32-a-2011 cámara de familia de la sección del centro, san salvador

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32-A-2011
CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO, SAN SALVADOR, A LAS
CATORCE HORAS DEL DÍA VEINTIOCHO DE MARZO DE DOS MIL ONCE.
Vista en apelación la interlocutoria pronunciada en el JUZGADO SEGUNDO DE
FAMILIA DE SAN SALVADOR, por la Licda. CECILIA YANETH CAÑAS DE GARAY,
en el PROCESO DE MODIFICACIÓN DE SENTENCIA DE CUOTA ALIMENTICIA,
promovido por el Sr. […], mayor de edad, Médico y del domicilio de Antiguo Cuscatlán,
departamento de La Libertad, representado por el Lic. RONALD EDUARDO TOLEDO
CHÁVEZ, contra la Srta. […], mayor de edad, estudiante y del domicilio de San Salvador,
representada por el Lic. ROBERTO WENCESLAO RAMÍREZ ALVARENGA; resolución de
la cual se alzó el Lic. RAMÍREZ ALVARENGA.
I. La resolución impugnada fue pronunciada a las diez horas del día veintiséis de octubre
de dos mil diez (Fs. 114), mediante la cual la jueza a quo se declaró competente de conocer de la
acumulación de procesos, por lo que ordenó la acumulación del proceso que se tramita en el
Juzgado de Familia de Santa Tecla, bajo la referencia ST-F-1304-83-10, al que se tramita en ese
Juzgado por ser el más antiguo.
Inconforme con lo resuelto el Lic. ROBERTO WENCESLAO RAMÍREZ
ALVARENGA, interpuso recurso de apelación por escrito de Fs. 124/126, argumentando que la
resolución impugnada no está apegada a derecho y le causa agravios a su poderdante, en cuanto a
que el tribunal se arroga competencia y decide oficiosamente la acumulación de los procesos;
fundamenta su apelación en los Arts. 11 Cn.; 4, 6 a), 58, 63, 147 Inc. 148 Inc. 2, 153 d), 156 Inc.
1, y 218 L. Pr. F., 33, 1193, Pr. C; y 20 L.O.J., puesto que consta en el proceso que el domicilio
de su mandante está fuera de la circunscripción territorial del Juzgado Segundo de Familia de San
Salvador, correspondiendo a la del Juzgado de Familia de San Marcos, por ser más factible a su
poderdante para ejercer adecuadamente la defensa de sus intereses y porque así está establecido
en la “Ley Procesal Civil”, aún aplicable al caso.
Que habiendo alegado la incompetencia en razón del territorio, el Juzgado a quo, debió
tramitar el incidente de previo y especial pronunciamiento, pues siendo una excepción dilatoria,
es un conflicto que interrumpe el proceso, y por contar con prueba preestablecida sobre la
dirección actual de su mandante no se requería de más prueba que se aportara en Audiencia
Preliminar, debiendo interrumpirse el proceso para decidir la competencia y mandarlo al Juzgado
de Familia de San Marcos o al de Santa Tecla conforme lo solicitado; sin embargo se omitió lo
que la ley ordena y la a quo pidió informe al Juzgado de Familia de Santa Tecla, al recibir dicho
informe ignora dilucidar la competencia territorial correspondiente
y resuelve de oficio la
acumulación, por considerar que es el Juzgado de Familia de San Salvador el
que conoció el
proceso más antiguo, ignorando el incidente de previo y especial pronunciamiento,
contraviniendo el Principio de Exclusividad Art. 3 lit. g) L.Pr.F., por lo que aún siendo
competente el Juzgado de Familia de San Marcos pidió que se acumulara el presente expediente
al proceso iniciado por su poderdante contra el señor […] en el Juzgado de Familia de Santa
Tecla, para que se dicte una sola sentencia. Finalmente pide se revoque la resolución apelada, se
declare incompetente el Juzgado Segundo de Familia de San Salvador y se envíe el expediente al
Juzgado de Familia de San Marcos o al Juzgado de Familia de Santa Tecla.
