Introduce modificaciones al Código Civil y a otros cuerpos legales

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Introduce modificaciones al Código Civil y a otros cuerpos legales, con el objeto
de proteger la integridad del menor en caso de que sus padres vivan separados
Boletín N° 5917-18
I-
CONSIDERACIONES PREVIAS.
Los tiempos cambian, de ello no hay duda. Con el paso de los años las
costumbres, paradigmas y visiones individuales y sociales se han modificado. Si
algunos de nuestros abuelos hubiera leído el encabezado de la presente moción se
hubiera escandalizado. Para ellos la idea de que un niño creciera sin una familia
constituida era simplemente impensable. Hoy no es así …….Son muchas las familias
que han desecho sus vínculos y muchos los hogares monoparentales en donde el otro
progenitor es un proveedor con derechos limitados o simplemente no existe, sea porque
no le interesa participar activamente en el crianza del menor, sea porque enfrenta
obstáculos que le impiden hacerlo.
La separación de los padres de un menor es uno de los hechos que marcará la
vida de éste. La tonalidad negativa dependerá sin duda de cómo ambos padres
manejen la situación post ruptura y, en particular de cómo sean capaces de resolver
sus conflictos sin involucrar ni contaminar al menor en dicho proceso.
El adecuado desarrollo psicológico y emocional del menor dependerá de muchos
factores. Uno de ellos es la presencia de una imagen paterna y materna sana, cercana
y presente. Estamos de acuerdo que en ausencia de uno de los padres este rol puede
ser asumido por algún tercero vinculado al menor, transformándose en imágenes
arquetípicas No obstante, la carencia o visión distorsionada de alguno de ellos incidirá
en la autoestima, seguridad y estabilidad emocional del menor en su vida adulta a
niveles que aún se encuentran en estudio en la psicología moderna.
Tal es la importancia del tema que la Declaración Universal de los Derechos del
Niño, estable en el principio número seis que: "Siempre que sea posible, deberá crecer
al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de
afecto y de seguridad moral y material".
Estimamos que este derecho infantil debe ejercerse aunque los padres no vivan
bajo el mismo techo, los que deberán en este caso cumplir todas sus responsabilidades
morales, afectivas, formativas y pecuniarias hacia el menor, procurándole además el
ambiente afectivo adecuado para su crecimiento.
En torno al tema planteado, cabe destacar que la American Phychological
Association (APA) ha reconocido una forma de trastorno de la conducta familiar en la
que existiendo menores uno de los padres incurre en conductas tendientes a alienar
(alejar) en la mente del menor al otro progenitor. Se trata del Síndrome de Alienación o
Alejamiento Parental (SAP). A continuación examinaremos las características de éste.
II.
EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN O ALEJAMIENTO PARENTAL. (SAP)
El estudio de este trastorno es relativamente reciente. En el año 1985, Richard
Gardner, profesor de Psiquiatría Clínica del Departamento de Psiquiatría infantil de fa
Universidad de Columbia, definió el Síndrome de Alienación Parental como un trastorno
que surge principalmente en el contexto de las disputas por la guarda y custodia de los
niños, cuando el niño sufre un sistemático "lavado de cerebro" (programación) por parte
de uno de los padres, con miras a obtener la vivificación de la imagen del otro
progenitor en la mente menor obteniendo en el tiempo un resultado concreto el
alejamiento y rechazo del menor hacia el padre alienado y el debilitamiento progresivo
y, a veces irrecuperable de los lazos afectivos que los unen.
En el desarrollo de este tema nos basaremos en la obra de José Manuel Aguilar
Cuenca, psicólogo clínico y forense e iremos desentrañando esta suerte de "Guerra de
los Roses" en donde el gran perjudicado de la manipulación y abuso emocional ejercida
por uno de los padres para que su hijo rechace injustificadamente al otro progenitor es
nada más ni menos que el propio menor.
Según este profesional el SAP es un tipo de maltrato infantil cuyas estrategias
sutiles, (la programación constante ejercida por una figura de autoridad,
específicamente padre o madre), su apoyo en creencias socialmente aceptadas, (a
modo de ejemplo una frase que hemos escuchado desde pequeños: "toda madre quiere
lo mejor para sus hijos") y su desarrollo en la intimidad del hogar hacen difícil su
descubrimiento y abordaje.
El autor plantea que el Síndrome de Alineación Parental (SAP) es un trastorno
caracterizado por el conjunto de síntomas que resultan del proceso por el cual un
progenitor transforma la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con
objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor. El
diagnostico del SAP se basa fundamentalmente en la sintomatología en el niño, no en
el grado en el cual el alienador ha intentado inducir el desorden.
