Cultura Libre DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS Artículo 271, Derecho a la cultura y al progreso científico. 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. 2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora. En el anterior artículo se puede observar dos horizontes, uno en el que se establecen los derechos colectivos y otro donde se establecen los derechos particulares, que determinan el acceso y la propiedad de las creaciones culturales. Estas dos expresiones han contrastado múltiples veces durante el acontecer histórico, presentado momentos críticos, uno de los más representativos, donde se destaca el inicio de la cultura libre fue el caso titulado “Donaldson vs Beckett”2, fallo judicial emitido en Inglaterra en 1774, que denegó la posibilidad de una extensión perpetua del derecho de lucro de una obra literaria, constituyéndose formalmente como nacimiento del dominio público en Inglaterra, abriendo nuevas posibilidades, por ejemplo, las obras de Shakespeare fueron libres del control monopólico de los editores. Anteriormente en 1710 se desarrolló la primera norma sobre copyright denominada “Estatuto de la Reina Ana”3, que fue aprobado por el Parlamento inglés y que establecía que todas las obras publicadas recibirían un plazo de 14 años de copyright, renovable por una vez si el autor se mantenía con vida. Las leyes mantenían un equilibrio entre el interés de los derechos colectivos y el interés de los derechos particulares, de tal forma la cultura se enriqueció al tener reglas claras para el acceso del conocimiento en el dominio público, tomando y construyendo nuevo conocimiento sobre el existente. Así se desarrollaba libremente la creatividad en el siglo pasado, en ese tiempo las obras del conocimiento quedaban en manos del autor por 14 años y si el autor continuaba con vida una vez terminado el lapso, entonces se podía extender otros 14 años, pero en 1831 pasó a 42 años, en 1909 pasó a 56 años y desde 1962 se ha intentado expandir por todos los medios, logrando 11 extensiones en los últimos 40 años. 1 Tomado de: http://www.un.org/es/documents/udhr/ Basado en: http://www.copyrighthistory.com/donaldson.html 3 Basado en: http://www.copyrighthistory.com/anne.html 2 Más adelante, en el siglo XIX, se presenta el caso particular de Walt Disney, con su creación de Mickey Mouse, quien tomó conceptos de la obra de Buster Keaton's llamada “Steamboat Bill.” para realizar el cortometraje titulado “Steamboat Willie” que dio inicio a todo el imperio Disney, este es un claro ejemplo de construcción de nuevas obras a partir de otras, permitiendo así una evolución del estado del arte, para Walt Disney es común basarse en obras del dominio público, como lo fue también las producciones que realizó a partir de las obras de los hermanos Grimm, sin embargo Walt Disney ha mantenido los derechos de lucro sobre sus producciones, que en la mayoría han derivado de obras del dominio público. En este caso, los productores de Mickey Mouse han logrado extender varias veces el tiempo que le otorga el CopyRight, impidiendo que el más famoso ratón sea liberado al dominio público, en otros términos nadie le puede hacer a la obra de Walt Disney, lo que la corporación Disney le hizo a múltiples obras como la de los hermanos Grimm. El problema de todo esto es que la cultura se está convirtiendo en propiedad. El panorama actual ha cambiado abruptamente, se ha perdido el equilibrio y por tanto la intención de la ley, ahora existe un sistema masivo de regulaciones a la creatividad, que han tergiversado el concepto de CopyRight de formas que ya no son sanas para la innovación. Hoy en día además de regular la publicación impresa de obras, se está regulando la copia en cualquier medio y se utiliza este mecanismo legal no para controlar el monopolio de usufructúa del conocimiento, sino al contrario para privilegiar a este monopolio que se ampara en una ley que ya no cumple con su objetivo inicial. Está práctica está limitando la creatividad y la innovación al amputar del dominio público el conocimiento moderno que debería por beneficio cultural y científico de la humanidad fluir de las manos privativas al acceso universal. A manera de conclusión, se considera importante resaltar la transcendencia que tienen los derechos colectivos, como los derechos individuales, respetando el desarrollo creativo, ya que este se construye sobre conocimiento previo, que pudo ser accedido gracias a que pertenece al dominio público y fue heredado por personas que prefirieron el beneficio colectivo al personal, en concordancia con lo anterior se cita a Lawrence Lessig, quien afirma los siguientes postulados acerca de la creatividad, la libertad y la sociedad. La creatividad y la innovación, siempre construye sobre el pasado. El pasado siempre intenta controlar la creatividad que construye sobre él. Las sociedades libres permiten su futuro mediante la limitación del poder del pasado. La nuestra es cada vez menos una sociedad libre. Lawrence Lessig Autor de Cultura Libre y Fundador de Creative Commons Sinopsis realizada a partir de sus conferencias sobre Cultura Libre