atlas de enfermedades ortopédicas y su predisposición racial

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La editorial de los veterinarios
animales de compañía
perro
Atlas de enfermedades
ortopédicas y su
predisposición racial
Dirigido a veterinarios, estudiantes, profesores y profesionales del sector.
Características técnicas
Autor: Carlo Maria Mortellaro,
Massimo Petazzoni
y Aldo Vezzoni.
Formato: 22 x 28 cm.
Número de páginas: 104.
Número de imágenes: 312.
Encuadernación: tapa dura.
ISBN: 978-84-92569-41-0.
Año: 2010.
PVP: 70 e.
Este Atlas de enfermedades ortopédicas y su predisposición racial recoge un método diagnóstico de tipo ortopédico que se
basa en la relación de dos variables: las razas de perros, por un
lado, y las enfermedades osteoarticulares, por otro.
Es una herramienta que facilita la práctica veterinaria en la
consulta clínica ortopédica, tanto básica como especializada,
prestando una serie de ventajas al veterinario: posibilita el diagnóstico precoz de las enfermedades ortopédicas, simplifica el
diagnóstico diferencial y permite reducir los costes y el tiempo
necesarios para confirmar el diagnóstico inicial.
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La editorial de los veterinarios
Atlas de enfermedades ortopédicas y su predisposición racial
índice de contenido
1. Artrosis u osteoartrosis
2. Contractura del músculo infraespinoso
3. Discoespondilitis
4. Displasia de cadera
5. Displasia de hombro
6. Fragmentación del maléolo medial de la tibia
7. Fragmentación de la apófisis coronoides (FAC) medial del cúbito
8. Fractura del hueso radial del carpo
9. Osificación incompleta de los cóndilos humerales (OICH)
10. Inestabilidad del hombro y tenopatía del bíceps braquial
11. Luxación congénita del codo
12. Luxación lateral de la rótula
13. Luxación medial de la rótula
14. Enfermedad de los sesamoideos de la mano y del pie
15. Enfermedad de la cavidad glenoidea
16. Enfermedad de las fabelas
17. Enfermedad de Sever
18. Malformación tarsometatarsiana (Metatarsal rotation)
19. No unión de la apófisis ancónea del cúbito
20. Mineralización del músculo supraespinoso
21. Miopatía de los músculos recto interno y semitendinoso
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índice de contenido
22. Necrosis aséptica de la cabeza del fémur (Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes)
23. Osificación de los tendones y de los músculos flexores del antebrazo (OTMF)
24. Osteocondritis disecante (OCD) del cóndilo medial del húmero
25. Osteocondritis disecante (OCD) del tarso
26. Osteocondritis disecante (OCD) de la rodilla
27. Osteocondritis disecante (OCD) del hombro
28. Osteocondritis disecante (OCD) del sacro
29. Osteomielitis hematógena
30. Osteopatía metafisaria
31. Panosteítis eosinofílica o enostosis
32. Raquitismo
33. Retención del cartílago endocondral
34. Rotura del ligamento cruzado anterior (LCA)
35. Rotura del ligamento cruzado caudal (LCC)
36. Síndrome de hiperextensión del carpo
37. Síndrome de hiperflexión del carpo
38. Espondiloartrosis
39. Estenosis lumbosacra degenerativa
40. Tenosinovitis del músculo abductor largo del dedo I
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Atlas de enfermedades ortopédicas y su predisposición racial
Artrosis u Osteoartrosis
Predisposición racial
CARLO MARIA MORTELLARo
Artrosis primaria
Artrosis secundaria
• Beagle
• Boxer
• Chow Chow
• Dálmata
• Samoyedo
La predisposición racial a padecer la artrosis
secundaria está directamente relacionada
con su forma ortopédica primaria, que puede
evolucionar a secundaria.
Definición
Artropatía de tipo degenerativo-inflamatorio, multifactorial con
empeoramiento progresivo del cuadro, que afecta a menudo a articulaciones móviles (diartrosis) o semimóviles (anfiartrosis) del
perro. Se define como “patología de órgano”, dado que las alteraciones artrósicas afectan a todos los tejidos articulares, con degeneración del cartílago (condrodegeneración), alteraciones del hueso
subcondral (osteosclerosis, osteocondrofitosis), inflamación de la
membrana sinovial (sinovitis) y fibrosis de la cápsula articular y del
periostio (entesiofitosis).
Etiopatogenia
Desde un punto de vista etiológico, la artrosis se clasifica en primaria y secundaria. La artrosis primaria se considera como la expresión clínica del proceso de involución de las articulaciones, asociado
a la edad y al uso articular (wear and tear). Se habla de artrosis
“idiopática” para indicar los tipos de artrosis primaria con posible
predisposición hereditaria, muchas veces evidenciadas sólo con un
examen radiológico o como hallazgo post mórtem (ver página 88).
a
(por orden alfabético) ver pág. 2
En el perro, la artrosis es normalmente de tipo secundario, con
un amplio abanico de artropatías de las extremidades anteriores y
posteriores: congénitas (p. ej., displasia, luxaciones/subluxaciones
del hombro y de la rótula), de desarrollo (p. ej., displasia, inestabilidad, desviación angular) (fig. 1) y asociadas a la edad adulta o vejez
(traumatismos, roturas de ligamentos, patologías de los meniscos)
(fig. 2). Desde un punto de vista patogénico, la artrosis se desencadena a través de múltiples mecanismos -degenerativos, inflamatorios
y oxidativos- que interactúan y son responsables de las alteraciones
macroscópicas típicas de los tejidos articulares. La condrodegeneración, en particular, se debe a un desequilibrio entre los procesos de
síntesis y de reparación y los procesos de degradación, con una clara
prevalencia de estos últimos. Esto determina la aparición de alteraciones en el color, espesor y consistencia del cartílago, cambios que
se consideran patognomónicos de la artrosis (fig. 3).
b
a
b
En cuanto al hueso subcondral, un desequilibrio en la producción
de los mediadores destinados a realizar la transformación de la matriz ósea genera unas alteraciones macroscópicas que indican un aumento de la osteogénesis (p. ej., esclerosis, osteocondrofitosis) (figs. 4
y 5) o una respuesta erosiva excesiva (p. ej., quistes óseos). La sinovitis
(fig. 6) es activada por la liberación excesiva de los mediadores nociceptivos y de la inflamación, por parte de las células de la zona articular (p. ej., mastocitos). Estos mediadores son responsables no sólo
de la cronicidad de la artrosis y/o de la reagudización del proceso sino
también del aumento de los daños osteocartilaginosos asociados.
Figura 6. Pastor Alemán,
hembra, 5 años. Imagen
intraoperatoria de la rodilla
derecha con vasos capilares
característicos que surcan la
superficie lateral del labio medial
de la tróclea femoral.
En la superficie cartilaginosa
se aprecian también
osteocondrofitos marginales con
aspecto de “piel de naranja”.

