PERCEPCIÓN DE PRECIOS Y ESFUERZO DE BÚSQUEDA BAJO DISTINTAS UNIDADES MONETARIAS: ANÁLISIS EN UN CONTEXTO EXPERIMENTAL VIRTUAL1 MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ BORJA2 Universidad de Castilla-La Mancha ALEJANDRO MOLLÁ DESCALS3 Universitat de València JUAN ANTONIO MONDÉJAR JIMÉNEZ 4 Universidad de Castilla-La Mancha RESUMEN La indudable importancia de los precios en las distintas dimensiones de decisión del consumidor hace que la comprensión de los aspectos relacionados con el procesamiento de información sobre los mismos sea especialmente relevante. En esta investigación se analizarán los efectos del formato de presentación de los precios en distintas unidades monetarias (euro vs. pesetas) sobre diferentes aspectos que atañen a la percepción y el comportamiento del consumidor frente a los mismos. Concretamente, analizaremos el efecto del cambio de unidad monetaria sobre la dispersión de precios percibida y sobre el esfuerzo de búsqueda desarrollado por el consumidor en un proceso de elección. El contraste de las relaciones teóricas propuestas se realizará en un contexto experimental simulado por ordenador que permite introducir un mayor control y nuevas posibilidades de medición. Asimismo, la propia naturaleza de herramienta hace que las conclusiones sean relevantes para explicar el fenómeno de la percepción y efectos de los precios en Internet. PALABRAS CLAVE Percepción de precios, búsqueda de precios, entorno experimental, Euro, simulación informatizada. 1 2 3 4 Este trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación de referencia SEC2002-04326-C03-03 financiado por el Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo e Innovación Tecnológica 2000-2003 (Programa Nacional de Socieconomía). Ministerio de Ciencia y Tecnología. Departamento de Economía y Empresa; Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales; Universidad de Castilla-La Mancha; Plaza de la Universidad, 1; 02.071-Albacete; Teléfono 902 204 100 Ext. 2309 Fax 902 204 130; MiguelAngel.GBorja@uclm.es. Departamento de Comercialización e Investigación de Mercados; Facultat de Economía; Universidad de Valencia; Avda. dels Tarongers, s/n; 46.022-Valencia; Teléfono 96 382 83 34; Fax 96 382 83 33; Alejandro.Molla@uv.es. Departamento de Economía y Empresa; Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca; Universidad de Castilla-La Mancha; Avda. de los Alfares, 44; 16.071-Cuenca; Teléfono 902 204 100 Ext. 4242; Fax 902 204 130; JuanAntonio.Mondejar@uclm.es. M.A. GÓMEZ, A. MOLLÁ Y J.A. MONDÉJAR 1. Introducción. 1.1. La percepción de precios por el consumidor. Los procesos de percepción y la interpretación en términos evaluativos de los precios de mercado definen dos fenómenos de enorme interés para la comprensión de las decisiones de compra del consumidor. La forma en que los consumidores perciban e interpreten las estructuras de precios presentes en un mercado determinará en gran medida el proceso de búsqueda y evaluación de la información relativa a los productos y servicios durante un episodio de elección (Lichtenstein, Ridgway y Netemeyer, 1993). Un enfoque tradicional que permite comprender el proceso de percepción de los precios por parte de los consumidores y la evaluación de los mismos es el que plantea que tal proceso depende de la comparación entre los precios presentes en el mercado con un precio interno de referencia (Kalyanaram y Winer, 1995; Janiszewski y Lichtenstein, 1999; Moon y Rusell, 2000). El precio de referencia puede ser definido como el precio frente al que los consumidores comparan los precios ofertados por un producto o servicio. Tales comparaciones dictan presumiblemente si un precio es demasiado alto o demasiado bajo (Niedrich, Sharma y Wedell, 2001). El término “precio de referencia” se utiliza entonces para designar aquel precio que se haya presente en la memoria del consumidor y que es tomado como referencia en la valoración del precio de venta de los productos (Rosa, 2003). Dicho precio de referencia, que es elaborado por el propio consumidor en función de su información, experiencias y carencias, no resulta accesible de forma directa, por lo que se hace necesario utilizar medidas aproximadas del mismo. Por su parte, Briesch, Krishnamurthi, Mazumdar y Raj (1997) diferencian entre dos modelos de precios de referencia: los basados en estímulos (es decir, basados en información disponible en el punto de venta) y los basados en la memoria (por tanto, fundamentados en precios históricos y/u otros factores contextuales). El concepto teórico de precio de referencia se discute entonces en dos direcciones: el peso de la percepción del precio se une al contexto de precios coexistentes cuando un precio tiene que ser evaluado, o bien a la experiencia de compra del consumidor. 