Mercados & Estrategias Carlos Saccone No hay que irse tan lejos En Brasil existen casos como los del Banco do Brasil, Petrobras y Eletrobras en los cuales el estado mantiene el control pero sus acciones co- Análisis Empresas… ¿públicas? Cuántas veces por día vemos propagandas con leyendas tales como “La empresa de los uruguayos”, “La empresa de todos”, “Tu compañía”, entre otras. Al ver estos anuncios muchos nos preguntamos: si son nuestras , ¿por qué es que no tenemos voz ni voto? ¿Por qué SOMOS simples “tomadores de precios”? ¿Son nuestras? Veremos a continuación las diferencias que existen entre las empresas que deciden volverse públicas de Estados Unidos y las empresas públicas de Uruguay. Con algunos notorios beneficios para el conjunto de la sociedad que tienen aquéllas sobre las nuestras. Escribe: Cr. Carlos Saccone carlos.sacconedeambrosis@hsbc.com.uy E n Estados Unidos las compañías nacen con el objetivo de crecer. Y crecen todo lo que pueden. Algunas quedan por el camino (se funden), otras sobreviven pero dejan de crecer por determinadas circunstancias. Las menos, llegan a buscar inversores en la Bolsa de Valores. Así, los accionistas originales pierden parte del control, dado que se diluye la propiedad accionaria, a cambio de darle la oportunidad a la corporación de seguir creciendo. De esta forma, las empresas aumentan sus negocios, sus ventas, 28 la cantidad de empleados y, en definitiva, aumentan el beneficio para la sociedad en su conjunto al continuar generando valor. En el país del norte, cuando una empresa llega a la instancia de captar accionistas para obtener recursos, identifica este momento como “volverse pública” (to go public). O sea, que se asocia el acudir al mercado con que la compañía se convierta en “pública”. Absolutamente razonable. A través de este proceso, una empresa privada se convierte en pública. Antes la empresa era propiedad exclusiva de tres o cuatro personas. Ahora miles de personas podrán comprar sus acciones libremente. De la misma forma, se verán beneficiados si a la empresa le va bien y paga dividendos, o perjudicados si le va mal. Tendrán derecho a voto en las asambleas de accionistas, evaluando la estrategia de la compañía, podrán remover un director si surgen las mayorías necesarias, entre otros aspectos. De esta forma, la empresa es pública porque es propiedad de muchas personas y otras tantas pueden entrar o salir de la empresa comprando y vendiendo sus acciones (título que tiene la función legal de representar la propiedad). La empresa “pública” de los Estados Unidos entonces sabe, o sea sus gerentes y directores son conscientes, que estarán bajo el escrutinio permanente de sus propietarios. Centenares o miles de personas, que pueden acudir a una reunión a través de representantes y simplemente removerlos de sus cargos. O decidir que la empresa debe ser vendida, por ejemplo. Por lo expuesto, el lector notará que es un sistema eficiente en el cual existe un conjunto de beneficios emergentes, que detallo a continuación: 1) Empresa con deseos de crecimiento se financia sin endeudarse. Fundamental, la acción no es una obligación, sino que es un derecho. La empresa no compromete así su futuro en caso que le vaya mal, sino que otorga el derecho a participar de sus beneficios cuando le vaya bien. En tanto existan participantes del mercado con apetito por financiar estas operaciones, para la empresa es mucho mejor así. 2) El público realmente puede ejercer un contralor sobre la actividad de la empresa. Tanto por lo que hace como por lo que deja de hacer. Puede exigir cambios, demandar resultados y, como vimos, hasta remover directores. 