Jorge Cuvier Estableció la disciplina científica de la estratigrafía. Georges Léopold Chrétien Frédéric Dagobert Cuvier (también llevó el apodo de Chrétien) barón de Cuvier (Montbéliard, Francia, 23 de agosto de 1769 – París, Francia, 13 de mayo de 1832) fue un naturalista francés. Fue el primer gran promotor de la anatomía comparada y de la paleontología. Ocupó diferentes puestos de importancia en la educación nacional francesa en la época de Napoleón y tras la restauración de los Borbones. Fue nombrado profesor de anatomía comparada del Museo Nacional de Historia Natural de Francia, en París. Partiendo de su concepción funcional del organismo, Cuvier investigó la permanencia de las grandes funciones fisiológicas en la diversidad de las especies. Este "principio de correlación" actuaba como hilo conductor tanto de la anatomía comparada como de la paleontología. Así señalaba Cuvier- la depredación implica un cierto tipo de dentición, un tubo digestivo capaz de asimilar la carne y miembros que permitan una locomoción adaptada a esa dieta. Cuvier fue el primer naturalista en clasificar el reino animal desde el punto de vista estructural o morfológico que, no obstante, estaba completamente subordinado a la función. Su obra más importante fue el Regne animal distribué d'après son organisation ("Reino animal distribuido a partir de su organización") que apareció en cuatro volúmenes en su primera edición en 1817 y en cinco a partir de la segunda edición (1829-1830). Cuvier defendió el principio según el cual, teniendo en cuenta los datos proporcionados por la anatomía comparada, los animales debían ser agrupados en cuatro planes estructurales de organización (embranchements): vertebrados, moluscos, articulados y radiados. Cada uno de estos grupos se definía por una disposición particular de los sistemas esenciales, entre los cuales se encontraban, fundamentalmente, los núcleos vitales, a saber, el cerebro y el aparato circulatorio. El resto de los órganos puede variar dentro de cada plan corporal, siempre respetando el principio de correlación. Cuvier se oponía radicalmente al gradualismo, por lo que estos planes eran considerados irreductibles entre sí. Tanto su funcionalismo como su defensa de esta irreductibilidad le condujeron a una célebre polémica con Geoffroy Saint-Hilaire. Cuvier jugó un papel crucial en el desarrollo de la paleontología. Gracias a su principio de correlación fue capaz de reconstruir los esqueletos completos de animales fósiles. Cuvier colaboró en el estudio de capas con Alexandre Brongniart y con William Smith en el mismo período, concluyendo en ambos casos que las capas habían sido establecidas durante un período prolongado durante el cual claramente hubo un principio de sucesión faunística, estableciéndose así la disciplina científica de estratigrafía. Partiendo de sus observaciones paleontológicas, Cuvier elaboró una historia de la Tierra fundamentada en el fijismo y el catastrofismo. Así, concibió la historia geológica como una historia puntuada por revoluciones o catástrofes. En tales períodos se habría producido la extinción de las especies hasta entonces existentes y su sustitución por otras. Estas nuevas especies procederían de otras regiones del planeta que se habrían salvado de la catástrofe. Así explicaba Cuvier los vacíos estratigráficos del registro fósil, que no parecían permitir la inferencia de una continuidad de las formas orgánicas. Desde la perspectiva del catastrofismo, la edad de la Tierra no necesitaba ser excesivamente prolongada. De ahí que Cuvier abogara por sólo 6.000 años de antigüedad, lo que le enfrentó a Charles Lyell, cuyo gradualismo requería millones de años. Esta defensa de la constancia de las especies y su oposición al gradualismo enfrentaron a Cuvier con la corriente transformista iniciada por Buffon y desarrollada ampliamente por Lamarck. En un documento de 1798 sobre los restos fósiles de un animal encontrado en yeso en canteras cerca París, Cuvier escribió asi: Hoy la anatomía comparativa ha llegado a tal