Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de la Atención

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Fortalecimiento del autocuidado
como estrategia de la Atención
Primaria en Salud: La contribución
de las instituciones de salud en
América Latina
THS/OS06/7
Original en Español
Enero 2006
Área de Tecnología y Prestación de Servicios
de Salud (THS)
Unidad de Organización de Servicios
de Salud (THS/OS)
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Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
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Fortalecimiento del autocuidado
como estrategia de la
Atención Primaria en Salud:
La contribución de las instituciones
de salud en América Latina
THS/OS06/7
Original en Español
Enero 2006
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Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
© Organización Panamericana de la Salud, 2006
Este documento no es una publicación oficial de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y todos los
derechos son reservados por la Organización. Este documento puede, sin embargo, ser libremente revisado,
resumido, reproducido y traducido, en todo o en parte, siempre que el crédito total se le dé a la fuente y que el
texto no se use para propósitos comerciales.
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Autores
Ilta Lange,
Pontificia Universidad Católica de Chile
Mila Urrutia,
Pontificia Universidad Católica de Chile
Cecilia Campos,
Pontificia Universidad Católica de Chile
Esther Gallegos,
Universidad Autónoma de Nuevo León, México
Luz María Herrera,
Pontificia Universidad Católica de Chile
Sonia Jaimovich,
Pontificia Universidad Católica de Chile
Marcela Luarte,
Pontificia Universidad Católica de Chile
Elizabeth Madigan,
Case Western Reserve University, Cleveland, Ohio
Isabel Cristina Fonseca da Cruz,
Universidad Federal Fluminense, Brasil
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Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
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Presentación de los autores
Ilta Lange. Enfermera, Master of Science in Nursing, Profesor Titular Escuela de Enfermería de la
Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC). Trabajó entre 1981-1994 en el Centro Médico San
Joaquín de la Facultad de Medicina de la PUC, primero como enfermera jefe y posteriormente como
directora. Durante ese período lideró la implementación de un modelo de atención en salud con
énfasis en autocuidado y fundó la revista Educación para el Autocuidado en Salud (EPAS), de circulación restringida. Estas actividades contaron con el apoyo financiero de la Fundación W.K. Kellogg.
Entre 1994-2002 fue directora de la Escuela de Enfermería de la PUC. Actualmente es Coordinadora de
Asuntos Internacionales de esa Escuela y codirectora del Proyecto “Diseño de un servicio telefónico
de apoyo al autocuidado de pacientes diabéticos tipo 2” financiado por el Canadian Institute for
Health Research. Desde el año 2000 coordina para la Rectoría de la PUC el Proyecto “Universidad
Saludable”.
Mila Urrutia. Enfermera, Magíster en Salud de la Comunidad mención Enfermería en Salud Mental y
Psiquiatría. Profesor Titular Escuela de Enfermería, Pontificia Universidad Católica de Chile. Su área
de docencia e investigación es el autocuidado y la promoción de la salud. Está a cargo de la Educación a Distancia en esa Escuela y dirige, entre otros, el Diplomado: “Enfermería para la Atención
Primaria” y el Curso “Enfermería para el Autocuidado”. Fue miembro del Comité Editorial de la Revista
EPAS.
Cecilia Campos. Enfermera, Magíster Salud Pública con mención en Salud Materno-Infantil. Profesor
Titular, Escuela de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Fue directora de esta
Escuela entre 1990 y 1994. Actualmente está a cargo del Programa de Magíster en Enfermería. Su área
de investigación y docencia es la salud infantil, el autocuidado y la promoción de la salud. Fue cofundadora de la revista Educación para el Autocuidado en Salud (EPAS) y de la revista Horizonte de
Enfermería.
Esther Gallegos. Enfermera, Maestra en Administración de Empresas-Recursos Humanos y PhD en
Enfermería. Profesor Titular “B” de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), México. Actualmente es la responsable del Programa de Doctorado en Ciencias de Enfermería que se ofrece en la
Facultad de Enfermería de esa universidad. Ha realizado trabajo internacional desde 1980 a la fecha,
siendo actualmente Coordinadora General de la Red de Enfermería de América Latina (REAL) y
Presidente del Board of Directors de la Sociedad de Honor de la Facultad de Enfermería de la UANL.
Su área de docencia e investigación es el autocuidado en salud en personas con enfermedades
crónicas.
Luz María Herrera. Enfermera, Profesor Auxiliar y Coordinadora de Asuntos Estudiantiles de la
Escuela de Enfermería de la PUC. Trabajó en el Centro Médico San Joaquín de la Facultad de Medicina
en el área de salud infantil entre 1984 y 2002, donde tuvo un rol clave en la implementación del
modelo de enfermería para el autocuidado. Fue miembro del Comité Editorial Revista EPAS.
Sonia Jaimovich. Enfermera, Magíster en Salud Pública con mención en Salud Materno-Infantil. Es
Profesor Titular de la Escuela de Enfermería de la PUC. Fue coordinadora de la Oficina de Promoción
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Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
de Salud y Autocuidado de la Escuela de Enfermería entre los años 1992 y 2002 y Directora de esa
Escuela entre los años 2002 y 2004. Su área de investigación es la salud infantil, el autocuidado y la
promoción de la salud. Ejerce la docencia en las áreas de Salud Infantil y Enfermería Comunitaria. Fue
miembro del Comité Editorial de la Revista EPAS.
Marcela Luarte. Psicóloga. Participa en proyectos del área de autocuidado en la Escuela de Enfermería de la PUC.
Elizabeth A. Madigan. PhD, RN, es Decana Asociada para la Salud Internacional de la Frances
Payne Bolton School of Nursing, Case Western Reserve University, Cleveland, Ohio. Su área clínica y
de investigación es el cuidado domiciliario, tanto desde la perspectiva de los resultados como de la
contribución que los cuidadores formales e informales aportan a dichos resultados. Tiene varias
publicaciones y ha realizado presentaciones a nivel nacional e internacional acerca del tema. Actualmente dirige el Centro Colaborador de la OMS/OPS en Enfermería Domiciliaria ubicado en Case
Western Reserve University.
Isabel Cristina Fonseca da Cruz. Enfermera. Doctora en Enfermería. Profesor Titular de la Universidad Federal Fluminense, Brasil, editora de la Revista Online Brazilian Journal of Nursing (www.uff.br/
nepae/objnursing.htm) y coordinadora del Centro Colaborador Núcleo de Estudos e Pesquisas sobre
as Atividades de Enfermagem – NEPAE. Su área de desarrollo es el autocuidado de clientes con
hipertensión arterial desde una perspectiva de género y etnia.
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Colaboradores
Argentina
Elisa Díaz
Canadá
France Légaré, Judith Shamian, Jean Marie Romeder
Colombia
Yolanda Arango, Helena Restrepo, María Mercedes Villalobos
Chile
Elisa Aguayo, Cecilia Arechabala, Isabel Catoni, Aixa Contreras,
Olaya Fernández, Cecilia Reyes, Soledad Rivera, Paz Soto
Estados Unidos
Samira Hussney, Sirinapha Jittamanee
México
Gladys Faba, Iñigue Pérez
Perú
Zoila Leyton, María Alba Lozada
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Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
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Tabla de contenido
I.
Introducción
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II.
Marco de referencia
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Cuidado de la salud
Autocuidado de la salud
La mirada del autocuidado desde distintas disciplinas
Atención primaria y autocuidado
Rol de las instituciones de salud y autocuidado
Referencias bibliográficas
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22
III. Experiencias institucionales recolectadas en América Latina
Metodología de recolección de la información
Clasificación de las experiencias recolectadas
1. Estrategias orientadas a incorporar el concepto de autocuidado en
políticas de salud a nivel nacional
2. Estrategias que produjeron cambios estructurales u organizacionales
para facilitar la atención de salud con énfasis en autocuidado
3. Estrategias de apoyo al autocuidado utilizadas en la práctica profesional
a nivel institucional
3.1
3.2
3.3
3.4
Programas integrados de educación y apoyo
Grupos de autoayuda
Grupos de apoyo
Participación del usuario en prestaciones tradicionalmente realizadas
por personal de salud
3.5 Capacitación de familiares para el cuidado en el domicilio
Características de experiencias recolectadas
IV. Autocuidado en la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC):
Una experiencia institucional
Perspectivas teóricas de la enfermería para el autocuidado (EPAS)
Evolución de la experiencia
Comentarios y lecciones aprendidas
Bibliografía: Experiencia de la PUC
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Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
V. Conclusiones y proyecciones
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Anexos
Anexo 1: Clasificación de experiencias recolectadas a través de encuesta, entrevistas
y material gris
42
1.1 Estrategias orientadas a incorporar el concepto de autocuidado en políticas
de salud a nivel nacional
42
1.2 Estrategias que produjeron cambios estructurales u organizacionales que
facilitan la atención de salud con énfasis en autocuidado.
42
1.2.1 Consultas de enfermería para el autocuidado (consultas EPAS)
44
1.3 Estrategias de apoyo al autocuidado utilizadas en la práctica profesional
a nivel institucional
45
1.3.1
1.3.2
1.3.3
1.3.4
Programas integrados de educación y apoyo
Grupos de autoayuda
Grupos de apoyo
Participación del usuario en prestaciones tradicionalmente realizadas
por personal de salud.
1.3.5 Capacitación de familiares para el cuidado en el domicilio
45
47
47
48
49
Anexo 2: Directorio de profesionales que trabajan en el área de autocuidado
50
Anexo 3: Formularios de recolección de datos
.53
3.1
3.2
3.3
3.4
Carta de presentación (español)
Formulario de recolección de datos (español)
Carta de presentación (portugués)
Formulario de recolección de datos (portugués)
Anexo 4: Bibliografía complementaria
12
53
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55
56
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I. Introducción
El autocuidado en salud es una estrategia frecuente, permanente y continua que utilizan las personas
para responder a una situación de salud o enfermedad; por eso el autocuidado es la base de la
pirámide de la atención primaria. Si el autocuidado desapareciera tan sólo por un día... no cabe duda
que los sistemas de atención en salud, aun los más sofisticados, se verían sobrepasados y colapsarían.
Es evidente, entonces, que las instituciones de salud tienen un importante rol que cumplir en el
desarrollo y fortalecimiento de las capacidades de autocuidado de sus consultantes.
Si bien existe un reconocimiento de la importancia del autocuidado para mejorar el nivel de salud de
los países, los esfuerzos dedicados al desarrollo de estrategias con este fin a nivel de las instituciones
de salud, son aún insuficientes. Con el proceso de envejecimiento de la población y el aumento de la
prevalencia de las enfermedades crónicas, se hace cada vez más urgente la incorporación del
autocuidado como una estrategia explícita y permanente en los modelos de atención en salud, ya que
hasta la fecha no se dispone de mejores estrategias de prevención y tratamiento para las enfermedades crónicas que la incorporación de conductas saludables al estilo de vida.
En la literatura científica es posible encontrar investigaciones realizadas en países desarrollados que
proveen información empírica sobre la efectividad de estrategias para el fortalecimiento del autocuidado
en salud; sin embargo, los estudios relacionados a la eficacia de las estrategias utilizadas por instituciones de salud para promover y mejorar las prácticas de autocuidado en sus usuarios, son muy
escasos.
Desde la década del 80, enfermeras de América Latina, con el apoyo de la Fundación Kellogg, la OPS
y otros organismos internacionales, han liderado el proceso para incorporar y fortalecer el autocuidado
a nivel institucional, como estrategia metodológica de la atención primaria en salud en los tres niveles
de atención (Aguayo et al., 1992). Muchas de estas experiencias, aunque aparentemente eficaces, no
han sido evaluadas ni publicadas hasta la fecha.
Esta monografía presenta una visión general de la fuerza y potencialidades del autocuidado, enfatiza
en las estrategias para fortalecer estas prácticas y suministra información proveniente de informantes
locales en América Latina, quienes aportan información que contribuirá a orientar la práctica clínica,
las políticas de salud y las investigaciones futuras en esta área. Incluye, además, recomendaciones
para incorporar la filosofía del autocuidado en la atención de salud y propone el trabajo en redes
como una estrategia para incrementar el conocimiento en esta área.
Este documento se restringe sólo a aquellas experiencias recopiladas que obedecen a iniciativas de
autocuidado impulsadas por instituciones de salud en América Latina. Aquellas experiencias particularmente orientadas a fomentar la participación y el empoderamiento de la comunidad para el cuidado de la salud no fueron incluidas por merecer un documento especial, debido a su pertinencia
cultural y relevancia en la Región.
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Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
Para categorizar las experiencias recibidas a través de los informantes claves se utilizó como referente
el esquema del documento “Supporting Selfcare: A Shared Initiative 1999-2002”1 en que se presentan
algunas estrategias utilizadas por médicos y enfermeras en Canadá para incorporar la filosofía del
autocuidado en su práctica clínica. Agradecemos sinceramente al coordinador de ese proyecto, señor
Jean-Marie Romeder de “Health Canada”, por suministrarnos mayor información sobre esta interesante iniciativa, realizada en conjunto con la Asociación Canadiense de Enfermeras.
Agradecemos también el apoyo recibido del “Sarah Cole Hirsh Institute for Best Nursing Practices
Based on Evidence” de la Frances Payne Bolton School of Nursing de la Case Western Reserve
University, Cleveland, Ohio, EE.UU., y del “Centro Nacional de Información y Documentación sobre
Salud” de México (CENIDS), por el apoyo en la revisión bibliográfica internacional y la obtención de
los textos completos citados en este documento.
El trabajo en redes que se generó a través de la elaboración de este documento entre grupos profesionales de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Estados Unidos, México, Panamá, Perú y Venezuela debe continuar y enriquecerse para incrementar el conocimiento respecto a las mejores prácticas institucionales que fortalecen las capacidades de autocuidado de los consultantes. Para este efecto
se ha incluido en este documento una base de datos de profesionales interesados en el tema, que
contactamos durante el desarrollo de este trabajo.
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Health Canada, Canadian Nurses Association, Canadian Association of University Schools of Nursing and the College
of Family Physicians of Canada, marzo 2002.
II. Marco de referencia
El marco de referencia se organiza en torno a la idea de que el autocuidado es un factor crítico para
la consecución y mantenimiento de la salud y bienestar del ser humano. En ese interés se hace una
aproximación al autocuidado desde la perspectiva del cuidado de la salud, se analizan sus aspectos
conceptuales y los aportes de diferentes disciplinas; se describe la contribución del autocuidado a la
atención primaria y finalmente se revisan estrategias institucionales para impulsarlo.