La parte demandante y la Procuradora de Familia Adscrita al Juzgado no hicieron uso de
su derecho de expresar su opinión respecto del recurso planteado.
II. OBJETO DE LA APELACIÓN. Así las cosas, el quid de la alzada consiste en
determinar si procede confirmar o revocar la interlocutoria que declaró competente al Juzgado
Segundo de Familia de San Salvador de conocer de la acumulación de los procesos y ordenó la
acumulación del proceso seguido en el Juzgado de Familia de Santa Tecla al que se tramita en
esta ciudad.
ANTECEDENTES.
En el sub júdice encontramos que sin contestar la demanda,
mediante escrito de fs. 87/90, el Lic. ROBERTO WENCESLAO RAMÍREZ ALVARENGA
solicitó al Juzgado a quo que se declarara incompetente en razón del territorio, pues su mandante
ya no reside en San Salvador y además pidió se enviara el proceso al Juzgado de Familia de Santa
Tecla, por haber iniciado en ese juzgado, la Srita. […], proceso de Modificación de Sentencia
contra el Sr. […] a fin de que se incremente la cuota alimenticia a favor de la Srita. […].
La Jueza a quo mediante auto de Fs. 97 le previno al Lic. ROBERTO WENCESLAO
RAMÍREZ ALVARENGA que contestara la demanda, pues es en ese momento que debe alegar
la excepción dilatoria de incompetencia, de acuerdo al Art. 50 L. Pr. F., a fin de resolver sobre
dicha excepción en la audiencia preliminar, por lo que el Lic. ROBERTO WENCESLAO
RAMÍREZ ALVARENGA por escrito de fs. 103 subsanó la prevención, contestando la
demanda en sentido negativo y alegando nuevamente la excepción dilatoria de incompetencia
por razón del territorio, ofreció prueba testimonial y el Documento Único de Identidad de su
mandante para establecer su domicilio; así mismo expresó que el competente para conocer es el
Juzgado de Familia de San Marcos, solicitándole que de ser posible se remitiera por la vía de la
acumulación el expediente al Juzgado de Familia de Santa Tecla, que es donde se ha iniciado el
proceso de modificación antes mencionado. Dicho auto fue pronunciado el 07 de septiembre del
año dos mil diez, no fue notificado a la parte demandante; notificándosele a la Procuradora de
Familia Adscrita al Juzgado hasta el 17 de noviembre del mismo año, como consta a Fs. 122.
Por auto de fs. 104 la a quo tuvo por contestada la demanda, por interpuesta la excepción
dilatoria de incompetencia, la que expresó resolvería en el momento procesal oportuno
(Audiencia Preliminar) de conformidad a lo dispuesto en el Art. 106 L.Pr.F., ordenó la
realización del examen previo y solicitó informe al Juzgado de Familia de Santa Tecla a efecto de
resolver la procedencia de la acumulación, lo que realizó posteriormente a Fs. 105 y 108. Dicha
resolución no fue impugnada por el Lic. RAMÍREZ ALVARENGA, aceptando tácitamente que
se resolviera sobre la incompetencia alegada hasta en la audiencia preliminar, tal como lo dispuso
la A quo.
Mediante auto de Fs. 106 se señaló fecha para celebrar Audiencia Preliminar, el día
veintiséis de octubre del año dos mil diez; sobre las notificaciones del señalamiento de dicha
audiencia a Fs. 111/112, aparece que al Lic. ROBERTO WENCESLAO RAMÍREZ
ALVARENGA se le notificó dos veces de la Audiencia Preliminar, pero en realidad en la
esquela de Fs. 112, si bien consta el nombre del Lic. ROBERTO WENCESLAO RAMÍREZ
ALVARENGA, dicha notificación fue realizada erróneamente al fax directo del abogado
demandante, Lic. RONALD EDUARDO TOLEDO CHÁVEZ, notificación que fue recibida
aún conteniendo dicho error, según reporte de verificación del teléfono desde el que se realizó el
referido acto procesal, pero conteniendo error en la persona, de acuerdo al Art. 35 lit. a) L.Pr.F.,
dicha notificación es anulable, aunque en resolución de fs. 114 solo se expresó que no se había
notificado al Lic. RONALD EDUARDO TOLEDO CHÁVEZ sin percatarse del error
mencionado, pero ordenando se hiciera ver esa situación al notificador de la oficina de Actos de
Comunicación del Centro Judicial Integrado de Derecho Privado y Social, lo cual hizo mediante
memorándum de Fs. 116, solicitando informe al respecto, respondiéndole éste mediante oficio de
Fs. 129/131, en el cual se agregó el informe del notificador responsable del expediente, quien
tampoco evacuó correctamente la inquietud de la A quo, pues lo hizo en otro sentido, al referirse
a la notificación retrasada de otra resolución, la de Fs. 97 hecha a la Procuradora Adscrita al
Juzgado, de la cual anexó copia del acta de notificación de fecha 17 de noviembre del mismo año.
