EXPLOTACIÓN DE GAS NO CONVENCIONAL: EL CASO DEL GAS METANO EN DEPÓSITOS DE CARBÓN Margarita Teresa Nieves Zárate1 y Carlos Vásquez Díaz2 La necesidad de diversificar la canasta energética, los altos precios del petróleo y su escasez relativa, han propiciado la búsqueda de sustitutos que contribuyan a satisfacer los requerimientos de los diferentes países, industrias y consumidores, cobrando importancia recursos que no generaban mayor interés, por sus condiciones físicas y químicas, difícil extracción, y tratamiento, así como los desafíos ambientales y sociales que representan. Dentro de estos recursos, se encuentra el gas metano en depósitos de carbón (GMDC), que junto con el shale y el tight gas hace parte de las tres principales categorías de gas en fuentes no convencionales. En el caso del GMDC, al encontrarse adherido al yacimiento de carbón, es fuente de conflictos entre los intereses de los titulares de derechos para la exploración y producción de hidrocarburos y los beneficiarios de títulos carboníferos, lo cual plantea la necesidad de definir quién está facultado jurídicamente para explotarlo, así como la regulación técnica para su extracción, principalmente ante la concurrencia de este tipo de derechos. Bajo este contexto, y dadas las riquezas carboníferas de Colombia, resulta imperativo conocer la experiencia internacional en la producción de GMDC y el sendero transitado en este país para estructurar un marco jurídico para su exploración y producción que permita un desarrollo armónico y eficiente de este importante recurso. Sumado a la importancia económica y geopolítica del GMDC, su extracción es necesaria por los riesgos que representa para la seguridad minera y su alto potencial contaminante. En las normas de salud ocupacional y seguridad minera el gas metano es considerado como un elemento peligroso en el desarrollo de las labores por su alta volatilidad y riesgos de explosión.3 En el caso de la minería de carbón, estos riesgos comprenden tanto las minas a cielo abierto, subterráneas y abandonadas, los procesos de ventilación y desgasificación,4 1 Abogada de la Universidad Popular del Cesar, especialista en Derecho Minero y Petrolero de la Universidad Externado de Colombia, candidata a magíster en Derecho con énfasis en regulación Minera, Petrolera y Eléctrica de esta misma universidad. Consultora e investigadora en regulación administrativa, minera, petrolera y energética. Miembro del Grupo de Investigación en Mercados Energéticos de la Universidad Externado de Colombia, matenieza01@hotmail.com 2 Abogado de la Pontificia Universidad Javeriana, Magister en Estudios Políticos de la misma Universidad. Carvas82@gmail.com 3 El gas metano es explosivo cuando constituye del 5 al 15% de la atmósfera de la mina. “Development of a Common Practice Standard for a Coal Mine Methane Project Protocol”. SAIC, Estados Unidos. 2009. Pág. 31. Disponible en línea: http://www.climateactionreserve.org/wp-­‐content/uploads/2009/10/Reserve-­‐CMM-­‐Performance-­‐Standard-­‐Analysis-­‐Report.pdf. Consultado 25 de mayo de 2013 5:00 a.m. 4 Coalbed Methane Outreach Program (CMOP), United States Environmental Protection Agency –EPA-­‐ http://www.epa.gov/cmop/basic.html 1 como la cadena de producción del mineral incluyendo su preparación, transporte y almacenamiento.5 De esta forma, la regulación de diferentes países exige la ventilación de las minas y controla la liberación de este gas a la atmósfera, considerado como un potente gas efecto invernadero, 20 veces más contaminante que el dióxido de carbono.6 En consecuencia, el gas metano no representaba ningún interés económico para los explotadores de carbón sino un riesgo latente para sus actividades. Fue hasta los años 70, cuando se promovió su explotación comercial en Estados Unidos impulsando la revolución del gas que se vive en ese país. De acuerdo con el informe “Reglas de Oro para la Edad Dorada del Gas” de la Agencia Internacional de Energía,7 el gas metano en depósitos de carbón técnicamente recuperable a nivel mundial asciende a 47 trillones de metros cúbicos (tmc), lo cual sumado a las reservas convencionales de gas (420 tmc), de shale gas (208 tmc) y tight gas (76 tmc), brinda una señal de seguridad al mercado para considerar el gas como una fuente de energía confiable. En el mismo informe se define el gas metano en depósitos de carbón, Coalbed Methane o Coal Seam8 como gas natural contenido en mantos de carbón, cuya extracción inició con fines de seguridad minera.9 “Se trata principalmente de metano contenido en la roca o depósito de carbón. Parte del metano es almacenado dentro del carbón, como resultado de un proceso denominado adsorción, por el cual una capa de metano es creada en la superficie de los poros del carbón. Las fracturas abiertas del carbón también pueden contener gas libre o agua. En algunos casos, el metano se encuentra presente en grandes cantidades y puede constituir un serio peligro para la seguridad de las operaciones mineras.”10 Dentro de las características del yacimiento y las implicaciones para su explotación se destaca la baja permeabilidad de la roca contenedora de la reserva, “Virtualmente toda la permeabilidad del manto de carbón obedece a las fracturas, en la forma de cleats y joints. Estas fracturas tienden a presentarse naturalmente de modo que, dentro de una pequeña parte del manto, el metano puede fluir por la roca. (…) existen mayores variaciones en la concentración del gas en una y otra área del depósito de carbón. Lo cual, junto con las variaciones en el espesor de la roca, representa impactos significativos en la rata de producción.” 11 La explotación del GMDC no es ajena a los impactos ambientales; el agua siempre se encuentra presente en el manto de carbón, y debe ser extraída para permitir que el gas fluya a 5 “Development of a Common Practice Standard for a Coal Mine Methane Project Protocol”. SAIC, Estados Unidos. 2009. Pág. 5. Disponible en línea: http://www.climateactionreserve.org/wp-­‐content/uploads/2009/10/Reserve-­‐CMM-­‐Performance-­‐Standard-­‐ Analysis-­‐Report.pdf. Consultado 25 de mayo de 2013 5:00 a.m. 6 Coalbed Methane Outreach Program (CMOP), United States Environmental Protection Agency –EPA-­‐ http://www.epa.gov/cmop/index.html 7 INTERNATIONAL ENERGY AGENCY – IEA-­‐ “Golden Rules for a Golden Age of Gas". World Energy Outlook. París. Mayo 2012. Pág. 18. Disponible en: http://www.worldenergyoutlook.org/goldenrules/ [Consultado el 29 de julio de 2012]. 8 Se le denomina de esta forma en Australia y Canadá. 9 Vid. Op. Cit. INTERNATIONAL ENERGY AGENCY – IEA-­‐. Pág. 19. 10 Ibídem. Pág. 28. 11 Ibídem. Pág. 28. 