Índice Iniciativas y responsabilidades no gubernamentales y privadas en la conservación por Hans Hermann Uso y conservación comunal de las selvas del sureste mexicano por Alfonso Argüelles Suárez y Daniel González Cortéz Las manifestaciones de impacto ambiental. Un análisis crítico por Exequiel Ezcurra El potencial de contaminación del agua subterránea por Mariza Mazari Hiriart Saneamiento de sitios contaminados por Alfredo Fuad David Gidi Perspectivas de la normatividad ambiental en México por Francisco Giner de los Ríos Las decisiones y los días Evaluación de impacto ambiental del canal intracostero de Tamaulipas. Documentos para la discusión Residuos sólidos: Propuestas para una política nacional por Juan Carega LEGISLACIÓN AMBIENTAL Listados I y II sobre actividades altamente riesgosas Calendario de normas 1995 Participantes en el Foro de Consulta Popular sobre Política Ambiental Iniciativas y responsabilidades no gubernamentales y privadas en la conservación Hans Hermann, Pronatura, A.C.* Hermann señala algunas modalidades posibles para el cuidado de los recursos naturales, con la intervención de ONG, académicos, comunidades e instituciones públicas y plantea mecanismos que fomenten la corresponsabilidad y participación social en esta tarea central. Conservar la biodiversidad significa tomar medidas para la protección de los genes, las especies, los hábitats y los ecosistemas. Como la forma más adecuada de preservar las especies es mantener sus ambientes, quienes se encuentran en la mejor posición para lograrlo son las organizaciones civiles o sociales que se ubican precisamente en los sitios, ya que, en definitiva, la biodiversidad se pierde o se conserva a nivel local. Como respuesta gubernamental a esta imperiosa necesidad de conservar el patrimonio natural del país, se creó el Sistema Nacional de Areas Naturales Protegidas (SINAP). Estas islas de germoplasma debieron haberse seleccionado y priorizado estratégicamente, involucrando a los habitantes y las organizaciones locales, definiendo las formas de protección y seleccionando los recursos para manejarlas. Sin embargo, de las 91 zonas bajo el régimen de protección, ninguna cubre a cabalidad los requisitos antes mencionados. Cómo y dónde decretar áreas protegidas o qué porcentaje del presupuesto nacional debe dedicárseles, es una decisión gubernamental. Son también actos de este tipo los que definen los incentivos o los frenos para el aprovechamiento y conservación o sobreexplotación y destrucción de los recursos. El gobierno ha intervenido regularmente en los mercados para fomentar el desarrollo de diversos sectores, tales como la producción agraria y ganadera, el crecimiento industrial, la pesca litoral, etc. Lamentablemente, la falta de integración del componente ambiental en dicho marco regulatorio, ha ocasionado que muchas políticas industriales, turísticas, de comunicación y transporte, de aprovechamiento de recursos naturales y desarrollo urbano hayan acelerado el agotamiento y deterioro irreversible de la biodiversidad. De hecho, algunas políticas promueven expresamente la sobreexplotación de las especies, la transformación de los hábitats naturales valiosos y la excesiva simplificación de los ecosistemas agrícolas. Actualmente, hay algunos funcionarios y políticos que muestran interés, o le atribuyen importancia a los problemas ambientales; sus decisiones, en particular aquellas que se relacionan con la conservación o el aprovechamiento de la naturaleza, dependen, en primer lugar, del nivel de concimiento e información —oportuna y fidedigna— que tengan a su alcance, y en segundo lugar, del grado de apoyo público sobre el tema particular. Por lo tanto, es necesario no solamente un político o funcionario bien informado, sino un público educado en este tema, capaz de abogar por la conservación y producir así el apoyo necesario para crear y mantener áreas protegidas. El apoyo público en las áreas protegidas puede darse de manera directa o indirecta sobre los políticos locales y nacionales. Podría ejercerse una presión directa proporcionando a los que toman las decisiones, la información necesaria para convencer a sus homólogos de la necesidad de establecer y mantener este tipo de zonas. Aunque las justificaciones más comunes son de índole económica, los argumentos de tipo social están adquiriendo cada vez mayor validez, por lo que los datos que proporcionan las ciencias sociales, pueden convencer a los tomadores de decisiones del papel integral que juegan las áreas protegidas en la vida social y económica de la Nación. La opinión pública es a menudo una forma de presión indirecta que influye en las decisiones políticas. En este ámbito, las organizaciones no gubernamentales pueden desempeñar un papel primordial, puesto que tienden a ser independientes de los intereses políticos y económicos del gobierno y, por lo general, representan a un sector interesado de la población. También puede generarse apoyo público entre quienes tiene intereses dentro o alrededor del área protegida. Estos pueden convertirse en una fuerte voz de apoyo para la zona. El incorporar a los habitantes locales en la planificación, manejo, evaluación y mantenimiento de las áreas protegidas puede convertirlos en algunos de sus defensores mas firmes y elocuentes. Las personas que están obteniendo algún beneficio de ellas, la defenderán de los usos incompatibles y apoyarán el tipo de manejo que esté diseñado para mantener los recursos, de donde derivan sus beneficios. Por esto, se debe enfatizar siempre la contribución de las áreas protegidas al bienestar social y económico del pueblo, y usar este argumento para generar apoyo político. La Reserva Especial de la Biosfera de Celestún, en la Península de Yucatán, puede servir de ejemplo de cómo los pobladores de un zona protegida han pasado de ser una amenaza a principales guardianes de su biodiversidad, al reconocer el valor agregado que representa —en términos turísticos—el mantener el hábitat de especies de aves migratorias y residentes. Si bien los sistemas de áreas protegidas están bajo la jurisdicción del gobierno nacional, éste no ha podido conservar sus áreas protegidas y su inherente biodiversidad, en buena medida, debido a la falta de fondos y de personal capacitado, así como a la abundancia de otras prioridades. Los fondos para el manejo de estas zonas casi siempre sucumben ante metas de desarrollo cortoplacistas, y por ello, aún muchas no cuentan siquiera con planes de manejo o personal. Existe un consenso cada vez mayor de que las regiones bajo un régimen de protección no pueden sobrevivir si dependen únicamente del manejo gubernamental, ya que es poco probable que se puedan resolver las limitaciones de personal y de presupuesto en un futuro cercano. Se necesitan nuevos enfoques y lo más factible en este momento parece ser el compartir el manejo con organizaciones académicas y no gubernamentales. Si se quiere que estas áreas reciban la atención que se merecen, las comunidades, los dueños de la tierra, las corporaciones, las organizaciones no gubernamentales y las agencias de gobierno, deberán formar nuevas sociedades para la priorización, definición, planificación, financiamiento y manejo de las áreas naturales protegidas. Las ONG están adecuadamente ubicadas para cerrar la brecha entre los parques que sólo existen en el papel y el manejo apropiado. Juegan una función cada vez más activa, trabajando con entidades gubernamentales en el manejo de tierras, tanto públicas como privadas, y pueden tener varias ventajas que complementan el quehacer del gobierno en estos esfuerzos de manejo: * Tienden a ser menos burocráticas que las oficinas de gobierno, y por lo tanto más flexibles y eficientes en su manejo. * Podrían estar menos influenciadas políticamente que las instituciones oficiales. * Tienen a menudo acceso a fuentes de financiamiento que no están a disposición del gobierno. * Pueden colectar fondos que beneficien directamente a las áreas protegidas, mientras que las instituciones oficiales tiene que canalizar todos los fondos hacia la Tesorería de la Federación. * Pueden tener más conocimientos prácticos y científicos que las agencias de gobierno. * Pueden constituir un buen enlace entre las comunidades locales y el área protegida. * Pueden responder rápidamente y de manera flexible a las condiciones cambiantes de la región. * A menudo se originaron a partir de las necesidades de desarrollo y no de objetivos de conservación, y por lo tanto, están en capacidad de encontrar la mejor mezcla entre las dos actividades. * Pueden ser un instrumento eficaz para resolver los conflictos entre intereses opuestos con respecto al uso de la tierra en áreas naturales. * Pueden ocuparse de zonas que a menudo tienen poca representación en el sistema nacional de áreas protegidas. Las ONG pueden agruparse de diferentes formas para trabajar integral y multidisciplinariamente en el manejo de dichas zonas. Existen varios ejemplos en México de acuerdos entre gobierno y ONG que conceden el manejo de un área a estas últimas. El ejemplo más reciente es la constitución de un fideicomiso privado, establecido por PRONATURA, para la administración de la Reserva de la Biosfera de El Vizcaíno, en Baja California Sur. Este instrumento cuenta entre sus ventajas el poder canalizar fondos públicos y privados; favorecer la toma de decisiones democrática; administar localmente la reserva; capitalizar los fondos del fideicomiso; incluir la auditoría técnica, administrativa y financiera de los programas operativos; planear a largo plazo, con base en consensos y realidades locales y promover la participación del gobierno, las ONG, los académicos, los empresarios y las comunidades del lugar, en la toma de decisiones. El éxito de estas alianzas dependerá, en gran medida, de que todos los niveles de gobierno acepten una responsabilidad compartida, mediante la apertura y la consolidación de mecanismos para la participación plural de la sociedad. Bajo este contexto, las instancias gubernamentales deberían: 1. Garantizar que los beneficios ambientales y económicos que brindan las áreas protegidas sean plenamente valorados y formen parte de las cuentas nacionales. 2. Desarrollar, con el apoyo de grupos comunitarios, académicos y ONG nacionales, regionales y locales, la Estrategia Nacional de Conservación y Sustentabilidad. 3. Incluir en esta estrategia las costumbres y tradiciones locales, a fin de salvaguardar los intereses de los pueblos indígenas. 4. Garantizar el establecimiento de mecanismos eficaces (administrativos, legales, contables y financieros), tanto nacionales, como regionales y locales, que sirvan de respaldo a las áreas protegidas, y que estén sujetos a revisiones y auditorias periódicas. 5. Destinar los recursos financieros necesarios, bajo una presupuestación y planeación de largo plazo, para que las áreas protegidas aseguren, al menos, un mínimo manejo y protección. 6. Reconocer e incorporar a la planeación, los cambios demográficos y sus consecuencias en la supervivencia y mantenimiento de la diversidad biológica. 7. Respaldar con fondos públicos la investigación y monitoreo científico, que mejoren la planeación y el manejo de las áreas protegidas y utilizarlas como laboratorios vivos que permitan una mayor comprensión del medio ambiente. 8. Fortalecer y promover el establecimiento de redes de comunicación, que fomenten la cooperación entre los manejadores de las áreas protegidas, las ONG y los centros académicos locales, regionales, nacionales e internacionales. 9. Incorporar al marco legal de nuestro país, los derechos de propiedad y origen de la biodiversidad, así como los mecanismos de distribución de las regalías correspondientes. 10. Reformar políticas públicas que promueven el derroche o el uso indebido de la biodiversidad. Adoptar nuevos métodos contables, de carácter público, que favorezcan la conservación y uso equitativo de los recursos naturales. 11. Crear las condiciones institucionales que hagan posible la conservación y el desarrollo a escala bioregional. 12. Respaldar los planes de conservación emanados del sector privado, no gubernamental y grupos comunitarios e indígenas. 13. Fomentar el interés y el conocimiento de los valores y la importancia de la biodiversidad y de las áreas naturales que la contienen. * Pronatura, A.C. Camino al Ajusco 124, P.H. Fracc. Jardines de la Montaña, México, D.F, Tels.: 630-11-33 y 630-10-08, Fax: 631-57-27. Las manifestaciones de impacto ambiental. Un análisis crítico. Dr. Exequiel Ezcurra*, Centro de Ecología. UNAM El autor revisa el complejo problema de los estudios de impacto ambiental en nuestro país y presenta alternativas concretas de solución. "¡Oh, es excelente Tener la fuerza de un gigante; pero es irónico Usarla como un gigante! ¡Pero el hombre, el orgulloso hombre! Vestido de una pequeña y breve autoridadMás ignorante de lo que cree estar seguro, Su frágil naturaleza -como un simio enojado Emplea ardides tan fantásticos frente al alto cielo, Que hacen llorar a los ángeles William Shakespeare Measure for measure. Las ideas que siguen están basadas en mi experiencia como investigador científico dedicado desde hace más de diecisiete años a realizar estudios de impacto ambiental, como en mi breve paso (unos treinta meses) por el Instituto Nacional de Ecología. Antes que nada, quiero agradecer la invitación del ingeniero Pedro Alvarez Icaza a participar de este foro de consulta popular sobre política ambiental, y quiero decir públicamente que conozco -de manera personal y directa- lo difícil y desgastante que es trabajar en la administración pública con una intención honesta, y tratar de sacar adelante logros y avances. Sobre todo, aprecio los esfuerzos de nuestros administradores ambientales del gobierno federal, en un momento particularmente difícil en lo económico y financiero. Mirando -desde mi retomado puesto de investigador universitario- los esfuerzos que realiza la nueva administración, no puedo sino recordar la frase de Gloria Trevi: ¡Qué bueno que no soy Lady Di ! Conozco demasiado bien las angustias que deben estar pasando para desarrollar sus ideas y proyectos sepultados bajo el alud de demandas que genera la administración pública. Quisiera tocar críticamente algunos puntos que considero especialmente relevantes respecto de la figura de la manifestación de impacto ambiental (MIA), y analizar algunas alternativas que creo importantes para mejorar esta importantísima figura legal. 1. ¿Quién puede realizar estudios de impacto ambiental? El Reglamento de Impacto Ambiental de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente establece que debe existir un padrón de prestadores de servicios registrado ante el gobierno federal, y se ha asumido históricamente que este padrón es requisito indispensable para poder realizar estudios de impacto ambiental (EIA). En la práctica, el padrón tiene un inmenso número de inconvenientes que cuestionan su legitimidad y obligan a reflexionar seriamente acerca de la necesidad de modificar el reglamento de la ley en esta materia. Por un lado, conozco de muchas empresas que registran un impresionante listado curricular de investigadores al ingresar al padrón, y que luego realizan sus estudios con técnicos bisoños, sin experiencia, entregando frecuentemente estudios de pésima calidad. El ingreso al padrón no acredita necesariamente la calidad de los estudios que se harán en el futuro. Por otro lado, al otorgar a un funcionario federal la función discrecional de calificador de la calidad técnica de un profesionista, se le confiere una atribución similar a la de una institución de educación superior o a la de un colegio profesional, capaz de calificar profesionalmente la primera, y de otorgar registros profesionales el segundo, atribución que, según entiendo, no corresponde legalmente -ni debe corresponder- al Instituto Nacional de Ecología. Finalmente, la capacidad de decidir sobre quién puede y quién no puede realizar estudios profesionales, es una atribución que deja abierta la posibilidad de canalizar, a través de ella, rivalidades profesionales, rencillas de grupos, o formas de presión moral que debieran ser ajenas a la función gubernamental. La existencia misma del padrón, tal y como se ha implementado, es y ha sido motivo de indefiniciones jurídicas que generan problemas substanciales sobre la administración del gobierno. ¿Qué pasa, por ejemplo, si un centro de investigación que el CONACyT califica como de excelencia, con investigadores reconocidos y premiados por su capacidad técnica, con ecólogos certificados internacionalmente por sociedades de técnicos y consultores ambientales, y con atribuciones reconocidas legalmente para otorgar títulos profesionale en ciencia y tecnología ambiental, decide realizar un estudio de impacto ambiental sin inscribirse al padrón? ¿Con qué facultades puede el Instituto Nacional de Ecología negar una capacidad profesional que otros organismos del propio gobierno federal han reconocido y premiado? ¿Qué pasaría, por otro lado, si por ejemplo un investigador, premio nacional de ciencias, no recibiera su inscripción en el mismo padrón? Entiendo que no es fácil resolver estas indefiniciones, dado que la existencia misma del padrón está indicada en el Reglamento de la Ley, pero creo que sin duda estos asuntos deben ser analizados con cuidado y que la posible modificación del Reglamento debe ser estudiada cuidadosamente. Según la experiencia pasada, puedo afirmar que la inscripción en el padrón como requisito ineludible no garantiza la calidad de los EIA que se harán en el futuro, y sí genera en cambio, una fuerte tensión sobre el mismo sistema que busca proteger. 2. ¿Quién es responsable de los estudios de impacto ambiental? Actualmente, las MIA son presentadas por la empresa responsable del proyecto de desarrollo, normalmente indicando que el estudio ha sido realizado por determinada firma consultora. El único documento que comúnmente acompaña a la manifestación, es una carta de presentación. Sin embargo, la filosofía detrás de una MIA es que, como su nombre lo sugiere, el estudio se debería presentar bajo protesta de decir verdad (de ahí la palabra manifestación, en el sentido de que el declarante manifiesta bajo protesta en un documento con valor legal). En la práctica, sin embargo, un número muy grande de estudios que llegan al INE presentan datos inventados; listados piratas de especies (es decir, copiados de publicaciones que no son citadas, y que con desafortunada frecuencia provienen de lugares que ni siquiera son cercanos al sitio de estudio); caracterizaciones falsas de suelos; datos fisicoquímicos fabricados por aproximación a otros estudios pero presentados como originales y exactos; en fin, muchos estudios presentan datos y observaciones fraudulentas. ¿Puede procederse legalmente en un caso así? Desafortunadamente, no. La razón es que la empresa que presenta la manifestación puede aducir que de buena fe está presentando los datos que le fueron entregados por la consultora, y la consultora, a su vez, puede aducir que los datos que entregó a la empresa fueron veraces, pero que fueron cambiados por la empresa antes de presentar el estudio al gobierno. Como nadie ha firmado el estudio en sí mismo, es imposible demostrar quién es el responsable real del fraude. En la práctica, creo que ambas cosas ocurren. Hay empresas que, si el estudio que les presenta la consultora no apoya sus objetivos de desarrollo, lo cambian antes de entregarlo; como también hay consultoras poco escrupulosas que son capaces de presentar datos fraudulentos con tal de bajar sus costos, cumplir en tiempo o satisfacer las demandas de su cliente. Es necesario resolver este problema y que las MIA recuperen el sentido real que tienen en otros países, es decir, que sean realmente manifestaciones presentadas bajo protesta, y que la firma consultora se haga realmente responsable -bajo la posibilidad de una sanción legal- de la veracidad de la documentación entregada. 3. ¿Cómo hacer estudios de impacto ambiental? Una especie biológica es, según algunos expertos, lo que un buen especialista reconoce como tal. Una tautología semejante campea actualmente en los EIA (y dicho sea de paso, también en los estudios de ordenamiento ecológico). Un buen estudio es lo que cada consultora define como tal, dada la increíble orfandad metodológica y conceptual en que se encuentra el campo de los EIA. No existe un texto editado en México que sirva como guía metodológica para su realización, y las definiciones del reglamento de la ley son conceptualmente muy pobres. Tampoco existe ningún texto extranjero que sea rutinariamente utilizado como manual metodológico. Así, si el estudio es hecho por biólogos, con desafortunada asiduidad girará alrededor de listados de especies y largas descripciones del ambiente. Si, en cambio, lo realizan arquitectos, con demasiada asiduidad consistirá de evaluaciones gráficas del uso urbano del suelo. Por falta de una verdadera guía conceptual, los elementos integradores y verdaderamente interdisciplinarios, requisitos fundamentales para un estudio de este tipo, faltan en la manifestación final. Este vacío conceptual es aún más notable en los estudios de riesgo. He podido observar que para buena parte de las consultoras que trabajan en este campo, la definición exacta de lo que es un estudio de este tipo resulta difusa y parcial. La mayor parte de las consultoras registradas los conciben como listados de los sitios de ubicación de materiales peligrosos y enumeraciones de las medidas de emergencia -posiblemente como resultado de la tragedia de Guadalajara de hace tres años. Debo decir, que así concebían en 1994 el concepto de riesgo la mayor parte de los técnicos gubernamentales. Tibiamente, algunos epidemiólogos comienzan a solicitar su registro en este campo, con una visión de riesgo como contingencia o peligro para la salud humana. Las primeras solicitudes de inscripción en el padrón de estudios de riesgo bajo este enfoque médico-epidemiológico, ingresadas en 1993, fueron rechazadas porque según los técnicos gubernamentales de ese entonces, dichos estudios no tenían nada que ver con los problemas de salud humana. En diciembre de 1994 aún no había solicitudes de actuarios y estadísticos para lo que, posiblemente, es una de las áreas de análisis de riesgos como disciplina científica: la evaluación probabilística de riesgo. En 1994 realicé una breve encuesta preguntando a todos los técnicos del gobierno que encontré en reuniones sobre asuntos relacionados, cuántos de ellos habían leído realmente en detalle algún libro sobre el tema de análisis de riesgo, y estaban en capacidad de discutir conmigo los elementos fundamentales de la teoría. En todos los casos la respuesta fue que desconocían por entero la disciplina, y que operativamente la manejaban en su primera acepción: como listado de sitios de ubicación de materiales peligrosos y enumeraciones de las medidas de emergencia. En resumen, creo que es fundamental desarrollar manuales o guías conceptuales que sirvan para poner los problemas de impacto ambiental en perspectiva, que rompan con las ataduras disciplinarias y obliguen a realizar EIA en una perspectiva unificada, dentro de una verdadera pluralidad de disciplinas profesionales, y con una real capacidad de resolver los graves problemas que se pretenden solucionar por medio de las MIA. 4. ¿Quién evalúa las manifestaciones de impacto ambiental? Actualmente, el Reglamento de Impacto Ambiental establece que las manifestaciones presentadas al gobierno federal deben abrirse a su consulta pública, con el objeto de recoger las opiniones de la sociedad civil. Este mecanismo pretende cumplir un rol similar al de las audiciencias públicas que se realizan en varios países de Europa y Norteamérica. El mecanismo más común para cumplir con el objetivo de la consulta pública es la publicación en la Gaceta Ecológica del listado de las MIA que se encuentran a disposición del público. Sin embargo, dado que la gaceta sale normalmente con atraso por los serios problemas de presupuesto que normalmente aquejan al gobierno federal, en la practica la mayor parte de las MIA no pasan por un proceso real de consulta con la sociedad civil, y son dictaminadas de manera más o menos discrecional por técnicos del INE con la firma y aprobación final del director general. Este procedimiento genera una tensión verdaderamente desgastante sobre los técnicos encargados de la preparación de los dictámenes, quienes con frecuencia realizan una verdadera lucha contra el tiempo, tratando heróicamente de digerir una inmensa masa de estudios, de evaluar su contenido, y de preparar lo más desapasionadamente posible la resolución final. Durante ese proceso, los técnicos encuentran presiones más o menos solapadas de todo tipo, donde tanto empresas como grupos ecologistas pretenden hacerles llegar sus propios puntos de vista, y donde los mandos superiores exigen al mismo tiempo rapidez en el dictamen, excelencia en la argumentación y coherencia con los puntos de vista del funcionario superior. Creo que dos objetivos fundamentales deben buscarse para perfecccionar la MIA como instrumento legal. Por un lado, deben encontrarse mecanismos para que la consulta pública funcione de manera más amplia y efectiva. Por otro lado, debe tratarse de romper con la discrecionalidad en el dictamen, apoyando el trabajo de los técnicos gubernamentales con técnicos externos del más alto nivel. a) Consulta pública efectiva. Para logar una efectiva consulta pública, debería elaborarse un directorio de instituciones (empresas, institutos de investigación, universidades, grupos ecologistas, oficinas gubernamentales) a las cuales se les informe de manera oportuna de la existencia de MIA que van a ser dictaminadas y que se encuentran a disposición del público. El Directorio Verde, elaborado en 1993 por el INE, podría conformar una lista inicial de correos, la cual podría crecer y depurarse en corto tiempo. Al mismo tiempo, podrían usarse las facilidades que brinda el correo electrónico para informar sobre este importante asunto. b) Dictámenes objetivos. Los dictámenes de las MIA podrían acelerarse notablemente si se les diera a las empresas la posibilidad de contratar a un dictaminador externo (una persona física con responsabilidad legal) que emita un juicio sobre el estudio presentado por una firma consultora. De esta manera el INE se limitaría a autorizar los proyectos con evaluación externa favorable, reservándose el derecho, junto con la PROFEPA, de auditar algunos de los dictámenes y de sancionar y/o quitar el registro de aquellos analistas externos que incurriesen en aceptación de datos falsos o en omisiones serias. Aún en el caso en que el INE decidiera revisar cada una de las MIA, el dictamen preliminar puede acortar la duración de la revisión a una fracción del tiempo que se emplea actualmente. Adicionalmente, la opinión previa de un experto de alto nivel daría al técnico del INE una mayor seguridad sobre la resolución final. El listado de dictaminadores externos podría proponerlo el Consejo Consultivo de Ciencias, la Academia de la Investigación Científica, y/o los colegios profesionales, de manera que la responsabilidad de la elección del cuerpo de expertos sea externa al gobierno federal y más libre, por lo tanto, de presiones de tipo administrativo. 