3 CASOS CLÍNICOS CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:23 Página 1 Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CIRUGÍA GENERAL EDITORIAL SUMARIO 1 Fístula aortoesofágica como complicación de aneurisma de aorta torácica (3) 2 Hernia obturatriz: un diagnóstico a tener en cuenta (9) 3 Hemangioma capilar: un caso raro de obstrucción intestinal (13) 4 Carcinoma de tiroides hiperfuncionante (17) 5 Perforación esofágica yatrógena por sonda nasogástrica (21) Director Xavier Guirao Garriga Redactor Jefe Francisco Angulo Morales Junta directiva de la AEC Presidente Alberto Muñoz-Calero Peregrín Vicepresidente 1º Horacio Oliva Muñoz Vicepresidente 2º Arturo Soriano Benítez de Lugo Secretario General José Luis Ramos Rodríguez Vicesecretaria Elena Martín Pérez Tesorero Juan M. Bellón Caneiro Vocal de Relaciones Institucionales Jose Ignacio Landa Garcia Director de la Revista Cirugía Española Pascual Parrilla Paricio Presidente de la Junta Rectora del Patronato Jose Luis Balibrea Cantero Comité científico de la AEC Presidente Héctor Ortiz Hurtado Vocales Daniel Casanova Rituerto Juan C. García-Valdecasas Salgado Luisa Fernanda Martínez de Haro José Vicente Roig Vila Eduardo Mª. Targarona Soler ISSN: 1889-7827 D. Legal: M-39466-2009 Impreso en España CASOS CLINICOS DE CIRUGÍA GENERAL completa su enfoque pedagógico con un cuestionario de autoevaluación acerca de cada uno de los casos presentados en la revista, disponible únicamente en formato electrónico en la página web de la Asociación Española de Cirujanos (www.aecirujanos.es), apartado “Publicaciones”. Con la contestación correcta de al menos el 80% de las preguntas, se podrán obtener por cada número de la revista 0,7 créditos de formación continuada otorgados por la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias de la Comunidad de Madrid, equivalentes a 4 horas lectivas. “Esta publicación puede incluir indicaciones o pautas posológicas no incluidas en las Fichas Técnicas aprobadas en España para los productos aludidos. Por favor, antes de prescribir un producto consulten la Ficha Técnica actualmente en vigor en España.” Avalado por Actividad acreditada por la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias de la Comunidad de Madrid (SNS) con 0,7 créditos de formación continuada. Créditos reconocidos por el “European Accreditation Council for CME” (EACCME) de la UEMS Soporte valido: Nº 37/10 -R-CM © 2012 Ergon C/ Arboleda, 1. 28221 Majadahonda (Madrid). Pza. Josep Pallach, 12. 08035 Barcelona. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida de ninguna forma sin el permiso escrito del titular del copyright. El grupo del Hospital General de Valencia presenta un caso de fístula aortoesofágica en el curso del tratamiento no operatorio de un aneurisma de aorta torácica. El tratamiento endovascular de las complicaciones de la enfermedad aterosclerótica ha sido uno de los grandes avances de la especialidad de cirugía vascular y constituye el paradigma del tratamiento "minimamente traumático". Seguramente, al igual que el tratamiento endoscópico de la hemorragia digestiva alta, la resección transuretral de los adenomas prostáticos y la repermeabilización coronaria, la relación curación/respuesta a la agresión, está entre las más altas. Sin embargo, para completar esta propuesta de "ratio" beneficio/riesgo, potencialmente útil para evaluar las nuevas técnicas mínimamente invasivas, deberiamos incluir en el denominador la tasa de complicaciones asociada a la técnica. En este caso, la erosión del saco aneurismático protésico, inició la grave complicación que incluía la fistulización esofágica (infección) y la erosión de la pared aórtica (hemorragia). El campo de biotecnología y nuevos materiales es quizás uno de los más prometedores y necesarios, asi como también aquellos estudios que identifiquen a tiempo los pacientes de riesgo de sufrir complicaciones durante el tratamiento. El caso de la fístula aortoesofágica merece pues el comentario del experto en manos del Dr. Salvador Navarro, Jefe del Departamento de Cirurgía del Hospital Parc Taulí de Sabadell. El nuevo número de la revista de casos clínicos presenta dos casos de obstrucción intestinal del adulto. La obstrucción intestinal es una de las causas más frecuentes de abdomen agudo. En el paciente sin antecedentes de cirugía abdominal, la TC puede confirmar el diagnóstico anatómico sospechado en la radiología simple de abdomen, valorar la gravedad y sugerir la etiología. En los casos en que la obstrucción intestinal se acompaña de signos de riesgo de estrangulación (como es el caso de la obstrucción intestinal por hernia obturatriz) es importante la reanimación "en marcha" y la intervención quirúrgica urgente. El grupo del Hospital Clínico de Valencia presenta un caso bien documentado de obstrucción de intestino delgado por hemangioma capilar y los autores del Hospital General Yagüe de Burgos un caso bien resuelto de hernia obturatriz complicada. El cáncer diferenciado de tiroides puede presentarse con función tiroidea normal y en pacientes con hipo o hipertiroidismo. La evaluación del nódulo tiroideo mediante la PAAF y el diagnóstico citológico es cada vez más importante en la toma de decisiones. El grupo de Cirugía Endocrina del Hospital Pasteur de Montevideo, Uruguay, presenta un caso de carcinoma de tiroides hiperfuncionante. El resultado de la PAAF fue poco orientativa y seguramente deberiamos preguntar al citólogo por el tipo de celularidad, ausente en el informe del caso. En la situación mas frecuente que podria derivarse (lesión folicular indeterminada), la clasificación de la NCI-Bethesda del 2009 admite la presencia de dos subgrupos: 1) lesión atípica (entre el 5-10% de malignidad) y 2) lesión sospechosa de neoplasia folicular (riesgo de malignidad entre el 15-30%). En las dos situaciones es preciso la resección del lóbulo afecto y el estudio anatomopatológico para definir el tratamiento definitivo. Sin embargo, la presencia de factores de riesgo adicionales como la edad (> 40 años) y el tamaño del nódulo (> 3 cm), definidos en estudios controlados, hubieran justificado también la tiroidectomía total de entrada. El grupo del Hospital Parc Taulí de Sabadell, Barcelona, presenta un caso de perforación esofágica por sonda nasogástrica. A pesar de la edad de la paciente y la gravedad del caso, la paciente sobrevive a tan grave complicación, sin duda por el diagnóstico y el tratamiento antibiótico precoz y el control de foco adecuado. Sin embargo, queremos resaltar que procedimientos rutinarios como la colocación de la SNG no están exentos de complicaciones. No hay una clara evidencia científica que apoye el uso indiscriminado de este procedimiento y tampoco que la aspiración del contenido gástrico mejore la frecuencia de las complicaciones intraabdominales después de la cirugía intestinal. En cambio, la SNG favorece la microaspiración, incrementa el espacio respiratorio muerto y es un factor de riesgo de la infección respiratoria postoperatoria. Además se ha documentado en pacientes con alteración del nivel de conciencia, malposición de la sonda en la via respiratoria. La colocación de la SNG (la distensión gástrica puede dificultar la colecistectomía laparoscópica) en un paciente anestesiado y mayor, propició seguramente la yatrogenia en este caso. 1. Baloch ZW, Fleisher S, LiVolsi VA, Gupta PK. Diagnosis of ‘‘follicular neoplasm’’: a gray zone in thyroid fine-needle aspiration cytology. Diagn Cytopathol. 2001;26:41-44. Dr. Xavier Guirao Garriga Director CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:23 Página 2 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:23 Página 3 1 FÍSTULA AORTOESOFÁGICA COMO COMPLICACIÓN DE ANEURISMA DE AORTA TORÁCICA C. Mulas1, C. Sancho1, A. Vázquez1, J. Sempere2, J.V. Roig1 1Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo. 2Servicio de Medicina Digestiva – Unidad de Endoscopias. Consorcio Hospital General Universitario de Valencia. INTRODUCCIÓN Correspondencia Claudia Mulas Fernández Avda. Aragón 2, pta 14 C.P. 46021, Valencia Email: claudiamulas@comv.es La fístula aortoesofágica (FAE) representa una causa rara de hemorragia digestiva alta que conlleva una alta morbimortalidad.1 Constituye aproximadamente el 10% de todas las fístulas aortoentéricas.2 La causa más frecuente de FAE primaria es la erosión de un aneurisma de aorta torácica sobre la luz del esófago.3,4 Otras causas incluyen las neoplasias malignas mediastínicas, generalmente de esófago, enfermedades inflamatorias esofágicas, la ingesta de cuerpos extraños y traumatismos o radioterapia a este nivel. La FAE secundaria se produce tras cirugía de aorta o de esófago o incluso tras colocación de endoprótesis vasculares.4 Presentamos el caso de un paciente con FAE secundaria a endoprótesis aórtica por aneurisma de aorta torácica. CASO CLÍNICO Hombre de 64 años, con antecedentes de hipertensión arterial, arteriopatía periférica y aneurisma de aorta torácica descendente de 9 cm de diámetro transverso, que en octubre de 2009 requirió la colocación de una endoprótesis vascular, tipo Relay. Además, presenta un aneurisma de aorta infrarrenal, no tratado, de 9 x 5 cm. Al mes de la cirugía el paciente ingresa en el hospital por disfagia severa sin ningún otro síntoma acompañante, mostrándose clínicamente estable, sin alteraciones clínicas o analíticas destacables, por lo que se inicia estudio de la Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 disfagia por medicina digestiva. En el esofagograma se evidencia una gran ulceración en el esófago medio, que fistuliza a la cara posterior del saco aneurismático aórtico (Fig. 1). En la endoscopia se evidencia, a 30 cm de la arcada dentaria, un orificio fistuloso de calibre superior a 1 cm, sin signos de sangrado activo. Como primera medida terapéutica, tras iniciar tratamiento antibiótico intravenoso de amplio espectro, se coloca una prótesis esofágica metálica cubierta autoexpandible tipo Wilson-Cook, realizando en el mismo acto una gastrostomía endoscópica percutánea para alimentación por disfagia acusada. Se comprueba la correcta oclusión de la fístula mediante un esofagograma. En el esofagograma y la tomografía computarizada (TC) de control a las 3 semanas, se evidencia una migración parcial de la prótesis con persistencia de la fístula, sin presencia de signos de mediastinitis en la TC. Se procede a la extracción de la prótesis esofágica (Figs. 2 y 3) siendo dado de alta el paciente a los pocos días, dado su buen estado general, y citado posteriormente para la realización de sellados del trayecto fistuloso por endoscopia de forma ambulatoria, planteando en un primer momento un manejo conservador de dicha fístula. El paciente acude a Urgencias a los 4 días del alta, con clínica de fiebre de 38-39˚C de una semana de evolución y dos episodios de hematemesis autolimitada. Se encuentra consciente, orientado, sudoroso y taquicárdico. Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 4 4 C. Mulas y cols. Stent en aorta torácica Ulceración FIGURA 1. Esofagograma: muestra la ulceración en esófago medio con fistulización al saco aneurismático. El stent colocado en aorta torácica. Casos Clínicos Cirugía General Fístula FIGURA 2. Esofagograma: adecuado paso del contraste a través del stent esofágico. Se sigue apreciando fístula con salida del contraste desde el esófago al saco aneurismático. Analíticamente destaca una hemoglobina de 8 g/dl y un hematócrito del 24%, una leucocitosis de 15.900/mm3 (90% de neutrófilos) y una PCR de 20 mg/l. Se realiza una TC urgente que informa de elongación de aorta torácica con saco aneurismático en porción descendente, tratado mediante stent cubierto. Evidente apertura esofágica al saco aneurismático (fístula) y con una importante cantidad de aire en el interior del aneurisma trombosado que incluso llega a contactar directamente (el aire) con el stent. Leve derrame pleural izquierdo con pequeña consolidación/atelectasia adyacente, sin claro broncograma aéreo. Signos de enfisema centroacinar, bilateral y difuso (Fig. 4). Se le realiza una endoscopia alta en Urgencias donde se identifica el orificio fistuloso de 2 cm, con restos hemáticos en su interior, sin presentar un sangrado activo en ese momento. Con el diagnóstico de mediastinitis secundaria a la FAE, el paciente ingresa en el hos- Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 5 Fístula aortoesofágica como complicación de aneurisma de aorta torácica 5 pital en la Unidad de Cuidados Intensivos con antibioterapia intravenosa y medidas de soporte con el fin de estabilizar hemodinámicamente y optimizar al paciente para la reparación quirúrgica conjunta del aneurisma de aorta torácica y de la fístula aortoesofágica. Sin embargo, el paciente fallece antes de la cirugía por shock hipovolémico refractario secundario a una hematemesis masiva. COMENTARIOS Y/O DISCUSIÓN La tasa de FAE por aneurisma de aorta torácica varía entre el 6,2 y el 22% según estudios basados en necropsias,4 siendo la presencia de un aneurisma de aorta torácica una de las principales causas de FAE. En el caso que comentamos, se plantea como principal mecanismo de formación de la FAE la erosión secundaria al tratamiento endovascular del aneurisma de aorta torácica. El curso clínico de la FAE no suele ser muy prolongado y, en la mayoría de casos, el diagnóstico se establece tras un episodio de hemorragia digestiva alta (HDA), ya que la rotura al esófago conlleva una contaminación mediastínica y una HDA. Chiari2 describió el síndrome aortoesofágico: dolor mediotorácico o disfagia y hematemesis leve centinela seguida de un sangrado exanguinante. En nuestro caso, el síntoma de debut fue la disfagia, y el síntoma centinela de complicación grave fue la hematemesis leve seguida de un sangrado masivo que no se pudo controlar. Otras complicaciones asociadas a la FAE son la mediastinitis, la infección de la prótesis y la sepsis.1 La esofagoscopia es el método más sensible y específico en el diagnóstico de las fístulas aortoesofágicas, evidenciando en ocasiones una masa pulsátil con restos hemáticos por sangrado previo.4 La TC nos permite identificar signos indirectos sugestivos de FAE, como la presencia de burbujas a nivel del trombo aneurismático. El esofagograma demuestra la perforación en numerosas ocasiones.4-6 En nuestro caso se utilizó la endoscopia, la TC y el esofagograma como principales Fístula FIGURA 3. Endoscopia esofágica. Retirada de prótesis con persistencia de la fístula. pruebas diagnósticas y la endoscopia también con fines terapéuticos para aislamiento de la fístula de la luz esofágica mediante la colocación de una prótesis cubierta. Una vez establecido el diagnóstico, la reparación quirúrgica es primordial y debe realizarse lo antes posible, ya que el pronóstico y la evolución sin tratamiento quirúrgico tienen un desenlace fatal debido a las complicaciones.5 En los casos de sangrado activo, el primer paso es el control de la hemorragia y estabilización hemodinámica del paciente. Algunos autores han propuesto la utilización de la sonda-balón Sengstaken-Blakmore eso- Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 fágica o la embolización de la fístula para el control del sangrado masivo como medidas temporales de forma previa a la reparación quirúrgica.3,4 Como opciones quirúrgicas en el tratamiento de la FAE se plantean dos tipos de abordaje, la reparación quirúrgica abierta y la reparación endovascular. La reparación endovascular tiene una limitación importante: no hay actuación directa (desbridamiento o drenaje) sobre la contaminación mediastínica. Algunos autores abogan por la actuación conjunta (cirugía abierta y endovascular) obteniendo buenos resultados.4,7 Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 6 6 C. Mulas y cols. Apertura esofágica Trombo mural con aire en su interior FIGURA 4. TC torácica: apertura esofágica al saco aneurismático, con una importante cantidad de aire en el interior del trombo mural. No se aprecia sangrado activo. El tratamiento conservador de las perforaciones esofágicas ha sido documentado desde hace años en la literatura, estando basado en una antibioterapia de amplio espectro, dieta oral absoluta con nutrición enteral, drenaje mediastínico en caso de colecciones y vigilancia en una Unidad de Cuidados Intensivos.8 Recientemente, la colocación endoscópica de stents esofágicos temporales ha ganado un papel importante en el manejo conservador de las fístulas o perforaciones esofágicas, mostrándose eficaces en el sellado completo de la pared esofágica hasta en un 85% de los casos cuando se asocia a un buen drenaje de la cavidad pleural.8 Estos resultados han ampliado el número de indicaciones de tratamiento conservador y ha potenciado tratamientos secuenciales que combinan intervenciones endoscópicas y quirúrgicas. Sin embargo, es importante saber que la experiencia con stents Casos Clínicos Cirugía General esofágicos temporales en el tratamiento de perforaciones esofágicas es todavía limitado y las series publicadas incluyen un pequeño número de casos.8 El manejo terapéutico en el caso que presentamos se basó inicialmente en el control de la complicación (el sangrado) mediante una actitud mínimamente invasiva (colocación de prótesis esofágica) debido al alto riesgo quirúrgico inicial (ASA-IV). Ante el fracaso del tratamiento endoluminal con prótesis metálica y el empeoramiento clínico secundario a la mediastinitis, se optó por la cirugía abierta, que no se realizó por exitus del paciente. La cirugía abierta permite la reparación del aneurisma aórtico y el defecto esofágico, así como el control de la infección mediastínica mediante un desbridamiento amplio. El abordaje se realiza generalmente mediante una toracotomía izquierda, aunque se han descrito casos abordados a través de una esternotomía media.4 En cuanto al manejo del aneurisma, la sustitución aórtica con una prótesis sintética parece ser la opción más aceptada una vez realizado un desbridamiento amplio y limpieza exhaustiva del mediastino. La asociación de una epiploplastia permite prevenir complicaciones sépticas posteriores o la formación de fístulas secundarias. En los últimos años se ha demostrado la superioridad de los aloinjertos criopreservados debido a que son más resistentes a la infección que las prótesis sintéticas. Sin embargo, este tipo de injertos no siempre están disponibles, sobre todo en situaciones de urgencia.5 El by-pass extraanatómico es otra opción válida en el tratamiento de la FAE que permite evitar la infección de la prótesis al no acceder al compartimiento mediastínico, pero, como desventaja, no permite el control de la Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 7 Fístula aortoesofágica como complicación de aneurisma de aorta torácica infección mediastínica en un primer momento requiriendo un segundo acto quirúrgico. En cuanto al defecto esofágico, la esofaguectomía subtotal con esofagostomía cervical y gastrostomía o yeyunostomía de alimentación y reconstrucción en un segundo tiempo, se considera el tratamiento de elección, ya que parece disminuir el riesgo de infección de prótesis. La exclusión esofágica bipolar es otra alternativa menos agresiva que algunos autores proponen en los casos de fístula por neoplasia maligna. La esofaguectomía con reconstrucción primaria así como la sutura primaria del defecto esofágico se asocian a un riesgo elevado de dehiscencia y muerte perioperatoria, por lo que sólo estarían indicadas en casos muy seleccionados con mínimos defectos y mínima contaminación mediastínica.4 Estos pacientes, independientemente del tipo de cirugía realizada, requieren antibioticoterapia amplia durante un mínimo de seis semanas y, según algunos autores, de por vida.4 Según lo expuesto anteriormente, el tratamiento quirúrgico es mandatorio tras el diagnóstico si el estado general del paciente lo permite, siendo la cirugía abierta el abordaje de elección ya que permite controlar tanto el aneurisma como el defecto esofágico y la infección mediastínica. Sin embargo, a pesar de la cirugía, es necesario saber que la mortalidad asociada a esta patología es muy elevada (30-80% según publicaciones) y que son muy pocos los casos descritos con buenos resultados postquirúrgicos. BIBLIOGRAFÍA 1. Eggebrecht H, Baumgart D, Radecke K, Von Birgelen C, Treichel U, Herold U, et al. Aortoesophageal fistula secondary to stent-graft repair of the thoracic aorta. J Endovasc Ther. 2004;11:161-167. 2. Contini S, Corrente V, Nervi G, Franzè A, Scarpignato C. Dysphagia aortica: A neglected symptom of aortoesophageal fistula. Digestive and Liver Disease 2006;38:51–54. 3. Leobon B, Roux D, Mugniot A, Rousseau H, Cerene A, Glock Y, et al. Endovascular treatment of tho- Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 7 racic aortic fistulas. Ann Thorac Surg. 2002;74: 247-249. 4. Prokakis C, Koletsis E, Apostolakis E, Dedeilias P, Dougenis D. Aortoesophageal fistulas due to thoracic aorta aneurysm: surgical versus endovascular repair. Is there a role for combined aortic management? Med Sci Monit. 2008;14:48-54. 5. Flores J, Chiiya N, Kunihara T, Yoshimoto K, Yasuda K. Aortoesophageal fistula: alternatives of treatment. Case report and literature review. Ann Thorac Cardiovasc Surg. 2004;20:242-246. 6. Pirard L, Creemers E, Van Damme H, Laurent S, Honoré P, Limet R. In situ aortic allograft insertion to repair a primary aortoesophageal fistula due to thoracic aortic aneurysm. J Vasc Surg. 2005;42: 1231-1217. 7. Prokakis C, Charoulis N, Tselikos D, Koletsis E, Apostolakis E, Dougenis D. Primary Aortoesophageal Fistula due to Thoracic Aortic Aneurysm. Tex Heart Inst J. 2009;36:607-610. 8. Van Boeckel PGA, Sijbring A, Vleggaar FP, Siersema PD. Systematic review: temporary stent placement for benign rupture or anastomotic leak of the esophagus. Aliment Pharmacol Terh. 2011;33: 1292-1301. Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 8 8 C. Mulas y cols. COMENTARIO El reconocimiento de la clásica tríada descrita por Chiari y comentada por los autores, que incluye dolor torácico o disfagia, producidos por la compresión del esófago o del nervio vago, que precede a una hematemesis por lo general leve (sangrado centinela) y finaliza con un sangrado masivo, que produce en la mayor parte de los casos descritos la muerte del paciente, adquiere una gran importancia puesto que el tiempo libre de síntomas entre el sangrado inicial y el masivo es impredecible, pudiendo oscilar entre horas y meses. Este intervalo debe permitir realizar el diagnóstico y programar el tratamiento oportuno, teniendo en cuenta la alta probabilidad de graves complicaciones y muerte del paciente ya sea por hemorragia masiva o por sepsis de origen mediastínico. Sin duda, la mejor opción una vez realizado el diagnóstico es instaurar cuanto antes el tratamiento. La reparación de la fístula aortoesofágica consiste en el tratamiento inicial de la lesión aórtica, y por tanto el control del sangrado, para, a continuación, controlar la lesión esofágica y la consecuente contaminación por patógenos. En cuanto a la lesión aórtica se reconocen dos tipos de tratamiento: quirúrgico abierto o endovascular. Los pacientes con signos clínicos claros de infección o con pruebas de imagen que las confirman (aire libre en el saco aneurismático) y con una aceptable reserva fisiológica, deben ser sometidos a cirugía abierta cuanto antes, realizando un amplio desbridamiento de la zona infectada y reemplazando la aorta patológica con una prótesis sintética. Aún reconociendo que el tratamiento endovascular no permite una actuación directa sobre la contaminación mediastínica, existen situaciones clínicas que lo pueden aconsejar: Casos Clínicos Cirugía General Dr Salvador Navarro Soto Jefe de Departamento de Cirugía. Hospital Universitario Parc Tauli, Sabadell (Barcelona) 1. Pacientes sin signos clínicos claros de infección y sin pruebas de imagen que la sugieran, pero con una reserva fisiológica limitada. 2. Pacientes con signos clínicos claros de infección y/o con pruebas de imagen que la confirman, pero con una reserva fisiológica limitada. En estos dos grupos de pacientes, el tratamiento endovascular debe ser contemplado como una técnica paliativa o temporal hasta que sus condiciones generales permitan un acceso quirúrgico abierto. En cuanto al tratamiento de la lesión esofágica existen dos posibilidades: reparación primaria o esofagectomía. La reparación primaria es aconsejable en pacientes con poca contaminación y cuando técnicamente sea factible; en caso contrario, la esofagectomía con esofagostomía cervical terminal y yeyunostomía con reconstrucción en un segundo tiempo constituyen el tratamiento de elección. En el difícil caso que los autores presentan, la lesión aórtica parecía controlada puesto que el paciente ya era portador de una prótesis a este nivel, aunque no cubría el orificio fistuloso entre aorta y esófago de forma satisfactoria. Por otra parte, poco hay descrito en cuanto a evitar el sangrado mediante la colocación de prótesis esofágicas, siendo más bien el tratamiento sobre la arteria el que lo impide; es frecuente, además, la migración de las mismas, reconocida hasta en el 30% de las series publicadas en prótesis colocadas por otras etiologías. En resumen, una vez realizado el diagnóstico el tiempo hasta la reparación es primordial; el primer paso debe consistir en evitar el sangrado controlando la lesión aórtica, para posteriormente realizar el tratamiento de la lesión esofágica, puesto que es cierto que, si bien la mortalidad inicial es debida al sangrado, la tardía se relaciona más con la mediastinitis y la infección de la prótesis vascular. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 2 CASO CLÍNICO CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 9 HERNIA OBTURATRIZ: UN DIAGNÓSTICO A TENER EN CUENTA J.F. Reoyo Pascual, M.C. Reguilón Rivero, R.M. Martínez Castro, J.L. Seco Gil Servicio de Cirugía General y del Apto. Digestivo del Complejo Asistencial De Burgos. INTRODUCCIÓN José Felipe Reoyo Pascual HOSPITAL GENERAL YAGÜE Avda. del Cid, 96 09005 BURGOS josefelipe82@hotmail.com La hernia obturatriz es una patología poco frecuente, ya que desde su primera descripción por Ronsil, en 1724, hasta nuestros días, apenas 800 casos han sido registrados. La mayoría de publicaciones son de casos clínicos, siendo las series más numerosas las de origen chino y japonés. Son hernias difíciles de diagnosticar preoperatoriamente (sólo en el 10-30% de los casos). Pese a su baja incidencia, presentan una alta morbimortalidad, por lo que ante un diagnóstico sindrómico de obstrucción intestinal, es un diagnóstico a tener en consideración. A continuación describimos el único caso descrito en nuestro Servicio en los últimos 10 años. CASO CLÍNICO Presentamos el caso clínico de una mujer de 76 años sin antecedentes medicoquirúrgicos de interés, que acude a Urgencias por presentar cuadro de dolor en hemiabdomen inferior de 4 días de evolución, que se asocia a náuseas, vómitos y ausencia de ventoseo y de deposición. A la exploración física, paciente delgada con abdomen discretamente distendido, doloroso a nivel hipogástrico, no defensa ni peritonismo. No se palpan hernias inguinales ni crurales con certeza, aunque llama la atención un signo de Howship-Romberg positivo.Analíticamente no se observan datos de interés y en la radiografía simple de abdomen se observa dilatación de las asas de intestino delgado Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 (Fig. 1). Se solicita ecografía abdominal que objetiva cuadro suboclusivo de intestino delgado sin observar causa orgánica que lo justifique, con moderada cantidad de líquido libre entre asas. Con los hallazgos descritos, se pauta dieta absoluta y sueroterapia, observándose un empeoramiento general de la paciente durante su primer día de ingreso, que justifica la solicitud de una TC en la cual se identifica un asa de intestino delgado que se introduce en el orificio obturatriz derecho, con diferencia de calibre entre asas proximales y distales, en relación a hernia obturatriz obstructiva (Figs. 2 y 3). Se decide intervención quirúrgica urgente en la que, a través de una laparotomía media, se observa asa de intestino delgado incarcerada en el orificio obturador derecho que se libera y se comprueba su viabilidad, por lo que no se reseca. Se cierra el orifico herniario con puntos sueltos de sutura reabsorbible. Durante su postoperatorio, la paciente evoluciona favorablemente, siendo dada de alta a los siete días. COMENTARIOS Y DISCUSIÓN La región obturatriz se corresponde con el conjunto de partes blandas que recubren por fuera el agujero obturador o isquiopubiano y su contorno óseo, encontrando en su plano subaponeurótico, la arteria y vena obturatriz y el nervio obturador, y teniendo como límite externo la articulación coxofemoral. La hernia obturatriz es una entidad rara (frecuencia inferior al 1%) que se acompa- Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 10 10 J.F. Reoyo y cols. ña de elevada morbimortalidad.1 Suele presentarse en mujeres de edad avanzada, delgadas, más frecuentes en el lado derecho, y con alta tasa de estrangulación que justifica la resección intestinal en un gran número de casos.2 Clínicamente, se presenta como un cuadro de suboclusión intestinal de etiología incierta, aunque en el 50% de los casos resulta positivo el signo de Howship-Romberg, dolor que desciende por la cara interna del muslo por la presión de una hernia obturatriz sobre el nervio obturador que suele confundirse frecuentemente con patología osteoarticular. En ocasiones se palpa masa en tacto rectal, en la exploración vaginal o en la cara superointerna del muslo. En la mayor parte de los casos, son las pruebas radiológicas en concreto, la ecografia o la TC (como en el caso presentado), las que nos proporcionan el diagnóstico preoperatorio, ya que en un alto porcentaje de los casos son hallazgos operatorios en el contexto de una laparotomía urgente por un cuadro de obstrucción intestinal.4,5 Algunos autores6 refieren que la hernia obturatriz necesita una laparotomía urgente, no un diagnóstico, porque cuando se manifiesta lo hace en forma de complicación (oclusión intestinal, estrangulación, etc.) que sólo puede ser resuelta quirúrgicamente afirmando que la laparotomía no debe retrasarse a la espera del diagnóstico etiológico preciso, dado el alto riesgo de perforación con la consecuente peritonitis, sepsis abdominal y mortalidad elevada. En nuestro caso, la estabilidad clínica de la paciente permitió, en todo momento, la realización seriada de pruebas que afianzasen la alta sospecha diagnóstica preoperatoria. En relación a su abordaje quirúrgico, la literatura describe la vía crural y la vía abdominal. En la mayoria de las series presentadas, se prefiere la vía abdominal, sobre todo para valorar la necesidad de resección intestinal existiendo controversia entre vía laparoscópica o abierta. En alguno de los casos publicados se opta por realizar hernioplastia con tapón; en nuestro caso, el orificio herniario presentaba dimensiones tan reducidas que se optó por herniorrafia, cuya eficacia también ha sido demostrada en un amplio número de casos publicados.7 Casos Clínicos Cirugía General FIGURA 1. Radiografía simple de abdomen en la que se observa dilatación de asas de delgado. FIGURA 2. Imagen de la TC del caso clínico presentado que muestra la imagen típica de hernia obturatriz incarcerada. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 11 Hernia obturatriz: un diagnóstico a tener en cuenta 11 En resumen, la hernia obturatriz es una patología infrecuente pero que se ha de tener en cuenta ante un cuadro de obstrucción intestinal de causa incierta. De alta morbimortalidad, un diagnóstico temprano, ayudándonos de pruebas de imagen, conducirá a un tratamiento eficaz que permita la evolución favorable del paciente. BIBLIOGRAFÍA 1. Lo CY, Lorentz TG, Lau PWK. Obturator hernia presenting as samall bowel obstruction. Am J Surj. 1994;167:396-98. 2. Calvo AM, Herrera J, Iñigo JJ, Zazape C, Ariceta J, Lera JM. Hernia obturatriz diagnosticada preoperatoriamente como causa de obstrucción intestinal. Cir Esp .1999;65: 437-9. 3. Rojo E, Palenzuela JL, Rodriguez –Montes JA, García-Sancho L. Obstrucción intestinal por hernia obturatriz. Cir Esp. 2003;73:252-4. 4. Van Der Linden FM, Puylaert J, De Vries BC. Ultrasound diagnosis of incarcerate obturator hernia. Eur J Surg. 1995; 61:531-2. 5. Yokoyama Y, Yamaguchi A, Isogai M, Hori A, Kaneoka Y. Thirty-six cases of obturator hernia: does computed tomography contribute to postoperative outcome? World Surg. 1999;23:214-7. 6. Ziegler DW, Rhoads JE. Obturator hernia needs a laparotomy, not a diagnosis. Am J Surg. 1995;170:76-8. FIGURA 3. Detalle de imagen de TC donde se muestra la hernia obturatriz incarcerada. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 7. Mena A, De Juan A, Larrañaga I, Aguilera A, Fernández de Bobadilla L, Fresneda V. Hernia Obturatriz: análisis de nuestra serie y revisión de la enfermedad. Cir Esp. 2002; 72:67-71. Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 12 3 CASO CLÍNICO CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 13 HEMANGIOMA CAPILAR: UN CASO RARO DE OBSTRUCCIÓN INTESTINAL A. Mayol1, E. Muñoz1, M. Adrianzen1, C. Faus2 Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo. 2Servicio de Anatomía Patológica. Hospital Clínico Universitario de Valencia. 