Tribunal Contencioso Administrativo, EXPEDIENTE: 13-001393-1027-CA

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Tribunal Contencioso Administrativo,
II Circuito Judicial de San José, Edificio Anexo A
EXPEDIENTE: 13-001393-1027-CA
ASUNTO: VETO
RECURRENTE: ALCALDE MUNICIPAL DE ALVARADO
RECURRIDO: CONCEJO MUNICIPAL DE ALVARADO
No. 345-2013
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. SECCIÓN TERCERA, ANEXO
A DEL II CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ. Goicoechea, a las catorce horas
veinte minutos del veintisiete de agosto del dos mil trece.Veto interpuesto por JUAN FELIPE MARTÍNEZ BRENES, en su condición
de ALCALDE MUNICIPAL DE ALVARADO; contra el acuerdo contenido en el
artículo 1º, Capítulo V, adoptado por el CONCEJO MUNICIPAL DE ALVARADO,
en sesión ordinaria número 145 del cuatro de febrero del dos mil trece.
Redacta la jueza Álvarez Molina, con el voto afirmativo de los jueces Muñoz
Chacón y Leiva Poveda; y,
CONSIDERANDO:
Io.HECHOS PROBADOS. Se tienen como debidamente acreditados los siguientes
hechos que resultan relevantes para este proceso: 1) Que por acuerdo contenido
en el artículo 1º, Capítulo V, de la sesión ordinaria número 145 del cuatro de
febrero del dos mil trece, el Concejo Municipal de Alvarado dispuso -en lo que
interesa-: "...1. Declarar el Cantón de Alvarado como un territorio agroecológico
libre de cultivos transgénicos, cualquier que sea su especie o variedad vegetal, lo
cual implica la prohibición de uso de semillas, esquejes o afines, que tengan
dentro de su material genético original, genes de organismos distintos a los de su
propio género botánico (sensu stricto) (...) 3. No otorgar usos de suelos, ni
permisos de funcionamiento para parcelas de experimentación o producción de
especies transgénicas en el Cantón de Alvarado. 4. Declarar el maíz en todas su
variedades y especies criollas como patrimonio cultural del Cantón de Alvarado,
rechazando por completo cualquier material transgénico y afectación al maíz
criollo y en rescate de la cultura autónoma y libre de los pueblos costarricenses..."
. Dicho acuerdo fue ratificado en el artículo 1º, Capítulo III de la sesión ordinaria
146 del once de febrero del dos mil trece (folios 107, 114 a 120, 122, 124 del
expediente); 2) Que el once de febrero del dos mil trece, el Alcalde planteó veto
contra el acuerdo indicado en el hecho anterior (folios 125 a 127 del
expediente); 3) Que por acuerdo contenido en el Capítulo I, Artículo 1º de la
sesión ordinaria número 147 del dieciocho de febrero del dos mil trece, el Concejo
Municipal de Alvarado, rechazó el veto interpuesto y autorizó a la Administración
para que continuara con los trámites legales pertinentes ante el Tribunal
Contencioso Administrativo (folios 141 del expediente).
