5 |uIio $ Itüippi Xa Clausula be la nación más favorecida los trataos be Chile en (IffiiBKcci&o en la pvubencia Santiago Imprenta íie <EltÜ£ Cetuantee 1912 'Qevis.ia be ~gexecfyo, guris: t} giencias Rociares) ^i^^^EÜ^I^IlB^^^^^^^t^©^!^ LA CLAUSULA DÉLA NACIÓN MAS FAVORECIDA BIST LOS TRATADOS DE CHILE Mucho se ha escrito sobre la cláusula de la na ción más favorecida, sobre su historia, sobre su alcance y su interpretación. Nuestro propósito, al escribir este artículo, no es tanto el de contribuir á esta discusión general, sino el de hacer una reseña histórica de la aplicación que la cláusula ha tenido los tratados de Chile, que estimamos interesante por et espíritu de solidaridad americana en que se ha inspirado y por el alcance que aún podrá tener en política comercial delNuevoMundo, política de Chile, que en los últi procurado un acercamiento comercial con las Repúblicas Latino— Americanas, no es sino la continuación de la política comercial iniciada por los primeros gobiernos que ha tenido la Repúpara la futura En realidad, la mos años ha bliea y que fué abandonada más tarde por que á í su razones tiempo expondremos. Durante los largos siglos había observado con del coloniaje, España colonias de América, sus una política restrictiva y estrecha, impidiendo á los ex tranjeros el acceso á sus territorios y monopoli zando enteramente, á favor de la metrópoli, el comercio de las colonias del Nuevo Mundo. Apenas las Repúblicas Latino-Americanas alcanzaron su emancipación, se apresuraron á abrir sus puertas al comercio de todas las naciones, ansiosas de gurarse tanto los beneficios económicos ticos del gran tráfico como ase poli internacional.^] Terminadas las guerras de independencia, y los poderes públicos, el Gobierno or de ganizados Chile se preocupó las relaciones de establecer sobre bases sólidas, políticas comerciales del y los demás estados del mundo, celebrando tratados de tratados, cia en los convenidos por Chile con Inglaterra dos del Zollverein Alemán en con con ellos amistad, comercioynavegaeión. Estos como 1846, país la mayor parte de en sus en 1854, con con Fran los Esta - 1862, etc. consagraban cláusulas, principios de Derecho Internacional que en aquella época toda' vía no formaban parte del derecho practicado por todas las naciones y que necesitaban, por esto, el expreso de los tratados: princi reconocimiento pios que en nuestro tiempo ya no son discutidos y nO requieren, por tanto, semejante reconocimien to convencional. r* Por lo que dicen la parte comercial, estos tratados i limitaban á se y otro país que los estipular recibirían el otro en productos de uno igual tratamiento al que recibían los de la nación extranjera más favorecida, de manera que no podían ser objeto de ninguna excepción desfavorable. Es decir, se acor daban una completa reciprocidad, tomando por base el tratamiento y beneficio que en uno y otro de los países contratantes se dispensase á la nación más favorecida. No pulación dadas esti estos tratados ^contenían de determinadas tarifas aduaneras, acor compensación de recíprocas ventajas. Ha sido un principio seguido invariablemente por la en política de Chile, dar sus en aduanas igual tra tamiento al comercio de todos los países, sin dis tinguir su procedencia; de manera que los produc tos manufacturados del lizar libremente la beneficiosa ciales, en su extranjero pudieran riva mercado, asegurando al país competencia de los intereses comer y El Gobierno del General Prieto ( 1831-1841), que país su constitución y sentó las bases de su organización política y administrativa, estimó que dio al ala anterior observada hacerse norma con una de conducta, invariablemente las naciones del excepción á Latino- Americanas^, En dente envió á las Cámaras Viejo Mundo, debía Repúblicas favor de las un que este Presi el año 1833, expresó mensaje en que creía justo hacer á este "principio de imparcia lidad" una excepción á favor de las Repúblicas Latino- Americanas, considerando que la comuni origen y la proximidad jeográfica creaba dad de entre ellas tomada una situación cuenta en en especial que merecía ser los tratados de Chile, y que debía encontrar su expresión en las ventajas co merciales y económicas que entre sí pudieran con mensaje hace referencia, además, al hecho quelos países Latino-Americanos se encuentra en situación análoga, por lo que dice al estado de sus industrias y á la necesidad de protección de éstas contra la ruinosa competencia del Viejo Mundo. venir. El de Considera consecuencia natural de la conveniencia de que los formen nos una industrias de cada de protección en de las una esta situación países La tino- America económica, en que las unidad Repúblicas las demás. Así se gocen abriría á cada industria el mercado de todo el continente Hispa no-Americano.