RECOPILACIÓN DOCUMENTACIÓN PROFESIONAL: PL ZARAGOZA saguerri@terra.es Los delitos de pederastia. Fiscal del Tribunal Supremo . Manuel-Jesús DOLZ LAGO Diario La Ley, Nº 7534, Sección Tribuna, 23 Dic. 2010, Año XXXI, Editorial LA LEY http://diariolaley.laley.es/. LA LEY 15055/2010 El autor examina brevemente la presentación que el legislador ha hecho de la reforma legislativa en esta materia, su concreción normativa y la eventual problemática que la misma suscita en su aplicación práctica. Se concluye por la necesidad de avanzar en reformas legislativas que recojan como bien jurídico protegido, en los delitos que afectan a la infancia, no sólo la lesión individual del interés de la víctima que pudiera ser afectada, sino la lesión de los intereses públicos que protegen en general a la infancia. La infancia es objeto de protección internacional y nacional al máximo nivel siendo un bien constitucionalizado. Su protección penal debería ser a modo de otros intereses colectivos ya protegidos penalmente como, por ejemplo, son la salud pública, la seguridad vial, la seguridad laboral o el medio ambiente. La pederastia debería ser entendida no sólo como el abuso sexual de un/a niño/a en particular sino todas aquellas conductas que favorecen, facilitan o promueven estos abusos. Normativa comentada LO 5/2010 de 22 Jun. (modificación de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal) LO 10/1995 de 23 Nov. (Código Penal) LIBRO II. Delitos y sus penas TÍTULO VIII. Delitos contra la libertad e indemnidad sexuales CAPÍTULO V. De los delitos relativos a la prostitución y la corrupción de menores I. INTRODUCCIÓN: LA PRESENTACIÓN DE LA REFORMA DE ESTOS DELITOS POR EL LEGISLADOR La protección de la infancia en el ámbito de los delitos sexuales, que castigan los delitos de pederastia (1) , entendiendo por infancia en nuestro ordenamiento jurídico penal el período de vida de un individuo desde su nacimiento hasta los 13 años (2) , se va dibujando en las sucesivas reformas penales como un bien jurídico colectivo, en sí mismo considerado, precisado de protección, con independencia de las vulneraciones que se produzcan singularmente en el bien jurídico protegido individual de los/as niños/as víctimas menores de 13 años (3) , aunque todavía no existe una plasmación legislativa que haya culminado esta tendencia. En efecto, la reforma penal del Código Penal (CP) 1995 realizada por el art. 1 LO 1/1999, de 30 abril (4) , añadió al Título VIII del Libro II CP denominado «De los delitos contra la libertad sexual» (5) los términos «indemnidad sexuales», con lo cual el título pasaba a denominarse «De los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales», incorporando un nuevo concepto al bien jurídico protegido abarcado por el referido título independiente o complementario a la mera libertad sexual. La indemnidad sexual se debería configurar para la protección de la infancia en general y de los/as niños/as en particular, especialmente relevante en los delitos de pederastia o 1 abuso sexual infantil (6) . Su contenido tiende a tutelar el proceso de formación del niño en materia sexual dentro del libre desarrollo de su personalidad, para evitarle que sea sometido a prácticas que impidan una adecuada educación sexual y anulen o limiten el ejercicio de una auténtica libertad sexual del niño, capacidad de decidir libremente sobre sus preferencias en cuestiones relativas al sexo (7) , al alcanzar la edad de 13 años, cuando tenga o no que prestar su consentimiento en las relaciones sexuales que, eventualmente, pudiera tener (8) . La LO 15/2003, de 25 noviembre, vigente a partir del 1 octubre 2004, volvió a modificar varios artículos de este título, entre los que se encuentran los arts. 179, 182 a 189. La reciente reforma efectuada por la L 5/2010, de 22 junio, que entra en vigor el día de la publicación de este diario (23 de diciembre de 2010) y que es la vigésimo cuarta modificación de un CP que entró en vigor hace catorce años (9) , afecta entre los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales a los arts. 178, 180.1.º y 3.º, 181.2.º y 4.º, 182.1.º, 183, 183 bis, 187, 188, 189, 189 bis y 192.1.º y 3.