MAYO 2013 Asker Jeukendrup: Director Global GSSI Atleta de resistencia y triatleta Ironman, originario de Roermond, Holanda, con doctorado de la Universidad de Maastricht, reconocido como uno de los líderes expertos en nutrición deportiva a nivel mundial. Se unió al GSSI en junio del 2011 como Director Global. A los 35 años se convirtió en el profesor más joven de la Universidad de Birmingham, Reino Unido, donde continúa siendo Profesor Adjunto, además de ser Profesor Invitado en la Universidad de Loughborough. Ha recibido varios reconocimientos por sus logros académicos y contribución a la ciencia del deporte y el ejercicio, incluyendo una cátedra en la Universidad de Bruselas. Su investigación ha tenido un impacto significativo en el campo de la nutrición deportiva, así como en los consejos dados a los atletas, los cuales han ido cambiando en los últimos años como resultado de sus investigaciones. Ejercicio para el Embarazo Dr. Samuel Alberto García Castrejon Médico Especialista en Medicina del Deporte Asesor Científico GSSI Existe evidencia científica de que realizar ejercicio aeróbico de moderada intensidad mejora el bienestar de la madre y el feto, lo cual permitirá que las mujeres que continúen ejercitándose durante el embarazo presenten ciertos beneficios a lo largo de esta etapa y durante el parto. Por otro lado, el ejercicio con intensidad leve a moderada y con duración de 20-30 min puede reducir la presión arterial diastólica en embarazadas con riesgo de hipertensión; y metabólicamente aumenta la sensibilidad a la insulina, permitiendo reducir el riesgo de diabetes gestacional. Hay ciertas recomendaciones para asegurar un ejercicio seguro tanto para la madre como para el feto, como caminar o trotar ligero, tomar suficientes líquidos antes, durante y después del ejercicio, entre otras. Es muy importante tener una valoración médica previa a iniciar un programa de ejercicio, lo que permitirá reducir riesgos y aumentar beneficios para la futura madre y su hijo, revisa el artículo completo en la 2ª página. Soluciones nutricionales para la mujer atleta Lourdes Mayol Soto, M.Sc. Asesora Científica GSSI Una mujer puede practicar ejercicio a cualquier nivel sin tener ningún problema de salud pero para lograrlo, es necesario que cubra sus necesidades de energía. La deficiencia de energía en la mujer atleta, especialmente a partir de carbohidratos, puede tener un gran impacto sobre la salud ósea y reproductiva. En el Consenso de Nutrición Deportiva del Comité Olímpico Internacional (IOC) del 2003 se introduce el concepto de disponibilidad energética, el cual se refiere a la cantidad de energía que queda disponible para otras funciones del cuerpo después del ejercicio. Cuando la disponibilidad de energía es muy baja, se reduce la cantidad de energía usada para el mantenimiento celular, la termorregulación, el crecimiento y la reproducción. Esta compensación tiende a restaurar el balance de energía y promover la supervivencia pero perjudica la salud al afectar el ciclo menstrual y en consecuencia, la salud ósea. Así, en el último Consenso del COI (2010) se argumenta que el concepto de disponibilidad energética es más útil para manejar a las atletas que el concepto de balance de energía. La Triada de la Atleta se refiere a la interrelación entre la disponibilidad energética, la función menstrual y la densidad mineral ósea, y es muy importante mantener un equilibrio adecuado para evitar sus manifestaciones clínicas que incluyen los desórdenes alimentarios, amenorrea y osteoporosis. Para leer más acerca de este tema, revisa el artículo completo en la 3ª página. MAYO 2013 NOTICIAS GSSI Asker Jeukendrup: Director Global GSSI Atleta de resistencia y triatleta Ironman, originario de Roermond, Holanda, con doctorado de la Universidad de Maastricht, reconocido como uno de los líderes expertos en nutrición deportiva a nivel mundial. Se unió al GSSI en junio del 2011 como Director Global. A los 35 años se convirtió en el