. Caso Caja Rural de Ahorro y Crédito de San Martín, Fundamento Jurídico 9. Este criterio fue reiterado ulteriormente. Vide: Exp. N° 00013-2007PI/TC. Caso Jorge Santistevan de Noriega en representación de más de cinco mil ciudadanos, Fundamento Jurídico 2. V. Las libertades de expresión e información como garantías de una sociedad democrática 18. La Corte Interamericana de Derechos Humanos tiene como línea jurisprudencial consolidada considerar que la libertad de expresión “es una piedra angular en la existencia misma de una sociedad democrática” 7 y que no solo debe hacerse respetar en relación con informaciones o ideas que son recibidas favorable o inofensivamente, sino también a las que resultan desfavorables o ingratas habida cuenta de las exigencias del pluralismo que supone tolerancia y espíritu de apertura8. “Sin una efectiva garantía de la libertad de expresión, se debilita el sistema democrático y sufren quebranto el pluralismo y la tolerancia; los mecanismos de control y denuncia ciudadana pueden volverse inoperantes y, en definitiva, se crea un campo fértil para que arraiguen sistemas autoritarios” 9. 19. Desde antiguo el Tribunal Constitucional ha considerado que “…los derechos a la libre expresión y a la información tienen un rol estructural en el funcionamiento de la Democracia, ya que ésta no puede existir sin una auténtica comunicación pública libre”10. Más recientemente, ha sostenido criterio similar al señalar que la cosustancialidad entre las libertades de expresión e información y el régimen democrático descansa en que éstas “…contribuyen con la formación de una opinión pública libre 11”. 20. En resumen, el disenso y las diferencias de opinión, impelidas por el ejercicio de las libertades informativas, son cosustanciales al pluralismo que debe estar presente en una sociedad democrática 12. Sin estos derechos comunicativos no hay opinión pública racional y libre y, en consecuencia, la 7 Cfr. Corte IDH. La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie A No. 5, párr. 70. Ver también: Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2004. Serie C No. 111, párr. 82; Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177, párrs. 87 y 88; y Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, párr. 131. 8 Cfr. Corte IDH. Caso Perozo y otros Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de enero de 2009. Serie C No. 195, párr. 74. 9 Cfr. Corte IDH. Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107, párr.116. 10 STC. Exp. N° 02-2001-AI/TC. Caso Defensoría del Pueblo, Fundamento Jurídico 9. 11 STC. Exp. N° 0010-2002-AI/TC. Caso Marcelino Tineo Silva y más de 5.000 ciudadanos, Fundamento Jurídico 9. 12 Cfr. Corte IDH. Caso Perozo y otros Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de enero de 2009. Serie C No. 195, párr. 74. democracia se convertiría en una palabra de fuertes acentos pero de escuálidos resultados. VI. Las libertades de expresión e información como derechos limitables 21. A pesar de su importancia como instituciones que, de suyo, condicionan el establecimiento de una sociedad democrática, las libertades de expresión e información no constituyen derechos irrestrictos o ilimitados, ya que –como todos los derechos fundamentales- pueden ser objeto de limitación en su ejercicio en la medida que no se interfiera dentro de su contenido esencial o constitucionalmente protegido. 22. La Corte IDH ha asumido el criterio de que la libertad de expresión no es un derecho absoluto y puede estar sujeta a restricciones13, en particular cuando interfiere con otros derechos garantizados por la Convención 14. 23. A su vez, el Tribunal Constitucional ha manifestado reiteradamente que no debe entenderse a ambas libertades como absolutas, “… esto es, no sujetas a límites o que sus excesos no sean sancionables…” 15. Efectivamente, “[e]l ejercicio del derecho a la información no es libre ni irrestricto; por el contrario, está sujeto a ciertos condicionamientos que deben ser respetados dentro de un Estado democrático y social de derecho. Sólo así, con los límites que se deben encontrar en la propia Constitución, el derecho a la información podrá convertirse en la piedra angular de la democracia”16. Asimismo, se ha señalado que si bien “… en un Estado democrático la libertad de expresión adquiere un cariz significativo y obtiene una posición preferente por ser el canal del garantía mediante el 13 Cfr. Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, párr., párr. 131; Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177, párr. 54; y Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 79. 14 Cfr. Corte IDH. Caso Kimel Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177, párr. 56. 15 STC. Exp. N° 0905-2001-AA/TC. Caso Caja Rural de Ahorro y Crédito de San Martín, Fundamento Jurídico 14. En sentido similar, véase: Exp. N° 2791-2005-PA/TC. Caso Soverón Márquez y otro, Fundamento Jurídico 4. 