DERECHO A LA ALIMENTACION ADECUADA TRABAJO DE INVESTIGACION SOBRE PATENTES GRUPO 3: Coria, Sebastian Montoya, Neida Plaza, Ariel Torricella, Lorena Trabajo de investigación sobre Patentes Patentes y el Derecho a la Alimentación Al hablar del Derecho a la Alimentación es imprescindible hacer referencia respecto a las Patentes, especialmente en el ámbito agrícola en el cual se han venido desarrollando una serie de productos agrícolas biotecnológicos desde hace varias décadas, que según las empresas productores de tales son necesarios para lograr una producción agrícola sustentable y una vasta producción alimenticia que llegue a la mayor cantidad de individuos posibles en el mundo. Antes de ahondar en el tema de las Patentes propiamente dichas, nos gustaría empezar haciendo una definición-descripción de lo que es el Derecho a la a Alimentación, ya que ha sido y es una cuestión harto discutida el reconocimiento de la Alimentación como un Derecho del Hombre, así lo podemos encontrar directa o indirectamente desde los principios de la sociedad moderna en diferentes textos, empezando por La Organización de Las Naciones Unidas y la creación de la OIT, pasando por la Carta de la misma Organización, siguiendo por la Declaración Universal de Los Derechos Humanos, continuando en esa misma dirección con Pactos Internacionales, como el de Derechos Civiles y Políticos y las Observaciones Generales y sus Comunicaciones respectivas al tema del Comité de Derechos Humanos, hasta llegar a la completa, correcta, profunda, rica definición que hace el Pacto Internacional sobre Derecho Económicos Sociales y Culturales en su artículo 11, respecto al Derecho a La Alimentación, al cual nos remitimos a continuación: 1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo a este efecto la importancia esencial de la cooperación internacional fundada en el libre consentimiento. 2. Los Estados Partes en el presente Pacto, reconociendo el derecho fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre, adoptarán, individualmente y mediante la cooperación internacional, las medidas, incluidos los programas concretos, que se necesitan para: a) Mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de alimentos mediante la plena utilización de los conocimientos técnicos y científicos, la divulgación de principios sobre nutrición y el perfeccionamiento o la reforma de los regímenes agrarios de modo que se logren la explotación y la utilización más eficaces de las riquezas naturales; b) Asegurar una distribución equitativa de los alimentos mundiales en relación con las necesidades, teniendo en cuenta los problemas que se plantean tanto a los países que importan productos alimenticios como a los que exportan. El Derecho a la Alimentación adecuada se ejerce cuando todo hombre, mujer o niño, ya sea sólo o en común con otros, tiene acceso físico y económico, en todo momento, a la alimentación adecuada o a medios para obtenerla. Por ello, el derecho a la alimentación debe ser entendido de modo amplio, considerando el acceso físico y económico a los alimentos adecuados o a medios para obtenerlos, en cualquier momento, y no de un modo restrictivo que se ciña a una dotación de calorías, proteínas y otros nutrientes. Igualmente, se reconoce que el derecho a la alimentación adecuada tendrá que ser alcanzado de un modo progresivo. Aún de mayo ilustración sobre este tema es la Observación General que realiza el Comité sobre el Derecho a la Alimentación, que desmenuzando el concepto dado por el Pacto en cuestión, da los alcances, lineamientos generales que deberían seguir los Estados miembros para poder llevar a buen término el desarrollo y constitución del Derecho a La Alimentación entre sus gobernados. Sin embargo, los Estados tienen la obligación básica de adoptar las medidas necesarias para mitigar y aliviar el hambre, incluso en caso de catástrofe natural o de otra índole (Observación General nº 12, sexto párrafo). El derecho a la alimentación es el derecho a tener acceso, de manera regular, permanente y libre, sea directamente, sea mediante compra por dinero, a una alimentación cuantitativa y cualitativamente adecuada y suficiente, que corresponda a las tradiciones culturales de la población a que pertenece el consumidor y garantice una vida síquica y física, individual y colectiva, libre de angustias, satisfactoria y digna." En ciertas circunstancias, los Estados tienen la obligación de suministrar alimento a aquellos que lo necesiten. Sin embargo, no se trata sólo de ser alimentado, sino también de tener garantizado el derecho a alimentarse, para lo cual no sólo es necesario que haya alimentos disponibles (es decir, que se produzcan alimentos en suficiente cantidad para alimentar a toda la población), sino además que sean accesibles, de modo que cada familia disponga de los medios para producir sus propios alimentos o posea suficiente poder adquisitivo para comprar los alimentos que necesite. Como se reconoce tanto en esas disposiciones como en el derecho internacional consuetudinario, el derecho a la alimentación impone obligaciones a todos los Estados no sólo respecto de las personas que vivan en sus respectivos territorios nacionales, sino también de la población de otros Estados. Estos dos conjuntos de obligaciones se complementan entre sí. La realización plena del derecho a la alimentación es posible sólo a condición de que se cumplan tanto las obligaciones nacionales como las internacionales. Las actividades que se lleven a cabo a nivel nacional en ese ámbito seguirán teniendo un efecto limitado en la lucha contra la malnutrición y la inseguridad alimentaria a menos que la comunidad internacional facilite y recompense los esfuerzos nacionales no sólo mediante la asistencia para el desarrollo y la cooperación, sino también mediante regímenes o actividades en materia de comercio e inversión para hacer frente al cambio climático a nivel mundial; a la inversa, la eficacia de cualquier esfuerzo que realice la comunidad internacional para contribuir al logro de esos objetivos dependerá del establecimiento de marcos jurídicos e institucionales a nivel nacional y de la aplicación de políticas debidamente orientadas a promover la realización del derecho a la alimentación en el país de que se trate. Ahora que ya vimos y tenemos claro lo que es el derecho a la alimentación pasamos a hablar de las Patentes propiamente dichas y de porqué son importantes dentro del marco del Derecho a La Alimentación. Una Patente es precisamente un derecho de explotación que el Estado reconoce -bajo ciertas condiciones- al productor de un nuevo conocimiento, en forma exclusiva y durante un tiempo limitado, de forma tal que pueda asegurarse la apropiación de los beneficios derivados de aquel. La contrapartida de ese monopolio temporario reconocido por el Estado es la divulgación de la descripción detallada de la invención, para que pueda ser comprendida y reproducida al finalizar la etapa de exclusividad de mercado de que goza el inventor original. El sistema de patentes otorga ventajas considerables a los beneficiarios significa un monopolio legal que sirve de ‘escudo’ contra la competencia, sobre todo si se admite el patentamiento no sólo de los proceso y sino también donde los productos. Por ello, el patentamiento se presenta normalmente como un mecanismo de política pública insoslayable para incentivar la actividad inventiva. Sin embargo el argumento que legitima al sistema de patentes no debe considerarse universalmente válido: no se aplica a todas las invenciones ni a todos los países. La legislación correspondiente difiere de país en país y también varía respecto de productos patentables o la conducta que han tenido en este sentido los diversos países a través de su historia. La presión a favor de una armonización de los distintos, cuerpos legales nacionales y de una protección internacional de la invención se hace particularmente fuerte en biotecnología por la relativa facilidad con que puede obtenerse y circular el material genético -herramienta de base de la bioindustria. Hay que tener en cuenta que, como ya se indicó, las reglas de funcionamiento a escala nacional e internacional del sistema científico que es donde está concentrada gran parte de la capacidad inventiva en biotecnología- favorecen la libre circulación de las nuevas informaciones allí producidas; éstas Se transmiten a través de publicaciones en revistas especializadas, de coloquios, de pasantías, etc., así como a también del intercambio de material biológico útil para las investigaciones (células, cepas microbianas, semillas...) que puede tener incorporada mucha actividad inventiva. Desde hace unos años, la importancia estratégica del control de los recursos genéticos -puesta en evidencia por los nuevos desarrollos biotecnológicos- ha afirmado una tendencia a su privatización y a la restricción de su libre circulación dentro del sistema científico, lo cual va obviamente en desmedro de la productividad de la investigación científica tomada como un todo. A continuación se reseñan rápidamente los hitos fundamentales en la evolución de la legislación a nivel mundial. Para comenzar hay que recordar que el Tratado de la Convención de París de 1883 -base de la protección internacional de la invención- había excluido a las variedades vegetales del sistema de patentes. Ello indujo la búsqueda de una protección especial fuera de ese Sistema. Es así que en 1961 se crea la Unidad para la Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV) ratificada durante los años setenta por la mayor parte de los PI, cada uno de los cuales sanciona una ley de protección conforme a dicha Convenciones. También la Argentina hace lo propio. Los Derechos sobre Obtenciones Vegetales (OV) allí reconocidos son más restringidos que los de un sistema de patentes? Se protege la variedad final pero no el proceso utilizado para su obtención; el titular de la innovación no puede oponerse a que otro utilice su material para crear una nueva variedad, ni puede exigirle el pago de regalías; los agricultores Conservan el derecho de reproducir libremente sus propias semillas a partir de la cosecha, salve para los híbridos -caso en que es técnicamente imposible-; y se prohíbe proteger las variedades salvajes seleccionadas con anterioridad. Al parecer, el impacto de la creación de la UPOV fue inmediato, provocando una masiva inversión privada en actividades de selección de variedades, la inversión privada en EE.UU. en ese sector se multiplicó entre 2 y 3 veces durante 1979 y 1980 con respecto aI decenio precedente y se triplicaron y/o sextuplicaron las variedades de trigo, soja y algodón. Sin embargo, este sistema de protección suscitó serias críticas, centradas en algunas eventuales consecuencias negativas: erosión genética (al exigir variedades uniformes y estables), monopolización del material de base por parte de los obtentores (por la facilidad de imitación) y un sesgo favorable a la hibridación entre las alternativas de selección. Para sintetizar, los DOV otorgan un derecho sobre la comercialización pero no sobre el uso de la nueva variedad; no garantizan la utilización exclusiva de la invención; se trata, pues, de un monopolio restringido. De todos modos, hay que destacar que fue eI primer avance significativo de la legislación -en el plano nacional e internacional hacia et reconocimiento de derechos de propiedad sobre organismos vivos, sirviendo como antecedente al patentamiento de microorganismos, plantas y razas animales. En 1963 se firma en Estrasburgo la “Convención sobre la unificación de ciertos elementos de derecho de patentes de invención”, donde se defiende la patentabilidad de las distintas invenciones en el campo de la biotecnología, en el plano nacional e internacional. Según ella, “los Estados firmantes no están obligados a acordar patentes de variedades vegetales o de razas animales, ni de