IIo.SOBRE EL OBJETO DEL VETO. El Alcalde Municipal considera que el acuerdo
vetado -únicamente, los puntos 1 y 3 en su totalidad, y 4 de manera parcial-,
resulta contrario a derecho por las siguientes razones: 1) Alega que en Costa Rica
los cultivos transgénicos, sólo se pueden importar y sembrar con previa
autorización del Programa de Biotecnología del Servicio Fitosanitario del Estado,
adscritos al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), conforme al artículo 5
inciso q) de la Ley de Protección Fitosanitaria (Ley 7664) y los numerales 44 a 49
de la Ley de Biodiversidas (Ley 7788); 2) Indica que debe tomarse en cuenta, que
con la aprobación del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos,
Centroamérica y República Dominicana (TLC), permite la importación y
exportación de productos transgénicos, por lo que eventualmente una prohibición
en ese sentido, implicaría obstruir el libre comercio y se correría el riesgo de que la
Municipalidad sea objeto de un arbitraje internacional, o inclusive judicial, que
tendría un gran impacto sobre la hacienda municipal; 3) Que en materia de
cultivos transgénicos, no existe disposición legal en nuestro ordenamiento que los
prohíba, sino todo lo contrario pues de conformidad con las Leyes de Protección
Fitosanitaria y de Biodiversidad, así como, el Tratado de Libre Comercio entre
Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, no sólo está permitida,
sino que además, es competencia de otros órganos de la Administración Pública
centralizada, quienes autorizan y supervisan los organismos biológicamente
modificados, razón por la cual, las Municipalidades no pueden desconocer las
atribuciones y facultades que el ordenamiento jurídico le otorga a otros órganos en
este tema, que trascienden los intereses locales, por tener incidencia en temas de
interés nacional como la salud y el comercio internacional; 4) En consecuencia, el
Concejo Municipal no puede prohibir en el Cantón de Alvarado, el cultivo de
productos agrícolas transgénicos, no sólo porque las normas legales lo permiten
de manera regulada, sino también, porque de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 16 de la Ley General de la Administración Pública, no existen estudios
técnicos y científicos que determinen a ciencia cierta, si los mismos ocasionan
algún daño a la salud o al ambiente, pues hasta la fecha la literatura científica que
existe al respecto, no es tajante ni definitiva y por ende, no puede afirmarse en
forma categórica el alcance en torno a eventuales daños al ambiente, a la salud y
a la vida. En todo caso, considera que un pronunciamiento de esa naturaleza
desborda la autonomía municipal, por ser una situación de interés nacional, que
requiere de la competencia recurrente del Ministerio de Salud, el Ministerio de
Agricultura y Ganadería, entre otros; 5) Por ende, solicita que se declare la
ilegalidad parcial del acuerdo vetado, específicamente, los puntos 1º y 33 -en su
totalidad-, y el 4º -únicamente la frase "...rechazando por completo cualquier
material transgénico y afectación del maíz criollo..."-. Por su parte, el Concejo
Municipal de Alvarado, sostiene que: a) La normativa vigente posterior a la
aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, responde a
reformas que benefician a empresas transnacionales y vulneran a nuestras
campesinas, campesinos y agricultores, al estar en desventaja económica, legal y
procedimental en materia de propiedad intelectual, de registro de semillas y de
tendencia de la tierra; b) Los derechos de la Madre Tierra deben ser respetados y
protegidos ante cualquier acción que vulnera el desarrollo autónomo, seguro, justo
y solidario de nuestro pueblos y que afecta al largo plazo la salud de la Madre
Tierra; c) Existe interés por parte de las grandes compañías transnacionales de
que la humanidad utilice los cultivos transgénicos, cuyas particularidades
biotecnológicas tiene derechos de propiedad intelectual vulnerando la soberanía
del pueblo costarricense; d)Ante la falta de material científico contundente que
compruebe la calidad, salubridad, y seguridad de estos productos, debe imperar
por parte de las instituciones del Estado, la aplicación del indubio pro natura, ya
que la protección del ambiente sano y ecológicamente equilibrado debe ser la
prioridad; e)La presencia de cultivos transgénicos podría alterar la genética de las
plantas silvestres y cultivadas, permitiendo la inserción de nuevos genes en estas
poblaciones, material genético que podría formar parte de la propiedad intelectual
de las empresas de biotecnología.
