III JORNADAS SOBRE DOCENCIA DEL DERECHO Y TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN UNA PROPUESTA PARA EL APRENDIZAJE DE LA TERMINOLOGÍA JURÍDICA POR PARTE DE ALUMNOS NO PRESENCIALES: EL USO DE HOT POTATOES NURIA MAGALDI MENDAÑA Profesora ayudante doctora de Derecho Administrativo. Universidad de Córdoba. Consultora de la UOC. ANTONIO BUENO ARMIJO Profesor ayudante doctor de Derecho Administrativo. Universidad de Córdoba. Consultor de la UOC. RESUMEN Uno de los principales problemas con el que tienen que enfrentarse los estudiantes de Derecho –y ello tanto en las Universidades presenciales como en las no presenciales- es el manejo y uso de una terminología nueva y propia, la terminología jurídica. Para la adquisición de esta competencia, sin embargo, la educación presencial cuenta con una ventaja: el alumno, al asistir a clase, escucha insistentemente en la explicación magistral de los profesores la nueva terminología, por lo que acaba familiarizándose con ella y, de manera inconsciente, acaba utilizándola. En el caso de la enseñanza virtual, ello no es posible. Por consiguiente, resulta necesario diseñar herramientas no presenciales directamente dirigidas a facilitar el aprendizaje de esta nueva terminología técnica. Como respuesta a esta necesidad, la presente comunicación propone la utilización de ciertos ejercicios interactivos en html empleando la “herramienta de autor” desarrollada por el Centro de Lenguas de la Universidad de Victoria (Canadá), conocida como Hot Potatoes. PALABRAS CLAVE Universitat Oberta de Catalunya-UOC. Grado en Derecho. Terminología jurídica. Hot Potatoes. CALL. INTRODUCCIÓN: LA ADQUISICIÓN DE UNA TERMINOLOGÍA JURÍDICA COMO PARTE ESENCIAL DE LA FORMACIÓN DEL JURISTA Existe la idea común de que el aprendizaje del Derecho consiste en “aprender leyes” o, como mucho, en “aprender normas”. En realidad, el aprendizaje del Derecho se orienta más bien a conocer el ordenamiento jurídico, es decir, a saber cómo manejarse y cómo encontrar en él las reglas que permiten resolver una determinada controversia. Para ello, la Ciencia del Derecho descansa, fundamentalmente, en la existencia de los “conceptos” e “instituciones” que conforman la dogmática del Derecho. De este modo, aparecen construcciones intelectuales como la “propiedad”, los “derechos subjetivos”, el “contrato de compraventa”, el “tipo penal”, la “letra de cambio”, los “tributos”, el “principio de legalidad” o el “acto administrativo”. En todos los casos se trata de abstracciones, de generalizaciones, de la localización de una serie de puntos en común entre distintas soluciones previstas en el ordenamiento para resolver conflictos. Es lo que se ha denominado “método conceptual”1. La dogmática jurídica se crea, precisamente, para ayudar a la interpretación del Derecho, a la determinación de la regla de conducta aplicable al caso, a través de una sistematización de las soluciones que contienen las normas, es decir, de las respuestas dadas a situaciones de incertidumbre, lo cual se expresa, se relata, se narra, a través de “conceptos” e “instituciones” jurídicas. Esta situación permite explicar una de las más antiguas y repetidas críticas vertidas contra el Derecho y los juristas: la oscuridad de su lenguaje y su inaccesibilidad al resto de la ciudadanía. En realidad, y sin perjuicio de que el oscurantismo interesado pueda constituir, en efecto, un instrumento de poder2, lo cierto es que los juristas no pueden valerse únicamente de lo que se conoce como lenguaje llano. Si los juristas utilizan palabras que nadie más emplea (o con sentidos con los que nadie las usa), es porque las necesitan para referirse a conceptos que nadie más conoce. “Demanio”, “prescripción” o “antijuridicidad” no son términos que existan por capricho, sino por absoluta necesidad, para nombrar algunos de esos conceptos e instituciones creados por la doctrina y a los que nos venimos refiriendo. La adecuada distinción entre “propietario” y “poseedor”, entre “ley” y “norma” o entre “homicidio” y “asesinato”, que para el lego en Derecho podrían considerarse como meros sinónimos, resulta absolutamente indispensable para la labor del jurista, para la determinación de la solución jurídica adecuada a cada caso. En conclusión, la adquisición, el conocimiento y el manejo de la terminología jurídica constituyen una parte esencial de la formación del jurista. Saber Derecho es, en buena medida, saber esta terminología y saber utilizarla. 