1.2. La percepción de precios en el contexto de una nueva moneda: el caso del euro. Al margen de de otras muchas consideraciones, una de las principales cuestiones que ha suscitado la llegada del euro se centra en cómo puede afectar su conversión a las diferentes dimensiones del comportamiento del consumidor. En este sentido, algunos trabajos recientes muestran varios efectos para diferentes países europeos (Aalto-Setäla y Raijas, 2003; El-Sehiti y Roland-Levy, 2001; LabbéPinlon, 2003; Romani y Dalli, 2003), incluso algunos autores se aventuran a denominar “Euroilusión” al efecto producido por el cambio de moneda (Cannon y Cipriano, 2003; Van Raaij y Van Rijen, 2003). A pesar de que el proceso de adaptación a la nueva moneda ha supuesto un cambio de la estructura de referencia en la valoración de productos y servicios, no han sido muchos los estudios que han examinado y contrastado empíricamente los problemas que, desde el punto de vista psicológico, se derivan de este proceso de adaptación individual de los consumidores a un sistema de precios completamente nuevo (El-Sehity, 2001; Jonas et al., 2002). En este punto, es fundamental conocer qué ocurre en la percepción de precios del consumidor cuando la escala de precios cambia, siendo generalmente aceptado que el propio consumidor compara el precio de mercado con su precio de referencia cuando juzga el atractivo del mercado (El-Sehity y Kirchler, 2003). 2 PERCEPCIÓN DE PRECIOS Y ESFUERZO DE BÚSQUEDA BAJO DISTINTAS UNIDADES MONETARIAS Si bien podemos plantear que un cambio de moneda es una situación especial y esporádica, el mismo fenómeno se da también cuando los individuos tienen que enfrentarse a situaciones de cambio de moneda de carácter temporal en las que tienen que convivir con diferentes unidades monetarias a las de su país de origen durante un tiempo, generándose implicaciones importantes desde un punto de vista de comportamiento de compra (Raghubir y Srivastava, 2002). Por último, la introducción del euro ha supuesto el desarrollo por parte de los consumidores de un sentido del valor para los precios expresados en euros. En este sentido, pueden llegar a ser víctimas de un efecto de ilusión monetaria, donde realmente lleguen a valorar los precios en euros por debajo del precio en la unidad monetaria anterior (Van Raaij y Van Rijen, 2003). 2. Hipótesis. En este contexto, la presente investigación tiene como finalidad analizar el impacto que tiene la expresión en diferentes unidades monetarias dimensiones de la percepción de los precios y los comportamientos derivados en el caso de una decisión de compra. Más concretamente, se trata de evaluar el impacto que tiene la expresión de los precios en euros frente a una expresión en pesetas sobre la dispersión percibida de los precios del mercado en diferentes momentos del proceso de decisión y sobre diferentes dimensiones del esfuerzo de búsqueda tanto en un sentido general como en lo que a búsqueda de precios se refiere. 2.1. Unidad monetaria y dispersión percibida. Al analizar el efecto de la alteración de la unidad monetaria en que se expresan los precios sobre la dispersión percibida en los mismos por parte de los consumidores es necesario acudir a diferentes argumentos provenientes de distintas áreas y temas de investigación, aunque obedecen a algunos principios generales de percepción. En primer lugar, la capacidad para evaluar precios en diferentes monedas puede explicarse también teniendo en cuenta los principios psicológicos relacionados con la representación y el procesamiento de números (Dehaene y Marques, 2002). Una de las características relevantes de este planteamiento es el denominado efecto distancia. Según este principio, la capacidad de discriminación entre dos números será más rápida y más precisa en la medida que la distancia numérica entre los mismos sea mayor. En este sentido, es evidente que la distancia numérica existente entre los precios en pesetas es mucho mayor que la distancia existente entre los mismos precios en euros, por lo que la precisión en la discriminación de los diferentes precios será también mayor. En segundo lugar, Raghubir y Srivastava (2002) analizan las diferencias en las pautas de gasto de los consumidores al utilizar monedas diferentes a la de su país de origen y los mecanismos que determinan estas diferencias. En este sentido afirman que la percepción y la evaluación de los precios están sujetas a un fenómeno de ilusión monetaria (Shafir, Diadmond y Tversky, 1997) de forma que dichas percepciones están sesgadas hacia el valor nominal (face value) en que se expresa el precio y menos influidas por una correcta conversión como expresión de su valor real. Salvando las distancias, van Raaij y van Rijen (2003) introducen el mismo concepto en la evaluación de los precios en euros frente a su expresión en florines holandeses, de forma que, en términos generales, puede que se consideren como más baratos los precios en euros porque nominalmente reflejan cantidades más pequeñas que en el caso de precios en florines, aun cuando después de realizar la conversión se trate de precios más elevados. En