5. ¿Qué se puede predecir a partir de un estudio de impacto ambiental? Por su misma naturaleza, las ciencias ambientales tratan sobre sistemas complejos, con comportamiento matemático no lineal, donde la predicción de impacto con exactitud se hace difícil, sino imposible, en muchos casos. Sin embargo, dentro de la imperiosa necesidad de unificar metodológicamente la disciplina del impacto ambiental, existe también la necesidad de mejorar nuestra capacidad predictiva. Técnicas novedosas como la simulación por escenarios, los lenguajes de inteligencia artificial, la simulación no numérica, los sistemas de información geográfica acoplados a modelos probabilísticos, el mapeo temático digital, las técnicas estadísticas multivariadas aplicadas a la resolución de conflictos y el análisis de conjuntos difusos, entre varias otras, permiten poner en contexto y analizar cantidades grandes de datos que hace unos años hubieran sido considerados confusos, subjetivos, no cuantitativos y básicamente no apropiados para la predicción exacta y rigurosa. Muchas de estas técnicas, además, permiten incorporar las opiniones de expertos y de grupos sociales a las predicciones de los modelos de impacto, con el objeto de ponderar riesgos y ponerlos en una verdadera dimensión de importancia social. La predicción del impacto ambiental, por lo menos a nivel cualitativo y dentro de las variables que interesan a los sectores sociales involucrados, es posible y debe ser buscada como elemento de prospectiva y de análisis. Quisiera, en ese sentido, cerrar estas reflexiones con un texto de Alejandro de Humboldt en el que describe la cuenca de México, tomado del Ensayo Político sobre el Reino de la Nueva España, y escrito originalmente a finales del siglo XVIII, poco antes de la Independencia. Este texto conforma, a mi entender, la segunda manifestación de impacto ambiental de México (la primera son los textos de Antonio de Alzate en contra de las obras de drenaje de la Cuenca de México). Sus predicciones no podrían ser más exactas, en lo cualitativo, si las hubiera escrito hoy, casi doscientos años más tarde. “Parece, pues, que los primeros conquistadores quisieron que el hermoso valle de Tenochtitlan se pareciese en todo al suelo castellano en lo árido y despojado de vegetación. Desde el siglo XVI se han cortado sin tino los árboles, así en llano sobre lo que está situada la capital como en los montes que la rodean. La construcción de la nueva ciudad, comenzada en 1524, consumió una inmensa cantidad de madareas de armazón y pilotaje. Entonces, se destruyeron, y hoy se continúa destruyendo diariamente, sin plantar nada nuevo, si se exceptúan los paseos y alamedas quelos últimos virreyes han hecho alrededor de la ciudad y que llevan sus nombres. La falta de vegetación deja el suelo descubierto a la fuerza directa de los rayos del sol, y la humedad que no se había ya perdido en las filtraciones de la roca amigdaloide básaltica y esponjosa, se evapora rápidamente y se disuelve en el aire cuando ni las hojas de los árboles ni lo frondoso de la yerba defiende el suelo de la influencia del sol y vientos secos del mediodía". "Como en todo el valle existe la misma causa, han disminuído visiblemente en él la abundancia y la circulación de las aguas. El lago de Texcoco, que es el más hermoso de los cinco, y que Cortés en sus cartas llama mar innterior, recibe actualmente mucha menos agua por infiltraciones que en el siglo XVI, porque en todas partes tienen unas mismas consecuencias los descuajos y la destrucción de los bosques." * Apartado 70-275. Cd. Universitaria C.P. 041510, México, D.F. Correo electrónico: eezcurra@ miranda.ecologia.unam.mx Uso y conservación comunal de las selvas en el sureste mexicano. El Plan Piloto Forestal de Quintana Roo Alfonso Argüelles Suárez* Daniel González Cortez* Analiza el complicado proceso de generar una alternativa social de uso de las selvas en Quintana Roo, a través de una evaluación crítica del Plan Piloto Forestal de la entidad. Introducción La opinión generalizada de la población, es que las selvas desaparecerán en poco tiempo, debido a su acelerado proceso de destrucción. Esto se atribuye a diversas causas, dependiendo de las diferentes corrientes académicas y/o políticas que hacen los comentarios. Ante la necesidad de proteger los bosques tropicales se desarrollan dos corrientes políticas: la reglamentarista, una corriente tradicional de tipo burocrático, que pretende frenar la destrucción mediante leyes y reglamentos, que impidan o dificulten la explotación de los recursos naturales y otra, que fomenta la conservación, involucrando a la población rural en un aprovechamiento racional de estos recursos. La corriente reglamentarista usa como mecanismos el establecimiento de políticas restrictivas que incluyen vedas totales y parciales, prohibiciones de cambio de uso del suelo y legislación tendiente a segregar a la población de la naturaleza. La meta principal, es el definir grandes áreas de reserva, en las que se busca eliminar la presencia humana o, en el mejor de los casos, obligar a la población que allí habita a vivir bajo una reglamentación mucho más estricta que la de otros lugares. Por lo general, las medidas que se proponen excluyen los intereses de los grupos de población locales y en particular de los campesinos que habitan los bosques. En los últimos años y frente a los fracasos de la corriente reglamentista, ha surgido otra línea de pensamiento, que sostienen que sólo puede frenarse la destrucción del entorno natural, involucrando a los pobladores locales en un manejo tendiente a la preservación y sostenimiento de los recursos naturales. El proceso que aquí se discute, se enmarca en esta última tendencia, pues se busca la conservación del bosque tropical en el estado de Quintana Roo. Para ello, se ha trabajado en varias comunidades, promoviendo que los campesinos encaren el aprovechamiento y administración de sus bosques. La experiencia ha permitido construir una alternativa económica de desarrollo a partir del bosque; ello ha permitido establecer una economía forestal comunal en la mayor parte de los ejidos de Quintana Roo, con perspectivas de estabilizar las áreas forestales. Antecedentes Desde principios de siglo, la actividad forestal ha sido pilar de la economía rural de Quintana Roo; los primeros aprovechamientos fueron el palo de tinte, el chicle y la caoba; estas explotaciones estaban a cargo de compañías transnacionales, que usaban el palo de tinte como madera rolliza, la caoba en trozas de alta calidad, y el chicle cocido en marquetas. Al reiterarse estas empresas, el aprovechamiento forestal pasó a manos de permisionarios locales. En ningún caso se percibía un límite del bosque productivo; más bien, se creía que todo terreno arbolado, era una fuente inagotable de materia prima. En la década de los treinta, se establecen los primeros ejidos en la región. Estos se crearon con un criterio de economía forestal, contemplando especialmente la actividad chiclera (420 ha per cápita); en esa época, también surge la Federación de Cooperativas Chicleras, que se hizo cargo de la exportación del chicle. La explotación de la caoba pasó a compañías privadas locales y paraestatales, al obtener la concesión de grandes superficies arboladas; ellas empiezan los primeros estudios gasonómicos en la región. De esta manera, coexistieron la producción de madera y la extracción del chicle, que representaban la principal fuente de empleo e ingreso para la población rural; por ello, se tenía estabilidad en las áreas forestales, aún cuando no se definían bosques para producción forestal sostenida. La economía rural del estado sufrió cambios drásticos, cuando a fines de la década de los años sesenta se inicia la colonización del trópico mexicano. Este proceso trajo aparejada una fuerte inyección de capital, con el fin de financiar el cambio de uso del suelo, para "desarrollar" gran cantidad de proyectos agropecuarios. La concepción era que los suelos tropicales constituían reservas de terrenos fértiles, ya que "sólo se tenía que vencer a la selva". De los proyectos impulsados, sólo algunos, entre los que puede citarse la caña de azúcar, dieron origen a economías más o menos estables. Así se perdieron muchos de los mejores bosques del estado. El gobierno de Quintana Roo, preocupado por la destrucción que caracterizaba el "desarrollo agropecuario", ordenó en 1982 una serie de estudios acerca de la problemática forestal, de los cuales esperaba alternativas que permitieran frenar la destrucción de las selvas del estado. De estos estudios, surgió el planteamiento de una nueva política forestal, que se implementa desde 1983, y que tiene por objetivo crear las condiciones para la conservación y manejo de las selvas. Situación de partida La colonización trajo como resultado que en Quintana Roo la gran mayoría de los terrenos sean de propiedad ejidal. Sólo dos lotes de terrenos nacionales se podían considerar extensos: el área denominada Punto Put, que se ubica en donde limitan los tres estados de la Península de Yucatán y la parte central del estado, que corre bordeando las costas. Sin embargo, conviene señalar que dichos terrenos eran considerados lotes baldíos a la creación de nuevos ejidos, para los demandantes de tierra. Desde 1957, el sur del estado estaba concesionado a la Compañía Maderas Industrializadas de Quintana Roo, MIQRO, S.A. El área otorgada como zona de abastecimiento de la empresa, era de 500 mil hectáreas para la administración del bosque, contando con su propia Dirección Técnica Forestal. Por la explotación selectiva de los bosques (cortada sólo cedro y caoba), pagaba el derecho de monte a los ejidatarios, la renta que fijaba la institución agraria federal; que, por cierto, estaba muy por debajo del precio regular de la madera en la región. En el resto del estado, si bien los precios que se pagaban eran superiores a los que ofrecía la paraestatal MIQRO, las comunidades tampoco ejercían ningún control sobre el recurso forestal; los contratistas podían extraer madera prácticamente todo el año, amparados en permisos forestales que otorgaba el Servicio Forestal, sin ejercer ningún control de las actividades de los contratistas madereros. Por su parte, los campesinos se dedicaban a conseguir fondos de proyectos institucionales que, como ya se dijo, financiaban el desmonte. Esto singnificaba que, por un lado el bosque disminuía por las prácticas agropecuarias de los campesinos subsidiadas por el gobierno y, por el otro, las compañías madereras cortaban los mismos volúmenes en superficies de bosque cada vez menores. La tendencia era clara: en pocos años, desaparecerían las selvas del estado. La estrategia de cuidado y manejo de selvas En los estudios elaborados se describía la gravedad de la situación y la necesidad de aprovechar el finiquito de la concesión forestal a la empresa MIQRO, así como los terrenos que aún quedaban de propiedad nacional, para ensayar una nueva política forestal, cuyo punto central fuera la conservación y aprovechamiento racional de los bosques. Es por lo anterior, que el gobierno del estado y el gobierno federal, definieron que, para asegurar la conservación de las selvas del estado, debería decretarse un área que sería manejada bajo el régimen de reserva de la biosfera y, en los bosques de propiedad ejidal, se promovería un régimen de producción forestal, impulsando en el medio rural una tendencia hacia una economía forestal comunal. La reserva de Sian Ka' an Para la reserva, se utilizaron los terrenos de propiedad nacional que limitaban con la región norte, objeto del desarrollo turístico (Cancún- Tulum), y los ejidos del sur del estado. Es así como, en enero de 1986, por decreto presidencial, se creó la Reserva de la Biosfera de Sian Ka'an, que tiene una superficie de 528,147 ha, y se distingue porque abarca desde selvas medianas, hasta marismas y arrecifes. El Plan Piloto Forestal Para la instrumentación de la política forestal, se creó el Plan Piloto Forestal, cuyo planteamiento central es el siguiente: "Las selvas se conservarán en la medida en que se conviertan en una alternativa económica capaz de interesar a los campesinos en su aprovechamiento racional y en su conservación", ya que de otra manera, serán destruidas en busca de otras alternativas de desarrollo agropecuario. Como área piloto, se escogieron algunos ejidos del sur del estado, que destacaban por: * Su experiencia para organizar los aprovechamientos forestales. * Tener montes relativamente grandes (entre 5,000 y 30,000 ha). * La compra de especies tropicales comunes, durante los primeros años del Plan Piloto. * Aspectos comerciales A través de la comercialización, se busca valorizar la selva a los ojos de los campesinos; lo que sólo podría lograrse con buenos precios por la madera; por lo tanto, era una precondición para el desarrollo de la experiencia que los campesinos vendieran su madera en el mercado libre, sin el proteccionismo clásico del enclave industrial. Para esto se canceló la concesión forestal a la Compañía MIQRO, S.A., y se promovió que los ejidos con mayor potencial forestal, formaran un frente de comercialización que negociara los precios de la madera. Situación actual Ha transcurrido poco más de una década de haberse iniciado la experiencia a nivel piloto, y hoy se extiende a nivel estatal; resulta pues muy interesante revisar qué pasó con los aspectos planteados en la estrategia inicial: * Se desarrolló una fuerte discusión con las comunidades ejidales, logrando incorporar el concepto de área forestal permanente, 500 mil ha distribuídas en más de 50 ejidos. Esto constituyó la primera piedra para pensar en en el manejo forestal. Se cuenta con una base de información de inventarios forestales, que permiten definir los volúmenes que se pueden aprovechar en el primer ciclo de corta. Se han iniciado estudios de crecimiento y una red de parcelas permanentes de monitoreo forestal; están obteniéndose los primeros resultados del estudio de crecimiento de la especie más valiosa de la región, la caoba. A la par, se ha desarrollado una experiencia en plantaciones de enriquecimiento. * La idea de fomentar el surgimiento de actores sociales interesados en el manejo y aprovechamiento forestal de los bosques, ha rendido frutos: 6 mil familias campesinas se han agrupado en cinco sociedades civiles forestales, y tienen un concepto de desarrollo rural compartido a partir del aprovechamiento racional de los bosques (economía forestal comunal). Sus organizaciones son estructuras útiles para dinamizar el desarrollo rural, tanto para campesinos como para el propio gobierno. Prueba de ello es el desarrollo que se manifiesta en varios ejidos, en donde se inició el proyecto, ya que no sólo han crecido como ejidos forestales (algunos cuentan con maquinaria de extracción y aserrío), sino que han hecho coinversiones con el gobierno para mejorar la calidad de vida en el medio rural (calles, parques y telecomunicaciones, principalmente.) * Desde el inicio del proyecto se promovió y apoyó el surgimiento de cuadros técnicos para asesorar y promover el desarrollo de empresas forestales campesinas. Como resultado de ello, se tienen 32 especialistas que forman cuatro direcciones técnicas forestales que trabajan en el contexto de organizaciones de propietarios forestales. Quintana Roo tiene en los bosques delimitados para producción forestal una modesta cobertura de 15,000 ha por técnico, atendiendo cada uno, en promedio, dos comunidades ejidales. Ello permite afirmar que están sentadas las bases para el surgimiento de un servicio forestal para la administración de los bosques del estado. * Los mecanismos de concesión y protección industrial tipo enclave han desaparecido de Quintana Roo, siendo sustituídos por la libre comercialización, en donde las sociedades civiles campesinas son una oficina de promoción y contacto para compradores y empresas ejidales. * En el sector industrial los avances son mínimos, pues la iniciativa privada canalizó sus inversiones en las empresas productoras de triplay, que si bien hicieron ensayos para utilizar especies tropicales blandas y duras, continúan usando maquinaria del siglo pasado, diseñada para el procesamiento de troncos de grandes diámetros, que no alcanzan la mayoría de la especies tropicales de la región. La única empresa que cuenta con tecnología moderna, Pisos y Recubrimientos de Quintana Roo (PIQRO), elabora parquet laminado. Sin embargo, se abastece del exterior, por conseguir materia prima más barata en los países del norte, aunque recientemente inició ensayos de abastecimiento con las empresas ejidales que producen madera aserrada. Problemática y perspectiva de la forestería comunal en Quintana Roo En 1983, se cortaban en los bosques del estado cerca de 40,000 m3 anuales de especies preciosas, esto es, cedro y caoba. Actualmente, como resultado de los inventarios forestales, dicha cifra se redujo a 15 mil m3 por año, lo que significó una disminución del 60% en la tasa anual de extracción. Aquí se puede apreciar la racionalidad técnica en el uso de los recursos forestales, pero no debe minimizarse el impacto económico que ésta medida causó en los ingresos de las comunidades, el cual trató de amortiguarse con la instalación de aserradoeros ejidales. Lo anterior muestra que el inventario forestal pasó de ser un estudio borocrático para obtener permisos a una herramienta de planificación forestal, aceptada por las comunidades. En el futuro próximo se tendrán los primeros resultados de la remedición de parcelas permanentes -se instalará una red de monitoreo con apoyo de la Fundación McArthur-, lo que implicará introducir el cálculo de posibilidad anual de mortalidad y crecimiento y hacer nuevamente, lo ajustes pertienentes. La alternativa es incorporar un mayor número de especies a la comercialización, ya que actualmente se extraen sólo alrededor de doce. Esto significa que, de aumentar las especies que cuentan con mercado, ya no será una limitante la explotación selectiva de pocas especies para desarrollar un sistema silvícola más adecuado. Por ello, debe pensarse desde ahora en cómo sería el concepto de manejo forestal y cuáles las tareas de servicio forestal, al tener que hacer tratamientos silvícolas como cortas de regeneración y raleos. Ello implica, por un lado, experimentación silvícola, y por el otro, organización de tareas en el contexto de una empresa forestal ejidal, amén de estudiar los costos de operación. Esto traerá como consecuencia la necesidad de hacer cambios sustanciales en el sistema de extracción. Para ello se firmó un convenio de cooperación técnica entre el gobierno mexicano y la agencia británica O.D.A. La ley forestal mexicana establece que los propietarios del bosque deben financiar sus servicios técnicos silvícolas. Esto significa que las reducciones de volúmenes, no sólo tuvieron efectos al interior de las comunidades sino también afectaron considerablemente las posibilidades de financiar el servicio forestal de las organizaciones campesinas, ya que éste se cubre a través de una cuota por metro cúbico comercializado, que cada ejido paga a la sociedad forestal. Esto explica porqué se ha convertido en una tarea de estos grupos la búsqueda de fondos para financiar actividades. Es viable que, a largo plazo, este servicio sea autofinanciable, en la medida que tengan acceso al mercado todas las especies. Sin embargo, debe notarse que, por ahora y durante varios años, las especies secundarias sólo serán una fuente de empleos y no producirán excedentes para las empreas campesinas las que, por esta razón, no están en condiciones de pagar este servicio. Como alternativa se promueve un proceso de descentralización y transferencia de las tareas del servicio forestal de las propias comunidades. El reto será cómo lograr una unidad de concepto entre las diferentes unidades de manejo forestal, al no existir un amarre entre ellas. La necesidad de crear empleos y agregar valor a su madera, así como la falta de respuesta de la industria privada que no reaccionó como se planteó al inicio del PPF, condujo a los ejidos a incursionar en el aserrío y la carpintería. Esto significa, por un lado, aumentar las cargas del personal técnico, y por otro, atacar un problema de organización y desarrollo empresarial, lo que rebasa con mucho la capacidad del personal actual. Esto ha generado fuertes discusiones al interior, lo que llevó a reconocer la necesidad de capacitar a las nuevas generaciones. Si bien el que los ejidos incursionaran en el aserrío trajo aparejados nuevos problemas, debe reconocerse que de no haberse hecho esto, el proceso se hubiera visto frenado. Hoy, la alternativa es introducir en las empresas ejidales el secado y dimensionado de maderas duras, para