Boletín IIE, noviembre-diciembre del 2002 Capital intelectual y propiedad intelectual José L. Rincón S. Introducción E n los últimos años se han realizado importantes desarrollos tecnológicos que dieron origen a que la información sea el recurso más apreciado, no sólo para las organizaciones sino también para las personas y los países. En forma paralela, algunos países como Estados Unidos y la Unión Soviética, iniciaron la revolución tecnológica que culminó con la puesta en órbita de satélites como el Sputnik y el desarrollo de la computadora. En ese momento, esos hechos se consideraron los grandes logros de la investigación, sin embargo, su mayor contribución fue la iniciación de la era de la comunicación vía satélite. Así pues, la principal característica de esta nueva sociedad de la información es que el insumo más importante con que cuentan las organizaciones es, precisamente, la información oportuna, relevante y suficiente. En países como Estados Unidos, se ha registrado un incremento considerable, aproximadamente del 11 al 60%, en el nivel de ocupaciones basadas en la información. Esta tendencia es similar aunque con cifras distintas en países como México. Es fácil comprender que se vive en la era de la información al reconocer que los medios de comunicación se han convertido en artículos de primera necesidad como el teléfono y la Internet. El capital intelectual está basado en los conocimientos, en el intelecto humano y en el valor económico que éstos le aportan a la organización por desarrollarse dentro de su ámbito. Si bien el desarrollo de la tecnología de la información está asociado con el incremento en el uso de los medio electrónicos de comunicación, la intervención de las computadoras es solamente una pequeña parte de la era de la información. Es cierto que las computadoras son el elemento común y que han contribuido a que las organizaciones sean más eficientes, pero no son el único elemento identificable en esta nueva era. En la era de la información, las organizaciones se encuentran comprometidas con el cambio en la generación de ingresos. Ya no se basa en los bienes de capital, como en la era de la industrialización, ahora se requiere integrar a todos sus colaboradores y buscar la forma en que éstos compartan los conocimientos para que en forma conjunta alcancen los objetivos. Ser parte de la sociedad de la información obliga a todas las organizaciones a analizar y redefinir sus metas. No con el propósito de cambiarlas, si no con el 263 Artículos técnicos El capital cliente se conforma por las relaciones que la organización tiene con otras semejantes o con personas que requieren el producto o servicio que ésta presta. de modificar la forma de alcanzarlas. En la era o sociedad industrial, el recurso principal era el capital. Mientras una empresa tuviera los recursos necesarios para adquirir los bienes de capital con los cuales producir bienes, se consideraba una organización con posibilidades de crecimiento y éxito. En contraste, una organización que en la actualidad cuenta con el capital suficiente para la adquisición de bienes de producción, pero se niega a reconocer la importancia de la información, cuenta con menos posibilidades de alcanzar su desarrollo económico o de permanecer en el mercado. Ahora, el principal insumo en las organizaciones, es la información para generar conocimiento. En la era industrial el cambio se dio en torno a los avances relacionados con la productividad y la eficiencia dentro de un marco industrial caracterizado por la reducción de costos y por la atención especial a los ingresos. La base fundamental del desarrollo consistió en identificar qué procesos contribuían a la productividad y cuáles no; y en sustituir la mano de obra por la perfección en las máquinas y por el ahorro que éstas producían. Se concentraba en hechos ocurridos, no en el futuro. La toma de decisiones estaba totalmente fundamentada en hechos pasados sin tomar en consideración las posibilidades a futuro, como se ilustra en el Cuadro 1. 