este sentido, es palpable la tendencia a evaluar y juzgar los precios con un importante sentido de “nominalidad” en detrimento del desarrollo de un proceso más elaborado y cognitivamente más complejo de conversión de los valores. Teniendo en cuenta esta percepción nominal, se refuerza el efecto expuesto en el párrafo anterior en el sentido de que las comparaciones 3 M.A. GÓMEZ, A. MOLLÁ Y J.A. MONDÉJAR no se realizan estrictamente siguiendo un proceso de conversión que internamente homogeneice las cantidades para poder compararlas. Finalmente, de modo indirecto, habría que considerar las líneas de investigación sobre percepción de precios y sobre todo aquellas que analizan la determinación de los precios de referencia. En concreto, es especialmente relevante la idea derivada de la emisión de juicios sensoriales a partir de la teoría del rango (range theory) propuesta por Volkman (1951), adaptada para el caso de la evaluación de los precios de referencia por Janizewsky y Lichtenstein (1999). En última instancia, el planteamiento parte de la idea de que los juicios y evaluaciones emitidos en relación a un estímulo dependen de la amplitud del rango de variación de los mismos. En este sentido, Janizewsky y Lichtenstein (1999) muestran como el atractivo de los precios se ve afectado por el rango de variación de los precios evocados, de manera que cuando aumenta el límite superior del intervalo de precios, las percepciones son más favorables. En última de estas conclusiones se infiere que el juicio y la evaluación de los precios y su variación depende en gran medida de los límites “absolutos” del intervalo de variación en que se muevan, corroborando así en parte los planteamientos de la ilusión monetaria. Teniendo en cuenta el peso que el valor nominal tiene en la percepción y evaluación del precio y la dependencia de los juicios de dicho rango de variación, podemos plantear la siguiente hipótesis genérica relativa a la percepción de la dispersión de precios bajo las diferentes condiciones monetarias que se plantean en la investigación. Así: H1: La dispersión de precios percibida en el caso de la expresión de los precios en euros será relativamente menor que la dispersión percibida en el caso de la expresión de los precios en pesetas. Dicho de otra manera, podríamos afirmar en términos de el efecto distancia planteado con anterioridad que el error en la discriminación de los precios será relativamente mayor en el caso de la expresión de los precios en euros, dado que numéricamente las distancias entre los mismos son mucho menores. La aproximación metodológica adoptada en la investigación nos permite abordar con más detalle el proceso de percepción de la dispersión en el sentido de que es posible evaluar la medida en que dichas percepciones se van modelando y ajustando durante el proceso de decisión. De esta forma es previsible que a medida que los individuos se familiaricen con la decisión y con los precios del entorno de elección, estén menos sesgados por el efecto de ilusión monetaria y sean capaces de realizar unos juicios más precisos, independientemente de la unidad en que se expresen los precios. Al mismo tiempo, el efecto distancia sugerido en los párrafos anteriores tenderá a mitigarse. En este sentido podemos plantear la siguiente hipótesis: H2: Las diferencias en la dispersión de precios percibidas en el caso de la expresión de precios en euros frente a la situación de la expresión de los precios en pesetas será menor a medida que evoluciona el proceso de decisión. 2.2. Unidad monetaria y esfuerzo de búsqueda. La segunda dimensión o efecto analizado en nuestra investigación tiene que ver con el impacto que la expresión en diferentes unidades monetarias sobre el esfuerzo de búsqueda desarrollado durante el proceso de decisión. En primer lugar, es preciso destacar que no se trata de dos efectos aislados. En primer lugar las diferencias anticipadas con anterioridad sobre la percepción de la dispersión podrían explicar en parte las diferencias en el esfuerzo de búsqueda. En segundo lugar, algunos de los procesos psicológicos planteados con anterioridad pueden explicar también los efectos sobre el esfuerzo de búsqueda. Por otro lado, la percepción de la dispersión o variación de precios en un contexto específico de decisión determinará en gran medida la cantidad de información adquirida por los sujetos y la formación y evaluación de las alternativas que componen su conjunto de elección (Grewal y Marmorstein, 1994). Así, si consideramos las investigaciones sobre dispersión de precios y sus efectos sobre la búsqueda, podemos encontrar una relación positiva entre los beneficios esperados de la 4 PERCEPCIÓN DE PRECIOS Y ESFUERZO DE BÚSQUEDA BAJO DISTINTAS UNIDADES MONETARIAS búsqueda y la propia dispersión de precios. En este sentido, la dispersión de precios percibida se considera como el principal indicador de beneficios de la búsqueda dentro de la literatura sobre