1 MEDIOS DE PAGOS DISTINTOS AL EFECTIVO Y SU RELACIÓN

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Departamento de Estudios Económicos
Nº 214, Año 6 | Lunes 03 de Octubre de 2016
MEDIOS DE PAGOS DISTINTOS AL EFECTIVO Y SU RELACIÓN CON
LA INCLUSIÓN FINANCIERA
Gracias al avance de la tecnología, los medios de pago distintos al efectivo han experimentado una
notable evolución, incrementándose el número de opciones disponibles y ganando año a año
preferencia entre los usuarios. Si bien el principal medio de pago sigue siendo el efectivo, hoy
también se pueden hacer transacciones monetarias mediante tarjetas de débito y crédito, a través
de dispositivos móviles conectados a internet, teléfonos celulares, solo por mencionar algunos.
En nuestro país se calcula que del monto total de las transacciones de consumo, el 23% se realiza
con medios de pago distintos al efectivo, según un estudio de Mastercard realizado el 20131. Sin
embargo, si se considera únicamente el número de operaciones, éstos medios alternativos solo
representan el 1% del total. Dicha cifra nos muestran que si bien el monto transado utilizando
medios electrónicos es relativamente importante, el número de transacciones aún es ínfimo.
Pero, ¿por qué fomentar la utilización de medios de pago
distintos al efectivo? ¿Qué beneficios trae su uso? Según
un reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad
(IMCO) y la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo (USAID, por sus siglas en ingles), se puede
identificar hasta nueve ventajas si es que se masifica el
uso de instrumentos de pagos diferentes al efectivo: se
podría llevar un mejor registro de actividades
comerciales, aumentar los ingresos fiscales debido al incremento de las ventas gravadas, se
reducirían las operaciones financieras ilícitas e informales, inclusión financiera de sectores de la
población que no participan en el sistema financiero formal, la creación de un historial crediticio
para los usuarios que utilizan dinero digital, aumento del ahorro privado mediante la penetración
de instrumentos bancarios en un segmento más amplio de la población, menores costos de
transacción y crecimiento del público objetivo de distintos giros de negocios2.
“…se puede identificar hasta
nueve ventajas si es que se
masifica el uso de
instrumentos de pagos
diferentes al efectivo”
Sobre las los beneficios antes señalados, hay tres puntos a los que nuestro país debería prestarle
atención especial. Uno de ellos se relaciona al uso de medios de pago distintos al efectivo y su
influencia en la inclusión financiera. El siguiente grafico revela la afinidad existente entre ambas
variables según una muestra en 136 países, de los cuales, las observaciones de color rojo
representan a los países de América Latina, mientras que el circulo negro registra las cifras para
Perú. En él se puede apreciar que en aquellas naciones donde hay un empleo intensivo de medios
de pagos electrónicos, el nivel de inclusión financiera -medido como el porcentaje de personas
adultas que tienen al menos una cuenta en el sistema financiero- es más alto.
1
2
Cashless Journey: The global journey from cash to cashless (2013).
Reducción de uso de efectivo e inclusión financiera (2016).
1
Uso de pagos electrónicos (% de adultos)
INCLUSIÓN FINANCIERA Y USO DE PAGOS ELECTRÓNICOS
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
0
20
40
60
80
100
120
Personas con al menos una cuenta en el SF (% de adultos)
Fuente: Global Findex - Banco Mundial
La relación entre estas variables es evidente: las transacciones monetarias realizadas con medios
distintos al efectivo se realizan, principalmente, con tarjetas de débito, crédito y dinero electrónico,
y para poder contar con alguno de estos instrumentos hay que tener algún tipo de cuenta (ahorros,
monedero electrónico) en alguna entidad financiera o empresa regulada por el supervisor
financiero. En ese sentido, si el número de personas que emplea medios de pagos electrónicos
aumenta, se genera un efecto positivo inmediato en el índice de inclusión financiera.
De otro lado, de acuerdo a cifras del Banco Mundial y de
un trabajo de Friedrich Schneider y Collin Williams,
quienes calcularon el tamaño de la economía informal en
162 países3, se aprecia una relación negativa entre el uso
de medios de pagos distintos al efectivo y las actividades
comerciales informales. En otras palabras, en los países
donde hay un mayor uso de instrumentos de pago
electrónicos, la economía informal (como porcentaje del
PBI) es menor, y viceversa.
