Número 100 - Actividad Cultural del Banco de la República

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NÚMERO
100 _
AÑO
v,
S E ÑOR A
E S P I N O SA
fi;(cAA .;
DIe
R END ÓN.
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PAPEL PERIODICO ILUSTRADO.
~
2 0 DE SEPTIEMBR E DE 1886.
50
D." SILV E RI A
N
~
ESPINOSA DE R E N D Ó N_
la señe ra ESl'lKOSA
\
DE
HKNDÓN ha bía dos muj eres :
una la mujer cristi ana, carita ti va, pia dosa)' hUNIa ; otra la.
seusihte poeti sa ; j' es ta mezcla
afor tu na da es gUfl\ pnra npre .
ciur sus obras lh ernrias. Si elln
h ubi era sido me nos vir tuos n,
s u lira huh rfu re sonndu con los
.~~f!I!!!!I!~~~~~~~ ecos de la fren ét ica pasión , 6
hubiera dibujado l os cuad ros a rdientes del rom an ce
moderno ma l intencionadov y 811 famn hubrfu volado á
remotos hori zontes, engrnudecldu con el aplauso ). sim pntfns de los qu e por desgracia son m ás en el mundo.
P ero respi rando desde n iña la atmósfera pum rlu su
hoga r paterno <'11 que re ínalnm Jos usos, las cost umb res
J el recate tic los tiempos patriarca les; acost mubrada tí
lectura s inofensivas, la cri stia ne qu e no se ntrevin á
alzar el vuelo de su pensa mient o á otras regiones, tenía ,
si inteu tnbu ca n ta r, qU (l hacerlo corno (" ave qu e tri na
tí mida ment e J CIIJOS gorjeos son suaves sí, pe ro que n o
alcan zan í\ tru spasu r los lím ites de la se lva en qu e nació.
No huy que buscar por eso ClI sus esc ritos el fu ego que
respira en Jos de la A vellune dn ó la Coronad o, por
eje mplo, q uienes, como vivían en el umndu estre pitoso
de las Co rtes, llen aban su corazón, au n conse rván dolo
puro, de ot ra s impn-siones; contempla ban otros modelos,
se empapaba n en lit ola desbordada de la liternt urn
mod erna, )' has ta sentiría n redoblado RU en tusia smo con
las coronas arrojadns :í sus plantas J el r uido estrepitoso
de aplausos filie hacía la gente entendida en las grandes
plat eas de los te at ros . Todo esto faltó á la seño ra ESPINOSA: t'1I el retiro de Sil casa, consag ra rln al cu mplimi ento de los deberes qu e impone la familia, 110 hulió
espaci o para el cult i vo de la poesía; J es asombroso
ve rla cómo, ii pe!oi:L1' de tantos obsnlculos, logró uvnnea rse
:í ocupar U1l puesto distingu ido ent re sus compatriotns.
La poesía t'ulJlez:llll1 ('11 su tiem po como la luz lÍo nlborea r
tfmidmneutc en nuestro hor izonte, '.i la YOZ del alt ísim o
poeta B ello)" la de O lmedo llega hau ape uas ñ noso tros.
No h ubo sociedades litorm-lns prop iamente dich as en
la pri mera Colo m bia. E u llogotA cua tro ó seis jóvenes
estu diosos hadan ento nces esfuerzos por levantar el vu elo
ni t ravés du H i la atmú sferu pesad a, qu e si hoy lo es tolla da, C lltUIH~{~S cm completa mente adversa a~1 cu ltivo de
la puesta. Va rg as 'I'ejndu hab ia m uert o, Fenul nrlez :\Iadrirl r:llla lla lejos de la Patria,.J IIlio A r holt>fla no hah ia
apaH'citio toda "Ía: .Jos? E n sehio Caro, con (:uatro llllJig'os
Huís, fund<lha la Bsfrelfa ...YlteioJla l, primer peritídh:o
liter:n io ele Colomhin, )'¡'era cl centro tle dond e deh ía
ir r adiar :lll11t'¡ g en io asombroso, nlJuel gran cora zón f] lIe
n '81liraha 81;1 0 el alllll ientc dc lo lmello J' de lo helio '
patri ota inm acul:1I1o, alma dr fll C¡.{O, tan prou to prnlid¿
pam ~1I X aci ón, y de qui en nadi e puede ui illllllTinar
siq uiera lo 'l ile huhicra sido como hOlllhre púhlic¿')' el
~r:lfl o a ltís imo :í fl"e s(~ hahría ele r ndo como poeta.:
C:lro. Almreció U('SPlll-H, ya en 184S, un pequeüo rolo m(ln en quc u na mano a miga dc las he llas lctra s j un tó
con SU II~ O • tmlmjo y ~liI igencia las flocas com posi ciones
lJlle eXlst mn de ranos poetas, )' ('lItn~ ell:18 se leel1 las
prim er as lle la s('fiOra ES PINOSA DE HEN DÓN.
Por la I':tzón :"punta da a ntes se compre n de por qué
los al'g'IlIlH.' lltoH es cogi dos p OI' la seño ra l~SPINOSA])E
H E NI> ÓN no traspasa n n unca los lí m ites uc su sociedad '
,
y son , por f'j tun plo, el canto á uu a rosa marchi ta , bajo
cuya al egoría. depl ora la pé rd ida de In. vi rtu d en las
jó venes; ora un a la menta ci ón á la lun a, ora aplaus os á
una nov icia, ó versos lÍo J esús recién na cido , ó á lns
ilusion es el e la yiela; ora trnzn el cuadro de un an ciano
que ni mirar tí. u na [oven siente qu e se despierta en su
a lma el re cuer do de las a leg rías pas a das, e l de los pri
ruNOS amor es ; he lio id ilio, n otabl e por Sil senei llez ; .ora
es la elegía tristísima ca ntada á la orilla dPo una cuna
vacía, j unto á la madre de u n niño q ue dejó la tierra
a penas naci do ; en fin, tod as BUB poesías son roo de la
villa íntima de l hoga r, escritas sin pre tensi ón á ser
leídas por perso nas extrañas ni mucho menos á vo lur en
alas de la prensa. U na vez sólo, que sepa mos, el nombre
glorioso de aquel varón, insig ne benefactor de la Patria,
despertó su entusiasmo, y supo ar rancar á su lira ac en tos varou iles cua ndo la fig ura del L ibe rtador se presen tó
á su vista en tolla. su sub lime g randeza.
·Bolívar! si, tu eras m agnán imo g uerrero,
Iírgullo de mi Patr ia, s u gloria y su b la són ;
Tú aq ue l entre los bravos m ás bravo que el pr im er o ;
E l grande entre lo!' gr a ndes qu e fueron y que son,
¡Tu n om bre , ese es el n ombre qu e no será olví dudo l
¡ Tu s g lor-ias, son las g lor ias qu e n unca mo rh'én !
Muchas veces se a n unc ió en vid a de la señorn ESPI·
NOSA DE HE:iOÓN In. pu ulicaeió n de sus 0111":1S, sin qu e
es te a nuncio huya te ni do cumplim iento lmst n ahora.
A lg unos de s us escri tos se hall an e n periódi cos como
L a Gui r nalda , La Cm'id(f(l y otros.
P ué casada dos Ycces; pero no hul.lendo alegrado su
hogar ningún fruto de su amor, y q uedanrlo viuda, pudo
consagrarse enteramente á. la práctica de las ohms de
beneficencia y piedad, y ocupó siempre, por su ilu stración
). eclo religioso, los p ri meros pu estos en torlus las sociedades de entidad ¡í que perteneci ó,
A hora, para concl uir, si a lguno U03 pn';; ulltnm si la
muj er cristian a. venci ó á la poetisa «n 1:\ seüuru ESPI NOSA DE HENDÓN, no vn cll a r íum os en res ponder tlne
st, y esto con placer y satisfucci éu, pues sa bemos que
ella antep oní a to da g lor iu á la de p ra cti car es trictamente
sus deber es de C ristia na.
BOLIVAR.
~ oLÍv::.n 1 sí, tu eras magnánimo guerrero,
B¡'Orgullo de ·mi Put.ria, su gloria y su blasón ;
Tú aque l entro los bravos má s bravo quo el pri mero ;
El g rande entre los grandes qu e fuero n y que 80n.
Audaz, in fatiJ;'able, intrépido Roldado,
y más nún gecrrero que sabio Capitá n;
T u nombre, ese e8 el nombrd que no será olvidado,
Tus glorine, son las glorias que DunCn morirán ,
Que guardo con orgullo la Francia 8U col080,
De Améri ca 108 hij os jamás la envidiarAn '
Porque eras tú más grande, guerrero gene~oso
Más grande que los g randes que han sid o y q~lC Acrán.
E n vano aquesos bravos que gra ndes se creyeron
Bolíva r: á tu altura qui 8iéranse elevar '
'
F ugQc~s met~oros que ya des parecieron:
Que solo algun renombro pu dieron alcanzar;
Porq l!O ellos á ser g randes se vieron impul sados
Por un lUsano org ullo, tal vez por ambicio n ;
Porque ellos embriagaban con oro á 108 soldados
Que fueron de s u gll!lria el mísero esca lón .
PAPEL PERIOD ICO IL US TR A DO.
NÚMERO lOO_AÑO
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Mas tú que tantas palmas glorios as adqu iriste,
Sin viejos capit anes, sin oro, s in poder,
y el títul o el más gran de y honr oso conseg uiste
Libertador dol su ele que te miró nacer.
Mas t ú qu e con ardient e, feliz perseverancia,
Ll enar al 6n lograste la nltia ima misión
De dar ti nn pueblo escla vo sumido en la ignoran cia
Su libertad, BU B Ieyea y el rango de nación ;
Mas t ú que con tu d iest ra te mible , si n igual,
Dej aste encadenado de I beria el crudo león ;
y aqu ello s qu e vencie ron al águila i mperial
Vencidos ti t us pla nta s dejaron 8 11 pendón.
Bol iva r l sí, tú eras mag ndnimo guerre ro,
Org ullo do mi Patria, BU gloria y 8U blasón!
Tú aquel entre 10 8 bravos más bravo que el primero ;
El grand e entre los gr an des 'l ile fueron y que son.
o ••
L~~ 'A~d~~' i~ '~;';;~~~'gi~~i'~~~ 'd'i'~~ ii~';~~;:" .. . .. . ..
y el viejo Chimbo razo su altura te mostr ó :
Es pera 1" Jo d ijis te : Jos añ os se pasaron,
y ento nces RU corona por pea fiu te ofrec ió.
Ninguna planta hu mana jamás habí a holl ado
Aqu ell a dia mantina corona, qu e el Cre ador
En las excelaaa sie nes hub iera colocado
De aqu el qu e ca de los And es 01 gran dominad or.
Tú fuis te, sí, el primero, y el soto que empañaste ,
Bolívar 1 con tus paso s su Hmpido cris tal;
Tu só lo 01 que en su cima al mundo domin aste.
Tu sólo qui en Sil nombre allí grabó inmortal.
11
...i: ~'h~';~~~~' ~~t~'l:~t~ '¡i~i '~i~i~' ;r~q~~~d'~~;'~ ' "
Recu erd e qu e en un día feliz te saludó,
y siempre á. los viaj eros les habla de tu fama
Mostrándoles la piedra donde ella te abrazó:
y lu égo hasta el abismo so lanza desgreñada,
y ruge, y se eatremece convulsa de furor,
Sacud o su melena on lágrimas bañada
y sigue mu rmurando tu nombr e con dolor.
Así, Dolí vnr 1 guardan tu nombre y tu I,flcmoria
Los dos fieros gi gaut ea del mund o do Colon:
Tal r ez serán dos ge nios testi gos de tu gloria:
Cantarla será. acaso 8U altí sima misi ón .
No sé , mas aún te falta, Bolíva r ! eso vat e
Qlle pued a de tu s glorias llegar hasta el nivol;
Que pueda t u br avu ra can ta r en el combate;
Qnc pued a tu pr udencia canta r bajo el dosel :
Que lib re s u al ma grande do vil ingra titud,
Alcan co t u nobleza, tu hono r á comprende r;
Que can to t us hazañ as ardiendo en grati tud,
y pu eda de tus lauros U11 ram o merecer.
Sí, sí ; porqno t~ eras intrépido guerre.ro,
Orgull o de mi Patna, su gl o ~1a y S il blas ón, .
Tú aquel ent ro los br avos m 8 S bravo que el primero,
El grande entre los grandes que fuer on )' qu e son .
:Jifl.'et ;ol g.1 r~1'I 0.1ol ;)C ltcM ()óM .
RECUE RDOS Y APUNTAMIENTOS .
..'tf. mi 8ci'io l:a Jil: ..~. U. de ~ .
(S e contill.Ú<l) .
III
E RO dej em os esta. materia y ha?l em os de otr;\ .llue lo
es de act ua li dad, mas se n a, t riste, molnn cótica . . .
