identidad latinoamericana como chakana

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CUADRANTEPHI No. 18-19
Enero - diciembre de 2009, Bogotá, Colombia
Identidad latinoamericana como chakana en el marco de la filosofía intercultural
desde Josef Estermann
Edward F. Morón Tone
Profesional en Ciencias Filosóficas
Seminario Misionero San José
Lima, Perú
edwardfreddy@gmail.com
RESUMEN
El presente ensayo –que pretende ser un proyecto cultural socio-político– postula la
identidad de América Latina desde una categoría andina, a saber, chakana („puente
cósmico‟). El estudio se realiza en el horizonte de la filosofía intercultural (forjada
inicialmente por Raúl Fornet-Betancourt), específicamente desde el autor Josef Estermann,
quien ha mostrado un profundo interés por la cuestión del diálogo intercultural entre Andes
y Occidente. Además, se recurre a autores como Javier Lajo y Mario Mejía Huamán para
profundizar en el concepto andino de chakana. Dilucidar interrogantes como: ¿en qué
consiste la identidad latinoamericana?, ¿cómo debe concebirse?, ¿por qué hablar de
identidad latinoamericana hoy?, son las principales preocupaciones del presente trabajo.
Luego de algunas reflexiones, el autor termina señalando ciertas consideraciones con
respecto al hecho de asumir la identidad latinoamericana postulada.
Palabras clave: identidad, América Latina, Chakana, filosofía intercultural.
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ABSTRACT
This essay, that pretends to be a social-political cultural project, postulates the identity of
Latin America from an Andean category, namely, chakana („cosmic bridge‟). The study is
done into the horizon of the intercultural philosophy (initially forged by Raúl FornetBetancourt), specifically from the author Josef Estermann, who has showed deep interest
regarding the question of the intercultural dialogue between Andes and Western world.
Besides, it uses authors as Javier Lajo and Mario Mejía Huamán to deepen the Andean
concept of chakana. To elucidate questions such as: What is the Latin American identity
based in? How does it has to be conceived? Why do we talk about Latin American
identity?, is the main worry of this essay. After some reflections, the author finishes
pointing some considerations related to the act of assuming the Latin-American identity
postulated.
Keywords: Identity, Latin America, Chakana, intercultural philosophy.
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Introducción
En el contexto de las problemáticas actuales planteadas desde suelos latinoamericanos se
trata de dar argumentos de por qué es necesario ofrecer un aporte sobre uno de los temas
que, si bien es cierto hoy en día tiene buena acogida, también corre el riesgo de ser diluido
entre otros muchos temas hasta el punto de ser olvidado. Tal es el caso o situación de la
identidad latinoamericana.
No cabe duda que perspectivas de estudio tales como lo son la globalización, la integración
cultural, el pensamiento mestizo, la postmodernidad, los estudios culturales (o estudios
subalternos), la postcolonialidad y la decolonialidad hacen alusión de una u otra forma,
directa o indirectamente, al problema de la identidad de Latinoamérica. Estas evidencias
hacen que sea de capital importancia detenernos a considerar nuevas formas de
pensamiento e interpretación de la realidad latinoamericana, para así responder a exigencias
actuales en el marco de la transdisciplinariedad propuesta tantas veces desde los horizontes
de investigación ya mencionados, de modo que ayuden a resolver la cuestión de la
identidad latinoamericana.
1. Marco histórico
Es innegable que el Ariel de José Enrique Rodó marca un hito en la tradición del
pensamiento de América Latina. Trabajo que consideramos „puerta‟ que da paso al siglo
XX, en cuanto a ejercicio del filosofar latinoamericano se refiere, denominado de diversas
formas: arielismo (Leopoldo Zea, Eduardo Devés Valdez), antipositivismo (Pablo
Guadarrama), nuevas generaciones (Carlos Beorlegui); en fin, cuya preocupación central
será la búsqueda de la identidad, lo que, asimismo, va a constituir un periodo en la historia
de las ideas denominado por algunos como “giro identitario”.
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Pensadores como José Vasconcelos1, Antonio Caso2, Pedro Henríquez Ureña3, Leopoldo
Zea4, Francisco Miró Quesada5, Ernesto Mayz Vallenilla6, Roberto Fernández Retamar7,
por citar algunos, han sido quienes de manera específica trataron el tema de la identidad
latinoamericana o, en todo caso, sus escritos muestran una clara preocupación por ese
problema.