tener acceso al mercado, y el reto a vencer será la transición de la organización ejidal a una forma más empresarial de administración del negocio forestal. Se tienen considerables avances al haber superado el mercado tradicional de cedro y caoba. Se produce para la industria local de parquet y triplay y se inicia la exportación de maderas decorativas duras a Europa, Estados Unidos de Norteamérica y Japón. Aquí debe reconocerse el esfuerzo de los grupos que apoyan la venta de madera con certificados ecológicos de manejo forestal. Sin embargo, son dos los problemas críticos: la organización comercial de las empresas ejidales y la reorientación de los esfuerzos, que se han concentrado en el consumo de maderas de dimensiones tradicionales para tabla y chapa. Ante esto, una de las sociedades ya inició su línea de exportación a través de un comisionado de ventas. Si pensamos que los esfuerzos tienen que encaminarse a vender las especies que favorezcan el manejo forestal, la tarea para los próximos años es buscar mercados para las especies de los estratos intermedios del bosque (de 10 a 25 cm), es decir, para postes, estacas y construcciones rústicas, y aprovechar comercialmente lo que ahora se considiera desperdicio. De no ser así, son escasas las posibilidades de tratamientos silvícolas. Es importante destacar aquí que la actividad forestal se convertió en la generadora de un proceso de organización social. Así surgieron las sociedades forestales campesinas de Quintana Roo y que abarcan el 80% de los bosques comerciales del estado. Estas organizaciones ejercen un control espacial sobre los recursos y lo defienden de la acción de los programas gubernamentales que promueven el desarrollo agropecuario y de la acción de incendios forestales (a partir de lo que surgió una frontera forestal). Lo anterior es resultado de haber desarrollado una economía rural que depende en gran medida del ingreso forestal. Estas organizaciones surgieron como instituciones campesinas promotoras de la conservación, del desarrollo rural y como refugio de los grupos de servicio técnico silvícola. Buena parte de los problemas que han enfrentado estos grupos no son internos sino que tienen que ver con conservar su autonomía y capacidad de autogestión frente a las centrales campesinas, que las ven como botín político. Como alternativa a esto y como medio para consolidar el trabajo se fomentó la Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunal, A.C., que agrupa a organizaciones con intereses similares en cuanto a la conservación de recursos forestales y el desarrollo comunal. Conclusiones * A pesar de la problemática que ha enfrentado el Plan Piloto Forestal, se ha desencadenado un proceso de forestería comunal que se ha sostenido durante una década. Esto ha permitido la conservación y uso racional de las selvas en Quintana Roo. La experiencia permite afirmar que puede convertirse en un negocio autofinanciable (extracción e industrialización) para los campesinos, en la medida que no se les obligue a cubrir los costos adicionales que implica mejorar el manejo de las selvas y bosques, tales como el servicio forestal, la investigación, la infraestructura caminera y los inventarios forestales. Estos deben ser vistos como costos de conservación para que la forestería comunal cumpla con su tarea de generar empleos y conservar las selvas. El reto es cómo apoyar a las organizaciones forestales sin crear dependencia o, en su defecto, que se entienda como un donativo que se usa para subsanar las necesidades de la empresa forestal comunal. * Comparada con alternativas como la protección de áreas naturales o los programas de reforestación, la forestería comunal resulta una opción bastante más económica, amén de evitar conflictos sociales, como los que existen en otros estados de la República, en los cuales tienen mucho que ver las vedas y reservas. A manera de ejemplo, baste citar que en la temporada de 1994, se gastaron con relación a incendios forestales, en la parte norte del estado, seis millones de nuevos pesos, mientras que se apoya al servicio técnico forestal de las sociedades campesinas con 400 mil nuevos pesos. Resulta paradójico que donde hubo menos inversión se hayan presentado menos problemas de incendios forestales. * Por último, el punto crítico de todo el proyecto de conservación está en que la selva siga siendo, a los ojos de los campesinos, la alternativa económica más atractiva de uso del suelo, sobre todo ahora que, con los resultados de los inventarios forestales y la perspectiva de crecimiento de la población, se puede afirmar que los ingresos por venta de madera no serán suficientes para sostener la economía campesina. El reto es aprovechar la infraestructura organizativa, tanto técnica como campesina, para introducir nuevas alternativas económicas compatibles con la conservación de la selva. En tal sentido, son de vital importancia los primeros pasos que las organizaciones están dando con productos como el chicle y recursos tales como la flora y fauna silvestre. * Asesor de las organizaciones campesinas en el Plan Piloto Forestal y promotor de la Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunitaria UNOFOC. Coord. Regional Occidente Nuevo San Juan Parangaricutiro, Mich. Tel: (91-459) 401-88 Fax: 4-00-51 Evaluación de impacto ambiental del Canal Intracostero Tamaulipeco 1. Descripción del Proyecto El Canal Intracostero Tamaulipeco será una vía navegable de doble circulación con una longitud total de 438.85 km desde el río Bravo al norte, en el municipio de Matamoros, hasta el río Pánuco al sur, en el municipio de Cd Madero, con un ancho de plantilla de 38.10 m, y una profundidad de 3.66 m referida al nivel de bajamar media, propio para el tránsito de embarcaciones de bajo calado. La protección que brinda el cordón litoral contra la influencia de los fenómenos meteorológicos, permitirá su operación ininterrumpida durante todo el año. Con este proyecto se integra un Sistema Internacional de Transporte Multimodal de primer orden, que permitirá el intercambio comercial entre todos los centros de producción y consumo más importantes de nuestro país, Estados Unidos y Canadá, a través de un medio de transportación de carga con las más bajas emisiones contaminantes relativas. De hecho, se estima que la emisión de contaminantes por tonelada/kilómetro transportada en barcaza sobre el Canal es casi 20 veces menor que en el autotransporte carretero y 50% menor que en el transporte ferroviario. Igualmente, se suponen ahorros de hasta un 60% en los fletes de los productos que sean transportados por esta vía, con los beneficios que esto implica. Además, de acuerdo con las estimaciones realizadas, el canal,sus terminales y proyectos asociados, generarán por lo menos 8000 empleos directos y 8000 indirectos. 2. Formulación del Estudio La evaluación de impacto ambiental de este proyecto no tiene precedente en México, ya que abarcó más de año y medio e involucró en los trabajos analíticos a las instituciones y personalidades más destacadas de la comunidad científica nacional, en los temas correspondientes. La magnitud del proyecto y la importancia de los ecosistemas involucrados, determinaron que la Dirección General de Normatividad Ambiental del Instituto Nacional de Ecología solicitara al Gobierno del Estado de Tamaulipas, a través de la Dirección General de Infraestructura Canalera y Costera (DGICC), como responsable del proyecto, una manifestación de impacto ambiental en su modalidad específica. La DGICC, contrató a la U.A. de Tamaulipas para la elaboración de dicha manifestación, la cual incorporó a los siguientes Centros de Investigación: * Centro de Investigación y Desarrollo en Ingeniería Portuaria (CIDIPPORT), dependiente de la Facultad de Ingeniería * Centro de Investigación y Desarrollo Agropecuariío, Forestal y de la Fauna (CIDAFF), dependiente de la Facultad de Agronomía * Instituto de Ecología y Alimentos (IEA) * Especialistas en biología marina de la Facultad de Medicina Veterinaria de la propia Universidad Autónoma de Tamaulipas. La DGICC supervisó directamente el desarrollo de la manifestación en todas sus etapas; adicionalmente, se contrataron los servicios de expertos en impacto ambiental, que actuaron como supervisores y asesores externos para garantizar la correcta realización de los trabajos correspondientes. En total se integró un equipo de 24 especialistas en diversas ramas del conocimiento para trabajar en forma interdisciplinaria y desarrollar los diferentes temas agregados en factores ambientales como: factores físicos (clima, geología, geomorfología, suelos, hidrología y oceanografía); biológicos (fauna y flora terrestre y acuática) y socioeconómicos (población, empleo, servicios, economía de la región, educación, tenencia de la tierra y actividades productivas). En cada tema se llevó a cabo la consulta y análisis de la información disponible y se procedió a su interpretación y comprobación en campo. 3. Complementación, evaluación y analisis del estudio Para la complementación, análisis y revisión de la manifestación de impacto ambiental del Canal Intracostero Tamaulipeco, el Instituto Nacional de Ecología integró un Comité de Lectura y realizó dos seminarios científicos. En ambos casos participaron especialistas e investigadores de zonas costeras de amplio reconocimiento nacional, así como algunas organizaciones de protección ecológica interesadas en la costa. Para la parte final del proceso de evaluación del proyecto, el INE integró un Comité Especial de Evaluación, conformado por investigadores y especialistas en ecología costera de diversos centros de investigación del país, como son: * Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada * Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste * Instituto de Ecología, A.C. * Centro de Ecología (UNAM) * Universidad Autónoma de Tamaulipas * Instituto Nacional de Ecología Las conclusiones principales tanto de los seminarios, como de los Comités de Lectura, como del Comité Especial de Evaluación fueron: * Que el proyecto es viable desde el punto de vista ecológico, si se siguen las recomendaciones propuestas y se instrumentan las medidas de mitigación manifestadas en el estudio de impacto ambiental y en la resolución que para tal efecto se emita. * Formar un Comité Científico de Seguimiento que apoye al Gobierno del Estado de Tamaulipas para el desarrollo del proyecto. * Integrar un Programa de Monitoreo e Investigación en la costa tamaulipeca que deberá instrumentarse en paralelo al proyecto. * Acelerar los estudios de Ordenamiento Ecológico y decretar áreas de protección ambiental en función de estos estudios. * Crear un Banco de Información del Canal Intracostero desde la etapa de planeación del proyecto. * Lograr que la alternativa seleccionada represente los menores costos ambientales ya que las afectaciones involucran a menos del 1% de la superficie de los diferentes ecosistemas presentes en el área de influencia del proyecto. * Que el Proyecto del Canal Intracostero Tamaulipeco es viable en materia ambiental ya que cuenta con todos los elementos técnicos para la mitigación y prevención de impactos, además de que los efectos sobre los hábitat, especies y procesos biológicos resultan puntuales y temporales. 4. Perfil ambiental del proyecto y resolución de impacto ambiental Todos los estudios realizados, los resultados documentales de las consultas y de las audiencias técnicas, de los Seminarios Científicos y de los Comités de Lectura y del Comité Especial de Evaluación, suman 17 volúmenes analíticos que incluyen: interpretación de imágenes de satélite, y sobreposición de planos y fotografías aéreas; matrices de interacción; bitácoras de cruceros de investigación oceanográfica y sobrevuelos realizados exprofeso para la evaluación del proyecto; análisis documentado de elementos climáticos, geológicos, geomorfológicos, suelos, hidrología e hidrodinámica, oceanografía, fauna y flora terrestre y acuática, y factores socioeconómicos. Estos resultados y el propio proceso de evaluación, condujeron a la adopción de diferentes decisiones técnicas para minimizar o evitar impactos ambientales del proyecto. Estos resultados y decisiones se incorporaron en la Resolución de Impacto Ambiental que otorgó el INE para el Canal Intracostero Tamaulipeco. En ello cabe destacar los siguientes elementos: * Selección de la mejor alternativa de trazo al oriente de la Laguna Madre, sobre la parte continental. Esto evita el impacto sobre los hábitats naturales de aves migratorias y de la tortuga lora; establece un refugio termal para la fauna marina durante el invierno, cuando los nortes pasan a través del área; ofrece mayores facilidades para la disposición del material de dragrado sin afectar ecosistemas lagunarios y costeros; evita afectación a la vegetación acuática y minimiza los volúmenes de dragado, entre otros. Este trazo también impide la segmentación de islas, aleja al proyecto de la zonas de pastos marinos; previene el impacto en zonas de manglar al sur del estado; limita la afectación de áreas con concentraciones importantes de organismos lagunares bentónicos, al llevarse el trazo por la zona continental; se aparta el trazo del lado oriental de las lagunas de agua dulce, para no romper el equilibrio natural de las mismas; se evita la afectación de asentamientos humanos e impide el trazo a través de los deltas de los ríos y arroyos principales, cruzándolos aguas arriba. * Tanto en el proceso de selección de los equipos de dragado y transporte que se utilizarán en el Canal, así como en el diseño y localización del mismo, se tomaron en cuenta las experiencias del Canal de la Laguna Madre de Texas, especialmente en lo que respecta a la protección de los pastos marinos como fuentes de producción primaria, hábitats para invertebrados y forraje para fauna silvestre. * Se establece la construcción de obras de control en los principales ríos que cruzan el Canal, tales como compuertas, desviaciones y encauzamientos. * Utilización de geomembranas y mallas de control en las actividades de dragado y, creación de islas emergentes para ampliar el hábitat de especies de las diferentes especies de aves, mamíferos y reptiles que habitan el zona. * Se establecieron medidas de seguridad para los reglamentos de operación del canal, en lo que respecta a la minimización de impactos por contaminación accidental por grasas, aceites, combustibles, y derrames en general. * Se le dará un mantenimiento permanente a las bocas de comunicación del mar con las lagunas, permitiendo la constante renovación de la masa de agua y estabilizando los rangos de salinidad de la zona lagunaria. Con esto, se favorece la proliferación de diversas especies acuícolas y se mitiga el proceso de erosión eólica por desecación de las márgenes lagunarias, evitando el deterioro por ensalitramiento de las zonas agrícolas aledañas, provocando un efecto altamente positivo al contribuir a la solución de este añejo problema en la zona productora de granos de Matamoros y San Fernando. * Las obras de construcción y mantenimiento del canal se podrán capitalizar en apoyo a la rehabilitación de ecosistemas costeros impactados y a la protección del litoral por el efecto de la erosión eólica, al establecerse programas de reforestación con especies de alta resistencia a la aridez, como los géneros Salicornia Lycium, Ziziphus, Acacia y Prosopis propias de la zona, al igual que los mangles Rizophora mangle, Avicenia geminans, Laguncularie racemosa y Conocarpus erecta, que representan un hábitat importante para las aves migratorias. * El Canal Intracostero permitirá desviar el tráfico de las embarcaciones pesqueras, turísticas y cargueras que tradicionalmente circulan frente de la zona de arribazón de la tortuga lora, con lo que esta especie se beneficiará al no estar expuesta a este tráfico. * La investigación biológica desarrollada durante la evaluación del proyecto, arrojó información sumamente valiosa sobre la zona de reserva de la tortuga lora. Gracias a ésto, se ampliará la reserva de 17 km. de playa con que cuenta actualmente, a más de 40 km, donde se observa el mayor porcentaje de arribazones de esta especie. * La información generada y la concertación con el gobierno del estado de Tamaulipas van a permitir llevar a cabo un ambicioso proyecto de Ordenamiento Ecológico del Territorio en toda la costa tamaulipeca. 5. Creación de una Reserva de la Biosfera en la Laguna Madre Como resultado de los acuerdos con el gobierno del estado de Tamaulipas, con la entidad operadora del Canal Intracostero Tamaulipeco y con el apoyo de la información técnica y científica obtenida durante el proceso de evaluación del proyecto, se establecerá y financiará una reserva de la biosfera sobre la Laguna Madre, al norte del estado de Tamaulipas,que abarcará cerca de 400,000 hectáreas. Elementos para una política nacional de manejo de residuos urbanos Juan Careaga* Careaga analiza la problemática de los residuos urbanos y municipales, define una estrategia para su manejo y reciclaje a nivel local y regional, y propone elementos normativos tendientes a disminuir su impacto ambiental. 1. Problemática ambiental de los residuos sólidos urbanos Composición y gestión de los residuos sólidos urbanos De conformidad con la metodología de análisis diseñada y ensayada por el Centro de Ecodesarrollo1, en este trabajo se considera que los residuos sólidos pueden ser caracterizados bajo las siguientes definiciones: * Residuos residenciales, son aquellos generados en hogares y casas habitación; para los cuales conviene establecer como índice de medición la cantidad de residuos habitacionales por habitante; * Residuos municipales domiciliarios, son los provenientes de hogares + comercios + oficinas + instituciones + otros establecimientos no industriales + lugares y vías públicas. El índice de caracterización se define como cantidad de residuos municipales domiciliarios per cápita; y * Residuos urbanos, que son los generados por hogares + comercios + oficinas + instituciones + otros establecimientos + lugares públicos + industrias (sin incluir los residuos propios de la operación industrial, los cuales se cuantifican en otro rubro) y para todos los cuales el índice de caracterización es la cantidad de residuos urbanos percápita. Ninguna de la ciudades o zonas urbanas principales del país tiene datos específicos confiables sobre los volúmenes reales de residuos sólidos generados en sus jurisdicciones. Según la fuente que se consulte, algunos de los valores y porcentajes reportados pueden variar hasta en 100%. Con el propósito de precisar los planes municipales o regionales de manejo de los residuos sólidos urbanos, es indispensable establecer registros adecuados de las cantidades de desechos generadas en domicilios, comercios, instituciones, vías y lugares públicos e industrias. Se recomienda también establecer estudios de composición de los residuos. Ahora bien, para ello es necesario empezar por definir todos los términos usados en el manejo de los residuos sólidos. Respecto de definiciones y terminología formal, cabe señalar que actualmente sólo se dispone de la que hasta 1992 fue la NOM-AA-91. Sin embargo, ese documento deja mucho que desear y está plagado de errores e inconsistencias. Por ello, es urgente establecer definiciones precisas de todos los conceptos relacionados con el amplio campo de los residuos sólidos. Para cuantificar los volúmenes de residuos que llegan diariamente a los tiraderos y rellenos sanitarios, con el propósito entre otras consideraciones, de planificar la evolución y requerimientos de nuevos espacios para disposición futura, los municipios deben efectuar análisis y encuestas profundas y recurrir a datos fidedignos de censos en industrias, empresas e instituciones. Se recomienda que los municipios emitan ordenanzas requiriendo a la industria para que someta informes periódicos, indicando las cantidades y la composición de los residuos sólidos que genera y que desecha, independientemente de cual sea el método de disposición final de los mismos. La reglamentación debe considerar la aplicación de multas en caso de incumplimiento en la entrega a tiempo de los informes mencionados. Este requerimiento debe incluir también a aquellas empresas que operen sus propios confinamientos de residuos industriales, es decir, los rellenos conocidos mundialmente como de clase III. Lineamientos generales sobre el manejo de los residuos sólidos En México, la administración de la recolección, el transporte y la disposición final de los residuos sólidos, en sus respectivas jurisdicciones, es responsabilidad de los municipios. Esto proviene de un mandato constitucional y responde a una política de los tres niveles de gobierno, que buscan: * proteger la salud pública y el bienestar social; * prevenir la contaminación del agua y el aire; * prevenir la propagación de enfermedades y el desarrollo de plagas; * conservar los recursos naturales; * realzar la belleza y la calidad del medio ambiente. Los municipios, con apoyo de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), a través del Instituto Nacional de Ecología (INE) deberán desarrollar planes de acción para contar con adecuados sistemas de gestión de los residuos sólidos urbanos. La SEMARNAP debe fomentar el establecimiento de distritos regionales o zonas metropolitanas conurbadas de planificación, para propósitos de la gestión de los residuos sólidos urbanos, de manera que todo el territorio nacional quede cubierto por planes de manejo de dichos residuos, en los que se detallen los niveles de responsabilidad municipal, regional, estatal y federal. Se sugiere fijar un Código Nacional de Gestión Integral de los Residuos Sólidos, que norme la implantación de los correspondientes planes de acción. Dicho código debe incluir los estándares más modernos de diseño, ingeniería y operación de los rellenos sanitarios, los cuales representan el método primario de disposición final de los residuos sólidos en el país. Respetando la soberanía de los municipios, todo tipo de asistencia técnica y financiera que pueda ofrecer el gobierno federal en materia de gestión de residuos sólidos urbanos (RSU), deberá estar condicionada a la existencia de planes y programas de gestión enmarcados por el Código propuesto. Comisiones regionales de gestión de los residuos sólidos urbanos El testimonio recabado de funcionarios gubernamentales de diversos niveles, de industriales y comerciantes, así como de ciudadanos en diversos países del mundo, es unánime en cuanto a que los gobiernos municipales, actuando de manera independiente, no pueden solventar más o administrar apropiadamente la recolección, el transporte y la disposición de los RSU. Consecuentemente, las ciudades y los municipios están dándose cuenta de las ventajas de trabajar de manera cooperativa, en un nivel regional o distrital. En municipios conurbados, como es el caso de las zona metropolitanas de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey(ZMCM,ZMG y ZMM) es indispensable que el diseño y la implantación de planes de gestión de residuos se lleve a cabo obligatoriamente con un enfoque regional y con la participación de todas las municipalidades involucradas. En el caso de la ZMCM se trata de cerca de 40 delegaciones y municipios. Para ello, es necesario contar con eficientes sistemas de gestión de los residuos sólidos, que apoyen un desarrollo y crecimiento económica y ecológicamente sostenible. Se recomienda establecer comisiones regionales, o de las zonas conurbadas, que participen en la planificación y supervisión de la ejecución de los procesos acordados, para la gestión eficaz de los desechos sólidos urbanos. Se sugiere que en cada región, distrito o zona conurbada, se integre una comisión, equivalente a la Comisión Metropolitana para la Protección del Medio Ambiente del Valle de México, pero con la responsabilidad y la autoridad necesarias para recabar información, analizar y evaluar la problemática, planificar las necesidades del distrito o región en materia de residuos sólidos, así