LA FAMILIA VILALLONGA EN FIGUERES Por JOAQUIN MASJUAN ADVERTENCIA El origen de estos apuntes sobre la Familia Vilallonga se debe al deseo de tener un conocimiento mas documentado de la vida de Don Mariano Vilallonga y Gipuló antes de su gran fundación el ASILO VILALLONGA y de la de su hermano José, el gran industrial de Bilbao y digno esposo de la Beata Rafaela Ybarra, cuyas figuras, antes de su Fundación para el primero y antes de su matrimonio para el segundo, fueron imperfectamente esbozadas en el libro «El Asilo Vilallonga». Respecto a Don Mariano, en este libro, algún dato importante de su vida es inexacto, como la fecha de su nacimiento y otros son excesivamente imprecisos, por no haber dispuesto de los documentos conocidos ,posteriormente (1) . En cuanto a Don José Vilallonga, porque con ocasión de las fiestas de la Beatificación en 1984 de su santa esposa, D8 Rafaela Ybarra, por falta de datos fidedignos, apenas se le mencionó y si se le mencionaba parecía como una sombra borrosa que acomparió en vida a la nueva Beata, cuando en realidad Don José fué en lo religioso un modelo de esposo y de caballero cristiano y en lo humano uno de los màs grandes industriales de Espasa en el siglo pasado. Merecía también que desde Figueres, su ciudad natal, se investigara cuanto se podía saber de su vida, antes de instalarse definitivamente en Vizcaya. Por otra parte, como los dos hermanos, Mariano y José dispusieron de grandes cantidades de dinero, nació el deseo de averiguar el origen de esta fortuna, de «los talentos auténticos» que ellos heredaron y que supieron hacer fructificar. Encontramos la recia y desconocida personalidad de Don Mariano Vilallonga Paler, padre de unos hijos destinados a la celebridad. Y para presentar completa la familia Vilallonga se han reunido las escasas noticias de los dems miembros: la madre, Agustina, las dos hermanas, Ana y Magdalena y el hermanito minusvfflido, Manuel, muerto precozmente. Estos apuntes tendrún un interés especial para los descendientes de Don José, de aquellos que llevan el honroso apellido Vilallonga, numerosos en Vizcaya y en Sevilla y también para las personas que admiran y aman a la Beata Rafaela Ybarra y entre ellas, sobre todo, a sus hijas espirituales, las religiosas de los Santos Angeles Custodios, deseosas de conocer, cada vez la vida del benemérito esposo y colaborador de su santa fundadora. En cambio en Figueres el interés serà màs reducido. Don Mariano permaneció célibe y vivió en Barcelona. El apellido Vilallonga, • procedente de esta familia Vilallonga, pués el apellido Vilallonga de otro origen es bastante corriente en Catalufía, se ha extinguido. Si no fuera por la Fundación Asilo Vilallonga, y la Avenida Vilallonga, que perpetúan el nombre del Fundador, el recuerdo mismo de los Vilallonga hubiera desaparecido en Figueres, la ciudad natal de dos de sus mš.s importantes hijos del siglo pasado. Este peligro de olvido ha sido un acícate méts para emprender la recopilación de los datos contenidos en estos apuntes. 209 LA FAMILIA VILALLONGA Se han conservado las partidas de Bautismo de los dos hijos varones Mariano y José Vilallonga y Gipuló que han dado celebridad al apellido VILALLONGA en Figueres y en Bilbao. Son partidas que nos dan testimonios claros y fidedignos de la familia. Estan redactadas en catalkin y damos su traducción en castellano(2). Fé de Bautismo de Mariano Vilallonga y Gipuló: «El veintinueve de noviembre de 1812 el Rvd? Félix Miquel Pbr? y Vicario de la Iglesia parrroquial de San Pedro de Figueras, Obispado de Gerona, en las Fuentes Bautismales de dicha Iglesia ha bautizado a Mariano, Matías y Francisco de Paula, nacido el día antes, hijo legítimo de Mariano Vilallonga «blanquer» de Figueras y Agustina Gipuló, cónyuges. Abuelos paternos: Mariano Vilallonga «Sarraler» de Figueras y Magdalena Paler, cónyuges. Abuelos maternos: Valerio Gipuló «Baler» de Figueras y Marianna sa Muller. Fueron padrinos: Mariano Pujol «Flaquer» de Figueras y Narcisa Roger de Montagut. V. Azemar Ecónomo. Y para que conste en donde convenga doy la presente certificación escrita de mi mano que signo y firmo en esta Villa de Figueras a veinte de marzo de mil ochocientos veinte y ocho. Lorenzo Camó Pbr? Cura Sacristún». Fé de Bautismo de José Vilallonga Gipuló: «El catorce de mayo de 1822, el Rvd? Rafael Noguer Pbr? con expresa licencia del infrascrito Domero Curado de la Iglesia Parroquial de San Pedro de la Villa de Figueras ha bautizado en las Fuestes Bautismales de dicha Iglesia a José, Joaquín, Agustín, nacido el día anterior, hijo legítimo y natural de Mariano Vilallonga, comerciante, y de Agustina Gipuló, naturales y vecinos de la presente Villa, cónyuges. Abuelos paternos: Mariano Vilallonga, «Manyà» y Magdalena Palé, cónyuges. Abuelos maternos Valerio Gipuló «Baler» y Ana María Roger, cónyuges. Fueron padrinos: Mariano Vilallonga y Magdalena Vilallonga, todos de la misma Villa de Figueras. Paulí Galí, Domero Curado. Y para que conste donde convenga libro la presente que firmo y signo en la expresada Villa de Figueras a los veinte y cinco del mes de abril del ario mil ochocientos cuarenta y dos. Juan Comas Pbr? Cura Domero». En estas dos partidas de Bautismo de Mariano y de José, los dos VILALLONGA que han dado un ilustre imperecedero a este apellido, conviene subrayar varias cosas: 1? Se mencionan los familiares, abuelos, padres, hermanos y padrinos entre los cuales los jóvenes Vilallonga vivirún la infancia, en Figueres. 2? Para los varones, sólo para ellos, se menciona la profesión del momento del Bautismo, profesión que puede variar, así el padre de los Vilallonga, en la primera, la de Mariano en 1812, la profesión es «blanquer» que significa «curtidor» mientras que en la segunda, la de José, la profesión es «comerciante». El abuelo paterno, Mariano Vilallonga Corbera (1750-1826) para Mariano es «sarraler» que en castellano equivale a «cerrajero»; en la partida de José se le llama «manyà» que es equivalente de «cerrajero». El abuelo materno de los dos, Mariano y José, Valerio Gipuló se le seriala la profesión de «Baler», palabra que no se encuentra en ningún diccionario catalún, sea del siglo pasado o de los modernos mas completos y que parece significa «fabricante de balas». 210 3? Para Mariano la partida fué sacada en 1828 cuando el joven contaba 16 asos; para José en el aiío 1842 cuando el joven contaba 20 asos. II. LOS PADRES: MARIANO VILALLONGA PALER (1786-1858) AGUSTINA GIPULÓ ROGER (1786-1851) Es de justícia destacar la fuerte personalidad y el gran mérito de Mariano Vilallonga Paler, padre de Mariano y de José, hijos ilustres que han cubierto de sombra histórica la reputación de su progenitor. El Iíizo posible, mediante una cuidadosa educación y la herencia de una gian fortuna, la obra y la celebridad del fundador de la Institución ASILO VILALLONGA y las del gran industrial de Altos Hornos de Bilbao y patriarca de las familias Vilallonga del País Vasco y de Andalucía. Para caracterizar su figura disponemos de las partidas de Bautismo de sus dos hijos; del contrato de venta por su nieto Mariano Vilallonga Ybarra, de los terrenos y de la Farga de Darnius; de su testamento y de los testamentos de sus hijos y de un paquete de cartas que van desde 1840 a 1849 que son en parte facturas y en parte noticias familiares entre los Vilallonga de Figueres y los Peres-Vilallonga de Gerona y ademàs otros noticias sueltas que se iran serialando. Mariano Vilallonga Paler nació en Figueres en 1786 en la casa solariega ya desaparecida de la calle Palau n? 39, calle también desaparecida para formar la Rambla actual de Figueres, en el solar donde se levanta el edificio construido en 1932 y ocupado por el Banco Hispano Americano. Ignoramos detalles de su infancia y de su juventud. Fueron tiempos muy agitados por ser Figueres plaza fuerte cercana a la frontera y camino obligado para penetrar en la Península, tiempos de la Revolución Francesa (1789), con el paso de nobles y clérigos franceses en busca de refugio; tiempos de desastrosa «Guerra Grande» (1793-94), con miles de soldados y civiles huyendo despavoridos y hambrientos y la deshonrosa rendición a los franceses del Castillo de San Fernando y, finalmente, durante meses la ocupación de Figueres y sus alrededores por las tropas francesas; tiempos de la Guerra de la Independencia (1808-1814), con Figueres convertida en base principal militar de las tropas francesas y las guerrillas y represalias cruelísimas de unos y otros. Estos tiempos difíciles, el joven Mariano los pasó acompariando a su padre en taller de cerrajería; su instrucción parece fué muy somera. Se casó con Agustina Gipuló en 1808, el ario de la Guerra de la Independencia, cuando contaba 22 arios. Mariano Vilallonga Paler tuvò cinco hijos: Ana, nacida en 1810; Mariano, el Fundador del Asilo, nacido en 1812; Magdalena, nacida en 1814 o en 1815; Manuel nacido en 1820; y José el futuro gran industrial de Bilbao, nacido en 1822. Al morir en 1826 su padre Mariano Vilallonga Corbera a la edad de 76 arios, Mariano Vilallonga Paler hereda, ademàs de la casa solariega y otros bienes inmuebles que desconocemos, una cuantiosa fortuna, fruto del trabajo y del comercio de cerrajería. Su padre, era conocido en Figueres tomo «Marià el sarraller», Mariano el cerrajero, apelativo con el cual seran siempre nombrados su hijo Mariano V. Paler y su nieto 211 Mariano V. y Gipuló, el Fundador del Asilo. No conocemos el detalle del patrimonio heredado, pero sí sabemos que a lo largo de 32 arios de intensa actividad hasta 1858, fecha de su muerte, con la ayuda de sus dos hijos Mariano y José, este patrimonio serà multiplicado considerablemente. En la partida de Bautismo de su hijo Mariano, escrita en 1812, se le califica de «blanquer», que significa «curtidor» mientras que en la de José, diez arios después, se le llama «comerciante», porque probablemente su padre ya anciano le habría traspasado la dirección del negocio de cerrajería y habría ariadido el comercio de toda clase de productos. Quith debiéramos relacionar este oficio de «curtidor» con el de otro auténtico curtidor de Figueres, Monsieur Agustín Tiffy, ciudadano francés afincado en Figueres, a quien Mariano Vilallonga Paler en 1843 comprarà los edificios principales del Monasterio de San Pedro de Roda de Figueres, que este Agustín Tiffy había adquirido el ario anterior en la subasta de bienes desamortizados. No sería nada extrario, ya que les vemos tan relacionados en esta compra-venta de los edificios del Monasterio que Mariano Vilallonga Paler hubiese vendido a Agustín Tiffy su fàbrica de curtidos, pues en adelante nunca se alude a negocios de curtidos en las numerosas cartas que poseemos de Mariano padre e hijo y de José durante los arios 1840-1849. Ademàs, en una población como Figueres, ya escasa de agua para el consumo ordinario, pero necesaria y en abundancia para la elaboración de curtidos, difícilmente podían subsistir muchas fàbricas de esta especialidad. Si en 1812 