Sesión cientifica del dfa 3 de abril de 1933 Farmacología y farmacodinamia del Apocynum cannabinum L. (Cáñamo del Canadá). por el Dr. A. NOVELLAS Y ROIG L a foinilia botánica de las Apocináceas. - Aunque no debamos descubrir nada nuevo a los ojos escrutadores de uiiestros ilustres oyentes, nos precisa, en aras <le1metodo, exponer nociones pieviac sobre la familia de las ~ipocináceas,de su filiación botánica y farinacológica y de la ii.iportancia que posee, la cual se infiere con sólo escuchar la enumeración de especies ~ I U Pieguirá. Las Apocináceas son, en general, plantas de los países cálidos, más a uf~enildotronicales. hfuv - ~.o c o s-~ é u e r o srenresentac a esta familia en las zonas teiripladas de Europa, Asia y America del Norte, entre las cuales l"inca, Nerium y Apocynnm, culminan en la niktenia médica. La mayoría de las propiedades de las Apocináceas, se deben a la presencia en ellas y en diversos órganos (vasos lactíferos) de un látex generalmente rico en caucho, pero notable por su extremada toxicidad y en otros casos por propiedades aniargo-febrífugas, pero principalmente drásticas y emkto-catárticas. O&as A$ocinácear poseen cierto- valor alimenticio y aun algunas dan frutos comestibles - Venenos apoctneoos. La familia de las Apocináceas, posee el triste privilegio de contar entre sus especies la mayoría de los más terribles venenos que se conocen. A excepción hecha de la Malouetia nítida Spr. de la América Central, cuya acción es corriparable a la del C u r a ~ e ,y de la TabernantheIboga, H. Bu. (Obueté de los gaboneses) planta muy notable, sobre todo por sus efectos tónico-nerviosos análogos a los de las estrícneas Y secundariimente por su papel tónico-cardíaco, la dominante farmacológica de la familia de las Apocfneas es la de proporcionar solamente venenos cardlacos muy peligrosos, propiedad que no ignoran los naturales de los países donde se producen estos vegetales, cuyo Iátex ponen a contribución para preparar sus venenos de f l e c h ~ s ,que son dte una actividad tremenda. Entre estos veneiios debemos mencionar los que derivan cle las semillas del Manghas de Singapore, proporcionadas por el Cerbe~aAllanghas, L. y que contienen un glucósido, la cerbe~ino,veneiio cardíaco. Otro veneno apocíneo es el jugo blanco verdoso que se extrae d*el Cerbera Tanghinia, Hook. de Madagascar. La llrechites sttberectn, Jacq. originaria de Ainbrica del Sur, India y Japón, proporciona un látex ii~uytóxico, el ven&o de Wooragra, funesto para el corazón, y debido a dos glucósidos la urechitina y la urechitozina. Los Adeniuni del Africa tropical gozan de análogas propiedades, por otra parte mal estudiadas. Grupo de Apocináceas <iouabaio-estrofanto)). - Entre las Apocináceas tóxicas debemos hacer mención especial de las Strophaa t h s y A cocanthem. Las doce especies del primero y seis del segundo estudiadas hasta el presente son todas de parecida toxicidad. E n el primer caso, el efecto cardíaco es debido a la estrofantina o a una mezcla de glucósidos todavía mal estudiados (estrofantiiia cristalizada, estrofantina amorfa, gratas-estrofantin;, pseudo-estrofantiiia). En el segundo caso precisa atribuirle a 13 ouabalna (Arnaud) o a nna mezcla de acocantherina, abyssinina. Según las regiones, las semillas de estos árboles son empleadas por los indígenas para la fabricación de veiienos de flechas conocidos bajo los nonibres de veneno Kombé, i~zée,11 oaai'e, munclzi, todos ellos a base de estrofanto; veneno Shashi a base de Aconcanthera. Existe cierta analogía entre estas especies y la Carissa ovata, R. Br. Australia, cuya cortem contiene un glucósido, la