Introducción L a historia de Valdesquí comenzó hace más de cuatro décadas. Gracias a la respuesta del público, así como a la dedicación por parte de todas las personas que han trabajado y trabajan en ella, esta estación ha podido consolidarse como un punto de referencia de ocio en el Sistema Central, y como un lugar dónde se han iniciado en la práctica del esquí o snowboard miles de madrileños y segovianos. La inercia favorable de nuestras temporadas anima también muchos pueblos de los alrededores. Estas favorecen incluso a comercios más alejados relacionados con los deportes invernales. Además, la estación sigue constituyendo una buena alternativa laboral dirigida a aquellos que prefieren la montaña. Dedicamos esta monografía a dicha labor, así como a todos aquellos aficionados a los deportes de invierno que han pasado por nuestras pistas e instalaciones. Valdesquí • 4 Valdesquí, la nieve de Madrid A poco más de 70 kilómetros de Madrid y 30 de Segovia se sitúa esta estación, donde miles de aficionados a los deportes de invierno se han dado cita una temporada tras otra a lo largo de los años. Una vez allí, el bien situado aparcamiento permite un cómodo acceso a las instalaciones por parte de sus usuarios, tanto si llegan en vehículo particular como en autocar. En la actualidad, la estación cuenta con un máximo de 22 kilómetros balizados. Tiene una capacidad máxima de 12.290 personas/hora, siendo la cota mínima de 1.860 metros y la máxima de 2.278 metros. Su ubicación es muy privilegiada, tanto por su orientación como por su emplazamiento, disfrutando de un microclima que favorece la permanencia de la nieve. A pesar de ello, en los últimos años ha sido necesario contar con equipos de innivación artificial en la zona baja, que contribuyen a mejorar y alargar las temporadas. En un marco de gran belleza, al abrigo de la Bola del Mundo, el Cerro de Valdemartín y Peñalara, se puede disfrutar del ocio y de fantásticas vistas. Un total de 27 descensos, de los cuales 9 son pistas verdes, 14 azules y 4 rojas, definen la personalidad de Valdesquí: un sitio perfecto para el aprendizaje hasta alcanzar un nivel medio, tanto de esquí como de snowboard. Vista panorámica de Valdesquí, temporada 2005-2006. En el cuidado de las pistas se ha hecho un énfasis especial. Se ha invertido en modernas máquinas pisanieves, que trabajan miles de horas cada temporada cuando el público se marcha. El snowpark es objeto de un interés especial, y a pesar de los caprichos del clima, se ha tratado de concederle un buen emplazamiento dentro de la estación, que permita ir mejorándolo año tras año. Los principiantes cuentan con dos cintas de gran capacidad. Y como alternativa de ocio se ofertan raquetas de nieve en paseos guiados para los más deportistas. Los clientes de Valdesquí que prefieren no abandonar el ambiente de montaña lo tienen muy fácil. A tan solo 22 kilómetros de la estación se halla Rascafría, el pueblo más cercano, el cual está ubicado en un magnifico enclave natural y cuenta con la suficiente oferta hotelera. 5 • Valdesquí Mapa de Pistas Valdesquí • 6 Los orígenes de la empresa Primeros pasos. Años 70 os terrenos en los que se ubica la estación pertenecieron a la Iglesia hasta que se produjo la desamortización de Mendizábal. En 1890 un particular compró esta finca de pastos para ganado al que había sido el tercer propietario de los mismos. Con los años los terrenos fueron pasando por herencia a las siguientes generaciones. El incipiente auge que comenzó a tener el esquí en España a partir de la década de los sesenta llevó a la Administración Pública a mostrar un creciente interés por explotar la zona de la Bola del Mundo, debido a su adecuada orientación. Este contexto llevó a los propietarios de la finca a arriesgarse en una aventura empresarial, constituyéndose la sociedad anónima Estación Alpina de Cotos. La nueva estación fue bautizada con el nombre de “Valdesquí”, que significa “valle del esquí”. ••• Valdesquí • 8 Estado de la carretera tras las intensas nevadas del año 72. V aldesquí se inauguró el 6 de enero de 1972. Comenzó con tres telesquíes de percha doble: Peña del Águila, Pradera (en versión corta) y Noruego, junto con una máquina pisanieves de la casa Kässbohrer. Completaba las