Artrosis u Osteoartrosis

Figura 7. Dogo de Burdeos,
macho, 10 meses. Las
imágenes (a) y (b) evidencian
una derrame en la parte lateral
del codo izquierdo durante la
fase inflamatoria de una artrosis
secundaria a la fragmentación
de la apófisis coronoides medial
del cúbito. (c) Mismo paciente
que en (a) y (b) con importante
cúmulo de líquido sinovial (12
ml) durante la artrotomía.
a
Epidemiología
La artrosis afecta a pacientes de todas las edades, dado que sus causas
primarias pueden afectar al perro tanto durante su desarrollo como
en la edad adulta o en la vejez. En general, las razas medianas, grandes
y gigantes presentan una mayor incidencia de artrosis respecto a las
razas pequeñas, ya que se ven más afectadas por las enfermedades ortopédicas primarias (p. ej., displasia), desencadenantes de la artrosis.
Manifestaciones clínicas
b
c
Es frecuente la ausencia de manifestaciones clínicas (artrosis asintomáticas). Cuando se manifiesta la cojera, ésta es generalmente de
I o II grado, intermitente, de aparición repentina o progresiva, con
empeoramiento después de periodos de inactividad (temprano por la
mañana), mejoría con un corto ejercicio y reagudización después de
una intensa actividad. Son frecuentes las posturas antiálgicas para
aliviar el dolor articular, la rigidez después de la marcha, la tendencia al decúbito, la intolerancia al ejercicio y la modificación del comportamiento (p.ej., agresividad, vocalización).
Técnicas diagnósticas
Consulta clínica ortopédica
a
b
Figura 8. Dogo de Burdeos, macho, 18 meses. Grave artrosis de codo secundaria a la
fragmentación de la apófisis coronoides medial del cúbito y osteocondritis disecante
(OCD) del cóndilo medial del húmero. Obsérvese la marcada atrofia de los músculos supraespinoso e infraespinoso del miembro anterior derecho, que deja evidente la espina
escapular.


Figura 3. Pastor Alemán, hembra, 9 años. (a) Cartílago articular de la cabeza del fémur
en un paciente sano; (b) Pérdida del cartílago articular por una degeneración progresiva
en un paciente de edad avanzada con artrosis secundaria a una displasia de cadera.

Figura 1. Pastor Alemán, macho, 15 meses. Vista medial del codo derecho: hallazgo
anatomopatologico de la no unión del proceso ancóneo del cúbito, responsable de
fenómenos artrósicos muy graves (osteocondrofitosis).
La inspección y la palpación pueden evidenciar anomalías al andar,
tumefacciones articulares y/o periarticulares (fig. 7) y alteraciones del
estado y tono muscular (p. ej., atrofia) (fig. 8). Durante la ejecución de
los movimientos pasivos, el ROM (Range of Motion) está reducido
(fig. 9) y se puede apreciar una crepitación articular como consecuencia del rozamiento de los osteofitos intra y periarticulares. La hiperextensión y la hiperflexión de las articulaciones afectadas puede dar
lugar a reacciones antiálgicas ante dichas maniobras.
a
b

Figura 9. Dogo de
Burdeos, macho, 18
meses. Mismo ejemplar
de la figura 8. Obsérvese
la marcada reducción
del ROM (rango de
movimiento) articular.

Figura 5. Vista medial del codo izquierdo. Hallazgo anatomopatológico de un codo sano (a) y con fragmentación de la apófisis coronoides medial del cúbito (b), causa de importantes fenómenos artrósicos (osteocondrofitosis).
Figura 4. Perro mestizo de tamaño mediano, hembra, 6 años.
Imagen intraoperatoria de la rodilla izquierda: además de la
condromalacia, son evidentes las formaciones de osteocondrofitos
en la zona marginal con invasión parcial del surco troclear.