punto de perfección que, después de inspeccionar un solo hueso, uno puede determinar a menudo la clase y a veces incluso el género del animal al que pertenecía, sobre todo si ese hueso pertenecía a la cabeza o las extremidades. Esto es porque el número, dirección y forma de los huesos que componen cada parte del cuerpo de un animal son siempre en una relación necesaria a todas las otras partes, de tal manera que, hasta cierto punto — uno puede deducir la totalidad de cualquiera de ellos y viceversa. Esta idea se refiere a veces como el "Principio de Cuvier de correlación de las partes" y el concepto es central en la anatomía comparada y la paleontología. _________________________________________________ Rodolfo Virchow Padre de la patología moderna Rudolf Ludwig Karl Virchow (13 de octubre de 1821, Schivelbein, Pomerania, Prusia - 5 de septiembre de 1902, Berlín) fue un médico y político alemán. A menudo es considerado "padre de la patología moderna" porque su trabajo ayudó a refutar la antigua creencia de humorismo. También es considerado uno de los fundadores de la medicina social y fue pionero del concepto moderno del proceso patológico al presentar su teoría celular, en la que explicaba los efectos de las enfermedades en los órganos y tejidos del cuerpo, enfatizando que las enfermedades surgen no en los órganos o tejidos en general, sino de forma primaria en células individuales. Asimismo, acuñó el término omnis cellula ex cellula (toda célula proviene de otra célula). En 1861 fue elegido miembro extranjero de la Royal Swedish Academy of Sciences y en 1892 le fue concedida la Medalla Copleyde la Royal Society. Fue nominado al Premio Nobel de Medicina en tres ocasiones. Actualmente la Sociedad para la Antropología Médica Society for Medical Anthropology otorga el Premio Anual Rudolf Virchow (Rudolf Virchow Award). En 1848 demostró la falsedad en la creencia de que la flebitis (inflamación de las venas) causa la mayoría de las enfermedades. Demostró que “masas” en los vasos sanguíneos son el resultado de una trombosis (término acuñado por él) y que porciones de trombos se pueden desintegrar para formar émbolos (igualmente es su término). Un émbolo libre en la circulación puede, eventualmente, quedar atrapado en un vaso estrecho y conducir a una lesión seria en los tejidos vecinos. Hacia 1800 el anatomista francés Xavier Bichat demostró que el cuerpo está compuesto por 21 tipos de tejidos y consideró que en la enfermedad de un órgano solo algunos de los tejidos se ven afectados. Los eventos posteriores de la compleja historia de la teoría celular tuvo lugar durante la juventud de Virchow; y en Würzburg él empezó a realizar una de las formas de la teoría celular, en la cual postulaba que las células se originan a partir de células preexistentes y no de material amorfo (omnis cellula e cellula'', «toda célula proviene de otra célula»). Punto de partida también de la teoría del plasma germinal de Weismann. En lo anterior se vio influenciado por muchos otros trabajos; entre ellos por las observaciones de John Goodsir de Edinburgh y por las investigaciones de Robert Remak, un neuroanatomista y embriólogo alemán, quien en 1852 fue uno de los primeros en señalar que la multiplicación de células para formar tejidos está acompañada de división celular. En ese año Remak concluyó que también en los tejidos enfermos las nuevas células provienen de células ya existentes. Esta es la idea expuesta por Virchow en omnis cellula e cellula y por lo tanto no es una idea del todo original. Aunque se le debe a él la importancia en el contexto de la patología celular.El principal testamento de la teoría de Virchow son una serie de 20 artículos hechos en 1858. Las lecturas fueron publicadas en 1858 en forma de libro con el nombre de Die cellularpathologie in ihrer Begründung auf physiologische und pathologische Gewebenlehre (Patología celular basada sobre Histología patológica y fisiológica) Virchow expuso nuevas e importantes teorías al proceso de inflamación, aunque rechazó erróneamente