2 través de los pozos perforados. Una de los asuntos de interés de la regulación ambiental es el manejo y tratamiento del agua. Asimismo, los depósitos pueden estar localizados a pocas profundidades -que son los más explotados- y algunos suelen contener hidrocarburos líquidos pesados (gas natural líquido o gas condensado). Efectuadas estas precisiones, revisaremos el contexto internacional y nacional del GMDC, previendo los potenciales conflictos y controversias alrededor de su exploración y producción, al igual que los retos de la regulación. I. Contexto Internacional. En la actualidad existe un contexto internacional de precios de los hidrocarburos aunado a la falta de nuevos descubrimientos que ha hecho atractiva la exploración de hidrocarburos en yacimientos no convencionales y en ese mismo sentido, la exploración de GMDC. La regulación de cada país respecto de la exploración y explotación de hidrocarburos y en particular de los hidrocarburos en yacimientos no convencionales, está ligada a su tradición jurídica. Por lo tanto en los temas de propiedad y de concesiones para su explotación, difiere de la tradición latina a la anglosajona. Estados Unidos A partir de los años 70 surgió en Estados Unidos el interés por el GMDC como una importante fuente de energía. Durante el embargo de crudo de la OPEP el Gobierno federal empezó a promover la producción inmediata de GMDC a través de subvenciones y deducciones de impuestos.12 En ese país, la definición de los derechos de propiedad y de exploración y producción del GMDC ha pasado por las Cortes estatales y la Suprema Corte de ese país. El debate se enmarca en las reservas de tierras y de derechos de propiedad del carbón a favor del Estado Federal, ordenado por las leyes de 1909 y 1910, emitidas durante el gobierno del presidente Roosevelt. El antecedente más importante es el caso Amoco Production Co. vs. Southern Ute Indian Tribe en el que la tribu indígena Southern Ute disputaba con los titulares de licencias de exploración y producción de hidrocarburos la propiedad del GMDC en las tierras que le fueron cedidas por el Estado Federal en Colorado, que incluían las reservas de carbón. La tribu, como propietaria del carbón argumentó que el GMDC es un componente de ese mineral y demandó a Amoco Production Company y otras entidades privadas e individuos ante el Distrito de Colorado. 12 “AMOCO PRODUCTION CO., on behalf of itself and the class it represents v. SOUTHERN UTE INDIAN TRIBE et al. certiorari to the united states court of appeals for the tenth circuit”. 1999. Pág. 871. Documento disponible en http://supreme.justia.com/cases/federal/us/526/865/case.html. Consultado 20 de mayo de 2013. 7:40 p.m. 3 Por su parte, los demandados sostuvieron que el GMDC es simplemente gas situado en depósitos de carbón. La Corte del Distrito Federal estimó que el verdadero significado de “carbón” en la concesión de las tierras del gobierno federal y los derechos a explotar este mineral es el de “roca sólida” usada como combustible. Sin embargo, la Corte de Apelaciones reversó la decisión, afirmando que el término “carbón era ambiguo” e invocó el principio interpretativo consistente en que las ambigüedades en las concesiones de tierras debían resolverse a favor de la soberanía, concluyendo que las reservas de carbón incluían el GMDC.13 Finalmente, la Corte Suprema de los Estados Unidos al analizar el caso argumentó que para la época en que las leyes de 1909 y 1910 reservaron los derechos de exploración y producción de carbón sobre tierras federales el entendimiento común de carbón no incluía el GMDC, lo cual obedeció a que es un gas, y a que se consideraba como una sustancia distinta liberada del carbón a medida que éste era extraído y no como parte del mismo.14 Con esta decisión, la Corte Suprema revocó el fallo de la Corte de Apelaciones,15 implicando la ausencia de derechos de exploración y producción del GMDC de la tribu indígena en las tierras concedidas. Resta decir que la principal orientación de la regulación a la actividad petrolera busca controlar aspectos técnicos de recuperación de reservas y también el control ambiental a los mecanismos de aumento de recobro tales como la inyección de sustancias a los yacimientos. Recientemente se han empezado investigaciones sobre los impactos ambientales del fracturamiento hidráulico por parte de la EPA y de acuerdo a los resultados obtenidos posiblemente se harán ajustes a la legislación federal. De la misma manera, se han desarrollado nuevas herramientas de información sobre los químicos utilizados en la perforación y producción de los pozos así como del empleo de técnicas de perforación o producción, incluyendo químicos utilizados. Dentro de ellos, se encuentra la página www.fracfocus.org, con el fin de revelar los químicos empleados para el fracturamiento hidráulico, así como el control y protección de los reservorios de aguas subterráneas. Australia carlos.vasquez 5/29/13 10:19 AM Eliminado: En Australia, el entendimiento sobre la regulación aplicable a la exploración y explotación de GMDC es similar a la de Estados Unidos. Se diferencia el derecho a explorar y explotar yacimientos de carbón de los yacimientos de GMDC. Las entidades regulatorias y las normas aplicables difieren de un recurso a otro. 13 14 15 Ibid. Pág. 872. Ibid. Pág. 874-­‐875. Ibid. Pág. 880. 4 Respecto de la regulación aplicable a la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales, es importante indicar que las dificultades para el desarrollo de este tipo de proyectos radica en la resistencia al uso de la técnica del fracturamiento hidráulico. Sin embargo, Australia tiene potencial para este tipo de yacimientos y ha implementado una estrategia para el desarrollo de las cuencas ubicadas en el sur de Australia. Por lo anterior, requiere un marco regulatorio que involucre a los grupos de interés y también que tenga en cuenta los impactos ambientales en este tipo de industria. Unión Europea. La Unión Europea no ha desarrollado regulación específica en torno al control técnico y ambiental de la explotación de hidrocarburos no convencionales. Por tanto, es necesario remitirse a la regulación ambiental para desentrañar disposiciones específicas al desarrollo de actividades de exploración y explotación de estos hidrocarburos. En este punto es importante indicar que si bien no hay una legislación específica en torno al desarrollo de actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales, cualquier proyecto que pueda tener un impacto en el ambiente o en las comunidades de la zona de influencia, deberá dar cumplimiento a las normativas generales de protección al medio natural, legislación en materia de aguas y también de químicos. En cuanto al otorgamiento de permisos para la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales, cada Estado miembro ha tomado sus decisiones dentro del marco legal de la Unión. Estas decisiones han estado mediadas por la utilización del fracturamiento hidráulico y su impacto en el