PROYECTO SOCIAL FRANCISCANO

Provincia Franciscana
de la Santa Fe • Colombia
PROYECTO SOCIAL
FRANCISCANO
Mensaje
del Ministro Provincial
El servicio al necesitado, destinatario privilegiado
de nuestra misión evangelizadora, ha sido, es y
será, uno de los ejes principales de la vida y labor
de los franciscanos. Hermanos menores, hemos
recibido del Señor el llamado a hacer presente el
Reino de Dios, Reino de justicia y de paz.
Revelador de una sed que atañe a la mayoría de los
colombianos en la actualidad, sed de “otra cosa” o
de “días mejores”, el momento que vivimos reclama un trabajo por los valores evangélicos como el
amor al prójimo, la necesidad de perdonar y de ser
testigos de Cristo en palabras y en hechos; nada
de esto puede ser obra de personas aisladas sino
de la comunidad eclesial.
A ejemplo de su Creador, el hombre está llamado
a ser, en la historia, fuente de amor. Quien no sepa
dar y recibir amor, es decir, quien no sepa vivir
en la gratitud del amor compartido, no podrá ser
verdadera y plenamente humano. La meta de toda
comunidad cristiana aparece claramente aquí:
ella nos permite encontrarnos para aportarnos
mutuamente la buena noticia de salvación.
La propuesta eclesiológica se impone: la Iglesia es
comunión; se trata de una fraternidad que reúna
en su seno lo visible y lo invisible, lo comunitario
y lo personal, lo jerárquico y lo carismático; es una
fraternidad que se preocupa tanto de la trascendencia del Dios Uno y Trino como del realismo
de lo humano, su pobreza y su fragilidad. Pensar
al Dios de los cristianos es pensar al hombre;
de la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se
desprenden necesariamente los compromisos del
servicio por la construcción de la fraternidad entre los hombres y, de allí, la construcción de una
sociedad más humana.
No podemos reducir la misión de la Iglesia y, en
ella, la de la Provincia Franciscana de la Santa Fe
de Colombia, a la de un predicador de la moral o
a la de un agente de filantropía; con su marcada
dimensión comunitaria, los franciscanos reconocemos la fraternidad como el espacio donde se
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re-crea el tejido de la humanidad que Dios desea,
y a la cual los hombres y las mujeres aspiramos.
Sin una auténtica fraternidad, los compromisos
por la justicia, la libertad y la igualdad de oportunidades, permanecen inacabados.
Los anteriores principios fortalecen y están a la
base de este nuestro PROYECTO SOCIAL FRANCISCANO. Unimos procesos, proyectos, pasiones
y anhelos para que todas las acciones que personal
e institucionalmente llevamos a cabo, sirvan a la
unidad de criterios y de acciones en bien de los
necesitados. Este Proyecto reafirma el testimonio
principal que el mundo espera de nosotros: la
solidaridad. En medio de tantas divisiones y de
guerras, en medio de tantos conflictos profundos
de ideas y de personas, la solidaridad es, en cierta
manera, la única forma de unión que puede vincular a los hombres en los momentos decisivos, la
única que nos hace capaces de superar las barreras que nos separan y que nos dividen.
Fray Fernando Gar zón Ramír ez, o . f . m .
Ministr o Pr ovincial
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Presentación
A los hermanos franciscanos de Colombia siempre
les ha acompañado un espíritu de amor por los
otros y en forma especial por los desprotegidos.
Estas actitudes las manifestaron los primeros
misioneros españoles cuando tocaron tierra en el
Nuevo Mundo. Basta ver las innumerables iniciativas de orden social y de compromiso con los
pobres que acompañan nuestra tradición, como
nos lo relata nuestro historiador Fray Luis Carlos
Mantilla Ruiz en la historia de nuestra Provincia.