De lo anterior concluimos que la Audiencia Preliminar fue frustrada por la inasistencia de
la parte demandante, por actos propios de la administración mencionada, que a través de ese
nuevo sistema obstruye el ágil desenvolvimiento del proceso, es obvio no solo el error en la
notificación que habría de realizarse, sino además se incurre nuevamente en el mismo al tratar de
informar a la A quo sobre esa circunstancia, situación que dada la frecuencia con la que ocurre y
los retrasos innecesarios que ocasiona, debe ser revisada y subsanada en la medida de lo posible,
ya que antaño no eran frecuentes o no sucedían estas irregularidades en la tramitación de los
procesos. Además no consta si realmente la notificación de dicha audiencia se realizó al abogado
apelante, Lic. ROBERTO WENCESLAO RAMÍREZ ALVARENGA, puesto que en dicha
acta se consigna que sí se realizó pero que no se pudo confirmar por ser fax directo, no obstante
en el comprobante del fax aparece que no fue realizada y además no se levantó el Acta de
Suspensión de Audiencia Preliminar (como procesalmente era lo correcto), en la que debió
hacerse constar la comparecencia de los asistentes y el señalamiento de la nueva fecha para su
continuación. Dicha omisión ha generado incertidumbre sobre las incomparecencias justificadas
o injustificadas, puesto que la Jueza a quo se limitó a pronunciar el auto sobre la acumulación
que hoy conocemos en apelación.
Respecto de las notificaciones, una vez más enfatizamos los innumerables problemas que
le generan a la administración de justicia la implementación de este nuevo sistema que obstruye
su agilidad, desgastando el sistema por los perjuicios que ocasiona a los justiciables. No solo se
trata del retardo en las notificaciones, sino además los errores que se encuentran en
su
realización y la dificultad de los juzgadores para conocer de manera inmediata la realización de
dichos actos procesales genera inseguridad jurídica y daña la paz social; razón por la cual
reiteramos la necesidad de enmendar o corregir esas deficiencias a corto plazo por la oficina
encargada de esas funciones de comunicación de los actos judiciales; en pro de una mejor
administración de justicia que es lo que se pretende con la instauración de ese nuevo sistema.
El Juzgado de Familia de Santa Tecla remitió el informe solicitado, a fs. 108, con fecha
21 de octubre del año dos mil diez, el cual fue recibido en el juzgado solicitante vía fax el 25 de
octubre del año dos mil diez y por conducto oficial el 29 de octubre del mismo año. Fs. 110 y
113, respectivamente, expresándose en dicho oficio que aún no se había emplazado al Sr. […].
Una vez recibido dicho informe la A quo por resolución de Fs. 114, utilizando inadecuadamente
la palabra COMPETENTE -lo que ha dado lugar a mucha confusión en la fundamentación y
objeto del recurso- se declaró “competente” para conocer sobre la acumulación de procesos, de
conformidad a los Arts. 71, 72 y 73 L. Pr. F., ordenando que se acumulara a éste el iniciado en
el Juzgado de Familia de Santa Tecla, por considerar que el que se tramita en el Juzgado a su
cargo era el más antiguo; librando el oficio correspondiente para su remisión al Juzgado de Santa
Tecla.