U na estre lla acaba de a pagarse . U sted y)'o hem os
1 neompa ñad o hoy, á su ú lti ma m01:a~a, los restos de
un a a miga qu e lo eru (le a m bos . La ospirit unl, la ar~ a ble
poeti sa S ilve rin E spino sa de R end ón acaba de monr dejando g ra n ñosoluci éu a l red edor 8U)' 0 , y vacío lamentabl e
en II I m undo lite ra rio. Uste d ha expresado su dolo r con
silenciosas }{\g rimas : just o es que )' 0 la aco mpañe á u sted
1\J
t rib u ta ndo á tan ca ra mem oria un as lín ea s, escritas más
co n e l coraz ón qu e con la pluma. Acepten usted y ella
este ligero recu e rd o amistoso.
D espu és de lo que el señor T orres Caleedo d ijo de esta
com patriota n ué stra en un rasgo hi0t'ní fico pu blica do
en 1858, poco habría QtW agregar, ni en cua n to á la
pe rsona de tan disting uida escritora , n i en c ua n to á su
mé ri to mo ra l y literario.-cbien con ocido y ap rec iad o
de ntro y fue ra de nuestro pafs,- sa h 'o algu nos porm enores secundari os, qu e usted conoce, como yo, y qu e
s610 qu iero recordarle .
La señora Esp inosa de R en dón nació en B ogotá. el
aüo de 1815. Su padre, el seño r D . Bruno E spin osa de
los M on te ros, sujeto re spetable y de buen a posici 6n, fué
uno de los más antiguos impresores de esta ca pita l. Sus
hijos han cons ervado hasta h oy esa im prenta en qu e han
v isto la lu z va r ias obras útiles, J que ha tenido un m ér it o qu e m uy P OCR S cuen ta n: e l de que de sus pr eu sas
n o hay a sa lido jamás u na sola p ublica ción, ni una sola
palabra que pu d ier a hacer el ma l, ya á un ind ividuo, ya
á la sociedad, pues en eso fué siem pre infle xible la honorabl e fa mili a E spinosa .
Viuda en te mprana edad nu estra am iga , ca só e n seg un das nupc ias, en 1848, y de nin guno de sus dos matrt.
mo n ios t u vo hij os. P or con siguiente, libre de los c uidarlos
de la fam ilia y de multiplicadas atenci on es domésti cas,
co n los recurs os sufic ientes para vi vir cómo dam en te, y
dotad a de cla ra in teligencia}' e nt us ias ta (~OraZÓII , p udo
cult iva r con desah ogo , desd e sus pri meros ;l ÚO ':;, las
letras )' es peci a lme nte la poesía, sat isfacie ndo lIsí una
in clinnei ón que era innata en ella.
D espu és de la época á qlte se contrnc r-I esertto del
señor T orres Cnieedo ha sta SIt mu erte, conse r vó 111 frescnra <le una ima gina ción juvenil y el vigor de S\1 plum a,
más )' más ama estrad a con la exp eri en cia y el est ud io.
En lo qu e publi có de 1858 para a cá , se ve sie mpre la
in spi ra ción , la es ponta ne ida d, la ga la n ura y propie da d
del len gu aj e ; y en todo ello ca m pea la el evaci ón de las
id eas, e l pen sami en to pr ofundo J la se nsib ilida d femenil ,
templ ad a por un recto criteri o J una sobr ia filosofía.
No es posib le, ni me co mpe te á mí, ha ce r u n j uic io,
siquiera bre ve, de las princi pa les de esa s compo sicion es:
tod as las que yo pudiera citar, de las que han sido publica rlas , las conoce usted perfectam ente. P ar ec e flue el lu
deja no pocas man uscrit i , q ue oja lá lo sea n pronto en
una colecc ión co mpleta.
Adm ira, en verdad: có mo con ta nta s dotes, )' en tal es
favorabl es circunstancias, y te niendo ad em ás una lm pronta en su casa, nuestra poet isa no fu é ot ra )J .' le Scudery, que en el sig lo pasado escribió vol úmenes in men sos
en prosa J ve rs o ! i Y a se ve, ésta viv i ó nov en ta y do s
ait os! Aquélla , con la admirable facilidad qn e te nía par a
escribir, ~. sob re todo para versificar, no pr odujo, re lati vam ente, si no escasas composiciones, á 10 men os qu e se
conozca n . P e ro en esto, como en otras mu ch as rosas , lo
que importa no es la cantidad silla la ca lida d. Sabem os
que ha ha bido qui en ga ne fa ma de poeta con un solo sondo perfecto. La modest ia de nuest ra compatri ota , tal
vez cie rta genia l timi de z, la propensión á h uir del a ura
popul ar J de las ala ba nzas, hi cieron calla r .más de un a
inspiraci ón fe liz, más de un ra pto de entusia smo; y la
lir a sie m pre obediente, volvió á queda r co lgada .
U or mís su num en á largos i nterva los , pero despe rta ba
en las oca siones sole m nes, a l ruido de los g ra n des ucoutec imie ntos, de las te m pestades polí ti cas, de los h ura ca nes rev oluci on ari os, de l hervor de las pers ecuci on es. E l
am or profa no no deslu st ró Sil pl ectr o, ni su lira se V II I ·
.ra l'iz6 ro n sentime nta lismos romá nt icos de ma l gu sto ,
qu¡.l tan de m oda han. si do .en es~e siglo en n ~l l~s tra s h(!j as
peri ódica s llam a das lit era na s. 1 es taTl ~o mas de :Hl m ~ra r
esta templan za )' e l lIO haberse con tagiado de tal epid emia, cua nto 'Iuc, habi endo en viududo seguu du vez, cuan do
PAPEL PER IODIC O IL US TR A DO.
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20
era to davía joven, Sil corazón {i'wt1ó libre J Sil méri to le
ntrn la 110 I lOCOS adm ira dores.
E xcu sad o {~S, por sabido, h uhl ur de la s vi rtu des de esta
señora, ej empl o de su sex o en to d os los esta dos de la
vldu. U na pied a d ilu stra da )" dig lla,- eolllU fundad a en
el ~'erdlltlero conoc im iento de nu estra It el ig ién-c-y uu
casto pero ard iente a mor á la poesía, hija de) cielo, fu eron los dos polos de S1I vida, y la órbi ta en qll e g ira ba
esa alma ca nd orosa y tierna . O brera i nenu sabl e y pa·
iieute de la viüu del S euor, hi zo h uta e l hien físico)"
.noral que pudo co n sus es cri tos, e ClII sus pal abra s, con
su carida d, con s us ejcmpl ua todos.
H as ta los últimos días de su existencia, j' en medio
de agudísimos sufrimientos físicos, conservú iua lte raule
esa tran qu ila dulzura quo formaba el fe udo ele su cu r ácter, J que se rcvelnbn en S il t ierna mira da; esa ap a cible conversaci ón en qu e cudn pal abra que se desprendía ,
ya con trabaj o, de su s ma rchi tos la bi os, se desl izubn suavem ente del oído al cornzé n de ~ 1I in terl ocutor. X o se
amortiguaron tampoco S il amor á las letra s, y Sil forta leza
moral, n i aun en los críticos momen to s en qll e veía le vn nta da ya sobre Sil cabeza la se gur de la muerte. E n
}¡L ú lt ima. sein ann de su vida, que se ex tiu gu ia lenta mente, esta ha con cluyendo un libro sobre educación, t¡UI"
d('ja como u n legado ú la juvent ud de Sil pat riu.
P ero a l fin los plazos de la cort a pcregri nneiéu terre o
unl son estre cho s J fata les; para el llam ami ento que
tarde ó tempran o se nos h ace, un vale ex cu sa, ni ha y
lug ar á segundo apercibimiento. El ele nu estra ami ga
llegó, J clln , resi gna da , devolvi ó Sil es pí ri t u al (lne se lo
hnbía dad o. F ilé la muert e de l justo .
La flor de otros días 110 ex iste ya, p ero s u aro ma se porcite aún en los pé ta los ma rch itos de Sil d isue ltu coro la;
aro ma que es el recuerdo de un a vida an g eli cal , y es critos que no morirán mivutrus hay a en el numdo amor
l\ la poesía.
IY
¡ ) 10 permitirá usted, mi buena amiga , otro pa rénte sis en nu estra corresp ond encia t Dij e ma l : JO 110 tengo
con us te d sino aquella medi a correspon deuc¡n que decía.
cierto suj et o tener con Bolí var, porque él le esc rib ía
sie mpre J Bolívar uun cn le contestaba .
Pa ra ha blar de nuestra am iga I) ~ Silverin Espinosa
de Rendé n, hicimos,-ó hic e Jo-un a lto qu e ust ed me
agradeció, como era de suponerse, J qu e PO nada pod ía
perjudicar á mi s famili ar es conv ersaciones m isce lánicns.
HOJ vo)' :í. hacer otro, no m(-nos tri ste, t ::¡ mhi éu cn obse·
quio de la am ist ad , aunque á prim t'ra ,-ista lmrezca
extelllponíneo.
A l ('sc rihir estn¡;; línt~ as recuerdo que prollto Imní dos
1TH'ses <1I--j6 de ex ist ir H il a de las persona s que más
he estimado ,Y la mús di gna dü l aprt'do general d~ qne
d isfruta ba en la sociellatl. KUlWa es tarde pala habla r
ll() los ljlU: )"a 110 l'x btt'u, p:lnl ha e('r UIl f("cut'rdo sitllliera fuga z, dc Jos ami gus ;í. q uie nes ya n o yol\'t'rt'mos ,l
ver, J de quienes n os se para ull a \'nlla in snp er ilble, el
abi smo de la t'tem id :Hl. j Qué l 'S Ull llWS, qu é t'S 1111 nflo
en comparaci(m de ésta f
Yo, amigo de ha ce r IIlcmoriot por la prensa de torlos
los qu e, al ah anl lon ar <'8tt! rnllndo 1 deja n e ll pos de sí
una huellot de s impatía (Í llc cm iflo, 'y t'speeialmeIlte de
aqUéllos con q uif'lles Tnt' han lig ado gra ta s rt'i ac ioIH's
socia les 6 arn h;tosa s, he gnanlndu sil(-n cio durante .llgún
ticlIlpo, porque son t:\Iltos los qne nos hall dejado en ('1
presente a fio,)' t.a n )l OCOS los peri6d icHs qne pur las actu ales circun st<t ~lci as p? lít Ít' a ~ se han pllhlir 'llln t'u Hogot.í,
llue IIW h e YIStO obligado a c:d lar , ('011 tlolo l' de lni COI"<l z<Jn. ~ X i cc'imu hah la r de 11110S J g llard nr silt'llcÍo 1"(-Spe cto de ot ros t
Se ex pliea IIl UY b ien la excitació n de lit se nsihilid ad
)' del dolor e ll los prilll l:'l'os lllOlIlcntos tIC' Hila dc =-graci a .
DE SEPTIEMBRE DE
{886.
Si mu ere una persona earimn hlo y generalmente quc ri.
da, much os de su s amigos se apresu ra n á tri bu tarle esos
elog ios qne el poeta Q ue vedo te mía t a n to ; to dos se
lamentan, pon dera n sus v irtudes dom ésti cas y socia les,
HUS bel las pren da s de todo género, los pésames se m u lt iplica n .... P ero pasa uu a ño y otro año, )' diez a üos,
y esa s tri stes impresiones, J esa imagen querida , se van
desvauccicndo len tam ente como la s figuras que creemos
ver formadas por la s nubes al ponerse el sol, ó como las
brum as tille en las pr imeras hora s (le la mañ ana cub ren
los la gos y las faldas de I:\S mo ntanas. E l sol 1m. salido,
y llueva lu z, nuevos obje tes, n uevas escenas se van suced iendo oÍ, aquéllas. U n dol or corno qu e viene {~ ca lm ar
otro. Sólo las persona s que for ma han el circulo in timo
de fami lia como una cadena, conson a n un me lancólico
recuerdo, qu e las ncompana, aunque de lej os, principalmente en las horas de soledad, en el silen cio de la noche,
en los d lus en que el áni mo está ab ati do si n saberse p or
quP. Para los esposos y los pad res qu e han sabido ama!',
esa ima gen sie mpre ('stá en el horizonte de su vidu ;\
man era de la verde ramita q ue nació en el a lero de la
cuaa, y asoma siempre en In grieta, aun que ya ma rch ita .
El tr ist e rec uerdo renue va (le vez en cuan do un a herida
que nun ca se cierra por completo ha sta la mue rte.
D os mese s va Ít hacer que miré por ú ltima vez en s u
lecho du t ierra á Dom in go, el ami go de mi juventud, mi
compañero (le trabajo d ura n te largos an os, mi colaborador espiritual en la pren Sil , mi am abl e con mili tón de
otros ti em pos, cuando la cnu su polí tica de nu estras con vicci one s 1IOS hi zo solda dos por al gunos meses , profesión
tan ajena de nuestro carácter y ocupa ciones.