procesos esencialmente biológicos de obtención de vegetales o de animales; pero tampoco están obligados a excluirlas”.” En cambio, se incluye en la protección a los procesos microbiológicos y a los productos así obtenidos. En 1973 la “Convención Europea de Patentes” excluye explícitamente el patentamiento de variedades vegetales y razas animales. Es decir que hasta la década del ochenta se reconocía en general la patentabilidad de procesos biotecnológicos y de productos obtenidos por metabolismo de microorganismos o células, y se habían generalizado legislaciones especiales que establecían un sistema particular de protección para las variedades vegetales; pero se rechazaba la patentabilidad del organismo vivo. Recién en 1980 la Corte Suprema de EE.UU., en el histórico fallo “Diamond VS. Chakrabarty, concede a la General Electric Co. una patente sobre una cepa manipulada genéticamente, capaz de degradar petróleo. Dicha decisión partid de considerar que el microorganismo en cuestión no existía previamente en la naturaleza sino que había sido creado por el hombre a partir de una manipulación genética; por lo tanto, se trataba de una ‘manufactura”. El fallo ‘Chakrabarty’ abrió el camino al patentamiento de formas superiores de organismos vivos. En 1985, la Oficina de Patentes y Marcas de EE.UU. (PTO) extendieron el patentamiento a las plantas y en abril de 1987 dictaminó que las razas animales también podían ser patentadas por tratarse de formas de vida “hechas por el hombre’, que ‘no aparecen naturalmente”. En abril de 1983 otorgó la primera patente sobre un animal superior: un ratón al que se la había incorporado con fines científicos un gen potencialmente cancerígeno; este animal fue puesto a punto por investigadores de la Universidad de Harvard. Más recientemente, la Oficina Europea de Patentes otorgó a la firma Agrigenetics una patente sobre un procedimiento que permite incrementar el contenido proteico de plantas forrajeras como la alfalfa. Hasta entonces, en Europa se consideraba a las variedades vegetales y animales –incluso las manipuladas genéticamente- como excluidas del campo del patentamiento. En la actualidad, en la mayoría de los PI el carácter de organismo vivo ya no excluye el patentamiento. Este se acepta no sólo en los procesos microbiológicos tradicionales y productos resultantes, sino también en microorganismos y plásmidos recombinantes así como en anticuerpos monoclonales. EE.UU. y Japón también aceptan el patentamiento de razas animales y variedades vegetales; y tos países europeos parecen seguir esa tendencia. De todos modos, han surgido muchos diferendos en la materia, algunos de carácter instrumental. Por ejemplo, existen discrepancias sobre el patentamiento de cepas salvajes presentes en la naturaleza: algunos países consideran que un microorganismo aislado, purificado y adaptado para un proceso productivo (Sin que se haya intervenido sobre su programa genético) constituye en sí una invención. Otras objeciones son más de fondo. Se sostiene por ejemplo que la creciente privatización y monopolízaci6n de recursos genéticos tienden a erosionar y a uniformar la diversidad genética y, en general, a resentir la productividad del mejoramiento animal y vegetal –particularmente tributario de los más amplios intercambios y combinaciones. Se plantea también un problema ético. Es cierto que en los dictámenes mencionados, las Oficinas de Patentes admiten el patentamiento de las formas de vida artificiales y excluyen específicamente a los seres humanos. Resumiendo, se puede decir que en los PI, aunque los alcances de la legislación de patentes en este sector no han sido aun claramente definidos, es evidente la tendencia a la privatización y a la comercialización de los recursos genéticos. Esto es resultado de las políticas de extensión del patentamiento a la materia viva, inspiradas en la necesidad de estimular la actividad inventiva privada, de consolidar una industria en este sector y de proteger la tecnología generada en otros países. En contrapartida, en la mayor parte de los Países Periféricos no hay sistemas de patentes y menos aún reglamentaciones específicas aplicadas a organismos vivos y a sus productos. Esta situación deriva, en parte, de la necesidad de estos países tecnológicamente rezagados a acceder ‘libremente” a los nuevos conocimientos generados en los PI para hacer posible una maduraci6n de su industria, circunstancia también válida para el campo biotecnológico. En el caso de Argentina, hasta fines de los años ochenta tampoco parecía haber consenso favorable a la aceptación de la patentabilidad de procesos o productos biotecnológicos. Esto, a pesar de ser un país que ha adherido a la UPOV, que cuenta con una ley de patentes que sólo excluye explícitamente el patentamiento de productos farmacéuticos (no así de los procesos) y que incluso ha permitido en un momento el patentamiento de bacterias y plásmidos (pero asimilándolos a una reacción química). Una de las razones para ese rechazo es que, precisamente, la industria farmacéutica -el sector donde tienden a concentrarse en mayor medida las innovaciones biotecnológicas- alcanzó un desarrollo local considerable gracias, en parte, a la mencionada restricción en la ley de patentes vigente. Sin embargo, el reconocimiento de esa realidad y la resistencia a las presiones en favor del patentamiento ejercidas particularmente por los Países Industrializados no deberían impedir implementar estrategias adecuadas de protección del patrimonio genético nacional, en particular en lo que respecta al germoplasma vegetal. Lo que está en juego es importante. Desde el punto de vista de un país Periférico como el nuestro, poseedor natural de un importante reservorio genético, la tendencia a la privatización del germoplasma puede significar enfrentarse a mayores restricciones para acceder a los bancos de germoplasma mayoritariamente concentrados en los PI, lo que paradójicamente redundaría en un aumento del grado de dependencia y vulnerabilidad de nuestra capacidad de selección vegetal. Sucede que los Países Periféricos -en los cuales se sitúa la gran mayoría de la diversidad mundial de plantas- aparecen como reservorios gratuitos de recursos genéticos, material con el que se llevan a cabo -principalmente en los Pi- los trabajos de selección que permiten la creación de nuevas variedades. La lógica de la privatización del germoplasma en los Países Industrializados refuerza esa división del trabajo entre los Países Periféricos como proveedores de material genético “bruto” y gratuito y los Países Industriales como depositarios de esos recursos a partir de los cuales crean y comercializan mundialmente las nuevas variedades (los bancos públicos de genes en EEUU. concentran cerca de un 27% del germoplasma mundial almacenado). Es claro que lo que determina esa asimetría entre Países Periféricos y Países Industriales es la distinta capacidad tecnológica para valorizar los recursos genéticos brutos. La gran disponibilidad de estos recursos en los Países Periféricos no tiene en si gran valor, si no se cuenta con la capacidad tecnológica para clasificarlos, evaluarlos y utilizarlos para la creación de nuevas variedades y para forzar, en consecuencia, reglas de intercambio internacional más favorable. Pero más allí de estas consideraciones sobre el problema del acceso a los recursos genéticos y la tendencia a su privatización, hay una serie de razones, que se consideran a continuación, que cuestionan parcialmente la validez y la eficacia de la patente como forma actual de protección de la invención biológica y que explican la aparición de formas perversas de apropiación. Ahora bien, existe un marco regulatorio internacional del cual Argentina es parte y es EL ACUERDO SOBRE LOS ASPECTOS DE LOS DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL RELACIONADOS CON EL COMERCIO que en su párrafo 3 b) del Art 27 obliga a todos los miembros de dicho acuerdo a la protección de los derechos de propiedad intelectual a las obtenciones vegetales, mediante patentes, mediante un sistema eficaz sui generis, o mediante una combinación de aquellas y éste. La opción sui generis ofrece a la mayoría de los países en desarrollo un valioso espacio normativo, ya que si se implantase un sistema de patentes, los agricultores tendrían prohibido el uso de semillas de obtenciones patentadas sin el consentimiento del correspondiente titular. En vista de que las semillas que los agricultores conservan y se intercambian pueden llegar a constituir entre el 80 y 90% de las necesidades totales de las semillas de un país en desarrollo, el sistema de patentes podría limitar gravemente la agricultura de subsistencia y la seguridad alimentaria. Muchos países en desarrollo se dedican actualmente a formular generación sui generis, para lo cual tendrán que inspirarse en disposiciones de otros tratados y convenciones, por ejemplo en el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogénicos para la Alimentación y la Agricultura se reconocen derechos para los agricultores como la protección de los conocimientos tradicionales, el derecho a la repartición equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos fitogénicos y el derecho a participar en la adopción de decisiones en torno a su ordenamiento. Además no podrán imponerse límites a los derechos de los agricultores a conservar, utilizar, intercambiar y vender semillas y otro material de propagación conservados en la finca. Por último hay otra importante fuente sobre patentes, que es la referida en La Observación General NO 17 (2005) del Comité de Derechos Económicos Sociales Y Culturales, sobre el “DERECHO DE TODA PERSONA A BENEFICIARSE DE LA PROTECCIÓN DE LOS INTERESES MORALES Y MATERIALES QUE LE CORRESPONDAN POR RAZÓN DE LAS PRODUCCIONES CIENTÍFICAS, LITERARIAS O ARTÍSTICAS DE QUE SEA AUTOR(A)” (ART 15 inc. 1 c). La Observación General nº 17 (2005) ha contribuido a esclarecer el antiguo debate sobre la relación entre los derechos de propiedad intelectual y los derechos humanos al afirmar que los derechos de propiedad intelectual no son derechos humanos. Además, ha ampliado el alcance de la protección del derecho “a beneficiarse de la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autor(a)”, en virtud del apartado c) del párrafo 1 del artículo 15 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, a las comunidades indígenas y minorías culturales, al tiempo que excluye explícitamente a las personas jurídicas. Sin embargo, también ha creado más confusión entre los defensores de los derechos humanos y formuladores de políticas al promover la protección de la propiedad intelectual como el método preferido para dar efectividad a este derecho humano. Este enfoque no tiene suficientemente en cuenta el carácter cambiante de las leyes de propiedad intelectual y el hecho de que los sistemas actuales de propiedad intelectual tienden a favorecer los intereses empresariales a costa de los autores, inventores y artistas individuales. Además, el hecho de que la Observación General se centre sólo en el apartado c) del párrafo 1 del artículo 15 significa que los Estados Partes del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales tendrán problemas para lograr un equilibrio entre los intereses morales y materiales del autor y los otros derechos culturales reconocidos en el artículo 15, en particular el derecho a participar en la vida cultural (apartado a) del párrafo 1 del artículo 15) y el derecho a gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones (apartado b) del párrafo 1 del artículo 15). De ahí que los defensores de los derechos humanos y los formuladores de políticas sólo podrán vislumbrar completamente las repercusiones del artículo 15 en lo que respecta a la relación entre derechos de propiedad intelectual y derechos humanos cuando el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales haya