ambiente. Así, mientras que Francia, Bulgaria y República Checa han prohibido el uso de esta técnica, el Reino Unido por su parte ha autorizado este tipo de desarrollos. En materia general, la Unión Europea ha tomado la decisión de no prohibir su uso pero sí desarrollar un marco regulatorio fuerte para este tipo de proyectos.16 Colombia En Colombia, el interés por la exploración y producción de GMDC surgió recientemente. Desde la perspectiva técnica del negocio petrolero se ha entendido que los hidrocarburos no tienen diferenciación, sino que la distinción está en los reservorios o yacimientos en que se ubican. Las definiciones contenidas en la Resolución 181495 de 2009 expedida por el Ministerio de Minas y Energía, en lo referente a los yacimientos indican lo siguiente: 16 Iana Dreyer y Gerald Stang. “The shale gas ‘revolution’:Challenges and implications for the EU”. Disponible en http://www.shalegasespana.es/es/index.php/recursos/publicaciones/potencial-­‐de-­‐los-­‐recursos/111-­‐la-­‐revolucion-­‐del-­‐gas-­‐de-­‐esquisto-­‐ desafios-­‐e-­‐implicaciones-­‐para-­‐la-­‐ue 5 “Yacimiento: Es toda formación rocosa del subsuelo en la cual se encuentran acumulados naturalmente hidrocarburos móviles y que están caracterizados por un sistema único de presiones. Yacimiento convencional: Son todos aquellos donde ocurren acumulaciones de hidrocarburos en trampas estratigráficas y/o estructurales. Estos yacimientos presentan buenas porosidades y moderadas a buenas permeabilidades, son fáciles de desarrollar y se les asocian reservas limitadas, explotables en pocos años. Yacimientos no convencionales: Son todos aquellos donde la acumulación es predominantemente regional, extensa y la mayoría de las veces independiente de trampas estratigráficas o estructurales. Poseen bajas porosidades y permeabilidades y pobres propiedades petrofísicas. Su desarrollo requiere de alta tecnología, se les asocia muchas reservas y son capaces de producir por varias décadas. Los típicos yacimientos no convencionales incluyen las arenas apretadas de gas, carbonatos apretados, gas de capas de carbón, hidrocarburos de carbonatos y/o areniscas naturalmente fracturadas, arenas bituminosas, gas de lutitas”. La concepción adoptada por el Estado colombiano en este aspecto es que la diferencia entre convencionales y no convencionales no es por la composición química o física de los hidrocarburos, sino por el tipo de reservorio o yacimiento en que se encuentra. Así, en Colombia la acepción correcta es hidrocarburos en yacimientos no convencionales, tal como están definidos en la Resolución 181495 de 2009. No obstante lo anterior, es posible que este tipo de yacimientos hayan sido explotados con anterioridad a la expedición de normas específicas al respecto o a que la entidad estatal encargada haya iniciado actividades de exploración y explotación de hidrocarburos. Sin perjuicio de las condiciones técnicas y geológicas aplicables, es importante tener en cuenta que los contratos de exploración y producción otorgados por el Estado Colombiano, sólo recientemente distinguieron yacimientos convencionales y no convencionales. A nivel contractual, su materialización expresa se encuentra en la suscripción y desarrollo de los contratos de Asociación (Río Ranchería 2000) y de exploración y producción (La Loma 2004), con el objeto de explorar y producir “gas metano asociado al carbón”.17 Asimismo, existe un claro interés de empresas tanto mineras como petroleras en extraer estos recursos, y del Gobierno Nacional por promover una regulación específica en esta materia. En cuanto a la regulación de esta actividad, se plantean diversos interrogantes: la posible violación de derechos adquiridos por el otorgamiento de derechos de exploración y 17 Datos tomados de la presentación “Perspectivas de los Hidrocarburos No Convencionales en Colombia” realizada por el Dr. Julio Cesar Vera en la XXVIII Conferencia Energética Colombiana, Bogotá, Septiembre de 2011. Disponible en www.minminas.gov.co. 6 producción sobre áreas previamente comprometidas para la exploración y explotación de otros minerales, específicamente el carbón; la capacidad institucional para contratar y administrar estas áreas; la necesaria articulación entre las autoridades minera (Agencia Nacional de Minería –ANM-), petrolera (Agencia Nacional de Hidrocarburos –ANH-) y ambiental; y a su vez la claridad en las competencias y facultades de una y otra autoridad. Para abordar estos planteamientos es necesario precisar que el debate en Colombia por la exploración y producción de GMDC, se remonta al conflicto entre Cerrejón y Drummond, cuando este último inició actividades de exploración de GMDC en el área del contrato de asociación Río Ranchería ubicado en el Departamento de La Guajira y adquirido mediante cesión del antiguo socio de Ecopetrol en este bloque. Este contrato, cuenta con la particularidad de superponerse en gran parte con áreas correspondientes a títulos mineros de carbón concedidos previamente a Cerrejón. A raíz de este conflicto, la ANH optó por suspender la asignación de áreas para la exploración y producción de gas metano “asociado” al carbón a través del Acuerdo No. 42 del 29 de noviembre de 2006 emitido por su Consejo Directivo, con el fin de evaluar y determinar el proceso de asignación que deba adelantarse para la exploración y explotación de este hidrocarburo. Adicionalmente, la ANH ha definido de forma específica los hidrocarburos no convencionales en la minuta de los contratos, excluyendo la posibilidad de explorar y explotar GMDC. Esta exclusión se mantiene en los contratos recientemente suscritos como resultado de los procesos competitivos Ronda Colombia 2010 y 2012. Este antecedente de controversias entre las compañías por el GMDC, también generó la expedición del documento CONPES 3517 de 2008 del 12 de mayo de 200818 denominado “Lineamientos de política para la asignación de los derechos de exploración y explotación de gas metano en depósitos de carbón”, emitido por el Consejo Nacional de Política Económica y Social del Departamento Nacional de Planeación. En este documento se plantea que “dadas las especificidades que presenta la extracción del GMDC, y en especial la posible coexistencia con títulos mineros, es conveniente la expedición de las normas técnicas correspondientes, de los reglamentos de contratación y de los modelos de contratos a que haya lugar. La regulación que expidan los organismos administrativos competentes no constituirá desarrollo de las previsiones del Código de Minas, estatuto éste del que se encuentran excluidos los hidrocarburos, sino de la normatividad prevista para los recursos hidrocarburíferos.” Recomienda al MME expedir en un plazo de seis meses las normas técnicas requeridas, la adopción de mecanismos pertinentes para prevenir