^ la Veamos aplicación que en comercio de Chile encontró este los tratados de principio de favor Repúblicas Latino- Americanas, que no podía ponerse en práctica ni producir sus frutos si los á las países del Viejo Mundo no asentían á esta prefe rencia, El 7 de tratado tículo 10 de 1831 se firmó con México el Campino-Ramos Arispe, que en su ar estipula el tratamiento de la nación más favorecida, cional con marzo cuyo alcance limita en un artículo adi á.favor de los países de la lengua española, quienes hasta el año de 1810 Chile había for- V mar] o ambos misma nación, pudíendó países recíprocamente esos favo particulares ventajas, por iguales tratados convenciones especiales. una contratantes concederse res, ó ó Creía el Gobierno que dentro la comunidad de los países en especial mos y Latino-Americanos debía contemplar próxi la situación de los estados más vecinos, los cuales la comunidad de inte con y los vínculos de amistad tenían que ser aún más estrechos que con las Repúblicas de la América reses Latina situadas á mayor distancia. Muy sujestiva interesante é es la Convención General de Paz, Amistad, Comercio y Navegación, celebrada entre Chile y los Estados Unidos de Amé rica en 1834, negociada por parte de Chile, por don Andrés Bello. Dice el artículo 2">: ET "La República de América, Chile y los Estados Unidos de deseando vivir en paz y armonía demás naciones de la tierra, tica franca é obligan mutuamente á no ticulares á otras naciones, pormedio amistosa igualmente de con con una las poli' todas, se conceder favores par respecto á comercio con navegación, que no se hagan inmediatamente á una ú otra, quien gozará de los mismos libremente, si la concesión fuese hecha libremente, ó prestando la misma compensación, si la concesión y comunes fuese condicional. Bien entendido que las relacio nes y convenciones puedan celebrarse en que lo actualmente existen, futuro, entre la ó República de Chile y la República de Bolivía, la Federación de Centro América, la República de Colombia, los Estados Unidos de México, la República del Perúv ó las Provincias Unidas del Río de la Plata, for marán una á á este artículo". excepciones Como si no una > fuera bastante acordada á las se esplícita la excepción Repúblicas Latino-Americanos que enumera, creyeron conveniente dar las partes contratantes en convención adi una cional y explicatoria la razón de ser de esta excep ción, fundada como dice testualmente la conven ción adicional, "en la íntima conexión é identidad de los sentimientos é intereses de los dos americanos, que cuerpo político bajo L nuevos fueron miembros de la dominación un esta mismo española". Los Estados Unidos reconocieron de un modo expreso que no eran estensivas á ellos las razones que autorizaban entre las Repúblicas Latino-Ame ricanas una política de favores y de comerciales. No existen, en efecto, excepciones- entre Estados- Unidos y la América Latina la comunidad de orí- religión que vincula entre síá las antiguas colonias españolas. Ambas secciones del continente están pobladas por una raza diferente,. con tradiciones políticas distintas, y noeran, ni po dían ser, en consecuencia, idénticos sus problemas políticos y económicos, ó si lo eran, no podían congen, deidioma y de í política de aproximamiento Repúblicas Latino-Americanas La las el Gobierno del General completa expresión celebrado con en Prieto, el tratado económico con. que perseguía encoitró su más- Renjifo— Tábara el Perú el año 1835. Las partes se conceden este en de 1.a mitad se hallaban tratado, recíprocamente, rebaja de los derechos de internación gravados, con que podían gravarse, las mer más favorecida, excepción ó caderías de la nación hecha de las mercaderías provenientes de los nue estados constituidos dentro de los límites que antigua América Española á fines de vos reconocía la 1809, cuando por tratados solemnes estos estados en Chile ó en el Perú, de rebaja especial gozaran, los derechos de entrada, en j Como la inclusión de este acuerdo tratado celebrado por con las Repúblicas anular de hecho potencias estranjeras podia ventajas cualquier en de ambas una consultadas por él, ambas partes se á rehusar igual favor á otras na comprometieron ciones que no fueran los Americanos, con mente. Al efecto, quiera con que obligaban dejara Estados podrían Hispano- tratar á insertar ajustaran en libre cual sobre comercio clara y expresa á salvo el derecho de hacerse entre sí potencias, esta clase de una reserva especiales En el caso, por contratantes cas se convención que dichas nuevos quienes solo convenciones. último, de otorgara á Hispano-Americanas que una cualquiera de las partes de las Repúbli mayores favores de los que por el tratado en referencia se concedían entre sí Chile y el Perú, la otra parte debía en el acto entrar libre, ó vor era á gozarlos libremente, si la concesión era prestando la misma compensación, si el fa condicional. El anterior tratado era la expresión más acen \ tuada de la de favor que el Gobierno de los estados vecinos. Por desgracia política Chile seguía con este tratado no por el General tuvo vida. Salaverry, Ratificado en el Perú fué invalidado por la ad ministración que