Mientras que un purificador de aire puede hacer parte del trabajo de mantener el aire a tu alrededor un poco más fresco y puro, las plantas pueden hacer un trabajo mucho mejor de filtrado que una maquina, además lo hacen silenciosamente y sin gastar energía. Y son agradables de mirar y nos acercan más a la naturaleza. ¿Por qué no probar usándolas y ver si puedes sentir los beneficios? Pasos 1. 1 Comprende la importancia de purificar el aire interior con plantas. El aire interior es uno de los peores aires que podemos respirar en el día a día ya que nuestros productos desprenden muchos químicos y estos se concentran en nuestro alrededor. A diario, estamos expuestos a una variedad de contaminantes, incluyendo, humo, toxinas, químicos, pesticidas, vapores de detergentes, moho, pequeñas fibras, bacterias, etc. La limpieza se puede hacer cargo de algunas de ellas (siempre que nos cuidemos con qué limpiamos), no puede hacerse cargo de muchos de los contaminantes del aire. Sin embargo, en un estudio de la NASA se comprobó que las “plantas del hogar pueden purificar y revitalizar el aire en nuestras casa y oficinas, protegiéndonos de los efectos negativos de toxinas comunes como amoniaco, formaldehído y benceno". 2. 2 Comprende cómo las plantas nos ayudan. Las plantas actúan como filtros porque ellas absorben las toxinas a través de sus hojas, especialmente aquellas con las hojas más grandes. La teoría es que si las plantas se encargan primero de la absorción, nuestra nariz y nuestros pulmones tendrán menor carga. Eso significa una reducción en la incidencia de asma, alergias, reacciones al moho y otras partículas, y enfermedades inmunosupresoras. 3. 3 Decide donde tienes lugar para colocar plantas. Tiene que ser un lugar que puedas acceder fácilmente y donde te puedas dar el lujo de chorear un poco de agua sin causar mayores consecuencias. Escritorios, suelos, marcos de ventanas y estantes especiales para plantas son todos buenos lugares comúnmente escogidos. 4. 4 Piensa qué habitaciones podrían necesitar unas plantas para purificar el aire. Usualmente los dormitorios son un lugar excelente para las plantas ya que convierte el dióxido de carbono en oxigeno. Considera las habitaciones que están abarrotadas de equipos eléctricos, como los estudios y los cuartos para televisión, y áreas que tengan un alto potencial de presentar vapores, como la cocina y talleres de arte, etc. Todas las oficinas se pueden beneficiar de tener plantas. 5. 5 Selecciona tus plantas conforme sus beneficios. Usa variedades con hojas grandes donde sea posible. Algunas de las mejores plantas son: 1. Palma de areca 2. Chamaedorea 3. Palma datilera enana 4. Helecho de Boston. Helecho de Boston Dracena de Janet Craig – rompe el benceno, el monóxido de carbón y el tricloroetileno Hiedra inglesa – rompe el benceno y el tricloroetileno Helecho espada australiano Lirio de la paz – rompe el benceno y el tricloroetileno Planta de goma – buena para filtras una gran variedad de químicos, como el formaldehído, el benceno y el amoniaco 10. El ficus benjamina 5. 6. 7. 8. 9. 6. 6 Considera otras plantas buenas también: o Plantas culebra – estas plantas crecen mucho y son muy resistentes. o o o Plantas culebra – estas plantas crecen mucho y son muy resistentes. Son excelentes para remover la mayoría de las toxinas y crecen felizmente donde otras plantas se podrían marchitar y morir (como en los marcos de las ventanas que estén calientes, por ejemplo). También son plantas ideales para los baños y lugares oscuros. Plantas araña – buenas para remover el formaldehído y el monóxido de carbono. Palma de bambú – otra planta que es excelente para eliminar el formaldehído y el monóxido de carbono. Gerbera – elimina el tricloroetileno 7. 7 Mantén las plantas en buen estado y asegúrate de tener suficientes. El estudio hecho por la NASA sugería una planta de 6 pulgadas por cada 100 metros cuadrados de espacio interior. Y naturalmente, las plantas trabajan mejor si tienen buena salud, así que mantenlas regadas y fertilizadas. Consejos Este articulo enumera solo algunas de las plantas que trabajan bien bajo techo, y solo algunos de los contaminantes encontrados más frecuente en los interiores. Básicamente, tener plantas en los espacios interiores es algo bueno para tu salud. Como bono adicional, las plantas ayudan a reducir el exceso de humedad en el aire. Advertencias Evita tener plantas de interior tóxicas. Estas incluyen las solanáceas, la dedalera, la adelfa, la planta de sagú, el aligustre, el rododendro, planta de paraguas, la hiedra onda, guisante de