instalaciones primeras un pequeño edificio de madera que haría las funciones de cafetería. Por aquel entonces la estación carecía de escuela y alquiler. Nueve días más tarde de su inauguración, el 15 de enero de ese mismo año hubo que cerrar la estación debido a las intensas nevadas y a los escasos recursos con los que se contaba en aquel momento. Faltaba ma- quinaría y mano de obra, por lo que supuso una odisea el lograr abrir de nuevo. Al año siguiente, en 1973, quedaron finalizados el antiguo edificio de la Escuela Española de Esquí, así como un pequeño alquiler hecho a base de paneles de chapa, que aunque hoy día nos hubiese resultado cómico por su aspecto destartalado, por aquel entonces cumplió dignamente su misión. También se adquirió otra pisanieves de características similares a la primera, ya que resultaba arriesgado depender de una sola máquina. Eran otros tiempos. El público era menos exigente y las pistas apenas se trabajaban con aquellos ruidosos y lentos artefac- 70 La antigua cafetería de madera. tos. Poco se podía hacer en caso de placas de hielo o nieve dura. En 1974 se inauguró la cafetería de pistas o Bar 2000. Fue un hecho importante en la historia de Valdesquí, pues su ubicación en un punto privilegiado del valle la hace accesible incluso a los principiantes. Ya no sería necesario descender hasta la cota más baja para tomar un tentempié o disfrutar del sol en la terraza. Igualmente importante es su función como refugio en los días de ventisca, que no han sido pocos. La temporada 74-75 comenzó con los recién instalados telesquíes de percha doble “Bola del Mundo I y II” con la característica imagen del repetidor en la cumbre de esta emblemática y redondeada montaña madrileña (como bien indica su nombre). Pronto se convertiría en la pista escaparate de la estación por su anchura y escasa dificultad, propia de las pistas azules, facilitando de este modo la tran- Los primeros profesores con que contaba la estación. sición de los esquiadores desde las zonas verdes. Durante los años 1976 y 1977 se instalaron varios remontes con un gran esfuerzo económico. Uno de ellos, el telesilla biplaza del Arroyo, fue de hecho fundamental para aumentar la capacidad de transporte del creciente número de visitantes. Supuso además un vínculo con las pistas altas y la cafetería de pistas. Por otro lado, este remonte resultó la piedra angular de los esquiadores principiantes que tenían dificultades con los telesquíes. El otro biplaza, el telesilla del Collado, aunque orientado a usuarios de mayor experiencia, resulta el escalón perfecto para el siguiente nivel por su escasa dificultad, al menos en la pista azul del tubo Collado. En 1977 quedaron finalizados los telesquíes de percha doble Valdemartín I y II. El primero de ellos (el I) era la versión larga, que abarcaba mayor superficie esquiable y daba acceso a pistas rojas. Una vez en la cumbre del cerro de Valdemartín resultan admirables las vistas, las cuales son sin duda de las mejores de la Comunidad de Madrid. En días despejados se puede contemplar la meseta madrileña por un lado y la segoviana por otro, así como sus ciudades, pueblos y pantanos correspondientes, con la siempre imponente presencia de Peñalara, que es uno de los picos más altos de la Cordillera Central. También en este mismo año se adquirió la primera máquina pisanieves dotada de pala delantera, que permitiría por primera vez mover nieve por la montaña, sustituyendo el trabajo de pico y pala empleado hasta entonces para acondicionar plataformas y accesos. En la primavera del año 1978 Valdesquí sufrió un grave percance. La cafetería de madera ardió hasta sus cimientos y como consecuencia de este incendio se perdieron también los grupos electrógenos que abastecía de electricidad la zona baja. Este hecho supuso un duro golpe, no solo económico sino también moral. Rápidamente se construyó un nuevo edificio, que quedó 9 • Valdesquí 70 finalizado tan sólo parcialmente en octubre de ese mismo año, pero que permitió abrir a tiempo para la temporada 78-79. Respecto a las edificaciones, cabe señalar que a raíz de aquel suceso se han empleado en Valdesquí métodos tradicionales de construcción en lugar de estructuras de madera, así como frecuentes revestimientos en