le sucedió. Su interés solo tórico, El tratado de paz, es his comercio y navega ción convenido entre Chile y la República de Nueva Granada, en 1844, contiene el tratamiento de la amistad, nación más favorecida mos. en Los contratantes favores particulares los términos que conoce obligan á no conceder se á otras naciones que hicieran inmediatamente comunes á una y no se otra, que gozarían de los mismos libremente, si la conce sión hubiera sido hecha libremente, ó prestando la misma si la concesión hubiera sido compensación, condicional. '■' De los la países del Viejo Mundo, solo la Francia y Bélgica aceptaron la excepción á favor de los países Latino Americanos. con Francia provisional en en El tratado celebrado 1846 fué completado por un artículo 1852, que expresa que el tratamien to de la nación más favorecida convenido para los productos naturales ó manufacturados originarios del territorio de la una ó de la otra parte contra á Chile acordar á una de las no impediría Repúblicas vecinas de la América del Sur, íavores especiales para productos de su suelo ó de su in dustria, en cambio de favores de igual importancia tante, que fueran concedidos análogos de Chile. en ese país á los productos 11 El tratado celebrado signa asimismo esta ¿Por qué vio con Bélgica excepción. *■? el Gobierno de Chile en 1858 tuvo éxito con' y se á abandonar esta obligado mamiento comercial las con En contestación á esta política de aproxiRepúblicas hermanas? pregunta transcribimos párrafo de un Bello "el Araucano", del en no artículo publicado un por don Andrés año 1845 * órgano ofi tiempo, del Gobierno de Chile. Citamos oportunidad á don Andrés Bello, porque la imparcialidad de su juicio y su espíritu de justicia, así como su americanismo, están fuera de toda dis cusión. Fué además, durante largos años, sub cial, en en su esta secretario del Ministerio de Relaciones Exteriores é inspirador manera de la internacional de Chile, de política que habla con todo conocimiento de causa. Dice el eminente escritor: f "Hubo fesaba vos tiempo en que nuestro Gobierno principios algo diferentes en favor délos un estados. Creia pactos comerciales servasen las pro nue y conveniente que en sus las grandes potencias se re justo con Repúblicas Hispano— Americanas la fa unas a otras favores especiales cultad de otorgarse que sirviesen de fomento a su naciente industria, y el Presidente lo espresó así varias veces en sus dis cursos de apertura. En conformidad á estas miras de liberal fraternidad, se estipuló un tratado con el Perú, que fué ratificado por el General Salaverry, é invalidado por la admistración que le sucedió. * Bello. Obras completas. Tomo X, pág. 572 y 573. servían estas disposiciones de Chile, podían ó no querían corresponder á ellas las Repúblicas hermanas? La antigua Colom bia se había ligado á la Gran Bretaña por un tra tado perpetuo, que no le permitía conceder á nin gún estado privilejios eseepcionnles; y los tres esta Pero ¿de qué cuando dos no de Venezuela, Nueva Granada y el Ecuador, obligación, la han reconocido en herederos de esta pactos posteriores y permanecen indefinida sus mente mo sujetos caso á ella. Buenos Aires desde la se halla enel mis del reconocimiento de la época por la Gran Bretaña. Otro tanto ha sucedido á Méjico. Bolivia celebró con la Francia un Independencia tratado en que tampoco se reservó la facultad de distinguir á las Repúblicas hermanas con estipula dones especiales y no hace mucho que trató en los mismos términos v por tiempo ilimitado con la Gran Bretaña."1 Esa misma base apareció en el tra' tado de esa poíenciacon el General Santa Cruz, co ele la Confederación Perú-Boliviana; y aun que entendemos que el Gobierno hermano ha pretendido rechazarlo como celebrado por autoridad jefe mo ilejítima, ignoramos todavía la solución de esta Pero supongamos que el Perú se ha liase enteramente libre para arreglar sus relaciones controversia. con la nosotros como prosperidad mejor de Chile mulados celos. Este das sus le con espíritu pareciese/ El mezquinos Perú vé y mal disi ha dominado casi to administraciones. Se ha considerado la si- tuación'jeográfica para Chile, y se de Valparaíso como una ventaja ha creído que el interés nacional del Perú consistía pendido sus en anonadarla. A reglamentos fiscales. esto ¿Podría han pro esperar que, cuando el Perú ha querido apropiarse hasta la fabricación de las harinas que se elaboraban pa se ra su consumo con el trigo chileno, mirase con más benevolencia otros productos á que le convida un suelo que en la feracidad de primeras materias ha ce muchas ventajas al nuestro? De todo esto concluimos que la excepción á favor de los estados hispanos-americanos no haria más que embarazar las negociaciones de Chile con las naciones extran jeras, sin provecho alguno, ni para Chile ni para aquellos estados.TPodemos decir, sin temor de con tradición, que ninguno de los gobiernos de Améri ca abriga sentimientos mas eminentemente ameri canos que el nuestro; v