264 Datos vs. Información El reto en las organizaciones de la sociedad de la información es distinguir entre los datos y lo que constituye verdadera información, y principalmente distinguir, fomentar y cuidar el conocimiento. En la actualidad las organizaciones ya no deben cumplir únicamente con la recopilación de información basada en acontecimientos pasados; el registro de los eventos ya no es suficiente. Cualquier organización debe ahora anticiparse a los acontecimientos futuros y la única forma de lograrlo es creando conciencia en el personal de que el conocimiento compartido fortalece mucho más a la organización que el conocimiento individualizado. En ocasiones es difícil distinguir la diferencia entre datos e información. Información son los datos arreglados con base en el contexto en el que serán interpretados para que tengan significado o trascendencia para la persona que la recibe. Muy concretamente, la información representa algo para la persona o la organización, de otra forma, son únicamente datos que probablemente son valiosos para alguien más, pero no para la persona que los va a utilizar. He ahí, la importancia de identificar perfectamente las características del entorno y las necesidades de los receptores de la información para así, en caso de ser los proveedores, poder poner a su alcance información y no datos y, en caso de ser los receptores, reconocer la información . Una vez que se ha generado información, se puede hablar de la generación de conocimiento. El conocimiento depende en gran medida de que la información sea confiable. Si es así, el conocimiento generará Cuadro 1 Comparación entre las economías industrial y de la información. Economía industrial Economía de la información Industrializar Informar • Petróleo. • Materias primas. • Acero. • Recursos naturales. • Productos. • Procesos. • Desarrollar conocimientos y servicios. Crear infraestructura Crear infoestructura • Carreteras. • Aeropuertos. • Transportes, etc. • Utilizar tecnología de la información avanzada. • Crear sistemas de información de lo micro a lo macro. Conceptos rectores Concepto rectores • Producción masiva. • Mercados masivos. • Productividad. • Maquinaria y equipo como extensión del músculo. • Empresas intensivas en capital. • Organizaciones mecánicas orientadas al proceso, producto o tecnología. • Procesos masivos con producción diversificada. • Nicho de mercado. • Crear valor. • Computadora como extensión de la mente. • Empresas intensivas en conocimiento. • Organizaciones inteligentes orientadas hacia el cliente. Boletín IIE, noviembre-diciembre del 2002 actividades conscientemente encaminadas al logro de los objetivos institucionales. Adquisición del conocimiento El conocimiento se adquiere a través de un proceso. Se parte de los datos, que se depuran para luego integrar, ordenar y relacionar dentro de un contexto. La información es generada para la satisfacción de las necesidades del hombre por medio del conocimiento de dicha información. Puede decirse que el conocimiento es: averiguar por la inteligencia la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas. Por lo tanto, el conocer algo no sólo depende de la disponibilidad de la información, sino del interés del individuo por apropiarse de ella y satisfacer sus necesidades de conocimiento. Las organizaciones actuales requieren de identificar claramente las diferencias entre datos, información y conocimiento para poder obtener las ventajas competitivas de llevar a cabo una administración basada en el conocimiento. En la era de la información, entre más conocimientos tenga una organización, contará con una visión más amplia de las situaciones y le permitirá entender, captar y anticiparse a los eventos. Cuando una organización conoce, se encuentra más segura; y dicha seguridad le da la capacidad de dedicarse no sólo a resolver problemas actuales, si no de concentrar su atención en el futuro y las oportunidades. Si se habla del conocimiento en el entorno de las organizaciones, éste es el factor determinante en la competitividad y permanencia de las mismas desde finales del siglo XX y en el siglo XXI. El papel del conocimiento como impulsor de la ventaja competitiva de las organizaciones, se ha convertido en un asunto importante en todas las áreas de la administración. Y al considerar que el generador del conocimiento es la persona, la empresa cuenta con generadores de conocimiento en todas sus áreas. Tipos de conocimiento Al analizar el conocimiento desde el punto de vista organizacional, éste se conforma por el conjunto de experiencias, eventos y los sentimientos que predominan en la organización y dan origen a la percepción que de ella tienen sus integrantes y los externos. Se pueden identificar en las organizaciones dos tipos de conocimiento: el tácito y el explícito. El conocimiento tácito tiene sus raíces en lo más profundo del ser humano, en sus ideas, experiencia individual y en los ideales y valores de la persona. Es el tipo de conocimiento más difícil de transmitir o comunicar. Se distinguen dos dimensiones en el conocimiento tácito: la dimensión técnica y la dimensión cognoscitiva. La dimensión técnica incluye las habilidades no formales. La dimensión cognoscitiva es en la que se desarrollan modelos, esquemas, mapas mentales y todo tipo de estructuras que permiten percibir el mundo en una forma