cn~issina,igualmente veneno del corazón; siendo de desear que fuera iin hecho el estiidio de esta apocinácez, muy vecina de la Acocanthera Shi~izperi,la que (esta 61tima) proporciona también ouabaina, en tal forma que ya De Candolle, ha bíale incluído entre las Carissa (C. Shiml>er, D. C.). Esta relación de especies tóxicas de la iamilia de las apociu6ceas viene completada por las de los géneros indígenas Nerium y Afiocinum, contAndose más de treinta especies dotadas de propiedades farmacodin8micas, sino idénticas, a lo menos de un determinislno práctico análogo. Y sin extremar las cosas ni forzar las deducciones, parece ser que la toxicidad de la mayorfa de estos vegetales gravita alrededor de dos entidades glucosídicas, sobre cuyo exacto conocimiento no nos ha sido dado aportar conclusiones definitivas, y son el grupo de la cerberina ; y el de la ouabaZna-estrofantina, hecho que comprobará de modo definitivo la unidad biológica ck esta familia vegetal. elPL ? *:. .' - Afiocináceas tropicales no t6xicas. Al lado de estas drogas absolutamente tóxicas, proporcionan las apocináceas. otros niateriales medicimles muy interesantes, tanto de las regiones trapicales como de las nuestras. Así, por ejemplo, k corteza de Conesia que procede de las Holarrhena (Africa, India) y en particular, H. africana, D. C . ; y N . anlidysentérica, Wall. ; y la corteza de las Wrigli.tia, especialmeute W. zeilánica o antidysentérica, R . Br. ; vienen preconizándose como astrigentes y antidisentéricas. Su principio activo común es un alcaloide, la conesiiza Otras apocináceas notables nos proporcionan drogas de abolengo notorio, como las que derivan de los géneros Alstonia, Iboga, Aspzdosperma (Quebracho), Geissospernzun~(Pao Pereira), etc. - Apocindceas it~digenas no tdxicas. Entre las especies indígenas bien conocidas, hay las Viizcas, I'inca majar, L. y Vi'inca winor, L. ya señalada por Dioscórides y utilizadas desde la más remota antigüedad en nuestros países europeos. La V . ~izinor,aparece en el Cúdez francés bajo el nombre de Pervenche officinale. Son tenidas por astringentes amargas, piirgautes y sudorificas. E n medicina popular se las utiliza como antigai:actagocas [ l ) . Su principio .activo es la vinci1i.a. Existen Vincas tropicales, entre eUas V . rosea, L. y V . pusilla, Murr. que son venenos cardíacos, con alcaloides no definidos. Familia: Aeocináceas o A'eriáceas. - Flores hermafroditas regulares ; cáliz persistente con 5 sépalos ; corola con 5 péta:os contorneados antes de la floración con cuello apendiculado; 5 estambres con filete ordinario muy corto ; anteras introrsas de 2 lóbulos libres o adherentes a l estigrna ; 2 carpelos pluriovulados ; 1 estilo ; estigma en cabeza ; 1,2 folículos polispermos abriéndose por una ranura ventral ; granos suspendidos, desnudos o con plumero sedoso, embrión derecho; albúmen carnoso. Arboles o arbustos de hojas enteras, opuestas o ternadas. Afiocynos. - Etimol. griega : apB, fuera ; kion, kios, perro. - Pertenece el Apocynum Procedencia del Apocynnn~. cannabinum, L. a la ya citada familia de las Apocináceas .o Nedceas (Pentandria, L.), cuyos caracteres generales hemos reseñado brevemente des& nuestro peculiar punto de vista farmacológico y toxicológico. Todos los apocinos son vegetales subfrutescentes y ramosos, desarrollándose en las regiones templadas de Europa, Asia y América, pero creciendo también en las c&lidas. Todos son tóxicos en particular el A. citrofolium, L. y el A . macuiatum, L. de las Antillas. De estos apocinos solo dos parecen ser destinados a, figurar en la moderna materia mkdica, y son el