que, cuando él adoptó co mo base de sus ordenanzas comerciales la igualdad absoluta para todas las naciones del antiguo y del nuevo hemisferio, fué después de haber perdido to da esperaza de su política anterior fuese imitada y e-orrespondida." "No nos detendremos á considerar los efectos de fuerte tarifa diferencial, cual seria necesario para que los pi ivili g'os aprovechasen á los nuevos una estados, porque las observaciones anteriores de que Chileno ganaria nada con retener que por una larga época profesó él sótodas las nuevas Repúblicas, y que pugna actualmente con las obligaciones indisolubles con muestran un 'o principio entre traídas por la mayor parte, y las mas considera bles de ellas, v sobre todo por las que son llamadas á relaciones cordiales y estrec.li.is coi nosotros. Lo peores que no se vé fin á este orden de cosas; Nue va vez Granada y Venezuela han solicitado mas de una alterar algunas de las cláusulas de su tratado con la Gran Bretaña, y no han podido lograrlo.. impone por el pacto inicia' aquella potencia debares perpetuos; y si en Finalmente Chile do con no se los diez años que está destinado á durar, variasen las relaciones de las otras Repúblicas coa la Europa, nada le ca, impediría, reasumir una no espiración de está á pesar de sus le seria dado hacer uso de ella." temporalmente, ciones, á la y cuando, En I 896 el Gobierno de Chile desahuciar los épo facultad á la que sólo renuncia antiguostratados estados del Zollverein Alemán creyó disposi conveniente celebradoseon los 1862, con Gran Bretaña en 1854, con Francia en 1846, con Italia en 1858, con Méjico en 1831. Estos tratados, cele en brados hacía tantos años, estaban por decirlo así, anticuados. Algunas de sus estipulaciones se en. contraban en pugna con la legislación posterior de Chile, otras no eran equitativas, óno ofrecían com pensaciones que pudieran traducirse en ventajas reales y positivas, y aun había cláusulas que con cedían privilegios y favores sin el correspondiente gravamen de la otra parte contratante, El Gobierno, por otra parte, quería responder á un movimiento de opinión pública que deseaba una aproximación comercial con los demás estados la americanos, lo que en realidad venía á ser la política que en otro tiempo y con tan poco éxito habianpratrocinadodon Andrés Bello y don Diego Portales, el omnipotente minis tro del general Prieto. £ Para crear una situación privilegiada al comer cio de las Repúblicas Latino-americanas, era nece sario desahuciar los tratados pendientes con los paises del Viejo Mundo, pues sólo dos de éstos, co tino continuación de la mo hemos visto, ción del gobierno no entrababan la libertad de en sus relaciones comerciales ac con la América- Latina. las convenciones desahuciadas el 31 de Espiraron marzo de 1897 y desde esta mamiento fecha, quedó para comercial el Gobierno seguir con su las en libertad, política de aproxíRepúblicas Latino- Amerieanas. "^ "Tiene el Gobierno el íntimo convencimiento, dice Departamento de Relaciones Este- la Memoria del riores de 1897, de que el ajuste ciales entre obra esos política de convenios pueblos, junto con comer realizar una de muchísima significación para afian la paz del continente y para fomentar aproxi maciones beneficiosas de todo orden, está llamado zar muy principalmente, á impulsar el más capital de los intereses económicos que le son comunes". intactas, los más, cuyas fuentes de riqueza están cuyas fuerzas de trabajo se resienten de falta de impulso, "Países, insensible, y cuyo progreso es lento, casi deben necesariamente entrar en una evolución comercial activa que les abra, mediante un intercambio ductos, privilegiado una era y recíproco de sus prosperidad". pro de desarrollo y En obedecimiento á propósitos se propuso el Gobierno celebrar con las Repúblicas de la Amé rica-Latiria tratados de comercio que suprimieran ó redujeran los derechos aduaneros sobre las im portaciones de un país á otro, en la esperanza de queestas liberaciones ó rebajas hicieran nacer entre estos ellas corrientes de intercambio comercial. La prensa acojió estas ideas con entusiasmo. Kl pone en contacto los pueblos, los apreciarse mutuamente, y las re [aciones mercantiles, lejos de ser de un orden mate rial únicamente, llevan siempre mezclado un ele mentó moral y político que se traduce en mutuas simpatías y afectos, Las corrientes comerciales que pudieran crearse el amparo de estapolítica de favor y de excepción entre las Repúblicas de la América Latina, serían el lazo de unión más sólido entre países á los cua les la proximidad geográfica, la comunidad de orígen, de lengua y de costumbres, han hecho her comercio, hace se dijo, conocerse y manas. Fenecidos los tratados que se habían desahucia presentó el año 1897 al Poder Le- dos el Gobierno un proyecto de ley que lo autorizaba pro rrogar estos tratados si los países interesados de] Viejo Mundo aceptaban la cláusula de la nación jislativo más favorecida con la excepción de que no se estén- X derían