BOLETIN Nº 1 - AÑO 2016 ALBORNOZ SOLA, JESSICA LORENA vs. AMX ARGENTINA S.A. POR RECURSO DE APELACION DIRECTA”, Expte. N° EXP - 530089/15. FALLO Salta, 22 de febrero de 2016. Y VISTOS: Estos autos caratulados: “AMX ARGENTINA S.A. contra la resolución Nº 3577, en expediente Nº 231-98188/12: ALBORNOZ SOLA, JESSICA LORENA c/ AMX ARGENTINA S.A. Y GARBARINO de la Secretaría de Defensa al Consumidor POR RECURSO DE APELACION DIRECTA” (EXP - 530089/15 de Sala II) y, CONSIDERANDO: 1º) Vienen estas actuaciones con motivo del recurso de apelación interpuesto por AMX Argentina SA a fs. 148/159, contra la resolución Nº 3577/14 de la Secretaría de Defensa del Consumidor que dispone la aplicación de una multa de $ 15.000 (pesos quince mil) por infracción a los artículos 4 y 8 bis de la ley 24240 y ordena la publicación de una síntesis de las actuaciones en el diario que allí se indica. A fs. 174/183 la recurrente plantea inconstitucionalidad del artículo 45 de la ley 24240 en cuanto dispone el depósito previo de la multa. Indica que resulta violatorio de su derecho constitucional de la propiedad y debido proceso toda vez que la resolución no se encuentra firme. El depósito –dice- la obliga a no disponer de los fondos durante la tramitación de la instancia de revisión. Cita jurisprudencia que estima aplicable. Concluye afirmando que la intimación del depósito resulta nula de nulidad absoluta. A fs. 189/190 emite dictamen el señor Fiscal de Cámara en lo Civil, Comercial y Laboral en el sentido de rechazar el planteo de declaración de inconstitucionalidad de la norma. 2º) Tal como lo sostuvo nuestro Alto Tribunal local, la misión del Poder Judicial consiste en asegurar la supremacía de la Constitución y como eventual consecuencia, invalidar las disposiciones que se encuentren en clara y abierta pugna con su texto. El control de constitucionalidad debe efectuarse en un marco de estricta prudencia, por cuanto la declaración de inconstitucionalidad no ha de efectuarse en términos generales o teóricos, porque se trata de la función más delicada de los jueces (Tomo 186:179, entre otros). Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que la declaración de inconstitucionalidad de un precepto de jerarquía legal constituye la más delicada de las funciones susceptibles de encomendarse a un tribunal de justicia y configura un acto de suma gravedad que debe ser considerado como última “ratio” del orden jurídico, por lo que no cabe formularla sino cuando un acabado examen del precepto conduce a la convicción cierta de que su aplicación conculca el derecho o la garantía constitucional invocado (Fallos, 321:441). La doctrina destacó que el control de constitucional en la Argentina procede –en principio y en general- de los tribunales judiciales; es difuso, pues cualquiera de éstos puede ejercerlo aunque la Corte Suprema es la última y definitiva instancia de revisión extraordinaria; se inicia a petición de parte y produce efectos entre ellas. Tiene como finalidad res1 CÁMARA DE APELACIÓN EN LO CIVIL Y COMERCIAL DE LA PROVINCIA DE SALTA tablecer la armonía en el desorden normativo que produce la inconstitucionalidad (Gelli, María Angélica, “Constitución de la Nación Argentina”, Tomo I, pág. 469, Buenos Aires, 2014). La efectividad del principio de supremacía constitucional –consagrado en el artículo 31 de la Constitución- demanda un régimen de control de constitucionalidad de las leyes, normas y actos de los gobernantes, que en nuestro sistema es judicial y difuso, y que está depositado en todos y cada uno de los jueces (CSJN, “Anadon, T. c CNC s Despido” CSJ 494/2013, 20/08/15). El recurrente formula planteo de inconstitucionalidad del artículo 45 de la ley 24.240, en cuanto determina como presupuesto para la interposición del recurso directo el depósito de la multa aplicada por la resolución cuestionada. Considera que importa una lesión a su derecho de propiedad, un acto lesivo del derecho de defensa en juicio y debido proceso, toda vez que importa el cumplimiento de una decisión que no se encuentra firme. La ley 26.993, sancionada el 17 de septiembre de 2014, modificatoria de la ley 24.240, dispuso la sustitución del texto del artículo 45. La nueva redacción de la norma determina que, en todos los casos, para interponer el recurso directo contra una resolución administrativa que imponga sanción de multa, deberá depositarse el monto de ésta a la orden de la autoridad que la dispuso, y presentar el comprobante del depósito con el escrito del recurso, sin cuyo requisito será desestimado, salvo que el cumplimiento de la misma pudiese ocasionar un perjuicio irreparable al recurrente. Ello implica, en el caso, otorgar efecto devolutivo al recurso de apelación directa contra la resolución dictada –en el caso- por la Secretaría de Defensa del Consumidor de la Provincia de Salta. La Corte Suprema Justicia de la Nación si bien reconoció validez constitucional a la exigencia legal del pago previo de la multa impuesta por la autoridad administrativa (Fallos, 312:2490; 322:1284, entre