la posibilidad de la migración de los leucocitos. Mostró gran interés en la patología de los tumores; aunque la importancia de sus artículos sobre tumores malignos fue desprestigiada por su errónea concepción de que son malignos por una transformación (metaplasia) de tejido conectivo. En 1874 introdujo una técnica estandarizada para practicar autopsias, en la cual todo el cuerpo era examinado en detalle, a menudo revelando lesiones no sospechadas. También descubrió la neuroglia en la vaina de las arterias cerebrales. La actitud de Virchow hacia la nueva ciencia de la Bacteriología era compleja. Era antagonista de la idea de que las bacterias provocaran enfermedades. Alegaba que el descubrimiento de algunos microorganismos en ciertas enfermedades no siempre significa que el organismo sea parte de la enfermedad. Sugirió, mucho tiempo antes de que las toxinas fueran descubiertas, que algunas bacterias podrían producir esas sustancias. Igualmente, Virchow fue antagonista a la teoría de Darwin por selección natural y llegó a expresar sus dudas sobre sus evidencias. Por mucho tiempo argumentó que no habían suficientes evidencias científicas para justificar su aceptación total. En su opinión, el hombre de Neandertal, descubierto en 1856, no había sido un humano primitivo sino más bien un individuo deforme, por la forma de su cráneo, raquítico y artrítico, por la forma de sus huesos. Además de su trabajo científico y político, Virchow también desarrolló un importante trabajo antropológico. En 1869 fundó la Sociedad Antropológica Alemana, y en el mismo año fundó la Sociedad para la Antropología de Berlín. Roberto Guillermo Bunsen Descubrió la pila de Carbón Químico alemán. Nació en Gotinga el 13 de marzo de 1811. Estudió en la Universidad de su pueblo natal las ciencias físicas y naturales, y completó su instrucción en París, Berlín y Viena. Graduado en 1833 en Gotinga para la enseñanza de la química, sucedió tres años más tarde Wahier como profesor del Instituto politécnico de Cassel. Miembro de la Universidad de Marburgo en 1838 y profesor titular de la misma en 1841, fue luego director del Instituto de Química, y pasó en 1851 a la Univerdad de Breslan, de la que salió al año siguiente para desempeñar la cátedra de química de Heidelberg. Se ha dado a conocer en la química por investigaciones importantes y felices descubrimientos consignados en las colecciones y periódicos de su país, principalmente en los Anales de Química de Liebig. Espíritu también dispuesto para la síntesis como para el análisis, enriqueció su ciencia favorita con el descubrimiento del antídoto del arsénico; las relaciones de la electricidad aplicada a las descomposiciones químicas; la invención de la pila de carbón que lleva su nombre, y que es de uso muy general; las observaciones sobre la constitución geológica de la Islandia, etc. En 1860 aumentó el sabio alemán su reputación con sus trabajos sobre el espectro solar y el análisis espectral. Sus mejores obras llevan los títulos siguientes: Descriptio hygrometrorum (Gotinga, 1830); El hidrato de hierro, contraveneno del arsénico blanco y del ácido arsenioso (2.ª edic., 1837); Métodos gasométricos; Instrucción para el análisis de las cenizas y de las aguas minerales (1874); Combinaciones de los cianuros dobles con el amoníaco; Método volumétrico de una aplicación general; Análisis química basada en las observaciones del espectro; Preparación eléctrica de los metales alcalinos y alcalinotérreos. Joseph Henry Descubrió la inducción electromagnética Fue un físico estadounidense conocido por su trabajo acerca del electromagnetismo, en electroimanes y relés. Descubrió la inducción electromagnética aunque luego averiguó que Faraday se le había adelantado. Las vidas de M. Faraday y Joseph Henry tienen muchos elementos en común. Los dos provenían de familias muy humildes y se vieron obligados a trabajar desde muy jóvenes por lo que no pudieron seguir sus estudios. Henry fue aprendiz de relojero a los trece años (Faraday lo sería de encuadernador también a