XXX CONFERENCIA INTERAMERICANA DE CONTABILIDAD TRABAJO NACIONAL TÍTULO “RESPONSABILIDAD Y BALANCE SOCIAL: TRANSICIÓN DE LO ECONÓMICO A LO POLÍTICO” ÁREA 1: INVESTIGACIÓN CONTABLE SUB TEMA 1.3: AUTOR MATÍAS DE ESCALADA PAÍS AL QUE REPRESENTA ARGENTINA Resumen ejecutivo En el presente trabajo pretendemos dar cuenta de la evolución que la noción de Responsabilidad Social fue adquiriendo en el mundo de los negocios el cómo y porqué lo trascendieron hasta alcanzar una perspectiva política que, incluso, motivó el que se le quitara el apellido de “empresaria” para quedar sólo como Responsabilidad Social. Indagaremos sobre las posibilidades que esta situación problemática de la Responsabilidad Social adquiere desde una perspectiva interdisciplinaria o, al menos, multidisciplinaria. En especial nos posibilitará relacionar conceptos como Accountability, Legitimación, Governance y Governability. Por último, analizaremos al Balance Social como el informe que mide la Responsabilidad Social. Pretendemos señalar su utilidad como instrumento de diálogo con los interesados en la gestión empresaria. Palabras claves: Interdisciplinariedad - Accountability – Legitimación – Governance - Governability Evolución de la noción de Responsabilidad Social: Las organizaciones en cualquier país son fuente de poder e influencia en la sociedad porque constituyen, a la vez, institución económica y agente de cambio social1. Las organizaciones operan en un entorno social dado produciendo cambios en él, los cambios pueden ser positivos o negativos, como positivos podemos mencionar la inserción laboral de algunas personas en tales organizaciones y como cambios negativos la contaminación ambiental que es un costo social que es soportado por la sociedad en su conjunto. Se debe tener en cuenta que las organizaciones aprovechan ciertas ventajas de la sociedad donde opera que le posibilita realizar su actividad de manera más eficiente. Tal es el caso cuando una organización decide radicarse en una región por el buen nivel de capacitación del personal con que cuenta en ese lugar. El crecimiento económico y el desarrollo social no deben ser vistos como objetivos contrapuestos sino como complementarios ya que la relación entre organización y sociedad se da en dos sentidos: la evolución de la sociedad afecta a la organización y las acciones de esta impacta en la evolución de la sociedad por lo que se constituye una relación de interdependencia que sirve de surgimiento de la Responsabilidad Social en la empresa por ser parte, e importante, de la realidad social del entorno en el que desarrolla sus actividades. Desde el origen del pensamiento económico el tema responsabilidad social ha sido tratado. “La empresa como actor individual tiene su destino unido al destino de la sociedad. Definidas las características de ésta, se desprende el carácter de la Empresa”2, en realidad lo nuevo es la exigencia que la organización se involucre en los problemas sociales. 1 2 Alvarez, Héctor Felipe; “Principios de Administración”; pág. 42. Mc Guirre, Joseph citado por Alvarez, Héctor Felipe; “Principios de Administración”; p. 44. Una lograda cronología desarrolla Alvarez3 que se remonta a Adam Smith quien fuera no solo economista sino también filósofo, autor en el año 1759 del libro “Teoría de los sentimientos morales”. Luego, en 1776, publicó su obra más conocida “Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones” donde establece que la economía es considerada desde el punto de vista de una realización ética. Sentando, de esta manera, las bases de un capitalismo no exento de Ética. Desde fines del siglo pasado estamos viviendo un proceso de profunda transformación social. No es una de las periódicas crisis coyunturales del modelo capitalista sino una nueva forma de organización social, económica y política. Es una crisis estructural cuya principal característica radica en que las dificultades de funcionamiento se producen simultáneamente en las instituciones responsables de la cohesión social (el Estado – Providencia), en las relaciones entre economía y sociedad (la crisis en el trabajo) y en los modos a través de los que se forman las identidades individuales y colectivas (crisis del sujeto)4. Esto ha provocado la erosión de la cultura tradicional, con la consiguiente difusión de “otros” valores, ideales y modelos de vida. Como señala Charles Taylor5, uno de los problemas más graves de la sociedad actual es la pérdida del sentido de un bien común por encima de los intereses individuales o de sectores; con el predominio de una racionalidad instrumental. Existe una cultura del éxito y de la competitividad, que en la vida pública se traduce con el reemplazo de valores como la justicia y la solidaridad por la instauración de mecanismos de un tipo de racionalidad que funciona sin atenerse a reglas morales ni jurídicas, y se extiende a todas las esferas de la interacción social. Estamos convencidos que los valores son los que ordenan el camino recto del obrar, conforman el núcleo fundamental del destino individual, a la vez que vuelven posible la vida social. Todos ellos participan del orden moral, es decir, aquel que hace al libre ejercicio del obrar según la recta conciencia, inspirada en valores rectores, independientemente de toda legislación positiva. Por lo cual es imprescindible que estén presentes en los diversos planos que componen la vida en sociedad: familias, municipios, corporaciones profesionales, económicas, educativas, deportivas, el Estado y sus dependencias. Su incumplimiento lleva a conductas imprevisibles, a la corrupción, a prácticas que destruyen el tejido social. En tal sentido consideramos que la ética tiene un valor intrínseco y no sólo instrumental; no se trata de algo abstracto sin implicancias prácticas. Por el contrario una función propia de la ética es aplicar la reflexión a distintos ámbitos de la vida social, y las organizaciones constituyen, un colectivo, un ámbito donde pasamos buena parte de nuestras vidas. Entonces la ética aplicada podría guiar la actividad organizacional con normas y valores que orienten las decisiones. Sin ética las actividades que realiza la persona se traducen en situaciones que degradan y deshumanizan y el vacío dejado por su ausencia es ocupado con el ejercicio del poder y de las relaciones de fuerza. Por ello, las prácticas éticas son una forma de fortalecimiento moral y de integridad superior que contribuyen al desarrollo personal y de la sociedad, permitiendo una mejor calidad de vida. En el ámbito específico de las organizaciones, como afirma Aldo Schlemenson6, las prácticas éticas hacen posible enfrentar la incertidumbre o inseguridad entre los diferentes actores sociales, generan confianza y relaciones sólidas; y es allí donde cobra un papel fundamental la función de los buenos dirigentes, quienes deben definir y consensuar la misión y visión de la 3 Ob. Cit. En Nota Nº 1,pág. 44. Tedesco, Juan Carlos; Educar en la sociedad del conocimiento”; p. 4. 