Síntesis de los Matutinos Bloque de Senadores Nacionales de la UCR Congreso Nacional Jueves 23 de diciembre de 2010 DyN 22/12/2010 - 16:59 SENADO-MATUTINOS SENADO APROBO EL PLIEGO DEL JEFE DE INTELIGENCIA MILITAR EN UN SESIÓN QUE ESTUVO A PUNTO DE NAUFRAGAR BUENOS AIRES dic 22 (DyN) – El Senado aprobó por 36 votos oficialistas, contra uno de la oposición y cuatro abstenciones el pliego de ascenso del ahora general de división César Milani, jefe de Inteligencia del Ejército, quien fue objetado por legisladores opositores. La sesión tuvo dos momentos culminantes. En uno de ellos el oficialismo pidió postergar el comienzo porque no conseguía el legislador 37 que diera el quórum para sesiones, y en el momento de la votación, cuando la abstención de los opositores estuvo a punto de dejar sin el número necesario a la reunión. El quórum fue conformado con la presencia de oficialistas, menos el mendocino Rodolfo Bermejo, y con el apoyo del ex presidente Carlos Menem, la rionegrina María Bongiorno y la santafesina Roxana Latorre, y por el ingreso a último momento del porteño Samuel Cabanchik. Cabanchik protagonizó también la votación al ser el único opositor que con su presencia evitó que la sesión quedara sin quórum, por lo que el oficialismo obtuvo 36 luces verdes, el porteño aportó uno rojo, y cuatro opositores, el radical Gerardo Morales, Eugenio Artaza y Arturo Vera, y la justicialista Sonia Escudero. Cabanchik afirmó al concluir el encuentro que concurrió al recinto y votó "por responsabilidad institucional" y que "le cuesta creer sin ninguna prueba que Milani pueda ser el próximo (Augusto) Pinochet de la Argentina". La parte más fuerte del debate se centralizó en el ascenso del general César Milani, a quien Morales objetó su ascenso representa "la politización de las Fuerzas Armadas" a favor del actual gobierno nacional. "Es la consolidación de la politización de las Fuerzas Armadas y contiene el mensaje que a los militares que se acerquen a este poder político les va a ir bien", sostuvo el legislador opositor, quien agregó que significa "el desplazamiento de la meritocracia interna y el desprecio de la idoneidad de una fuerza que tiene que ser profesional". El radical sostuvo que a partir de ahora, Milani concentrará ahora más poder que el del propio jefe de la fuerza, general Luis Pozzi, por la acumulación de dependencias que tendrá a su cargo y objetó su responsabilidad en la venta "a precio vil" de un inmueble de Inteligencia ubicado en Basualdo al 400, de esta capital. El presidente de la Comisión de Acuerdos, el oficialismo Marcelo Guinle, negó que exista ninguna intencionalidad de favorecer la politización de la fuerza, al igual que César Gioja quien dijo que "los cambios realizados en Inteligencia no es una politización sino una democratización de las actividades". En el mismo sentido, el neuquino Horacio Lores sostuvo que "Milani tuvo una trayectoria brillante" como jefe de Inteligencia y el fueguino José Martínez. La justicialista Escudero objetó la política del gobierno de pasar a retiro a varios militares cuyos objeciones se centrarían en "portar apellidos", es decir ser parientes de militares que ocuparon cargos de importancia durante la última dictadura militar. La oposición pidió la separación del pliego de Milani del resto de los propuestas para el ascenso, pero el oficialismo se negó y con la presencia dominante que tenía en el recinto, decidió finalmente la votación. 22/12/2010 - 20:59 Tamaño de la letra: + / SENADO-PURICELLI EL MINISTRO DE DEFENSA EXPRESO SU SATISFACCION POR LA APROBACION DEL SENADO DE ASCENSOS MILITARES BUENOS AIRES, dic 22 (DyN) - El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, agradeció esta noche a los senadores del oficialismo y a los que no pertenecen a ese sector pero que "tuvieron la responsabilidad cívica" de aprobar los pliegos de ascensos de los nuevos oficiales de las Fuerzas Armadas. "El grueso de la oposición estaba en generar un fracaso y esto no le hace bien a la política", advirtió, porque a su entender "el sector militar esta subordinando a las instituciones y cuando el sector militar ve que las instituciones no le dan la trascendencia que tienen como tal, indudablemente eso mella ese respeto y esa confianza". El titular de Defensa advirtió que "la oposición no tenía ningún fundamento y lo único que quería era producir un costo político" en relación al general César Milani, jefe de Inteligencia del Ejército, cuyo ascenso fue el más discutido. "Lamento realmente que la oposición se maneje con esos carrilles en cosas serias como ésta de los pliegos", remarcó el ministro al hablar con periodistas. Con la aprobación de los pliegos, la presidenta Cristina Fernández encabezará el martes próximo en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno la tradicional ceremonia de entrega de sables a los nuevos oficiales superiores de las tres Fuerzas Armadas. Ambito Web Se aprobaron más de 300 promociones a militares, que entregará Cristina en la Casa Rosada FORZÓ EL GOBIERNO EN EL SENADO ASCENSO DE GENERAL CLAVE PARA GARRÉ César Milani, jefe de Inteligencia y ahora secretario general del Ejército, una promoción resistida por la oposición que le recuerda su participación en el alzamiento carapintada de 1987. Con eso destrabó, además, el acto del próximo 27 en el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde Cristina de Kirchner debe entregar las promociones a militares. Si el Senado hubiera bloqueado la votación, hubiera tenido que suspenderlo. Junto con el acuerdo a Milani se aprobaron otros 320 ascensos, pero en ese punto no existía inconveniente. De hecho, el radicalismo le había propuesto a Miguel Pichetto hace una semana separar a Milani de la lista de ascensos a tratar y votar el resto junto con los acuerdos a diplomáticos y jueces que se aprobaron en la sesión del miércoles 15. Pero la orden de la Casa Rosada era terminante: aprobar todos los ascensos o ninguno, y ese día los militares se quedaron sin sus ascensos. Finalmente, y después de estar casi al borde de reconocer que no podría reunir el quórum a solas, el kirchnerismo ayer logró sumar 37 senadores, aunque con una ayuda imprevista: a último momento, el senador opositor del Proyecto Federal Buenos Aires, ex Coalición Cívica, Samuel Cabanchik, ingresó al recinto y con eso el Gobierno logró el quórum. No fue el único servicio que le prestó al kirchnerismo. A la hora de votar a Milani, los radicales presentes decidieron abstenerse, restando así del número general. Cabanchik tuvo otra vez un rol fundamental ya que salvó la ropa con un voto en contra, pero le permitió así al Gobierno mantener el número de los 37 en el recinto. La sesión comenzó con el oficialismo sentado en el recinto a la espera de reunir el quórum. Estaban en sus bancas todos los kirchneristas más Carlos Menem (ver nota aparte), la rionegrina María José Bongiorno y el neuquino Horacio Lores. Fue entonces cuando Cabanchik ingresó al recinto ante la sorpresa de algunos