Don Mariano Vilallonga Paler en el Bautismo de su hijo Mariano es llamado «blanquer» = curtidor, diez arios después en 1822, con razón es llamado «comerciante» por que ya se ha hecho cargo de la tienda de la calle Palau, en la que progresivamente ya no se venden sólo artículos de cerrajería sino artículos de toda clase, como lo leémos en cartas posteriores: hierro en barras, utensilios de hierro, jabón, arroz, quesos de Mallorca, morteros de màrmol importados de Italia, etc. etc. Sin embargo, la voz del pueblo le llamarà siempre «Marià el Serraller», como a su padre y a su propio hijo, el Fundador del Asilo, lo que indica que la base del comercio de los Vilallonga fué siempre el hierro y los artículos derivados del hierro. Es probable que Don Mariano Vilallonga Paler, y quith también su padre, hubiese arrendado las instalaciones de la célebre Real fàbrica de San Sebastiàn que era una gran farga con grandes talleres a orillas del rio La Muga, pero a la vera derecha y en el término de San Lorenzo de la Muga. Esta fàbrica había producido toda clase de pertrechos militares, incluso cariones y obuses para las tropas del Castillo de San Fernando de Figueres, pero había quedado en gran parte destruída durante la invasión de las tropas francesas en la «Guerra Grande» de 1793. En esta Farga, sin buscar mas lejos, los Vilallonga podían proveerse del hierro necesario para elaborarlo en su cerrajería. Sin embargo, parece que sólamente después de 1830, es cuando Don Mariano Vilallonga Paler, emprende por su cuenta la fabricación de hierro en una Farga propia construída por él mismo. En efecto, en 1830 Don Mariano compra a la noble familia de los Delàs cinco besanas (unos 12.000 metros cuadrados) del manso Costa en la orilla izquierda del rio La Muga en el término municipal de Darnius con la presa, la acequia y el salto de agua para dar fuerza motriz. Esta serà la Farga propia de los Vilallonga, llamada la «Catalana» que 'trabajarà hasta fines del siglo XIX y serà vendida por el heredero de sus hijos, Mariano y José, Don Mariano Vilallonga Ybarra en 1906 a Don Gaspar Brunet, con el fín de producir 212 de los Vilallonga. La foto corresponde a la plazuela A la izquierda de la foto se ve casa alta de la Rambla con la isla de casas derribada en 1917 electricidad y éste a su vez vendera todas las instalaciones a la «Hidroléctrica del Ampurdún S.A.», instalaciones que, finalmente, quedaran sumergidas en el pantano llamado de Boadella que surte de agua a Figueres y a toda la región y, ademas, produce también electricidad para algunos pueblos. Serà precisamente la creación de esta Farga «La Catalana» la que obligarà a Don Mariano Vilallonga Paler a buscar en varios lugares de Esparia mineral de hierro para alimentar de materia prima su Farga. Serà también para él la ocasión de relacionarse con la familia Ybarra, propietaria en Somorrostro y sus alrededores de ricas minas de mineral de hierro. Fué Don Mariano Vilallonga Paler el que emprendió entre 1830 y 1845 periódicos, largos e incómodos viajes, ida y vuelta, de Figueres a Barcelona y de Barcelona a Bilbao. Estos viajes en diligencia duraban por lo menos de seis a ocho días. En Bilbao compraba el mineral que precisaba para su «Farga» de Darnius, lo hacía cargar en un barco de cabotaje (bergantín, pailebot, místico según dicen los textos) que aproximadamente después de un mes de circunvalación de la Península desembarcaba el cargamento en Roses, Palamós, Sant Feliu de Guíxols o Lloret y a continuación se trasladaba en carros el mineral hasta la «Farga», de Darnius. Estas periódicas transacciones comerciales dieron lugar a una progresiva amistad entre la familia Ybarra y la familia Vilallonga, a tal punto que la Familia Ybarra ofreció hospedaje a la Familia Vilallonga. Cuando después de 1845, José Vilallonga Gipuló, el futuro marido de Rafaela Ybarra empieza a tomar el relevo en estos penosos y largos viajes de su padre y de su hermano Mariano, siempre delicado de salud, muy naturalmente serà recibido como huésped en casa de Don José María 213 Ybarra hasta el fallecimiento de éste, ocurrido en octubre de 1849 y luego en la de su hijo Don Gabriel María Ybarra, padre de Rafaela, su futura esposa, a quién conoció cuando Rafaelita contaba unos tres o cuatro asos, según la tradición constante de la familia Vilallonga Ybarra. Al cabo de un tiempo, en 1846, estas relaciones comerciales de compra y venta de mineral de hierro se transformaron en relación de socios de una misma Empresa: la «Sociedad Anónima Fàbrica de Hierro de nuestra Seriora de la Merced de Guriezo»( 4). Esta Sociedad estaba compuesta por «Ybarra Hermanos y Cía», Don Carlos Dupont y Mariano Vilallonga Paler. El Capital escriturado era de dos o tres centenares de miles de duros. Don Mariano aportaba la quinta parte, probablemente el dinero sonante y contante preciso para volver a poner en marcha la fàbrica de hierro. Esta nueva Sociedad se había formado para comprar al conde de Miravalle, falto de capital, la industria de fundición de hierro, entonces la mas moderna del norte de Espasa: «dotada de un horno alto que trabajaba con carbón vegetal y viento frío, cinco hornos para pudelar y tres pequerios de laminación que producía una calidad excelente de hierro». El serior Vilallonga Paler, hombre de empuje para éste y otros negocios, se convertía en modelo y adelantado de la corriente posterior de inversores catalanes, como los Girona, en las industrias bilsicas que se fueron creando en el país vasco. Su hijo José, recién llegado del extranjero fué el encargado de velar, con viajes desde Figueres y estancias mas prolongadas en Bilbao y Guriezo, por la buena marcha de la industria y de la Sociedad en las que su padre había arriesgado una gran cantidad de dinero. Recordemos que los 60.000 duros de 1846 representarían, por lo menos, un centenar de millones actuales. José contaba entonces 24 asos. De la gran fortuna de que disponía Don Mariano Vilallonga Paler en la década de los asos 1840 nos lo muestran varios hechos. Primero, las grandes cantidades en moneda de aquel tiempo, habitualmente reales de vellón (de Plata) que se mencionan en las cartas dirigidas a Tomàs Peres de Gerona, en las que él o sus hijos Mariano y José en nombre suyo mandan facturas de vario3 miles de reales y de centenares de duros para cambiar en oro o en moneda francesa o pagan letras de cambio. Segundo: Don Mariano Vilallonga Paler, en 1840, forma parte durante unos días de permanencia en Barcelona de una junta de gente adinerada que bajo la presidencia de un tal serior Maresch se hace cargo de un empréstito por la cantidad de 225.000 duros solicitado por el Ayuntamiento de Barcelona(5). Tercero, su testimonio firmado el 25 de septiembre de 1854 ante el notario de Figueres Don Juan Gay. Sus dos hijos, Mariano y José, son constituídos herederos universales, albaceas y ejecutores, con dos obligaciones: 1? Costear los funerales debidos a su condición y mandar celebrar 1.200 misas por su alma de cinco reales cada una, tarifa superior a la usual y repartir 100 duros a los pobres de Figueres; 2? Entregar 4.000 libras catalanas (la libra catalana valía 2,67 pesetas oro) a cada una de sus hijas Ana y Magdalena en aumento de la dote que ya habían recibido. (Son 8.000 libras catalanas que equivaldrían a unos 15 millones de pesetas actuales). Los bienes que en indiviso corresponden en herencia a Mariano y José son valíosos: si conocemos los capitales invertidos en la fàbrica de hierro de Guriezo, desconocemos los capitales invertidos en acciones y obligaciones de otras Empresas o el valor de las inversinnes en la creación de la Farga de Darnius en el comercio del hierro 214 en Figueres y Barcelona. Pero tenemos lista de los bienes inmuebles serialados en el testamento: 1? La casa solariega de la calle Palau n? 3 con su jardín y las dos casas de atràs que dan a la calle San José; 2? La casa de la calle Palau n?18; 3? La casa n? 3 de la plaza de la Constitución, al lado del Ayuntamiento actual; 4? La casa n? 10 con sus terrenos de la calle Vilafant; 5? Una casa en la calle de Rodas n? 6; 6? una besana de tierra en, Capmany; 7? una gran casa en la calle San Baudilio n? 1 (hoy calle Nueva) unida a las casas n? 1 y 2 de la Placeta, hoy Rambla; 8? Un palco del piso 1? del Teatro de Figueres; 9? Los terrenos y edificios comprados en 1843 del antiguo Monasterio de San Pedro de Roda, en las afueras de Figueres, hoy Asilo Vilallonga; 10? Los terrenos, edificios y «Farga» en el término de Darnius; 11? El manso Ametller, de 37 hectàreas, en Besalú; 12? El manso Pitra, de 15 hectàreas, también en el término de Besalú; 13? Una mina de hierro llamada de San José con 41.923 metros cuadrados en el término de Ventolà, cerca de Ribas de Freser. Todos estos bienes continuamente aumentados por su gran actividad en transacciones comerciales no sólo dentro de la región sinó también en el extranjero (les vemos comprar en Italia 100 morteros de màrmol, en Francia por lo menos hierro, en Noruega bacalao, etc...) hacían de los Vilallonga la familia mas rica de Figueres y dispuesta emprender negocios de mayor envergadura. En 1845, cuando todavía no existía ningún ferrocarril en Espasa constatamos que en las cartas que se escriben entre ellos, hablan de posibles compras de acciones de «Caminos de Hierro». Era la lección bien aprendida de Mariano y José en sus viajes por el extranjero. En esta panoràmica de las actividades de Mariano Vilallonga Paler conviene recordar que sus dos hijos, Mariano y José, colaboraron activamente y con gran talento, pero quedaron siempre como simples colaboradores. El único duerio de todo fué siempre él, el padre, hasta el final de su vida en 1858. Hasta esta fecha sus dos hijos no tuvieron oportunidad de crearse un porvenir ni un hogar propios. LA MADRE: AGUSTINA GIPULÓ ROGER Agustina era natural de Figueres y había nacido en 1786. Tuvo cinco hijos: Ana, Mariano, Magdalena, Manuel, José. Se nos presente como una buena madre de familia, muy querida y mimada por sus hijos ya mayores. En las cartas que poseemos de los asos 1845-1849, la vemos pasando temporadas en Gerona con su hija Ana, visitando médicos en Barcelona y Perpiriàn o tomando las aguas medicinales en Caldas y Arles s/ Tech para aliviar sus achaques. Murió relativamente joven, a los 65 asos, el 26 de junio de 1851. Sus restos descansan en el mausoleo construido por su hijo Mariano, el Fundador del Asilo, en el cementerio de Figueres. 