El 12 de diciembre de 2.007, el Gobierno Provincial presidido por Fray Francisco Gómez Vergez, nombró una comisión conformada por Fray
Gabriel Gutiérrez Ramírez, Fray Cesar Efraín
Santrich Bermúdez, Fray Carlos Arturo Restrepo
Giraldo, Fray Luis Fernando Benítez Arias y Fray
Akjmed Echeverri Carbonell, para estudiar la
posibilidad de construir un Proyecto Social ProP r oy e c to S o c i a l F r a n c i s c a n o | 9 |
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vincial y ser presentado en el Capítulo Provincial
del 2.008, que abriera caminos para ir al encuentro
de nuevas formas de evangelización franciscana,
a partir de nuestro compromiso y opción por los
excluidos y pobres de nuestro país, especialmente
donde los hermanos hacen presencia o donde fuere necesario abrir otros frentes evangelizadores.
En la preparación para el Capítulo Provincial
electivo 2.008 la Comisión Temática del mismo
preguntó a toda la Provincia sobre los asuntos
sociales y su incidencia en nuestro quehacer
evangelizador. El equipo asesor, para el caso, recogió los aportes substanciales que sirvieran de
soporte para la presentación del Proyecto Social
Provincial, destacándose los siguientes aspectos:
1. Análisis y revisión de las obras sociales de la
Provincia
2. Creación de un fondo Provincial para la implantación de las obras sociales
3. Concientización y sensibilización sobre la
importancia de las obras sociales, tanto de
las fraternidades como de la Provincia, que
respondan a los temas críticos de la realidad
del país
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4. Animación y acompañamiento de las obras
sociales de la Provincia y de la Iglesia local
5. Creación de la Obra Social Provincial
6. Acciones concretas de solidaridad para con los
más pobres en el marco celebrativo de los 800
años de la “Gracia de los Orígenes”.
Seguidamente, la Comisión realizó un trabajo de
campo en cada una de nuestras fraternidades y
obras, con el fin de conocer y analizar lo que hoy
tenemos a favor de los pobres en nuestra Provincia, para tener la “osadía” de mejorar, articular
y cualificar nuestras acciones evangelizadoras y
misioneras. De otra parte, como un complemento,
se visitaron las obras sociales de los Hermanos
Dominicos en Colombia, organizaciones sociales
del Gobierno y de la Orden, para aprender de
otras experiencias.
El 4 de Julio de 2.008 se presentó el proyecto a
los capitulares reunidos, el cual entró a formar
parte de las decisiones capitulares que, en el numeral14, dice así:“Se unificarán todas las obras
sociales de la Provincia en un solo Proyecto Social
Franciscano. Para tal fin, el Definitorio Provincial
debe constituir la Comisión que elabore dicho proP r oy e c to S o c i a l F r a n c i s c a n o | 11 |
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yecto, el cual deberá ser sometido, antes de Julio
de 2.009, al mismo Definitorio para su aprobación
y ejecución”.
Una vez electo el nuevo Gobierno Provincial, se
creó la oficina de Proyección Social Provincial; se
nombró a Fray Gabriel Gutiérrez Ramírez, como
coordinador, y como asesores a Fray Hernán Elías
Peña Quijano, Fray Alirio Urbina Rodríguez, Fray
León Darío Gaviria Rojas, Fray Jorge Ortiz Quiroga y Fray César Santrich Bermúdez.
Finalmente, la comisión, reunida en múltiples
oportunidades, concertó, discutió, revisó, planeó
y ejecutó las acciones pertinentes a la elaboración
del Proyecto Social Franciscano y los Estatutos
Peculiares del Proyecto Social Franciscano que
fueron presentados al Definitorio Provincial para
su aprobación y puesta en marcha.
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I. Marco Teórico
La Conferencia Episcopal Latinoamericana de
Aparecida (Brasil) reafirma la misión de todo
discípulo del anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo y su destinación universal. Su mandato
de caridad abraza a todos los pueblos, a todas las
dimensiones de la existencia, a todas las personas y a todos los ambientes de convivencia. En
esta misma línea, el Concilio Vaticano II había
recordado a todos los cristianos su misión profética enraizada en el Bautismo, que los lleva a ser
testigos de la vida y de la resurrección de Jesús.