radicales. En realidad, hace tiempo que la oposición sigue de cerca la relación que trabaron Cabanchik y Filmus. Más cuando ayer alimentaron sus dudas al verlos juntos dialogando entre las bancas. Filmus cruzó todo el recinto para aparecer junto a él. Una vez que el kirchnerismo logró el quórum, la oposición ingresó. Allí se vieron las ausencias de casi todo el Peronismo Federal, a excepción de la salteña Sonia Escudero. Por los radicales sólo estuvieron el jefe de bloque Gerardo Morales, el correntino Eugenio Artaza y el entrerriano Arturo Vera. Morales pidió entonces que se desdoblara la votación, separando el pliego de Milani del resto. El kirchnerismo aceptó, sabiendo que la votación estaría así controlada, y el ascenso del hombre que ocupa el segundo lugar en el Ejército, dentro del esquema que Nilda Garré le dejó armado a Arturo Puricelli, quedó solucionado. El pliego de Milani obtuvo 36 votos a favor, uno en contra (de Cabanchik) y cuatro abstenciones, de los opositores presentes. En el recinto, Morales desplegó sus sospechas sobre Milani: lo acusó, cuando era capitán y pertenecía al cuerpo de Inteligencia del Ejército, de haber participado del alzamiento carapintada de la Semana Santa de 1987. Desde el oficialismo, la defensa de Milani no estuvo a cargo de Pichetto, una curiosidad, sino del presidente de la Comisión de Acuerdos, Marcelo Guinle: «El pliego del general Milani no tiene absolutamente ningún cuestionamiento en su legajo, ni procesamiento ninguno», dijo en el recinto. Una vez terminado ese trámite, el Senado aprobó el lote con los ascensos de los otros 320 militares promovidos, aunque esta vez sin problemas con la oposición. UCR QUIERE INVESTIGAR AL JEFE ASCENDIDO El caso del ascenso del general César Milani se transformó en la última batalla entre el oficialismo y la oposición en el Senado, dentro de un año parlamentario considerado pésimo por radicales, peronistas y hasta la propia Cristina de Kirchner. Por eso la denuncia de los radicales contra el hombre que Nilda Garré dejó como segundo en el Ejército, reteniendo además su puesto como jefe de Inteligencia de esa fuerza, toda una rareza, excedió la acusación de haber pertenecido (hecho que aún debe aclararse) al movimiento carapintada en 1987. El pliego de Milani, que el jujeño Gerardo Morales consiguió demorar una semana poniéndolo al límite de pasar a marzo, seguirá en el medio de los cuestionamientos de la oposición al Gobierno, aunque ayer lograra aprobarlo. «Están politizando las Fuerzas Armadas; con el ascenso de Milani y su designación como subjefe del Ejército se pierde el respeto por el principio de idoneidad y se da paso al de politización y discrecionalidad», dijo Morales en el recinto. Pero el ataque más fuerte vino después: «El Gobierno nacional debería ponerlo directamente de jefe. Milani se ha reservado la Dirección de Inteligencia, lo que es incompatible y evidencia su concentración de poder. Estamos frente a la mayor expresión de la consolidación de la politización y el desprecio de la idoneidad y la meritocracia que debería primar en fuerzas armadas profesionales». La defensa de Milani frente a esas acusaciones quedó ayer a cargo de Marcelo Guinle, presidente de Acuerdos, y no de Miguel Pichetto, como sucede normalmente. Bs. As. Económico Clarín EL OFICIALISMO LOGRÓ APROBAR EL PLIEGO DEL GENERAL CUESTIONADO 23/12/10 Se trata del segundo jefe del Ejército César Milani, a quien la oposición impugnó. Por Atilio Bleta En un debate cargado de tensión y con el peligro del fracaso por falta de quórum, el Senado aprobó por 36 votos a favor, 1 en contra y 4 abstenciones , el pliego de ascenso del general César Milani, cuestionado por mantener supuestos vínculos con sectores carapintada . La oposición recordó en más de una ocasión las fotos -publicadas por Clarín - que mostraban a Milani junto al fallecido dirigente peronista Herminio Iglesias y al ex militar Aldo Rico durante la sublevación carapintada de 1987. Además, la Cámara aprobó por 40 votos a favor y una abstención, los pliegos de otros 326 militares (168 del Ejército, 79 de la Armada y 79 de la Fuerza Aérea). La embestida más fuerte contra el flamante segundo jefe del Ejército la hizo el jefe del bloque de la UCR, Gerardo Morales quien acusó al Gobierno de “estar politizando las Fuerzas Armadas. Con el ascenso de Milani -dijo- se pierde el respeto por el principio de idoneidad y se da paso al de politización y discrecionalidad”. El jujeño agregó que “el Gobierno debería ponerlo directamente de jefe (del Ejército) a Milani que se ha reservado la dirección de Inteligencia, lo que es incompatible y evidencia su concentración de poder”, completó. Para el oficialismo, en tanto, la preocupación excluyente en la última sesión del año fue conseguir que 37 senadores se sentaran en sus bancas. Además de los 30 legisladores propios (el mendocino Rolando Bermejo se fue de vacaciones sin aviso, ver aparte) el kirchnerismo contó con el respaldo del riojano Carlos Menem, la santafesina Roxana Latorre, la rionegrina María José Bongiorno, de los fueguinos José Martínez y Maria Rosa Díaz y el neuquino Horacio Lores. Le faltaba un voto para el quórum que aportó el porteño Samuel Cabanchik (Probafe), quien se transformó en el hombre clave para que los K ganaran la votación. Aunque antes que Cabanchick clavara su voto hizo falta la muñeca del jefe del bloque oficial Miguel Pichetto para demorar casi una hora el comienzo del debate, porque por problemas en los vuelos llegaron tarde la misionera Elida Vigo y el sanjuanino César Gioja. Sin embargo, Pichetto no aceptó que el pliego de Milani fuera tratado en marzo, como quería la oposición, y enseguida arrancó el debate con Cabanchick sentándose rápidamente en su banca para llegar el número mágico de 37. Al momento de la verdad hubo 36 votos a favor de aprobar el pliego de Milani, 1 en contra (el de Cabanchick) y se abstuvieron la salteña del peronismo Federal Sonia Escudero, y los radicales Eugenio Nito Artaza (Corrientes), Arturo Vera (Entre Rios) y el nombrado Morales. El jujeño intentó, en vano, que Cabanchick también se abstuviera así dejaban sin quorum la sesión y fracasaba el intento de aprobar el pliego. Pero el senador porteño votó en contra y explicó que adoptó esa actitud porque “hoy es imprudente debilitar a las instituciones . No tenía sentido mi contribución al quórum y que luego me abstuviera y dejara sin número a la Cámara”, ilustró. Una ausencia que provocó muchos enojos Será difícil para el senador mendocino kirchnerista Rolando Bermejo explicar su ausencia en la sesión de ayer. Su actitud fue muy mal vista por el bloque oficial y trascendió que también en la Casa Rosada amonestaron su decisión de irse de vacaciones a Miami, junto a su familia, sin consulta previa. Según trascendió, intentaron contactar, sin éxito, a Bermejo el jefe del bloque K. Miguel Pichetto, el gobernador de Mendoza, Celso Jaque, y el asesor presidencial Juan Mazzón. Ayer comentaban en el Senado