“…en los países donde hay
un mayor uso de
instrumentos de pago
electrónicos, la economía
informal (como porcentaje del
PBI) es menor”
Esta relación se explica porque mientras más uso se dé a medios de pago como tarjetas de crédito,
débito o dinero electrónico, más negocios van a tener la necesidad de adaptarse (salir de la
informalidad) para poder captar a aquellos consumidores que prefieren usar dichos instrumentos.
Ser informal en un país en el que más del 80% de personas usa instrumentos de pago electrónicos
es casi como excluirse del mercado.
3
The shadow economy (2013).
2
ECONOMÍA INFORMAL Y USO DE PAGOS ELECTRÓNICOS
Uso de pagos electrónicos (% de adultos)
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
0
10
20
30
40
50
60
70
Economía informal (como % del PBI)
Fuente: Banco Mundial, F. Schneider y C. Williams (2013)
Otra relación interesante es la que corresponde al uso de medios de pagos distintos al efectivo y
la corrupción. Según información de Transparencia Internacional y el Banco Mundial, podemos
identificar una relación negativa entre el uso de medios de pago electrónicos y la percepción de la
corrupción. Así, se observa que en los países donde el uso de tarjetas de pago y/o dinero
electrónico es intensivo en la población, la percepción de la corrupción es menor4.
El vínculo entre estas variables se da por el hecho de que
las transacciones con medios de pago electrónicos le
quitan la anonimidad a las operaciones. Algunas de las
características fundamentales del uso de efectivo es que
tiene mínimos costos de transacción y permite mantener
en el anonimato las transacciones, elementos
fundamentales que explican por qué las actividades ilícitas
relacionadas con corrupción se manejan básicamente con
efectivo. En un país donde se emplea masivamente el uso
de medios de pago electrónicos, el margen de maniobra
de estas actividades ilegales se reduce drásticamente si se compara con aquellos países donde el
principal medio de pago es el efectivo. En esa línea, Kenneth Rogoff señala en un estudio que
existe evidencia de que al menos el 50% de las transacciones realizadas en efectivo se efectúa de
esa forma precisamente para ocultar actividades ilegales o informales5.
“…existe evidencia de que al
menos el 50% de las
transacciones realizadas en
efectivo se efectúa de esa
forma precisamente para
ocultar actividades ilegales o
informales”
4
En el índice de percepción de la corrupción, cero significa mayor corrupción y 100 menor corrupción. De esta forma, en el
gráfico correspondiente se observa una relación positiva entre el uso de pagos electrónicos y el índice en mención.
5
Costs and benefits to phasing out paper currency (2014).
3
Uso de pagos electrónicos (% de adultos)
PERCEPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN Y USO DE PAGOS ELECTRÓNICOS
140
120
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40
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0
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40
60
80
100
Índice de percepción de la corrupción
En el índice de percepción de la corrupción, cero significa mayor corrupción y 100 menor corrupción.
Fuente: Banco Mundial, Transparencia Internacional
Si bien para lograr incrementar la inclusión financiera y reducir la informalidad y la corrupción en
nuestro país se necesitan políticas públicas integrales (que van desde el plano económico, del
derecho, y que incluso requiere cambios en la idiosincrasia de las personas), fomentar el uso de
los medios de pagos distintos al efectivo se presenta como un excelente mecanismo que ayudaría
a alcanzar los objetivos descritos. Como mencionamos al inicio, en la actualidad apenas el 1% de
personas adultas en el Perú utilizan medios de pagos electrónicos, por debajo del 17% en Brasil,
11% en Chile, 7% en Colombia, 6% en Argentina y 4% de Ecuador, mientras que en Finlandia
supera el 88%. Por lo tanto, existe un importante espacio por cubrir por estos medios de pago en
los siguientes años.
