DICTAMEN 23 / 2004 Materia sometida a dictamen: Reclamación en materia de responsabilidad patrimonial de la Administración derivada de los perjuicios ocasionados por la dilación en la integración en la Administración educativa autonómica del personal docente que presta sus servicios en los Centros penitenciarios ubicados en la Comunidad Autónoma de Aragón. De los ANTECEDENTES resulta: Primero.- Mediante escrito fechado el día 25 de junio de 2003, con registro de entrada en el General del Gobierno de Aragón en Zaragoza el día 1 de julio siguiente, F., G., C., A., B., A. y G., Maestros que prestan servicios en Centros penitenciarios de Aragón, han formulado una reclamación por responsabilidad de la Administración de la Comunidad Autónoma por la dilación que se viene produciendo para su paso a depender de la Administración educativa autonómica en cuyo ámbito territorial se hallan los Centros penitenciarios en los que están prestando sus servicios. La reclamación se fundamenta en que “la situación de parálisis de la Administración Central y la Administración Autonómica a la hora de negociar y suscribir el Acuerdo de Traspaso del reducido número de maestros que prestan sus servicios en Centros Penitenciarios de la Comunidad Autónoma de Aragón, viene ocasionando graves daños y perjuicios a los comparecientes, que permanecen en una situación transitoria de ‘tierra de nadie’ en la que no gozan de los beneficios de la Administración Central, por estar pendiente el traspaso, ni de la Administración Autonómica, por no haberse formalizado todavía el acuerdo de traspaso”. Cada importe, total e individualizado, de las indemnizaciones que solicitan los reclamantes por lucro cesante en concepto de sexenios no percibidos en el periodo 1 de enero de 2000 a 30 de junio de 2003, lucro cesante en concepto de diferencias por complemento específico e imposibilidad de participar en concursos de traslados de Maestros de ámbito nacional, es el siguiente: F. – 6.919,16 €; G. – 8.498,64 €; C. – 8.432,84 €; A. – 9.090,84 €; B. – 7.511,64 €; A. – 12.774,66 € y G.– 8.472,24 €. Se menciona en el escrito en el que se ha formalizado la reclamación al R.D. 1203/1999, de 9 de julio, por el que se integran en el Cuerpo de Maestros de los funcionarios pertenecientes al Cuerpo de Profesores de Educación General Básica de 1 Instituciones Penitenciarias y se disponen normas de funcionamiento de las unidades educativas de los establecimientos penitenciarios, con especial referencia a los artículos 2 y 4 y a la Disposición Adicional segunda. También se alude en el mismo escrito las actuaciones llevadas a cabo en las Cortes de Aragón, ante el Justicia de Aragón y ante el Defensor del Pueblo y se citan las Resoluciones denegatorias de la participación de los reclamantes en concurso de traslados del Cuerpo de Maestros de ámbito Nacional (Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, de fecha 31 de enero de 2001) y de traslados provisionales en comisión de servicios a otro Centro penitenciario de la Comunidad Autónoma de Aragón (Gerencia de Trabajo y Prestaciones Penitenciarias de fecha 11 de noviembre de 2002). Segundo.- En el plazo concedido al efecto, los reclamantes, en escrito fechado el día 6 de noviembre de 2003, alegaron la falta en el expediente administrativo del informe del Servicio cuyo funcionamiento ha ocasionado la presunta lesión, documento que califican como “esencial y preceptivo” y previo al trámite de audiencia, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 10.1 del Reglamento de los Procedimientos de las Administraciones Públicas en materia de Responsabilidad Patrimonial, aprobado por el R.D. 429/1993, de 26 de marzo, y solicitaron la suspensión del trámite de audiencia. Tercero.- Mediante escrito fechado el día 24 de noviembre de 2003, el Instructor del procedimiento comunicó al Abogado V.B. que la Comisión Mixta Estado-Comunidad Autónoma no es un Servicio de la Administración en el sentido dado en el escrito de reclamación por no ser un órgano integrado en la estructura orgánica de la Administración como unidad administrativa, declarando al mismo tiempo no pertinente la práctica de la prueba propuesta y desestimando la suspensión solicitada del trámite de audiencia. Cuarto.