como para otorgar y cancelar permisos y concesiones sobre los diversos servicios que pueden ofrecerse a las comunidades que representa, en materia de recolección, transporte, selección, valorización, incineración y disposición final de los RSU. Las comisiones regionales o distritales deberán estar integradas por representantes gubernamentales federales, estatales y de cada delegación o municipio del distrito, así como por representantes de la industria y comercio locales, de sindicatos o uniones de trabajadores relacionados con la recolección, transporte, selección, acopio, acondicionamiento y venta de materiales secundarios y de representantes de organismos no gubernamentales interesados en esta problemática. Sistema de gestión integral de los residuos sólidos urbanos El análisis de la problemática del manejo de los RSU conduce a la recomendación de promover el establecimiento de sistemas de gestión integral de los residuos sólidos urbanos, en zonas con más de 100,000 habitantes. Los sistemas de gestión integral constan de una gran variedad de elementos, acciones y prácticas administrativas, que se complementan entre sí y que permiten manejar con seguridad y eficiencia los diversos flujos que componen los residuos sólidos urbanos. Un sistema de gestión integral debe, también, provocar un impacto negativo mínimo sobre la salud humana y el medio ambiente, así como promover la valorización de una parte significativa de los residuos. De conformidad con prácticas internacionales actuales, se considera que un sistema de gestión integral de los RSU debe incluir algunas o todas las componentes y planes siguientes: * Reducción en la fuente. * Reutilización de productos y de envases. * Reciclaje de materiales (incluyendo la biodegradación controlada de materiales orgánicos). * Recuperación de energía mediante incineración y/o recuperación de componentes básicos mediante pirólisis. * Disposición final en rellenos sanitarios y confinamientos controlados. Los elementos anteriores no son suficientes para administrar de manera efectiva y total el flujo de residuos urbanos; es necesario contar también con mecanismos adicionales para lograr un sistema completo de gestión integral de los residuos sólidos,tales como: * Una estructura administrativa para la gestión de los residuos sólidos, capaz de promover e implantar planes regionales de gestión integral de los residuos y de supervisar el funcionamiento del sistema. * Conocimiento preciso de la cantidad e identidad de los residuos generados en la zona correspondiente, incluyendo residuos industriales y desechos peligrosos. * Planes y fuentes de financiamiento, convenios de asistencia y cooperación técnica y presupuesto operativo apropiado. * Planes de acción agresivos para la implantación de las diversas componentes de un sistema de gestión integral de los RSU, incluyendo programas de educación para la niñez, * * * * * de motivación para la ciudadanía y de incentivación para las empresas e instituciones. Programas de reducción en la fuente y de valorización de los residuos, tanto urbanos como industriales. Métodos apropiados de recolección, transporte y selección de los RSU. Capacidad adecuada para la disposición final (incluyendo la incineración con recuperación de energía y rellenos sanitarios apropiados). Planes para la clausura, limpieza y control de los actuales tiraderos a cielo abierto. Legislación apropiada para la implantación de las acciones y programas anteriores. Es importante tener presente que, aunque el reciclaje y la disposición final son dos de los más importantes elementos de la gestión de los residuos sólidos, por sí solos no bastan, por lo que deben complementarse con todos los demás elementos, para formar un sistema completo o integral. Los sistemas modernos de gestión de los residuos sólidos requieren inversiones considerables en infraestructura (construcciones, equipos de transporte y compactación, instalaciones de procesamiento, medidas para controlar la contaminación, etc.) en los aspectos referentes a manejo, selección, incineración y disposición en relleno sanitario. En el aspecto de la valorización de los residuos (principalmente reciclaje y compostaje), también es necesario efectuar inversiones sustanciales en mecanismos de recolección selectiva, centros de acopio, centros de recuperación de materiales y centros de procesamiento y comercialización de los subproductos. Un sistema de gestión integral de los residuos sólidos, que esté mal planificado y operado, puede resultar con costos varias veces mayores que los de un sistema bien planeado y administrado. Desincorporación de los servicios de limpia y saneamiento Una de las áreas que son potencialmente más lucrativas en el manejo y la disposición de los desechos sólidos urbanos, es el transporte de los mismos. Muchos municipios en México han mostrado ser incapaces de generar ingresos adecuados por esta actividad; más bien, dichos "servicios" se han convertido en impresionantes y costosísimos centros de gasto, de ineficiencia y de corrupción. Se recomienda por ello que la recolección, transporte y disposición de los RSU dejen de ser operados directamente por las municipalidades y que éstas y/o las comisiones regionales, promuevan la privatización de dichos servicios. De representar hasta un 50% del gasto presupuestal en algunos municipios, la gestión privada de los RSU puede revertirse a una situación de ingresos netos para los ayuntamientos. Corresponde a la SEMARNAP, a las secretarías estatales de ecología y a las direcciones de saneamiento municipales, mediante una normalización técnica apropiada, fijar los estándares básicos mínimos necesarios para los procesos de licitación, otorgamiento de concesiones y licencias, supervisión y, en general, privatización de los servicios de gestión de los RSU. Enseñanza y motivación de la población Se ha encontrado que un aspecto crítico en la implantación exitosa de sistemas de gestión integral de los RSU, es educar al público en general sobre el manejo responsable de los desechos sólidos. El proceso debe empezar desde los primeros años escolares y estar diseñado para llegar a personas de cualquier edad, así como a todos los sectores económicos de la sociedad. Se sugiere que la Secretaría de Educación Pública (SEP), en su calidad de órgano rector de la educación básica en el país, además de los actuales requisitos que ya ha emitido sobre estudios de la Naturaleza en los niveles elementales de la enseñanza, especialmente sobre conservación de recursos naturales y problemas que afectan la calidad del medio ambiente, establezca nuevos requisitos para que, tanto maestros como estudiantes, tomen cursos sobre la problemática y el impacto ambiental de la generación y el manejo de los residuos sólidos. Hay una gran necesidad de materiales impresos, de libros de texto, de guías para instructores, de productos audiovisuales y de programas de televisión eficaces sobre educación, divulgación y capacitación en materia de gestión de los desechos sólidos. Se recomienda que la SEP, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos naturales y Pesca (SEMARNAP) promuevan la producción y distribución de materiales educativos e informativos como los señalados. Muy especialmente, se considera urgente la producción y uso de libros de texto gratuitos sobre esta temática, para todos los niveles de la enseñanza preescolar, básica y secundaria. Se recomienda que las instituciones anteriores establezcan fondos especiales para financiar estudios e investigaciones, desarrollo de materiales educativos y cursos de capacitación y adiestramiento respecto de las diversas componentes de la gestión integral de los RSU. Se propone que las municipalidades diseñen y ejecuten campañas educativas públicas, que contengan mensajes muy simples, concisos y orientados hacia diversos aspectos de la problemática del manejo de los residuos sólidos. Los planes de gestión de los RSU deberán incluir capítulos referentes a la educación, señalando estrategias para dar información sobre los residuos y la valorización de los mismos. No deberá aprobarse ningún plan de gestión de residuos que no incluya un programa educativo. Es necesario recalcar que los programas o acciones que se recomiendan, sólo tendrán trascendencia si el público está bien informado sobre dichos asuntos. El ciudadano común no estará dispuesto a realizar los sacrificios necesarios para la eficaz implantación de programas de valorización de residuos sólidos, a menos que se le eduque adecuadamente. Por lo tanto, se recomienda que la SEMARNAP establezca una dirección formal, con el personal y presupuesto suficientes, para desarrollar un programa educativo sobre residuos sólidos, que permita lograr dichos objetivos e implantar las acciones señaladas. 2. Consideraciones relativas a la gestión integral de los RSU Reducción en la fuente Se recomienda que la SECOFI y la SEMARNAP promuevan ante los organismos cúpula de la industria el que las industrias manufactureras implanten medidas de conservación tendientes a reducir el monto y el tipo de residuos tanto peligrosos como normales de sus operaciones. Debe alentarse a la industria para que considere formalmente, durante los procesos de diseño y manufactura de sus productos, las componentes de la reducción en la fuente, es decir, implantación de tecnologías limpias, disminución del exceso de materiales de envasado, eliminación del uso de componentes tóxicos en sus productos, así como consideración de los requerimientos técnicos para la valorización de los residuos y requisitos de la disposición final. Al término de este trabajo se analiza con mayor profundidad el elemento de gestión denominado reducción en la fuente. Reciclaje En todo acto legislativo o reglamentario relacionado con los RSU, a nivel federal, estatal o municipal, deberá señalarse explícitamente que la política de los gobiernos correspondientes es alentar y promover la valorización de los residuos, con el propósito de conservar los recursos naturales, disminuir los consumos de energía, preservar los espacios dedicados a rellenos sanitarios y reducir la contaminación ambiental. La SEMARNAP deberá contar con un área especializada que, además del señalamiento anterior sobre educación ambiental, le permita promover y coordinar esfuerzos en pro del reciclaje y ofrecer asistencia técnica y financiera a estados, municipios y comisiones regionales, en sus programas específicos de valorización de los residuos sólidos. Todo programa de reciclaje tiene un costo y, como es bien sabido, el potencial del reciclaje está limitado más por la economía que por la tecnología. Cualquier programa que se inicie con la expectativa de generar utilidades, estará destinado al fracaso. Es necesario que las autoridades municipales estén conscientes de que el reciclaje es una herramienta administrativa y no una empresa lucrativa. Esto es válido tanto para programas de valorización de residuos inorgánicos reciclables como para la producción de metano y/o composta a partir de residuos orgánicos. Se recomienda establecer un fondo, administrado por la SEMARNAP y el CONACYT, para fomentar tanto la investigación aplicada como la inversión por parte de la pequeña y la micro industria en cuestiones relativas al reciclaje de los RSU. Se sugieren las siguientes cinco categorías en las que el fondo podría otorgar subvenciones: * planeación sobre gestión integral de los RSU; * equipamiento para plantas de recuperación de recursos, reciclaje y compostaje; * desarrollo de mercados de subproductos reciclables de los RSU; * concientización pública, capacitación y enseñanza relacionada con los residuos sólidos; * centros de acopio poblacionales y estaciones de transferencia en las que se seleccionen materiales reciclables. El reciclaje es una componente crítica de cualquier sistema de gestión integral de los RSU. Es una herramienta que, cuando se utiliza conjuntamente con otros instrumentos de la gestión de los residuos, contribuye de manera importante a la eficiencia operativa del sistema total. Es necesario que aquellas comunidades que estén considerando implantar sistemas integrales de gestión de los RSU, incluyan el reciclaje como uno de los pilares fundamentales de su proceso de planeación. La identificación y el fomento de los mercados de subproductos, así como una estrecha colaboración con la industria y el comercio durante el proceso de planificación, son acciones vitales para el logro de un programa exitoso. La selección en la fuente de los subproductos reciclables de los residuos sólidos, es la mejor manera de producir materiales recuperables con la máxima calidad posible, lo cual se traduce en un mejor retorno financiero del proceso de reciclaje. Los programas de reciclaje de residuos domiciliares son muy importantes, aunque no deben olvidarse las fuentes institucionales ni las industriales. Se considera que la selección obligatoria de los materiales reciclables, a nivel domiciliario e institucional, es una acción esencial para el éxito de cualquier programa de reciclaje. Leyes, reglamentos u ordenanzas que requieran, en el corto plazo, la separación en el hogar o la empresa, pudieran representar un choque cultural para muchos, por lo que se sugiere que los organismos gubernamentales tomen el liderazgo y sirvan de ejemplo. Se recomienda que, a corto plazo, todas las dependencias de los gobiernos federal, estatales y municipales, así como aque-llas instituciones que reciban subsidios públicos, como empresas paraestatales, universidades, escuelas públicas, etc., establezcan forzosamente programas de selección en la fuente y de reciclaje, para determinados productos y materiales de consumo, especialmente el papel y el cartón desechado. La SEMARNAP debe preparar planes y programas básicos para su adopción y adaptación por parte de las demás dependencias públicas. El reciclaje sólo se da cuando los materiales seleccionados son usados por una industria para manufacturar un producto nuevo que será utilizado por otras industrias y/o por los consumidores. Es importante que los funcionarios encargados de la gestión de los residuos sólidos aprendan a comercializar los materiales seleccionados, si se desea que el reciclaje tenga éxito. De hecho, la existencia de mercados establecidos y duraderos es crítica, puesto que el flujo diario de desechos sólidos continuará llegando, independientemente de las condiciones del mercado. Las autoridades municipales deben trabajar estrechamente con la industria en la planeación y el establecimiento de sistemas de gestión integral de los residuos, que incluyan el reciclaje. Las costumbres consumistas, así como las políticas de compra del sector público, han favorecido tradicionalmente el uso de materiales vírgenes, excluyendo a los materiales recuperados. Las fuerzas del mercado no son suficientes para contrarrestar estas tradiciones, ni la crisis de falta de espacios para la disposición, ni los cambios que deben darse en la sociedad. Al presente, prácticamente no existen incentivos para que la industria manufacturera utilice subproductos de los RSU. Para que un programa de reciclaje tenga éxito es necesario, entre otros factores, que la utilización de materiales recuperados se vuelva lucrativa para las empresas industriales. Una manera de promover ésto es mediante la oferta de créditos, de financiamientos con baja tasa de interés o de exenciones parciales de impuestos. Actualmente el gobierno federal está aplicando instrumentos económicos para incentivar a diversos sectores industriales en las direcciones deseadas; por lo que se sugiere que, preferentemente, se aplique el enfoque de instrumentos económicos al caso de los RSU, sobre el de mecanismos regulatorios de comando y control. Desafortunadamente, se desconoce cuantas industrias existen actualmente que usen o sean capaces de usar materiales recuperados en sus procesos de manufactura. No existe un esfuerzo concertado para reclutar nuevas industrias o para estimular a las existentes a que urilicen materiales reciclables. Se recomienda que la SEMARNAP apoye a autoridades municipales que lo soliciten, en la realización de estudios sobre qué tipos deempresas, y cuántas son, que pueden utilizar materiales recuperados. El comprometer a nuevas industrias en la utilización constructiva de los subproductos de los RSU, es un aspecto crítico para el éxito de progrmas de reciclaje. Las dependencias gubernamentales, federales estatales y municipales deberían tomar el liderazgo en la demanda de productos que contengan materiales reciclados postconsumidor, mediante el establecimiento de políticas programas apropiados de adquisiciones. Estos progrmas deben diseñarse para otorgar un tratamiento preferencial automático a bienes que contengan materiales reciclados postconsumidor. La SEMARNAP debería preparar especificaciones y normas genéricas que sirvan de guía para los planes de proveeduría de las demás dependencias gubernamentales. Elementos de un programa municipal de reciclaje Se recomienda que las municipalidades, con el apoyo de la SEMARNAP, adopten programas formales de promoción del reciclaje que incluyan los siguientes elementos: * Selección: Para que se lleve a cabo la separación domiciliar de los residuos sólidos, se requiere otorgar facilidades a los habitantes, así como educarlos respecto del reciclaje. Existen varias opciones para la selección en los hogares, debiendo escogerse aquella que mejor se adapte a las condiciones demográficas de la zona, así como a los sistemas existentes de recolección y transporte. * Recolección: Le recolección selectiva directa en hogares requiere de altas tasas de participación , así como de inversiones costosas en camiones especiales. La recolección en centros de acopio puede tener mejores resultados cuando se paga por los materiales que ahí son llevados, que cuando es de tipo voluntario. Éstos últimos también representan altos costos en personal y no siempre dan el resultado esperado. * Centros pòblacionales de acopio: Los gobiernos poblacionales así como los organismos no gubernamentales, empresas privadas o aun asociaciones de vecinos, pueden operar centros poblacionales de acopio, en donde se reciban voluntariamente o se pague por los residuos seleccionados. * Centros regionales de procesamiento: Un centro de procesamiento es un lugar donde los materiales reciclables son seleccionados y preparados para ser embarcados a empresas intermediarias o directamente a industrias manufactureras para la fabricación de nuevos productos. Se recomienda establecer distritos operativos que cuenten con al menos un centro regional de procesamiento. Estos centros están alimentados tanto en forma directa como por los centros de acopio poblacionales establecidos en las diversas colonias de las municipalidades. Estos centros de procesamiento de los subproductos, utilizando mano de obra barata y equipos de compactación,densificación y molienda de bajo costo, pueden ser operados por cooperativas de trabajadores (por ejemplo, ex-pepenadores). Los centros que reciban mayores cantidades de subproductos podrán utilizar sistemas semiautomáticos de procesamiento. Estos centros deben recibir sus insumos de los centros poblacionales o directamente. Conviene que estén localizados cerca de estaciones de transferencia o de rellenos sanitarios. * Centros regionales de comercialización: La función primordial de estos centros es la de vender los residuos que llegan a los centros regionales de procesamiento, entre los compradores de la región. Los gobiernos municipales deben promover el establecimiento de centros en donde no existan instalaciones que operen ya como negocios particulares. Los centros poblacionales de acopio, así como las `plantas de selección y recuperación de materiales, pueden contar con oficinas de intermediación para la venta. Los intermediarios juegan la función importante de precisar las normas de calidad y los tipos de materiales aceptables para el reciclaje. * Dirección de promoción de mercados: Todo gobierno municipal que fomente el establecimiento de programas de reciclaje de residuos domiciliares, debe contar con un área operativa dedicada al desarrollo de mercados de residuos no industriales postconsumidor. La función básica del responsable de esta área debe ser la búsqueda y el establecimiento de mercados estables a largo plazo para los subproductos reciclables de los RSU. El área, probablemente a nivel de dirección general, debe actuar también como un centro de información sobre estos mercados y sobre las necesidades específicas de las industrias. Debe también preparar y difundir directorios de empresas dedicadas al reciclaje de los materiales recuperados y fungir como intermediario para poner en contacto a ofertantes y demandantes de materiales reciclables. * Desarrollo de mercados industriales: La recuperación de materiales para ser usadosen nuevos productos es una de las empresas con amplio margen de oportunidad de negocio en la presente década. La industria existente debe también , dentro de lo posible, convertirse al uso de insumos provenientes de materiales reciclados. * Consumidores: Los consumidores representan el eslabón crítico entre la industria del reciclaje y la adquisición y uso de los productos reciclados. La SEMARNAP y los gobiernos municipales deben divulgar información que motive a los consumidores a la adquisición de productos con contenido de materiales reciclados. Los gobiernos, siendo los principales consumidores de bienes y servicios, deben tomar el liderazgo en la adquisición de productos con materiales reciclados. Transporte y transferencia de los residuos Las diversas autoridades municipales deben establecer sistemas de control adecuados para la operación de estaciones de transferencia de los RSM. Una estación de transferencia, si está bien diseñada, construida y administrada, no debe presentar riesgo alguno para la salud humana ni para el medio ambiente. En el caso de que se otorguen concesiones a empresas privadas para la recolección, el transporte y la disposición final de los RSU, la autoridad municipal debe proveer la reglamentación necesaria para el diseño y operación de los varios tamños y clasificaciones de las estaciones de transferencia de residuos y de rellenos sanitarios, así como otorgar conforme a ellos los permisos de operación correspondientes. Recuperación de recursos (energía y componentes) como estrategia de gestión Las plantas de recuperación de recursos que queman basura para producir electricidad o vapor, están volviéndose populares en países industrializados a medida que a más y a más comunidades se les acaba el espacio para rellenos sanitarios. Un sistema de recuperación de recursos que cada día adquiere más popularidads es la gasificación de ciertos componentes de los RSU, en reactor cerrado, a alta temperatura y ausencia de oxígeno. El proceso se denomina pirólisis y no contamina (no tiene chimenea). Es especialmente apto para procesar residuos de plástico, llantas viejas y otros materiales orgánicos con bajo contenido de agua. Los productos resultantes de la pirólisis son hidrcarburos ligeros, que pueden usarse como combustible limpio en plantas de co-generación de electricidad. El principal problema al que se enfrenta la instalación de una planta de recuperación de recursos es el rechazo, generalmente irracional, de los vecinos del lugar donde se planea ubicar la planta. Los sistemas modernos disponibles, cuando son diseñados, construidos y operados adecuadamente no presentan riesgos para la salud ni para el medio ambiente y, en cambio, representan sistemas de generación de energía eléctrica y de reducción del volúmen de los RSU hasta llevarlos a un 10% de su volúmen original. Las cenizas resultantes de la incineración en una planta de recuperación de energía deben ser dispuestas en un confinamiento apropiado. Al igual que para el caso de los rellenos sanitarios, se recomienda que la SEMARNAP promueva el desarrollo de legislación y de normas ecológicas referentes a la ubicación , preparación del terreno, diseño, construcción y