adoptado las Observaciones Generales sobre los apartados a) y b) del párrafo 1 del artículo 15. Por consiguiente, además de adoptar con prontitud una Observación General que aborde el resto del artículo 15 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales deberá redactar una aclaración sobre los elementos de la Observación General nº 17 que podrían interpretarse de forma contraria a la realización de los derechos consagrados en el Pacto. En particular, en esa aclaración se debería reconocer explícitamente que las normas de propiedad intelectual puede que no sean necesariamente el instrumento jurídico más adecuado para proteger los intereses morales y materiales de los autores, en especial cuando los “autores” son grupos indígenas o depositarios de conocimientos tradicionales, ya que los sistemas de propiedad intelectual pueden ser completamente antitéticos a sus creencias, y por consiguiente, contrarios a sus derechos culturales. En dicha aclaración también debería hacerse hincapié en el hecho de que la prudencia a la que se hace referencia en el párrafo 35 de la Observación General, de que la protección de los intereses morales y materiales de los autores no debería dificultar la realización de otros derechos humanos, se aplica a toda la Observación General, a fin de disipar la posibilidad de que los actores que defienden las normas estrictas de propiedad intelectual se apoyen en otros puntos de la Observación General para defender sus posturas. Antes de terminar queremos hacer mención sobre las Patentes de Adición, llamadas también de mejora o perfeccionamiento, que tiene como fuente el Art 54 de la 24481 (Ley de Propiedad Intelectual). Patentada una invención, nada impide que se le introduzcan cambios, adiciones o supresiones. Una invención "de base" puede estimular a su inventor o a otros, a hacer una o varias invenciones que constituyan perfeccionamientos o mejoras del invento original. El Artículo 54 de la ley 24.481 establece que tendrán derecho a patente adicional quienes mejoren una invención ya patentada. Dado que toda patente debe referirse nada más que a un objeto principal, para que haya adición, la mejora debe necesariamente referirse al mismo, no aceptándose que se refiera a alguno de los objetos accesorios. El objeto principal de una patente adicional debe diferir del de la patente principal sólo en las mejoras introducidas. Un nuevo procedimiento para la obtención de un producto patentado sería protegible como patente adicional del objeto principal ya patentado. El nuevo uso de un producto patentado se protegería con una patente adicional de procedimiento. La patente de adición o perfeccionamiento se concede al titular de la patente principal o a cualquier otra persona que hubiese introducido una mejora. Para el último supuesto, la ley anterior establecía un sistema de licencias obligatorias, mediante el cual el mejorante sólo podría explotar su invento a condición de pagar una prima al primer inventor. El monto de esa prima era determinado por la oficina de patentes teniendo en cuenta la importancia de la mejora y la parte que se conservaba del invento primitivo (artículo 29 de la ley 111), pero el primer inventor podía elegir entre aceptar la prima o explotar la nueva invención en concurrencia con el mejorante. Si optaba por la explotación conjunta se le concedía una patente idéntica a la que se concedía al mejorante (artículo 30 de la ley 111). La patente de perfeccionamiento o mejora debe ser diferenciada de la patente dependiente, esta última se presenta cuando para la puesta en práctica de la utilización del invento sea requiera de un invento precedente -cuya patente aún esté en vigencia-, de modo que su utilización no pueda tener lugar sino utilizando asimismo el invento anterior. En esta hipótesis hay, ciertamente, un autónomo resultado inventivo pero la explotación del mismo no es posible sin la licencia (autorización) del titular del primer invento, quien de negarla podría ser obligado en los términos del artículo 47, inciso c), de la ley 24.481. Patentes en el ámbito global En el marco global, son dos los principales organismos encargados de velar por los derechos de los obtentores: ellos son la UPOV y la OMC, a través del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC). UPOV La Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) es una organización intergubernamental con sede en Ginebra (Suiza). La UPOV fue creada por el Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales. El Convenio fue adoptado en París el 2 de diciembre de 1961, y fue revisado en 1972, 1978 y 1991. El objetivo del Convenio es la protección de las obtenciones vegetales por un derecho de propiedad intelectual. La misión de la UPOV es proporcionar y fomentar un sistema eficaz para la protección de las variedades vegetales, con miras al desarrollo de nuevas variedades vegetales para beneficio de la sociedad. El objetivo del Convenio de la UPOV es asegurar que los miembros de la Unión reconozcan los logros de los obtentores de nuevas variedades vegetales, concediéndoles un derecho de propiedad intelectual a partir de un conjunto de principios claramente definidos. Para poder gozar de protección, las variedades deben: 1) distinguirse de las variedades preexistentes y notoriamente conocidas, 2) ser suficientemente homogéneas, 3) ser estables y 4) ser nuevas en el sentido de que no deben haberse comercializado antes de ciertas fechas, determinadas con referencia a la fecha de la solicitud de protección. Efectos del derecho del obtentor: El Convenio de la UPOV establece un ámbito de protección mínimo y ofrece a los miembros la posibilidad de tomar en consideración las circunstancias nacionales o regionales en sus legislaciones. En el Convenio de la UPOV se definen los actos para los que se necesita la autorización del titular respecto del material de reproducción o multiplicación. Excepcionalmente, pero sólo cuando el titular no haya tenido una oportunidad razonable de ejercer su derecho respecto del material de reproducción o de multiplicación, podrá exigirse su autorización respecto de cualquiera de los actos especificados realizados con el producto de la cosecha de la variedad. Al igual que todos los derechos de propiedad intelectual, el derecho de obtentor se concede por un período limitado de tiempo, al final del cual la variedad protegida pasa a ser del dominio público. Por razones de interés público, ese derecho también queda sujeto a control contra cualquier abuso eventual. También es importante señalar que no es necesario contar con la autorización del titular de un derecho de obtentor para la utilización de su variedad en un marco privado con fines no comerciales, y de investigación, así como tampoco para su utilización en la obtención de nuevas variedades. Protección de las obtenciones vegetales: Se ofrece protección a los obtentores como un incentivo para que creen nuevas variedades vegetales que permitan un progreso durable a la agricultura, la horticultura y la silvicultura. Las variedades mejoradas constituyen para los agricultores y horticultores un medio necesario y eficaz en relación con su costo de mejorar su productividad, calidad y posibilidades comerciales. La obtención de nuevas variedades requiere inversiones considerables en términos de conocimientos, mano de obra, recursos materiales, dinero y tiempo. La posibilidad de obtener ciertos derechos exclusivos respecto de nuevas variedades ofrece a los obtentores una mejor oportunidad de recuperar sus costos y acumular los fondos necesarios para inversiones adicionales. A falta de derechos de obtentor, esos objetivos son más difíciles de lograr, pues nada impediría que otros multipliquen la variedad y la vendan a escala comercial, sin reconocer en forma alguna el trabajo del obtentor. Actividades de la UPOV: Las principales actividades de la UPOV están destinadas a promover la cooperación y la armonización internacionales, principalmente entre sus miembros y a ayudar a los países y a ciertas organizaciones a introducir el sistema UPOV de protección de las variedades vegetales. La UPOV ha establecido un conjunto detallado de principios generales para realizar los exámenes de la distinción, la homogeneidad y la estabilidad de las variedades y, más específicamente, directrices para unos 230 géneros y especies. Estos documentos normativos se actualizan progresivamente y se amplían a otros géneros y especies. Su utilización no está limitada a la protección de las obtenciones vegetales sino que se extiende a otras áreas como las listas nacionales de variedades y la certificación de semillas. La cooperación más intensa entre los miembros se refiere al examen de las variedades. Se basa en acuerdos mediante los cuales un miembro puede realizar ensayos en nombre de otros o acepta los resultados de los ensayos realizados por otros como base para su decisión de conceder un derecho de obtentor. Mediante tales acuerdos, los miembros pueden reducir al mínimo el costo de operación de sus sistemas de protección y los obtentores pueden obtener protección en varios territorios a un costo relativamente bajo. Los miembros de la UPOV y la Secretaría de la UPOV mantienen contacto con los gobiernos de un número cada vez mayor de países, a los que también proporcionan asistencia, que han expresado interés en el trabajo de la Unión y en la idea de la protección de las obtenciones vegetales. También se mantienen contactos regulares con muchas organizaciones intergubernamentales y organizaciones internacionales no gubernamentales. La información sobre la legislación de protección de las obtenciones vegetales se publica en Plant Variety Protection. Miembros de la UPOV: Al 8 de julio de 2011 los Miembros son setenta, entre ellos Reino Unido y Países Bajos (primeros Estados en estar vinculados, 1968), Argentina (miembro desde el 25 de diciembre de 1994), La Unión Europea. Armenia, Bosnia y Herzegovina, Egipto, Filipinas, Guatemala, Honduras, India, Kazajstán, Malasia, Mauricio, Montenegro, Serbia, Tayikistán, Venezuela y Zimbabue, así como la Organización Africana de la Propiedad Intelectual, han iniciado ante el Consejo de la UPOV el procedimiento para ser miembros de la Unión. Muchos otros Estados que aún no son miembros ya tienen leyes para la protección de las obtenciones vegetales o han sometido a sus autoridades legislativas proyectos de leyes. Lista de los taxones protegidos por los miembros: Argentina La Ley de semillas y creaciones fitogenéticas (No 20.247, de 30 de marzo de 1973) no contiene ninguna disposición que limite la protección a unos géneros o a unas especies determinadas. Australia Según el Artículo 3.1) de la Ley sobre los derechos de obtentor de 1994, la palabra “planta” incluye en el sentido de dicha Ley los champiñones y algas, pero no incluye las bacterias, bacteroides, micoplasmas, virus, viroides y bacteriófagos. Canadá Según el Reglamento sobre la protección de las obtenciones vegetales, la protección se extiende a todas las especies del reino vegetal, con excepción de las algas, las bacterias y los champiñones. Suiza La protección se extiende a todos los géneros y especies. Chile Según la Ley que Regula Derechos de Obtentores de Nuevas Variedades Vegetales (No 19.342 de 17 de octubre de 1994) “el derecho de obtentor se puede ejercer sobre todos los géneros y especies botánicos”. Colombia Según el Articulo 1 del Decreto No 533 de 8 de marzo de 1994, la protección se extiende a todas las variedades cultivadas de los géneros y especies botánicas siempre que su cultivo, posesión o utilización no se encuentren prohibidos por razones de salud humana, animal o vegetal, pero no se aplica a las especies silvestres, es decir aquellas especies o individuos vegetales que no se han plantado o mejorado por el hombre. Ecuador El ámbito de aplicación de la legislación nacional se define en el Artículo 2 de la