posibles conflictos entre explotadores de carbón y productores de GMDC y para obrar como facilitador en la solución de tales conflictos en un término de nueve meses. También recomienda a la ANH la adopción de un reglamento para la contratación de áreas para la exploración y producción de GMDC en un término no superior a nueve 18 Documento disponible en línea: http://www.minminas.gov.co/minminas/downloads/UserFiles/File/conpes%203517.pdf. Consultado el 18 de mayo de 2013, 10:5 pm. 7 meses o proponer los ajustes pertinentes al reglamento de contratación vigente, así como un modelo de contrato para tal fin, entre otras recomendaciones a diferentes autoridades. A partir de la suscripción de los contratos de la Ronda Colombia 2010, la ANH incorporó en las minutas contractuales la posibilidad de explorar en busca de y desarrollar hidrocarburos no convencionales para las compañías que cumplieran con los mas altos estándares de los términos de referencia del proceso de selección (habilitadas para bloques tipo 1 y tipo 2), excluyendo la posibilidad de explorar y explotar gas en mantos de carbón. Esta exclusión permanece en los 50 contratos suscritos en la Ronda Colombia 2012, que contempló desde sus términos de referencia, la adjudicación de bloques para explorar y producir hidrocarburos no convencionales, con una minuta adaptada para esta actividad. 3.2 Competencias institucionales para la regulación de actividades de exploración y producción de GMDC Para abordar este tema, es imprescindible realizar un análisis sobre las competencias específicas del Ministerio de Minas y Energía, la ANH y Ecopetrol cuando fungía como administrador de los hidrocarburos de propiedad del Estado, para así determinar si a la luz de la normatividad vigente están facultadas para regular la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales en el país. En primer lugar, conforme al Decreto 381 de 2012 “Por el cual se modifica la estructura del Ministerio de Minas y Energía”, éste tiene como objetivo formular, adoptar, dirigir y coordinar las políticas, planes y programas del Sector de Minas y Energía (art, 1). En particular, el artículo 2 del Decreto mencionado, indica que es función del Ministerio, “Formular, adoptar, dirigir y coordinar la política nacional en materia de exploración, explotación, transporte, refinación, procesamiento, beneficio, transformación y distribución de minerales, hidrocarburos y biocombustibles”. Además entre sus funciones también se encuentra la de “Formular, adoptar, dirigir y coordinar la política sobre las actividades relacionadas con el aprovechamiento integral de los recursos naturales no renovables y de la totalidad de las fuentes energéticas del país”. De modo, que es claro que el Ministerio de Minas y Energía es competente para formular la política en materia de exploración y explotación de hidrocarburos, adoptar los reglamentos y hacer cumplir las disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias relacionadas con la exploración, explotación, de recursos naturales no renovables, como lo son los hidrocarburos, y proponer soluciones a las discrepancias entre empresas del sector minero energético. Siendo indiscutible su facultad para reglamentar técnicamente la actividad, como lo ha hecho a través de resoluciones como la 181495 de 2009 que establece medidas en materia de exploración y explotación de hidrocarburos. Aunado a lo anterior, por principio de especialización, es dentro de los ministerios la entidad técnica e idónea para encargarse de regular la actividad de exploración y explotación de hidrocarburos en aquello que no corresponda a la Ley. 8 En lo atinente a la ANH, el Decreto 4137 de 2011 que cambió la naturaleza jurídica indicó en el artículo 3 que el objetivo de esta entidad es administrar integralmente las reservas y recursos hidrocarburíferos de propiedad de la Nación; promover el aprovechamiento óptimo y sostenible de los recursos hidrocarburíferos y contribuir a la seguridad energética nacional. A su vez, el Consejo Directivo de la ANH tiene como funciones específicas establecidas en el artículo 8º del Decreto 4137 de 2011, definir los criterios de administración y asignación de las áreas hidrocarburiferas de la Nación para su exploración y explotación y también Aprobar los manuales de contratación misional de la Agencia, los modelos de contratos de exploración y explotación de hidrocarburos de propiedad de la Nación, y establecer las reglas y criterios de administración y seguimiento de los mismos. Asimismo, en virtud del Decreto 2310 de 1974 Ecopetrol tenía la función de explorar y explotar hidrocarburos de propiedad nacional “la cual podrá llevar a efecto dichas actividades, directamente o por medio de contratos de asociación, operación, de servicios o de cualquier otra naturaleza, distintos de los de concesión celebrados con personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras”. (Art. 1). De modo que no existe duda alguna sobre las competencias de estas tres entidades especializadas del Estado para regular lo referente a la contratación de hidrocarburos no convencionales. Puntualmente, corresponde a la ANH como administradora del recurso, evaluar el subsuelo hidrocarburífero del país y asignar áreas para su exploración y explotación, lo que implica el diseño del modelo contractual así como el procedimiento para su asignación, conforme a la Constitución Política que establece que los recursos naturales no renovables pertenecen al Estado (Art. 332), que consagra la libertad de empresa (art. 333), y siguiendo la política que sobre esta materia adopten el Ministerio de Minas y Energía y el Consejo Directivo de la ANH, y evidentemente, las disposiciones legales. Iguales funciones correspondían a Ecopetrol hasta el 26 de junio de 2003 en su condición de administrador del recurso. Sobre la existencia de vacíos legislativos para la regulación de la exploración y explotación de GMDC, encontramos de sumo interés las conclusiones del precitado documento CONPES 3517: “El aprovechamiento del GMDC en Colombia no hace necesaria la adopción de nuevas normas de carácter legal, toda vez que ni la legislación minera ni la normatividad en materia de hidrocarburos presentan vacíos o inconsistencias que deban ser subsanados. Sin perjuicio de lo anterior, dadas las especificidades que presenta la extracción del GMDC, y en especial la posible coexistencia con títulos mineros, es conveniente la expedición de las normas técnicas correspondientes, de los reglamentos de contratación y de los modelos de contrato a que haya lugar. La regulación que expidan los organismos administrativos competentes no constituirá desarrollo de las previsiones del Código de Minas, estatuto éste del que se encuentran excluidos los hidrocarburos, sino de la normatividad prevista para los recursos hidrocarburíferos”. 