5 Taylor, Charles; Propósitos cruzados: el debate liberal – comunitario, p.179. 6 Schlemenson, Aldo; Crisis y valores en las organizaciones; p.18. 4 organización y cuya conducta debe ser ejemplificadora, es decir, coherente con los principios que dicen sostener. Por lo expuesto, la relación entre la filosofía en general, la ética en particular, lo social y los negocios parece seguir una lógica de lo general a lo específico, con lo que se desplaza de lo meta, meso hacia lo macro y micro, en tal sentido es que rescatamos la importancia de la interdisciplinariedad que aporta una cosmovisión amplia, holística que hace posible una reflexión crítica de situaciones problemáticas y que orienta sus soluciones para que, sean las dimensiones sociales y políticas como las integradoras posibles y deseables del Bien Común. El concepto de RSE surge en la década del 50 atribuyéndole a Howard R. Bowen quien se preguntaba sobre las responsabilidades de la sociedad que podían y debían ser asumidas por los empresarios, teniendo en cuenta que las empresas eran el centro de poder donde se tomaban decisiones que incidían en la vida de los ciudadanos. En los 60, Davis decía que RSE era un término aplicable a aquellas decisiones y acciones adoptadas por los empresarios debido a motivaciones que van más allá del interés económico o técnico. También formuló “la ley de oro de la responsabilidad” que sostiene que la responsabilidad social de los empresarios debe ser acorde al poder social de la empresa. En la década del 70 se produjeron opiniones dispares sobre la Responsabilidad Social, Milton Friedman hace una crítica frente a las obligaciones que se le otorgan a las empresas como las de promover fines sociales deseables, la conciencia social y la obligación de proveer el empleo. Su argumento se sustenta en que estas proclamas no son coherentes con el sistema de libre empresa, lo que a su vez pone en peligro los fundamentos de la sociedad liberal, ya que implica una serie de restricciones al libre mercado y a la libertad económica de los sujetos. Mientras Steiner formula la idea de la corresponsabilidad que tienen los negocios para ayudar a la sociedad a alcanzar las metas básicas. Carroll propuso las cuatro partes que abarca la RSE: la económica, la legal, la ética y la filantrópica. En la década del 80 se comienza a identificar a la RSE con la obtención de lucro como Peter Drucker quien considera que al realizar acciones de este tipo se está haciendo una inversión más que un gasto; en este sentido, Drucker plantea que las acciones de RSE son una oportunidad para las empresas, ya que es la posibilidad de convertir un problema social en una oportunidad económica. Edgard Freeman propuso la teoría del stakeholder que considera a las empresas como un sistema relacionado a la sociedad, no de una manera abstracta sino a través de grupos de stakeholders representativos en una relación de doble sentido. Los stakeholders son cualquier individuo o grupo que puede afectar o es afectado por el logro de los objetivos de la empresa. En los 90 se empieza a considerar la RSE como agente de control que ayudaría a solucionar cualquier problema ocasionado por la empresa. También surgió la concepción del desempeño social de la empresa, de ciudadanía corporativa y del contrato social. En la década de 2000 se produce un desarrollo vertiginoso de la noción de RSE debido a la incorporación de organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con su iniciativa del Pacto Global anunciada en el Foro Económico Mundial, Foro de Davos, en el año 2000. Otro antecedente es La Declaración de Nueva York en 2010 donde las Naciones Unidas exponen un nuevo modelo de liderazgo empresarial y renuevan los compromisos asumidos hace 10 años en Davos. La International Organization for Standarization (ISO) lanzó una Guía sobre comportamientos sociales responsables llamada ISO 26000 cuyo origen fue el diálogo entre líderes y académicos internacionales en 2006 para alinear la actividad empresarial al desarrollo. La Responsabilidad Social si bien tiene su origen en el sector privado, empresarial, se fue ampliando a otros sectores como el de las OSC o tercer sector, luego con los organismos supranacionales alcanzó un auge inusitado, y por último se está integrando a algunos estados nacional, provinciales y municipales formando parte de sus políticas públicas. Es decir que de iniciativas privadas o políticas organizacionales se está convirtiendo en regulaciones. En el caso argentino, la RS en el ámbito gubernamental empezó en algunas provincias (Buenos Aires, Rosario, Salta, etc.) y posteriormente se creó la Dirección de RS en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en el año 2011. En la Provincia de Salta los municipios están empezando a analizar cómo incorporar la perspectiva de RS a su gestión. La génesis descrita explica porqué en la actualidad la RSE o RSC; RSU, RSO, RSG7 pasó a llamarse sólo RS; incumbe a todos los sectores que mediante sus organizaciones buscan dar respuesta a una problemática social y ambiental que los afecta. Resulta un desafío para cada organización mejorar los impactos que produce en la comunidad mediante un nuevo modelo de gestión que haga posible la necesaria transformación de la organización en una “organización sustentable” entendida como aquella que sea económicamente rentable, ambientalmente sustentable y socialmente responsable8. Nosotros agregaríamos porque no bastaría solo con ser responsable en temas