que además de irse sin aviso, Bermejo “desconectó su celular y los de su familia”. El Argentino SESIÓN ESPECIAL APROBARON ASCENSOS MILITARES EN EL SENADO La Cámara de Senadores de la Nación le dio hoy su acuerdo al Poder Ejecutivo para que sean ascendidos al escalafón inmediato superior a más de 300 integrantes de las Fuerzas Armadas. El debate había sido pospuesto la semana pasada. En la última sesión especial del año, la Cámara alta aprobó con 36 votos a favor, 1 en contra y 4 abstenciones el ascenso de un grupo de casi 300 militares. La aprobación del pliego estaba en duda porque la oposición rechazaba el ascenso a general de división al actual jefe de Inteligencia del Ejército, el general de brigada César Milani. El radicalismo y el peronismo federal, así como algunos partidos provinciales de la oposición, señalan a Milani por su presunta participación durante el levantamiento carapintada de la Semana Santa de 1987. "Esta cuestión fue absolutamente aclarada. Inclusive fue superada, a mi juicio, con los acuerdos que el Senado le otorgó al citado Milani el 28 de noviembre de 2001 a teniente coronel, y el 19 de diciembre de 2007, de coronel a general", remarcó el presidente de la Comisión de Acuerdos del Senado, el oficialista Marcelo Guinle. Infobae EL SENADO APROBÓ EL POLÉMICO ASCENSO DE CÉSAR MILANI En la última sesión del año, la Cámara alta aprobó el ascenso de integrantes de las Fuerzas Armadas. Entre ellos figura Milani, el jefe de inteligencia del Ejército, cuestionado por su pasado "carapintada" El Senado aprobó por 36 votos oficialistas, contra uno de la oposición y cuatro abstenciones, el pliego de ascenso del ahora general de división César Milani, jefe de Inteligencia del Ejército, quien fue objetado por legisladores opositores por su participación en el alzamiento carapintada de la Semana Santa de 1987. Además de Milani, los senadores dieron su acuerdo para que sean ascendidos al escalafón inmediato superior más de 300 integrantes de las Fuerzas Armadas. La sesión tuvo dos momentos culminantes. En uno de ellos el oficialismo pidió postergar el comienzo porque no conseguía el legislador número 37 que diera el quórum para sesionar, y en el momento de la votación, cuando la abstención de los opositores estuvo a punto de dejar sin el número necesario a la reunión. El quórum fue conformado con la presencia de oficialistas, menos el mendocino Rodolfo Bermejo, y con el apoyo del ex presidente Carlos Menem, la rionegrina María Bongiorno y la santafesina Roxana Latorre, y por el ingreso a último momento del porteño Samuel Cabanchik. Cabanchik protagonizó también la votación al ser el único opositor que con su presencia evitó que la sesión quedara sin quórum, por lo que el oficialismo obtuvo 36 luces verdes, el porteño aportó uno rojo, y cuatro opositores, el radical Gerardo Morales, Eugenio Artaza y Arturo Vera, y la justicialista Sonia Escudero. Cabanchik afirmó al concluir el encuentro que concurrió al recinto y votó "por responsabilidad institucional" y que "le cuesta creer sin ninguna prueba que Milani pueda ser el próximo (Augusto) Pinochet de la Argentina". La parte más fuerte del debate se centralizó en el ascenso del general César Milani, a quien Morales objetó su ascenso, dado que considera que representa "la politización de las Fuerzas Armadas" a favor del actual gobierno nacional. "Es la consolidación de la politización de las Fuerzas Armadas y contiene el mensaje que a los militares que se acerquen a este poder político les va a ir bien", sostuvo el legislador opositor, quien agregó que significa "el desplazamiento de la meritocracia interna y el desprecio de la idoneidad de una fuerza que tiene que ser profesional". El radical sostuvo que a partir de ahora, Milani concentrará más poder que el del propio jefe de la fuerza, general Luis Pozzi, por la acumulación de dependencias que tendrá a su cargo y objetó su responsabilidad en la venta "a precio vil" de un inmueble de Inteligencia ubicado en Basualdo al 400, de esta capital. El presidente de la Comisión de Acuerdos, el oficialista Marcelo Guinle, negó que exista alguna intencionalidad de favorecer la politización de la fuerza, al igual que César Gioja quien dijo que "los cambios realizados en Inteligencia no es una politización sino una democratización de las actividades". En el mismo sentido, el neuquino Horacio Lores sostuvo que "Milani tuvo una trayectoria brillante" como jefe de Inteligencia. La justicialista Escudero objetó la política del Gobierno de pasar a retiro a varios militares cuyos objeciones se centrarían en "portar apellidos", es decir, ser parientes de militares que ocuparon cargos de importancia durante la última dictadura militar. La oposición pidió la separación del pliego de Milani del resto de las propuestas para el ascenso, pero el oficialismo se negó y con la presencia dominante que tenía en el recinto, decidió finalmente la votación. Fuente: DyN La Nación Promociones en las FF.AA. / Triunfo del oficialismo en la Cámara Alta MILANI LOGRÓ EL POLÉMICO ASCENSO El jefe de Inteligencia del Ejército y candidato del Gobierno para conducir la fuerza alcanzó el acuerdo del Senado Gustavo Ybarrala La Nación La colaboración del senador Samuel Cabanchik (ex Coalición Cívica-Capital) le permitió ayer al kirchnerismo del Senado ofrendarle a la presidenta Cristina Kirchner el ansiado ascenso del controvertido jefe de Inteligencia del Ejército, ahora general de división César Milani, y de otros 300 oficiales en una sesión en la que la oposición acusó al Poder Ejecutivo de "politizar a las Fuerzas Armadas". El aporte de Cabanchik fue por partida doble. Primero, les permitió al oficialismo y sus aliados, entre ellos Carlos Menem (La Rioja), alcanzar el quórum, lo que no hubiese logrado por méritos propios debido a la ausencia del mendocino Adolfo Bermejo, de viaje en el exterior. Después, al no abstenerse -si lo hacía se caía la sesión- y votar en contra del ascenso. Así, el kirchnerismo logró la promoción de Milani por 36 votos a favor y uno en contra. A Milani, que el lunes asumirá como subjefe del Ejército, la oposición lo impugnaba por varios hechos, entre ellos su presunta participación en el levantamiento de Semana Santa y su decisiva colaboración en la política del Ministerio de Defensa de discriminación a oficiales de la fuerza por su relación de parentesco con militares que actuaron en la última dictadura. "Esto es la consagración de la politización del Ejército Argentino y de las Fuerzas Armadas", acusó el jefe del bloque radical, Gerardo Morales (Jujuy), para quien el ascenso de Milani implica "un retroceso en el tiempo" porque "se deteriora la calidad institucional". Según Morales, la tozudez del Poder Ejecutivo en avanzar con el ascenso del oficial objetado fue otra muestra más de "la matriz del control de las instituciones cueste lo que cueste" que le imputó al kirchnerismo. En la misma línea, Adriana Bortolozzi (PJ-Formosa) aseguró que "las Fuerzas Armadas están siendo