Cuidado de la salud
La preocupación por la salud y el cuidado del enfermo en el hogar ha sido por mucho tiempo
responsabilidad de un familiar, generalmente una mujer (madre, esposa, hija, abuela), y ha consistido
en prevenir daños o lesiones, proporcionar confort, satisfacer necesidades básicas de alimentación y
eliminación, así como administrar los tratamientos específicos para atacar el mal o padecimiento que
aquejaba a la persona, o simplemente brindarle compañía. Este cuidado correspondería al hoy denominado “cuidado genérico”, el cual se refiere al conocimiento y habilidades transmitidas y aprendidas
a través de la cultura, utilizados para ayudar, apoyar o asistir a otros en el fortalecimiento de su estado
de salud (Leininger citado por Fitzpatrick, 1996).
En la medida que las comunidades se fueron desarrollando, emergió la figura del curandero (u otros
personajes semejantes), y posteriormente la del médico con conocimientos y experiencia para solucionar los problemas no resueltos por los miembros de la familia o el cuidador empírico.
A fines del siglo XIX la historia registra la aparición de los hospitales, lugares donde el enfermo recibía
el “cuidado profesional” que no podía recibir en el hogar. Este cuidado se fue sofisticando junto a la
evolución del conocimiento médico, calificando así como “inefectivas” las formas tradicionales de
cuidar al enfermo. Se puede entonces aseverar que la institucionalización del cuidado del enfermo, en
cierta medida, “descalificó” la forma natural que tenían las personas de cuidarse para mantener su
salud y curar sus enfermedades, ya sea por ellas mismas o con el apoyo de familiares o grupos
sociales; se magnificaron los aspectos biológicos del proceso de enfermar y la profesionalización del
cuidado. Llegó el momento en que la opinión del médico, y en menor cuantía la de la enfermera y
otro personal de salud, no debía ser cuestionada, pues el saber de ellos estaba muy por encima de los
saberes de las personas que sufrían la enfermedad, las cuales debían solamente apegarse al tratamiento indicado (Kickbusch, 1989).
En la actualidad este modelo biomédico de cuidado, que ha prevalecido por largo tiempo y aún
prevalece en muchos lugares, pasa a ser insuficiente para responder a las necesidades de salud de la
población. En ello han influido varios factores como:
• El avance del conocimiento médico derivado de la investigación científica y psicosocial que logró
explicar en forma más completa la historia natural de las enfermedades, dándole un peso importante a la promoción y prevención en salud;
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Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
• La presión social para que los grupos más desprotegidos recibieran servicios básicos de salud,
aunado a un incremento de población educada que exigía más y mejores atenciones, además de
una mayor participación en la toma de decisiones;
• La modificación del patrón epidemiológico ligado a los cambios demográficos, económicos y
políticos;
• Los elevados costos de la atención de salud;
• La sobrevaloración de la tecnología por parte del personal, derivada de su gran desarrollo y
eficacia, afecta la relación profesional/usuario;
• Tal vez lo más importante de estos aspectos es el evidente fracaso del modelo hegemónico que
posiciona teóricamente al personal de salud sobre el paciente o usuario, siendo éste el que en
última instancia toma la decisión de seguir o no las indicaciones de médicos, enfermeras y otros
profesionales de la salud (Lange & Jaimovich, 1997).
Históricamente, se registran dos respuestas de alcance internacional orientadas a disminuir los problemas de salud y enfermedad de los pueblos. La primera respuesta del sistema a estos eventos fue la
atención primaria. Con ella se buscó resolver problemas de salud de las mayorías desprotegidas; la
segunda, planteó reformas estructurales a los sistemas de salud con propósitos complejos relativos a
la eficiencia, equidad y calidad de los servicios de salud. En toda innovación implicada en estos
cambios es posible identificar el autocuidado como una condición sustantiva para alcanzar las metas
propuestas.
Autocuidado en salud
En la evolución del cuidado de la salud se pueden distinguir tres etapas que seguramente coinciden
con los avances en el conocimiento de la medicina y con las transformaciones que viene experimentando la sociedad. En los principios de la vida civilizada, el cuidado de la salud era parte integral del
cuidado que el ser humano tenía por su vida y la de sus familiares; luego, con la medicalización e
institucionalización del cuidado de las personas enfermas, la responsabilidad del cuidado de la salud
se trasladó al creciente número de profesionales (principalmente al médico) cuyos saberes estaban
muy por encima del conocimiento del común de las personas. Una tercera época corresponde al
movimiento de fomentar la autorresponsabilidad de los individuos, familias y comunidades en el
cuidado de su salud, como un medio de mejorar el nivel de vida en general.
Una cuarta época que puede vislumbrarse es aquella en la que el individuo y los grupos que conforma están ampliamente informados y conscientes de sus derechos a la salud integral. Por ello cuestionan y exigen más conocimientos y recursos para autocuidarse y mayor participación en las decisiones
respecto a su salud, utilizando a las instituciones sanitarias como apoyo en este proceso. Estas ideas
son expresadas y apoyadas por la conferencia de Alma-Ata en 1978, que estableció el concepto de la
salud como un derecho humano y propuso como enfoque central de la estrategia de Atención Primaria la reorientación de recursos hacia el cuidado básico y hacia la prevención, y no exclusivamente
hacia los hospitales y la alta tecnología médica. En dicha oportunidad se destacó la participación
social y multisectorial como elemento clave para mejorar el nivel de salud de la población, y el
derecho y deber que tienen las personas de participar en su atención sanitaria (OPS/OMS 2003). De
16
II. Marco de referencia
esta manera se planteó que la población tiene un papel preponderante en el cuidado de su propia
salud.
El concepto de autocuidado de la salud se ha construido a partir de las observaciones sobre lo que las
personas hacen en beneficio de su salud, lo que los familiares o amigos ofrecen en forma de cuidado
al enfermo y lo que los grupos sociales o comunidades desarrollan en beneficio de la salud colectiva.
Las diferentes definiciones de autocuidado se dan en contextos culturales y sociales específicos. En
las Américas, el término se refiere a las acciones que toman las personas en beneficio de su propia
salud, sin supervisión médica formal. También se define como las prácticas de personas y familias a
través de las cuales se promueven conductas positivas de salud, se previenen enfermedades y se
tratan síntomas (DeFriese, 1989).
En las décadas del sesenta y setenta, el autocuidado se consideró un movimiento social en contraposición a la hegemonía médica, pero también se interpretó como una estrategia para disminuir la
utilización de los servicios de salud, cuyos costos iban en aumento vertiginoso. En estas acepciones,
se percibe una postura filosófica más orientada al pragmatismo que a la consideración del autocuidado
como una cualidad innata en el ser humano.
El autocuidado también se ha considerado como parte del estilo de vida de las personas, entendido
como patrones de conducta que reflejan la forma de interactuar de los individuos con su medio social.
Estos patrones se perfilan a partir de conductas que se repiten en las distintas circunstancias que la
persona enfrenta día a día, y que realiza influida por su propio esquema de valores, los de otras
personas y por los eventos políticos y económicos que caracterizan el medio en que se desenvuelve
(Dean, 1989). En este contexto, el ciudadano común interactúa en situaciones sociales específicas y
desarrolla conductas relacionadas a su salud, incluyendo las decisiones de buscar cuidado profesional
y de apegarse a él. Según Dean (1989), el autocuidado se puede expresar de tres formas dentro de los
estilos de vida: a) como hábitos diarios rutinarios de vida que pueden afectar la salud (e.g, fumar,
beber, rutinas sedentarias, entre otros); b) como conductas que conscientemente buscan mantener la
salud; y c) como conductas que responden a los síntomas de enfermedad.
Kickbusch (1989) extiende el concepto de estilos de vida afirmando que son patrones que surgen de
la selección de opciones disponibles a las personas según sus circunstancias socioeconómicas y de la
facilidad con que ellas puedan escoger unas u otras alternativas. Así, la elección de un estilo de vida
saludable implicaría acciones de autocuidado concretas, como son la automedicación, el autotratamiento
y el apoyo social y el cuidado en situación de enfermedad en el medio natural de la persona.
Otra perspectiva del autocuidado en el mantenimiento de la salud la proponen Punamäki y Aschan
(1994). Ellos definen la esencia del autocuidado como la capacidad de los individuos para ejercer
control (mastery) sobre su salud o enfermedad. Las conceptualizaciones que estos autores proponen
surgen de los propios miembros de la comunidad y las clasifican en las siguientes categorías: a)
búsqueda y resguardo del significado y propósito de la vida; b) relaciones sociales y convivencia
(togetherness); c) mantenerse activos; d) recreación y disfrute; e) disciplina y buena salud, y f) tratamiento de síntomas y enfermedades. Esta nomenclatura aporta factores psicoespirituales y sociales de
importancia para las personas, pues los incorpora como componentes de su salud y bienestar y
consecuentemente como metas de autocuidado.
17
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
La mirada del autocuidado desde distintas disciplinas
El autocuidado se ha conceptualizado también desde el punto de vista de las profesiones que tienen
como objeto de estudio la salud y la enfermedad de las personas (Gantz, 1990). Las disciplinas que
han estudiado e investigado sobre el autocuidado están de acuerdo en que: a) el autocuidado toma
formas específicas según la situación y cultura de quienes lo practican; b) está altamente influido por
el nivel de conocimiento que las personas poseen, y c) se enfoca al autocontrol de la salud excluyendo lo relativo a leyes y políticas.
Para la medicina, el autocuidado tiene la posibilidad de modificar la naturaleza y frecuencia con que
un paciente busca la consulta profesional. Si el médico impulsa el autocuidado, es para que el
paciente realice acciones que él tradicionalmente ha realizado, es decir, transfiere responsabilidad al
paciente para cierto nivel de cuidado (Gantz, 1990). En la práctica este modelo es unidireccional,
aunque se pretenda crear una relación horizontal. Jones et al. (2004) reportan que especialistas en
atención primaria encontraron complejo incluir a sus pacientes en el proceso de toma de decisiones
en aspectos médicos. Otros estudios señalan que es poco frecuente que los médicos consideren la
opinión y experiencia de los pacientes para tomar decisiones sobre las formas de cuidado (Paterson,
2001).
A lo largo de la historia, la enfermería ha enseñado a las personas a cuidarse a sí mismas, modelo que
hoy denominamos enfermería para el autocuidado. Conviene recordar que el autocuidado tiene una
fuerte influencia del trabajo realizado por Dorothea Orem (2001), quien “justifica” la participación
profesional de la enfermería en situaciones en que la persona no puede cuidar su salud por sí misma,
o no está motivada para hacerlo. Para la autora, el autocuidado es una función regulatoria que los
individuos llevan a cabo deliberadamente para cubrir requerimientos vitales, mantener su desarrollo
y funcionar integralmente.
El modelo transcultural de Leininger (Alexander et al., 1989) se centra en cómo las visiones, el
conocimiento y las experiencias de una cultura influyen en la planificación e implementación del
cuidado de enfermería. Plantea que si las expresiones culturales no son reconocidas y comprendidas,
los cuidados de enfermería pueden ser menos efectivos y tener consecuencias desfavorables. El
modelo recalca que el único camino para que la enfermera pueda motivar al usuario para asumir su
autocuidado es aprendiendo acerca de sus formas culturales (construcciones naturales o familiares
acerca de las conductas propias de una cultura en particular) y planificando estrategias a partir de
ellas (Steiger & Lipson, 1985). En el análisis de la mayoría de los trabajos de enfermeras que han
aportado al desarrollo del conocimiento teórico de la enfermería es posible identificar explícita o
implícitamente el valor asignado al autocuidado en toda intervención profesional.
La psicología es una tercera disciplina que aporta conceptualizaciones sobre el autocuidado. Lo hace
indirectamente a través del estudio de procesos psicológicos relacionados con el autocuidado tales
como el concepto de sí mismo, la autoeficacia, el locus de control y, también, de manera más directa,
a través del estudio de cómo las personas se mantienen sanas, por qué se enferman y cómo responden cuando esto sucede (Gantz, 1990). Es así como los psicólogos interesados en el área de la salud
han demostrado gran interés por desarrollar modelos teóricos que expliquen y ayuden a predecir los
comportamientos que las personas tienen con relación a su salud.
Uno de los modelos más utilizados es el “Modelo de Creencias en Salud”, desarrollado inicialmente en
la década del 50 por un grupo de psicólogos sociales del Departamento de Salud Pública de Estados
18
II. Marco de referencia
Unidos encabezado por Hochbaum, para explicar el fracaso de programas específicos de prevención
y detección precoz de enfermedades. Posteriormente, este modelo ha ido evolucionando y ha sido
adaptado por diversos autores para tratar de explicar una gama más amplia de conductas en salud
(Soto, 1997). Plantea que una persona decide realizar una acción específica en salud (por ejemplo,
dejar de fumar) cuando cree que esa acción va a disminuir una condición que amenaza su salud y
cree que los beneficios que logrará con ella son más importantes que los costos o barreras que debe
vencer para realizarla. La amenaza está determinada por la percepción que el sujeto tiene de ser
susceptible a un problema de salud que percibe como grave o severo y que se relaciona con una
conducta que él tiene. Se podría señalar que el sujeto se siente amenazado por su propia conducta;
sin embargo, la relación costo/beneficio sería la que mayormente influiría en la decisión de cambiar
su conducta. El modelo plantea que existen claves o gatilladores que son estímulos internos o externos capaces de alterar la dinámica de los diversos elementos del modelo, y cambiar el curso de acción
de la persona. Las variables sociodemográficas influirían en las percepciones que el sujeto tiene de
susceptibilidad y severidad respecto al problema de salud y en su percepción de los beneficios y
costos de la acción por realizar.
En la década del 80 se incorporó el concepto de autoeficacia como otro elemento del Modelo. La
autoeficacia, definida por Bandura, es la convicción que el sujeto tiene acerca de su capacidad para
realizar exitosamente una acción determinada para lograr ciertos resultados (Janz, 2002). Una persona
que está convencida que puede cambiar una conducta específica tiene mayores probabilidades de
hacerlo que aquella que duda de su capacidad.
El locus de control es otro concepto relacionado con el modelo en referencia y se refiere a la percepción que la persona tiene de su capacidad y habilidad para dirigir y controlar su propia vida. El locus
de control varía en un continuo, desde la percepción de un control interno hasta la percepción de ser
controlado por fuerzas externas. Es así como hay personas que creen que sus decisiones y conductas
influyen de manera importante en el curso de sus vidas; y otras, que se sienten controladas por otros
y perciben que las decisiones que ellos pudieran tomar no influyen de manera importante en su
futuro (Steiger & Lipson, 1985).