sociales sino que también se debe tender a la inclusión. De este modo “las empresas necesitan rentabilidad porque necesitan desarrollo y permanencia pero además producen una aportación específica para las personas que se vinculan interna y externamente con ella y asimismo con el ambiente y la sociedad en general. Las personas no pueden ser utilizadas como medios y se debe reconocer en cada una su dignidad personal y su condición de ser único y distinto. El fin de la empresa, entonces, es el desarrollo y mejora de cuantos se relacionen con ella y con la sociedad en su conjunto”9, de forma tal que si la organización es sustentable, es decir, actúa con los parámetros descritos podrá generar Valor Social, Público y compartido para la comunidad en la que está inserta. Para alcanzar este estatus de sustentable, las organizaciones deben contar con la voluntad política de los empresarios e incorporar ese compromiso en su Plan Estratégico para que forme parte de las políticas de la organización, es decir, desde su planificación. Existen múltiples y variadas definiciones de RSE10 pero todas ellas tienen en común: Tienen en cuenta a sus destinatarios: grupos de interés internos y externos. 7 Responsabilidad Social Empresaria (RSE), Responsabilidad Social Corporativa (RSC), Responsabilidad Social Universitaria (RSU), Responsabilidad Social Organizativa (RSO) y Responsabilidad Social Gubernamental (RSG). 8 Minnicelli, Alessandra. Medición de eficacia; p.115. 9 Bello Knoll, Susy Inés. Medir la Responsabilidad Social; pág. 8 y 9. 10 No incluiremos otras definiciones por cuanto la expuesta es clara, concisa y pertinente a los efectos de este trabajo. En relación a su propósito: satisfacer las expectativas de los grupos de interés. Respecto a las dimensiones a considerar: económica, social y ambiental. En relación al objeto de la RSE: contribuir al Desarrollo Sostenible de la sociedad. En relación a que la RSE es un proceso continuo a seguir. Es un involucramiento de la organización en asuntos sociales y medioambientales. Entonces, podemos inferir que es un modelo de gestión relacional y transversal porque intervienen todos las áreas de la organización transformándose en un modo de hacer, una elección estratégica en el modo de gestionar. Según el Libro Verde de la Unión Europea11 “es la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con sus interlocutores”. Una gestión sustentable puede ser abordada desde diferentes estrategias, una es la Responsabilidad Social pero no es la única. En efecto existen otras estrategias que se pueden realizar, a saber: “Crecimiento Verde e Inclusivo”, la “Economía del Bien Común”, “Desarrollo integral Local”, “Ciudadanía Corporativa”, etc. La importancia de la construcción social y de la interdisciplinariedad: Las cosas son lo que las personas creen, conocen, perciben y sienten acerca de ellas. La realidad es siempre una realidad “interpretada” por las personas por lo que no existe una única realidad sino que hay tantas realidades como personas existan. Es una realidad fragmentada. El constructivismo sostiene que los objetos y los eventos que conocemos son construcciones resultantes de operaciones mentales, es decir, que los seres humanos en vez de obtener nuestro conocimiento de manera contemplativa en realidad lo construimos. Da una importancia central a las relaciones más que a los individuos tendiendo a favorecer las formas de diálogo de las que pueden surgir nuevas realidades y valores12. La interdisciplina contribuye a articular, de manera operativa, las diferentes realidades que cada uno construye. Es decir, se busca una realidad ampliada, por lo tanto más real a través de un diálogo en la búsqueda de producción de nuevos significados Lo que nos permite considerar en este momento es que una noción puede ser ampliada, mejorada con investigaciones y análisis realizados por diversas disciplinas que aporten sus perspectivas en pos de lograr una mirada más integral y, por lo tanto más real de una situación problemática en la búsqueda de producción de nuevos significados que permitan resituar la función social de la ciencia económica en general y la contabilidad en particular. 11 COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS. LIBRO VERDE. Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas. 12 Gergen, Kenneth J. y Gergen, Mary. “Reflexiones sobre la construcción social”, p.10 a 25. Disciplinas como la antropología, la administración, la filosofía, el derecho13, ecología, sociología, economía política, física14 y la política muestran la utilidad de alcanzar una construcción de la realidad que nos permita resolver o, al menos, atenuar los problemas y necesidades complejas de nuestros tiempos aportando una necesaria visión interdisciplinaria para el abordaje de la problemática social y ambiental. El creciente interés por la filosofía en el mundo de los negocios contribuye a ubicar a la ética y la moral como centro de reflexión en un contexto mundial con elevada incertidumbre, propio de la postmodernidad. Entonces podemos emplear las ciencias políticas cuyo origen y desarrollo se encuentra en otra rama de la filosofía, la filosofía política. Así nociones como legitimidad, gobernabilidad y gobernanza serán útiles para avanzar en una responsabilidad política e institucional que contribuiría, de acuerdo a nuestro criterio, a una construcción de la realidad más amplia, pertinente y ajustada a lo vivencial (empírico). El rol de la Contabilidad en la Responsabilidad Social: Tuá Pereda afirma respecto a la evolución del saber contable que “no cabe duda de que el objetivo principal de la Contabilidad en la época de Pacioli era suministrar datos al propietario de un patrimonio, especialmente sobre su situación deudora y acreedora. El patrimonio podía ser propio o ajeno, pero en cualquier caso la información producida tenía por finalidad dar cuenta y razón del mismo, en propiedad o en administración”15. Al distinguir entre dar cuenta del patrimonio a sus propietarios o a administradores es que hace posible una visión moderna: la “teoría del contrato de agencia” que sustituye las relaciones clásicas entre la entidad, sus propietarios y sus activos y pasivos, que tienen lugar entre los suministradores de