1 INTRODUCCIÓN Correspondencia Araceli Mayol Oltra Avda. Blasco Ibañez, 17 46010 Valencia E-mail: aracelimayol@gmail.com Los hemangiomas son tumores benignos formados por proliferación de vasos sanguíneos. Entre sus localizaciones más comunes están el hígado y el tejido óseo, pero también se pueden encontrar en cualquier órgano interno como el tracto gastrointestinal, siendo en este caso el colon el lugar más frecuente. Cuando asientan en intestino delgado, su localización más frecuente es el yeyuno. Pueden ser asintomáticos y sintomáticos. Estos cursan con hemorragia, obstrucción intestinal o, más raramente, perforación. A continuación presentamos el caso de un paciente con un hemangioma de intestino delgado. CASO CLÍNICO Paciente varón de 65 años con antecedentes personales de hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2 en tratamiento con insulina y, como antecedente quirúrgico, colecistectomía abierta hace 10 años. Acude a Urgencias por presentar dolor abdominal junto con náuseas, vómitos y disminución de la expulsión de heces y aires de 48 horas de evolución. A la exploración física, el paciente se encontraba afebril, estable hemodinámicamente, con el abdomen distendido y con dolor a la palpación en fosa ilíaca izquierda e hipogastrio, sin signos de irritación peritoneal. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 Pruebas complementarias: analítica de sangre: leucocitos 11,1 x 109/l sin desviación izquierda, Hb 14,8 g/dl y Hto 42,2%. Radiología simple de abdomen: dilatación de asas de intestino delgado con escasa aireación distal, compatible con oclusión intestinal. TC abdominal: hallazgos sugestivos de obstrucción intestinal. Dilatación de asas de intestino delgado hasta íleon distal, donde se aprecia una masa intraluminal hiperdensa. Además se observa una masa intramural excrecente y heterogénea a nivel del yeyuno, que no provocaba la obstrucción (Fig. 1). Se decide intervención quirúrgica urgente evidenciándose una tumoración intraparietal en yeyuno, a 25 cm de ángulo de Treitz, excrecente sin ocluir la luz intestinal, de tamaño 6,5 x 6,2 x 4 cm, con coloración parduzca y con zonas de fibrina. Desde la masa tumoral existía una brida que rodeaba un asa de íleon, siendo ésta la causa de la obstrucción intestinal (Fig. 3). Resto de intestino delgado normal. Se realizó exéresis de la brida y resección segmentaria de 5 cm de yeyuno, incluyendo la tumoración. El paciente tuvo un postoperatorio sin ninguna complicación y fue dado de alta a los cinco días tras la intervención quirúrgica. El resultado del estudio anatomopatológico de la pieza quirúrgica fue de un hemangioma intestinal tipo capilar, trombosado y Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 14 14 A. Mayol y cols. con áreas hemorrágicas, fibrosas y necróticas. Microscópicamente se evidenciaba una proliferación de estructuras vasculares capilares sin atipias, acompañada de fibroblastos y estroma mixoide (Fig. 4). DISCUSIÓN FIGURA 1. TC abdominal CIV: masa en íleon distal y cambio de calibre de las asas de intestino delgado a este nivel. FIGURA 2. TC abdominal: masa en pared de yeyuno heterogénea excrecente. Casos Clínicos Cirugía General Los hemangiomas gastrointestinales son tumores benignos muy poco frecuentes (el 0,05% de todas las neoplasias intestinales y el 7-10% de los tumores benignos del intestino delgado).1 Puede afectar tanto a hombres como a mujeres y puede aparecer a cualquier edad, siendo más frecuente en la tercera década. La localización más frecuente es el colon y si aparece en intestino delgado, la localización más frecuente es el yeyuno. Pueden ser solitarios o múltiples como en el síndrome de Maffucci, síndrome de Klippel-Trénaunay-Weber, síndrome Blue Rubber Bleb Nevus (BRBNS) y síndrome de Peutz-Jeggers.2 Se originan en los capilares de la capa submucosa del intestino, pueden invadir la capa muscular y es muy raro que rebasen la serosa.3 Según la clasificación de Abrahamson y Shandling, los hemagiomas pueden clasificarse según sus características histológicas como capilares, cavernosos y mixtos, siendo los cavernosos los más frecuentes.2,3 Nuestro caso se trataba de un hemangioma tipo capilar, variedad muy poco frecuente. La mayoría de los casos sintomáticos se presentan como una anemia ferropénica, debido a hemorragia crónica del propio hemangioma, con el riesgo de presentar una hemorragia aguda masiva. Otros síntomas son el dolor abdominal, cuadros de obstrucción intestinal, invaginación y, más raramente, perforación intestinal.1-4 Nuestro paciente no tenía historia de anemia ni de hemorragias digestivas y la causa de la obstrucción intestinal no era el tumor en sí mismo, a pesar de ser un tumor de 6 cm, sino la brida que iba desde el hemangioma en yeyuno hasta el íleon. La presencia de flebolitos en la radiografía simple de abdomen puede hacernos Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 15 Hemangioma capilar: un caso raro de obstrucción intestinal sospechar la existencia de un hemangioma, ya que aquellos se deben a la inflamación peritumoral que provoca trombosis venosa, pero se pueden evidenciar flebolitos en el 26-50% de los pacientes adultos y su ausencia no descarta la presencia de un hemangioma. En la TC abdominal con contraste iv podemos encontrar un adelgazamiento transmural de la pared intestinal, junto con un realce persistente y heterogéneo tras inyección del contraste. Además, también podemos encontrar flebolitos.2,5 El diagnóstico diferencial se plantea con tumores GIST o con metástasis. El diagnóstico definitivo se realiza mediante el estudio histológico que muestra, en el caso de los hemangiomas, una proliferación de estructuras vasculares. Nuestra sospecha diagnóstica intraoperatoria fue de un tumor GIST al ser este más frecuente que el hemangioma y tratarse de un varón de edad comprendida entre los 50 y 70 años. El tratamiento de un hemangioma intestinal solitario es la resección segmentaria 15 FIGURA 3. Hemangioma en yeyuno. Flecha negra: brida seccionada que iba del tumor a íleon y provocaba la obstrucción intestinal a este nivel (flecha blanca). FIGURA 4. Imagen macroscópica del hemagioma yeyunal. Se aprecia su origen en la submucosa con crecimiento excrecente intraparietal con zonas trombosadas. Imagen microscópica. Se evidencia proliferación de estructuras vasculares capilares. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 16 16 A. Mayol y cols. intestinal. Las recurrencias tras la resección son muy raras. En el caso de hemangiomas no resecables o difusos se ha utilizado radioterapia a baja dosis, crioterapia, braquiterapia, escleroterapia y la embolización arterial, sin gran éxito de ninguno de estos procedimientos terapéuticos.1-4 CONCLUSIÓN Nuestro caso tiene especial interés al tratarse de un hemangioma yeyunal, un tumor intestinal raro y con localización poco frecuente. Además, cursó con una clínica atípica con obstrucción del íleon por una brida Casos Clínicos Cirugía General que se originaba en el hemangioma. El diagnóstico definitivo nos lo dió el estudio anatomopatológico. Según la clasificación de Abraham y Shalding, el hemangioma era de tipo capilar, lo cual también es infrecuente, ya que los más frecuentes son los de tipo cavernoso.1-4 BIBLIOGRAFÍA 1. Morgan DR, Mylankal K, El Barghouti N, Dixon M F. Small bowel haemangioma with local lymph node involvement presenting as intussusceptions. J Clin Pathol. 2000;53:552-553. 2. Corsi A, Ingegnoli A, Abelli P, De Chiara F, Mancini C, Cavestro GM, Fanigliulo L, Di Mario F, Fran- zè A, Zompatori M. Imaging of a small bowel cavernous hemangioma: report of a case with emphasis on the use of computed tomography and enteroclysis. Acta Biomed. 2007;78:139-143. 3. Kazimi M, Ulas M, Ibis C, Unver M, Ozsan N, Yilmaz N, Ersoz G, Zeytunlu M, Kilic M and Coker A. A rare cause of recurrent gastrointestinal bleeding: mesenteric hemangioma. World Journal of Emergency Surgery. 2009;4:5. 4. Elias G and Toubia N. Hemangioma of the Small Intestine Presenting With Recurrent Overt, Obscure Gastrointestinal Bleeding. Clin Gastroenterol Hepatol 2010;8:3. 5. Perry J. Pickhardt et al. Evaluation of Submucosal Lesions of the Large Intestine: Part 1. Neoplasms Radiographics 2007;27:1681-1692. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 4 CASO CLÍNICO CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 17 CARCINOMA DE TIROIDES HIPERFUNCIONANTE I. Almeida1, E. Berriel2, M. Acosta3, A. Vilas4 Asistente del Servicio de Cirugía, Grado 2. 2Cirujano. Prof. Adjunto, Grado 3. 3Endocrinóloga. 4Anatomopatóloga. Unidad de Cirugía Endócrina del Hospital Pasteur. Montevideo, Uruguay. 1 INTRODUCCIÓN Correspondencia Concepción del Uruguay 1415 Apto 901 11400 Montevideo, Uruguay. Email: isalmeida10@gmail.com Se analiza un caso clínico de una paciente con carcinoma de células de Hürthle hiperfuncionante. CASO CLÍNICO Paciente de sexo femenino, 66 años. Antecedentes personales: colecistectomizada, portadora de quistes simples hepáticos. Sin antecedentes familiares de neoplasia de tiroides ni antecedentes de irradiación en la región cervical. Consulta por presentar una tumoración en el lóbulo derecho del tiroides, de 6 meses de evolución, con crecimiento progresivo. Sin elementos de repercusión locoregional ni elementos clínicos de disfunción tiroidea. Exploración: paciente con buen estado general. En la inspección clínica destaca desviación del eje visceral a la izquierda. La palpación constata, en el lóbulo derecho de la glándula tiroides, un nódulo de 4-5 cm de diámetro mayor, ovoideo, liso, bien delimitado, de consistencia firme e indoloro. No se palpan adenopatías. Resto del examen físico normal. Se solicitan estudios de valoración morfológica, funcional y citológica que se analizan a continuación. La ecografía muestra en el lóbulo derecho, un nódulo sólido-quístico de 54 mm de eje mayor, con vascularización intra y peri- Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 nodular. Lobulo izquierdo de contornos regulares y ecogenicidad homógenea. La gammagrafía con pertecnectato muestra glándula tiroides de situación habitual, con gran nódulo intensamente captante en el lóbulo derecho, que inhibe la captación en el resto del parénquima (Fig. 1). En la Rx de cuello hay desviación de la tráquea a izquierda. Los niveles de TSH fueron de 0,01 m IU/ml (normal: 0,3-5 m IU/ml), T4 libre 1,32 ng/dl (normal 0,7-1,17 ng/dl) y T3 libre 4,02 pgr/ml (normal 1,905,10 pgr/ml). La PAAF informa de patrón coloidoquístico con hemorragia evolucionada. La valoración por ORL es normal. Comienza con metimazol 15 mg/día, logrando el eutiroidismo. Sabiendo que en el arsenal terapéutico, el radioyodo logra remisión en los nódulos tóxicos en los de 3 cm o menos, en esta paciente, por su gran tamaño, requiere grandes dosis, por lo que la cirugía es de elección. Se realiza lobectomía e istmectomía, se constata gran nódulo, que ocupa todo el lobulo derecho, se identifica nervio recurrente y glándulas paratiroides. La biopsia extemporánea (BE) no es concluyente, informa de nódulo con patrón folicular. El informe histológico definitivo macroscópico confirma: nódulo de 55 x 48 x 23 mm, Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 