La llamada de Jesús a seguirle, en la misión de
testimoniar la Buena Noticia, y a interpelar, desde
ella, las exigencias de la vida personal y social,
constituye uno de los pilares de la obra y acción
pastoral de la Iglesia.
De igual manera, la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Puebla expresó que
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la comunidad de seguidores de Jesús es enviada
como pueblo profético que anuncia el Evangelio
y discierne las voces del Señor en la historia;
por ello, denuncia dónde opera el misterio de
iniquidad manifestado en hechos y estructuras
que impiden una participación fraternal en la
construcción de la sociedad y en el goce de los
bienes que Dios creó para todos.
La razón de nuestro ser, de nuestra vocación, es el
trabajo por el Reino de Dios y su justicia; para eso
nos hemos hecho seguidores de Jesús. Así pues,
ser discípulos y misioneros de Jesucristo, nos lleva
a asumir evangélicamente y desde la perspectiva
del Reino las tareas prioritarias que contribuyan a
la dignificación de todo ser humano y a trabajar,
junto con las demás instituciones, en bien de toda
persona; en otras palabras, se pretende consolidar
un orden social, económico y político en el que
no haya iniquidad y donde haya posibilidades
para todos.
El Papa Juan Pablo II reafirmó que no es un
deber solamente individual, ni muchos menos
individualista; es un imperativo para todos, en
particular para la Iglesia Católica y para las otras
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Iglesias y Comunidades eclesiales. Por su parte,
el Papa Benedicto XVI, en el discurso inaugural
en Aparecida, convoca a la Iglesia para ser abogada de la justicia y defensora de los pobres, en
la solidaridad de tener una actitud permanente
de encuentro, hermandad y servicio, que ha de
manifestarse en opciones y gestos visibles, sobre
todo, en la defensa de la vida y de los derechos
de los más vulnerables y excluidos en el continuo
acompañamiento en sus esfuerzos por ser sujetos
de cambio y transformación en su situación.
Por su constitución carismática y por las características de su misión en el mundo, ya desde
sus orígenes, la Orden Franciscana muestra un
talante eminentemente social; por su vocación
evangélica, esta Orden enlaza la forma de vida
de los Hermanos Menores al trabajo por lo social;
de hecho, la relación entre vocación franciscana y
compromiso social está ampliamente atestiguada
y documentada en la vida de Francisco: una breve
mirada a los distintos escritos que de él tenemos,
permite darnos cuenta de que, para el Poverello,
ser discípulo de Cristo no se restringe a la práctica
vacía de una serie de ritos, sino que encuentra su
máxima expresión en el ejercicio de la caridad,
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especialmente con los rechazados y excluidos de
la comunidad.
El nacimiento del movimiento san franciscano
nos revela bellamente la inclusión de los Hermanos Menores en la clase social de los empobrecidos. Los relatos en torno a los primeros
franciscanos nos dicen que el Hermano Menor
vive en medio del pueblo, compartiendo sus
condiciones de vida, sensible a sus necesidades
espirituales. En el orden de la caridad merece
destacarse, además de la limosna diaria que se
acostumbraba dar a los pobres en la puerta de
los conventos, el cuidado de los leprosos – tan
del gusto de San Francisco –, la asistencia a los
afectados por las pestes y la atención a hombres
y mujeres en diversas instituciones benéficas
como asilos y hospitales.
El apostolado social tenía también otro carácter:
eran frecuentes las intervenciones de los franciscanos como “mediadores de paz” entre los príncipes y sus vasallos, entre las diversas ciudades
rivales o entre los bandos de una misma ciudad.