determinada. Ninguna de las dos dimensiones es fácilmente identificable; sin embargo, el conocimiento tácito es el determinante en la riqueza de conocimiento de las organizaciones actuales. La administración del conocimiento es conjuntar, racionalizar, codificar, almacenar y diseminar el conocimiento dentro de una organización. En cambio, el conocimiento explícito es el que se basa en eventos y hechos particulares reconocidos por el ser humano. Generalmente se refieren a sucesos que ya han transcurrido y que en algún momento fueron parte de un proceso de conocimiento tácito. El conocimiento explícito se considera objetivo, racional, secuencial, observable y medible. A partir del conocimiento se derivan conceptos tales como: administración del conocimiento, gestión del conocimiento, activos del conocimiento y aprendizaje organizacional. La gestión del conocimiento consiste en tomar, como eje estratégico, los conocimientos que conduzcan a la innovación en los métodos desarrollados en todos los niveles de la organización, en cualquier lugar o proceso, en donde se encuentre un ser pensante. La importancia de gestionar el conocimiento en la actualidad recae en que la mayoría de los procesos dentro de las organizaciones requieren de la generación, procesamiento y distribución de información por y para las personas de la organización y para los externos. La administración del conocimiento es conjuntar, racionalizar, codificar, almacenar y diseminar el conocimiento dentro de una organización. No se trata únicamente de perfeccionar las capacidades técnicas ya existentes en los sistemas de administración con los que cuentan las organizaciones, la clave de la administración del co- 265 Artículos técnicos El capital humano es reconocido como el elemento primordial para estudiar al capital intelectual, pues es en las personas en donde se generan los conocimientos. nocimiento en las organizaciones es la de transformar el conocimiento tácito en explícito. Esto requerirá de fomentar cambios drásticos en la cultura de la compañía y en las actitudes de las personas. El proceso de aprendizaje organizacional busca que las personas y la organización desarrollen y utilicen realmente su inventario de conocimientos. La idea principal es que la organización propicie un ambiente de enseñanza y aprendizaje de todos sus integrantes y en interrelación con los distintos niveles que la conforman. Una organización que desea mantenerse a la vanguardia necesita erradicar viejas prácticas e ideologías que hacían a las personas egoístas o muy celosas de sus conocimientos y consideraban que el compartir les restaba poder. miento. El conocimiento de la organización, como conjunto, conforma el capital intelectual. El capital intelectual no se refiere únicamente a las capacidades intelectuales sobresalientes de algunos de sus directivos o empleados, tampoco es el valor monetario dado a los estudios o a la preparación profesional de los trabajadores y, mucho menos, un elemento más en la organización para saber cuánto se le debe pagar a algún empleado. El capital intelectual puede definirse como la existencia total de recursos basados en el conocimiento que la empresa tiene. Por lo tanto, el capital intelectual puede ser tanto el resultado final de un proceso de transformación del conocimiento o el conocimiento como tal, que se transforma en la propiedad intelectual o en los activos intangibles de la empresa. El capital intelectual se compone de todo aquello que agrega valor en la empresa y que tiene la cualidad de ubicarse en el espacio del intelecto, sea de los individuos o de la organización. Es decir, la suma de material intelectual, ideas, conocimientos, información, propiedad intelectual, experiencia que se puede aprovechar para crear riqueza, como se ejemplifica en la Figura 2. Como ya se mencionó, el capital intelectual está basado en los conocimientos, en el intelecto humano y en el valor económico que éstos le aportan a la organización por desarrollarse dentro de su ámbito, sus principales características son: • • • Intangibilidad de los elementos que lo conforman. Es decir, son elementos que se perciben y que indudablemente existen, pero que no se pueden tocar o ver físicamente. Se desarrollan y transforman principalmente a partir de la iniciativa de las personas y, aunque la organización influye, el factor determinante es el interés individual. Puede ser el producto inicial al final de un proceso de transformación del conocimiento. Fijo, en el caso de la propiedad intelectual, y flexible en el de las capacidades humanas. Capital intelectual Figura 1 En esta época, el conocer y desarrollar métodos efectivos de administración del capital intelectual