piedra. Estos forman parte en la actualidad también de taludes, casetas y cerramientos, aportando un estilo característico, afín con la arquitectura tradicional basada en la piedra propia de los pueblos de la zona. A finales de la década de los 70 y principios de los 80, poniendo fin a un periodo de muchos años fríos, se encadenaron varias temporadas de meteorología muy adversa Incendio del edificio en 1978. Valdesquí • 10 Las antiguas máquinas PistenBully. para el esquí. Las precipitaciones se producían con mayor frecuencia en forma de lluvia, arruinando la nieve y empeorando su calidad. Fueron años difíciles, especialmente porque llegaron seguidos, pero afortunadamente se pudieron superar. Dejaron, eso si, una profunda huella que serviría como punto de referencia y cautela de ahí en adelante. Estos son a grandes rasgos los inicios de Valdesquí, que hoy día se recuerdan con asombro e incluso nostalgia por los que participaron en ellos. Pero dada la naturaleza de esta actividad dependiente del clima del Sistema Central, y el hecho de que desde aquel entonces hasta el presente año sólo se ha contado con capital privado excluyéndose toda ayuda pública, cualquier grave error que hubiese derivado en un falta de cobertura económica a la hora de afrontar gastos e imprevistos pudo ser fatal para la empresa La década de los 80 Telesquí Bola del Mundo en los años 80. A Telesquí Peña del Aguila en los años 80. comienzos de los años 80 el clima no fue nada propicio y Valdesquí sufrió las consecuencias. Fue necesario tomar medidas urgentes para paliar esta situación. Se instalaron girondas o paravientos (vallas de palos sujetos con alambres y asegurados al terreno por una estructura metálica) que se colocan generalmente a ambos lados de las pistas, a veces incluso en la parte central. Su función principal consiste en hacer de barrera frente a los vientos que desplazan la nieve, quedando ésta almacenada a lo largo de las mismas. La nieve acumulada en las girondas es repartida y compactada por las pistas mediante las máquinas pisanieves. Esta forma de trabajar la nieve ha permitido desde entonces, a pesar de su elevado coste, estirar cada vez más la duración de las temporadas. La moderna maquinaria ha hecho posible igualmente mejorar la calidad de la nieve dura y difícil, haciendo además menos pe- ligrosas y más fácilmente transitables las áreas con placas de hielo. En cuanto a los remontes, en el año 1985 quedó finalizado el telesilla del Tubo, el cual era también biplaza y estructuralmente muy parecido a los dos anteriores instalados con anterioridad. En esta década las afluencias de público fueron aumentando progresivamente Esta tendencia ascendente, marcada siempre por las fluctuaciones de las distintas campañas invernales, fue manteniéndose también durante los años 90. Cerramientos de la zona de debutantes a finales de los 80. 11 • Valdesquí De los 90 en adelante L Las colas de principios de los 90. as temporadas se fueron sucediendo con una alternancia impredecible. Como prueba de ello destacan la temporada 94/95, en la que no hubo ningún día de actividad, y en cambio durante la siguiente temporada 95/96 llegaron a acumularse espesores de hasta 12 metros de nieve, dejando los edificios y otras instalaciones enterradas parcial o totalmente. Además, el posterior clima soleado favoreció que se llenara el parking a diario varias semanas seguidas. El creciente aumento de público llevó a Valdesquí a instalar nuevos remontes para evitar, en lo posible, largas esperas. Para ello se tuvieron que pedir las licencias correspondientes, que tardaron muchos años en llegar. Valdesquí • 12 Paulatinamente llegaron nuevos remontes: el telesilla cuatriplaza Pepe Arias (el nombre de este remonte hace honor a uno de los pioneros del esquí en España), el telesilla triplaza de la Fuente, de características estructurales y estéticas similares al anterior, y por último, el telesquí del Piornal. Años más tarde se hizo otra importante sustitución: le llegó el turno a los telesquíes de percha doble de la pista “escaparate” de Valdesquí, la Bola del Mundo. Un nuevo telesilla cuatriplaza permitió eliminar una serie de viejos equipos, ganándose considerablemente en comodidad, espacio y estética. Los telesquíes Peña del