profesor más joven de la Universidad de Birmingham, Reino Unido, donde continúa siendo Profesor Adjunto, además de ser Profesor Invitado en la Universidad de Loughborough. Ha recibido varios reconocimientos por sus logros académicos y contribución a la ciencia del deporte y el ejercicio, incluyendo una cátedra en la Universidad de Bruselas. Su investigación ha tenido un impacto significativo en el campo de la nutrición deportiva, así como en los consejos dados a los atletas, los cuales han ido cambiando en los últimos años como resultado de sus investigaciones. Autor del libro “High Performance Cycling”, un libro de texto sobre “Nutrición Deportiva” y “Sports Nutrition From Lab to Kitchen”. Además, ha publicado más de 200 artículos en revistas y capítulos de libros sobre ejercicio y nutrición deportiva. Ha organizado numerosas conferencias internacionales sobre el tema de nutrición deportiva. Miembro del Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) y de la Escuela Europea de Ciencias del Deporte (ECSS), así como de la Sociedad de Nutrición, de la Sociedad de Fisiología, la Sociedad Americana de Fisiología (APS), la Academia de Ciencias de Nueva York (NYAS) y de la Asociación Americana de Diabetes (ADA). Jefe Editor del European Journal of Sport Science, miembro del Consejo Editorial de Asesores del Journal of Sports Sciences y participa en el Consejo Editorial del International Journal of Sports Medicine y Medicine and Science in Sport and Exercise. Hasta la fecha, ha sido revisor en 35 diferentes revistas científicas. Fue miembro del grupo directivo del Comité Olímpico Internacional (IOC), en el área de Nutrición Deportiva. Actualmente forma parte del Consejo Asesor Internacional para el Diplomado en Nutrición Deportiva del IOC y es uno de los profesores en curso. MAYO 2013 Ejercicio durante el embarazo Dr. Samuel Alberto García Castrejón Médico Especialista en Medicina del Deporte Asesor Científico GSSI Hacer ejercicio durante el embarazo se ha convertido en una práctica común, y más aún cuando la mujer ya practicaba ejercicio de forma regular como parte de su vida diaria. Existe evidencia científica de que realizar ejercicio aeróbico de moderada intensidad mejora el bienestar de la madre y el feto, lo cual permitirá que las mujeres que continúen ejercitándose durante el embarazo presenten: 1-3 Beneficios durante el embarazo Beneficios durante el parto Mejoría en la función cardiovascular y metabólica Trabajo de parto más adecuado Mejor condición física Mejor recuperación Mejor digestión y menores problemas de constipación (estreñimiento) Reducción en las complicaciones durante el trabajo de parto Menor ganancia de peso en masa grasa Menor probabilidad de parto por cesárea debido a reducción de fuerza abdominal Reducción de riesgo de preclampsia o diabetes gestacional Menor dolor en la región lumbar Mejoría en estado mental Tomar suficientes líquidos antes, durante y después del ejercicio para evitar hipertermia y deshidratación. Durante el embarazo, se eleva la temperatura corporal aproximadamente 0.5ºC, por lo que si se permite un incremento mayor, esta hipertermia y la reducción del volumen sanguíneo por deshidratación, pueden causar defectos del cierre del tubo neural, retraso del crecimiento y peso bajo al nacer. 2-4 Realizar calentamiento y estiramientos antes del ejercicio, así como usar calzado deportivo apropiado, reducirá el riesgo de lesiones musculares así como el dolor en talones o tobillos. Evitar ejercitarse hasta el punto máximo de fatiga, así como el ejercicio de alta intensidad y prolongado, ya que esto causa que el flujo sanguíneo se redistribuya hacia los músculos que se están ejercitando y reduce el aporte de sangre hacia la placenta y el feto. Una frecuencia cardiaca por arriba de 150 lpm ha sido asociada con reducción del flujo sanguíneo fetal. 