CONSIDERACIONES SOBRE ARBITRAJE COMERCIAL INTERNACIONAL DRA. MARIA ISABEL CHENG CASTAÑEDA ARBITRAJE INTERNACIONAL • • En los últimos 15 años 61 países han modificado o aprobado sus legislaciones con la finalidad de promover la utilización del Arbitraje tanto nacional como internacional y en la mayoría de los casos al momento de hacerlo han seguido la ley modelo de UNCITRAL o CNUDMI (Comisión de las Naciones Unidas para el derecho mercantil) sobre Arbitraje Comercial Internacional, entre los cuales se encuentra nuestro país. Las estadísticas de los principales centros de arbitraje del mundo han experimentado en los últimos 10 años un crecimiento sin precedentes en los casos por ellos administrados, duplicando y hasta triplicando sus causas, auge del cual no escapa nuestro país cuyo principal Centro de Arbitraje, (CCL), que según las últimas estadísticas ha tramitado a la fecha 1,400 arbitrajes. • • • También en la última década, 58 Estados se han adherido a la Convención sobre Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Arbitrales Extranjeras o convención de New York de 1958, representando el 42% de los 138 Estados que son miembros de este Convenio. Igual auge encontramos en el desarrollo del arbitraje entre inversionistas y Estado, gracias, principalmente al reconocimiento casi universal, de la Convención sobre Arreglo de Diferencias relativa a Inversiones entre Estados y naturales de otros Estados que se resuelven en el CIADI o Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, y a la proliferación de los denominados Tratados Bilaterales de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones o BIT’S. La pregunta inmediata a estas premisas es ¿Por qué? ¿Por qué el Arbitraje es considerado mundialmente como la herramienta más eficaz para resolver controversias de carácter patrimonial? • • Definición de Arbitraje: El Arbitraje es el mecanismo de Resolución de Controversias por el cual las partes que se encuentran involucradas en un conflicto deciden resolverlo en forma privada, sin acudir al Organo Jurisdiccional, sino a un tercero, elegido por ellos para que ponga fin a la controversia, conforme a las reglas establecidas y/o escogidas también por las partes. Se excluye así la decisión de la controversia del Poder Judicial, (aparato estatal) y se pone en manos de un particular, de un privado, en el cual confiamos. Sin embargo, esta definición común de Arbitraje, tiene matices diferentes si nos ponemos en el escenario de un arbitraje internacional, toda vez que existe una separación doctrinaria entre arbitraje interno, llamado también doméstico y arbitraje internacional, tal como la existe entre el derecho privado interno y el derecho internacional privado, y ello en virtud a al existencia de elementos internacionales vinculados a una relación jurídica determinada que lleva a que no pueda ser solucionada de la misma manera. • • Entonces el Arbitraje nacional será aquel en el cual todos los elementos relevantes de una relación jurídica se encuentran vinculados a un ordenamiento y en consecuencia será el Juez y la ley nacional interna la aplicable; y estaremos frente a un Arbitraje Internacional cuando existe un elemento extranjero relevante en la relación jurídica que se encuentra vinculado a más de un ordenamiento jurídico. Este elemento relevante puede estar conectado a la nacionalidad, el domicilio de las partes o de los árbitros, al lugar de celebración o ejecución del convenio arbitral, a la ley aplicable al procedimiento, a la ley aplicable al fondo de la controversia, a la sede del Tribunal Arbitral, a la obligación que da origen al conflicto, entre otros factores que determinan que un arbitraje sea internacional. Esta calificación de internacionalidad o nacionalidad de un arbitraje dependerá de los elementos que componen la relación jurídica, si estos tienen vinculación con un solo Estado o se relacionan con más de uno. Al respecto debemos coincidir con Caivano que “no existe una posición uniforme entre los doctrinarios respecto a cuáles son aquellos factores que determinan en un caso concreto la “internacionalidad” del Arbitraje. Cada Estado determinará los elementos de conexión que considere relevantes para considerar el Arbitraje como Internacional. • Por ello es de suma importancia precisar el lugar de celebración del Arbitraje, ya que dependerá de dicha ley, el señalar si nos encontramos frente a una relación