EL MODELO DE LORDFAS DE AUME OBJETO Y FIN DEL REGIMEN DISCIPLINARIO El modelo de Régimen Disciplinario que AUME propugna debe tener como objeto garantizar el cumplimiento de la misión encomendada a las Fuerzas Armadas en la Constitución y en las Leyes Orgánicas que la desarrollan, principalmente en la Ley Orgánica de Defensa Nacional y en la Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los miembros de las FAs. El fin del régimen disciplinario no puede ser por lo tanto garantizar la observancia de las reglas de comportamiento tales como la disciplina, la jerarquía y la unidad, pues ellas son funciones profesionales instrumentales que pueden actuar como medio pero no como fin en si mismas. ASOCIACIONES PROFESIONALES Con el objeto de que los representantes de las Asociaciones en el Consejo Asesor o Comisiones del mismo, puedan ejercer correctamente sus funciones y se salvaguarden los derechos que les otorga la L.O de derechos y Deberes, es necesario elevar la competencia sancionadora sobre los mismos, en la autoridad que suele presidir dicho órgano (Subsecretario de Defensa). A si mismo se propone la posibilidad de que el Ministro de Defensa pueda extender la competencia disciplinaria exclusiva a otros representantes de las Asociaciones. En los procedimientos disciplinarios instruidos a los representantes de las asociaciones en el Consejo Asesor de Personal será preceptivo informe no vinculante de dicho consejo que se incorporara a las actuaciones. LOS TIPOS DISCIPLINARIOS (ACCIONES U OMISIONES PUNIBLES) En cuanto a los tipos disciplinarios es ineludible que estos aporten la seguridad jurídica necesaria debiendo ser deudores en todo caso de los principios de legalidad y de tipicidad para que sea posible el conocimiento previo de las acciones u omisiones que merecen reproche disciplinario. Por ello no parece lógico calificar ciertas acciones 1 u omisiones por exclusión, esto es, que unas serán faltas leves cuando no sean graves o muy graves o delito. O aun peor, que serán faltas leves sin perjuicio de que también puedan serlo graves o muy graves o delito. Dicha disfunción permite cumplir una falta leve y finalizado el cumplimiento de la sanción poder apreciarse por un órgano superior que los hechos que la motivaron son falta grave y sancionarlo de nuevo y una vez acabado el segundo cumplimiento otro órgano superior al anterior apreciar que realmente los hechos fueron constitutivos de falta muy grave. Operando todo el proceso como tribunales de casación que operan solo en perjuicio del sancionado. Por otra parte la falta de taxatividad de los tipos disciplinarios conduce hasta la aberración jurídica de ser susceptibles de desgranarse a su vez en varios subtipos creando auténticos multitipos en cascada. La aberración jurídica anterior unida al frecuente uso de conceptos jurídicos indeterminados desemboca en la quiebra absoluta del principio de seguridad jurídica y por ende la afectación negativa del principio de legalidad. Por ultimo en lo referente a los tipos disciplinarios, deberían desaparecer aquellas acciones u omisiones que no se refieran a cuestiones que tengan relación directa con el ejercicio de las funciones profesionales del militar. LAS SANCIONES DISCIPLINARIAS La plena profesionalización de las Fuerzas Armadas a si como la adecuación con el marco legislativo actual exige un salto conceptual en las sanciones disciplinarias. La afectación directa que el arresto produce sobre el Derecho Fundamental a la Libertad, demanda que su uso deba quedar circunscrito a supuestos excepcionales (Zona de operaciones, estados de alarma, excepción o sitio) y su imposición, en cualquier caso, deba conllevar un reforzamiento del control judicial. Sin perjuicio de lo anterior las autoridades y mandos con potestad disciplinaria y que ejerzan mando de guardia o servicio podrán acordar el cese en funciones cuando la falta cometida pudiera causar perjuicio para el servicio. 2 Se proponen incluir sanciones eficaces y a su vez adecuadas a los parámetros expuestos como el “Demerito profesional” que ya se recoge en el estatuto básico del empleado público, lo que evitaría que la sanción actuara por dos veces, la primera en su cumplimiento disciplinario afectando a la libertad y patrimonio del sancionado y posteriormente, la segunda, como demerito profesional en los procedimientos de ascenso, promoción o enseñanza. Otra sanción propuesta es la “Reprensión” entendida esta como forma de reprobación disciplinaria expresa y escrita para los casos mas frecuentes de transgresiones de baja entidad, cuya poca relevancia justificaría la no anotación en la hoja de servicios del sancionado. LA APLICACIÓN DE LAS SANCIONES Se propone que reglamentariamente se desarrolle un cuadro general de aplicación que relacione las sanciones con los tipos de faltas que las ocasionan, para que sin perjuicio del principio de proporcionalidad y de individualización de las sanciones se salvaguarde el principio de igualdad ante la ley y se minimice los efectos negativos de una aplicación dispar del régimen disciplinario y también facilite