Para que exista SAP tienen que concurrir copulativamente tres elementos a
saber: 1) Campaña de denigración o rechazo o denigración hacia un padre persistente
en el tiempo, no se trata de un episodio ocasional; 2) No existe motivo plausible para la
promoción de esta campaña de denigración o rechazo. El alejamiento por parte del
menor no es una respuesta razonable al comportamiento del padre rechazado.
Normalmente, el padre víctima de la alienación es percibido como un padre normal
desde un punto de vista basado en la capacidad parental. 3) El otro progenitor ha
ejercido una influencia en el menor gatillando este tipo de reacción.
Los especialistas describen al progenitor alienador como una "figura protectora",
que actúa cegado por sentimientos de rabia, resentimiento o venganza hacía la persona
con la que procreó un hijo. Esas emociones y sentimientos suelen enmascararse
desempeñando el rol de víctima y desde esa posición agrede al otro progenitor, por vía
indirecta haciendo creer a los hijos que existe un padre o madre "bueno" y que el otro
padre es "malo". Ese mensaje puede tener funestas consecuencias en la psiquis infantil
ya que el menor, víctima de esta manipulación generará sentimientos de frustración,
culpa e inseguridad. En algunos casos el alienador puede incluso adoptar actitudes
engañosas como "hacer el esfuerzo" para que exista contacto entre los hijos y el otro
progenitor, o manifestar sorpresa por la actitud de rechazo o distancia de los hijos hacia
el progenitor ausente.
A nivel conductual los padres alienadores suelen tener algunos comportamientos
sostenidos en el tiempo. Enunciaremos a modo ejemplar algunos de ellos: a) Boicot a
los horarios de visita al menor; b) Obstaculizar, limitar o interferir arbitrariamente la
comunicación efectiva entre el menor y el padre que no vive con él. Por ejemplo,
impedir comunicaciones telefónicas, por mail o chat, presionar al menor para que
termine la comunicación o invadir la privacidad del menor. - Se observan a menudo los
mismos comportamientos en el progenitor alienador, quien sabotea la relación entre los
hijos y el otro progenitor; c) Alejar injustificadamente al otro progenitor de las
actividades y problemas de los hijos; d) Denostar al otro padre , efectuar comentarios
negativos en forma constante sobre él delante de los niños; e) Programar
negativamente al menor respecto de su percepción del otro progenitor como de las
expectativas emocionales y afectivas que puede tener respecto de él; f) Incorporar al
entorno familiar cercano en esta suerte de programación o "lavado de cerebro"; g)
Sancionar al menor o hacerle sentir culpable si éste persiste en mantener su relación
con el otro padre; h) Interposición de denuncias de violencia intrafamiliar falsas en
contra del otro progenitor.
Como puede apreciarse el SAP se basa en conductas en las que la intención del
padre o madre que incurre en ellas juega un rol importante. En ese sentido el silencio
de la ley y hay que decirlo, la ausencia de reproche social cuando es la madre quien
ejerce estas conductas hay debilitado el régimen de protección al menor en caso de que
sus padres no estén viviendo juntos.
III.
EL SÍNDROME DE ALINEACIÓN PARENTAL EN DERECHO COMPARADO Y
JURISPRUDENCIA.
Corresponde señalar, en primer término, que la Convención sobre los derechos
del niño, suscrita por Chile el 26 de enero de 1990 y promulgada mediante Decreto
Supremo NO 830 del Ministerio de Relaciones Exteriores, publicado en el Diario Oficial
del 27 de septiembre de 1990, previene en su artículo 9 que: "los Estados Partes
velarán por que el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos,
excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes determinen,
de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal separación es
necesaria en el interés superior del niño. Tal determinación puede ser necesaria en
casos particulares, por ejemplo, en los casos en que el niño sea objeto de maltrato o
descuido por parte de sus padres o cuando éstos viven separados y debe adoptarse
una decisión acerca del lugar de residencia del niño.
Luego, el número 3 del artículo 9, previene que: "los Estados Partes respetarán
el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a mantener
relaciones personales y contacto directo con ambos padres de modo regular, salvo si
ello es contrario al interés superior del niño."
A continuación el artículo 18 número 1 de la Convención establece que: "los
Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento del
principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la
crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los
representantes legales la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del
niño. Su preocupación fundamental será el interés superior del niño."