215 III. LOS HIJOS ANA VILALLONGA GIPULÓ, primogénita de Mariano y Agustina, debió nacer hacia el ario 1810. No hemos encontrado documentos que precisen mas la fecha. Como todos sus hermanos nació en Figueres. Se casó con Tomàs Peres, de Gerona, hijo de un militar que había actuado con gran patriotismo en la Guerra de la Independencia. Éste, Antonio Peres, contrajo matrimonio con María Angeles Carreras que aportó como dote, en su calidad de «pubilla» un gran manso que comprendía las mejores tierras de la llanura de Bordils, pueblo cercano a la ciudad de Gerona. Este manso se llamarà en adelante Manso Peres, que se repartiran los seis hijos de Tomàs y Ana. Después de la boda, Tomàs y Ana fijaron su residencia en la calle Nieves, de Gerona, donde establecieron un comercio, casi una sucursal, similar al de los Vilallonga, de Figueres. El de Figueres era el mas importante pero se abastecían mutuamente de los géneros que compraban y se comunicaban oportunidades y precios. Han quedado de estos intercambios cerca de un centenar de cartas mezcla de número de facturas y de datos familiares escritas entre los arios 1845 y 1849, por Mariano padre, Mariano hijo, José, Tomàs y Ana. Conviene adelantar, que el hijo mayor de Tomàs y Ana, Eduardo Peres, nació hacia el ario 1845 se trasladó a Barcelona para estudiar Dereçho en la Universidad, vivió bajo el amparo de su tío Mariano, el Fundador del Asilo, y poco a poco fué abandonando los estudios, para hacerse cargo, primero como subordinado de Don Mariano y luego como propietario, probablemente en los arios 1870 del gran establecimiento de venta de hierros de ferretería creado por su tío Mariano entre las calles del Hospital n? 104 y del Carmen n? 79, siendo vivienda el piso superior de las dos casas y las plantas bajas, oficinas de venta y el largo espacio entre las dos calles gran depósito de hierros. En el número 104 de la calle del Hospital nacieron los seis hijos de Eduardo que había contraído matrimonio hacia el ario 1880 con la joven Joaquina Casafías, natural de la villa de Gràcia, donde residía Don Mariano Vilallonga. Son datos facilitados por dos de sus hijos, el Dr. Enrique Peres, ei que conservó el paquete de cartas dirigidas a su padre por los Vilallonga, fallecido el afío 1982 a los 95 arios y su hermana menor, la Hija de la Caridad, Mercedes Peres (Sor Rafaela), fallecida en 1984. Ana Vilallonga fué muy estimada por sus hermanos Mariano y José, que siempre la llamaban carifíosamente «Aneta». Fue ella la que acomparió con mayor asiduidad a su madre Agustina aquejada de muchos achaques en los últimos días de su vida y muchas veces a los balnearios que periódicamente frecuentaba, sea en Caldas, sea en Arles-Sur-Tech, cerca de Perpifiàn. MARIANO VILALLONGA GIPULÓ, el FUNDADOR DEL ASILO VILALLONGA. El segundo hijo de Mariano Vilallonga Paler, segundo, pero varón primogénito «l'hereu», es Mariano. Nació como transcribe fielmente la copia de la partida de Bautismo, el 28 de noviembre de 1812, y no el 4 de marzo de 1813 como se dijo erróneamente en la monografia a él dedicada «El Asilo Vilallonga», dato equivocado, por carecer de la partida y fundado en todos los escritos consultados en Figueres. No se tiene ninguna noticia cierta de su infancia ni de su juventud. Sin embargo, por tradición constants en la familia se dice que siendo joven estuvo en el 216 extranjero y se mencionan las ciudades de Montpellier, París y Londres. El primer dato firme lo conocemos por una carta que le escribe su padre desde Barcelona el 18 de septiembre de 1840: Agustina, la esposa, sus dos hijas Ana y Magdalena estan en Gerona y Mariano se encuentra en Figueres. Mariano tiene entonces 28 arios. Su vida desde el ario 1828 hasta 1840, sólo puede ser objecto de suposiciones. La suposición, mas verosímil es que al no existir en Figueres ningún Colegio cuando el joven Mariano tiene 16 arios, al revés de lo que pasarú con su hermano José en 1839, a la edad de 17 arios, con la fundación del Colegio de Humanidades por el padre Juliún González de Soto, su padre pensando en el futuro de su hijo mayor «l'hereu», quiso darle una sólida educación secundaria y problemàtica superior, que en aquellos tiempos de agitación y desorganización era difícil encontrar en Esparsa, y mandó sacar en este ario 1828, la partida de Bautismo de su hijo a fín de conseguir un documento oficial de identidad del Gobierno que le sirviera de pasaporte para viajar por Espasa y por el extranjero, Mariano había vivido y estudiado en Montpellier, la ciudad mas proxima de Esparsa con varios colegios y su famosa Universidad. Luego habría continuado estudios en París y viajado a Inglaterra, el país entonces mas adelantado en la creación de industrias y especialmente en funciones modernas del mineral de hierro, en lo cual estaba muy interesado su padre, el mas importante empresario de la región de Figueres que desde 1830 fundía el hierro en la Farga familiar de Darnius. Qué estudios siguió y qué títulos mereció en Montpellier y París? No lo sabemos, pues no se ha encontrado hasta ahora ningún documento o título que induzca a pensar en alguna carrera especial. Lo mas probable, dado el caràcter practico de los Vilallonga, sería que siguiera estudios comerciales o quizú ingeniería industrial y se informara sobre métodos mas modernos para la producción del hierro. Lo cierto es que a lo largo de su vida Don Mariano demostró gozar de una sólida y variada cultura y gran dominio de la llengua castellana, catalana y francesa. Tuvo siempre hasta el final de sus días una gran facilidad de expresión y un talante de seriorial distinción en su trato social y en sus escritos. Al leer algunas de las cartas suyas que han llegado hasta nosotros y que van desde 1845 hasta poco antes de su muerte en 1897 se nota, en la misma letra, un aire de dignidad y de madurez de pensamiento digno de una cabeza serena y equilibrada. En ellas, como se decía en el libro «El Asilo Vilallonga», «a diferencia de otras personas de su tiempo, aún con títulos universitarios, nunca se le escapan faltas de ortografía, sus frases son siempre correctas y el pensamiento claro y preciso con palabras siempre apropiadas. En asuntos de arte demostró en toda ocasión un gusto refinado y prueba de ello son las obras que personalmente mandó realizar y los obsequios que todos los arios ofrecía en los Juegos Florales de Figueres. En contabilidad y administración financiera, su saber queda manifiesto en la gran fortuna que supo conservar, administrar y aumentar». Lo cierto es que Mariano en 1840 a los 28 arios se encuentra en Figueres y le vemos colaborando activamente en los negocios de su padre. Él es el escribiente que redacta facturas y cartas importantes. Todas las operaciones se hacen a nombre del padre, Don Mariano Vilallonga Paler, pero poco a poco es el hijo el que lleva la dirección del comercio desde Figueres y el padre se reserva las operaciones de mayor envergadura. Se nota en la familia Vilallonga, especialmente desde la abundante producción de hierro de la «Farga» de Darnius una época de gran florecimiento comercial y 217 Busto de Mariano Vilallonga, realizado por Rosendo Novas en 1880 218 de miradas continuas hacia Barcelona, como gran centro económico, y hacia Bilbao, por las promesas de expansión que daban las inmensas reservas de minerales de hierro. Pero todos los beneficios en la producción y la elaboración del hierro en la Farga de Darnius, del comercio en Figueres y alrededores y de las operaciones financieras permanecen en propiedad exclusiva del padre, Mariano Vilallonga Paler, hasta su defunción en el ario 1858. Sin duda él, dotarà generosamente a sus dos hijas Ana y Magdalena, con una fuerte cantidad de dinero que aumentarà en el testamento con 4.000 libras catalanas para cada una, pero sus dos hijos, Mariano y José, continuaran largos asos hasta la división en partes iguales de la herencia, sin independencia económica personal. Esto explica, por lo menos en parte, que Mariano en 1858, ademàs de su delicada salud y sus 46 arios, no se decidiera nunca a contraer matrimonio y que José tardara hasta los 39 en casarse, para su felicidad desde luego, con Rafaela Ybarra que contaba 18 arios de edad. Curiosamente, estos arios 1830-1850, una de las épocas tristes y sangrientas de la historia política de Espasa y también para Figueres y sus alrededores, marcan la creciente prosperidad de los Vilallonga en Figueres. En nuestra región, como en casi todas partes en Espasa, surgen uno tras otro, brotes revolucionarios y se forman juntas civiles y sobre todo militares con infinidad de caudillos; en 1842 es el momento de las intentonas republicanas del Alcalde de Figueres, Abdón Terradas y una de las sublevaciones mas importante de los militares del Castillo de San Fernando, con su adhesión a la tristemente famosa Jamancia revolucionaria y, finalmente, la capitulación en 1844 del general Ametller refugiado en el Castillo, ante las tropas del Gobierno, y sobre todo el trasiego constante en Figueres y por todo el Ampurdàn de soldados y guerrilleros afectos a diversos bandos que se combaten encarnizadamente. Los Vilallonga, con su comercio de cerrajería y otros artículos, pero sobre todo con la cada día mas abundante producción de hierro y de pertrechos militares, en la Farga y en los talleres de Darnius, aumentan considerablemente su fortuna. Mediante las cartas familiares de esta época vemos a Mariano hijo, en movimiento constante a pesar de las dificultades de los viajes y la inseguridad de los caminos. Se traslada varias veces al ario a Bilbao, en sustitución de su padre. Para la compra y el acarreo del mineral de hierro necesario para la Farga; se traslada con cierta frecuencia a Gerona y Barcelona y sobre todo, vemos que se embarca regularmente cada ario para Palma de Mallorca donde suele permanecer uno o dos meses. Probablemente atraviesa el mar por cuestiones de negocios ya que sus cartas serialan el envío desde Palma de Mallorca de cajas de jabón y de queso, pero es probable también que lo hiciera por cuestiones de salud con intención de respirar los aires puros del mar y de la Isla, aires y clima entonces famosos y casi diríamos de moda en Europa por ser propios para la curación de la tuberculosis. En estos ailos, Chopin, entre otros viajeros, había vivido en la Isla, con Georges Sand, buscando alivio a su enfermedad en la Cartuja de Valldemosa. Nuestro Don Mariano, el Fundador, a lo largo de su vida se sintió delicado del pecho y ademàs creyó que era tuberculoso. Fué como una obsesión, según lo cuenta en sus cartas Da Rafaela, le impedía albergar en su propia casa de Gràcia, a sus dos sobrinos entrariablemente queridos, Marianito y Gabriel, hijos de su hermano José y de Rafaela, que estudiaban en Barcelona la carrera de Ingeniero Industrial. 