6CFE01-129 2/14 Análisis estructural de los bosques pirenaicos de pino negro: tipologías estructurales y factores determinantes MARTÍN-ALCÓN, S.1, COLL, L.1, 3 y AUNÓS, A.2 1 Centro Tecnológico Forestal de Catalunya, Ctra. Sant Llorenc de Morunys, km. 2, 25280 Solsona, España. Departamento de Producción Vegetal y Ciencia Forestal, Universidad de Lleida, Rovira Roure 191, 25198 Lleida, España. 3 Centre de Recerca en Ecologia i Aplicacions Forestals, Universitat Autònoma de Barcelona, 08193 Bellaterra, España 2 Resumen El pino negro es la principal especie de los bosques subalpinos pirenaicos. Por razones principalmente ligadas a su localización, sus masas forestales presentan un carácter singular y eminentemente protector, pero también un importante valor productivo. En este trabajo se presenta un detallado análisis de la estructura de los pinares puros de pino negro de los Pirineos orientales. Se utilizaron datos del Inventario Forestal Nacional para, a partir de análisis estadísticos multivariantes (PCA y análisis de conglomerados), extraer los principales atributos estructurales que caracterizan estas masas forestales (tamaño, espesura, irregularidad y presencia de madera muerta), y elaborar las tipologías estructurales. De esta manera, se determinaron 9 tipos estructurales (4 regulares, 1 semirregular y 4 irregulares), y una clave de clasificación, con el objetivo de proveer al gestor de una herramienta de fácil uso a través de la cual interpretar, de manera rigurosa pero de la forma más sencilla y práctica posible, la complejidad estructural que caracteriza estos bosques de montaña. Por otra parte se evaluó, mediante regresiones múltiples, el papel que diferentes variables ambientales han ejercido en el patrón estructural actual de estos bosques. A pesar de que se utilizaron exclusivamente factores ambientales, los modelos también muestran de manera indirecta pero clara, ciertos efectos a medio y largo plazo asociados a las actividades humanas. Palabras clave Pinus uncinata, tipologías, estructura forestal, herramientas de gestión. 1. Introducción El pino negro (Pinus uncinata Ram.) es una especie forestal con un área de distribución natural relativamente reducida, limitada al piso subalpino en la región biogeográfica Eurosiberiana del Centro y Suroeste de Europa. Sus masas forestales más extensas, con diferencia, se encuentran en los Pirineos centrales y orientales, en los que aparece como especie dominante en algo más de 100.000 ha (CTFC et al., 2012). Los bosques de pino negro son ecosistemas forestales de elevado interés por su carácter singular, y tienen una serie de características que condicionan en gran medida su gestión. Entre sus particularidades destacan el esencial papel que desempeñan en relación a la conservación de la biodiversidad (constituyendo el hábitat principal para especies como el urogallo pirenaico), la producción de madera (la posibilidad anual de las masas pirenaicas se estima en torno a los 190.000-215.000 m3/año, aunque se aprovecha menos de un 10%) (CTFC et al., 2012), la producción pascícola, la protección física de suelos y aguas, y la protección paisajística y del uso público de los sistemas forestales de la alta montaña pirenaica. Por todo ello existe un consenso casi 3/14 generalizado en torno a los objetivos generales de la gestión de estas masas forestales, la cual debería ir encaminada al mantenimiento de su multifuncionalidad (GONZÁLEZ, 2008). En este sentido, la selvicultura propuesta aboga por el uso combinado de una amplia gama de modelos de gestión, alternando estructuras regulares e irregulares, aplicados a cada rodal de acuerdo a sus características particulares (estructura inicial, calidad de estación, condicionantes de gestión) junto al establecimiento de áreas de conservación prioritaria (CTFC et al., 2012, GONZÁLEZ, 2008). Sin embargo, el uso de este tipo de modelos o estrategias de gestión tan ligadas a las características particulares del rodal, requiere de herramientas capaces de facilitar la descripción sintética