A. androsaremifolium; L. (Ipeca de América) planta enieto-catártica excesivamente venenosa ; y el d . cannabinzui~, L. (llamado vu1ga:liiente scáña~t~odel Canadá~~,en razón d~e la forri~a de sus hojas). Este Últiino material, incluído en b. Farrnacopea de los Estados Unidos, es un fármaco dotado de singulares propiedades casi desconocidas en Europa, por lo que le creemos digno de ser estudiado con interés y a cuyo fiii diremos de él lo poco que sabemos, rogando una más completa aportación científica, al senado iliistre que nos escucha. Es el cáñamo del Canadá una planta herbácea vivaz, de tallo ramificado, de 2 a 3 metros de altura, saturado de un látex acre y veiienoso que se concreta al aire libre. Caracte~esn~orfológicos.- La porción oficina1 es la raiz. Dice J. R. Gómez Paino ( 1 ) del que transcribinios íntegra In descripcibn de la droga, magistralmente hecha coiiio acostumbra y tal como veréis en los ejemplares que tengo el honor d,e someter a -1-strn consideración : (<Esuna raíz larga, de inedia a una pulgada de grueso, amarillenta cuando es jóven, parda después, de olor fuerte y nauseoso y sabor amargo y acre. Cuando se la rompe exuda ni1 jugo leclicso que luego que se ha espesado al aire se parece al Caucho. Despiiés de seca se presenta en trozos de distinta longitud y de 4 a 8 iiiilínietros de diámetro, algo tortuosos, rara vez ramificados. S u superficie, que está arrrigada longitudinalmente, ofrece bastantes resquebrajaduras transversales, algunas de las que son tan profundas que llegan hasta el meditulio. La fractura es lisa y presenta dos zonas, una delgada exterior blanquecina correspo~idiente a la corteza, y otra interna amarillenta y porosa que es el leño. S u olor es débilmente nauseoso y el sabor amargo y acre persistente. Los trozos de la raíz vienen mezclados con otros pertenecientes al rizoma que presentan un aspecto muy semejante ; pero su superficie es casi lisa, la corteza se separa fácilmente del leño y éste tiene en su centro una médula blanquecina iiiuy desarrollada.i> Nada más podemos aiiadir a la descripción del iilaestro. Histologta de la ralz de Apocino. - En lo referente al estudio histológico del material, hemos comprobado una vez más, mediante el auxilio una técnica moderna suficiente, la exactitud de lo que dice el Doctor Gómez Pamo, habiendo preparado cortes transversales, longitiidinales y oblicuos de la raiz a fin de poner de manifiesto la estructura de los vasos lactíferos que en este material constituyen el elemento histológico característico. Hetnos obtenido bellas preparaciones con dobles coloraciones a base de verde yodo Y rojo rutenio, que más adelatite proyectaremos. Dice el Doctor Gómez Pamo de la estructura de 1, raiz de Apocino : (r) Juan R. G6rnez Pamo. "Tralado de Materia Farmaefutica vegetal*. Tomo 1, págs. 298 y 299. 2." edicidn, 1906. iiLa corfeza consta de dos porciones bien distintas, el parenquima y el liber. El fiarenquima cortical está formado por células irregulares alargadas en sentido tangencia1 ; las de :as primeras series amarilientas, las demás incoloras. El liber consta de un tejido más compacto, cuyas células alargadas son más estrechas que las de1 parenquima y en él se ven muchos radios medulares muy estrechos. Todos los elementos de la corteza contienen fécula en granos pequeños y dispersos sin orden. Se ven en &a muchos vasos lacliferos ovoideos, cuyo eje mayor es transveisal y rodeados por un círculo de células del ~ a r e n q u h a El . leño separado de la corteza por la zona del cambium, es compacto y le forma un tejido leñoso muy regular en el que hay vasos dispuestos con cierta tendencia circular. Los radios 7tzedulares se distinguen por el tamaño de sus células y la delgadez de sus pared es.