Dos m eses h ¡Í, qu e le dí el ú ltimo adi ós lÍ su cuerpo,
pero no ,l su memoria, ni lÍ BU espírit u, que tengo síem pre pre sente, )' (;uJo mo do de ser m e ha se rvi do más do
una YCZ de ('jcmplo y do ctrinal en mi s acciones J resolu cion es.
.Iam ás tu ve ocas ión de saber si usted habín tratado á
l\laldona do, )', si no fué así, lo sie nto sincera me n te, pu es
de seg uro usted lo habría contado en el número de sus
mejores am ig os, habrfn simpati za do con su cará cter inge u uo, su igualdad inalterable, su hablt unl aleg ría cas i
Infuu til , su rect o juicio )' ex celen te corazón . Tan ama ble conjunto lit h au ría encantado á us ted, )' su graciosidad oportuna, sobri a J de buen g usto, la habría re goei-
judo.
':\ f uchos uüos estudi é Jí. es te amigo, )' jamiís hallé en él
illco nsecucncia Ó dobl ez, jamás el di sfra z hipó crita del
fal so ami g o ; al través de su rostl'O, de su mirada , de sus
movimientos se tra slu cía u na alma ca ntlorosa , apasiona,la sin exageración por todo lo grande, y estimador de l
Illéri to verdadero. Ati nado j uez en todo lo (lu e se re la cionaha con la bell eza de la s a rtes era él mismo artista
aflcioTl:\l1o <le la mejor ley. L a ('ipera, el dra ma , el con ·
cierto, la po(-sía , que también culth-alla , desperta ban Sil
ent usias mo apa l'ellh~m ente dormido , J cm el concu ·
rr ente asidu o de aq ue llos espe ctácul os.
I)(~ su lealtad y recto proced er, y de su pr oba da expe l'ien eia t>n nsnntos (le Oohierno , di eron testimonio ho mbre s muy notables ("11 la at1mini straci()n públi ca , q \W le
cOl\SnltaroH en m ás de Hna oCll si<ín, y en circn nstancias
di fícil es, sohre pnn tos <l elicados.
.Tam ás l'e trocedió un pa so en (~ I cu mp lim iento de l deber, ni su bcnevolcncia y cor te sanía contemporizaro n
con lo llne \10 creía justo y razon able, ó con exigencins
intldJidas. Urt 'y euto y religioso sin ost en ta ción "irió
(:0l1l0 cristillllO sinrero y lllllri ó C0ll10 hahía vhidd.
~I altlolJ:ltlo tora el íd olo de su int<'f('sante familia, quC',
tom o nna coro na lle afect os, lo rodeaha.
E st e es el hrev e 1Ioceto de u n hom ure tp le, si en los
1l10111cntos de su rnuul'te no me arran có excJamaciom:s
tIc, dolor , ca lla dí~ que pasa, su fig ura Se abrill an ta para
1\11, y (Tece su merito con la au sen cia.
PA PEL PERIO DICO IL US TR A DO.
NÚMERO i OO_AÑO v,
53
Puest o qu e sus relaciones en la alta socieda d de esta
capital era n g ra tas para todos, i cuán to no lo hub rfun
sido pa ra usted, e preci adorn de los hombr es cu ltos, honra dos y es pirituales ! j Y cuá nto no hab rfu él celebra do
cul ti var la amistad de ust ed, fuen te in agotable de sa tisfaccione s pura s)" desin teresadas!
(Se co nttnuorá .j
EL CANTO DEL AGARENO.
("&s
la rosa fiel imagen
Ur De esa bella á quien adoro,
De es a ingrata por qu ien lloro,
Por quien lloro si n cesar ;
Que natura en S Il S encant os
Y en su cá nd ida pureza
Ha querido s u belleza,
Su belleza prod ig ar .
SQn 8 UB ojos la s ee pinus
Qu c mi pecho t rnapasaron,
Qnc en mi da iic so gozaron,
Se gozaron sin piedad.
Ea más grato el puro aliento
De S il Loca primorosa
Que el per fume de la rosa,
De 1" ros a de Bag tlud.
Si do aquélla los est ambres
Dan del oro los destellos,
De Gul nnre los cabe llos.
Loa cabellos de oro son.
Con RIlR lahl oe y mej illas
Qlle el c a rmín nu l a pllro baila,
j Cn áuto om a ra mi mon taña,
Mi ilion t aiiu d o Sfon !
MaR, uf ana con s us gru cine,
Sus cncuntcs sólo prociu,
y mi ardiente fe dca procia ,
y des precia mi dolor.
y pora ella nnd n valen
Mis susp iros j' mis celos,
:M i R a ngus tias, mi s d es velos,
Mis d esvelos y mi nmor,
Mas, ; ay de ella en ese d ía
En q ue s ola ya. conmigo
B usque e n vouo un buen amigo
y un a migo no hallará !
Si recue rd a sus desdenes
y mi a mo r j' mi ternura ,
Sin .remedlo su locur a;
Su locura llorar é !
-Tal el mísero aga re no
De s u bella so qu ejaba ;
) [ 38
la ingrata á quien amaba
Siem pre ingrata se mos tró .
y llora ndo el pobre moro
Sin consuelo ni esperanza,
Dejó nl ti empo Sil venganza ,
Vino el tiempo :; le vengó ~
EL CAMINO OE LAS ALMA S.
j
A Z á las almas , An géli ca m ía! llu e ('lItIS sig an s u
cam ino hacin In eternidad alumbra das por el sol de
j ust icia ! Que su carre ra sea pacífi ca J tranqu ila
como In suave corrien te de la ig norada fuenteeilla
del desierto, 'j qu e como ella pasen haciend o bien. ¡ P az
á las almas de las ancianas ! i Pa z á las alm as de las
jóve nes ! (~ lle el polvo q ue levan ta el ven dava l del
mun do no venga á lastimar sus ojos, ~ue los . torbell inos
de marchita hoja rasca 'j de mezquin as paj as que se
forman en el es pncio no les finjan ni pal mas ni coronas,
ni flores ni jardin es que lleven tras sí sus áv ida s m iradas.
j quién pudiera (ijar en el pech o j uveni l In
sere nidad I<L calma de la edad madura ! ¡Quién pu
diera , sin ap artar (.1<~ sus l:tbios la dulcísim a sonri sa de
Oh
y
la inocen cia , ha cerl es ver las sendas difí cil es, los pas os
pelig rosos por dond e tend rán que transitar ! ¡Q uién pudi era poner ante ellos un ramin a seg uro, sin emboscadas,
sin precipicio s, sin temp estad es, sin to rhelli nos !
Ang élica mía, bendice al Se ñor qu e hasta aho ra ha
preservado t u " ida de las tem pestades del alma. P er o
oye: A lgun os cam inos ca rreteros hay en nu estra pa tri a,
mas no lo son todos; J en gra n número los hay difí ciles
J peligrosos. L a senda de la vida se aseuwja bien á las
se ndas por las cua les nosotros t en em os que transitar
cua ndo sa limos de nu estras casas.
B uen o es viajar, An gélic a mía, bueno es vinjar, pero
medi ta ndo y apli cando los con tras tes que hall amos con
las d ificu ltad es q ue tan frecuen tem en te se nos prese ntan .
Brilla esplé ndida la luz de la mañ an a, sa lga mos de
nue stro hog ar. ¡ Qué al egres campos, q ué bella pcr specrivn, qu é frescura tan grata , q ué cielo ta n az ul ! . . .
j C u ántas flores, cuá nt as frutas, cuá nta du lzura! . . . Oh!
E sa es la a dolesce nc ia , la bella j u ven tud .
T ermina la prad era : es necesario to mar un a se nda
áspera )- emp inada . L os rayo s del sol nos deslu mbran ,
En ardor n08 abrasa , la fat iga nos agobia • • . . y no hay
un a choza ni u n árbol qu e nos cubra J nos refresque.
Sól o Dio s pu ede darn os a uxilio _.. E speremos. Él no
DOS fultarñ . . . • O h, A ng élica, esta es la hora de los sac rificios ... . E sa hora en qu e es necesari o empeza r lí. 110minam os, tí. contradecirn os, ti ven cern os, á trabaj nr en
adquirir las virtudes . . . . y esto cansa, est o fati ga . . . •
P ero D ios está ahí, invoqu émoslo, Él está ahl para socor rern os . .. . Poco tÍ poco se ya oscurcci cud c el IHa,
n ub es cenicien tas van cambiando la perspecti va . . ..
E sas son las decepciones, los desen g años, la cou socu cuciu ta l Y('Z ele en vidias secretas . . . . Sopla el helado
vendava l de las montañas, llegamos á un as bajadas di.
fíciles, peligr osas, la niebl a cru za delan te de n uestr os
ojos . . .. Ay ! esos son los am argos dí as en qu e liLcalu mn ia nos turba , en que las in g ratit udes nos dcsuricntan , en que el desamor nos hiel a ! . . . . Itet umbun los
true nos, vien e la lluvia, se cru zan los re l éurpago s, cae
el rayo ! .. .. H é aquí los dolores, las enferm eda des, la
m uerte de los seres q ueridos (Iue hadan );IS deli cias (le
n uestra vida ! . .. . Qué se hace entonces ! Gu arecerse
debaj o (le un .í rhof, invocar el a mor :í. Di os J espera r á
qu e pase la tempest ad .. . _ y siempre , siempre seg uir
nu estro camino, evita ndo los ma los pasos.
E sta es, An g élica mía , la histo ria de nu estra vld n. Ella
no es otra cosa q ue un cam ino ás pero, peligr oso, por en
medio de sendas difíci les ~n d ond e apenas se encuentra
uno qu e otro punto, para reposar por brev e rato; u na q ue
otra flor para recrear los ojos; un a que otra perspectiva
risueña para que descan se por unos mome nto s el corazón
y pueda con menos dificulta d contin uar su viaj e. Yalor,
..Angélica mía, valor, resig nación y constancia, para segui r el ca mino de la vida , mi rando siem pre al Cielo, ~.­
Hegur á un t érmino feliz y dnscan snr et erna mente.
~if..:er ~a. E;,p;It","l.l. ()c l l...en()';lI.
DES BAS ET DES VERS.·
ci
"1'
El ..lItmsaj ero,
Va di cien do á las nación ti
l . ... RllA D O
Que las dam as ,
A pesar del mundo en tere ,
1'~ 1l vez de zurcir c alz o nes ,
g stán escribiendo dramas,
y al e ntende rlo E l Heraldo,
VtI. dando la voz de alerta,
Rephi end o en cad a puorta :
.. El cele bre D, Man uel Br et ón de loa H e r rero s escri bié una 1o'1I"1IIa , lnwk-n-
do u na do nos o LUI'}a de be da rila s eepañclae qu e se haotnn dedicado á C:¡1l1 \;O-
1Il'1" eamed fne : n ues t ra compntriota , la se ño ra Bllvcria E ~ l) i ll U M~1 \l ~ Hel uJu n ,
~ac6 tu curo y respondi ó dif1 \(iéll!l use á D ; A . 1).-. Urf huclu , cU;J"clld u\o IH!IOr
de a ql wlla chaIlZII,)· Orih ucJa le con t est o echá n duie lu culpa u Br etón, h~l l\
Jloli cH\ d cuc t eners e e n cu en( l\ pura entc nd{'T la p resen te cOlll pu~ \cl ó ll,
PAPEL PERIODI C O IL US TR ADO.
20
54
i No habrá qu ien cosa las medias !
¡ No h abr é qu ie n nos g uise un caldo,
y luégo El Eco, paaaudo
El ancho mar, clam orea :
u Ya no h ay muj er q ue 110 s en
Lit erata l"
¡ Mil dramas es tá n forjando
U06
mata !
y en medio de la pleg aria ,
La noticia funeraria
Va corrie nd o;
y desde 01 nliío de es cu ela
Heata el gulanto Orihuelu,
Van di ciend o :
Una lindísima prenda,
Sin alma ni entendimiento,
Un jnmento
Qu e conozca su sendero,
y los goces no comprenda
De la plum a y el tintero.
Da, Señor, á los varones,
Que depl oran la man ía
De 188 damas,
En vez de negro! cres pones,
Esposas de Caf rería
Que no hagan versos ni dram na ;
.1 Si catas llu evas no 8011 bolas
De la ge nte ,
No bajan de cíen las damas
Espaiiol us,
Que están esc ribiendo d ramas
Actu alm en te."
Mas si es tá de uora bu eu a
Nuest ra escena,
Los va rones
E n vez de traj es d e ga la
Debemos ves tir crespones,
Que cata mos de noramaln."
ti
Mas al que acept e contento,
Los versos de las mujeres,
Da unalinda compa ñera .