IIIo.INCOMPETENCIA DEL
ENTE
MUNICIPAL
PARA REGULAR
LO
CONCERNIENTE A IMPORTAR, EXPORTAR, EXPERIMENTAR, MOVILIZAR,
LIBERAR AL AMBIENTE, MULTIPLICAR, COMERCIALIZAR Y USAR PARA
INVESTIGACIÓN ORGANISMOS VIVOS MODIFICADOS EN MATERIA
AGROPECUARIA De conformidad con lo dispuesto en los artículos 46 de la Ley
del Servicio Fitosanitario (Ley 7664) y 41 de Ley de Biodiversidad (Ley 7788), el
único órgano competente a nivel nacional para regular todo lo concerniente
a importar, investigar, exportar, experimentar, movilizar, liberar al ambiente,
multiplicar y comercializar vegetales transgénicos, organismos modificados
genéticamente o sus productos, agentes de control biológico y otros tipos de
organismos para uso agrícola, producidos dentro o fuera del país, es el Servicio
Fitosanitario del Estado, órgano con personalidad jurídica instrumental del
Ministerio de Agricultura y Ganadería, que cuenta con la asesoría de la
Comisión
Técnica
Nacional
de
Bioseguridad,
materia
de
biotecnología(artículos 4 y 40 de la Ley 7664; 111, 112, 117 y 118 del Decreto
Ejecutivo 26921-MAG) . En consecuencia, toda persona física o jurídica que se
proponga importar, exportar, experimentar, movilizar, liberar al ambiente,
multiplicar, comercializar y usar para investigación organismos genéticamente
modificados en materia agropecuaria, creados dentro o fuera de Costa
Rica, deberá obtener el permiso previo del Servicio de Protección Fitosanitaria del
Estado, previo dictamen vinculante de la Comisión Técnica Nacional de
Biotecnología, que determinará las medidas para la evaluación del riesgo y su
manejo. Dicha competencia a nivel nacional del Servicio Fitosanitario del
Estado, también encuentra sustento en el artículo 19 del Protocolo de Cartagena
sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre Diversidad Biológica –
que en Costa Rica, entró en vigencia a partir del 6 de febrero del 2007-, con
relación al numeral 24 del Convenio sobre la Diversidad Biológica –que en Costa
Rica entró en vigencia el 26 de agosto de 1994- conforme al cual, “…Cada Parte
designará un centro focal nacional que será responsable del enlace con la
Secretaría en su nombre. Cada Parte también designará una o más autoridades
nacionales competentes que se encargarán de las funciones administrativas
requerida por el presente Protocolo y estarán facultadas para actuar en su nombre
en relación con esas funciones…” . Ese órgano a nivel nacional, también será
el que suministre al Centro de Intercambio sobre Seguridad de la
Biotecnología, toda la información relacionada con los organismos vivos
modificados resultantes de la biotecnología, como por ejemplo: leyes, reglamentos
y directrices nacionales existentes para la aplicación del Protocolo; datos
requeridos por las partes para el procedimiento de acuerdo fundamentado previo;
decisiones definitivas acerca de la importación o liberación de organismos vivos
modificados; resúmenes de sus evaluaciones de riesgo o exámenes ambientales
de organismos vivos modificados que se hayan realizado, entre otros (artículos 6,
10.3, 11.1, 11.5, 14.2, 20 del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la
Biotecnología del Convenio sobre Diversidad Biológica) . Por último, será a
la autoridad nacional competente de la Parte de importación, a la cual, la Parte
de exportación le notificará, o requerirá al exportador que garantice la notificación,
antes del movimiento transfronterizo internacional de un organismo vivo
modificado (artículo 8.1 del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la
Biotecnología del Convenio sobre Diversidad Biológica) . Por su parte, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 6.3 y en el anexo 6.3 del Tratado de
Libre Comercio entre Estados Unidos de América, Centroamérica y República
Dominicana (CAFTA –que en Costa Rica entró en vigencia el 1 de enero del 2009), el Servicio de Protección Fitosanitaria del Estado conforma –junto con otros
órganos nacionales- la representación de Costa Rica ante el Comité de Asuntos
Sanitarios y Fitosanitarios, cuyos objetivos “…serán ayudar a cada Parte a
implementar el Acuerdo MSF, asistir a cada Parte en la protección de la vida y
salud de las personas, los animales y los vegetales, impulsar las consultas y la
cooperación entre las Partes sobre asuntos sanitarios y fitosanitarios, y facilitar el
comercio entre las Partes…”. En consecuencia, las Municipalidades en su