La educación para la salud aporta el modelo PRECEDE: “Factores que predisponen, refuerzan y
facilitan la conducta saludable en el contexto de un diagnóstico y evaluación educacional”, propuesto
por Green (1980). Este modelo permite planificar intervenciones educativas en salud, considerando
una variedad de factores que influyen en las conductas de las personas, de tal forma que las estrategias que se utilicen apunten a dichos factores. Si bien es un modelo educativo poblacional, aporta a
la comprensión de la conducta individual y de las variables que están influyendo en ella. Desde esta
perspectiva, es un recurso que sirve para analizar las conductas desfavorables para la salud, identificar
los factores personales y del ambiente que las predisponen, facilitan y refuerzan, para, a partir de allí,
planificar intervenciones educativas, organizacionales y de políticas de salud, que desde diferentes
ángulos apunten a cambiar esa conducta dañina para la salud.
Atención primaria y autocuidado
El propósito inicial de la estrategia de Atención Primaria en Salud (APS) era que los pueblos del
mundo al año 2000 alcanzaran un nivel de salud que les permitiera desarrollar una vida social y
económicamente productiva. Dos de sus principios básicos fueron lograr la accesibilidad y cobertura
universales en salud, y el compromiso, participación y autosustentabilidad de los individuos y comu19
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
nidades (OPS/OMS, 2003). En este contexto, el concepto de autocuidado de la salud toma oficialmente un lugar preponderante en los servicios de salud. Emerge como uno de los recursos críticos para
dar respuesta a las demandas de extensión de cobertura de servicios de salud y a la contención de los
costos implicados en dichos servicios. Se postula en forma explícita que en la sociedad posindustrial
el individuo, la familia y los grupos comunitarios tienen el derecho a la salud, pero a la vez son los
responsables en última instancia de buscar y utilizar los medios para prevenir enfermedades, alcanzar
y mantener un nivel óptimo de salud y bienestar integral. Para que estos postulados se hagan realidad,
deben converger políticas, recursos y voluntades de ciudadanos y gobiernos (OPS/OMS, 2003).
El compromiso de incorporar a las personas de la comunidad en los procesos de toma de decisiones en
la prestación de servicios pone de manifiesto dos dimensiones del autocuidado que cobran relevancia
en el contexto de la APS. La primera se refiere al hecho de que el autocuidado rebasa la esfera individual
y familiar para extenderse hasta el posicionamiento de los ciudadanos en la estructura de los servicios de
salud, para “vigilar” que éstos sean los que ellos requieren y que se provean en las formas que ellos
aceptan como válidas. En este sentido las acciones de autocuidado incluyen conductas que indirectamente benefician la salud de los individuos y las familias. La segunda dimensión se refiere a la accesibilidad a los servicios de salud, la cual implica un fuerte componente cultural. Así entendido, el autocuidado
de salud incluye las acciones aceptadas culturalmente por la comunidad para mantener un buen estado
de salud y para curar la enfermedad. Estas acciones deben ser reconocidas por las instituciones prestadoras
de atención de salud, e inclusive incorporadas dentro de su oferta de servicios.
Jones et al. (2004) distinguen entre participación privada y pública (autocuidado privado y público)
en la toma de decisiones de salud. En el primero de los casos la “participación” la relacionan al
involucramiento de la persona en su propio cuidado y tratamiento; en el segundo, al compromiso en
los procesos de toma de decisiones relacionadas con la planificación y prestación de servicios, así
como en la evaluación y consultoría sobre la provisión de futuros servicios de salud. Ambas acepciones coinciden con las dimensiones identificadas en el contexto de la APS. Extendiendo estas concepciones, se puede considerar que el autocuidado en salud incluye la búsqueda y utilización de servicios institucionales de salud, las conductas sobre la observancia de los tratamientos prescritos y
también la participación de la comunidad en la formulación de políticas públicas, en los diferentes
niveles de toma de decisión en el área de la salud.
La incorporación oficial del concepto de autocuidado como estrategia metodológica de la APS (Aguayo
et al., 1992) tomó diversos énfasis: a) autocuidado que promueve la salud; esta categoría considera
prácticas que promueven el bienestar, como, por ejemplo, el ejercicio; b) autocuidado orientado a
mantener la salud, como sería el caso de dormir el suficiente número de horas diarias; c) autocuidado
orientado a prevenir enfermedades y riesgos a la salud, por ejemplo, seleccionando alimentos bajos
en grasa para prevenir problemas cardiovasculares; d) detección temprana de signos y síntomas de
enfermedades, como el autoexamen de mamas; y e) autocuidado en el manejo de la enfermedad que
considera el cumplimiento de los tratamientos, incluyendo el manejo de efectos indeseables y la
identificación de complicaciones (Lange & Jaimovich, 1997). Las prácticas de autocuidado mencionadas en a) y b) coinciden con las formas o estilos de vida mencionados por Kickbusch (1989).
La estrategia de APS adoptada para alcanzar la meta Salud para Todos en el Año 2000 fue evaluada a
los 25 años de haber sido puesta en marcha, reafirmando su readopción como estrategia fundamental
para el desarrollo de la salud (OPS/OMS, 2003). Sin embargo, los principios que la sustentan deberán
revisarse y considerar los cambios experimentados por los países, principalmente aquellos que tienen
que ver con los factores de contexto.
20
II. Marco de referencia
Dentro de dichos factores sobresalen las transformaciones de los perfiles epidemiológicos y demográficos, presentándose escenarios sociales complejos donde las personas y las instituciones deben cuidar la salud. El énfasis en la promoción de la salud obliga a revaluar las estrategias para impulsar en
la población mejores estilos de vida derivados de su autocuidado, pero a la vez determinados por las
restricciones impuestas por el medio ambiente.
Otro aspecto que seguramente deberá reconsiderarse para que la APS alcance mayor efectividad en el
logro de sus metas es la organización de los servicios de salud, o directamente los modelos que
subyacen a la prestación de estos servicios. Es así como el primer nivel de atención, responsable de
otorgar el grueso de los servicios implicados en la atención primaria, no refleja una organización que
facilite la incorporación de los miembros de la comunidad (individuos o grupos) a las decisiones
sobre tipo y formas de atención ni para incrementar las oportunidades para la participación de los
individuos en el manejo de su salud.
Generalmente, los servicios de salud utilizan un concepto de salud y bienestar restringido a los
problemas epidemiológicos del país o la región; lo que incluye el diagnóstico y tratamiento médico
farmacológico de las morbilidades más prevalentes. Frecuentemente no incorporan el concepto de
“salud positiva” en el que se identifican al menos cinco dimensiones: cuerpo saludable; alta calidad de
relaciones personales; sentido de propósito en la vida; autocontrol en las tareas de la vida, y resistencia al estrés, al trauma y a los cambios (Ryf & Synger, 1998).
Rol de las instituciones de salud y autocuidado
La implementación de un modelo de autocuidado en el sistema de salud exige que tanto los consultantes
como el personal de salud realicen actividades de atención en salud en forma conjunta. El autocuidado
requiere que las personas asuman mayor responsabilidad en el cuidado de su salud y por las consecuencias de las acciones que realizan. Para personas que no son del área de la salud, reconocer que
una conducta (por ejemplo, fumar) es directamente responsable de la enfermedad (cuadro pulmonar
crónico) puede llevarlas a reorientar el rol que asumen en la mantención de su salud. Para fortalecer
el autocuidado, los profesionales de la salud requieren impulsar estrategias de educación a consultantes
y aceptar que las personas que buscan el autocuidado pueden cuestionar las instrucciones y guía
suministradas por ellos. Para algunos miembros del equipo de salud, el contar con consultantes que
critiquen sus recomendaciones será una experiencia nueva.
Las instituciones de salud tendrían que efectuar cambios organizacionales y estructurales en función
de un nuevo modelo de atención que considere también como resultado último la consecución de la
salud positiva de los individuos y de los grupos sociales. Al respecto se han trabajado algunas propuestas que responden principalmente a las necesidades de pacientes con enfermedades crónicodegenerativas; sin embargo, las conceptualizaciones desarrolladas son también útiles para otras circunstancias. Por ejemplo, el “Modelo del Cuidado Crónico” busca interacciones productivas entre
usuarios informados, quienes toman una parte activa en su cuidado, y los proveedores de servicios
que cuentan con recursos y experticia. Este modelo es utilizado en al menos 500 organizaciones de
salud en EE.UU. y ha demostrado su efectividad en mejorar los resultados clínicos en pacientes
diabéticos y con otras enfermedades crónicas (Bodenheimer, Wagner & Grumbach, 2002). Este modelo es revolucionario para EE.UU. porque exige un cambio en la organización de la prestación de
servicio, respecto a quién la otorga y cómo se provee. Según los autores del modelo, esto se consigue
cuando el sistema de salud y la comunidad promueven, entre otros elementos, franco apoyo para el
21
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
autocontrol o autocuidado de las condiciones de salud-enfermedad de las personas (Wagner, 1998;
Rothman & Wagner, 2003). Según señalan Von Korff y colegas (1997) el manejo colaborativo de
enfermedades crónicas debe incluir una definición conjunta de los problemas que se presentan con la
enfermedad crónica, de las metas y de la planificación para la solución de los mismos. En este sentido,
existe un reconocimiento claro de las ventajas del trabajo interdisciplinario entre médicos, enfermeras,
farmacéuticos y otros para responder a las necesidades de las personas con enfermedades crónicas.
Es importante hacer notar lo decisivo que es la contribución de los diferentes proveedores de cuidados de la salud en el logro de los cambios que favorezcan la participación de los usuarios en los
servicios de salud. Las actitudes y prácticas del equipo de salud son las que abren estos espacios para
la comunidad en la atención de salud. En este sentido, Aguirre-Huacuja (1993) señala que es necesario delimitar y articular el desempeño de cada uno de los integrantes del equipo de salud en acciones
concertadas con el fin de permitir lo anteriormente mencionado. El sustento filosófico que fundamenta la participación de los usuarios en la atención de salud es la convicción del equipo prestador de
servicios de que toda persona tiene capacidades y el derecho para decidir y actuar en beneficio de su
salud. Aunque esta postura es ideal para todo profesional y técnico de la salud, no todas las profesiones la promueven. Así, se encuentra que en la práctica los médicos son los que tienen mayores
dificultades en reconocer dichas capacidades (Paterson, 2001, entre otros).
La forma tradicional utilizada por los profesionales de la salud para aproximarse a fortalecer el
autocuidado de las personas ha sido la educación. Bajo este término se pueden encontrar muy
diversas formas de comunicación, que van desde la entrega de información escrita (folletos, trípticos,
entre otros) o verbal (charlas y conferencias, entre otras) hasta la aplicación de metodologías
participativas que involucran a la persona en la construcción de sus aprendizajes. Cabe señalar que las
actividades educativas sistemáticas en las instituciones de salud en América Latina son escasas y han
contado con pocos recursos por parte de las organizaciones que funcionan bajo modelos de prestación de servicios tradicionales.
Considerar el desarrollo de capacidades de autocuidado de la salud como responsabilidad de las
instituciones, exige una reorganización institucional que favorezca la atención de salud con énfasis en
autocuidado (Lange et al., 1989). Esto incluye contar con presupuesto específico para este fin, personal profesional capacitado que transmita en su actuar la filosofía del autocuidado a los usuarios y al
personal nuevo que se incorpora. Requiere además el desarrollo de tecnologías educativas apropiadas para alcanzar este objetivo, entendiendo que los métodos hasta ahora utilizados no han sido todo
lo efectivos que se desea. Existen experiencias valiosas que demuestran la efectividad de metodologías
de enseñanza/aprendizaje en la modificación de conductas nocivas a la salud; sin embargo, éstas se
han desarrollado como experiencias aisladas y temporales.
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22
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Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
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24
III. Experiencias institucionales recolectadas
en América Latina
Con el apoyo del Centro Nacional de Información y Documentación sobre Salud de México (CENIDS)
se realizó una revisión bibliográfica exhaustiva sobre este tema, incluyendo las siguientes dimensiones del concepto de autocuidado: autocuidado del paciente, prevención de enfermedades, autocuidado
en instituciones de salud, cuidado de la salud y educación al usuario. Se revisaron las bases de datos:
Medline, CINAHL, Cochrane Library, Artemisa y LILACS. Por otro lado, se rastrearon publicaciones
científicas en Brasil, a partir de las bases de datos de: Banco de Datos em Enfermagem (BDENF);
Scientific Electronic Library Online (Scielo), en el directorio de Investigación del Consejo Nacional de
Pesquisa y Desenvolvimento (CNPq) y en la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de
Nivel Superior (CAPES). Además, en Chile se revisó la base de datos del Centro Regional Cooperante
de BIREME en Enfermería (CERCOBE).
A través de esta revisión se pudo detectar que son escasos los artículos publicados en América Latina
sobre estrategias institucionales de aplicación de programas, proyectos o actividades realizadas por
los servicios de salud para promover y reforzar prácticas de autocuidado en los usuarios y en los
propios prestadores de servicios de salud. El mayor número de artículos se encontró en la Revista
Educación para el Autocuidado de la Salud (EPAS), publicación periódica de circulación restringida,
de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica de Chile, que en sus inicios (1984 a 1987) se
editó como un boletín y luego como revista (1987 a 1999).
Metodología de recolección de la información
Para enriquecer la información obtenida a través de revisiones bibliográficas, sobre estrategias de
instituciones de salud para fortalecer el autocuidado en América Latina, se diseñó un formulario para
recolectar experiencias, no publicadas, desarrolladas por profesionales de la salud en la Región. Este
instrumento se difundió entre octubre de 2003 y enero de 2004, por servidores de correo, sociedades
científicas, asociaciones profesionales, programas de postgrado y contactos personales de los autores
y de la OPS en distintos países de la Región.
Se hizo una difusión especial a través de las páginas Web de la Red de Enfermería para América Latina
(REAL) www.red-enfermeria-america-latina.org, de la Escuela de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile http://www.puc.cl/enfermeria, de www.webmastersanitario.cl y del Boletín
Electrónico de Brasil NEPAE-NESEN, Online Brazilian Journal of Nursing (www.uff.br/nepae/
objnursing.htm).
El proceso de recolección de los datos (febrero - mayo de 2004) se desarrolló con cierta dificultad y
diferido en el tiempo. Es así como la mayoría de los trabajos se obtuvieron de profesionales que se
contactaron directamente con las personas responsables de esta monografía, quienes se enteraron y
se interesaron en el proyecto a través de las páginas Web y los correos electrónicos.
