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La reducción de jornada por conciliación de
la vida personal, familiar y laboral.
LA REDUCCIÓN DE JORNADA POR CONCILIACIÓN DE LA VIDA PERSONAL, FAMILIAR Y
LABORAL.
La conciliación de la vida personal, familiar y laboral se ha convertido en una de las
bases del proceso de implantación de la igualdad en el ámbito laboral. Un proceso que
se inicio con la aprobación de la Ley 39/1999 de 5 de noviembre, para promover la
conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras, y que se ha visto
respaldada en gran medida con la Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo, para la
igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Partiendo de esta nueva regulación, se ha modificado el Estatuto de los Trabajadores,
que se ha adaptado a las nuevas necesidades reclamadas por esta corriente
conciliacionista. En este artículo nos interesa hacer hincapié en aquella regulación
referida a la conciliación de la vida familiar y laboral, que suponga una reducción de la
jornada laboral acompañada de una reducción proporcional del salario, por tanto de
una reducción no retribuida. En defecto de lo que se pueda contemplar
convencionalmente, el artículo 37.5 del Estatuto de los Trabajadores, contempla los
distintos supuestos por los cuales un trabajador puede solicitar la reducción de jornada
con una disminución salarial proporcional de al menos un octavo y un máximo de la
mitad de duración de la jornada de trabajo diaria:
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Cuando el trabajador se encargue del cuidado de un menor de 8 años o una
persona con discapacidad física, psíquica o sensorial, que no desempeñe una
actividad retribuida.
El trabajador que deba encargarse del cuidado directo de un familiar, hasta
segundo grado de consanguinidad o afinidad, que no pueda valerse por sí
mismo y no desempeñe actividad retribuida.
Un nuevo supuesto fue introducido por la Ley de Presupuestos Generales para el año
2011, en el que se contempla la reducción de jornada y salario, para el trabajador que
como progenitor, adoptante o acogedor de carácter preadoptivo, deba encargarse del
cuidado de un menor a su cargo, afectado por cáncer o cualquier otra enfermedad
grave, durante el periodo de hospitalización y tratamiento continuado, siempre y
cuando se acredite, mediante informe del Servicio Público de Salud, una
hospitalización de larga duración y la necesidad de un cuidado directo, continuo y
permanente. Esta situación se puede mantener hasta que el menor a cargo cumpla
dieciocho años. Excepcionalmente, para este último supuesto, se prevé que los
convenios colectivos adopten la posibilidad de que la reducción de jornada se pueda
acumular en jornadas completas.
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La solicitud de reducción de jornada debe presentarse al empleador por escrito, con
antelación suficiente y explicando los motivos por los que se solicita e incluso
acreditando dicha situación. Será el empleador el que decida conceder o no la
reducción de jornada. En caso de no concederse, el trabajador puede acudir
judicialmente a un procedimiento especial de tramitación preferente y urgente,
regulado en el artículo 139 de la Ley reguladora de la Jurisdicción Social, para que se le
reconozca su derecho a conciliación familiar y laboral.
Aramo Graggy S.L.
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