El interés superior del niño debe inspirar nuestra normativa, las decisiones
judiciales, el trabajo de los especialistas, el desempeño de los padres en su rol. Los
niños no son botines de guerra, son personas respecto de las cuales la sociedad toda
tiene una responsabilidad de garantizarles un adecuado desarrollo mental, emocional,
afectivo y psíquico.
En Europa ya existe jurisprudencia que reconoce la existencia y efectos nocivos
del SAP. En efecto, en el año 2007 una juez de Manresa (Barcelona) ha retirado a una
mujer la guardia y custodia de su hija de ocho años por incumplir de forma "constante"
el régimen de visitas concedido al padre, de quien está separada, y provocar en la
menor una fobia hacia él que hace que se niegue a verle. La magistrada, por otra parte,
concedió al padre la custodia de su hija y suspendió por un período mínimo de medio
año cualquier comunicación y visita de la madre y de su familia hasta que pueda
restablecerse el contacto con la menor. Además la niña deberá seguir un tratamiento
psiquiátrico.
Por otra parte, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el año 2000, dictó
sentencia favorable a un padre al que se le había denegado el "régimen de visitas"
sobre la base de las declaraciones de su hijo de cinco años, víctima del síndrome de
alienación parental.
En nuestro país, el reconocimiento del SAP se ha manifestado recientemente en
la sentencia del Tribunal de Familia de Coquimbo el que reconoce los derechos de un
padre frente a una actuación que "con la excusa de buscar un bien, puede impedir el
normal desarrollo del niño."
IV-
CONTENIDO DEL PROYECTO.
Este proyecto busca fortalecer la integridad del menor y persigue el propender a
que el menor tenga la mejor calidad de vida posible en caso de que sus padres no vivan
juntos.
Para ello, se modificará el artículo 222 del Código Civil en orden a consagrar
nuevas obligaciones de los padres a favor del menor.
Luego, acorde con las nuevas tendencias parentales y sociales, estimamos que
ambos padres tienen el derecho y el deber de criar y educar a sus hijos en forma
compartida, modificando el artículo 225 del Código Civil.
-
Consagrar en el artículo 229 del Código Civil la figura del SAP.
Con el objeto de evitar la judicialización de estos temas y en el entendido que
este proyecto busca fortalecer el entorno del menor encontrando soluciones más que
proponiendo sanciones es que proponemos someter obligatoriamente a mediación este
tipo de conflictos.
Facultar al juez para suspender o modificar el régimen de tuición de un menor
cuyo padre o madre que lo tuviere a su cuidado cometiere conductas de alienación
respecto del otro progenitor o alentare al menor a proferir declaraciones falsas que
afecten la honra e integridad del otro padre.
POR TANTO,
En virtud de las consideraciones expuestas, de lo previsto en el
artículo 65 de la Constitución Política de la República de Chile, lo expuesto en el
artículo 12 de la ley N° 18.918 en concordancia con el Reglamento Interno de la H.
Cámara de Diputados vengo en presentar el siguiente:
PROYECTO DE LEY.
ARTÍCULO PRIMERO: A) Agrégase el siguiente inciso segundo al
artículo 222 del Código Civil, pasando el actual inciso segundo a ser
el tercero y final.
"Es deber de ambos padres, cuidar y proteger a sus hijos, velar por la
integridad física y psíquica de ellos. Los padres deberán actuar en
forma conjunta en las decisiones que tengan relación con el cuidado,
educación y crianza de los hijos y deberán evitar actos u omisiones
que degraden, lesionen o desvirtúen en forma injustificada o arbitraria
la imagen que el hijo tiene de ambos padres o de su entorno familiar."
B) Modifícase el artículo 225 del Código Civil en el siguiente sentido:
"Artículo 225.- Si los padres viven separados, el cuidado personal de
los hijos corresponderá en principio a ambos padres en forma
compartida. Si no hubiere acuerdo en adoptar el cuidado compartido y
surgiere disputa sobre cual padre tendrá la tuición, el juez decidirá a
solicitud de cualquiera de ellos cual de los padres tendrá a su cargo el
cuidado personal de los hijos.
Todo acuerdo que regule el cuidado personal de los hijos deberá
constar por escritura pública o acta extendida ante cualquier oficial
del Registro Civil, subinscrita al margen de la inscripción de
nacimiento del hijo dentro de los treinta días siguientes a su
otorgamiento, ambos padres, actuando de común acuerdo, podrán
determinar que el cuidado personal de uno o más hijos corresponda a
la madre o al padre. Este acuerdo podrá revocarse, cumpliendo las
mismas solemnidades.