5 Los ejercicios realizados no deberán causar presión sobre el área abdominal, ni acostada sobre su espalda, ya que estas posiciones también reducen el flujo sanguíneo al feto. 2-5 En mujeres que previamente eran sedentarias, se recomienda realizar 3 días de ejercicio por semana, alternando días de ejercicio y reposo; conforme se incrementa la tolerancia al ejercicio, se puede incrementar hasta 4 o 5 días por semana. 3 Es de suma importancia siempre tener una valoración médica previa a iniciar un programa de ejercicio, esto permitirá al ginecólogo y al médico del deporte, limitar los riesgos y aumentar los beneficios del ejercicio para la futura madre y su hijo. El ejercicio de leve a moderada intensidad (<60% del consumo máximo de oxígeno) y duración de 20-30 minutos tiende a reducir la presión arterial diastólica en mujeres embarazadas con riesgo de hipertensión, de la misma forma que aumentará el consumo máximo de oxígeno, el gasto cardiaco, la respuesta de la frecuencia cardiaca al ejercicio, el volumen sanguíneo y la respuesta ventilatoria al ejercicio. Metabólicamente aumenta la sensibilidad a la insulina, lo que permitirá reducir el riesgo de diabetes gestacional. 4 Algunas de las principales recomendaciones para que el ejercicio sea seguro para la madre y el feto son: Caminar o trotar muy ligero (mientras sea posible), de lo contrario realizar bicicleta fija, ejercicios en el agua o incluso natación. Esto disminuirá el riesgo de trauma directo sobre el feto y ayudará a mantener un adecuado consumo de oxígeno. 2 REFERENCIAS Medicine, A.C.o.S., ACSM’s Guidelines for exercise testing and prescription. 8th ed. ed2009: Lippincot Williams & Wilkins. Ehrman, J.K., Clinical Exercise Physiology. 2nd ed2009: Human Kinetics. 3. Skinner, J.S., Exercise Testing and Exercise Prescription for Special Cases. 3rd ed2005: Lippincot Williams & Wilkins. 4. Downs, D.S., et al., Physical activity and pregnancy: past and present evidence and future recommendations. Res Q Exerc Sport, 2012. 83(4): p. 485-502. 5. Warren, M.P. and N.E. Perlroth, The effects of intense exercise on the female reproductive system. J Endocrinol, 2001. 170(1): p. 3-11. 1. 2. MAYO 2013 Soluciones nutricionales para la mujer atleta Lourdes Mayol Soto, M.Sc. Asesora Científica para América Latina del GSSI “Las niñas y las mujeres deben ser motivadas para participar en el deporte y buscar la excelencia en su rendimiento, pero también existe la obligación por parte de los profesionales de la salud responsables del bienestar de estas atletas de conocer la influencia de la nutrición sobre la salud ósea y reproductiva” (Pronunciamiento de la Comisión Médica del Comité Olímpico Internacional). 1 Una mujer puede practicar ejercicio a cualquier nivel sin tener ningún problema de salud, pero para lograrlo, es necesario que cubra sus necesidades de energía. Aunque existen limitaciones al usar encuestas dietéticas para evaluar la alimentación, varios estudios han demostrado consumos deficientes de energía y nutrimentos en algunas atletas. 2 Los problemas nutricionales más comunes en las mujeres atletas son: 3 El consumo deficiente de energía y la incorrecta selección de alimentos, lo que puede llevar a deficiencias en el consumo de proteínas, carbohidratos y ácidos grasos esenciales. Deficiencias de micronutrimentos, de las cuales las más comunes son el calcio, las vitaminas del complejo B, el hierro y el zinc. La Triada de la Atleta Femenina Cualquier deficiencia en la alimentación es perjudicial, pero la deficiencia de energía tiene un papel crítico en el desarrollo de La Triada de la Atleta femenina. En 1992 se reconoció a La Triada de la Atleta como “una asociación de alimentación desordenada, amenorrea y osteoporosis que se presentaba en atletas de deportes donde se enfatiza la delgadez”. Sin embargo, en el consenso del Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) del 2007 se define la Triada de la Atleta como “la interrelación entre la disponibilidad energética, la función menstrual y la densidad mineral ósea, la cual puede tener manifestaciones clínicas que incluyen los desórdenes alimentarios, amenorrea y osteoporosis”. 