1 Una sucinta exposición del “método conceptual” como instrumento básico del conocimiento jurídico en ¡Error! Sólo el documento principal.Alejandro NIETO GARCÍA y Agustín GORDILLO, Las limitaciones del conocimiento jurídico, Trotta, Madrid, 2003, pp. 20-24. 2 Hasta el punto de que ha llegado a afirmarse que ¡Error! Sólo el documento principal.“quien sirve a la ley, de ella vive, formándose en consecuencia una casta lejana, cerrada y parásita”, ¡Error! Sólo el documento principal.Alejandro NIETO GARCÍA, Crítica de la razón jurídica, Trotta, Madrid, 2007, p. 189. 1. DIFICULTADES DE APRENDIZAJE DE TERMINOLOGÍA JURÍDICA POR PARTE DE ALUMNOS NO PRESENCIALES El Derecho, como cualquier otra disciplina, se caracteriza por contar con su propia terminología específica. Aprender y utilizar dicha terminología correctamente y en su adecuado contexto no es, desde luego, sencillo. Al fin y al cabo, se trata prácticamente de “aprender un idioma”, y para ello se requiere práctica: por un lado, “oír” cómo se habla ese idioma; por el otro, “utilizarlo”, “hablarlo”. Guiar a los alumnos en el aprendizaje de esa terminología específica forma parte de la labor del docente, y ello tanto en una universidad presencial como en una universidad a distancia. Hasta donde conocemos, no existen estudios sobre las formas en que se produce el aprendizaje de la terminología jurídica en la enseñanza presencial. No obstante, de manera intuitiva cabe razonablemente presumir que este aprendizaje tiene lugar por varias vías: por un lado, mediante la lectura y el estudio individualizado, por parte del alumno, de textos legales, sentencias y manuales; por otro lado, y muy especialmente, mediante la oralidad. En efecto, en las clases magistrales en la Universidad presencial, el profesor no solo articula su discurso y su explicación utilizando la terminología jurídica propia de cada disciplina, sino que, además, la utiliza en el contexto adecuado. No solo eso, también puede corregir a los alumnos cuando no utilizan la terminología que se espera de ellos o hacen un uso impropio de la misma. Así ocurre, por ejemplo, en el transcurso de las clases prácticas. De este modo, de forma continuada (piénsese que un alumno presencial recibe clases durante una media de cinco horas diarias) aunque quizás imperceptible para el alumno, este va familiarizándose de forma gradual con el uso y el manejo de la terminología jurídica. Sin embargo, la situación cambia radicalmente cuando hablamos de alumnos de Universidades a distancia, como es el caso de la UOC. Los alumnos no presenciales no cuentan con estas herramientas adicionales de refuerzo propias del ámbito presencial, lo que dificulta que estos estudiantes manejen con soltura la terminología jurídica específica. Es cierto que cuentan, igual que los estudiantes presenciales, con los textos legales, las sentencias y los manuales; también con lo que el consultor pueda enviarles, bien en respuesta a alguna cuestión o duda planteada individualmente, bien como criterios de solución a las correspondientes PEC, publicados normalmente al mismo tiempo que las notas de cada uno de los ejercicios o prácticas. Sin embargo, falta todo lo relativo a la oralidad: el alumno de la UOC no “oye” una explicación por parte del profesor ni escucha cómo este utiliza los concretos y específicos términos jurídicos; tampoco tiene la oportunidad de ser corregido por el profesor en el transcurso de una clase práctica cuando no utilizan o utilizan incorrectamente esta terminología. Ante esta carencia resulta recomendable la búsqueda de herramientas adicionales de refuerzo, que se adapten especialmente a un entorno exclusivamente virtual, en el que no es posible la comunicación oral e inmediata entre alumno y profesor. 