3) Ofrecen alternativas de ahorro de largo plazo a los habitantes de su país. Visto desde una perspectiva, se financia el crecimiento. Visto desde la otra perspectiva -la del inversor-, lo que se hace es darle a la gente una alternativa de ahorro de largo plazo de forma de poder colocar en algo más que un triste plazo fijo. 4) Se obliga a una mayor transparencia. Las exigencias de las Bolsas de Valores en los países desarrollados cumplen estándares muy altos en cuanto a por ejemplo publicación de resultados, hechos relevantes, operaciones de “insiders”, etc. Esto da garantías al inversor, aquel que financia el crecimiento. En Uruguay existe una eterna deuda con el desarrollo y parte de ella se subsanaría promoviendo y desarrollando la actividad del mercado de valores. Desa- 1 tizan en la Bolsa de Valores. En Argentina, la recientemente expropiada YPF también es una empresa con cotización pública. De esta forma, fortunadamente, son muy pocas las empresas con cotización en nuestra Bolsa. Entiendo que Desafortunadamente, son muy pocas las empresas con cotización en nuestra Bolsa. Dos factores juegan en contra: la falta de educación financiera y la falta de empresas referentes de gran porte que coticen en la Bolsa. esto se debe a dos factores. El primero de ellos es la educación financiera. No existe cultura financiera en nuestro país, no hay información y el tema se trata como algo muy distante en nuestras universidades y posgrados. Afortunadamente -y para aplaudir-, el Banco Central del Uruguay ha comenzado con iniciativas de educación financiera inclusive desde la escuela1. Sin duda, es el camino. Creo que es una iniciativa que apuesta al largo plazo y que argentinos y brasileños pueden comprar libremente sus acciones como forma de inversión – ahorro. Referencias útiles a tener en cuenta. inteligentemente recurre a las personas en sus primeros años de vida. La segunda razón es que no hay empresas referentes de gran porte que coticen en la Bolsa. Esto se debe a que no hay este tipo de empresas en Uruguay; salvo las “públicas”. Con la liquidez que existe en la actualidad, no me cabe la menor duda que una salida a la Bolsa, en lugar de emitir fideicomisos u obligaciones, sería un éxito sin precedentes en nuestro mercado, además de todos los beneficios previamente mencionados. Si se consolidara el camino de la educación financiera y, simultáneamente, las empresas “públicas” uruguayas decidieran acudir al mercado para financiar su crecimiento emitiendo acciones, no queda la menor duda que varias empresas privadas más seguirían este camino. Y así, en lugar de pedir créditos y obligarse legalmente a un repago, podrían crecer con una promesa de distribución de beneficios. Naturalmente, para que se dé un proceso así, debe existir la llamada “voluntad política”. Existen muchos obstáculos para comenzar un proceso así que, efectivamente, consiste Carlos Saccone es el responsable por el asesoramiento financiero e inversiones en Banca Persona de HSBC. Contador Público de profesión, se desempeña en la industria de servicios financieros de nuestro país desde 1997. Es académico de número de la Academia Nacional de Economía y posee la licencia Series 65 de uno de los organismos reguladores del mercado de valores de EEUU. (FINRA). Actualmente cursa el MBA del IEEM, la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo. en la privatización parcial de nuestras empresas públicas, que volvería mucho más eficiente y desarrollado a nuestro país. Por supuesto que, por ejemplo, y entre otros aspectos, las empresas públicas no podrían seguir siendo una variable de ajuste de la inflación en última instancia… Solo espero que no tenga razón el Dr. Julio María Sanguinetti, cuando le dijo a Ignacio de Posadas: “Solo dos inmaduros como Jorge Batlle y Luis Alberto Lacalle creen que se puede cambiar Uruguay” 2. www.bcueduca.gub.uy -¿El Estado no cambia más? -En la última Rendición de Cuentas nos venían aumentando el gasto. Le dije a (Luis Alberto) Lacalle, “voy a ir a ver a (Julio) Sanguinetti” porque es un crimen lo que están haciendo. Lacalle me dijo “no vaya” y yo dije “voy a ir igual”. Le dije a Sanguinetti “no haga esto”. Nosotros veníamos con superávit y en 1994, pumba, para abajo. Me dijo 2 una cosa que nunca me voy a olvidar: “Solo dos inmaduros como Jorge Batlle y Luis Alberto Lacalle creen que se puede cambiar Uruguay”. Pero muchas cosas se cambiaron en el gobierno de Lacalle, como la apertura comercial, que creo fue de las más relevantes. Publicado por el diario El País en entrevista de Juan Pablo Correa a Ignacio de Posadas en ocasión de la presentación de su libro “Desde la pluma”. Edición del 31-08-2013 29