¿Cuál es, en qué consiste y cómo debe concebirse la identidad latinoamericana? He aquí
nuestro interés fundamental. Sobre todo cuando evidenciamos, en la actualidad, que
América Latina está pasando por momentos de gran relevancia e interés mundial, desde
aspectos políticos y económicos hasta cuestiones de lucha social y afán integracionista. Lo
que fácilmente nos lleva a plantear preguntas como: ¿es posible postular una identidad para
América Latina?, ¿por qué hablar de identidad latinoamericana hoy? Interrogantes estos
que harían nuestra tarea sumamente exhaustiva si no tuviéramos en cuenta el marco
referencial en el que ha de circunscribirse el presente estudio: la filosofía intercultural.
2. La filosofía intercultural
1
José Vasconcelos (1882-1959): filósofo mexicano, autor de La raza cósmica.
Antonio Caso (1883-1946): filósofo mexicano, fundador del Ateneo de la Juventud con José Vasconcelos.
Su máxima obra es La existencia como economía, como desinterés y como caridad.
3
Pedro Henríquez Ureña (1884-1946), estudioso y crítico dominicano, autor de La utopía de América.
4
Leopoldo Zea (1912-2004): filósofo mexicano, considerado uno de los forjadores de la filosofía de la
liberación. Entre sus obras figuran El positivismo en México: nacimiento, apogeo y decadencia, La filosofía
americana como filosofía sin más y América como conciencia.
5
Francisco Miró Quesada (1918): filósofo y periodista peruano. En 1990 fue elegido presidente de la
Federación Internacional de Sociedades de Filosofía. Sus obras más conocidas son Despertar y proyecto del
filosofar latinoamericano y Proyecto y realización del filosofar latinoamericano.
6
Ernesto Mayz Vallenilla (1925): filósofo venezolano, autor de El problema de América.
7
Roberto Fernández Retamar (1930): poeta cubano nacido en La Habana. Autor del ya famoso y citado
ensayo Calibán, tantas veces reeditado.
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Como afirma el profesor Estermann: “[la filosofía intercultural] es una necesidad global a
comienzos del tercer milenio de la era cristiana. Sólo mediante múltiples diálogos (es decir:
„polílogos‟) podemos evitar conflictos y guerras entre etnias y culturas”8.
Antes de aproximarnos a uno de los conceptos o categorías de la „filosofía andina‟, es
preciso romper con el eurocentrismo y occidentalismo implícitos en la misma definición y
delimitación de lo que se considera „pensamiento filosófico‟ o „filosofía‟ a secas. Y, aunque
la postmodernidad critica parcialmente también el discurso eurocéntrico racionalista de
Occidente presenta falencias en cuanto al carácter epistemológico, porque igualmente
responde a un contexto determinado: Europa occidental9.
Recurrimos, por evitar esas perspectivas contextuales, a una filosofía intercultural como
enfoque, manera de ver, actitud de compromiso. Máxime, cuando el presente trabajo
pretende justificar la identidad latinoamericana desde una categoría andina: chakana. Desde
estos argumentos explica Estermann que la filosofía intercultural
no se comprende como una corriente entre muchas otras sino ante todo como una cierta
manera alternativa de hacer filosofía. Su tema principal es la interculturalidad, esta relación
sui generis entre culturas diferentes. Por lo tanto, no pretende sustituir a las filosofías
contextuales o inculturadas por una filosofía supra-cultural, sino articularlas de una manera
no-reduccionista, ni hegemónica10.
De modo que una de las funciones primordiales de la filosofía intercultural es la de articular
las formas de expresión del pensamiento, modular distintas manifestaciones culturales y
8
Como afirma Estermann: “Hablar de un „polílogo‟ significa que no se trata de una bidireccionalidad del
encuentro en el que la tradición occiental fuera nuevamente el único punto de referencia, sino de una
multidireccionalidad. Se trata de una diversidad (poly) de racionalidades o logoi que entran en contacto, sin la
dominación por el logos greco-occidental”.
