Púlpito El púlpito está situado en la intersección de la nave central con el crucero de la iglesia y su primera versión ya existía a finales del siglo XVI. Posteriormente se le añadió la escalera de piedra negra de Igea de Cornago, obra de los canteros Larrea, y su magnífico tornavoz barroco sobre el que destaca la imagen alegórica de la virtud de la Fé, que data de 1734 y es obra del cascantino José Serrano Jiménez. Este púlpito estuvo en uso hasta que, en 1969, se implantó la reforma litúrgica del concilio Vaticano II que lo relegó a la historia142. 173 Órgano Es el único órgano que se conserva de los numerosos que hubo en el monasterio. Este monumental instrumento musical, cuya realización data de 1567-1660, se encuentra situado en la nave central, en frente del púlpito y de la capilla de la virgen de la Barda, patrona de la villa. El instrumento barroco fue renovado completamente en 1800 y en 1929 desapareció por completo todo vestigio a excepción de su caja original. Habiendo sido restaurado con posterioridad en varias ocasiones. La última en 1997, cuando se le reincorporaron los tubos de batalla, correspondientes a algunos de los registros suprimidos en 1929, que sobresalen posición horizontal143. Desde el 23 de diciembre de 2002, este órgano de la parroquia de Santa María la Real de Fitero, a pesar de haber sido completamente renovado en el siglo XX, fue declarado como un Bien de Interés Cultural por sí mismo144. 174 Sepulcros A ambos lados del altar mayor se encuentran sendos sepulcros de piedra. El que está situado en el lado del Evangelio, que corresponde al enterramiento del abad fray Marcos de Villalba y que fue obra del escultor Antón de Zárraga, es de estilo renacentista, data de 1617 y es una imitación del sarcófago gótico que se encuentra en el lado de la Epístola, que data de las primeras décadas del siglo XIV. El cual, según la tradición, debía albergar los restos del arzobispo de Toledo y benefactor de este monasterio: Rodrigo Ximénez de Rada. A pesar de no ser cierto que éstos reposen en él, ya que se encuentran en el otro monasterio cisterciense del que también fue un gran benefactor: Santa María de Huerta (Soria)145. Sepulcro de Fray Marcos de Villalba, 1617. Sepulcro, siglo XIV. 177 Artes suntuarias Brazo-Relicario de san Raimundo Es la representación barroca de un brazo sobre una gran peana, ambos de plata maciza, que data de la primera mitad del siglo XVIII, el brazo, y de finales, la peana. En la palma de la mano tiene una abertura circular que contiene una reliquia de San Raimundo de Fitero146, cuyos restos se guardan en una arqueta de plata en la catedral de Toledo, aunque inicialmente estuvieron enterrados no lejos de allí, en Ciruelos, que es donde falleció hacia 1163147. Sin duda este relicario es una demostración del proceso que tuvo lugar desde comienzos del siglo XVIII, por el que se fue autorizando y extendiendo el culto a San Raimundo. Primero a toda la Orden de Cister, en 1702, luego a la Orden Militar de Calatrava, en 1718, a la diócesis de Tarazona en la que se encontraba el monasterio de Fitero, en 1727, al reino de Navarra, en 1766, y finalmente a todas las posesiones del rey de España, en 1800. Destacando que el culto a San Raimundo había comenzado en Francia, en el obispado de Comminges al cual pertenecía su lugar de nacimiento, Saint Gaudens, a principios del siglo XVIII148. Relicario del apóstol san Andrés Se trata de una cruz de plata maciza a manera de custodia u ostensorio, que data de comienzos del siglo XVIII y procede de un taller de Zaragoza, siendo también de estilo barroco149. Relicario del Lignum Crucis Esta reliquia de la Vera Cruz, data de la primera mitad del siglo XVII y se encuentra engastado en una cruz de plata con decoración barroca que data del siglo XIX150. Crucifijos Crucifijos siglo XVII1151. Relicario del obispo san Blas Portapaz Pequeña custodia de plata barroca del siglo XVII aunque su pie es del XIX152. Data de la segunda mitad del siglo XVIII y es de estilo rococó153. 