^^ Casi nada debemos añadir a la descripción de Gómez Pamo (cuyo dibujo acompañamos) fuera de que los grandes vasos lactiferos 4el leño aparecen labicados con frecuencia (como se ve en la microfotografia nuestra) y además con tendencia a deformación tangencial. El examen histoqnimico comprueba la presencia de almidón en el parenquima cortical y de una resina o latex espesado o resinificado en los g~andesvasos lactfferos del leño. - Cotnfiosición qufmica. En lo que hace referencia a la composición de la droga, hay que tener presente los años transcurridos desde que el Doctor Góniez Parno escribió su libro y la fecha presente. Dice haber un principio amargo, tánico, ácido gálico, resina, caucho y un principio llamado A$ocyno por Knapp. Hoy dia se !iene por seguro todo eso, pero se considera que existe indudablemente un glucósido, la apocinefna, que por sus cualidades y solubilidad coincide con la neri6na ( I ) , no dando coloración digna de ser notada con el bromo y el SO* H2 concentrado, pero con las reacciones de hidrolización generales a los demás gluc6sidos; lo que hemos comprobado, Este glucósido fné descubierto por Schmiedeberg y Lavater; se presenta bajo la forma de cristales blancos micáceos, y es soluble en alcohol y éter, sobre todo en caliente. Nosotros lo presentamos bajo la forma de masas cristalinas blanco-amarillentas, a causa de no haber querido decolorar por carbón animal por disponer de cantidad reducida de material, y por haber recogido los cristales del recipiente de cristalización por raspado (2). Nosotros creemos que nuestra apocineina es idéntica a ( 1 ) Nrrina, glucósido de las hojas del Nerk'rn Oleandcr, blanco, soluble en agua y alcohol; insoluble en cloroformo, eter y bencina. Hemido con C1I-1, colorea en amarillo. Q u i d identic0 a la &@Zina, ( 2 ) Procedimiento repidapara La o6trndón de la epocyneino. - Se obtiene una decocción concentrada de la raíz del apocyno con agua destileda, o bien se concentra la tinhira pieMamente sdicionada de un ro p. roa de agua destilada con el fin dc expulsar el alcohol. A este soluto acuoso se le aRade solución sub-acetato de plomo en cantidad suficiente y se recoge el precipitaformado sobre un filb'o, desecándole rapidamente. Este precipitado se mezda con cal apaga. la cy~narinade la cual hablaremos más adelante en la iarmacocliriarnia de la droga, dejando toda la responsabilidad de lo afirmado por cuenta de este glucóiido al Dr. Cahen y a los Sres. Váquez, Mouquín y Balapceanú. Por de pronto en los vasos lacticíferos del apocyno existe látex abundani:simo (1) del cual, concretado y resinificado, se deriva la apocinina O apocyninum de los norteanrericanos, resinoide precipitable por el agua, de las tinturas alcohólicas del apocyno concentradas debidamente. Es una sustancia amorfa, resinosa, de olor fuerte y viroso. Parece ser que no se trata de ningún glucósido. Hirviendo la solución alcohólica de la misma con agua y ácido clorhídrico concentrado, se obtiene un líquido que reduce el licor de Fehling, por más que esa reducción no es debida a la glucos formada. Este resinoide a pequeñas dosis determina la parálisis sistólica del corazón en la rana. Toxicología y farnzacodinamia de los glucdsidos del Apocynu??