219 Mariano Vilallonga i Gipuló en los anos 1890 220 El motivo alegado: no quería contaminarles su enfermedad. También, con el mismo fín, pero sín poder precisar ninguna fecha, emprendió un largo viaje por barco a Noruega para poder respirar a sus anchas los aires puros del mar y del país nórdico, sin descuidar su talante comercial, pués a su regreso trajo un importante cargamento de bacalao que obsequió a familiares, quienes han recordado el hecho, y vendió fkilmente en los colmados de Barcelona. Todos conllevamos en nuestra vida alguna manía. La obsesión de continuar siendo tuberculoso y la de rodearse de precauciones y cuidados meticulosos fué la manía de Don Mariano Vilallonga Gipuló, el exímio fundador del Asilo Vilallonga, de Figueres. Entre 1840 y 1848, a través de las cartas que se han conservado, vemos que Mariano se traslada con relativa frecuencia a Barcelona a pesar de las incomodidades de los viajes en las «galeres d'en Toll» de las diligencias y tartanas que avanzan penosamente por carreteras caóticas y mal empredradas y que debían vadear todos los ríos y riachuelos que encontraban, pues entre Figueres y Barcelona no existía ningún puente. El viaje directo por carretera, entre Figueres y Barcelona, solía durar entre veinticinco y treinta horas. A veces Mariano se traslada a Barcelona por motivos de salud para consulta de médieos para su padre, su madre y él mismo y la compra de medicamentos, especialmente jarabes para el pecho, a los cuales se le ve muy aficionado, sobre todo cuando eran nuevos y extranjeros y los recomienda o regala a sus familiares, pero por lo general sus viajes se deben a cuestiones de negocios. Padre e hijo se proponían establecer en Barcelona, pero a mayor escala que en Figueres, el comercio de hierros y sus derivados que tanta prosperidad les daba en Figueres, gracias a la abundante producción de la Farga de Darnius. En todo tiempo la capital de Cataluria ha atraído a los figuerenses emprendedores. Aiíos mas tarde, hacia 1860, dos arios después de la muerte de su padre, vemos al futuro fundador del Asilo, duerio de una ferretería y de un gran almacén de hierros, situado entonces en las afueras de Barcelona, en la calle del Hospital n? 104, unido a través de un largo jardín o patio convertido en depósito de hierros, con el n? 79 de la calle paralela del Carmen. Era el almacén mas grande y mejor surtido de hierro de Barcelona entre los arios 1850 y 1880, pues Don Mariano era el cliente prioritario, no sólamente de la Farga de Darnius, sino sobre todo de la gran fàbrica de hierro, el Carmen de Baracaldo, fundada 1845, que dirigían los Ybarra con su hermano José y de la cual él mismo era uno de los principales accionistas con un 10% del capital. Pero no sabemos con exactitud en que afío padre e hijo principiaron el negocio. Debió ser entre los arios 1845 y 1848, por que si anteriormente en los viajes que hacía a Barcelona se hospedaba en posadas, tomo la de Caballeros en la calle de la Boquería, en 1848 y a 6 de octubre, Mariano hijo escribe a su curiado Toms Peres de Gerona, ofreciéndole su casa en el piso 1? del n? 27 de la calle del Hospital. Sin embargo, según cartas posteriores vemos que no reside en Barcelona con caràcter fijo, pués tan pronto escribe de Figueres, de Barcelona o desde Palma de Mallorca. En las correspondencia aparece de vez en cuando un tal Jaime Arias, muy compenetrado con el negocio y la familia y que debía sustituir a Mariano en sus ausencias. Serà sólamente después de la muerte del padre, Mariano Vilallonga Paler, ocurrida en 1858, cuando los dos hermanos se han repartido amistosamente la herencia, que Mariano, dejando los negocios de Bilbao 221 en manos de José, fijarà definitivamente su residencia en Barcelona y lo mismo harit su hermano en Bilbao. El comercio de Figueres quedó al cuidado de Juan Bassols, esposo de su hermana Magdalena y los bienes patrimoniales indivisos fueron confiados a su apoderado, el abogado Francisco Moragas. Los dos hermanos en adelante sólo iran a Figueres de cuando en cuando, de visita o para tratar algún asunto importante. Serà todavía en los ttrios de la fundación del Asilo de Vilallonga cuando Don Mariano harét mas visitas a Figueres fueron en los arios 1888-1892, pero visitas raras y breves. Las mas importantes fueron en los arios 1888-1892, para la Fundación Asilo Vilallonga y la última en 1897 para quedar enterrado en su tierra natal de Figueres, en el Mausoleo que había construído para sí mismo y su familia. Con los dos hermanos desaparecía para siempre de Figueres la familia con el apellido Vilallonga. Quedarà, sin embargo, inmortalizado por la Fundación Asilo Vilallonga. Entretanto, habían fallecido en Figueres, en 1851 la madre, Agustina Gipuló, en 1855 el hermano Manuel, y en 1858, el padre, Mariano Vilallonga Paler. Son fechas seguras en que, ademéts de los desplazamientos por negocios, Mariano y José se encontraban en Figueres alrededor de sus queridos difuntos, olvidando por unos días, Mariano su empresa de venta de hierros en Barcelona y José, convertido en auténtico motor de las fítbricas de la Merced de Guriezo y de las de Nuestra Seriora del Carmen, de Baracaldo, sus preocupaciones norterias. Don Mariano tenía en la persona de Jaime Arias un socio o empleado de confianza pero con la llegada a Barcelona entre los arios 1865-1870 de su sobrino Eduardo Peres, hijo de su hermana Ana Vilallonga, para estudiar la carrera de Abogado, tuvo un nuevo colaborador que conocía ya bastante el oficio por haberlo practicado en Gerona en casa de sus padres. Al principio, Eduardo fué simultaneando el estudio de las Leyes y el trabajo en la tienda o en el despacho, pero al cabo de un tiempo abandonó la carrera de Abogado y se dedicó bajo la dirección de su tío al comercio del hierro, cuya gerencia, al cabo de un tiempo Don Mariano dejó en sus manos para, fir almente, traspasarle todo el negocio. Sabemos que a partir de los arios 1870 Don Mariano escogió los aires puros de las afueras de Barcelona, en una torre con el n? 2 de la calle Mayor de la Villa de Gràcia, que contaba entonces unos 40.000 habitantes y que fúe agregada a la ciudad de Barcelona después de la muerte de Don Mariano en 1897 cuando Gràcia contaba ya unos 60.000 habitantes. Sin embargo, Don Mariano conservó el domicilio legal en Barcelona, en la calle del Hospital, pues aunque falleciera en Gràcia, sus funerales se realizaron en la Parroquia de San Agustín, a la que correspondía la calle del hospital, no sabemos si en el n? 27 o en el 107 en que continuaba el almacén de hierros. Desde su instalación definitiva en 1858 en Barcelona hasta la época en 1878 de su deçisión de fundar la Institución Asilo Vilallonga ignoramos los acontecimientos de su vida privada. Nos lo podemos imaginar como uno de tantos seriores empresarios de la burguesía de Barcelona enriquecidos por las progresiva industrialización del país a pesar de los tristes avatares de la política general: pronunciamientos, destronamientos, Isabel II y Amadeo, República, Guerra Carlista hasta la paz de 1875 con el reinado de Alfonso XII. Ocupétndose primero de sus negocios y despúes dejéindolos a sus colaboradores, Don Mariano debía alternar en la vida social de Barcelona con las amistades de su clase. No en vano en el busto de mffilnol que se conserva en el Asilo 222 Vilallonga, que realizó para él el escultor Novas en 1880, le vemos representado en traje de estricta etiqueta. Cuando sus sobrinos en 1880 llegan a Barcelona, les vemos frecuentar las familias Girona, López, Güell, Sert, que podrían ser también familias amigas suyas o ligadas por los negocios. también debía estar atento a la administración de sus bienes con las subidas y bajadas de las Acciones de diversas Empresas especialmente de los ferrocarriles que se iban construyendo por todo el territorio nacional, pues si algunas prosperaron otras llevaron a la ruina a muchas familias. Don Mariano confió siempre en el provenir de las Empresas constructoras de ferrocarriles. En su domicilio, después de haber dotado la Fundación Asilo Vilallonga con cuatrocientas Obligaciones, que anteriormente debían ser Acciones de los Caminos de Hierro del Norte de Espasa que valían 550.000 pesetas y cincuenta y tinto títulos al portador de Deuda Pública que importaban 500.000 pesetas nóminales, Obligaciones y Títulos que debían corresponder a Acciones de ferrocarriles que cambió en Obligaciones y Títulos de Deuda Pública para mayor seguridad y facilidad en el cobro por el tesorero de la Fundación, todavía en su domicilio de Gràcia su hermano José encontró 100 Obligaciones del ferrocarril Almansa, Valentia, Tarragona y 125 Cédulas Hipotecarias de la Isla de Cuba de 500 pesetas cada una. Hasta los últimos asos de su vida conservó en su poder 800 Acciones ordinarias y 50 de socio-fundador de la «Sociedad Altos Hornos y Fàbricas de hierro y acero de Bilbao», que donó a sus sobrinos Mariano y Gabriel, hijos de su hermano José, para que tuvieran mas representación en el Consejo de Administración. Era un conjunto de bienes que requerían la atención vigilante de Don Mariano. Si queremos averiguar los sentimientos y la conducta religiosa de Don Mariano en estos asos nos bastaría el testimonio de su cursada, la futura Beata l/t Rafaela Ybarra, juez exigente en cuestiones de piedad. Preocupada en los asos 1880 por la formación y la vida religiosa de su hijo Mariano y después por la de su otro hijo Gabriel, futuro jesuíta y provincial de la Compariía, D8 Rafaela en sus cartas se muestra satisfecha de que sus hijos, aunque no se hospeden en casa de Don Mariano, le visiten con frecuencia y sigan sus consejos. Ella misma en una de sus visitas anuales a Barcelona dice que encuentra a Don Mariano «muy piadoso». Ademàs recordemos que Don Mariano era miembro activo de las Conferencias de San Vicente de Paúl de Barcelona y participaba en las reuniones de plegaria y las visitas a los pobres. Pero son sus obras benéficas de inspiración cristiana las que acreditan a Don Mariano Vilallonga tomo eminente caballero católico de aquellos tiempos en que después de 1875 en muchas partes de Esparsa, ante la inexistencia de obras de beneficiencia destruídas por los decretos revolucionarios de 1868, numerosos empresarios católicos revertían parte o la totalidad de su fortuna en obras benéficas. La primera obra es la capilla de Nuestra Seilora de los Desamparados, terminada en 1881 e inaugurada en 1885, destinada a la atención religiosa de los vecinos del sector de la estación del ferrocarril, bastante alejado de la Iglesia de San Pedro; en 1886, la Escuela gratuita nocturna para adultos analfabetos y a finales del mismo ario, 19 de diciembre, el comienzo del Asilo de Ancianos, que serà inaugurado oficialmente en 1888. Obras cristianas de misericordia que evidencian el espíritu religiosos que animó a Don Mariano Vilallonga por lo menos los últimos veinte asos de su vida. Se pueden leer los detalles de estas actividades caritativas en el libro «Asilo Vilallonga». 