Los grandes predicadores franciscanos de los
primeros siglos de la Orden Franciscana no se
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contentaban con fundar instituciones de caridad,
sino que, como lo hicieran San Antonio y Bertoldo
de Ratisbona, no temían denunciar públicamente
los desafueros de los poderosos contra el pueblo
indefenso y la explotación de los logreros (prestamistas de dinero con interés); a fines del siglo
XIV, Guillermo de Cremona había abordado el
tema del préstamo a interés con visión realista. La
obra social más específica fue la de los “montes
de piedad”, cuya finalidad era combatir la usura
mediante el préstamo de dinero a bajo interés; su
más celoso propagador fue el beato Bernardino
de Feltre.
En consecuencia, para la comprensión y compromiso con el Proyecto Social Franciscano, es
preciso reafirmar los valores franciscanos que
empujan la construcción de este camino; uno de
ellos es la misericordia, entendida como la compasión con el otro, abrazando a todos en la caridad,
evitando cualquier forma de situarse por encima
del otro. Por otra parte, también es fundamental
la dimensión profética en la forma de eliminar
todas las formas de injusticia y estructuras deshumanizadoras, como instrumento de justicia y
paz, heraldos y artífices de la misma.
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Hoy por hoy, es de gran importancia vencer el
mal con el bien porque hoy somos llamados, cual
Moisés, a hacer lo que esté de nuestra parte por
liberar a todos aquellos que están excluidos por
un mundo que los separó de la felicidad. Además,
con las palabras del II Congreso internacional de
Justicia y Paz del 2006, es necesario que seamos,
junto con los excluidos de hoy, signos de nuevos
tiempos de libertad, de solidaridad, de justicia y
de paz, signos de la presencia del Reino de Dios
en la vida cotidiana e impulsadores de nuevos y
prometedores espacios de encuentro y de comunión con todos los seres de la creación. Entonces,
son necesarias la minoridad, la simplicidad y el
servicio, que exigen actitudes de desprendimiento, disponibilidad y simplicidad en los diversos
ámbitos en los cuales hace presencia, como lo
recuerda 1Cel 39: sirvan a todos con humildad
y sumisión. Por ende, encontramos otros valores
como acogida, cuidado, cortesía, cordialidad,
paciencia, valores confirmados en nuestro Proyecto de Vida Provincial, donde afirmamos que
la fraternidad nos pide constantemente establecer relaciones de cercanía, familiaridad, mutuo
crecimiento y acompañamiento con toda la obra
creadora de Dios.
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De igual manera, encontramos otra serie de valores franciscanos relevantes para la construcción de
este Proyecto Social Franciscano: la integración
entre lo femenino y lo masculino, desde la alteridad; la creatividad, la belleza, bondad, sabiduría,
ternura y alegría; el diálogo con las diversas culturas y religiones, en la óptica de la libertad de pensamiento; la aceptación de la pluralidad cultural,
étnica y de género, y una actitud ecuménica de
saber reconocer las riquezas de otras religiones.
Por ende, un Hermano Menor, junto a lo hasta
aquí dicho, debe estar atento a la contemplación
que armoniza lo estético, lo poético, lo intelectivo y
lo simbólico-participativo, pero desde la perspectiva de juzgar los signos de los tiempos, como un
momento oportuno para colaborar con la Iglesia y
el mundo desde las exigencias de nuestras raíces.
El Proyecto Social Franciscano debe afianzar la
política como ética y práctica del bien común; y
las prácticas democráticas, como un camino de
cultura, de crecimiento de la economía y fuente
de investigación para la construcción de proyectos
pertinentes. Otro campo fundamental, el de una
conciencia ecológica integral, permite mostrar
un sentido de respeto a la creación; en verdad, el
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aporte significativo del pensamiento franciscano
referente a la relación naturaleza-hombre es poder
establecer puentes de comunicación entre los dos,
de tal manera que se pueda pensar la naturaleza
en términos de “casa”, de “morada”; la visión que
se establece así es aquella de la interrelación, de
la interconexión, de la interdependencia, ya que
estamos hablando de participación, acogida y
fraternidad.