4 Así, se reconoce que todas las atletas se encuentran dentro de un espectro de cada uno de estos 3 factores que va de lo óptimo (extremo derecho) a las manifestaciones clínicas (extremo izquierdo) (ver figura 1). DISPONIBILIDAD ENERGÉTICA ÓPTIMA BAJA DISPONIBILIDAD ENERGÉTICA CON O SIN DESÓRDENES ALIMENTARIOS DISPONIBILIDAD ENERGÉTICA REDUCIDA CON O SIN DESÓRDENES ALIMENTARIOS EUMENORREA DESÓRDENES MENSTRUALES SUBCLÍNICOS AMENORREA HIPOTALÁMICA FUNCIONAL SALUD ÓSEA ÓPTIMA BAJA DMO OSTEOPOROSIS Figura 1. La triada de LA atleta femenina. De acuerdo a los hábitos de ejercicio y dieta, las atletas pueden moverse dentro de cada espectro hacia un lado o al otro. La disponibilidad energética afecta directamente a la densidad mineral ósea pero también puede afectarla indirectamente por los efectos sobre los estrógenos y la función menstrual. En el Consenso de Nutrición Deportiva del Comité Olímpico Internacional (IOC) del 2003 se introduce el concepto de disponibilidad energética, que se define como el consumo de energía total menos el gasto de energía por ejercicio; es decir, la cantidad de energía que queda disponible para otras funciones del cuerpo después del ejercicio. Cuando la disponibilidad de energía es muy baja, se reduce la cantidad de energía utilizada para el mantenimiento celular, la termorregulación, el crecimiento y la reproducción. Esta compensación tiende a restaurar el balance de energía y promover la supervivencia, pero perjudica la salud ósea y reproductiva. Así, en el último Consenso del COI (2010) se presentó evidencia de que el concepto de disponibilidad energética es más útil para manejar la dieta de las atletas que el concepto de balance de energía. MAYO 2013 Así, la baja disponibilidad energética parece ser el factor que perjudica la salud reproductiva y ósea en la triada, y se puede presentar de manera inadvertida, intencionalmente o de manera psicopatológica, es decir, con o sin presencia de desórdenes alimentarios como anorexia nerviosa y bulimia nerviosa. Es importante mencionar que no es lo mismo “desórdenes alimentarios” que “alimentación desordenada”: Los desórdenes alimentarios se refieren a desórdenes mentales diagnosticados clínicamente, caracterizados por conductas de alimentación anormales, un miedo irracional a la ganancia de peso y una distorsión de la percepción de la imagen corporal. La alimentación desordenada son varias conductas de alimentación anormales como el ayuno, “saltarse” comidas frecuentemente, consumo compulsivo de alimentos seguido de purgas (vómito), o uso de pastillas para pérdida de peso, laxantes, diuréticos o enemas. La mayoría de los efectos negativos sobre la salud ósea y reproductiva se presentan cuando la disponibilidad energética está por debajo de 30 kcal/ kg de masa libre de grasa por día. Algunas atletas reducen su disponibilidad energética al aumentar su entrenamiento más que su consumo de energía, mientras que otras reducen su consumo de energía más que lo que gastan en el entrenamiento. En cualquier caso, la asesoría nutricional es indispensable para prevenir una baja disponibilidad energética de manera inadvertida, ya que se ha observado que la deficiencia de energía producida por el aumento en el ejercicio no produce un incremento en el hambre. Así, una atleta puede llegar a tener una baja disponibilidad energética sin presentar desórdenes alimentarios, alimentación desordenada o sin haber restringido su consumo de energía. 