tremendamente politizadas". La senadora acusó de esta política a la actual ministra de Seguridad y ex de Defensa, Nilda Garré, y a Milani. Pero también incluyó al periodista Horacio Verbitsky. "Es un brillante escritor, periodista e intelectual, pero es una parcialidad en nuestro país y no podemos permitir que nuestras Fuerzas Armadas estén sometidas a una parcialidad", aseguró. La defensa oficial El oficialismo hizo una cerrada defensa del oficial a través del presidente de la Comisión de Acuerdos, Marcelo Guinle (Chubut), quien aseguró que "la única objeción a Milani fue, a la pasada, que había que revisar su participación en un alzamiento carapintada". También descalificó las otras acusaciones, como la supuesta participación del militar en la venta "a precio vil" de inmuebles del Ejército que le imputó Morales. Al respecto, Guinle dijo que esas acusaciones habían sido sacadas "vaya uno a saber de qué folletín" y que estaban basadas en "argumentos insidiosos y mentirosos". Y retrucó: "No han podido exhibir ni una prueba". En represalia por la cerrada postura del oficialismo, la oposición vació el recinto. Apenas cinco senadores participaron de la sesión. Además de Morales y Bortolozzi, también participaron la peronista disidente Sonia Escudero (Salta) y los radicales Arturo Vera y Eugenio Artaza. Todos ellos intentaron convencer a Cabanchik de que se ausentara de la sesión (ver aparte) y terminaron absteniéndose a la hora de la votación. CABANCHIK PERMITIÓ EL QUÓRUM Todas las miradas en el Senado se posaron en la intervención de Samuel Cabanchik, a quien varios referentes de la oposición -Gerardo Morales (UCR), Sonia Escudero (PJ), María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica) y otros- intentaron convencer de que no diera quórum. Al hablar, admitió que tenía dudas sobre la foja de servicios de Milani, a tal punto que destacó su participación durante la última dictadura en el Batallón 601 de Inteligencia, un escuadrón que calificó de "nefasto". No obstante, se escudó en una supuesta "responsabilidad institucional" y en su compromiso con el oficialismo de dar quórum para no abstenerse. "Es imprudente, en este momento, contribuir a debilitar el poder institucional", se justificó tras la sesión en diálogo con los periodistas. El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, celebró la actitud de Cabanchik y destacó "la responsabilidad cívica de darle la magnitud y trascendencia a esta sesión". La Prensa Aprobaron el pliego que asciende a jefe de Inteligencia del Ejército a César Milani EL SENADO APROBÓ EL POLÉMICO ASCENSO DE MILITARES 22.12.2010 | En una sesión que estuvo a punto de naufragar, el pliego fue aprobado por 36 votos oficialistas. El opositor Gerardo Morales, quien votó en contra, objetó que dicho ascenso significa "la politización de las Fuerzas Armadas". El Senado aprobó por 36 votos oficialistas, contra uno de la oposición y cuatro abstenciones el pliego de ascenso del ahora general de división César Milani, jefe de Inteligencia del Ejército, quien fue objetado por legisladores opositores. La sesión tuvo dos momentos culminantes. En uno de ellos el oficialismo pidió postergar el comienzo porque no conseguía el legislador 37 que diera el quórum para sesiones, y en el momento de la votación, cuando la abstención de los opositores estuvo a punto de dejar sin el número necesario a la reunión. El quórum fue conformado con la presencia de oficialistas, menos el mendocino Rodolfo Bermejo, y con el apoyo del ex presidente Carlos Menem, la rionegrina María Bongiorno y la santafesina Roxana Latorre, y por el ingreso a último momento del porteño Samuel Cabanchik. Cabanchik protagonizó también la votación al ser el único opositor que con su presencia evitó que la sesión quedara sin quórum, por lo que el oficialismo obtuvo 36 luces verdes, el porteño aportó uno rojo, y cuatro opositores, el radical Gerardo Morales, Eugenio Artaza y Arturo Vera, y la justicialista Sonia Escudero. Cabanchik afirmó al concluir el encuentro que concurrió al recinto y votó "por responsabilidad institucional" y que "le cuesta creer sin ninguna prueba que Milani pueda ser el próximo (Augusto) Pinochet de la Argentina". La parte más fuerte del debate se centralizó en el ascenso del general César Milani, a quien Morales objetó su ascenso representa "la politización de las Fuerzas Armadas" a favor del actual gobierno nacional. "Es la consolidación de la politización de las Fuerzas Armadas y contiene el mensaje que a los militares que se acerquen a este poder político les va a ir bien", sostuvo el legislador opositor, quien agregó que significa "el desplazamiento de la meritocracia interna y el desprecio de la idoneidad de una fuerza que tiene que ser profesional". El radical sostuvo que a partir de ahora, Milani concentrará ahora más poder que el del propio jefe de la fuerza, general Luis Pozzi, por la acumulación de dependencias que tendrá a su cargo y objetó su responsabilidad en la venta "a precio vil" de un inmueble de Inteligencia ubicado en Basualdo al 400, de esta capital. El presidente de la Comisión de Acuerdos, el oficialismo Marcelo Guinle, negó que exista ninguna intencionalidad de favorecer la politización de la fuerza, al igual que César Gioja quien dijo que "los cambios realizados en Inteligencia no es una politización sino una democratización de las actividades". En el mismo sentido, el neuquino Horacio Lores sostuvo que "Milani tuvo una trayectoria brillante" como jefe de Inteligencia y el fueguino José Martínez. La justicialista Escudero objetó la política del gobierno de pasar a retiro a varios militares cuyos objeciones se centrarían en "portar apellidos", es decir ser parientes de militares que ocuparon cargos de importancia durante la última dictadura militar. La oposición pidió la separación del pliego de Milani del resto de los propuestas para el ascenso, pero el oficialismo se negó y con la presencia dominante que tenía en el recinto, decidió finalmente la votación. NCN CABANCHIK VS MORALES: LOS PLIEGOS DE LOS MILITARES Luego de que el senador por la Ciudad posibilitara el quórum y la aprobación de los ascensos a militares, el jefe del bloque radical se refirió a la cuestión y el filósofo le respondió. Los detalles. El oficialismo no tenía posibilidades de lograr el quórum para sesionar, más allá de que contaba con Carlos Menem sentado en su banca y la llegada, cuando el tiempo extra concedido por Julio Cobos había excedido sobremanera, de la misionera, Elida Vigo. Le faltaba un senador, y el milagro se hizo. Samuel Cabanchik fue el comodín que jugó el kirchnerismo a último momento. Cabanchik estaba sentado en su banca y, cuando llegó Vigo, se retiró. Para minutos más tarde ingresar y acercarse a la banca del santacruceño Nicolás Fernández, entablaron un breve diálogo y se retiraron juntos al salón Arturo Illia. Luego de unos minutos, Fernández ingresó, le comunicó a Miguel Pichetto un supuesto pedido y el jefe del bloque oficialista