Nuevos modelos de animación, gobernanza y gestión: rumbo a un

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Nuevos modelos de animación, gobernanza y gestión: rumbo a un nuevo
comienzo.
II Encuentro Marista de Misión y Gestión. 12 de agosto de 2014.
Unión Marista de Brasil.
200 años, un nuevo comienzo.
Ya está muy próximo el bicentenario del Instituto y el H. Emili habla de UN NUEVO COMIENZO para los
maristas. Todos conocemos la circular del Superior general y el desarrollo a tres años que se propone
para esta celebración (también tenemos un nuevo logotipo oficial… además de otros tres logotipos
hechos por Ustedes, en Brasil, con cada uno de los tres años: Montagne, Fourviere y La Valla). Se trata
de una invitación, de un proceso de vida. Se trata de poner vino nuevo en odres nuevos, para que no
se rompan. Se trata de trabajar y de sentir desde la identidad, la misión y la espiritualidad. Se trata de
proyectarnos hacia el tercer centenario marista.
Tres dimensiones de futuro se identifican en este proceso en una forma de ayudar a la aurora a nacer:
nuestra misión con los niños y jóvenes, la emergencia del laicado marista y la dimensión mística de
nuestra vida.
Ante esto podemos formularnos algunas preguntas para dejarnos interpelar por ellas. Por ejemplo:
• ¿Qué podemos entender por UN NUEVO COMIENZO del Instituto? ¿Qué creo, personalmente,
que puede ser un nuevo comienzo para mí, como marista?
• Si fuéramos a reiniciar la vida marista tal y como la conocemos, ¿qué implicaciones reales,
personales, tendría para nosotros?
Una nueva cultura institucional.
El Instituto lleva casi 200 años existiendo y tiene creados muchos elementos propios que lo definen y
lo caracterizan. Todos los conocemos y forman parte de nuestra vida. Pero si queremos un Instituto
que tenga como pilar fundamental para su desarrollo la interculturalidad, si queremos avanzar desde
la idea de poner en marcha un proceso de conversión, entonces:
• ¿Qué tipo de Instituto vamos a ser en el siglo XXI? ¿Cómo sueño a MARISTAS de ahora en
adelante?
• ¿Cómo podemos adquirir una nueva cultura institucional, una nueva organización, que
contribuya a mantener la vitalidad del carisma?
• ¿Qué actitudes comunitarias necesitamos para ello?
Todos tenemos fronteras personales: nuestra misión propia, nuestros encargos, nuestro idioma…
nuestra zona cómoda.
 ¿Cómo hacer un proceso de conversión personal y hacer de nuestro corazón un corazón sin
fronteras?
 ¿Qué cambiaría en nuestra vida personal, en nuestra vida como Instituto Marista, si
tuviéramos un corazón más universal?
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Mentalidad de Instituto global.
Tenemos la oportunidad (si no nosotros, quién; si no ahora, cuándo) de adaptar el Instituto al nuevo
mundo que ya ha comenzado para el siglo XXI. Tenemos la oportunidad de hacer frente a los desafíos y
oportunidades de un corazón y mentalidad internacionalidad o de un Instituto Global. Y tenemos que
hacer esta tarea y entender el futuro como grupo, como comunidad.
Alcanzar una meta global como Instituto es un reto para el que se necesita acercar las voluntades,
desde la tradición, como un cuerpo internacional. Ser un cuerpo institucional de hermanos y laicos.
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¿Qué desafíos tendríamos en lo institucional si concibiésemos MARISTAS como un Instituto
GLOBAL? ¿Y qué oportunidades?
¿Qué desafíos y oportunidades tendríamos en lo personal? ¿Cómo podemos hacer para tener
un corazón institucional?
¿Cómo queremos ser percibidos en 2017 en el mundo y en lo local?
¿Cómo va a ser el hermano marista del futuro, y dónde va a estar?
Laicos y carisma.
Creo que tenemos que tener en cuenta la presencia y el rol de los laicos maristas en el horizonte del
carisma marista. Creo que tenemos que encontrar un nuevo paradigma y proponer un nuevo camino.