de su estructura. Dentro de las diferentes opciones, las tipologías silvícolas constituyen una herramienta muy útil para la clasificación detallada y objetiva de rodales forestales, de acuerdo a sus características estructurales ‒ y en ocasiones también su composición‒ , pudiendo ser utilizadas como una base sobre la cual definir las diferentes alternativas de gestión (AUBURY et al., 1990, CHAUVIN et al., 1994). Algunos ejemplos destacados de tipologías silvícolas elaboradas para masas forestales en la Península Ibérica son las de los abetales pirenaicos (AUNÓS et al., 2007), o los hayedos (GOMEZMANZANEDO et al., 2008) y robledales (REQUE y BRAVO, 2008) cantábricos. Todas ellas utilizan el Inventario Forestal Nacional como fuente de datos. El principal elemento en el cual se basan las tipologías silvícolas suele ser la estructura del estrato arbóreo, que a su vez está directamente ligada a algunas de las principales funciones de las masas forestales (estabilidad para la protección frente a riesgos naturales, paisaje, producción de madera, etc.). De ahí que la identificación de estas tipologías tenga una aplicación directa, no solo en la gestión de las masas de vocación productiva, sino también en aquellas que por diferentes razones tengan una función principal de protección. Sin embargo, si bien la utilización de este tipo de herramientas resulta de gran interés para el gestor en el ejercicio diario de su profesión, también proveen información de utilidad para avanzar en la comprensión de los factores o procesos que han originado la variabilidad estructural actual de las masas. Entre ellos, destacan los factores de tipo ambiental (suelo, clima, topografía, etc.) (LINDENMAYER et al., 1999), las perturbaciones naturales (ATTIWILL, 1994) y los efectos de los usos antrópicos pasados (AMÉZTEGUI et al., 2010, MONTES et al., 2005). 2. Objetivos En este estudio se presenta un análisis detallado de la estructura de las masas forestales de pino negro en los Pirineos orientales, con dos objetivos fundamentales: (1) desarrollar unas tipologías silvícolas que permitan un rápido y efectivo diagnóstico estructural de las masas para facilitar su caracterización y el posterior proceso de toma de decisiones para su gestión y (2) evaluar el efecto de diferentes factores ambientales y antrópicos en la distribución de las principales características estructurales a escala de paisaje. 4/14 3. Metodología Área de estudio El área de estudio abarca las masas forestales de pino negro del piso subalpino de los Pirineos catalanes. Ésta cubre una superficie de alrededor de 65.000 ha (Figura 1) (BURRIEL et al., 2004) y abarca una amplia variabilidad de condiciones ambientales que se traduce en una alta heterogeneidad estructural de las masas. La zona se encuentra casi en su totalidad en la región fitoclimática Boreo-Alpina, aunque debido a esa elevada variabilidad de condiciones fisiográficas, aparecen también importantes variaciones en las características edafoclimáticas a nivel local. Figura 1. Superficie forestal dominada por el pino negro en el Pirineo, y área de estudio del análisis estructural En dicho ámbito geográfico, el pino negro domina el piso subalpino (1700–2400 m), alcanzando un desarrollo óptimo alrededor de los 1800 m (RUIZ DE LA TORRE, 2006), y mostrando preferencia por sitios fríos con orientaciones N o E y precipitación por encima de los 900 mm (LLORET et al., 2009). En el piso subalpino forma principalmente masas puras, pero en las elevaciones inferiores suele aparecer en mezcla con abeto, pino albar, haya, abedul, serbal o álamo temblón (RUIZ DE LA TORRE, 2006). Preparación de los datos La base de datos utilizada para la caracterización estructural de los pinares de pino negro se extrajo del tercer Inventario Forestal Nacional, en adelante IFN3 (DGCN, 2005), utilizando el programa BASIFOR (BRAVO et al., 2002). Los análisis se centraron en aquellas masas forestales dominadas por el pino negro de interés para la producción maderera, y por ello se seleccionaron aquellas