179 Cálices, Custodias y Vinajeras Se conservan seis cálices de plata, cinco de estilo neoclásico y del siglo XIX, de los cuales uno forma parte de un juego compuesto también por unas vinajeras de plata. Así como un pequeño cáliz de la primera mitad del siglo XVI procedente de un taller de Zaragoza. También hay una Crismera de plata, compuesta por un vaso del siglo XVI con ástil de plata, del siglo XIX154. Finalmente, se conserva el cáliz de oro, del siglo XIX, que perteneció al obispo Miguel de los Santos Díaz y Gómara. Así como su pectoral de oro y amatistas. Cáliz de plata del siglo XVI. Cáliz y pectoral del Obispo Miguel de Los Santos Diaz y Gómara. Cálices de plata, siglo XIX. 180 Crismera de plata. Cálices de plata, siglo XIX. También hay un par de juegos de vinajeras neoclásicas del siglo XIX, siendo una de ellas parte del conjunto que forma con el cáliz madrileño de 1826155. Entre las custodias destacan una de bronce dorado del siglo XVII, de estilo purista, rematado en estrellas de piedras policromas del siglo XVIII, y otra de plata sin decoración que data del siglo XIX y que procede de un taller tudelano. 181 Santos Oleos Se conservan dos juegos de Santos Óleos. Porta-viáticos de plata Es una cajita semi-elíptica que seguramente data del siglo XVI156. Jarrilla de plata Se trata de una pequeña vasija de lavabo de comienzos del siglo XVII y estilo purista157. Restos de la cerámica de la comunidad cisterciense de Fitero 182 Coronas Finalmente, se conservan cuatro coronas de plata (parejas, pues llevaban corona tanto la virgen de la Barda como el niño Jesús) de mediana calidad y bastante deterioradas, una renacentista del último tercio del siglo XVI, modificada en el XIX, otra barroca de finales del siglo XVII, que incluye piezas de otra previa del siglo XVI, y otras dos coronas barrocas de hacia 1700158. Ademas de las coronas se conservan otros complementos del ajuar con el que se vestía y decoraba la talla de la virgen de la Barda, de los que también se muestra alguno. 183 Naveta de concha de Nautilus Data de la segunda mitad del siglo XVI, procede del norte de Europa, se trata de una concha de un nautilus decorada con insectos y montada sobre un pie de plata que la engarza con un dragón alado159. 184 Filigrana de plata Es un copón octogonal barroco y de posible origen hispano-americano160. 185 Arquetas Es probable que las arquetas, cuyo uso en el monasterio de Fitero fue el de estuche de reliquias, sean fruto del papel desempeñado por la Orden de Cister en la financiación y organización de la cruzada de las Navas de Tolosa a través del arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada161. Arqueta eucarística de cobre con esmaltes Se trata de una arqueta de cobre con esmaltes de Limoges o quizá de algún taller hispano, de Silos o Burgos, que data de finales del siglo XII o principios del XIII. Esto es, coetánea con los famosos esmaltes del retablo navarro de San Miguel in Excelsis de Aralar162. Desde el 23 de diciembre de 2002, el conjunto formado por esta píxide románica de esmaltes, las cinco arquetas de la parroquia, la naveta renacentista de concha y plata, y el cofre barroco de filigrana de plata de la parroquia de Santa María la Real de Fitero, que se muestran a continuación, es considerado como un Bien de Interés Cultural por sí mismo163, lo que pone de manifiesto que aunque también lo sea el desaparecido monasterio, no queda claro lo que con su declaración de 1931 está actualmente clasificado como tal. 186 Tres arquetas medievales de madera Se trata de un cofre románico del siglo XII, aunque su decoración puede que ya sea del XIII, y de otro cofre de estilo franco-gótico de finales del siglo XIII164. 188 A los que se añade una pequeña cajita de madera del siglo que data entre 1320 y 1326, con las armas de los Foces y las de Leet, cuyo uso original debió ser el de joyero165. 189 Arqueta de marfil siciliana Esta sencilla arqueta de chapas de marfil y armazón de madera probablemente date de finales del siglo XI, procedente de talleres sicilianos166. 