Águila, Loma del Noruego y Valdemartín I y II (versión corta y larga), también fueron sustituidos por sofisticados medios mecánicos dotados de un sistema más adecuado y cómodo de percha individual. Otras novedades, como la incorporación de tapices mecánicos en los telesillas Pepe Arias y Bola del Mundo mejoraron la seguridad y eficacia de estos remontes al facilitar el embarque en la silla. También a partir de los 90 se fueron ampliando y balizando las pistas que aún quedaban por aprovecharse en el área esquiable de Valdesquí. Esto no descarta el que muchos aficionados prefieran transitar fuera de pista, aunque no es recomendable, y en ciertos días es incluso totalmente desaconsejable por el peligro que reviste. Fiel a su función como escuela de iniciación en el esquí, Valdesquí ha cuidado al máximo su área de debutantes, instalando modernas cintas transportadoras y un carrusel para los más pequeños. La zona del alquiler fue ampliándose progresivamente manteniendo en todo momento un alto nivel en cuanto al material más novedoso de esquí y snow. Estas mejoras han ido encaminadas a satisfacer una demanda cambiante por parte del público. Las máquinas del taller de reparaciones permiten actuar frente al gran desgaste que sufre el material, especialmente las tablas de snow. Ello se traduce directamente en un aumento de la seguridad del esquiador a la hora de transitar por placas de hielo y nieve dura. A partir del año 2000 se permitió en Valdesquí el uso del snowboard, reclamado por sus cada día más numerosos y entusiastas seguidores, principalmente jóvenes. En la cafetería de la zona baja, llamada también Bar 1800, se habilitó un amplio y acogedor espacio situado en la 2ª planta, bautizado como “la Pausa”, hasta la fecha zona de descanso y reunión, principalmente de los niños de los numerosos clubs que afluyen a la estación. Los cerramientos y taludes son necesarios, pero estos han sido mejorados a nivel visual y no se ha escatimado esfuerzo para modificarlos completa o parcialmente. Para lograr una armonía con el entorno se han empleado piedras y tonos de pintura que mimetizan con el. Nuestras instalaciones de cañones, aunque relativamente sencillas, permiten mantener la zona baja en buenas condiciones, dado que se han situado en sitios muy estratégicos. Su nieve contribuye significativamente a alargar las temporadas. Existen fundadas razones que desaconsejan innivar de forma artificial las pistas altas, que están expuestas a fuertes vientos. En estas zonas elevadas, la nieve caída de forma natural siempre es el factor determinante. Valdesquí tampoco ha sido ajena a la introducción de las modernas tecnologías aplicables a las comunicaciones y la informática, pasando por la venta de abonos y la página web en su versión adaptada a pc y móvil, así como webcams que permiten visualizar las pistas en tiempo real. Ahora bien, las condiciones que afectan a la estación son muy cambiantes. Esto conlleva la modificación de precios en relación con el dominio esquiable en un día en concreto, e igualmente puede ocurrir que 90 Vista desde la silla del telesilla Pepe Arias. la estación no pueda abrirse al público por meteorología adversa. Estas y otras particularidades dificultan la venta de abonos con antelación. En cualquier caso, ofrecemos una información bastante completa en nuestra página web o a través de nuestro teléfono blanco 902 886 446. Se han adquirido sucesivos modelos de pisanieves, dando lugar a mejoras de efectividad y trabajo en pistas. La última adquisición ha sido una pisanieves de última generación de 500 CV dotada de winch, que es un cable remolcador. Asistida la máquina con este cable, desarrolla la fuerza suficiente para empujar enormes cantidades de nieve, incluso de calidad húmeda y pesada, y posibilita un mejor acabado y duración de las pistas. Para finalizar, hay que mencionar las motos de nieve y los camiones con cuña de la empresa, cuyo uso resulta fundamental en temporada. En definitiva, todos estos capítulos han supuesto en conjunto una elevada cuantía en inversiones y mantenimiento. Pero todas las mejoras se han introducido en el espacio de varios años, y siguiendo fielmente la política de cautela, cuya validez ha sido contrastada a lo largo de las cuatro décadas de funcionamiento de Valdesquí. Zona de debutantes. 