Figura 2. Rottweiler, hembra, 3 años. Imágenes intraoperatorias de una artrosis secundaria a la rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla derecha. Obsérvese la
importante reacción sinovial, más marcada a nivel del músculo extensor digital largo del
pie, que acompaña a los fenómenos degenerativos del cartílago (pérdida de color, erosión) y productivos del hueso subcondral (osteocondrofitosis).

8
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9
22
Atlas de enfermedades ortopédicas y su predisposición racial
Fragmentación de la apófisis
coronoides (FAC)
medial del cúbito
Aldo Vezzoni
Fragmentación de la apófisis coronoides (FAC) medial del cúbito
Predisposición racial
• Beagle
• Boyero de Berna
• Boyero de Flandes
• Bulldog
• Bullmastiff
• Cane Corso
(por orden alfabético) ver pág. 2
• Chow Chow
• Golden Retriever
• Labrador Retriever
• Pastor Alemán
• Pastor Bergamasco
• Pastor de Shetland
• Rottweiler
• San Bernardo
• Shar Pei
• Terranova
• Terrier Australiano
del codo. Con la evolución de la artrosis se observan: crepitación
articular, reducción del rango de movimientos y ectasia del fondo ciego lateral. A la palpación de la zona medial del codo, es
posible apreciar un engrosamiento y un redondeo del epicóndilo
humeral medial, pudiéndose provocar una respuesta dolorosa al
palpar el área de proyección de la apófisis coronoides medial del
cúbito.
a
Se observa principalmente en razas de talla grande.
 Figura 3. Pastor Alemán,
macho, 6 meses, FAC
bilateral. Ambas
extremidades cargan la
zona medial de la
articulación, con rotación
externa de la mano y
aducción del codo.
Definición
meral. Con independencia de su etiología, la FAC da lugar, como las
demás patologías encuadradas en el ámbito de la displasia de codo,
a la erosión del cartílago, la exposición del hueso subcondral (fig. 2),
la inflamación articular y el desarrollo precoz de artrosis.
 Figura 2. Labrador
Retriever, macho,
6 meses. Imagen
anatómica de FAC
con fragmento
elevado,
incongruencia
radiocubital y erosión
del cóndilo humeral
medial, en
correspondencia con
el fragmento (lesión
“en beso”) (kissing
lesion).
Etiopatogenia
En el pasado se consideraba una manifestación del complejo de la
osteocondrosis. Más recientemente se ha propuesto la teoría del crecimiento asincrónico del radio y cúbito; la consiguiente incongruencia articular da lugar a cargas anómalas sobre la apófisis coronoides
medial en fase de osificación, lo que induce su fisura y, más tarde,
fragmentación (fig. 1). Según otros autores, la incongruencia inherente a la FAC depende, al menos en ciertas razas (p. ej., Boyero de
Berna), de una alteración del desarrollo de la escotadura semilunar,
siendo insuficiente el arco de curvatura para albergar la tróclea hu-
b
 Figura 1. Labrador
Retriever, macho,
6 meses. Imagen
intraoperatoria de
una FAC (a) la
miniartrotomía medial
pone de manifiesto
la fragmentación de
la apófisis coronoides
medial del cúbito, aún
in situ, y la porción
más medial del
cóndilo humeral
medial. (b) Misma
imagen intraoperatoria
que (a), tras la
retirada del
fragmento.
b
Diagnóstico por imagen
Epidemiología
Afecta a individuos en crecimiento, de edades comprendidas entre los 4 y los 10 meses, principalmente machos pertenecientes a
razas de talla grande. Se han registrado casos de FAC también en
perros de talla mediana o pequeña, como el Beagle o el Shetland.
No es infrecuente observar perros adultos con síntomas clínicos
atribuibles a FAC o, más habitualmente, a la artrosis secundaria
que, de forma inevitable, se desarrolla.
Manifestaciones clínicas
El signo clínico más común es una cojera anterior, variable entre los
grados I y III, que evoluciona progresivamente a partir de los 4/6 meses de edad. En los casos de afectación bilateral, las manifestaciones
clínicas son más sutiles: los animales presentan marcha vacilante,
con pasos cortos y rechazo al movimiento, y la cojera es más difícil
de identificar.
Técnicas diagnósticas
Consulta clínica ortopédica
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Figura 4b. Labrador Retriever, hembra, 7 meses. Radiografía en proyección
mediolateral neutra de codo con FAC. A destacar la esclerosis a nivel de la
escotadura semilunar del cúbito (flechas rojas), la hendidura articular no uniforme
y la irregularidad del área de proyección de la apófisis coronoides medial del
cúbito (flechas verdes).
Figura 5. Labrador Retriever, macho, 5 meses. Radiografía en proyección mediolateral
neutra de codo con FAC. A destacar la esclerosis de la base de la escotadura semilunar
del cúbito y el aumento de la interlínea articular húmero-radio-cubital.