2. LA HERRAMIENTA HOT POTATOES 2.1. Motivos que justifican su selección En primer lugar, es necesario seleccionar una herramienta informática capaz de facilitar a los estudiantes no presenciales de asignaturas jurídicas la adquisición del nuevo vocabulario que se espera que aprendan. A tal fin, parece razonable que la búsqueda de una herramienta apta para alcanzar este objetivo se aproveche de los avances producidos en los últimos años en el ámbito del CALL (enseñanza de lenguas asistida por ordenador o Computer-Assisted Language Learning, en sus siglas en inglés). En efecto, la aplicación de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) a la enseñanza de segundos idiomas o lenguas extranjeras ha conocido un espectacular desarrollo en los últimos años. Ello ha dado lugar, en primer lugar, a la aparición de numerosas herramientas informáticas expresamente diseñadas para facilitar el aprendizaje de idiomas. En segundo lugar, también ha propiciado la formación de asociaciones profesionales de ámbito internacional y a la edición de publicaciones periódicas específicamente orientadas a analizar tales herramientas3. Evidentemente, no se trata de que los alumnos de Derecho aprendan un nuevo lenguaje. Pero sí un nuevo vocabulario. A este respecto, una revisión bibliográfica relativamente reciente, realizada sobre los artículos publicados en las revistas especializadas en CALL, sugiere que entre las herramientas más utilizadas para la adquisición de vocabulario en la enseñanza de un segundo idioma se encuentra Hot Potatoes, sin perjuicio de su utilización para el aprendizaje de otras destrezas (gramática, comprensión lectora, etc.)4. Ello 3 En la mayoría de los casos, las publicaciones especializadas se encuentras vinculadas, precisamente, a alguna de tales asociaciones. Así, entre las más conocidas se encuentran AsiaCALL Online Journal, CALICO Journal, ReCALL, IALLT Journal, CALL Review o JALTCALL Journal. 4 Glenn STOCKWELL, “A review of technology choice for teaching language skills and areas in the CALL literature”, ReCALL, nº 19.2 (2007), p. 116. supone un importante argumento a favor de utilizar esta herramienta para nuestros fines. Además, un argumento adicional se derivaría de la acogida favorable que parece tener esta herramienta entre el alumnado. En efecto, de conformidad con algunos estudios, los alumnos no presenciales que se enfrentan a nuevas estrategias de aprendizaje suelen mostrar un cierto grado de reticencia frente a ellas5. Sin embargo, algunas experiencias específicamente desarrolladas con la herramienta Hot potatoes muestran un alto grado de aceptación entre los estudiantes, quienes parecen percibirla como un instrumento útil y valioso6. 2.2. Contenido y características básicas de Hot Potatoes Hot Potatoes es una “herramienta de autor”7 diseñada por el Centro de Lenguas de la Universidad de Victoria (Canadá) a través de la cual es posible elaborar seis tipos distintos de ejercicios interactivos en forma de páginas web8. El hecho de tratarse de una “herramienta de autor” conlleva que, a pesar de usar tanto HTML como JavaScript, no sea necesario conocer estos lenguajes para diseñar los ejercicios que posteriormente se cuelgan en la web. En su lugar, los profesores que desean crear ejercicios mediante esta herramienta se limitan a introducir los datos (preguntas que se formulan, respuestas correctas, respuestas del sistema, etc.), siendo el propio programa quien combina tales datos con sus plantillas para generar los ejercicios. Al margen de ello, y como resulta evidente, “un 5 En este sentido, R. OLIVER y C. MCLOUGHLIN, “Tools for the teacher”, en F. LOCKWOOD y A. GOOLEY (eds.), Issues and innovations in distance education, Bogan-Page, Londres, 2001, pp. 138-149. 6 Vid. Izaskun IBABE y Joana JAUREGIZAR, “Online self-assessment with feedback and metacognitive knowledge”, Higher education, nº 59 (2010), p. 253. Asimismo, y de conformidad con los datos de este mismo estudio, aquellos alumnos que hicieron un uso más intensivo de la herramienta Hot Potatoes obtuvieron mejores resultados académicos que los que no lo hicieron. Las autoras advierten de que esta correlación no implica necesariamente que exista una relación causal entre uso de la herramienta y resultados académicos. No obstante, sí sugieren que el uso de la herramienta podría verse como un instrumento de motivación a los alumnos en relación con aquellas asignaturas que puedan resultarles más áridas. Podría verse aquí un tercer argumento a favor de la selección de esta herramienta. 7 Como indica Gerardo ARRARTE, Las tecnologías de la información en la enseñanza del español, Arco Libros, Madrid, 2011, p. 113, refiriéndose precisamente a Hot Potatoes, los “programas de autor” son “herramientas diseñadas para elaborar programas informáticos, en este caso ejercicios interactivos, pero que no requieren el conocimiento de lenguajes de programación por parte del autor de los mismos. Con ellos, y a partir de plantillas ya preparadas, el profesor puede crear materiales de funcionamiento mucho más elaborados que con programas de índole general”. Otros programas de autor son, por ejemplo, Crossword Forge, Fun with texts, JClic, Parapal Online, Puzzlemaker o Quizbox. 