Mareas de luz - Proyecto Magallanes

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32 LA VANGUARDIA
TENDENCIAS
LUNES, 18 MAYO 2015
Una empresa de Vigo fabrica un prototipo flotante con aspecto de batea de
mejillón para generar energía eléctrica con la fuerza de las corrientes marinas
Mareas de luz
C
MARTA TORO / COLIN KELDIE / EMEC.
ANXO LUGILDE
Santiago de Compostela
E
l sueño del empresario vi­
gués Alejandro Marqués de
Magallanes se parece en su
apariencia exterior a un
parque de bateas, las es­
tructuras flotantes que se utilizan en las
rías gallegas para producir mejillones.
Pero el proyecto en el que la empresa
Magallanes Renovables lleva ocho años
trabajando, y que va a empezar a acer­
carse a la realidad este verano, es fabri­
car unas estructuras de aspecto seme­
jante a las mejilloneras que sirvan para
producir energía eléctrica a partir de las
corrientes marinas de las mareas.
En el astillero vigués de Cardama se
está realizando el ensamblaje del proto­
tipo del Proyecto Magallanes, que será
botado el próximo verano. Este artefac­
to es un trimarán de acero, que en la par­
te sumergida lleva un tubo con los gene­
radores que captan la energía, que sería
canalizada hasta tierra a través de un
emisario submarino. Como explica el
profesor de Ingeniería Industrial de la
Universidad de Vigo José Fariña Rodrí­
guez, la particularidad del proyecto ga­
llego reside en que se trata de un artilu­
gio flotante, a diferencia de los que ya
existen en el Reino Unido, enterrados
en el fondo del mar. De esta manera se
pretende conseguir mayores facilidades
para el mantenimiento y un mejor apro­
vechamiento de la energía oceánica al
trabajar más cerca de la superficie, don­
de resulta más intensa.
Magallanes Renovables es el produc­
to de la unión del astillero Cardama, la
consultora CNV Naval Architects SL y
la empresa textil de Redondela Parte­
nón, dirigida por Alejandro Marqués de
Magallanes. Practicando el submarinis­
mo tuvo la idea de la que partió el pro­
yecto que, con una inversión de ocho
millones de euros, ha situado a este con­
sorcio gallego dentro de la carrera mun­
dial por crear el artilugio que logre dar
un salto adelante en la evolución de la
energía oceánica.
Galicia y el mar.
Aunque con la actual
tecnología en Galicia
no se podría producir
energía de las ma­
reas, sí existe toda
una industria ligada
al mar, como el
astillero vigués de
Cardama, en la foto
superior, en el que se
fabrica el prototipo,
cuyo modelo a escala
ya fue probado en
Escocia, en la foto
inferior
“Estamos en un punto similar al que
había hace unos treinta años en la evolu­
ción de la energía eólica, pues no existe
todavía una instalación de uso comer­
cial, sino prototipos”, recalca el profesor
José Fariña.
La energía mareomotriz se explota
desde hace décadas en complejos que
embalsan el agua del mar, como ocurre
en algunas zonas de Francia, pero se tra­
ta de proyectos que ya no se desarrollan,
por su considerable impacto ambiental
y por el muy elevado coste de las inver­
siones que requieren.
Dentro de esa tecnología flotante para
la captación de energía del mar se en­
cuadra también la de las olas, que se lle­
va tiempos intentado explotar. En el ca­
so de la de las corrientes marinas, en al­
gunos lugares del mundo en los que se
puede explotar no están asociadas a las
mareas, pero por lo general sí, con lo que
se asegura un flujo regular, perfecta­
mente predecible, asociado a las fases
de la luna.
Con la tecnología actual, según José
Fariña, se necesita que la corriente ten­
ga una velocidad de un metro por se­
gundo para que sea rentable su explota­
ción. Magallanes Renovables señala
diez zonas del mundo como las más ap­
tas, para la explotación entre las que es­
tán la costa de Chile, la de la Patagonia,
el mar de Japón, el norte de Escocia, el
estrecho de Hudson en Canadá y el es­
trecho de Gibraltar, que sería la única
área de la península Ibérica que cumpli­
ría los requisitos.