en la organización, puede significar el éxito sobre la competencia y la supervivencia en un mercado o economía poco estable como nacional. La competitividad, productividad, calidad y servicio, conceptos importantes actualmente en las organizaciones, serían impactados de forma positiva con la aplicación de métodos efectivos de administración de capital intelectual. El elemento fundamental de la economía de las organizaciones se encuentra ahora en el conoci- 266 Capital intelectual empresarial. Capital intelectual de la empresa Activos intelectuales Recursos humanos Propiedad intelectual Boletín IIE, noviembre-diciembre del 2002 Figura 2 Elementos del capital intelectual. Activos intangibles Experiencia Imagen Posesión del mercado y estrategias Propiedad intelectual Preparación académica Habilidades Capital intelectual • Capacidades Creatividad Conocimientos Productividad Satisfacción de Prestigio Liderazgo empleados y clientes • • Subjetividad en la medición. Por su naturaleza son elementos difíciles de medir y las propuestas existentes se enfrentan a factores de resistencia de diferentes tipos. Otorgan valor económico o riqueza a la organización en donde se desarrollan. Pese a la dificultad al determinar la contribución por cada elemento y por el capital intelectual en conjunto. La administración del capital intelectual tendrá que ser de forma muy particular y requerirá realizar un estudio de cada organización para determinar el capital intelectual y el curso de acción a seguir de acuerdo con sus propias características. El capital intelectual de una organización se encuentra distribuido en todas las áreas de ésta y se basa en los conocimientos y aptitudes de las personas clave de la organización, al igual que en el conocimiento y aptitudes que la organización ha desarrollado en conjunto, mismas que le otorgan cierta identificación en el mercado. Para poder analizar los elementos del capital intelectual se requiere identificar ciertos puntos de su origen: la comunidad, los empleados, la dirección de la organización, el mercado mismo y los accionistas, si es el caso: • • • • Las organizaciones actuales requieren de identificar claramente las diferencias entre datos, información y conocimiento para poder obtener las ventajas competitivas de llevar a cabo una administración basada en el conocimiento. La comunidad se refiere a las autoridades, líderes de opinión, sistema educativo, gobierno local y nacional, entre otros. Los empleados con la práctica constante de sus rutinas, aportación de nuevas ideas y sugerencias, su participación formal e informal en la organización. La dirección de la empresa con el desarrollo de sus estrategias, la difusión e inclusión de los empleados en las metas y valores de la organización, así como la cultura de mando que maneje. El mercado mismo, por la red de consumidores, competidores, proveedores reconocidos por la organización. Las instituciones reguladoras y supervisoras del intercambio comercial de la que la organización es sujeto. Los accionistas en su caso, intervienen por su relación con los bancos, inversionistas, analistas de negocios y demás asesores de los que se puedan obtener nuevas oportunidades. Es evidente que las organizaciones cuentan con la mayoría de estos elementos y con base en ellos es que se han desarrollado hasta el momento. El cuestionamiento es: en qué medida los toman en cuenta en su funcionamiento diario y en su planeación a futuro. Precisamente, para llevar a cabo el análisis de los diferentes componentes del capital intelectual, Skandia Inc., una empresa de seguros sueca, distinguió en su primer esquema dos dimensiones o componentes: el capital humano y el capital estructural. Hubert Saint Orange, el promotor principal de la teoría del capital intelectual en Canadá, transformó el modelo original y agregó una tercera dimensión: el capital cliente, por considerarlo un factor determinante. Karl Erick Sveiby en su libro La nueva riqueza de las organizaciones considera que los componentes del capital intelectual son los activos intangibles de estructura interna, los activos intangibles de estructura externa y los activos intangibles de competencia individual. Por último, Ramona Dzinkowski, en colabora- 267 Artículos técnicos ción con Saint-Orange, precisa tres componentes: el capital humano, el capital relacional y el capital estructural. Capital humano El capital humano es reconocido como el elemento primordial para estudiar al capital intelectual, pues es en las personas en donde se generan los conocimientos. El capital humano es la parte generadora de las organizaciones, las personas han recobrado la fuerza impulsora de las organizaciones puesto que