Decisión No 345 (de 21 de octubre de 1993) de la Comisión del Acuerdo de Cartagena como “todos los géneros y especies botánicas siempre que su cultivo, posesión o utilización no se encuentren prohibidos por razones de salud humana, animal o vegetal”. Además, el Artículo 1 del Decreto No 3708 de 10 de abril de 1996 por el que se establece el reglamento de dicha Decisión precisa que se exime de protección a las especies silvestres que no han sido plantadas o mejoradas por el hombre. España Según la Ley 3/2000, de 7 de enero, de régimen jurídico de la protección de las obtenciones vegetales, entrada en vigor el 10 de abril de 2000, la protección se extiende a todos los géneros y especies vegetales, incluidos los híbridos de géneros o de especies. Estados Unidos a) En virtud de la Ley sobre la protección de las obtenciones vegetales, los Estados Unidos de América protegen todas las variedades de plantas reproducidas por vía sexual y de plantas multiplicadas por tubérculos, con exclusión de los champiñones y las bacterias (Artículo 42.a). b) En virtud de la ley denominada comúnmente “Ley sobre las patentes de plantas”, incorporada en el Código General de Patentes, toda persona quien inventa o descubre y multiplica por vía vegetativa cualquiera variedad de planta distinta y nueva, incluidos los sports cultivados, los mutantes, los híbridos y las plantas resultantes de semillas recientemente descubiertas, otra que una planta multiplicada por tubérculos [en la práctica, la patata y el topinambur] o una planta descubierta en estado no cultivado, puede obtener una patente (Artículo 161 del Código General de Patentes). c) En virtud del Código General de Patentes (industrial), los Estados Unidos de América protegen todas las variedades (sobre la base de la decisión in re J.E.M. Ag Supply, Inc. v. Pioneer Hi-Bred International, Inc. del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de América (2002)). Uruguay Según el Decreto No 84/983 por el que se establece la Ley No 15/173 que regula la producción, certificación y comercialización de semillas, modificado por el Decreto No 418/987 del 12 de agosto de 1987, y el Decreto No 519/991 del 17 de septiembre de 1991, cualquier obtención vegetal tiene derecho a protección. ADPIC El Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la Organización Mundial del Comercio (OMC), negociado en la Ronda Uruguay (1986-94), incorporó por primera vez normas sobre la propiedad intelectual en el sistema multilateral de comercio. El Acuerdo sobre los ADPIC es el Anexo 1C del Acuerdo de Marrakech por el que se establece la OMC, firmado en Marrakech, Marruecos, el 15 de abril de 1994. El Acuerdo de la OMC sobre los ADPIC constituye un intento de reducir las diferencias en la manera de proteger esos derechos en los distintos países del mundo y de someterlos a normas internacionales comunes. En él se establecen niveles mínimos de protección que cada gobierno ha de otorgar a la propiedad intelectual de los demás Miembros de la OMC. Al hacerlo, establece un equilibrio entre los beneficios a largo plazo y los posibles costos a corto plazo resultantes para la sociedad. Los beneficios a largo plazo para la sociedad se producen cuando la protección de la propiedad intelectual fomenta la creación y la invención, especialmente cuando expira el período de protección y las creaciones e invenciones pasan a ser del dominio público. Los gobiernos están autorizados a reducir los costos a corto plazo que puedan producirse mediante diversas excepciones, por ejemplo hacer frente a los problemas relativos a la salud pública. Y actualmente, cuando surgen diferencias comerciales con respecto a derechos de propiedad intelectual, puede recurrirse al sistema de solución de diferencias de la OMC. Se establece en el Acuerdo que la protección de las invenciones mediante patentes debe durar como mínimo 20 años. Debe poder obtenerse protección por este medio tanto para productos como para procedimientos, en prácticamente todos los campos de la tecnología. Los gobiernos pueden negarse a otorgar una patente con respecto a una invención cuando esté prohibida su explotación comercial por razones de orden público o moralidad. Pueden excluir asimismo los métodos de diagnóstico, terapéuticos y quirúrgicos, las plantas y los animales (excepto los microorganismos), y los procedimientos biológicos para la producción de plantas o animales (que no sean procedimientos microbiológicos). Sin embargo, las obtenciones vegetales deben ser objeto de protección mediante patentes o mediante un sistema especial (por ejemplo, los derechos de seleccionador previstos en los convenios de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV)). Tener leyes en materia de propiedad intelectual no es suficiente. Han de hacerse cumplir. Sobre esto versa la tercera parte del Acuerdo sobre los ADPIC. En el Acuerdo se dice que los gobiernos han de asegurarse de que los derechos de propiedad intelectual puedan hacerse valer en el marco de sus leyes y de que las sanciones por infracción sean lo bastante severas para disuadir de nuevas violaciones. Los procedimientos deben ser justos y equitativos y no resultar innecesariamente complicados o costosos. No deben comportar plazos injustificables ni retrasos innecesarios. Las partes interesadas deberán poder dirigirse a un tribunal para pedir la revisión de una decisión administrativa o apelar contra la resolución de un tribunal inferior. El Acuerdo sobre los ADPIC, aunque privilegia los sistemas establecidos, en virtud del artículo 27.3 b) prevé el establecimiento por parte de los Miembros de un mecanismo sui generis para la protección de las obtenciones vegetales, como una solución sustitutiva o complementaria del sistema de patentes. La idea de fondo expresada en la penúltima frase del artículo 27.3 b) es crear un mecanismo de DPI que, al tiempo que conceda una protección suficiente, sea tan eficaz como el sistema de patentes. De hecho, la finalidad principal de esta disposición es proteger las técnicas y los conocimientos de las obtenciones vegetales. No obstante, prevé una solución más flexible que la de las patentes para la protección de las variedades vegetales y, al mismo tiempo, ofrece la posibilidad de una utilización más amplia de la diversidad biológica vegetal por parte de los agricultores locales, los obtentores no industriales y las comunidades autóctonas, con el objeto de estimularlos a seguir contribuyendo a la preservación y el mejoramiento de los recursos genéticos de las plantas (RGP). Papel de la UPOV En diversas ocasiones, la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) ha afirmado ser el sistema sui generis previsto en el Acuerdo sobre los ADPIC. El motivo de esta afirmación se basa en el hecho de que el Acuerdo se negoció cuando ya existía la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales. Por otro lado, si los miembros hubieran considerado que el Convenio de la UPOV representaba efectivamente el equivalente del sistema sui generis mencionado en el Acuerdo sobre los ADPIC, habrían introducido una disposición expresa en el texto jurídico en la que habría indicado la elección obligatoria de la UPOV y la exclusión de otras soluciones. Dado que no fue así, la UPOV debe considerarse como una de las posibles soluciones para el establecimiento de un sistema sui generis, mas no la única. Además, el Convenio de la UPOV está destinado a proteger a los obtentores “formales”, por lo que no prevé en sus disposiciones el reconocimiento ni la remuneración de la “innovación informal”. Conviene recordar a este respecto que, en virtud de la resolución 4/89 de la Conferencia de la FAO, “los derechos de los obtentores, tal como se contemplan en la UPOV, no son incompatibles con el Compromiso Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos”. Intentos recientes de proteger las innovaciones informales En el marco de otros convenios y rondas de negociaciones internacionales se han realizado varios intentos por introducir un sistema que garantice la protección de los derechos del agricultor y de las comunidades autóctonas. El Convenio sobre la Diversidad Biológica reconoce la importancia del mantenimiento de los conocimientos tradicionales y el papel de los agricultores en la conservación y el mejoramiento ulterior de la diversidad biológica. Reconoce, asimismo, la importancia de un mecanismo de distribución de los beneficios a fin de recompensar a los agricultores y las comunidades autóctonas por las contribuciones aportadas al desarrollo de los RGP. En la Octava Sesión de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura se ha adoptado recientemente un enfoque alentador para la revisión del Compromiso Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos. Las Partes redactaron conjuntamente y aprobaron un texto en que se definen los “Derechos del Agricultor”. Aunque todavía no han llegado a un acuerdo sobre la forma y los medios de aplicación de estos derechos, se ha trazado el camino y se han previsto posibilidades de soluciones jurídicas más equitativas. El Acuerdo sobre los ADPIC no excluye la introducción de un sistema de reconocimiento de los Derechos del Agricultor y del conocimiento tradicional, ni el establecimiento de un mecanismo de distribución de los beneficios, siempre que se garantice una protección suficiente a las variedades vegetales. Los Miembros tal vez deseen incorporar estos elementos en un sistema sui generis nacional. Reconocimiento de la “innovación informal” en la legislación nacional Iniciativas nacionales para proteger la innovación informal A fin de cumplir con las disposiciones del Acuerdo sobre los ADPIC, muchos gobiernos han comenzado a elaborar su propio sistema sui generis, al tiempo que protegen los Derechos del Agricultor y del obtentor como un medio para promover las actividades de investigación y desarrollo tecnológicos por un lado, y la productividad agrícola y la diversidad biológica por el otro. India La India ha formulado una Ley sobre variedades vegetales en la cual se reconocen los derechos de los obtentores. Este proyecto de ley contiene cláusulas específicas en que se describen explícitamente los derechos del agricultor y las comunidades rurales. En particular, se ha mantenido el derecho de los agricultores a vender e intercambiar los productos de sus cosechas. Esta medida se considera necesaria para proteger la comercialización interregional en pequeña escala de semillas entre agricultores, que constituye un factor sumamente importante para la estructura económica del país y para la conservación y el desarrollo ulterior de la diversidad biológica nacional. La versión final de dicho proyecto de ley, bajo consideración del Parlamento hacia fines de 1999, formaliza los Derechos del Agricultor de la siguiente manera: “Ningún contenido de esta Ley afectará el derecho tradicional de un agricultor a guardar, usar, intercambiar, compartir o vender su producción de una variedad protegida por esta ley, salvo cuando la venta sea para fines de reproducción bajo un acuerdo mercantil de comercialización.” El proyecto incluye disposiciones específicas y detalladas para que las comunidades registren derechos colectivos. África Los países africanos han organizado talleres para elaborar en conjunto una legislación que reconozca los derechos de los agricultores y las comunidades autóctonas. En enero de 1999, los Jefes de Gobierno o de Estado de la Organización de la Unidad Africana (OUA), reunidos en Lusaka, Zambia, alcanzaron un acuerdo para restringir las patentes sobre variedades de plantas hasta que haya sido desarrollado un sistema global africano sobre los DPI. Este sistema busca remunerar tanto a los obtentores como a las comunidades autóctonas que puedan haber contribuido a la conservación y al mejoramiento de variedades iniciales (Derechos del Agricultor). Al respecto, la OUA ha preparado el amplio documento