Marcelino Champagnat tenía una expresión: un solo corazón, un mismo espíritu. Desde este punto de
vista,
 ¿Cuál puede ser el papel de los laicos en ese nuevo paradigma?
La fuerza de la misión de los hermanos y de algunos laicos ya no está en la dirección y administración
de las obras, sino en su presencia testimonial, memoria del carisma y del evangelio entre los niños y
jóvenes, así como entre los educadores.
En el presente que vivimos, y en un futuro muy cercano, el papel de los hermanos, ¿será el del
liderazgo espiritual? Ante esto me pregunto si los hermanos han de estar al servicio del desarrollo de
los laicos, o si los laicos estarán al servicio del desarrollo de los hermanos.
¿Cuál será, entonces, el rol y la presencia de los laicos? Parece que habrá que avanzar en encontrar
soluciones. Soluciones al menos de tres tipos: soluciones jurídicas, soluciones carismáticas y soluciones
organizativas. Todo dependerá del modelo o modelos nuevos que queramos adoptar.
Creo que somos un tipo de organización un poco especial, no sé si existe algún otro tipo de
organización que pida a las personas una implicación tan fuerte y tan vital.
 ¿Cómo pedir la implicación del laico desde la entrega personal? ¿Cómo podemos plantear al
laico esta oportunidad para la donación personal y para la donación comunitaria?
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Renovación en la misión.
Una renovación de las obras maristas para atender a los desafíos de hoy de los niños y jóvenes. Hacer
realidad la presencia cercana de los Maristas de Champagnat junto a los niños y jóvenes de hoy, allí
donde ellos están. Uno de los vectores de expansión de los MARISTAS ha sido siempre el de los niños
con problemas, los niños que no conocen a Jesucristo.
Ante esto,
• ¿Sería necesario hacer una renovación de las obras maristas para atender a los desafíos de
nuestra evangelización entre los niños y jóvenes?
• ¿Tendríamos que volver a pensar en una presencia cercana a los niños y jóvenes?
Parece claro que tenemos la oportunidad de articular la solidaridad a diferentes niveles con fórmulas
jurídicas adaptadas a lo local desde la idea de la responsabilidad global. En este tema también
podemos fomentar la idea de ser un solo cuerpo internacional.
•
¿Cómo queremos ser percibidos? ¿Por el impulso apostólico de nuestras obras y de las
personas? ¿Por estar entre los más vulnerables?
Otras congregaciones, la Iglesia de Francisco.
El carácter profético de las congregaciones religiosas también puede jugar un papel importante en un
proceso de renovación. Será, por tanto, un camino que no vamos a hacer solos. Hay algunas
referencias que ya son realidades en el mundo religioso (los jesuitas, La Salle, las otras ramas
maristas…). Es decir, otras instituciones, otras congregaciones, están haciendo un nuevo
planteamiento institucional. Parece que han decidido invertir con fuerza en inventar el futuro de sus
congregaciones.

¿Cuáles podrían ser nuestros aportes para que el Instituto Marista realizase un proceso de
renovación institucional hasta el punto de considerarlo como un nuevo comienzo, como
propone el H. Emili?
El papa Francisco, en la Evangelii Gaudium, nos habla de las actitudes marianas de la Iglesia:
Hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia. Porque cada vez que
miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos
que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan
maltratar a otros para sentirse importantes.
María sabe reconocer las huellas del Espíritu de Dios en los grandes acontecimientos y también
en aquellos que parecen imperceptibles. Es contemplativa del misterio de Dios en el mundo, en
la historia y en la vida cotidiana de cada uno y de todos. Es la mujer orante y trabajadora en
Nazaret, y también es nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a
los demás «sin demora». Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los
demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización. 288.
Estas actitudes son las nuestras. Son las actitudes MARISTAS. Parece que Francisco está llevando a la
Iglesia a un lugar en el que nosotros, los MARISTAS, y seguramente otras congregaciones religiosas, se
encuentran más a gusto. Por tanto hago otra pregunta:
•
¿Cuáles son los aprendizajes para nosotros, los maristas, de esta renovación que está haciendo
el papa Francisco en la Iglesia?
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