º. Entre los diez nuevos delitos que incorpora, se encuentra la preparación de atentados sexuales a menores a través de Internet o child grooming en el art. 183 bis e introduce reformas en la regulación típica de los delitos sexuales cometidos sobre menores de 13 años agrupándose esta regulación en un nuevo Capítulo II bis del Título VII del Libro II CP, que abarca los arts. 183 y 183 bis. El legislador, en el apartado XIII de su Exposición de Motivos, ha presentado la reforma sobre esta materia indicando que ha derivado de la necesidad de trasponer la Decisión Marco 2004/68/JAI del Consejo, de 22 de diciembre de 2003 (10) , relativa a la lucha contra la explotación sexual de los niños y la pornografía infantil, olvidando que el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, prostitución infantil y utilización de niños en la pornografía, hecho en Nueva York el 25 mayo 2000, ratificado por España por Instrumento de 5 de diciembre de 2001 (11) también debió ser citado, al formar parte de nuestro ordenamiento interno (cfr. art. 96.1 Constitución Española —CE—) (12) . Reitera el legislador que estas conductas de delitos sexuales cometidos sobre menores tienen un mayor contenido del injusto ya que se lesiona no solo la indemnidad sexual entendida como el derecho a no verse involucrado en un contexto sexual sin un consentimiento válidamente prestado, sino también a la formación y desarrollo de la personalidad y sexualidad del menor, sin percatarse que el concepto de indemnidad sexual que enuncia no es predicable en la primera acepción que refiere, más propio de la libertad sexual, sino solo, en todo caso, en su segunda acepción, ya que los menores de 13 años no pueden prestar ni válida ni inválidamente el consentimiento en las relaciones sexual, según nuestra normativa penal. Se destaca también por el legislador que se ha incorporado en el Título VII del Libro II CP un nuevo Capítulo II bis denominado «De los abusos y agresiones sexuales a menores de 13 años», en las que se introducen nuevos delitos como el llamado child grooming (cfr. nuevo art. 183 bis) con objeto de castigar penalmente las conductas que una persona adulta desarrolla a través de Internet para ganarse la confianza de menores a fin de concertar encuentros que le permitan obtener concesiones de índole sexual, 2 previéndose además penas agravadas cuando el acercamiento al menor se obtenga mediante coacción, intimidación o engaño. Refleja el legislador que en el ámbito de la prostitución y pornografía infantil, la transposición de la Decisión Marco citada determina la necesidad de tipificar nuevas conductas, como es el caso de la captación de niños que participen en espectáculos pornográficos, que queda incorporada a la regulación el art. 189.1 CP, al igual que ocurre con la conducta de quien se lucra con la participación de los niños en esta clase de espectáculos, cuya incorporación se realiza en el apartado 1 a) del art. 189 CP. En realidad, ambas conductas quedan incorporadas en la letra a) del apartado 1 del art. 189 CP añadiéndose en su letra b) la conducta de ofrecimiento a la enumeración anterior sobre material pornográfico en que hayan sido utilizados menores de edad o incapaces, como veremos después. También destaca el legislador que se ha incorporado como novedad la conducta del cliente en relación con los delitos de prostitución en aquellos casos en los que la relación sexual se realice con una persona menor de edad o incapaz (cfr. nuevo art. 187.1 CP). Finalmente, la Exposición de Motivos destaca que se ha reforzado la protección penal de los menores en este ámbito desde la perspectiva de la penalidad, al crear la pena de privación de patria potestad o instituciones análogas previstas en la legislación civil de las Comunidades Autónomas que se incluye en el catálogo de penas privativas de derechos previstas en el art. 39 fijándose su contenido en el art. 46. Esta nueva pena tendrá carácter principal en los supuestos previstos en el art. 192 y el de pena accesoria de acuerdo con lo establecido en los arts. 55 y 56, cuando los derechos derivados de la patria potestad hubieren tenido una relación directa con el delito cometido. Sin embargo, hay que recordar que la inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad durante el tiempo de la condena ya estaba recogida con anterioridad en el art. 39. b) CP, en el art. 192.2 CP y en el art. 46 CP, según redacción dada por el apartado noveno del artículo único de la LO 15/2003, de 25 de noviembre, que enmendó el error del legislador de 1995 al suprimir esta pena que se recogía en los anteriores CP (13) , por lo que la novedad de la pena solo será en cuanto privación definitiva de la patria potestad. II. BREVE ANÁLISIS DE LAS NOVEDADES LEGISLATIVAS 1. El nuevo capítulo de los abusos y agresiones sexuales a menores de 13 años Desde el punto de