pidió la palabra para hacer un llamado a la cordura de los senadores opositores, que se encontraban en el Salón Eva Perón y "para que actuaran con responsabilidad en la necesidad de aprobar los pliegos de ascensos a los militares". Antes de finalizar Pichetto su exposición en minoría, ingresó Cabanchik, ocupó su banca y posibilitó el quórum para que se inicie la última sesión del año, lo que obligó a los cinco senadores de la oposición: Gerardo Morales; Sonia Escudero; Eugenio Artaza; Arturo Vera y Adriana Bortolozzi, a sumarse al Cuerpo Cuando llegó el momento de hacer uso de la palabra, el senador de Proyecto Buenos Aires Federal, dejó explicitada la conveniencia, aduciendo los argumentos de los opositores, de que el pliego del general de brigada Cesar Milani sea considerado por separado, pero respecto a los motivos del cuestionamiento del militar, señaló que "todas eran conjeturas vertidas a través de la prensa". A todo esto, Morales lo miraba entre sorprendido y resignado, no pudiendo ocultar su fastidio. Y, a la hora de votar, Cabanchik no se abstuvo, lo que le había pedido Morales "para que el quórum obtenido por el oficialismo se cayera y el tratamiento de los pliegos pasara para el mes de marzo del año próximo". Al término de la sesión, cada uno de los protagonistas le relató a NCN la versión de los hechos. Cabanchik adujo que el acompañó porque consideraba que "realmente no era coherente dejar a 300 militares colgados y sin ascenso por conjeturas políticas sobre uno de ellos y que la presidenta Cristina Fernández no pudiera darle respuesta a una institución como las Fuerzas Armadas". Luego preguntado por NCN porqué no se abstuvo si él consideraba que el pliego de Milani debía tratarse por separado, respondió: "lo que se dice de Milani son todas conjeturas, no hay nada concreto. Pero ahora yo digo, ¿porqué Morales y los demás firmaron el dictamen de mayoría en disidencia, si con eso habilitaban el tema?. Habría que preguntarle a Morales; lo que él hizo es lo mismo que hizo Roxana Latorre con la 125. Y a ella por eso la mataron. ¿Morales no hizo lo mismo?, dejó la pregunta flotando en el aire. Luego agregó: "aquí nadie se chupa el dedo; todos saben lo que hacen y porqué lo hacen, ¿porqué no yo?, cerró su diálogo con NCN. Por su parte Gerardo Morales, en medio de su decepción, le contó a NCN que ellos ya sabían de lo que iba a hacer Cabanchik. "Nos dijo que él tenía un acuerdo con el kirchnerismo de dar quórum, pero a pesar de ello, nosotros le pedimos que en la votación se abstenga para poder neutralizar el quórum y hacer que no se pueda votar, pero el se mantuvo en su posición y reiteró que iba a respetar el acuerdo". Cuando se le repreguntó sobre cual sería el acuerdo, Morales señaló: "Desconozco cual será, ustedes saben que en estos tiempos electorales, y sobre todo en la Ciudad, se están realizando varios. Así que este puede ser uno de esos y no debe extrañarnos", subrayó. En el mismo sentido le preguntamos sobre las afirmaciones de Cabanchik de que él "firmando el dictamen de la mayoría había habilitado el tratmiento del tema". A lo que Morales replicó: "Nosotros firmamos el dictamen porque el senador Marcelo Guinle, presidente de la Comisión de Acuerdos, se comprometió a tratar el pliego de Milani por separado, cosa que después no cumplió. Y lo que hizo el senador Cabanchik quedó a la vista de todos; si el compartía nuestra posición debió haberse abstenido en la votación. Así que ahora no venga a mentir. Los hechos están a la vista para que cada uno saque sus propias conclusiones", finalizó. En la charla de NCN con Cabanchik, le preguntamos porqué había sacado al senador Nicolás Fernández fuera del recinto. El senador porteño dejó su explicación: "Porqué le expuse lo que me había contado Morales sobre que no habían cumplido el acuerdo de tratar el pliego de Milani por separado. Y Fernández me expresó que eran mentiras, que ellos no habían acordado absolutamente nada". Estas fueron las secuencias de otro hecho político producido en el Senado de la Nación y que pasará a engrosar parte del anecdotario de una de las instituciones más representativas de la vida democrática del país. SENADO: APROBARON LOS ASCENSOS MILITARES Con la inesperada presencia en el recinto del senador porteño de ProBaFe, Samuel Cabanchik, el oficialismo logró el quórum necesario. Así, la Cámara alta aprobó los ascensos militares, incluído el polémico pliego de César Milani, acusado de haber participado en el levantamiento carapintada. La votación fue por 36 votos a favor, uno en contra y 4 abstenciones. Esta tarde, en la última sesión del año, el Senado aprobó los ascensos militares de más de 300 integrantes de las Fuerzas Armadas. Además, por 36 votos oficialistas a favor, 1 en contra y 4 abstenciones, la Cámara alta le dio el visto bueno al pliego del Jefe de Inteligencia, César Milani, acusado de haber participado en la rebelión carapintada de 1987. Horas antes de las tres de la tarde, la sesión aparecía más que complicada: la oposición, casi en su conjunto, había anticipado que no daría quórum para tratar los ascensos militares a partir de la insistencia del oficialismo en tratar el pliego de Milani. Cuando todo indicaba que el oficialismo no tendría más remedio que ver cómo fracasaba la sesión, la inesperada presencia en el recinto del porteño Samuel Cabanchik cambió la historia. Tras dialogar algunos minutos con el santacruceño Nicolás Fernández, Cabanchik se sentó en su banca y posibilitó el comienzo de la sesión en la cual se tratarán los pliegos de ascenso de oficiales superiores de las tres Fuerzas Armadas. Al comienzo del debate, sobre el polémico ascenso del general César Milani, el titular de la bancada radical, Gerardo Morales, remarcó que "es esencial saber si fue o no carapintada para que podamos acompañar su pliego" y dijo que existía “una consolidación de la política en las Fuerzas Armadas". "La participación de Milani como sub jefe del Ejercito es la consagración de la politización del Ejercito argentino: te va bien si te acercas al poder político”, consideró el radical. Asimismo, el jujeño argumentó que Milani concentrará ahora más poder que el del propio jefe de la fuerza, general Luis Pozzi, por la acumulación de dependencias que tendrá a su cargo. Desde el oficialismo, el presidente de la Comisión de Acuerdos, Marcelo Guinle, manifestó que "el pliego del general Milani no tiene absolutamente ningún cuestionamiento en su legajo, ni procesamiento ninguno". Además, con respecto a la supuesta participación del general en la rebelión de Semana Santa de 1987, el Ministerio de Defensa había expresado que Milani se encontraba en el área de Campo de Mayo en cumplimiento de órdenes que recibió de sus mandos para cumplir "misiones específicas" y no en solidaridad con los objetivos de quienes atentaban contra la democracia. EL CARAPINTADA DE CENTROIZQUIERDA El Senado ya aprobó el ascenso del general de Brigada César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, quien