Los individuos presentan postura antiálgica en estación (fig. 3),
pseudovalgo carpiano, que induce un apoyo izquierdo y para aliviar parcialmente la carga, atrofia de los músculos del hombro
en los casos crónicos y dolor a la hiperextensión e hiperflexión
Exploración radiográfica
Se realizan tres proyecciones, con el perro bajo sedación profunda
o anestesia general: mediolateral neutra (100°-120°) (figs. 4 y 5);
mediolateral flexionada (30°-45°); cráneocaudal oblicua con 15º
de pronación (rotación interna del antebrazo). Ante la sospecha de
displasia del codo, y teniendo en cuenta la frecuencia con la que las
lesiones pueden asociarse entre sí, se recomienda realizar las tres
proyecciones anteriormente indicadas. Debido a la superposición de
las demás estructuras esqueléticas, es difícil detectar un fragmento
de apófisis coronoides propiamente dicho. En algunos casos, la proyección cráneocaudal oblicua con 15º de pronación puede detectar
uno o más fragmentos, o bien una irregularidad del contorno y una
reducción de la densidad ósea de la apófisis coronoides medial. Esta
radiografía permite valorar también el contorno del cóndilo humeral medial y, cuando procede, la presencia simultánea de OCD o de
lesiones “en beso” (kissing lesions) (fig. 6).
Con frecuencia se observan alteraciones secundarias a la FAC. La
primera en detectarse es la esclerosis troclear de la escotadura semilunar del cúbito, posteriormente pueden observarse el aplanamiento
del borde craneal de la apófisis coronoides y la formación de osteofitos sobre el borde proximal de la apófisis ancónea. En las lesiones
crónicas, la osteofitosis se hace patente también a nivel de la cabeza
del radio y del epicóndilo humeral, medial y lateral. La degeneración
artrósica no es exclusiva de la FAC, pudiéndose registrar también en
otras afecciones que forman parte de la displasia de codo.

a
Figura 4a. Labrador Retriever, hembra, 7 meses. Radiografía en proyección
mediolateral neutra de un codo normal: la hendidura articular es fina y
uniforme, la trabeculación de la zona subtroclear del cúbito está bien definida,
no se observan signos de esclerosis y los contornos de las apófisis coronoides
medial y ancónea son lisos y regulares.