esa misma edad). Como Faraday, Henry se interesó por el experimento de Ørsted y, en 1830, descubrió el principio de la inducción electromagnética, pero tardó tanto tiempo en publicar su trabajo que el descubrimiento se le concedió a Faraday. En 1831, Henry inventó el telégrafo y, en 1835, perfeccionó su invento para que se pudiese usar a muy largas distancias. Con todo, no lo patentó. Fue Samuel Morse quien, ayudado personalmente por Henry, puso en práctica el primer telégrafo en 1839 entre Baltimore y Washington, después de conseguir ayuda financiera del Congreso de los Estados Unidos. Henry destacó también como un excelente administrador. Ejerció cargos de máxima responsabilidad en varias instituciones científicas estadounidenses. Fomentó el desarrollo de nuevas ciencias y alentó el intercambio y la comunicación de ideas científicas a escala mundial. Fue profesor de Princeton y director del Instituto Smithsoniano. A la unidad de inductancia se le llamó Henrio en su honor. Henry descubrió, de forma independiente y simultánea a Faraday, que un campo magnético variable induce una fuerza electromotriz. En particular, Henry observó que si un conductor se mueve perpendicularmente a un campo magnético aparece una diferencia de potencial entre los extremos del conductor. El interés del experimento de Henry reside en que la aparición de la fuerza electromotriz inducida puede ser explicada de forma clara por la ley de Lorentz, es decir, por las fuerzas que el campo magnético ejerce sobre las cargas del conductor. Harold Urey Químico estadounidense, pionero en la aplicación de las técnicas de separación de los isótopos, que fue galardonado con el premio Nobel de Química en 1934 por el descubrimiento del deuterio (isótopo pesado del hidrógeno). Fue además autor de una teoría sobre el origen de la vida en la Tierra y otros planetas. Tras graduarse en Zoología por la Universidad de Montana en 1917 y trabajar como profesor durante dos años en esta universidad, la afición de Urey por la química le impulsó a realizar el doctorado en Química por la Universidad de Berkeley en 1923. Tras investigar junto con Borh sobre la teoría de la estructura atómica, regresó a Estados Unidos donde impartió clases de química en la Universidad de Johns Hopkins (1924-1929), la Universidad de Columbia (1929-1945), la Universidad de Chicago (1945-1952) y la Universidad de San Diego, donde ostentó el cargo de profesor emérito desde 1970 hasta 1981. Durante su docencia, Urey realizó numerosas investigaciones: en 1932 descubrió el isótopo pesado del hidrógeno (el deuterio) y seguidamente desarrolló un procedimiento destinado a la obtención de agua pesada, trabajo por el cual obtuvo dos años más tarde el premio Nobel de Química. Debido al estudio y el desarrollo de técnicas de separación para los distintos isótopos radiactivos, durante la Segunda Guerra Mundial Urey formó parte del proyecto para la creación de la bomba atómica y posteriormente en los estudios para la obtención del tritio necesario en la fabricación de la bomba de hidrógeno. Al finalizar la fabricación, desarrolló gran actividad dentro del grupo de científicos atómicos que propugnaban el control internacional de la nueva fuente de energía. Después de realizar investigaciones sobre el isótopo del oxígeno-18, desarrolló un método para determinar la temperatura de los océanos durante la historia geológica más reciente (hasta 180 millones de años). Para ello tuvo que determinar la abundancia relativa de los elementos en la superficie terrestre, el sol y las estrellas. Urey también protagonizó una serie de hipótesis sobre el origen de la Tierra y la vida. Según él, la Tierra tuvo lugar mediante una acreción en frío y continua de partículas, mientras que la vida que tuvo origen en su superficie debió de desarrollarse en una atmósfera reductora. Basándose en sus teorías, el químico norteamericano Stanley Ll. Miller desarrolló una serie de experimentos sobre la síntesis de compuestos orgánicos a partir de una atmósfera reductora propuesta por Urey.