223 También a través de la correspondencia de Da Rafaela Ybarra podemos comprobar que Don Mariano, siempre de salud algo enfermiza, tuvo, entre 1876-1878 y probablemente creyéndose mas enfermo de lo que estaba, momentos de depresión nerviosa o de grave enfermedad como en 1896 durante la cual acudieron a su lado Don José y Dfi Rafaela. Su última enfermedad ocurrió a principios de Enero de 1897 durante la cual le prodigó sus cuidados Sor Rosa Bové, hija de la Caridad y Superiora del Asilo Vilallonga. Don Mariano falleció el martes, 23 de Febrero de 1897 en la torre que abría la calle Mayor de Gràcia con el n? 2, a la edad de 84 aflos. Sus restos mortales fueron trasladados en tren a Figueres el jueves 25 y al día siguiente, viernes 26, depósitados en el bello mausoleo funerario que él mismo había mandado construir para sí mismo y para sus familiares. Gracias a su generosa iniciativa de fundar la Institución «Asilo Vilallonga», Capilla, Escuela, Asilo de Ancianos, serà Don Mariano el que darà lustre y perpetuidad, por lo menos en Figueres y en el Ampurdàn, al apellido «Vilallonga». MAGDALENA VILALLONGA GIPULO Después de Mariano, el Fundador del Asilo, en el hogar de Mariano Vilallonga Paler y de Agustina Gipuló nació la segunda hija, Magdalena Vilallonga Gipuló. No hemos podido averiguar la fecha exacta de su nacimiento, tampoco la de su matrimonio ni la de su fallecimiento. Se casó con un rico hacendado de Figueres, Don Juan Bassols. Tenemos pocas noticias de la vida de este matrimonio. Sin embargo, gracias a él parte de la sangre Vilallonga corre en sus descencientes cuyos apellidos responden a: Bassols, Vila, Pujol, Pagès Don Juan Bassols era propietario de un gran manso al pié de la montaria «Mare de Déu del Mont», llamado Can Puig de Vilademires. Magdalena aportó al hogar una dote cuantiosa, indeterminada, todavía redondeada por su padre en el testamento con cuatro mil libras catalanas (varios millones de nuestras pesetas en 1986) Dos datos merecen ser seíialados: primero, cuando Mariano y José marcharon definitivamente de Figueres en 1858, los dos hermanos confiaron la administración de los negocios familiares que les pertenecían en indiviso: la Farga de Darnius y el comercio de Figueres, a su curiado Don Juan Bassols, marido de Magdalena Vilallonga; en segundo lugar, con repercusiones hasta nuestros días, la hija mas joven del matrimonio, Dolores Bassols Vilallonga se casó con el joven abogado de Figueres, Pedro Pagés Moy, que Don Mariano Vilallonga escogió para ser miembro del primer Patronato de la Fundación «Asilo Vilallonga», como representante de la familia residente en Figueres, y que el otro representante su sobrino carnal, hijo de su hermano José, Don Mariano Vilallonga Ybarra, residía en Bilbao. Pedro Pagés era miembro muy activo de las Conferencias de San Vicente de Paúl, fué el primer secretario del Patronato de la Fundación Vilallonga y fué el encargado de proporcionar todo lo necesario para la solemne inauguración de la Capilla de Nuestra Seflora de los Desamparados. La primogénita de este matrimonio PagésBassols, fué Amelia Pagés que contrajo matrimonio con Don Juan 1‘/D Dalfó. Éste, primero como vocal y después como Presidente (1948-1970) del patronato de la Fundación Asilo Vilallonga, asumió todas las preocupaciones y los 224 desvelos que comportó la administración de la obra benéfica del tío abuelo de su esposa en los tiempos mas dificiles de la historia de la Fundación: la República, la persecución de 1936 y la casi extinción de la obra, la ruina de los edificios y los arios largos de escaseces después de la guerra civil. En gran parte gracias a él, la Fundación Asilo Vilallonga no pereció como en situaciones parecidas perecieron muchas obras similares en Esparsa. A su vez, los hijos de este matrimonio ejemplar, Juan 1W Dalfó-Amelia Pagés, los seriores Mariano y Luis, han continuado con la misma generosa entrega, a conservar y mejorar una obra que adems de responder a sus sentimientos cristianos administran y defienen con el caririo con que se cuida un legado familiar. En 1975 Don Mariano Dalfó Pagés asumió la Presidencia del Patronato en un tiempo de mayor auge económico. Con la colaboración, generalizada en todas las obras similares, de los mismos acogidos al Asilo mediante un razonable porcentaje en sus pensiones, el prudente consejo de los miembros de la Junta y el caririo cada día mas manifiesto de los figuerenses, Don Mariano Dalfó ha realizado un progresivo «aggiornamento» de todas las instalaciones materiales de la Fundación y ha convertido el antiguo edificio, empezado por los monjes en 1807, restaurado y en parte edificado por Don Mariano Vilallonga entre 1878 y 1888, en un hogar para unos setenta ancianos, acogedor y se puede decir modélico en los tiempos actuales MANUEL VILALLONGA GIPULÓ. En 1820 vino al mundo en el hogar de los Vilallonga, el nirio Manuel, que sería durante los 33 arios de su vida, la cruz de esta familia donde todo parecía sonreir. Fué una cruz llevada con espíritu cristiano y tan silenciosamente que apenas tenemos noticias del nirio y del joven Manuel. Las mismas fechas de su nacimiento y la de su muerte ocurrida el 15 de noviembre de 1853, han debido ser recogidas en la placa de múrmol de su tumba, en el mausoleo erigido por Don Mariano, el Fundador, para su propia sepultura y la de sus familiares. En los documentos que hemos podido leer apenas hay veladas alusiones al pequerio Manuel enfermizo, pero siempre con un matiz de caririo y compasión. Se sobreentiende que vive en la casa de los padres sin ninguna actividad. Único dato recogido en una carta de su hermano Mariano: en 1848 Manuel està enfermo y debiendo ir a Barcelona el pobre no se atreve a viajar por tierra y desea hacerlo por mar, probablemente desde Roses. Da la impresión de que desde el nacimiento, fué considerado, como decimos actualmente, minusvúlido con graves deficiencias físicas y psíquicas sin que se pueda precisar mas acerca de su enfermedad. Vivió los 33 arios de su vida al amparo de sus padres y de sus hermanos. 225 JOSÉ VILALLONGA GIPULÓ Es el benjamín de los hijos de Mariano Vilallonga Paler y Agustina Gipuló. Corriendo los arios se convertirà en el principal promotor de la industria siderúrgica de Vizcaya y en el digno esposo de una Santa: la Beata Rafaela Ybarra, su mejor título de honor. Como lo atestigua la fé de Bautismo, José nació en Figueres, en la casa solariega de la calle de Palau n? 39, el 13 de mayo de 1822 y fué bautizado al día siguiente, el 14 de mayo, en la Parroquia Arciprestal de San Pedro. Fueron padrinos su hermano Mariano que tenia 10 arios y su hermana Magdalena que tenía de 5 a 7 arios. Parece cosa extraria la edad de los padrinos. Aunque hubiese el caririo familiar de por medio en aquella época no se estilaban padrinos tan jóvenes ni tan alegados familiarmente. Lo normal eran padrinos como los que se escogieron para el Bautismo de Mariano. Algo debió ocurrir, quiza la urgencia de peligro de inuerte, que no dió tiempo a la llegada de los padrinos elegidos con anterioridad y se echó mano de los dos nifíos presentes. Don Mariano guardó siempre para su hermano José un carifio especial de verdadero padrino. Mas que a hermano lo veía como ahijado. No se sabe nada de los arios infantiles ni de la educación recibida hasta el afío 1839 cuando José tenía 17 arios. Esta educación debió ser esmerada, probablemente con maestros particulares, dadas las posibilidades económicas de sus padres y a pesar de las calamidades que se abatieron sobre Figueres en sus afíos juveniles: guerra carlista muy enconada en Figueres y en toda la región del Ampurdlin, revueltas ciudadanas, hasta llegar al asesinato (1836) del gobernador Manuel Tena, Mrbaramente arrastrado por las calles, continuas convocatorias de miliçias con distribución de armas para la defensa de la Villa, el cólera (1837), sublevaciones periódicas de los militares del Castillo de San Fernando (1837-1844), que repercutían a veces tdigicamente en la población. A pesar de éstas y otras circunstancias desfavorables, el ario 1839 debe ser considerado como un afío fausto en la historia de Figueres. En este ario de 1839, en efecto, el Padre Julién González de Soto, Sacerdote de la Congregación de la Misión (Padres Paúles), funda con la colaboración eficaz del alcalde de Figueres, Don Tomàs Roger, un Colegio de Humanidades en el edificio que había sido convento de Franciscanos, expropiado por el Gobierno de Mendithbal en 1835 y cedido en 1836 al Ayuntamiento de Figueres. Este Colegio de Humanidades, unos arios después, en 1845 serà elevado a la categoría de Instituto de segunda enserianza, con el poder de extender títulos oficiales. Colegio e Instituto, a lo largo de 150 arios, seran la cura intelectual de numerosos y distinguidos professionales en las artes, las ciencias, la política, el comercio y la industria. Uno de los hijos de Figueres que ha honrado mas a su villa natal y al Colegio de Humanidades, fué precisamente José Vilallonga Gipuló. No sólamente formó parte del primer grupo de alumnos fundadores, sino que serà al correr de los afíos el mas eficaz promotor y primer Presidente de «Altos Hornos de Bilbao» y serà nombrado en el país vasco, él, un catalítn de Figueres, en 1894, por la Liga Vizcaína de Productores su Presidente de Honor. 226 En este ario de 1893, con sus 17 asos, el joven José Vilallonga se destacaba ya entre la juventud de Figueres por su viva inteligencia, su don de simpatía y por la fama de la riqueza de su familia. Su padre, que no escatimaba medios para lo mas perfecta formación de su último hijo, supo aprovechar la inesperada oportunidad de la creación en Figueres del Colegio de Humanidades(6). El Colegio de Humanidades surgía en Figueres en este afio 1839 como una gran novedad, no sólamente porque en Figueres nunca había existido Colegio oficial o particular alguno, sinó también por los aires de modernidad que ofrecía el nuevo Colegio, según el prospecto de propaganda difundido por la Villa. El Padre Juliim González de Soto, al llegar a Figueres, contaba 36 arios. Dotado de una viva inteligencia y de una vasta cultura, poseía un gran don de gentes. Estudió con los padres Escolapios de Barbastro y en 1818 ingresó en la Congregación de la Misión, en la cual perfeccionó sus anteriores estudios con excelentes maestros, primeros en Espasa y después en Francia, donde profesores y estudiantes debieron refugiarse a causa de las incidencias anticlericales de los Gobiernos de aquellos tiempos. Ordenado sacerdote fué destinado como profesor al Seminario de Badajoz. En 1853, a raiz de las tristemente famosas Leyes de Desamortización, mediante las cuales se suprimieron las Comunidades Religiosas y fueron incautados sus edificios y sus propiedades, el Padre González de Soto tuvo que exiliarse a Francia, en Toulouse. Allí actuó de profesor en un Colegio donde encontró alumnos de la región de Figueres y conoció, quizét fruto del romanticismo de la época, nuevos idearios de formación integral de la juventud. Esta novedad la sentía también el Alcalde de Figueres, Don Toms Roger, a quién el Padre Juliàn González de Soto fkilmente convenció en las tractaciones que tuvieron lugar durante el verano de 1839. El alcalde, que disponía de un gran edificio, el ex-Convento de Franciscanos cedido al Municipio por el Gobierno, pero no tenía personal para utilizarlo, vió como un don caído del cielo, el ofrecimiento del Padre Juliím al cual, él mismo prometió toda su colaboración. Se ha conservado el discurso del alcalde en la ceremonia de apertura de curso el 1? de octubre de 1839. Entre otras cosas dijo: «Seflor Director: el muy Ilustre Ayuntamiento de Figueres, fiel a sus promesas, tiene hoy la satisfacción de confiar al cuidado de Vd. éste establecimiento de educación según lo estipulado. Es de esperar que obra tan colosal a que apenas se atreverían las capitales mas ricas, logre que el nombre del Ayuntamiento de 1893 y el que ilustre Director lleguen juntos a la posteridad colmados de beneficios». El Plan de estudios se dividía en cuatro secciones que debían comprender por lo menos un par de aflos lectivos cada una. ` I. Para nifíos de corta edad: Lectura, Caligrafía, Aritmética, Geografía. II. Para los medianos: Latín, Aritmética, Lengua castellana, Caligrafía o Dibujo, Geografía o Historia. III. Para los medianos aspirantes a Comercio: Francés, Aritmética o Teneduría de Libros, Lengua castellana, Caligrafía o Dibujo y Geografía o Historia. IV. Para los mayores: Filosofía, Lengua castellana, Matemídicas o Comercio, Física Experimental; Dibujo o Pintura y complementos de Latín o Francés. También se daban clases opcionales: gimnasia, esgrima, bailes, música vocal o instrumental, equitación con tres lecciones semanales. El Colegio contaba con diez profesores para las asignaturas de adorno, que eran facultativas. A pesar de que el Ayuntamiento de Figueres asumía gran parte de los gastos, el Colegio era de pago, pero recibía gratuitamente a 20 alumnos pobres escogidos por el alcalde. 