economía de la información (Urbany, 1986). En este sentido, si planteamos la hipótesis de que en el caso de la expresión en pesetas, la dispersión se percibe mayor, podríamos concluir que este hecho podría estimular hacia una mayor búsqueda, derivada de la posibilidad de la obtención de mayores beneficios de la misma en forma de un precio más bajo. Por otro lado, es inevitable pensar que los individuos ante la expresión de los precios en euros tienden a realizar todavía un proceso de conversión a la unidad con la que están más familiarizados, en este caso la peseta. Este proceso de conversión, no es sencillo, sino que requiere la realización de cálculos mentales que permitan llegar a una expresión del valor real de los productos más allá de los valores nominales. Aunque es cierto que los consumidores están cada vez más familiarizados con la expresión en euros, no es menos cierto que el cambio de un sistema de valoración no se produce de forma tan rápida. Así, aunque en los procesos de comparación entre alternativas se consideren los precios en euros, es inevitable la reminiscencia de la valoración en las unidades a las que los consumidores hemos vinculado nuestro sistema de valoración durante mucho tiempo. Del mismo modo, si consideramos las dificultades que introduce el denominado efecto distancia, podremos concluir que cognitivamente es más difícil realizar una discriminación de valor entre los diferentes objetos (i.e. productos) en el caso de la expresión de precios en euros, puesto que las distancias numéricas son menores. Esta dificultad, exigirá unas mayores demandas de recursos cognitivos que pueden traducirse en un mayor esfuerzo a la hora de procesar la información. Teniendo en cuenta esta observación, podemos plantear la siguiente hipótesis: H3: El esfuerzo de búsqueda desarrollado por los individuos en la situación en la que los precios están expresados en euros será mayor que el esfuerzo revelado en el caso de la expresión en pesetas. Si planteamos de forma más específica el esfuerzo dedicado al procesamiento de la información sobre precios podemos añadir el siguiente corolario: H3a: El esfuerzo dedicado a la adquisición y procesamiento de información sobre precios será mayor para la situación en la que los precios están expresados en euros en comparación con el entorno en que los precios están expresados en pesetas. 3. Metodología. Una vez considerados los aspectos básicos del planteamiento teórico platearemos las características del entorno de decisión y los parámetros básicos que definirán el entorno experimental, así como la herramienta y el procedimiento utilizado en la contrastación empírica. La estructura y desarrollo de la aproximación experimental se derivan directamente del propio planteamiento y objetivos de la investigación. Así, la estructura experimental se refleja en un diseño inter-sujetos (between subjects) 2x1 en el que el factor a considerar es la unidad monetaria. De esta forma, en la investigación se plantean dos situaciones según el precio esté expresado en euros o en pesetas. Con ello se genera un diseño con dos celdas que representan las dos situaciones descritas, de tal forma que la dimensión independiente es la unidad monetaria. 5 M.A. GÓMEZ, A. MOLLÁ Y J.A. MONDÉJAR 3.1. El contexto de decisión. El contexto de decisión está representado por un mercado virtual hipotético que no se identifica físicamente con ningún marco geográfico. En dicho mercado se incluyen diferentes tipos de establecimientos comerciales donde se puede adquirir información relativa a las diferentes características y atributos del producto y comprar el producto en el establecimiento que se desee. Los productos utilizados para realizar la simulación son cámaras fotográficas digitales. La elección de este producto en particular obedece a una serie de razones relacionadas con su difusión creciente, con una variedad considerable en cuanto a marcas, modelos y precios y que además puede encontrarse en diversos establecimientos y formatos comerciales. Por ejemplo, Baylis y Perlof (2001) utilizan las cámaras digitales junto a escáners en su comparación de la dispersión de precios en Internet. La situación de partida para los consumidores se centra entonces en la elección concreta de un producto —cámara digital—, en base a un experimento que simula una compra real. Una segunda cuestión relevante para la definición del contexto experimental tiene que ver con las consideraciones que debemos observar en la selección de los establecimientos comerciales que incluimos en nuestro mercado hipotético. Para ello, se reproduce una estructura de mercado en la que se establece una clasificación de distintos tipos de distribuidores en cuanto a las condiciones de surtido, precios y otras características que no se alejan demasiado de una situación representativa del mercado real. Las posibilidades que se ofrecen al consumidor parten de cinco establecimientos virtuales que no se corresponden