9 Esta apreciación puede ser cierta en la medida en que las regulaciones en materia de hidrocarburos corresponden más a Decretos, Resoluciones del Ministerio de Minas, Acuerdos del Consejo Directivo de la ANH y cláusulas contractuales, que a disposiciones legales en sentido estricto, a diferencia de la actividad minera que cuenta con un Código de origen legal. Sin embargo más allá de analizar si es necesario o no que estas regulaciones se encuentren en la Ley,19 para efectos de nuestro estudio, lo importante es que las entidades involucradas son competentes para asignar dichos bloques y emitir las regulaciones que sin duda se requieren, sin obviar la importancia de fortalecer las disposiciones ambientales y sociales que permitan afrontar los retos que implica el desarrollo de esta actividad y blindar al país de los riesgos que conlleve su ejercicio. 3.3. Posible violación de derechos adquiridos por el otorgamiento de contratos de exploración y producción sobre áreas previamente otorgadas para la exploración y explotación de minerales. Sobre este punto, partiendo de los conflictos actuales y potenciales, consideramos que en primer lugar debe analizarse cuál es o podría ser el derecho presuntamente vulnerado. A nivel internacional existe claridad sobre la naturaleza del GMDC al considerarlo un hidrocarburo por sus condiciones físicas y químicas propias del gas natural. Esto también es claro para la doctrina nacional20 y las autoridades minero energéticas, a partir del tratamiento dado a los recursos en los proyectos de reglamentación y el hecho de que los contratos de GMDC han sido otorgados por el administrador del recurso hidrocarburífero. Esta condición no genera controversia a partir de la normatividad contenida en el Código de Minas, pues ésta excluye expresamente de su ámbito de aplicación los hidrocarburos líquidos y gaseosos (Art. 2). Lo cual, unido a que el artículo 61 del mismo Código, define que los concesibles en liga íntima, subproducto y asociados sólo se predican entre minerales, deja sin piso cualquier pretensión de derecho adquirido por el minero respecto a los hidrocarburos presentes en vetas de carbón. Incluso el Decreto 20 de 1969 bajo el cual se otorgaron diferentes contratos para la exploración técnica y explotación económica de carbón que continúan vigentes, también distingue las minas y los yacimientos de hidrocarburos y reconoce las diferentes competencias de las entidades involucradas. Por ello, no habría lugar a considerar que el titular del derecho a explorar y extraer el recurso “carbón”, también tenga derecho para producir el gas natural presente en sus depósitos. 19 Lo cual tendría un primer inconveniente como lo son los vertiginosos avances tecnológicos en materia de exploración y explotación de hidrocarburos, que requieren una adaptabilidad constante de la reglamentación o por ejemplo, la aparición de nuevas fuentes como los hidrocarburos no convencionales, y su regulación. El argumento contrario sería el alto margen de discrecionalidad del Ejecutivo. 20 Sobre el particular, ver COCK ORDÓÑEZ, Vivian. “La Extracción del Gas Metano en Depósitos de Carbón y su Regulación”. En Temas de Derecho Petrolero. Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2011. 10 La violación del derecho adquirido, se podría presentar en cambio, si como producto del ejercicio del derecho a explorar y producir GMDC, se impide el desarrollo de la actividad minera previamente concedida, pues se afectaría el derecho adquirido para explorar y explotar carbón, derecho que a partir de su concesión hace parte del activo de la compañía. Para lo cual, la propuesta existente consiste en que las partes involucradas lleguen a acuerdos concretos respecto a sus programas de exploración y explotación, que implica coordinar cronogramas de actividades, métodos de exploración y producción, planes de manejo ambiental, relacionamiento con las comunidades, infraestructura, servidumbres, área de operación, entre otros. En aras de impedir que se vulneren los derechos adquiridos, las autoridades minero energéticas, deben garantizar su ejercicio y establecer reglas claras para los casos en que se presenten estos conflictos de modo que tanto el titular minero como el de hidrocarburos no convencionales tengan certeza sobre las situaciones a las cuales se enfrentan. 3.4. Forma de resolver eventuales conflictos por superposición de áreas y potencial afectación de derechos. El eventual conflicto que hasta el momento se ha identificado tanto a nivel nacional como internacional, es la superposición de áreas para exploración y extracción de carbón y exploración y producción de hidrocarburos. Sin descartar que se puedan presentar conflictos con otro tipo de minerales que también requieran una regulación específica. El aspecto a destacar, es que al Estado le corresponde velar por el aprovechamiento óptimo de los recursos naturales no renovables, evitando su desperdicio y subutilización. En este caso, si existen dos compañías interesadas en producir minerales e hidrocarburos en una misma área, debe velar por su adecuado desarrollo, buscando el máximo beneficio en el marco de la sostenibilidad ambiental, la explotación racional de los yacimientos y el respeto por los derechos adquiridos,21 que vale decir, no son absolutos y deben ceder ante el interés general que debe evaluarse en cada caso en particular. Por ello, las empresas interesadas en producir estos recursos, titulares de concesiones mineras o de hidrocarburos, deben sujetarse a la normatividad que regule su explotación concurrente. A nivel normativo, la Constitución Política impone al Estado, -como propietario del subsuelo y de los recursos naturales no renovables-, la obligación de intervenir en su explotación, conforme a las condiciones que determine la Ley (Arts. 334, 360). 21 En este caso, el derecho adquirido a explorar y explotar carbón. 