parcelas del IFN3 en las cuales el porcentaje de área basimétrica (G) correspondiente al pino negro fuera superior al 80% de la G total, la fracción de cabida cubierta (FCC) fuera superior al 25%, la G total fuera superior a 5 m2·ha-1, y la densidad (N) fuera superior a 50 pies·ha-1. Con estos criterios fueron seleccionadas 431 parcelas, para las cuales se calcularon una serie de variables. Un primer grupo de variables dasométricas básicas: FCC, N, G, volumen con corteza (Vcc), diámetro medio (Dm), diámetro dominante (D0), altura media (Hm) y altura dominante (H0). Un segundo grupo de 5/14 variables para describir la distribución en porcentaje de G y N entre 3 clases de madera: madera fina (MF, si 7,5 < Ø < 22,49 cm), madera media (MM, si 22,5 < Ø < 32,49 cm) y madera gruesa (MG, si Ø > 32,49 cm). En un tercer grupo de variables se describió la estratificación vertical, calculando el porcentaje de G correspondiente a tres clases de altura: STR1 (H > 2/3 de H0), STR2 (2/3 de H0 > H > 1/3 de H0), y STR3 (H < 1/3 de H0). Finalmente se calculó también para cada parcela, la diferencia relativa entre Hm y H0 (RD-H = H 0 H m H m ) y el porcentaje de G correspondiente a madera muerta en pie (ST-DW). Para el estudio de la distribución espacial de la variabilidad estructural se seleccionaron una serie de factores climáticos (precipitación media estival e invernal, temperatura media estival e invernal y un índice de continentalidad) y una serie de factores de estación o geográficos (latitud, radiación media anual, elevación, pendiente, curvatura del terreno, pedregosidad del terreno, pH, el contenido de materia orgánica del suelo y la posición de la parcela respecto al borde de la masa forestal) (Tabla 1). Estas variables fueron seleccionadas a partir de un análisis de colinearidad con otras variables de estación y climáticas. La pedregosidad fue tomada del IFN3 como una variable categórica con 5 clases, en función de la superficie de la parcela cubierta por piedras, y fue reclasificada en forma de 3 variables dummy: lowSTO (clases 1 o 2 del IFN), medSTO (clase 3), highSTO (clases 4 o 5). El contenido de materia orgánica del suelo fue igualmente tomado del IFN3 como una variable categórica de 3 niveles (bajo, moderado y alto), y fue reclasificada como una variable dummy: lowORG (= 1 cuando el nivel del IFN3 es bajo; = 0 cuando es moderado o alto). Para la variable DISTFE (distancia al borde de la masa), se midió la distancia de cada parcela al borde de la masa más próximo, y se aplicó una transformación logarítmica para poder cumplir la asunción de linearidad en la regresión lineal. Finalmente, la orientación fue transformada en un índice de sombra que varía desde 0º en las laderas de orientación Sur a 180º en la orientación Norte, con valor de 90º para las orientaciones Este y Oeste. Tabla 1: Estadística descriptiva y fuentes de las principales variables ambientales de tipo continuo LOCALIZACIÓN CLIMA Grupo Variable Unidades Fuente Pp media invernal (PW) mm Ninyerola et al. (2000) Pp media estival (PS) mm Ninyerola et al. (2000) T media invernal (TW) °C Ninyerola et al. (2000) T media estival (TS) °C Ninyerola et al. (2000) I. de continentalidad (IC) Basado en Conrad (1946) Latitud (LAT) ° MDT -2 -1 Radiación media anual (RAD) KJ·m ·día Ninyerola et al. (2000) Elevación (ELE) m.s.n.m. MDT Pendiente (SLP) ° IFN3 (DGCN, 2005) Curvatura del terreno (CUR) MDT Índice de sombra (SHADE) ° MDT pH del suelo (PH) pH IFN3 (DGCN, 2005) Basado en IFN3 (DGCN, Dist. al borde (DISTFE) m 2005) y MCSC (IBAÑEZ et al., 2002) Media S. D. 205,9 24,7 323,7 38,4 -0,6 0,9 12,1 1,1 24,8 2,7 42,4 0,2 1319,0 156,1 1916,2 181,4 18,0 8,0 0,05 0,37 105,4 51,3 5,7 0,9 Min. 164,1 241,0 -2,8 8,4 15,7 42,1 1000,0 1310,2 1,3 -1,20 0,9 3,5 Max. 299,1 454,0 2,4 15,6 30,1 42,8 1900,0 2477,0 48,8 1,51 180 8,0 113,1 129,1 0,0 724,0 6/14 Tipologías estructurales En primer lugar se aplicó un análisis de componentes principales (PCA) para reducir el número de variables estructurales para la determinación de las