Intervención de Patricia Madrigal, Viceministra de Ambiente de Costa Rica, en la ceremonia inaugural de la Tercera Reunión del Comité de Negociación del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe Montevideo, 5 a 8 de abril de 2016 Muchas gracias a Uruguay por recibirnos en esta III reunión del comité de negociación del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe. En este país en donde sus ciudadanos han contribuido con el desarrollo filosófico y el pensamiento en América Latina, donde tenemos la imagen de la famosa obra del Maestro Torres García, que nos muestra una “América Invertida”, esta búsqueda para la unificación del arte y la cultura. Hace 4 años, celebrábamos los 20 años de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, más conocida como Río+20. 10 países de América Latina y el Caribe firmaron la Declaración sobre la Aplicación del Principio 10. En 4 años, se ha duplicado el número de paises, que han expresado su voluntad de participar en un proceso de construcción de lo que significa aplicar, desarrollar, proteger, tutelar y garantizar el derecho de acceso a la información, a la participación y a la justicia ambiental, y continúan sumándose más países. América Latina y el Caribe es una región diversa pero a la vez homogénea, que ha decidido que desde su diversidad, desde sus características sociales, culturales, políticas y ambientales, reconocerse como una región que decide la forma en que va a entender esos derechos de acceso. Y esa es una decisión valiente. Sus pasos han sido firmes. Iniciamos con una Hoja de Ruta, un Plan de Acción, una Visión Común y el inicio de las negociaciones sobre el acuerdo regional. Paralelamente, a nivel mundial se definieron los Objetivos para el Desarrollo Sostenible. Con la experiencia del proceso de los Objetivos del Milenio, se llevó a cabo un proceso mundial para ajustar una Agenda hacia el 2030. Los ODS confirman que el proceso en que nos hemos involucrado es correcto y visionario. El objetivo 16 establece: Objetivo 16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles. En este objetivo se ubican los derechos de acceso como el corazón de la Democracia. La Democracia como la organización política necesaria para el Desarrolllo Sostenible. No se orienta sólo a los sistemas políticos-administrativos; se orienta a los sistemas políticos y administrativos en la medida en que puedan tutelar mejor el ejercicio y el goce de los derechos humanos, en donde se encuentran el derecho a la información, a la participación y a la justicia. Y cuando el proceso se centra en la dignidad humana, le da una fuerza a ese proceso más allá de los mecanismos y de los procedimientos. Y eso no hay que perderlo de vista. De lo que estamos hablando es cómo mejorar el respeto de los derechos humanos en nuestra región, como honrar la dignidad humana. Una de sus metas es promover el Estado de Derecho. El Estado de Derecho, un Estado que se base en el ordenamiento jurídico, en el respeto de los derechos humanos, requiere del derecho a la información y a la participación. Los derechos de acceso dan contenido al concepto de gobernanza que se refiere a la participación, a la relación del Estado como facilitador de los espacios de toma de decisión. Espacios en donde participan todos los interesados y la negociación de acuerdos que, por esa participación, son más efectivos. Y por eso es que entendemos que previenen los conflictos socioambientales, al abrir espacios de participación, al involucrar a los actores que eventualmente se sentirán afectados o se verán afectados, al brindar esos espacios, estamos previniendo conflictos socio-ambientales. Otra de las metas, reducir sustancialmente la corrupción y el soborno en todas sus formas, requiere de la transparencia, la rendición de cuentas, y las necesidades de fortalecimiento institucional. Otras metas dentro de este objetivo, refieren al fortalecimiento del Estado de Derecho: Crear instituciones eficaces, responsables y transparentes a todos los niveles Garantizar la adopción de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades a todos los niveles Ampliar y fortalecer la participación de los países en desarrollo en las instituciones de gobernanza mundial Garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales La búsqueda del Desarrollo Sostenible nos ha tomado ya casi 25 años. Logramos alcanzar un acuerdo mundial sobre los objetivos que nos pueden llevar a ese Desarrollo Sostenible. La negociación de un Acuerdo Regional sobre el acceso a lainformación, a la participación y al acceso a la justicia en asuntos ambiental nos abre la oportunidad de definir nuestros valores, según nuestro contexto social, económico y político podemos, como hicimos desde Guadalajara en el 2013, al entender como público a aquella persona natural, jurídica u organizada en formas comunitarias y su derecho a participar en un proceso abierto. La Visión de Lima nos permitió establecer los valores y principios de este proceso: igualdad, inclusión, transparencia, proactividad, colaboración, progresividad y no regresividad. Nos ha tomado un largo camino entender los derechos de acceso, comprender el principio 10 de la Declaración de Río de 1992 que estableciera como el mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de los ciudadanos interesados. Mucho camino hemos recorrido desde entonces. En 1989 durante la Cumbre de Presidentes de América que se celebró en Costa Rica, Julio María Sanguinetti, en aquel momento Presidente de Uruguay, pronunció en su discurso una frase que quedó grabada en el corazón de nuestra identidad nacional"...donde hay un costarricense, esté donde esté, hay libertad". Esa es la libertad que la región merece para construir su futuro. Y quienes como hoy somos parte de este proceso no podemos sino cumplir con esta obligación histórica y hermosa además. Anhelo que este proceso de negociación sea propositivo, sea constructivo, positivo, progresista y realmente lidere y supere las expectativas que se han generado a nivel internacional. Que tengamos mesas francas, transparentes y abiertas de negociación y que el día viernes cuando cerremos esta reunión sintamos de corazón que el tiempo que le hemos dado a este proceso en esta región realmente valió la pena para construir una región mucho mejor. Es el momento de que parafraseando a Benedetti “tu mirada que mira y siembra futuro … de que tus manos trabajan por la justicia en la calle codo a codo somos mucho más que dos”