13 • Valdesquí Sol y nieve en Valdesquí. El funcionamiento de la estación, o cómo dominar una montaña rusa A lgunos aspectos de este apartado constituyen seguramente esquemas y procedimientos de trabajo comunes en otras estaciones, de manera que poco tendrán de sorprendentes para los operarios habituados a trabajar en ellas, al menos en ambientes de clima parecido. Pero este apartado se dirige principalmente a nuestro público, para que pueda disponer de información acerca de las particularidades que afectan este entorno, así como de los métodos empleados para confrontarlas. Valdesquí • 14 La sociedad Estación Alpina de Cotos S.A. es la propietaria y gestora de la estación desde su inicio, incluyendo todo el conjunto de elementos que componen Valdesquí, desde los remontes, pistas y maquinaria, hasta los bares, el alquiler y la escuela. La toma de decisiones centralizada ha permitido una buena coordinación y un aceptable desarrollo dentro del marco existente. El personal fijo de la estación ha cambiado con los años, pero siempre ha existido una gran dedicación por su parte. La plantilla actual posee un alto nivel de cualificación, y algunos de sus componentes llevan décadas en la empresa. También los trabajadores eventuales forman ya un grupo que cuenta con numerosos veteranos, cuyo modo de vida está asociado al medio natural. Para conocer el modo en que se suceden las temporadas invernales en Valdesquí, así como la forma en que el personal consigue adaptarse al ritmo de trabajo que requiere la estación, es preciso conocer algunos factores: uno de ellos y de capital importancia es naturalmente el clima en la Cordillera Central, y concretamente en la parte que nos afecta. Las nevadas en Valdesquí a menudo alternan con lluvias y nieblas húmedas que pueden resultar desastrosas. La brusca oscilación de las temperaturas puede originar “blandura” generalizada de las pistas. Y nuevamente su posterior bajada provoca la aparición de hielo por doquier. El agua precipitada sobre la estación puede hacerlo en forma de nieve, después de lluvia o aguanieve o viceversa. Muchos días las nieblas persistentes empeoran notablemente la visibilidad y provocan, especialmente tras una reciente nevada, una especie de “ceguera blanca”, que impide incluso la realización de trabajos sencillos. Naturalmente también disfrutamos de periodos relativamente largos de frío, sol y calma, marcados por la influencia de anticiclones. Pero esta variabilidad del clima es una característica básica de las condiciones que afectan a Valdesquí. Hay que hacer mención especial al viento, y para el público resultaría sorprendente el grado de intensidad con el que puede actuar en determinados días sobre las instalaciones, especialmente en las cumbres. El peligroso trabajo de retirar el manguito. La combinación de ciertos niveles de humedad ambiental que puede presentarse conjuntamente con precipitaciones, las bajas temperaturas, y el frecuente concurso del viento producen un fenómeno muy habitual en este paraje: el manguito. Se denominan así diversas formaciones de hielo o nieve de distintas calidades acumuladas alrededor de remontes u otros elementos, artificiales o no. Desde el manguito compuesto por el hielo más húmedo y problemático, hasta el más frío y menos perjudicial. Estas formaciones de hielo dificultan y ralentizan enormemente la puesta en funcionamiento de los remontes en determinados días, y son un reto psicológico y práctico para el personal encargado de retirarlo en condiciones muy duras. Es inevitable que algunas ventiscas lleguen a ser tan agresivas que obligan en ocasiones a cerrar por completo la estación durante días, con independencia del espesor de nieve del que se disponga. Esto obviamente causa numerosas molestias a los clientes y perjudica la imagen de la empresa. Pero esta actuación se basa en la obligada observación del margen de seguridad establecido, y permite a día de hoy no tener que lamentar ningún percance de esta índole en el que se viera perjudicada la integridad física de los clientes. El paso de estos frentes deja tras de sí un panorama único: remontes envueltos por completo en el citado manguito, dibujando formas tan espectaculares como nocivas. Con frecuencia resultan descarrilados los cables de algunos remontes. También en las pistas y plataformas la nieve queda desigualmente repartida, las girondas y taludes acumulan verdaderas murallas de nieve y tanto los aparcamientos como los accesos por carretera requieren de trabajos de limpieza. Manguito en forma de punta de lanza. 