condición de Gobiernos Locales, carecen de competencia para emitir
acuerdos que regulen o prohíban a las personas físicas o jurídicas, importar,
exportar, experimentar, movilizar, liberar al ambiente, multiplicar, comercializar y
usar para investigación organismos genéticamente modificados en materia
agropecuaria, creados dentro o fuera de Costa Rica, pues ello, es una
competencia nacional otorgada de manera exclusiva por el legislador, al
Servicio Fitosanitario del Estado, lo cual, también encuentra sustento en
tratados internacionales vigentes en nuestro país (artículo 7 párrafo 1º de la
Constitución Política) . Por ende, el Concejo Municipal de Alvarado carece de
competencia para disponer -en lo que interesa- lo siguiente: "...1. Declarar el
Cantón de Alvarado como un territorio agroecológico libre de cultivos transgénicos,
cualquier que sea su especie o variedad vegetal, lo cual implica la prohibición de
uso de semillas, esquejes o afines, que tengan dentro de su material genético
original, genes de organismos distintos a los de su propio género botánico (sensu
stricto) (...) 3. No otorgar usos de suelos, ni permisos de funcionamiento para
parcelas de experimentación o producción de especies transgénicas en el Cantón
de Alvarado. 4. Declarar el maíz en todas su variedades y especies criollas como
patrimonio cultural del Cantón de Alvarado, rechazando por completo cualquier
material transgénico y afectación al maíz criollo y en rescate de la cultura
autónoma y libre de los pueblos costarricenses..."( el resaltado no es del
original); razón por la cual, e ste Tribunal considera que los puntos 1 y 3 -en su
totalidad-, y la frase "...rechazando por completo cualquier material transgénico y
afectación del maíz criollo..."del punto 4, de l acuerdo contenido en el artículo 1º,
Capítulo V, adoptado por el Concejo Municipal de Alvarado, en sesión ordinaria
número 145 del cuatro de febrero del dos mil trece, deben anularse, porque
resultan sustancialmente contrarios a lo dispuesto en los artículos 46 a 48 de la
Ley de Biodiversidad; 40 a 42, 44 y 45 de la Ley de Protección Fitosanitaria; 6, 8.1,
10.3, 11.1, 11.5, 14.2, 20 del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la
Biotecnología del Convenio sobre Diversidad Biológica; 6.3 y Anexo 6.3 del
CAFTA; 111, 112, 117 y 118 del Decreto Ejecutivo 26921-MAG.
IVo.VIOLACIÓN AL PRINCIPIO DE RESERVA DE LEY EN MATERIA DE
DERECHOS FUNDAMENTALES. De conformidad con el numeral 19 de la Ley
General de la Administración Pública, “… El régimen de los derechos
constitucionales estará reservado a la ley, sin perjuicio de los reglamentos
ejecutivos correspondientes. Quedan prohibidos los reglamentos autónomos en
esa materia…” (el resaltado no es del original) . En ese mismo sentido, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, establece en el artículo 30
que “…Las restricciones permitidas , de acuerdo con esta convención, al goce y
ejercicio de los derechos y libertades reconocidas en la misma, no pueden ser
aplicadas sino conforme a leyes que se dictaren por razones de interés general y
con el propósito para el cual han sido establecidas…” (el resaltado no es del
original). Por último, el numeral 29 inciso 2) de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, dispone que: “…En el ejercicio de sus derechos y en el
disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones
establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto
de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de
la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad
democrática…” (el resaltado no es del original). En ese sentido, la prohibición
absoluta y genérica dispuesta por el Concejo Municipal de Alvarado en los
puntos 1 y 3, y parcialmente en el punto 4 del acuerdo impugnado, relacionadas
con el uso de semillas, esquejes o afines, que tengan dentro de su material
genético original, genes de organismos distintos a los de su propio género
botánico; con el no otorgamiento usos de suelos, ni permisos de funcionamiento
para parcelas de experimentación o producción de especies transgénicas en el
Cantón de Alvarado y con el rechazo por completo cualquier material transgénico
y afectación al maíz criollo;implican una restricción ilegítima en el ejercicio de
dos derechos fundamentales como lo son la propiedad privada y la libertad
de comercio, por medio de un simple acuerdo, mediante el cual y de manera