fondos y sus administradores. La misión fundamental de la Contabilidad16 es proporcionar los elementos de juicio necesarios para que el inversor pueda controlar la efectiva utilización de los fondos puestos a disposición de los directivos de la entidad. La teoría de la agencia se reformuló del sentido estricto de la custodia de recursos, que fue ampliándose para dar cabida a la responsabilidad social, con lo que el mandante del agente sería la colectividad en pleno, a la cual se informa de la utilización de los recursos confiados a la empresa, de manera que los objetivos por cuya consecución se juzga a la gerencia son económicos y también sociales. Entonces, la contabilidad amplía progresivamente el ámbito de usuarios y, en consecuencia, la gama de intereses protegidos, hasta incluir también a la colectividad, globalmente considerada, a la que se legítima como titular de los derechos inherentes a aquella responsabilidad social17. 13 García Fronti, Inés. Problemas de la Contabilidad social y ambiental. Algunas reflexiones sobre la necesidad de un abordaje interdisciplinario; p.214. 14 García Casella; Carlos Luis. Inter disciplinariedad de la contabilidad Social y Ambiental; en “Relaciones de la Contabilidad Social con Disciplinas Fundamentales”; p. 57. 15 Tuá Pereda; EVOLUCION DEL CONCEPTO DE CONTABILIDAD A TRAVES DE SUS DEFINICIONES p.29. 16 Ibídem; p.30. 17 Ibídem; p.30. En síntesis, la responsabilidad social de la empresa tiene su origen en el hecho de que la empresa actúa en y para la sociedad18 19, en un contexto frente al que ha de afrontar las consecuencias de su actividad y el ejercicio de la potestad que la propia sociedad le confiere. La responsabilidad social de la empresa comienza a manifestarse en formas, progresivamente institucionalizadas, que muestran un carácter irreversible20. Matttesich21 lo lleva al grado de plantear la posibilidad de que los sistemas contables se desarrollen “quizás en relación con la contabilidad ambiental”. Gray y Percks22 afirman que las hipótesis en que se basa la contabilidad social y ambiental son tres: las empresas tienen responsabilidad social, deben emitir informes sociales y dichos informes deben ser elaborados por contadores según principios contables. La RS, al vincular la teoría de los stakeholders y sustentabilidad con la contabilidad sirvió de nexo para demostrar la necesidad de una nueva orientación contable: la contabilidad social y ambiental. Una clara definición de contabilidad social y ambiental es aportada por Gray23: “es la preparación y la publicación de información sobre las interacciones y actividades de carácter social, medioambiental, vinculadas a los recursos humanos, a la comunidad, a los clientes, entre otras, de una organización y cuando sea posible, las consecuencias de dichas interacciones y actividades. La contabilidad social puede contener información financiera pero es más deseable que consista en una combinación de información no financiera y cuantificable, por un lado, e información no cuantificable y descriptiva, por el otro”. Esta definición contiene hasta la naturaleza de la información que debe registrar la contabilidad social que, empieza a encontrar un dominio específico que incluye sus propios planes de cuentas sociales, nomenclatura adecuada, clasificación apropiada, metodología de adaptación y relación costo – beneficio24. En particular, la integración de las perspectivas económica, social y ambiental mediante la estructuración de un sistema de contable que permita efectuar un seguimiento adecuado del manejo de los recursos y que proporcione diversos modelos para obtener mediciones para los interesados en realizar sus evaluaciones25. Abarca desde la planificación estratégica avanza por el diseño de los sistemas de información contable necesarios para capturar, almacenar, procesar y recuperar datos; por el diseño de índices que permitan operacionalizar mediciones, por la elaboración de informes, y hasta el control de los procesos y sistemas; la revisión independiente para brindar confiabilidad y de la auditoría26. Una organización sustentable buscará medir y reflejar los impactos, tanto positivos como negativos, que su actividad genera en la comunidad buscando alcanzar Valor Social o Público y compartido para la comunidad en la que se encuentra. La contabilidad busca integrarse a la situación problemática social y ambiental con el desarrollo de una nueva rama que parece haber alcanzado un dominio propio. Es en tal circunstancia que el aporte que puede realizar es 18 Ibídem; p.30. El resaltado es nuestro. 20 Ob. Cit. en Nota Nº 15; p.34. 21 Autor citado por García Fronti; p. 212. 22 Ob. Cit. en Nota Nº 13; p. 213. 23 Traducción realizada por García Fronti; p. 212. 24 Ob. Cit. en Nota Nº 13; p. 213. 25 Rodríguez de Ramírez, María del Carmen; CONTABILIDAD Y RESPONSABILIDADSOCIAL: UN CAMINO POR RECORRER; p.70. 26 Rodríguez de Ramírez, María del Carmen; CONTABILIDAD E INFORMES SOCIALES: NUEVOS DESAFÍOS PARA EL RECORRIDO DE LOS CONTADORES PÚBLICOS ARGENTINOS; 15ª CONGRESO NACIONAL DE PROFESIONALES EN CIENCIAS ECONÓMICAS; p. 221. 19 medir y reflejar las diversas formas de interacciones entre las organizaciones y los actores con la comunidad. El reconocimiento de la RS en la organización que representó un verdadero “cambio cultural” debería poder trasladarse al resto de la comunidad. El hecho que la RS fuese adoptada por diferentes sectores parece ser la prueba de ello. La accountability es una expresión anglosajona que adquirió una gran repercusión por concentrar en una palabra una noción amplia y nueva que tuvo su origen en la gestión pública y que, de manera rápida, fue adoptado por la gestión privada. Se la debe entender como rendición de cuentas y es también considerada como una responsabilidad. Por lo que guarda estrecha relación con los procesos democratizadores en las empresas contribuyendo a la transparencia que toda gestión organizacional requiere. La accountability se centra en la información sobre RS que dan las organizaciones, tanto de forma explícita: discurso consciente sobre RS, como de manera implícita: en la presentación de sus prácticas y actividades. Es decir, es el cómo transmiten y el qué transmiten. En este sentido, debemos