En la ría de Vigo no se alcanza el um­
bral mínimo por poco, pues como máxi­
mo habría una velocidad de 0,8 metros
por segundo, mientras que en otra ría
gallega, la de Ortigueira, sí se cumple
ese requisito, pero no tiene los 20 me­
tros de calado necesarios.
Aunque el desarrollo de la tecnología
podría permitir en el futuro que las ma­
reas de Galicia den luz y que los artefac­
tos de Magallanes coexistan con las ba­
teas de mejillón en las que se inspiró su
creación, de momento la idea de esta
empresa viguesa es orientar su exporta­
ción a los mercados más prometedores,
concretamente los de Canadá y el Reino
Unido, debido a los incentivos que con­
ceden sus gobiernos para el aprovecha­
miento de la energía oceánica, según ex­
plica Francisco Robredo, responsable
de gestión financiera de Magallanes Re­
novables.
El modelo a escala de Magallanes ya
fue probado el año pasado en el Centro
Europeo de Energías Marinas de las Or­
cadas, en Escocia. Una vez se bote el
prototipo y se efectúen pruebas con él
en Galicia, será llevado a las Orcadas en
busca de la homologación, lo que permi­
tiría iniciar su explotación, en el camino
hacia la creación de polígonos de bateas
de las que no saldrían mejillones, sino
luz de las mareas.c
Magí
Camps
LETRA
PEQUEÑA
Telón
uando en 1984 descubrimos
a Josep Maria Flotats inter­
pretando a Cyrano, nos ma­
ravilló, y la versión catalana
de Bru de Sala redondeaba el trabajo.
En el momento de saludar, los actores
salían en el orden contrario al peso de
su papel. Cuando ya estaban todos
salvo el protagonista y director, había
que esperar un rato hasta que apare­
cía Flotats, reventado, más Cyrano
que nunca. Algunos espectadores ad­
miraban el gesto del actor porque lo
había dado todo, mientras que el resto
veía una continuación de la represen­
tación con el objeto de acaparar el
alud, merecido, de aplausos.
Han pasado los años y la costumbre
de saludar al final de la representa­
ción, allí donde el dramaturgo ha es­
crito la palabra telón, se ha ido demo­
cratizando. Es decir, hoy, en la mayo­
ría de las piezas, el elenco sale al
mismo tiempo, aunque las posiciones
centrales acostumbran a reservarse a
los protagonistas. Así lo hacen en el
Teatre Lliure, pero sorprende que
otras compañías mantengan la jerar­
quía por parejas o incluso de uno en
uno, mientras el respetable aumenta y
disminuye el volumen de los aplausos
según su valoración.
El público no es avaro al aplaudir si
todo ha salido bien. Pero también es
verdad que a veces las características
de un papel determinado, cuando se
aleja del resto, merecen un recono­
cimiento individual. El espectador
quiere, con sus palmas, dar a aquella
persona su reconocimiento.
Esta temporada, y precisamente en
En el teatro, se extiende
el saludo democratizado,
con pequeñas
variantes justificadas
el Teatre Lliure, ha habido dos obras
que han sido objeto de una pequeña
modificación en el saludo. La prime­
ra, muy sutil, se vio en las representa­
ciones de El rei Lear. Núria Espert era
la encargada de dar vida al rey de los
reyes shakespearianos y, por valía y
por edad, el resto de los actores consi­
deró pertinente hacer una excepción.
Así, por un lado del escenario salían
unos cuantos encabezados por Es­
pert, y por el otro era el bufón, Teresa
Lozano, la segunda mayor del repar­
to, quien arrastraba al resto. Ramon
Madaula, que era el que iba detrás de
Espert, tardaba un par de segundos en
salir con todos los demás para que el
público pudiera aplaudir a gusto a la
reina, sin traicionar el espíritu demo­
crático de la casa.
El otro caso es El curiós incident del
gos a mitjanit. El papelazo de Pol Ló­
pez como niño con problemas de re­
lación merece un epílogo. Una vez
acabada la obra y los aplausos, López
vuelve al escenario y explica uno de
los problemas que ha resuelto en la
prueba de matemáticas. Resuelto el
problema, y gracias a este remate, el
público en pie reconoce el trabajo sin­
gular del actor.
Son dos casos sobradamente justifi­
cados, y es precisamente la excepción
lo que hace que el público valore aún
más esos gestos de reconocimiento.
mcamps@lavanguardia.es
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