4 Por lo tanto, las atletas deben tratar de mantener su disponibilidad energética: 5 Entre 30 y 45 kcal/kg de masa libre de grasa por día, para la pérdida de peso. Cerca de 45 kcal/kg de masa libre de grasa por día, para el mantenimiento del peso. Menos de 45 kcal/kg de masa libre de grasa por día, para el crecimiento y la carga de carbohidratos. Las mujeres activas que están en mayor riesgo de tener una baja disponibilidad energética son aquellas que restringen su consumo de energía, las que se ejercitan por periodos prolongados, quienes son vegetarianas y las que limitan los tipos de alimentos que consumen. Así, los deportes que enfatizan la delgadez como los deportes estéticos, los de categoría de peso y los de resistencia, son donde puede haber mayor riesgo. Sin embargo, en un estudio realizado en Noruega donde se encuestó a atletas de elite y a mujeres con actividad física normal (grupo control) para saber quién presenta mayor riesgo de presentar este síndrome, se reportó un mayor riesgo en el grupo control (69.2%) que en las atletas de elite (60.4%). 6 Así, hay que tomar en cuenta que este síndrome no es exclusivo de las atletas de alto rendimiento y que las mujeres activas también pueden presentar los mismos efectos adversos que las atletas. MAYO 2013 Si se diagnostica a una mujer activa con cualquier síntoma de la Triada de la Atleta, la principal meta de la terapia nutricional es aumentar la disponibilidad energética, ya sea incrementando el consumo de alimentos o disminuyendo el gasto de energía, para lograr el restablecimiento de las hormonas reproductivas y metabólicas. 2 Recomendaciones de ingesta de nutrimentos Un consumo inadecuado de energía aumenta la posibilidad de que la ingesta de carbohidratos, proteínas y ácidos grasos esenciales esté por debajo de lo recomendado. Estas deficiencias pueden disminuir la habilidad del cuerpo para formar hueso, mantener la masa muscular, reparar los tejidos dañados y recuperarse de lesiones. La mayoría de las mujeres en entrenamiento de moderada duración y baja intensidad requieren 5-6 g carbohidratos/kg/día para mantener sus almacenes de glucógeno; si el ejercicio es de alta intensidad y duración y se entrena diariamente, las necesidades de carbohidratos pueden ser de 7-12 g carbohidratos/kg/día. Se recomienda que las mujeres atletas consuman 1–1.3 g proteína/kg peso 7 los atletas de resistencia de elite pueden tener requerimientos de proteína tan altos como 1.6-1.7 g proteína/kg peso. Cuando la ingesta de energía es baja o se está en pérdida de peso aumentan los requerimientos de proteína, ya que se usa mayor proporción de proteína como fuente de energía. El consumo de proteína de alta calidad inmediatamente después del ejercicio puede mejorar el balance total de proteínas. 5 Las principales deficiencias de micronutrimentos que pueden tener las mujeres activas que restringen su consumo de energía o eliminan grupos de alimentos de sus dietas son aquellos relacionados con la producción de energía (vitaminas del complejo B), la sangre (folato, vitamina B 12 y hierro) y los relacionados con la formación de los huesos (calcio, magnesio y vitamina D). Además, el ejercicio puede aumentar la necesidad de algunos micronutrimentos. 5 REFERENCIAS International Olympic Committee Medical Commission Working Group on Women in Sport: Position stand on the female athlete triad. Available at: http://multimedia. olympic.org/pdf/en_report_917.pdf. Acceso 2 de octubre de 2009. 2. Gabel, KA. Special Nutritional Concerns for the Female Athlete. Current Sports Medicine Reports 5:187–191, 2006. 3. Manore MM. Dietary recommendations and athletic menstrual dysfunction. Sports Med 32(14):887-901, 2002. 4. American College of Sports Medicine Position Stand. The female athlete triad. Med Sci Sports Exerc 39(10):1867-1882, 2007. 5. Manore MM, Kam LC, Loucks AB; International Association of Athletics Federations. The female athlete triad: components, nutrition issues, and health consequences. J Sports Sci.25 Suppl 1:S61-S71, 2007. 6. Torstveit MK, Sundgot-Borgen J: The female athlete triad: Are elite athletes at increased risk? Med Sci Sport Exerc 37:184–193, 2005. 7. Phillips SM. Protein requirements and supplementation in strength sports. Nutrition, 20, 689 – 695, 2004. 8. Tarnopolsky MA, Zawada C, Richmond LB, Carter S, Shearer J, Graham T, Phillips SM. Gender differences in carbohydrate loading are related to energy intake. J Appl Physiol. 91(1): 225-230, 2001. 1.