Que prefiera
Al brillo de su tal ento
La gl or!n d e RUR deberes.
" Señ or ! por t U8 ci nco llag as,
Repr en de á ese sexo impío,
Pn C8 si da en ha cer comed ias
¿ Quién , DioRmí o,
Nos remendará las bragas
y las medias ?"
Mas, j oh tendencia dañina ,
La tendencia femenina !
j U n pla cer
Ea el que halla en rebelar se,
En repli car y obsti narse,
En el mal toda. mujer !
Llegó á Jos And es la llu eva,
y las buenas hija s de E va,
Al oír
Tan alarmante not icia.
Con refinada malicia,
So pusieron á reír.
y al s abe r qu e los varo nes
Gasas de d uelo y crcs pouea
Veefir dn :
y qu e tÍ Dios pide n reprenda,
Casti gu e, si 110 ha y enmi enda ,
A las vizuic tae de Adán ;
Pid en papel y tintero,
y llaman a l cancion ero
Alfaquí ;
y por mostrar cuánto le cdiuu,
Su s mismos vers os par odian
Bi en ó mal, diciendo así :
Si es tua nuev es 110 son bolas
De la ge nte ,
Si pasan de cien las dnmnw
Españolas
Que es t.iu escrib iendo dram as
Actunhueut e,
Cua ndo cani 11e uorabu cua
Nu es tra escena.
Los varon es,
En vez d a t raj ee de gala,
¿ Quis iera n vesti r crCS !l (J11C S
y envia rnos ti Ilnra mal.l ? "
Señor ! por tus cinco Hngne
Da por esposa al impío
Que nos vedo hacer comedias,
U na qu e sólo, Dios mío,
Le eepa zurcir 8US bragas
y sus medias I
1886.
Una que viva á su lado,
Sin hablar de ot ros asuntos,
Que d o e80 asu nto elevado,
Portentoso ;
De la ciencia de los puntos
De las medias de su esposo:
U na qu e nun ca le diga ,
Ni en vers o ni en linda prosa,
Las palabras que prodiga,
Con angé lico. dul zura,
Una esposa
Al dueño de su ternura:
Si hacen las dam as comed ia s!
y catn epidemia
DE SEPTIEMBRE DE
¡ftfl,)~l i a
~
E:. piluo3a
i)e 1l nl()óll ,
sigui ente sone t o de D. Ri cardo Ca rra squilln,
tan hi stóri co en el fondo como clásico en la forma,
debo leerse e n vista de Ia estatua que el Profesor
Sighinolf ha. m odelado para. se r co locada sobre la
fuente que ocupa el centro de la plazuela de 8:111-Vic:torin o, pinza que ha sido cons agra da á la m em oria del
inmortal Nnri üo.
S i, COIll O se espera, pr onto hnlmi de venir un fun didor,
la antigua fuente, debida á la munificencia del señor Canón igo Aud rnde, sin a lte ra rs e en nada n i perd er su belleza ni su s tradi ciones, quedará adorn ada con la gran de
oh m ele S ighi nolfl, 1'\ la que le serviré de ped estal , poniemlo á un ludo J otro dos ñguraa a leg óricas que repr ese nt ará n una , por eje mplo, el genio de la revolución ,
y otra. los D erechos del hombre, coron ando nsf aquel
históri co monumento, y haciendo de la Pla za Nariño
algo digno del notabl e caudillo bogotano.
El PAPEL PERI ÓDICO ILUSTIWO public ó t apia dr-1
proy ecto en el n úmero 97, y el señor Oa rra squ illa cnntn
el solemne momento en que se presenta en Pasto eu el
halcón y rlice : " Yo soy N ariño."
L
N AR IÑ O E N PASTO.
Dos hombres so contemplan fr ent e á fr ent e,
y está n uno tranquilo, ot ro altanero ;
~qtlél , el gran Nariño, pri sioner o,
E st e, d e E s pafia lidiador vali ent e.
Ante el Pal aci o ag étpase la gent e
Ola tra e ola, hasta que el pueblo entero
La cabeza del ínclito gu errero
A gri to! pide con fnror crec ien te.
De la. hervorosa. ch usma al recio empuje
El caudill o es pañol turbado calla,
y la insegur a puer ta tiembla)' cruge.
Nnri fic abre un balc ón; á la canall a
Que de coraje y de impaciencia ruge
Se mu estre, y la detiene, y la avasalle.
PAPEL PERIODICO IL USTRAD O.
lt
C'?attM 9 uif(Q,
NÚMERO 100 _ÁÑo v ,
55
ESCUELA DE , BE LLAS ARTES DE COLOMBIA .
S F.CCIU:O; Dio: GR An ADO
$
E~
l IA DF.R .\ .
1 los Allale,'f de la Isutrucc í ón públil'a son el érgnuo oficial y na tura l, tanto oc esta E scuela com e
\..
,
de todas las demás recient emente organizadas para
bien'rlel desarrollo intelect ual del país: pnrece. y
debe ser así , qu e el PAPEL PERIÓDICO I L US T R ADO
se a por su parte el oficioso colabora dor , ó bien el érgnno
es pecia l qu e ha ga conocer má s detenid.uucuto las faces
por la s cuales pasa la E scuela de Bellas Artes, ~I im pul so CJue el Go bie rno ha qu erido dar á est e E stu hlec im iento, las dificultades vencidas ~. los rcsnl tn.los CIli O se
ostáu obteni eu rlo.
Xucstrn hoja consa g ra ni a rtíc u los ospecinles ¡Ío la clas e
de E scultura, mngi stra lmeure dirigirla por e! profesor
S iglrinolfi, {\ la (le P intura (Academia H V¡íSlIUCZ" ), :í
cargo del seño r Pantalc éu ) I endoza; :Ío la de Arquitectum, que regenta D. :M ari ano Smtamarla , ó la fh~ Oro
nam eutaci én, diriKida por el señor Itamcll, otc., etc., 'Y
se propone también pu blicar las notubi llslmas conferc ucia s que sobre Física de los sentidos aplicarln al arte
dlcta el eminente Profesor doctor Liberto Zerdu, con ('1
ta lento, la elo cuencia, la cla r idad y faclfida d que carneteriaan oí. este seüor; así como las que sobre Anatomía
A rtística hace, en el Anfiteatro, el doctor Daniel Cerouado, Por hoy nos proponemos ha cer uun reseña de la
clase de Grabado en mad era qu e dir ige el hábi l maestro
español D . A nton io Ito dríguez, q uien a l sentar rea les
en In. ciu dad fundada por sus a ntepas ados, forma r un
h oga r y consagrar su tie mpo y sus talentos lÍo la inst rucción, n o hace otra cosa qu e corresponder al afecto q ne
8(1 le tiene, corro borar en la llu eva clase de grabatlo los
r esu lta dos obten idos dura n te los cnat ro años pas adoSl, con
una gran n úmero de j6venes qu e se ha n h eeho ya á ull a
Jlrof~si6n , y hace r ver que todo esfurl'w que se haga en
fa vor uel progreso ele la Patria, da ta rde ó temprano la u·
dab les resu ltados.
Al consagrar {i1 timamente el Go llierno uua pnrte
del edifi cio de San Bartolomé á la E scu ela de Bellas
Artes, sin parar m itmtes en hacer gastos para obtelwr
cuanto a ntes loca les á prop6 sito, .r si n poner dificultadl:'s
ele ninguna es pecie pa ra d isponerlo así, con el ohjeto de
dar amplia cabida á m.Íos d e se iscientos esco lares qn e
ho)" cursa n en )¡\s difl'rentes secci ones, nos h izo (,1 honor
de en cargarnos de esa di stribución, )" en men os ti cmpo
el el qu e se espe raha ha ql1cllado el t~tlifi ci9 conyenh'lIte·
men te dispu esto. Bu el a ntiguo sa lón de Física , qu e
m ira al occid ente del edifi cio, se clispu so un peflneflo
d ('part~1m ent o desti nado á la Sala rf'ctoral, á la ri ea hi·
bliotcca y .¡ la ga lería d e an tig uos r etratos de nota hili dades el el Colegio ; )' un gran salón, cu ."as tres amplia s
,' en tanas dan lu z (\ las m esa s des tinadas para el estu tlio
.r ap rend izaje de veintiséis alumn os, to dos conlmgrados ,
asitluos en la eO IH~ n rre n ci a , )' bi en disptw sto s para el
aprendizaje del a rte dc l g raba do, asistencia qlw los ohli ·
ga por ahora lo menos durante cuat ro hora s (de 1 ~
á 4: (le la tal:tle). El Gobi erno ha tenido la pre\'-isión de
prorcer lÍo todo s de los útil es nét~esarios.
E l salón, de 17 metros de largo sohre 5~ de an cho , ('S
ll1¡ís que capaz, con mo hiliario hcc ho cxpresamente, )'
pucllo ser vi sitado por el púhlico ell cualqu ier d ía lIt! la
semana.
I~as il ustraciones gra ba das en mad era h<t n vl::!uido á
ser tan indispensn.bles, qu c realmen te hoy todo IWl'iódi co
lJuc no sea político las exige Iler(mtoriame nte. Y esta
necesidad se siente aun más en las ohras que se pnLIi(~t\.n
l'1l forma de yolunwn; las ditlácti cas, sobre to do, qu e
para sor 11l1ÍoS comprensibles deh en ir a comp ar¡atla s de
fig nras il ustrativas.
'
A l PAIJEL PER IÓDICO le cu po )¡\ g loria de in icial'
este adelanto en las re públicas sur-amer icanas ; h oy Ja
muchas de ellas lo han implan tado tumbí én, nuxili ándolo
otros sistemas ó procedé« de grabar, que ayudan
tanto como el de ton mad era , en mil cin -uustaueias l's (le~
eiak-s, las uoccsori as itu strn cion cs. A sí , vernos ya en
Bo;t ()tlÍ , qu e cumulo se desea ha cer IIl1a edk-idn lujosa de
a lgún Ilt' ritílli l~O Ú libro, sv sotici tnu, para Intercalarlos
eu e l tex to, los g rab aclos lJ 1W ha prod ucid o f'1 PAPEL
PEUI ÓDI CO ILUSTUAD O, los cunt cs so n sie mpre fa ei lit ados las ruda de I;IS ve ces C01l g usto pu r la Di recci ón.
Q uerem os dar á nuestros lectores mm muestra do
cómo vuu ndelnn trnulo los discípul os en t'st l~ nrte , c ómo
se vun ve ne iunrlo las tlificul tudvs, «émo ni prin cipi o,
ven cidas las pr imeras, par ece qll ~ fu era fácil obt en er
pron to satisfactori os res ult ados, .r c ómo se hullu Iu égo
1111 g ruu tropi ezo curunlo al pasa r de trabaj os que ya han
sitio est udiad os por otra man o, y 'Iu v 1St' interpretan
t e, S (~ pa sa a' Ia tnll 1II( :CIOII
" (11
• .
pu e.1e (h-ci
t·C Il·S (~ rnecamearnen
interproraci éu d...1 tr abajo original cid urü sta , ('11 CIIJO
caso solamente U1l la rgo es t udio, f1i ~posidOll t'S espeuiu"'s y unos de cUlIsag'l"a dcí n punen al discípul o ton aptitud de al cali zar algún éx ito.
P ero a n tes de pa sar adelan te , veamos a lgunas gt'II( ral idades. g l pri nci pio general del gra bado cous íste ('11'
pro.lucir H1I cliché ó matri z, en el cua l se uhonduu Ó
nhuecnu teda s las pa rtes claras ó qtW no deba n recibir
ti nta, J ésta s se reser van para que queden sa lien tes é
imiten el ti po d(" im pren ta, y cubriéndolo luégo con
susta ncia colora nte, se someto ¡'i. una presión ; proecd imiento que por nráa sencillo que sen, no Ih'gó á idenrse
sino en épocas relativruucnt « inod eruns por Maso Ein igu err«, ñ orenti uo, según refiere la tradic ión, y después
fu é seg uido por otros como Ba hli ni, Botticelli y Po lla .
jnolo, de q uien se CO IlS(' rYnIl (~st a ll lpas.
Lo qlW se hi zo como 1I1l !L rosa nw clini ca al p1'Í llcipio,
lIPgó luégo il elcya rse á la categoría de arte por l\Ian·
teg'lw, fJ uh'n pOI' p ri n l(~ ra yez grabó con buril,), se de ·
cticó iÍo la reprod nc('ión de otras obl'lls de "rte, illtt'rprc·
tauc10 d 11Ioth'la l1o )' (,1 claroscuro, J tra1JajaIlc1ú larg os
años para log ra r la pcrft'cci ón que hoy S(~ ad mira en Ins
ob ras qu e dej6.