25
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
A pesar de que existió inicialmente interés de profesionales de la salud de colaborar con los autores
de este documento para acceder al máximo de experiencias que pudieran dar cuenta de las diversas
estrategias que se utilizan en América Latina y el Caribe para incorporar el concepto de autocuidado
en la práctica clínica, no fue posible obtener todo el apoyo esperado. A quienes asumieron este rol en
forma activa, se reconocen como “Colaboradores” (página 9).
Clasificación de las experiencias recolectadas
La primera clasificación dividió las experiencias en aquellas realizadas por instituciones de salud y
aquellas llevadas a cabo por otras organizaciones, como, por ejemplo, escuelas, grupos comunitarios,
universidades, y proyectos con cuidadores informales, entre otros. Decidimos centrar este documento
en experiencias y estrategias que promueven el autocuidado en salud que surgen desde las propias
instituciones de salud, con el fin de incentivar y orientar a las instituciones de salud que tienen un
modelo de atención de salud tradicional, hegemónico, de enfoque curativo, para transformarlo en un
modelo de atención más integral, que incorpora la promoción, prevención y la educación para el
autocuidado en salud como componentes fundamentales. Consideramos que ésta es una necesidad
urgente para responder a las Reformas del Sector Salud que están en marcha en la mayoría de los
países de América Latina.
Esta monografía incorpora la información obtenida de sesenta experiencias latinoamericanas que
describen estrategias institucionales para fortalecer el autocuidado en los consultantes; sin embargo,
es muy probable que existan muchas a las cuales no fue posible acceder. Suponemos que quienes
tienen este conocimiento son fundamentalmente profesionales de la salud del área clínica, cuya
sobrecarga laboral muchas veces les impide sistematizar sus experiencias o, bien, tener acceso a las
redes de comunicación profesional.
Las experiencias recolectadas que se detallan a continuación se clasificaron en tres grandes categorías:
1. Estrategias orientadas a incorporar el concepto de autocuidado en políticas de salud a nivel nacional;
2. Estrategias que produjeron cambios estructurales u organizacionales para facilitar la atención de
salud con énfasis en autocuidado;
3. Estrategias de apoyo al autocuidado utilizadas en la práctica profesional a nivel institucional.
En esta última categoría se identificaron cinco subgrupos; los tres primeros fueron extraídos del
documento Supporting Selfcare 1999-2002. Estos son:
1.
2.
3.
4.
5.
26
Programas Integrados de Educación y Apoyo
Grupos de Autoayuda
Grupos de Apoyo
Participación del Usuario en prestaciones tradicionalmente realizadas por personal de salud
Capacitación de Familiares y otros Cuidadores Informales para el autocuidado a nivel domiciliario
por parte del personal de salud.
III. Experiencias institucionales recolectadas en América Latina
1. Estrategias orientadas a incorporar el concepto de autocuidado en políticas de salud a nivel
nacional (Ver Anexo 1.1)
A través de entrevistas realizadas a profesionales que trabajan en el Ministerio de Salud de Chile fue
posible conocer acerca de la incorporación del autocuidado en diversos programas de atención que
han sido impulsados en los últimos veinte años a través de campañas, programas y capacitaciones al
personal de salud. En conjunto con enfermeras de la Escuela de Enfermería y del Centro Médico San
Joaquín (CEDIUC) de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el Ministerio de Salud ha propiciado
la creación de “Consultas de Enfermería para el Autocuidado” (consultas EPAS) en el nivel primario de
atención, particularmente en el área materno-infantil.
2. Estrategias que produjeron cambios estructurales u organizacionales para facilitar la
atención de salud con énfasis en autocuidado (Ver Anexo 1.2)
Existen trabajos y documentos no publicados que describen cambios estructurales y organizacionales,
realizados con el objetivo de implementar un modelo de atención integral en salud para mejorar la
calidad y fortalecer las prácticas de autocuidado de los usuarios. Estas experiencias han sido en su
mayoría interdisciplinarias, insertas en instituciones con fines docente-asistenciales, y abordan temas
tales como sexualidad, embarazo en adolescentes, salud infantil y enfermedades crónicas.
Entre éstas se destaca, en Venezuela, el Programa de Prevención y Asistencia de Embarazos en
Adolescentes (PASAE), el cual ha promovido la creación de la Unidad de Investigación en Salud
Reproductiva del Adolescente (UNISAR, Venezuela).
En el Centro de Diagnóstico de la Pontificia Universidad Católica de Chile se implementó un modelo
de atención de salud con énfasis en autocuidado que produjo cambios a nivel de políticas institucionales,
modificaciones estructurales y organizacionales y la incorporación del autocuidado en la práctica
clínica del equipo de enfermería. Este proceso fue altamente complejo, tuvo una duración de aproximadamente 20 años, con resultados variables a lo largo del tiempo. Más adelante se describe el
proceso vivido y las lecciones aprendidas.
3. Estrategias de apoyo al autocuidado utilizadas en la práctica profesional a nivel institucional
La mayoría de las experiencias recopiladas corresponden a esta categoría y describen diversas estrategias utilizadas por profesionales de la salud para fortalecer el autocuidado en los consultantes.
3.1 Programas integrados de educación y apoyo (Ver Anexo 1.3)
Según la definición que entrega el documento “Supporting Selfcare 1999-2002”, la característica esencial de estos programas es que manejan contenidos específicos, flexibles, con duración limitada. Los
profesionales a cargo de estos programas entregan información y promueven estilos de vida saludables a través de la guía y orientación profesional. Entre sus objetivos están fomentar la adquisición de
conocimientos y habilidades, el refuerzo del potencial personal y el apoyo social. Este último se
genera como consecuencia o resultado de la metodología de trabajo grupal más que de un objetivo
mismo del programa. La mayoría de los trabajos recopilados corresponden a este tipo de programas.
27
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
3.2 Grupos de autoayuda (Ver Anexo 1.4)
Los grupos de autoayuda son grupos pequeños, autónomos, abiertos, que se reúnen en forma regular
y cuya principal actividad es la autoayuda. Son dirigidos por sus propios miembros, aunque pueden
desarrollar algunas actividades con profesionales en la medida que el grupo lo requiera. Su principal
objetivo es fomentar el apoyo psicosocial entre los miembros a través de compartir las vivencias y
emociones asociadas a la condición de salud, y proveer información y soluciones prácticas a los
problemas.
Los grupos de autoayuda habitualmente no funcionan en las instituciones de salud sino en la comunidad; sin embargo, la responsabilidad de los profesionales de la salud que trabajan con énfasis en
autocuidado es conocerlos, apoyarlos cuando se les solicita y utilizarlos como recurso, e informar a
los usuarios que pueden beneficiarse de ellos.
Sólo se obtuvo información de dos experiencias de este tipo: un grupo constituido por personas con
diabetes y otro por mujeres que se capacitaron para ser monitoras de estimulación temprana en un
centro de salud comunitario. Este grupo de monitoras, que fue creado a partir de una necesidad
sociosanitaria y estimulado por el personal de salud, se independizó adquiriendo personalidad jurídica y realizando diversas actividades en apoyo a las prácticas de salud del centro. Ambas experiencias
se perfilan como redes de apoyo social y emocional.
3.3 Grupos de apoyo (Ver Anexo 1.5)
Los grupos de apoyo también ponen énfasis en la autoayuda, sin embargo, son dirigidos por los
profesionales de las instituciones de salud. En ellos se combinan los conocimientos y las competencias del personal de salud y los intercambios de vivencias entre los miembros del grupo frente a un
problema de salud común. Tienen una duración limitada y pueden implicar gastos de participación
para los usuarios.
Las tres experiencias recolectadas, correspondientes a esta categoría, describen grupos de apoyo para
adolescentes, personas con patologías crónicas y adultos que integran un programa de autocuidado
en salud sexual. En todas ellas se enfatiza la creación de redes de apoyo social que favorecen el
apoyo mutuo entre los miembros, proporcionando un sentido de integración y unión. Además, se
focalizan en compartir experiencias y conocimientos entre los participantes, facilitando un entorno
que permite la expresión de emociones dentro de un espacio terapéutico. No obstante, en estas
experiencias se encuentran elementos similares a los programas integrados de educación y apoyo, ya
que está presente la orientación y guía educativa por parte del profesional.
3.4 Participación del usuario en prestaciones tradicionalmente realizadas por personal de salud
(Ver Anexo 1.6)
En estas experiencias el acento está puesto en la capacitación del usuario y adultos responsables (en
el caso de los niños) en procedimientos y habilidades específicas requeridas para el autocuidado de
la salud o frente a una situación de enfermedad. Esto implica que los usuarios realizan algunos
procedimientos en la consulta de salud, que tradicionalmente son realizados por el personal. Así, se
aprovecha esta instancia como una oportunidad de educación para el autocuidado. De los nueve
trabajos recolectados la mayoría apunta a capacitar a usuarios con enfermedades crónicas en el autocontrol de su enfermedad.
28
III. Experiencias institucionales recolectadas en América Latina
Existen también experiencias intrainstitucionales con personas hemofílicas y pacientes postrados. En
ellas, el rol del profesional es evaluar la condición médica y psicosocial del paciente y enseñar y
apoyar al consultante para que aprenda a realizarse cuidados o tratamientos específicos que deba
desarrollar en su hogar. Las evaluaciones apuntan principalmente al costo-beneficio que significan
estas experiencias tanto para el usuario como para la institución. Se ha visto que aumenta la satisfacción del usuario en la medida que le permite un mayor grado de autonomía, y se reducen los costos
institucionales.
A nivel primario se describen experiencias con grupos de embarazadas y otras con padres que se
capacitan para evaluar el desarrollo psicomotor de sus hijos. Los elementos centrales del modelo de
autocuidado en estas experiencias es la ejercitación de los consultantes de ciertas técnicas, durante la
consulta de salud, con la guía y supervisión del profesional.
3.5 Capacitación de familiares para el cuidado en domicilio (Ver Anexo 1.7)
Esta categoría es similar a la anterior; su principal diferencia es que son programas orientados a la
capacitación de un familiar del enfermo u otro cuidador informal. Esta actividad es realizada por el
personal de salud ya sea en el domicilio o en el hospital. Son estrategias dirigidas a mejorar la
situación de salud y la calidad de vida de la persona dependiente de cuidados especiales. Si bien el
componente primario es la capacitación, estos programas frecuentemente incorporan apoyo al enfermo y su familia.
Las diecinueve experiencias recolectadas están orientadas a usuarios con patologías crónicas y/o
graves. Estas buscan, en la medida que la condición de salud lo permita, la rehabilitación o reinserción
del usuario en su medio familiar y social. Los grupos objetivos son enfermos con cáncer que requieren cuidados paliativos, pacientes postrados y niños que presentan diversas patologías, en cuyo caso
se capacita a los padres.
Características de experiencias recolectadas
De las experiencias recibidas, la mayoría corresponden a Chile; le siguen en orden de frecuencia
Brasil, Perú, Colombia, Venezuela y Panamá. Los trabajos recopilados en estos países generalmente se
han llevado a cabo en una institución y usualmente por un mismo equipo de trabajo. Las experiencias
recogidas en Chile se originan en pocas instituciones, principalmente en la Pontificia Universidad
Católica de Chile. Esto responde a que autoras de esta monografía son enfermeras que han trabajado
desde hace más de dos décadas en el área del autocuidado, constituyendo un grupo con una amplia
y variada experiencia práctica y en investigación.
Las instituciones que han realizado las experiencias que pudimos recolectar son centros de atención
del nivel primario, secundario y terciario, estatales, universitarios y privados. La mayor cantidad de
trabajos corresponde a instituciones docente-asistenciales.
Las experiencias de autocuidado recolectadas están orientadas a todos los niveles de prevención.
Incluyen experiencias de promoción de la salud infantil, programas de autocuidado con niños prematuros, hospitalizados y pacientes con enfermedades específicas. En el área del adulto se observan con
mayor frecuencia programas dirigidos a desarrollar capacidades de autocuidado en personas con
patologías crónicas, tales como cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y hemofilia. En menor
29
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
medida se recopilaron trabajos en sexualidad, embarazo, SIDA, salud bucal, envejecimiento sano,
autocuidado del recurso humano e investigaciones sobre modelos de atención de salud con enfoque
de autocuidado.
Hay experiencias orientadas exclusivamente a mujeres adultas, no así a adultos hombres en donde se
reconoce un escaso trabajo en autocuidado. Se aprecia un déficit importante de trabajos con adolescentes; los recopilados tratan dos temas: adicciones y embarazo. Las experiencias con familias apuntan más que nada a apoyar al sistema familiar cuando existe algún miembro con una enfermedad
crónica o terminal.
A pesar del esfuerzo realizado por recolectar experiencias surgidas desde distintas profesiones, la
gran mayoría de las respuestas provinieron de enfermeras, seguidas por los odontólogos. Un cuarto
de las experiencias recopiladas las han desarrollado equipos multidisciplinarios conformados por
enfermeras, médicos, nutricionistas, terapeutas ocupacionales y kinesiólogos. Los grupos están integrados principalmente por profesionales de la salud; en su minoría se incluyen también profesionales
de otras áreas, como, por ejemplo, de las ciencias sociales, ciencias de la educación y de la comunicación.
En cuanto a técnicas y herramientas empleadas en los programas, se evidencia una escasez descriptiva importante en este ámbito, lo que da cuenta de un vacío metodológico general observado en la
mayoría de las experiencias recolectadas. La información con la que se cuenta muestra que las técnicas más utilizadas fueron: talleres grupales, clases expositivas, demostraciones de algún tratamiento
en particular, dramatizaciones, técnicas de relajación e imaginería y consejería. En cuanto a las herramientas, la mayoría están sólo nombradas, no explicadas. Se mencionan principalmente materiales
impresos, audiovisuales, juegos educativos y cooperativos orientados a estimular la conversación y a
compartir experiencias entre los participantes.
Los materiales impresos corresponden a folletos educativos, rotafolios, cartillas, guías para orientar al
usuario y reforzar los contenidos trabajados, material autoexplicativo, manuales sobre alguna patología en particular, y sobre tratamientos domiciliarios, cuadernos de salud, trípticos, afiches, carnets y
pautas de evaluación para estimar los conocimientos adquiridos. Los materiales audiovisuales utilizados son diaporamas, software y películas.