Todo esto se haría realidad, recuperando la
identidad carismática teologal y respondiendo
creativamente a las exigencias de los tiempos.
Serían como los “dos pies”, para caminar bien en
la vida. Esto es precisamente hacia lo cual apunta
el Ministro General de la Orden en su informe
al Capítulo General Extraordinario del 2006: no
tengáis miedo a correr riesgos en vuestra misión;
no tengáis miedo de confrontaros con lo nuevo y
lo diferente; no tengáis miedo de perder poder;
no tengáis miedo de la inseguridad que trae el
compromiso con los excluidos.
En conclusión, articular un Proyecto Social de la
Provincia de la Santa Fe de Colombia es fruto de
la misión evangelizadora y misionera de nuestra
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entidad; surge como una necesidad de Provincia
para que se renueve y cualifique si realmente pretende que su trabajo de Justicia, Paz e Integridad
de la Creación tenga una repercusión concreta y
permanente. Por ello, en la Provincia Franciscana
de la Santa Fe, el Proyecto Social Franciscano es
una de las maneras concretas en donde podrán
vivirse los valores de JPIC, como expresión profética de nuestra formación, la pastoral social en
las parroquias, colegios, universidades y demás
presencias, articuladas todas en el propósito de
un mismo proyecto social.
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II. Misión
Como Hermanos Menores de la Provincia Franciscana de la Santa Fe de Colombia, promovemos
actitudes y acciones de solidaridad y justicia con
los pobres de la sociedad colombiana, desde una
opción propuesta por los principios y valores de
JPIC, a través del Proyecto Social Franciscano,
contribuyendo así, en el ejercicio de la ciudadanía e
inclusión social de los necesitados de nuestro país.
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III. Visión
La Provincia Franciscana de la Santa Fe de Colombia, en el 2015, a través del Proyecto Social
Franciscano, es una fraternidad comprometida
con la paz y la justicia, trabaja por los derechos
fundamentales de la persona desde una acción
social que hunde sus raíces en la compasión y el
amor por abrazar a los más pobres y excluidos de
la sociedad.
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IV. Objetivo General
Construir el proyecto Social Franciscano desde los
principios inspiradores de la justicia y la paz, de
las acciones sociales de la Provincia Franciscana
de la Santa Fe, por medio de programas, proyectos y servicios sociales de acuerdo con la realidad
social del país, para dar testimonio creíble del
Evangelio y de nuestra espiritualidad franciscana.
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V. Objetivos Específicos
1. Actualizar nuestra opción preferencial por los
pobres en la acción solidaria, según el espíritu
de San Francisco, con el fin de contribuir en
la superación de las desigualdades sociales en
que viven miles de colombianos.
2. Establecer, al interior de la Fraternidad Provincial, el Proyecto Social Franciscano de modo
que permita articular la atención inmediata y
la participación en el proceso de construcción
de políticas sociales que aseguren los derechos
de los ciudadanos.
3. Realizar, bajo la orientación del gobierno provincial, un estudio analítico de las obras sociales existentes y su incidencia en el proyecto
de evangelización, para una mejor y eficaz
organización y orientación de la acción social
de la Provincia.
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4. Defender y promover los derechos humanos,
incentivando acciones ligadas a la espiritualidad franciscana y su visión sobre justicia,
paz y ecología, para asumir como Provincia el
papel profético en el mundo de hoy.
5. Promover la cultura de la paz y los valores de
la ética social cristiana a través de los medios
de comunicación social, como una forma de
hacer presencia ante los conflictos de violencia
y corrupción de nuestro país.
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VI. Políticas
1. Fidelidad a los valores evangélicos y franciscanos siguiendo la metodología de la transformación de la sociedad.
2. Constante reflexión sobre los fenómenos actuales del mundo de hoy (globalización) a la
luz del pensamiento social de la Iglesia y de
la espiritualidad franciscana.