la gestión de la potestad disciplinaria. Se propone una reducción de los plazos de prescripción de las faltas persiguiendo una mejor adecuación a la relevancia disciplinaria de las acciones u omisiones realizadas. En cualquier caso solo cuando las sanciones ordinarias alcancen su firmeza disciplinaria se debería proceder a su ejecución. DEL PROCEDIMIENTO SANCIONADOR Se propone la modernización del procedimiento separando la acción de mando del ejerció de la potestad disciplinaria, alejando a quien observa y da parte de los hechos de quien los enjuicia y sanciona, elevando esta ultima potestad hasta jefes de unidad tipo regimiento. Cualquier militar debe poder iniciar el procedimiento disciplinario dando cuenta a quien tenga la potestad sancionadora, debiendo esta 3 acusar recibo del mismo con la información de si se acuerda o no incoación del procedimiento. Se incluye la posibilidad de iniciar el procedimiento mediante denuncia por quien no tenga la condición de militar, que deberá de ser informado en los mismos términos anteriores. El procedimiento sometido al criterio de celeridad deberá ser escrito para salvaguardar las más elementales garantías del procedimiento y del derecho de defensa. Sin menoscabo del derecho de defensa los plazos del procedimiento por falta leve deben reducirse con respecto de los previstos con carácter general. Dado que la instrucción exige ser tramitada por un oficial del Cuerpo Jurídico Militar o un oficial con la formación adecuada, se propone la creación de la Unidad Central de Instrucción de la Fuerzas Armadas, fuera de la cadena de mando y sin relación orgánica con quien ejerce la potestad disciplinaria. Dicha unidad supone la especialización de quienes la integren, además de la unidad de criterios en la aplicación del régimen disciplinario y un conocimiento privilegiado de la doctrina que tenga incidencia en sus funciones. Las causas de abstención y reacusación los sujetos activos del proceso deberán homologarse a las que operan con carácter general en la legislación procesal. NOTIFICACIONES Dada el actual estado de los modernos sistemas de comunicación, no existe obstáculo para que las actuaciones puedan ser remitidas tanto al interesado como a quien le preste asesoramiento o asistencia para su defensa, con el objeto de que el expedientado ya sea por desconocimiento o por su situación personal, pueda ver limitada su capacidad de repuesta y cumplimiento de los plazos que exige el procedimiento y con ello afectado su derecho a defensa. RELACCIONES CON LOS ORGANOS JURISDICCIONALES 4 Los rasgos especiales de la legislación Disciplinaria Militar solo deben ser mantenidos en tanto en cuanto esten justificados su necesidad funcional. Al igual que ocurre en cualquier otro ámbito, la incoación por un juez de un procedimiento por unos hechos determinados debe tener prioridad absoluta y paralizar el procedimiento disciplinario hasta que aquel finalice. De igual modo si el procedimiento judicial fuera sobreseído, no debería poder ser revisado disciplinariamente a posteriori, salvo que con anterioridad se hubiera iniciado procedimiento disciplinario por los mismos hechos y este estuviera pendiente de dicha resolución judicial. Siguiendo este orden de cosas, la salvaguarda del derecho a la intimidad del interesado hace desproporcionado el mandato que la ley impone a los órganos jurisdiccionales de informar a la administración militar de cualquier sentencia condenatoria penal. Pareciendo más razonable reservar dicha posibilidad a los casos en que la condena derive de hechos cometidos en el ejercicio profesional. Es necesario también señalar que la notificación indiscriminada al Fiscal del inicio de todo procedimiento disciplinario carece de sentido y justificación. Debería ser el instructor a la vista de la investigación quien lo notifique si considera motivadamente que lo hechos pudieran ser penalmente relevantes. Por último debe terminarse con la actual situación, en la que la condena de “cualquier delito doloso” deriva en la resolución del compromiso de los militares de complemento y de los de tropa o marinería si se produce durante los tres primeros años de servicio. LA JURISDICCIÓN MILITAR La Jurisdicción Militar requiere de una plena modernización y homologación con los demás órdenes jurisdiccionales, así como del reforzamiento de la independencia de quienes ejerzan funciones judiciales, fiscales o de secretaria judicial. La posibilidad de que los mismos puedan ser sancionados por supuestos incumplimientos de deberes estrictamente militares sin las 5 debidas cautelas puede impedir o limitar la necesaria independencia en el ejercicio de sus funciones. PLAN DE DIFUSION Dada la importancia del Régimen Disciplinario para las Fuerzas Armadas se requiere que un plan de difusión e información dirigido a sus destinatarios. ESTADISTICA DISCIPLINARIA Por medio de los procesos estadísticos oportunos es necesaria la elaboración de un estudio anual sobre el uso de la potestad disciplinaria militar, pues resultaría sin duda, un potente indicador del estado de las Fuerzas Armadas. 6