tipologías. Después de eliminar del conjunto de variables dasométricas aquellas con información reiterativa, el PCA se aplicó sobre un conjunto de 12 variables (Tabla 2). Para confirmar la adecuación del conjunto de variables a la técnica PCA, se aplicaron el estadístico Kaiser-Meyer-Olkin (0.671) y el test de esfericidad de Bartlett (HAIR et al., 2009), obteniendo resultados positivos. Se seleccionaron aquellas componentes con valores propios superiores a 1.0. Las diferentes tipologías estructurales de los pinares de pino negro se determinaron aplicando un análisis de conglomerados utilizando el método de Ward con el cuadrado de las distancias euclídeas, sobre las puntuaciones de las componentes principales en las 431 parcelas seleccionadas. El número de grupos o conglomerados fue seleccionado cuando se apreciaba un salto remarcable en la medida de la heterogeneidad entre grupos (HAIR et al., 2009). Posteriormente se utilizó la técnica de clasificación dicotómica CART (SPSS, 2007) para determinar los valores de corte entre tipologías, en aquellas variables dasométricas que se consideraron clave (N, G, reparto de G entre clases de madera, y reparto de G entre estratos verticales). De esta manera se consiguió destacar lo más relevante, que fue utilizado para la posterior construcción de la clave tipológica. Análisis de la variabilidad espacial de las características estructurales Para evaluar la relación entre cada uno de los componentes principales de la variabilidad estructural (componentes del PCA) y las principales variables ambientales, se aplicaron regresiones múltiples. Sin embargo, previamente se aplicó un filtro para identificar y extraer del análisis aquellas parcelas con evidencias de intervenciones selvícolas recientes en el momento de medición del IFN3 (excluyendo así los posibles efectos de dichas intervenciones, que pueden ser importantes pero muy locales, para centrarse en los procesos que ocurren a una escala más amplia), tras el cual quedó una base de datos de 337 parcelas. Los modelos se realizaron utilizando el método OLS (SPSS, 2007). De todas las variables ambientales explicativas se seleccionaron únicamente aquellas que presentaban efectos significativos sin problemas de colinearidad. Además, la distribución normal de los residuos fue estudiada mediante el test de normalidad de Kolmogorov-Smirnov , y la autocorrelación espacial de los residuos se analizó utilizando los índices de Moran globales para 8 intervalos de radio, con una equidistancia de 1,5 km, mediante el programa ROOKCASE (SAWADA, 1999). 4. Resultados Caracterización estructural de los pinares de pino negro El PCA dio como resultado la existencia de 4 componentes principales que presentaron valores propios superiores a 1.0, y que conjuntamente expresaban el 85.43% de la varianza total del conjunto de variables original (Tabla 2). La primera componente explicó el 37.35% de la varianza total, y la constituyeron variables relacionadas con el tamaño medio de los pies que forman la masa (diámetro medio y dominante, altura media y la importancia relativa en área basimétrica para la clase de madera fina, y la gruesa). La segunda componente representó el 23.99% de la varianza y estuvo determinada por variables relacionadas con la densidad o espesura de la masa (FCC, N, G, Vcc y altura dominante). El tercer eje explicó el 15.06% de la varianza, estando compuesto por dos variables explicativas de la estratificación vertical de 7/14 la masa (la importancia relativa en G de los pues correspondientes al estrato superior, y la diferencia relativa entre la altura media y la dominante). Finalmente, el cuarto eje resultó estar relacionado únicamente con la importancia de la madera muerta en pie. En adelante, a las componentes se les asigna el nombre de: tamaño de árbol (1ª), densidad (2ª), regularidad (3ª) y madera muerta en pie (4ª). Tabla 2: Puntuaciones factoriales y comunalidades para las variables dasométricas de las 431 parcelas estudiadas (en negrita las puntuaciones factoriales con más peso en el