En dicha resolución pese a declararse competente para conocer de la acumulación del otro
proceso, no resolvió sobre su competencia territorial, que fue lo que primeramente se le solicitó,
ya que previamente había dispuesto que esa excepción se resolvería hasta en la Audiencia
Preliminar; pronunciamiento que a nuestro juicio era necesario antes de resolver sobre la
acumulación, o bien resolver ambos incidentes en la audiencia preliminar, al no hacerlo y
emplear la palabra competencia en el decisorio impugnado, prácticamente se entendía y así lo
entendió el apelante que se arrogaba la competencia in limine para conocer de ambos procesos:
De modificación de sentencia, uno iniciado por el Sr. […] contra la Srita. […]; y el otro iniciado
por ésta contra la apelante.
Al encontrarse pendiente de resolución la excepción de incompetencia territorial, la A quo
mal empleó la palabra competencia para el sólo efecto de decretar la acumulación, pues
habiéndose solicitado y encontrándose el proceso en el tribunal, consideró que dentro de sus
funciones podría resolver la acumulación, aunque posteriormente resolviera la incompetencia,
cuando en realidad en ese momento obraban en autos todos los elementos necesarios para dictar
ese proveído, lo cual pudo hacer aún de manera oficiosa con mucha antelación, de acuerdo al Art.
6 lit. A) L.Pr.F., ya que en el auto de emplazamiento se estableció que la demandada residía en
otra comprensión territorial, cuya competencia no corresponde al Juzgado Segundo de Familia de
San Salvador, sino al de San Marcos como lo expresó el apelante, no obstante no impugnó el
pronunciamiento de la jueza en donde expresaba que resolvería la excepción de incompetencia
hasta en la audiencia preliminar.
III. Como es sabido, según las reglas de competencia, las demandas se presentan ante el
(la) juez (a) del domicilio del demandado, Arts. 33 Pr. C. y 34 L.Pr.F.; entendiéndose como
domicilio el lugar de residencia acompañada real o presuntivamente, del ánimo de permanecer en
ella, Art. 57 C. C.. También se determina la competencia para promover un proceso el lugar
donde se ejerce habitualmente la profesión u oficio o se ha manifestado el ánimo de permanecer,
no presumiéndose el ánimo de permanecer por el hecho de habitar por algún tiempo en casa
propia o ajena si se tiene en otra parte el hogar doméstico o la residencia es accidental. Arts. 60 y
61 C. C.
Por lo anterior, el Art. 6 lit. A) L. Pr. F. faculta al juzgador a calificar in limini su
competencia de manera oficiosa y el Art. 64 L.Pr.F. establece que cuando un juez se declare
incompetente ordenará sin más trámite remitirlo al que estime competente para conocer del caso,
siendo este último quien reexaminará y determinará a su vez su competencia, por lo que a
nuestro criterio la a quo debió declararse incompetente desde la resolución de Fs. 69, en vez de
ordenar que se librara provisión al Juzgado de Paz de Santo Tomás para que realizara el
emplazamiento, o bien en la resolución que tuvo por parte a la demandada. Fs. 97, donde
claramente expresa que su domicilio es el lugar donde fue emplazada, por lo que pedía a la A quo
que se declarara incompetente, aunque erróneamente sostuvo que se suspendería el
procedimiento por dicha excepción, ciñéndose erróneamente a lo que disponía el Código de
Procedimientos Civiles ya derogado, expresando que no contestaba la demanda, privándose de tal
derecho al presentar su petición de esta manera, pues aunque se interponga la excepción debe
hacerlo de una vez al contestar la demanda, o simplemente interponer la excepción en el término
para contestar la demanda, privándose voluntariamente o por desconocimiento del derecho de
contestarla, pues le precluye el plazo para hacerlo si no la contesta en dicho plazo.