con ninguna marca o formato real del mercado para evitar posibles sesgos en la decisión basados en recuerdos de la memoria del sujeto. La base de datos dispuesta para configurar el conjunto de elección del consumidor está formada por cinco marcas reales de cámaras digitales (Nikon, Olympus, Sony, Kodak y Canon), de tal forma que su distribución se ha seleccionado en base al surtido de los establecimientos. Así, los establecimientos 1 y 5 disponen de cinco marcas, el establecimiento 3 dispone de cuatro, tres para el segundo y dos para el número cuatro. A su vez, cada marca presenta un número de modelos en línea con el ofertado en el mercado real a fecha de realización del experimento, a saber: cinco modelos para las marcas Nikon y Sony, tres para Canon y Olympus, mientras que Kodak oferta exclusivamente dos modelos. Además de la elección del producto, la definición completa del entorno informacional exige que se planteen las características o atributos esenciales que se van a tener en cuenta para definir a dicho producto. Tras un primer análisis exploratorio en el que se han evaluado las informaciones existentes en catálogos, folletos, ofertas en Internet y entrevistas con expertos, hemos realizado una primera selección de atributos definitorios de una cámara digital. Estos atributos se incorporan a la definición del producto en la simulación. Nuestra selección se centra en diez atributos básicos: marca, modelo concreto, sensor, resolución máxima, zoom, tipo de almacenamiento, flash, dimensiones y monitor incorporado. Además de estas características, se incluye otra dependiente del tipo de establecimiento en el que pueda adquirirse el producto: el precio. Precisamente la introducción de esta característica determinará la posibilidad de realizar las manipulaciones de precios que permitan reflejar los distintos contextos experimentales bajo los que se desarrollará la simulación. En este sentido, la distribución de precios en los establecimientos ha sido lineal, de tal forma que partiendo del precio medio de mercado real (P.V.P.) para cada modelo, se ha generado una base de datos con incrementos porcentuales en cada establecimiento y modelo según muestra la figura siguiente: 6 PERCEPCIÓN DE PRECIOS Y ESFUERZO DE BÚSQUEDA BAJO DISTINTAS UNIDADES MONETARIAS TABLA 1: Niveles de precio por establecimientos Establecimientos Precio Experimento 1 2 3 4 5 Pixelnet Híper Megastore Zoom Cash Foto Line -15% +10% +15% -10% Precio medio (P.V.P.) 3.2. El procedimiento de simulación y registro del proceso de decisión: El programa SSPD. El entorno de decisión se genera y controla en laboratorio a partir de una herramienta informática que permite simular un contexto de decisión de compra y registrar los comportamientos derivados de tal proceso además de incorporar herramientas que permiten obtener información adicional. Para la simulación y registro se utiliza una adaptación del programa informático SSPD (Gómez, 2001) de forma que, al mismo tiempo que se desarrolla la investigación, se evaluarán definitivamente las potencialidades de la propia herramienta. La herramienta simula y registra un entorno de decisión caracterizado por varios establecimientos en los que pueden encontrarse diferentes productos con sus respectivas marcas y modelos y sobre los que se puede consultar tanta información como se desee. Una de las características más importantes de la herramienta es que registra la secuencia de informaciones adquiridas y los tiempos asociados a cada adquisición de un ítem de información. Así, se genera un registro detallado del proceso de búsqueda que nos permite operativizar algunas de las variables de interés. De igual modo, la herramienta de simulación muestra periódica y automáticamente al individuo una serie de preguntas que permiten reflejar los efectos del proceso de adquisición sobre determinadas dimensiones cognitivo-afectivas y cómo estas se actualizan a medida que evoluciona el proceso. Esta es precisamente una de las características que mas interés tiene en nuestra investigación, pues permite abordar el fenómeno de la percepción del precio y las valoraciones derivadas de la misma de una forma dinámica durante el propio proceso de decisión. Además, el programa presenta otras características relevantes: - Adaptabilidad y posibilidades de ampliación. - Entornos variados de aplicación. - Organización jerárquica de la información. - Proceso de adquisición dirigido por menús. - Incorporación de costes de búsqueda. - Variedad de formatos de presentación de la información. - Seguimiento y registro de los resultados del proceso. - Registro de procesos intermedios durante la decisión. - Integración de diferentes métodos de seguimiento del proceso. - Registro detallado de las salidas y resultados del proceso. Teniendo en cuenta este planteamiento, las características del diseño experimental enunciado y el enfoque de investigación determinan que el procedimiento de análisis a utilizar sea un análisis univariante de la varianza (ANOVA). Este análisis puede considerarse como una aproximación de análisis muy versátil y potente en estos casos y puede aplicarse en diferentes situaciones y con distintos objetivos (Novak, 1995). 