- Con fecha 27 de enero de 2004, el Instructor del procedimiento ha formulado una propuesta de resolución en la que se estima improcedente las pretensiones de los reclamantes “como consecuencia de no haberse llegado a un acuerdo de traspaso de funciones y servicios entre el Estado y la Comunidad Autónoma de Aragón”. La propuesta se fundamenta en: a) los daños alegados no son efectivos y responden a meras expectativas; b) inexistencia de un perjuicio efectivo y real al no ostentar los reclamantes derecho alguno a percibir las retribuciones de una Administración distinta a la que pertenecen; c) la transferencia de medios y servicios del Estado a las Comunidades Autónomas son fruto de una decisión política; d) no existe servicio alguno de la Administración autonómica cuyo funcionamiento haya ocasionado las lesiones alegadas ni a quien solicitar el informe que los reclamantes califican como esencial y preceptivo; e) la Comisión Mixta de transferencias no se integra en las estructuras orgánicas de la Administración del Estado y de la Administración de la Comunidad Autónoma y f) entre los reclamantes y la Administración del Estado existe un vínculo que motiva la declaración de sus pretensiones como improcedentes. Tomando como base estos extremos, aquí incorporados de forma esquemática, la propuesta considera que “no puede apreciarse la concurrencia de circunstancias que puedan servir de título de imputación del resultado 2 lesivo alegado por los reclamantes a la Administración Pública Educativa Aragonesa, por la inexistencia de una lesión indemnizable”. Quinto.- La Consejera de Educación, Cultura y Deporte, con escrito fechado el día 28 de enero de 2004, con entrada en el Registro de esta Comisión el día 2 de febrero, ha remitido el expediente instruido con motivo de la reclamación formulada por F., G., C., A., B., A. y G., a fin de que se emita el preceptivo Dictamen. CONSIDERACIONES JURÍDICAS I El Dictamen solicitado se encuentra dentro del ámbito competencial objetivo que legalmente tiene atribuido la Comisión Jurídica Asesora del Gobierno de Aragón. Según el artículo 56.1.c) del Texto Refundido de la Ley del Presidente y del Gobierno de Aragón, precepto que ha de ponerse en relación con el artículo 12.1 del Reglamento de los Procedimientos de las Administraciones Públicas en materia de Responsabilidad Patrimonial, aprobado por el R.D. 429/1993, de 26 de marzo, y corresponde la emisión del Dictamen a la Comisión Permanente en virtud de lo dispuesto en el artículo 64.1, en relación con el artículo 63.1, ambos de la Ley antes citada. II Esta Comisión, a la vista del expediente remitido, en el que documentalmente constan las actuaciones habidas en la instrucción del procedimiento, ha de pronunciarse acerca de si procede o no estimar la reclamación de indemnización efectuada por F., G., C., A., B., A. y G., Pues bien, aun cuando en la Ley del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y de Procedimiento Administrativo Común la dicción de su artículo 139 puede suscitar una limitación de la legitimación en los procedimientos de responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas excluyendo a los funcionarios al considerar que éstos no tienen la cualidad de “particulares” cuando la responsabilidad pretendida esté relacionado con su relación estatutaria, la Jurisprudencia del Tribunal Supremo, viene estimando procedente una aplicación analógica que permita la indemnización de los daños patrimoniales que puedan sufrir por el funcionamiento de los servicios públicos tanto las Administraciones Públicas distintas a la causante como los funcionarios (Vid. SS. de 24 de febrero de 1994, 2 de julio de 1998 y 10 de abril y 14 de diciembre de 2000, esta última recuerda que se trata de un criterio consolidado a cuyo efecto hace una alusión a la Sentencia de 8 de febrero de 1964). 