Patología ortopédica hereditaria, que forma parte de la displasia
de codo, junto con la OCD (osteocondritis disecante) del cóndilo
medial del húmero, la apófisis ancónea no unida (UAP, por sus
siglas inglesas) y la INC (incongruencia articular). Consiste en la
fragmentación o multifragmentación de la apófisis coronoides del
cúbito. Aparece en el periodo de desarrollo y da lugar a alteraciones articulares permanentes.
23
24
Atlas de enfermedades ortopédicas y su predisposición racial
a
 Figura 6a. Labrador
Retriever, hembra, 7 meses.
Radiografía en posición
cráneocaudal con pronación
de 15º de codo normal: la
hendidura articular es
uniforme y congruente; el
cóndilo humeral medial
presenta un contorno regular
y densidad ósea homogénea;
el contorno del epicóndilo
humeral medial aparece liso
y sin proliferaciones.
Estudio tomográfico (figs. 7 y 8) y artroscopia (fig. 9)
Estos medios diagnósticos representan una ayuda útil en los casos de
diagnóstico radiográfico dudoso o en los animales que no presentan
una fragmentación propiamente dicha de la apófisis coronoides, sino
sólo una fisura o condromalacia.
Fractura del hueso radial del carpo
b
 Figura 6b. Labrador Retriever,
macho, 2 años. Radiografía en
proyección cráneocaudal con
pronación de 15º del codo con FAC y
lesiones “en beso” (kissing lesions)
del cóndilo humeral medial. A nivel
de la porción medial de la
articulación, se observa la presencia
de un fragmento óseo perteneciente
a la apófisis coronoides medial del
cúbito (flecha roja), asociado a
irregularidad de la superficie articular
del cóndilo humeral medial (lesión “
en beso”).
El contorno irregular del epicóndilo
humeral medial (flecha verde) es
indicativo de artrosis secundaria.
 Figura 7. Boyero de Berna, hembra,
8 meses. Imagen tomográfica, codo
derecho. Obsérvese la fisura de la
apófisis coronoides medial del cúbito.
Imagen cedida por el profesor
Mauro Di Giancamillo (Milán).
Lecturas recomendadas
Boulay J.P. Fragmented medial coronoid process of the ulna in the dog. Vet Clin North
Am Small Anim Pract 28(1): 51-74, 1998.
Hornof W.J. Wind A.P. Wallack S.T. Canine elbow dysplasia. The early radiographic
detection of fragmentation of the coronoid process. Vet Clin North Am Small Anim Pract
30(2): 257-266, 2000.
LaFond E., Breur G.J., Austin C.C. Breed susceptibility for developmental orthopaedic
diseases in dogs. J Am Anim Hosp Assoc 38(5): 467-477, 2002 .
Meyer-Lindenberg A., Fehr M., Nolte I. Co-existence of ununited anconeal process and
fragmented medial coronoid process of the ulna in the dog. J Small Anim Pract 47(2):
61-65, 2006.
Morgan J.P., Wind A., Davidson A.P. Elbow dysplasia. En: “Hereditary bone and joint
diseases in the dog: osteochondrosis, hip and elbow dysplasias”, Schlutersche ed.,
Hannover, págs. 41-86, 2000.
 Figura 8. Rottweiler, macho, 6 meses.
Imagen tomográfica del codo izquierdo,
obtenida al nivel de la apófisis
coronoides medial del cúbito: hallazgo
normal.
Imagen cedida por el profesor
Mauro Di Giancamillo (Milán).
Vezzoni A., Corbari A. et al. Clinical approach to elbow dysplasia in puppies.
Proceedings IEWG meeting, Lisboa, 2003.
Wind A.P. Elbow incongruity and developmental elbow diseases in the dog: part I. J Am
Anim Hosp Assoc 22: 711-724, 1986.
Wind A.P. Packard M.E. Elbow incongruity and developmental elbow diseases in the
dog: part II. J Am Anim Hosp Assoc 22: 724-730, 1986.
 Figura 9. Boyero de Berna, macho,
10 meses. Imagen artroscópica de la
FAC, con lesión “en beso” (kissing
lesion) grave del cóndilo humeral
medial.
Fractura del hueso radial
del carpo
Carlo Maria Mortellaro
• Boxer
• Greyhound
• Labrador Retriever
(por orden alfabético) ver pág. 2
• Pointer
• Rottweiler
• Setter Inglés
• Springer Spaniel
Se observa sobre todo en perros dedicados a actividades deportivas de talla medianagrande.
Definición
Alteración ortopédica de reciente aparición, produce cojera anterior, a veces bilateral, caracterizada por una solución de continuidad oblicua del hueso radial del carpo, presumiblemente derivada
de una fusión incompleta de sus núcleos de osificación. La ausencia
de un episodio traumático agudo al que atribuir el origen hace que
esta afección, a veces silente o que muestra pocos síntomas durante
mucho tiempo, se incluya entre las “fracturas patológicas”.
Quien escribe considera que esta alteración patológica, analizada originalmente en 1998, fue interpretada de manera errónea en
el pasado (siendo “mal diagnosticada”) como forma de artrosis
primaria por excesivo esfuerzo mecánico en perros dedicados a
deporte o trabajo, o con sobrepeso.
Etiopatogenia
Es hasta el momento incierta. Una vez descartada la teoría macrotraumática, la hipótesis más acreditada es la de la “fractura por estrés”, que se produciría por la fusión incompleta de los tres centros de
osificación del hueso radial del carpo que, en condiciones normales,
se produce entre el 3º y el 4º mes de edad. La fusión incompleta de
los núcleos de osificación causa persistencia, en el interior del hueso
radial, de planos dotados de una menor resistencia que la del tejido
óseo adyacente. Ello predispone a la fractura del hueso radial, sobre
todo en animales sometidos a una actividad física intensa y/o con
elevado peso corporal. Dicha fractura podría, además, permanecer
durante mucho tiempo asintomática en individuos cuyas articulaciones son sometidas a cargas ponderales reducidas o a un ejercicio
físico menor. La hipótesis de la fusión incompleta es refrendada, no
sólo por la dirección de la línea de fractura, que remite a la de los
planos de fusión de los 3 núcleos de osificación, sino también por la