A continuación se describe el proceso y evolución de la experiencia de la Pontificia Universidad
Católica de Chile, cuya meta fue la implementación de un modelo de atención en salud con énfasis en
autocuidado. En esta experiencia se identifican gran parte de las estrategias descritas anteriormente,
algunas de las cuales fueron exitosas y otras no se mantuvieron en el tiempo.
30
IV. Autocuidado en la Pontificia Universidad
Católica de Chile: Una experiencia institucional
En Chile, a partir de 1982, se inicia en el Centro de Diagnóstico de la Facultad de Medicina de la
Pontificia Universidad Católica (CEDIUC), hoy Centro Médico San Joaquín, un proyecto docente
asistencial liderado por enfermeras cuya meta fue incorporar el autocuidado como estrategia permanente en la atención de salud. Este proyecto contó, durante 10 años, con el apoyo de la Fundación
W.K. Kellogg.
Durante los dos primeros años los esfuerzos de las enfermeras estuvieron centrados en aprender
técnicas educativas innovadoras y participativas, y en desarrollar material que sirviera para enseñar a
los consultantes afectados por enfermedades crónicas a cómo cuidar de sí mismos. A este esfuerzo
también se incorporaron otros profesionales.
Uno de los pilares del proyecto fue el desarrollo de un programa de educación continua dirigido a
lograr que el personal incorporara la mirada del autocuidado en su práctica laboral. Para ello se
elaboró y difundió material bibliográfico con información actualizada y útil para la enseñanza del
autocuidado en salud, a través del boletín “Educación para el Autocuidado” (EPA), de publicación
mensual. Para la elaboración de este boletín, su comité editorial, compuesto por enfermeras docentes
y asistenciales, seleccionaba artículos científicos, los que eran resumidos en español y complementados con comentarios de especialistas chilenos quienes analizaban su aplicabilidad a la realidad local.
Dos semanas después de difundido el boletín, se realizaban reuniones bibliográficas abiertas a los
profesionales de la salud de la UC con el fin de definir estrategias para ir incorporando el autocuidado
como concepto y filosofía a la atención de salud de este Centro.
Posteriormente, este boletín se transformó en la Revista EPAS (ISSN 0716-4570), que se distribuyó en
forma gratuita a través del Ministerio de Salud a lo largo de Chile, replicándose la experiencia de la
PUC en otras regiones del país.
Los costos que implicaba esta estrategia de educación continua no pudieron ser afrontados en forma
permanente por el Ministerio de Salud ni por la Universidad, y no hubo una masa crítica de profesionales en condiciones de solventarlo, por lo cual este aporte sólo se dio mientras se contó con el apoyo
de la Fundación Kellogg.
La experiencia de los dos primeros años de proyecto demostró que la educación de los usuarios no
debía considerarse una actividad aislada de las demás prestaciones de servicio, sino debía trabajarse
como un componente integral y permanente de la atención de salud. Esto exigió que las enfermeras
involucraran a los médicos en el tema del autocuidado, compartieran con ellos sus principios filosóficos y sus metas profesionales y los estimularan a conformar equipos de trabajo interdisciplinarios
para desarrollar programas de atención para los consultantes. Los primeros médicos que se motivaron
en reorganizar su atención para lograr un enfoque interdisciplinario y biosicosocial de la atención
fueron los especialistas que trabajan con enfermos crónicos, seguidos de pediatras y obstetras.
31
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
Para transformar las consultas médicas en programas de salud integrales fue necesario hacer adecuaciones de horarios que permitieran que profesionales de las diferentes disciplinas trabajaran en forma
conjunta en la atención de consultantes con un mismo problema de salud. Así se logró crear espacios
para diseñar y poner en marcha una serie de programas con énfasis en autocuidado y se fue modificando la modalidad de atención con la incorporación de tecnologías apropiadas como son las Consultas Educación para el Autocuidado en Salud (consultas EPAS), ya mencionadas en esta monografía.
Complementariamente se elaboró una variedad de materiales educativos (juegos, cartillas, diaporamas,
videos) e instrumentos de valoración. En torno a estos programas se fueron organizando actividades
educativas grupales y el equipo de enfermería fue facilitando y estimulando la formación de grupos
de autoayuda, algunos de los cuales se han mantenido en el tiempo.
Los cambios efectuados, por iniciativa de enfermería, comenzaron a influir sobre la organización de la
atención y el concepto de autocuidado impregnó el modelo de atención de salud en CEDIUC como
también los indicadores para la selección y evaluación de desempeño de su personal. También se
incorporó como un criterio en la evaluación de la calidad de la atención y fue el hilo conductor de la
educación continua para el equipo de enfermería y el personal administrativo de ese centro de salud.
La forma de gestión se transformó de un estilo jerárquico y centralizado a uno participativo y descentralizado, otorgando a las diferentes secciones del centro estímulos y oportunidades para desarrollar
sus propios programas.
Progresivamente se fueron clarificando cinco características básicas del modelo:
• Cada contacto entre usuario y personal de salud es considerado como una instancia educativa
potencial y una oportunidad para reforzar o desarrollar capacidades de autocuidado;
• Los usuarios y sus familias son considerados parte del equipo de salud;
• Los usuarios y sus familias son reconocidos no sólo como consumidores sino también como
proveedores de atención de salud;
• La relación interpersonal entre usuarios y equipo de salud es horizontal, participativa, constructiva,
respetuosa y democrática;
• El estilo de gestión es coherente con la filosofía del autocuidado.
Conscientes de que “hay que predicar con el ejemplo”, se instauró en CEDIUC un programa de
autocuidado y promoción de la salud para profesionales y administrativos. El crear instancias que
permitieran a los funcionarios enfrentarse a la dificultad de cambiar un hábito, les ayudaría a comprender mejor las dificultades que enfrentan sus consultantes cuando se les indica instaurar o modificar una conducta en beneficio de su salud.
Este programa incluía dos componentes: alimentación saludable y actividad física. El primero se trabajó
con la empresa encargada del almuerzo para los funcionarios, con la cual se diseñó un sistema para que
los funcionarios pudieran aprender a identificar los alimentos más beneficiosos para su salud cardiovascular
y se amplió la oferta de alimentos saludables, de alto valor nutritivo y bajos en calorías.
Para estimular la actividad física, el centro ofreció a los funcionarios un programa de gimnasia entretenida, tres veces por semana, para lo cual se contrató un profesor, se habilitó un espacio con este fin
32
IV. Autocuidado en la Pontificia Universidad Católica de Chile: Una experiencia institucional
y se acondicionaron vestuarios y duchas. Esta actividad, además de cumplir con su objetivo específico, permitió fortalecer los equipos de trabajo y la satisfacción laboral.
Las consultas EPAS, como intervenciones de enfermería, se incorporaron en el año 1982 en la atención infantil, con el propósito de fomentar, en forma grupal, el desarrollo de capacidades de autocuidado
de los padres de los niños que se controlaban en el servicio de pediatría. Posteriormente se incluyó
esta estrategia a la atención de personas con enfermedades crónicas.
La intervención profesional de enfermería en las consultas EPAS se basa en la valoración de las
necesidades e intereses del grupo y en el intercambio de experiencias entre los consultantes que
viven situaciones similares, como es recibir a su recién nacido o enfrentar situaciones derivadas de
una enfermedad crónica. De esta manera se logra, desde la perspectiva del profesional, ejercer en
forma armónica y eficaz el rol educativo-asistencial, se optimiza el rendimiento profesional y se evita
el desgaste de las acciones educativas por la continua repetición que ocurre habitualmente en una
jornada de trabajo. Para el consultante es una oportunidad de aprendizaje a través de la cual incorpora conocimientos y habilidades, intercambia experiencias, desarrolla habilidades sociales en un ambiente protegido y se le estimula a tomar sus propias decisiones acerca del cuidado de su salud o el
de su familia.
Cada consulta EPAS contempla dos fases sucesivas: Una primera fase eminentemente educativa, basada en las necesidades del grupo, donde se estimula el aprendizaje con metodología participativa y
aprovechando el intercambio de experiencias vividas por los integrantes. La segunda fase es “clínica”
que puede ser desarrollada en forma individual o grupal, dependiendo de la situación particular de
los consultantes. Esta segunda fase puede comprender, en la consulta infantil, el examen físico y
antropometría según la etapa del crecimiento y desarrollo del niño, y en la consulta de enfermos
crónicos, el control de la presión arterial, el hemoglucotest, o el examen de pie en el enfermo
diabético. Al final de este proceso, el profesional en conjunto con el usuario establecen los diagnósticos, planifican los cuidados a seguir, fijan metas y definen los criterios de evaluación.
Las consultas EPAS en el área pediátrica se desarrollaron en una primera etapa como plan piloto por
un período aproximado de tres meses, después del cual se realizó una evaluación de esta actividad en
función de sus objetivos y se observó su efecto sobre la satisfacción usuaria y profesional. Una vez
difundidos los resultados de esta experiencia las consultas EPAS pasaron a formar parte del modelo de
atención de salud en el área infantil.
Estas se focalizaron para apoyar a los padres frente a situaciones e hitos relevantes del proceso de
crecimiento y desarrollo de sus hijos. Así surgieron a lo largo del tiempo las siguientes consultas EPAS
en la atención infantil: para el cuidado del recién nacido, para la instalación exitosa de la lactancia
materna, para el manejo de problemas de lactancia, para la mantención de la lactancia cuando la
madre trabaja, para la formación de hábitos y problemas de crianza, para el desarrollo psicomotor y
prevención de accidentes.
En el área de salud de la mujer los programas estaban dirigidos a madres adolescentes, a mujeres en
etapa del climaterio y menopausia; de igual manera, se creó un programa específico para mejorar la
detección precoz y atención oportuna de mujeres con cáncer cervicouterino.
En el área de adultos se trabajó fundamentalmente en diseñar e implementar programas de atención
de pacientes crónicos orientados a mejorar el autocontrol, la adherencia al tratamiento y la utilización
33
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
de los servicios de salud. Se pusieron en marcha programas de atención para personas con diabetes,
hipertensión arterial, epilepsia, daño hepático crónico por alcohol y un programa de profilaxis
cardiológica múltiple para personas que requerían de terapia anticoagulante, de terapia para la prevención secundaria de enfermedad reumática y tratamiento para la prevención de endocarditis infecciosa. Posteriormente se incorporaron consultas EPAS en la atención de las personas con hipertensión
arterial y diabetes.
En el área de atención a adultos mayores se creó un Centro de Enfermería acreditado por el Fondo
Nacional de Salud (FONASA), lo que permitió crear una Escuela de Autocuidado para Adultos Mayores que, a la vez de desarrollar en ellos capacidades de autocuidado, les permitió crear nuevas
amistades y fortalecer sus redes de apoyo.
Se creó una Clínica del Sueño, abierta a todo público, en donde un neurólogo y una enfermera
trabajaron con personas con alteraciones del sueño, ayudándolas a recuperar su patrón de sueño
normal.
Además de estas estrategias que modificaron el modelo de atención en salud de CEDIUC, esta institución se proyectó fuertemente a la comunidad, estableciendo convenios con algunos municipios para
la incorporación del modelo de autocuidado en sus centros de salud. Para lograrlo, se realizaron
cursos de capacitación para preparar líderes comunitarios como agentes de autocuidado.
Perspectivas teóricas de la enfermería para el autocuidado (EPAS)
Las bases conceptuales que guiaron la enfermería para el autocuidado (EPAS) en el CEDIUC fueron
diversas y de distintos campos del saber. En sus inicios, y debido a que estaba orientada a la educación, el apoyo teórico provino principalmente de las ciencias sociales, la psicología y la educación.
Posteriormente, al incorporar otras actividades, se utilizaron las conceptualizaciones de la teoría de
enfermería de Dorothea Orem (1980).
El modelo que orientó, en sus inicios esta iniciativa, fue el Modelo de Creencias en Salud de Rosenstock
(1982) que operacionaliza algunas variables culturales determinantes para la mantención y el cambio
de conductas de riesgo en salud.
EPAS también tuvo la influencia definitiva de la educación para la salud derivada de la educación
popular, que en Chile tenía una larga trayectoria a nivel nacional desde 1950, con la creación de la
medicina social a través del Sistema Nacional de Salud, cuya estrategia principal era la educación en
salud a la población.
Otro modelo que resultó determinante fue el modelo de Factores Relevantes de Lawrence Green
(1985), que había alcanzado éxito en grandes intervenciones preventivas en salud con respecto al
control del tabaquismo en Estados Unidos. Este modelo dirigió la mirada hacia los aspectos
organizacionales que influían en el acceso de los usuarios a los centros de salud y que afectaban la
oportunidad, continuidad y adherencia a los tratamientos y a otras indicaciones médicas. Estos factores son particularmente importantes de tomar en cuenta a la hora de diseñar una experiencia bajo el
modelo del autocuidado en una institución determinada.
34
IV. Autocuidado en la Pontificia Universidad Católica de Chile: Una experiencia institucional
Evolución de la experiencia
En la segunda mitad de la década del 90 se conjugaron una serie de factores que contribuyeron a que
el modelo de atención en salud, basado en el autocuidado, fuera perdiendo fuerza en el CEDIUC. Se
pueden mencionar entre otros:
• La política de autofinanciamiento del centro, la cual, unida al hecho de que las agencias aseguradoras no financian las consultas de enfermería, derivó en que éstas tuvieran que ser afrontadas por
los consultantes, quienes la mayoría de las veces no podían hacerlo.
• La falta de estudios de costo efectividad del modelo; si bien se pudieron demostrar ciertos efectos,
como, por ejemplo, en la mantención de la lactancia prolongada, disminución de los accidentes y
alta satisfacción usuaria.
• El repunte de la medicalización de la atención en desmedro de las atenciones otorgadas por
enfermeras, y
• El cambio de autoridades de los servicios asistenciales de la Facultad de Medicina.
Hoy en día, si bien se desdibujó el modelo de atención de salud con énfasis en autocuidado en el
Centro Médico San Joaquín, muchas de sus enfermeras han incorporado la filosofía del autocuidado
en su práctica clínica. Son ellas quienes han mantenido y desarrollado programas específicos con
énfasis en autocuidado, especialmente en las áreas de salud infantil y atención de personas con
enfermedades crónicas. De la misma manera, en otros centros de la Red de Salud de la PUC ex
alumnos y docentes de la Escuela de Enfermería de esta universidad han implementado consultas
EPAS.
Por su parte y como producto de esta experiencia, los programas de pregrado y posgrado de la
Escuela de Enfermería tienen el autocuidado como hilo conductor.
