FERNANDO BONILLA-MUSOLES, CATEDRÁTICO DE GINECOLOGÍA EN VALENCIA "La ley del aborto creará un problema asistencial colosal" Con el proyecto de reforma de la ley del aborto en la recta final de su trámite parlamentario, el ginecólogo Fernando Bonilla-Musoles ofreció una conferencia en la que vaticinó que la demanda de este servicio generará "problemas económicos, éticos y médicos gravísimos". DIARIO MEDICO. E. Mezquita. Valencia - Viernes, 19 de Febrero de 2010 - Actualizado a las 00:00h. "La nueva ley del aborto planteará una serie de problemas asistenciales, económicos, médicos y éticos gravísimos en nuestro país", vaticinó Fernando Bonilla-Musoles, catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia y jefe del Departamento del Servicio de la especialidad en el Hospital Clínico Universitario de Valencia, en la conferencia que impartió en el Foro de Opinión, que se celebró en el Hotel Astoria de la ciudad mediterránea. 170.000 abortos Bonilla-Musoles señaló a modo de ejemplo que "en 2008 se realizaron en España casi 170.000 abortos, una cantidad que representa aproximadamente entre la cuarta y la quinta parte de las solicitudes presentadas. Tal y como está planteado ahora, debemos imaginar lo que puede suponer respecto al crecimiento del número de abortos totales". Al hilo de este argumento, remarcó que "si con las limitaciones y supuestos anteriores podíamos controlar la situación, a partir de ahora, es posible que se cree un problema asistencial auténticamente colosal". Ahora se realiza la cuarta parte de los abortos solicitados a la sanidad, con la nueva ley "podemos imaginarnos el crecimiento que supondrá" En este contexto, Bonilla-Musoles recordó que una buena parte de los abortos realizados en nuestro país corresponden a mujeres no españolas (según los últimos datos, el 47 por ciento de las que abortan son españolas y el 53 por ciento, del resto del mundo), lo que también debe valorarse desde un punto de vista económico. Desde el ámbito médico insistió en que "todo el mundo está convencido de que hacer un aborto no supone riesgos y problemas, pero la realidad es que el aborto provocado es la primera causa de muertes maternas en todo el mundo, aunque no en los países desarrollados. Pero si se amplía, aumentarán también aquí los problemas en la asistencia médica". Objeción de conciencia Respecto al aspecto ético, remarcó que "si el Gobierno legaliza la situación, los hospitales deberán acatar la ley. Pero a partir de ahí, tienen que dejar que los médicos actúen según su conciencia y estoy seguro de que en ningún caso van a poder lograr que realicemos abortos por obligación". Según Bonilla-Musoles, "el Ejecutivo debió meditar mucho mejor este tema". En este sentido, confesó: "Conozco a bastantes de los médicos que estuvieron dentro del comité de expertos que ha hecho que se llegue a esta ley y, aunque no voy a opinar desde el punto de vista científico, sí puedo hacerlo desde un punto de vista político, ya que todos estaban tocados desde ese punto por el PSOE y, por tanto, no eran independientes. Y lo sabemos por sus manifestaciones en medios o sus propias actuaciones". El especialista ha señalado que "deberían haber cogido a profesionales ajenos a la política". Para ejemplificar el escenario de futuro, aportó datos concretos de su centro hospitalario. "En el año 2009, el Hospital Clínico Universitario de de Valencia recibió 3.400 solicitudes de aborto, de las cuales fueron aceptadas 640. La diferencia radica en que muchos de los casos planteados se basaban en un problema económico o social para no seguir con el embarazo. Y aunque pueda entender que sea una cuestión importantísima, no formaba parte de los tres supuestos contemplados hasta la fecha". En su opinión, con la nueva legislación, "lo lograrían las 3.400 mujeres y, lo que es más grave, serán muchas más", con el problema añadido de atender a un aumento de la demanda sin aumentar los recursos de los que se dispone en la sanidad pública, ni humanos ni materiales. Bonilla-Musoles también recordó que "según los informes, el 97 por ciento de los abortos practicados en España en 2008 fueron realizado en hospitales o instituciones no hospitalarias privadas, lo que revela que es un enorme negocio".