son éstas quienes le otorgan a la organización la capacidad de renovarse, de tomar en cuenta enfoques de distintas personas, de crear cosas nuevas y, lo principal, es que al conjuntar las aportaciones de cada una de las personas que participan en la or- 268 ganización, los resultados son más benéficos. Es decir, la unión de los conocimientos de los empleados propicia una sinergia de conocimientos y, por ello, el resultado es mayor a las aportaciones separadas de cada persona. La característica principal que tiene el ser humano es su capacidad creadora; la fuerza de las ideas que un individuo genera y las innovaciones a las que éstas pueden dar origen, hacen que la organización cuente con el soporte necesario para ajustarse a los cambios y a los requerimientos del mercado, de los clientes, de sus accionistas y de sus mismos integrantes. Dado que las organizaciones requieren del elemento humano para crear e innovar, deben de crear los espacios necesarios y adecuados para que las personas sientan la necesidad de innovar y el gusto por hacerlo. El capital humano crece en dos formas: cuando la organización usa más de lo que la gente sabe y al incrementar el número de personas que saben más sobre lo que puede ser útil. Una de las principales tareas de cualquier organización moderna es identificar cuándo sus trabajadores están involucrados en actividades que no colaboran directamente con los objetivos de su puesto o cuando están involucrados en actividades en las que no se les estimula para crear e innovar. La razón principal para tener en cuenta esta tarea básica de las organizaciones es la competencia; actualmente, las organizaciones ya no cuentan con la capacidad absoluta de determinar quién permanece en ella y quién sale, se debe reconocer también que existen organizaciones similares que pueden ser más atractivas para los empleados por los beneficios que ofrecen, no sólo en términos económicos, sino también en estímulos y en ambiente de desarrollo profesional y personal. Al establecer claramente las actividades a desarrollar por cada persona, los conocimientos con los que ésta cuenta normalmente se desarrollarán únicamente en beneficio de dichas actividades. Para poder hacer que los integrantes de la organización sepan cosas adicionales que serían útiles, es necesaria la participación de todos los integrantes de la misma. Es conveniente motivarlos a participar y compartir su conocimiento con los demás. Las organizaciones, deben de “...promover el efecto Pigmalión, que alienta lo mejor de cada persona simplemente por la manera en como es tratada”. Conforme las organizaciones hagan a todos los integrantes partícipes y responsables de un futuro común, estarán utilizando más conocimiento del necesario en una organización, ya que cada individuo estará compartiendo y aprendiendo algo nuevo que, posiblemente, desde su perspectiva era inconcebible. Algunos de los elementos que contribuyen a determinar el capital humano de una organización para después formar parte global del capital intelectual, son los siguientes: Boletín IIE, noviembre-diciembre del 2002 • • • • • • • • • • • • • • • • • Competencia laboral. Motivación y liderazgo. Delegación de autoridad. Grupos formales e informales. Satisfacción del trabajador con la organización. Rotación de personal. Años de servicio en la organización. Entrenamiento requerido. Costo de entrenamiento y programas de apoyo para empleados. Programas de capacitación y aprovechamiento de los empleados. Evaluaciones periódicas del desempeño. Nivel de educación de los empleados. Empleados con grados profesionales. Integración de los empleados. Costo de previsión social. Papel de los sindicatos. Conocimiento, manejo y aplicación de la misión y políticas de la organización en el desempeño diario de su trabajo. Sin embargo, medir a las personas nunca ha sido tarea fácil ni completamente aceptada debido a la subjetividad que se presenta cuando son otros individuos quienes la ejecutan. Para poder llevar a cabo una medición del capital humano en las organizaciones, es necesario tomar en cuenta que en el interior de todas ellas existen grupos formales e informales y que éstos siempre cuentan con algún tipo de liderazgo que debe ser identificado. Después hay que reconocer perfectamente cuáles son los modelos de administración aplicados y, por último, establecer un sistema de medición del capital humano y determinar la infraestructura que se necesita para servir a esos grupos, tratando de identificar los cambios que se pueden presentar en el futuro. Capital estructural El capital estructural está conformado por todo aquello que ha fomentado la organización y que la distingue de otras. Por