diferenciar dos ámbitos: por un lado cómo transmiten la información las empresas y por otro la información en sí y lo que ésta implica en términos de prácticas y estrategia de RS. Al final, desde una perspectiva de accountability, los stakeholders deberían poder entender el modelo de RS que adoptan las organizaciones y las estructuras de gestión de la RS dentro de las mismas. De esta manera se logrará legitimación de su actividad en la comunidad: reconocimiento no sólo social sino que, también político. Por lo expuesto es la importancia que en una dimensión política, poco analizada hasta ahora, adquiere una técnica aplicada como es la Contabilidad. La información respecto al cumplimiento de la RS o el qué transmite: “Lo que no se puede definir, no se puede medir, lo que no se puede medir no se puede mejorar, y lo que no se puede mejorar eventualmente se deteriora” (Axioma de Calidad). En relación con lo expuesto en la importante y descriptiva definición de Gray sobre contabilidad social y ambiental pasaremos a dar cuenta de los organismos, el alcance y la naturaleza de las propuestas más difundidas. La contabilidad no es ajena al empleo de indicadores para medir y evaluar la gestión económico - financiera de cualquier organización. Pero ahora se trata de medir y evaluar dimensiones sociales y ambientales y es allí donde se plantea su desafío. Intervenir con otras disciplinas para conformar un grupo de indicadores de aceptación interdisciplinar o, al menos multidisciplinar e integrarlos al sistema de información contable, es decir, que dichos indicadores no se conviertan en un producto extracontable, en especial si es parte de la misión y visión de la organización. Diferentes organismos nacionales e internacionales han difundido guías para la elaboración de información con contenido social y ambiental para dar cuenta de la posición de las organizaciones respecto a su compromiso con la RSE, a saber: Cuadro comparativo27 : NOMBRE Pacto Global Global Reporting initiative NIVEL NATURALEZA Global Principios/directrices Global Principios/directrices Global Principios/directrices OIT AA 1000 Global Norma. Estándar técnico SA 8000 Global Norma. Estándar técnico ISO 14000 Global Norma. Estándar técnico ISO 26000 Global Norma. Estándar técnico Índice de Sostenibilidad Dow Jones 27 Global Índice CARACTERÍSTICAS GENERALES 10 principios generales para la operatoria de los negocios. Memoria de Sostenibilidad que demuestra el desempeño ambiental, social y económico mediante el uso de indicadores. Promueve la asociación y cooperación entre empresas, trabajadores y gobierno. Definiendo una serie de principios y estándares laborales universales. Esta basado en principios de accountability y compromiso con las partes interesadas para alcanzar el desarrollo sostenible. Desarrolla un estándar considerando los principios de la OIT. Propone la verificación de cumplimiento de los mismos. Proporciona estándares voluntarios de gestión ambiental, con el fin de minimizar los impactos y riesgos, propone la mejorar el desempeño ambiental de manera continua. Estará basada en un conjunto integral de políticas, prácticas y programas centrados en el respeto por la ética, los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente. SAM Sustainability Group y en el que están representadas las compañías que mejores ratios de sostenibilidad e integración económica, social y medioambiental. Obliga a estas empresas a ser muy disciplinadas en sus estrategias mejorando los ratios Nosotros reflejamos solo ocho (8) de las doce (12) guías que menciona la autora del cuadro. de rentabilidad y riesgo Fuente: D`Onofrio Paula A. (2006) El Balance Social, o el cómo transmite: Es el informe que mide la Responsabilidad Social de una organización. Según Organización Internacional de Trabajo (OIT) “es un instrumento para medir y evaluar en forma clara y precisa los resultados de la aplicación de la política social de la empresa. Es un instrumento de gestión para planear, organizar, dirigir, registrar, controlar y evaluar en términos cuantitativos y cualitativos la gestión social de una empresa en un período determinado y frente a metas preestablecidas”. Los valores de una empresa no siempre se expresan en un estado financiero. Los informes de sustentabilidad, dan cuenta de las acciones de las firmas en diferentes ámbitos, mejorando la relación con la comunidad. El balance social es una demostración de cómo las empresas, y en especial las de propiedad o participación estatal, se alinean al objetivo final político que marca el Estado, entendiendo al Estado como representante genuino de la sociedad. Puede constituirse en un verdadero instrumento de gestión ya que su sola elaboración y confección no es suficiente. Es el análisis e interpretación de los resultados y las variaciones respecto de las metas establecidas lo que permitirá su evaluación y convertir en controlables una serie de impactos que no lo eran. Es allí donde adquiere su carácter de verdadero instrumento de gestión. Esta idea lleva implícita una perspectiva de mejora de la situación. Por ello, hay dos propuestas en el Congreso argentino para obligar a las empresas con participación estatal mayoritaria a confeccionar y exponer balance social. A nivel sub nacional y local la provincia de Salta y la ciudad de Salta ya cuentan con esa exigencia28. Estructura del Balance Social El Balance Social consta de dos partes, a saber: I) La Memoria de Sostenibilidad. Sustentabilidad, etc) (Reporte de sustentabilidad, Informe de Que busca medir, informar y rendir cuentas a grupos de interés internos y externos sobre el impacto económico, social y ambiental de las actividades de la Organización. Según pautas y principios establecidos en la Guía para la confección de Memorias de Sostenibilidad elaborada por el Global Reporting Initiative (GRI). Responde a la idea de lograr una perspectiva holística de la organización donde se integren los impactos de las tres dimensiones (económico- financiero, social y ambiental) que el funcionamiento de la organización ocasiona a su comunidad. II) El Estado de Valor Agregado (EVA). 