~.Aunque, según ya hemos viso en la parte farrnacológica de nuestro trabajo, los principios inmediatos del Apocynunz han sido aislados y obtenidos puros y cristalizados, de manera que se prestan a ser con~paradosen prueba fisiológica con un standard que por analogías de acción y toxicidad parece ser preferible la ouabainn, hemos notado un cierto desacuerdo entre autores igualmente solventes y respetables a propósito de tales cuerpos cristalidos, exactamente igual o análogo a lo que pasó durante m&s de cuarenta años con los glucósidos digitaliuos. Sea la apocinina, la apocinek na, la cymarina; el caso es que no se distingue cuál es, de los tres, de manera clara y categórica el cuerpo que deba ostentar la pura expresión por los americanos y que representaría un complejo de cuerpos precipitables por el agua, de propiedades tónico-cardíacas evidentes y diuréticas en alto grado. da, y se deseca rápidamente en el vacía. El residuo seco y pulverizado se trata por alcohol a b s o luto caliente, se fiirra, y el licor filtrado se evapora dejando libre los cristales de apocy7rrina. ~wficdceas,oponjzdrear y osd@ipiadácrar, el Inter se forma en largos (1) En las e~rforbiácros, hlbas eilindncos, muy estrechos y consideiablemente ramificados. Se extienden de un extremo a otro de 1s planta, sin presentar jamás tabiques transversales. Cada uno de ellos se inicia en el momento de la germinación de la semilla, por una chlula única que re alarga y ramifica indefinidamente por toda la planta, multiplicando sil núcleo pero sin tabiearsc. Los vnror ladinicm ron por conriguiente c&lulssvivientes, plurinucleadac, con una capa de protoplasma adyacente a la pared interna: el Zafcr puede considerarse como una parte de jugo celular. Ejemplos de ello engeneros de las familias más arriba dichas; euphorbia, hevea, (euforbiáceas), higuera, inoral (urtidceas), laurel-rosa (apacin6eeas), aselepiade (asclepiadáeeaí). A. Piemr, CAnatomie et phyciologie vegetaleix. - P d s , 1 9 ~ 9pág. , 252. Son rlsinoides, los cuerpos resultantes de la precipitaci6n por el agua, de tinturas alco(2) h6licas eoncenhmdas, recogidos, desecados y dispuestos para el uso en forma de trituraci6n con lactoca. ANNALS DE L'ACADEMIA DE MEDICINA DE BARCELONA ANY 1933 HISTOLOOIA A. NOVELLAS DE LA RAIZ DE APOCYNO CAN. et. v.1. v. 1. r. 1. m. - C. v. 1. v. l. 11. v. 1. -- 1. C. 11. r. m. Dibujo según Gom ez Pamo Microfofograffa de A. Nove ll as ( 400 di:im.) el. = corteza. -- v. 1. = vasos lacticí[eros. - - 1. = libero -- r. m. = radios medulare s. c. = camb ium . - - 11. = leño El señor Rayiiiond Callen, en una tesis reciente, cree y pretende que la cynzarina, gliicósido homólogo de la estrofaatina, representa, entre los cuerpos aislables del apocyfrum, este factor supremo de toxicidad, y asigna con Jacob, a este cuerpo, la fórniula : C, H,, O,. Dicho señor Cahen, con la señorita Levy y Tiffrneau han desarrollado sus investigaciones y aportado hechos nuevos, quc resumiremos (1). rtPerfundiendo en el perro una solución de cynzarina de título 0'0001 gramo por centíinetro cúbico, al ritmo de O iiiiligr. 609 por kilo y por iiiinuto, han encontrado que la media de las dosis in~rtalesera de 0,2007 niiligraino. Eii una segunda serie de experiencias. iriodificaron el ritmo de la perfusión : 0,00666 iniligr. por kilo y por minuto ; encontrando que la dosis mínima mortal era de 0,2302 milgr. La media expresión de estas dos series de experieiicias era de 0,215 milígramo. Esta toxicidad es igual a 7'91 10 de la de la ouahaZna standard; es decir es 70 a 80 por cien, inferior a ella.)) Siguiendo la comparación, los citados autores han podido fijar las dosis mortales de cada uno de los otros glucósidos cardiotónicos, expresándolas del modo siguiente : Digitalina ................................. Cyniarina ................................. Scillarezo B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Scillareno C. .............................. 