vista sistemático, el artículo único, apartado cuadragésimo quinto de la LO 5/2010, añade un nuevo Capítulo II bis al Título VII del Libro II del CP denominado «De los abusos y agresiones sexuales a menores de 13 años», que comprende los arts. 183 y 183 bis CP. Con anterioridad, el Título VII denominado «De los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales» se estructuraba en seis capítulos, refiriéndose el primero a las agresiones sexuales, el segundo a los abusos sexuales, el tercero al acoso sexual, el cuarto a los delitos de exhibicionismo y provocación sexual, el quinto relativo a los delitos de prostitución y corrupción de menores y el sexto a disposiciones comunes. 3 Con el nuevo Capítulo II bis se agrupan los abusos y agresiones a menores de 13 años, que antes estaban penalizados en el capítulo de las agresiones sexuales —art. 180.3 CP como tipo agravado— y en el capítulo de los abusos sexuales —art. 181.3 CP—, sin que este capítulo puede entenderse omnicomprensivo de todos los ataques a la indemnidad sexual de los menores de 13 años contemplados en el Título VIII, ya que persisten lógicamente las previsiones delictivas del acoso sexual en el art. 184.3 CP (víctima especialmente vulnerable por razón de edad), del exhibicionismo y provocación sexual (arts. 185 y 186 CP, donde el sujeto pasivo menor de edad no viene especificado por la edad) y de la prostitución y corrupción de menores, sin especificar su edad (art. 187.1, 188.3, 189.1 CP y el tipo agravado del art. 189.3 CP, si son menores de 13 años). Si se pretendía una agrupación de preceptos penales relativos a menores de edad esparcidos en los seis capítulos del Título, hubiera sido más sistemático que, en lugar de haber introducido un Capítulo II bis solo para abusos y agresiones sexuales a menores de trece años, se hubiera reestructurado el Título VIII, dedicando uno de sus capítulos a la protección de menores de edad en todas las dimensiones contempladas en dicho Título, tanto en abusos y agresiones sexuales, como en acoso sexual, exhibicionismo y provocación sexual, prostitución y corrupción de menores. Esta sistemática habría dado coherencia a la norma y facilidad en su aplicación evitando problemas interpretativos que se van a presentar en la práctica (14) . Tal vez, ello no ha sido posible al introducirse este Capítulo II bis en fase de enmiendas al Proyecto inicial aceptadas por la Comisión de Justicia en su informe de 14 de abril de 2010 (15) . En el nuevo art. 183 CP, los ataques a la indemnidad sexual del menor de trece años se consideran abusos sexuales y se endurecen al suprimirse la pena de multa y elevarse la prisión de dos a seis años frente a la anterior, que era de uno a tres años (cfr. anterior art. 181.1 CP). Si el ataque consiste en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, la pena se eleva de ocho a diez años (cfr. anterior art. 182 CP establecía penas de cuatro a diez años), estableciéndose que se castigarán en su mitad superior cuando concurra alguna de las circunstancias que enumera el nuevo art. 183.4.º CP, que no coinciden con las del anterior art. 181.1 CP, protegiéndose especialmente al menor de cuatro años, al imponerse en todo caso la pena en su mitad superior. Las circunstancias que enumera el nuevo art. 183.4.º CP merecerían un estudio más detallado que en este momento, por razones de espacio, no podemos hacer. Por ejemplo, solo destacar que se dan problemas, en orden a algunas de ellas, como es el poner en peligro la vida del menor [letra e)] en relación con la tentativa de homicidio o de asesinato. Cuando el ataque se produzca con violencia o intimidación se mantienen las mismas penas previstas con anterioridad en el art. 180.1.3 CP, castigándose como agresión sexual con penas de cinco a diez años de prisión, que se elevarán de doce a quince años si el ataque consiste en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, estableciéndose, al igual que para los abusos sexuales, que se castigarán en su mitad superior cuando concurra alguna de las circunstancias que enumera el nuevo art. 183.4.º CP, que no coinciden con las del anterior art. 181.1 CP, protegiéndose especialmente al menor de cuatro años, al imponerse en todo caso la pena en su mitad superior. 