La regulación y trámite de las excepciones dilatorias, está previsto en los Art. 50 y 106
L.Pr.F. que expresan que deberán ser alegadas por el demandado "al contestar la demanda". Tales
excepciones si bien en un principio deben ser decididas en la fase saneadora de la audiencia
preliminar, pudiendo los juzgadores interrogar a las partes sobre los hechos relacionados con las
excepciones dilatorias, recibir la prueba y resolverlas, también puede darse el caso que de los
mismos datos de la demanda o su contestación se advierta sin duda alguna que es procedente sin
más trámite declarar la incompetencia, ya sea de oficio o a petición de parte y en el sub júdice
encontramos suficientes elementos que demuestran que la demandada no es del domicilio de
San Salvador, tal como lo manifestó el Secretario Notificador en acta de Fs. 61, de igual manera
la parte demandante en escrito de Fs. 68 y los miembros del Equipo Multidisciplinario a Fs. 80
Vto. y 83, por lo que debió resolverse esa excepción antes de celebrar la Audiencia Preliminar,
pues esperar dicho acto procesal para hacerlo ha representado una dilación innecesaria del
proceso, contrariando los principios que informan el proceso de familia, además de dar a entender
con esa resolución que se arrogaba competencia cuando estaba aún pendiente de resolución dicha
excepción, entendemos, no obstante que se aplicó mal la palabra “competente” al querer referir
que tenía la facultad de resolver sobre la acumulación de los procesos, pues la ley la facultaba
para ello.
Así las cosas, esta Cámara ha sostenido que cuando se plantea la incompetencia del juez
como excepción, no siempre se resolverá hasta en audiencia preliminar, pues de existir todos los
elementos necesarios procederá a dictarse sin mayor dilación o trámite. El trámite para decidir
toda cuestión incidental (incluidas las excepciones dilatorias), lo establecen los Arts. 57 y
siguientes L.Pr.F.; tales incidentes no interrumpen el desarrollo del proceso excepto: 1) El
conflicto de competencia (la declinatoria e inhibitoria que se suscita entre tribunales, no siendo
ese el caso de autos. Arts. 6 lit. a), 63, 64 y 65 L.Pr.F.. 2) Recusación e impedimento. 3)
Acumulación de procesos. Arts. 58 al 74 L.Pr.F.. En estos casos cada incidente tiene su trámite
propio y la resolución interlocutoria que decide los mencionados incidentes no admite recurso
alguno, de conformidad al Art. 58 Inc. 2° L.Pr.F., pero tal como lo establece el Art. 153 Lit. d)
L.Pr.F., existe conflicto entre dichas normas (antinomia), pues esta última disposición establece
que será apelable la resolución que resuelva sobre la acumulación de procesos y es por esa razón
que conocemos de esa resolución, pues cuando existe conflicto de norma debe preferirse aquella
que facilita el ejercicio de los derechos. En ese sentido consideramos que el apelante al tomar
literalmente las palabras utilizadas por la A quo en la resolución impugnada, entendió que
además de resolver sobre la acumulación se declaraba competente para conocer de ambos
procesos, lo que resulta entendible, pues la A quo como ya se dijo, expresó que era competente
para conocer de la acumulación de los procesos. Es de mencionar también que el apelante
confundió la excepción de incompetencia con el conflicto de competencia a que antes nos hemos
referido, siendo situaciones distintas, pues la primera se refiere al juez que habrá de conocer el
proceso y el segundo a que dos jueces se consideren competentes o incompetentes para conocer
en cuyo caso conocerá la Corte Suprema de Justicia en Pleno.
Ahora bien respecto a la excepción, ésta se planteó sin contestar la demanda, por lo que a
fs. 97 la Jueza a quo previno que se contestara la demanda a fin que la demandada ejerciera su
derecho de defensa y así poder plantear la excepción. En realidad la ley lo que ha pretendido es
establecer el momento oportuno para oponer las excepciones, lo cual no significa forzosamente
que deba contestarse la demanda, pues queda a opción de la parte contestarla o no hacerlo, o solo
oponer alguna excepción, con la salvedad que de no contestarla dentro del plazo le precluye tal
derecho, desconociendo esa situación el apelante, pues consideró que tenía la oportunidad para
contestarla posteriormente, de acuerdo a los argumentos que expresó, de que se suspendería el
trámite procesal para resolver la excepción, lo cual no ocurre en el proceso de familia.