3 Aluden los reclamantes a un incumplimiento de un trámite “preceptivo y esencial” al no figurar en el expediente el informe del “servicio cuyo funcionamiento haya ocasionado la presunta lesión indemnizable”. Sobre esta cuestión se estima adecuado el criterio aportado a la propuesta de resolución pues no hay servicio alguno de la Administración autonómica cuyo funcionamiento pueda relacionarse con los hechos en los que los reclamantes fundamentan sus pretensiones, lo que se corroborará con lo expuesto en las posteriores Consideraciones Jurídicas IV y V, resultando así imposible que el Instructor del procedimiento solicitara el informe de referencia. III La Ley Orgánica 9/1992, de 23 de diciembre, hizo efectiva la previsión contenida en el artículo 37 Estatuto de Autonomía de Aragón, aprobado por la L.O. 8/1982, de 10 de agosto, acerca del ejercicio de competencias en materia de “enseñanza en toda su extensión, niveles y grados, modalidades y especialidades”. Así, por el artículo 19 de la L.O. 9/1992 se transfirió a la Comunidad Autónoma la competencia de desarrollo legislativo y ejecución de la indicada materia, lo que transcendió al artículo 36 del Estatuto vigente por las modificaciones introducidas en el inicial por las LL.OO. 6/1994, de 24 de marzo, y 5/1996, de 30 de diciembre, y a través del R.D. 1982/1998, de 18 de septiembre, se hizo efectivo el traspaso de funciones y servicios de la Administración del Estado a la Comunidad Autónoma de Aragón en materia de enseñanza no universitaria. Sin embrago, a diferencia de otros Estatutos (Andalucía, Cataluña, País Vasco) el de Aragón no atribuye a esta Comunidad competencia en materia penitenciaria. Con posterioridad al citado R.D. 1982/1998, el R.D. 1203/1999, de 9 de julio, reguló la integración “en el Cuerpo de Maestros a los funcionarios pertenecientes al Cuerpo de Profesores de Educación General Básica de Instituciones Penitenciarias y se disponen normas de funcionamiento de las unidades educativas de los establecimientos penitenciarios”, en desarrollo de lo establecido en la Disposición Adicional décima. 3 de la L.O. 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, que dispuso tal integración “en las condiciones que el Gobierno establezca reglamentariamente”. Y, efectivamente, el artículo 1, apartado 1, del R.D. 1283/1999 dispone la integración conforme establece la L.O. 1/1990, pero el apartado 2 del mismo artículo, de aplicación a la Comunidad Autónoma de Aragón, indica que “en el caso de las Comunidades Autónomas que se hallen en el ejercicio efectivo de las competencias educativas, la adscripción de dichos funcionarios a las mismas, como pertenecientes al Cuerpo de Maestros, tendrá lugar en la fecha en que se efectúe su traspaso, de acuerdo con la disposición adicional segunda de este Real Decreto”. A su vez, esta Disposición Adicional regula el sistema para hacer efectiva la transferencia del personal integrado y el momento en que pasarán a depender de la Administración educativa autonómica, e impone la existencia de un “Acuerdo de la Comisión Mixta de traspaso de funciones y servicios” y señala que su aprobación por el correspondiente Real Decreto, dará lugar a que los funcionarios integrados pasen a la dependencia administrativa señalada, pero, al mismo tiempo, la Disposición Transitoria tercera del R.D. 1203/1999 establece en su apartado 1:”Respecto de los centros penitenciarios ubicados en el ámbito territorial de las Comunidades Autónomas que tengan transferidas las competencias educativas, hasta tanto se produzcan los Acuerdos de 4 traspaso de funciones y servicios a que se refiere la disposición adicional segunda, el Organismo autónomo de Trabajo y Prestaciones Penitenciarias mantendrá a su cargo la gestión del personal a que se refiere este Real Decreto conforme a las actuales competencias.- Hasta la fecha de efectividad de los mencionados Acuerdos, a dicho personal le será siendo aplicable su régimen retributivo actual así como la normativa propia del citado Organismo autónomo en materia de gestión de personal”, lo que enlaza con previsión de transferencias de créditos al Ministerio de Educación y Cultura recogida en la Disposición Adicional tercera. En resumen, es indiscutible la integración de los reclamantes en el Cuerpo de Maestros, clara su dependencia del Organismo autónomo de Trabajo y Prestaciones Penitenciarios, a igual que su paso a la Administración educativa de la Comunidad Autónoma de Aragón no será efectiva hasta que exista un Acuerdo de la Comisión Mixta de traspaso de funciones y servicios y la subsiguiente aprobación por el correspondiente Real Decreto. IV A la Comisión Mixta de transferencias se refiere la Disposición Transitoria sexta del Estatuto de Autonomía, que especifica su integración paritaria por representantes del Estado y de la Comunidad Autónoma y su finalidad, que no es otra que la de transferir a ésta “las funciones y atribuciones que le correspondan” con arreglo al Estatuto, sin