18 18 I. Almeida y cols. FIGURA 1. Gammagrafía con Pertecnectato. Nódulo autónomo, derecho. superficie externa con red vascular visible; al corte, nódulo carnoso, ocre, con áreas cavitadas, hemorrágica, cápsula gruesa, irregular (Fig. 2). El estudio microscópico muestra invasión de la cápsula con evasión transcapsular en forma fungiforme. No invasión vascular. La proliferación celular está integrada por células de mediana talla con pleomorfismo focal, citoplasma eosinófilo, granular y núcleos vesiculosos con nucléolos. El área central presenta focos de cavitación con fenómenos regre- sivos, edema, hemorragia reciente y antigua (Fig. 3). Diagnóstico: carcinoma folicular encapsulado, variedad a células de Hürthle, con invasión de la cápsula, sin invasión vascular. Se completa tiroidectomía total, con buena evolución postoperatoria. El informe histológico del resto de la glándula se informa como normal. Al mes se realiza dosificación de tiroglobulina (Tg) que muestra cifras elevadas: 15,4 ng/ul (N: menor a 1 ng/ul) y anticuerpos anti-Tg menos de 20 UI/ul (N: menor a 40 UI/ul). El rastreo con I 131 observa escasa captación del radioyodo en la logia tiroidea D. No se observaron otras áreas de captación anormal del radiotrazador en el resto del cuerpo. Se le administra 150 mCi I 131. Se reitera al año, siendo negativo. La paciente cursa con muy buena evolución hasta el momento, con ecografía de cuello normal y sin elementos de metástasis. Los niveles de Tg y anticuerpos antitiroglobulina son indetectables. Actualmente, recibe T4 100 µg/día. FIGURA 2. Macroscopia. Nódulo tiroideo, carnoso, con áreas cavitadas y hemorrágicas. Casos Clínicos Cirugía General Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 19 Carcinoma de tiroides hiperfuncionante 19 DISCUSIÓN Y COMENTARIOS Debemos diferenciar, cuando hablamos de cáncer de tiroides e hipertiroidismo, varias situaciones:1) la asociación de hipertiroidismo por enfermedad de Graves-Basedow (EGB) y cáncer de tiroides; 2) carcinoma oculto en un bocio multinodular; 3) la presencia de cáncer de tiroides con hiperproducción autónoma de hormonas tiroideas, y 4) extremadamente poco frecuente, la producción hormonal por metástasis masivas de un cáncer de tiroides.2 En relación a la tercera situación, existen escasas referencias de la presentación de cáncer de tiroides como nódulo autónomo; si bien la mayoría de los nódulos autónomos son neoplasias foliculares benignas, se ha documentado en la literatura reciente un aumento progresivo de esta asociación en la literatura reciente un aumento progresivo de esta asociación. La incidencia varía considerablemente, desde el 0,3% hasta el 16,6% incluyendo nódulo autónomo, bocio multinodular así como carcinoma oculto.3 Pocos fueron sospechados en el preoperatorio, el diagnóstico es establecido por el estudio histológico. En un estudio que incluye 408 pacientes con hipertiroidismo, en un período de 20 años, la incidencia de cáncer fue del 5,6% (23 casos), en detalle: el 3,8% en EGB, el 12,5% en bocio multinodular y el 2,8% en nódulo tóxico. Correspondieron a cáncer papilar 19 casos, folicular 3 casos y medular 1 caso.3 Als y cols. describieron una serie de 924 casos con cáncer de tiroides, en el que el 47,3% correspondieron a cáncer papilar, 44,2% folicular, 8,5% otros. En 19 pacientes hubo hiperfunción 2,1% (15 folicular, 4 papilar).4 La variedad de carcinoma celular de Hürthle (CCH), se describió en un adulto.5 Un caso reciente de hiperfunción y cáncer se trataba de variedad papilar.6 En cuanto a la etiopatogenia, la asociación de hipertiroidismo y cáncer es desconocida; se postulan alteraciones genéticas, en las cuales se han detectado en la mayoría de los casos la presencia de mutaciones activantes del receptor de TSH FIGURA 3. Microscopía. Pleomorfismo celular, citoplasma eosinófilo, granular. (TSHR) y de la proteína GNAS-1. Se plantea que el evento inicial se deba a una mutación del TSHR y que probablemente por la hiperestimulación en la división celular, se produce una desviación en la cascada intracelular exacerbando la vía de la MAP-cinasa (señales cruzadas, croos-signaling) lo que desencadena mutaciones en el oncogen RAS, lo que determina la transformación maligna.2,6,7 Los CCH, también llamados carcinomas oncocíticos u oxifílicos, continúan clasificados como una variante de carcinoma folicular de tiroides (CF), representan entre el 2% y el 6% de los CF. Son multicéntricos, más agresivos y la diseminación metastásica es generalmente a los ganglios cervicales (25%). También se diseminan por vía hemática a pulmón y hueso. Mediante el hallazgo de diferencias en la expresión de oncogenes y factores de crecimiento como rash, n-myc,TGF-alfa (transforming growth factor), TGB-beta eI GF1 (insulin growth factor), entre los CCH y los CF se halló una base biológica para justificar su clasificación separada. Están siendo identificadas algunas moléculas como posibles diana para el diagnóstico inmunohistopatológico; Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 entre estas moléculas vamos a considerar las que disponen de mayor número de evidencias, metodológicamente más asequibles, bajo costo y realizadas en muestras de PAAF: TPO47, galectina-3, CD44v6, pRb, COX y hTERT. Existe una importante lista de otros potenciales marcadores que están a la espera de ser analizados.1,7 El diagnóstico de tumores de células de Hürthle requiere un mínimo de entre el 50% y el 75% de células de Hürthle (oncocitos) según distintos autores. Estas células se caracterizan por tener un citoplasma abundante, acidófilo, granular y abundantes mitocondrias. Son positivas para tiroglobulina, CK, GLUT-4 y proteína S100. La CK 14 está surgiendo como marcador selectivo para células de Hürthle. Pueden haber hallazgos de células de Hürthle en otras patologías, como tiroiditis de Hashimoto, enfermedad de Graves-Basedow y bocio multinodular, no teniendo significado maligno. La evaluación diagnóstica se realiza con el examen físico, la ecografía, la gammagrafía con I 131 y la punción aspirativa con aguja fina (PAAF) conociendo sus limitaciones. El Doppler color es una técnica útil, donde evalúa las características del nódulo. Las lesio- Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 20 20 I. Almeida y cols. nes mixtas (sólido-quístico) con vascularización central son altamente sospechosas de malignidad. La mayor precisión diagnóstica se alcanza con la gammagrafía con pertecnectato marcado con MIBI. Algunos autores lo han empleado en doble fase para el diagnóstico de tumores de Hürthle. El PET con F-18 FDG permite diferenciar con mayor certeza las adenomas de los carcinomas, estos últimos presentan mayor captación.8 El CCH ofrece dificultades diagnósticas como la mayoría de los tumores foliculares, el diagnóstico correcto es el histológico con el estudio en diferido; considerando que el CCH es multicéntrico, más agresivo y tiene poca respuesta al I 131, la tiroidectomía total es el principal tratamiento. Sólo un 10% de CCH captan yodo radioactivo. El uso de radioterapia muestra beneficios en el caso de metástasis óseas. Casos Clínicos Cirugía General Si existen adenopatías metastásicas está indicado realizar un vaciamiento ganglionar radical modificado. Para detectar recurrencias o metástasis, la determinación de los niveles séricos de tiroglobulina es un marcador tumoral confiable que se utiliza en el seguimiento. CONCLUSIÓN Si tenemos una lesión mayor de 4 cm con PAAF de tumor folicular célula de Hürthle, podríamos valorar la probabilidad de más riesgo de cáncer y realizar tiroidectomía total como recomiendan las guías americanas. La asociación con hipertiroidismo no añadiría riesgo de cáncer. BIBLIOGRAFÍA 1. Sancho JJ, Sitges-Serra. Nódulo tiroideo y Bocio Multinodular. En Parrilla P, Landa JI. Cirugía AEC. Madrid: Panamericana, 2010. 2. Paul SJ, Sisson JC. Thyrotoxicosis caused by thyroid cancer. Endocrinol Metab Clin North Am. 1990; 19(3):593-612. 3. Ardito G, Mantovani M, Vincenzoni C, Guidi ML, Corsello S, Rabitti C, Giovanni V. Hypertiroidism and carcinoma of the thyroid gland. Chirurgia. 2004;99(3):143-150. 4. Als C, Gedeon P, Rosler H., Minder C, Netzer P, Laissue JA. Survival analysis of 19 patients with toxic thyroid carcinoma. J Clin Endocrinol Metab. 2002; 87(9):4122-27. 5. Wong C, Auyong T, Tong CM. Thyrotoxicosis. 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INTRODUCCIÓN Correspondencia Dr Raül Guerrero López Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo Hospital Parc Taulí de Sabadell Parc Taulí s/n 08208 Saqbadell E-mail: rguerrero@tauli.cat La perforación esofágica es una patología infrecuente y muy grave que puede conducir a la muerte del paciente si no se diagnostica de forma precoz. Su etiología más frecuente es la yatrógena, por lo que con el aumento de exploraciones endoscópicas y otro tipo de procedimientos invasivos, se ha producido un incremento de su incidencia. Por todo eso, este caso pretende recordar- nos la importancia del reconocimiento precoz de esta entidad, las graves consecuencias que puede tener, y algunas nociones del manejo de estos pacientes. DESCRIPCIÓN DEL CASO Mujer de 84 años con antecedentes patológicos de hipertensión arterial, hiperglicemia y colelitiasis, que acude a Urgencias por FIGURA 1A. TC donde se observa afectación pleural y mediastínica. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:24 Página 22 22 R. Guerrero y cols. FIGURA 1B. TC donde se observa afectación hidroneumotórax. dolor en hipocondrio derecho y fiebre de dos días de evolución, siendo diagnosticada de colecistitis aguda. Por ello se realiza una colecistectomía laparoscópica sin aparentes incidencias durante el acto quirúrgico. A las 36 horas de la intervención, la paciente presenta dificultad respiratoria progresiva y dolor en hemitórax derecho. En la radiología se objetiva hidroneumotórax derecho, por lo que se coloca drenaje torácico con salida de 350 cc de líquido serohemático con características de exudado y 19.760 U/L de amilasa. A las 48 horas de la cirugía se realiza TC toracoabdominal que objetiva pequeñas burbujas de aire extraluminales, adyacentes al tercio superior del esófago. Tras la administración oral de gastrografín se identifica importante fuga de contraste hacia la pleura, a nivel del tercio medio del esófago (1cm por encima de la carina). Con el diagnóstico de perforación esofágica se decide tratamiento quirúrgico, efectuando esofaguectomía vía transhiatal, dejando esofagostomía cervical y yeyunostomía de alimentación “a lo Witzel” y preservando el estómago para reconstrucción posterior. Se decide no realizar la reconstrucción por el shock séptico de la paciente. Se trata empíricamente con meropenem, pero cuando se dispone del resultado del cultivo del líquido pleural (positivo para S. aureus meticilín resistente (MRSA) y cándidas) se añade vancomicina y fluconazol. Durante su estancia en la Unidad de Curas Intensivas presenta traqueobronquitis por S. aureus meticilín resistente (MRSA) que se aísla en las secreciones y se cubre con linezolid. Ante dificultades con el weaning se realiza traqueostomía quirúrgica. En