significado de las componentes) VARIABLES Componentes 3 -0,092 4 -0,077 Comunalidades Dm 0,926 2 -0,157 MF (%G) -0,902 0,192 -0,202 0,027 0,892 D0 0,829 0,134 0,332 0,296 0,902 MG (%G) 0,805 -0,282 0,287 0,168 0,838 -0,127 -0,307 0,889 FCC 0,689 -0,111 0,551 0,851 -0,064 -0,013 0,741 G 0,247 0,849 0,030 0,330 0,892 N -0,529 0,714 -0,017 0,319 0,892 H0 0,496 -0,309 0,867 RD-H -0,383 0,624 0,057 0,369 0,869 0,032 0,905 STR1 (%G) 0,403 0,200 -0,121 0,798 ST-DW (%G) 0,308 -0,166 -0,762 -0,269 0,739 0,740 Hm 1 0,896 El análisis de conglomerados fue ejecutado sobre las componentes 1, 3 y 4 (tamaño, regularidad y madera muerta). La componente 2 (densidad) se descartó para evitar la conformación de un número excesivo de tipos estructurales. De esta manera se obtuvieron 8 tipologías estructurales ( 8/14 Tabla 3). Entre ellas, 3 tipologías de masa regular: el tipo RL, que se correspondería con la clase natural de latizal, en el cual domina la clase de madera fina; el tipo RJ, que se correspondería con el fustal joven, en el cual domina la clase de madera media; y el tipo RA, que se correspondería con un fustal adulto, en el cual domina la clase de madera gruesa. Por otra parte, aparece el tipo SR o semirregular, que se corresponde con una masa en la que aparecen dos estratos, dominando en N la clase de madera fina, pero en G la clase de madera gruesa, y existiendo dos estratos verticales muy diferenciados. Y finalmente, se obtuvieron 4 tipos de masa irregular: el tipo IC es una masa irregular de espesura muy defectiva y normalmente con abundante madera muerta, propio de estaciones muy duras o de masas en proceso de lenta colonización de espacios abiertos; el tipo IMF se corresponde con una estructura irregular desequilibrada que podría denominarse descapitalizada, en la cual la ocupación de madera gruesa es defectiva y la de madera fina excesiva; el tipo IMG sería el caso contrario, una masa irregular capitalizada en la cual la ocupación de la madera gruesa sería excesiva, siendo defectiva la presencia de madera fina; y el tipo IEQ se correspondería con una estructura irregular próxima al equilibrio, con una proporción compensada de la ocupación de las tres clases de madera. 9/14 Tabla 3: Media y desviación típica de las principales variables dasométricas descriptivas de los 8 tipos estructurales obtenidos para los pinares de pino negro en el Pirineo (en negrita los principales valores descriptivos de cada tipo) RL RB RA SR IC IMF IEQ IMG FCC (%) 74,8 (15,0) 69,3 (14,7) 61,1 (14,2) 67,6 (11,7) 42,6 (10,0) 63,6 (13,6) 66,0 (16,5) 69,0 (13,4) N G (pies/ha) (m2/ha) 1390,9 30,4 (635,6) (14,3) 719,0 30,2 (409,9) (14,5) 370,2 28,4 (170,3) (10,8) 678,2 29,4 (248,3) (8,5) 237,9 11,4 (83,4) (3,7) 1175,3 23,7 (538,1) (11,9) 1010,6 29,0 (436,7) (12,1) 691,5 35,9 (238,3) (9,7) Dm (cm) 16,2 (2,7) 22,6 (4,1) 31,4 (4,1) 20,6 (3,0) 23,0 (5,6) 14,8 (1,9) 17,5 (2,8) 23,7 (3,2) D0 (cm) 26,6 (4,7) 33,0 (3,9) 41,9 (4,2) 41,9 (4,9) 32,0 (4,7) 28,9 (3,3) 35,5 (4,2) 41,4 (4,8) NMP (%) 87,4 (9,9) 49,2 (20,4) 20,4 (16,6) 63,0 (11,7) 58,7 (19,7) 86,6 (7,3) 77,3 (8,9) 51,7 (11,8) NMM (%) 11,4 (8,3) 40,3 (13,7) 31,6 (11,7) 17,9 (10,0) 20,7 (11,0) 11,1 (6,3) 14,7 (7,3) 27,4 (9,5) NMG (%) 1,2 (2,4) 10,4 (12,8) 47,9 (15,7) 19,1 (6,4) 20,6 (16,9) 2,2 (1,8) 8,0 (3,4) 20,9 (8,5) GMP (%) 73,3 (15,3) 27,9 (14,9) 6,7 (6,9) 19,3 (7,0) 23,8 (13,5) 60,9 (10,9) 43,3 (9,1) 19,0 (6,7) GMM (%) 22,3 (12,0) 52,3 (9,3) 24,2 (9,2) 24,0 (12,5) 26,3 (18,5) 28,7 (10,4) 25,3 (8,6) 32,2 (10,8) GMG (%) 4,5 (6,1) 19,8 (15,1) 69,1 (12,6) 56,7 (12,5) 49,9 (24,0) 10,4 (6,8) 31,3 (6,3) 48,8 (14,1) Posteriormente, a los 8 tipos estructurales obtenidos se añadió un nuevo tipo, que no estuvo suficientemente representado en cuanto a número de parcelas, pero el cual se consideró importante para ser incluido en el conjunto de las tipologías de pino negro: el tipo RR, correspondiente a los rodales en la clase de regeneración y monte bravo, pudiendo tener aún una cierta presencia de pies adultos. Una vez obtenidos los 9 tipos estructurales definitivos, se construyó la clave de clasificación, basándose en los siguientes parámetros: N, G, reparto de G entre las clases de madera, y estimación visual de la estratificación vertical (Figura 2). Figura 2: Clave de clasificación para los 9 tipos estructurales de los pinares de pino negro en el Pirineo. Publicado en CTFC et al.