perjuicio de que los miembros representantes de la Comunidad Autónoma deban dar cuenta de su gestión periódicamente a las Cortes de Aragón. Sus acuerdos, a través del proceso negociador, son indispensables para surtan efectos mediante la aprobación de los correspondientes Reales Decretos, que entraran en vigor tras la última publicación de las que han de efectuarse (B.O.E. y B.O.A.). Con motivo de la impugnación ante el Tribunal Constitucional de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico su Sentencia 76/1983, de 5 de agosto, señaló: El artículo 147.2, d), de la Constitución determina que los Estatutos de Autonomía deberán contener las competencias asumidas dentro del marco establecido en la Constitución y las bases para el traspaso de los servicios correspondientes a las mismas. Entre esas bases figura, sin excepción, en todos los Estatutos, la creación de una Comisión Mixta paritaria, integrada por representantes del Gobierno de la Nación y de la Comunidad Autónoma. Los Estatutos reconocen a estas Comisiones facultades de autonormación para regular su propia actividad y funcionamiento, fijándoles ciertos criterios a los que han de ajustar los traspasos. Resultado de esta habilitación estatutaria son los Reales Decretos aprobados por el Gobierno a propuesta de tales Comisiones, por los que se establecen las normas de traspaso de servicios, así como las normas de funcionamiento de las propias Comisiones. Este mecanismo constitucional presenta dos características que es preciso destacar: 1.ª El traspaso de servicios a las Comunidades Autónomas no quedó configurado en el «bloque de la constitucionalidad» como un proceso uniforme sino, más bien, como el resultado de varios procesos que, por su naturaleza, habrían de originar diferencias en cuanto al tiempo y al contenido de los traspasos. La remisión estatutaria contenida en 5 el artículo 147.2 de la Constitución dejó abierta la posibilidad de que los traspasos se realizasen en momentos distintos, bajo técnicas distintas y que condujesen a distintos resultados materiales; y esta posibilidad de diferenciación se proyectó hacia los niveles inferiores de la normación al atribuir los Estatutos la ejecución de los traspasos a Comisiones Mixtas paritarias y dotarlas de facultades para regular su propia actividad. Existe, pues, una reserva competencial a favor de las Comisiones Mixtas para regular los traspasos de servicios a las Comunidades Autónomas. Ahora bien, tal reserva no ha de interpretarse aisladamente sino en relación con el esquema conjunto de distribución competencial -tal como ha señalado este Tribunal en su sentencia 18/1982, de 4 de mayo,, respecto a las competencias estatutarias-, por lo que el ejercicio que de sus competencias hagan las Comisiones Mixtas no puede excluir el que corresponda al Estado en virtud de títulos competenciales que la Constitución le confiera. Por otra parte, los Reales Decretos constituyen el instrumento jurídico por el que se aprueban los acuerdos de las Comisiones Mixtas, pero no cabe confundirlos con ellos. Los acuerdos son propuestas vinculantes para el Estado, que deberá respetar su contenido, pero ello no excluye que los aspectos formales, de tales Decretos puedan ser por él regulados (f.j.28). El artículo 23, al prever que los Reales Decretos de transferencia tendrán por objeto bloques materiales y orgánicos completos, y el artículo 24.2, al fijar las fechas para la efectividad de las transferencias, inciden en el núcleo material de los acuerdos de las Comisiones Mixtas y de ello deriva su inconstitucionalidad, aun cuando el contenido del primero coincida con el de las correspondientes disposiciones transitorias de la mayoría de los Estatutos de Autonomía. Como hemos señalado anteriormente, la diversidad en el contenido de los acuerdos de las Comisiones Mixtas, por lo que se refiere a los servicios transferidos y al calendario de los traspasos, es un rasgo inherente al proceso de transferencia tal como ha sido concebido constitucional y estatutariamente, por lo que la homogeneidad prevista en los artículos 23 y 24.2 del proyecto podrá ser, y de hecho ha sido, resultado de una opción política abierta a los órganos que han de adoptar los acuerdos pero no puede ser el resultado de un imperativo jurídico externo a tales órganos. En consecuencia, dichos artículos deben ser considerados