28 Decreto 4799/2011; Gobierno de la Provincia de Salta; Ministerio de Finanzas y Obras Públicas. Es evidenciar el valor agregado generado por la entidad y su distribución, durante un período determinado. No vamos a profundizar la cuestión metodológica del Balance Social por cuanto excede los objetivos propuestos y la extensión del presente trabajo, pero existe una extensa bibliografía al respecto que se puede consultar. Un serio debate que se va a plantear en el futuro, entendemos, será con la elaboración, certificación, evaluación y auditorías de los Balances Sociales. Al tener la Responsabilidad Social un abordaje interdisciplinario, como ya quedó expuesto, es razonable pensar que un equipo al menos multidisciplinario se encargue de la elaboración, de la evaluación y hasta de la auditoría, pero respecto a la certificación será conjunta o individual y ¿la responsabilidad profesional también? En Salta por ejemplo, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas ofrece ciertos beneficios para aquellas organizaciones que certifiquen Balances Sociales pero sólo admite que lo puede realizar un Contador Público, dejando de lado en esa normativa a los Licenciados en Administración y a los Licenciados en Economía. Tampoco cualquier Contador lo puede firmar en Salta, hay un registro especial donde sólo aquellos que hicieron los cursos correspondientes de la Federación Argentina de Consejos Profesionales en Ciencias Económicas y que se encuentren allí inscriptos están habilitados. Es fundamental que terceros independientes a la organización que elabora el Balance Social den cuenta de la verificabilidad de los datos allí consignados. De no ser así se daría lugar a la elaboración y posterior exposición de Balances Sociales cosméticos que solo reflejarían un oportunismo de marketing que no tiene relación con el Desarrollo Sostenible. Sería desvirtuar la Responsabilidad Social como modelo de gestión y dar la razón a aquellos que la consideran una moda y como tal pasajera. La elaboración y auditoría de un Balance Social implica una exigencia auto impuesta por las organizaciones que se comprometen a trabajar de una manera ética en las dimensiones económico – financieras, ambiental y social por lo tanto es tender a un Desarrollo Sostenible que represente una estrategia de ganar – ganar para toda la comunidad generando un valor compartido constituyéndose en una forma de hacer negocios, donde, por efecto multiplicador, todos los que intervienen en la cadena de valor, ganen sin exclusiones de ningún tipo. Por ello, entendemos que representa un desafío para todos los que participan y se encuentran comprometidos con la situación problemática y en mayor medida aquellos que contamos con un título profesional puesto que nos interpela no sólo a la necesaria interdisciplinariedad para alcanzar una perspectiva holística en la búsqueda, generación y desarrollo de marcos teóricos adecuados a tal fin que nos posibilite hacer operativo una noción estratégica como la RS. Toda organización y no sólo las empresas deben “asumir la rendición de cuentas (accountability) de una serie de hechos institucionales, desde una determinada actitud ética”. De forma tal que puedan responder por los impactos ocasionados con sus acciones a las partes interesadas. Hace falta algo más que la declaración de buenas intenciones, se deben hacer públicas las acciones realizadas pero no basta con su difusión sino que sea además auditada y certificada a fin de verificar que sus impactos declarados sean reales dando transparencia y legitimidad a su accionar, todo lo cual representa credibilidad y coadyuva a alcanzar valor social ya que permite un diálogo coherente con la sociedad. La elaboración, auditoría y certificación de los Balances Sociales constituye una práctica organizacional voluntaria que, al no ser un hecho aislado por cuanto una vez realizado se debe continuar en el tiempo, propicia el auto aprendizaje y desarrollo de un nuevo modelo de gestión en donde todos los participantes ganan. La responsabilidad Social es un nuevo contrato o forma de relacionarse entre las organizaciones y la sociedad en su conjunto por lo que el Balance Social representa el instrumento que cristaliza ese contrato. La RS es una nueva manera de hacer negocios, y que tiene en cuenta a una amplitud mayor de ciudadanos, la comunidad, y no sólo ya a los propietarios de la empresa, en suma persigue el Desarrollo Humano sustentable. Consideramos que la confección del Balance Social es importante porque al ser toda organización una institución social con poder y, por lo tanto, con responsabilidad debe medir los impactos de las decisiones de la organización en la comunidad donde opera reflejando los costos y beneficios de la relación entre ambas y comparando los resultados alcanzados con lo presupuestado en materia social. De esta manera el Balance Social se constituye en un instrumento de evaluación de la gestión donde la rentabilidad y la responsabilidad transiten al unísono el diálogo con la comunidad con un lenguaje común, convirtiéndose, de este modo, en el principal instrumento de diálogo entre la empresa con sus diferentes públicos. La mera confección y exposición no bastan, son solo el inicio que hace posible la reflexión para lograr una gestión socialmente responsable que tendrá lugar cuando se evalúen los resultados obtenidos, la toma de decisiones correctivas en su caso y las nuevas metas que surjan. Nos referimos al profesional que interviene tanto en la evaluación, auditoría y certificación de los Balances Sociales. Entendemos que siendo la Responsabilidad Social una situación problemática y como tal admite múltiples alternativas de solución y siendo de naturaleza interdisciplinaria podría, cualquier profesional de áreas afines, con la sola condición de estar especializado en la problemática de Responsabilidad y Balance Social evaluar, auditar y certificar. Aunque resulta cierto que pocas profesiones, hasta el presente, se han especializado en el tema como los Contadores Públicos. El sentido de auditar los Balances Sociales es verificar el cumplimiento de una nueva manera de rendición de cuentas con la comunidad como consecuencia lógica de la nueva relación organización – sociedad y de la sustentabilidad como nuevos marcos teóricos a emplear. Si son parámetros nacionales o internacionales no resulta