15 • Valdesquí El funcionamiento de la estación, o cómo dominar una montaña rusa Máquina pisanieves metiendo nieve en la pista de La Bola. La eliminación del hielo adherido a las instalaciones es un trabajo arduo y que presenta diversos riesgos. Posteriormente se revisa y prueba cada instalación, dejándola un buen rato funcionando antes de que llegue el público. Como consecuencia de estas ventiscas, las máquinas pisanieves para hacer transitables las pistas tienen que lidiar con ventisqueros de nieve que alcanzan incluso varios metros de altura. Los periodos de clima apacible constituyen una necesaria y tranquilizadora “monotonía”. Generan además un rápido aumento de la afluencia de público, incluso en días de diario. El súbito aumento del volumen de público suele constituir igualmente un reto para el personal de Valdesquí, que pone su mejor voluntad y profesionalidad al servicio de los clientes, salvo excepciones que no constituyen la norma. Prestar ayuda en los embarques y llegadas de los remontes a los clientes que lo necesitan es completamente habitual, por más veces que el público se caiga. Valdesquí • 16 Hasta la fecha, Valdesquí ha sido un entorno muy seguro para la práctica de los deportes invernales. Eso sí, siempre que los usuarios no se alejen de los límites del valle. El público en general puede recorrer este área sin riesgo de despeñamientos, aludes o pistas de muy fuerte inclinación. Ningún esquiador o usuario de tabla de snow ha sufrido hasta la fecha ningún accidente fatal dentro de nuestras pistas balizadas. Los profesores de nuestra Escuela Española de Esquí y Snow disponen de un entorno que facilita el aprendizaje de sus alumnos. Además, conocen a la perfección las necesidades del público principiante, mayoritario en Valdesquí. Derrochan paciencia y entrega enseñando a los niños o adultos más cautelosos o menos “lanzados”. Todavía en algún día festivo se pueden producir aglomeraciones de público en diversos puntos de la estación, principalmente en la zona de debutantes, que pierden el equilibrio con facilidad, aunque apenas se dan cuando las condiciones permiten abrir la mayoría de las instalaciones. Nada tienen que ver las colas actuales con aquellas de finales de los 80 y principios de los 90. Para finalizar, hay que hacer mención a los abundantes trabajos de fuera de temporada. Las instalaciones y en especial los telesillas, son sometidos a diversas revisiones y pruebas que garantizan su seguridad. También la maquinaria requiere su correspondiente supervisión, al igual que el material del alquiler. Las girondas y paravientos de las pistas quedan marcados por los fuertes vientos, y obligan igualmente cada año a un laborioso mantenimiento. Y naturalmente, todas las reformas y novedades se introducen durante este periodo del año, nunca en plena temporada. El precio del forfait de Valdesquí resulta comparativamente alto en relación a algunas estaciones de otras cordilleras españolas. Y obviamente sería absurda cualquier comparación con las estaciones gigantes de los Alpes, algunas de las cuales ofrecen superficies esquiables de varios cientos de kilómetros, con una calidad de la nieve y desniveles propios de esas latitudes. Pero es el precio que permite cada temporada la explotación privada de la estación, sin que se tenga que recurrir a fuentes de financiación externas de ningún tipo. Hace sostenible las pérdidas que producen las irregularidades de las distintas campañas, la muy limitada capacidad del aparcamiento y el elevado gasto de explotación que exige la actividad en este medio. Consideraciones medioambientales respecto a Valdesquí N o puede negarse lo evidente. Valdesquí como estación invernal que es, supone una alteración del paisaje primigenio. Pero la cuestión siempre reside en como se han producido dichas alteraciones y si el objeto y utilidad pública de las mismas las justifica. Esta cuestión se puede ver