ahora quedó en condiciones de ser designado segundo jefe del Estado Mayor General del Ejército. En los hechos concretos, Milani es el primer carapintada en alcanzar tan alto cargo en el Arma y el primero, también, devenido en ardiente defensor de la centroizquierda. El ya general de División César Santos Milani –hasta ahora Director General de Inteligencia del Arma- puede sonreír a sus anchas: tal como él pretendía, el Senado aprobó su pliego y ahora sólo le resta asumir como segundo jefe del Ejército. La propia idea del jefe militar prosperó, y cómo. Para ello, Milani “sólo” necesitó comenzar a limpiar su camino hacia la jefatura a fuerza de hacer pasar a retiro o disponibilidad a cuantos generales creyera que le molestaban. Para lograr su cometido, está claro, el inteligente Milani contó con la inestimable colaboración de la presidenta Cristina Fernández, cuyo repentino y gran interés por el general es más que llamativo, habida cuenta del odio visceral que la jefa del Estado siente por todo lo militar. A propósito: algunas fuentes que sienten tanto afecto por Cristina como desprecio por el alto oficial, dicen que éste tendría en su poder elementos concretos para presionar a la jefa del Estado. Pero no dan ejemplos ni presentan pruebas. Como sea, a la mano de Milani se deben las decisiones presidenciales que pasaron a retiro o disponibilidad a los generales Roberto Bendini (entonces jefe del Ejército), Hernán Prieto Alemandi (hasta ese momento director de Bienestar del Arma) y Hugo Domingo Bruera, quien estaba a cargo de la Secretaría General del Ejército (aunque este último consiguió que la ministra Nilda Garré, cuando era la responsable de Defensa, lo salvara temporariamente enviándolo en comisión a Lima, Perú, sede de la Conferencia de Ejércitos Americanos). Previamente a lograr que la presidenta tomara tales decisiones, Milani se esmeró, y mucho, en espiar a sus colegas. Así, descubrió y aceleró la delicada situación judicial de Bendini; filmó a Prieto Alemandi tomando un café con el vicepresidente Julio Cobos y “descubrió” que Bruera tenía amigos peronistas entre los que se encontraban Eduardo Duhalde y Gerónimo Venegas. Se ve que Milani nunca se enteró que Bruera siempre fue peronista y, en tal condición, tuvo y tiene la mala costumbre de reunirse con quienes considera sus compañeros. Entre ellos, Duhalde y Venegas. Al comienzo de toda esta historia, Milani no las tenía todas consigo: de hecho, nadie en el Gobierno ignoraba su activa participación en la rebelión carapintada de la Semana Santa del ’87. Sin embargo, el hábil oficial consiguió, primero, hacerse designar al frente de la Dirección de Inteligencia del Arma. Luego, desde ese lugar tan sensible, convenció a propios y extraños de sus grandes aptitudes para reorganizar el sector. Así lo destacó la entonces ministra del área, Nilda Garré, y algo de cierto hay en todo esto. La reorganización funcionó, a punto tal que el primer beneficiado con dicha reforma fue el propio Milani. Un genio, el general. Cuentan algunas fuentes castrenses que no hace mucho Milani deslizó su actual pensamiento político: “Este es el mejor gobierno de toda historia argentina –dicen que dijo, y agregó-: Por fin hay alguien a quien no le tiembla el pulso para enfrentar a las corporaciones, a los monopolios y a la derecha golpista. Tenemos presidenta para rato, a Cristina no hay con qué darle”. Con mucha sorna, la fuente que atribuyó esa expresión al alto jefe, señaló: “Fijate lo que son las cosas. Todos creíamos que era un carapintada fanático y resultó ser un fiel defensor de la centroizquierda. ¡Lo que puede el poder!” Página 12 EL OFICIALISMO REUNIO QUORUM EN EL SENADO Y APROBO EL ASCENSO DEL GENERAL CESAR MILANI UNA VICTORIA PARA DESPEDIR EL 2010 Se aprobaron los pliegos de más de 300 militares, entre ellos el del jefe de Inteligencia del Ejército. En contra de que lo ascendieran, la oposición apostó al fracaso de la sesión, pero el kirchnerismo reunió a los senadores suficientes para debatir. Por Sebastian Abrevaya El oficialismo consiguió ayer aprobar los pliegos de ascenso de más de 300 militares que la oposición había forzado a postergar durante la sesión del miércoles pasado. Obligado a conseguir el quórum ante la ausencia de toda la oposición, el Frente para la Victoria consiguió juntar los 37 senadores gracias a la presencia del ex presidente Carlos Menem y del senador porteño Samuel Cabanchik, quien asumió por la lista de Elisa Carrió pero abandonó al poco tiempo la Coalición Cívica para formar su propio partido. Una vez iniciada la sesión y luego de un par de horas de debate, el pliego del jefe de Inteligencia del Ejército, César Milani, resistido por el disuelto Grupo A, se aprobó con 36 votos a favor, uno en contra y cuatro abstenciones. La sesión, convocada para las 14, tardó casi una hora en arrancar. A los 20 minutos, el presidente de la bancada oficialista, Miguel Pichetto, le pedía una primera prórroga de 15 minutos al titular del Senado, Julio Cobos. El tablero marcaba 31 senadores sentados, cinco menos que los necesarios. El oficialismo ya había logrado convocar a seis senadores que no le responden directamente: la santafesina Roxana Latorre, la rionegrina María José Bongiorno, los aliados de Tierra del Fuego Rosa Díaz y José Martínez, el neuquino Horacio Lores y el riojano Menem, ausente en casi todas las votaciones del año. Con ese panorama y por más que faltaban cinco legisladores del bloque oficialista, reinaba en el kirchnerismo un clima de inestable optimismo. Ya habían tomado asiento 34 senadores cuando el sanjuanino César Gioja entró retrasado por su vuelo. La misionera Elida Vigo había pasado por su casa para cambiarse, por lo que llegó casi corriendo tras estancarse en un embotellamiento a pocas cuadras del palacio legislativo. El único ausente del FpV fue el mendocino Rolando Bermejo, de viaje por Miami. La ausencia de Bermejo implicaba la necesidad de sumar a un legislador del ya disuelto Grupo A. Ese fue el momento de mayor tensión, a un senador del quórum, con Cabanchik fuera del recinto, presionado por la oposición para que no se sentara. La conducción del bloque K manifestaba su fastidio hasta que Cabanchik entró al hemiciclo, se acercó a la banca de Nicolás Fernández y ambos salieron juntos a conversar en el Salón Rosa. En esa charla, Cabanchik insistió en separar el pliego de Milani, lo que fue descartado de plano por el oficialismo. La orden era no dejar de lado al número dos del Ejército, lo que hubiera significado un duro golpe político. “Todos o ninguno”, replicaban en el FpV. “Tenemos que actuar con seriedad. Hubo senadores que estuvieron sentados y se fueron. Este es un tema de responsabilidad institucional”, comenzó Pichetto, en clara alusión a Cabanchik, todavía en el salón contiguo. “Es una actitud destructiva. Si no quieren votar a Milani, voten en contra”, continuó Pichetto cuando el legislador opositor se encaminó a su banca. Aplauso de por medio, a