0'10 0'789 1'02 0'59 En un extenso y dociimentado trabajo sobre la cymarina, los señores H . Váquez, M. Mouquin y Balapceanh, explican una serie de casos clínicos por elios experiinentados y recoiniendan usar la solución de este glucósido en inyección intravenosa, por ser dolorosas las otras vías de inyección, a ulia primera dósis de tanteo de 2/10 de miligramo, y si esta es bien tolerada, aumentar de 112 tnilígramo, dosis que dicen haber sido siempre bien soportada. La acción más unpresionante de la cymarina es la que posee sobre la diuresis y los edemas y en realidad se ajusta a la fama de la droga de donde procede. La diuresis aparece a veces al día siguiente de la primera inyección. Dicen los señores arriba mencionados haber visto a un enfermo llegar a los 3 112 litros y en otro a 2'9 con baja correlativa del peso. Parece que la diuresis persiste durante la duración de la medicación, pero ha habido casos de detención de elia a los dos o tres días y antes de que los edemos estuvieran completamente reabsorbidos. Bajo este punto de vista su acción es más rápida qiie la de la ouahañra, pero menos sostenida que la de digital. Es sabido que la ouabaina wctiva frecuentemente a la digital cuando esta parece haber agotado su acción. No parece ser esto cualidad frecuente *La Cit,iar.ineu, par 11. Vaquez, M. Mouquin et Balapceanu. =La Presse Medica (1) nP 40, 18 Mai 1932. Paris. en la cymarina si bien alguna vez se ha observado tal fenómeno. No achacan los observadores efectos de acumulación al glucósido apocíneo y sólo una vez anotaron la aparición del pulso bigeminado, y aun su duración fué efímera. En resumen y de conformidad con lo que se sabe hoy día de su acción farmacodinámica, de su solubilidad y de su toxicidad, la cymarina debe tener su lugar entre la digital y la ouabai'nn. Su acción diurética es por demás marcada cuando existen grandes edemas. Actúa tan rápidamenbe como la ouabaZna y más que la digitalina. Pero es preciso reconocer que sus resultados son efímeros y cesan de veinticuatro a cuarenta y ocho horas después de la cesación del tratamiento. Se puede con ventaja dirigirse a ella en las insuficiencias del corazón derecho con grandes edemas y oliguria, sobre todo cuando la digital ha perdido su actividad terapéutica. Por otra parte, una vez obtenido el efecto deseado, se puede acudir a dicha digital o la teobromina para entretener y prolongar la acción de la cymarina. Está especialmente indicada la cyníarina en estas mismas insuficiencias, cuando el pulso ha conservado su regularidad. E n las insuficiencias del corazón izquierdo, es sobre todo a l'a ouabazna a la que debemos recurrir, cuando los accidentes tienen una marcha aguda ; cuando la evolución de éstos afecta tendencia a la eronicidad, es preferible la cy.marina, ya que puede continuarse su empleo durante largo tiempo (siete u ocho días) sin temor a accidentes y a la dosis de 112 mili: gramo poi día. La asociación de la teobromina es muy recomendable y parece ser que la cyntarina exalta su eficacia.» El documentado estudio de los Sres. Váquez, Mouquín y Balapceanii, es a nuestro pobre juicio lo suficientemente claro para no poner en tela de juicio la notabilísima acción del glucósido que ellos denominan la cymarina y del que, por otra parte, se abstienen de dar uiia cumplida filiación farmacológica. Nosotros solo hemos conocido y podido aislar del Apocynum cannabinum, dos principios, la a$ocineina y la apocini?ia, cuyos caracteres hemos dado a conocer en la parte de farmacología de la presente nota. Es seguro que no es la cymarina un cuerpo