16 STC. Exp. N° 6712-2005-HC/TC. Caso Magaly Medina y Ney Guerrero, Fundamento Jurídico 36; y Exp. N° 00013-2007-PI/TC. Caso Jorge Santistevan de Noriega en representación de más de cinco mil ciudadanos, Fundamento Jurídico 3. cual se ejercita el debate, el consenso y la tolerancia social; sin embargo, ello no admite la aceptación de estados de libertad irrestrictos, pues el ejercicio mismo de la libertad de expresión conlleva una serie de deberes y responsabilidades para con terceros y para con la propia organización social”17. VII. La censura previa en el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos 24. La censura previa viene a constituir parte del objeto de protección de estas libertades comunicativas, ya que carecería de sentido, por un lado, preconizar el reconocimiento de las libertades de expresión e información, si por el otro se habilita como condición de ejercicio la autorización o censura previa por parte de las autoridades públicas. 25. La Convención Americana sobre Derechos Humanos establece que las libertades de expresión e información se ejercen sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley (artículo 13 inciso 2 de la CADH). Sin embargo, esta prohibición no es absoluta ya que se permite una prohibición previa de difusión –a través de una ley- con el objeto de regular el acceso a espectáculos públicos “para la protección moral de niños y adolescentes" (artículo 13 inciso 4 de la CADH) 18. 27. Para poder determinar el desarrollo de la censura previa por parte de los órganos de protección del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, haremos referencia, en primer lugar, a los casos donde la CIDH ha tocado este tema y, luego, a la jurisprudencia de la Corte IDH sobre el particular. 28. La Comisión Interamericana trató por primera vez la cuestión de la censura previa en el caso Steve Clark y otros vs. Grenada19, donde el Estado confiscó en el aeropuerto de ese país cuatro cajas de libros 17 STC. Exp. N° 2465-2004-AA/TC. Exp. N° 2465-2004-AA/TC. Caso Jorge Barreto Herrera, Fundamento Jurídico 16. 18 Cabe apuntar que en el sistema europeo de protección de los derechos humanos sí está permitida la censura o autorización previa. Así, el Pacto de Roma en su artículo 10 inciso 1 in fine, después de reconocer a la libertad de expresión como derecho protegido, puntualiza: “[e]l presente artículo no impide que los Estados sometan a las empresas de radiodifusión, de cinematografía o de televisión a un régimen de autorización previa” (subrayado fuera del original). 19 CIDH. Caso 10.325, Informe Nº 2/96, Grenada, Steve Clark y otros, 1 de marzo de 1996. provenientes de los Estados Unidos que portaban los denunciantes. La Comisión declaró que la confiscación y prohibición de los libros constituía una imposición de censura previa por parte del Estado y añadió que el Estado no había presentado ninguna argumentación que justificara ese acto, por lo cual había violado el artículo 13 de la CADH. La Comisión resaltó el doble carácter del artículo 13, considerando que la acción denunciada inhibía el ejercicio del derecho a la libertad de expresión por parte de los peticionarios, así como de otras personas que nunca tendrían acceso a la información e ideas consignadas en los libros. 29. Luego, la Comisión amplió su criterio respecto a la censura previa con motivo del caso de Francisco Martorell vs. Chile20. En este caso un tribunal había impartido una orden prohibiendo la publicación de un libro la noche anterior a la fecha de su salida a la venta. El libro relataba las circunstancias que habían llevado a que un ex embajador de la Argentina en Chile abandonara este país. Francisco Martorell, autor del libro, apeló la decisión ante la Corte Suprema, que rechazó la apelación y prohibió la circulación del libro. Asimismo, se presentaron cargos contra el autor por difamación y calumnias. La Comisión consideró que se había violado el Artículo 13, porque la orden contra el libro constituía censura previa y observó lo siguiente: “La prohibición de la censura previa, con la excepción consignada en el párrafo 4 del Artículo 13, es absoluta y exclusiva de la Convención Americana, por cuanto ni la Convención Europea ni la Convención sobre Derechos Civiles y Políticos contienen disposiciones similares. El hecho de que no se estipulen otras excepciones a esta disposición, indica la importancia que los autores de la Convención asignaron a la necesidad de expresar y recibir cualquier clase de información, pensamientos, opiniones e ideas” (énfasis añadido)21. 30. Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos esbozó sus primeros criterios en cuanto a la censura previa en los primordios del ejercicio de su competencia consultiva. Así, en la Opinión Consultiva Nº 5-85 relativa a La Colegiación Obligatoria de Periodistas, frente al pedido del gobierno de Costa Rica de que se interprete la compatibilidad de 20 CIDH. Caso 11.230, Informe Nº 11/96, Chile, Francisco Martorell, 3 de mayo de 1996. CIDH. Caso 11.230, Informe Nº 11/96, Chile, Francisco Martorell, 3 de mayo de 1996, párr. 56. 21 su ley interna que establecía la colegiación obligatoria de periodistas con los estándares de la Convención Americana. 31. En esta opinión Consultiva la Corte IDH estableció los siguientes criterios: i) la libertad de expresión tiene dos dimensiones -individual y social-, las cuales requieren ser garantizadas simultáneamente. Así, “… no sería lícito invocar el derecho de la sociedad a estar informada verazmente para fundamentar un régimen de censura previa supuestamente destinado a eliminar las informaciones que serían falsas a criterio del censor” 22; ii) la prohibición de la censura previa es siempre incompatible con la plena vigencia de los derechos enumerados por el artículo 13, salvo las excepciones contempladas en el inciso 4 referentes a espectáculos públicos, incluso si se trata supuestamente de prevenir por ese medio un abuso eventual de la libertad de expresión. De esa suerte, “… toda medida preventiva significa, inevitablemente, el menoscabo de la libertad garantizada por la Convención”23; y iii) “[ e]l abuso de la libertad de expresión no puede ser objeto de medidas de control preventivo sino fundamento de responsabilidad para quien lo haya cometido”24. 32. Ahora bien, en un caso contencioso la primera vez que se hace un planteamiento de censura previa es en el caso la Última Tentación de Cristo vs. Chile. En este asunto las autoridades judiciales chilenas prohibieron la exhibición de la película que lleva en el nombre del caso. La Corte señaló que el artículo 13 no permite la censura previa, salvo cuando se trate de la regulación de espectáculos públicos con el exclusivo objeto de proteger la moral de los niños y los adolescentes, valor convencionalmente relevante, y que en todos los demás casos “… cualquier medida preventiva implica el menoscabo a la libertad de pensamiento y de expresión” 25. 33. En este caso la Corte consideró probado “… que en Chile existe un sistema de censura previa para la exhibición y publicidad de la producción 22 Corte IDH. La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie A No. 5, párr. 33 23 Corte IDH. La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie A No. 5, párr. 38 24 Corte IDH. La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie A No. 5, párr. 39 25 Corte IDH. Caso “La Última Tentación de Cristo“ (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Serie C No. 73, párr. 70. cinematográfica… Estima este Tribunal que la prohibición de la exhibición de la película “La Última Tentación de Cristo” constituyó, por lo tanto, una censura previa impuesta en violación al artículo 13 de la Convención”26. 34. En el caso Ricardo Canese vs. Paraguay, donde se le impuso sanciones penales al señor Canese porque, en su aspiración de alcanzar la Presidencia de la República, emitió comentarios sobre su contendor político. Si bien en este caso la Corte IDH no declaró la violación de la libertad de expresión por existencia de censura previa, sí hizo ciertas consideraciones al respecto: “(L)a Convención Americana, en el inciso 2 del referido artículo 13 de la Convención, prevé la posibilidad de establecer restricciones a la libertad de expresión, que se manifiestan a través de la aplicación de responsabilidades ulteriores por el ejercicio abusivo de este derecho, las cuales no deben de modo alguno limitar, más allá de lo estrictamente necesario, el alcance pleno de la libertad de expresión y convertirse en un mecanismo directo o indirecto de censura previa” (énfasis agregado) 27 . 35. Posteriormente, en el caso Palamara Iribarne vs. Chile se planteó la situación del señor Humberto Antonio Palamara Iribarne, oficial retirado de la Armada chilena, cuyo libro titulado “Ética y Servicios de Inteligencia” – que abordaba aspectos relacionados a la inteligencia militar- fue objeto de una prohibición de publicación, incautación de los ejemplares del libro y los originales del texto, así como el disco que contenía el texto íntegro y la matricería electroestática de la publicación, junto a la eliminación del texto íntegro del libro del encontraba en disco duro de la computadora personal que se el domicilio del señor Palamara Iribarne. Además, fue condenado por los delitos de desobediencia y desacato. 36. La Corte consideró que “… para que el Estado garantizara efectivamente el ejercicio del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión del señor Palamara Iribarne no bastaba con que permitiera que escribiera sus ideas y opiniones, sino que tal protección comprendía el deber de no restringir su difusión, de forma tal que pudiera distribuir el libro 26 Corte IDH. Caso “La Última Tentación de Cristo“ (Olmedo Bustos y otros) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Serie C No. 73, párr. 71. 