desde todos los puntos de vista. Pero dichas alteraciones pueden considerarse razonables y en absoluto excesivas. Valdesquí • 18 Los edificios que componen la estación son escasos. Y tanto su discreto tamaño como los materiales empleados en sus acabados les permiter armonizar con el paisaje. Muy distinto sería si se hubiese urbanizado la zona con objeto de albergar plazas hoteleras o bloques de apartamentos y sus consiguientes infraestructuras asociadas. Es inevitable un cierto impacto visual producido por las instalaciones, pero el valle continúa bastante inalterado y es un lugar donde se puede disfrutar perfectamente de la montaña. La erosión producida en temporada por el tránsito continuo de usuarios y maquinaria por las pistas, apenas deja huella. Precisamente la nieve amortigua por completo este impacto. Fuera de temporada no se producen competiciones o eventos que puedan dañar el terreno. Y los operarios que mantienen las instalaciones emplean con respeto escasos vehículos y máquinas. El arbusto autóctono de la zona, llamado piorno, es un arbusto leñoso que sujeta el terreno. Su presencia beneficia y se respeta, y su desbrozo se limita a la época posterior a su floración, lo cual facilita su regeneración. A menudo se procede a revegetar aquellas áreas que pueden requerirlo, precisamente porque un manto vegetal sobre la tierra es un completo beneficio de cara a la duración de la nieve. Naturalmente se han retirado piedras con los años, pero las zonas por donde discurren las pistas nunca fueron especialmente rocosas. Los canchos del área de Valdesquí permanecen intactos. Además, nunca ha sido necesario eliminar un bosque autóctono para hacer transita- bles las pistas de Valdesquí, dada la escasez de árboles en sus cotas, situadas a partir de 1860 metros. Ciertamente esto sí fue necesario durante la construcción de la carretera. Pero ésta se proyectó y construyó antes de la creación de Valdesquí. No fue la existencia de la estación la que la motivó. Aunque obviamente la empresa se pudo beneficiar de ella. En cuanto a la gestión de residuos y la depuración de las aguas, se llevan a cabo siguiendo los más estrictos protocolos establecidos legalmente. Afortunadamente se observa una evolución positiva en el comportamiento del público en relación con los residuos y basuras arrojadas al medio, fruto de una conciencia medioambiental creciente. Aún así, en temporada y al finalizar ésta es necesario que el personal de la estación se encargue de recoger los desperdicios esparcidos por el entorno. No hay más que darse una vuelta por el lugar para comprobar la limpieza con la que queda la zona. Valdesquí es la primera interesada en cuidar y defender su entorno natural, y no supone una amenaza ni para el medio ambiente, ni para el paisaje en que se desenvuelve. Y mucho menos al no haberse superado la extensión de la estación, fuera de los márgenes del valle. Floración del piorno durante la primavera. 19 • Valdesquí Vista del parking desde la pista de la Peña del Aguila. El futuro de la nieve que más personas disfrutan en Madrid. El futuro de Valdesquí H an existido y existen ideas que se han barajado respecto a posibles expansiones de esta explotación invernal, en lo que a superficie esquiable se refiere. Por una parte, en la década de los 70 se planteó la posibilidad de extender el dominio de Valdesquí hacia la vertiente sur, donde está situado el Ventisquero de la Condesa y cuyo terreno pertenece a Estación Alpina de Cotos. Pero su orientación no resulta nada favorable respecto a las nie- Valdesquí • 20 ves, y el asunto no quedó en más que un simple anteproyecto. También existen desde hace más de dos décadas interesantes proyectos respecto a la unión del actual Valle del Noruego, dónde se asienta Valdesquí, con el Valle de las Cerradillas. El Valle de las Cerradillas supondría una considerablemente ganancia en superficie esquiable. Además esta zona está más protegida frente a los fuertes vientos, si bien sus pistas potenciales serían casi exclusivamente para expertos. Pero dentro del marco actual este proyecto es del todo improbable. También se ha propuesto una posible unión con la estación de Navacerrada. En su disconformidad con dicha sugerencia, Estación Alpina de Cotos S.A