En ESTERMANN, Josef, Filosofía Andina: Sabiduría indígena para un mundo nuevo, 2ª ed. ISEAT, La Paz,
2006, p. 7.
9
La crítica de términos como „Occidentalocentrismo‟ y „Eurocentrismo‟ ha sido realizada inicialmente por
pensadores como el economista neo-marxista Samir Amin y el filósofo de la liberación Enrique Dussel.
10
Op. cit. p. 36.
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reconocer en ese “inter”, es decir, en el polílogo o intercambio dialógico unos “invariantes
humanos”, sin los cuales –afirma Estermann– una convivencia pacífica entre las culturas es
de facto imposible.
Lo que pretendemos articular aquí es la realidad de la identidad latinoamericana (ya
complicada de por sí) con lo que mienta el concepto andino de chakana. Para lo cual
iniciaremos por describir el significado del término de raíces quechua y aimara.
3. Significado de „chakana‟
Siguiendo investigaciones de autores como Javier Lajo, Mario Mejía Huamán o Josef
Estermann, tenemos que el vocablo compuesto quechua chakana viene del verbo chakay
que significa “cruzar”, “trancar la puerta o entrada”, más el sufijo obligativo –na que le
convierte, añadido a un radical verbal, en sustantivo. Chakana entonces es el “cruce”, la
“transición” entre dos puntos, el “puente” como nexo entre dos regiones. Chaka (en
quechua) también significa “pierna” o “muslo” (en aimara es chara), el “puente” descansa
sobre dos “piernas” (pilares), Chaka en aimara es el “puente”. Además, chakana significa
escalera, esto es, lo que une dos puntos (es conocido el término tawa chakana, que
significaría cuatro escaleras o cruz escalonada). En este último sentido, chakana significa
puente a lo alto o grande, cruce superior o, simplemente, puente cósmico.
3.1 El universo como “casa”
Para tener una idea de las constelaciones principales en la “cosmovisión andina”, se puede
estudiar el Altar Mayor de Qorikancha, como fue dibujado y descrito por Joan de Santa
Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua (1613). La representación gráfica del universo –el
famoso dibujo cosmológico o cosmogónico– tiene la forma de una casa, indicando de esta
manera la convicción andina de que todos/as y todo pertenecen a una sola familia bajo un
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solo techo. Fuera de la casa (universo o pacha11), no hay nada; y dentro de ella, todo está
relacionado a través de los ejes “espaciales” arriba/abajo y derecha/izquierda.
Llama la atención que en el cruce de estos dos ejes, en el centro del dibujo (o de la casa),
encontramos una chakana (puente) de cuatro estrellas en forma de una cruz que se dirigen a
los cuatro puntos cardinales de la casa12.
“La chakana entonces es el „punto de transición‟ entre arriba/abajo y derecha/izquierda; es
prácticamente el símbolo andino de la relacionalidad del todo”13. Lo vertical nos indicaría
la escala de la “polaridad” entre lo grande (makron) y lo pequeño (mikron); es la
representación de la oposición relacional de la correspondencia. Por su parte, lo horizontal
es la escala que nos indicaría la polaridad entre lo “femenino” (izquierda) y lo “masculino”
(derecha); es la representación de la oposición relacional de la complementariedad.
La chakana (puente cósmico) es, pues, el punto de transición, pero también el elemento de
conexión (elemento relacional) entre los principios de correspondencia (vertical) y
complementariedad (horizontal). “Evidentemente, el cruce de estas dos „zonas de
transición‟, con la forma de una cruz, es una chakana muy especial y tiene la función
primordial de „relacionar‟”14.
3.2 Chakanas filosóficas
11
Pacha: espacio-tiempo, universo, cosmos; es decir, la totalidad de la realidad existente. Lo que significa que
pacha no se reduce al solo concepto de tierra como usualmente se cree.
12
Altar Mayor de Qorikancha y Chakana.
13
Ibídem p. 170.
14
Ibídem p. 181.