operación de plantas de recuperación de recursos así como de los rellenos sanitarios apropiados, o celdas especiales, para el confinamiento final de las cenizas resultantes de la incineración. La SEMARNAP deberá también establecer programas de capacitación y certificación de operadores de plantas de recuperación de recursos. Rellenos sanitarios El relleno sanitario es el elemento básico para la disposición de los RSU en México. La principal razón para ello es que los tiraderos y los rellenos han ofrecido tradicionalmente a los municipios la opción más fácil y barata para la disposición final de la basura. Los rellenos sanitarios son, y continuarán siendo, un método necesario para la disposiciñón en México. Entre los factores que deben considerarse prioritariamente para la definición de nuevas ubicaciones de rellenos sanitarios, están los criterios de diseño, de ingeniería, legales, reglamentarios de impacto ambiental, así como los políticos y de índole económica. La SEMARNAP debe promover el desarrollo de legislación y actualización de normas ecológicas referentes a ubicación, diseño, preparación del terreno, operación y control de los rellenos sanitarios para residuos sólidos de tipo municipal, industrial y voluminoso no tóxico (clases I, II, III y IV) en todo el país. Los rellenos existentes, así como los nuevos que se autoricen, deberán contar con sistemas de impermeabilización , rígidos controles para el monitoreo de las aguas subterráneas y sistemas de capacitación de los lixiviados generados y del biogás (metano y CO2) producido. Es responsabilidad de cada comisión regional o municipio el controlar la estricta y eficaz operación de los rellenos sanitarios. Deben continuarse firmemente los progrmas de reubicación de pepenadores fuera de tiraderos y rellenos sanitarios. Siguiendo variantes locales de los casos de Ciudad Juárez y del Distrito Federal, se recomienda promover la organización de estos trabajadores marginados en empresas relacionadas con la operación de conseciones de selección, transporte, recuperación y procesamiento de recursos reciclables. Además de dar a dichas personas mejores estándares de vida, se logrará integrarlos a la sociedad y mejorar la gestión de los RSM en beneficio de toda la población. Los rellenos sanitarios deben diseñarse y constituirse para una capacidad mínima de 5 años y máxima de 30 años. Esta capacidad debe ser identificada y aprobada por las comisiones regionales de cada distrito. Con el propósito de incrementar la vida útil, así como mejorar la eficiencia de administración de rellenos sanitarios para RSU de clase I y II, se sugiere prohibir que a ellos lleguen los siguientes tipos de desechos: * residuos orgánicos de alimentos y de jardinería, los cuales deben convertirse en metano y/o composta, * residuos industriales no tóxicos y cenizas de incineradores, los cuales deben confinarse en rellenos de clase III; * residuos voluminosos, como cascajo, materiales de construcción y demolición, chatarra de máquinaria y autos viejos, los cuales deben ser eliminados en rellenos de clase IV o reindustrializados; * residuos tóxicos, peligrosos y hospitalarios, los cuales requieren de sistemas propios para su disposición. Adicionalmente, debe reglamentarse, la prohibición de que en los RSU se incluyan flujos de desechos como los siguientes: * acumuladores y baterías de plomo y ácido; * aceite de motores e industrial, quemado; * equipos eléctricos y electrónicos, aparatos electrodomésticos, transformadores; * residuos de galvano-plastia; * desechos domiciliares peligrosos (como pilas, solventes, pinturas, fertilizantes fosfatados), * tubos fluorescentes (por su contenido de mercurio); * desechos de productos y envases que contengan cloro. El espacio para rellenos sanitarios es un recurso muy valioso, ya que en un futuro no muy lejano, la mayoría de las grandes zonas urbanas empezará a sufrir escasez de este tipo de sitios. Cada municipio y/o comisión regional debe velar por proteger la existencia de espacios para la ubicación de rellenos sanitarios, en vista de los costos tan elevados que tiene la alternativa tecnológica utilizada en otras partes del mundo: los incineradores de residuos sólidos. A pesar de que puedan estar bien diseñados y construidos, los rellenos sanitarios mal operados pueden provocar impactos importantes para la salud humana y para el medio ambiente en general (suelo, agua y aire). Se recomienda que la SEMARNAP actualice continuamente las normas ecológicas para el funcionamiento de estos sistemas de disposición de residuos. En particular, es necesario establecer programas de capacitación y certificación para operadores de los rellenos sanitarios. Deben considerarse como operadores de relleno sanitario a aquellas personas que, durante el desempeño de su trabajo ejercen juicios que directa o indirectamente pueden afectar la correcta operación de un relleno sanitario. El operador no es un funcionario responsable de una supervisión administrativa, sino más bien quien maneja los equipos y maquinaria propios del sistema. 3. Manejo de los residuos sólidos Como introducción a la parte final de este trabajo, analicemos la problemática del manejo de los RSU desde dos enfoques principales: el de los residuos en envase y embalaje, que son una componente significativa, además de la de mayor visibilidad y obicuidad de los RSU y desde el del Distrito Federal, por ser la entidad federativa con mayor nivel de complejidad en la problemática que nos ocupa. * Así como el Distrito Federal es una de las zonas urbanas más grandes del mundo, igualmente la generación total de RSU,-y en cierta medida también la generación pér capitaen esta urbe son de las más grandes del mundo. * La problemática de la gestión de los RSU (de los cuales aproximadamente 22% en peso son residuos de envases) es compleja e involucra intereses de muchos y muy variados grupos. Los problemas tenderán a agravarse, a menos que se tomen medidas apropiadas. * La "pepena urbana", llevada a cabo principalmente por * * * * * * * * empleados de servicio de limpia y por los "voluntarios" que colaboran con los choferes de los camiones de recolección, es una actividad informal que, entre otros problemas, conduce a costos elevados injustificados para el Distrito Federal. Los más de 400 "centros de acopio" que hay en el D.F. y que adquieren los residuos reciclables de los camiones de recolección, también operan de modo informal, aunque han empezado a establecer convenios con la Secretaría de Hacienda para fijar mecanismos de autofacturación y pago de impuestos. El arranque reciente de dos plantas de selección de residuos (agosto 1994) y próximo de otra planta más, está contribuyendo a mejorar las condiciones de vida de alkgunas de las aproximadamente 6,000 personas marginadas que viven de la "pepena en tiradero". Hasta antes de la entrada en operación de las plantas de selección, la recuperación de subproductos de los RSM se estimaba en 3% a 4% de la recolección durante la pepena urbana y otro 3% a 4% durante la pepena en dos de los tres sitios de disposición final (sólo Prados de la Montaña y Santa Catarina). Cuando las 3 plantas de selección operen a plena capacidad (fines de 1995), se separará una cantidad equivalente al 40% del total de los subproducos reciclables de los RSU, pues las plantas están diseñadas para recuperar hasta 13% de los insumos, es decir, 600 ton/día de las 4,500 ton/día que ingresanrán. Al presente y en el futuro inmediato, las plantas servirán para mejorar las condiciones de vida de los pepenadores y para poder cerrar (sin complicaciones socio-políticas) los tiraderos de Prados de la Montaña y de Santa Catarina. Se requiere incrementar la capacidad de todas las plantas y/o construir otras para lograr un incremento en la cantidad de materiales reciclables recuperados. Una vez que se hayan separado los subprouctos reciclables, el rechazo total de las tres plantas de selección (3,900 ton/día) constará de aproximadamente 70% de material orgánico biodegradable (más de 3,100 ton/día) y de 30% de otros residuos (de los cuales casi la mitad aún podría reciclarse). Por ahora, este rechazo final está destinado al entierro en el relleno sanitario de Bordo Poniente. La parte orgánica del rechazo podría aún aprovecharse en los propios terrenos de Bordo Poniente o en las cercanías de cada planta de selección . Después de una molienda y un segundo proceso de selección, de tipo mecánico y usando separadores tipo Trommel, podría establecerse un sistema de compostaje, en camellones a cielo abierto, que permitiría producir del orden de 1,000 ton/día de composta de alta calidad (esto sólo con el rechazo de las tres plantas). Bajo estimación de que 60% de los RSU del Distrito Federal son de tipo biodegradable (aproximadamente 6,480 ton/día) y que, en términos generales, la transformación en composta se efectúa en una proporción de 3 a 1 (insumo a producto final), podría considerarse que existe un potencial de producción de más de 2,000 toneladas diarias de composta. * En terrenos contiguos a los del relleno del Bordo Poniente, se encuentra la planta de tratamiento de aguas negras del área del Lago de Texcoco, por lo que pudiera ser factible instalar sisitemas de los denominados de co-compostaje y/o co-biometanización, procesando la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos junto con los lodos residuales de la planta de tratamiento del agua. Los residuos de envases La problemática ambiental más importante de los residuos de los envases, en el contexto de los residuos sólidos urbanos, es la siguiente: * Ser una componente importante de la basura dispersa en vías y lugares públicos. * Impacto visual (rechazo, asco) y contribución tanto a la contaminación del ambiente como a riesgos para la salud humana, por los residuos de alimentos, bebidas o productos peligrosos que pueden contener, cuando los envases usados son dispuestos en vías y lugares públicos, en tiraderos clandestinos, en barrancas y/o en el sistema de drenaje de las ciudades. * La mezcla de residuos de envases con el resto de la basura desvaloriza y vuelve más complejo cualquier posible aprovechamiento de dichos subproductos. Por ejemplo, en el caso de las plantas de selección de residuos en el Distrito Federal, el 70% del papel y el cartón que se recibe está mojado y sucio, por lo que debe enviarse al relleno con el resto de los materiales de rechazo. * Desperdicio de una fuente de recursos y de creación de empleos para la industria y las autoridades municipales, por el potencial que tienen algunos residuos de envases para el reciclaje, compostaje y/o recuperación de la energía contenida en dichos residuos. * Costo presupuestal elevado en el manejo de los RSU, por la ineficiencia de los servicios municipales de recolección , procesamiento, y disposición final. * Costo político y social elevado, por el informal y monpólico manejo tradicional de la basura, que incluye "pepena urbana" en los camiones de recolección y grupos de pepenadores en sitios de disposición. La exposición directa a los residuos produce problemas dermatológicos, respiratorios y gastrointestinales en todas estas personas. * Existencia de situaciones de pobreza extrema y marginación social, en miles de familias en todo el país , que no cuentan con las condiciones de dignidad humana, higiene, vestido, hogar, agua corriente, desagüe, clínicas, etc. de pepenadores más elementales alimentación, escuelas, Se ha demostrado que es técnicamente factible, económicamente viable y ambientalmente viable y ambientalmente deseable establecer un enfoque de gestión integral para los RSU, destacando la jerarquía de los elementos del sistema. En particular, se ha demostrado también que la reducción en la fuente puede contribuir con más del 50% del efecto positivo de la jerarquía y que la valoración de los residuos es definitivamente el segundo mejor método de gestión de los residuos, además de que se traduce en importantes beneficios para las fases de la producción y distribución en el ciclo de vida de los envases. 4. Política de minimización de residuos Bajo las consideraciones anteriores, se estima que la principal política que debe implantarse en relación con el impacto ambiental de los RSU, está directamente relacionada con la minimización de los residuos y del impacto ambiental de los envases y embalajes. a) La reducción en la fuente de envases y de residuos de envases debe convertirse en una avctividad prioritaria de la industria y el comercio de los alimentos, bebidas, medicamentos y productos químicos, principalmente. La reducción en la fuente debe implantarse con la participación de los proveedores de materias primas, fabricantes y convertidores de envases, diseñadores de envases, proveedores de equipos dellenado y empacado, así como proveedores de materiales y accesorios de envasado. La reducción en la fuente puede lograrse, entre otros, de los siguientes modos: * eliminación total de un envase o un material, * eliminación o reducción de componentes pesados o excesivos de los envases, * eliminación o reducción hasta niveles aceptables, de componentes tóxicos y peligrosos en los envases. De manera más específica, los programas industriales de reducción en la fuente deben incluir algunas de las siguientes acciones: * sustituir las tintas a base de metales pesados y solventes químicos que se usan actualmente, en la impresión de etiquetas y en el decorado de envases, por tintas a base de soya y solubles en agua, * aligerar los envases mediante reducción del espesor de las paredes, * sustituir los materiales pesados actuales, por materiales más ligeros, * utilizar envases a base de materiales complejos (por ejemplo, laminaciones o coextrusiones), que requieren menores cantidades de materias primas, * rediseñar envases con auxilio de sistemas computarizados tipo CAD, para optimizar el uso de materiales, * promover el uso de presentaciones grandes entre los consumidores, con el fin de reducir la razón envase/producto, * ofrecer productos institucionales y para el consumidor en formas concentradas y/o en presentaciones rellenables en el hogar o institución. b)Los residuos de envases (RE) representan el 22%de los residuos sólidos urbanos y únicamente el 2.5% del total de residuos sólidos generados diariamente en el país. La composición porcentual estimada en los RSU (para el caso del Distrito Federal) es la siguiente: * * * * * residuos residuos residuos residuos residuos de la minería e industria extractivas:64.32% de la industria de transformación:5.44% sólidos urbanos:11.47% agro-industriales:6.00% peligrosos:2.76% La composición porcentual estimada de los RSU (para el caso del Distrito Federal) es la siguiente: * * * * residuos de envases: 22% residuos de materiales inorgánicos reciclables: 16% residuos de materiales orgánicos biodegradables: 47% residuos de otros materiales no aprovechables (actualmente): 15% De conformidad con lo anterior, antes de reglamentar la generación y disposición de envases usados y residuos de envases, se recomienda llevar a cabo las siguientes acciones normativas y operativas: * Es urgente normar y/o reglamentar la minimización de todo tipo de residuos industriales y peligrosos. * Respecto de la minimización de los RSU, debe considerarse como prioritario el evitar que los residuos orgánicos lleguen a disposición final en tiraderos y rellenos sanitarios. Es necesario establecer programas municipales de bio-conversión controlada de este tipo de residuos, que conduzcan a la producción de biogás y/o composta, así como desarrollar los mercadsos de estos productos. * El impacto ambiental generado durante la fase de "producción" del ciclo de vida de los envases (obtención de materias primas, manufactura, llenado y distribución) es aproximadamente 100 veces mayor que el impacto ambiental generado durante la fase de "disposición" de dichos envases (recolección, transporte, transferencia, selección y entierro en tiradero o relleno sanitario). Por ello, debe darse prioridad a la prevención y control de la contaminación ambiental durante la "producción y distribución " de los envases, antes de reglamentar la "disposición" de los mismos. * El "reciclaje a ultranza" no es la solución para lograr la minimización de los RE. Es fundamental considerar la jerarquía de los elementos de un sistema de gestión integral de los RSU, como se ha establecido en otros países. Así, una política sobre minimización de residuos de envase debe basarse en la priorización de los siguientes elementos: 1. Reducción en la fuente de los RE, incluyeno sustitución de los materiales actualmente usados por materiales complejos y/o materiales más ligeros y/o materiales menos tóxicos. 2. Retornabilidad/rellenabilidad de envases, particularmente los envases para bebidas (incluyendo la obligatoriedad de establecer sistemas de depósito y devolución). 3. Reciclaje y/o compostaje de materiales de envase selectos. 4. Recuperación de energía obtenida o de determinados componentes de RE, mediante plantas de incineración, pirólisis y/o plasmólosis. 5. Confinamiento en relleno sanitario del residuo final mínimo, no aprovechable. c) Necesidad de establecer un Pacto para la reducción del impacto ambiental atribuible a los envases y residuos de envase entre los sectores público, privado y social, en el que los principales compromisos se basen en las siguientes consideraciones: * Desarrollo Sostenible. Es el principio fundamental que debe guiar las decisiones relativas a la minimización del impacto ambiental de los envases y los residuos de envase. * Principio Quien Contamina Paga. Es también un lineamiento básico para cualquier política de minimización de impacto ambiental de envases y residuos de envases. * El gobierno federal deberá garantizar que los combustibles producidos por PEMEX, tanto para generación de electricidad (por conducto de la CFE), como industriales y para automotores, resulten en una contaminación mínima de aire, el agua y el suelo. * Las industrias, según cada rama, deberán comprometerse, a la brevedad posible, al uso de "tecnologías limpias" y a la minimización del impacto ambiental de sus actividades, conforme a metas cuantitativas negociadas con el gobierno. En caso de no cumplir con dichas metas, se harán acreedores a reglamentaciones y sanciones proporcionales al impacto amiental generado en el ciclo de vida del envase que producen. * Jerarquía de las cinco erres, como elementos priorizados de los sistemas de gestión integral de los RSU. La Reducción en la fuente, la Reutilización, el Reciclaje * * * * (incluyendo compostaje) y la Recuperación de energía por incineración , para confinar finalmente los últimos desechos en Rellenos sanitarios son, en ese orden, los elementos que deben conformar los programas de acción en los que participen formalmente los sectores público, privado y social. Los diversos niveles gubernamentales (federal, estatal y municipal) deberán garantizar la existencia de la infraestructura necesaria para la recolección (selectiva), manejo, valoración y disposición de los diferentes tipos de residuos sólidos de zonas urbanas. Tutelaje de los envases. La industria de la cadena del envasado debe asumir la responsabilidad sobre sus envases, "desde la cuna hasta la tumba" (todo el ciclo de vida) y/o "desde la cuna hasta la cuna" (incluyendo situaciones de reutilización, reciclaje o recuperación de energía). Debe educarse a los consumidores a apoyar estas medidas y a comprometerse a ello en el pacto antes señalado. Diseño "ambiental" de envases. Se trata de una responsabilidad fundamental de la industria, cuyo cumplimiento contribuirá directamente a alcanzar las metas que se fijen en el pacto. Metas cuantificables de reducción de flujos específicos de residuos que requieran disposición final. Es necesario establecer metas cuantitativas y realistas de cumplimiento de los diversos elementos de la jerarquía de gestión, para cada tipo de envase y/o material. Aplicación de las políticas anteriores a envases importados. Los compromisos del Pacto no deben servir para beneficiar injustamente a envases o materiales para envases importados. * Instituto Nacional de Reciclajes, S.C. Tel: 661-3378, Fax: 661-2819. El potencial de contaminación del agua subterránea Dra. Marisa Mazari Hiriart* Centro de Ecología, UNAM En el siguiente artículo, la autora establece el impacto potencial de contaminación de los acuíferos, así como los procesos de interacción de los contaminantes con el medio. El análisis se enfoca a compuestos orgánicos derivados de procesos industriales, mencionándose los principales efectos en la salud y el ambiente, así como las normas existentes y sus principales lagunas. En un marco de referencia que contempla la situación en otros países, se describe un caso de estudio en la Cuenca de México. (1) El agua subterránea como recurso El agua subterránea es uno de los recursos naturales más importantes. (2) Constituye a nivel mundial una gran proporción del agua utilizada y representa aproximadamente el 20% en México, el 50% en Estados Unidos, cerca del 30% en Canadá y el 70% en Europa. (3,4) En México se aprovechan 340 zonas geohidrológicas, de las que se extraen aproximadamente 30 mil millones de m3 al año, utilizándose 63% para riego, 19% para satisfacer las necesidades de agua de 55 millones de habitantes, 13% para abastecer a la industria y 5% lo aprovecha la población rural.