Modelo de legislación africana para el reconocimiento y la protección de los derechos de comunidades locales, agricultores y obtenedores, y para la reglamentación del acceso a los recursos biológicos. Brasil El gobierno brasileño está elaborando una propuesta de ley encaminada a proteger y garantizar el respeto de las organizaciones sociales, las costumbres, los idiomas, las creencias y las tradiciones de las poblaciones autóctonas, así como sus derechos sobre sus territorios y posesiones. Una sección de esta propuesta trata de la propiedad intelectual y de las poblaciones autóctonas. Entre las disposiciones importantes relativas a los derechos de las comunidades autóctonas figuran las siguientes: el derecho de mantener el secreto de los conocimientos tradicionales; el derecho de rechazar el acceso a los conocimientos tradicionales; el derecho de solicitar la protección de los DPI que, en el caso de los conocimientos colectivos, se concederá en nombre de la comunidad o la sociedad; el derecho a la información y el consentimiento previo (que ha de concederse por escrito) para el acceso a y la utilización/aplicación de los conocimientos tradicionales; el derecho de copropiedad de los datos de la investigación, los productos obtenidos mediante la investigación; y los derechos de las comunidades a solicitar la anulación de las patentes obtenidas ilegalmente para la explotación de sus conocimientos. Perú El gobierno peruano ha preparado y sometido a la discusión pública un documento de trabajo con propuestas legislativas para crear un Régimen para la protección del conocimiento colectivo de los pueblos indígenas, así como un Régimen sobre el acceso a los recursos genéticos. Ambas propuestas otorgan valor intelectual al conocimiento de miles de comunidades del país y a los recursos genéticos, creando por lo tanto la posibilidad de obtener beneficios económicos del uso comercial de esos recursos. Uno de los objetivos del proyecto sobre los derechos de las comunidades es la creación de nuevos derechos de propiedad intelectual, en el marco de los tratados internacionales firmados por el Perú. A través de estos nuevos derechos, el conocimiento tradicional de miles de personas indígenas será registrado y, por lo tanto, puede ser reconocido cuando es utilizado comercialmente por investigadores o laboratorios farmacéuticos, sean ellos nacionales o extranjeros. Además, la creación de este nuevo registro de DPI permitirá que tanto los grupos con derechos específicos como todas las comunidades se beneficien del uso comercial de su conocimiento tradicional. Para ello, el documento propone la creación de un Fondo de Desarrollo de los Pueblos Indígenas (FONDEPI). El Fondo sería administrado por las propias comunidades bajo la supervisión de la Oficina de los DPI, y apoyará el desarrollo de los pueblos indígenas financiando proyectos. Un porcentaje de todas las ventas que resulten del uso comercial del conocimiento tradicional se destinará al Fondo. OBTENCIONES VEGETALES En la actualidad los sistemas de patentes de numerosos países industrializados tienden a incluir en ellos partes de plantas, plantas y variedades vegetales. El efecto inmediato será que los titulares de tales derechos obtendrán mayor control sobre, por ejemplo la producción agrícola. Por ello, la adopción de nuevos parámetros legales en el sector se relaciona con el propio desarrollo en la investigación, en el país que adopta un sistema de protección jurídica. En aquellas naciones con escasa actividad en el campo del mejoramiento filogenético, poco interés o ninguno tendrá el establecer un régimen de “derechos de mejoramiento vegetal” (PBR); sin embargo, el costo de esa ausencia se hará sentir en la falta de material apto y mejorado para el explorador agrario, preveniente de aquellos países que sí cuentan con protección: la divulgación y el empleo libres de las nuevas creaciones es un peligro que el propietario-investigador no correrá. En Argentina que se prohíbe el patentamiento de plantas –artículo 7º, inc c de la ley 24.481, posee legislación específica para las creaciones vegetales: la ley 20.247 sancionada en marzo de 1976, su aplicación – reglamentada por decretos 1995/78, 50/89, 2183/91 y la resolución del Instituto Nacional de Semillas (INASE) 631/92- no ha sido exitosa debido en gran medida a fallas en la autoridad de contralor. La normativa está inspirada en Convención de la unión para la protección de Obtenciones Vegetales, a la que Argentina adhirió en septiembre de 1994, siguiendo la tendencia actual de integración al concierto mundial en temas de legislación de incidencia económica. Como ya se expusiera, en el ámbito mundial existe protección jurídica para todo adelanto que importe un mejoramiento en la calidad de vida de la comunidad. Los sistemas varían de país en país por varias razones: en cuanto a lo político, sociales, económicos; pero la diferencia sobre la que se marca aquí es la provocada por la especificidad del objeto protegido, los vegetales: célula, tejidos, planta entera. Requisitos de fondo Las condiciones de fondo a cumplir para obtener la protección legal de una nueva variedad derivan por un lado de la naturaleza biológica del objeto de la protección y forman parte integrante de la noción de variedad, y por otro lado de las necesidades materiales y formales para instaurar un derecho de protección eficaz. 1) La existencia de rasgos distintivos. Según la legislación argentina, la variedad vegetal debe poder ser distinguirse de toda otra variedad existente por uno o más caracteres importantes, al momento en que se solicita la protección. Estos caracteres deben poder ser reconocidos y descriptos con total precisión. 2) La novedad se entiende como no difundida comercialmente; es decir que a la fecha de la presentación de la solicitud de protección, la variedad no debe haberse ofrecido a la venta o haber sido comercializada con el acuerdo del fito- mejorador en el estado de origen o en el extranjero, durante un lapso previo máximo establecido, lo que de da al fito-mejorador cierto plazo de gracia. 3) La homogeneidad es aquella en que la variedad debe ser suficientemente homogénea tomando en consideración las particularidades de su modo de reproducción o de multiplicación. Ello significa, que la variación debe ser limitada de suerte que sea posible establecer con precisión su descripción y su distinción y de garantizar su estabilidad. 4) La estabilidad, la variedad debe ser estable, es decir que permanezca conforme a su definición manteniendo sus caracteres luego de reproducciones o de multiplicaciones sucesivas. Requisitos de forma Ante el Instituto Nacional de Semillas (INASE). La inscripción en el Registro Nacional de la propiedad de Cultivares, es de carácter optativo y tiene como objetivo proteger el derecho de propiedad de los creadores y descubridores de nuevas variedades vegetales (Derecho de Obtentor). Este Registro por sí solo no habilita a la comercialización de las variedades. Como requisitos se debe presentar lo siguiente: 1) Formulario de Declaración Jurada de solicitud de inscripción y sus anexos: a) b) c) d) Datos del Solicitante; Descripción de la variedad; Fundamentación de Novedad ( fundamento de la distintividad); 1.: Procedimiento para el mantenimiento de la pureza varietal ( quién, cómo y donde se realiza este procedimiento de mantenimiento de pureza varietal) 2.: Origen genético- método de obtención- historia del mejoramiento de la variedad; 3: Condición de OGM de la variedad y evento incorporado a la misma. 2) Documentación de acreditación de personería, certificado de propiedad en el extranjero (si corresponde), poder o autorización del obtentor a favor del Representante legalmente autorizado (si corresponde). 3) Todos los documentos deben presentarse con su correspondiente certificación y legalización. En el caso de documentos extranjeros, éstos deben presentarse con su correspondiente legalización como la intervención del Consulado Argentino en el país de origen, o Apostilla de la convención de La Haya y debidamente traducidos si corresponde, por traductor público nacional. El Título de Propiedad para una variedad vegetal, se expide por veinte años. Pasado este lapso, la variedad pasa a ser de uso público. La inscripción en el REGISTRO NACIONAL DE CULTIVARES, es de carácter obligatorio para todas las variedades de semillas que se exponen al público, o se entregan a usuarios con un rótulo identificatorio. Este registro habilita a la comercialización de las variedades. A: Formularios de Declaración Jurada de Solicitud de Inscripción y sus anexos: 1) Datos del solicitante; 2) Descripción de la variedad; 3) A) Procedimiento para el mejoramiento de la pureza varietal ( quién, cómo y dónde se realiza el procedimiento); B) Origen genético- métodos de obtención- historia del mejoramiento de la variedad; C) Condición de OGM de la variedad y evento incorporado a la misma. B: Lejano de Fiscalización, es para aquellas especies en las que se encuentra normado. En este formulario se vuelcan los resultados de los Ensayos comparativos previos que cada año, los obtentores7solicitantes deben declarar ante la dirección de Registro de Variedades del INASE. Descripción suficiente El sistema de derechos sobre las obtenciones vegetales es consecuencia de las dificultades de los fito-mejoradores para cumplir con las condiciones de protección de derecho común sobre bienes inmateriales especialmente la divulgación (descripción) suficiente que, en este sistema específico se presenta mediante modalidades adaptadas: Las variedades son protegidas como tales, sea cual fuese la forma en que fueron obtenidas de suerte que no pueda indicarse un procedimiento de obtención determinado: es decir, no se exige la condición de replicabilidad. El hecho de que se trate de una variedad concreta implica la carga para el fito-mejorador de depositar la muestra típica de materia de reproducción o de multiplicación vegetativa al momento de la interposición de la solicitud para así permitir el examen de los criterios de diferenciación, homogeneidad/uniformidad y estabilidad. Este material depositado sirve como verificación si durante la duración de la protección, se presentara otra solicitud sobre una variedad similar. Pero, puede volverse a solicitársele la presentación del material que permitió obtener la variedad con su característica al momento de la solicitud de la protección, bajo pena de tenerse al derecho por recaído. Finalmente, se debe tener presente que las variedades, son comercializadas como tales y no como ingredientes de otros productos, su individualización por el público se realiza a través de una denominación varietal sometida a ciertas reglas para proteger al consumidor final. Si bien es cierto que la descripción no juega un rol verdaderamente jurídico, ella tiene importancia de hecho no despreciable, es para expresar y comunicar a través de medios linguísticos la esencia de la variedad. La cuestión fundamental se centra en la apreciación del carácter distintivo de la variedad. Examen por parte de la autoridad de aplicación. El examen concreto tiene lugar antes de la concesión del título de protección. Las pruebas de campo o ensayos de laboratorios necesarios y la metodología a emplear son ordenadas por la autoridad de aplicación y el examen puede ser renovado ulteriormente durante la protección. El examen es efectuado a través de ensayos en cultivos. Por regla general, las autoridades de los Estados miembros realizan los tests ellas mismas, pero en ciertos países el examen oficial se funda en tests realizados por el propio solicitante. Este procedimiento se juzga adecuado a las disposiciones nacionales, a condición de que: 1) Los tests en cultivos sean llevados conforme los principios directores establecidos por la autoridad y sean mantenidos hasta que una decisión sea tomada con relación al objeto de la solicitud. 