á ellos los favores, privilegios y exenciones á las naciones de la América Latina. En otorgados consecuencia propuso á los gobiernos de los men cionados países, revalidar sobre las bases expresa das los tratados qué habían expirado 1897. en desestimó por un momento la importancia que tienen para Chile las prósperas relaciones co merciales gon Europa. Se creyó que las franquicias L No se especiales y recíprocas que pudieran otorgarse entre sí las Repúblicas de la América Latina y que no pudieran ser reclamadas por otros países, no im portaban una política de exclusión ni de hostilidad para Europa, los gobiernos de cuyos países, era de esperar, reconocerían como lo habían hecho los Estados Unidos, la Francia y la Bélgica en los tados que hemos mencionado, la justicia y midad de estas aspiraciones de solidaridad cana. Los países de Europa no tenían en tra legiti nmer realidad motivo para temer que esta política excluyera en forma sensible el comercio de ellos en beneficio de alguna de las Repúblicas Hispano- Americanas, aten dido el rudimentario desarrollo de las industrias de éstas. í ' . En 1897 se celebró con Suizael siguiente tratado, que transcribimos íntegro por su brevedad y por ser casi de igual tenor todos los posteriormente celebrados. He aquí el texto: "1.— Los ciudadanos y los Suiza y los ciudadanos y tendrán en productos productos chilenos tamiento de la nación más en suizos en Chile, adelante, sin restricción alguna, el favorecida y tra serán 18 admitidos, en consecuencia, al goce de cualquier favor, privilegio ó inmunidad que en Suiza ó en se acordaren á los ciudadanos y productos cualquier otra nación". Las estipulaciones consignadas en el artículo anterior, no comprenden los casos en que Chile acordare favores especiales, exenciones ó privilegios álos productos de otros estados latino americanos. Queda entendido que tales concesiones no podrán Chile de "II. ser — reclamadas por parte de Suiza, á título de ción más favorecida, sino cuando estado un que no forme se na otorgaren á parte de la América Latina. "III.— El presente tratado regirá desde el día del canje de sus ratificaciones y será obligatorio hasta año después que lo denuncie alguna de las Altas Partes Contratantes. Será ratificado y las ratifica un ciones bieve de Chile canjeadas en Santiago plazo posible". Con Italia tenor. se firmóen 1898 un La comisión del Senado en el más tratado del mismo encargada de in formar sobre este tratado, al tomar en considera ción el artículo 29, que establece la excepción á la cláusula excepción tos en estudio, expresó no se más el deseo de que limitara á la reducción de aduaneros, sino que se redactara en la impues términos generales, comprensivos de todas las franqui recíprocos beneficios que con las Repúblicas estipular. cias ó Americanas conviniera ' Con Dinamarca y de comercio en se firmó 1899, un tratado de amistad cuyo texto es igual al del pacto suizo chileno. Hay un protocolo complemen tario firmado el 30 de noviembre de 1905, que agrega los siguientes artículos: "l9 La excepción del tratamiento de la nación favorecida, estipulada en el artículo 29, será aplicable á las franquicias comerciales de toda es pecie, lo mismo que á las concesiones especiales en materia dederechos de puertos y muelles é impuesto de faros ú otros impuestos á la navegación, de tal manera que Dinamarca no podrá reclamar las fran quicias ó favores en estas materias que sean acor dadas á algún estado de Centro ó Sud— América, siempre que no sean acordadas á ningún estado más fuera del continente Centro ó Sud-Americano. 29 Ambos contratantes se reservan el derecho de alterar las leyes y reglamentos que rijan el comercio de cabotaje en favor de los armadores nacionales. Chile podrá extender estos favores á los armadores de los otros estados Centro y Sud-Americanos, y Dinamarca á los armadores de los otros estados escandinavos, sin poder Dinamarca reclamar las concedidas por Chile á los estados Centro y Sud-Americanos, ni Chile las concedidas por Dinamarca á los estados escandinavos, siempre franquicias que no se hagan extensivas á ningún estado de los mencionados. 3' En el casoque surgieren divergencias éntrelas Altas Partes Contratantes sobre la interpretación y aplicación adicional) del tratado que no puedan (incluyendo ser el artículo allanadas por medio negociaciones diplomáticas, serán sometidas al arbitraje de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya".1 Aunque más extenso que el tratado con Suiza, de tiene el mismo fondo el tratado de comercio y amis con el Japón, firmado en "Washington el 25 de Septiembre de 1897, por los representantes de am países. Deseando explicar con toda claridad el alcance tad bos de las cláusulas relativas al tratamiento de la ción más favorecidas, consignadas celebró do, se una convención ciona!, que las en en Tokio, en este el 16 de Octubre de na trata 1899, quecompleta, por un artículo adi el referido tratado. En cambíoá la salvedad este artículo adicional