8 En relación con el proceso de creación de la herramienta resulta de especial interés el artículo escrito por sus autores, Stewart ARNEIL y Martin HOLMES, “Juggling hot potatoes: decisions and compromises in creating authoring tools for the web”, ReCALL, nº 11.2 (1999), pp. 12-19. cierto conocimiento de HTML y de JavaScript pueden permitir hacer ajustes y mejoras sobre el formato preestablecido”9. El software de Hot Potatoes se compone de seis programas. Cinco de ellos, denominados “patatas” (potatoes), sirven para crear un tipo de ejercicio distinto, todos ellos accesibles on-line. Cada uno de los ejercicios creados por el profesor puede mantenerse aislado o conectarse con otros ejercicios para formar una secuencia de tareas. Esta última posibilidad se realiza mediante el sexto programa, denominado “pasapurés” (The Masher)10. Los cinco tipos de ejercicio (las “patatas”) que ofrece Hot Potatoes son los siguientes: - JQuiz: permite crear ejercicios de respuesta corta (una palabra o una frase breve) o de respuesta múltiple (con una o más respuestas correctas). JCloze: permite crear ejercicios de rellenar huecos (palabras), tanto en frases como en párrafos. JCross: permite crear ejercicios de crucigramas. JMix: permite crear ejercicios de ordenar o reconstruir palabras, frases o párrafos. JMatch: permite crear ejercicios de emparejamiento o relación entre elementos de dos grupos. Los alumnos pueden recibir pistas cada vez que soliciten ayuda, si así se ha preestablecido al diseñar la actividad, y acceder a la corrección del ejercicio y a la puntuación obtenida una vez que lo han concluido. No obstante, debe retenerse que Hot Potatoes se creó específicamente como herramienta de autoaprendizaje, no como herramienta para medir los conocimientos adquiridos por los alumnos, lo que explica algunas carencias a este respecto11. 3. METODOLOGÍA PROPUESTA Y EXPERIENCIAS YA DESARROLLADAS 3.1. Metodología adaptada al sistema docente de la UOC 9 Gerardo ARRARTE, Las tecnologías de la información…, cit., p. 115. Véase el completo análisis de la herramienta Hot Potatoes, si bien referido a una de sus primeras versiones, en Paula WINKE y David MCGREGOR, “Review of Hot Potatoes”, Language Learning and Technology, nº 5.2 ( mayo 2001), pp. 28-33. 11 Stewart ARNEIL y Martin HOLMES, “Juggling hot potatoes: decisions and compromises…”, cit., p. 18. En el mismo sentido advierten WINKE y David MCGREGOR, “Review of Hot Potatoes”, cit., p. 32. 10 La Universtitat Oberta de Catalunya –UOC- es una Universidad a distancia, esto es, una Universidad sustancialmente no presencial que además presenta la peculiaridad de una metodología docente propia y específica, centrada en el uso continuado del campus virtual y en la denominada “evaluación continua”. En este sentido, las asignaturas se dividen en módulos didácticos o de aprendizaje (normalmente entre cuatro y seis), respecto de cada uno de los cuales el alumno debe realizar dos tipos de actividades: en primer lugar, un estudio individual de cada uno de los módulos temáticos, durante el cual el alumno puede dirigirse al Consultor que le ha sido asignado para resolver todas aquellas dudas o cuestiones complejas que le vayan surgiendo en el estudio; en segundo lugar, y tras haber realizado ese estudio individual, se plantean al estudiante una serie de trabajos, lecturas o casos prácticos (tradicionalmente denominadas PEC, esto es, “Pruebas de Evaluación Continuada”) que, en una determinada fecha, deberán entregarse al consultor para su corrección. Toda la comunicación entre alumno y consultor tiene lugar en un entorno virtual, bien a través de correo electrónico, bien a través de publicación de documentos. La superación de esta fase de evaluación continuada (que se valora de forma global siguiendo la notación típicamente anglosajona: A, B, C+, C-, D) permite al alumno la realización de una única prueba presencial, de carácter básico (denominada “prueba de síntesis”) en la que deberá confirmar los conocimientos adquiridos y valorados a lo largo de la evaluación continua. Para el caso de aquellos alumnos que no se hayan presentado a las distintas pruebas de evaluación continuada o que, aún habiéndolo hecho, no las hayan superado, existe