(2012) 10/14 Efecto de los factores ambientales sobre la estructura de las masas Los modelos de regresión múltiple obtenidos relacionando la distribución espacial de las características estructurales de estos pinares con el conjunto de variables ambientales, presentaron coeficientes de correlación relativamente bajos, de entre 0.34 (en el modelo explicativo de la regularidad) y 0.61 (en el de la densidad) (Tabla 4). El primer factor estructural (tamaño del árbol medio) resultó mayor en rodales localizados en estaciones más frías pero de menor continentalidad, y alejados del borde de la masa forestal. El segundo (densidad o espesura) resultó mayor en lugares de inviernos más suaves, también alejados del borde de la masa forestal, y de menor pendiente. El tercero (la regularidad), resultó con una mayor tendencia a la regularidad en localizaciones más frías, en las latitudes inferiores del área de distribución catalana, así como en mayores pendientes y fisiografía cóncava. Y por último, la madera muerta en pie resultó ser más importante a mayor altitud y en orientaciones de solana. Se comprobó que los modelos no presentasen problemas de heterocedasticidad o de no linealidad, así como que no existiera multicolinearidad entre las variables. Por otra parte, los modelos correspondientes a la densidad y a la regularidad mostraron una autocorrelación espacial significativa pero baja, en un radio de 4,5 y 1,5 km respectivamente. Tabla 4: Características de ajuste de los modelos y variables con efectos significativos (con la dirección del efecto y el nivel de significancia) Tamaño (C1) 0.41 Densidad (C2) 0.61 Regularidad (C3) 0.34 Madera muerta (C4) 0.38 F-Ratio 0.17 22.2 0.37 64.4 0.12 8.7 0.14 27.8 d. f. 336 336 336 336 p-value < 0.001 < 0.001 < 0.001 < 0.001 Correlación R2 Regresión múltiple Variable 1 (-) TW ** (+) DISTFE ** (-) CUR ** (+) ELE (-) SHADE Variable 2 (+) DISTFE ** (+) TW ** (-) TW ** Variable 3 (-) IC (-) SLP ** (+) SLP ** Variable 4 (-) LAT ** Variable 5 (+) DISTFE ** ** ** * 5. Discusión El estudio que se presenta en esta comunicación, realizado a partir de los datos del tercer Inventario Forestal Nacional, permitió definir de manera objetiva y rigurosa un conjunto de tipologías estructurales representativas de la totalidad de las masas forestales de pino negro con potencial productivo del Pirineo catalán. Las tipologías obtenidas fueron desarrolladas utilizando un conjunto de variables dasométricas relacionadas con el tamaño del arbolado y la densidad (como previamente hicieron, por ejemplo, GOMEZ-MANZANEDO et al., 2008, REQUE y BRAVO, 2008), pero también integrando variables descriptivas de la estratificación vertical del rodal o la abundancia de madera muerta en pie. Gracias a la no inclusión de la componente relativa a la densidad en el procedimiento de obtención de las tipologías, se obtuvieron un menor número de tipos que en estudios previos (MARTINALCON et al., 2012), con una diferenciación mucho más clara entre ellos, y basada principalmente en los aspectos relacionados con el tamaño del arbolado (o estadio de desarrollo) y la estratificación vertical. 