227 Panteón de la familia Vilallonga en el cementerio de Figueres A nosotros nos interesa poner de relieve la presencia en la sección Cuarta, la de los mayores, desde el día de la fundación del Colegio del alumno José Vilallonga Gipuló, que había cumplido el mes de mayo anterior 17 afios. Al ser recibido directamente en esta sección Cuarta es prueba evidente de que José Vilallonga llegaba al nuevo Colegio, por lo menos, con una preparación escolar suficiente. El Colegio de humanidades se regía por las Normas dadas en la Real Cédula de 16 de enero de 1826, cuya finalidad era crear mediante colegios, como el que se abría en Figueres, en las capitales de provincias y en las villas principales un comienzo de Universidad; se les llamó también Universidades menores. En el Boletín Oficial de la Provincia de Gerona del 24 de septiembre de 1839 sale esta noticia: «Colegio de Figueres. Se 228 abre el primero de octubre próximo. Los estudios de Filosofía que se hiciesen en el Colegio de Figueres son incorporables en la Universidades del Reino, sujetfindose los alumnos al examen sobre cada uno de las asignaturas...». En definitiva, los alumnos debían revalidar en la Universidad los estudios realizados en su Colegio. Nuestro José Vilallonga aprovechó la fundación del nuevo Colegio, cuyo estudios eran superiores al nivel acostumbrado entre las gentes cultas de Figueres. Podemos suponer que estudió con tesón las asignaturas obligatorias, como Filosofía (ya circulaban en Figueres las primeras publicaciones de Balmes); la Literatura Castellana (se mostrarà aprendiz de poeta al final del primer curso), la Física y el Francés, asignaturas que le marcaran para el resto de su vida. Podemos imaginar al joven estudiante, hijo de familia pudiente, siguiendo las clases de equitación, el caballo era el equivalente del coche particular actual, las clases de baile para brillar en la sociedad la gimnasia o la esgrima, etc. No conocemos ninguna de las incidencias del primer Curso del Colegio. Solamente sabemos que del 20 al 23 de julio de 1840 tuvieron lugar ante las Autoridades de Figueres y los familiares de los alumnos, los examenes de final de curso. Estos consistieron en una exhibición entre seria y festiva de cuanto se enseriaba en el Colegio. Los actos estaban amenizados con intermedios musicales, bailables, teatrales y gimnítsticos. Fué una verdadera fiesta social en Figueres. Nos interesa poner de relieve la participación de José Vilallonga en el baile de un rigodón junto con otros 11 comparieros. Esto indica que Jose siguió el curso optativo de baile. También recordar que durante los actos se distribuyó un folleto de poesías que ha llegado hasta nosotrosm. Este folleto debió ser el ejemplar recibido por Ana Vilallonga, hermana de José casada con Toms Peres, de Gerona y conservado piadosamente por uno de sus nietos el Dr. Enrique Peres. El folleto se titula «Composiciones poéticas» y contiene nueve poesías compuestas y firmadas por alumnos del Colegio. La primera de ellas, como la mas destacada, es de José Vilallonga. El tema de casi todas las poesías es: «Despedida del campo» o «Canción patriótica». Se trata de ejercicios escolares notables, de ingenua inspiración, de estilo romítntico como correspondía en 1840 a la edad de los aprendices de poeta, y plagiadas en gran parte de autores contempothneos. En el Prólogo, probablemente escrito por el Padre Juln Gonzaléz de Soto, se dice que se publica «para animar a los alumnos y dar al público una muestra de lo que en el Colegio se enseria». Transcribimos íntegramente esta poesía de José Vilallonga por ser el único escrito de caràcter literario que se conoce de él. Mâ.s tarde publicarà otro escrito pero éste exclusivamente técnico: «Sistema protector y libertad de Comercio o defensa de la industria siderúrgica espariola» por José Vilallonga, editado en Figueres, imprenta de Jaime Bosch (uno de sus antiguos comparieros de Colegio y aprendiz de poeta como él) el ario 1850. 229 DESPEDIDA DEL CAMPO !Oh paternal morada que oíste mis vajidos! Con doloridos rostros escucha mis despidos No oiré de la zamporia Melodiosos sonidos, no hallaré del jilguero Los polluelos y nidos Del día en que nací en tu recinto hallé placeres; ay de mí que luego dejaré A Dios, plateado río Sentado a cuya orilla Tu curso comparaba Al de mi corta vida Pues en aqueste día De mi voz lastimera Escucha los quejidos: !Quizcí por vez postrera! Creced siempre felices, Becerros y corderos; Lejos de mí, brincad Cabritos y carneros. Vivid felices todos, padres encanecidos No olvidéis a un hermano, Mis hermanos quejidos. A Dios linda escopeta, A Dios, plomo homicida, Que el pdjaro indefenso Le quitabas la vida. Paloma, que en tu infancia Con gozo alimenté, Lejos de mí no olvides Cuanto te acaricié Salid, liebres y gamos, Marchó vuestro enemigo, Correréis libres todos Sin temer mi castigo Tú, o cristalina fuente, Que de tus claras aguas Con el suave murmullo Al suerío me invitabas, Un eterno saludo Al campo y moradores: A la ciudad me parto No estaré entre rumores. De tu grata frescura No podré disfrutar, Y a penas que te cercan Jamcís me recostar. Allí no mcís caballo, No mals juegos ni redes; Tristeza y lugubrez; Entre negras paredes. é Y privado seré De trepar la ladera ? De menos echaré Brincar en la pradera No oiré mals de la oveja El dulce cimbalillo; Sí de la catedral El ruidoso martillo. En el robusto pino No podré tambolear Y debajo su sombra Cansado reposar Allí entre mis tareas Buscaré en vano alivio, Entre calles angostas Y un aire corrompido Stempre recordaré El jardín y las flores, Del dulce ruisehor Los cdnticos de amores 230 José Vilallonga Al terminar el curso escolar en los últimos días del mes de julio de 1840, José Vilallonga contaba 18 arios. Por falta de documentación no se puede asegurar lo que hizo José entre el afíos 1840 y el 1845 en que volvemos a tener testimonio de su presencia en Figueres, en cartas de su purio y letra, cooperando con su padre y su hermano en los negocios familiares. Lo mas probable es que siguiera durante dos cursos mas los estudios en el Colegio de Humanidades de Figueres. En efecto, la enserianza de la Filosofía en tres cursos con las asignaturas adyacentes era condición indispensable para la existencia legal del Colegio de Humanidades según la Real Cédula de 1826. En Figueres, los tres cursos de Filosofía los dictaba el mismo Padre Juliàn González de Soto, según consta en un escrito suyo. La permanencia de José Vilallonga en Figueres, siguiendo los estudios de Filosofía, de Lengua Castellana, de Física experimental y de Francés, es del todo probable. Se llega así al ario 1842 en que a punto de cumplir los 20 arios, saca el 25 abril copia de su fé de Bautismo con la finalidad de conseguir después un certificado de identidad personal o un pasaporte para posibles viajes. El período de tiempo de mediados de 1842 a principios 'de 1845, José Vilallonga debió pasarlo principalmente en Montpellier, donde ailos antes su hermano mayor Mariano, con toda probabilidad, también había estudiado. Montpellier era el gran centro universitario del Sur de Francia célebre desde la Edad Media, ciudad con la cual Cataluila y especialmente Figueres tenía frecuentes relaciones. Ademéts de su célebres Facultades de Medicina y de Derecho, Montpellier poseía centros de estudios profesionales. Se supone que José seguió estudios comerciales y perfeccionó el Francés aprendido en Figueres ya que consta que a lo largo de su vida habló esta lengua con mucha soltura. Fué durante estos dos arios, en vacaciones o terminados los estudios, cuando José viajó por Francia, París la gran ciudad siempre atractiva, Bélgica y probablemente Inglaterra, la nación mas adelantada en la industria y sobre todo en los nuevos métodos de producción de hierro con los primeros altos hornos. Seguia así la afición nacida en su corazón de nirio al visitar la Farga familiar de Darnius y, probablemente, también consignas de su padre. Aunque no se tenga documentación sobre su estancia en Montpellier y sus viajes de observación, casi profesionales, por Francia, Bélgica e Inglaterra, el hecho parece cierto debido a la impresión profunda de joven entendido en temas siderúrgicos que causó en los Ybarra desde sus primeros viajes a Bilbao y, ademíts, por el testimonio de sus hijos Mariano y Gabriel, a quienes el padre contaría sus viajes y experiencias de juventud. Es lo que refleja la biografía de su madre Rafaela Ybarra, escrita por el jesuíta P. Abad, a quien su compaíiero y amigo el P. Gabriel Vilallonga, ya jesuita, confiaría una rica colección de documentos y tradiciones familiares. Estos viajes de observación y de estudio debió repetirlo arios mas tarde, sobre todo a partir de 1846, cuando su padre le delegó sus poderes en la «sociedad Anónima Fàbrica de hierro de nuestra Seriora de la Merced de Guriezo» y cuando los «Ybarra Hermanos y Cía», duefíos de la fàbrica de Guriezo crearon a partir del 1 de julio de 1854 la fàbrica de Nuestra Seriora del Carmen, en Baracaldo. Entre los socios de la Familia Ybarra, José, a la cual muy pronto se uniría en 1861, al casarse con Rafaela Ybarra, se afirmaba cada vez màs como el experto imprescindible en la producción y la comercialización del hierro. La ausencia de Figueres de José Vilallonga duraría hasta principios de 1845, ario de la primera carta firmada por él en 20 de febrero de 1845 desde Figueres. Todo este ario de 1845, parece haberlo pasado en Figueres 231 ya que se han conservado 14 cartas firmadas por él en los diferentes meses del ario. Las cartas escritas por José durante el ario 1845 van todas dirigidas a Tomàs Peres, de Gerona, casado con su hermana Ana