E sta tradición ita liana, que (' S hoy la más lullHitida,
110 es, sin l)IUhargo, la Únil'¡¡. Alt'llIania n ~ en Ills or i·
lIas tlt'l Hhill al im 'entor th·1 g rah atlo. Pl'ro después las
ÚltilllllS illrt'stigacion('s hecha s á ('st(· r('spccto probaron
qn e Filli;.;uerra hizo Sil dcs cubrimi en tu en 1452 . El
a rte gCIlt'ra l df'l g rabarlo, ¡Ío lJ1W Scll(r n .r )I antt'gna
dit'roll alt ísi ma importaueia , rev iste distinta s formas, y
t'tI una ele f'lIas la elel g ra lJ¿ulo ('11 madera , ligado íntima·
JlU'lIte con la illH'lId ólI do- la impnmt a, lImHJlw tle or i·
g-e ll, sin elllha rgo. muy aut(.'ri or. S egún M. Augusto
B('rna rd, la impr esión sohre I'la nd lns fijas se remonta
al sig lo Xl , .., ('n ta n to qu e la quc se 1mce con caracte res
lIw \'ihles 110 vil'JW ¡.; ino d.'slle prin ('ipics c1t'1 XV. Se
("I"t'e qu e lus C hino¡.: , ('n el ~ i g l o XI , t'ollocía ll )a ese
pruCt't1 illli('lIto de J"t'produ(·cir n. D II San C ris tóbal, gra·
hadll ('11 IIlalk ra {'n 14:!:3, es 10 Huís antigno IJ1W ('n Eu·
ropa se t~(l lI t)(:e en (,1 arte el. qu e dh ·nlll nuís tard e tun
g-rand(' hrillo J lIollllmHlía Alht'rhl DUl"ero, Lu cas d(~
Leyd( ', LUl·as tic Gran:lch y lI:am; tic Lllt Zf'1'burger.
.A A lemanill se la con sid era como la cuna nt,1 grao
1.1lIt1o t'n lIIi.Hlenl . H a sta haet~ ninte :lftOS IlIglau'rra
turo N I (Ol la primad il. En Franda no s (~ intr oduj o sillo
por los ailos de 1 83:!-: ~:l , )" sin elllhargo m; ella ho)', Sl'gU·
l'i\IIHmt(', (1lIic n II t ~ Y a la pal llla para los Iihl'lls illl s t ra il Ul~ .
Ya helllos tt'n ido oca sifJn ot ra n~z de explicar somera·
mente lo fJ1W ('s el grahado en marlera. S(~ ejecuta ac ·
ttlal llH'lllt! sohre ta hlns de la misma altura tIt~ la letra d~
imp ren ta, cort:\llas clc p unt'l, <Í spa tm sHrslt l m(~ IIt.(',)'
qne t}('spu és do ha ber l'i ido 1l(~rfed a lllcllh~ a finadas por
11110 de S\l S lí\(los, y (,IlS:\l 1l1JI:1I1as, si el ta mailO Jo nlq uie ·
1'(1, se cuhn' ll con Hila Cll pa lle a lhayal tle COl! gOUla; sobre
dicha capa llibujl\ <'1 nrtil'ita C01ll0 Illejor lo (~I1ti cntla. la.
COII
PAPEL PERIODICO IL USTRADO.
20
56
DE SEPTIEMB RE DE f
886 .
composición que qui ere ejecutar , Y toca al grabador, por mer estudio del se ñor Gon zalo Rivero, como se ve,
medio de bur iles más ó men os gl'Uesos, la interpreta ción las rayas est án rotas , disparejas)" sin paralelismo a lgu de ese dibujo, quitando 6 hundiendo todas las partes no. E s de notarse que para obt en er grabados buenos ,
blan cas y conservan do tan sólo lo que debe qu edar e n deben las raya s reservadas por negros queda r recias J
suaves y no estar rotas ; la 2 ~, que es un a tabla del estunegro.
E sta s tablas se corta n del árbol box ó boj , y en 11Uestra E scuela ha dudo-resultados satisfactorios, aunque no
enteram ente, el nara njillo de tierra templada.
LlL di ficultad para el art ista grnbndor 'consiste especia lmeuto en la interpretación de las media s ti ntas, y
<Lsí vemos por eso que los prin cipiante s sue len ¡í. veces
hacer trabajos qne más tard e, )' después de constn ucin ,Y
asiduidad, parece que no progresaran. Consiste esto en
que para principiar se les hn ee interpretar dibujos qu e
'ya han sido grabados, )' en que el camine est á trazado
por el arti sta. primitivo j mientras CInc cuando les toca
int erpretar directameute al dibujan te encuentran verdad era s dificu ltades qu e vencer,
Volvnm os :í la cla se de Grabado de la Es cuel a de Belías A rt es de Colombia. Tenemos gu sto en- rep etir que
el G obierno ha compren dido siempre la ventaja de la
introdu cción de esta in du stri a al paí s, )' le ha prestado
decidid o apoyo; así r emos qu e en los año s pasados se
han formado art ista s como los señores Moros , Barreto ,
G reña s, Fl érez, Craue y vario s otros, que bien pudieran
considerarse ar tistas en el oficio. Ojalá qne nuestro ca rácter, un tan to voluble, no les haga. abandona r este
Fig· 2.·
precioso arte.
Cursan actualmente en 1ft sección 2G al um nos, la. ma- dio nú mero n del señor E dua rdo B úuchez, hace no )'01' parte de 12 á 15 <lÚOS, y su consagrac ión J usidu idnd
tar ya 1111 ndel uu to. La 3 ~ , estu dio nú mer o J O del seño r
á la clase , q ue dura, como digímos, dc f S p. m. á ·1 p.m.,
hace que cons ig nemos aqu í los nombres de estos j óven es:
Man uel (José Archi la, Ca rlos Arg úce, J osé Ra món
Argdea, Hermógenes Barreto, José )faría Borráa, Ricar do Ca stro, A ngel María Cadena, Belisa rio Cortés,
Tobías Cruz, .Iorge Ferro, Benigno G álvia, Cosmc (l()mc z, Carlos H ernández, José ) laría H inest rosa, Francisco Landfuez, .I. ) r. P al omin o, Julio E. Polan ía , .los é
Marfn Pa z, Luis Po rtocarrero, Arcadio Rey, Antonio
R nmírez, Daniel S ánche e, Edua rdo S ánchea, ALeI Torres, Francisco ) fachado , Sixto L osada )' G onzalo R iTero.
El señor Director de la sección lleva un rillmm, espe cie de expediente, en que se va n consignan do las pruehas de los trabajos hechos por cada discíp ulo, en el que
se ven los adelantos que alcanza el talento de cndn uno.
H emos tomado de allí, puede decirse que sin elegir,
F ig 3 .·
Fil! . P
algun os de esos grabados, que hoy reproducimos, J que
dan idea de lo que se ha hecho. En la figura .1 ~ , pri-
.lorge Ferro, carece tOl~avía. de dehlicud eza en la m~n era
de cortar la m:HI (·I'H. onv rene nee r notar aqm que
no es culpa del discí pulo el no poderlo hucer deb idamente. Eu el estudio del grabarlo, como (' 11 todos los estu dios en qlle :í. la par el e la ciencia entra la parte incc ánica dd nrt c, v el sentimiento de 1\1IIbas, di rigirlas las tr es
p OI' el bn eu g usto, conviene hacer notar, decim os, qu e
todos los trabaj os qne manifi esten asi duidad, buen deseo
y alca nces nrtís tieos, son otras tantas piedras mil iarias
que llevan al hombr e á ese vago té nui no, 6 sea á ese
mito que constituye a l artista .
.
y es por esto ¡lOr 10 que el profesor de cua lq uie r ram o
PA PEL PERIOD1CO IL US TR A DO.
NÚMERO iDO_AÑO
57
v.
de las Bellas Artes nunca predicará suficientemente
acerca de los dos grandes pun tos, .base esencial para
conseg uir Ilegal' al gún día á esa preten si ón del neófito:
constancia en el dibujo J paciencia en la ejecuci ón de él.
Ya el señor Tobías Cruz, en la calificación de perfiles,
estudio número 2(), figura 4", auuquc presenta rotas las
F 'g "
dibujant e obtiene quien dedicado á las a rtes (le la línea
maneja el instrumento de que se val ga, 'ya sea el buril ó
el pincel, el lápi z 6 el csbosador, siempre que de él se
sirva sin vacilación, sin meticulosidad, Ó lo que en términ os de taller llámnse lo crudo ó lo lamid o. El señor Henigno Gél vix, en la figura 6~ , que es su estudio ~¡, con
5 (' )' ésto más seucilio, deja ver con (:1 laboriosidad.
El
Ó
~
lin eas de l fondo, empieza á ma nifestar deli ca deza de
int erpretación. El estudio n úme ro 17, del aeñnr An gel
:\lar ía Ca dena, ñg uru b ~ , tiene menos rotas hu; linea s,
da m ás armonía al dibu jo , J' suaviza en cierto modo el
modelado, ven ta ja qn e, como g ra bador, así como pintor
señor Edunnlo SiÍncltez, en (~ 1 estudio n úmero 7, fignra
'j l~ , deju conocer firtn czn d e pulso)" cou cic uciu eu la iu -
Fig. 7.·
terpre taci óu. El señor Ricardo Ca stro, en Su estudio
PAPEL PERIODlCO IL USTR ADO.
20
58
número 8, figura 8~, representa
un vaso de dificil interpretación,
como lo es la figura 9~, estudio
núm ero 14 del señor Si xto .1\.
I..o sada, bastante bien desempeñado.
E l del señor Daniel Sánchez,
estudio 25, figura 10 , como el
del señor Manuel J. Archila, en
su estudio 12, figura 11, dejan ya
conocer los rápidos progresos que
han a lcanzado y qu e les harán con
el tiempo grabadores notables.
D el examen que hemos hecho
de estos trabajos se habrá compre ndido lo dicho atrás y qu e repetimos, á saber: que hay gran di ferencia entre grab ar sobre lo qu e
en térm inos del arte se llama pa sados (esto es, reproducción de
un asunto trabajado ya por otro
grabador ), y grabar sobre un
dibujo origina l, copiado ó inventado por el artista. L o primero es
lo qu e podemos llamar la obra de
i886.
F ig.8."
------F iti.
DE SEPTlf MS BE DE
o."
la mano, en que admiramos la paciencia, la exac ti tud y
la habilidad de la ej ecución. Lo seg undo toca ya á la
parte pensante, al sentimiento íntimo, a l genio, en fin,
del artista; pue s consiste en exprimir, con medios t an
elementales como son rayas y espacio s blancos y negro s,
el sentimiento de la. concepc ión y el vigor en la ej ecución,
del cuad ro que inte rpreta con su buril.
La introducción del grabado en mad era, complem en.
tada ya con el g-rabado conocido con el nomhre de zincoqrafia ó procedes, muy usado hoy en Europa, implantado aquí por el señor D . Julio Ha cines, como igu almente
el haber montado este se ñor Jos aparat os nece sario s para
la reproducción por medio de la ga lva noplastia, de
cualquiera de la s ma deras g rabadas para poder mul ti -
plicar los clichés y conservarles toda. su frescura, han
complementa~lo, para los que se de~liquen á e~te.a~te,
todo el atractivo a que es acreedor. SI a los pl'mClplOS,
como (i. tolla introducción nueva en un país, se di6 poca
aten ción á esta mejora, hoy todos los periódicos se como
plac en en publicar retratos ó avisos ilustrados.v ó bien
vistas ó planos ilustrativos del asunto de que tratan; yes
por esto por lo qu e los jóvenes qn e ya han hecho adelan tos en este arte no deberían abandonarlo, ni desalentarse los que están al comenzar, pues viniendo á ser ya
ésta una necesidad del país, y siendo un arte que se
puede ej ercer relativamente con muy poco capital, se
trabaja, al ejercerlo , no solamente en servicio de la
patria, sino en pro vecho propio. Y decimos poco capital,
porque los buriles realmente valen poca cosa, y las maderas introducidas de Francia, que allá llegan de Tul"
quía, y que por consiguiente son relativamente caras,
pu eden snstituírse con el naranjillo de tierra templada,
en trabajos que 110 exijan extremada fineza, ó mejor
aún, por el Guacaco que ha sid o enviado de las monta ñas
del 'rolíllla.
Por lo que resp ecta al dibujo que deba hacerse sobre
la madera, ya se encuentran bastantes artistas-pintores,
merced especialmente al fomento que de pocos afias á esta
parte se da á las B ellas Artes, )" que ha dado ya plausibles resul fado s, y si, como lo esperamos, el Gobierno 1~0
le retira su apoyo , y la premia se ocupa un poco mas
detenidamente de est e asunto, los aprendices tendrán
positivo aliciente para adelantar en su carrera.