otros), morigeró los efectos de su aplicación teniendo en consideración las situaciones patrimoniales del contribuyente a los efectos de permitirle el acceso a la justicia y preservación del derecho de defensa (Fallos, 322:337). No obstante ello, a fin de resolver la cuestión traída a conocimiento de este Tribunal resulta menester considerar lo decidido por nuestro Alto Tribunal local en los precedentes registrados en los Tomos 183:489, 185:689 -entre tantos otros- en los que resolvió la inaplicabilidad del principio del “solve et repete” respecto a multas aplicadas por incumplimiento de obligaciones fiscales. En efecto, la Corte de Justicia de Salta examinó las disposiciones que sustentan la obligatoriedad del pago previo para excitar la respectiva intervención judicial del fuero contencioso administrativo, distinguiendo dos supuestos diferenciados, a saber: las deudas no tributarias como las que sí lo son. En el primer caso, se reconoció el fundamento de la norma en la necesidad de montar un dispositivo normativo enderezado a permitir la normal percepción de los recursos por parte del Estado, evitando que su recaudación quede demorada o trabada ante la promoción de causas judiciales por los obligados al pago. Ahora bien, respecto de las obligaciones pecuniarias del Estado determinadas en resoluciones administrativas, es decir de naturaleza no tributaria, consideró que deben quedar fuera del alcance de dicho régimen de excepción, dado que esa finalidad no se configura 2 BOLETIN Nº 1 - AÑO 2016 con relación al cobro de ellas, las que no pueden reputarse integrantes de los recursos normales del sistema tributario. Luego, analizando la extensión de los derechos reconocidos en la Convención Interamericana de Derechos Humanos, indicó que las personas tienen derecho a ser oídas por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones de carácter fiscal y que tales prerrogativas deben ser concedidas sin condiciones ni obstáculos de ninguna índole. Continuó expresando que en relación con las sanciones despojadas de naturaleza tributaria impuestas por la Administración, esta regla debe ceder ante el principio de inocencia reconocido por el orden constitucional, que impide su ejecución hasta que exista sentencia condenatoria pasada en autoridad de cosa juzgada. Citó reconocida doctrina, la que estimó que la potestad sancionadora que se reconoce a la Administración se debe adecuar a los postulados del sistema penal, insuflado éste de todas las libertades y garantías que le son propias, de donde se tiene la inaplicabilidad del principio de ejecutoriedad de las sanciones penales, no siendo admisible afirmar por ello que el derecho a la tutela judicial efectiva queda resguardado por el respectivo control judicial, pues aquí entran a jugar los principios y garantías del derecho penal, y en ese sentido la presunción de inocencia exige la firmeza del acto que impone la pena para su ejecución.En concreto, destacó que el “solve et repete” indudablemente es incompatible con la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en razón de que su aplicación sin cortapisas, restringe o acaso impide el libre acceso a la justicia con las debidas garantías que consagra el artículo 8º. Vulnera también el principio de igualdad ante la ley, porque coloca al Fisco en posición exorbitante respecto del contribuyente, a lo que se suma que si éste no tiene recursos económicos, la posibilidad de recurrir le quedaría vedada. Conculca, dijo, la razonabilidad de la ley, al no existir adecuación ni proporción entre el medio empleado y el fin que se persigue, pues la acción de ejecución queda expedita, sin perjuicio de que el contribuyente pueda entablar su reclamo por un imperativo de justicia que así lo exige dentro del Estado de Derecho. Concluyó en que requerir el pago ante la imposición de una multa importaría, sin más, vulnerar la posibilidad de acceso a la justicia o, lo que es aún peor, tarifar dicho acceso conforme a un requisito patrimonial, que como tal de ningún modo está previsto ni en la Constitución Nacional ni en la Ley Fundamental de la Provincia.___ Señaló que conforme lo indicara la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las garantías a la tutela judicial efectiva y al debido proceso imponen una interpretación más justa y beneficiosa en el análisis de los requisitos de admisión a la justicia, al punto que por el principio “pro actione”, hay que extremar las posibilidades de interpretación en el sentido más favorable al acceso a la jurisdicción. Por ello, los Estados no deben interponer trabas a las personas que acudan a los jueces o tribunales en busca de que sus derechos sean determinados o protegidos. Cualquier norma o medida del orden interno que imponga costos o dificulte de cualquier otra manera el acceso de los individuos a los tribunales, y que no esté justificada por las razonables necesidades de la propia administración de justicia, debe entenderse contraria al artículo 8.1 de la Convención. Remarcó que si bien el derecho al acceso a la