Cuando el interés del hijo lo haga indispensable, sea por maltrato,
descuido u otra causa calificada o cuando no se cumpla lo señalado
en el inciso anterior, el juez podrá entregar su cuidado personal a uno
de los padres en el caso del cuidado compartido o al otros de los
padres en los demás casos.
No obstante, no podrá confiar el cuidado personal al padre o madre
que no hubiere cumplido las obligaciones de mantención mientras
estuvo al cuidado del otro padre, pudiendo hacerlo. Igual medida se
adoptará respecto del padre o madre respecto del cual se acreditare
fehacientemente que ha maltratado física o psicológicamente al hijo."
C) Modificase el artículo 228 del Código Civil en el siguiente sentido:
"Artículo 229: El padre o madre que no tenga el cuidado personal del
hijo no será privado del derecho ni quedará exento del deber, que
consiste en mantener con él una relación directa y regular, la que
ejercerá con la frecuencia y libertad acordada con quien lo tiene a su
cargo, o, en su defecto, con las que el juez estimare conveniente para
el hijo. Se suspenderá o restringirá el ejercicio de este derecho
cuando manifiestamente perjudique el bienestar del hijo, lo que
declarará el tribunal fundadamente.
En el evento de que el padre o madre que tuviere a su cuidado el hijo
incurriere en alguna de las siguientes conductas, o instigare a un
tercero a cometerlas, el otro padre podrá solicitar judicialmente que
se le entregue el cuidado personal de los hijos, con la sola excepción
de lo previsto en el inciso final del artículo 225.
Estas conductas son: a) Denigrar, desprestigiar, insultar, alterar la
imagen que el hijo tiene del otro padre en forma permanente y
sistemática que tengan como resultado directo un cambio en la
relación del otro padre con sus hijos; b) Obstaculizar o prohibir
injustificadamente la relación entre los hijos y el otro padre, cuando
éste último se encuentre cumpliendo sus obligaciones; c) Incumpliere
los acuerdos sobre visitas presentados ante el juez o las resoluciones
que el Tribunal dicte al respecto en forma injustificada; d) Formular
falsas denuncias sobre la conducta del otro padre que digan relación
con el trato que éste da a los hijos.
Asimismo, el juez podrá suspender el derecho a visitas del padre o
madre que no tuviere a su cargo el cuidado de los hijos y que
incurriere en alguna de las conductas previstas en el inciso anterior o
instigare a terceros a hacerlo.
El padre o madre que, actuando personalmente o a través de terceros,
obliga al hijo a prestar falso testimonio en juicio, en indagaciones
policiales o peritajes, con miras a denostar al otro progenitor será
responsable civil y penalmente. Se aplicará respecto de él la pena
prevista para el falso testimonio."
d) Sustitúyese el artículo 245 del Código Civil por el siguiente:
"Artículo 245: Si los padres viven separados, la patria potestad será
ejercida en primer término, por ambos en conformidad con lo previsto
en el artículo anterior.
Si la tuición estuviere entregada a uno de los padres, éste ejercerá la
patria potestad.
No obstante, por resolución judicial fundada en el interés del hijo,
podrá atribuirse al otro padre la patria potestad. Se aplicará al acuerdo
o a la sentencia judicial, las normas sobre subinscripción previstas en
el artículo precedente."
ARTÍCULO SEGUNDO: Sustitúyese el artículo 104 de la ley N°19.968, sobre
Tribunales de Familia, por el siguiente:
ARTÍCULO 104: Procedencia de la mediación. Todo asunto de índole judicial en
que se discuta acerca del cuidado personal de los hijos, deberá ser sometido a
mediación.
Las demás materias de competencia de los juzgados de familia, excepto las
señaladas en el inciso final, podrán ser sometidas a un proceso de mediación
acordado o aceptado por las partes.
En los asuntos a que dé lugar la aplicación de la ley N° 19.325, sobre Violencia
Intrafamiliar, la mediación procederá en los términos y condiciones establecidos
en los artículos 96 y 97 de la presente ley.
Sin embargo, no se someterán a mediación los asuntos relativos al estado civil de
las personas, salvo en los casos contemplados por la Ley de Matrimonio Civil; la
declaración de interdicción; las causas sobre maltrato de niños, niñas o
adolescentes; y los procedimientos regulados en la ley N° 19.620, sobre
Adopción."
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