olor, vinca, y la madre de la araña. Estas plantas pueden causar reacciones alérgicas al contacto con la piel y son venenosas al ingerirse, por lo que no deben estar cerca de bebés, niños o mascotas. Evita las plantas que pican, tienen pegatinas y espinas, ya que hacen daño – especialmente si hay niños. Cosas que necesitarás Las plantas de tu elección Una buena mezcla para macetas y fertilizantes Plantadores adecuados, los platillos, etc. Regadera Estantes para plantas (opcional) Tijeras de podar para mantener las plantas sanas cortando las partes muertas Plantas que purifican el aire El aire impuro suele asociarse a dolores de cabeza y mareos ya que hay varias sustancias en el ambiente como la benzina, el formaldehido o el xileno. El formaldehido, por ejemplo, es el tóxico que más abunda en los ambientes de interior. La exposición prolongada a este tóxico a baja concentración puede producir cáncer, de ahí la importancia de tener un ambiente puro. Algunos de estos tóxicos están presentes en muchos productos de consumo que tenemos habitualmente en casa como pañuelos de papel, bolsas de basura, revestimentos para suelos o también se utilizan en maderas como el contrachapado o el aglomerado. Dentro del mundo de las plantas podemos encontrar algunas que ayudan a que ese ambiente esté puro sin tener que comprar artefactos caros y a veces complicados de entender. Esto se consigue porque estas plantas absorben estos compuestos a través de sus hojas. Estas plantas te ayudarán a purificar el ambiente de espacios interiores. Algunas plantas que ayudan a purificar el ambiente Entre las plantas que ayudan en este proceso se encuentran el helecho, la dracaena, la orquídea, la enredadera, la gerbera o yebera, la cuna de Moisés o espatifilum, la phylondendron, la palma de bambú, el ficus, el crisantemo, el poto o el rodondendro. Cada una de ellas absorbe unos tóxicos u otros en mayor o menor cantidad, pero desde luego todas ayudan a combatir el aire impuro. La reina sin duda de las plantas anteriormente nombradas es el ficus, que elimina formaldehido en cantidades bastante grandes con respecto a sus compañeras. Además es una planta que no requiere de muchos cuidados y que resiste muy bien los cambios de temperatura. Otra de las que está en los primeros puestos es la drácena, que elimina el formaldehido y xileno. Dependiendo de la variedad de drácena que tengamos, nos ayudará a eliminar otras sustancias como el tricloroetileno o el benceno. Consultad en un centro de jardinería especializado. Bambú El bambú es una planta que se puede tener en interiores sin problema. Se puede controlar su tamaño y tiene muchos beneficios. Una pequeña planta de este tipo de entre 7 y 15 centímetros es suficiente para purificar el aire de una habitación estándar. Elimina el benceno, el monóxido de carbono, el xileno y el cloroformo del aire, haciéndolo más puro. Las plantas en el hogar pueden ayudar a purificar el aire de contaminantes tóxicos La presencia en el interior de la vivienda de una o varias sustancias químicas como el benceno, el formaldehído, el tricloroetileno o el xileno pueden resultar altamente perjudiciales. Las plantas pueden reducir o eliminar entre un 10 y un 80% de la contaminación interior por lo que colocándolas en lugares estratégicos de nuestras casas y lugares de trabajo podemos mejorar la calidad interior del aire. Algo tan cotidiano como el aire que respiramos habitualmente contiene y transporta ciertos niveles de sustancias químicas extrañas y, demasiado a menudo, poco recomendables para nuestra salud. El problema es que somos poco conscientes de hasta qué punto está afectando a la salud global de la población actual la calidad del aire que respiramos. Por nuestros pulmones pasa una media de entre 10 y 20.000 litros de aire al día, lo que nos da una idea de la importancia que reviste la composición del mismo y, sobre todo, su calidad. Y es que además de los compuestos propios -como el oxígeno, el nitrógeno, el hidrógeno o el carbono-, el aire puede contener infinidad de partículas en suspensión, muchas de las cuales están catalogadas como sustancias tóxicas y/o perjudiciales a partir de ciertas concentraciones. A las conocidas fuentes de contaminación atmosférica ambiental -como las emisiones de gases de combustión del tráfico rodado, las nubes de humo de las refinerías, centrales térmicas e industrias diversas, e incluso la quema de basurasse une una contaminación interior poco conocida y cada vez más preocupante debida a la presencia en el hogar de gran cantidad de productos químico-sintéticos como