27 Corte IDH. Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2004. Serie C No. 111, párr. 95. utilizando cualquier medio apropiado para hacer llegar tales ideas y opiniones al mayor número de destinatarios, y que éstos pudieran recibir tal información”28. 37. Por ello, concluyó que “… las medidas de control adoptadas por el Estado para impedir la difusión del libro “Ética y Servicios de Inteligencia” del señor Palamara Iribarne constituyeron actos de censura previa no compatibles con los parámetros dispuestos en la Convención, dado que no existía ningún elemento que, a la luz de dicho tratado, permitiera que se afectara el referido derecho a difundir abiertamente su obra, protegido en el artículo 13 de la Convención”29. 38. Finalmente, en el caso Tristán Donoso vs. Panamá, en un caso donde la conversación telefónica del abogado Santander Tristán Donoso fue interceptada, grabada y difundida, y se le inicia un proceso penal por delitos contra el honor en represalia a sus denuncias por las referidas grabación y divulgación. Si bien el Tribunal no declara la violación del artículo 13 por considerar la existencia de una censura previa, sí considera que una sanción pecuniaria elevada puede generar una autocensura: “… (L)os hechos bajo el examen del Tribunal evidencian que el temor a la sanción civil, ante la pretensión del ex Procurador de una reparación civil sumamente elevada, puede ser a todas luces tan o más intimidante e inhibidor para el ejercicio de la libertad de expresión que una sanción penal, en tanto tiene la potencialidad de comprometer la vida personal y familiar de quien denuncia a un funcionario público, con el resultado evidente y disvalioso de autocensura, tanto para el afectado como para otros potenciales críticos de la actuación de un servidor público” (énfasis añadido)30. VIII. La censura previa en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional 39. El Tribunal Constitucional, en su recorrido jurisprudencial, ha delineado consideraciones generales en torno a la censura previa, salvo en 28 Corte IDH. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 73. 29 Corte IDH. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, párr. 78. 30 129 un caso donde la abordó de manera detallada. Veamos qué tratamiento le ha dispensado en sus resoluciones el Colegiado Constitucional a esta materia. 40. En el caso Mohme Llona y otro, en un proceso de amparo los accionantes Gustavo Mohme Llona y Javier Diez Canseco, cuestionaron que el Presidente del Consejo de Ministros, y los Ministros del Interior y Defensa violentaban sus derechos constitucionales al honor, buena reputación, a la voz e imagen, por cuanto desde el día 10 de junio de 1996 -a través de dos canales de televisión- se venía propalando un spot publicitario, a través del cual se les presentaba a la opinión pública como personas que están empeñadas en dañar el prestigio de las Fuerzas Armadas. 41. El Tribunal Constitucional identificó el petitorio de la demanda y consideró que tenía por objeto que las entidades demandadas “… se abstengan de propalar <<el aviso o spot publicitario>> que se viene trasmitiendo en los canales cinco y nueve de televisión, que según se alega afectan maliciosamente los derechos constitucionales al honor, la buena reputación, a la protección de la voz y de la imagen, y en consecuencia, se disponga que los referidos canales de televisión no trasmitan los avisos publicitarios considerados como lesivos 31”. 42. Así las cosas, el TC consideró que la pretensión debía desestimarse, por cuanto, conforme a lo dispuesto en el inciso 4) del artículo 2° de la Constitución Política del Estado, “… en nuestro ordenamiento jurídico la libertad de propalar información a través de los medios de prensa, hablado, escrito, radial o televisado, [ si bien puede ser limitado], sin embargo, su ejercicio no requiere autorización previa, ni está sujeto a censura o impedimento alguno”; “… [de ahí que] su tutela no puede significar que con carácter preventivo se impida a un medio de comunicación social, cualquiera sea su naturaleza, propalar la información que se considera como lesiva, pues ello supondría que la cláusula de prohibición de la censura previa o de la proscripción del impedimento para el ejercicio de tales libertades quedara vaciada de contenido…” 32. 31 32 STC. Exp. N° 168-98-AA/TC. Caso Mohme Llona y otro, Fundamento Jurídico 1. STC. Exp. N° 168-98-AA/TC. Caso Mohme Llona y otro, Fundamento Jurídico 2. 