ejemplo, la estructura organizacional, tanto formal como informal; los procedimientos de trabajo; la cultura de la organización; la filosofía; los valores y los sistemas que se han desarrollado. El capital estructural es muy importante para las organizaciones porque en él se encuentra el valor agregado de la organización. Lo esencial para las organizaciones actuales es concentrar dentro de este capital estructural la mayor cantidad de recursos posibles provenientes de las aportaciones del capital humano y de las relaciones con otras organizaciones y con ello disponer de una estructura más sólida. Las principales razones para administrar el capital estructural son: distribución rápida del conocimiento, incremento del conocimiento colectivo, disminución de tiempos de entrega, gente más productiva. El capital estructural de una organización cuenta, principalmente, con tres características: • Ha sido desarrollado en forma particular y única, a través del tiempo y la experiencia. • • Pertenece a la organización y no a uno o varios individuos que pueden irse en algún momento. Es responsabilidad y patrimonio exclusivo de la organización. Como se mencionó anteriormente, este tipo de capital se conforma a través del tiempo con los sistemas y procesos que se desarrollan. El capital estructural no puede tomarse de otra organización, es particular de cada una porque obedece a las necesidades que lo originaron y a las experiencias vividas. En teoría, el capital estructural debe pertenecer a la organización, sin embargo, hay ocasiones en las que por ausencia de un sistema de recopilación e integración, se encuentra en poder de la(s) persona(s) clave(s) de la organización y, por lo tanto, es muy factible que se pierda parte de él por alguna causa. Dado así, es responsabilidad de la organización conformar esa red por medio de la cual se capture el capital estructural, ya que existe una relación de interdependencia entre la protección que éste requiere y la protección que proporciona a la organización. El papel del administrador con relación al capital estructural es encontrar la forma adecuada de capturar todos los procesos, sistemas, investigación y desarrollos que se generan en el interior de la misma, en forma escrita principalmente. De esta forma, la organización contará con esa información independientemente del paso del tiempo o de la permanencia de las personas clave dentro de la organización. Es decir, resulta importante crear dentro de las organizaciones una red de conocimiento que haga que los conocimientos 269 Artículos técnicos que se encuentran en todas las áreas sean fáciles de compartir y estén al alcance de todos para eficientar el desempeño. Puede sonar arriesgado, principalmente para los estilos de dirección más conservadores, el hecho de poner al alcance de todos los miembros de la organización el conocimiento que se genera en todas las áreas. Sin embargo, es importante recordar que conforme se logra compenetrar a todos los miembros y se les brinda un ambiente de confianza e inclusión, utilizarán esta red en forma correcta y beneficiosa para la organización. En cambio, el no hacerlo así puede significar un riesgo mayor. El capital estructural pude subdividirse en: • Organizacional: Compues- • • to por sistemas, herramientas, manuales de organización, filosofía operativa, antigüedad, estructura y cultura organizacional. Innovador: Derechos, patentes, propiedad intelectual, diseños y/o secretos, investigación y desarrollo entre otros. De Proceso: Programas de calidad, de mejor desempeño de personal, programas de tiempos y movimientos, todos aquellos destinados a mejorar la eficiencia en la producción y la prestación de las servicios. Capital cliente Si bien el capital relacional se refiere a las relaciones externas que tiene la organización, ahondando en ellas se sabe que pueden ser de dos tipos: primero, son las relaciones que la organización establece con otras entidades que le ayudarán a lograr sus objetivos y a poner al alcance de sus clientes, los productos o servicios que ellos esperan; segundo, son precisamente las relaciones que tiene la organización con dichos clientes. El capital cliente se conforma por las relaciones que la organización tiene con otras semejantes o con personas que requieren el producto o servicio que ésta presta. AI ser el cliente la persona a quien la organización dirige sus esfuerzos, es de vital importancia conocer de principio a fin cuándo y cómo se establece dicha relación y cuáles son las circunstancias que hacen que exista y las que pueden acabar con ella. En referencia al capital cliente, el papel del conocimiento generado dentro de la organización consiste en establecer una