presentó el día 13 de octubre de 2010 las siguientes alegaciones que aquí se detallan: Para empezar, la hipotética unión tendría que realizarse en plena cumbre y superando una distancia de nada menos que 800 metros. En Valdesquí, como ha sido sitio aún más propicio a los accidentes. Esto obligaría tanto a señalizar profusamente la zona como a impedir que el público se aleje y se descalabre. En una estación como Valdesquí, donde la afluencia de niños es tan elevada, basta con imaginarse el panorama de inseguridad que se pudiera producir. Es cierto que si parte del público accede a Valdesquí aparcando sus vehículos en el puerto de Navacerrada ahorran unos kilómetros. Ahora bien, los telesillas Bola del Mundo y Tubo son los únicos que pueden emplearse para evacuar al público. En caso de que un fuerte viento obligue a cerrar estas instalaciones, no sería posible dicha evacuación desde Valdesquí, con el consiguiente caos resultante. Cañón innivando antes de las primeras nevadas. indicado en este monográfico, el viento y el manguito causan verdaderas dificultades. Pero estas aún se quedarían cortas en caso de que un remonte convencional discurra totalmente por la cumbre. Por tanto, pocos días podría funcionar, por lo que sería de poca utilidad. Existen cintas cubiertas para el transporte de personas y adaptadas a las estaciones invernales. Pero la longitud de esta clase de instalación produciría un impacto visual en la Bola del Mundo que pocos aceptarían. Por no mencionar que se trata de una de las áreas de la Comunidad de Madrid más transitadas por los aficionados a la montaña. Además del hielo y el viento, las persistentes y habituales nieblas junto con las fuertes pendientes cercanas harían del lugar un Excursión con raquetas por los alrededores de Valdesquí. Una apacible jornada de esquí en Valdesquí. Además, muchos vehículos dejarían de bajar en dirección a Rascafría con el consiguiente perjuicio a los pueblos de la zona, y se saturaría aún más en los festivos la carretera que comunica Madrid y Segovia a través del puerto. En cualquiera de las actuaciones mencionadas, el grito se pondría por las nubes y es comprensible. La sierra de Guadarrama está rodeada en proximidad por millones de personas con muy diversos puntos de vista acerca de los usos que pueden tolerarse y los que no. Por desgracia resultan prácticamente inevitables, por tanto, las tensiones y conflictos de intereses. 21 • Valdesquí Conclusiones finales A esta empresa no le interesan de momento esta clase de proyectos de expansión. Independientemente de que tengan sentido o por el contrario sean absurdos, que fuesen viables a nivel económico o por el contrario resultasen un fiasco. Además, el Proyecto de Ley que establece el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, si bien excluye Valdesquí de su ámbito, hace que la estación quede rodeada en su mayor parte por terrenos incluidos en un área de máxima protección, y que por lo tanto no sea posible legalmente ninguna ampliación futura de la estación de esquí. Junto a estas razones legales, cualquiera de estas ampliaciones supondría el arries- Valdesquí • 22 gar capitales que podrían comprometer la propia viabilidad de la estación. De todos modos, es una realidad el que Valdesquí ha hecho posible durante más de 40 años el aprendizaje y la práctica de deportes invernales a miles de personas, de forma sencilla y con escaso riesgo, en un marco seguro y controlado. Ha facilitado esta práctica de un modo asequible, dado que es perfectamente factible subir y bajar en el mismo día, quedando la cuestión del alojamiento en las cercanías tan solo como una opción para aquellos que la prefieran. Permite además apreciar y disfrutar estas montañas y los singulares paisajes que ofrecen sus cumbres, lo cual de otro modo quedaría desaprovechado. Genera también un beneficio sobre los pueblos de los alrededores, cuya actividad se resiente si la temporada invernal no es buena. Y todo ello sin haber alterado en su esencia el hábitat del valle. Valdesquí ha sido desde sus orígenes una empresa dedicada al ocio, a la práctica del deporte y a la diversión. Este es el objetivo con el que pretende continuar muchos años, con la ilusión puesta en sumar a su trayectoria algunas décadas más.