43. En el caso Ortiz Pietro, el afectado, Alberto Felipe Ortiz Prieto, interpone proceso constitucional de amparo contra el director del programa radial "Acontecer", ya que el demandado propaló en su programa radio noticioso una serie de notas difamantes que agravian su honor y buena reputación. Parte de su petitorio exigía que el TC ordene cesar la propagación de opiniones que afecten sus derechos constitucionales al honor y a la buena reputación 33. 44. El Contralor de la Constitución reitera el criterio establecido en el caso Mohme Llona y otro y establece que “… la posición central que ocupan las libertades de información y expresión en la formación de una opinión pública libre, presupuesto de la configuración del Estado como un Estado Democrático de Derecho… impide que cualesquiera sean las circunstancias, éstas se encuentren sujetas a unos límites de carácter preventivo, por medio de los cuales pueda impedirse el ejercicio de tales libertades como consecuencia del dictado de un mandato judicial de prohibición, ya que… el ejercicio de las libertades informativas a través de medios de comunicación social no se encuentran sujetos a ninguna clase de autorización, censura o impedimento alguno”34. 45. En el caso Editora Sport S.A., se cuestiona que la aplicación de una ordenanza municipal (Ordenanza Municipal N.° 009-96-MDL) emitida por la Municipalidad de Lince que, a juicio de la empresa demandante, vulnera sus derechos a la libertad de empresa, la libertad de prensa y las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento al haber establecido en su contenido la prohibición de que los quioscos y puestos de venta de periódicos y revistas exhiban publicaciones cuya primera plana contenga "imágenes de personas desnudas o semidesnudas", "imágenes de parejas homosexuales y/o heterosexuales en actos carnales" o "imágenes de cadáveres [...] y otros sucesos de índole similar que reflejen el carácter repulsivo y/o macabro de la muerte", estableciendo sanciones para quien no acate dicha medida. 46. En primer lugar, el Colegiado determina, en virtud de un principio elemental de competencia, que solo por ley o excepcionalmente por decreto 33 34 STC. Exp. N° 829-98-AA/TC. Caso Ortiz Prieto, Fundamento Jurídico 1. STC. Exp. N° 829-98-AA/TC. Caso Ortiz Prieto, Fundamento Jurídico 2. legislativo –y no por ordenanza municipal- pueden regularse o fijarse pautas para el ejercicio de los derechos fundamentales. Así, el TC considera que la Municipalidad Distrital de Lince no debió regular, mediante Ordenanza, aspectos concernientes a las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento. 47. Ahora bien, el Sumo Intérprete de la Constitución considera que se violentan los derechos reclamados por falta de legitimación de la Municipalidad de Lince para regular los derechos glosados. Sin embargo, no hace referencia a que estos actos constituyen censura previa, a pesar de que éste es un caso típico de tutela preventiva en aras de resguardar la moral. En consecuencia, el TC declara fundada la demande de amparo, inaplicable la ordenanza municipal para la empresa Editora Sport S.A y ordena al Municipio a abstenerse de prohibir la exhibición del diario El Chino en los quioscos y puestos de venta de periódicos y revistas de su respectiva circunscripción35. 48. En el caso Medina Díaz, el TC estableció, frente a la demanda contra el diario El Clarín por realizar publicaciones poniendo en tela de juicio el ejercicio de sus funciones como alcaldesa de la Municipalidad Provincial de San Miguel, Cajamarca, que afectan su derecho constitucional al honor, la buena reputación y a la intimidad personal y familiar. 49. El objeto de la pretensión consiste en que el TC ordene al diario demandado dejar de difundir los hechos noticiosos que se consideran agraviantes. Al respecto, el Alto Tribunal recuerda que “… la libertad de información no está (ni puede estar) sujeta a censura previa. Por el contrario, conforme se señala en el inciso 4) del artículo 2° de la Constitución Política del Estado, su ejercicio no puede estar sujeto, bajo ningún punto de vista, a autorización, censura previa o impedimento algunos”36. Por esta razón, declara improcedente la demanda constitucional de amparo. 50. En el caso Panamericana Televisión S.A. las recurrentes incoan el proceso de amparo contra Genaro Delgado Parker a fin de que cese la conducta agresora y amenazante de violación de sus derechos constitucionales al honor y a la buena reputación, a trabajar libremente, con 35 36 STC. Exp. N° 57-98-AA/TC. Caso Editora Sport S.A.. STC. Exp. N° 748-2000-AA/TC. Caso Medina Díaz, Fundamento Jurídico 1. sujeción a ley, a la propiedad, a participar, en forma individual o asociada, en la vida económica de la nación y a la paz y tranquilidad, debido a que, en su posición, el demandado ha emprendido una temeraria campaña de desinformación, alegando inexistentes derechos y aparentando ante la opinión pública una titularidad de accionista y/o directivo de Pantel S.A. que no ostenta; asimismo, que el demandado realiza apariciones públicas y hace declaraciones en los medios de comunicación, amenazando con solicitar judicialmente la administración y el control de Panamericana Televisión S.A., aduciendo una conducta personal de su ex Presidente de Directorio Ernesto Schutz Landázuri. 