Comentarios y lecciones aprendidas
CEDIUC dependía, en un principio, del Hospital Clínico de la PUC, y luego pasó a ser autónomo
como centro asistencial. Esto permitió facilitar la modificación del modelo de atención y consolidar su
proyección a la comunidad; sin embargo, también fue necesario enfrentar la necesidad, como empresa de salud autónoma, de autofinanciarse o financiar parte de sus gastos. Esto llevó a que la directiva
planeara estrategias para acceder a niveles políticos con la propuesta de que la atención de enfermería y las actividades de promoción y prevención de la salud fueran financiadas bajo sistemas de copago. Sin embargo, las instituciones previsionales no financian programas de salud integrales con
enfoque interdisciplinario y, por lo tanto, tampoco estos servicios de enfermería para el autocuidado.
Esto implica que este modelo tiene el desafío de consolidarse a un costo razonable; sin embargo, para
que esto sea viable, es necesario promover cambios en la legislación de salud.
La experiencia que se desarrolló en CEDIUC muestra cómo a través de los cambios organizacionales
el modelo del autocuidado pudo incluirse en las prácticas de los profesionales que allí se desempeñaban. Hubo que realizar cambios en la organización de la institución para flexibilizar las normas y
reglas (en cuanto a horarios, espacios físicos para trabajar en grupos) que facilitaran la nueva forma
35
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
de atención. Estos cambios fueron importantes debido a las características de esta institución, que
tenía como objetivo principal la formación de médicos y especialmente de especialistas.
Una de las lecciones aprendidas fue que antes de aplicar este modelo había que diseñar estrategias
comunicacionales dentro de la misma institución para difundir los principios del modelo y facilitar la
transformación de la relación interpersonal vertical y autocrática entre personal de salud y usuario, a
una relación horizontal y participativa. Una de las razones por la cual estos proyectos de salud no
pudieron ser implementados a un nivel más amplio fue el largo y lento proceso que implicaba el
cambio cultural requerido y en especial la transformación de la relación personal de salud/usuario.
Las relaciones humanas y profesionales verticales, propias del modelo de atención tradicional, también redundan en el poder de interlocución ante la sociedad que tiene un médico frente a la enfermera. Enfermería todavía es considerada, por un amplio sector de la sociedad, una profesión dependiente de la medicina, por lo que sus iniciativas son subvaloradas. En este sentido, la lección aprendida
fue que las alianzas estratégicas ayudan al éxito de estos proyectos, sobre todo cuando se compromete en ellos a grupos de poder que comparten los ideales de modelos como la atención de salud
basada en el autocuidado.
Habituadas a trabajar bajo el modelo de la escasez, las enfermeras no estaban acostumbradas a
compartir el poder que estaban adquiriendo, ya que esto podía significar perder aquello por lo que se
había trabajado arduamente. Sin embargo, la lección aprendida fue que la manera de posicionarse en
forma efectiva es compartir las experiencias y conocimientos con otros grupos y trabajar
colaborativamente con ellos.
Los proyectos exitosos como éste traen nuevos desafíos que tienen que ver con la administración de
éxito. Aparecen nuevas responsabilidades y oportunidades a las que hay que saber responder y
enfrentar, como, por ejemplo, el aumento desproporcionado de las expectativas y exigencias del
medio. Una exigencia importante, pero que fue tardíamente comprendida por el equipo de trabajo,
fue que los proyectos generan conocimientos que requieren ser sistematizados y publicados (al parecer ésta es una dificultad de la misma profesión de enfermería, que no le otorga prioridad a publicar
y compartir sus experiencias y trabajos, aspecto que se ha evidenciado en el desarrollo de este
documento). Esto impidió que, en ocasiones, el conocimiento nuevo fuera consolidado como un
aporte de enfermería al cuidado de la salud, estrategia que permitiría a la profesión alcanzar mayor
reconocimiento social.
A pesar de esta escasez de sistematización de los logros, las evaluaciones existentes en las instituciones que han utilizado este modelo demuestran que produce alta satisfacción en los usuarios y
aumenta la satisfacción laboral en el personal de enfermería (Campos C., Jaimovich S., Campos M.S.
1999).
Actualmente, en los servicios de salud privados no es sustentable aplicar este modelo, porque los
planes de salud no consideran atenciones de enfermería, por lo cual la atención médica es para el
usuario de menor costo que la atención de enfermería. Por ello este modelo sólo puede mantenerse
si es subvencionado por la institución prestadora de servicios o afrontado por el usuario. A pesar de
ello, la Escuela de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile crea a fines de 1999 un
Programa de Enfermería para el Autocuidado que incluye un centro de atención de enfermería,
gerenciado por los propios académicos.
36
IV. Autocuidado en la Pontificia Universidad Católica de Chile: Una experiencia institucional
Bibliografía: Experiencia de la PUC
Campos, C.; Jaimovich, S.; Campos, M.S. (1999) Experiencia de enfermería en la atención materno infantil. En
Organización Panamericana de la Salud (ed). La enfermería en las Américas (pp.: 29-38). Publicación
científica Número 571, OPS/OMS.
Lange, I.; Urrutia, M.; et al. (2000) La Práctica de Enfermería en América Latina. Escuela de Enfermería. Pontificia
Universidad Católica de Chile. Documento preparado para Reunión Internacional Kellogg/OPS “Impacto
de Enfermería en la Salud de América Latina y el Caribe”. Santiago, Chile.
Lange, I.; Urrutia, M.; Campos C. (1997) Proyectos de Autocuidado y Atención Primaria: Lecciones Aprendidas.
Documento Interno. Escuela de Enfermería. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile.
Lange, I.; Urrutia, M. (1993) Desarrollo de un Modelo de Enfermería para el Autocuidado - La Experiencia de la
Universidad Católica de Chile, Trabajo presentado en la XIV Reunión Nacional de Licenciados de Enfermería en Nuevo León, Monterrey, México, 1 y 2 de noviembre de 1993. Escuela de Enfermería. Pontificia
Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile.
Lange, I.; Arechabala et al. (1999) Centro de Enfermería para el Adulto Mayor: Experiencia de la Escuela de
Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Enfermería 24(110):50-53.
Rivera, M.S. (1998) Educación para el Autocuidado en Salud Sexual de Adultos: una experiencia en construcción
y reconstrucción. Revista Texto&Contexto de Enfermagem, 7(2): 397-421, mai/ago.
Urrutia, M.; Aldunce, M.I.; Carrasco, A.M. (1989) La Educación en el Marco Conceptual del Autocuidado. Revista
EPAS 6(5): 8-9.
37
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
38
V. Conclusiones y proyecciones
El material recolectado en esta monografía es valioso y refleja el interés de los profesionales de la
salud de América Latina por desarrollar programas de atención basados en el autocuidado. Se identifica un movimiento de promoción del autocuidado de la salud impulsado por personal de salud,
instituciones prestadoras de servicios, organizaciones religiosas, grupos comunitarios y organismos
no gubernamentales, entre otros.
Se infiere que en la Región las experiencias de autocuidado institucional se generan a partir de
iniciativas individuales y no gracias a políticas nacionales o a estrategias macro de incorporación de
este modelo a nivel de las organizaciones de salud.
La educación ha sido la forma más utilizada por los profesionales de la salud para aproximarse a
fortalecer el autocuidado de las personas. Es así como bajo este término se pueden encontrar muy
diversas formas de comunicación que van desde entrega de la información por escrito (folletos,
trípticos, entre otros) o verbal (charlas, conferencias, entre otras) hasta la aplicación de metodologías
participativas que involucran a la persona en la construcción de sus aprendizajes. Cabe destacar que
estas actividades no han recibido el suficiente apoyo de las instituciones de salud, las que siguen
funcionando bajo modelos de prestación de servicios tradicionales.
Para promover el autocuidado se requiere de voluntad política y estrategias que conduzcan a un
cambio del paradigma del cuidado y la salud, a nivel del personal, de los usuarios, y también de las
instituciones involucradas en la prestación de servicios. El sustento filosófico que subyace es el considerar que las personas tienen las capacidades para decidir y actuar en beneficio de su salud.
No se observan experiencias institucionales sólidas que se hayan mantenido en el tiempo. La mayoría
de las experiencias son realizadas por enfermeras, quienes no tienen el poder político para lograr y
mantener los cambios estructurales y organizacionales necesarios para desarrollar un modelo de
atención basado en el autocuidado.
Las experiencias recolectadas dan cuenta de una parte de lo que se está haciendo en autocuidado. Las
autoras conocen de múltiples experiencias, a las cuales no se logró acceder por no existir documentos
sobre ellas y no contar con el tiempo de las enfermeras para que las sistematizaran lo suficiente como
para incorporarlas en este trabajo.
Es imprescindible dedicar esfuerzo a crear evidencia, a nivel Regional, acerca del costo/efectividad
del modelo de autocuidado, pues hoy en día todas las instituciones viven restricciones económicas
que las obligan a invertir en acciones que tienen resultados comprobados en la calidad de la atención
sin incrementar los costos en salud.
Debido a que los recursos para investigación son escasos, la colaboración entre grupos es fundamental, utilizando, por ejemplo, un mismo diseño de investigación, el que puede ser replicado en diferentes países o regiones.
39
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
Nos parece que este trabajo es el punto de partida de un proceso de sistematización y recolección de
información acerca de experiencias de atención en salud con énfasis en autocuidado, tanto aquellas
que surgen por iniciativa del personal de salud en contextos ambulatorios, comunitarios e
intrahospitalarios, como aquellas que surgen directamente de la comunidad o de otros sectores como
educación y gobiernos locales.
40
Anexos
41
42
“Capacitación a enfermeras para la incorporación del Modelo de Autocuidado en el control sano del niño”.
“Participación de los padres en servicios de Neonatología,
prematuros extremos”.
Reyes, Cecilia
Campos, Cecilia
Reyes, Cecilia
creyes@minsal.cl
creyes@minsal.cl
ccampos@uc.cl
ofernandez@minsal.cl
Mail
Chile
Chile
Chile
País
Ministerio de Salud
Ministerio de Salud
Ministerio de Salud
Institución
“Medición de Conductas de Autocuidado en el
Personal Auxiliar de Enfermería en Formación”.
“Categorización de los usuarios del Hospital Clínico de la
U. Católica de Chile”.
“Impacto de Programas Educativos en el Autocuidado de
Pacientes Ambulatorios”.
“Atención de Salud con Énfasis en Autocuidado”.
García, M. Angélica
Lange, Ilta
Lange, Ilta
Campos, Cecilia
Urrutia, Mila
Chodowiecki, Camila
Cantwell, Marisol
Herrera, Luz María
Título
Aguayo, Elisa
Chodowieki, Camila
Ruiz, Jeanette
Nombre
ilange@uc.cl
ccampos@uc.cl
murrutia@uc.cl
cchodoww@uc.cl
mcantwel@uc.cl
luzma@uc.cl
ilange@uc.cl
magarcia@uc.cl
eaguayo@med.puc.cl
cchodoww@uc.cl
Mail
Chile
Chile
Chile
Chile
País
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Hospital Clínico Universidad
Católica de Chile.
Hospital Clínico Universidad
Católica de Chile.
Institución
1.2 Estrategias que produjeron cambios estructurales u organizacionales que facilitan la atención de salud
con énfasis en autocuidado
“Campaña Cáncer Bucal”.
Título
Fernández, Olaya
Nombre
1.1 Estrategias orientadas a incorporar el concepto de autocuidado en políticas de salud a nivel nacional
Anexo 1: Clasificación de experiencias recolectadas a través de encuestas, entrevistas y
material gris
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
“Proyeto Com Vida” (trabajo con portadores de HIV).
“Líneas de Investigación en la UNISAR” (Unidad de
Investigación en Salud Reproductiva del Adolescente).
“Educación para el autocuidado en salud sexual de
adultos: una experiencia en construcción y
reconstrucción” (EPASEX).
“Efecto de la enseñanza individualizada de Enfermería en
el autocuidado del paciente post-colecistectomizado”.
“Efecto de un programa educativo sobre aspectos básicos
del SIDA en el cambio del comportamiento de las
enfermeras asistenciales”.
“Programa de Salud del personal”.
López, José
Bracho, Cira
González, Rosa
Guerra, Amarilis
Evies, Ani
Román, Gladys
Zambrano, Amarilis
Rivera, Soledad
Velásquez, Margarita
Velásquez, Margarita
Urbina, Mónica
Título
Lima, Denise
Silveira, Lia
Deveza, Michael
Nombre
murbina@hts.cl
marveope@hotmail.com
marveope2003@yahoo.es
marve@universia.edu.pe
marveope@hotmail.com
marveope2003@yahoo.es
marve@universia.edu.pe
mriverma@uc.cl
jlopez@postgrado.uc.edu.ve
cbracho@postgrado.uc.edu.ve
rgonzal@postgrado.uc.edu.ve
amarilisguerra@postgrado.uc.edu.ve
mideveza@windnet.psi.br
Mail
Chile
Perú
Perú
Chile
Venezuela
Brasil
País
Hospital del Trabajador
Hospital Nacional Guillermo
Almenara Irigoyen
Hospital Gustavo Lanatta
Luján-Huacho
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Centro de Medicina Integral
de la Universidad de
Carabobo (CMIUC)
Disciplina de Medicina
Integral/Faculdade de Ciências
Médicas/UERJ
Institución
Anexos
43
44
“Consulta EPAS en usuarios con factor de riesgo de
hipertensión arterial”.
“Programa de Apoyo a la Supervisión del Crecimiento y
Desarrollo del Niño, basado en el Autocuidado”.
“Modelo de Autocuidado en la atención Prenatal”.
“Impacto de un Modelo de Atención en Salud con Énfasis
en Autocuidado en un Servicio de Pediatría”.
“Evaluación de una modalidad de Educación Grupal”.
“Aplicación del Modelo EPAS en la Atención del Servicio de
Obstetricia y Ginecología del Centro de Diagnóstico de la
U. Católica de Chile”.
“Intervención educativa asistencial: consulta EPAS de alimentación”.
Campos, Cecilia
Cantwell, Marisol
Herrera, Luz María
Campos, Cecilia
Jaimovich, Sonia
Campos, M. Sylvia
Cantwell, Marisol
Herrera, Luz María
Véliz, Liliana
Campos, Cecilia
Cantwell, Marisol
Jaimovich, Sonia
Díaz, M.
Miranda, M.
Pugin, E.
Rodríguez, T.
Zanetti, E.