diferente de estos dos y que coincide por sus efectos y toxicidad con el priniero de ellos (1). Farmacodinan~iadel nA$ocynum c.e en su estado natural. - Ahora bien, esto es lo que la moderna farmacodinamia nos dice de los efectos claros y decisivos de la expresión simbólica de su determinismo especíiico. Veamos ahora los efectos farmacodinámicos del apocynzim total, o sea el simple, sobre el corazón y la circulación. Glinsky y Semenoff, experimentaron en 1894, el extracto fliiido de aPocynum sobre los animales de sangre fría y caliente. Concluyeron que era un potente tónico cardíaco; a altas dósis detenía el corazón en sistole; a débiles dosis lo retardaba reforiando sus contracciones. Según (1) Vease aForrnulaire des alcaloide. et des glucosides=, par Henry Bocquillon Limousin. z . a o edition. Paris, 1899, pag. zzg, apoeiruine. estos autores, e1 elpocyno ejercía una acción feliz en los sujetos atacados de lesiones valvulares. En 1895, Froi~iont,discípulo de Huchard, consagró su tesis a la acción del apocyno. Igualrnente fué el extracto flúido la preparación que utilizó en sus enferinos en estado de insuficiencia cardíaca eComo la digital-dijo en su conclusión- 91 apocyno aumenta la fuerza de contracción del corazón, disminuye la frecuencia dei pulso, regulariza su ritmo y auiilenta la diuresis. Pero si se emplea sin precaución, puede tener algunos inconvenientes: dolor de cabeza, vómitos no violentos...M en resuiiieri, le pareció el a$ocyno una droga inferior a la digilal. En 1904, Pawinsky se ocupó más especialiiiente de la acción diurética del estracto de apocyno y la compara a la conseguida con el calomel y la diuretina. (<Esun verdadero trócar vegetal>>dice con Fuch Notó este autor que el afiocyno no posee acción acumulativa, que sus efectos eran niás rápidos que los de la digital, pero también más efímeros. iiLo que Tal es su frase. gana en rapidez lo pierde en duracióii.~~ Dice Brissemoret del apocyno, que es uii remedio cardíaco que puede reemplazar a ia digilal, sin acción acumulativa ni disturbios digestivos, con iguales indicaciones que las de esta droga, de potente acción diurética al dilatar las arteriolas de los riñones. E l auiaento de la diuresis va hasta los 4 y 6 litros en las venticuatra horas, debiéndose conienzar por pequeüas dosis progresivas a fin de evitar las náuseas, los vómitos y la diarrea. A dosis elevadas se le emplea corno hidragogo para combatir las afecciones yerosas de las cavidades de la pleura y del peritoneo. Toda contraindicación deriva del estado de integridad del tejido renal. Sus sinérgicos son el acetato de potasa, el calomel, el lirio de los valles (convalaria), la retama de escobas, el cáctus grandiforus, el estrotanto, la adelfa o laurel rosa, el adonis vernalis y la ciniicífuga racemosa. Posologia. - La posología del afiocyno y sus derivados es a nuestro eiitender delicadísima, pues, de su exactitud depende el éxito del tratamiento. Nos referiremos a Brissemoret, al Dr. A , Joanin, al ya citado iiFormulario de alcaloides» de BocquiUon Limoussin, y a otros autores solventes. El polvo de la droga a dosis tónica y diurética se da a las dosis de 0'30 gr. a 0'50 gr. al día. El extracto flllido a peso igual de planta ( 1 gramo igual a 57 gotas) a las dosis de XVII gotas a XXVIII gotas, al día. L a tintura de ralz al 1 por 5, con alcohol de 60'). ( 1 gramo igual a 56 gotas) de 1 gramo a 1'50 gramos al día. El extracto blando acuoso de apocyno es la peoi forrna de administración y solo se dará al querer utilizarlo como emeto-catkrtico o purgante, a la dosis de 0'20 a 0'25 gr., repetida dos o tres veces al dfa en