11/14 La clave de clasificación obtenida consigue clasificar de manera sencilla cualquier rodal forestal dominado por el pino negro a partir de un número muy reducido de variables de fácil obtención en inventarios dasométricos tradicionales, o incluso en parcelas relascópicas. Una vez clasificado el rodal en uno de los tipos estructurales obtenidos, la ficha descriptiva del tipo estructural y la tabla de valores medios permiten una rápida estimación de las características dasométricas del rodal. Por lo tanto, las tipologías aparece como una herramienta de evidente interés para las fases de inventario y descripción dasométrica de los rodales forestales, pues permiten llevarlas a cabo de una manera más objetiva, rigurosa, rápida y económica que el inventario dasométrico tradicional (REQUE y BRAVO, 2008). Además, las tipologías son una herramienta que facilita la adhesión de otros elementos de gran utilidad, como por ejemplo proporcionar un coeficiente mórfico medio por tipo estructural (no presentado en esta comunicación), lo que permite al gestor la posibilidad de realizar una estimación rápida del volumen del rodal, mediante la sencilla ecuación , de manera más rigurosa que si se utiliza un coeficiente mórfico genérico para la especie. Por otra parte, las tipologías deberían facilitar el uso de un lenguaje común a la hora de referirse a las estructuras forestales de una especie y región determinadas, algo especialmente interesante en un caso como el de la especie objeto de este estudio, en el que prácticamente se abarca la totalidad del área de distribución. Finalmente, éstas pueden ser utilizadas también como instrumento de planificación, ya que itinerarios, modelos o recomendaciones selvícolas pueden vincularse y estructurarse en torno a ellas (GAUQUELIN et al., 2006). En el análisis de los factores determinantes de la distribución espacial de la variabilidad estructural de estos pinares, no pudieron utilizarse variables que directamente explicaran el efecto de la intervención humana, dada la dificultad de encontrar este tipo de información (a nivel local) para una superficie tan amplia como la región estudiada. Sin embargo, aunque los modelos presentados usan exclusivamente variables ambientales, algunos efectos a medio y largo plazo de los usos antrópicos pueden interpretarse indirectamente, debido a que dichas variables ambientales suelen estar estrechamente correlacionadas con algunos de estos efectos (GARCIA-RUIZ et al., 1996, GELLRICH et al., 2007, LASANTA-MARTINEZ et al., 2005). En efecto, entre los siglos XVIII y XIX, muchas áreas de montaña en el continente europeo, y entre ellas la cordillera pirenaica, fueron objeto de un intensivo uso antrópico, ligado principalmente al pastoreo y el aprovechamiento de madera y leñas, resultando en pérdidas muy notables de superficie forestal (GARCIA-RUIZ et al., 1996, GELLRICH et al., 2007). Una de las consecuencias, en relación a las masas forestales de pino negro en el Pirineo, fue su reducción a pequeños parches localizados en aquellos lugares más inaccesibles, en los cuales las actividades humanas eran menos viables (BOSCH, 1999, JORDANA, 1869). En cambio, durante el siglo pasado la tendencia fue opuesta, produciéndose una expansión notable de los bosques de montaña, siendo el pino negro un buen ejemplo. Dicha expansión fue especialmente importante en las laderas de umbría y de menor altitud, donde los profundos cambios socioeconómicos llevaron a un importante decrecimiento de la intensidad de uso antrópico (AMÉZTEGUI et al., 2010). Los resultados que se derivan de nuestro estudio van en la línea de lo anteriormente expuesto, pues muestran como los bosques de pino negro que presentan un estadio más avanzado de desarrollo (mayor tamaño del árbol medio), una mayor espesura y una mayor regularidad (o tendencia a la monoestratificación) se distribuyen en las estaciones más frías, lo que podría ser una consecuencia de la menor incidencia histórica de los usos antrópicos en esas áreas. Además, 12/14 esos bosques que podrían denominarse maduros, aparecen alejados de los bordes de la masa forestal, probablemente debido a que la expansión que tuvo lugar durante el último siglo se inició desde aquellos pequeños parches de bosque remanente, que posteriormente tendieron a quedar en el interior de las actuales masas forestales más extensas, ya muy recuperadas. Otra observación interesante es la correlación negativa existente entre la pendiente y la espesura de la masa forestal, lo que podría estar relacionado con el hecho en los Pirineos, las áreas de mayor pendiente anteriormente pastoreadas fueron