de mucha trascendencia en tanto los cumpla. Nuestra opinión al respecto es darle prioridad a los de elaboración propia ya que contempla las circunstancias locales, regionales y nacionales con lo que ayuda al auto aprendizaje organizacional, en especial si son auto evaluaciones, y pone en contexto nuestros resultados permitiendo una comparación sobre bases más reales que si empleamos parámetros internacionales. Permite verificar eficacia entre objetivos, metas y actividades con lo cual si lo alcanzó estaría contribuyendo, mediante su governance respecto a políticas organizacionales en las políticas públicas, en particular las sociales, del gobierno. Por lo que resulta cierto que el Balance Social es la base pero el verdadero instrumento de gestión es el análisis e interpretación de los resultados y variaciones respecto a las metas establecidas y, hasta las decisiones correctivas que surjan del proceso evaluativo. En Argentina el Ministerio de Trabajo puede verificar y certificar que lo expuesto en el Balance Social de una organización cumple con las normativas nacionales e internacionales (OIT) respecto a lo laboral se corresponden o no, por lo que podría contribuir de manera decidida en este proceso de auditabilidad. Por lo que podría corresponderle un rol de coordinación y hasta de integración dentro de los componentes del sistema organizativo de la administración pública. Este microclima de la Responsabilidad y el Balance Social hacen posible la gobernancia29 (governance) entendida como la posibilidad de acordar reglas de juego que permitan la consolidación ordenada de estos consensos y garanticen su estabilidad que implica recoger demandas, acceso a la información, transparencia de los procesos, rendición de cuentas, evaluación y control ciudadano de las políticas públicas y la Responsabilidad y el Balance Social son parte ya, de las políticas públicas desde el momento en que el estado a través de su gobierno las adoptó. Entonces hay una gobernancia organizacional que se constituye en gobernancia institucional por la diversas de actores y organizaciones siguiendo ciertas reglas por el interés protegido de acceso a la información, transparencia de los procesos, rendición de cuentas, evaluación y control ciudadano. Por lo que la interacción organizacional, que deviene en gobernancia institucional, contribuye de manera decidida a la gobernabilidad30 (governability) entendida por cómo se gobierna concentrando la atención en la estabilidad política, al orden. En tal sentido el aporte de la Responsabilidad y el Balance Social como una política pública constituye una acción directa y beneficiosa para el Bien común, y, en tal sentido para la estabilidad política. Entendemos que queda demostrada la importancia y relaciones que cuestiones económicas pueden aportar y aportan a la política siendo una relación de dos vías, ya que la política aporta nociones orientadoras cuando de acción colectiva se trata y la Responsabilidad y el Balance Social son una articulación en tal sentido. A manera de conclusión: 29 30 Mayorga, Fernando y Cordoba, Eduardo; Gobernabilidad y gobernanza en America Latina; p,4. Ibídem; p.1. A lo largo del trabajo fuimos desarrollando, de manera breve, la génesis de la RS. La noción evolucionó desde el mundo académico en la década del 50 donde se fue distinguiendo la RSE de la filantropía con un incipiente reconocimiento de las obligaciones de las empresas con la sociedad en las que están insertas, se van consolidando y ampliando la idea de la Responsabilidad Empresaria en relación a los problemas sociales con la comunidad. En los 80 se produce un fuerte impulso a la RSE, por un lado Peter Drucker la plantea como una oportunidad de negocio y, por otro se desarrollan las teorías de los Stakeholders y de la Sustentabilidad cuyo efecto es la ampliación de los interesados en el impacto de la actividad empresarial (aspecto cuantitativo) y de la clase de desarrollo necesario para que sea beneficioso a la comunidad (aspecto cualitativo). Se fue señalando porqué este nuevo modelo de gestión dejó de pertenecer a un sector exclusivo de una sociedad debido a la importancia que su conformación y desarrollo fue constituyéndose en beneficioso para cualquier comunidad ya que posibilita lograr sinergias positivas entre organizaciones de diferentes sectores: público, privado, semipúblico o OSC y, en tal circunstancia contribuye de manera decidida en desarrollar Valor Público o Social. De este modo la Responsabilidad Social, si bien reconoce su origen: privado adquiere el carácter de público y con ello pierde su apellido de “empresaria”. Podemos inferir que la RS se constituye en un modelo de gestión relacional y transversal porque intervienen todos las áreas de la organización transformándose en un modo de hacer, una elección estratégica en el modo de gestionar. Se puso de manifiesto la importancia de la interdisciplinariedad ya que con los marcos teóricos aportados por diversas disciplinas se alcanzó una perspectiva más integral de la situación problemática social y ambiental. Se indagó sobre el nuevo rol de la Contabilidad dada su evolución en la que se destaca, de acuerdo con Túa Pereda que la responsabilidad social de la empresa tiene su origen en el hecho de que la empresa actúa en y para la sociedad e incluso Matttesich lo lleva al grado de plantear la posibilidad de que los sistemas contables se desarrollen “quizás en relación con la contabilidad ambiental”. La RS, al vincular la teoría de los stakeholders y sustentabilidad, que junto a otras disciplinas permitió a la contabilidad sirva de nexo para demostrar la necesidad de una nueva rama contable: la contabilidad social y ambiental. El reconocimiento de la RS en la organización que representó un verdadero “cambio cultural” debería poder trasladarse al resto de la comunidad. El hecho que la RS fuese adoptada por diferentes sectores parece ser la prueba de ello. La accountability entendida como rendición de cuentas es también considerada como una responsabilidad. Por lo que guarda estrecha relación con los procesos democratizadores en las empresas contribuyendo a la transparencia que cualquier gestión requiere. La accountability se centra en la información sobre RS que