histología de la superficie no articular de los fragmentos, en la que se
observa presencia de hueso esponjoso, de áreas de cartílago inmaduro y de tejido conjuntivo fibroso.
Epidemiología
Se manifiesta principalmente en animales jóvenes/adultos, de talla
mediana-grande, con una media de edad de 3 años y sometidos a
una actividad física intensa (perros dedicados a la práctica deportiva
o hiperactivos). Se observa una manifiesta predisposición en machos.
Manifestaciones clínicas
La cojera anterior, monolateral o bilateral, de I o II grado, se desarrolla de forma inespecífica y gradual, sin aparentes traumatismos
previos, con evolución crónica, tal vez intermitente, y que tiende a empeorar en frío y, sobre todo, tras realizar una actividad física intensa.
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Predisposición racial
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En más de un caso atendido por nosotros, sobre todo en razas Setter
y Pointer, la aparición de la cojera, por lo demás leve, se producía
apenas unas horas después de que el perro hubiera estado de caza.
Técnicas diagnósticas
Consulta clínica ortopédica
Se observa dolor a la extensión y, sobre todo, a la flexión del carpo.
El rango de movimiento (Range of Motion) de la articulación resulta
normal, apenas disminuido en casos recientes y marcadamente reducido en los casos crónicos (fig. 1). Tumefacción articular generalizada, ruidos crepitantes, ectasia de los fondos ciegos y engrosamiento
de la cápsula, sobre todo a nivel de su porción dorsomedial (fig. 2),
son otros signos y síntomas característicos de las fases más tardías
de la enfermedad.
 Figura 1. Setter Inglés, macho,
5 años. Evidente reducción del rango
de movimiento (ROM, Range of
Motion) en flexión del carpo
izquierdo, consecuencia de la
importante evolución artrósica
de la lesión.
 Figura 2. Boxer, macho, 5 años.
Postura antiálgica de la extremidad
anterior izquierda, con tumefacción del
compartimento dorsomedial de la
articulación del carpo.
25
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Atlas de enfermedades ortopédicas y su predisposición racial
Necrosis aséptica
de la cabeza del fémur
(Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes)
Massimo Petazzoni
Definición
Descrita por primera vez en un niño (1910), por Legg, Calvé y Perthes, y en un perro (1937), por Schnelle. Se trata de una enfermedad
ortopédica del desarrollo que afecta a la articulación coxofemoral,
con afectación predominantemente monolateral. Ocasiona una grave cojera posterior, consecuencia de la necrosis isquémica de la cabeza y del cuello femorales.
Necrosis aséptica de la cabeza del fémur (Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes)
Predisposición racial
• Affenpinscher
• Bichón de Pelo
Rizado
• Bichón Maltés
• Boston Terrier
• Cairn Terrier
• Caniche Enano
• Chihuahua
• Cocker Spaniel
• Fox Terrier
• Jack Russell Terrier
• Lakeland Terrier
• Pastor de Shetland
• Pequeño Lebrel
Italiano
• Pequinés
• Pinscher
• Pomerania
 Figura 7. Cruce de Pinscher,
 Figura 4. Cruce de Pinscher,
(por orden alfabético) ver pág. 2
hembra, 8 meses. Acceso
craneolateral a la cadera: fractura
patológica epifisaria de la cabeza
del fémur derecho (fase inicial).
hembra, 8 meses. Proyección
ventrodorsal de la pelvis:
disminución de la radiopacidad
de la cabeza del fémur izquierdo,
asociada al engrosamiento del
cuello (fase inicial). Además, la
radiografía muestra atrofia de la
musculatura del muslo derecho.
• Pug/Carlino
• Schnauzer Enano
• Scottish Terrier
• Teckel
• Terrier Australiano
• West Highland White
Terrier
• Yorkshire Terrier
Se observa también en otras razas de talla pequeña, en particular de tipo Terrier.
 Figura 8. Cruce, macho, 6 kg.
 Figura 5. Jack Russell Terrier,
 Figura 2. Cruce de Jack
Russell Terrier, hembra,
6 meses. Postura antiálgica
de la extremidad posterior
derecha.
Etiopatogenia
Aún no esta del todo clara. Entre las posibles causas, cabe recordar los factores hereditarios, las infecciones, los traumatismos, los
desequilibrios metabólicos y hormonales y las anomalías vasculares.
Proyección ventrodorsal estándar
de la pelvis. Diagnóstico de necrosis
aséptica de la cabeza del fémur
derecha.
hembra, 7 meses. Proyección
ventrodorsal de la pelvis: alteración
de la forma y las dimensiones del
acetábulo derecho y el cuello
y la cabeza del fémur derecho (fase
de reabsorción).
Epidemiología
Se manifiesta en perros pertenecientes a razas de talla pequeña y
miniatura, durante el proceso de crecimiento (normalmente entre
los 4 y 12 meses de edad, como media: 7 meses). No existe ninguna
predisposición por sexo.
Manifestaciones clínicas
 Figura 6. Cruce de Jack Russell
Aparece cojera posterior, monolateral, rara vez bilateral (en el 15%
de los casos), de grado variable, presentación repentina y curso progresivo.
Terrier, hembra, 6 meses.
Proyección ventrodorsal de la
pelvis: fractura patológica
epifisaria de la cabeza del fémur,
acompañada de reabsorción ósea
y displasia acetabular (fase tardía).
 Figura 3. Jack Russell Terrier,
hembra, 7 meses. Postura
antiálgica de la extremidad
posterior derecha.
Técnicas diagnósticas
Consulta clínica ortopédica
Los animales manifiestan dolor considerable a las maniobras de
extensión, hiperextensión y abducción del fémur afectado (figs.
1-3), asociada a crepitación articular y reducción de la amplitud articular en los diagnósticos más tardíos. Se observa, además, atrofia,
leve o importante, de los músculos glúteos y del muslo.
hembra, 8 meses. Postura
antiálgica de la extremidad
posterior izquierda.