IV. Al analizar la resolución impugnada consideramos importante determinar si con la
resolución impugnada la Jueza A quo se arrogó competencia para conocer sobre el fondo del
proceso al declararse competente para decidir la acumulación de un proceso que se inició
posteriormente al que ya conocía; en la resolución expresó que era competente de conocer de la
acumulación por ser procedente de conformidad a la ley y ordenó la acumulación del proceso
más reciente al más antiguo, que es el que se inició en San Salvador. Recalcamos que si bien es
cierto es procedente la acumulación del proceso de Santa Tecla al iniciado en San Salvador por
ser este último el más antiguo, también lo es que previo a ello debió resolver sin más trámite la
excepción de incompetencia alegada, pues se advierte que no existen posiciones encontradas
entre las partes al respecto, siendo que la acumulación de procesos está vinculada a la
determinación del juez competente para su conocimiento, era necesario dictar ese proveído en la
acumulación, según se valora en esta instancia, no obstante la Jueza únicamente resolvió sobre la
acumulación, lo que no significa per se que se arrogara competencia para conocer sobre el fondo
de los procesos, pues como ya se dijo, solo resolvió la acumulación, encontrándose pendiente de
resolver en la Audiencia Preliminar, la excepción dilatoria de incompetencia alegada.
Por lo antes expuesto es procedente confirmar la resolución que ordenó la acumulación
del proceso iniciado en Santa Tecla al iniciado en esta ciudad, con la salvedad -modificación- de
no ser competente para conocer la jueza de ambos procesos, sino solo de tener la facultad de
realizar su acumulación, ya que en la resolución apelada no se pronunció expresamente sobre la
excepción de incompetencia, aunque haya aplicado erróneamente ese término, sino solo sobre la
acumulación de procesos, encontrándose pendiente de resolver sobre la competencia del juez que
conocerá de ambos procesos acumulados, por lo que no podemos pronunciarnos sobre una
excepción aún pendiente de resolver.
Para una mejor administración de justicia, también se observa que en la solicitud de actos
de comunicación, debe especificarse cuál es la resolución que se está remitiendo para
notificación, citando el folio del acto a notificar; así como también agregar correctamente las
actas de notificación y algunos oficios del expediente en el orden que corresponde, los Fs. 110,
115, 116 y 128 al 132, deben ser agregados después de los autos o actas de audiencias que se
celebren, con sus números de folios correlativos, para un mejor manejo del expediente.
Por tanto, en virtud de los acápites precedentes, disposiciones legales citadas y conforme
a los Arts. 34, 50, 58, 59, 60, 61, 63, 64, 71, 72, 73, 74, 83, 153, 156 160, 161 y 218 L. Pr.F.; 32,
33, y 35 Pr. C; y 57, 60 y 61 C. C., a nombre de la República de El Salvador, esta Cámara
RESUELVE: A) Modificase la resolución de Fs. 114 en el sentido que la Jueza Segundo de
Familia de San Salvador tiene la facultad legal para calificar la procedencia de la acumulación y
decretar la acumulación del proceso tramitado en su jurisdicción y el tramitado en la de Santa
Tecla, en consecuencia quede válida la acumulación ordenada del proceso de Santa Tecla al
iniciado en San Salvador. B) Señálese lugar, día y hora para la celebración de la continuación de
la Audiencia Preliminar lo antes posible para resolver la Excepción de Incompetencia planteada,
siendo el Juez (a) competente quien conocerá de los procesos acumulados en un solo expediente.
C) Líbrese oficio al Coordinador de la Oficina de Actos de Comunicación del Centro Integrado
de Derechos Privado y Social, a efecto de que se tomen las medidas legales pertinentes para una
mejor administración de justicia. Devuélvase el expediente original al juzgado de origen, con
certificación de este proveído. HÁGASE SABER.
PROVEÍDA POR LOS MAGISTRADOS:
DR. JOSÉ ARCADIO SÁNCHEZ VALENCIA Y
LICDA. RHINA ELIZABETH RAMOS GONZÁLEZ.
A. COBAR A.
SECRETARIO.
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