las tres de la tarde se inició la sesión e ingresó un puñado de opositores: la peronista disidente Sonia Escudero y los radicales Gerardo Morales, Eugenio Artaza y Arturo Vera. María Eugenia Estenssoro, de la CC, estaba en el Congreso pero nunca fue al recinto. El neuquino Lores pidió la palabra y les echó en cara a los radicales y a Escudero que utilizaran la estrategia de retacear el quórum cuando ellos mismos a principio de año habían pedido que se emitiera una solicitada por los diarios para citar a senadores ausentes en las sesiones, bajo amenaza de utilizar la fuerza pública. Más allá de esa discusión, la controversia giró, centralmente, en torno del pliego de Milani, acusado por la oposición de participar en el levantamiento carapintada de 1983. Otros dos pliegos cuestionados, de Jesús Guasti y Alejandro Sánchez, fueron postergados hasta marzo. “Milani es la consagración de la politización del Ejército que no podemos permitir. Expresa la destrucción de la meritocracia interna y desprecia la idoneidad de una fuerza que tiene que ser profesional”, disparó Morales durante el debate, quien le recriminó al jefe de Inteligencia aparecer en una foto durante el alzamiento liderado por Aldo Rico contra Raúl Alfonsín. “Dicen que estaba haciendo actitud de contrainteligencia. Yo quisiera ver las órdenes de contrainteligencia. Si fue o no carapintada es un tema esencial para su ascenso”, insistió el jujeño al reiterar que el pliego se postergue hasta marzo. Cabanchik, aportó, entre otros datos, que Milani formó parte de Batallón 601 del Ejército en 1979. El presidente de la Comisión de Acuerdos, Marcelo Guinle, defendió la situación del general. “No tiene ningún cuestionamiento en su legajo, ni procesamiento alguno, de la Secretaría de Derechos Humanos o del CELS. Aquella foto se justifica con lo que dijo la ministra Garré”, sostuvo Guinle, quien les preguntó a los opositores “¿qué cambió del 2001 y el 2007?”, cuando sus ascensos fueron aprobados. La peronista disidente Escudero canalizó los reclamos de militares supuestamente marginados de los ascensos “por portación de apellido. “Tenemos que dejar de lado el pasado. Esta situación de venganza intergeneracional no nos está conduciendo al nuevo rol de las Fuerzas Armadas”, remató. A la hora de la votación hubo un último intento opositor por arrebatarle la victoria al oficialismo. Los senadores opositores pidieron que se votara por separado el pliego de Milani y buscaron que Cabanchik se sumara a la jugada de abstenerse, descontando esos votos del quórum y haciendo caer la votación. En sintonía con su posición de habilitar el inicio de la sesión, Cabanchik rechazó la intentona, aunque votó en contra del pliego de Milani. Así, con 36 votos a favor, cuatro abstenciones y un voto en contra, el oficialismo cerró victorioso el año parlamentario. Parlamentario SE APROBARON TODOS LOS PLIEGOS DE ASCENSOS MILITARES EN LA CÁMARA ALTA La bancada oficialista, con la ayuda del legislador opositor Samuel Cabanchik (ProBAFe), consiguió quórum y pudo tratar el tema. El único pliego cuestionado por los senadores antikirchneristas era el del general de brigada César Milani, acusado de haber participado en el levantamiento militar carapintada de Semana Santa de 1987. La sesión extraordinaria arrancó a las con 15 y terminó a las 16.30. El bloque del Frente para la Victoria (Fpv) consiguió este miércoles la aprobación de los 326 pliegos de ascensos militares -Ejército (168), Armada (79) y Fuerza Aérea (79)-, en una sesión extraordinaria que arrancó a las 15 y terminó a las 16.30. De los más de 300 pliegos en cuestión, el único en el que no había consenso –fue el motivo por el cual los opositores no quisieron dar quórum- es el del general de brigada César Milani, acusado de haber participado en el levantamiento militar carapintada de Semana Santa de 1987. El quórum El único senador del oficialismo que no se presentó en el recinto fue el mendocino Rolando Bermejo. A la bancada kirchnerista se sumaron los aliados de Tierra del Fuego Rosa Díaz y José Martínez, el neuquino Horacio Lores. También aportaron para el quórum la santafesina Roxana Latorre -acompañó en los últimos meses las iniciativas del bloque-, la rionegrina María José Bongiorno y el riojano Carlos Menem –estaba con licencia médica-, que ya había participado de la sesión del miércoles pasado. Sin Bermejo, el oficialismo tenía 36 legisladores. Lo que permitió el quórum fue la presencia del senador de Proyecto Buenos Aires Federal (ProBAFe) Samuel Cabanchik. El debate por Milani “La aprobación del pliego de Milani es la concreción de la politización de las Fuerzas Armadas”, aseguró el jefe de la bancada radical en la Cámara alta, Gerardo Morales, y explicó: “Hay una resolución –la 1633- del 13 de diciembre de la ex ministra Nilda Garré que propone reestructurar de Fuerzas Armadas, que es volver a un viejo esquema. Se ha roto el equilibrio del esquema de los ascensos”. Cabanchik manifestó que “no se puede tratar –el pliego de Milani- como si fuera un tema menor o de informalidad”, y recordó que el militar “estuvo en el batallón 601”, en 1979, como oficial en inteligencia. Luego señaló: “A la luz de que ha habido una voluntad manifiesta del oficialismo para no separar el pliego, uno está sentado aquí para acordar o no. En cualquier caso, la responsabilidad histórica lo dirá la historia y es el oficialismo el que tendrá que confirmar en los hechos si hoy actuó en buen juicio”. Luego, la senadora del Peronismo Federal Sonia Escudero contó que recibió “una cantidad de denuncias de personas que fueron excluidas” por ser familiares de personal militar que participó de gobiernos militares, y destacó que en relación con dicho tema que “el pasado no puede sofocar el presente, desde la institucionalidad estamos generando personas resentidas, y todo a cuesta del Estado”. Por último, el titular de la Comisión de Acuerdos de la Cámara alta, que es chubutense Marcelo Guinle, expresó que “lo único que se pidió en la comisión fue revisar su supuesta participación –la de Milani- en el movimiento carapintada” y que los legisladores opositores se dejaron llevar por “folletines mentirosos, algunos lo repiten como si fuera una realidad, se ha echado a rodar una serie de cuestionamientos que no tienen ningún tipo de argumentos”. Además resaltó: “Yo no sé quién estaba dando letra. Antes era un monopolio, ahora debe ser un servicio arrepentido”. La votación Primero se decidió realizar la votación del pliego de Milani, que se aprobó con 36 adhesiones afirmativas, una negativa –Cabanchik- y cuatro abstenciones –Escudero y los radicales Morales, Eugenio “Nito” Artaza y Arturo Vera. Luego se avalaron el resto de los pliegos. La única legisladora que se abstuvo fue Escudero. Para finalizar, los jefes de las bancadas kirchnerista y radical en la Cámara alta, Miguel Ángel Pichetto y Gerardo Morales, respectivamente, agradecieron el trabajo de "todas las personas del Congreso" y desearon felices fiestas. El