las primeras áreas en ser abandonadas (VICENTE-SERRANO et al., 2004). Aunque estas áreas experimentaron un fuerte incremento en cobertura arbórea durante el último siglo (AMÉZTEGUI et al., 2010), todavía hoy podrían presentar espesuras defectivas, debido a la lenta dinámica de colonización que se establece bajo unas condiciones ambientales particularmente duras. Otros factores ambientales parecen reflejar algunos efectos a largo plazo, y a escala amplia, de la silvicultura. Así, por ejemplo, la relación positiva entre la regularidad y la concavidad del terreno podría explicarse por la mayor productividad de dichos rodales, que habría ocasionado la aplicación de una silvicultura más intensiva que, al menos durante la segunda mitad del siglo XX, se aplicaba en forma de masa regular (CALAMA et al., 2004, CANO, 2003). Aunque en ausencia de silvicultura, la existencia de estas estructuras más densas también podría haberse debido a una dinámica más rápida de colonizacióndensificación. La baja pero significativa autocorrelación espacial observada en los modelos para la espesura y la regularidad, estarían relacionados con procesos que actúan a pequeña escala, difícilmente detectables en un análisis conducido a una escala tan amplia, como por ejemplo la variación espacial de la calidad de estación, o los efectos locales de la gestión histórica o perturbaciones naturales. 6. Conclusiones En resumen, en este estudio se proporciona un análisis dirigido a la caracterización estructural de los bosques de pino negro, mediante el desarrollo de tipologías estructurales, la descripción de los principales componentes de la heterogeneidad estructural de esas masas, y el estudio de los factores que han podido definir, a escala regional, su estructura actual. En lo que respecta a las tipologías estructurales, se ha generado una herramienta que será de gran utilidad en la planificación y la gestión de los bosques pirenaicos de pino negro. Así, esta herramienta ha sido recientemente incluida en la Guía de selvicultura de pino negro en el Pirineo (CTFC et al., 2012) , en la cual las tipologías juegan un papel central como elemento estructurador de las recomendaciones de gestión. Por otra parte, en lo que respecta al estudio de los factores determinantes de la estructura actual de los rodales de pino negro, se han observado importantes paralelismos con los procesos, primero de reducción de la superficie forestal, y después de expansión y densificación, que se han producido o se están produciendo en los bosques subalpinos de otras cadenas montañosas (como los Alpes, o el Atlas), como consecuencia de los usos antrópicos y de los cambios de uso. El conjunto de resultados que se presentan en este trabajo, son de aplicación directa en la planificación forestal a diferentes escalas, pudiendo resultar muy útiles para predecir la dinámica futura en determinadas zonas de montaña que, hoy en día, están experimentando los impactos humanos que las montañas europeas sufrieron en el pasado reciente. De igual manera, de los resultados pueden extraerse valiosas informaciones para aquellos casos en los que el gestor buscará una determinada estructura que propicie una mejora del hábitat para especies de interés para la conservación, o una mejor protección frente a riesgos naturales. 13/14 7. Agradecimientos El trabajo presentado en esta comunicación fue realizado en el marco del proyecto europeo Interreg-PROCTEFA nº EFA82/08 UNCI'PLUS. Los autores agradecen especialmente las aportaciones en el proceso de desarrollo del estudio a Stepháne Nouguier y Jean Ladier, de la ONF; Bruno Mariton, del CRPF-LR; Paco Cano, Carles Fañanás, Santi Farriol, Meritxell Martí, Albert Minguella y Gemma Arjó, de la GENCAT; y a Miriam Piqué y Pau Vericat, del CTFC. 8. Bibliografía AMÉZTEGUI, A.; BROTONS, L. y COLL, L.; 2010. Land-use changes as major drivers of mountain pine (Pinus uncinata Ram.) expansion in the Pyrenees. Glob. Ecol. Biogeogr. 19:632-641. ATTIWILL, P. M.; 1994. 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