justicia no es absoluto y, consecuentemente, puede estar sujeto a algunas limitaciones, como potencialmente lo están todos los dere3 CÁMARA DE APELACIÓN EN LO CIVIL Y COMERCIAL DE LA PROVINCIA DE SALTA chos fundamentales, lo cierto es que éstas deben guardar correspondencia entre el medio empleado y el fin perseguido y, en definitiva, no pueden suponer la negación misma de dicho derecho. Recordó –además- que a partir del caso “Newland” (Fallos, 310:606), el Alto Tribunal Federal no exige el cumplimiento de este requisito en casos radicados originariamente en su sede, en los que se discute la constitucionalidad de tributos locales a través de la acción declarativa de certeza. El respeto al contenido esencial del derecho de acceso a la jurisdicción exige –dijo- que las cláusulas que establecen requisitos de admisibilidad sean interpretadas restrictivamente y, además, debe comprobarse que entre la causa legal de inadmisión y el resultado a que conduce exista una relación de proporcionalidad. La posición asumida por la Corte de Justicia de Salta es reiterada en reciente pronunciamiento (Tomo 198:251), en el que –entre otras cuestiones- se destacó que las multas no integran el concepto de ingresos ordinarios, y por ello no son calculadas de ese modo presupuestariamente. Ergo, exigir el pago previo de ellas, como condición habilitante de la instancia jurisdiccional, implica vulnerar las garantías del debido proceso antes señaladas, pues el fin perseguido por las normas locales que regulan el “solve et repete” (asegurar la regularidad del giro fiscal) no encuentra un medio adecuado en este tipo de restricción al acceso a la justicia. En el caso de autos, el requisito del pago de la multa aplicada con carácter previo a la elevación de las actuaciones a este Tribunal para conocer el recurso de apelación que contra ella interpone el presunto infractor del sistema de defensa del consumidor argentino importa un cercenamiento al derecho al acceso a la justicia a los fines de concretarse la revisión judicial, la que –a todo evento- justificó la validez del ejercicio por parte de la Administración de facultades jurisdiccionales, conforme el precedente de nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación en “Fernández Arias” (Fallos 247:646). Al respecto, la doctrina especificó que se admitió la constitucionalidad de la jurisdicción administrativa siempre que de ella se tuviere control judicial suficiente (Gelli, ob. cit., pág. 291). Por lo demás, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con cita de precedente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos- consignó que si bien el artículo 8 de la Convención Americana se titula Garantías Judiciales, su aplicación no se limita a los recursos judiciales en sentido estricto, sino al conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales a efectos de que las personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus derechos ante cualquier tipo de acto del Estado que pueda afectarlos. Cualquier actuación u omisión de los órganos estatales dentro de un proceso, sea administrativo sancionatorio o jurisdiccional, debe respetar el debido proceso legal, pues es un derecho humano el obtener todas las garantías que permitan alcanzar soluciones justas, no estando la administración excluida de cumplir con ese deber. Las garantías mínimas deben respetarse en el procedimiento administrativo y en cualquier procedimiento cuya decisión pueda afectar los derechos de las personas (Fallos, 335:1126). A todo evento, resulta pertinente traer a colación la doctrina que al analizar el principio de “solve et repete” frente al Pacto de San José de Costa Rica, sostuvo que si el particular es obligado a ingresar el tributo cuya legitimidad y exigibilidad pretende discutir ante un 4 BOLETIN Nº 1 - AÑO 2016 tribunal, justamente como requisito previo para acceder al mismo, es claro que se está violando su garantía constitucional de defensa, receptada en el artículo 18 de la Ley Fundamental. Y que el derecho constitucional de defensa en juicio se inserta en el principio más amplio del derecho de acceso a la justicia (El principio solve et repete. Su subsistencia frente al Pacto de San José de Costa Rica, 2003, RDCO 2003-849). Por las razones expuestas, cabe hacer lugar al planteo formulado a fs. 174/183 y, en consecuencia, declarar la inconstitucionalidad del artículo 45 de la ley 24.240, modificada por la ley 26.993, en cuanto determina como presupuesto para la interposición del recurso directo el depósito de la multa aplicada por la resolución cuestionada. Por ello, LA SALA SEGUNDA DE LA CÁMARA DE APELACIONES EN LO CIVIL Y COMERCIAL, I.- HACE LUGAR al planteo formulado a fs. 174/183 y, en consecuencia, declarar la inconstitucionalidad del artículo 45 de la ley 24.240, modificada por la ley 26.993, en cuanto determina como presupuesto para la interposición del recurso directo el depósito de la multa aplicada por la resolución cuestionada. II.- ORDENA se registre, notifique y prosiga el trámite del proceso.- 5