jurídica con contenido internacional. • Diversos instrumentos, tanto de organizaciones como de Tratados Internacionales, definen este criterio de diversas maneras. Revisemos algunos: • • • El Reglamento de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, vigente a partir del 1° de Enero de 1998, señala en su Art. 1°, que “su función es proveer a la solución, mediante el Arbitraje, de las controversias de carácter patrimonial, surgidas en el ámbito de los negocios”, sin definir estos conceptos. La Convención Europea sobre Arbitraje Comercial Internacional señala en su Artículo 1.1. que el convenio se aplicará a aquellos acuerdos de operaciones de contenido internacional que hubieran sido concertados entre personas físicas o jurídicas que tengan, en el momento de estipular el acuerdo, su residencia habitual o domicilio o sede social en Estados contratantes diferentes (Convenio Europeo sobre Arbitraje Comercial Internacional, Ginebra 21/04/61). El Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y Naciones de otros Estados, por el cual se rige el CIADI, señala que la jurisdicción del Centro se extenderá a las diferencias de naturaleza jurídica que surjan directamente de una inversión entre un Estado contratante y el nacional de otro Estado contratante. Se entenderá en este caso como nacional de otro estado contratante a toda persona, natural o jurídica que tenga la nacionalidad de un Estado distinto de la otra parte en la diferencia. • No obstante lo expresado y las diferencias de opinión existentes, nuestro país a través de su Ley General de Arbitraje sí ha establecido el ámbito de aplicación del Arbitraje Internacional y ha señalado, siguiendo la ley modelo de UNCITRAL que un Arbitraje es internacional en dos supuestos: – 1) Si las partes de un convenio arbitral, tienen al momento de la celebración del convenio, sus domicilios en Estados diferentes, ó; – 2) Uno de los lugares siguientes está situado fuera del Estado en el que las partes tienen sus domicilios: • El lugar del Arbitraje, si este se ha determinado en el Convenio Arbitral o con arreglo al convenio arbitral. • El lugar del cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de la relación jurídica, o el lugar con el cual el objeto del litigio tenga una relación más estrecha. Es evidente pues, que en nuestro país, el legislador ha optado por el factor de conexión personal del “domicilio” en lugar de la nacionalidad, para fijar la relevancia de la existencia de un elemento jurídico extranjero en un contrato de arbitraje, señalando en primer lugar, como el momento de aplicación de ese factor, la celebración del Convenio, independientemente del cambio de domicilio, que pueda ser efectuado con posterioridad y que, ocasionalmente, pueda coincidir con su contraparte. • Podemos concluir entonces, que para la ley peruana, siempre que exista contrato suscrito entre 2 o mas partes que tengan sus domicilios en Estados distintos, estaremos frente a un Arbitraje Internacional. Asimismo, el lugar o sede del Tribunal arbitral hace que un Arbitraje sea Internacional, incluso si las partes de una relación jurídica están vinculadas a un solo ordenamiento. Por ejemplo, si ambas partes domicilian en el Perú y la obligación principal se ejecuta en el Perú y el contrato se celebró en el Perú, pero la sede del Arbitraje es en el exterior, será un Arbitraje Internacional. El Arbitraje no será internacional, por tanto, si se dan otros elementos de conexión distintos a los señalados anteriormente. Por ejemplo si las partes domicilian en el Perú y celebran un contrato en el Perú para ser ejecutado en nuestro país, pero señalan que la ley aplicable será la chilena, ese arbitraje será nacional porque no es un elemento relevante para el legislador peruano, la ley que aplicarán los árbitros para resolver el fondo del conflicto, al igual que no será relevante en procedimiento a seguir que las partes puedan haber pactado, así se refieran a un procedimiento de una institución administradora de arbitrajes con sede en el exterior. ¿POR QUE OPTAR POR EL ARBITRAJE? • Habiendo recordado los conceptos previos corresponde ahora contestar la interrogante planteada al inicio y lo haremos en las dos perspectivas del Arbitraje: Arbitraje Interno o domestico y Arbitraje Internacional. – En el Arbitraje Interno: dos causas principales: la excesiva carga procesal y las ventajas del Arbitraje frente al Poder