11 Y le atribuye el deber de “planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución”, así como la prevención y control de los factores de deterioro ambiental, imponiendo las sanciones legales y exigiendo la reparación de los daños causados. (Art. 80). En desarrollo de esos mandatos, el Ministerio de Minas y Energía, en conjunto con el Departamento Nacional de Planeación y la Consultora Petroleum Development Consultants desarrollaron una propuesta de reglamentación técnica y de modelo contractual para la exploración y producción de yacimientos no convencionales de hidrocarburos. Este prototipo contractual planteaba en el apéndice D sobre “Procedimientos en relación con las situaciones de Coexistencia”, que en el evento en que las operaciones del titular de una licencia de GMDC entren en conflicto con las operaciones mineras de un titular de una licencia minera, deberán conjuntamente resolver la controversia. Si no lograban un acuerdo, la disputa será resuelta por un tribunal de resolución de conflictos constituido por un representante de la ANH, uno del INGEOMINAS y presidido por un representante del Ministerio de Minas y Energía. Ambas partes del conflicto están obligadas por las determinaciones del Tribunal y sus licencias serán modificadas de acuerdo al concepto del Tribunal. Adicionalmente, el Congreso de la República expidió la Ley 1274 de 2009 referente a servidumbres petroleras. Esta ley en su artículo 8º dispone lo siguiente: “ARTÍCULO 8o. CONCURRENCIA DE SERVIDUMBRES. Las servidumbres de ocupación de terrenos también se podrán establecer sobre predios ocupados por otros titulares de derechos para el aprovechamiento de recursos naturales no renovables, siempre que con su ejercicio no se interfieran los derechos de estos. En el evento en que los industriales involucrados no llegaren a ningún acuerdo para llevar a cabo las actividades concurrentes, el Ministerio de Minas y Energía fijará los parámetros técnicos que permitan la ejecución de unas y otras, teniendo en cuenta los programas técnicos aprobados, los cuales serán de obligatorio cumplimiento para las partes, sin perjuicio de la indemnización a que haya lugar”. Se establece entonces que las servidumbres se pueden superponer siempre que en desarrollo de sus actividades no se interfiera con los derechos del otro titular. Así, cuando no haya acuerdo respecto de tal superposición, será el Ministerio de Minas y Energía quien fije los parámetros técnicos que permitan la ejecución de las dos actividades. Si bien, el artículo aludido es una enunciación de los posibles conflictos y los mecanismos de solución, se puede establecer desde este momento que la Ley impone dos fases para llegar a los acuerdos: (i) negociación directa y (ii) fijación de parámetros de explotación conjunta por cuenta del Ministerio de Minas. Esta disposición amplía el alcance del artículo 166 del Código de Minas sobre servidumbres, al predicar su ejercicio no sólo entre mineros, sino también entre otros 12 titulares de derechos sobre el subsuelo, lo cual tiene una clara incidencia en los conflictos por el GMDC. A pesar de que se ha cuestionado la expedición y aplicabilidad de esta disposición del Decreto por no guardar unidad de materia con el asunto que buscaba regular como son las servidumbres mineras, esta Ley, ha surgido en medio del conflicto que se ha enmarcado, encontrándose dentro del escenario de posibilidades jurídicas para abordar la controversia. De modo que, se cita el Decreto porque hace parte del panorama jurídico actual, y ha generado confusiones y percepciones de inseguridad jurídica frente a derechos adquiridos. Igualmente, evidencia falta de coordinación y coherencia en las soluciones planteadas. Ahora bien, en el año 2012, el Ministerio de Minas y Energía expidió la Resolución 180742 de 2012. Esta resolución establece los procedimientos para la exploración y explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales y se incluyó en los artículos 18 y 19, disposiciones referentes a la coexistencia de explotaciones, sea de yacimientos convencionales o de recursos minerales. A continuación nos permitimos transcribir los mencionados artículos: “Artículo 18. Acuerdos Operacionales. Cualquier trabajo en un área donde se tienen operaciones para la exploración y explotación de yacimientos convencionales de hidrocarburos o donde existen títulos mineros, y por lo tanto existe superposición parcial o total con otra actividad de hidrocarburos o con una actividad minera, el contratista interesado en la exploración y explotación de yacimientos no convencionales deberá propiciar un acuerdo con el titular. para lo cual se surtirá el siguiente trámite. 1. Presentar a la persona natural o jurídica adjudicataria del título y/o contrato existente, un aviso formal y por escrito de la necesidad de ocupar terrenos para las actividades de exploración y explotación de los recursos. 2. Facilitar un acuerdo con la persona natural o jurídica adjudicataria del título y/o contrato existente con el objeto de establecer un cronograma de reuniones para presentar el plan de trabajo de la etapa de exploración de los yacimientos no convencionales. 3. Iniciar la etapa de negociación directa entre las partes con el propósito de pactar las condiciones para la coexistencia entre las distintas operaciones. Esta etapa no podrá superar los ciento ochenta (180) días calendario, contados a partir del primer acercamiento 4 En caso de no llegar a un acuerdo sobre las condiciones para la coexistencia de las operaciones se deberá levantar un acta, debidamente firmada por las partes, en la que conste las causas de la negociación fallida y los planes de actividades que cada una de las partes presentó para la negociación, planes que deberán 13 remitirse junto con el acta al Ministerio de Minas y Energía. Si la persona natural o jurídica adjudicataria del título y/o contrato existente se abstiene de firmar el acta referida dentro del plazo para la negociación directa, el contratista informará por escrito de tal situación al Ministerio de Minas y Energía, o quien este delegue, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes. Artículo 19. Intervención del Ministerio. Si las personas naturales o jurídicas adjudicatarias del título y/o contrato existente no llagasen a un acuerdo sobre las condiciones para la coexistencia de las operaciones, el Ministerio de Minas y Energía, o quien este delegue escogerá un experto con experiencia relevante, entre dos hojas de vida propuestas por las partes en desacuerdo. El Ministerio de Minas y Energía o quien haga sus veces tendrá un plazo no mayor a sesenta (60) días, para evaluar y escoger al experto, quien será contratado por los titulares del contrato y/o título minero, y su remuneración será pagada en partes iguales por las dos partes, en caso excepcional esta será asumida por la compañía contratante para exploración y explotación de yacimientos no convencionales. El experto deberá entregar dentro de un plazo máximo de seis (6) meses, una memoria técnica con los estudios, argumentos y conceptos emitidos, con la mejor opción para la optimización de los recursos naturales a explotar, la cual será revisada por el personal técnico del Ministerio de Minas y Energía, o quien este delegue Posteriormente, el Ministerio en conjunto con las Autoridades Mineras e Hidrocarburíferas señalarán, mediante acto administrativo, los trabajos que deberá realizar cada una de las partes”. Al analizar estas disposiciones se entiende que el Ministerio mantiene el principio de solución de conflicto por superposición de áreas en las dos fases sugeridas en la Ley 1274 de 2009. Una primera etapa de arreglo directo y una segunda de definición de parámetros por