oficialismo despidió el año con una nueva victoria. MONTERO PRESENTÓ BALANCE LEGISLATIVO En el marco de un encuentro con la prensa, la senadora nacional cobista defendió el federalismo y criticó la política antiinflacionaria. La senadora nacional por Mendoza del Frente Cívico Federal, Laura Montero, repasó en el Salón Rojo de la Legislatura provincial, los proyectos presentados entre 2008 y 2010 en el Congreso Nacional. Ante periodistas de varios medios que acudieron a la presentación, Montero se explayó sobre iniciativas vinculadas a la Consolidación Institucional, el Desarrollo Económico nacional y regional y las Políticas de Cohesión Social. En lo referido a la consolidación institucional, destacó por un lado sus proyectos para fortalecer la labor legislativa devolviéndole al Congreso sus facultades constitucionales y para vigorizar la Justicia, y por otro los que abordaron un Federalismo de concertación, a través del cual la Nación y los gobiernos provinciales se deben abocar de manera conjunta a resolver problemas de seguridad, salud y educación. Al respecto, Montero expresó que "el federalismo fiscal tiene que mejorar la situación financiera provincial, sin doblegar la voluntad política de la provincias", momento en que se refirió a los proyectos presentados para gestionar fondos para la provincia. En cuanto a la Economía nacional y regional, la Senadora mendocina habló en general sobre sus iniciativas para insertar a la Argentina en el Mundo y en particular en el Mercosur, y recordó especialmente su proyecto de crear el Régimen de Promoción Industrial por regiones y para todas la provincias del país. También se enfocó sobre la economía de Mendoza y repasó ante los presentes su proyecto para declarar la emergencia agropecuaria para los productores agrícolas de Rivadavia por doce meses. Cabe destacar que junto a otros legisladores, la senadora Laura Montero también presentó iniciativas vinculadas a la resolución de la crisis energética y la creación y promoción de parques industriales en la Argentina, entre otros numerosos proyectos. Finalmente, y con respecto a los temas referidos a la Política Social, la Legisladora resaltó la creación de procedimientos para garantizar la recomposición y movilidad de los haberes previsionales, el programa de Servicio Cívico Voluntario, el programa de Cédula Escolar nacional y el novedoso régimen del Rodado Único como bien de familia. En lo que respecta a la estrategia del cobismo para imponer temas en el Congreso, reconoció que si bien algunos proyectos no prosperaron, se logró instalar el debate público en el Parlamento. "Esta fue nuestra estrategia legislativa, instalar temas y que haya debate", dijo la Senadora. Montero también abordó uno de los temas que más preocupa en este momento a la población: la inflación. En tal sentido, criticó la tarea del Ministro de Economía Amado Boudou y de la presidente del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, por no atender el problema y fomentar la expansión monetaria, lo que a entender de la ex Ministra de Economía de Mendoza, fomenta el proceso inflacionario. "Hay que atacarla en sus causas con múltiples herramientas", señaló la senadora, al tiempo que advirtió que por cada punto de inflación, se generan en el país 70 mil pobres más. Finalmente, criticó la postura del gobierno de acudir al FMI para que asesore al INDEC. "El INDEC debe recomponerse con una ley que dé confiabilidad a la estadística pública, al Fondo Monetario se lo mete por la ventana para lograr financiamiento internacional", advirtió. ARTAZA SE REUNIRÁ CON EL TITULAR DE ENARSA El senador nacional analizará con el funcionario temas relacionados con la energía en su provincia, Corrientes. El senador Eugenio Artaza mantendrá en las próximas horas una entrevista con el presidente de ENARSA, Ezequiel Espinoza, para interiorizarse en primer lugar de los refuerzos que estaría realizando la empresa con Megavatios, para la zona del Paraná de la provincia de Corrientes. El legislador le solicitará también al titular de ENARSA que mantenga la inversión de energías alternativas para Corrientes. “Estoy enterado de que se van hacer en otras provincias, así que lo que vamos a solicitar es una situación igualitaria para nuestras provincias del nordeste. Todos los correntinos queremos mayor energía”, expresó Artaza. En el mismo sentido, el legislador nacional tiene previsto durante el verano mantener reuniones con el secretario de Energía de la Nación, Daniel Cameron y con autoridades nacionales, para solicitar en forma urgente la concreción de la obra de electrificación para Goya Mercedes como fue publicado, en el diario El Cronista el pasado 4 de noviembre, el llamado a licitación. En otro orden, Artaza envió donaciones para que sean entregadas en Navidad y Año Nuevo. Según se informó, la hermana del senador entregará las mismas a distintas entidades de bien publico de la Ciudad de Bella Vista Telam Tiempo Argentino La oposición sufrió una derrota en el senado APRUEBAN EL ASCENSO DE MILANI Publicado el 23 de Diciembre de 2010 La oposición en el Senado intentó, sin suerte, evitar el ascenso del jefe de Inteligencia, el general de brigada César Milani, a general de división y virtual número dos del Ejército. Sin embargo perdió, y el pliego en cuestión se aprobó por 36 votos contra uno y cuatro abstenciones. A primera vista, el resultado podría considerarse como abrumador y lo es. Sin embargo, al mismo tiempo fue un triunfo ajustado. Es que los pocos opositores presentes jugaron a hacer caer la sesión con las abstenciones. Al estar escasamente representada, y como el número total de senadores en las bancas era de 41, el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, buscó jugar con el reglamento. Sabía que el oficialismo llegaba a 36 votos, y si los cinco restantes, todos de la oposición, eran abstenciones, provocaría el fin de la sesión porque las abstenciones se restan del quórum. Ergo, el kirchnerismo se quedaría sin los ascensos apenas por un voto. Sin embargo, el senador porteño Samuel Cabanchik, además de garantizar el quórum para que se pudiera sesionar, votó en contra del pliego de Milani y se transformó en el voto efectivo número 37 que necesitaba el oficialismo. Morales y los pocos opositores que lo acompañaron, vieron cómo se hacía trizas su estrategia y terminaron el año con una nueva derrota en el recinto y ante la mirada atónita del vicepresidente Julio César Cobos. Morales dijo que la actitud de Cabanchik era “contradictoria”, al haber beneficiado al oficialismo con su presencia y el voto –aunque sea en contrario– de Milani. El senador porteño retrucó, al sostener que votó “por responsabilidad institucional” y advirtió: “Dada la política de Derechos Humanos que lleva el gobierno nacional, me cuesta creer sin ninguna prueba que Milani pueda ser el próximo (Augusto) Pinochet de la Argentina.” Area Comunicaciones – Bloque UCR – Senado de la Nación www.senadoucr.gov.ar ucrbloque6020@gmail.com