Para ello, primero se tiene que crear algunas condiciones que permitan que dicho incremento se
materialice sostenidamente. Citi junto al Imperial College London presentó hace algún tiempo el
ranking Digital Money Readiness Index. Este índice mide qué tan preparados están los países para
promover y adoptar el dinero digital. Dicho indicador se construye considerando cuatro pilares:
institucionalidad y mercado (que toma en cuenta el ámbito regulatorio, eficiencia del mercado, entre
otros aspectos); infraestructura tecnológica y financiera; presencia de soluciones que permitan que
el dinero digital pueda desarrollarse; y la propensión de la población para adoptar estos medios de
pago. En el referido ranking para el 2015, Perú se encuentra en el puesto 60 de 90 países,
mejorando desde el puesto 62 anotado un año antes6.
Nuestra ubicación en dicha evaluación responde a que el
“…el consumidor peruano
mercado peruano minorista aún no está preparado para
aceptar masivamente pagos con dinero digital (situación
tiene una propensión muy
que podría deberse a los altos costos para acceder a POS,
baja de emplear estas
entre otras cosas) y a que el consumidor local tiene una
tecnologías (dinero digital)”
propensión muy baja de emplear estas tecnologías. En el
análisis de Citi e Imperial College también se señala que el pilar en el que sí estamos bien
posicionados es el relacionado a infraestructura financiera y tecnológica.
Por lo tanto, si se busca facilitar la transición hacia una economía donde se use de manera
significativa medios de pago distintos al efectivo, el Estado debe atender las debilidades antes
mencionadas. Para combatir el incipiente estado del comercio minorista en cuanto a la aceptación
de dinero digital, se debería -por ejemplo- atender la escasa penetración de POS (puntos de venta,
6
Digital money: a pathway to an experience economy (2015).
4
por sus siglas en inglés) en el país7. IMCO refiere que por lo general los costos de implementar
terminales de puntos de venta electrónicos recae sobre el comerciante, quien asume los gastos de
inversión en equipos, red, cuentas bancarias, entre otros. En ese sentido, una manera de
incrementar la red de POS en el país es que el Estado pueda abaratar el costo de estas terminales
a través de programas de apoyo a pequeños comerciantes, como viene dándose en algunos
estados de México. De forma similar, en Uruguay, el Estado entrega subsidios para que los
comercios puedan arrendar terminales POS y viene promoviendo inversiones en estas terminales
electrónicas.
Asimismo, otra manera de incrementar el uso del dinero digital es ofreciendo incentivos tributarios.
En Argentina, por ejemplo, desde el 2001 al 2008 se redujo el IVA en 3 puntos porcentuales a todas
las transacciones realizadas con tarjetas de crédito, y en 5 puntos porcentuales hasta el 2012 a las
operaciones efectuadas con tarjetas de débito. En Corea del Sur también se aplicaron
disposiciones similares, que han permitido incrementar la penetración de los medios de pago
electrónicos. Uruguay es el país que más recientemente viene impulsando decididamente el uso
de las tarjetas de pago, ofreciendo incentivos tributarios a los consumidores.
En tanto, para enfrentar el poco interés de la población por usar dinero digital, el Estado necesita
implementar programas de educación financiera, valiéndose de todos los medios y canales de
comunicación disponibles. Esta traba es idiosincrática: la gran mayoría de peruanos aún tiene
miedo de usar tarjetas de crédito o débito (y dinero electrónico) porque desconocen las
características de estos productos, y prefieren utilizar efectivo, el cual tiene un alto costo para la
economía, por toda esa masa de transacciones que no pueden ser identificadas, y por lo tanto, no
son gravadas. Si se atiende correctamente los obstáculos mencionados, podríamos encausarnos
a convertirnos en una economía menos dependiente del efectivo, y aprovechar los beneficios que
ello trae a la sociedad.
7
De acuerdo a Citi e Imperial College London, en el Perú existen 7,000 POS por cada millón de habitantes, mientras que en
Argentina la cifra llega a 11,000 POS por cada millón.
5
Gerencia de Estudios Económicos
Alberto Morisaki
Gerente
Sergio Urday
Jefe de información económica y del sistema financiero
Estudios Económicos
Arturo Hidalgo
Claudio Maceda
Estadísticas
Analista
Maura Rivera
Practicante Lourdes Cruz
Priscila Condori
Analista
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Asistente
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