 Figura 1. Cruce de Pinscher,
Figura 9. Cruce, macho, 6 kg. El mismo animal de la figura 8. Reconstrucción
MPR 2D en un estudio tomográfico computerizado. Se aprecian numerosas
áreas de radiotransparencia, indicativas de osteólisis focal múltiple en la epífisis
proximal del fémur derecho, comparado con el contralateral sano. Se observan,
además, la incongruencia articular coxofemoral derecha y la inclinación alterada
del techo acetabular dorsal. Reconstrucción de software realizada mediante
Osirix ver 2.7.5 32-bit.
Diagnóstico por imagen
Exploración radiográfica
La proyección ventrodorsal de la cadera suele ser suficiente para
confirmar el presunto diagnóstico, formulado en función del resultado de la consulta clínica. Entre las alteraciones precoces se
cuentan la ampliación de los espacios articulares y la disminución
de la radiopacidad de la epífisis proximal del fémur, asociadas,
a menudo, a esclerosis y engrosamiento del cuello femoral (fase
inicial) (fig. 4). Al avanzar la patología objeto de estudio, se observan alteraciones radiográficas de la forma de la cabeza del fémur,
asociadas a focos de radiotransparencia de la misma (fase de re-
Inicio
absorción) (fig. 5). El aplanamiento de la superficie articular de
la cabeza del fémur, la desaparición del cuello femoral, la presencia de osteoartrosis grave y, a menudo la fractura patológica de
la cabeza o del cuello del fémur se registran en los estadios más
avanzados de la patología (fase tardía) (figs. 6 y 7).
Estudio tomográfico
Puede permitir el diagnóstico precoz, anticipando los signos radiográficos en las primeras fases de la enfermedad (figs. 8 y 9).
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Anterior
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Lecturas recomendadas
Demko J., McLaughlin R. Developmental orthopedic disease. Vet Clin North Am Small
Anim Pract 35(5):1.111-35, 2005.
Gambardella P.C. Malattia di Legg-Calvè-Perthes nel cane. En: “Le basi patogenetiche
de la malattie chirurgiche nei piccoli animali” Bojrab M.J.; Giraldi ed., págs. 10721076, 2001.
Gareth Clayton Jones D. The hip joint. En: “Manual of small animal arthrology” Hulton
J. Collinson R. eds., BSAVA ed., págs. 243-266, 1994.
LaFond E., Breur G.J., Austin C.C. Breed susceptibility for developmental orthopaedic
diseases in dogs. J Am Anim Hosp Assoc 38(5): 467-477, 2002.
57
90
Atlas de enfermedades ortopédicas y su predisposición racial
Estenosis lumbosacra
degenerativa
Aldo Vezzoni
Definición
Estenosis lumbosacra degenerativa, síndrome de la cauda equina,
espondilolistesis, pseudoespondilolistesis, inestabilidad lumbosacra, espondilopatía lumbosacra, malformación/malarticulación
lumbosacra, estenosis lumbosacra o enfermedad lumbosacra, son
todos sinónimos que se usan para indicar un conjunto de síntomas neurológicos determinados por la compresión de las terminaciones nerviosas que forman la “cauda equina” (L6-L7, S1-S3,
vértebras coccígeas: cd1-cd5).
Estenosis lumbosacra degenerativa
Predisposición racial
• Boxer
• Boyero de Berna
• Braco Alemán
• Braco Italiano
• Cane Corso
• Cocker Spaniel
• Dálmata
• Doberman
• Labrador Retriever
• Pastor Alemán
• Pastor Belga
• Pointer
(por orden alfabético) ver pág. 2
• Rhodesian Ridgeback
• Rottweiler
• Schnauzer
• Setter Inglés
• Spinone Italiano
• Springer Spaniel
Manifestaciones clínicas
Epidemiología
Técnicas diagnósticas
Etiopatogenia
 Figura 1. Cane Corso,
macho, 4 años. Proyección
laterolateral de la articulación
lumbosacra. La radiografía
muestra esclerosis de la línea
limitante craneal del sacro y de
la línea limitante caudal de L7,
asociada a una
espondiloartrosis y al aumento
de la radiopacidad del espacio
intervertebral. Entre la primera
y la segunda vértebras sacras,
se aprecia un residuo de
espacio intervertebral (flecha).
Imagen cedida por el doctor Massimo Baroni (Monsummano Terme, Pistoia).
a
Consulta clínica ortopédica
En el paciente no sedado se valora la posible presencia de dolor
espinal a nivel lumbosacro, mediante palpación profunda de la
región. A continuación, se realizan pruebas neurológicas para la
valoración de las reacciones posturales y de los reflejos espinales
(de propiocepción, de retirada, rotuliano, tibial y perianal). La
prueba de propiocepción puede resultar normal o ligeramente reducida; el reflejo rotuliano está levemente acentuado; el
flexor, el tibial y el perianal están disminuidos. En el animal sedado, se realiza después una atenta valoración ortopédica para
identificar posibles patologías diferenciales o concomitantes.
 Figura 2. Vértebra de
transición (LTV).
b
a) La proyección laterolateral de la
articulación lumbosacra pone
de manifiesto un residuo del
disco intervertebral entre la
vértebra de transición y la
segunda sacra, con
espondilosis ventral.
b) La proyección ventrodorsal
muestra la asimetría de las
apófisis transversas de la
vértebra de transición.
Obsérvese que la apófisis
transversa adopta a la
izquierda una morfología sacra
y se articula parcialmente con
el ilion (tipo II). La cresta sacra
está formada por dos únicas
apófisis espinosas.
Diagnóstico por imagen
Exploración radiográfica
Las proyecciones estándar (laterolateral o ventrodorsal) de la columna lumbosacra son útiles para detectar signos de daño articular:
esclerosis de las líneas limitantes caudal de L7 y craneal del sacro
(fig. 1); opacidad e irregularidad de forma del espacio intervertebral; estrechamiento de dicho espacio; espondiloartrosis; anomalías
del desarrollo segmentario; formas de discoespondilitis; vértebras de
Inicio
Anterior
Anterior
Figura 4. Perro Pastor mestizo, macho, 8 años. La epidurografía del raquis lumbosacro
muestra la desviación dorsal de la columna de medio de contraste en correspondencia
con el espacio intervertebral L7-S1, ocasionada por una hernia dorsal del disco
intervertebral lumbosacro.