hace Chile á favorde el repúblicas Latino-Americanas, Japón se reser vó la facultad de otorgar á las naciones indepen dientes del Asia concesiones no extensivas á Chile. Precedió á la celebración complementaria de la reserva de esta convención uncambio denotas sobre el alcance que hacía el Japón á favor de. los del Asia, para dejar en claro que las nacio europeas que tienen protectorados ó zonas de pueblos nes influencia en este continente no alcanzan á ser beneficiadas por la En lugar de la innecesarias res, los bases nuevos tratados se han celebrado sobre claras y comprensivas á la vez, que perfectamente los propósitos de amistad recíproco favor de los países contratantes. sencillas, satisfacen y de excepción. larga serie de las anticuadas é extipulaciones de los pactos anterio La cláusula de la nación más favorecida ha recihido en los nuevos tratados de la que tenía se obligaban otras en á naciones, gación, que los una antiguos. redacción diferente En éstos las partes conceder favores no respecto á con su particulares comercio ó á nave hicieran extensivos inmediata-i no se la otra, que debía gozar de estos favores libremente, si la concesión había sido hecha libre mente á mente, ó prestando la misma compensación, compensación más aproximadamente igual, concesión había sido condicional. En los tratados se estipula la restricción ni condición Del tratamiento sobre la base de forma tan janza precisa excepción alguna. de la en si la nuevos lisa y llana, sin nación más favorecida reciprocidad, los tratados de la fórmula ó la enunciada antiguos, en una á seme. por los Estados Uni empleada pasado al tratamiento sobre la base amplia y general, cuyos beneficios se hacen exten sivos al otro contratante, sin distinguir si las con cesiones ó terceros han sido hechas gratuita ú dos, se ha onerosamente. ¿Por qué los parte ha de gozar sin sacrificios de y favores que á un tercero sólo se precio de los que éste haga á su una privilegios conceden como vez? No parece equitativo que el otro contratante aproveche gratuitamente las concesiones compra por decirlo así, deterceros. Por su parte los partidarios de la das, amplia entre y su general carácter aplicación de la cláusula, que no distingue ú oneroso, acogen esta gratuito K fl I.A fórmula con ([■'■¡■1.1 el DE l.A MACIÓN MÍ8 FAVORECIDA propósito de que ninguna otra na ción ocupe, por motivo alguno, situación másfavorable en el comercio de la nación amiga, No es intención discutir las nuestra inconvenientes de tamos con uno ventajas é- y otro sistema. Nos conten señalar el cambio. En libertad el Gobierno de Chile para tratados comerciales Americanas, sus para ofreciera, en con las pudiera que productos, celebró los en negociar Repúblicas Latinofranquicias- obtener cambio de las que él Íesde tra siguientes proyectos tados: Con el Brasil el de 4 de mayo de 1897; Con Guatemala el de 20 de abril de 1900; Con Nicaragua el de 21 de Con Ecuador el de 30 de Estos tratados no marzo marzo de 1901; de 1898. han recibido hasta la fecha la' aprobación legislativa en Chile. ¿A qué se debe quehayan sido ratificados todavía, y que tan gene aspiración como lo es la de fomentar las tela eiones comerciales con los países Latino-America nos, no haya sido llevada al terreno de los hechos?" La contestación á esta pregunta exigiriá un exa no rosa detenido de cada uno de los tratados en pro lo que nos llevaría fuera del propósito que hemos tenido al escribir este artículo. Nos limita men yecto, mos á algunas observaciones generales. EN LOS TRATADOS DE 33 r-llll.E juicio se han exgerado, hoy por hoy, las posibilidades de un comercio cuantioso y activo «ntre las repúblicas latino-americanas. Estas exportan en general á Estados Unidos ó al Viejo Mundo sus riquezas naturales, los productos de sus industrias extractivas, para importar, en A nuestro 1 retorno, artículos manufacturados, Entre los países hispano-americanos puede te lugar, por ahora, únicamente, un comercio á restringido cierto número de productos; comer cio cuya importancia siempre será inferior al que ner éstos países mantienen con Estados Unidos y con Mundo. Sólo exis las grandes potencias ten condiciones económicas para el intercambio de reducido número de productos, á saber, de un aquellos so del Viejo que por las diferencias de clima del exten no se extraen de una ú continente americano otra región encuentran del continente. Los del suelo de un mercado en los Chile países tropicales, cuyo clima no favorece el cultivo de estos produc tos, y los frutos que á su vez madura el calor de la tórrida, no pueden producirse en Chile, en algunos de ellos constituyen un importante zona donde artículo de Es consumo. ^ fácil demostrar la conveniencia de tratados de comercio y el valor moral y político de las rela ciones económicas que por ellos se generan; pero se olvida que el comercio desatiende por completo consideraciones de amistad ó simpatía y que sólo na ce y prospera cuando encuentra ciertas condiciones económicas