Neira, Carolina
Márquez, Francisca
Campos, Cecilia
Título
Arechabala, Cecilia
Sierralta, Paulina
Nombre
cpneira@uc.cl
fmarquez@uc.cl
ccampos@uc.cl
jmiranna@uc.cl
mcantwel@uc.cl
sjaimovi@uc.cl
mcantwel@uc.cl
luzma@uc.cl
ccampos@uc.cl
ccampos@uc.cl
sjaimovi@uc.cl
mcampose@uc.cl
ccampos@uc.cl
mcantwel@uc.cl
luzma@uc.cl
marechab@uc.cl
psierral@med.puc.cl
Mail
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
País
Escuela de Enfermería
P. Universidad Católica de
Chile
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Institución
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
“Programa Prevención de Accidentes basado en el
Modelo de Autocuidado”.
“Programa de Atención de Pacientes con Vejiga
Neurogénica”.
“Autocuidado en Salud Bucal: un programa desafiante”.
“Policlínico de seguimiento del niño sobreviviente de
cáncer”.
Cantwell, Marisol
Campos, Cecilia
Herrera, Luz María
Véliz Liliana
Elgueta, Alicia
Gálmez, M. Inés
Bugueño, M. Eliana
González, Rina
“Autocuidado del Paciente Ostomizado”.
“Elaboración de un manual de autocuidado para
pacientes en hemodiálisis crónica”.
Catoni, Isabel
Palma, Eugenia
Hevia, Heidi
“Programa educativo al paciente cardiaco en la Unidad
coronaria”.
Becerra, Susana
Marchant, Marcela
Rosales, Juanita
Valero, Rodrigo
Zepeda, Soledad
“Juegos Educativos Perinatales”.
“Microcápsulas Radiales en Autocuidado de la Salud: Una
Estrategia Innovadora en Educación”.
Basso, Ximena
Astrid, Nagel
Herrera, Luz María
Zanetti, Estela
“Autocuidado desde una perspectiva de género y
Desarrollo Humano”.
Título
Arango, Yolanda
Casas, M. Eugenia
Nombre
1.3.1 Programas integrados de educación y apoyo
hheviac@uc.cl
luzma@uc.cl
rgonzalr@uc.cl
mcantwel@uc.cl
ccampos@uc.cl
luzma@uc.cl
mcatoni@puc.cl
epalma@med.puc.cl
sbecerra@uc.cl
jrosales@uc.cl
ravulb@yahoo.com
mmarchan@uc.cl
voliarango@hotmail.com
Mail
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
Colombia
País
Hospital Clínico Universidad
Católica de Chile
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Escuela de Enfermería PUC
Hospital Sótero del Río
Consultorio Dr. Aníbal Ariztía,
Las Condes
Consultorio Externo Adosado,
Hospital Roberto del Río
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Escuela de Enfermería
Universidad Católica de
Chile
Hospital Clínico Universidad
Católica de Chile
Consultorio O´Higgins
Concepción
Centro de Salud de
Villacolombia
Institución
1.3 Estrategias de apoyo al autocuidado utilizadas en la práctica profesional a nivel institucional
Anexos
45
46
“A mulher como foco central na práctica do aleitamento
fundamen-tada na teoria do auto-cuidado”.
“Tratamiento anticoagulante crónico ambulatorio
experiencia de enfermería”.
“Taller de Autocuidado para el Adulto Mayor”.
“Programa de Prevención y Asistencia de Embarazos en
Adolescentes”, PASAE.
“Programa integral de estimulación para niños y niñas,
desde la gestación”.
“Taller Autocuidado en Salud Cardiovascular”.
“Prevención de factores de riesgo cardiovascular en
población escolar”.
“Programa de Enfermería para el autocuidado en
personas con problemas del sueño”.
“Plan de Salud Odontológico familiar”.
Lange, Ilta; Wilson,
Carmen; Braun, Sandra;
Montero, Joaquín;
Chamorro, Gastón
Leyton, Zoila
López, José; Bracho, Cira;
González Rosa;
Guerra, Amarilis; Evies,
Ani; Román, Gladys
Zambrano, Amarilis
Luna, Margarita
Valenzuela, Sofía
Mankoch, Sonia;
Lange, Ilta; González,
Mercedes; Álvarez,
María Pía
Mankoch, Sonia
Lange, Ilta
Masalán, Patricia
Dois, Angelina
Pizarro, Vladimir y cols.
Título
Kotzias, Evanguelia
Nombre
pizarro@ssmoc.cl
mmasalan@uc.cl
adois@uc.cl
ilange@uc.cl
ilange@uc.cl
mortiz@degesch.cl
visof7@hotmail.com
cons_recreo@yahoo.es
jlopez@postgrado.uc.edu.ve
cbracho@postgrado.uc.edu.ve
rgonzal@postgrado.uc.edu.ve
amarilisguerra@postgrado.uc.edu.ve
zoilaleiton@yahoo.com
ilange@puc.cl
jmonterl@puc.cl
chamorro@med.puc.cl
gregos@matrix.com.br
Mail
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
Venezuela
Perú
Chile
Brasil
País
Ministerio de Salud de Chile
Centro de Estudios Médicos
del Sueño, Universidad
Católica de Chile
Corporación de Educación y
Salud de Las Condes y Centro
de Diagnóstico Universidad
Católica (CEDIUC)
Corporación de Educación y
Salud de Las Condes y Centro
de Diagnóstico Universidad
Católica (CEDIUC)
Consultorio Recreo, San
Miguel
Centro de Medicina Integral
de la Universidad de
Carabobo (CMIUC)
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Centro de Diagnóstico
Universidad Católica
(CEDIUC)
Maternidad Carmela Dutra,
Florianópolis
Institución
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
“Educação em Saúde: uma realidade no HUAP_UFF”.
(Experiencias con pacientes diabéticos tipo II).
Vera, María Sabóia
Ramos, Luciano
“Estrategias para la atención del enfermo crónico basadas
en el modelo de autocuidado”.
“Enfermería en grupos de apoyo afectivo para
adolescentes”.
“Educación para el autocuidado en salud sexual de adultos:
una experiencia en construcción y reconstrucción” (EPASEX).
Camus, Lorena
Cazenave, Angélica
Ferrer, Lilian.
Rivera, Soledad
Nombre
Título
“Grupo de mujeres monitoras de estimulación temprana”.
1.3.3 Grupos de apoyo
Luna, Margarita
Valenzuela, Sofía
Nombre
Título
“El médico como educador del paciente diabético”.
Velasco, Nicolás
1.3.2 Grupos de autoayuda
“Actividades Programa de Atención Integral para el
tratamiento ambulatorio de Lactantes con Displasia Luxante
de Caderas”.
Título
Soto, Paz
Nombre
mriverma@puc.cl
lcazenav@uc.cl
lferrerl@uc.cl
lcamusb@puc.cl
Mail
mortiz@degesch.cl
visof7@hotmail.com
cons_recreo@yahoo.es
Mail
verasaboia@uol.com.br
nvelasco@uc.cl
pesoto@uc.cl
Mail
Chile
Chile
Chile
País
Chile
País
Brasil
Chile
Chile
País
Universidad Católica
Universidad Católica
Universidad Católica
Institución
Consultorio Recreo, San Miguel
Institución
Hospital Universitario Antônio
Pedro de Niterói
Universidad Católica
Universidad Católica
Institución
Anexos
47
48
“Participación de los padres en la Evaluación del
Desarrollo Psicomotor de sus Hijos Menores de dos años”.
“Asistência de Enfermagem aos portadores de Doença
Falciforme com Úlcera de MMII”.
“Treinamento para uso domiciliar de Desferal (quelante
do ferro), a través de Bomba de Infusao Contínua”.
“Programa de Liberação de Concentrado Fatores de
Coagulação para Uso domiciliar-DDU”.
“Monitoreo materno en movimientos fetales como método
de autocuidado en embarazadas atendidas en centros
médicos dependientes de la universidad”.
“Atención Domiciliaria a Pacientes Postrados”.
“Programa Paciente con fijador externo”.
“Programa de prevención de la trombosis venosa
profunda” (aplicación de eparina).
“Participación Activa de la embarazada durante su trabajo
de parto: impacto de esta nueva modalidad de atención”.
De Souza, Thaís.
Marton, Ana María
De Souza, Thais
Murao, Mitiko
Faúndez, Lorena
Maturana, Claudia
Poupin, Lauren
Flores, Verónica
López, Pilar
López, Pilar
Uribe, Claudia
Poupin, Lauren
Título
Campos, Cecilia
Jaimovich, Sonia
Campos, María Sylvia
Marzolo Leticia
Cantwell, Marisol
Herrera, Luz María
Nombre
curibet@uc.cl
lpoupin@uc.cl
plopez@hts.cl
plopez@hts.cl
verofloressalcota@hotmail.com
lfaundez@uc.cl
cmaturac@uc.cl
lpoupin@uc.cl
assestec@hemominas.mg.gov.br
divenf@hemominas.mg.gov.br
enferamb@hemominas.mg.gov.br
divenf@hemominas.mg.gov.br
enferamb@hemominas.mg.gov.br
ccampos@uc.cl
sjaimovi@uc.cl
mcampose@uc.cl
mcantwel@uc.cl
luzma@uc.cl
Mail
Chile
Chile
Chile
Chile
Chile
Brasil
Brasil
Brasil
Chile
País
1.3.4 Participación del usuario en las prestaciones tradicionalmente realizadas por personal de salud
Hospital Sótero del Río/
Escuela de Enfermería,
Universidad Católica
Hospital del Trabajador
Hospital del Trabajador
Consultorio Joan Crawford
dependiente de la
Municipalidad de Vallenar.
III Región, Provincia de
Huasco.
Centros Médicos Alameda y
San Joaquín UC/Escuela de
Enfermería UC
Fundación Hemonimas
Hemocentro de Belo
Horizonte.
Fundación Hemonimas
Hemocentro de Belo
Horizonte
Fundación Hemonimas
Hemocentro de Belo
Horizonte
Universidad Católica de Chile
(CEDIUC)
Institución
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
“Implementación de un sistema de atención domiciliaria
en Salud para pacientes postrados del sector urbano de
Calbuco”.
“Educación para el autocuidado del niño con
necesidades especiales”.
“Programa educativo para los padres de niños
hospitalizados en el servicio de pediatría del Hospital
Clínico UC”.
“Construir un mundo para el cuidado de pacientes con
demencia”.
“Capacitación a la familia para el cuidado de los enfermos
en hogar”.
“Programa educativo para padres de recién nacidos
hospitalizados”.
“Prevención y manejo de la discapacidad: asesorías
domiciliarias a personas con discapacidad”.
“Programa para pacientes institucionalizados”.
“Programa alivio del dolor y cuidados paliativos en la
atención de pacientes con cáncer terminal tanto en el
hogar como en el hospital”.
“Manejo del recién nacido con displasia broncopulmonar
en su hogar”.
Baltierra, Carolina
Casassas, Roser
De la Cuesta, Carmen
Galdames, Luz
Torres, P.
Galleguillos, Janette
Bazely, Catherine
Picón, Blanca
García Ruiz , Alix S.
López, Pilar
Luza, Leslie
Navarro, Sandra
Título
Avila, Claudia
Sung, Jong
Patelli, Giovanna
Arenas, Eugenio
Paredes, Inti
Nombre
1.3.5 Capacitación de familiares para el cuidado en domicilio
enavarrt@puc.cl
fromanl@ctcinternet.cl
plopez@hts.cl
asgarcia@saludcapital.gov.com
jgalleg@med.puc.cl
lgaldame@puc.cl
Ccuesta@elsitio.net.co
cbaltieg@hotmail.com
Mail
Chile
Chile
Chile
Colombia
Chile
Chile
Colombia
Chile
Chile
Chile
País
Hospital Clínico Universidad
Católica de Chile
Hospital San Francisco de Llay
Llay. V Región
Hospital del Trabajador
Secretaría Distrital de Salud.