7 M.A. GÓMEZ, A. MOLLÁ Y J.A. MONDÉJAR Este procedimiento de inferencia estadística permite contrastar la significación estadística de las diferencias entre los grupos, es decir, la igualdad de vectores de medias de variables dependientes entre los grupos (Hair, Anderson, Tatham y Black, 1999). 3.3. Medición de variables. Desde el punto de vista de las variables que intervienen en el modelo, consideramos variable independiente únicamente la unidad monetaria, que se expresará en euros y en pesetas. Las variables dependientes, por su parte, se expresan en términos de la dispersión de precios y el esfuerzo de búsqueda del consumidor. En el primer caso, la dispersión de precios percibida por el consumidor se ha medido de forma dinámica, aprovechando las ventajas del software de simulación SSPD, de tal forma que el consumidor ha podido atender las cuestiones en tres momentos diferentes durante la realización del experimento. La medición se refiere a la diferencia media que el consumidor estima que existe entre el modelo más barato y el modelo más caro dentro del contexto comercial concreto en el que se encuentra. Así, se obtienen los datos relativos a tres instantes del proceso de compra diferenciados. El momento inicial (dispersión percibida inicial) responde al criterio del consumidor a los diez minutos de iniciar su proceso de decisión. En segundo lugar, la dispersión percibida intermedia se refiere a la valoración obtenida en el minuto vigésimo del experimento. Por último, antes de finalizar la simulación, se recoge el dato correspondiente a la dispersión percibida final. Desde el punto de vista del esfuerzo de búsqueda desarrollado por el consumidor, las posibilidades se amplían en términos de variables. Así, se considera en primer lugar el número total de pantallas visitadas, es decir, los ítems a los que concurre el consumidor a fin de consultar su información. Además, también se mide el tiempo total empleado en el experimento, expresado en segundos. La tercera variable en este ámbito es el número total de consultas realizadas al atributo precio, es decir, la cantidad de veces que el consumidor consulta el precio de los diferentes modelos. En cuarto término, se plantea el tiempo total consultando precio, entendido como el tiempo que permanece consultando ese atributo. A continuación, analizamos la relación existente entre el tiempo total empleado en el atributo precios y el tiempo total del experimento. También se comparan las consultas a este atributo frente al número total de pantallas visitadas. Finalmente, el tiempo medio empleado en la consulta de precios se considera en términos de la relación existente entre el tiempo utilizado en la variable precios y el número de veces que consulta esa variable. 3.4.Procedimiento. La muestra seleccionada fueron alumnos de la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas, divididos en dos grupos de igual número —cuarenta en cada caso—, para realizar las pruebas en las dos unidades monetarias euros y pesetas indistintamente, sin que los propios usuarios tuvieran conocimiento expreso de tal circunstancia. Previamente a la realización del experimento se pasó un cuestionario a los individuos para conocer a priori su grado de conocimiento del producto, características, principales atributos, nivel de precios, etc… lo que ha permitido depurar la muestra representativa a fin de evitar posibles sesgos o incongruencias derivados del conocimiento previo por parte de los alumnos. En base a este filtrado, finalmente se consideraron válidos exclusivamente 65 experimentos, 33 de los cuales fueron desarrollados en euros y 32 en pesetas. 8 PERCEPCIÓN DE PRECIOS Y ESFUERZO DE BÚSQUEDA BAJO DISTINTAS UNIDADES MONETARIAS Tal y como se ha expresado en la descripción del programa SSPD, el cometido de los consumidores es comprar una cámara digital del total ofertado en el mercado virtual debiendo para ello considerar las diversas posibilidades que se les ofrecen, es decir, considerar todo el entorno de decisión. En este sentido, deben seleccionar establecimientos, marcas, modelos y los diferentes atributos de cada modelo, teniendo en cuenta que se trata de un experimento con un sólo producto. De los datos descriptivos más representativos del experimento se desprende que el número medio de pantallas visitado se sitúa en torno a 375 por individuo, si bien los datos indican que en condiciones de expresión en pesetas se incrementa sensiblemente el número de pantallas consultadas frente a la expresión en términos de euros. En cuanto al tiempo, el resultado del experimento muestra que los consumidores emplean una media de treinta y ocho minutos para su proceso completo de decisión de compra. Análogamente al caso de los ítems consultados, el tiempo es superior si la expresión de la unidad monetaria se formula en pesetas frente a los euros, donde se reduce sensiblemente. 