inconstitucionales (f.J.31). El mismo Tribunal –Sentencia 209/1990, de 20 de septiembre- ha manifestado: A lo largo de las argumentaciones empleadas por la Junta de Galicia tanto en los conflictos recientemente resueltos que acabamos de citar como en los tres que ahora nos ocupan, se insiste en la indebida omisión del Real Decreto de transferencias o traspasos en materia de Cámaras Agrarias. Incluso en el conflicto 629/1985 se nos pide que declaremos la obligación del Estado de proceder a dictar dicho Real Decreto. Por lo demás tal omisión fue objeto de impugnación específica en el conflicto 148/1985 resuelto por la STC 178/1990. Decíamos en la STC 155/1990 (fundamento jurídico 2.º) y reiteramos en este momento que, al margen de cuál sea la naturaleza de los plazos arbitrados en la disposición transitoria cuarta 1.2, del E. A. G., cuya interpretación no es forzoso realizar ahora, ya con anterioridad este Tribunal había precisado la naturaleza y valor de los Decretos de 6 transferencia en el sentido de que no se trata de normas de atribución competencial [SSTC 25/1983, 113/1983, 125/1984 y 48/1985, entre otras muchas]. Por consiguiente, «el traspaso de servicios es condición del pleno ejercicio de las competencias estatutariamente transferidas cuando según su naturaleza sea necesario e imprescindible, caso en el cual es constitucionalmente lícito el ejercicio de las competencias por el Estado mientras los servicios no sean transferidos» (STC 25/1983, fundamento jurídico 3.º). Así, aun, en tanto no se lleve a cabo las transferencias de funciones y servicios (STC 143/1985, fundamento jurídico 9.). Todo lo cual resulta de la necesidad derivada del principio de continuidad en la prestación de los servicios públicos. Así las cosas, puesto que el efectivo traspaso de los medios personales y materiales correspondientes a la competencia sobre Cámaras Agrarias no había tenido lugar al entablarse por la Junta de Galicia los conflictos 629/1985 y 1410/1986 (ni tampoco en el momento de dictarse esta Sentencia) y estando pendientes ambas partes de que se alcance el indispensable acuerdo en el seno de la Comisión Mixta de Transferencia, de composición paritaria, las impugnaciones de las Resoluciones del Ministerio de Agricultura de 30 de enero de 1985 y 12 de septiembre de 1986, en cuanto sostienen la asunción del ejercicio competencial sobre Cámaras Agrarias por la Junta de Galicia basándose únicamente en el ya desechado argumento de que por el transcurso del plazo de la disposición transitoria cuarta 1.2 E. A. G. y por la omisión dentro de tal período del correspondiente Real Decreto de transferencia caduca el ejercicio estatal de la competencia y éste ha de entender eo ipso asumido por la Comunidad, carecen de fundamento y deben ser rechazadas lo que conlleva la desestimación de los respectivos conflictos (f.j. 2). Los anteriores razonamientos, insertos en una reiterada doctrina de este Tribunal no resuelven, ni pueden resolver, el problema en el retraso del traspaso de servicios, sino que más bien ponen de manifiesto la existencia de una situación altamente insatisfactoria en orden a la construcción y consolidación del Estado de las Autonomías configurado por nuestra Constitución, cuyo acabado diseño no se alcanzará mientras el Gobierno de la Nación no haya transferido a las Comunidades Autónomas (en este caso a Galicia) los medios personales y materiales necesarios para el ejercicio de competencias estatutariamente asumidas por aquéllas. Es cierto que los correspondientes Reales Decretos tienen como presupuesto necesario los oportunos acuerdos adoptados en el seno de las Comisiones Mixtas, órganos de composición paritaria. También lo es que cuando en reuniones de la Comisión o no se alcanzan acuerdos o se plasman éstos en términos tan poco claros como los concernientes al caso que nos ocupa (antes resumido en el antecedente I c) de esta Sentencia) es difícil determinar a quién debe atribuirse el fracaso de la negociación. Pero todas estas cautelosas consideraciones no bastan para ocultar un hecho: Mientras no se hayan transferido los medios personales y materiales necesarios e imprescindibles para el ejercicio de una competencia estatutariamente asumida por una Comunidad, en este caso Galicia, el ejercicio de aquella competencia corresponderá todavía al Estado, pero es indudable que