Judicial: flexibilidad, celeridad, especialidad, reserva, costos, perspectiva a futuro, etc. – En el Arbitraje Internacional: necesidad de una instancia neutral, problema de competencia de jurisdicciones, problemas en la ejecución de sentencias. • En el primer caso tenemos que, en un contrato internacional en el cual se tenga que dirimir una controversia, de no haberse pactado el Arbitraje, la misma se tendrá que ventilar ante el Poder Judicial de una de ellas, y la parte contraria sentirá válidamente que se encuentra en desventaja, no sólo porque probablemente tendrá que litigar en otro idioma, bajo reglas de procedimiento desconocidas y asesorada por abogados locales, sino además porque siempre existirá la sospecha de que los jueces estatales discriminarán a favor de su nacional. Ello no ocurriría en caso de obtarse por el Arbitraje. – Veamos el caso de la competencia de las jurisdicciones. Esta se presenta cuando las partes, cuyas jurisdicciones son distintas, optan por una tercera a fin de dilucidar la controversia, sin embargo el problema se presenta cuando muchos Estados imponen limitaciones al momento de reconocer estos pactos de sumisión a una jurisdicción determinada, aplicando para el efecto criterios o requisitos tan amplios y poco precisos como el orden público o la existencia de un vínculo razonable entre las partes y el foro acordado. De esta manera existe el riesgo de que aún cuando las partes seleccionen el foro en el cual desean resolver sus controversias, terceras jurisdicciones se nieguen a reconocer dicho pacto y asuman en consecuencia una competencia no prevista. Ello se puede evitar pactando la sumisión de la controversia a Arbitraje. • Nos queda por examinar el último punto referido a los problemas derivados de la Ejecución de las sentencias . Sobre el particular debemos señalar que aún no existe a nivel mundial tratado alguno que permita la ejecución rápida, segura y poco costosa de las sentencias judiciales. Ante ello, muchas veces se debe estar a lo que determine la legislación de cada uno de los Estados en los que se pretenda ejecutar un fallo judicial, con los riesgos que ello implica. En cambio, en el ámbito del Arbitraje, existe la Convención de New York de 1958 la cual permite el reconocimiento y la ejecución de laudos arbitrales en prácticamente todo el mundo. En consecuencia la manera inevitable de asegurarse que las controversias generadas del comercio internacional no sufran conflictos de competencia, terminen en manos de las Cortes de brazo largo o tengan finalmente problemas de ejecución de las sentencias, es pactando la sumisión de los futuros o actuales conflictos al Arbitraje. ARBITRAJE SOBRE INVERSIONES: BITS, TLC. Se dice que cuando dos o más personas pactan la sumisión de sus potenciales o actuales conflictos al conocimiento de uno o más árbitros, ellos esperan al menos 3 cosas: 1) Que una vez que surja una controversia, el acuerdo de Arbitraje pueda ser ejecutado y que, por lo tanto el conflicto no termine en manos del Poder Judicial. 2) Que el procedimiento arbitral se desarrolle de la manera acordada por las partes y, 3) Que el laudo arbitral pueda ser ejecutado contra el perdedor en caso de incumplimiento. Pues todo ello es aún más necesario e imprescindible, dado el origen distinto de las partes involucradas, en el Arbitraje Internacional. Por lo que si es realmente cierto que se quiere fomentar el desarrollo masivo del comercio en nuestro país, necesariamente se tiene que garantizar que los comerciantes, empresarios e inversionistas puedan someter sus conflictos a arbitraje sin temor alguno . Dentro de este esquema de seguridad que se debe proporcionar a los inversionistas se encuentran actualmente la obligatoriedad de la inclusión de cláusulas de resolución de controversias en los Contratos Internacionales celebrados al amparo de los denominados Convenios Bilaterales de Inversión o BIT’S (Bilateral Investments Treaties), que no son otra cosa que el compromiso que adquiere un Estado frente a la comunidad internacional de respetar y mantener invariables durante un período razonable, sus leyes internas, las que otorgan a los inversionistas extranjeros una serie de garantías y derechos internacionalmente reconocidos. Ellos según Karl, generan un ambiente de estabilidad y predictibilidad del marco legal aplicable a las inversiones, que incentivan la atracción de la inversión extranjera.