parte del Ministerio si las partes no llegan a acuerdos. La ventaja de esta disposición es que limita la etapa de negociación directa a 180 días calendario contados desde el momento en que se presenta de manera formal la solicitud de ocupación de terrenos para el desarrollo de las actividades relacionadas con los hidrocarburos. A falta de arreglo directo, será el Ministerio el que defina los acuerdos operacionales y tendrá 60 días para escoger un experto que deberá ser contratado por los titulares de los derechos sobre los recursos naturales no renovables, y este experto deberá entregar una memoria técnica dentro de los 6 meses siguientes a su contratación. Una vez entregadas estas memorias, el Ministerio definirá mediante acto administrativo y en conjunto con las autoridades mineras y de hidrocarburos cuando haya lugar y definirá las obligaciones de cada una de las partes del conflicto. A la fecha esta disposición no ha sido aplicada y no se puede evaluar su pertinencia con relación a la experiencia del desarrollo de un proceso de este tipo. Sin embargo, en la actualidad se han presentado cuestionamientos al procedimiento establecido en esta resolución. carlos.vasquez 5/29/13 8:18 AM Eliminado: 14 El primero de ellos es que se deja a los particulares la resolución de un conflicto en cuyo origen también tuvo participación el Estado al otorgar la concesión para la exploración y producción de hidrocarburos con posterioridad al contrato para la explotación de carbón. Estado, que además es el propietario de los recursos naturales en disputa. El segundo cuestionamiento, es que no se garantizan los derechos adquiridos de carácter general, puesto que la solución del conflicto no atiende a criterios de quién tiene mejor derecho para hacer uso del área en la cual se encuentran dos recursos no renovables. No obstante, debe considerarse que los derechos no son absolutos, razón por la cual los dos explotadores deben someterse a la reglamentación técnica que para el efecto establezca el Estado. Aunado a lo anterior, en este caso están de por medio aspectos ambientales y de seguridad industrial pues, “la historia minera en este país considera el gas metano como un factor de riesgo en sus labores y como un gran contaminante a la atmosfera, debido a las explosiones ocasionadas por las emisiones de gas en algunas de las minas de carbón ubicadas en las cuencas carboníferas de Colombia, pero estas explosiones que ocasionan grandes pérdidas humanas podrían prevenirse si se tiene en cuenta los contenidos de gas presentes en los mantos de carbón y pensar en extraer este recurso tan limpio, de alta calidad y ambientalmente amigable con anterioridad”.22 Igualmente, debe considerarse el interés del Estado por obtener el máximo beneficio de sus recursos naturales no renovables y también de contar con un energético tan importante para el país, como lo es el gas natural, teniendo en cuenta que es parte fundamental de la canasta energética del país y también que en materia general se está buscando aumentar reservas de hidrocarburos en el país. Por tanto, consideramos que como la resolución del conflicto debe partir de un entendimiento entre las partes involucradas, primordialmente entre los empresarios minero e hidrocarburífero, la regulación expedida por el gobierno atiende a esta consideración. Asimismo, estos acuerdos deben buscar que las actividades coexistan, permitiendo el desarrollo de la extracción de carbón, al tiempo que se aprovechan los recursos gasíferos. Esta ha sido y es la solución adoptada a nivel internacional por los países abanderados en la producción de GMDC sin importar la propiedad estatal o privada del recurso.23 Sin embargo, aún en el evento en que las partes lleguen a un acuerdo en la etapa previa al sometimiento del asunto a la resolución de las autoridades minera e hidrocarburífera, el Estado como propietario del subsuelo, y garante de la conservación de los recursos naturales, debe revisar y avalar los acuerdos a los que lleguen los empresarios, puesto que es imperativo garantizar el aprovechamiento sostenible de los recursos desde el punto de vista técnico, ambiental y social. 22 MOJICA AMAYA, Lucila. Manual para la medición de gas asociado al carbón (GMAC) mediante pruebas de desorción con el equipo Canister. Tesis de grado para aspirar al grado de Ingeniera Geológica. 2001, Pág.9. 23 Sobre el particular ver CONPES 3517 de 2008; “Study to Design Contract Model & Regulation to Exploit & Explore Non-­‐Conventional Hydrocarbon Fields” Petroleum Development Consultants, UK. 15 carlos.vasquez 5/28/13 7:47 PM Eliminado: Lo anterior, sin perjuicio de la vigilancia permanente del cumplimiento de los acuerdos alcanzados. El Estado también debe determinar si dentro de las reglas para resolver los conflictos dará prioridad a un recurso sobre el otro, o si esto se evaluará en cada caso concreto depndiendo de la antigüedad de los derechos concedidos, el potencial geológico, la mayor rentabilidad para el Estado, entre otros factores. En todo caso, debe atenderse a las reglas de la industria que señalan que para que la explotación del gas metano al carbón sea viable, se requiere su extracción de forma previa o concurrente a las operaciones mineras.24 Habría sido pertinente establecer criterios de prioridad para la extracción de uno u otro recurso, y en general, un marco general del contenido de los acuerdos operacionales. Sin embargo, esta opción limitaría la posibilidad de negociación en la etapa de arreglo directo entre las partes y podría perder de vista los avances tecnológicos para la extracción de los recursos. Esto último es muy importante puesto que a diferencia de cualquier otro acuerdo de voluntades, en éste deberán primar las consideraciones técnicas antes que las jurídicas para evitar que la colisión de derechos impida el desarrollo de las actividades de una u otra industria. Ahora bien, es necesario tener en cuenta que los proyectos minero y petrolero son de largo plazo y por tanto en la ejecución tanto de las operaciones propias de cada una de las actividades, como en la aplicación de los acuerdos operacionales, se debió establecer la posibilidad de intervención del Gobierno cuando no existan mecanismos de arreglo directo pactados. Consideramos pertinente, que en concordancia con la regulación de la actividad de no convencionales, se expida un reglamento de asignación de áreas para este tipo de yacimientos, en el cual se permita, en los casos de GMDC, que participen las empresas mineras que cumplan con los estándares establecidos para su exploración y explotaciónSin embargo, este derecho no puede ser considerado un mejor derecho frente a otras empresas de hidrocarburos. Otra alternativa es que la regulación sobre el aprovechamiento del GMDC establezca que frente a la existencia de propuestas de contrato de exploración y producción de gas sobre el área ya contratada, el concesionario minero tenga la opción de competir por el área para la producción de este recurso, y de esta forma elegir el proponente que cuente con mejores condiciones técnicas, financieras, operacionales, de responsabilidad social empresarial y ambiental y que ofrezca la mayor rentabilidad para el Estado. 