plásticos, fibras sintéticas, disolventes, productos de limpieza, ambientadores y aditivos químicos añadidos a los materiales de construcción (PVC), a los muebles de maderas aglomeradas, a las pinturas, barnices, lacas, etc. La presencia en el interior de la vivienda de una o varias sustancias químicas como el benceno, el formaldehído, el tricloroetileno o el xileno pueden resultar altamente perjudiciales y suelen verse incrementadas sus concentraciones en los edificios poco o mal ventilados y en los que se climatizan con aire acondicionado. El tricloroetileno es considerado como un cancerígeno hepático y aunque se emplea en más del 90% en las tintorerías y empresas de limpieza en seco o en el desengrasado de metales a la casa nos llega a través de tintes, lacas, barnices, pegamentos… El benceno es un irritante de la piel y los ojos pero con exposiciones prolongadas, además de dolores de cabeza y pérdida de apetito, incrementa las probabilidades de padecer leucemia. El formaldehído podemos hallarlo tanto en cosméticos -como conservante de gel de baño y champú- como en pinturas o fibras sintéticas y, sobre todo, en las maderas aglomeradas de los muebles actuales. Sus concentraciones se elevan con la presencia del humo del tabaco y suele irritar los ojos, la nariz y la garganta. En Inglaterra, el doctor Piking del Hospital de Withensawe (cerca de Manchester) estudió a gran escala los problemas respiratorios, dolores de cabeza y algunos tipos de alergias comprobando que en las habitaciones que se ventilaban manualmente (abriendo las ventanas) el aire contenía mayores concentraciones de polvo, microbios y pólenes pero las personas que ocupaban tales habitaciones se encontraban mejor y tenían menos problemas que las que permanecían en habitaciones ventiladas artificialmente ya que, paradójicamente, aunque contenían menos microorganismos producían más trastornos respiratorios y alergias. Este tipo de situaciones entran en lo que habitualmente se ha dado en llamar el “síndrome del edificio enfermo” que afecta a las viviendas más modernas y especialmente a las oficinas y locales climatizados con aire acondicionado. De hecho, debería llamarse “síndrome de los edificios que enferman a sus moradores” ya que no es el edificio quien está enfermo sino sus ocupantes. Ante esta problemática casi inevitable en las viviendas actuales se plantea la necesidad de purificar el aire interior y para ello existen en el mercado sistemas de filtrado mecánico aunque en la practica se ha demostrado que es muy útil el uso de las plantas de interior como purificadoras del aire. En ese sentido, las plantas en el hogar pueden cumplir una función tan loable o más que la puramente estética y decorativa. Bill C. Wolverton, ex científico de la Nasa, ha investigado durante los últimos 25 años la capacidad que poseen ciertas plantas para limpiar las partículas que empobrecen o contaminan el aire del interior de las casas. Y en sus estudios aparecen plantas tan comunes en muchos hogares como las cintas, los helechos, la hiedra, la kentia o las drácenas. Una planta tan vulgar como la hiedra posee una enorme capacidad depuradora eliminando en 24 horas hasta 7,3 microgramos de tricloroetileno por cm2. De hoja, unos 9 microgramos de formaldehído y más de 10 microgramos de benceno por cm2 de hoja. Las mediciones llevadas a cabo (resumidas en las gráficas) muestran cómo las plantas pueden reducir o eliminar entre un 10 y un 80% de la contaminación interior por lo que colocando algunas de esas plantas en lugares estratégicos de nuestras casas y lugares de trabajo podemos mejorar la calidad interior del aire. Como no todas las plantas poseen la misma capacidad de eliminación de contaminantes es conveniente combinarlas para obtener los mejores resultados. La carencia de luz no reduce su capacidad purificadora e incluso se dan casos en los que la incrementa. Queda claro que, paralelamente, habrá que reducir las fuentes de contaminación atmosférica -tanto externa como interna-, evitar el despilfarro de energía, reducir el consumo de productos con sustancias o desechos contaminantes y seleccionar cuidadosamente los materiales y elementos que intervienen en la construcción y decoración de nuestro hogar. El ozono a nivel del aire respirado Los experimentos llevados a cabo en el Servicio de Sanidad Vegetal de la Generalitat valenciana en el centro de investigación de Silla muestran el efecto negativo de la contaminación del aire ambiental y de sus implicaciones en el desarrollo de las plantas de elevadas concentraciones de ozono en el aire ambiental.