La estenosis lumbosacra degenerativa adquirida afecta generalmente a perros pertenecientes a razas medianas y grandes, que
realizan actividades deportivas y cinegéticas. La forma congénita se observa con frecuencia en animales de talla pequeña. Tanto
la forma congénita como la adquirida de la enfermedad se manifiestan clínicamente durante la edad adulta, en general entre
los 5 y los 8 años. La forma congénita afecta en mayor medida
a los machos.
Figura 3. Cane Corso, macho 4 años. El mismo animal de la figura 1.
Resonancia magnética, plano sagital, imágenes ponderada en T2 (a) y
ponderada en T1 (b). Se muestran las mismas alteraciones descritas en la
figura  1. Se manifiesta además una dislocación dorsal del saco dural
debida a una protrusión discal en L7-S1.

Se distinguen dos formas: congénita y adquirida. La forma adquirida es más frecuente y afecta a pacientes de edad media y/o avanzada.
Las causas son múltiples: discopatías con la consiguiente protrusión
discal, inestabilidad lumbosacra e hipertrofia del ligamento amarillo, estenosis foraminal, fracturas y luxaciones vertebrales, discoespondilitis, osteocondritis disecante (OCD) sacra y de L7, neoplasias
vertebrales primarias o metastáticas, neoplasias que afectan a las
raíces nerviosas, patologías vasculares. La forma adquirida también
puede aparecer como consecuencia de una excesiva y continua tensión en la unión lumbosacra, en animales adiestrados para salto y
para defensa y ataque. Entre las causas de la forma congénita figuran
la estenosis congénita del canal espinal en las razas pequeñas, las
vértebras de transición, las disgenesias vertebrales y la inestabilidad
de la articulación lumbosacra.
Los síntomas clínicos varían notablemente en función de la causa y
la gravedad de la lesión: pueden ser agudos o crónicos, intermitentes
o continuos, constantes o de gravedad creciente. Habitualmente,
los propietarios indican que los perros tienen dificultades para subir y bajar escaleras, subir al coche, levantarse o sentarse, y que,
después de una actividad física intensa, presentan signos de debilidad posterior, cojera o dolor. El dolor es el síntoma más frecuente
y se manifiesta tanto durante la palpación profunda de la columna lumbosacra como durante la hiperextensión de la articulación
lumbosacra. La sintomatología dolorosa puede ir acompañada de
debilidad, cojera posterior mono o bilateral, déficits propioceptivos,
hiperestesia de la cola y de la región perianal e hipotonía del esfínter
anal, con incontinencia fecal y urinaria en las formas graves. En
los casos menos graves, es típico que los pacientes presenten dolor crónico lumbosacro, cojera intermitente mono o bilateral, sobre
todo en caliente, atrofia de los músculos glúteos y del muslo o marcha rígida. Se trata de síntomas que hacen indispensable incluir la
estenosis lumbosacra degenerativa en el diagnóstico diferencial de
las cojeras del tren posterior. Una vez descartadas las patologías de
naturaleza ortopédica, debe realizarse una exploración neurológica
en profundidad.
transición (fig. 2); neoplasias vertebrales; luxaciones o fracturas de
L7 y S1. En cambio, son de difícil valoración las lesiones compresivas
o el estrechamiento patológico del canal vertebral. En presencia de
inestabilidad lumbosacra, la radiografía laterolateral puede mostrar
una alineación incorrecta del piso vertebral de la última vértebra
lumbar y del sacro. En estos casos, resulta útil en ocasiones la obtención, con el paciente bajo sedación profunda o anestesia general, de
proyecciones laterolaterales en estrés, con la articulación lumbosacra en hiperflexión e hiperextensión.
En cualquier caso, la presencia de alteraciones radiográficas no es
suficiente para establecer un diagnóstico definitivo, que requiere uno
o más de los siguientes medios instrumentales:
• Mielografía cervical
• Epidurografía
• Discografía
• Estudio tomográfico y/o mielo-TC
• Resonancia magnética
• Electromiografía
La resonancia magnética (fig. 3) y la tomografía axial deben considerarse como técnicas de referencia para el diagnóstico de dicha patología, al tratarse de procedimientos precisos y mínimamente invasivos.
En ausencia de estos medios, tanto la mielografía cervical como la
epidurografía (fig. 4) permiten, en la mayor parte de los casos, el establecimiento de un diagnóstico. Como para las radiografías directas,
en caso de sospecha de inestabilidad lumbosacra es útil obtener, tras la
inyección del medio de contraste, proyecciones en flexión y extensión,
de modo que se puedan localizar las compresiones de tipo dinámico.
Imagen cedida por la doctora Federica Rossi (Sasso Marconi, Bolonia).
Lecturas recomendadas
Chambers J.N. Degenerative lumbosacral stenosis in dogs. Vet Med Report 1(2):
166-180, 1989.
De Risio L., Thomas W.B., Sharp N.J.H. Degenerative lumbosacral stenosis.
Vet Clin North Am: Small Anim Pract 30(1): 111-132, 2000.
Hanna F.Y. Lumbosacral osteochondrosis: radiological features and surgical management
in 34 dogs. J Small Anim Pract 42: 272-278, 2001.
Morgan J.P., Wind A., Davidson A.P. Lumbosacral disease. In: “Hereditary bone and
joint diseases in the dog: osteochondrosis, hip and elbow dysplasias”,
Schlutersche ed., Hannover, págs. 209-229, 2000.
Ramirez O., 3rd, Thrall D.E. A review of imaging techniques for canine cauda
equina syndrome. Vet Radiol Ultrasound 39(4): 283-96, 1998.
91
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