8
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Los principios “lógicos” andinos –señala Josef Estermann– subrayan la “relacionalidad” del
todo, la existencia de nexos entre todos los fenómenos y elementos de pacha. El problema
principal de la tradición occidental consiste en “mediar” o “relacionar” entidades y campos
ontológicos separados y desligados a priori, sobre la base de los principios lógicos de la
no-contradicción y del tercer excluido. Sobre todo este último es un obstáculo muy serio
para poder tender un “puente” desde un extremo al otro; este “puente” (mediación, relación,
nexo) justamente es el tertium que, en el fondo, no puede existir (non datur). Para la
filosofía andina (en especial la pachasofía15), el “puente” (chakana) tiene, en cierto sentido,
“prioridad ontológica” con respecto a los extremos conectados o relacionados.
Así tenemos que chakana, además de ser símbolo, es realmente lo simbolizado, o sea,
“puente”, lo que “con-centra” y “une” y, por ende, un canal importante de “conocimiento”.
En el pensamiento andino, “conocer algo” significa primordialmente realizarlo celebrativa
y simbólicamente.
Como subraya el pensador suizo: Todos los fenómenos de transición, por su precariedad y
peligrosidad, merecen una dedicación ritual y ceremonial especial por parte del ser humano.
Fenómenos de transición a nivel individual (personal), a nivel colectivo y cósmico.
Tenemos, por ejemplo, a propósito de chakanas principales de correspondencia: la lluvia, la
nube, el arco iris (símbolo universal de relación cósmica), el rayo, la neblina, las cumbres,
los nevados, el cóndor, la alpaca, la pachamama y el mismo runa/jaqi andino16.
4. La condición latinoamericana
Para justificar nuestra tesis necesitaremos realizar una salvedad de orden históricogeográfico, sobre todo si pensamos en los distintos nombres que se han postulado (o, mejor,
15
Pachasofía: neologismo quechua/aimara-griego utilizado por Fernando Manrique Enríquez, que traduce
cosmología andina.
16
Runa/Jaqui andino: términos quechua y aimara que significan ser humano, pero no visto como mero sujeto,
sino como parte integrante, integral e integrada de pacha.
9
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impuesto) para esta parte del globo terráqueo: América, Nuevo Mundo, Las Indias; más aún
en el caso particular del subcontinente: América Latina, Latinoamérica, Indoamérica,
Hispanoamérica, Amerindia, entre otros.
Debido al singular proceso de colonización y de constitución del proyecto de EstadoNación en América del Norte y a su situación actual con respecto a Latinoamérica, es que
sólo tomaremos para nuestro estudio y propósito la segunda región mencionada. Más
todavía si se tiene en cuenta el curso distinto de la historia de la segunda región con
relación a la primera, si consideramos a Estados Unidos y Canadá como una especie de
prolongación homogénea de la cultura occidental europea y de afán expansionistadominador, sobre todo del primero.
Entonces, nos quedamos con lo que se nos ha enseñado a llamar generalmente como
América Latina o Latinoamérica (incluyendo el Caribe, claro está), no sin antes mencionar
los aportes significativos de la crítica postcolonial y de los estudios culturales.
Fue a partir de 1492 que las distintas culturas en esta parte del mundo se comienzan a sentir
–quizá sin saberlo– hermanadas por un proceso de transformación cultural abrupto, pero
común: la colonización y sus consecuencias, a partir del mal llamado “descubrimiento de
América”17.
En todo caso, no se puede soslayar fácilmente el hecho de que el proceso haya sido (y siga
siendo) doloroso. ¿Qué proceso? El que se generó desde el encuentro (¿o más bien
intromisión unilateral?) entre dos realidades culturales distintas. Europeos por un lado y,
del otro, culturas diversas que no hacían otra cosa que coexistir entre sí. Pero, dijimos, dos
realidades culturales distintas. En todo caso, habría que denominar o procurar denominar a
ambas, al menos a partir de la dimensión geográfico-cultural: está claro que la primera es
Europa, pero, ¿a la segunda cómo la llamamos?, ¿bajo qué término nativo podríamos
nombrarla, si es posible?
17
Confrontar el texto de Walter Mignolo La Idea de América Latina.