serie de indicadores de todo lo que el cliente representa, de lo que se sabe que necesita y de lo que no se sabe pero también necesita. La organización del siglo XXI no se puede conformar con saber que alguien está interesado en su producto o servicio sino que debe conservar y eficientar las relaciones con los clientes actuales, analizando la potencialidad que éstos le otorgaran a futuro y la colaboración que tendrán en la generación de nuevas relaciones con clientes. Elementos del capital cliente Tipo de cliente • • • • 270 El perfil del cliente para el producto y la congruencia que tiene con la evolución a largo plazo de la compañía. Potencialidad de los clientes actuales como consumidores de los futuros productos y servicios de la compañía. Factores como educación, ingreso, edad y otros, en relación con los clientes de la competencia. Mercado no explotado de clientes potenciales que la compañía debe acceder. Boletín IIE, noviembre-diciembre del 2002 Duración del cliente • • • • • • • Facturación. Promedio de tiempo que ha sido fiel comprador. Comparación de estos dos indicadores con el promedio de la industria o sector. Frecuencia del contacto. Si hay productos, cuál es la tasa de clientes multigeneracionales. En compañías industriales, ¿es ésta la única o hay varias? Qué sistemas de información hay para establecer contacto con los clientes. Papel del cliente • • • • • • • • El papel que juega el cliente en el diseño, manufactura, entrega o servicio. El valor agregado de esta participación y colaboración. Los proveedores, distribuidores y socios estratégicos, ¿cuentan con programas similares? Apoyo al cliente Programas y tecnología para asegurar la satisfacción y éxito del cliente. El valor que dichos programas representan. Organización de la compañía para otorgar servicio al cliente. Creación de valor a través de esas operaciones de captación. Correlación entre la inversión de la compañía en servicio y apoyo al cliente vs. el incremento en los niveles de satisfacción del cliente. Éxito del cliente • Éxito del cliente de acuerdo con el porcentaje de compras y cantidad de compras anuales, clientela sin reclamaciones, clientes nuevos y ya establecidos, genero, ingreso, profesión, nacionalidad, etc. Si se multiplican estos elementos de medición, se puede crear una especie de “índice de atracción de clientela” que sirve de guía para saber qué tan cerca se está de alcanzar un éxito completo en el área de cliente. En forma similar a la relación con el cliente, las relaciones que la organización establece con los proveedores de productos o servicios son susceptibles de analizarse para poder asignárseles un valor económico posteriormente. Conclusiones La gestión o administración del conocimiento, y particularmente de la propiedad intelectual, busca la extracción de valor de estos activos. No obstante, existe dificultad en la medición del capital intelectual y de la propiedad intelectual. Las llamadas empresas de conocimiento son aquéllas que obtienen beneficios convirtiendo el conocimiento en valor y es- tos beneficios provienen principalmente de la comercialización de innovaciones. El capital intelectual es el conocimiento que puede convertirse en beneficio. Dentro del concepto de activos intelectuales se ubica la propiedad intelectual que son aquellos activos protegidos por la ley y que incluyen marcas, patentes o derechos de autor, en donde se ubica el software y los secretos industriales. Dado que la mayoría de las empresas de conocimiento tienen desequilibrios importantes en la utilización de su capital intelectual, hay que diferenciar entre empresas de productos, de servicios y de procesos. Las de servicios profesionales comercializan la capacidad de su personal calificado. Las de conocimientos buscan optimizar el valor que puede extraerse del capital intelectual y generar nuevos conocimientos que se conviertan en innovaciones de valor comercial. Las empresas de conocimiento utilizan su capital intelectual como fuente principal de ventaja competitiva, buscan transformar sus activos de capital humano en activos intelectuales. La propiedad intelectual se utiliza como fuente de ingresos, se puede licenciar, vender o se puede usar para atraer socios y para joint ventures, etc. En cuanto a la innovación, se trata de una expresión de la creatividad y necesita libertad para funcionar, comunicación eficaz del conocimiento dentro de la empresa y capacidad para aprender. Como actividad comercial, su objetivo es la ventaja competitiva y para proteger una innovación se puede optar por un secreto industrial, una patente o un derecho de autor, pero en todo caso habrá de legalizarse. 