51. El Tribunal, en este caso, sostiene su reiterado criterio sobre la proscripción de la censura previa y entiende que debido a que la demanda busca el cese de la amenaza y violación de los derechos alegados que está representada por las declaraciones públicas del demandado, “… no puede pretenderse por la vía del amparo que se limite o prohíba a una persona que exprese su opinión y difunda sus pensamientos públicamente ante medios de comunicación social, por cuanto un proceder de tal índole importaría afectar el derecho constitucional previsto por el inciso 4) del artículo 2° de la Constitución Política del Estado, quedando, en todo caso, expedito el derecho de la parte afectada con aquellas de exigir las sanciones represivas que nuestro ordenamiento jurídico ha previsto frente a un supuesto de esta naturaleza; por lo tanto, la supuesta violación del derecho fundamental antes mencionado carece de asidero y, por tal razón, debe ser desestimada”37. 52. En el caso Caja Rural de Ahorro y Crédito de San Martín –donde se alega que los periodistas y una empresa radial afectan los derechos a la banca, la garantía del ahorro, la libre contratación y la estabilidad de los trabajadores de la entidad financiera por cuanto a través de falsas informaciones vienen produciendo pánico financiero- después de reconocer que las personas jurídicas pueden titularizas determinados derechos constitucionales, el Colegiado pasa a considerar el contenido del inciso 4 del artículo 2 de la Carta Política: 37 1. STC. Exp. N° 473-2003-AA/TC. Caso Panamericana Televisión S.A., Fundamento Jurídico “(C)onforme se desprende del artículo 2°, inciso 4), de la Constitución vigente, cuando, como consecuencia del ejercicio de las libertades informativas, se transgreden otros derechos constitucionales, como los derechos al honor o a la buena reputación, su tutela no puede significar que, con carácter preventivo, se impida a que un medio de comunicación social, cualquiera que sea su naturaleza, pueda propalar la información que se considera como lesiva, pues ello supondría vaciar de contenido a la cláusula que prohíbe la censura previa, la que proscribe el impedimento del ejercicio de tales libertades y, con ellos, la condición de garantía institucional de las libertades informativas como sustento de un régimen constitucional basado en el pluralismo”38. 53. Así, debido a que el objeto de la pretensión de la recurrente consiste en que el Tribunal Constitucional ordene a los emplazados que dejen de seguir difundiendo hechos noticiosos, la demanda debe ser declarada improcedente por cuanto estimar la demanda supondría violentar la cláusula de la censura previa. 54. Si bien en otras sentencias39 el Colegiado Constitucional ha hecho referencias tangenciales al tema sub análisis, fue en el caso Ramírez de Lama donde por primera vez el TC acomete en la hasta ahora eludida tarea de desarrollar con mayor profundidad y análisis la censura previa. 55. En este affaire el recurrente interpuso demanda de hábeas corpus contra el juez Carlos Bendezú Díaz, de la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Tumbes, arguyendo que mediante una resolución judicial el emplazado le prohíbe que se abstenga de declarar y que propale comentarios sobre el desarrollo del proceso que se le sigue por el delito de cohecho en agravio del Estado, con lo cual vulnera sus derechos constitucionales a no ser violentado para obtener declaraciones, a no ser compelido a declarar en causa penal contra sí mismo, a ser asistido por abogado defensor de su elección y al debido proceso. 56. El Tribunal, después de determinar que hubo un error gramatical en la resolución judicial, y en realidad lo que se quiso establecer como regla de conducta de la medida coercitiva de la comparecencia restringida era la prohibición de declarar ante los mass media sobre el curso del proceso penal dado que se encontraba en la reservada etapa de instrucción. Así, 38 STC. Exp. N° 0905-2001-AA/TC. Caso Caja Rural de Ahorro y Crédito de San Martín, Fundamento Jurídico 15. 39 Cfr. STC. Exp. N° 00013-2007-PI/TC. Caso Jorge Santistevan de Noriega en representación de más de cinco mil ciudadanos, Fundamento Jurídico 18; Exp. N° 27912005-PA/TC. Caso Soverón Márquez y otro, Fundamento Jurídico 4; Exp. N° 2440-2007PHC/TC. Caso Toledo Manrique, Fundamento Jurídico 8. pues, lo que se plantea el TC es determinar si la inclusión de esta regla de conducta se pone en contradicho con la cláusula de la proscripción de la censura previa. 