10
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Sin duda, no podemos señalar a aquellos hombres y mujeres de antaño como americanos,
puesto que el mismo término de América se debe al afán de eternizarse del conquistador
italiano Américo Vespucci. Preferimos –con diversos movimientos indígenas– el término
nativo de Abya-Yala, por ser el nombre con el que los Kuna (en Panamá) –que se
autodenominan Dule o Tule– nombran al continente americano en su totalidad. Optamos
por esta designación máxime si tenemos en cuenta que la elección de este nombre (que
significa “tierra en plena madurez”) fue sugerida por el líder aimara Takir Mamani, quien
propone que los indígenas18 lo utilicen en sus documentos y declaraciones orales. Además,
a propósito el líder afirma: “llamar con un nombre extranjero nuestras ciudades, pueblos y
continentes equivale a someter nuestra identidad a la voluntad de nuestros invasores y a la
de sus herederos”19.
De manera que ya identificadas con mejor claridad ambas regiones culturales en su
encuentro histórico (Europa – Abya-Yala), podemos pasar a considerar un tercer grupo o
fenómeno cultural generado a partir de los ya citados: Latinoamérica. Aunque reconocemos
que este término es complejo por su significado, sólo queremos hacer alusión a una realidad
cultural distinta a las dos anteriores.
¿Cómo negar el contexto multicultural en el que nos desenvolvemos cotidianamente bajo el
presente paradigma de la globalización? Si observamos el contexto actual desde la
constitución histórico-cultural de América Latina podemos darnos cuenta que ésta posee
una característica peculiar: haber sido y ser “puente” entre dos realidades culturales
diversas. “Puente” que quizá profundizó muy poco sobre su propia vocación. Tal vez,
precisamente la falta de conciencia de Latinoamérica como “puente” es lo que ha
propiciado, de hecho, que la balanza se haya inclinado a favor de la cultura occidental
europea y su arsenal hegemónico, y haya olvidado simultáneamente a los descendientes
18
Por cierto, “indígena” in(du)genitus o in(du)genita significa „nacido o nacida en‟; con lo que “indígena”
sería todo hermano nacido en un cierto ámbito geográfico y cultural.
19
En: Abya Yala Publicaciones, http://www.abyayala.org/presentacion.php?FAC_CODIGO=
11
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generacionales de Abya-Yala. Si no, preguntémonos por qué tantas manifestaciones y
protestas de comunidades, grupos o asociaciones indígenas y campesinas en nuestros
países, a quienes un día –junto con ellos– se nos tildó de “subdesarrollados”.
La conciencia latinoamericana ha olvidado que es importante afirmar una identidad sólida
ante los demás, lo que conlleva pensar, por consiguiente, en una actitud férrea. La identidad
latinoamericana ha de responder, sobre todo, a un proceso histórico de “intercambioimposición” cultural. Debe expresar, pues, una “transición”, “nexo” o “puente”. Por tal
motivo y contextualización, chakana es concepto y realidad que da respuesta a la identidad
latinoamericana, pero ahora con una seria conciencia de lo que se es y significa serlo para
los demás.
Así, el varón y la mujer latinoamericano/a pueden identificarse –consciente y realmente, de
pensamiento y acción– como “chakanas” en medio del contexto inmediato en que viven, ya
sea desde cualquier zona geográfica de América Latina o como inmigrantes en otros
continentes. El/La latinoamericano/a ha de ser entonces “puente” entre sus hermanos/as, lo
que exige de él/ella procurar ser neutral, justo/a, ecuánime en cuanto al cumplimiento del
principio de relacionalidad20, que es a su vez el rasgo fundamental del modo de
comprender la cosmovisión andina.
Por ello, nuestra vocación de latinoamericanos quizá se pueda interpretar desde el
significado mismo de “chakana” (puente cósmico), que es como el corazón del
pensamiento andino. “Puente”, porque une o relaciona dos realidades: precolombinos no
somos, pero europeos u occidentales tampoco. Es siempre un error querer afirmar lo uno
para negar lo otro y viceversa. La vocación latinoamericana es, por tanto, de “puente”, de
encuentro y diálogo, de síntesis e integración, de inclusión y reivindicación; es esto lo que
mienta el concepto de “chakana” para una identidad latinoamericana.
20
Principio de relacionalidad: también llamado „principio holístico‟ por Estermann. Afirma que todo está
relacionado (vinculado, conectado, unido) de una u otra manera con todo. Lo esencial no es el ente o ser
sustancial, sino la relación.