Vilallonga. Todas ellas, escritas de forma familiar y amistosa, se refieren a asuntos comerciales y, aunque no se diga, escritas en representación del padre, Mariano Vilallonga Paler, duerio de todo el negocio. En ellas, con los precios de las mercancías, se entremezclan noticias familiares del momento, que desgraciadamente para nosotros son demasiado pocas, pero que nos descubren algo de la intimidad humana de los Vilallonga, en estas cartas, cuando José tiene 23 arios, se ve que el joven en el trazo de las letras quiere afirmar un estilo propio, apoyando la pluma mas de lo necesario en las terminaciones de las consonantes que llenan las pétginas de unos manchones de tinta poco estéticos. Notemos también que la mayoría de estas cartas han sido escritas desde Figueres, en el ario 1845 y que no hay ninguna escrita en 1846-1847 y sólamente hay 5 cartas escritas en 1848. Como ya hemos serialado anteriormente, parece que indistintamente, el padre Mariano y los dos hijos Mariano y José, redactaban cartas y facturas según quien estuviese presente en Figueres. El hecho de que durante los ailos 1846 y 1847 .no tengamos ninguna carta de José escrita desde Figueres, cuando las tenemos de Mariano padre y de Mariano hijo, puede indicar que José estuvo fuera de Figueres durante estos arios. Estuvo en Guriezo, en Bilbao o viajando por Esparsa, Francia, Inglaterra? Probablemente estuvo por temporadas en cada una de estas partes. Recordemos que fué en 1846, cuando su padre Mariano Vilallonga se asocia a «Ybarra y Cía» para fundar la «Fàbrica de Hierro de Nuestra Seriora de la Merced de Guriezo» y que desde el primer momento José queda encargado de velar por los intereses de su padre y de la familia. José pasaría, por lo tanto, parte de estos dos afíos en Guriezo o cuidando en Bilbao del embarque de mineral de hierro para la Farga de Darnius. Cuando José Vilallonga residía en Bilbao se hospedaba en casa de D. Juan María Ybarra, padre de Gabriel M! , Ybarra y a su vez padre de Rafaela Ybarra, nacida el de enero de 1843. Entre los arios 1846 y 1847 en que José Vilallonga hizo largas estancias en Bilbao y en Guriezo, Rafalita su futura esposa tenía entre tres o cuatro arios, lo que confirma la encantadora tradición familiar que cuenta «el que un día sería su esposo la tomaba en brazos y la sentaba sobre sus rodillas, como si fuera su hermana menor y con el caririo de una hermana la vío crecer, sin que ni entonces ni màs tarde acertara a darle otro nombre que el de Rafaelita». Desde el primer momento de su estancia en Bilbao y en Guriezo, José se acredita entre los Ybarra como un experto en el conocimiento de las diversas calidades de hierro. Se ha escrito que las frases atribuídas a D. Juan María Ybarra, el jefe de la familia, «el catallin insiste en que debemos hacer mucho acopio de carbón vegetal y mineral», en Guriezo, o sobre todo «El catalim recalca mucho que debemos hacer una fàbrica de hierro a la inglesa», se referían a Mariano Vilallonga, sea el padre, sea el hijo y aunque debía ser también el pensamiento de éstos, parece míts bien que deben atribuirse a José Vilallonga, pués éste en aquellos arios ya se ha impuesto a los Ybarra en el aprecio de sus conocimientos siderúrgicos. En efecto, el consorcio y pariente de los Ybarra, Don José Antonio de la Mier, en Julio de 1848, cuando José Vilallonga se encuentra otra vez en Figueres, escribe a éste una larga carta en que al darle cuenta de la marcha de la Fàbrica de Guriezo, refleja estas mismas ideas. 232 Se ha conservado una carta de José escrita desde Figueres el 6 de mayo de 1848, en la que dice a su curiado Tomés que acaba de llegar de viaje. Sería probablemente desde Bilbao y Guriezo. Està despachando en Figueres los asuntos del negocio familiar. Al tener cartas suyas escritas desde Figueres en los meses de mayo, julio, agosto y septiembre, podemos suponer que estos meses los pasaría también en Figueres, mientras sus padres Mariano y Agustina viajan a Barcelona, Gerona y Perpigrian y su hermano Mariano pasa una temporada en Barcelona o en Mallorca. Del ario 1849, por una carta de Mariano hijo, del 16 de noviembre, sabemos que José por estas fechas, se encuentra en Madrid y que iré a Valencia antes de regresar a Figueres. En esta misma carta dice también que «D. José Ybarra, padre y jefe principal de aquella casa murió el día 31 de octubre» en Bilbao pasó a Madrid, Valencia, Figueres, haciendo gestiones, cuyo tenor ignoramos, pero relacionadas con las Empresas de hierro, gestiones reflejadas en el folleto «Sistema protector y libertad de comercio o defensa de la industria siderúrgica espariola» publicado meses después en Figueres. Este dato es una muestra de la vida activa y sacrificada que debió llevar José Vilallonga durante el largo período que va de 1845 a 1858. Cruzaba por lo menos un par de veces al ario, ida y vuelva, el noreste de Esparsa de Figueres a Bilbao y Guriezo, en largos días de diligencias y posadas inconfortables, por caminos de difícil transitar, a veces peligros y expuestos a partidas de bandoleros, a las guerrillas carlistas o a las tropas del Gobierno con frecuencia divididas entre ellas. Sólamente su juventud, entre 23 y 34 asos, una salud a toda prueba, un temperamento dispuesto a hacer frente a cualquier incidencia, el secreto afén de convertirse en un gran capitén de industria y, por encima de todo, el sentido de responsabilidad contraída con su padre y a su familia y el emperio de corresponder a la confianza depositada en él por los hermanos Ybarra, podían darle alimentos para aceptar fatigas y superar obstéculos. Las largas horas de soledad en diligencias y mesones le hicieron reflexionar acerca de la pésima situación geogràfica de las dos industrias que en buena parte dependían de su esfuerzo: la Farga de Darnius a varios miles de millas marinas y la nueva fàbrica de Guriezo a casi un centenar en kilómetros de los yacimientos del mineral. A esta distancia de las minas, nunca las Forjas catalanas, las Ferreterías del Norte y la Fàbrica de Guriezo podrían abastecer las necesidades de hierro que según lo que pasaba en el extranjero, se vislumbraban para la naciente industria espariola ni menos todavía para los nuevos Caminos de Hierro, nuestros ferrocarriles, grandes consumidores de hierro, cuya construcción se estaba planeando en Espasa, pero ya efectiva en diversos países de Europa. i.Porqué no levantar modernas fétbricas de hierro lo més cerca posible de las minas? Así se competiría con alguna ventaja con las Empresas extranjeras que llegaban con sus barcos a Bilbao para cargar el mineral y que nos lo devolvían en hierro elaborado por ellas. Después de repetidos intercambios de ideas, José consiguió convencer a los hermanos Ybarra, duerios de las ricas minas de mineral de hierro, entre otras las de Triano, de las cuales se surtían la Farga de Darnius y la Fàbrica de Guriezo. 1:)8 María del Carmen Vilallonga ha resumido en pocas líneas la tradición familiar: «Después de algunos viajes y de ir conociendo més a los Ybarra, les propuso que levantaran unos Hornos a pié de mina para transformar el mineral, en vez de venderlo més barato tal como salía de la mina. Los Tres Ybarra, que apreciaban mucho la preparación y el modo 233 Rafaela Ybarra de Vilallonga, fundadora de las Religiosas de las Angeles Custodios 234 de ser de mi abuelo, le contestaron, que si él quería quedarse en Bilbao a levantar la fàbrica, formando Sociedad con ellos, estaban dispuestos a hacerlo; y así empezó el inicio de Altos Hornos». Fué sólamente en 1854 cuando empezó a funcionar la nueva fàbrica levantada según los consejos de José, a poco Kilómetros de Bilbao, en Baracaldo, en la confluencia de la ría y el Galindo, en terrenos que habían pertenecido a los Padres Carmelitas, expropiados por las Leyes de desamortización de 1835, razón por la que se llamó «Fàbrica de Hierro de Nuestra Seriora del Carmen». Los tres hermanos Ybarra y su curiado Cosme Zubiría junto con Mariano Vilallonga representado por José, forman la nueva Sociedad. Allí han construído un Alto Horno mas moderno que el de Guriezo, de donde ademéts trasladan bastantes elementos. En 1860 las dos Filbricas se unen en una sola Sociedad bajo la titularidad de «Ybarra y Compailía». En esta Sociedad Mariano y José Vilallonga ya entran a título personal, con un décimo del capital cada uno, pués antes José era sólamente representante de su padre. Esta Fàbrica del Carmen de Baracaldo, ario tras fío, fué progresando con un aumento constante de la producción de hierro en cantidad y calidad y modernizando la maquínaria y los métodos de elaboración del mineral de hierro, y contratando especialistas extranjeros. Ante la demanda cada vez mayor de hierro, se •vió en la necesidad de ampliar çonsiderablemente la Fàbrica y de aumentar igualmente el capital social. Este procedió en gran parte de Barcelona, especialmente de la Familia Girona. Como consecuencia, en 1882, la entidad familiar «Ybarra y Compariia» se transformó en Sociedad Anónima con el nombre de «Altos Hornos y Fàbrica de Hierro y de Acero de Bílbao». Se había creado el complejo industrial mas grande de la Espasa de entonces. Don José Vilallonga fué elegido su Presidente, cargo que conservó hasta el día de su fallecimiento. Había alcanzado hacer real el sueflo de sus asos de laboriosa y dinàmica juventud: convertirse en un capitím de la industria moderna. Como ha escrito el historiador Delclaux Aróstegui «Los Ybarra tuvieron el indiscutible mérito de ser los primeros que se arriesgaron a emprender una gran industria nueva y extremadamente temeraria en aquel tiempo». Sin disminuir los méritos de los Ybarra, una buena parte del elogio se lo merece también D. José Vilallonga Gipuló. Lo reconoció oficialmente la mas importante agrupación de hombres de empresa del País Vasco. La Liga Vizcaína de Productores, en el homenaje que las fuerzas vivas de Bilbao rindieron en 1894, cuatro asos antes de su muerte, a Don José Vilallonga y Gipuló. El pergamino que le entregaron, piadosamente conservado por la familia Vilallonga, dice textualmente: «Homenaje de entusiasta simpatía y afecto que dedica la Liga Vizcaína de Productores al veterano de la industria siderúrgica Serior Don José de Vilallonga y Gipuló, nombrado por aclaynación Presidente Honorario en la Asamblea General celebrada en Bilbao el día 28 de enero de 1884». Como se dijo anteriormente el establecimiento definitivo de José Vilallonga en Bilbao tuvo lugar después del 28 de junio de 1858, cuando una vez fallecido su padre y repartida la herencia en partes iguales, los dos hermanos firmaron ente el Notario de Figueres, Don Juan Gay, una declaración jurada, que podemos resumir en los términos siguientes: 1. Capital, intereses y beneficios acumulados hasta la fecha en la industria siderúrgica «Ybarra y Compariía» seran repartidos en partes iguales. 2. En adelante, José continuarà representando a su hermano Mariano en dicha Sociedad y al descargarse éste de las preocupaciones de la marcha de la 235 Sociedad, José recibirà las dos terceras partes de los beneficios y, Mariano sólamente una tercera parte. 