190 Restos de otra arqueta de marfil Sólo se conservan dos chapas de otra arqueta que debió ser coetánea y similar a la anterior, esto es, de finales del siglo XI167. Restos de herrajes 191 Arqueta de marfil hispano-árabe Esta arqueta de marfil profusamente decorada, según la lectura e interpretación que para ser publicada en estas páginas ha facilitado el profesor Gustavo Turienzo y también como se ha venido publicando168, data del año 355 de la Hégira, esto es, entre el 28 de diciembre de 965 y 17 de diciembre de 966 d. C., y se trata de una obra que el orfebre musulmán Halaf, de la escuela de eboraria de la ciudad palatina Madinat alZahara (Córdoba). Según las novedosas conclusiones a las que llega el citado profesor, aunque con muchas reservas es posible que esta arqueta hubiese sido realizada para una concubina esclava calificada como Walada que, pocos meses antes, es cierto quecietamente tuvo un hijo con el califa de Córdoba al-Hakam II mientras éste estaba casado con una princesa del reino de Pamplona, llamada Aurora; también es probable que no fuese así y que se tratase de un regalo para una princesa de sangre Omeya, quizá una hija o sobrina del propio califa. Lo que podría cambiar el destinatario inicial de esta arqueta con respecto a lo publicado hasta ahora, incluidas otras lecturas e interpretaciones publicadas que han resultado ser del todo erróneas. Por otra parte, sin cuestionar lo que se ha publicado acerca de que esta arqueta sirvió para guardar las reliquias que, en 1523, le regalaron al abad de Fitero procedentes de la sacristía de la catedral de Pamplona, donde habían permanecido al menos desde antes de 1270, fecha en la que se perdieron las noticias de su origen; también arroja algo de luz acerca de cómo pudo llegar esta arqueta desde el califato hasta la catedral de En el nombre de Dios, que su bendición y sus dones sean abundantes Para su queridísima Wallada, para quien se labró esta obra. Con la ayuda de Dios, lo elaboró Halaf. Fue realizado en Medina Azahara en el año 55. 192 riormente y debido a otras causas, acabó formando parte del pago a alguno de tantos mercenarios eslavos, francos y vascones que estuvieron al servicio de los sultanes de taifas. Pamplona. Pues cree que pudo ser el resultado de algún expolio realizado sobre el tesoro cordobés durante la alfetna o bien que, habiendo salido de Córdoba poste- Respecto al estilo de su decoración y de la técnica utilizada también aporta este profesor una nueva hipótesis ya que no cree que sea de origen andalusí, sino bizantino. La razón para ello se debe a la presencia de las “orlas” que encuadran la inscripción y a las dos pequeñas “alas” que surgen del margen superior en la cuarta y última faceta de la inscripción. Además, también aporta su opinión acerca de que es probable que, efectivamente y como se podría demostrar mediante espectrografía, las letras de la inscripción hubiesen estado pintadas en azul sobre un fondo rojo, intercalado con la púrpura y el negro en los grabados exteriores. Pues son los colores empleados por los artífices de la dinastía macedónica y la prelación indicada por algunos tratados bizantinos, que no cesa de manifestarse en las arquetas del taller imperial de Constantinopla. Siendo además probable que Halaf hubiese aprendido estos conocimientos en la 193 propia Córdoba, aprovechando la posible llegada de algún experto eborario bizantino junto con el experto musivario que se sabe que llegó como consecuencia de la petición realizada por el califa Omeya, en junio de 965, para trabajar en la Mezquita Mayor169. Finalmente, aunque el propósito inicial al que pudo estar destinada esta arqueta debió ser el de perfumador o sea de contenedor de sustancias aromáticas, también cree este profesor que pudo haber servido para otras funciones. Pues se sabe que otros objetos similares sirvieron para guardar las órdenes de una flota, para servir de estuche de piezas de ajedrez o incluso rosarios. En cualquier caso, no cabe duda de que este tipo de cofres formaban parte del tesoro califal y que su distribución debió restringirse o facilitarse alternativamente para evitar las consecuencias de la devaluación y de la inflación evidente en el Mediterráneo de principios del siglo V de la Hégira u XI d. C. 194 Arcones siglo XVI En estas arcas se alamacenaron las arquetas del monasterio de Fitero. Por el estilo de su decoración podría estar en consonancia con la del retablo Mayor. 