(4) En lo referente a sistemas de agua subterránea ha prevalecido la idea errónea de que los acuíferos se encuentran protegidos de manera natural de las diversas fuentes de contaminación. Sin embargo, a partir de la década de los años setenta se ha registrado, a una tasa alarmante, la presencia de contaminantes de origen industrial, municipal y agrícola en agua subterránea. (5) La producción y el uso de compuestos químicos sintéticos se ha incrementado en forma considerable en lo que va del siglo, en particular a partir de la década de los años cuarenta. (2) Se sabe de la existencia de más de tres millones de compuestos orgánicos y de la fabricación de más de 40 mil en la actualidad. (5) Las fuentes de contaminación que pueden afectar los sistemas de agua subterránea pueden ser "puntuales" y "no puntuales". Se consideran fuentes puntuales a las fábricas, refinerías, tintorerías, gasolineras, aeropuertos, tiraderos de basura, tanques enterrados, así como derrames que suceden al transportar compuestos químicos, entre otras. Como ejemplos de fuentes no puntuales —difusas— se consideran la aplicación de plaguicidas en zonas agrícolas, los canales de drenaje, los sistemas de tuberías para el transporte de hidrocarburos, entre otros. En general se estima que la mayoría de los contaminantes se encuentran en forma líquida y que migran en fase acuosa interactuando a su paso con las partículas del suelo. Es necesario considerar que para algunos compuestos volátiles la migración en forma de vapor es igual o más importante que el desplazamiento en forma líquida. Además existen una gran cantidad de desechos en estado sólido, que al descomponerse e infiltrarse el agua de lluvia a través de ellos, producen lixiviados. La alteración en la calidad del agua extraída de pozos de abastecimiento es una manera de notar el impacto en agua subterránea. Sin embargo, en los pozos de extracción o abastecimiento se diluye el contaminante, por lo que no es la mejor manera de detectar el problema en sus primeras etapas. En otros casos, es posible que el contaminante esté presente, pero en concentraciones menores que el límite de detección y cuando éste se llega a detectar, el problema alcanzó grandes dimensiones. En algunos otros casos aún cuando se elimine la fuente de contaminación, el compuesto queda en el suelo y se libera lentamente, lo cual provoca la formación de una pluma contaminante. (6) Es importante entender la manera como ciertos contaminantes penetran, migran y se dispersan en los sistemas de agua subterránea, en especial, si se tiene en mente que cuando es factible la recuperación de un acuífero contaminado, ésta es extremadamente costosa y representa un proceso de largo plazo. (3) Compuestos orgánicos y sus efectos en la salud De los diversos compuestos químicos encontrados en agua subterránea, los orgánicos representan el mayor riesgo por sus efectos en el ambiente y en la salud humana. Dentro de este grupo de compuestos, los disolventes industriales y los hidrocarburos aromáticos derivados del petróleo son los más comúnmente encontrados en agua subterránea. (6,7) Muchos de los problemas de contaminación ocurren por fugas, derrames y disposición de líquidos orgánicos inmiscibles en la superficie del agua, los cuales se describen como fases líquidas no acuosas —las siglas en inglés corresponden a NAPL. (3,6) Estos fluidos inmiscibles pueden clasificarse en dos categorías: aquellos cuya densidad es mayor que la del agua — DNAPL—, que incluyen los disolventes percloroetileno y tricloroetileno, substancias como creosota, bifenilos policlorados y algunos plaguicidas (8) y aquellos más ligeros que el agua — LNAPL—, que incluyen compuestos como benceno, tolueno, etilbenceno y xileno. (9) Los compuestos DNAPL se utilizan comúnmente en tintorerías, preservación de madera, industria electrónica, industria eléctrica, maquinado, talleres de impresión, producción y reparación automotriz, asfalto y aviación. (10-12) Debido a sus características, las substancias LNAPL generalmente se distribuyen cerca de la fuente contaminante y son degradados por bacterias en un medio aerobio. No sucede así con los DNAPL, que son muy persistentes, se transportan en forma descendente y aún cuando presentan una baja solubilidad, las concentraciones a las que se detectan en agua sobrepasan las normas de calidad del agua potable en países como EE.UU. y Canadá. Las zonas en las que se encuentra DNAPL estancado en la superficie pueden representar una fuente significativa de contaminación a largo plazo, a menos que sean eliminados, pero la remoción completa no es posible con la tecnología que existe en la actualidad. (8) Los productos químicos encontrados en agua subterránea se originan en actividades urbanas e industriales. Por lo tanto los lugares con agua subterránea contaminada se localizan cerca de áreas industrializadas, densamente pobladas, circunstancia que incrementa la posibilidad de exposición humana. (13) Un sistema de agua subterránea se degrada cuando un compuesto orgánico potencialmente tóxico alcanza concentraciones de varias decenas de microgramos por litro —partes por billón— o más. Muchos de los compuestos orgánicos tienen solubilidades en agua del orden de decenas y centenas de miligramos por litro — partes por millón— . Por lo tanto, sólo se requieren pequeñas masas de estos compuestos para que se observe un efecto en los recursos de agua subterránea, en forma de plumas de contaminación originadas por disolución a largo plazo, advección o dispersión de los contaminantes. Los contaminantes orgánicos detectados en agua subterránea representan un riesgo para la salud.6 Varias de estas substancias, como por ejemplo percloroetileno y tricloroetileno, producen depresión del sistema nervioso central, afectan la función del hígado y riñón, dependiendo de la concentración y tiempo de exposición. Se sospecha que el tetracloruro de carbono y el cloroformo son cancerígenos. Está comprobado que el benceno es un agente cancerígeno en humanos. (14) En México las normas vigentes de calidad de agua potable (15) no regulan compuestos orgánicos, razón que explica la inexistencia de infraestructura y de monitoreo regular de este tipo de compuestos en agua potable. La Secretaría de Salud, a través del Comité Consultivo Nacional de Normalización, desarrolla en la actualidad la norma "Salud ambiental, agua para uso y consumo humano —límites permisibles de calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilización". Esta nueva norma, además de los parámetros bacteriológicos e inorgánicos tradicionales, deberá considerar como mínimo algunos compuestos orgánicos de los que se ha comprobado que tienen o se sospecha, efectos negativos en la salud humana. Las normas oficiales mexicanas que establecen los límites máximos permisibles de contaminantes presentes en las descargas de aguas residuales de diferentes industrias (16), dejan abierta la posibilidad de que la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, a través de la Comisión Nacional del Agua, establezca si lo considera necesario, límites máximos permisibles en diversos parámetros que incluyen tóxicos orgánicos y que se especifican en el Anexo A de la NOM-CCA-001-ECOL/1993. (16) Se han dado los primeros pasos tendientes a una normatividad más estricta, lo que implica la instalación de laboratorios y la necesidad de personal calificado para poner en práctica las actuales normas oficiales mexicanas. Pero aún cuando se ha adelantado en materia de normatividad, no se definen en las normas oficiales mexicanas vigentes, límites máximos permisibles para estos compuestos y se deja un tanto al azar la regulación de dichos contaminantes. Contaminación de acuíferos en diversos países La contaminación por compuestos orgánicos ha sido un tema de gran importancia en países industrializados desde hace varias décadas. Recientemente se ha transformado en un tema de interés para países cuya industrialización es más reciente y que empezaron a utilizar este tipo de compuestos sintéticos en años posteriores. La experiencia en el área ambiental en países industrializados en comparación con los países de Latinoamérica debería ser un indicador de lo que puede pasar o está pasando en países recién industrializados. Se ha informado la existencia de problemas locales de contaminación provocados por compuestos sintéticos en Estados Unidos y Canadá (2,13, 17,18) y en algunos países europeos, tales como Alemania, Gran Bretaña, Italia y Holanda. (11, 19-21) Potencial de contaminación en la Ciudad de México El acuífero es protegido por una capa superficial que se denomina acuitardo. La Zona Metropolitana de la Ciudad de México —ZMCM— representa un caso de estudio dónde han sido observadas las primeras evidencias de contaminación del acuitardo por compuestos orgánicos. Los depósitos arcillosos que habían sido considerados como impermeables y que por lo tanto representaban una protección a largo plazo para los acuíferos, no proporcionan tal protección. (22) El transporte de contaminantes a través de dicho medio puede provocar serias alteraciones de los recursos de agua subterránea, dependiendo de la extensión e interconexión de fracturas, de los gradientes hidráulicos a través de las arcillas, del tamaño y propiedades del acuífero, de la localización de pozos, y de la ubicación, tipo y concentración de los contaminantes. Cabe mencionar que es necesario considerar asímismo diferentes tipos de formaciones geológicas en las que la penetración y transporte de este tipo de contaminantes puede darse más fácilmente, como son por ejemplo formaciones arenosas o zonas rocosas fracturadas, así como áreas de materiales heterogéneos. Las arcillas lacustres de la Cuenca de México han sido ampliamente estudiadas con respecto a las propiedades físicas y mecánicas de suelos. Se observan fracturas en algunas áreas (23-27). Estudios enfocados a aspectos hidrogeológicos de la formación arcillosa (28-33) han sido iniciados recientemente. Se presenta a continuación el resultado del estudio de un caso sobre la migración descendente de compuestos orgánicos en los canales de drenaje sin revestimiento que cruzan la Ciudad de México, los cuales se consideran como una de las rutas potenciales de contaminación para los recursos de agua subterránea en la Cuenca de México. El objetivo del trabajo de campo fue evaluar algunas técnicas de muestreo y métodos para el estudio del impacto de compuestos orgánicos que se infiltran de los canales de drenaje hacia los sedimentos lacustres de la Cuenca de México. Los compuestos seleccionados, detergentes aniónicos y compuestos volátiles orgánicos halogenados, son de origen antropogénico, representativos de las principales clases de contaminantes. Estos compuestos son relativamente móviles y fáciles de detectar. Se identificaron varios sitios a lo largo de los principales canales de drenaje. Tres sitios fueron seleccionados en la confluencia de la zona central y zona noreste del Sistema de Drenaje Urbano del Distrito Federal .(34) Dos de los sitios eran adyacentes a canales de drenaje y uno a un sitio urbanizado. El sitio 1 estuvo localizado en el Gran Canal del Desagüe, en el límite entre el D.F. y el Estado de México. El sitio 2 en el Río de los Remedios, al oeste de la unión con el Gran Canal del Desagüe, en Ecatepec, Estado de México. El sitio urbano se localizó aproximadamente a 200 m al norte del Río de los Remedios y 1,000 m al oeste del Gran Canal del Desagüe. Estas localidades ofrecían la oportunidad de tomar muestras en un área en la que se vierten al drenaje una mezcla de desechos líquidos de tipo doméstico, comercial e industrial sin previo tratamiento. Los resultados indican que los detergentes aniónicos y ciertos compuestos orgánicos volátiles como son 1,1-dicloroetileno (DCE), 1,1,1- tricloroetano (TCA) y percloroetileno (PCE), han penetrado en forma descendente la formación arcillosa —el acuitardo—, encontrándose en agua intersticial —asociada al suelo— en concentraciones de 0.6 mg/l a 7.7 mg/l en el caso de detergentes y de 0.1mg/l a 23.5 mg/l de compuestos orgánicos volátiles hasta los 6.40 m de profundidad. 35 Aún cuando las concentraciones son bajas y los compuestos han penetrado una distancia corta, únicamente la zona subsuperficial, los resultados son significativos dado que los compuestos han migrado una distancia mayor que la que es posible predecir para una formación arcillosa homogénea. Conclusiones Los compuestos orgánicos utilizados como disolventes industriales son los contaminantes que tienen un mayor impacto en sistemas de agua subterránea en zonas urbanas e industriales. La baja solubilidad y alta densidad de estos compuestos les permite penetrar en la zona subsuperficial y migrar hacia los sistemas de agua subterránea. Debido a su persistencia pueden ser una fuente de contaminación que perdure por décadas o siglos. En un estudio realizado en las arcillas lacustres de la Cuenca de México se observó la presencia de varios compuestos sintéticos orgánicos, incluidos los detergentes aniónicos y compuestos volátiles orgánicos (DCE, TCA y PCE) que han penetrado en forma descendente la formación arcillosa. Es evidente que existe un potencial de migración de compuestos orgánicos en esta zona. Ha sido confirmado, y a futuro es muy probable, que la tasa de migración de contaminantes aumente debido a la sobreexplotación de los acuíferos, que afecta la formación arcillosa —acuitardo— y contribuye a la migración descendente de estos compuestos. Este estudio da una transporte de compuestos que puede representar un subterránea en la Cuenca idea del problema ambiental de orgánicos en la formación arcillosa, riesgo para los recursos de agua de México. Es muy probable que la utilización, manejo y disposición de compuestos orgánicos se incremente en las zonas urbanas, especialmente en ciudades como México, Monterrey, Guadalajara y la zona fronteriza norte, así como los problemas ambientales asociados con el manejo tanto de materiales como de residuos orgánicos. Se requiere de una modificación a la legislación y normatividad nacionales para responder al nuevo reto que representan los compuestos orgánicos. Deben realizarse estudios enfocados a conocer diversos aspectos relacionados con la contaminación por compuestos orgánicos en diferentes zonas geológicas a lo largo del país. En lo posible deben evitarse los riesgos inherentes a la contaminación de acuíferos, que son difíciles de resolver con la tecnología disponible y que requerirían de elevados recursos financieros. Notas: (1) Este texto forma parte del libro Residuos peligrosos en México, compilado por el Francisco Javier Garfias y Ayala y Luis Barojas Weber, que aparecerá publicado próximamente por el Instituto Nacional de Ecología. (2) Ground Water Contamination; National Research Council; Ed.; Geophysics Study Committee; National Academy Press, Washington, D.C., EE.UU, 1984; p.179 (3) Gillham, R.W. y Rao, P.S.C.; "Transport, Distribution, and Fate of Volatile Organic Compounds in Groundwater". En Significance and Treatment of Volatile Organic Compounds in Water Supplies; Eds.; Ram, N.M., Christman, R.F. y Cantor, K.P.; Lewis Publishing: Chelsea, Michigan, EE.UU., 1990; pp. 141- 181. (4) Escolero, O.; "Panorámica del Agua Subterránea en México." En El agua, recurso vital; Universidad Tecnológica de la Mixteca: Oaxaca, México, 1993. (5) Cherry, J.A.; "Groundwater Contamination." En Short Course in Environmental Geochemistry; Ed. Fleet, M.E.; Mineralogical Association of Canada, Londres, Inglaterra; Handbook, Vol. 10, 1984; pp. 269-306. (6) Mackay, D.M. y Cherry, J.A.; "Groundwater Contamination: Pump-and-Treat Remediation"; Environmental Science and Technology, 1989, 23, 630. (7) Mackay, D.M., Gold, M. y Leson, G.; "Current and Prospective Quality of California's Ground Water". En Proceedings of the 16th Biennial Conference on Ground Water: New Perspectives on Managing the Quality and Quantity of California's Ground Water, Ed.; Devries, J.J.; University of California, Water Resources Center: Davis, California, EE.UU.; Informe No. 66, 1988. (8) Cherry, J.A., Feenestra, S., Kueper, B.H. y McWhorter, D.W.; "Status of in Situ Technologies for Cleanup of Aquifers Contaminated with DNAPL's Below the 1991. * Apdo. Postal 70-275, C.P. 04510, UNAM. Tel: 6228998. Correo electrónico: mazari@ servidor.unam.mx. Saneamiento de sitios contaminados Alfredo Fuad David Gidi* Subprocurador de Verificación Normativa. Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) El autor revisa la problemática de los sitios contaminados y propone un esquema de saneamiento, inmenso dentro de una estrategia nacional enfocada a la reducción del uso o la generación de materiales y residuos peligrosos. El saneamiento de sitios contaminados es una medida correctiva que se aplica para mitigar o eliminar los problemas derivados de una disposición o almacenamiento inadecuado de materiales o residuos peligrosos, o de un accidente durante su generación o manejo. De acuerdo a la normatividad mexicana, un residuo peligroso se define como aquél residuo que no puede ser utilizado por el proceso que lo generó y, además, es tóxico, corrosivo, reactivo, inflamable, explosivo o biológico infeccioso. La importancia de su control reside en que los constituyentes de los residuos o materiales peligrosos pueden disolverse en agua, penetrar a través de los suelos y llegar a los acuíferos subterráneos; escurrir sobre las cuencas hidráulicas y contaminar las aguas superficiales; movilizarse por el aire y, así, transferirse a lo largo de la cadena alimentaria y afectar a la flora, a la fauna y al hombre mismo. Es de relevancia señalar que en el comercio mundial existen más de 100,000 sustancias y que sólo para un número reducido de ellas se cuenta con información acerca de peligrosidad y requerimientos para su adecuado manejo. Por otra parte, los países industrializados enfrentan actualmente un serio problema debido a la generación de importantes volúmenes de residuos peligrosos. Aun cuando no se cuenta con un inventario preciso de su generación, se estima que en el mundo se producen anualmente entre 350,000 y 400,000 millones de toneladas. Una gran parte de ellos provienen de actividades industriales que contribuyen de manera relevante a la economía de las sociedades en que se desarrollan, destacando las industrias minera, metalúrgicas, química, petrolera y petroquímica. Para el caso de México no existe información precisa sobre la generación a nivel de residuos peligrosos, mucho menos información completa y detallada del origen y destino de los mismos. Se estima, de manera gruesa, que se producen aproximadamente cinco millones de toneladas por año. Es importante aclarar que la situación no es tan crítica como podría parecer, ya que no todos los residuos peligrosos que se generan son mal dispuestos, una parte de ellos tiene valor económico y, por lo tanto, naturalmente se ha desarrollado una infraestructura comercial e industrial para su aprovechamiento. En este sentido, podemos mencionar como ejemplos: * * * * * * * * * * * * * * * Aceites lubricantes usados de origen mineral, Solventes sucios halogenados y no halogenados, Chatarra de plomo y baterías de plomo ácido, Soluciones ácidas de las operaciones de desincruste, Aceites solubles de corte y enfriamiento, Envases y tambos impregnados con materiales y residuos, Natas de pintura, Escorias y cenizas ricas en contenido de metales pesados, Líquido de frenos automotriz, Rebabas metálicas impregnadas con aceite, Polvos de los equipos de control de partículas, Catalizadores agotados de níquel, Productos químicos fuera de especificaciones con valor comercial, Recuperación de grasas de tierras diatomáceas de limpieza y aceites combustibles, Residuos de soldadura de estaño-plomo. En la actualidad existen diez empresas autorizadas para el tratamiento de residuos peligrosos con una capacidad aproximada de 500,000 toneladas anuales, doce empresas recicladoras de solventes gastados con una capacidad aproximada de 600,000 toneladas anuales, ocho recicladoras de aceites lubricantes usados con capacidad para 24,000 toneladas anuales, cinco instalaciones para el almacenamiento temporal de residuos peligrosos con capacidad para 50,000 toneladas anuales, dos incineradores para la destrucción de residuos peligrosos con capacidad para 2,400 toneladas anuales. Esta infraestructura de servicio deberá continuar creciendo -como lo ha hecho, desde mediados de 1992 cuando se creó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente-, ya que la aplicación efectiva de la normatividad constituye un estímulo para que los generadores de residuos peligrosos den el manejo y disposición adecuados de los mismos, ejerzan demanda de los servicios correspondientes y, en consecuencia, hagan factible económicamente el establecimiento, por parte de la iniciativa privada, de las instalaciones adecuadas. Otra parte de los residuos peligrosos no tiene, o no se les ha identificado aún, valor económico, por lo que la única alternativa es darles una disposición final. Algunos de ellos son manejados y dispuestos adecuadamente en los tres confinamientos controlados autorizados y en operación, los cuales tienen capacidad para recibir 2,300,000 toneladas por año. Esto significa que hay capacidad para reciclar, reusar o disponer adecuadamente 3,400,000 toneladas anuales de residuos peligrosos, es decir, más del 60% de los residuos que, se estima, son generados. Ahora bien, existe un porcentaje considerable que es mal almacenado o dispuesto por los generadores en predios de su propiedad, contiguos a las instalaciones productivas en que se gestaron, o bien, en terrenos baldíos, derechos de vía de carreteras, minas para la extracción de materiales de construcción agotadas. A está porción de residuos es a la que tendría que enfocarse un programa de restauración de sitios contaminados. La liberación accidental de materiales peligrosos o la generación, el transporte, la disposición o el almacenamiento inadecuado de los residuos peligrosos implica riesgos para el ambiente y la salud de la comunidad, su efecto nocivo no depende solamente de la peligrosidad del material, sino también del nivel de exposición al ambiente, la flora, la fauna y las comunidades humanas. Por esto, la remediación de sitios contaminados debe estar inmersa en una estrategia nacional que fomente en la sociedad: a) la reducción del uso o generación de materiales y residuos peligrosos, a través del empleo de tecnologías y materias primas alternativas y b) el empleo de procesos de reuso y reciclamiento, para que se reduzca al mínimo la posibilidad de su exposición al ambiente. Esto ayudaría a prevenir derrames, almacenamientos o disposiciones inadecuados, volviendo necesario el saneamiento de sitios contaminados en un número menor de casos. En la actualidad existe un marco normativo en la materia suficientemente bueno para los fines pretendidos, que puede y debe se optimizado aprovechando la experiencia acumulada de su aplicación en los últimos años. Este marco normativo está constituído fundamentalmente por la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, dos reglamentos -uno de ellos específicos para el transporte de materiales y residuos peligrosos- y siete normas oficiales mexicanas relativas a la identificación, caracterización, almacenamiento y disposición final de los residuos peligrosos. Sin embargo, dicho marco legal no proporciona la normatividad necesaria para calificar si un suelo está o no contaminado, ni los procedimientos de evaluación, limpieza y restauración, por lo que resulta necesario que las normas que se expidan al respecto aseguren el adecuado manejo y control tanto de los suelos contaminados como de los residuos peligrosos, sean técnica y económicamente viables además de verificables. Por otra parte,el almacenamiento y la disposición inadecuada de los residuos peligrosos, para prevenir su ocurrencia y por el potencial de riesgo que implican, deben ser castigados con rigor. En la actualidad, el procedimiento que aplican las autoridades competentes es la clausura del establecimiento responsable de la generación o manejo de los residuos, y la presentación de la denuncia penal correspondiente ante el Ministerio Público Federal. De esta manera la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente aplica las sanciones administrativas (multas) y ordenamientos técnicos (medidas correctivas) correspondientes, y el Ministerio Público las penales (cárcel). La clausura se mantiene en tanto no se tenga la posibilidad de operación. La aplicación de un programa de saneamiento de sitios contaminados como medida correctiva requiere de los siguientes pasos: 1. Localización de presuntos sitios contaminados con residuos peligrosos, que puede llevarse a cabo mediante visitas de inspección a los predios donde se realicen procesos productivos con potencial para generarlos, mediante la denuncia popular, por recorridos de campo y como resultado de técnicas de percepción remota. 2. Caracterización de los residuos y los sitios donde se ubican, evaluación del volumen de residuos y de su superficie en suelo, subsuelo y acuífero dañado; estimación de los costos que tendría tanto el retiro, envase, transporte y confinamiento de los residuos como la restauración del medio afectado. 3. En caso de corroborarse que se trata de residuos peligrosos, presentación de la denuncia penal ante el Ministerio Público Federal en contra de quién resulte responsable. 4. Identificación del generador o generadores del residuo, para que lleven a cabo las medidas necesarias para la remediación del sitio. 