4 Por otra parte, en este nuevo Capítulo II bis, destaca la introducción del nuevo delito como el llamado child grooming (cfr. nuevo art. 183 bis CP) para castigar penalmente las conductas que una persona adulta desarrolla a través de Internet, teléfono u otro medio de la tecnología de la información o comunicación para ganarse la confianza de menores de trece años con el fin de concertar encuentros para obtener concesiones de índole sexual, previéndose además penas agravadas cuando el acercamiento al menor se obtenga mediante coacción, intimidación o engaño. Este nuevo delito se castiga con la pena de uno a tres años de prisión o multa de doce a veinticuatro meses, sin perjuicio de las penas correspondientes a los delitos en su caso cometidos (cfr. arts. 178 a 183 y 189 CP, que cita expresamente el precepto), debiéndose imponer las penas en su mitad superior cuando el acercamiento se obtenga mediante coacción, intimidación o engaño. Con ello se prevé un concurso real de un delito de peligro y un delito de resultado. Los primeros comentarios de la norma (GÓMEZ, 2010, 732) ya han destacado que si el menor es captado directamente y no mediante Internet, teléfono u otro medio de la tecnología de la información o comunicación, y además se comete uno de los delitos de los arts. 178 a 183 y 189 CP, no regiría la regla concursal, sino solo se le castigaría por el delito cometido. 2. Las nuevas conductas delictivas en materia de prostitución y pornografía infantil En estas conductas el sujeto pasivo es el menor de edad, sin que venga especificado que sea menor de trece años, por lo que hay que estimar que se refiere a todas las personas menores de 18 años, comprendiendo tanto a la infancia como a la adolescencia. En el nuevo art. 187.1 CP, se ha incorporado como novedad la conducta del cliente en relación con los delitos de prostitución en aquellos casos en los que la relación sexual se realice con una persona menor de edad o incapaz, castigándose con penas de uno a cinco años de prisión y multa de doce a veinticuatro meses, a quien solicite, acepte u obtenga a cambio de una remuneración o promesa una relación sexual con persona menor de edad o incapaz. Con ello también se endurece la respuesta penal, ya que el anterior art. 187 CP establecía una pena de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses. En el nuevo art. 189.1 a) CP, se amplían nuevas conductas, como es el caso de la captación de niños que participen en espectáculos pornográficos y la de quien se lucra con la participación de los niños en esta clase de espectáculos, que queda incorporada a la regulación del art. 189.1 a), añadiéndose en su letra b) la conducta de ofrecimiento a la enumeración anterior sobre material pornográfico en que hayan sido utilizado menores de edad o incapaces, endureciéndose la respuesta penal en todas las modalidades de estos delitos al castigarse con pena de prisión de uno a cinco años frente a la anterior regulación que era de uno a cuatro años. Para el concepto de pornografía infantil, como elemento normativo del tipo, habrá que estar al ofrecido en el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, prostitución infantil y utilización de niños en la pornografía, hecho en Nueva York el 25 de mayo de 2000, ratificado por España por 5 Instrumento de 5 de diciembre de 2001 (16) , el cual define la misma en su art. 2 c) indicando que: «Por pornografía infantil se entiende toda representación, por cualquier medio, de un niño dedicado a actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, o toda representación de las partes genitales de un niño con fines primordialmente sexuales» (17) . 3. Innovaciones en orden a la penalidad La pena de privación de patria potestad se erige como pena privativa de derechos dentro del catálogo de las penas de esta naturaleza en el art. 39 CP, considerándose principal en los supuestos previstos en el art. 192 CP y el de pena accesoria de acuerdo con lo establecido en los arts. 55 y 56 CP, cuando los derechos derivados de la patria potestad hubieren tenido una relación directa con el delito cometido. Agrava la situación anterior, en la que se contemplaba la inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad durante el tiempo de la condena, tanto en el art. 39 como en los arts. 46 y 192.2 CP, de forma que ahora hay que entender que estamos ante una privación definitiva de la patria potestad o extinción de la misma, que deberá entenderse añadida al no modificado art. 169 Código Civil (CC), que establece las causas de extinción de la patria potestad entre las que no se encuentra la imposición de esta pena, si bien es cierto que el art. 170 del mismo Código ya prevé el que los Tribunales puedan privar total o parcialmente la patria potestad y su recuperación cuando hubiese cesado la causa que motivó la privación (18) . En calidad de medida de seguridad, el nuevo art. 192.1 CP prevé la imposición de la medida de libertad vigilada además de la pena de prisión (cfr. arts. 96, 98. 