57. Antes de llegar a absolver esta cuestión, el Tribunal Constitucional fija los siguientes criterios en relación con la censura previa: i) la prohibición de la censura previa es absoluta o, lo que es lo mismo, se encuentra proscrito todo tipo de censura previa al contenido de un discurso 40; ii) conforme al inciso 4 del artículo 2 de la Constitución, cabe distinguir la autorización previa (solicitar permiso a alguna autoridad para ejercer el derecho, la cual podría no concederlo sin mediar razón alguna), la censura previa (revisión de aquello que se va a informar, opinar, expresar o difundir, con la opción del veto) y el impedimento previo (implementación de algún obstáculo o prohibición para ejercer estos derechos)41; iii) el objetivo de estas previsiones evitar “… que exista cualquier tipo de examen administrativo, político o económico del discurso”42; el control judicial del discurso solo es admisible cuando éste resulte perjudicial para la sociedad en el caso concreto43. 58. En el caso bajo juicio, el TC consideró que si bien se podría reducir la comunicación del discurso del señor Ramírez de Lama como parte de las reglas de conducta del mandato de comparecencia –como manifestación de un control judicial del discurso- a partir del secreto sumarial, esta restricción resultó desproporcional (luego de aplicar el test de proporcionalidad) por cuanto el objetivo que se buscaba con la restricción – evitar declaraciones del procesado para proteger la reputación e imagen de los magistrados- no justifica el control del discurso del demandante. En consecuencia, el Tribunal declaró fundada la demanda constitucional de hábeas corpus. IX. La censura previa en la sentencia recaída en el caso Químper Herrera 40 41 42 43 STC. STC. STC. STC. Exp. Exp. Exp. Exp. N° N° N° N° 2262-2004-HC/TC. 2262-2004-HC/TC. 2262-2004-HC/TC. 2262-2004-HC/TC. Caso Caso Caso Caso Ramírez Ramírez Ramírez Ramírez de de de de Lama, Lama, Lama, Lama, Fundamento Fundamento Fundamento Fundamento Jurídico Jurídico Jurídico Jurídico 14. 15. 15. 18. 58. En este respecto, se impone preguntarnos ¿los fundamentos jurídicos 20 y 23 de la sentencia recaída en el caso Químper Herrera constituyen censura previa a los medios de comunicación? 59. Los fundamentos jurídicos 20 y 23, leídos en conjunto, poseen el mensaje dirigido en específico a los medios de comunicación de que están prohibidos de difundir interceptaciones y grabaciones de conversaciones telefónicas –si no hay autorización de los interlocutores o mandato judicial motivado- bajo el riesgo de ser denunciados penalmente. 60. Los medios de comunicación social juegan un rol esencial como vehículos para el ejercicio de la dimensión social de la libertad de expresión en una sociedad democrática, razón por la cual es indispensable que recojan las más diversas informaciones y opiniones44. Dentro de este contexto, el periodismo es la manifestación primaria y principal de esta libertad y, por esa razón, no puede concebirse meramente como la prestación de un servicio al público a través de la aplicación de los conocimientos o la capacitación adquiridos en la universidad45. Al contrario, los periodistas, en razón de la actividad que ejercen, se dedican profesionalmente a la comunicación social46. El ejercicio del periodismo, por tanto, requiere que una persona se involucre responsablemente en actividades que están definidas o encerradas en la libertad de expresión garantizada en la Convención47. En este sentido, es fundamental que los periodistas que laboran en los medios de comunicación gocen de la protección y de la independencia necesarias para realizar sus funciones a cabalidad, ya que son ellos quienes mantienen informada a la sociedad, requisito indispensable para que ésta goce de una plena libertad y el debate público se fortalezca48. 44 Corte IDH. Caso Ivcher Bronstein Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero de 2001. Serie C No. 74, párr. 149; y Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107, párr. 117. 45 Corte IDH. La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie A No. 5, párr. 71. 46 Corte IDH. Caso del periódico “La Nación”. Medidas Provisionales. Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 7 de septiembre de 2001, considerando décimo. 47 Cfr. Corte IDH. La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts. 13 y 29 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-5/85 del 13 de noviembre de 1985. Serie A No. 5, párrs. 72 y 74. 48 Cfr. Corte IDH. Caso Ivcher Bronstein Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de febrero de 2001. Serie C No. 74, párr. 150; y Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica. 61. Por ello, considero que hubo una infeliz redacción por parte del TC en este extremo porque en estos términos se abrió una amenaza a los medios de comunicación. Entiendo que muchos medios comunicativos, prevalidos de su poder y su influencia en la sociedad, han cometidos excesos violentando la vida privada de las personas, que se constituye en refugio último de su personalidad y concreción de la dignidad humana. Sin embargo, estos excesos no pueden ser punidos a través de la censura previa, sino exigiéndoles responsabilidades ulteriores, sea en sede penal, civil o administrativa. 