3. Construcción social de actitudes y acciones
humanitarias que atiendan los aspectos espirituales, culturales y de ciudadanía.
4. Inversión en la Formación Permanente en la
óptica de la misión y la evangelización franciscana, en cuanto a la formación política y
social de los Hermanos.
5. Trabajo en equipo en los diferentes procesos
del Proyecto Social Franciscano en perspectiva
de “Fraternidad en Misión.”
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6. Generación de políticas sociales junto al Poder
Público, que garanticen la vida digna de los
individuos en situación de vulnerabilidad social, desplazamiento forzoso, pobreza absoluta
y exclusión.
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VII. Estrategias
1. El Fondo Social Provincial para responder
a las aspiraciones y a la sustentabilidad del
Proyecto Social Franciscano.
2. El proceso de formación y sensibilización,
asumido en las fraternidades locales, desde
las orientaciones de JPIC, sobre la importancia de la evangelización a partir del Servicio
Social Solidario.
3. La inclusión social de la población atendida
desde el Proyecto Social Franciscano a través
de programas, proyectos y servicios, superando el hecho del asistencialismo.
4. Los Convenios que se promuevan y que se
incentiven con el Estado, Organizaciones e
Instituciones no Gubernamentales, organismos sociales de la Iglesia y de la Orden con el
objeto de mejorar y cualificar los programas,
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proyectos y servicios que sean afines al Proyecto Social Franciscano.
5. El Proyecto Social Franciscano que involucre a todos los Hermanos de la Provincia, y
sus diferentes frentes de apostolado como:
gobierno provincial, parroquias, colegios,
universidades, centros de culto, misión, casas
de formación, casa de retiros, casa de acogida,
además de los Secretariados y Moderaciones
de Evangelización de la Provincia.
6. El Proceso de construcción del Proyecto Social Franciscano que involucre a laicos en el
marco de una misión compartida, al igual que
a profesionales y voluntarios que asesoren
y colaboren en la ejecución de programas,
proyectos y servicios, como también, en la
elaboración y discusión de políticas sociales
en el contexto nacional.
7. La movilización y participación en torno de la
justicia, paz y respeto por la creación, articulado en los programas y servicios del Proyecto
Social Franciscano con entidades y movimientos sociales nacionales y extranjeros.
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VIII. Acompañamiento y
Evaluación
El Proyecto Social Franciscano estará acompañado y animado por el Gobierno Provincial; en
cada Capítulo Provincial presentará un informe
pertinente dentro del que exponga JPIC en dicha
ocasión.
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IX. Plan de Operaciones
El Proyecto Social Franciscano, desde la Oficina
de Proyección Social Provincial, y en colaboración
con el Animador provincial de JPIC, construirá
el plan interno de operaciones para la ejecución
de los programas, servicios y proyectos donde se
indique objetivos, estrategias, metodología, plazos
de cumplimientos, recursos, y responsables.
El plan de operaciones para el trienio debe ser
acompañado y aprobado por el Gobierno Provincial y su animador directo será el responsable de la
Oficina de Proyección Social Provincial. Además,
los programas, servicios y proyectos brotarán a
partir de las obras actuales de la Provincia.
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X. Soporte Económico
1. Para el buen manejo y operatividad del rubro
presupuestal, el Proyecto Social Franciscano
tendrá sus Estatutos Peculiares.
2. El Ministro Provincial y su Definitorio determinarán el monto necesario para que el
Economato Provincial, en la preparación y
elaboración del presupuesto anual, inserte el
rubro Proyecto Social Franciscano, por la suma
necesaria y conveniente para dar viabilidad
económica a éste.
3. De ser necesario, y con la anuencia del Ministro Provincial y su Definitorio, se podrá recurrir
a organismos nacionales o internacionales con
el objeto de obtener recursos y/o establecer
lazos de cooperación.
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Este documento
se terminó de imprimir
el 30 de mayo de 2010
en la Unidad de Publicaciones,
Universidad de San Buenaventura,
sede Bogotá.