posteriores TC de control se aprecia mejoría de las colecciones pleurales, requiriendo drenaje sólo una colección anterior alta aislada. Al mes y medio de la cirugía se decide alta a convalescencia. Actualmente, se encuentra pendiente de valoración de reconstrucción del tracto digestivo alto. DISCUSIÓN FIGURA 2. TEGD que objetiva fuga de contraste a nivel de esófago torácico. Casos Clínicos Cirugía General La perforación esofágica corresponde a la pérdida de la integridad de las capas que Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 23 Perforación esofágica yatrógena por sonda nasogástrica forman la pared del esófago, con salida del contenido de su luz hacia los tejidos circundantes. Según su etiología las podemos clasificar en: 1) traumáticas (instrumentales, quirúrgicas, impactación de cuerpo extraño, traumatismos externos); 2) patológicas (esofagitis cáustica, carcinoma esofágico, ulceración péptica, etc.), y 3) espontáneas. La más frecuente es la etiología yatrógena (instrumental y quirúrgica) que supone el 70% de las perforaciones,1 como en el caso presentado en el que, probablemente, la perforación esofágica fue secundaria a la colocación de la sonda nasogástrica durante la cirugía. Según su localización las podemos clasificar en cervicales, torácicas o abdominales. La ubicación de la solución de continuidad tendrá un papel importante en el manejo terapéutico. El diagnóstico se basa en la sospecha clínica, presencia de amilasa salival en el líquido de derrame pleural, alteraciones analíticas propias de la repercusión sistémica y evidencia de la perforación en pruebas de imagen (radiografía simple de tórax, TEGD con contraste hidrosoluble, TC toracoabdominal con contraste).1-5 El factor de gravedad más importante es la mediastinitis o la infección cervical subsiguiente,1 que implica un 15-20% de mortalidad en pacientes tratados antes de 24 horas y un 40-50% si se tratan después. La alta tasa de mortalidad se deriva del shock séptico y de la alteración de la función respiratoria (hipoventilación por dificultad para la expansión pulmonar), consecuencias de la afectación mediastínica. El tratamiento pasa inicialmente por compensar las repercusiones de la mediastinitis (empleando para ello antibioterapia, sueroterapia y drenaje de la cavidad pleural), seguido de medidas que eviten la progresión de la contaminación del mediastino. A grandes rasgos, puede establecerse que cuando hace menos de 12-24 horas de la perforación, los bordes de la solución de continuidad no estarán desvitalizados, por lo que podemos intentar realizar sutura primaria (con o sin refuerzo mediante colga- Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 FIGURA 3A. Pieza de esofaguectomía donde se muestra la perforación. FIGURA 3B. Pieza de esofaguectomía donde se muestra la perforación. Casos Clínicos Cirugía General 23 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 24 24 R. Guerrero y cols. jo)1, 2 y drenaje del mediastino. Si hace más de 12-24 horas, lo recomendable es la exclusión bipolar del esófago (esofagostomía cervical terminal, gastrostomía o yeyunostomía de alimentación) y drenaje del mediastino.1 Excepcionalmente, el manejo conservador de las perforaciones del esófago torácico puede tener buenos resultados1,5 ante defectos de pequeño tamaño, mínima inflamación mediastínica, buen drenaje hacia la luz esofágica y ausencia de repercusión sistémica.1,2, Por último, hay que mencionar el creciente uso del stent en el tratamiento conservador de la perforación esofágica. Sus indicaciones incluyen, básicamente, la perforación yatrogénica tras dilataciones en pacientes con lesiones por Casos Clínicos Cirugía General cáusticos, fugas anastomóticas tras una cirugía y lesiones secundarias a síndrome de Boerhaave.6 Recientemente se han usado en cánceres esofágicos muy avanzados, perforaciones con fístula persistente y en pacientes con muy mal estado general.2 De todos modos, aunque la colocación de un stent constituye un procedimiento mínimamente invasivo, se puede asociar a complicaciones severas, tales como hemorragia, sellado incompleto de la perforación y migración del stent. Además, otro problema añadido puede ser una extracción dificultosa de la prótesis. Finalmente, hay que tener en cuenta que todavía no se ha establecido una duración óptima del tratamiento con stent para la curación de la lesión.6 BIBLIOGRAFÍA 1. Parrilla Paricio P, Martínez De Haro L, Ortiz Escandell A. “Cirugía esofagogástrica”. Guias clínicas de la Asociación Española de Cirujanos. Editorial Aran 2001;3(6):93-105. 2. Rosière A, Michel L, et al. “Tratamiento de las perforaciones esofágicas”. Enciclopedia Médico-Quirúrgica -E- 40-220 (2004). 3. Brinster CJ, Singhal S, et al. “Evolving options in the management of esophageal perforation”. Ann Thorac Surg. 2004 Apr;77(4):1475-83. 4. Wu JT, Mattox KL, Wall MJ Jr. “Esophageal perforations: new perspectives and treatment paradigms”. J Trauma. 2007 Nov;63(5):1173-84. 5. Saunders WB. “Upper Gastrointestinal Surgery”, 2nd Edn: Edited by S M Griffin, S A Raimes. Philadelphia: WB Saunders, 2001;(14):393-429. 6. van Heel NCM, Haringsma J, Spaander MCW. “Short-Term Esophageal Stenting in the Management of Benign Perforations”. Am J Gastroenterol. 2010; 105:1515-1520. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 25 TEST DE AUTOEVALUACIÓN Volumen 4 - Número 2 / Mayo-Agosto 2012 CASOS CLÍNICOS DE CIRUGÍA GENERAL completa su enfoque pedagógico con un cuestionario de autoevaluación acerca de cada uno de los casos clínicos presentados en la revista, disponible únicamente en formato electrónico en la página web de la Asociación Española de Cirujanos (www.aecirujanos.es), apartado “Publicaciones”. A continuación se publican las preguntas correspondientes al número anterior de CASOS CLÍNICOS DE CIRUGÍA GENERAL, junto a las respuestas correctas y acompañadas de su razonamiento. Para cuestiones relativas a la acreditación, por favor, consultar la página web de la Asociación Española de Cirujanos www.aecirujanos.es. PERITONITIS TUBERCULOSA COMO CAUSA C.Las pruebas radiológicas pueden no ser capa- DE DOLOR ABDOMINAL AGUDO 1. Señale la respuesta falsa de entre las siguientes opciones: A. La tuberculosis peritoneal debe ser sospecha- Respuesta correcta: B ces de diferenciar la tuberculosis peritoneal La cantidad de bacilos en el líquido ascítco es muy de procesos como la linfomatosis o la carci- escasa y su negatividad (al igual que en esputo) no nomatosis peritoneal. excluye la enfermedad.2 La cirugía puede tener que D. Cursa invariablemente con patología pulmonar. realizarse de entrada en caso de obstrucción intes- E. Un test de Mantoux negativo descarta esta tinal. En inmunodeprimidos puede haber anergia y el tratamiento antibiótico es más prolongado. entidad. da en pacientes con dolor abdominal procedentes de zonas endémicas. B. La placa de tórax normal no excluye la existencia de tuberculosis. C.Una ecografía permite sospechar la existencia de patología peritoneal. D. Un test de Mantoux positivo no implica la existencia de un proceso tuberculoso activo. Respuesta correcta: C El diagnóstico diferencial es con neoplasias peritoneales primarias y secundarias, y muchas veces la peritoneal: diferenciación es imposible. El Mantoux puede ser 3-7 negativo en pacientes VIH con tuberculosis. La tuberculosis peritoneal puede cursar con dolor abdominal y sin patología pulmonar. E. El cultivo de esputo permite un diagnóstico rápi- A. La biopsia de peritoneo puede mostrar los característicos granulomas no necrotizantes. B. La ecografía es la técnica de elección para el diagnóstico de patología peritoneal al ser do y preciso de la existencia de proceso tuberculoso activo. 4. Es cierto sobre el diagnóstico de tuberculosis una técnica no invasiva y no irradiar. 3. Sobre el diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis peritoneal es falso: Respuesta correcta: E El cultivo del bacilo tuberculoso tarda en obtenerse entre 4 y 6 semanas, y su negatividad no excluye la existencia de tuberculosis.2 C.La existencia de pruebas específicas para la detección del bacilo tuberculoso con resultado negativo no permiten descartarla. A. En un VIH con tuberculosis activa los tests de sensibilidad pueden ser reiteradamente negativos. B. La ausencia de bacilos en el líquido ascítico descarta esta entidad. D. La analítica es diagnóstica en la mayoría de los casos. E. Existen en la TC hallazgos patognomónicos de esta enfermedad. C.La ausencia de bacilos en esputo no descar2. Sobre la tuberculosis peritoneal es cierto: ta esta entidad. D. La cirugía puede estar indicada de entrada A. Es indolora y el diagnóstico es por exclusión. en estos pacientes. Respuesta correcta: C La negatividad de pruebas específicas para el diagnóstico de la tuberculosis no la descartan.2 La B. En la cirugía, el aspecto macroscópico del E. El tratamiento antibiótico varía de unos pacien- prueba radiológica de elección es la TC, aunque peritoneo no orienta sobre posibles procesos tes a otros en función de su estado de inmu- no aporta datos patognomónicos. Los granulomas granulomatosos. nosupresión. son necrotizantes. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 26 26 Test de autoevaluación 5. Sobre el tratamiento de la tuberculosis peritoneal señale la respuesta correcta: sis by Laparoscopic Peritoneal Biopsy. The American Surgeon. 2008;74:1223-4. • Rodríguez Alonso A, González Blanco A, Cespón Outeda E, Bonelli Martín C, Lorenzo Franco J, Cuerpo Pérez MA et al. Fractura de pene. Aportación A. La cirugía no está indicada. de un caso. Actas Urol Esp. 2001:25(10);765- B. El tratamiento antibiótico largo (durante 4 769. meses) es suficiente en la mayoría de los casos. FRACTURA DE CUERPOS CAVERNOSOS C.Hay que abandonar durante un período de siete días el tratamiento antibiótico previamente a la realización de la cirugía. 1. ¿Cuál es el mecanismo más frecuente de rotura de cuerpos cavernosos? es una posible complicación de la rotura de D. En casos de obstrucción intestinal la cirugía puede estar indicada. E. Tras la cirugía no es necesario continuar con el tratamiento antibiótico. Respuesta correcta: D cuerpos cavernosos: A. Idiopática. B. Erección mantenida. A. Fibrosis. C.Coito intempestivo. B. Disfunción eréctil. D. Congénita. C.Fístula uretrocutánea. E. Manipulación. D. Epispadias. La cirugía está indicada, por ejemplo, en casos de obstrucción intestinal y cuando no se obtiene respues- 3. De las siguientes respuestas indique cuál NO E. Infección. Respuesta correcta: C ta al tratamiento antibiótico. El tratamiento antibióti- La rotura de la albugínea que envuelve a los cuer- Respuesta correcta: D co abarca entre 6 y 9 meses. No es necesario sus- pos cavernosos puede ser consecuente a un trau- El epispadias consiste en una posición anómala pender el tratamiento antibiótico antes de la cirugía, matismo contuso sobre el pene o bien a una sobre- del meato uretral, de origen congénito y debi- y éste debe ser continuado tras la operación. angulación del mismo (hechos que confluyen con do a la ausencia de la parte dorsal de la uretra más frecuencia durante un coito intempestivo). Para y de la piel suprayacente. El meato desplazado que este hecho ocurra es condición necesaria que puede encontrarse sobre el glande, el cuerpo BIBLIOGRAFÍA la albugínea se encuentre sometida a la tensión que peneano o región penopubiana. 