105 y 106 CP), medida de seguridad especialmente interesante para los pederastas. III. CONCLUSIONES: HACÍA LA PROTECCIÓN INTEGRAL DE LA INFANCIA COMO BIEN JURÍDICO PROTEGIDO La reforma penal 2010 en esta materia ha endurecido la respuesta penal ante los ataques sexuales a menores, especialmente, a los menores de trece años, reubicando sistemáticamente en nuevo capítulo todas las agresiones y abusos sexuales a menores de trece años, ha introducido nuevos delitos de acercamiento a menores mediante las nuevas tecnologías y ha ampliado las conductas punibles en materia de prostitución infantil a través de la captación de menores y castigo de la clientela. También se ha introducido la privación de la patria potestad como pena en el catálogo de las penas privativas de derechos frente a la existente inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad y ha añadido como medida de seguridad la libertad vigilada. Desde la perspectiva del endurecimiento de la respuesta penal en estos casos, merece calificarse de positiva la reforma, ya que será un Instrumento preventivo de gran eficacia ahondando en la prevención general ante estos delitos y en la prevención especial frente a los pederastas. También cabe destacar que, al incorporar la técnica del concurso real entre delito de peligro y de resultado en el nuevo art. 183 bis CP, permitirá profundizar en la tendencia hacía la caracterización de la infancia y juventud como bienes jurídicos colectivos específicos que necesitan de una mayor protección 6 penal, a la vista de su reconocimiento internacional y constitucional (cfr. arts. 20.4 y 39.4 CE), con independencia del bien jurídico individual afectado. (1) Asumimos, en principio, para el concepto de pederastia el ofrecido en la 22.ª ed. del Diccionario de la RAE (2001) en su primera acepción como «abuso sexual cometido con niños». La segunda es sodomía. Por la brevedad de este comentario no podemos entrar en mayores precisiones etimológicas ni históricas. Ver Texto (2) En el ámbito de la pediatría, se considera que la adolescencia temprana abarca de los 10 a los 13 años, la media de los 14 a 17 y la tardía de los 18 a 21 (vide CASTELLS, Paulino y SILBER, Tomás J., Guía práctica de la salud y psicología del adolescente, 9.ª ed., Planeta prácticos, 2006, pág. 20), por lo que podría indicarse que la infancia abarca desde el nacimiento hasta los 10 años pero en el ámbito jurídico penal, la edad de 13 años sitúa la barrera por debajo de la cual se castigan conductas sexuales con menores (cfr. art. 181.2 CP). Con independencia de la relevancia de otras edades del menor que le habilitan con capacidad de obrar, como son v. gr. los 12 años para ser oído en procesos matrimoniales (art. 777.5 LEC), los 14 para contraer matrimonio con dispensa (art. 48 CC) o para generar responsabilidad penal (art. 1.1 LO 5/2000) o 16 para la emancipación (art. 321 CC) o para consentir un contrato de trabajo (art. 6.1 RDLeg. 1/1995, de 25 de marzo), desde el principio general de la capacidad de obrar progresiva de los menores consagrado en el art. 2 LO 1/1996, de 15 enero, lo bien cierto es que los 18 años sitúan la mayoría de edad por debajo de la cual, bajo el concepto genérico de menores, se agrupan la infancia y la adolescencia (cfr. art. 12 CE, art. 1 Convención de Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 20 noviembre 1981 y ratificada por España en 30 de noviembre de 1990 —BOE núm. 313, de 31 diciembre 1990— y art. 315 CC), por lo que hay que concluir que de manera convencional en nuestro ordenamiento jurídico penal, por ahora, la infancia abarca el período de la vida de un individuo desde su nacimiento hasta los 13 años, ya que antes de la reforma de 1999 la edad fijada era los 12 años. Ver Texto (3) Para el tratamiento del menor como víctima en el CP 1995, véase DOLZ LAGO, M. J., «El menor como víctima en el nuevo Código Penal», en Diario LA LEY, núm. 4.115 (4 de septiembre de 1996). También del mismo autor, «La prostitución infantil: criterios de actuación policial», en Diario LA LEY, núm. 4.338, de 24 de julio de 1997. Ver Texto (4) Con vigencia a partir del 21 de mayo de 1999. Ver Texto (5) Que había sido introducida por la LO 3/1989, de 21 de junio, eliminando el concepto de honestidad. Vide como antecedente a esta reforma DIEZ RIPOLLÉS, José Luis, La protección de la libertad sexual, Barcelona, 1985. Ver Texto (6) Para un análisis del abuso sexual con prevalimiento véase DOLZ LAGO, M. J. «El abuso sexual con prevalimiento», Práctica Penal Sepínnet revista, marzo de 2008, núm. 43, págs. 14 y ss. 7 Ver Texto (7) Véase STS —2.