5. Si no se lograra la identificación del responsable, proceder a la remediación del sitio contaminado con los propios recursos del gobierno federal. En el caso de que estuviera implicada una situación de riesgo inminente a la salud o la ecología, es recomendable proceder de inmediato al saneamiento del sitio, sin realizar la etapa de identificación del responsable. Una última propuesta. Las actividades de identificación, valoración y, principalmente, las de saneamiento implican costos elevados, por lo que se hace imprescindible contar con un fondo que le permita a las autoridades competentes ejecutar el programa correspondiente. Una posibilidad para la obtención de dichos recursos es que la Federación destine una cantidad inicial, la cual aumente mediante el pago de un impuesto en función de la cantidad de residuos generados por aquellas empresas que no puedan comprobar un manejo y disposición conforme a la normatividad aplicable. * Blvd. Pípila 1, Edif. A, 1er. piso, Tecamachalco, Estado de México. Tel: 589-85-50 Fax: 589-43-98 Perspectivas de la normatividad ambiental en México Francisco Giner de los Ríos* Director General de Regulación Ambiental Instituto Nacional de Ecología La expedición de normas constituye, sin duda, uno de los pilares de la política ecológica. Giner revisa el proceso normativo de los últimos años y presenta algunas consideraciones sobre el mismo. Muchas de las soluciones que se imponen a través de la normatividad ambiental son al final del tubo o de carácter paliativo. Sólo las inversiones en tecnologías limpias atacan la raíz del problema con una perspectiva de largo plazo. Sin duda, el poder promover este tipo de tecnologías será una manera de lograr mejores resultados a futuro, pero, al mismo tiempo, es necesario buscar nuevos caminos regulatorios. La Ley Federal sobre Metrología y Normalización modernizó y perfeccionó el esquema normativo de México. El proceso de elaboración de normas en materia ambiental contempla la necesidad de desarrollar rigurosos estudios técnicos y de análisis costo/beneficio. Además contempla la participación de diferentes sectores de la sociedad (universidades, el sector público y el privado) en el Comité Consultivo Nacional y la participación ciudadana directa. Este año se ha aumentado considerablemente la participación de sectores nogubernamentales en el Comité, y se han fortalecido los grupos de trabajo y los Subcomités. La normatividad ambiental mexicana ha tenido un desarrollo bastante acelerado a partir 1988. Desde 1993 muchas normas técnicas mexicanas se transformaron, tras una revisión especializada y un análisis costo/beneficio serio, en Normas Oficiales Mexicanas. A la fecha hay 79 Normas Oficiales publicadas, y se encuentran en proceso de elaboración 64, de las cuales cinco son revisiones. Las 79 publicadas nos colocan a la cabeza de América Latina y superan los esfuerzos de normalización de muchos otros países. Lo anterior muestra el considerable avance que hay en materia normativa en nuestro país, reflejo de un esfuerzo concertado por fijar metas de calidad ambiental. Sin embargo, hay considerables lagunas por llenar y algunos traslapes, ya que parte de las normas se han desarrollado en respuesta a demandas puntuales y presiones, sin tener detrás un ejercicio de priorización ni de análisis de efectividad y costo. Esto ha conformado un cuerpo normativo que a menudo contempla estándares diferenciados por industria para un mismo medio y un mismo contaminante, y que sin ser laxa no siempre refleja metas de calidad ambiental. Así, el número de normas que se ha desarrollado no refleja al grado que sería deseable la existencia de un cuerpo normativo coherente ni suficiente, aunque entre ellas hay un número importante que son adecuadas. Cabe destacar, dentro de las normas recientemente publicadas, la NOM-085 en materia de prevención de la contaminación atmosférica, que contempla parámetros diferenciados por región, tamaño de fuente, burbujas regionales y lapsos de aplicación sujetos a la posibilidad de cumplimiento. Además, tiene la virtud de incorporar explícitamente un instrumento económico, el mercado de derechos de emisión de contaminantes, que puede permitir a la ciudadanía o a las autoridades "comprar" una mejor calidad de aire a través de competir con las empresas en el mercado secundario de derechos. Como toda innovación radical ha sido sujeto de múltiples críticas y es, sin duda, perfectible, pero marca un hito importante en el proceso de normalización. Se ha revisado también este año, la norma que establece el listado de residuos peligrosos, analizando los criterios de definición de este tipo de residuos, lo que agilizará sustantivamente su manejo, sin inducir a mayor riesgo. En materia de agua tenemos una gran diversidad de normas que a menudo establecen parámetros diferenciados para un mismo cuerpo receptor, que podrían resumirse y adecuarse en su aplicación temporal para constituir un sistema coherente y mucho más sencillo. En materia de procesos productivos agropecuarios y de utilización de recursos naturales hay un reducido grupo de normas. Esta laguna es particularmente grave ya que los impactos ambientales en estos ámbitos pueden alcanzar dimensiones alarmantes y son frecuentemente irreversibles. La normatividad tiene límites como instrumento de regulación ambiental. Muchas de las metas deseables son imposibles con la tecnología disponible. Adicionalmente cabe siempre considerar que si nuestro objetivo es la calidad ambiental pueden existir otros instrumentos de regulación que nos lleven, por sí mismos o en combinación con las normas, a alcanzar niveles más altos en plazos más breves y a menor costo.La incorporación de instrumentos económicos en las normas, o el complementarlas con ellos, puede ser un mecanismo para acercarnos a un desarrollo sustentable más rápidamente y mejor que la normatividad por sí sola. La normatividad expresa, por una parte, la voluntad de calidad ambiental pero, a la vez, impone parámetros que a menudo no son considerados convenientes por los afectados. Esto lleva a la necesidad de control y vigilancia, con costos administrativos, económicos y sociales muchas veces excesivos. Si las normas incorporan instrumentos que induzcan su cumplimiento, apelando al interés de los agentes, la necesidad de vigilar y controlar disminuye. Esto, que es deseable en cualquier circunstancia y lugar, es particularmente importante hoy en nuestro país. Coordinar las normas de emisión a la atmósfera, de descargas al agua y de manejo de residuos sólidos, inducirá a conductas que minimicen el uso de recursos y la contaminación de una manera mucho más directa que estableciendo normas independientes para cada medio. Es preferible una normatividad gradualista que se pueda cumplir y que plantee exigencias claras, definidas, que una normatividad estricta desde el principio que no se pueda cumplir. Se debe atender el impacto total sobre el ambiente, con estándares diferentes por región, según el impacto marginal sobre el ecosistema particular. Podemos buscar estándares muy estrictos en zonas actualmente críticas, a la vez que damos tiempo a que otras zonas los alcancen paulatinamente. Lo mismo se aplica a tamaños de empresas, pudiendo ser, en general, más estrictos -en el corto plazo- con los grandes generadores que con los pequeños. Las normas deben ser lo más sencillas de cumplir y controlar, y en el largo plazo iguales para todos los agentes afectados, para no dar ventajas a alguno de ellos. Se debe prestar especial atención a ramas prioritarias, a través del diseño de un sistema de regulación de ramas de actividad económica específicas, enmarcado en metas generales de largo plazo. Este esquema regulatorio depende en gran medida de la normatividad, pero debe complementarse con esquemas de autoregulación y con instrumentos económicos para aumentar su efectividad. Es imprescindible atender las lagunas existentes y complementar la normatividad con otros instrumentos de regulación, buscando siempre las rutas que garanticen el mínimo costo social para alcanzar metas de corto, mediano y largo plazo. Deben, también, desarrollarse métodos alternativos de medición que sean aplicables a bajo costo, de manera que las empresas de escasos recursos puedan determinar si cumplen o no con la norma establecida. Por último, quisiera recalcar que el esfuerzo de normalización debe orientarse al desarrollo de tecnologías limpias, que es una de las vías disponibles para lograr un desarrollo sustentable. Por ello, se debe ofrecer certidumbre que permita planeación a largo plazo y que genere las condiciones para el desarrollo de un mercado vigoroso de tecnologías ambientales. * Río Elba 20, 1er. Piso. Tel.: 553-29-77 Fax.: 286-85-59 Legislación ambiental -------------------------------------------------------------------La Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente establece, en su artículo 146, que deberán publicarse en el D.O.F. los listados de las actividades consideradas altamente riesgosas, lo cual ha ocurrido en dos ocasiones: el 28 de marzo de 1990 y el 4 de mayo de 1992. El Primer Listado se publicó en la Gaceta Ecológica #9 y el Segundo nunca ha aparecido en sus páginas. Con el propósito de difundir y mantener actualizada a la sociedad en general y, en particular, al sector industrial, presentamos ambos Listados. Un elemento adicional que muestra su importancia es que están siendo utilizados como referencia en el Programa de Desregulación y Simplificación de Trámites a la Industria en Materia de Impacto Ambiental. Primer listado de actividades altamente riesgosas ACUERDO por el que las Secretarías de Gobernación y Desarrollo Urbano y Ecología, con fundamento en lo dispuesto por los Artículos 5o. Fracción X y 146 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; 27 Fracción XXXII y 37 Fracciones XVI y XVII de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, expide el primer listado de actividades altamente riesgosas. Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice Estados Unidos Mexicanos. Secretaría de Gobernación. ACUERDO POR EL QUE LAS SECRETARIAS DE GOBERNACION Y DESARROLLO URBANO Y ECOLOGIA, CON FUNDAMENTO EN LO DISPUESTO POR LOS ARTICULOS 5o. FRACCION X Y 146 DE LA LEY GENERAL DEL EQUILIBRIO ECOLOGICO Y LA PROTECCION AL AMBIENTE; 27 FRACCION XXXII Y 37 FRACCIONES XVI Y XVII DE LA LEY ORGANICA DE LA ADMINISTRACION PUBLICA FEDERAL, EXPIDEN EL PRIMER LISTADO DE ACTIVIDADES ALTAMENTE RIESGOSAS. CONSIDERANDO Que la regulación de las actividades que se consideren altamente riesgosas por la magnitud o gravedad de los efectos que puedan generar en el equilibrio ecológico o el ambiente, está contemplada en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, como asunto de alcance general de la nación o de interés de la Federación y se prevé que una vez hecha la determinación de las mismas, se publicarán los listados correspondientes. Que el criterio adoptado para determinar cuáles actividades deben considerarse como altamente riesgosas, se fundamenta en que la acción o conjunto de acciones, ya sean de origen natural o antropogénico, estén asociadas con el manejo de sustancias con propiedades inflamables, explosivas, tóxicas, reactivas, radioactivas, corrosivas o biológicas, en cantidades tales que, en caso de producirse una liberación, sea por fuga o derrame de las mismas o bien una explosión, ocasionaría una afectación significativa al ambiente, a la población o a sus bienes. Que por lo tanto, se hace necesario determinar la cantidad mínima de las sustancias peligrosas con las propiedades antes mencionadas, que en cada caso, convierte su producción, procesamiento, transporte, almacenamiento, uso o disposición final , en actividades que, de producirse una liberación, sea por fuga o derrame de las mismas, vía atmosférica, provocarían la presencia de límites de concentración superiores a los permisibles, en un área determinada por una franja de 100 metros en torno de las instalaciones, o medios de transporte, y en el caso de la formación de nubes explosivas, la existencia, de ondas de sobrepresión. A esta cantidad mínima de sustancia peligrosa, se le denomina cantidad de reporte. Que en consecuencia, para la determinación de las actividades consideradas altamente riesgosas, se partirá de la clasificación de las sustancias peligrosas, en función de sus propiedades, así como de las cantidades de reporte correspondiente. Que cuando una sustancia presente más de una de las propiedades señaladas, está se clasificará en función de aquella ó aquéllas que presenten el o los más altos grados potenciales de afectación al ambiente, a la población o a sus bienes y aparecerá en el listado o listados correspondientes. Que mediante este Acuerdo se expide el primer listado de actividades altamente riesgosas y que corresponde a aquéllas en que se manejan sustancias tóxicas. En dicho listado quedan exceptuadas en forma expresa el uso y aplicación de plaguicidas con propiedades tóxicas, en virtud de que existe una legislación especifica para el caso, en la que se regula esta actividad en lo particular. Que este primer listado y los subsecuentes que se expidan, para el caso de aquellas actividades asociadas con el manejo de sustancias inflamables, explosivas, reactivas, corrosivas o biológicas, éstas constituirán el sustento para determinar las normas técnicas de seguridad y operación, así como para la elaboración de los programas para la prevención de accidentes, previstos en el artículo 147 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, mismos que deberán observarse en la realización de dichas actividades. Que cuando las actividades asociadas con el manejo de sustancias con propiedades radioactivas, podrían considerarse altamente riesgosas, las Secretarías de Gobernación y de Desarrollo Urbano y Ecología no establecerán un listado de las mismas, en virtud de que la expedición de las normas de seguridad nuclear, radiológica y física de las instalaciones nucleares o radioactivas compete a la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal y a la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, con la participación que en su caso corresponda a la Secretaría de Salud, de conformidad con los dispuesto por la legislación que de manera específica regula estas actividades. Que las Secretarías de Gobernación y de Desarrollo Urbano y Ecología, previa opinión de las Secretarias de Energía, Minas e Industria Paraestatal, de Comercio y Fomento Industrial, de Salud, de Agricultura y Recursos Hidráulicos y del Trabajo y Previsión Social, llevaron a cabo los estudios que sirvieron de sustento para determinar los criterios y este primer listado de actividades que deben considerarse altamente riesgosas. En mérito de lo anterior, hemos tenido a bien dictar el siguiente: ACUERDO ARTICULO 1o.- Se considerará como actividad altamente riesgosa, el manejo de sustancias peligrosas en un volumen igual o superior a la cantidad de reporte. ARTICULO 2o.- Para los efectos de este ordenamiento se considerarán las definiciones contenidas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y las siguientes: Cantidad de reporte: Cantidad mínima de sustancia peligrosa en producción, procesamiento, transporte, almacenamiento, uso o disposición final, o la suma de éstas, existentes en una instalación o medio de transporte dados, que al ser liberada, por causas naturales o derivadas de la actividad humana, ocasionaría una afectación significativa al ambiente, a la población o a sus bienes. Manejo: Alguna o el conjunto de las actividades siguientes; producción, procesamiento, transporte, almacenamiento uso o disposición final de sustancias peligrosas. Sustancia peligrosa: Aquella que por sus altos índices de inflamabilidad, explosividad, toxicidad, reactividad, radioactividad, corrosividad o acción biológica puede ocasionar una afectación significativa al ambiente, a la población o a sus bienes. Sustancia tóxica: Aquélla que puede producir en organismos vivos, lesiones, enfermedades, implicaciones genéticas o muerte. ARTICULO 3o.- Con base en lo previsto en el artículo primero, se expide el primer listado de actividades altamente riesgosas, que corresponde a aquéllas en que se manejen sustancias tóxicas. Estas actividades son la producción, procesamiento, transporte, almacenamiento, uso o disposición final de las sustancias que a continuación se indican, cuando se manejen volúmenes iguales o superiores a las cantidades de reporte siguientes: I. Cantidad de reporte: a partir de 1 kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado gaseoso: Acido cianhídrico Acido fluorhídrico-(fluoruro de hidrógeno) Arsina Cloruro de hidrógeno Cloro (1) Diborano Dióxido de nitrógeno Flúor Fosgeno Hexafluoruro de telurio Oxido nítrico Ozono(2) Seleniuro de hidrógeno Tetrafluoruro de azufre Tricloruro de boro b) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: Acroleína Alil amina Bromuro de propargilo Butil vinil éter Carbonilo de níquel Ciclopentano Clorometil metil eter Cloruro de metacriloilo Dioxolano Disulfuro de metilo Fluoruro cianúrico Furano Isocianato de metilo Metil hidracina Metil vinil cetona Pentaborano Sulfuro de dimetilo Tricloroetil silano c) En el caso de las siguientes sustancias en estado sólido: 2 Clorofenil tiourea 2,4 Ditiobiuret 4,6 Dinitro-cresol Acido becen arsénico Acido cloroacético Acido fluoroacético Acido metil-carbamilo Acido tiocianico 2-benzotiánico Aldicarb Arseniato de calcio Bis clorometil cetona Bromodiolona Carbofurano (furadán) Carbonilos de cobalto Cianuro de potasio Cianuro de sodio Cloroplatinato de amonio Cloruro crómico Cloruro de dicloro benzalkonio Cloruro platinoso Cobalto Cobalto (2,2-(1,2-etano) Complejo de organorodio Decaborano Dicloro xileno Difacionona Didisocianato de isoforona Dimetil-p-fenilendiamina Dixitoxin Endosulfan Epn Estereato de cadmio Estricnina Fenamifos Fenil tiourea Fluoroacetamida Fósforo (rojo, amarillo y blanco) Fósforo de zinc Fosmet Hexacloro naftaleno Hidruro de litio Metil anzifos Metil paration Monocrotofos (azodrín) Oxido de cadmio Paraquat Paraquat-metasulfato Pentadecilamina Pentóxido de arsénico Pentóxido de fósforo Pentóxido de vanadio Pireno Piridina, 2 metil, 5 vinil Seleniato de sodio Sulfato de estricnina Sulfato taloso Sulfato de talio Tetracloruro de iridio Tetracloruro de platino Tetraóxido de osmio Tiosemicarbazida Triclorofón Trióxido de azufre II. Cantidad de reporte: a partir de 10 kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado gaseoso: Acido sulfhídrico Amoniaco anhidro Fosfina Metil mercaptano Trifluoruro de boro b) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: 1,2,3,4 diepoxibutano 2,cloroetanol Bromo Cloruro de acriloilo 1 Sofluorfato Mesitileno Oxicloruro fosforoso Pentacarbonilo de fierro Propionitrilo Pseudocumeno Tetracloruro de titanio Tricloro (clorometil) silano Vinil norborneno c) En el caso de las siguientes sustancias en estado sólido: Acetato de metoxietilmercurio Acetato fenil mercúrico Acetato mercúrico Arsenito de potasio Arsenito de sodio Azida de sodio Bromuro cianógeno Cianuro potásico de plata Cloruro de mercurio Cloruro de talio Fenol Fosfato etilmercúrico Hidroquinona Isotiosianato de metilo Lindano Malonato taloso Malononitrilo Níquel metálico Oxido mercúrico Pentaclorofenol Pentacloruro de fósforo Salcomina Selenito de sodio Telurio Telurito de sodio Tiosemicarbacida acetona Tricloruro de galio Warfarin III. Cantidad de reporte: a partir de 100 Kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en el estado gaseoso: Bromuro de metilo Etano (3) Oxido de etileno b) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: 2,6-Diisocianato de tolueno Acetaldehido (3) Acetato de vinilo Acido nítrico Acrilonitrilo Alcohol alílico Beta propiolactona Cloroacetaldehído Crotonaldehído Disulfuro de carbono Eter bis-cloro metílico Hidracina Metil tricloro silano Nitrosodimetilamina Oxido de propileno Pentacloroetano Pentafluoruro de antimonio Perclorometil mercaptano Piperidina Propilenimina Tetrametilo de plomo Tetranitrometano Tricloro benceno Tricloruro de arsénico Trietoxisilano Trifluoruro de boro c) En el caso de las siguientes sustancias en estado sólido: Acido cresílico Acido selenioso Acrilamida Carbonato de talio Metomil Oxido tálico Yoduro cianógeno IV. Cantidad de reporte: a partir de 1,000 Kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado gaseoso: Butadieno b) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: Acetonitrilo Benceno (3) Cianuro de bencilo Cloroformo Cloruro de benzal Cloruro de bencilo 2,4-Diisocianato de tolueno Epiclorohidrina Isobutironitrilo Oxicloruro de selenio Peroxido de hidrógeno Tetracloruro de carbono (3) Tetraetilo de plomo Trimetilcloro silano V. Cantidad de reporte: a partir de 10,000 Kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: 2,4,6 Trimetil anilina Anilina Ciclohexilamina Cloruro de bencen sulfonilo Diclorometil fenil silano Etilen diamina Forato Formaldehido cianohidrina Gas mostaza; sinónimo (sulfato de bis 2-cloroetilo) Hexacloro ciclo pentadieno Lactonitrilo Mecloretamina Metanol Oleum Sulfato de dimetilo Tiocianato de etilo Tolueno (3) VI. Cantidad de reporte: a partir de 100,000 Kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido. 1,1-Dimetil hidracina Anhidrído metacrílico Cumeno Diclorvos Eter dicloroetílico Eter diglicidílico Fenil dicloro arsina Nevinfos (fosforín) Octametil difosforamida Tricloro fenil silano VII. Cantidad de reporte: a partir de 1,000,000 kg a) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: Adiponitrilo Clordano Dibutilftalato Dicrotofos (bidrín) Dimetil 4 ácido fosfórico Dimetilftalato Dioctilftalato Fosfamidón Metil-5-Dimetón Nitrobenceno Tricloruro fosforoso (1) Se aplica exclusivamente a actividades industriales y comerciales. (2) Se aplica exclusivamente a actividades donde se realicen procesos de ozonización. (3) En virtud de que esta sustancia presenta además propiedades explosivas o inflamables, también será considerada, en su caso, en el proceso para determinar los listados de actividades altamente riesgosas, correspondientes a aquéllas en que se manejen sustancias explosivas o inflamables. ARTICULO 4o.- Se exceptúa del listado de actividades altamente riesgosas, previsto en el artículo anterior, el uso o aplicación de plaguicidas con propiedades tóxicas. ARTICULO 5o.- Para efectos del presente Acuerdo, se entenderá como sustancias en estado sólido, aquéllas que se encuentren en polvo menor de 10 micras. ARTICULO 6o.- En el caso de las sustancias señaladas en el artículo 3o. que correspondan a plaguicidas, la cantidad de reporte se entenderá referida a su ingrediente técnico llamado también activo. En los demás casos, las cantidades de reporte de las sustancias indicadas en este Acuerdo, deberán considerarse de conformidad con su más alto porcentaje de concentración. Cuando dichas sustancias se encuentran en solución o mezcla, deberá realizarse el cálculo correspondiente, a fin de determinar la cantidad de reporte para el caso de que se trate. ARTICULO 7o.- Las Secretarías de Gobernación y de Desarrollo Urbano y Ecología, previa opinión de las Secretarías de Energía, Minas e Industria Paraestatal; Comercio y Fomento Industrial; de Salud; Agricultura y Recursos Hidráulicos y del Trabajo y Previsión Social, podrán ampliar y modificar el listado objeto del presente Acuerdo, con base en el resultado de investigaciones que al efecto se lleven a cabo. TRANSITORIO UNICO.- El presente acuerdo entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Ciudad de México a 26 de marzo de mil novecientos noventa.- El Secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios.Rúbrica.- El Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Patricio Chirinos Calero.-Rúbrica. Publicado en el Diario Oficial de la Federación el 28 de marzo de 1990. Legislación ambiental -------------------------------------------------------------------- Segundo listado de actividades altamente riesgosas ACUERDO por el que las Secretarías de Gobernación y Desarrollo Urbano y Ecología, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 5o.- fracción X y 146 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; 27 fracción XXXII y 37 fracciones XVI y XVII de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, expiden el segundo listado de actividades altamente riesgosas. Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Secretaría de Gobernación. ACUERDO POR EL QUE LAS SECRETARIAS DE GOBERNACION Y DESARROLLO URBANO Y ECOLOGIA, CON FUNDAMENTO EN LO DISPUESTO POR LOS ARTICULOS 5o. FRACCION X Y 146 DE LA LEY GENERAL DEL EQUILIBRIO ECOLOGICO Y LA PROTECCION AL AMBIENTE, 27 FRACCION XXXII Y 37 FRACCIONES XVI Y XVII DE LA LEY ORGANICA DE LA ADMINISTRACION PUBLICA FEDERAL EXPIDEN EL SEGUNDO LISTADO DE ACTIVIDADES ALTAMENTE RIESGOSAS. CONSIDERANDO Que la regulación de las actividades altamente riesgosas, está contemplada en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, como asunto de alcance general de la nación o de interés de la Federación y se prevé que una vez hecha la determinación de las mismas se publicarán los listados correspondientes. Que el criterio adoptado para determinar cuáles actividades deben considerarse como altamente riesgosas, se fundamenta en que la acción o conjunto de acciones, ya sean de origen natural o antropogénico, estén asociadas con el manejo de sustancias con propiedades inflamables, explosivas, tóxicas, reactivas, radioactivas, corrosivas o biológicas, en cantidades tales que, en caso de producirse una liberación, sea por fuga o derrame de las mismas o bien una explosión, ocasionarían una afectación significativa al ambiente a la población o a sus bienes. Que por lo tanto, se hace necesario fijar dicha cantidad para cada sustancia peligrosa que presente las propiedades antes mencionadas. A esta cantidad se le denomina cantidad de reporte. Que con base en el criterio anterior se ha procedido a determinar las actividades altamente riesgosas en función de las propiedades de las sustancias que se manejen y a agrupar dichas actividades en los listados correspondientes. Que cuando una actividad esté relacionada con el manejo de una sustancia que presente más de una de las características de peligrosidad señaladas, en cantidades iguales o superiores a su cantidad de reporte, dicha actividad será considerada altamente riesgosa y se incluirá en cada uno de los listados que correspondan. Que el 28 de marzo de 1990 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el primer listado de actividades altamente riesgosas que corresponde a aquellas en que se manejen sustancias tóxicas. Que mediante este Acuerdo se expide el segundo listado de actividades altamente riesgosas que corresponde a aquéllas en que se manejen sustancias inflamables y explosivas, en cantidades tales que de producirse una liberación, ya sea por fuga o derrame de las mismas en la producción, procesamiento, transporte, almacenamiento, uso o disposición final provocaría la formación de nubes inflamables, cuya concentración seria semejante a la de su límite inferior de inflamación de nubes inflamables, cuya concentración seria semejante a la de su límite inferior de inflamabilidad, en un área determinada por una franja de 100 de longitud en torno de la instalaciones o medio de transporte dados, y en el caso de formación de nubes explosivas, la presencia de ondas de sobrepresión de 0.5lb/pulg2 en esa misma franja. Que tanto el primer listado que corresponde al manejo de sustancias tóxicas y este concerniente al manejo de sustancias inflamables y explosivas así como los subsecuentes que se expidan para el caso de aquellas actividades relacionadas con el manejo de sustancias reactivas, corrosivas o biológicas, constituirán el sustento para determinar las normas técnicas de seguridad y operación , así como para la elaboración y presentación de los programas para la prevención de accidentes previstos en el artículo 147 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, mismos que deberán observarse en la realización de dichas actividades. Que aun cuando las actividades asociadas con el manejo de sustancias con propiedades radioacticas podrían considerarse altamente riesgosas, las Secretarias de Gobernación y de Desarrollo Urbano y Ecología no establecerán un listado de las mismas, en virtud de que la expedición de las normas de seguridad nuclear, radiológica y física de las instalaciones nucleares o radioactivas compete a la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal y a la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, con la participación que en su caso corresponda a la Secretaría de Salud de conformidad con lo dispuesto por la legislación que de manera específica regula estas actividades. Que la Secretaría de Gobernación y de Desarrollo Urbano y Ecología previa opinión de las Secretarías de Energía, Minas e Industria Paraestatal, de Comercio y Fomento Industrial, de Agricultura y Recursos Hidráulicos, de Salud y del Trabajo y Previsión Social, así como con la participación de la Secretaría de la Defensa Nacional, llevaron a cabo los estudios que sirvieron de sustento para determinar los criterios y este segundo listado de actividades que deben considerarse altamente risgosas. En mérito de lo anterior, hemos tenido a bien dictar el siguiente: ACUERDO ARTICULO 1o.- Se expide el segundo listado de actividades altamente riesgosas que corresponde a aquéllas en que se manejen sustancias inflamables y explosivas. ARTICULO 2o.- Se considerará como actividad altamente riesgosa, el manejo de sustancias peligrosas en cantidades iguales o superiores a la cantidad de reporte. ARTICULO 3o.- Para los efectos de este Acuerdo se considerarán las definiciones contenidas en la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y las siguientes: Cantidad de reporte: Cantidad mínima de sustancia peligrosa en producción, procesamiento, transporte, almacenamiento, uso o disposición final, o la suma de éstas, existentes en una instalación o medio de transportes dados, que al ser liberada, por causas naturales o derivadas de la actividad humana, ocasionaría una afectación significativa al ambiente, a la población, o a sus bienes. Manejo: Alguna o el conjunto de las actividades siguientes: producción, procesamiento, transporte, almacenamiento, uso o disposición final de sustancias peligrosas. Sustancia peligrosa: Aquélla que por sus altos índices de inflamabilidad, explosividad, toxicidad, reactividad, radiactividad, corrosividad, o acción biológica puede ocasionar una afectación significativa al ambiente, a la población o a sus bienes. Sustancia inflamable: Aquélla que es capaz de formar una mezcla con el aire en concentraciones tales para prenderse espontáneamente o por la acción de una chispa. Sustancia explosiva: Aquélla que en forma espontánea o por acción de alguna forma de energía genera una gran cantidad de calor y energía de presión en forma casi instantánea. ARTICULO 4o.- Las actividades asociadas con el manejo de sustancias inflamables y explosivas que deben considerarse altamente riesgosas son la producción, procesamiento, transporte, almacenamiento, uso y disposición final de las sustancias que a continuación se indican, cuando se manejan cantidades iguales o superiores a las cantidades de reporte siguientes: I. Cantidad de reporte: a partir de 500 kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado gaseoso: Acetileno Acido sulfhídrico Anhídrido hipocloroso Butano (Niso) Butadieno 1-Buteno 2-Buteno (cis,trans) Cianógeno Ciclobutano Ciclopropano Cloruro de metilo Cloruro de vinilo Difloruro 1-Cloroetano Dimetil amina 2,2-Dimetil propano Etano Eter metílico Etileno Fluoruro de etilo Formaldehido Hidrógeno Metano Metilamina 2-Metil propeno Propano Propileno Propino Sulfuro de carbonilo Tetrafluoroetileno Trifluorocloroetileno Trimetil amina b) En el caso de las sustancias en estado gaseoso no previstas en el inciso anterior y que tengan las siguientes características: Temperatura de inflamación <37.8º C Temperatura de ebullición <21.1º C Presión de vapor >760 mm hg c) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: 2-Butino Cloruro de etilo Etilamina 3-Metil-1-Buteno Metil etil eter Nitrito de etilo Oxido de etileno 1-Pentano II. Cantidad de reporte: a partir de 3000 kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: Acetaldehído Acido cianhídrico Amileno(cis,trans) Colodión Disulfuro de carbono 2-Metil-1-Buteno 2-Metil-2-Buteno Oxido de propileno Pentano (Niso) 1-Penteno 1-Penteno Sulfuro de dimetilo III. Cantidad de reporte: a partir de 10,000 Kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en el estado líquido: Acroleína Alil amina Bromuro de alilo Carbonilo de níquel Ciclopentano Ciclopenteno 1-Cloro propileno 2-Cloro propileno Cloruro de alilo Cloruro de acetilo Cloruro de propilo (Niso) 1.1-Dicloroetileno Dietilamina Dihidropirán 2.2 Dimetil butano 2.3 Dimetil butano 2.3 Dimetil 1-Buteno 2.3 Dimetil 2-Buteno 2- Etil 1-Buteno Eter dietílico Eter vinílico Etílico mercaptano Etoxiacetileno Formiato de etilo Formiato de metilo Furano Isopreno Isopropenil acetileno 2-Metil Pentano 3-metil Pentano 2-Metil-1-Penteno 2-Metil-2-Penteno 4-Metil-1-Penteno 4-Metil-2-Penteno 2-Metil-2-Propanotiol Metil propil acetileno Metil triclorosilano Propil amina (Niso) Propenil etil éter Tetrahidrofurano Triclorosilano Vinil etil eter Vinil isopropil éter IV. Cantidad de reporte: a partir de 20,000 Kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: Acetato de etilo Acetato de metilo Acetato de vinilo Acetona Acrilato de metilo Acrilonitrilo Alcohol metílico Alcohol etílico Benceno 1-Bromo-2-Buteno Butilamina (Niso,sec,ter) Ciclohexano Ciclohexeno Cicloheptano 2-Cloro-2-Buteno Cloruro de butilo (Niso,sec,ter) Cloruro de vinilideno Dicloroetano Dicloroetileno (cis,trans) 1,2-Dicloroetileno Dimetil diclorosilano 1,1 Dimetil hidrazina 2,3 Dimetil pentano 2,4 Dimetil pentano Dimetoxi metano Diisobutileno Diisopropilamina Dioxolano Eter etil propílico Eter propílico (Niso) Etil butil éter Etil ciclobutano Etil ciclopentano Et Metil Diclorosilano Metil éter propílico 2-Metil hexano 3-Metil hexano Metil hidrazina 2-Metil-1,3-Pentadieno 4-Metil-1,3-Pentadieno Metil pirrolidina 2-Metil tetrahidrofurano Metil vinil cetona Monoxido de butadieno Nitrato de etilo 2,5-Norbornadieno Oxido de butileno Oxido de pentametileno 1,2-Oxido de butileno Pirrolidina Propionaldehído Propionato de metilo Propianato de vinilo Trietilamina 2,2,3-Trimetil butano 2,3,3-Trimetil-1-Buteno 2,3,4-Trimetil-1-Penteno 2,4,4-Trimetil-2-Penteno 3,4,4-Trimetil-2-Penteno Trimetilclorosilano Vinil isobutil éter V. Cantidad de reporte: a partir de 50,000 Kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado gaseoso: VI. Cantidad de reporte: a partir de 100,000 Kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido: Acetato de propilo (Niso) Alcohol alílico Alcohol desnaturalizado Alcohol propílico (Niso) Amilamina (N,sec) Bromuro de N-butilo Butirato de metilo Butironitrilo (Niso) 1,2-Dicloropropano 2,3-Dimetil hexano 2,4-dimetil hexano P-Dioxano Eter alílico Formiato de isobutilo 2-Metil-2-Butanol 2-Metil Butiraldehido 2-Metil-3-Etil pentano 3-Metil-2-Butanotiol Metil metacrilato Piperidina Piridina Propionato de etilo Propionitrilo Tetrametilo de plomo 2,2,3-Trimetil pentano 2,2,4-Trimetil pentano 2,3,3-Trimetil pentano Tolueno VII. Cantidad de reporte: a partir de 200,000 Kg. a) En el caso de las siguientes sustancias en estado líquido. Acetal Acetato de butilo (iso,sec) Acetato de isoamilo Acetato de isopropenilo Acetonitrilo Acrilato de isobutilo Alcohol amílico (N,sec) Alcohol butílico (iso,sec,ter) Amil mercaptan Benzotrifluoruro 1-Butanol Butil mercaptan (N,sec) Butirato de etilo (Niso) Clorobenceno Cloruro de amilo Crotonaldehído Cumeno Dietilcetona Dietílico carbonato 1,3-Dimetil butilamina 1,3-Dimetil ciclohexano 1,4-Dimetil ciclohexano (cis, trans) Estireno Etil benceno Etil butilamina 2-etil butiraldehído Etil ciclohexano Etilendiamina Etileno-glicol dietílico éter Ferropenacarbonilo Isobromuro de amilo Isoformiato de amilo Metacrilato de etilo Metil isobutil cetona Metil propil cetona Nitroetano Nitrometano Octano (N, iso) Octeno (iso) 1-Octeno 2-Octeno Oxido de mesitilo 2,2,5-Trimetil hexano Vinil triclorosilano Xileno (M.O.P.) VIII. Cantidad de reporte: a partir de 10,000 kg a) En el caso de las sustancias en estado líquido, no previstas en las fracciones anteriores y que tengan las siguientes características: Temperatura de inflamación <37.8 ºC Temperatura de ebullición >21.1 ºC Presión de vapor <=760 mm hg IX. Cantidad de reporte: a partir de 10,000 barriles a) En el caso de las sustancias en estado líquido: Gasolinas (1) Kerosenas incluye naftas y diáfano (1) (1) Se aplica exclusivamente a actividades industriales y comerciales. ARTICULO 5.- Se exceptúa de este listado a las actividades relacionadas con el manejo de las sustancias a que se refiere el artículo 41 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. ARTICULO 6.- Las cantidades de reporte de las sustancias indicadas en este Acuerdo, deberán considerarse referidas a su más alto porcentaje de concentración. Cuando dichas sustancias se encuentren en solución o mezcla, deberá realizarse el cálculo correspondiente, con el fin de determinar la cantidad de reporte para el caso de que se trate. ARTICULO 7.- Las Secretarías de Gobernación y de Desarrollo Urbano y Ecología, previa opinión de las Secretarías de Energía Minas e Industria Paraestatal de Comercio y Fomento Industrial, de Agricultura y Recursos Hidráulicos, de Salud y de Trabajo y Previsión Social, podrán ampliar y modificar el listado objeto del presente Acuerdo, con base en el resultado de las investigaciones que sobre el particular se lleven a cabo. TRANSITORIO UNICO.- El presente acuerdo entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. México D.F. a 30 de Abril de 1992.- El Secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios.- Rúbrica.- El Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Luis Donaldo Colosio Murrieta.-Rúbrica. Publicado en el Diario Oficial de la Federación el 4 de mayo de 1992. Legislación Ambiental ------------------------------------------------------------PROGRAMA DE NORMAS OFICIALES MEXICANAS 1995 Comité Consultivo Nacional de Normalización para la Protección Ambiental Subcomité Aprovechamiento Ecológico de los Recursos Naturales 1. Especificaciones para la introducción y manejo de especies exóticas.4 2. Requisitos y procedimientos para realizar investigación y colecta con fines científicos de las especies de flora y fauna silvestres.4 Especificaciones, criterios y procedimientos para el registro y control de unidades de producción de flora y fauna.3. 1. Determinación de especies, subespecies de flora y fauna silvestres terrestres y acuáticas, en peligro de extinción, amenazadas, raras y las sujetas a protección especial, y que establece especificaciones para su protección.5 Subcomité Residuos Municipales, Materiales y Residuos Peligrosos 1. Técnicas del muestreo y manejo de muestras para el análisis de residuos peligrosos.4 2. Manejo de los aceites lubricantes usados.4 3. Tratamiento térmico de residuos peligrosos.3 4. Caracterización de residuos estabilizados para su confinamiento.4 5. Requisitos para el diseño y construcción de los receptores de agroquímicos.4 6. Requisitos para el manejo de llantas usadas.4 7. Manejo de residuos de la extracción de petróleo y gas.4 8. Características de los residuos peligrosos el listado de los mismos y los límites que hacen a un residuo peligroso por su toxicidad al ambiente.5 9. Requisitos técnicos para la formulación de combustibles alternos en base a residuos.4 10. Requisitos para la impermeabilización de celdas de un confinamiento controlado.3 11. Procedimientos para la clasificación, separación, envasado, almacenamiento, recolección, transporte y disposición final de los residuos generados en hospitales y establecimientos que presten atención médica.6 12. Diseño, construcción y operación de presas de jales.6 13. Requisitos que deben reunir los sitios destinados al confinamiento controlado de residuos peligrosos, incluyendo receptores agroquímicos.5 14. Condiciones para el control de la operación de un relleno sanitario.3 15. Condiciones que deben reunir los sitios destinados a relleno sanitario para la disposición final de los residuos sólidos municipales.1 16. Requisitos para el diseño de un relleno sanitario y la construcción de sus obras complementarias.1 17. Manejo de envases y recipientes de agroquímicos.4 18. Manejo de residuos peligrosos de la industria de plaguicidas.3 Subcomité Aire 1. Niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de amoníaco (NH3) en el proceso de elaboración de amoníaco (NH3).4 2. Niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de materiales particulados (MP), flúor (F) y ácido fluorhídrico (HF) en la fabricación de fluoruro de aluminio.4 3. Niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de ácido clorhídrico (HCL) en la fabricación de ácido clorhídrico.4 4. Niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de bióxido de azufre (SO2) y ácido sulfhídrico (H2S) en procesos de refinerías de petróleo.4 5. Niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de bióxido de azufre (SO2) y ácido sulfhídrico (H2S) y RSH en procesos de recuperación de celulosa.3 6. Procedimiento de medición para la verificación de los niveles de emisión de la opacidad de humo proveniente del escape de los vehículos automotores en circulación que usan diesel como combustible.6 7. Niveles máximos permisibles de emisión de hidrocarburos, monóxido de carbono y humo, provenientes del escape de las motocicletas en circulación que utilizan gasolina o mezcla de gasolina-aceite como combustible.3 8. Características del equipo y el procedimiento de medición para la verificación de los niveles máximos permisibles de emisión de gases contaminantes, provenientes del escape de las motocicletas en circulación que utilizan gasolina o mezcla de gasolina-aceite como combustible.4 9. Niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de humos, partículas suspendidas totales, bióxidos de azufre y óxidos de nitrógeno y los requisitos y condiciones para la operación de los equipos de calentamiento indirecto por combustión, así como los niveles máximos permisibles de emisión de bióxido de azufre en los equipos de calentamiento directo por combustión.5 10. Mecanismos de operación del sistema de certificados de emisiones transferibles que complementa a la norma oficial mexicana NOM-085-ECOL-1994.4 11. Que establece los niveles máximos permisibles de emisión de gases contaminantes provenientes del escape de los vehículos automotores en circulación que usan gasolina como combustible.5 12. Emisiones a la atmósfera de bióxido de azufre y material particulado proveniente de las plantas de fundición de cobre y zinc.6 13. Niveles máximos permisibles de emisiones a la atmósfera de hidrocarburos volátiles provenientes de la fabricación de pinturas, lacas y barnices.2 14. Requisitos, especificaciones y parámetros para la instalación de sistemas de recuperación de vapores en estaciones de servicio y de autoconsumo ubicadas en el Valle de México.6 15. Método de prueba para determinar la eficiencia de laboratorio de los sistemas de recuperación de vapores de gasolina en estaciones de servicio y de autoconsumo.6 16. Niveles máximos permisibles de emisión a la atmósfera de material particulado y óxidos de nitrógeno en los procesos de fabricación de vidrio.6 17. Instalación y funcionamiento de las cubiertas en separadores agua- aceite, para el control de compuestos orgánicos volátiles en las refinerías de petróleo del país.1 18. Niveles máximos permisibles de emisión de ácido flourhídrico por fuentes fijas, provenientes de los procesos de fabricación del mismo en el país.1 19. Niveles máximos permisibles de emisión de hidrocarburos no quemados, monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno provenientes del escape de los motores nuevos en planta, así como de hidrocarburos evaporativos provenientes del sistema de combustible, que usan gasolina, gas licuado de petróleo, gas natural y otros combustibles alternos que se utilizarán para la propulsión de vehículos automotores con peso bruto vehicular mayor de 3,857 kilogramos.1 20. Procedimiento para la presentación de los programas locales referidos en las Normas Oficiales Mexicanas que establecen los criterios para evaluar la calidad del aire ambiente con respecto a diferentes sustancias: NOM-020-SSA1-1993, NOM- 021- SSA1-1993, NOM-022-SSA11993, NOM-023-SSA1-1993, NOM-024-SSA1-1993, NOM-025-SSA1-1993 Y NOM-026-SSA1- 1993.4 21. Niveles máximos permisibles de opacidad del humo provenientes del escape de vehículos automotores en circulación que usan diesel como combustible.5 Subcomité Calidad del Agua Residual Límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales a cuerpos receptores provenientes de la industria de: 1. Lubricantes y Aditivos.4 2. Extracción y beneficio de minerales metálicos no ferrosos. 4 3. Producción y formulación de plaguicidas.4 4. Actividades de granjas porcícolas.4 5. Resinas sintéticas.4 6. Fabricación de alimento para animales.4 7. Actividades de ganado bovino estabulado.4 8. Sacrificio y procesamiento de aves.4 9. Molinos de grano de maíz.4 10. Actividades de cultivo acuícola.6 11. Almacenamiento y distribución de productos petrolíferos.6 12. Que establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las aguas residuales de origen urbano o municipal para su disposición mediante riego agrícola.5 Subcomité Riesgo Ambiental 1. Seguridad y operación para el manejo de ácido cianhídrico.3 2. Seguridad y operación para el manejo de acrilonitrilo.4 3. Seguridad y operación para el manejo de óxido de etileno.4 4. Criterio de distanciamiento para el almacenamiento de sustancias explosivas con respecto a los proyectos de desarrollo urbano.3 5. Criterio de distanciamiento para el almacenamiento de sustancias inflamables con respecto a los proyectos de desarrollo urbano.3 6. Requisitos y especificación para el manejo de cloro.2 7. Requisitos y especificación para el manejo de amoníaco.2 8. Requisitos y especificación para el manejo de ácido fluorhídrico.3 Subcomité Ruido y Energía Contaminante 1. Límites máximos permisibles de emisión de ruido producido por el sobrevuelo de aeronaves.3 2. Método para la determinación del nivel de emisión de ruido producido por el sobrevuelo de aeronaves.4 3. Límites máximos permisibles de emisión de vibraciones mecánicas producidas por la operación de las fuentes fijas dentro del ámbito de frecuencia de 1 a 80 Hz.2 4. Método para la determinación del nivel de vibraciones mecánicas producidas por la operación de las fuentes fijas dentro del ámbito de frecuencia de 1 a 80 Hz.2 Notas 1. Aprobada como norma oficial mexicana por el CCNNPA. 2. Aprobada como proyecto de norma oficial mexicana por el CCNNPA. 3. Reprogramada para 1995. 4. Norma nueva. 5. Publicada como norma oficial mexicana y reprogramada para revisión. 6. Publicada como proyecto de norma oficial mexicana. Subcomité Aire 1. NMX-AA-10-1995, Contaminación atmosférica-fuentes fijasDeterminación de la emisión de partículas contenidas en los gases que fluyen por un conducto- Método isocinético (revisión). 2. NMX- Contaminación atmosférica -fuentes fijasDeterminación de la emisión de óxidos de nitrógeno contenidos en los gases que fluyen por un conductoMétodo de quemiluminiscencia. 3. NMX- Contaminación atmósferica -fuentes fijasDeterminación de la emisión de compuestos orgánicos volátiles contenidos en los gases que fluyen por un conducto-Método de ionización de flama. Subcomité de Aguas Residuales Métodos de prueba de toxicidad aguda con: 1. Dhapnia Magna Straus (Crustacea-Cladocera). 2. Photobacterium phosphoreum. 3. Artemia franciscana. Agosto de 1995 Para mayores informes, comunicarse a la Dirección de Normas del Instituto Nacional de Ecología, Tel: 553-9412 y 286-9276. Legislación ambiental -------------------------------------------------------------------Plan Nacional de Desarrollo 1995 - 2000 FORO DE CONSULTA POPULAR POLITICA AMBIENTAL Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca Instituto Nacional de Ecología Procuraduría Federal de Protección al Ambiente Anfiteatro Simón Bolívar, Colegio de San Ildefonso, Centro Histórico 24 y 25 de abril de1995 LISTADO DE PONENCIAS PRESENTADAS POR MESA Mesa I Los Retos del Desarrollo Sustentable TEMA PROPUESTA POR ORGANISMO Conservación y Aprovechamiento de los Recursos Naturales para el Ecoturismo y Participación de la Comunidad para un Desarrollo Turístico Sustentable Alfonso Jimenez Carlos Cruz SECTUR UNIDAD DE POPLITICA TURISTICA Crecimiento Integral: nuevo paradigma del desarrollo Eduardo García Escobar MOVIMIENTO ECOLOGISTA MEXICANO, A.C. Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente Luis Gámez Jiménez Ma. de los Angeles Monroy Gómez F. El Desarrollo de México: reconsiderar mitos y dogmas Dr. Celestino I. Chargoy Zamora UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHAPINGO Rentabilidad Ecológica un Imperativo Mundial Eduardo García Escobar MOVIMIENTO ECOLOGISTA MEXICANO,A.C.