Bogotá, Colombia
Unidad de Neonatología,
Hospital Clínico Universidad
Católica
Escuela de Enfermería,
Pontificia, Universidad
Católica de Chile
Facultad de Enfermería,
Universidad de Antioquia,
Medellín, Colombia
Hospital Clínico Universidad
Católica
Hospital Clínico Universidad
Católica de Chile
Hospital de Calbuco
Institución
Anexos
49
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
Anexo 2: Directorio de profesionales que trabajan
en el área de autocuidado
País
Nombre
Mail
Argentina
Díaz Elsa
elsae@sinectis.com.ar
Brasil
Cianciarulo Tamara
Cruz Isabel
Deveza Michael
Dos Santos Ana Paula
Ferreira de Carvalho Silmara
Kotzias Atherino dos Santos Evanguela
Lima Denise
Marton Ana María
Mozara Giacomozzi Clelia
Murao Mitiko
Ramos Luciano
Reikdal Oliniski Samantha
Riveiro Lacerda María
Scucato Rosangela
Silveira Lia
De Souza Borges Thais
Vera Maria Saboia
iwanow.c@uol.com.br
isabelcruz@uol.com.br
mideveza@windnet.psi.br
anapaulas@gmx.net
silmaraapfecar@hotmail.com
gregos@matrix.com.br
deniselima@openlink.com.br
enferamb@hemominas.mg.gov.br
mozarazz@yahoo.com.br
assestec@hemominas.mg.gov.br
Canadá
Légaré France
Jean Marie Romeder
Shamian Judith
france.legare@mfa.ulaval.ca
jm_romeder@hc.gc.ca
judith_shamian@hc-sc.gc.ca
Colombia
Arango Yolanda
Casas María Eugenia
García Ruiz Alix
Restrepo, Helena
yoliarango@hotmail.com
Aguayo Elisa
Aldunce María Isabel
Alvarez Cecilia
Arechabala Cecilia
Baltierra Carolina
Barra Esteban
Bertrand Pablo
Campos Cecilia
Campos M. Sylvia
Camus Lorena
Cantwell Marisol
Catoni Isabel
Cazenave Angélica
Centeno Esmeralda
Contreras Aixa
Contreras Andrea
Chodowiecki Camila
Duarte Erika
Dois Angelina
Fernández Olaya
eaguayo@med.puc.cl
marisaldunce@yahoo.com
Chile
50
saoliniski@yahoo.com.br
rosangelascucato@uol.com.br
lacerda@milenio.com.br
divenf@hemominas.mg.gov.br
verasaboia@uol.com.br
asgarcia@saludcapital.gov.co
restrepoh@telesat.com.co
marechab@uc.cl
cbaltieg@hotmail.com
ccampos@uc.cl
mcampose@uc.cl
lcamusb@uc.cl
mcantwel@uc.cl
mcatoni@uc.cl
lcazenav@uc.cl
acontrem@uc.cl
acontrer@med.puc.cl
cchodoww@uc.cl
eduarte@med.puc.cl
adois@uc.cl
ofernandez@minsal.cl
Anexos
País
Nombre
Fernández Maritza
Ferrer Lilian
Ferrer Ximena
Flores Verónica
Galdames Luz
Galleguillos Jeanette
García María Angélica
Garrido Lorena
González Rina
Herrera Luz María
Holgren Niels
Huerta Leticia Valencia
Jaimovich Sonia
Jerez Claudio
Lange Ilta
Letelier María José
López Pilar
Luarte Marcela
Lucchini Camila
Luna Margarita
Luza Acosta Leslie
Marchant Marcela
Márquez Francisca
Masalán Patricia
Miranda Myrta
Muñoz María Jesús
Muñoz Mónica
Navarro Sandra
Naveas Rina
Neira Carolina
Palma Eugenia
Paravic Tatiana
Pavez Teresa
Picón Blanca
Pinto Luis
Pizarro Vladimir
Poupin Lauren
Reyes Cecilia
Rivera Soledad
Ronco Ricardo
Rosales Juanita
Ruiz Jeanette
Sánchez Ignacio
Sierralta Paulina
Soto Paz
Stiepovich Jasna
Urbina Mónica
Uribe Claudia
Urrutia Mila
Valenzuela Astrid
Valenzuela Sofía
Vega Paula Véliz Liliana
Verdugo Anita
Vilches Sandra
Vistoso Carol
Vives Geraldine
Zepeda Soledad
Mail
lferrerl@uc.cl
xferrer@uc.cl
verofloressalcota@hotmail.com
lgaldame@uc.cl
jgalleg@med.puc.cl
magarcia@uc.cl
rgonzalr@uc.cl
luzma@uc.cl
lhuerta@saludatacama.cl
sjaimovi@uc.cl
ilange@uc.cl
plopez@hts.cl
mluarte@uc.cl
clucchin@uc.cl
mortiz@degesch.cl
fromanl@ctcinternet.cl
mmarchan@uc.cl
fmarquez@uc.cl
mmasalan@uc.cl
jmiranna@uc.cl
mmunozse@puc.cl
enavarrt@uc.cl
cpneira@uc.cl
epalma@med.puc.cl
pizarro@ssmoc.cl
lpoupin@uc.cl
creyes@minsal.cl
mriverma@uc.cl
jrosales@uc.cl
igsan@med.puc.cl
psierral@med.puc.cl
pesoto@uc.cl
jstiepov@udec.cl
murbina@hts.cl
curibet@uc.cl
murrutia@uc.cl
visof7@hotmail.com
pvegav@uc.cl
averdugo@uc.cl
svilches@med.puc.cl
51
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
País
Nombre
EE.UU.
Hussnei Samira
Madigan Elizabeth
Sirinapha Jittamanee
México
Díaz María del Rocío
D‘Hyer Carlos
Espinoza Reyes Lucía
Faba Gladys
Fuentes Leonardo Ana María
Gallegos Esther
Martínez Romano Sara Méndez-Durán Estela
Pedraza Alanis Juanita
Pérez Iñigue
Piña Maricela
Rodríguez Rosalía
Soto Briones Esther
Vallasana Gutiérrez Margarita
Panamá
Perú
Venezuela
52
De García, Cristina B.
Gordon de Isaacs, Lidia
Mclaughlin de Anderson, Myrna
Tejada Anria, Alcira
Cava Rosa
Leyton Zoila
Lozada María Alba
Olivera Gloria Luz
Velásquez Oyola Margarita
Guerra, Carmen Amarilis
Bracho de López, Cyra
Evies de Barrios, Ani
González de Gelvez, Rosa
López Gómez, José Ramón
Román de Cisneros, Gladys
Mail
sxh70@po.cwru.edu
elizabeth.madigan@case.edu
sxj47@case.edu
gfaba@insp.mx
egallego@ccr.dsi.uanl.mx
inigapc@prodigy.net.mx
mpina@insp.mx
Isaacs@cwpanama.net
alcira41@hotmail.com
Zoilaleiton@yahoo.com
Maninos_03@hotmail.com
marve@universia.edu.pe
amarilisguerra@postgrado.uc.edu.ve
cbracho@postgrado.uc.edu.ve
rgonzal@postgrado.uc.edu.ve
jlopez@postgrado.uc.edu.ve
Anexos
Anexo 3: Formularios de recolección de datos
1. Carta de presentación “El autocuidado como estrategia de la atención de salud
a nivel institucional o domiciliario en las Américas”
La Escuela de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, por encargo de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud, OPS/OMS, está recopilando
experiencias de prestación de servicios que reflejen la incorporación del autocuidado en los tres
niveles de atención de salud, incluyendo el cuidado domiciliario.
La información recolectada sobre programas o proyectos con énfasis en autocuidado será utilizada
como base para escribir un documento que permita difundir y compartir estas experiencias, con el fin
de impulsar cambios en la atención en salud orientados a mejorar la calidad, acceso y continuidad,
como también a fortalecer la participación de los usuarios en las decisiones que afectan su propia
salud y la de sus familias.
Las experiencias que estamos recopilando tienen las siguientes características:
Ser programas, proyectos o modelos de atención institucionales o domiciliarios, diseñados con el fin
de fortalecer el autocuidado en personas, familia o comunidad (no sólo de enfermería).
Tener desarrollo suficiente que permita tener resultados e identificar beneficios y limitaciones a nivel
de usuarios, institución y personal de salud.
Para facilitar la recolección y permitir cierta homogeneidad de la información solicitamos que en lo
posible la información que nos envíe considere los aspectos que se mencionan a continuación (plazo
para enviar información, marzo de 2004).
A las personas que nos hagan llegar información para el documento de autocuidado, se les solicita
que expresen abiertamente su acuerdo para que sus experiencias, de ser seleccionadas, sean incluidas en el documento. Favor completar y enviar el acuerdo en un documento anexo a ilange@uc.cl.
53
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
2. Formulario de recolección de datos (Español)
“El Autocuidado como Estrategia de la Atención de Salud a Nivel Institucional o Domiciliario en las
Américas”
Nombre del Programa
o Proyecto
Autores
Nombre
Institución
Profesión
Email
Teléfonos
Fax
Nombre y dirección de la institución (o instituciones) en que se realizó la experiencia:
País:
Período en que se desarrolló el programa o proyecto:
Contexto y características de la o las instituciones: (pública o privada, nivel de complejidad, tipo de atención que
se ofrece, nº de consultas u hospitalizaciones, características de la población, financiamiento)
1. Antecedentes y justificación del modelo, programa o proyecto. Describir los principales aspectos
que permitan conocer los antecedentes del contexto y los fundamentos que lo sustentan.
2. Objetivos del programa/proyecto.
3. Descripción general del modelo, programa o proyecto (incluir contexto en que se desarrolló,
población objeto, nivel o niveles de atención y descripción de composición y roles profesionales).
4. Metodología (proceso de desarrollo del programa, proyecto o modelo, e instrumentos utilizados).
5. Actividades.
6. Resultados o evaluación del programa/proyecto (apreciación personal en caso de no existir evaluación formal).
7. Aportes e innovaciones que significó para los usuarios, el personal de salud y la institución.
8. Conclusiones y Recomendaciones.
9. Publicaciones y presentaciones que se derivaron del programa/proyecto (revistas nacionales, internacionales, literatura gris, congresos, jornadas, diarios etc.).
10. Lecciones Aprendidas.
54
Anexos
3. Carta de presentación “O autocuidado como estratégia de atenção à saúde
em nível institucional ou domiciliar nas Americas” (portugués)
A Escola de Enfermagem da Pontifícia Universidade Católica do Chile, pela encomenda da OPS/OMS,
está compilando experiências de prestação de serviços que reflitam a incorporação do autocuidado
nos três níveis da atenção de saúde, incluindo o cuidado domiciliário.
A informação coletada sobre programas ou projetos com ênfase em autocuidado, serão usada como
fundamento para escrever um documento que permita sua difusão e compartilhar estas experiências,
com a finalidade de impulsar mudanças no atendimento orientadas a melhora da qualidade, acesso e
continuidade do atendimento, como também fortalecer a participação dos usuários nas decisões que
afetam sua própria saúde e das suas famílias.
As experiências que nós estamos compilando têm as seguintes características:
Devem ser programas, projetos u modelos de cuidado ou atenção institucional ou domiciliares projetados
e desenhados com a finalidade de fortificar o autocuidado em pessoas, famílias ou comunidade. (não
só de enfermaria).
Ter o suficiente desenvolvimento que permita ter resultados e identificar benefícios e limitações no
nível dos usuários, instituições e pessoal da saúde.
A fim de facilitar a coleta e permitir certa homogeneidade da informação nós fazemos encarecida
mente a solicitação que a informação enviada considere os aspetos mencionados acima. O prazo para
enviar informação e Março, 2004.
Solicitamos às pessoas que enviem informação para o documento de autocuidado, expressem
abertamente seu acordo para que suas experiências, de ser selecionada, sejam incluídas no documento. (favor completar e enviar seu consentimento o acordo pelo atalhado (attachment) a ilange@uc.cl).
55
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
4.
Formulário de coleta de dados (Portugués, Brasil)
“O Autocuidado como Estratégia de Atenção à Saúde em Nível Institucional ou Domiciliar nas
Americas”
Nome do Programa
ou Projeto
Autores
Nome
Instituição
Profissão
Email
Telefones
Fax
Nome e endereço da instituição (ou instituições) em que se realiza a experiência:
País
Período em que se desenvolveu o programa ou projeto:
Contexto e características da (s) instituição (ões): (pública ou privada, nível de complexidade, tipo de atenção que
é oferecida, nº de consultas ou hospitalizações, características da população, financiamento)
1. Antecedentes e justificativa do modelo, programa ou projeto. Descrever os principais aspectos
que permitam conhecer os antecedentes do contexto e os fundamentos que o sustentam.
2. Objetivos do programa/projeto.
3. Descrição geral do modelo, programa o projeto (incluir contexto em que se desenvolveu,
população-alvo, nível ou níveis de atenção e descrição da composição e papéis profissionais).
4. Metodologia (processo de desenvolvimento do programa, projeto ou modelo, e instrumentos
utilizados).
5. Atividades.
6. Resultados ou avaliação do programa/projeto (Apreciação pessoal em caso de não existir avaliação
formal).
7. Recursos e inovações que significaram para os usuários, o pessoal de saúde e a instituição.
8. Conclusões e Recomendações
9. Publicações e apresentações que se derivaram do programa/ projeto (revistas nacionais,
internacionais, literatura informal, congressos, jornadas, sites, etc.).
10. Lições Aprendidas.
56
Anexos
Anexo 4: Bibliografía complementaria
Acosta, M. (1997). Creencias populares sobre el autocuidado durante el puerperio, en las instituciones de salud
de nivel 1. Colombia Médica. 28:42-50.
Apodaca, T. Miller, R., William R. (2003). A meta-analysis of the effectiveness of bibliotherapy for alcohol
problems. Journal of Clinical Psychology. 59(3):289-304.
Bentzen, N. (1989). Self-care within a model for demand for medical care. Soc. Sci. Med. 29(2):185-193.
Boulware, L.E. (2001). An Evidence-Based Review of Patient-Centered Behavioral Interventions for Hypertension.
American Journal of Preventive Medicine. 21(3):221-232.
Fuentes, A. (2001). Autocuidado del paciente cardiovascular. Archivos de Cardiología de México. S198-S200.
Gamble Sánchez-Gavito, A. (2000). Manual de prevención y autocuidado para las personas adultas mayores.
Secretaría de desarrollo social, México. 1-23.
Gartm, T. L. (2003). Meta-analysis of randomized educational and behavioral interventions in type 2 diabetes.
The Diabetes Educator. 29(3):488-501.
Gibson, PG. (2003). Self-management education and regular practitioner review for adults with asthma. Cochrane
Database of Systematic Reviews. http://gateway1.ovic.com/ovidweb.cgi
Giveon, S. M. (2004). Are people who use “natural drugs” aware of their potentially harmful side effects and
reporting to family physician? Patient Education and Counselling. 53:5-11..
Graffy, J. (2004). Randomized controlled trial of support from volunteer counsellors for mothers considering
breast feeding. BMJ. Volume 328. www.bmj.com
Haynes, R.B (1996). Systematic review of randomized trials of interventions to assist patients to follow prescriptions
for medications. Lancet. 348:383-86.
Haynes, R.B. (2003). Interventions for helping patients to follow prescriptions for medications. The Cochrane
Database of Systematic Reviews. http://gateway1.ovid.com/ovidweb.cgi
Issues of Quality in Health Care. Health Care Network index.html” http://www.hc-sc.ca/hppb/healthcare/qaehs/
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Kemper, D. (1993). The Effectiveness of medical self care interventions: A focus on self initiated responses to
symptoms. Patient Education and Counseling. 21; 29-39.
Lefebvre F. (2002). Do written action plans improve patient outcomes in asthma? An evidence- based analysis.
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query.fcgi?cmd=Retrieve&db= PubMed&listuids=12
Marklund, B. (1999). Promoting medical self-care: evaluation of a family intervention implemented in the primary
health care by pharmacies. Family Practice 16:522-527.
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Mullet, J. (2000). Partnerships for better health. A Self-Care Pilot Project. Canadian Cataloguing in Publication
Data.
Norris, S. (2002). Self-management education for adults with type 2 diabetes. Diabetes Care. 25:1159-1171
57
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
North, N. (1991). Primary Care Services. In search of alternative ways of providing services that are affordable,
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Ruland, C. M. (1999). Decision support for patient preference-based care planning: Effects on nursing care and
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Segall, A.; Goldstein, J. (1989). Exploring the correlates of self-provided health care behaviour. Soc. Sci. Med. 29
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Stone, E. (2002). Interventions That Increase Use of Adult Immunization and Cancer Screening Services: A MetaAnalysis. Ann Intern Med. 136:641-651.
Warsi, A. (2003). Arthritis self-management education programs. A meta-analysis of the effect on pain and
disability. Arthritis & Rheumatism. 48(8)2207-2213.
58
ANDROS IMPRESORES
www.androsimpresores.cl
59
Fortalecimiento del autocuidado como estrategia de Atención Primaria de Salud
60
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