1. Na-ChiangMai W, Pojchamarnwiputh S, Chitai- ocasiona una fuerte erección. • John P. Gearhart. Extrofia, epispadias y otras ano- panarux T. CT findings of tuberculosis peritonitis. Singapore Med J. 2008;49:488-91. 2. Ruiz-Manzano J, Blanquer R, Calpe JL, Caminero • Asgari MA, Hosseini SY. Penile fractures: Evalua- malías vesicales. En Campbell Urología, octava tion, terapéutico appriachos ADN long termino edición. Editorial Médica Panamericana.Walsh, resuts. J Urol. 1996;148-149. Retik, Vaugha, Wei. 2005;2329-2394. JA, Caylà J, Domínguez JA, et al. Normativa SEPAR: Diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis. Arch Bronconeumol. 2008;44(10):551-66. 3. Mizuki N, Katsumi H, Manabu M, Akira Y, Hiro- 2. El método diagnóstico más importante en la 4. Indique cuál de las siguientes afirmaciones es rotura de cuerpos cavernosos es: correcta: A. La rotura de cuerpos cavernosos NO es una yuki U, Kosho T. Primary retroperitoneal neoplasms: CT and MR imaging findings with anatomic and A. Arteriografía. pathologic diagnostic clues. Radiographics. 2003; B. TC. 23:45-57. C.RMN. 4. Fishman EK, Kuhlman JE, Jones RJ. CT of lymphoma. Spectrum of disease. Radiographics. 2001; urgencia urológica. B. La presencia de hematuria/uretrorragia debe D. Anamnesis y exploración física. advertirnos de posible afectación uretral. E. ECO. C.La fístula uretrocutánea es la complicación más 11:647-69. 5. Guirat A, Koubaa M, Mzali R, Abid B, Ellouz S, frecuente de la rotura de cuerpos cavernosos. Respuesta correcta: D D. El tratamiento debe ser siempre diferido. Affes N, et al. Peritoneal tuberculosis. Clin Res El diagnóstico se basa en la historia clínica y la E. La sutura debe realizarse con material irreab- Hepatol Gastroenterol. 2011;35(1):60-9. exploración física. Si aún así existen dudas se pue- 6. Hong KD, Lee SI, Moon HY. Comparison betwe- sorbible. den utilizar diversos métodos diagnósticos comple- en laparoscopy and noninvasive tests for the diag- mentarios.El traumatismo peneano suele acom- nosis of tuberculous peritonitis. World J Surg. 2011; pañarse de la audición de un chasquido seguido La uretra se encuentra envuelta del cuerpo esponjo- 35(11):2369-75. de detumescencia rápida, dolor o no, incurvación so, de localización ventral e independiente de los del pene hacia el lado contrario a la fractura y cuerpos cavernosos. Si la rotura de la albugínea 7. Flores-Álvarez E, Tello-Brand SE, López-López F, Respuesta correcta: B Rivera-Barragán V. Tuberculosis peritoneal. Informe aparición de hematoma genital. sobrepasa el cuerpo esponjoso, puede producirse de siete casos. Cir Ciruj. 2010;78:67-71. En caso de que el hematoma sea de gran cuantía daño uretral y la consiguiente uretrorragia. La frac- 8. Wang WN, Wallack MK, Barnhart S, Kalani AD, y comprima el cuerpo esponjoso, puede aparecer tura de cuerpos cavernosos es una urgencia, que pre- Storrs SL. Tuberculous Peritonitis: Definitive Diagno- dificultad miccional aun estando íntegra la uretra. cisa de tratamiento quirúrgico urgente con sutura Casos Clínicos Cirugía General Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 27 Test de autoevaluación 27 absorbible, cuya complicación más frecuente es la Respuesta correcta: D fibrosis del cuerpo cavernoso. La incidencia de cancer gástrico se estima entre 10- Respuesta correcta: E Actualmente, la laparoscopia exploradora, en los • Martínez Ruiz J, Pastor Navarro H, Carrión López 15 casos por 100.000 habitantes, teniendo su pico casos indicados, es el método más seguro para el P, Giménez Bachs JM, Donate Moreno M.J, Virse- entre la 6-8ª décadas de la vida. La relación entre diagnóstico de metástasis hepáticas, teniendo unos da Rodríguez JA. Fractura de cuerpos cavernosos. hombre:mujer es de 2:1. resultados cercanos al 100%. Serie de casos. Actas Urol Esp. 2008 jun;32(6) • Krejs GJ. Gastric cancer: epidemiology and risk • Sarela Al, Lefkowitz R, Brennan MF, Karpeh MS. factors. Dig Dis. 2010;28:600-3. Epub 2010 Selection of patients with gastric adenocarcinoma Madrid. Nov 18. for laparoscopic staging. Am J Surg. 2006;191: 134-8. 5. Cuál de las siguientes afirmaciones NO es correcta: 2. Ante un paciente con diagnóstico de cáncer gástrico en estadio T2N1M0, la actitud más A. La desviación, en caso de producirse, es con- correcta sería: tralateral al lado de la lesión. 4. Diga cuál de las siguientes respuestas es la correcta con respecto al tratamiento de las metástasis hepáticas secundarias a adeno- B. La ecografía no es un método de imagen fia- A. Tratamiento paliativo dadas las pocas opciones ble para esta entidad. carcinoma gástrico: de supervivencia. C.Es recomendable la evaluación de la uretra B. Intervención quirúrgica más quimio-radioterapia durante la cirugía. postoperatoria. A. Trasplante hepático según criterios de Milán. B. Quimioterapia neoadyuvante y posterior resección quirúrgica si la respuesta es adecuada. C.Quimioterapia neoadyuvante y posterior cirugía D.La disfunción eréctil es una complicación con intención curativa. descrita en esta patología tras su resolu- C.Radiofrecuencia en caso de metástasis irresecables. D. Quimio-radioterapia paliativa. ción. E. Gastrectomía con quimioterapia intraoperatoria. E. El tratamiento diferido tiene peores resultados D. Resección quirúrgica sin importar el número de metástasis siempre que el volumen a rese- que el quirúrgico inmediato. Respuesta correcta: C Respuesta correcta: B En los tumores operables, estadio T2N1, el trata- La ecografía es una prueba no invasiva, disponible miento preoperatorio con quimioterapia produce en de urgencias y que permite detectar roturas y el hema- un porcentaje elevado, disminución del tamaño car no supere el 60%. E. Quimioterapia como tratamiento paliativo. Respuesta correcta: E toma. tumoral con mejoría de la supervivencia libre de Los pacientes con enfermedad metastásica se tra- • Lorenzo Romero JG, Segura Martín M, Salinas Sán- enfermedad a largo plazo. tan con quimioterapia paliativa, que mejora la super- chez M, Pastor Guzmán JM, Hernández Millán • Cunningham D, Allum W, Stenning S, Thompson J, I, Martínez Martín M, et al. Rotura de cuerpos Chir M, Van de Velde C, et al. Perioperative chemo- tivos. cavernosos: evaluación y manejo terapéutico. Actas therapy versus surgery alone for resectable gastroes- • Okines A, Verheij M, Allum W, Cunninghham D, Urol Esp. 1999;23(7):635-639. phageal cancer. N Engl J Med. 2006; 355:11-20. vivencia comparada con únicamente cuidados palia- Cervantes A. Gastric cancer: ESMO Clinical Practice Guidelines for diagnosis, treatment and followup. Ann Oncol. 2010;21:50-4. METÁSTASIS HEPÁTICAS DE RÁPIDA 3. Para el diagnóstico de metástasis hepáti- APARICIÓN TRAS GASTRECTOMÍA SUBTOTAL cas en la estadificación del cáncer gástrico, POR ADENOCARCINOMA GÁSTRICO ¿cuál de las siguientes respuestas es correcta? las siguientes alternativas es correcta? A. La ecografía tiene la misma especificidad y sen- A. La relación hombre: mujer es de 1:3. B. La resonancia magnética está indicada siempre sibilidad que la tomografía computerizada. C.El tipo histológico más frecuente es el Linfoma MALT. D. Su incidencia comienza a elevarse sobre los 40 años y tiene su pico en la 7ª década de la vida. E. La localización más frecuente es en la unión esofagogástrica. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 diagnóstico de neoplasia gástrica con metástasis hepáticas secundarias al mismo es: 1. En relación con el cáncer gástrico, ¿cuál de B. Incidencia de 40-45 por 100.000 habitantes. 5. La supervivencia promedio en pacientes con como primera opción diagnóstica. C.El PET permite diagnosticar metástasis menores de 0,5 cm. A. 1-2 meses. B. 5 meses. C.2 años. D. 18 meses. E. 9-12 meses. D. La ecoendoscopia no tiene ningún valor en estos casos. Respuesta correcta: B E. La prueba de mayor rentabilidad diagnóstica es El pronóstico de los pacientes con metástasis hepáti- la laparoscopia exploradora con ecografía intrao- cas secundarias a cáncer gástrico es malo, siendo peratoria. su supervivencia aproximada de 5 meses. Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 28 Test de autoevaluación 28 • Hwang E, Yang D, Kim C. Prognostic factors for E. La mayor parte de los casos de situs inverso survival in patients with hepatic recurrence after se diagnostican de manera casual, principal- para descartar perforación de víscera hueca. curative resection of gastric cancer. World J Surg. mente durante el estudio de patología abdo- D. La analítica y la exploración física es inespe- 33:1468-72. minal aguda y cardíaca. C.La TC es la prueba de imagen de elección cífica en la mayoría de los casos. E. En el situs inverso no sólo la apendicitis origi- Respuesta correcta: B na dolor agudo en fosa ilíaca izquierda. Hay un porcentaje de situs inverso donde el ápex APENDICITIS AGUDA EN PACIENTE CON SITUS cardíaco se sitúa a la izquierda y que, por tanto, pue- INVERSUS TOTALIS NO CONOCIDO COMO den cursar con placa de tórax normal. La apendicitis izquierda puede aparecer en pacien- CAUSA DE DOLOR EN FOSA ILÍACA IZQUIERDA • Fulcher AS, Turner MA. Abdominal Manifestations tes con diversas anomalías en la disposición de las of Situs Anomalies in Adults. RadioGraphics 2002; visceras abdominales, entre las que se encuentran el 22:14-39. situs inverso y la malrotación intestinal.5 En estos 1. La primera prueba de imagen a solicitar en Respuesta correcta: A un paciente con dolor abdominal agudo en pacientes, otras patologías en un principio no quirúr- general y en fosa ilíaca izquierda en parti- gicas, como la ileítis, pueden originar dolor en la cular es: 3. Entre los signos en la exploración clínica y física inicial que hacen sospechar la existen- A. Una tomografía computarizada con contras- te intravenoso pero sin contraste oral. C.Una placa simple de tórax y de abdomen en bipedestación. D. Una placa de tórax en bipedestación y de abdomen en decúbito supino. E. Una placa de abdomen con rayo horizontal. • Israelit S, Brook OR, Nira BR, Guralnik L, Hershko D. Left-sided perforated acute appendicitis cia de situs inverso se encuentra: in an adult with midgut malrotation: the role of te oral e intravenoso. B. Una tomografía computarizada con contras- fosa ilíaca izquierda. A. Dolor en fosa ilíaca izquierda iniciado en computed tomography. Emerg Radiol. 