Hemos qu erido, al trazar estas líneas, 110 sólo dar al
público una idea de lo que es el arte del grabado en madera, y de la importancia que tiene para nosotros, silla
tambi én ofrecer una palabra de aliento y estímulo á los
jóvenes alumnos que tan asiduamen te concurren á amaes.
trarse en tan productvia y hermosa utilidad.
Pudiéramos haber puesto unos cuantos ejemplos más
de los trabajos de esta sección, pero para evitar la mono tonía, que sería inevitable, ponemos por hoy punto á esta
revi sta, proponiéndonos hac er má s tarde las de las otras
sec ciones.
- Cábenos recordar por hoy á nu estros lectores, que
el PAPl<JL PE UIÓDICO I LUSTRADO cumple el centenario de sus núm eros, y para conmemorarlo honra espe cia lm en te sus colu mnas con el retra to de la poetisa colombiana, señora na Sil verla E spinosa de R end ón.
PAPEL PE RlODICO IL US TRADO_
.A.rCcrto
~U' ·r;)Q lIl eIQ .
NÚMERO iDO_AÑO V .
59
Fi g. l ().
rwu.
PA PEL PERlO DI CO ILUSTR A DO.
20
60
UN VIAJ E EN GLOBO.
I' n tfs, 29 de J ulio (1886 ).
~
l
aerona uta, y
)fango t, astrónomo,
rV. enL'IloSTE,
han hecho hoy una ascensión en Chcrb ourg,
el nuevo g lobo de xr. L'IIostc, L e .7'orpi)1.
f8 86 .
¡ cómo podrán estos i nsulares proteg er sus costas y re chazar una inrasí én t E sta g rave cues tión se rá ciertamen te discutida en I ngla terra , en donde todo lo que
a ta ñe á. la defensa del lito ral es una cosa sagrad a."
(Tomado del Courri er des Etats Un{s, do 7 de Agosto de 1886).
1
lleur, provi st o de un t imón y de un pr opu lsor .
P iensan hacer un viaje de dos días.
ENTONC ES,
lf~ u x x no j unto s, las man os enlazad as,
'1"
Londres, 30 de Julio.
BI aerós tato Torpíííenr, provisto de un timón patentndo J de un a hélice, y 'l ue par tió de Oherbourg ayer
noche á las once, desce ndió en L ond res esta mañana .lo
las seis. E n la navecilla se hallaban )1. L'IJoste, aerona uta , y ':\1. )[an got, as trónomo. Los nav egant es arreos
l:e~~'esaro n á Gherbourg para tentar en seg uida un viaje
a No ruega.
L legu emos al altar,
y de r od illas t u. yo d e rodill as.
Del Cielo en el u mbral.
Cuand o el Dios del ete rno, bond adoso
N os venga á bendecir,
y el sa nto Sacerdo te le interrogue,
y le contes t es, sí ;
Cua nd o cubras tu fre nt e con el velo,
Rubori zada tú j
E n mi pecho el volcán de la victori a,
Mi vi sta en el a zul ;
Lond res, 1.0 de Agost o.
BI viaje aéreo qu e a caba de hacer ) 1. L'Hoste, el célebre aeronaut a fran cés, preocupa más á los ingl eses en
la actua lidad, (Iue las d ificul ta des políticas qu e Ya á encontra r el nue vo G ab inete Sa lisbury. El aeronauta
había declarado (lile podía constrnír un globo dirigible
qu e le serv iría para arrojar tor pedos sobre puntos deter minados. En el día indi cad o, 1\1. L'Hoste y },1. Man got,
llevando el u niforme de la marina fran cesa, partieron
de C herbourg en el aeróstato Torplíleur, en cuya nav eci lla flotaba el pabellón t ricolor. Las aclamaciones de la
mul titud salu daron la partida de los dos viaj eros. La
confian za que inspira 1\1 . L'Flo stc, qu e es el S ecretario
de la S ociedad de Aerostació n dc T'rancia, y que ha
dado pru ebas ta n conv incentes de su saber, atra vesando
por pr imera vez La-Man cha , ha cía que la mayor parte de
las persona s presen tes no experimentasen, por deci rlo
así, ninguna aprcnsi én.c-r'Lo qu e quiero probar, ha dicho
M. L'Hostc, es que no solame nte se puede dirigir los
globos, sino tambi én q ue es posib le man tenerlos en nna
alt ura. uniform e encima de las ondas , atravesa ndo LaMan cha ó cualquiera mar, y persegui r los nav íos sobre
los cua les se quiera dejar caer torpedos.
" E l aparato de que me sirvo es un flotador, por medio
del cual se puede aspira r el agua qu e debe ser vir de
lastre, y que permit e conserv ar la altura qu e se desea.
Es te mecanismo ha fun ciona do m uy bien , y hemos podido lan zar con suceso torpedos minúsculos sobre los
baje les hacia los cuales nos dirigía mos. Trece horas después de nu estra partida de Cherbo urg llegámos á Lo ndres v veri fí c árn os nuest ro descenso sin el menor accident~."
Los diarios pa risienses están ufanos de este suceso ,
y comenta n las consec ue ncias que puede te ner este descubrimiento en caso de guerra.
E l (huüo ís dice: " E l viaj e aéreo qu e acaba de ver ificarse tan felizmente, han, mucho ru ido en el mu ndo
científi co. 1'1. VIloste llevaba consigo' torpedos de miniat ura que consiguió dejar cae!' sob.e los fuertes y los
arsenal es, por encima de los cua les el globo pasaba. Su
suceso, y la naturaleza de los resu lta dos posibles, tien en
ciertamente alguna cosa q ue debe inspirar inq uietudes.
" ¡ Cuál será en lo fut uro la seg uridad de la Inglaterra, si se puede así atacarl a por la vía aé rea! Los in gleses saben ciertam ente que j am ás se podrá , por medio
de globos, trasportar una a rmarla á I ngla terra ; pero el
hecho de qu e su isla no será J a inaccesible, const ituyo
para ellos un ve rda dero peligro. · E stá demostrado qu e
sus puerto s no esta rán más a l a brigo de un a taque. Si
los torpedos de los señores UII oste y l\Iangot no han
sido hast a ahora sino simples j uguetes , el efecto qne
pueden llegar á produ cir es inca lculable, Desde el momento en qu e sus fuertes sea n destruidos desdo lo alto,
DE SEPT I EMBRE DE
Cuando ju nt os vol vamos ail encioaoe
A n uest ro d ulce hog ar,
y te mir e risueñ a all á en la blanca
E st ancia, n u pcial.
E ntonces, i
! entonces á tus pl an tas
Tembla nd o m e verás.
y empeza ré pa ra d ecir te mía,
Mi leng ua á d esat ar .
E ntonces el poe ma intermi nable
De t u pre cia do amor,
Me leer ás en las noches ru morosas
En el hu er t o los d os.
8)'
En t onces con t us lág rimas amantes,
Con cu idad o infan til
Cura rás es ta herida q ue me sang ra
De ardien te am or po r t i.
En tonces en mis ojos la t or ment a
Mi di cha al est alla r
~I u d o , pero elocuente en mi silencio
L lo rando me verás.
En tonces, ; ay! ent onces ... yo. no puedo
Me da mie do, s abrás?
Es más fác il mori r s i es to s uced e
Que mori r d e pe sar.
JSCOlliOCl j q U1LéttCJ 1to6fe{)oJ.
•I
~
BIENVENIDA ,
los últim os días han reg resado á B ogo tá nota bles y apreciad ísimos .huéspedes, á. quienes nos
complacemos en presentar atento ). ca r iñoso sa ludo de bien venida.
E l seflor doctor D. Felipe Angula, despu és (le una
perman enci a de algo más de un mus en la ciuda d de
Ca rtage na , v uelve- acompañado de su in te resan te esposa , la seño ra Da Constancia G onzá lez, JO de sus t iernos hijos-á ocupar el elevado pu esto que en la N ación
le han señala do sus alt as dotes )' eminentes m éritos , J'
en el afecto de sus a migos, el qu e le designan el exquisito ta cto, educación y deferencia con que los disti ng ue.
Tam bién entró á la capital, el día 14, á las tres J media de la tarde, en medio de un acompañam iento t an
lucido como numeroso, el seño r General D . Rafael
Reyes, Coma nda nte en J efe del Ejército del A tlá ntico,
qui en se había a usentado por pocos días con el fin de
traer á su esposa, la se ñora D ~ Sofía A ng ula y L emus,
B l a lto rango mili tar J políti co qu e el señor G eneral
Reyes ha. alcanzad o entre nosot ros por los serv ici os prostados {L la. R ep ública en momentos de difi cil J angustiosa
pru eba, y la eleva da posici ón socia l adquirida con sus
maneras cultas, su porte distingu ido J su carácter leal y
N
PAPEL PERIO DI CO I L US TR A DO,
NÚMERO
100
-AÑO
v.
61
franco, hacen que su regreso sea motivo de júhilo para
sus amigos.
Las seño rns de Angulo y do Reyes, que pertenecen á
notables familias de Cartageua y de Popayán , de las
cuales tenernos en Bogotá otras apreciadas muestras,
de fisonomía, simpática, de educaci ón filia y esmerada,
de distingnidísimas prendas, han sido recibidas con
marcadas demostraciones tic cordialidad v de respeto.
Que los aires del Mcnecrrntc les se:ul tan snlndabies como las brisas perfumadas de los paternos lares,
y 'que la manera afectuosa como han sido acogidas,
contribuya á que le sea grata Sil pcnnaucnda en la Ciudad Andina y les haga menos sen sible la separación del
hogar nntivo.
. Pocos días antes el señor D. Julio I'ortocnrrcro, después de constantes y serios estudios hechos durante seis
años en la sólida y adelantada A lbi ón, regresó para el
servicio de su patria, para contento de los suyos .Y satisfacción de los que en él vemos al joven instruido, al ciudadano útil, al caballero ú carta cabal.
y las letras también están de plácemes con el arribo
de D . Ricardo Silva, el escritor maestro de nuestras
costumbres, cuyas producciones han engalanado repeti das ocasiones estas columnas, que de nue vo se prometen
su deliciosa colaboración.
Reciban truubiún nuestro sal uno de bienvenida á la
felicidad , D. Roberto Pardo Cordobés y Sil dichosa compañera J)~ Elena Echeverri, que han formado un nuevo
hogar, merecedor rlo teda suerte de prosperidades.
BIBLIOGRAFIA.
l Continúa de la pág tno, 45, )
LIBl~OS
y
FOLLl';l'O~_
por la Imprenta de Silvestre y C~ Consta de 32 páginas
en S?, y lo adorna un retrato del Excelentísimo Señor
doctor N úñcz.
Lecciones sobrc cnfennedadee de la. p'iel, dictarlas por
el Profesor doctor D . Nicohis Osorio en In Escuela de
Medicina. de la, Uuiversidud nacional, V compiladas por
los alumnos .1 . García, H . AZllCl'O y G. Gamboa. Esta
producción científica está contenida en un folleto de SO
páginas en 8(.' mayor,
Boceto Bio.r¡rájlco del Heiior doctor Patricio Plata
Azucro, Dignidad de Arcediauo de h¿ Santa Iglesia
Metropotitan« y Yicario general del Arzobispado, por
José 1.J. Cnmacho. Folleto de 24 páginas en 8':1 mayor.
Proceso seguido por el Consejo de guerra verbal de
Oficiales Generales, contra Ricardo Gaitán Obeso y tJosé Francisco Acevcdo, cabecillas en la rebelión de 1885.
Folleto de 202 páginas en 4? mayor,
Pleito de Peñalisa. Contestación dada por el doctor
.Iosé María Rubio Frade al Alegato publicado por el señor doctor Lihorio D. Cantillo, en los números 229 á 240
de la Revista Judiciol, Folleto en 80 páginas, 4? menor.
Ferrocarril de la !..~Iaban(l. Publicación oficial 11~1
Distrito Federal. li"ol1eto de 32 páginas en S?
Segundo Alegato de la Compaiiía del Ferrocarril y
T elégrafo de Bolívar, presentado ante la. Corte Suprema
Nacional, sobre el pleito entre el scnor Ramón B . .Iim éno .r el Gobierno de Colombia, Folleto de 76 páginas en
4? menor.
Jl f emor i a del Presidente de la Sociedad Central de
San Vicente de I'aúl , y discurso del socio D. Adolfo
SicardPérez, leídos en la sesión solemne de 25 de Julio
de lS8G. Folleto de 22 p áginas en 4? mayor.
Varios Decretos y Pastorales muy importantes del
Ilustrísimo Señor Arzobispo.
Todos estos folletos han sido impresos en ediciones
elegnntce y nítidas, y en papel de calidad superiorisima
la mayo r parte de ellos.
(Se continwl'rá).
$
la Imprenta de Silvestre .Y Compañía :
Los Granitos de Oro, torno :¿'~, obra esencialmente moral y religiosa. Consta de ;~:l;"'í páginas
en 8?