2) El solicitante deposite en un lugar determinado, simultáneamente a la presentación que importa la variedad. 3) El solicitante garantice a las personas autorizadas por la autoridad competente el acceso libre a los cultivos mencionados. Extensión de la protección En general, el titular de la propiedad sobre un cultivar tiene, en relación a la simiente de una variedad protegida, los siguientes derechos: 1) Producción o reproducción; 2) Acondicionamiento con el propósito; 3) Oferta; 4) Venta o cualquier otra forma de puesta a disposición en el mercado; 5) Exportación; 6) Importación; 7) Publicidad, exhibición de muestras; 8) Canje, transacción y toda otra forma de comercialización; 9) Almacenamiento 10) Toda otra entrega a cualquier título Para fijar la extensión de la protección se debe distinguir la extensión jurídica y la extensión material de la protección: 1) La extensión jurídica determina los derechos exclusivos que son atribuidos al titular la protección (que es aquel que permite prohibir a los terceros actuar sin su consentimiento); 2) La extensión material precisa las prerrogativas que reporta concretamente la protección dentro de la realidad en función del objeto protegido. La duración de la protección es fijada en 20 años como máximo para todas las especies. La protección está sometida desde el principio a una doble limitación en función de la finalidad: por un lado, del objeto de protección: él debe servir como material de reproducción o multiplicación vegetativa y por el otro lado, los actos implicados en este objeto: que deberán estar referidos a una actividad comercial (profesional). Excepciones a la protección El título de Propiedad sobre un cultivar no es oponible en ciertas situaciones: 1) ”privilegio del agricultor”: permite utilizar el material de reproducción o de multiplicación con fines privados, exención a favor de los agricultores que tendría una importancia limitada debido a la utilización creciente de híbridos que forma una barrera biológicas para la reutilización de la semilla. El destino de las semillas reservadas deberá ser la siembra por el agricultor en su propia explotación para su propio uso. No se hallan comprendido destinos distintos a las siembras por parte del agricultor, como la venta, permuta o canje del mismo agricultor o por medio de interpósita persona. La excepción sólo beneficia al agricultor y no a terceras personas. 2) “excepción del investigador”: la propiedad de una variedad no impide su utilización como fuente de variación o como aporte de características deseables en trabajos de mejoramiento vegetal. Para tales fines no será necesario el conocimiento y la utilización del obtentor, eso es: se consagra la libre utilización de las variedades protegidas para la obtención de nuevas variedades de ese modo, cualquiera podría apropiarse el resultado modificando la variedad, y reclamar un nuevo autónomo título de propiedad si la variedad original ya no es necesaria para la reproducción de la nueva. 3) “ uso público restringido” : así mismo, el título de propiedad podrá ser declarado de “uso público restringido” por el poder ejecutivo nacional a propuesta del ministerio de agricultura y ganadería sobre la base de una compensación equitativa para el propietario, cuando se determine que esa declaración es necesaria en orden de asegurar una adecuada suplencia en el país del producto obtenible de su cultivo y que el beneficiario del derecho de propiedad está supliendo las necesidades públicas de semillas de tal cultivar en la cantidad y precio considerados razonables. Durante el periodo por el cual el cultivar fue declarado (uso público restringido) el ministerio de agricultura y ganadería podrá otorgar su explotación a personas interesadas las cuales deberán ofrecer garantías técnicas satisfactorias y registrarse en tal efecto en el ministerio. Caducidad El derecho, del obtentor sobre una variedad caducará: 1) renuncia del obtentor a sus derechos, en cuyo caso la variedad será de uso público; 2) cuando se demostrase que ha sido obtenido por fraude a terceros, en cuyo caso se transfiere a su legítimo propietario si pudiese ser determinado. En caso, contrario pasara a ser de uso público. 3) por terminación del periodo legal de propiedad, pasando a ser desde ese momento de uso público. 4) Cuando el obtentor no esté en condiciones de presentar ante el organismo de aplicación los materiales exigidos en el art. 31 del presente decreto considerados necesarios para controlar el mantenimiento de la variedad. 5) Por falta de pago del arancel anual del registro nacional de la propiedad de los cultivares, mediando un periodo de seis meses desde el reclamo fehaciente de pago, pasando luego hacer de uso público. Conclusión Las variedades vegetales creadas o descubiertas podrán ser protegidas (no así en sus productos) de una comercialización no autorizada por el titular. Sin embargo, las plantas o partes de ellas que pueden conducir a su replicación y que no alcancen a nivel taxonómico de variedad quedan fuera del sistema. Y también lo están del sistema de patentes de invención por lo que se verifica en este extremo un cono como de sombras y desprotección en un campo que está adquiriendo rápido desarrollo en la biotecnología vegetal. Se espera que los progresos generados dentro del país en los centro de investigación y desarrollo públicos y provocados estimulen un cambio en la regulación. Normativa reguladora La ley 20.247 (1973) “Semillas y Creaciones Fitogenéticas” dispone en su art. 1) que uno de los objetos de la misma es “… proteger la propiedad de los creaciones fitogenéticas” Se entiende por creación fitogenética el cultivar, esto es, la variedad obtenida por descubrimiento o por aplicación de descubrimientos científicos al mejoramiento heredable de la planta. La semilla es definida, por la misma ley, como toda estructura vegetal destinada a la siembra o a la propagación. La ley prevé creación de lo que actualmente se denomina como Instituto Nacional de Se millas, y dentro de su ámbito se llevan distintos registros, en algunos de ellos la inscripción es obligatoria y en otros no: Registro Nacional de Cultivares: es obligatoria la inscripción para todas las variedades de semillas que se exponen al público, o se entregan a usuarios con un rótulo identificatorio. La inscripción habilita la comercialización de variedades. La vigencia de la misma será mientras exista un responsable de mantener la pureza varietal. Registro Nacional de Comercio y Fiscalización: La inscripción habilita a quien la lleve a cabo a realizar actividades definidas como propias para dicha categoría. Registro Nacional de la propiedad de cultivares: la inscripción es de carácter optativo. El objetivo, al crearse este registro, es la protección de derecho de propiedad de los creadores y descubridores de nuevas variedades vegetales (derecho obtentor). Este registro no habilita por sí solo a la comercialización de las variedades. El título de propiedad para una variedad vegetal se expide por veinte años. Pasado este lapso, la variedad pasa a ser de uso público. Resolución 044/94 en su art. 1: nos dice que todo trámite ante el Registro Nacional Cultivares dependiente de la dirección de registro de variedades del Instituto Nacional Semillas se iniciará con la presentación de una declaración jurada de solicitud inscripción en dicho registro, acompañada de los anexos, información y de documentación que establezca el mencionado Organismo a tales fines. de de de la En su art. 5: si la variedad a inscribirse posee título de propiedad vigente extendido por el registro nacional de propiedad de cultivares dependiente del instituto nacional de semillas, deberá ser presentada por su titular o el solicitante deberá acompañar la autorización del propietario correspondiente. Art. 17: la fecha límite para la presentación de la solicitud de inscripción será de quince días hábiles previos a la fecha óptima de siembra declarada por el obtentor o solicitante para la variedad en trámite. Si la presentación es posterior al plazo anteriormente estipulado determinará su tratamiento en el siguiente ciclo de cultivo. Resolución 35/96 en su art.1 en la parte que dispone “ son condiciones para que se configure la excepción del agricultor”, la excepción significa que se permite a los agricultores utilizar variedades vegetales registradas e inscriptas en el RNPC (Registro Nacional de la propiedad de Cultivares) del INASE ( Instituto Nacional de Semillas) con el fin de obtener semillas para su resiembra en su propio campo, cualquiera sea el régimen tenencia de la tierra, las condiciones para que se configure la excepción son: a) El deber de comunicar ante requerimiento de la SAGPVA las cantidades por variedad de las semilla utilizada y por utilizar en la siembra de la respectiva campaña y acreditar con documentación el origen, b) debe ser remitida en siete días hábiles de recibida la notificación, c) no se requerirá autorización del obtentor cuando un agricultor reserve y use como simiente en su explotación, cualquiera sea el régimen de tenencia de la misma, el producto cosechado siempre que la nueva siembra: 1) No supere la cantidad de hectáreas sembradas en el período anterior y 2) no requiera mayor cantidad de semillas que la adquirida originalmente en forma legal. En la Argentina hay expresas prohibiciones de patentamiento respecto de toda aquella materia viva, sustancia preexistente en la naturaleza, procesos esencialmente biológicos. Sin embargo, esa no es la tendencia a nivel mundial, por el contrario, el patentamiento es la tendencia y el argumento de su sostenimiento es que lo patentado es el proceso de obtención y no el producto mismo. Volviendo a nuestro país, según la legislación argentina, no puede patentarse las variedades vegetales ya que encuentran amparo en el sistema de derecho del obtentor previsto en la ley de semillas y creaciones citogenéticas, sumado a la adhesión de nuestro país al Convenio de la UPOV en 1978 que prohíbe el sistema de doble protección. Así expresamente en el art. 27 de la ley 20.247 nos dice “no lesiona el derecho de propiedad sobre un cultivar quien reserva y siembra semilla para su propio uso”. Resolución 42/00 En su anexo II se establecen los requisitos para la inscripción en el registro nacional del comercio y fiscalización de semillas de inscripción: 1) Completar y presentar la solicitud de inscripción la cual reviste carácter de declaración jurada. 2) Deberá ser suscrita por el o los interesados o su apoderado representante legal en todos sus folios. 3) Contendrá como parte de la siguiente información: a) apellido y nombres completos o razón social, b) número de CUIT, c) domicilio real y especial, d) descripción de la actividad denunciando nombre y dirección del establecimiento principal o casa matriz, plantas de procesamiento, comercialización o almacenaje, según corresponda, e) nombre y apellido, domicilio y matrícula profesional del director técnico, si correspondiere a la categoría en la que se inscribe. En su anexo III requisitos generales del proceso de fiscalización de semillas: 1) Los interesados en producir semilla de clase fiscalizada deberá estar inscriptos en algunas de las siguientes categorías del registro nacional de comercio y fiscalización de semillas: como por ejemplo: criaderos, introductor, semillero, etc. 2) Las categorías mencionadas en el punto 1, más las que regularmente determine el instituto nacional de semillas (INASE) deberá contar con un profesional con incumbencias propias en al materia como director técnico. La obligación del director técnico subsistente hasta tanto presente su renuncia ante el INASE o se designe su reemplazo. 