que incitan el espíritu de lucro, de toda actividad comercial, Respecto de algunos de estos tratados resorte puede ha la observación de que los artículos cuya im portación favorecen, no son ni pueden ser objeto de cerse uncomercio abundante y lucrativo, por consumo cuantioso, careciendo, en nacer no ser de consecuencia, de importancia práctica la rebajade derechos ros, que no produciría el anhelado efecto aduane de hacer corrientes comerciales. En otros casos, la concesión de los favores adua resultaría neros ineficaz, mientras se no provea previamente al establecimiento de líneas de nave gación que permitan trasportar de un país á otro los productos favorecidos. Los tratados que desde tantos años esperan su son más bien obra de la buena volun ratificación tad y de los cordiales deseos de crear intereses co merciales, que de un estudio completo y detenido- de las condiciones económicas de los países contra tantes, La tarea preparación de tratados de comercio mui difícil: ante todo zado las bases de política comercial, un que es encauce por rumbos nientes el desarrollo de las distintas producción es una necesario haber tra plan general, metódico, nacional. La ponderación de conve ramas de la de los recí procos intereses, para llegar á una equivalencia en los beneficios, es una tarea difícil é ingrata, que- presuponeel estudio detenido de los problemas eco países con nómicos y financieros de cadauno de los los cuales pudiéramos obligarnos comercio, éstos, si. Y por tratados de sonel resultado del estu no dio que liemos amistad y constante indicado, lejos de ser un factor de simpatía, se convierten en una fuente de dificultades, odios y discusiones La formación de cas y aduaneras grandes agrupaciones es uno económi de los fenómenos caracte rísticos del desarrollo económico del siglo XX. Es consecuencia, en general, de la unificación política de algunos estados, de la expansión territorial de otros, y del portentoso crecimiento de la casi todos ellos. riqueza en La Francia, la Italia, la Rusia, la Inglatera, la Alemania, los Estados Unidos constituyen á la vez grandes unidades políticas y económicas, capaces, en primer lugar, de abastecerse así mismas, y de formar, en seguida, poderosos elementos de expan sión y de conquista en los mercados del mundo. El Zollverein, la asociación aduanera de los dis tintos estados que forman el Imperio Alemán, ha sido el primer paso dado para alcanzar la unidad política del Imperio. En Inglaterra y en suscolonias un poderoso par tido que parece aumentar de influencia cada día, persigue la formación de una unión aduanera que. mediante tajas un sistema de recíprocos comerciales entre la metrópoli favores y veny sus colonias forme de ambas una unidad económica, ligándolas por vínculos más fuertesque la comunidad de gen, de idiomas ó de tradiciones, Repetidas cia de tria, una entre veces se ha discutido la ori convenien unión aduanera entre Alemania y Aus Bélgica y Francia. Vemos que la comunidad de origen trae consigo la unidad de idioma, de religión y de costumbres, y muchas ta veces semejanza también tiene por consecuencia cier las instituciones políticas y en las en formas de Gobierno: de ahí que esa comunidad ge nere lazos de un valor político efectivo, que son susceptibles de traducirse en medidas de un orden económico y comercial, ¿Será aventurado pensar, en vista de estos he que á medida que desaparezcan ó se atenúen las rivalidades entre las repúblicas latino-ameri chos, en que se construyan los ferro carriles internacionales y sí multipliquen las comu' canas, que al paso compenetren los intereses económicos y aumenten las relaciones merciales de las repúblicas latinas de América? co- nicaeiones marítimas, también Para dar car el una problema se respuesta acertada, hay en su que colo verdadero terreno. Parecen encontrarse reunidas todas las condicio nes para la formación de é involuntariamente problemas la un Zollverein americano, ocurre al que estudia estos posibilidad de una unión aduanera de los estados americanos No queremos en esta oportunidad hacer la historía de esta idea. Tendríamos que empezar por el examen délas generosas ilusiones que abrigó Simón Bolívar cuando en 1822 promovió la reunión de los nacientes estados americanos pués do con en el estudio del en Panamá, seguir des de Lima, celebra Congreso 1847, para terminar con la crítica de la unión aduanera pan -americana que Mr. Blaine propuso Washington el año de 1889 y cuya suerte es de en masiado conocida. El proyecto de Mr. Blaine, la creación de una repúblicas latino-ameri unión aduanera entre las canas y los Estados Unidos de América, table para las ca primeras, era inacep cuya autonomía económi su fracaso tan com amenazaba seriamente. Fué pleto como ruidoso, riormente tuvieron ro y en de sus Buenos y las conferencias que lugaren Méjico, en Aires, Rio de poste Janei descartaron cuidadosamente programas el tema de las uniones aduaneras que, sobre todo listas y de la Unidos, en