Exposición demostrada de la Doctrina Cristiana,
por el Presbítero doctor D .•Juan B. Ortix, segunda
edición, un tomo de XX.I- :3:30 pág~nas en 8':'
Lecciones de Urbanidad, acomodadas á las costumbres colombianas, por el seño r doctor D .•José Mauucl
Marroquín, 32 páginas en S'.'
Lecciones elementalm,; dc .Jlforal , para el uso de las
escuelas de instrucción primaria, y especialmente para
las que sostiene la Sociedad de San "Vicente de I'aúl,
por un miembro de la misma Sociedad, Cuarta edición
en 44 páginas en· S','
Una gloria nacional. Apuntes para la hiografía. del
General D. Manuel Briceño. 1ntercsnntc folleto de 112
páginas en 4? menor.
Bolicar en el Cielo. Leyenda (en verso) , por .Iosé
Suárez 'l'onéu. Cuaderno de 30 páginas en 8~)
Bosquejos de literatos colombi« lÍos (colección do sonetos) por Numu P. Llena. Cuaderno de :3:¿ páginas en
S':I Esta impresión fué hecha, según dice la. portada, por
D. Gaspar Bodmer, ciudadano suizo ; se puso en venta,
á 60 centavos el ejemplar, y su producto se destinó al
Asilo de Niños Desamparados.
Los Zarcillos (de 1\[1'. F. Francisco Coppéc) . Versión
castellana (en verso), de D. José Antonio Soffia, dedicada al señor D . Mariano Tunco. Esta pieza literaria
consta de 19 páginas en 8?
EJ'pos'ÍC'ÍÓn sobre Reforma Constitucional, que diri ge al Consejo .Nuclonul de Dclegaturlos el Presidente
(le la República, Contestación y Acuerdo. Estos documentos est án en un cuaderno de edición especial, hecha
N
LA SERRANA.
:(,cucndn l\tistól¡ica.
t Con t.inúa
'
í
de la páglun 47).
CAPfTULO III
'L'RE:5 AÑOS DE AISLA]UENTO.
del año de 1533, estaban reunidos en un
salón de la ciudad del Cuzco, en casa del Capitán
Garci Lasso de la Vega, varios jefes y oficiales,
--resto s de la gloriosa, falnnje que había sujetado
pOI' el fuego y la espada el gran Reino del Perú, para ponerlo bajo la dominación de los Monarcas de España.
El Capitán Garci Lasso de la Vega festejaba aquel
día á sus amigos, compatriotas y compañeros de armas
con un r-spl éudido banquete. Acababan "de levantarse
de la meso , y en franco y alegre corro comentaban sus
hazañas en el Nuevo Mundo, con más el relato de hechos
prodi giosos, raras avcnturns y acontecimientos extraños,
acaecidos durante aquellas guerra .r conquista, ya con
alusiones personales, ya conexionando sus historias con
personajes desconocidos en el Perú, pero que, siguiendo
la misma bandera" habían desempeñado sus funciones en
otros lugares de América .
Entre los individuos que formaban aquella reunión había dos llIUY notables para nuestro intento. Era el primero, un peninsular llamado Garci Sánchez de Figueroa y el segundo un mocito mestizo, muy atento á los
porin"enores de la ' conversación. Garci Sánchez no era
hombre de armas tomar, era simplemente aventurero traficantc, enriquecido en el comercio, y por s~ riqueza y
cualidades mu y acntarlo de todos sus compatriotas.
FINES
PAPEL PERIODICO ILUSTRADO.
20
62
El castellano á' que alud imos decía entre otras cosas:
"IJo más esencial (mque pensaron los primeros navegantes de los mnres Que circ undan este contine nte, rué en
JeVA ntRT cartas de marear; pero como I~I mar caribe sea
el III ~ S com plicado J dific il de tO (~08 por, sus nUlll cro8~8
islas ü¡lnu't! Cl:IYOS, ban cos, urreeifes J canales, los pnlIwr~s lIH1 pa~ han sirio rleficieutcs, ). no será sino poco á
poeo co mo las cartas íré u alcanzando cierto g ra de de
perfecci ón. Así, por ejemplo, añadi ó, la IsI;, S errana no
ha (,,'()III('m:JlIlo á figura r en 1,' 8 cartas SiDO á fines del año
ant erior, ). eso merced á la célebre av entura de Pedro
Se rrano, que le ha dedo ciert a curiosa notoriedad." Sobre
lo cual, el hombre comenzó á referir una historia cuyos
pormenores, atentamente escuch..adce por el mu chacho de
quien hahl amos, J' publicados por éJ más tarde, han venido hasta. nosotros. Ese escritor, ya se habr á comprendido, (~S (~ 1 ilustre amcríean o Garei Lasso de la Vega,
noble inca por su madre J de clara estirp e espa ñoln por
su 1'" lIr(', el fumoso guerrero conquistador.
Sigu iendo las hu ellas de Ga rci Lasso de la Yega , poliemos hoy por escrito, con Huís ó men os fidelidad J sin
prete nsiones histéri cas de nin gún género, lo referente {,
Pedro S erra no, durante SH permauencia en aqu ella isla
solitaria J rlesierta.
La noch e (Ilie sig uió á la tarde del naufragio, el Oapit¡íll du la goleta, úni co que esca p é de aqu el desastre,
quedó tan maltrecho por el esfuerzo de natación, que
apena s tuvo fuerza para retir arse cosa de doscientas " a ,
rus de la orilla cid eg ua. Recostado sobre un tron co,
completamen te cmpapado )' sintiendo caer constantement e sobre su cuerpo un copioso aguacero, de los tan
comunes cn aquell a localidad, el infeliz homhre pas é
larga s horas entro entorpecido J despierto, sin caer en la.
cuenta de su precari a situación.
Cuando la. aurora 'fino, cuando el horizonte se il umin6 J cuando se ofrecieron netamente los contomos de la
isla ~' el mar, Serran o extendió sus entumecidos mi embros, incorporóse 1111 tanto J se puso ('11 pie. IJ::m z6 en segniúu unn mirada circular como para indagar las circunstancias del lugar en que se hallaba. P or todas partes, el mar infinito; encima de Sil cabeza, el cielo neo
buloso ; ií. 511 espalda, 1In islote cubierto por mov édim
nronn, poco levnutad o sobre (,1 ni vel del mar )' de redud da ex tensión .
S il ojo esc udriñ urlor buscó en medio de los escollos J
las olas una señal siquiera de la perdid a goleta; pero ni
maderamen, ni vela s, ni reliquia algun a del cargamento
pudo descubrir.
Al dejar el buque para buscar su salvaci ón en las
a guus, Se rra no se a rrojó á. las olas con el sencillo vestido
que lleva bn, del cua l no pudo ni quiso despren derse ; d e
numera 'Iue en el momento en qne esta mos cont emp l ándole cubría sus carnes ton un os gru esos calzones de ve1I 0rí, una ordinaria ('a misa de algod ón y un paüu elo tle
indiana mi la, cab eza, y llevaba al cinto, pendi ente á una
corn'a d(~ \"aqll(~ta, en vaina del mismo material , un
gr ueso y bien templado cuchillo, an cho, afilado, y por lo
menos de 25 centím etros ele longitud. E ste cra todo su
cquipaje.
A l compre nder la miserahl e situa ción en que se halla·
\m, flejú caer con abat imiento la cabrza soure (,1 pecho,
cruzó los hrnzos con profundo pesar, meditó un rato, y
luégo, anillláIlllose súhitalllcnttl, det enninó y ejecutó sin
dilación lo fIue salía de Sil r olllntad ; es ded r¡, visit.ó su
dominio para tomar posesión de él, para SH er á qué
atenerse en lo presente, puesto qne lo futu ro le parecía
iIHleciso para su existenc ia.
La operación <1e pasear el islote no fué larga . Hodeole
prinwro y se convc nci6 de que su p erím et ro no medía
tr es milla s. Cruzóle despu és, siguieudo su diámetro,
contempló seguidame nte, desde el centro, el pan orama
y este veloz pero suficiente exa men le produjo un des ~
DE SEPTIEII8RE DE
1886.
aliento que tocaba en )a agonía. Ni un árbol, ni un sar
miento, ni una hierba, ni una fuente : todo era. yermo,
desnudo, ar enoso y sin vida ,
U no que otro tron co arrojado por las 01"8, enlodad o,
húmed o y rugoso, junt-O con ordinarias conchas marinas
y algunas algas, sin jugo ni sus tancia nutritiva, se present aban do trecho en trecho, )' cercanas á todos esos
objetos, abundantes ramas desprendidas (le ovas ma ri .
nns, que ni aplacaban la sed, ni satisfacían el a petito.
E so era cuanto se presentaba á su vista. R ecl uido en
aq ne l recinto y es trechado por paredes graníticas , contra
las cua les, como mont añas movibl es, se est rella ban las
eno rmes olas del Océano, el infcllz Capitá n se hallaba
secuestra do del mundo, )' sólo sentía sobre su cabe za un
cielo mudo á las plegarias, al re dedor el aire sufocante
de Jos tr ópicos, y bajo SUB pies una ti erra que le ucgaha
todo sustento.
Parado un instante, a bsorto J contemplat ivo, mirando sin intento determinad o la onda que venía á romperse á sus plantas, notó en cierto momento, con sorpresa )'
casi con miedo, que una cabeza humana chocaba contra
sus pies. Contemplóla asu stado, porqu e las canas )' barha argentina que la cubrían, le mostraron un despojo <le]
tio Castillejo, resto escapado al diente cortante de los tiburon es que recorrían hambrientos aquellas aguas.
U na vez hecho el fúnebre hallazgo, P edro S errano
se apoderó de él cas i con aleg ría, porque en la soledad
(m que estaba, ese pedazo de homb re era para él como
un elemento social, como un compañero en SIlS e ternos
día s, como un amigo eu (,1 sepu lcro, Ó COIllO uu consuelo
para. lus prolongadns noches fllW SP le esperaban, realizado el caso irnprubablc de prclongur su exi st encia.
Reflexion é nn momento , y sacan do su cuc hillo de la
vaina, tomó u n madero qu e allí cerca habí a ; d ivid iélc
en dos pedazos desiguales¡ hizo una muesca en cada uno
de ellos ; aj ustó los lo mejor que pudo )' fabricó un a CI1lZ.
Con otro mad ero imitó la paleta de un rega tón )" asien do regat ón, cabeza )" cruz, se dirigi ó in continenti al
centro ele la isla , parte más elevada de ella, dond e se
creyó seg uro contra el empuje de la. marea. En tal puno
to excav ó á la mayor profundidad posibl e una est recha
sepu ltura; colocó en el feu do la ven erabl e cnheza ; rellenó de a rena la parte vneín ; colocó la cruz en la teste ra,
)' volvi endo ú lu orilla del mar, cnrgó var ias conchas que
colocó en la busc del santo mad ero para formarle rústica
y melan cólica peana. C umplido est e acto de sen timental misericordia , liinc óso de rodillas ante el improvisado
campo santo, Hllll'IIIU rÓ dc votmueu to un Padrenu estro,
pid i6 á Dios por el alm a del nnciuno, y volvió al tronco
donde hubia pasado la uoche para sentarse á esperar.
E spera r! y 1 finé Na la. cspernu zn ¡mra aquel hombre '
E staba compl etamente solo , . _. no: ni ngú n ser hu mano se hall a. ais lado ('n el llllllHlo, en tanto que crea
en Dios J en 1m concieucia. propia. BI primero está en
toda s partes y la segunlla dentro de nosotr os mismos.
Em pero, no todos los homhres pueden "ivir tranqui.
lamente con su concie ncia y con la exclusi va asistencia '
de sus recuerdos. La peor compaiJía es una conciencia
acusad ora. El re mordimiento en el alma pesa más que
el grill ete en la pierna , J es como la reacción dE' )a hu·
manhlad cont.ra el delit o que pre tende dev orarla.
Por fortuna, Pedro Sel'rano, sin ser un varón de inml.\<mlada vida, no miraba en sU memoria el recuenl0
atormen tador de un solo crimen. La reminisce ncia del
dolo, el fraude, el insesto, el adulte rio, el asesinato ú
otros l1elitos graves, no podía con derecho per turba, las
horas de sosiego de aquella alm a natumhnente proba.
Pedro Se rra no podía conti nuar vi viend o sin que la locu.
ra entrara en su alma ni el dolor moral destl'llyera len .
tamente su férrea organización.
Una evaporación repentina, producida.por el calor iD·
soportable del sol tropi"" l, desbarató repentinamente las
PA PEL PERIOD/CO IL US TR A DO.
NÚMERO 100 _ AÑOV.