24 Presentación “CBM Environment and Regulatory Framework in Colombia”. Realizada por Irena Agalliu como parte del taller Hidrocarburos No Convencionales organizado por la ANH, 9 de junio de 2011. Disponible en www.anh.gov.co 16 Una de las ventajas de la regulación expedida es que no sólo limita los conflictos de superposición de áreas a minerales e hidrocarburos sino que también incluye la superposición entre derechos otorgados para explorar y explotar hidrocarburos en yacimientos convencionales y no convencionales. Pudo regularse el conflicto incluso entre los beneficiarios de títulos mineros de carbón en su obligación de ventilar la mina y los controles de seguridad minera que debe ejercer frente al gas metano presente en la misma y los derechos que confieren los contratos de hidrocarburos para explotar este recurso. Sin embargo, por unidad de materia la resolución 180742 de 2012 no podía incluir disposiciones referentes a la explotación de carbón. De la regulación se destaca que contempla la hipótesis de superposición de derechos para la exploración y explotación de hidrocarburos y minerales en general, no sólo de los titulares de licencia de carbón. Al preverlos, se anticipa a nuevos vacíos ante las dinámicas y desafíos de estas industrias. Igualmente, debe considerarse la posibilidad de conflictos entre más de dos titulares de derechos de exploración y producción de recursos naturales no renovables e incluso entre los beneficiarios de títulos mineros de carbón en su obligación de ventilar la mina y los controles de seguridad minera que debe ejercer frente al gas metano presente en la misma y los derechos que confieren los contratos de hidrocarburos para explotar este recurso. En la forma de abordar la solución a estos conflictos, la institucionalidad minero energética no ha atendido de forma oportuna las recomendaciones del documento CONPES 3517 de 2008. Este documento que establece la política con un carácter meramente declarativo es un reflejo de la forma como se ha abordado el conflicto, que a la fecha no vislumbra solución. En todo caso, el principal reto para el Estado y la institucionalidad minero-energética es lograr una efectiva coordinación entre las autoridades minera e hidrocarburífera, en cuanto a información geológica, y de asignación de áreas. En esta sinergia, necesariamente debe involucrarse a agentes como el Ministerio de Ambiente, Corporaciones Autónomas Regionales, INCODER, Ministerio del Interior y de Justicia, DIMAR25, cuyas determinaciones afectan directamente el ejercicio de estas industrias y por ende, su desarrollo o estancamiento. Esto, sin mencionar el respaldo que se requiere por parte de las comunidades presentes en las áreas objeto de la actividad, cuya licencia “social”, es imprescindible para la buena marcha de proyectos de tanta envergadura e impacto ambiental, social y económico. 25 En los casos de actividades off-­‐shore. 17 Por último, resta mencionar los beneficios jurídicos otorgados para la comercialización de gas no convencional. Al respecto, en el Decreto 2100 de 2011, Decreto que se expidió para establecer mecanismos para promover el aseguramiento del abastecimiento nacional de gas natural, entre los considerandos se incluyó el siguiente: “Que los hidrocarburos no convencionales, como el gas en esquistos y el gas metano en depósitos de carbón, entre otros, tienen características particulares en su proceso de exploración y explotación que requieren reglamentación y esquemas comerciales que incentiven su desarrollo en el país”. Adicionalmente, para incentivar la actividad de comercialización de gas no convencional en Colombia, ésta se excluyó de los mecanismos de comercialización de gas establecidos por la CREG. No obstante lo anterior, se deberán sujetar a las modalidades de contratos de suministro previstos en la regulación y también podrán aplicar los mecanismos y procedimientos de comercialización que fije la CREG. A su vez, a los productores y comercializadores de gas proveniente de yacimientos no convencionales, se les permite desarrollar actividades de generación termoeléctrica en los siguientes términos: “Artículo 15. Incentivos a la producción de gas proveniente de yacimientos no convencionales. Los productores o productores-comercializadores de gas de yacimientos no convencionales podrán desarrollar directamente la actividad de generación termoeléctrica que utilice como fuente primaria el gas que produzcan, sujetándose íntegramente a la regulación vigente sobre esta actividad. Parágrafo 1°. El MME, la ANH y la CREG, dentro de la órbita de sus competencias, podrán implementar incentivos adicionales a los previstos en este artículo para promover la explotación y comercialización de gas proveniente de yacimientos no convencionales”. Está pendiente por analizar los beneficios económicos que reportan estas disposiciones a los productores de gas de yacimientos no convencionales y en particular de GMDC. Sin embargo, establecer un programa de incentivos en comercialización de gas implica un profundo análisis dado que al tratarse de un mercado regulado, cualquier incentivo puede afectar el equilibrio económico desarrollado por la regulación aplicable. No obstante lo anterior, es claro que desde el gobierno se ha hecho un esfuerzo para incentivar la actividad de no convencionales y en particular de GMDC. Sin embargo, falta mayor articulación entre las entidades involucradas en la industria para desarrollar una política unificada en esta materia y que pueda abarcar toda la industria de hidrocarburos. Conclusiones Existen vacíos normativos en cuanto al tratamiento y resolución de conflictos entre titulares mineros y contratistas de exploración y producción de hidrocarburos no convencionales. La puesta en marcha de estas actividades de forma concurrente 18 demanda altos desafíos para el Estado, entre ellos, lograr una efectiva coordinación entre las autoridades y normatividad minera e hidrocarburífera así como su oportuna y eficiente intervención en la resolución de conflictos. El Estado debe participar en la resolución de los conflictos generados en la superposición de áreas para producir tanto minerales como hidrocarburos no convencionales, no sólo en su condición de titular del subsuelo, sino por propiciar este tipo de conflictos sin contar con la normatividad e instrumentos suficientes para asumir estos desafíos y resolver las desavenencias entre industriales. 19