271 Artículos técnicos Las innovaciones, que son la fuente para extraer el valor, se podrán: vender, licenciar, incluir en una alianza estratégica, o bien, integrarse en el negocio actual o crear un nuevo negocio o donarlas. Es muy recomendable que antes de invertir en la comercialización se proceda a su protección legal. La gestión del capital intelectual es una actividad estratégica que exige el alineamiento del capital intelectual con la visión y la estrategia de la empresa. Por esta razón, resulta fundamental que los productos pasen con rapidez de la fase de investigación a la de comercialización, por ello conviene desarrollar métodos para informar sobre la cantidad de los activos intelectuales de la empresa. La recomendación anterior se complementa cuando los creadores de conocimiento están expuestos a prácticas en la comercialización del conocimiento que les permiten dar mayor efectividad a su trabajo. Esto tiene como objetivo conseguir una organización que pueda desarrollar un flujo continuo de nuevos productos e introducir nuevas tecnologías en los procesos, para darle a la empresa una ventaja perdurable en el mercado. La propiedad industrial es una de las áreas fundamentales para lograr y mantener la competitividad en la industria, pues se trata de un activo de valor relevante. Además, debido al incremento del valor de la propiedad intelectual y de las patentes, las empresas de conocimiento deben preguntarse si están sacando el máximo partido para la empresa a estos activos. Es importante convencer al investigador, ingeniero o inventor que su aportación no es obvia y, por ello, posee valor desde la perspectiva de las patentes y que es lo suficientemente buena para subir al nivel de patentabilidad. Siempre hay que tener presente que las patentes se obtienen para: proteger las ideas y las innovaciones de la empresa y evitar que las copien; para conseguir acuerdos de licencia con otras compañías; o bien, para impedir que otros patenten inventos desarrollados en la propia compañía y para optimizar los gastos de I&D. Cuando se llegue el momento, habrá que decidir si solicitar o no una patente, si se tiene que mantener el invento como secreto industrial o publicar la notificación de invento para establecerlo como arte previo con respecto a trabajos potencialmente simi- 272 lares. Al analizar un invento se revisa el mérito técnico, el comercial, la vida prevista para la tecnología, la importancia estratégica para la cartera de patentes, las actividades de explotación, el valor relativo de mantener el invento como secreto industrial y las perspectivas de detectar una infracción. En lo que respecta al IIE se tiene, entre otras muchas, la patente de una tarjeta electrónica que se acopla a los medidores de consumo de energía eléctrica para detectar robos de energía. Se está negociando una licencia con una empresa comercializadora de los medidores a nivel internacional y se cuenta con un joint venture para la puesta a punto del invento. También se desarrolló una tecnología de concretos poliméricos para aisladores que tiene patentada y licenciada a una empresa nacional que los fabrica y comercializa en el sector eléctrico. De igual modo, se está poniendo a punto una tecnología patentada sobre emulsiones combustibles para generación de energía eléctrica, de poder calorífico similar al del combustóleo, que reduce la contaminación ambiental y puede mejorar sustancialmente el proceso. Cuenta también con un amplio número de patentes sobre reparación de álabes de turbina para la generación de energía, con lo que se puede evitar que otros compitan con los mismos desarrollos en el suministro de estos servicios al sector energético. Se solicitó además con la patente de un sistema de información computarizado de adquisición de datos a distancia que permite diagnosticar y balancear equipo rotatorio desde puntos remotos que ya está siendo utilizada con éxito. JOSÉ LUIS RINCÓN SERVÍN Ingeniero mecánico electricista por la UNAM y licenciado en Derecho egresado de la Universidad La Salle. Obtuvo el Diploma de entrenamiento de examinadores de la Oficina de Patentes de Estados Unidos, Maestría en Administración Pública del IMES y Diplomado en Comercialización de Servicios Tecnológicos en el ITESM. Ingresó al IIE en 1977, se desempeñó como jefe de departamento de Información Técnica, Transferencia de Tecnología y Comercialización Nacional e Internacional y actualmente es el responsable del área de protección de la propiedad intelectual del IIE. Catedrático en la UNAM, ULSA e ITESM durante 20 años. Laboró por 11 años en el sector privado como especialista en Patentes. Ha sido presidente de la Comisión Técnica de Propiedad Intelectual en la ADIAT. jlrincon@iie.org.mx