63
nubes que asombraban el islote. El disco inñamndo del
centre planetario principi é :Ío mandar dardos de fuego
sobre nue stro persona] ..,. Hicn pronto la reverbernci én
rlel airo, mezclada con la refracción deslumbradora de
las facetas de la arena, imitaban en aquel calcinado circuíto un aleteo de rayos. La res piración del ná ufrago se
volvió [udeantc, ). su cuerpo ent ero se cubrió do condeu sndns gotas de sudor. Pura CSCil (IilT á aquel torme nto no
hall ó má s me dio qU(~ sumergirse cn el agua hasta el CUE:':110 .r cubrir la cabeza con S11 pnnuc!o empa pado en t ila.
A posar de esta precauci óu, en vez de m ejora r, em peor ó nota blem en te, H acía cas i 24 hora s que no comía
ni bebía; los cal.uuhrr-s de un apeti to VOTaz empeza ron
á co ntrae rle y re tor cerle las fibras d el estó mago; un a
sfld insa ciab le le seca ba la ga rga nt a, sin pode r a placa rla
(~{)II ... 1 líq uido salobre 'l ile le moj aba los lab ios. T á ntal o
de IIl1a especie singular, t'ntl' l' C'U terri ble dosesperucidn,
salió apres ura dam ente fh' l mur, y COII cl ojo enca rn izado
por un pri ncipio I1l' fieb re, m iré li nulos lados, como ÍlII "
plomnrlo la u üscrlcor diu del Cielo.
En aque l iustuute, qlle eoruenzaba {, tener para él una
solenmtdad nternulorn, ulcnuz é lÍo distinguir sobre la su perfi cie de-l ruar un cuerpo oscuro y redondo qu e ñotuba
daudo mu estras de cierta vita lidad consciente. Fijóse en
él J conoc ió que Na una gran tortuga, qu e, por instinto,
venía lí orear su concha resistente sobre la cnliento
playu.
B I an ima l avanzó con su len titud ueos tumbnula, hasta
colocarse lÍo alg unas varas do la orilla; con tin uó lu égo su
cmu luo, J a l fin se detu vo escondie nd o la cabeza (m la,
caj a rle CIH'l'I1ü '1ue le sirve de cubierta, S erran o and uvo
sigi losa me nte por medio do las ondns y del qu eloni nno,
y cua ndo oousi deré hnbcrl o cortado la re tirada , se abalanzó vclczmeut c sobre 1~ 1 , y con un rápi do m ovim ien to
de la malla dcrcchn , le tlió un a vuelta qu e dejó el vientre para arriba. S úbito como (,1 rayo, esgri mió su cuc hillo y lo introdujo con re petidos golpes en el cue rpo de l
animal. Gruesas pl umas de sangre r ut ilante)' íluída ,
brotaron al punto,)" sobre ellas, con an siedad indefí uiblo,
apli có la. Loca <'1 desgraciado aventurero para saciar la
sed qu e pr incipiaba. lÍo quemarlo. Satisfecho con es ta
pr imera J feliz operación, desprentli6 con el arma tOlla
la lla rtn hlanda de la tortuga, comió an sioso grantl c8
peda zos cm tlos de aquella d(~licada Ci.lrn<', sClJaró el resto
ca ut('losa mcntc , limpió con esmero la. concha J movió
lánguitlamcnte la cabeza, como q uien siento que penctm
en HU al ma HU déb il p rin ci pio d() feliciclad.
Para proporciona rse agu fl, ya t(~nía una v<lsija: la e llhiel'ta 'lile aeahalm de limpi ar. L a atm6sfem no df'j 3ría
dB Ihmar la con sus agu accros fl'ec uentcs y copiosos. ]~ n ­
t.ro tanto hehería más san g re)' come ría. m ás ram e cru dl1 .
La s tortngas no dl1arían de concurril' al arena l, .Y (;J 110
¡lejaría de fIarles iwplacah hJ )" tmH\Z g uerra. B n efedo,
('se mi smo día sacrificó t res ó cuntro más J ej(Jcut5 C01l
ella s la mis ma operac ión flIJO ha bía practica do con la
primel'i\. C on el cuchillo act~cilló la canw y después de
haher licuado con agua snlatl a una de 1m! concha s, puso
á ma cerar en clla est e úni co arbitrio para sn alimenta·
r.ión. IJ:l.s conc1t:l.s hall ad as hnsta ('nto nces, fueron puestas con In pa rt e cónca" a para a rrih a, sobre un a pequci1a
har hacoa, illlprodsiHla cun frag me ntos ele mad era qlle
recog i6 de los que ya cían <'n la isla ,
Al concl uír estns m alliohras, cerró la noch e, noche
que Jms" nwn os m al fine la a nt erior, pue sto qu e su \"('s·
tielo (~s t: l ht\ seco .r llne la. temp eratnra á ese 1IÍ\"cl J ('n
esas latitut1<'!'1 , es si<'lI1pl'e 1Ja stallt(~ aUa para qlJe l'l frío
110 i IH~omo l1 (!. Qucdaha siemprc :í. la intemperit'; IH' ra
como eso para un vet(.'rauo de la, conquista em apenas la
raci"n ordinaria, Se rrano padeció ¡)Oco ó no pad eció.
D urante t'l día qne sig uió, hallósc más tranqu ilo;
pues nun r¡lle escas o y desagra dable, el a limento estaha
asegurado, y con la sangre evitalllt mori rse ele sed. La
beb ida no era agradable, mas ya lo ha dicho a lguno, la
necesidad no tiene I~J .
La primera diligen cia que practicó al amauccer, fué
clavar dos esta cas y uu írlas por u n travesaño tic madera: perc ha sobre la cual dispuso los pedazos 11e carne
para que con la ventilaci ón .r el calor de l sol se reduje.
scn á tasajo seco que pud iera conservarse sin te mer la
pu tr efacción.
ESIlCra1.m qu e las tort ugas volverían lÍo pa rece r sobre
la playa llOCO desp ués de 1:~ sali da del sol, J' para em pica r en al g-o el tiempo que fal ta ba para que eso s uccdiese, se diri gi ó al pequeño cem en terio (m qu e reposaban
los restos del compatriota andaluz, J posrrúndoso humildem ente', murmu ré, como el día an teri or, un P ndreuuest ro, J rezó lu ég u las de votas oraciones el'w, de los la bios
de su pobre mudre, hubf u ap rendi do en la infau ein. M ucha proponsí én t iene (,1 hombre, despu és de truns itnr por
los diñc ilcs senderos de uua borrascosa existe nc ia, (' 11
que to do se olvidu por aten der sólo lÍo las necesidades de
lo presento, á volver, por reacción, á los tiempos tic la
niñea J ¡Ío evocar en sus recuerdos los días venturosos de
la época en qu e había fe )" esperanza. Tul H'Z el sentimiento rel igio so era el {mico ulivio d e P edro Serrano en
tamaño infortunio.
Cuando acabé ele ora r, volvi ó (, la raíz qu e le hahía
servido de rec linatorio en las noches anteriores. Sentóse
sobre ella, in cli nó la cabeza, J se puso ¡t med itar.
La sue rte esta ba echada . __ . ¡ Uuá.nto tie mpo debería
permanecer en el islote T Quizá hasta el ú ltimo instan te
de su vida. • C6m o se compondría pa ra pro longa r la
ex is tenc ia 1 E se eru u n problema por resolver,
Serrano sabía, a unque sabía mu y poco, qu e el año
tiene 365 días y a lgo más. Co mpren d ió que sería útil
para él, 6 por lo me nos curi oso, compntar el tie mpo, y
pa ra consegu irl o dijo entre sí: recogeré conchas en la
playa, depositaré tina en un pun to especial de la isla , aument ar é con otra di uria rneute el n úmero de ellas, y
cuan do llegu e a l guarismo preciso, pondré una más grando al lado J tendré un año, pa ra volv er á comen zar.
P en sando lo dicho, se puso on mo vimiento, recogió
algunas concllas, ). se dirigió al centro de la isla. Como
el naufragio hahía Qcurrido el 18 tIc O ctuhre, J como él
había permanecido dos días en aquel sitio, principi6 por
poner dos conchas á alguna dist.an cia de I:l sep ultura de
s u pohre com p!uiero, J esL'\s (los conchas n'presentahan
los d ías tra scurr idos.
El sol se había levan tad o 'ya; el calor aumentaba la
se d y Serrano se preparó para su pal'tilla de caza. En la
play!\' so veían tor tugas. Con acth'idad casi fehril corri6
sob re ellas , volcó algunas, l8s apuñal eó, heLió sangre, y
para tomar su pobre almuerzo, mast icó grand('s tnjada lt
tle carne y 188 tragó con yorac itla l1 de cRníha l.
Sacia do un tanto el apetit o, 1'('-cog i6 los cadáveres de
las tor tu ga s, separó J' al"l'oj6 al mal' los menudos, pr l'pa n> la carne, pú sola en salm uera , limpió varias conc has y
supo con regocijo que ya poseía bastantes de ésta s, con
las cuales podía proporcionarse suficien te cantidad de
agua en el mom ento f{U e yiniesen las lluvias. Estas no
se hicieron C'sperar largo tiempo, porque la misma tarde
el agua cay 6 ñ cánt~'\ras, J Serrano tU\'O la satisfacción
de reemplazar con ella, Iluntiue BU gusto no fuese muy
deli cado, el desagradable sahor de la sangre que hasta enton ces le había sen ido para las Jihacion<'s.
Los qnelon ianos, género al (',nal pertenece la tortuga,
son mu\" ahundantes en aq uel mar. :El indivitluo zoológico de~(I Ue trata mos es u n ani ma l de IH'odigi osa longevidad , crece sumamente despacio, pero cuando es añ oso,
adqn iere gran tamaño, pesa hasta qui n ta les, )' ade más
de la tenacidad propia de su cubierta, posee la facu ltad
del soportar enor llles ca rg'as y nu tla.r fácil mente con ellas.
(Se eontlnunrá).
PAPEL PERIODICO I L US T R A DO.
J1.ibaltUe( U,t;6, Jlsltget,
20 DE SEPTIEMBRE DE 188B.
64
EL CUADRO DE D. EPIFANIO GARA Y.
1J
laudable costumbre que tienen, no solame nte
" E l cuadro de JI. Garay es una encan tadora escena
los pu eblos europeos sino todas 6 la mayor parte
, de las naciones ameri can as, de en r iar á los grandes centros artísticos, París, Roma y .:\Iadrid,
pupil os escogi dos entre aquellos cuyas dotes art ísticas se
re velan más cspounlnca mcntr-, ha dado grandes resulta dos en favor 111'1 gus to, de los adelantos J del prog reso
que (la la 1IH'lliIE\ do civilizaci ón de los pueblos, por
medio ,lt'l ade lanto do lus Bella s Artes.
Intim a, U na jo ven y linda mam á tiene en 811 regazo un
precioso niño profun dam en te ocu pado en j ug ar con un as
A
llaves. Tu l es la escena que nuestros lectores han visto
en el núm ero anterio r representada por un cli bnjo del
au tor. D:1I10 lo ngrnrluble del as un to, M. Garay ha sao
ca llo de él tod o el pa rtido pos ible. La ex pre si ón estoí
bien estudi arla y repro duci da, la sonrlsn J el ade mán c1(~
la madre están llenos de nnturnli dad. La !lata cu tre -
RECREA CIÓN.
Pi nlu7a de Garay.-Grabado pct 7
Co lombia (lo deci rnos con pena ) pasó pO I' un per íodo
de descuid o en (lSC punto, J seg ura mente es lu últim a
ele las na ciones am eri canas qu e se ha dado el lujo dI!
en viar delegados de las artes para ser de bidamente representada en el foco de luz, de est udio y de buen g usto
concentrado en Pa rís. Salid a de ese mara smo 80 están
viend o palpablemen te los res ulta dos obtenidos con el
envío de persona s como los seño res D . Pantale ón Men daza, D . R ub én Mosqueta y D . E pifanio Garay, cuyo
último cuad ro fué ad miti do en la E xp osición anua l artístic a de París.
El peri ódico Europa y A mérica describe dicho cuadro en los sig uien tes términos:
Rod ri~ u ell.
ubh-rta, e l c OI'Sé y 1<\ parte supe rior ele la Camiij3 110
tie nen nada el e provo cativo, a l contrario, la figu rn res pira pudor, consocue nciu natural del ca ndor, de la alegrí a .Y de la pureza de cora zón.
" La pintura y expres ión de l nlñ o no son me nos felices que las de la ma dre, )' s us movimiont os son muy
natural es. Su carita graciosa. )' despierta es como un
myo de sol que il umin a todo el cuad ro."
H oy el PAPBL P ERIÓDICO ILUSTRADO repr odu ce
con placer esas líneas J el g raba do qu e representa el
helio cuadro del señ or G arit.v, felicitando á este art ista
por su nota bilí simo triunfo en campo tan difí cil J me ritorio.
PAPEL PERIODICO I L US TR A DO.
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