Monitor Semanal Tributario y Legal La Apostilla suplantará la legalización de documentos en Uruguay Con fecha 23 de agosto de 2011 el Poder Ejecutivo envió al Parlamento para su consideración, un Proyecto de Ley por el cual se aprueba el Convenio Suprimiendo la Exigencia de Legalización de los Documentos Públicos Extranjeros, suscrito en la Haya el día 5 de octubre de 1961 (en adelante, el Convenio). ¿Qué es la legalización? Se envió al Parlamento un Proyecto de Ley por el cual se aprueba el Convenio que suprime la exigencia de legalización de documentos. Para que un documento público emitido en un país, que como el nuestro, no es parte del Convenio, surta efectos en otros países, es necesario seguir un proceso (legalización), que implica la presentación del documento ante varias autoridades, incluyendo la consular del país al que el documento está destinado. Este proceso de legalización permite que el documento tenga validez en el extranjero. Lo mismo ocurre en el caso de documentos que son emitidos en el extranjero, y que deben surtir efectos en nuestro país. Dichos documentos deben ser legalizados en el Consulado Uruguayo del país de origen (es decir donde fueron emitidos) previo pasaje por el organismo interno correspondiente, si fuere pertinente, y luego -una vez en Uruguay- deben ser presentados ante nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, culminando así el trámite de legalización. La intervención del Ministerio es necesaria para acreditar que el Cónsul firmante en el exterior se encuentra oficialmente acreditado por el Estado Uruguayo para dichos fines. La legalización es un proceso relativamente costoso, y el tiempo involucrado muchas veces se presenta como un inconveniente que enlentece el trámite para el que la legalización del documento es requerida. En el caso de documentos emitidos en nuestro país, las etapas internas del proceso de legalización insumen aproximadamente una semana. A ello debe adicionarse el tiempo que demora el documento en arribar a destino y el que insume la culminación del trámite ante el organismo correspondiente en dicho país. Estos tiempos suelen ser aún mas considerables cuando se trata de documentos que son emitidos en el exterior y que pretenden hacerse valer en nuestro país, sobre todo cuando se emiten en lugares en los que no existen cónsules Uruguayos acreditados y es preciso que el documento viaje varios kilómetros para alcanzar el consulado más cercano. © 2011 KPMG Sociedad Civil, sociedad civil uruguaya y firma miembro de la red de firmas miembro independientes de KPMG afiliadas a KPMG International Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Derechos reservados. 16 de setiembre de 2011, N° 432 Monitor Semanal Considerando esta realidad es que la Convención de la Haya estableció el sistema de la Apostilla, con la finalidad de facilitar y simplificar la circulación de los documentos públicos emitidos en un Estado Parte de la Convención, que deban ser presentados para surtir efectos en otro de los Estados Parte. ¿Cómo funciona la Apostilla? En la práctica la Apostilla se traduce en un simple sello que tiene la forma de cuadro, que se adhiere al propio documento y que certifica la autenticidad del original. Es en definitiva una certificación oficial que acredita que el documento es una copia verdadera del original. En el Convenio que aprueba la Apostilla, se establece que cada Estado Parte reconoce la eficacia jurídica de un documento público emitido en otro Estado Parte (siempre que cuenta con el sello correspondiente claro está). El documento apostillado es en consecuencia reconocido en cualquiera de los países que son Parte del Convenio, en los que la Apostilla reemplaza las formalidades del sistema de legalización diplomática y consular de documentos en cadena. Para los países que no se encuentran adheridos, se mantiene el sistema de legalización en cadena, tanto para los documentos que provienen de otros países como para los emitidos en países no miembros, que deban ser reconocidos en Estados que forman parte de la Convención. La utilidad de la Apostilla radica en consecuencia, en que lleva a la unificación de formalismos, facilitando la identificación de documentos y su aceptación en el extranjero. Los documentos certificados por Apostilla adquieren así reconocimiento en cualquiera de los 102 países que a la fecha son parte del Convenio. ¿Cuáles serían los beneficios de la Apostilla para nuestro país? Lo anterior coloca a los países que no son parte del Convenio en desventaja frente a los que sí lo son, dado los menores costos, formalidades y tiempos involucrados, frente al sistema tradicional de legalización. La Exposición de Motivos del Proyecto de Ley menciona que “la abrumadora mayoría de países que acogen las mayores colonias de compatriotas son miembros de la Convención” con lo que este cambio se convierte en una contribución del Ministerio de Relaciones Exteriores a favor de los ciudadanos Uruguayos. Asimismo, la Exposición de Motivos menciona el beneficio que para las empresas puede suponer el cambio, ya que la simplificación de los trámites facilita en forma indirecta la inversión extranjera. También se facilitan las actividades comerciales con países en los que no existe Consulado Uruguayo o que no tiene consulado en nuestro país. © 2011 KPMG Sociedad Civil, sociedad civil uruguaya y firma miembro de la red de firmas miembro independientes de KPMG afiliadas a KPMG International Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Derechos reservados. 16 de setiembre de 2011, N° 432 Monitor Semanal Para apreciar el beneficio que supondría adherir al Convenio, basta mencionar que Uruguay tiene presencia consular en 88 países (contra los 102 que son parte del convenio) y 38 países lo tienen en Uruguay. El cambio –de aprobarse por el Parlamento Nacional- redundará además en una reducción de costos y tiempos involucrados. A vía de ejemplo, mencionamos que el proceso de legalización de un documento emitido en nuestro país para ser presentado en Argentina tiene un costo aproximado a la fecha de $ 2.250 (sin perjuicio de los costos de envío y de culminación del trámite en Argentina) y una demora aproximada de 6 días. En cambio, si fuésemos un país Parte del Convenio podríamos apostillar el documento por un monto seguramente menor. Si bien cada país tiene libertad para definir el costo de la Apostilla, sirve a modo de ejemplo conocer que el costo de la Apostilla en Buenos Aires es del equivalente a unos $ 200 (pesos uruguayos) y se gestiona en el mismo día. El mismo costo y demora tiene la Apostilla en el estado de Nueva York. © 2011 KPMG Sociedad Civil, sociedad civil uruguaya y firma miembro de la red de firmas miembro independientes de KPMG afiliadas a KPMG International Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Derechos reservados. 16 de setiembre de 2011, N° 432