la posibilidad de presentarse a una prueba presencial de mayor duración y dificultad en el contenido (denominada “examen final”) y cuya superación supone, también, la superación de la asignatura. La metodología descrita permite a los alumnos adaptar sus estudios de forma personalizada, estudiando o elaborando las PEC en cualquier momento del día, entorno de trabajo o lugar de residencia, con la única condición de cumplir las fechas de entrega previstas inicialmente en el calendario de curso proporcionado a todos ellos el primer día del semestre. En un sistema de estas características, basado en un aprendizaje autónomo del alumno en un entorno virtual, encuentran fácil acomodo todas aquellas herramientas que permiten aumentar la posibilidad de interacción del alumno con el objeto de estudio (en nuestro caso, la terminología jurídica). En este sentido, nuestra propuesta se orienta a la elaboración de actividades y ejercicios basados en la herramienta informática Hot Potatoes y dirigidos específicamente a que los alumnos practiquen y afiancen el uso de las distintas expresiones y términos especializados de cada bloque o módulo temático. Tales ejercicios, estructurados en los diferentes módulos temáticos en que se divida la asignatura, se pondrían a disposición de los alumnos durante la primera fase del estudio a la que hicimos referencia, esto es, la fase correspondiente a la del estudio individualizado. Y ello porque no están pensados como ejercicios susceptibles de ser evaluados por el profesorado sino como herramientas de aprendizaje para el alumno, como instrumentos que posibiliten al alumno familiarizarse con la terminología propia de la disciplina. 3.2. Experiencias en entornos virtuales de apoyo a la docencia presencial Lógicamente, la herramienta informática Hot Potatoes puede utilizarse también en entornos virtuales que sirven de apoyo a una docencia presencial. En este sentido, actualmente casi todas las Universidades presenciales utilizan las TIC como instrumentos de apoyo a la docencia tradicional y cuentan, en la mayor parte de los casos, con campus virtuales, por lo que el uso de Hot Potatoes es perfectamente posible también en tales entornos. En particular, la Universidad de Córdoba utiliza actualmente la plataforma virtual Moodle y cada asignatura dispone de un aula virtual, que sirve fundamentalmente para la comunicación entre alumno y profesor. En ella se ponen a disposición del alumnado materiales variados (sentencias, casos prácticos, esquemas, presentaciones power point), se cuelgan las calificaciones de la asignatura o se informa a los alumnos de eventualidades o novedades en el funcionamiento de la asignatura. Durante el curso 2010-2011, y para la asignatura “Modos y Medios de la actividad administrativa” (asignatura obligatoria de segundo curso del grado de Derecho, impartida por el Área de Derecho Administrativo del Departamento de Derecho Público y Económico) se utilizó la herramienta JCross para poner a disposición de los alumnos, como actividad voluntaria de autoaprendizaje disponible en el aula virtual, la resolución de crucigramas destinados a facilitar la adquisición de la terminología jurídico-administrativa propia de la asignatura. El objetivo perseguido, que se explícito expresamente a los alumnos, era el de incentivarles a trabajar con la terminología propia de la materia “expropiación forzosa” fuera del aula y del horario académico. Con ello se pretendía familiarizarles con esta terminología y facilitar su adquisición. En el ejemplo que se transcribe a continuación, los alumnos tuvieron la posibilidad de resolver un crucigrama dedicado al bloque temático relativo a la expropiación forzosa, en el que tenían que encontrar el término específico adecuado para cada una de las siguientes definiciones o descripciones12: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 Comprobar respuesta Vertical: 1. Requisito imprescindible para la ocupación del bien (PAGO) 2. Órgano que determina el 14 horizontal (tres palabras) (JURADO DE EXPROPIACION) 12 La solución se ofrece en mayúsculas y entre paréntesis. En el ejercicio originario estaba oculta y únicamente se proporcionaba al alumno la respuesta correcta tras haber completado todo el ejercicio. 