3) Serán requisitos adicionales para la fiscalización de semillas: a) presentar ante el INASE la solicitud de inscripción de lotes, b) emplear semilla de clase “fiscalizada” de hasta segunda multiplicación o “prebásicas” de un criadero, c) el director técnico deberá llevar un registro de cultivos de lotes sometidos a fiscalización, suscritos en todas sus fojas, en el que consignará los datos inherentes al seguimiento y producción del lote. Ámbito Nacional En el ámbito nacional se protegen estas innovaciones a través del derecho de patentes establecido en la “Ley de patentes de invención y modelos de utilidad Nº 24.481” y su decreto reglamentario Nº 260/96, cuya autoridad de aplicación es el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI); y por el sistema de derecho de obtentor, enmarcado en la “Ley Nº 20.247 de Semillas y Creaciones Citogenéticas”, cuya autoridad de aplicación es el Instituto Nacional de Semillas (INASE). El objeto de todo sistema de propiedad intelectual es fomentar el desarrollo de nuevas innovaciones tecnológicas, protegiéndolas por medio de un derecho exclusivo que se otorga a su creador por un plazo determinado, donde el fin último de las innovaciones es fomentar el desarrollo y el bienestar social de la comunidad en su conjunto. El artículo 7º del Acuerdo sobre los Aspectos de Derechos de propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC o TRIPS) de la Organización Mundial del Comercio (OMC), al que la Argentina adhiere, dice…”la protección y la observancia de los derechos de propiedad intelectual deberán contribuir a la promoción de la innovación tecnológica y a la transferencia y difusión de la tecnología, en beneficio recíproco de los productores y de los usuarios de conocimientos tecnológicos y de modo que favorezcan el bienestar social y económico y el equilibrio de derechos y obligaciones”. En el sistema de patentes, para que un producto o procedimiento sea susceptible de ser patentado, debe ser una invención, que según el art. 4 del Decreto 260/96 es toda creación humana que permita transformar materia o energías para su aprovechamiento por el hombre. Pero sólo será patentable si la invención es novedosa, entrañe una actividad inventiva y sea susceptible de aplicación industrial. La invención deberá ser de carácter técnico, en la medida de estar dentro del campo técnico y la invención, además debe acarrear algún progreso técnico o un efecto útil o ventajoso respecto del arte previo. La duración de una patente es por 20 años desde la presentación de la solicitud. El sistema de derecho de obtentor, que es quién crea o descubre y desarrolla una variedad, que rige sobre una variedad vegetal comercialmente nueva es por un plazo de 20 años. Para la obtención del derecho exclusivo la variedad debe ser distinta, homogénea y estable. Este derecho posee tres excepciones: la de consumo, la de uso propio del agricultor y la del fito-mejorador que lo habilita a utilizar libremente una variedad protegida para crear y comercializar una nueva variedad vegetal. La unión de ambos sistemas protegen las obtenciones vegetales. Uno de los criterios que mantiene la ley de patentes es que no son invenciones a efectos de esa ley toda materia viva y las sustancias preexistentes en la naturaleza. La materia viva consiste en plantas, su material de propagación y sus partes o componentes que conduzcan a un individuo completo no se consideran invenciones y por lo tanto no son patentables. Así, las variedades vegetales no son patentables pero sí sujetas de protección por el sistema del derecho de obtentor (Ley 20.247 junto al Convenio UPOV Acta 78). De acuerdo a esto, los microorganismos aislados de la naturaleza son considerados descubrimientos y por ende patentables. De esta manera, los microorganismos modificados respecto de su estado natural son susceptibles de pantentabilidad de acuerdo al art. 27.3.b del ADPIC. El límite inferior de la materia viva es la cédula y toda materia que compone la cédula es considerada sustancia; las sustancias modificadas respecto de su estado natural y las sintéticas son patentables. En este trabajo de investigación vamos a tratar el tema de las patentes, en un caso específico, la patente en el caso de la hormona de crecimiento bovino: Hormona de crecimiento bovino (rBGH), también llamada somatotropina bovina (BST) Es una hormona natural que secreta la hipófisis de las vacas después del nacimiento de un ternero y que estimula la producción de leche movilizando las reservas corporales de la vaca. Ha sido descubierta en 1936 por un equipo de investigadores soviéticos, pero las técnicas de la época no permitieron la producción de la hormona artificial. A fines de los años 1970, unos investigadores de Monsanto lograron aislar el gene responsable de la producción de la hormona. Por manipulación genética, lograron introducir el gene en una bacteria, la Escherichia Coli (o “colibacilo”, bacteria común que puebla la flor intestinal de los mamíferos, incluyendo los hombres), permitiendo así su fabricación a grande escala. Esta hormona transgénica ha sido bautizada por Monsanto “Recombinant Bovine Somatotropin” (rBST), o “recombinant Bovine Growth Hormone” (rBGH). Desde el principio de los años 1980, la empresa empezó a organizar pruebas en sus explotaciones experimentales o en colaboración con universidades como la de Vermont o de Cronell. La inyección de la hormona dos veces por mes permite aumentar los rendimientos de producción lechera en al menos un 15%. La hormona rBST ha sido comercializada bajo en nombre comercial de Posilac por Monsanto en 1994, después de haber sida homologada por la Food and Drug Agency (FDA). Funciona alterando la expresión del gen de los transportadores de glucosa de la glándula mamaria, músculo y grasa de la vaca. El gen facilita el trasvase de glucosa a la glándula mamaria, lo que hace que produzca más leche. Una vaca naturalmente segrega la somatotropina bovina (BST) por el torrente sanguíneo. Algunas de ellas se traban en los receptores del hígado, que producen un factor de crecimiento tipo insulina 1 (IGF-1) que entra en la sangre muy bien. Estas dos hormonas tienen diferentes efectos en el cuerpo, incluido el aumento de la distribución de la grasa para la energía y ayudar a prevenir la muerte de la célula mamaria. La combinación de un aumento de la energía da una mayor distribución de grasa y la disminución de la muerte de la célula mamaria, que se piensa que es la causa de una mayor producción de leche. Si bien el uso de esta inyección permite que la vaca produzca más leche, tiene un montón de consecuencias negativas en las vacas y en los humanos. En la misma etiqueta de advertencia que el FDA exige que Monsanto incluya en cada remesa de Posilac, se destaca 21 problemas de salud asociados al uso de Posilac, citamos por ejemplo la posibilidad de observar “un aumento de casos de cistitis de los ovarios y desordenes uterinos”, “una disminución de gestación y del peso de los terneros”, “subidas de fiebre sin relación con una enfermedad”, “aumento de desórdenes digestivos como indigestión o diarrea” o todavía “lesiones en las ubres” que se constituyen a la altura de los punto de inyección y lleva a veces a la necrosis de los tejidos. Otro de los efectos secundarios terribles es en caso de suspender el tratamiento, porque el posilac actúa como una droga y en caso de interrupción la vaca puede presentar síntomas de falta que pueden llevar a la muerte, lo que le dio al Posilac el apodo de “crack de las vacas”. Los efectos segundarios del Posilac en las vacas lecheras: -Variación del ciclo de fecundidad que puede llegar esta la esterilidad - La producción forzada de leche más allá de sus capacidades naturales de la vaca lleva a efectos fisiológicos que ponen en peligro la vida del animal. La inyección de la hormona perturba el ciclo natural de la vaca, que produce la somatotropina des pues del periodo de parto con el fin de aumentar su producción de leche y nutrir a su pequeño. A medida que crece el ternero, la producción de hormona disminuye pero también su producción de leche. En una explotación lechera tradicional, hay que inseminar la vaca de nuevo para relanzar el ciclo de producción de leche. Pero la inyección de Posilac permite mantener artificialmente la fabricación de leche más allá del ciclo natural de la vaca. Una de las consecuencias de la ruptura del ciclo es una disminución del nivel de fecundidad del animal llegando en a veces a la esterilidad. -Mamitis, inflamación de las ubres - es el aumento significativo de las mamitis, o sea una inflamación de las ubres bastante común en las manadas de alto rendimiento, dicha inflamación tiene como consecuencia la presencia de pus en la leche. Según un estudio realizado por la Universidad de Vermont en un grupo prueba, el nivel de mamitis llegaba a los 40% en el grupo de las vacas tratadas con el rBGH, cuando era solamente de 10% en el grupo testigo, que no recibía el tratamiento. Para evaluar el estado inflamatorio de las ubres, se cuenta los leucocitos o glóbulos blancos contenidos en la sangre de las vacas: si la numeración celular es elevada, eso significa que se encontrara huellas de pus en la leche. -Residuos en la leche de antibióticos a raíz de tratar la mamitis - estos problemas de mamitis tienen otra repercusión en la cualidad de la leche para tratar estas inflamaciones, los agricultores recurren a inyecciones de antibióticos de los cuales quedan residuos en la leche. Estos mismos antibióticos se encuentran luego en el organismo del consumidor y participan al desarrollo de organismos patógenos resistentes a los antibióticos. A partir de 1983, la comunidad científica se había alarmado de la administración masiva de antibióticos en las granjas de América del Norte y había mandado una petición a la FDA para acabar con el uso de antibióticos. Los peligros para la salud humana Incluso dejando de lado los problemas de salud causados por residuos de antibióticos en la leche, utilizados para tratar a las vacas que padecen mastitis, los estudios científicos más preocupantes son los que relacionen el rBGH con el cáncer. Cuando a la vaca se le inyecta el rBGH, su presencia en la sangre estimula la producción de otra hormona (IGF-1) tipo insulina, una hormona-proteica que producen naturalmente tanto vacas como humanos. El uso de rBGH incrementa los niveles de IGF-1 en la leche de las vacas. Dado que el IGF-1 es activo en los humanos, causando que las células se dividan, algunos científicos piensan que una ingesta de leche tratada con altos niveles de rBGH, podría dar paso a una división y un crecimiento incontrolados de células en los humanos, lo que sería cáncer. Monsanto, ha negado incesantemente que los niveles de IGF-1 en leche tratada con rBGH sean diferentes al de la leche de las vacas no tratadas con la hormona recombinante. Según una publicación de 1994 en The Lancet, investigadores de Monsanto afirmaban que no hay pruebas de que el contenido hormonal de la leche de vacas tratadas con rBGH sea en ningún modo diferente al de la que dan las vacas que no han seguido el tratamiento. En un número posterior de la misma revista un investigador británico declaró que, ya en 1993, Monsanto había admitido que el nivel de IGF-1 en la leche se incrementaba en torno a 5 veces cuando se usaba rBGH. Desde entonces, se han realizado diferentes estudios en los que se alerta sobre los peligros de un exceso de IGF-1. Dos investigadores británicos informaron en 1994 que el IGF-1 inducía división de células humanas. Otro estudio descubrió que el IGF-1 promovía el crecimiento de tumores cancerígenos en animales de laboratorio, previniendo la muerte natural de las células. En 1996, el Profesor Samuel Epstein de la Universidad de Illinois, Chicago, realizó un detallado estudio de los efectos producidos por altos niveles de IGF-1 en los humanos. Los resultados de Epstein revelan que las concentraciones de IGF-1 que hay en la leche de las vacas tratadas con rBGH, pueden provocar cáncer de mama y colón entre las personas bebedoras de leche. Hormona de crecimiento bovino y