evidentemente contraria al principio de reserva de ley en esa materia, se prohíbe
no sóloimportar, exportar, experimentar, movilizar, liberar al ambiente, multiplicar,
comercializar y usar para investigación organismos genéticamente modificados en
materia agropecuaria, creados dentro o fuera de Costa Rica; sino que además, se
imponen requisitos para el otorgamiento de certificados de uso de suelo y de
permisos de funcionamiento en el Cantón de Alvarado, que no encuentran
sustento en una ley formal y que además, resultan sustancialmente contrarios al
ordenamiento jurídico , específicamente, a lo dispuesto en los artículos 7 párrafo
1º de la Constitución Política; 6 y 19 de la Ley General de la Administración
Pública; 46 a 48 de la Ley de Biodiversidad; 40 a 42, 44 y 45 de la Ley de
Protección Fitosanitaria; 19.4 del Convenio sobre la Diversidad Biológica; 6, 8.1,
10.3, 11.1, 11.5, 14.2, 15, 20, Anexos I, II y III del Protocolo de Cartagena sobre
Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre Diversidad Biológica; 111, 112,
117 a 130 del Decreto Ejecutivo 26921-MAG. Ello por cuanto, el desarrollo,
manipulación, transporte, utilización, transferencia y liberación de cualesquiera de
los organismos vivos modificados, no está prohibida per se en el ámbito interno
o internacional ; sino que por el contrario, lo que se pretende es evitar o
reducir los posibles riesgos para la diversidad biológica o para la salud
humana que pudieran derivarse de ello, riesgos que se determinarán de
manera fundamentada mediante procedimientos de evaluación del riesgo, que
deberán realizarse de manera transparente y científicamente competente, a efecto
de establecer en cada caso concreto -y no de manera genérica-, un determinado
nivel de riesgo, la ausencia o existencia de un riesgo aceptable o gestionable, a fin
de establecer y poner en práctica –si fuera procedente, estrategias de gestión del
riesgo apropiadas y/o vigilar al organismo vivo modificado en el medio
receptor (artículos 8 inciso g, 17, 18, 19 del Convenio sobre la Diversidad
Biológica; 8 a 15, Anexo III del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la
Biotecnología del Convenio sobre Diversidad Biológica; 42, 44 y 45 de la Ley de
Protección Fitosanitaria; 46 a 48 de la Ley de Biodiversidad; 111, 112, 117 a 130
del Decreto Ejecutivo 26921-MAG). En ese sentido y si bien es cierto,los Estados
tienen la potestad de imponer de manera fundamentada, transparente y
científicamente competente medidas precautorias o definitivas –sujetas a revisiónpara proteger la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica,
relacionadas con el desarrollo, manipulación, transporte, utilización, transferencia
y liberación de los organismos vivos modificados, para cada caso
concreto (artículos 44 y 45 de la Ley de Protección Fitosanitaria; 15 y Anexo III del
Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre
Diversidad Biológica); también lo es, que de conformidad con lo dispuesto en el
Principio 11 de la Declaración de Río y artículo 2 inciso 4 del Protocolo de
Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre Diversidad
Biológica, “…las medidas de política comercial con fines ambientales no deberían
constituir un medio de discriminación arbitraria o injustificable ni una restricción
velada del comercio internacional…”; extremo que también se encuentra regulado
en el Capítulo 6 del CAFTA y en el Acuerdo sobre Aplicación de Medidas
Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio . Aunado a lo
anterior, y dado que el Sistema de Regulación Internacional, relacionado con el
desarrollo, manipulación, transporte, utilización, transferencia y liberación de los
organismos vivos modificados, se basa en el intercambio continuo y eficaz de
información jurídica, científica y técnica sobre el particular, los Estados Partes en
aplicación de los principios de seguridad jurídica y de reserva de ley en materia de
derechos fundamentales, deben suministrar -entre otros documentos- las
leyes, reglamentaciones y directrices nacionales aplicables a la importación de
organismos vivos modificados destinados para uso directo como alimento humano
o animal, o para procesamiento -en caso de que existan- y en general, para
aplicación del Procotolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del
Convenio sobre Diversidad Biológica (numerales 11.5 y 20.3). El hecho de que se
condicione a que sean leyes, reglamentaciones o directrices de carácter