píldoras. La apocynelna, se utiliza bajo forma de gránulos de 1 milígramo, a la dosis de 1 a 2 al día. La cymarina (?) en ampollas de solución isotóñiw de 114 de milfgramo en 1 c. c. de agua, al dí3, hasta 4. FORMULARIO DE PREPARACIONES MAGISTRALES DEL ~APOCYNUM CANNABINUM)) 1 Poción al apocvno -, -- fdiuretica). , Rp. Poción (cardiopatía mal compensada). Tintura de apocyno can. ( 1 x 5) Jarabe de cinco raíces . . . Julepe simple c. s. . para (6 a 10 cucharadas al día). Poción (uremia). . Tintura de apocyn. c. ( 1 x 5). . , Tintura de cannabis ind. Bromurodepotasio. . , , Jarabe de vinagre . . . . Agua cloroformada c. s. para (6 cucharadas grandes al día). Píldoras (purgantes). Glicerina 300 aa. 1 5 gr. Alcohol 000 Extracto fluido de Apocynum c. 0'50 gr. a 1'50gr. Extracto fl. de cannabis indiea X a XX gotas. Jarabe de vinagre aa. 30 gr. larahe de arenaria rubra Agua de menta c. s. para 1 2 5 gramos. cada cuch. de sopa contiene: ext. fl. apocy. IV a XII g. ext. fl. cannab. 1 a 11g. . Rp. Rp. 1'50gramos. 40 U 150 Y I gramo. I n u 3 40 125 » u Extracto acuoso de apocyno c. o1zogramos. Polvo de altea c. s. para. I píldora. ó 3 al día. usar con cuidado. Rp. 2 Decocción (hidropesia) BocquiIlon-Limoussin. Rp. Inyección hipodérmica e intravenosa. Rp. Apocineina o cymarina cristalizada . , . . 0'1 gramo1 e hidrolizable . Agua destilada y hervida. , , 40 c. cub. . . 0'40 gram. Cloruro de sodio puro disuélvase, fíltrese y divídase en 40 ampollas cerradas luego a la lámpara. Esterilícese al autoclave a I I 50 - I 200. De I ampolla a 4 al dfa. Raíces de apocyno c. contundidas, 10 gramos. Agua c. s. hágase cocimiento y obténgase 250 gramos de colaturo y dénse 60 gramos del mismo cada dos horas. . He acabado mi labor y he expuesto imparcialmente todo cuanto he podido reunir sobre una droga que a mi entender conipleta inaravillosarnente el grupo natural de los venenos cardíacos qiie son un linaje de remedios de acción indiscutible y heroica. Hemos descrito la droga desde el punto de vista farmacol6gico y esto hay que convenir en que no ofrece dificultad grave. Más dificil es su análisis inmediato y más grave y difícil es su tioción farmacodinámica y toxicológica. Aparentemente difiere el efecto del afiocyno del ?le sus glucósidos y se infiere algo como si la droga madre y sus preparacines galénicas no valieran lo que su glucósido principal, la apocynelna. Nosotros creemos que no hay tal, y que nada habría semejante a la tintura del afiocynum cannabium si esta estuviera siempre ualo7ada fisioldgicamente con referencia al l>atrdn ouabaina. Es la fliictuación de efectos Gtiles, lo que desacredita las preparaciones galénicas de las drogas heroicas. Unos autores las ensal~anhasta las nubes y otros las consideran punto menos que inertes. Y es que unos utilizan preparaciones ricas en principios inmediata y otros productos casi inertes. No hemos pretendido ni mucho menos, descubrir nada, ante los ojos avisados y escrutadores de nuestros oyentes. Sabemos que el afiocyno es un material hasta corrientemente conocido en teoria, por los farmacéuticos y médic0s.y hasta por los estudiantes de ambas facultades. Pero sabemos, y por desgracia nos consta por experiencia personal, que este material no existe en las farmacias, que sus preparaciones son escasas, infieles y nunca iguales Y por esta razón nos hemos decidido a ofrecer el presente resumen a esta Academia, con la esperanza de liamar la atención de los ilustres maestros que la integran y obtener de ellos ensayos que orienten a los prácticos y les den armas afiladas y certeras para su diaria y heroica lucha contra la enfermadad.