62. La libertad de prensa nació como una de las libertades públicas más preciadas porque, a través de ella, se combatía el oscurantismo y el secretismo que tanto daño hacían y hacen a las sociedades. En los tiempos que corren, los periodistas olvidan que el fin último de los medios es servir como instrumentos esenciales de las libertades informativas y, por tanto, deben ejercerlas con responsabilidad y con la función social que comportan. Pero no se puede "matar una mosca con cañonazos"49 a través de una fiscalización previa de los contenidos de la prensa, sino exigiendo sus responsabilidades cuando causan daño haciendo irregular ejercicio de sus derechos. X. Conclusiones 63. Las libertades de expresión e información están reconocidas en el texto constitucional y en los acuerdos y tratados universales y regionales de derechos humanos. 64. Si bien las libertades de expresión e información se asemejan en que ambas protegen la comunicación libre y constituyen libertades preferidas por su especial exigencia de justificación en la intervención estatal, son derechos con objeto de protección diferentes, pues la libertad de expresión Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107, párr. 119. 49 Esta es una expresión del celebérrimo juez norteamericano Holmes, en el caso Schenck vs. United States, donde propuso la doctrina del peligro "claro e inmediato" señalando que no se puede restringir el derecho a la información por una lejana posibilidad de desorden público, sino solo cuando haya un peligro claro e inmediato. tiene por objeto la faz subjetiva del pensamiento, las opiniones o las ideas. En cambio, la libertad de información tiene por objeto dar a conocer hechos noticiosos o datos objetivos. A la libertad de expresión no se le aplica el test de veracidad que sí es aplicable en la libertad de información, ya que las ideas u opiniones no pueden contrastarse, pero los hechos o noticias sí. 65. Tanto la libertad de expresión como la de información se erigen en baluartes del sistema democrático, ya que coadyuvan a la formación de una opinión pública libre y racional y, de ese modo, estimulan la tolerancia y la apertura de espíritu como valores democráticos. 66. A pesar de su importancia como instituciones que constituyen cimientos del orden democrático, las libertades comunicativas no constituyen derechos irrestrictos o absolutos, pues –como todos los derechos fundamentales- pueden ser objeto de limitación en su ejercicio en la medida que no se interfiera dentro de su contenido esencial o constitucionalmente protegido. Así, las limitaciones, para ser válidas, deben perseguir la optimización de otros derechos fundamentales o bienes constitucionalmente relevantes. 67. Manifestación del contenido protegido de estas libertades es la interdicción de la censura previa, que ha sido desarrollada tanto por la Comisión como por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 68. El desarrollo de la censura previa, como tal, en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional se ha sido limitado a reiterar el criterio de que la pretensión de que el TC ordene la abstención de declarar o difundir hechos a los demandados en el proceso constitucional supone desconocimiento a la proscripción de la censura previa –consagrada en el artículo 2 inciso 4 de la Magna Lex-. Un caso donde se desarrolla con mayor profundidad esta prohibición es el caso Ramírez de Lama (Exp. N° 2262-2004-HC/TC). 69. Sobre la base de lo anteriormente señalado, si se analizan de consuno los fundamentos 20 y 23 de la sentencia del TC recaída en el caso Químper Herrera se advierte que el mensaje a los medios de comunicación de que no difundan interceptaciones y grabaciones de conversaciones telefónicas –si no hay autorización de los interlocutores o mandato judicial motivado- bajo el riesgo de ser denunciados penalmente, constituye un acto de censura previa. 70. Nuestra posición consiste en que si bien es cierto que muchos medios de comunicación, prevalidos de su poder y su influencia en la sociedad, cometen excesos violentando la vida privada de las personas, también es cierto que estas violaciones no pueden ser punidas a través de una tutela preventiva sino exigiéndoles responsabilidades ulteriores, sea en sede penal, civil o administrativa. Tanto la normativa nacional e internacional, como la jurisprudencia del tribunal local y los órganos internacionales de protección de los derechos humanos, convienen en que no puede haber censura ex ante, sino responsabilidades ex post.