12
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5. Exigencia identitaria
Cada quien actúa de acuerdo a lo que realmente es, de acuerdo al mundo de relaciones en
que se desenvuelve cotidianamente; esto denota, asimismo, una exigencia ética, es decir, de
compromiso; lo cual significa que no se debería renunciar a aquello que nos identifica
como tales. Cómo imaginar a un médico que se niega atender a un paciente que lo necesita
con urgencia: o rehúsa atender al paciente por motivos e intereses egoístas, o simplemente
está demente. No se puede renunciar a lo que se es. Así también, no basta con ser tal o cual
cosa, es necesario también parecerlo. Los demás deben notar la diferencia, pues si no hay
diferencias tampoco hay identidad.
La exigencia ética consistiría en no renunciar a nuestra propia alteridad como
latinoamericanos/as, en reconocernos como distintos, particulares, “otros” con relación a
los demás y, por tanto, con compromisos contextualizados que respondan precisamente a
nuestras más inmediatas circunstancias. Ya los intentos integracionistas en América Latina
pretenden ofrecer respuestas o salidas a la situación actual que vive, o mejor, padece esta
parte del continente. Intentos integracionistas, creemos, que deben superar el mero ámbito
político o económico hasta alcanzar el cultural. Esto podría constituir a Latinoamérica en la
“gran chakana” que cohesiona sus partes relacionadas entre sí y, además, posibilita el
diálogo o “polílogo” intercultural.
Pensamos que Latinoamérica, en el transcurso de su historia, nunca dejó de ser “chakana”
(puente) entre realidades culturales diversas que implicaron transformaciones significativas
a nivel mundial: cuestiones económicas, políticas, sociales, culturales y hasta religiosas.
Nunca dejó de ser “puente”, pero no sabía que lo era. Eso nos lleva a pensar que al no saber
América Latina que era y significaba un “gran puente” para los demás, no sabía realmente
si estaba cumpliendo su función a cabalidad. De todas maneras, si no hay conciencia en el
actuar, tampoco hay culpabilidad; aunque sí debe haber lugar a la reivindicación identitaria.
13
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Esto último, de una u otra forma, evidencia el hecho de que muchos latinoamericanos no
sientan el gran peso de conciencia histórica que debieran sentir. Pero ahora, al ser
conscientes de aquello, las/los latinoamericanas/os estamos frente a una exigencia
identitaria que demanda una toma de actitud respaldada por acciones concretas:
-
Saberse responsable directo de los conflictos internos que aquejan esta parte del
continente.
-
Experimentarse
“chakana”
(puente)
posibilitador/a
de
la
integración
latinoamericana.
-
Reconocerse “mediador” con fuerte compromiso histórico y cultural ante las
amenazas totalizadoras del mercado neoliberal y de la globalización.
-
Ser y parecer ante los demás lo que la historia ha hecho de la/del latinoamericana/o:
“chakana” entre quienes le rodean, que reivindique los lazos relacionales de
comunión,
solidaridad,
cooperación,
reciprocidad,
complementariedad
y
correspondencia a favor de aquello que conocemos con el nombre de humanidad.
Bibliografía
ESTERMANN, Josef, Filosofía Andina: Sabiduría indígena para un mundo nuevo,
2ª ed. ISEAT, La Paz, 2006.
__________________, Si el sur fuera el norte: Chakanas interculturales entre
Andes y Occidente, ISEAT, La Paz, 2008.
FORNET-BETANCOURT, Raúl, “La filosofía intercultural desde una perspectiva
latinoamericana”,
en:
Solar
-
Revista
Iberoamericana
de
Filosofía,
http://www.revistasolar.org.pe/3/03_betancourt.pdf
LAJO, Javier, “Qhapaq Ñan: La ruta inca de sabiduría” en: Emanzipation ad
Humanum, http://emanzipationhumanum.de/downloads/sabid.pdf
MEJÍA HUAMÁN, Mario, “Hacia una filosofía andina: Doce ensayos sobre el
componente andino de nuestro pensamiento”, en: Lenguas de las Américas,
14
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Enero - diciembre de 2009, Bogotá, Colombia
http://lengamer.org/admin/language_folders/quechuadecusco/user_uploaded_files/li
nks/File/Qhapaqkuna/Filosofia_Andina.pdf
Abya Yala Publicaciones,
http://www.abyayala.org/presentacion.php?FAC_CODIGO=
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