195 Cristo de marfil Este crucifijo de marfil fue encontrado en uno de arcosolios del claustro que sirvió de sepultura del abad fray Martín de Egüés y Gante. Seguramente date de mediados del siglo XVI170. Ornamentos magnífica colección con la incorporación de destacadas piezas de los siglos XIX y XX, procedentes de la parroquia de Fitero. En la actualidad sólo se conserva un pequeño reflejo de la rica extensa colección de casullas, capas, frontales de retablos y colgaduras que ocuparon las amplias cajoneras de la sacristía del monasterio y que datan desde finales del siglo XVI hasta su exclaustración. Siendo posteriormente complementada esta En el momento de la desamortización se conservaban en el monasterio cinco clases de ternos (blancos, encarnados, verdes, morados y negros), correspondientes a los colores litúrgicos. Desgraciadamente la mayoría han desaparecido y entre las pocas prendas que aún se conservan destacan dos ternos pontificales: El rojo, procedente del terno de los Mártires de finales del siglo XVI, del que sólo se conserva una casulla de terciopelo, cuyas bandas laterales fueron añadidas en el XVIII, y una capa pluvial de colores rojo y verde. 197 El terno blanco, que data del siglo XVII, se compone de una casulla, dos dalmáticas con sus hombreras y correspondientes cuellos, completadas con una capa magna, una estola, una bolsa de corporales y un cubre-cáliz, así como un paño de ambón y un manipulo. También se conservaba una mitra que desapareció la pasada década. Vistas frontal y trasera de la casulla, así como frontal de una de las dos dalmáticas, junto con el paño de ambón. 198 Detalles centrales de los cuatro bordados centrales de las dos dalmáticas del terno blanco: Anunciación, Visitación a Santa Isabel, Adoración de los Pastores y de los Magos. 199 Capa pluvial, semicircular, perteneciente al terno blanco. Estola, cuello de una dalmática, bolsa de corporales y cubre-cáliz, que completan el ajuar del terno blanco. 200 Casullas y dalmáticas con bordados y sedas valencianas A las piezas correspondientes a los magníficos ternos rojo y blanco, recogidas en las cajoneras de la sacristía, le acompañan gran número de casullas de sedas valencianas que datan del siglo XVIII171. Ejemplos de sedas y bordados valencianos. 201 Colgadura eucarística Colgadura con temas eucarísticos de estilo rococó, siglo XVIII. 202 Vestidos y estandarte de la Virgen de la Barda Del siglo XIX y ya procedentes de la parroquia de Fitero, destacan los bordados del vestido de la Virgen del Rosario, del de la Virgen de los Dolores y del vestido blanco de gala de la Virgen de la Barda, así como los de las cortinas del sagrario y el estandarte de la Virgen de la Barda. Vestido blanco de la virgen de la Barda. Vestido blanco, de gala, de la virgen de la Barda y del niño Jesús. Manto blanco de la virgen de la Barda. Estandarte de la virgen de la Barda, en la que figura bordada la propia virgen vestida con este conjunto blanco. 203 Vestido de Nuestra Señora de los Dolores, siglo XIX Vestido de la virgen del Rosario, siglo XIX Palio filipino, siglo XIX Manto de la virgen del Rosario, siglo XIX 204 Palios y otros bordados de la parroquia Finalmente, además de un palio filipino, que data del siglo XIX y que seguramente tiene la misma procedencia que los Sagrados Corazones de Jesús y de María, de vestir, y que las conchas que sirven de pilas de agua bendita junto a las escaleras de entrada de la iglesia abacial; de mediados del pasado siglo, también cabe reseñar el palio de seda bordado por las Adoratrices de Pamplona, los estandartes de la archicofradía de las Hijas de María y el de la cofradía del Sagrado Corazón de Jesús. Así como los numerosos manteles de altar realizados con encaje de bolillos, ganchillo o bordado Richelieu que, por su extensión en número y relativo escaso valor, no se muestran aquí. Palio de 1954. Estandarte bordado de la archicofradía de las Hijas de María, data de 1903 Detalle del San Raimundo bordado en este palio, imitando a la estatua que hay en la Paseo dedicado al patrón de Fitero desde 1946. Estandarte de la cofradía del Sagrado Corazón de Jesús 205