4. Resultados: Análisis ANOVA. A continuación se reseñan los resultados más destacados del experimento, en que se ha realizado —tal y como describíamos antes— un análisis simple de la varianza ANOVA a partir de los datos obtenidos en la herramienta SSPD con el software de análisis estadístico SPSS. Con el fin de obtener datos que sean susceptibles de realizar comparaciones y en aras de poder operar con éstos, se han convertido todos los precios a la expresión en euros. 4.1. Unidad monetaria y dispersión percibida. Si analizamos cómo se percibe la dispersión de los precios por parte del consumidor, en este caso se confirman las dos hipótesis planteadas con una elevada significación estadística. Así, considerando la primera hipótesis planteada en nuestra investigación, los resultados permiten afirmar, en primer lugar, que la dispersión de precios se percibe menor en términos de expresión en euros frente a la expresión en pesetas. TABLA 2: Resultados dispersión de precios Variable Dispersión percibida inicial Dispersión percibida intermedia Dispersión percibida final Unidad Monetaria Euros Pesetas Euros Pesetas Euros Pesetas Media 210,5769 303,0284 239,3750 320,5874 243,3939 301,8033 F Nivel de significación 8,004 0,007 5,492 0,023 4,021 0,049 En este sentido, se contrasta que la capacidad de discriminación entre dos números es más rápida y más precisa en la medida que la distancia numérica entre los mismos es efectivamente mayor (Dehaene y Marques, 2002), tal y como ocurre en la expresión en pesetas frente a euros. Asimismo, este resultado nos confirma que la percepción y evaluación de los precios están sesgadas hacia el valor nominal en que se expresa el precio y menos influidas por una correcta conversión como expresión de su valor real, lo que acredita la tendencia a juzgar los precios en términos de ese valor nominal, frente a un proceso más complejo —desde un punto de vista cognitivo— de conversión. 9 M.A. GÓMEZ, A. MOLLÁ Y J.A. MONDÉJAR Por último, el atractivo de los precios se ve afectado por la amplitud del rango de variación de los mismos (Janizewsky y Lichtenstein, 1999). En lo que respecta a la segunda hipótesis planteada, conviene destacar que el resultado permite aceptar su planteamiento. Así, la diferencia entre la dispersión percibida por el consumidor es menor a medida que evoluciona el proceso de decisión cuando la expresión de precios se plantea en euros frente a la que se plantea en pesetas. Considerando los resultados obtenidos para la dispersión percibida en el momento inicial, intermedio y final, la diferencia entre los datos expresados en euros frente a los expresados en pesetas tiende a reducirse de manera notable a medida que se desarrolla el proceso de decisión. Se demuestra entonces que, a medida que los individuos se familiarizan con la decisión y los precios del entorno de elección, están menos sesgados por el efecto de ilusión monetaria y son capaces de realizar unos juicios más precisos, de forma que el denominado “efecto distancia” planteado con anterioridad tiende a moderarse. 4.2. Unidad monetaria y esfuerzo de búsqueda. Los resultados que se desprenden de este análisis confirman que esfuerzo de búsqueda es sensiblemente superior en el caso de expresión en euros, de tal forma que el tiempo utilizado en la consulta del precio es mayor en euros frente a la expresión en pesetas. En este sentido, los resultados muestran diferencias significativas en el caso de la relación entre precios y el tiempo empleado, y también —aunque en menor grado de significación— en el caso del tiempo total consultado la variable precio y en el tiempo medio dedicado a la pantalla precios. TABLA 3: Resultados para esfuerzo de búsqueda Variable Número total de pantallas visitadas Tiempo total empleado Consultas al atributo precio Tiempo total consultando precio Relación precios/tiempo empleado Relación precios/total pantallas Tiempo precios/ítems precio Unidad Monetaria Euros Pesetas Euros Pesetas Euros Pesetas Euros Pesetas Euros Pesetas Euros Pesetas Euros Pesetas Media 365,36 387,91 2204,58 2357,22 39,03 39,00 83,21 69,63 3,8932 3,0763 10,5565 10,1782 2,2865 1,9269 F Nivel de significación 0,358 0,552 0,790 0,378 0,000 0,995 2,077 0,154 3,552 0,064 0,323 0,572 2,281 0,136 Se demuestra entonces la relación positiva existente entre los beneficios esperados de la búsqueda y la propia dispersión de precios, de tal forma que el consumidor demuestra realizar una mayor búsqueda en términos de obtener mayores beneficios de la misma traducidos en un precio menor. Además, se confirma que el proceso mental de conversión realizado por los consumidores hacia la unidad monetaria con la que están más familiarizados implica un esfuerzo de búsqueda superior. En términos del corolario planteado sobre la base de nuestra tercera hipótesis, confirmamos la existencia de un mayor esfuerzo dedicado a la adquisición y procesamiento de la información sobre precios cuando se da una expresión en euros, frente a la situación con denominación en pesetas. 