cáncer de próstata Como se informó en un artículo de Science el 23 de enero de 1998, los varones con altos niveles en la sangre de la hormona natural IGF-I, son cuatro veces más propensos al desarrollo de cáncer de próstata que los que tienen niveles más bajos. El informe enfatizaba que los niveles altos de IGF-I en la sangre es el factor de riesgo más importante del cáncer de próstata, más incluso que los factores hereditarios, y que reducir los niveles de IGF-I supone una prevención de este cáncer. El informe también puso de manifiesto que el IGF-I estimula la división y proliferación de células en la próstata, sean estas normales o cancerígenas, aumentando así el crecimiento y capacidad de invasión del cáncer de próstata. Estos descubrimientos son muy relevantes de cara a la prevención del cáncer de próstata, cuyas tasas han aumentado un 180 por ciento desde 1950, y que es ahora el cáncer más común entre varones no fumadores, con 185.000 nuevos casos estimados y 39.000 muertes en 1990. El informe advierte de que el aumento de los niveles de IGF-I en la sangre, debido al tratamiento antienvejecimiento con la hormona del crecimiento (GH) en personas de edad, puede aumentar el riesgo de contraer cáncer de próstata. Sin embargo, en el informe de 1998 se pone de manifiesto el hecho de que la totalidad de la población de EE. UU. Está expuesta a altos niveles de IGF-I en los productos lácteos. En febrero de 1995 la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó la venta, sin etiquetar, de leche procedente de vacas tratadas con la rBGH hormona de crecimiento bovina manipulada genéticamente por Monsanto. En este caso la manipulación de la rBGH va dirigida a incrementar la producción de leche. Como se detalló en un informe en enero de 1996 en International Journal of Health Services, la leche rBGH difiere de la natural químicamente, nutricionalmente, farmacológicamente e inmunológicamente, aparte de estar contaminada con pus y antibióticos resultantes de la mastitis inducida por la hormona biotecnológica. Lo que es más grave, la leche rBGH está sobrecargada con altos niveles de un IGF-I anormalmente potente, unas diez veces más cantidad y más potencia que en la leche natural. El IGF-I resiste la pasteurización y la digestión de las enzimas del estómago y es asimismo absorbido a través de la pared intestinal. Unos ensayos de Monsanto aún no publicados, revelados por la FDA en 1990, en forma de sumario, revelaron que a través de la inclusión durante dos semanas de dosis mínimas de IGF-I en la alimentación de ratas adultas, se inducía la estimulación del crecimiento de órganos. Lo que permite concluir que beber leche rBGH incrementa los niveles de IGF-I en la sangre y aumenta los riesgos de desarrollar cáncer de próstata, múltiples pruebas han incriminado al IGF-I como factor de riesgo en cánceres de mama, colon e infantiles. Hormona de crecimiento bovino y cáncer de mama Como se informó en un artículo del 9 de mayo de The Lancet, las mujeres con un incremento en sangre del nivel de la hormona natural de crecimiento IGF-I , tienen siete veces más propensión de contraer un cáncer de mama premenopáusico que las mujeres con niveles más bajos. Basado en estos resultados, el informe concluía que los elevados niveles de IGF-I en sangre constituían un riesgo de contraer cáncer de mama, sólo superado por los factores hereditarios o por anormalidades mamográficas inusuales. El negocio de las hormonas ¿Quién se beneficia? La U.S. Food and Drug Administration (FDA) -organismo regulador de alimentos y medicamentos estadounidense, declaró a la rBGH oficialmente «segura» en 1993, y Monsanto empezó a vender Posilac a los ganaderos en febrero del año siguiente. En los EE.UU. hay dos beneficios obvios de su uso a gran escala: un ingreso anual estimado de Monsanto de entre 300 y 500 millones de dólares, y un incremento estimado de un 12% en el suministro de leche del país. Ya desde los 50, las granjas de lácteos americanas han producido de forma sistemática más leche de la que puede consumir la nación, y el Gobierno Federal ha venido comprando los excedentes cada año para evitar que el precio se desplomara. En el periodo de 1980-85, los gobiernos de los EE.UU. gastaron una media de 2.100 millones de dólares cada año en la compra del excedente lácteo. Nadie necesita en los EE.UU. la leche extra que la rBGH puede dar. El incremento de uso de la hormona de crecimiento bovino en el mundo podría contribuir a la desaparición de las pequeñas granjas y a la monopolización de la agricultura por parte de las multinacionales. Porque el incremento en el abastecimiento de un producto, conduce a una bajada en su precio. El gobierno de los EE.UU. sólo ha evitado un desmoronamiento general de los precios de la leche comprando el excedente. Si un uso generalizado de la rBGH en cualquier país redunda en un incremento significativo del abastecimiento de leche, y si el gobierno no tiene la capacidad o la voluntad de comprar cualquier excedente, la dramática bajada de precios haría desaparecer a los pequeños ganaderos que no podrían competir con las granjas grandes, intensivas y con alto nivel de tecnología, en un sector del mercado cada vez más competitivo. Regulación del uso de la rBGH: Si bien hubo intentos de leyes (como etiquetar la leche, libre de hormonas) y reclamos judiciales de pequeños productores a Monsanto, también una línea telefónica verde para que puedan dejar sus experiencias y quedas, y a pesar de haber un montón de casos concretos y demostrar las consecuencias negativas de esta hormona, Monsanto dijo que etiquetar la leche sería inconstitucional y los reclamos no prosperaron, y se sigue comercializando la hormona de crecimiento bovino en EEUU. Y la FDA lo permite. Está prohibido su uso en Canadá, la Unión Europea, Japón, Australia, Nueva Zelanda, entre muchos, otros. (La mayoría de los países industrializados). En Argentina está permitido el uso de la rBGH, como así también en: México, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Venezuela (basados en estudio que la propia Monsanto proporciono). Opinión del grupo en el empleo de la rBGH en EEUU y Argentina, que son los países en donde está permitido su uso Analizando la situaciones de EEUU y Argentina, creemos a nuestro entender que no es igual, ya que en EEUU hay algunos productores de leche que no utilizan esta hormona por lo cual podría ser una solución etiquetar la leche (libre de rBGH), en la cual el consumidor podría elegir. (Muchos granjeros de todo EE.UU. han dejado de usar la hormona. En 1995, la NFU informó que en algunas áreas del país de un 60 a un 90% de los ganaderos que usaban el BGH han dejado de hacerlo). Casos de granjeros de EEUU que se quejaron por el eso de rBGH: “John Shumway, ganadero del estado de Nueva York, dijo que tuvo que reemplazar 50 vacas como resultado de malas reacciones al Posilac. Las pérdidas estimadas por el uso de rBGH ascendieron a unos 100.000 dólares”. “Melvin Van Heel, de Minnesota, dijo que sus vacas, tratadas con rBGH, padecieron mastitis, abortos y heridas ulcerosas. «Obtuve más leche, pero no creo que mereciera la pena», dijo”. “Steve Schulte, (ganadero de Michigan) dijo que sus gastos de veterinario disminuyeron mucho cuando dejó de usar el rBGH”. “Al Cole (ganadero en la Florida), perdió ocho vacas y tuvo que sacrificar otras”. Cada vez, se publican más informes que demuestran los riesgos de la hormona rBGH, y los consumidores estadounidenses rechazan el uso de esta hormona. Por eso grandes cadenas de supermercados como Kroger, Safeway y la cadena de cafeterías Starbucks han prometido a sus clientes que no tendrán leche con hormonas artificiales. Pero la situación en Argentina, la etiqueta no es una opción viable, ya que todas las compañías productoras de leche utilizan la hormona de crecimiento bovino. Lo cual no vemos otra opción que la elegida por la mayoría de los países en donde se prohibió el uso de rBGH. Lista de Empresas que están en Argentina y utiliza leche de tambos industriales que aplican a las vacas lecheras rBGH: - La Serenísima de Mastellone Hnos Sancor Milkaut Williner / Ilolay Cooperativa de Tamberos Cooperativa tambera Paraná DVH Productos Alimenticios Distribuidora San Lorenzo Establecimiento La Paulina Lacteos Conosur Lacteos D'Agovac Lácteos Verónica Manfrey Cooperativa de Tamberos Molfino Hnos Nestle Argentina Parmalat Argentina, quebró en Argentina pero es una transnacional, por lo cual podemos estar consumiendo sus productos aún Vauquita Aunque la mayoría de estas compañías siguen trabajando en nuestro país, algunas de ellas (las menos) pueden haber presentado quiebra y seguir operando bajo otro nombre de fantasía. Importante: en argentina no solo la leche produce cáncer de colon, mamas o próstata, sino también sus derevidas: como el queso, el helado, la crema, la manteca, el yogurt, el chocolate, etc. Por todo lo expuesto la FDA debería retirar su aprobación a la leche con rBGH, y además el congreso de EEUU tendría que investigar a los integrantes de la FDA y responsabilizar a Monsanto. Por su parte la misma opción sería la de Argentina, en la que el congreso tendría que prohibir el empleo de la rBGH y responsabilizar a las autoridades que permitieron el uso de esta hormona y a Monsanto, por todas sus consecuencias negativas. Encuesta: Se realizó una encuesta con el fin de ver que opina la gente y relacionarlo con la hormona de crecimiento bovino La encuesta que se entrego fue: Encuesta sobre el derecho a la alimentación 1. ¿Uds. cree que los alimentos que se producen en el mundo alcanzan para alimentar a todos los habitantes? Si No 2. ¿Si hay una crisis alimentaria en un país y Uds. tendría que mandar un alimento para ayudar, cual sería? __________________________ 3. Consume en el día un lácteo ( como leche, yogurt, quesos, manteca) Si No 4. ¿Comería un alimento a pesar que pueda traerle consecuencias perjudiciales a su salud? Si No 5. ¿Uds. cree que el estado permitiría la comercialización de un alimento nocivo para su salud, y además lo subsidiaria? Si No La encuesta consta de 5 preguntas, de fácil respuesta, se realizó a 80 personas, entre las edades de 18 a 80 años, y se les proporciono por una copia de papel o algunas mediante correo electrónico. Los resultados que arrojaron fueron: En la pregunta 1: Si (62 personas 77.5%) No (18 personas 22,5%) En la pregunta 2: 45 personas 56,25% dijeron que mandarían leche en polvo o leche y 35 personas 43,75% dijeron otras cosas como harina, carnes, fideos, arroz, corned beef (carne conservada) En la pregunta 3: Si (69 personas 86,25%) No (11 personas 13,75%) En la pregunta 4: Si (2 personas 2,5%) No (78 personas 97,5%) En la pregunta 5: Si (12 personas 15%) No (68 personas 85%) Bibliografía Consultada Elaborando el Régimen Común de Acceso a los Recursos Genéticos y Bioquímicos en Centro América de Jorge Cabrera Medaglio. Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio. Ley de Propiedad Intelectual, 24481. Naciones Unidas, Consejo Económico y Social. Directrices sobre el derecho a la alimentación ………………….FAO The Ecologist , Rethinking Basic Assemptions , vol 28, No 5, sep/ oct 1998 El Mundo Según Monsanto……………………Marie Monique Robin *regimen jurídico de las semillas y creaciones fitogeneticas de la Dra. Mariana Alarcón. *Derecho de propiedad intelectual en las obtenciones de vegetales, de Alejandro Martinolich Ley de patentes de invención y utilidad Nº 24.481 Ley semillas y creaciones fitogeneticas nº 20247. *Bioética de la Dra. Teodoro Zamudio. Mala Leche de Silvia Ribeiro Artículos publicados por The Ecologist en castellano Artículos de Paul Kingsnorth (escritor y activista medioambiental, ha escrito para The Guardian Independen ton Sunday, Resurgence, BBC Wildlife) Artículos de Samuel S. Epstein, profesor de medicina medioambiental Artículos publicados y provistos por Diego Ignacio Mur Artículos publicados por Agirazul