vista de las tendencias imperia política de expansión de los Estados despertado recelos muy profundos. habría Estas conferencias se limitaroná estudiar las me didas económicas y aduaneras que pudieran fomen tar el comercio de los países concurrentes sin afectar su régimen aduanero. Sus resoluciones, que se po inofensivas, sólo tratan de la dis drían calificar de tribución de informaciones comerciales, de la uni formidad de las estadísticas, de los documentos y derechos consulares y de las trasmitaciones aduaUna unión aduanera entre las americanas no repúblicas latino peligros del pro- ofrecería lo mismos yecto nos de Mr. utópica Blaine, sin por esto de dejar ser me é irrealizable. Ella carecería de razón de ser, porque no respon. de, por ahora, á necesidad alguna. No existe hoy hoy en las repúblicas latino-americanas, la piración de formar una unidad política, para por la cual constituiría el canzar iicación económica. Basta primer por otra as al paso la uni parte enun sus dificultades para dejar demostrada su im practicabilidad. Semejante unión presupondría la adopción por ciar todas las repúblicas, de una misma tarifa aduanera, lo que importaría para los países concurrentes el sacrificio de una parte de su autonomía econó mica, en del más estados beneficio de la mayoría, ó de ordinario, fuerte, renuncia que jóvenes que apenas pendiente. esperarse de á la vida inde puede no nacen -' Basta pensar en la lucha de contrapuestos inte que se desencadena en un país cuando se trata la tarifa aduanera, para representarse las dificultades que ofrecería la discusión de una tarifa reses de fijar común entre distintos estados, que han alcanzado diverso grado dedesarrollo económico, y cuyas ne cuando noson cesidades, antagónicas, son tan dife rentes que marco de no se una concibe la manera de aplicarles misma tarifa aduanera. No Chile estuviera creo el que dispuestoá compartir con sus veci" nos, en obsequio á la solidaridad latino-americana, las utilidades del derecho de exportación sobre el salitre. La idea de Zollverein americano un no la mente de' tan clarovidentes estadistas perturbó como lo Prieto y don Diego Portales. A su admirable sentido práctico no habrían escapado, fueron el diré las dificultades, sino la no de general impracticabilidad semejante proyecto. Al estipular á la recida la excepción sito á reservar celebrar cláusula de la nación más favo que Chile estudiamos, fué su propó libertad de acción para su repúblicas latino-americanas tra tados de comercio de recíprocos favores, ajustados á las necesidades de cada caso, que contemplaran las especiales condiciones y particulares intereses deseada una de las Repúblicas contratantes, que con las necesariamente tenían que diferir de una á otra, en vista de su diversidad de producción y de su dis tinto desarrollo económico. ¿Parece innecesario decir que el Gobierno de Chile, en 1897 los ant-guos tratados de paz al denunciar y amistad con los países renovarlossobrela poco tuvo en vista de nueva otro Europa con el objeto de base que conocemos, tam que el de reser propósito completa libertad de acción para celebrar con repúblicas americanas los tratados de comercio varse las que según las circunstancias de cada caso convinie ra ajustar. La celebración de semejantes tratados parciales de comercio es, sin duda, tarea más modes ta que la formación de un Zollverein americano, pero es una idea perfectamente realizable, que fecunda en beneficiosos resultados. puede ser Talvez pueda afirmarse con buenas razones que a política de aproximamiento comercial entre las repúblicas hispano-americanas, á lo menos por lo que dice á las tentativas hechas por Chile, y de que hablamos en un párrafo anterior, ha sido un tanto prematura.- Es un hecho, en todo caso, que los esfuerzos realizados hasta ahora para convertir la en realidad, han sino ineficaces, pero no hay, por esto, motivo para declarar utópica semejante política, y sobre todo para estimar inoportunas las medidas encaminadas á despejar el campo á este movimiento de amistad comercial entre los países hispano ■' americanos. Francia, Bélgica, Estados Unidos, hanreconocido primeros tratados con Chile la justicia de semejante aspiración: Italia, Suiza, Dinamarca y el Japón han hecho otro tanto en sus tratados más en sus recientes. Aún más, los últimos dos han consultado á favor de otras naciones con quienes solo las liga un vínculo de común origen, unaexcepción análoga á la que Chile procura reservarse países latino-americanos. Abriguemos á favor de los \ la esperanza de que las demás repú adopten algún día la poli- blicas latino-americanas tica de no celebrar con los países del Viejo Mundo y con los Estados Unidosde América sino tratados comerciales que consulten la excepción de que tra tamos. Tendrán así en el porvenir la libertad de acción necesaria para realizar en lo que tiene de práctico y hacedero la aspiración de ligar por inte reses comerciales á las repúblicas de la América Latina. Julio Philippi.