ª— 22 de septiembre de 1986, interpretando el antiguo art. 432 CP (actual, art. 186 CP), relativo a la difusión, venta o exhibición de material pornográfico entre menores de 16 años o deficientes mentales. Ver Texto (8) El art. 189.4 CP se refiere claramente al perjuicio en la evolución o desarrollo de la personalidad del menor. La doctrina más reciente (GÓMEZ, comentario al art. 178 CP en el libro Comentarios al Código Penal, Lex Nova, 2010, pág. 709), recuerda la complejidad del concepto indemnidad sexual, con cita de jurisprudencia como la STS 694/1998, de 22 de mayo, que lo identifica con «el normal desarrollo y formación de la vida sexual», criticando otros conceptos jurisprudenciales complejos, comprensivos de excesivas ideas como el ofrecido por STS 476/2006, de 2 de mayo, FJ 2.º o la 51/2008, de 6 de febrero, FJ 9.º, que refieren «que quedaría cifrado en el derecho de los menores o incapaces a estar libres de cualquier daño de orden sexual, en la preocupación o interés porque éstos tengan un desarrollo de la personalidad libre, sin injerencias extrañas a sus intereses, un desarrollo psicológico y moral sin traumatismos y un bienestar psíquico, en definitiva el derecho del menor a no sufrir interferencias en el proceso de formación adecuada a su personalidad» o, por último, la STS 796/2007, de 1 de octubre, FJ 3.º, que lo identifica con «su bienestar psíquico». Este autor se muestra partidario con identificar el concepto con el derecho a no sufrir daño en la esfera sexual, estimando que la intangibilidad sexual es el bien jurídico protegido para la víctima menor de trece años. Ver Texto (9) Como recuerda MESTRE DELGADO, E. en la presentación que realiza en el número especial de Legislación titulado Una nueva reforma del Código Penal, LA LEY, 2010. Ver Texto (10) Véase esta Decisión Marco en el Diario Oficial de la Unión Europea L 13/44, de 20 enero 2004, y sus antecedentes que derivan de las Propuestas de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo de 22 diciembre 2000. Sobre la eficacia de las Decisiones Marco véase STS —2.ª— 587/2010, de 17 de mayo (GIMÉNEZ). Ver Texto (11) BOE, núm. 27 de 31 de enero de 2002. Ver Texto (12) La conocida STC Pleno 36/1991, 14 febrero, FJ 5.º (BOE 18 de marzo de 1991), ya había destacado la vigencia interna de la Convención de Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas por Resolución 1.386 (XIV) del 20 noviembre 1989 y ratificada por España mediante Instrumento de 30 de noviembre de 1990 —BOE 30 de diciembre de 1990—. Ver Texto (13) Véase art. 446 CP, según redacción dada por LO 3/1989, de 21 de junio. Ver Texto 8 (14) Téngase en cuenta que la Consulta FGE 3/2006, de 29 de noviembre, ya resuelve algunas cuestiones relativas a los delitos de pornografía infantil en orden a los sujetos pasivos y su calificación jurídica (pluralidad o no de infracciones) y que el Acuerdo Plenario no jurisdiccional de la Sala 2.ª TS de 27 de octubre de 2009 interpretó el alcance del art. 189.1 b) CP en orden al facilitamiento de la difusión de la pornografía infantil, así como que en la jurisprudencia de esa Sala han ido acotando el término «utilización de menores» en el subtipo agravado de la letra a) del art. 189.3 CP en la pornografía infantil, v. gr. SSTS —2.ª— 1110/2009, de 16 de noviembre (DELGADO) o 446/2010, de 13 de abril (GARCÍA) o la prohibición del que deriva del principio «non bis idem» para apreciar las circunstancias de especial vulnerabilidad por edad y prevalimiento del art. 181.2 en relación con su apartado 4.º, que a su vez, remite al art. 180.3.º CP, si bien con matizaciones como refleja la STS —2.ª— 422/2010, de 23 de abril (BARREIRO), en función a la cronología de los hechos. Ver Texto (15) Véase este Informe en el BOCG. Congreso de los Diputados IX Legislatura A 144-2010 núm. 52-10. Ver Texto (16) En parecidos términos, el de la Decisión Marco 2004/68/JAI del Consejo, de 22 de diciembre de 2003, relativa a la lucha contra la explotación sexual de los niños y la pornografía infantil, ya citada. Ver Texto (17) Véase STS —2.ª— 2 de noviembre de 2006, sobre concepto jurisprudencial de pornografía infantil. Ver Texto (18) Cfr. arts. 92.3, 111.1.º y 154 CC. 9