tal ejercicio debe reputarse anómalo porque es provisional, y lo provisional no puede seguir siéndolo indefinidamente. Por consiguiente cualquier retraso en el cumplimiento de las transferencias implicaría una prolongación indebida de aquella provisionalidad y un obstáculo grave a la plena efectividad del reparto de competencias. La lealtad constitucional obliga a todos, y en el campo que nos ocupa es el Gobierno, máximo 7 responsable de la finalización efectiva del reparto de competencias quien debe extremar el celo por llegar a acuerdos en la Comisión Mixta con Galicia, merced a los cuales puedan dictarse los correspondientes y obligados Reales Decretos de transferencias (f.j. 4). Siguiendo estos criterios, el Tribunal Supremo ha puesto de relieve en su Sentencia de 29 de enero de 2002: En el recurso contencioso-administrativo interpuesto vuelve a plantearse ante esta Sala una cuestión referente a traspaso de servicios de la Administración del Estado a Comunidades Autónomas, que ya ha sido abordada y resuelta por esta Sala, en relación con Reales Decretos similares a los que aquí se invocan, en diversas sentencias con un sentido unánime y reiterado que ha de presidir el criterio que ahora ha de seguirse por razón de unidad de doctrina, reflejo de los principios de igualdad y de seguridad jurídica proclamados en los arts. 14 y 9,3 de la Constitución, y así en sentencias como las de 16 de marzo de 1999 y de 14 de enero de 2000, que, además, se remiten a otras anteriores y a las que siguieron otras de igual tenor, esta Sala ha venido a señalar que el Tribunal Constitucional ha precisado el valor y la naturaleza de los Reales Decretos de transferencia en el sentido de que no son normas de atribución de competencias (sentencias 25/1983, 76/1983, 113/1983, 125/1984, 44/1985, 155/1990 y 209/1990, por ejemplo) y de que, por ello, el traspaso de servicios es una condición de pleno ejercicio de las competencias estatutarias transferidas, cuando, según su naturaleza, es necesario e imprescindible, caso en el que constitucionalmente es lícito el ejercicio de las competencias del Estado mientras que los servicios no hayan sido transferidos, explicándose también que la competencia fijada por un precepto estatutario implica, en todo caso, que el Estado sigue ejerciéndola provisionalmente hasta tanto no se lleve a cabo la transferencia de funciones y servicios, de modo que, por no ser normas de atribución de competencias, se limitan a ejecutar las que no lo son, y así resulta que los Reales Decretos que aprueban los Acuerdos de las Comisiones Mixtas de transferencia prevista, en este caso, por la Disposición Transitoria Cuarta del Estatuto de Autonomía de Galicia, aprobado por Ley Orgánica 1/1981, de 6 de abril, aunque se dicten por el Gobierno de la Nación, tiene su origen en el art. 147,2 de la Constitución Española, a cuyo tenor, en los Estatutos –normas institucionales básicas de cada Comunidad Autónoma que el Estado reconocerá y amparará como parte integrante de su ordenamiento jurídico– se deberán contener las competencias asumidas dentro del marco establecido en la Constitución y las bases para el traspaso de los servicios correspondientes a dichas Comunidades Autónomas, en relación con los arts. 148 y 149, 3 de aquélla, de lo que se desprende que concurren unas facultades de autonormación en cuanto a traspasos y servicios, sin que una Ley estatal pueda invadir dicho ámbito competencial configurado por los Acuerdos de referencia, que los Reales Decretos se limitan a aprobar, con carácter necesario, al margen de aspectos formales o constitucionales que aquí no se han planteado, por vía de un instrumento jurídico que, pese a su rango formal, no ostenta categoría inferior a la Ley en el sentido expuesto y que, por ello, resultaría inimpugnable en esta vía jurisdiccional salvo en lo que pudiera afectar a aquellos extremos, que no se expresan en el recurso. 8 Por cuanto antecede, La Comisión Jurídica Asesora del Gobierno de Aragón emite el siguiente Dictamen. “Considerar improcedente la reclamación de responsabilidad patrimonial de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón formulada por los Maestros que prestan servicios en Centros penitenciarios ubicados en el ámbito territorial de esta Comunidad F., G., C., A., B., A. y G.,”. En Zaragoza, a dos de marzo de dos mil cuatro. 9