10 PERCEPCIÓN DE PRECIOS Y ESFUERZO DE BÚSQUEDA BAJO DISTINTAS UNIDADES MONETARIAS 5. Conclusiones y líneas futuras de investigación. A lo largo del presente trabajo se ha esbozado el planteamiento conducente a analizar las diferencias en términos de percepción de la dispersión de precios por el consumidor junto a su esfuerzo de búsqueda bajo diferentes unidades monetarias, concretamente expresión en euros frente a pesetas., En general, los resultados obtenidos se sitúan en la línea de los planteamientos teóricos esbozados de tal forma que las diferentes hipótesis planteadas son aceptadas. Así, los datos demuestran que el comportamiento de compra de los individuos puede tener determinadas diferencias significativamente interesantes dependiendo de si la unidad monetaria se expresa en términos de pesetas o si, por el contrario, se expresa en euros. En relación a la dispersión percibida de precios, el consumidor discrimina más rápida y precisamente cuando la distancia es mayor, de forma que la dispersión se percibe mayor cuando la expresión se da en pesetas frente a la expresión en euros, lo que también pone de manifiesto el condicionante derivado de la amplitud del rango de variación que presenten los precios evocados. En virtud de lo anterior, a medida que el consumidor desarrolla su proceso de decisión, realiza un ajuste en su rango perceptual de dispersión en el sentido de reducir la misma. Es decir, a medida que el consumidor evoluciona en su proceso decisor, adquiere una percepción más nítida de los precios. Por otro lado, en lo que se refiere al esfuerzo de búsqueda realizado por el consumidor, las hipótesis aceptadas confirman el hecho de que el mismo es superior cuando los precios están expresados en euros frente al caso de expresión en pesetas. En esta línea se sitúa también el planteamiento referente al esfuerzo dedicado a la adquisición y procesamiento de la información, que será mayor en ese mismo caso. Se pone de manifiesto, en definitiva, la necesidad de mayor información que supone para el individuo la expresión en una unidad monetaria distinta a la que tradicionalmente venía utilizando, en este caso la expresión del precio en pesetas. Por otra parte, las principales limitaciones de nuestro trabajo vienen dadas por la muestra utilizada en el experimento, de tal forma que podemos incurrir en un sesgo derivado del conocimiento y experiencia de los sujetos hacia la nueva moneda sobre la que se produce el cambio de unidad. En este sentido, también debemos considerar la limitación derivada de la propia medición realizada de las diferentes variables. Por último, en cuanto a las líneas futuras de la investigación, se centran fundamentalmente en la incorporación de más variables al procedimiento de análisis. Especial interés tienen, por ejemplo, las dimensiones relativas al rango de precios aceptable por el consumidor, al propio atractivo de los precios, aspectos derivados del precio de referencia, distorsión (calidad) en la percepción del precio, tiempo de consulta, confianza en la decisión, riesgo, dificultad de la decisión, posible confusión, etc… Además, la inclusión de nuevos efectos experimentales en el modelo, que permitan ampliar su cobertura, supone una línea interesante a plantear (i. e., manipular la dispersión de precios como variable independiente). En cuanto al procedimiento de análisis, al incluir diferentes variables, será interesante reformular el diseño experimental aplicando un modelo de ecuaciones estructurales (Bagozzi y Yi, 1989), que permite examinar simultáneamente varias relaciones de dependencia entre las variables, a la vez que mejora la estimación estadística del modelo. Otro ámbito sobre el que resulta interesante centrar nuestra investigación, es el estudio del efecto planteado sobre nuevas variables dependientes, en la línea de poder trazar la evolución del “proceso de percepción” durante la aplicación de la simulación. 11 M.A. GÓMEZ, A. MOLLÁ Y J.A. MONDÉJAR Referencias bibliográficas. AALTO-SETÄLA, V. Y RAIJAS, A. (2003). “Consumer price knowledge before and after the euro changeover”. International Journal of Consumer Studies, Vol. 27 (3), pgs. 210-217. ALBA, J.; LYNCH, J.; WEITZ, B.; JANISZEWSKI, C.; LUTZ, R.; SAWYER, A. Y WOOD, S. (1997). “Interactive home shopping. Consumer, retailer and manufacturer incentives to participate in electronic marketplaces”. Journal of Marketing, Vol. 61 (julio), pgs. 38-53. ALONSO RIVAS, J. (2000). Comportamiento del consumidor (3ª edición). Esic Editorial, Madrid. BAYE, M. R. Y MORGAN, J. (2003). “Price dispersion in the lab and on the Internet. Theory and evidence”. RAND Journal of Economics, en prensa. 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