3. Los negocios comunes de Figueres, de la Farga y del Comercio, se dejaràn en gerencia a su curiado D. Juan Bassols y los beneficios y perjuicios, se repartiran en partes iguales entre los dos hermanos. 4. La Administración de las fincas rústicas y urbanas, correrà a cargo del apoderado común, el Abogado D. Francisco Moragas. 5. La casa solariega de la calle Palau, por voluntad del padre, quedarà de propiedad exclusiva de José. Después de esta Escritura notarial, Mariano fijó su residencia en Barcelona y posteriormente en la villa de Gràcia. Por su parte, José que durante cerca de veinte arios se había ido desligando de Figueres y cada vez se sentía mas atado profesionalmente y sentimentalmente a Bilbao, emprendió el viaje que le ligaría definitivamente a esta ciudad, donde arios después se uniría en matrimonio, a D!' Rafaela Ybarra, la hija mayor de D. Gabriel María Ybarra. La presencia en Figueres de José Vilallonga està serralada por los siguientes datos: en 1850 para la publicación de su folleto: «Sistema protector y libertad de comercio o defensa de la industria siderúrgica espariola» por Don J. V. E. Imprenta de Jaime Bosch, ario 1850; en 1851 en la muerte de su madre, Agustina Gipuló; en 1853 en la muerte de su hermano Manuel Vilallonga; en 1858, en la muerte de su padre D. Mariano Vilallonga y Paler. Pudo acudir también en otras circunstancias de la vida de la familia, pero no han quedado testimonios. Como es natural, a raiz de su matrimonio el 14 de septiembre de 1861 con D8 Rafaela Ybarra y su vida queda vinculada con estas tierras norterias de Bilbao y Santander. A partir de 1880 le vemos acudir regularmente todos los arios de Barcelona, donde sus hijos, Mariano y Gabriel, siguen carrera en la Escuela de Ingenieros Industriales. Era para él la ocasión de convivir con su hermano Mariano, en cuya casa de Gràcia se hospedaba y de atenderle en sus momentos de depresión psíquica. Aprovechaba también su viaje para tratar con los medios financieros de la capital catalana y de canalizar grandes capitales hacia su Empresa siderúrgica, especialmente a través de los Girona, duerios del gran Banco de Barcelona. Efectivamente, Jaime Girona fué miembro del Consejo de Administración de «Altos Hornos y Fàbrica de Hierro y de Acero de Bilbao, Sociedad Anónima» y también se estableció en Bilbao. En cuanto a la presencia de D. José Vilallonga en Figueres, su ciudad natal, escasean los datos precisos, pero no se puede dudar de que tuvo lugar, ya que el viaje era mas comodo y mas ràpido que en sus arios de juventud desde la llegada del tren a Figueres en 1875. El trayecto Barcelona-Figueres duraba unas cinco o reis horas, podía visitar a los parientes y comprobar la marcha de sus intereses materiales. Su presencia està serralada el 19 marzo de 1885, con ocasión de la inauguración de la Capilla de Nuestra Seriora de los Desamparados, para la cual llevaba la representación de su hermano Mariano que no asistió y, posiblemente, se escogió esta fiesta de San José porque era su Patrono. También estuvo en Figueres en junio de 1887 para firmar ante el Notario el acto de donación a su hermano Mariano de la mitad de los terrenos, y edificios en que se asentaba la Fundación Asilo Vilallonga, heredados en indiviso por los dos hermanos. Igualmente estuvo presente en compariía de su hermano Mariano el 14 y 16 de junio de 1888 en la inauguración oficial y en la constitución del Patronato de la Fundación Asilo Vilallonga. Asimismo estuvo en Figueres el 2 de Junio de 1892 para firmar junto con su hermano Mariano el acta de donación a la Junta del 236 Patronato de tres piezas de olivar con un total de siete besanas en el pueblo de Vilafant. Finalmente, estuvo presente en Figueres el 25 de febrero junto con su esposa D!, Rafaela Ybarra y su hijo en los actos fúnebres del entierro de su hermano Mariano Vilallonga Gipuló el mausoleo del cementerio de Figueres. En esta ocasión D. José permaneció con su esposa y su hijo unos ocho días en Figueres. Luego se trasladaron a Barcelona para asistir al solemne funeral en sufragio de su hermano en la Parroquia de San Agustín el 10 de marzo de 1897. Fué la última estancia de José Vilallonga en Figueres. Al ario siguiente caía gravemente enfermo y fallecía en su residencia de La Cava, en Deusto, el 7 de mayo de 1898. Debieran decirse muchas cosas mas acerca del gran caballero católico que fué Don José Vilallonga Gipuló, cuya vida, en sus 40 asos de madurez y de plenitud humana se desarrolló en Bilbao y sus alrededores. Sería edificante poder dar un relato fehaciente de lo que fué su comportamiento cotidiano con sus hijos e hijas y demits allegados, pero sobre todo con su santa esposa la Beata Rafaela Ybarra, que fué ante todo un modelo de esposa y de madre cristiana. Sería maravilloso si pudiésemos entrar en la intimidad de su alma y comprobar la mutua influencia entre esposos en la vida espiritual de los dos. Interesaría mucho conocer en detalles las parte que corresponde a Don José en las obras sociales y benéficas de su esposa que culminaron en la fundación de una Congregación Religiosa, la de los Santos Angeles Custodios que perpetúan en el mundo los generosos ideales de la Beata. Habría que estudiar las obras educacionales propias de Don José Vilallonga en las cuales se interesó, sea como actor principal o entusiasta colaborador, como la S.A. La Enserianza Católica, la Universidad Católica de Deusto, la Escuela y Patronato de Obreros de San Vicente de Paúl, etc., sin olvidar su generosa contribución a la gran obra de su hermano Don Mariano Vilallonga, la Fundación Asilo Vilallonga, ya que buena parte de las propiedades pertenecían en indiviso a los dos hermanos y que Don Mariano reconoció a José como Co-fundador. También convendría examinar su propia actuación en resolver los problemas sociales provocados por la atracción hacia Bilbao y sus alrededores de grandes masas de inmigrantes del interior de Esparsa, debido a la creación de la gran Empresa. No menos importante sería conocer exactamente cuanto dependió de su actuación personal en la parte técnica, financiera y comercial en las Fåbricas de Guriezo, Baracaldo y sobre todo en el gran complejo industrial de Altos Hornos de Bilbao. Es una investigación muy amplia que es imposible realizar desde la lejana ciudad de Figueres y que corresponde a estudiosos de Bilbao donde radica la documentación que ha sobrevivido a los azares de la vida. Por lo mismo, estos diversos puntos de vista estan lejos de las perspectivas de estos apuntes cuyo objeto, en espera de otros descubrimientos en archivos recónditos, ha sido dar a conocer lo que desde Figueres se puede saber hoy día de tres miembros de la familia Vilallonga y de una manera particular de Don José Vilallonga, una personalidad tan rica y benemérita, catalitn de Figueres, convertido en uno de los grandes promotores de la industria sidefurgica y de la riqueza del País Vasco, en la segunda mitad del siglo XIX. A modo de conclusión al cerrar estos apuntes sobre los Vilallonga, de Figueres, se siente insatisfacción y se desearía conocer mas a fondo y con mas detalles a estos tres hijos ilustres de Figueres, el padre MARIANO VILALLONGA PALER, y sus dos hijos destinados a la celebridad: MARIANO VILALLONGA GIPULO, el Fundador del Asilo y JOSÉ VILALLONGA 237 GIPULÓ, el promotor de la gran industria siderúrgica de la región de Bilbao y digno esposo de una Santa, la Beata Rafaela Ybarra. Los datos abundan para Don Mariano Vilallonga, el Fundador del Asilo, desde el momento en que hacia el ario 1878 empezó su Fundación, datos que se pueden leer en el libro «El Asilo Vilallonga» y también para Don José Vilallonga desde el momento de su matrimonio, en 1861, con Da Rafaela Ybarra, se compenetra mutuamente, y para convencerse basta leer alguna de las vidas de la Beata Rafaela Ybarra y, especialmente, la fundamental, la del P. Camilo. M. Abad, redactada a base de los papeles de familia y bajo la supervisión del hijo de Don José y de D! , Rafaela, el Padre Gabriel Vilallonga, que fué Provincial de los PP. Jesuítas de Loyola. Los datos referentes al padre, M. Vilallonga Paler, han sido mas difíciles de descubrir, por ser mas lejano en el tiempo y, sobre todo, por no haber creado obras sociales o económicas, como sus hijos, que han dejado un recuerdo perdurable de sus personas. No cabe, sin embargo, duda que rebuscando en archivos y papeles recónditos de familia, para los tres se pueden encontrar nuevos datos aunque sean de mínima importancia, pero que ariadidos a los aquí expuestos perfeccionaran el retrato esbozado de estos tres hijos ilustres de Figueres: Mariano Vilallonga Paler en toda su vida y para sus hijos Mariano y José hasta el afío 1858. Son las familias que proceden de Ana Vilallonga, casada con Bassols y que responden a los apellidos Bassols, Vila, Pujol, Pagés, etc. y también las familias colaterales de posibles hermanos y hermanas del padre Mariano Vilallonga Paler, cuya existencia no se ha podido averigüar. OjaM así sea. 238 NOTAS (1) Es de todos tristemente conocido que el riquísimo Archivo de la Iglesia de San Pedro de Figueres, única Iglesia Parroquial de la Ciudad, hasta hace pocos afíos fue íntegramente destruido por los incendiarios que el 21 de julio de 1936 y durante cinco días mas, prendieron fuego dentro de la Iglesia y quemaron todo cuanto podía ser devorado por las llamas. Los testimonios fidedignos de la Historia y del Arte de Figueres acumulado durante siglos perecieron para siempre. Los amantes de Figueres consideran este día 21 de julio de 1936 como el mas nefasto de su historia. (2) Estas partidas de Bautismo de Mariano y de José Vilallonga Gipuló se han encontrado entre los documentos de los Vilallonga de Bilbao junto al testamento de Mariano (padre) Vilallonga Paler redactado en 1854 en favor de sus hijos Mariano y José. (3) Ver documentos de la constitución de la empresa «Hidroeléctrica del Ampurdan»: aportación del Sr. Brunet que compró el complejo de la Farga al Sr. Conde de Vilallonga Ybarra. (4) Ver el capítulo «La Siderúrgica» en el libro «pequeila Historia de un desarrollo singular» (en Vizcaya) de Isidro Delcaux Aróstegui. (5) En carta, desde Barcelona, a su yerno Tomàs Peres, con fecha 18 de septiembre de 1840, escribe Mariano Vilallonga (padre): «Di a Agustina (su esposa) que no estoy presto todavía en razón de que el seflor Maresch esta muy ocupado haciendo en la Junta el reparto de un préstamo de 225.000 duros que ha de hacer esta Capital, aunque pienso viajar a Figueres sobre el lunes o el miercoles». (6) Respecto al P. Juliún de Soto y al Colegio de Humanidades véase el folleto publicado por el Instituto de Figueres: «Notas Históricas sobre el Instituto Nacional de Figueres» por Eduardo Rodeja Galter. Figueres, 1940. (7) «Composiciones poéticas que dan a luz alumnos del Colegio de Figueres, Imprenta de J.A. Sey. 1840.