2009; 16:217-8. mesogastrio. B. Auscultación de latido cardíaco en hemitórax izquierdo. C.Desviación del eje cardíaco derecho e inver- 5. Sobre el abordaje quirúrgico de la apendi- sión de las ondas P y QRS en el electrocar- citis izquierda en un paciente con situs inver- diograma. so señale la respuesta correcta: D. Palpación de masa sólida por debajo del nivel Respuesta correcta: D La placa de tórax en bipedestación y la de abdomen en decúbito supino descartan causas de dolor abdo- de las costillas en hipocondrio izquierdo. A. La vía de abordaje es la misma que en casos E. Maniobra de Blumberg positiva en fosa ilíaca izquierda. minal (neumonías, obstrucción intestinal, etc.) y anomalías en la posición de las vísceras. El resto no están de apendicitis derecha. B. La laparoscopia permite una completa exploración del abdomen en determinados pacien- Respuesta correcta: C tes. indicadas de entrada al no aportar información adi- Si bien la mayoría de los situs inverso cursan con elec- C.Las complicaciones postoperatorias son mayo- cional (placa simple) e irradiar de manera importan- trocardiograma normal, la desviación del eje cardíaco res debido a la especial disposición anatómi- te (TC). derecho e inversión de las ondas P y QRS deben hacer sospechar de la existencia de dextrocardia y por tanto, 2. Señale la respuesta falsa de entre las siguientes opciones: de la posible existencia de un situs inverso. sino que está contraindicada en este tipo de • Nelson MJ, Pesola GR. Left Lower Quadrant pain pacientes dada la especial disposición ana- of unusual cause. The Journal of Emergency Medicine 2001;20:241-5. la clasificación ASA debido a las inherentes anomalías cardíacas presentes en estos pacien- imagen de elección para el diagnóstico de B. La placa de tórax normal excluye la situación 4. Es falso sobre el dolor abdominal agudo en inverso en niños pequeños. D. La situación de situs inverso tiene su origen durante la rotación de las asas intestinales durante el período de gestación. Casos Clínicos Cirugía General tes. fosa ilíaca izquierda: Respuesta correcta: B de situs inverso. C.Una ecografía permite el diagnóstico de situs tómica. E. Son pacientes de alto riesgo quirúrgico según A. La tomografía computarizada es la prueba de situs inverso. ca. D. La laparoscopia no sólo no está indicada, A. La apendicitis izquierda es una entidad poco La laparotomía puede impedir una exploración adecua- frecuente, encontrada sólo en pacientes con da en estos pacientes, por lo que hay autores que tam- situación de situs inverso. bién prefieren el abordaje laparoscópico. B. La ecografía puede estar limitada en pacientes obesos y con movilidad reducida. • Ministerio de Sanidad y Consumo, Gobierno Español, ISBN: 84-7670-673-1;DL:TO-544-2005. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 29 Test de autoevaluación 29 MANEJO TERAPÉUTICO DE LA FÍSTULA LINFÁTI- debe proceder a la reparación quirúrgica de la CA CERVICAL COMO COMPLICACIÓN DE LAS misma. Generalmente con ligadura del conducto torá- Se debe plantear una actitud quirúrgica cuando la DISECCIONES DE CUELLO cico o realización de colgajos. linforragia persiste durante más de treinta días, el • Roh JL, Yoon YH, Park CL. Chyle leakage in patients débito es muy elevado (más de 300 centímetros cúbi- undergoing thyroidectomy plus central neck dissec- cos al día o más de 1.000 mL durante los 5 prime- 1. El diagnóstico definitivo de la aparición de una fístula linfática cervical se determina mediante: tion for differentiated papillary thyroid carcinoma. ros días), o cuando se asocian a otras complicacio- Ann Surg Oncol. 2008;15:2576-2580. nes (quilotórax). • Lorenz K, Abuazab M, Sekulla C, Nguyen-Thanh A. Aparición de un bultoma en la zona quirúr- P, Brauckhoff M, Dralle H. Management of lymph gica. B. Aparición de un líquido blanquecino en el dre- Respuesta correcta: D 3. Son medidas conservadoras en el tratamien- naje. to de la fístula linfática cervical todas las C.Aparición de una colección en la resonancia fistulas in thyroid surgery. Langenbecks Arch Surg. 2010;395(7):911-917. siguientes, excepto: magnética cervical. 5. No es cierto sobre las medidas conservado- D. Análisis bioquímico del fluido almacenado en el drenaje. E. Todas las anteriores son correctas. A. Dieta rica en triglicéridos de cadena media. ras en el tratamiento de la fístula linfática B. Nutrición parenteral total. cervical: C.Descenso de la cabecera del paciente a 45 grados. A.El tratamiento con somatostatina debe ini- Respuesta correcta: D D. Vendaje compresivo. ciarse antes que la nutrición parenteral Si bien la sospecha de una fístula linfática cervical E. Drenaje conectado a vacío. total. se puede sospechar con la aparición de un bultoma B. Se debe intentar un tratamiento conservador o la presencia de una colección en la resonancia Respuesta correcta: C magnética cervical, el diagnóstico definitivo lo pro- Todas son medidas conservadoras aceptadas excep- C.Si los objetivos no son alcanzados con el porcionará siempre el análisis de triglicéridos del líqui- to el descenso de la cabecera, se debe mantener al soporte oral o enteral, se recomienda incor- paciente con un ascenso de la cabecera para inten- porar en el tratamiento la nutrición parenteral do almacenado en el drenaje. antes que un tratamiento quirúrgico. tar disminuir el débito de la fístula. • Fahimi H, Casselman FP, Mariani Ma, Van Boven WJ, Knaepen PJ, et al . Current management of pos- 2. En caso de un diagnóstico intraoperatorio de la fístula linfática, el tratamiento común- toperative chylothorax. Ann Thorax Surg. 2001; 71: mente aceptado es: 448-451. A. Conservador con la utilización de soporte total. D. El tratamiento con escleroterapia puede ser una medida eficaz. E. Se debe recomendar al paciente que evite la realización de esfuerzos. 4. Se debe plantear un tratamiento quirúrgico del paciente una vez no se consiga la Respuesta correcta: A B. Conservador con el uso de tetraciclinas. resolución de la fístula linfática mediante tra- Todas las medidas anteriores son correctas excep- C.Quirúrgico con la utilización de talco. tamiento conservador en una de las siguien- to la primera, ya que aunque existen algunos auto- D. Quirúrgico la ligadura del conducto torácico, tes situaciones: res que proponen el tratamiento con somatostati- A. Persistencia por encima de 1.000 mL duran- primeramente se deben adoptar medidas nutricio- parenteral. na de entrada, es comúnmente aceptado que cubrir el defecto con colgajos o fascia muscular o pegamento de fibrina. E. Conservador con dieta rica en triglicéridos de cadena media. te los 5 primeros días. B. Un débito de 300 centímetros cúbicos al día de linfa por el drenaje. nales. • Merante Boschin I, Meduri F, Toniato A, Pagetta C, Casalide E, Rubello D, et al. Cervical lymphorrea after nodal dissection: role of fasting based Respuesta correcta: D C.Asociación a episodio de quilotórax. Siempre que se pueda, una vez diagnosticada la D. Todas las anteriores. on clinical evidence. Minerva Chir. 2006;61(1): presencia de una fístula linfática intraoperatoria, se E. Ninguna de las anteriores. 57-62. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 Casos Clínicos Cirugía General CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 30 NORMAS DE PUBLICACIÓN Los contenidos de la revista de Casos Clínicos de Cirugía General incluyen a todos los propios de la especialidad, haciendo énfasis en los principales temas de las bases fisiopatológicas de la Cirugía, como la infección quirúrgica, la oncología, la respuesta inflamatoria, la hemostasia y la cicatrización. Dentro de los temas de la cirugía se diferenciarán también aquellos casos que hacen referencia a los aspectos básicos y comunes, como la oclusión intestinal o el abdomen agudo, de los aspectos más específicos de capacitación técnica en relación a las “superespecialidades” (cirugía hepatobiliopancreática, endocrina, colorrectal, etc.). La revista también quiere dar cabida a aquellos casos en relación a temas éticos o de toma de decisiones. Los casos se seleccionarán por su interés formativo/docente, sin que en ello influya la escasa frecuencia del caso, puesto que la intención primordial es el planteamiento y solución de casos prácticos. Los trabajos deberán ser originales y no podrán haber sido publicados en ningún otro medio. Se enviarán a CASOS CLÍNICOS DE CIRUGÍA GENERAL: casosclinicos@aecirujanos.es En la primera hoja se incluirá el título del trabajo, el nombre de los autores, cuyo número no debe ser superior a 4, el servicio y el hospital de procedencia con dirección, código postal, teléfono y la dirección de correo electrónico para la comunicación con el primer autor o responsable del trabajo. Cada caso constará de los siguientes apartados: 1. Introducción. Deberá ser lo más breve posible, proporcionando la información necesaria sobre el interés del caso que se presenta. Su extensión no debe sobrepasar 15 líneas. 2. Descripción del caso. Será lo más detallada posible, incluyendo las dudas y/o problemas planteados para su diagnóstico y tratamiento, ya sea por las dificultades inherentes al caso o por las complicaciones que han surgido. La iconografía también debe presentarse con vocación pedagógica. Así pues, los autores no deben dudar en consul- Casos Clínicos Cirugía General tar a los colegas radiólogos o patólogos para que completen mediante flechas o signos, aquellos detalles de las pruebas de imagen o de los cortes histológicos que puedan mejorar la identificación de los aspectos clínicos y patológicos del caso. 3. Comentarios y discusión. La discusión tiene que presentarse de forma estructurada, en relación a los puntos que los autores hayan considerado más relevantes del curso del caso clínico, discutiendo aquellos aspectos que puedan ser más instructivos. Se concluirá con un breve apartado, a modo de reflexión y resumen, de las características más importantes con las principales consecuencias formativo/docentes, y se incluirá un resumen de la situación actual del problema planteado y sus diferentes opciones. 4. Bibliografía. Se incluirán un máximo de 8 citas, de acuerdo con las normas publicadas en Cirugía Española: “Requisitos de uniformidad para manuscritos presentados para publicación en revistas biomédicas”, elaborados por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. Los nombres de las revistas deben abreviarse de acuerdo con el estilo usado en el Index Medicus/Medline:“List of Journals Indexed”. 5. La extensión del trabajo debe tener un máximo de 8-10 páginas DIN A4, con letra arial de 12 puntos a 1,5 espacios de interlineado. 6. Se recomienda que los casos sean muy gráficos, por lo que podrán incluirse las figuras y/o tablas que los autores consideren útiles. Se incluirán un mínimo de 2 figuras y un máximo de 4. En cuanto a las tablas, deberá haber un máximo de 2. Las figuras (fotos) se enviarán en soporte digital, intentando que sean de la máxima calidad posible (300 puntos por pulgada como mínimo) en cualquier formato. 7. El Comité Editorial se reserva el derecho a que el caso pueda ser comentado por un experto. 8. En hoja aparte se incluirán 5 preguntas tipo test de respuesta múltiple (5 respuestas posibles), entre las que sólo una será verdadera. Cada respuesta deberá acompañarse de una explicación que no debe superar 4 líneas de texto, y siempre que sea posible con la cita bibliográfica que avale la respuesta. El Comité Editorial podrá incluir alguna pregunta. Estas preguntas test serán publicadas en la página web de la Asociación Española de Cirujanos y servirán para conseguir créditos de formación médica continuada. Volumen 4 - Número 3 / Septiembre-Diciembre 2012 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 31 ESDCHO0051 Enero 2013 CCCGV4n3_CCCGeneral 23/01/13 15:25 Página 32