dan las organizaciones, en un doble sentido tanto en el: discurso sobre RS, como en la presentación de sus prácticas y actividades. Es decir, es el cómo transmiten y el qué transmiten. Con lo que los stakeholders deberían poder entender el modelo de RS que adoptan las organizaciones y las estructuras de gestión de la RS dentro de las mismas. De esta manera se logrará legitimación de su actividad en la comunidad: reconocimiento no sólo social sino que, también político. Por lo expuesto es la importancia que políticamente adquiere una técnica aplicada como es la Contabilidad. Entonces es el qué transmite con el empleo de indicadores para medir y evaluar la gestión dimensiones sociales y ambientales y a tal fin se agrega un interesante cuadro comparativo de la posición de las organizaciones respecto a su compromiso con la RSE de D´Onofrio. Y el cómo transmite, con una breve explicación del Balance social y de su importancia. El Balance Social se constituye en un instrumento de evaluación de la gestión donde la rentabilidad y la responsabilidad transiten al unísono el diálogo con la comunidad con un lenguaje común, convirtiéndose, de este modo, en el principal instrumento de diálogo entre la empresa con sus stakeholders. Además debe ser auditado y certificado a fin de verificar que sus impactos declarados sean reales dando transparencia y legitimidad a su accionar, todo lo cual representa credibilidad y coadyuva a alcanzar valor social ya que permite un diálogo coherente con la sociedad. Es en tal circunstancia que brinda: diálogo, participación y compromiso multisectorial, en fin participación e involucramiento en lo público. El microclima de la Responsabilidad y el Balance Social hace posible la gobernancia entendida como el conjunto de reglas de juego que permitan la consolidación ordenada de consensos y garanticen su estabilidad que implica recoger demandas, acceso a la información, transparencia de los procesos, rendición de cuentas, evaluación y control ciudadano de las políticas públicas y la Responsabilidad y el Balance Social son parte ya, de las políticas públicas desde el momento en que el estado a través de su gobierno las adoptó como ocurrió en Argentina en estados subnacionales y locales y que se encuentra en proceso a nivel nacional. La gobernancia organizacional que se constituye en gobernancia institucional por la diversas de actores y organizaciones siguiendo ciertas reglas con vistas al interés protegido. Por lo que la interacción organizacional, que deviene en gobernancia institucional, contribuyendo de manera decidida a la gobernabilidad entendida por cómo se gobierna concentrando la atención en la estabilidad política, al orden. En tal sentido el aporte de la Responsabilidad y el Balance Social como una política pública constituye una acción directa y beneficiosa para el Bien común, y, tal sentido para la estabilidad política. Para los Contadores públicos representa una oportunidad y un desafío. Oportunidad porque se abre un nuevo campo de ejercicio profesional y un desafío porque necesitamos abrir nuestras mentes a un fenómeno que requiere la participación de todas las disciplinas involucradas pero en la búsqueda Es necesario entender que cualquier profesión requiere, en la actualidad, un involucramiento mayor en las situaciones problemáticas que nos toca vivir y resolver por lo que la responsabilidad profesional y técnica ya no son suficientes para nuestro ejercicio profesional. Ahora necesitamos también Responsabilidad social y política. La transición de lo técnico económico a lo social político que nos permite trascender la dimensión económica para alcanzar una dimensión política. El presente Evento contable, el más prestigioso de América, bajo el lema “Globalización de las normas contables: Educación continuada, exigencias éticas” constituye un excelente medio de diálogo, intercambio de opiniones, que nos interpela a la búsqueda de soluciones a los problemas globales, es decir preocuparnos y ocuparnos de las personas como fin último de toda Ciencia Social y en particular la Ciencia Económica. Propuesta de guía de discusión: 1 – ¿Es necesaria la interdisciplinariedad en el abordaje de la Responsabilidad Social? 2 - ¿Qué posibilidades de desarrollo tiene la Contabilidad ambiental y social? 3 – ¿Es el Balance Social un instrumento útil para el diálogo con los stakeholders? 4 - ¿Existe una dimensión política de la Responsabilidad Social? 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Maestría en Dirección de Empresas, Facultad de Ciencias Económicas; Universidad Nacional de Salta en convenio con Universidad de Alcalá de Henares de España; 2001. Licenciatura en Administración Pública; Escuela de Política y Gobierno; Universidad Nacional de General San Martín; 2007. En curso: Maestrando en la “Maestría en Administración y Políticas Públicas en la Universidad de San Andrés”. Terminé de cursar en la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales de la UNSa el “Profesorado en Ciencias Económicas”. Falta Trabajo Integrador Final. OTROS ANTECEDENTES: Participación en el libro “¿Prosperidad o ilusión?. La reforma de los 90 en la Argentina”; Editorial Ábaco de Rodolfo Depalma. Tuve a cargo el análisis de las Reformas Monetaria y Fiscal del equipo argentino. Investigador del Equipo Argentino de Investigación sobre "Las Reformas de los 90 en la Argentina", que fue publicada en idioma inglés y español por Program of Weatherhead Center of International Affairs, Harvard University, a cargo del Dr. Rodolfo Díaz, realizado en el segundo semestre del 2000. Autor y expositor de trabajos en Congresos Nacionales de Administración Pública en los eventos IV, V, VI y en Congresos Argentinos de Ciencias Económicas 19 (Sede Ciudad de Buenos Aires, 2010) y 20 (Sede Mendoza, 2012). Designado Evaluador del Área Responsabilidad y Balance Social por la Federación Argentina de Consejos Profesionales en Ciencias Económicas (FACPCE) en el 19 Congreso de Ciencias Económicas en Mendoza, del 17 al 19 de octubre de 2012. Designado Evaluador de las X Jornadas Nacionales del Sector Público por la Federación Argentina de Consejos Profesionales en Ciencias Económicas (FACPCE) en la Ciudad de Salta, del 29 al 31 de mayo de 2013.