4. La puede presentar tanto el expropiado como el beneficiario (tres palabras) (HOJADEAPRECIO) 6: Paga el justiprecio (BENEFICIARIO) 8: Puede pedirse si hay retraso en el pago del justiprecio (RETASACION) 10: El art. 125 LEF aún prevé que pueda utilizarse frente a una vía de hecho (INTERDICTO) Horizontal: 3. Uno de los posibles titulares del derecho de reversión que sigue en el mundo de los vivos (CAUSAHABIENTE) 5. Alternativa al pago del justiprecio que permite la ocupación del bien (CONSIGNACION) 7. Tipo de bienes o derechos que pueden ser objeto de expropiación forzosa (PATRIMONIALES) 9: Derecho del expropiado a recuperar el bien o derecho que se le expropió (REVERSION) 11. Titular de la potestad expropiatoria (EXPROPIANTE) 12. Titular del derecho objeto de la expropiación (EXPROPIADO) 13. Titular de derecho real sobre la cosa expropiable (TITULARSECUNDARIO) 14. Lo determina el 2 vertical (JUSTIPRECIO) 15: Puede ser de utilidad pública o de interés social (dos palabras y en latín) (CAUSAEXPROPIANDI) 16: Porcentaje que se suma al justiprecio (tres palabras) (PREMIODEAFECCION) Tal y como cabía esperar de conformidad con las experiencias descritas en los trabajos antes citados, el grado de aceptación entre los alumnos fue muy elevado. Aun tratándose de una actividad estrictamente voluntaria y sin reflejo alguno en la calificación final, todos los alumnos accedieron al ejercicio e intentaron resolverlo. En un elevado porcentaje, repitieron el ejercicio hasta haberlo resuelto por completo. Una vez resuelto, sin embargo, no volvieron a repetirlo. Estos resultados parecen confirmar, por un lado, que el tipo de ejercicios creados a través de Hot Potatoes resultan atractivos a los alumnos, suponiendo un incentivo para dedicar un tiempo suplementario a actividades en las que se tiene una exposición directa a la terminología jurídica que se espera que aprendan. Por otro lado, parecen también sugerir que la “vida útil” de estos ejercicios es relativa reducida, pues una vez realizados correctamente parecen perder su capacidad de atracción sobre los alumnos. 4. CONCLUSIONES. La adquisición y el manejo adecuado de la terminología jurídica es un elemento esencial en el aprendizaje del Derecho. Los términos jurídicos permiten designar conceptos jurídicos con contenidos semánticos muy específicos, cuyo adecuado conocimiento es imprescindible para el normal desarrollo de las laboras propias de un jurista, comenzando por la interpretación de las normas jurídicas. En un entorno de aprendizaje autónomo y virtual, como el de la Universitat Oberta de Catalunya, los alumnos disponen de menos recursos para hacerse con esta terminología. En consecuencia, parece oportuno ofrecerles otro tipo de herramientas, adaptadas a su específico entorno docente, a través de las que puedan reforzar su aprendizaje. A estos efectos, resultan de especial utilidad algunas de las herramientas informáticas desarrolladas en el ámbito del CALL para el aprendizaje de idiomas. Entre ellas, la herramienta de autor Hot Potatoes parece especialmente adecuada, tanto por resultar especialmente ajustada al aprendizaje de vocabulario como por el alto nivel de aceptación de los ejercicios que permite configurar por parte del alumnado. Atendiendo a estas consideraciones teóricas, y a los resultados positivos obtenidos en algunas experiencias desarrolladas como apoyo virtual a la docencia presencial, su utilización en el seno de la Universitat Oberta de Catalunya podría resultar de gran interés. BIBLIOGRAFÍA CITADA - ARRARTE, Gerardo, Las tecnologías de la información en la enseñanza del español, Arco Libros, Madrid, 2011. - ARNEIL, Stewart, y Martin HOLMES, “Juggling hot potatoes: decisions and compromises in creating authoring tools for the web”, ReCALL, nº 11.2 (1999), pp. 12-19. - IBABE, Izaskun, y Joana JAUREGIZAR, “Online self-assessment with feedback and metacognitive knowledge”, Higher education, nº 59 (2010), pp. 243-258. - NIETO GARCÍA, Alejandro, y Agustín GORDILLO, Las limitaciones del conocimiento jurídico, Trotta, Madrid, 2003. - NIETO GARCÍA, Alejandro, Crítica de la razón jurídica, Trotta, Madrid, 2007. - OLIVER, R., y C. MCLOUGHLIN, “Tools for the teacher”, en F. LOCKWOOD y A. GOOLEY (eds.), Issues and innovations in distance education, Bogan-Page, Londres, 2001, pp. 138-149 - STOCKWELL, Glenn, “A review of technology choice for teaching language skills and areas in the CALL literature”, ReCALL, nº 19.2 (2007), pp. 105-120. - WINKE, Paula, y David MCGREGOR, “Review of Hot Potatoes”, Language Learning and Technology, nº 5.2 ( mayo 2001), pp. 28-33.