Abstract Título: El Banco de Desarrollo del Ecuador. Situación actual y perspectivas Autoría: Fátima Serrano Enríquez Año: 1987 Problema de investigación Se cuestiona si el BEDE ha cumplido con los objetivos para los que fue creado, en qué medida existe la descentralización en la captación de recursos, hacia qué sectores van y cuál es la relación con las necesidades del país. Además, cuál es la participación efectiva del BEDE en financiamiento de los proyectos de desarrollo y cuáles son las expectativas para este organismo. Marco teórico La investigación se sustenta en la teoría general de la banca de desarrollo mundial, que relieva el análisis de las funciones, objetivos, áreas económicas de cobertura, condiciones financieras crediticias de este tipo de banca, dentro del contexto socioeconómico de los países en desarrollo. En base a este concepto la banca de desarrollo es una institución financiera del Estado que concentra, coordina y distribuye recursos destinados a financiar proyectos prioritarios de desarrollo, su objetivo básico es financiar proyectos con rentabilidad económica y social, ejecutados por entes públicos con capacidad de repago. Así, sus funciones son: administrar recursos financieros de capital; coordinar la acción política de desarrollo económico, monetario y fiscal del país; financiar programas, proyectos, obras y servicios; así como co-financiar los proyectos financiados con recursos externos. Por otro lado, se propugna condiciones financieras blandas, para orientar los recursos básicamente a áreas de infraestructura físico-económica, mejoramiento social, energía y recursos naturales. En el caso ecuatoriano, el estudio de la situación actual del BEDE se remite a sus aspectos legales y financieros, los primeros contemplados en las leyes de la república y en los estatutos de la propia institución, la cual fue creada mediante decreto supremo Nº 774 en 1976 y los segundos remitidos al análisis de la situación financiera del BEDE, la cual considera evaluaciones básicas de ingresos, egresos (gastos administrativos, de Inversión) y el estudio de algunos indicadores financieros como: solvencia (activo corriente/pasivo corriente); liquidez (fondos disponibles/pasivo corriente); morosidad (operaciones vencidas/cartera total); solidez (pasivo total / activo total), es decir se sirve de la teoría inscrita en el análisis financiero bancario para diagnosticar la situación real del BEDE durante los seis primeros años de la década de los 80 y a partir de ello establecer las perspectivas de este organismo. Síntesis de la investigación En el Ecuador, la concesión de los créditos por parte del BEDE se basa en el decreto ejecutivo # 500 (1981), requiriéndose de estudios de factibilidad técnica, económica y financiera, así como las liquidaciones presupuestarias del beneficiario para proceder al préstamo. En el contrato de préstamo se contempla disposiciones sobre supervisión, control y fiscalización de los proyectos, forma en que se efectuarán los desembolsos, plazos máximos, condiciones y procedimientos para todo desembolso y causales para su supervisión y causas de terminación del contrato, entre otras. Durante los tres primeros años de vida institucional (1979 - 1981), BEDE concedió préstamos a un interés del 7% y 10%, siendo la última, la tasa a la cual se concedió el 75% de los créditos. Desde 1982 - 1984, el 36% de los préstamos fueron a un interés del 14% y 15% y los plazos fueron convenientes pues se dio generalmente dos años de gracia, con un plazo total de 10 años. El mayor volumen de crédito se destinó a obras de infraestructura físico-económica (carreteras, mercados, riego, etc.), la segunda prioridad fue la infraestructura físico-social (salud, servicios públicos, etc.). En 1983, los préstamos se reducen en un 3% debido a que las condiciones climáticas desfavorables, obligaron a orientar los esfuerzos del banco a la reparación o reconstrucción de daños en la infraestructura existente. Para 1984 y 1985 la concesión de créditos aumenta, sobre todo en el último año (96%), lo cual se denota en una acción emprendedora para con los gobiernos seccionales. 1 En lo que respecta a la situación financiera del BEDE, es importante destacar que los ingresos petroleros son muy importantes para su actividad, representando en promedio, para los primeros seis años de la década de los 80, el 46% de los ingresos totales; en tanto que el porcentaje de participación de ingresos derivados de operaciones del banco no sobrepasan el 30%. Por otro lado, los egresos de capital representan el 99% de gastos y se efectivizan de acuerdo al ritmo de ejecución de los proyectos. Los gastos administrativos hasta 1983 no son mayores al 1% de los gastos totales, en 84 - 85 superan el 1% pero se mantienen por debajo del límite establecido en Ley Estatutaria. En este contexto, el activo total del banco crece en el período analizado, acentuándose en 1984 la tendencia decreciente de fondos disponibles, sin embargo los activos aumentan en un 9%, situación que se refleja en reducción del 7% en cuenta de resultados. Los pasivos del BEDE son valores mínimos y se constituyen por saldos de asignación no reembolsables y que el banco debe entregar a los proyectos. A pesar de que pasivos bajaban desde 1983, no fue suficiente para que utilidades se eleven, de otro lado, patrimonio del Banco no aumenta. Además en 1985, se dio un incremento de 101% en pasivos por incremento en 131% en aportes para capitalización del Banco. BEDE demuestra absoluta solvencia y liquidez, ambos índices tienen igual comportamiento ya que contienen los mismos rubros, BEDE llega a tener hasta el equivalente del 200% de pasivos en efectivo durante 1979 - 84. En 1982 a pesar de crecimiento del 2% de cuentas del pasivo, índice de solidez baja respecto al año anterior, porque activo crece en 41%. Relacionando los préstamos concedidos por el BEDE durante 1980 - 1984, se tiene que el Banco ha aportado con alrededor del 38% de ahorro interno de sector público. Además se cree que el BEDE ha canalizado mayor cantidad de recursos hacia el sector público que el BCE. Resultados Se verifica completamente la primera hipótesis pues el BEDE ha descentralizado la captación de recursos, pues, en la investigación se demuestra que el banco ha orientado los créditos a todos los sectores del país con preferencia a zonas deprimidas; descentralizando la concesión de préstamos en la medida que los beneficiarios puedan presentar una demanda debidamente estructurada. Así, el BEDE ha sido un catalizador de la movilización de recursos: proporcionando, organizando y asegurando financiamiento para proyectos, alcanzando en el período analizado (80´s), una inversión total de 18.844 millones de sucres a precios de 1975. Por otro lado, hay necesidad de captar recursos extraordinarios, ya que la dependencia de los ingresos petroleros y la lenta recuperación de la cartera hacen vulnerable la posición financiera del banco, es necesario entonces, incursionar con nuevas fuentes de financiamiento, como de organismos financieros internacionales de desarrollo. La segunda hipótesis, se verifica: la investigación evidencia que el banco ha financiado los proyectos prioritarios contemplados en el plan de desarrollo y ha orientado sus recursos a pequeñas localidades apartadas de los principales centros urbanos, en proyectos de electrificación y riego. La orientación del financiamiento del BEDE se instrumenta en base a una política crediticia y tomando en cuenta las condiciones y términos financieros. Al observar tasas preferenciales en función de la localización geográfica y sector económico, el crédito del banco pretende armonizar el destino de recursos y por ende el desarrollo. 2