nacional, garantiza uniformidad y seguridad en la normativa a aplicar en esta
materia, lo cual, transgrede el Concejo Municipal de Alvarado, al dictar un acuerdo
que declara libre de transgénicos y prohíbe de manera absoluta y genérica su uso
y comercialización en el Cantón, a pesar de que no sólo carece de competencia
para ello, sino que además, incurre en una violación al principio de jerarquía de las
normas, al restringir el ejercicio de derechos fundamentales por medio de un
simple acuerdo municipal. Asimismo, es menester indicar que la normativa
interna -Ley de Protección Fitosanitaria y Ley de Biodiversidad- que le otorga
competencias exclusivas al Servicio Fitosanitario del Estado, en materia de
desarrollo, manipulación, transporte, utilización, transferencia y liberación de los
organismos vivos modificados por biotecnología, es anterior a la entrada en
vigencia del CAFTA -a saber: 1 de enero del 2009-, ya que la Ley de Protección
Fitosanitaria está vigente desde el dos de mayo de 1997 y la Ley de Biodiversidad
lo está a partir del 27 de mayo de 1998, por lo que, no lleva razón el Concejo
Municipal que dicha normativa, se modificó -respecto a las competencias a nivel
nacional del Servicio Fitosanitario del Estado en esta materia-, a consecuencia del
CAFTA. Por último, resulta improcedente que el Concejo Municipal de Alvarado
haya dispuesto "... No otorgar usos de suelos, ni permisos de funcionamiento para
parcelas de experimentación o producción de especies transgénicas en el Cantón
de Alvarado ...", ello por cuanto, los propietarios de los suelos y sus
edificaciones están obligados a destinarlos al uso establecido en el
ordenamiento urbano respectivo, el cual deriva de la zonificación implementada
en los reglamentos respectivos, quedando sujetos a sus disposiciones y
limitaciones, con los cuales queda integrado el contenido esencial del derecho de
propiedad (ver entre otras, las sentencias de la Sala Constitucional número 1993006706 y 1996-004205). En otras palabras, mediante los reglamentos de
zonificación (artículos 24 y siguientes de la Ley de Planificación Urbana) se
condiciona el uso de la propiedad inmobiliaria, mediante la delimitación de
áreas, según la categorización adoptada, lo cual no implica, imponer cómo
se utiliza el terreno, como en este caso, en que se pretende denegar usos de
suelo, no porque el uso del terreno sea no conforme con la categorización del
área, sino porque el solicitante pretende experimentar o producir organismos vivos
modificados resultantes de la biotecnología, lo cual, resulta ajeno a la finalidad
pretendida mediante la zonificación para determinar los usos del suelo. Por todo lo
expuesto, este Tribunal considera que los puntos 1 y 3 -en su totalidad-, y la
frase "...rechazando por completo cualquier material transgénico y afectación del
maíz criollo..."del punto 4, contenidos en el acuerdo contenido en el artículo 1º,
Capítulo V, adoptado por el Concejo Municipal de Alvarado, en sesión ordinaria
número 145 del cuatro de febrero del dos mil trece, deben anularse, porque
resultan sustancialmente contrarios a lo dispuesto en los artículos 45 y 46 de la
Constitución Política; 29 inciso 2) de la Declaración Universal de Derechos
Humanos; 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; Principio 11
de la Declaración de Río sobre Medio Ambiente; artículo 2 inciso 4, 11.5 y 20.3 del
Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre
Diversidad Biológica; Capítulo 6º y Anexo 6.3 del CAFTA; 19 de la Ley General de
la Administración Pública; 24 y siguientes de la Ley de Planificación Urbana. En
razón de los motivos que dan lugar a la declaratoria de nulidad de los puntos
antes indicados del acuerdo vetado, resulta innecesario referirse al agravio
restante (falta de fundamentación técnica) en que el Alcalde
Municipal sustenta el veto.
POR TANTO.
Se acoge el veto interpuesto y en consecuencia, se anula el acuerdo contenido en
el artículo 1º, Capítulo V, adoptado por el Concejo Municipal de Alvarado, en
sesión ordinaria número 145 del cuatro de febrero del dos mil trece, únicamente
en cuanto a los siguientes aspectos: i) En su totalidad, los puntos 1º y 3º; ii) La
frase "...rechazando por completo cualquier material transgénico y afectación del
maíz criollo...", del punto 4º .Marianella Álvarez Molina
Francisco J. Muñoz ChacónJorge Leiva Poveda
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